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ISSN: 1315-9518
cclemenz@luz.ve
Universidad del Zulia
Venezuela
Vallejos, Arturo
Conflictos socioambientales en la periferia de la modernidad. Apuntes para la intervención en
contextos locales
Revista de Ciencias Sociales (Ve), vol. XIV, núm. 2, mayo-agosto, 2008, pp. 240-254
Universidad del Zulia
Maracaibo, Venezuela
Resumen
El presente artículo pretende aportar a la intervención en conflictos socioambientales manifiestos en
Chile y en América Latina. En su estructura general, la propuesta intenta exponer la evidencia empírica, es decir,
el contexto y la presión sobre los recursos naturales que terminan en conflictos, como la propuesta actual de in-
tervención para la resolución de la conflictividad socioambiental. Posteriormente introduciremos desde la Teo-
ría de Los Sistemas Sociales de Niklas Luhmann algunos supuestos teóricos a tener en cuenta para la interven-
ción, que ayudarían a clarificar un posible tipo de intervención que tenga en cuenta la forma y tipo de operación
de la sociedad en que se manifiesta la conflictividad socioambiental.
Palabras clave: Intervención, conflictos socioambientales, resolución de conflictos, sistemas sociales, Amé-
rica Latina.
* Sociólogo, Magíster en Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos por la Universidad Alberto Hur-
tado de Chile y Doctor en Ciencias Sociales con Especialización en Ciencia Política por la Facultad Lati-
noamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) sede México. Profesor del Centro de Estudios del Desa-
rrollo Local y Regional (CEDER) de la Universidad de Los Lagos de Osorno, Chile.
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inversión se vean dificultados por los conflic- de la sociedad moderna, lo que nos servirá de
tos que ellos generan. sustento para aproximar una observación dis-
En una sociedad como la actual es pre- tinta de intervención ante la conflictividad so-
ciso asumir de una manera distinta este tipo de cioambiental.
conflictos, lo que requiere de nuevas formas El objetivo de pretender ser un país de-
de intervención, además de nuevos espacios y sarrollado, abierto a un mundo globalizado y
mecanismos que puedan, colaborativamente, con una mejor calidad de vida, ha llevado a
resolver las diferencias entre los distintos ac- Chile a generar estrategias que puedan atraer
tores. Por otra parte, la elaboración de estrate- inversión y que se han concretizado en gran-
gias que puedan superar las limitantes a las des proyectos nacionales. Esto ha traído una
que se encuentran expuestas las políticas pú- intensificación de las exportaciones de recur-
blicas y la gestión ambiental. Por lo tanto se sos que conforman la línea base de desarrollo
precisan propuestas que puedan incluir a los del país: minería, pesca, forestal, entre otros
distintos participantes (organizaciones comu- (2), lo que ha generado una presión considera-
nitarias) de la sociedad –al gobierno, al mer- ble sobre los recursos naturales (Altieri y Ro-
cado (sector privado), entre otros–, dando jas, 1999: 127-141; Quiroga, 2001; 1994; Ri-
paso y fundamento a espacios participativos caldi, 1999), siendo su cara visible la manifes-
para la coordinación de los actores de la socie- tación de conflictos socioambientales com-
dad. Para este tipo de conflictos y lo poco rele- plejos (Fiske, 2000, Sabatini y Sepúlveda,
vante e ineficaz que puede ser hoy la interven- 1998; Sabatini, 2000; 1997). Así, los proyec-
ción desde una visión jerárquica, se hace ne- tos propuestos por el gobierno y sus externali-
cesario contribuciones alternativas para la fa- dades, negativas –muchas de ellas manifesta-
cilitación de la resolución de estas disputas. das en disputas– como positivas, han llevado a
Para ello esbozaremos aportes desde la Teoría manifestaciones de resistencia de la sociedad
de los Sistemas Sociales de Niklas Luhmann y en ambientes regionales y locales.
la Teoría Alternativa de Resolución de Con- Ante esto, podemos observar como los
flictos, que pueden ser importantes para la gobiernos nacionales y locales han tendido a
contribución de elementos teóricos, así como regular y controlar sus espacios (Mittelman,
mecanismos (participación, diálogo y coordi- 2002), y como las políticas estatales han cedi-
nación) para resolver las disputas sociales y do “autoridad” al mercado (Strange, 1996)
ambientales de nuestros entornos. –con las consecuencias por todos observa-
das–, dejando al descubierto una creciente
1. Globalización, desarrollo pérdida de capacidad para dar cuenta de la
y conflictos socioambientales conflictividad socioambiental y de formas
que, más que regular, inviten a dar cuenta de
Para dar cuenta de lo enunciado en la éstos de una forma distinta. Esta creciente pre-
introducción, abordaremos en primera instan- sión ha hecho manifiesto reacciones por parte
cia cómo se han ido acrecentando las presio- de la sociedad que se transforman en conflic-
nes al medio ambiente y con ello la generación tos por aquellos que se resisten a ser impacta-
de conflictos socioambientales que afectan, dos por los proyectos de desarrollo, cuando
tanto a comunidades (personas y colectivos) esto afecta su seguridad económica, social y
como a organizaciones y sistemas funcionales ambiental.
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Por lo tanto, el modelo actual estimula van desde el norte al sur del país, relacionados
el crecimiento económico, basado en la explo- con tópicos como la minería, el rubro forestal,
tación de recursos naturales, siendo el merca- aguas, carreteras (Gas Andes, Golden Spring,
do el contexto y sistema coordinador del me- Celco Valdivia, Trillum, entre muchos otros),
dio ambiente, habiendo en ello una visión de y donde se ven involucrados desde colectivos
corto plazo. De esta manera, las limitaciones humanos, organizaciones y sistemas como la
de la política ambiental en la resolución de los ciencia, la salud, la economía, la política, en-
conflictos se puede atribuir a las contradiccio- tre otros. Son estas disputas y sus formas ac-
nes inherentes del modelo de desarrollo basa- tuales de intervención lo que el siguiente apar-
do en el crecimiento económico, no siendo ca- tado tematizará y tratará de observar desde un
paz de incorporar criterios o racionalidades de lente distinto, es decir, formas que puedan ser-
los distintos sistemas y actores involucrados vir para una intervención distinta a la actual-
en la conflictividad socioambiental, como lo mente vigente.
que se promueve en los fundamentos y princi-
pios de la política ambiental chilena. 2. La periferia de la modernidad y
Ante lo dicho, la preocupación de los sus conflictos sociales: sus formas
gobiernos (regionales como locales) y socie- de operar y algunas orientaciones
dad organizada en Chile ante los conflictos para intervenir en la
que se manifiestan, no ha resultado en mode- conflictividad socioambiental
los y mecanismos participativos que sirvan
para una intervención que pueda dar cuenta de Como primer punto, se asume en este
ellos. En Chile los conflictos socioambienta- trabajo la idea de una única sociedad mundial
les (Camus y Hajek, 1998; Padilla y San Mar- que se produce y reproduce a través de un me-
tín, 1995; San Martín, 1997), pese a su incre- dio que es la comunicación (4). Esto quiere
mento, siguen siendo objetos de las agendas decir que hablamos de una sociedad que no
políticas a escala central bajo formas de mane- obedece a un centro y se diferencia por siste-
jo que pasan por mecanismos tradicionales mas funcionales que cumplen una función es-
(Justicia Ordinaria, Organismos Administra- pecífica para la sociedad. La función es lleva-
tivos, Arbitraje o Instrumento de Gestión Am- da a cabo en un sistema especializado y con-
biental –Evaluación de Impacto Ambiental) y siste en la solución a un problema de la socie-
vías de negociación informal (manejadas es- dad global, es decir, sistemas como el político,
pecialmente por los proponentes y ejecutores cuya función es la generación de decisiones
de los proyectos de inversión: las empresas), que vinculen colectivamente o como la eco-
las que operan normalmente en la resolución nomía, que tiene como objetivo de dar cuenta
de los conflictos socioambientales en el país de la escasez, entre otros. La especialización y
(Fiske, 1999). Así, la globalización económi- funciones son cumplidas por el propio sistema
ca, representada en la inversión –expresada en de manera exclusiva y no hay otros sistemas
proyectos basados en la extracción de mate- que tengan la misma función, por lo que nin-
rias primas con poco valor agregado–, ha pro- gún sistema puede reemplazar a otro ni ayu-
vocado externalidades negativas y conflictos darlo a dar cuenta de su propia función que
socioambientales que se han hecho manifies- éste tiene para la sociedad. En estas funciones,
tos en el territorio nacional. Conflictos que vistas desde una única sociedad mundial, no
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generando los desencuentros, contradicciones ción de una sociedad mundializada y una pre-
y conflictos. Al desdiferenciar al resto de los ponderante globalización económica, tienden
sistemas funcionales en su operar, pues, por a salidas técnico-económicas, político-admi-
ejemplo, el mercado no funciona con una lógi- nistrativas (Aldunate, 2001) y legales. Estas
ca de índole social, sino que su medio de co- formas de resolución están en la base del mo-
municación es el dinero y la rentabilidad a delo de desarrollo y de las políticas públicas
corto plazo, la política politiza la economía o ambientales que de éste emanan. Por lo tanto,
politiza el derecho, etc., produciendo la con- estas últimas aducen serias limitantes a la hora
flictividad que vemos manifiesta en nuestros de resolver o dar cuenta formal y satisfactoria-
espacios locales. mente de los conflictos, donde los instrumen-
Por lo tanto, si las disputas son mane- tos de la gestión ambiental (Sistema de Eva-
jadas como actualmente se hacen, la contra- luación de Impacto Ambiental) tienen en su
dicción se agudiza, pues su solución en el esencia una visión técnica para aprobar y dar
centro (gobierno) hace que éstos se agraven, solución a las disputas, así como de las exter-
ya que los proyectos de desarrollo que tiende nalidades negativas sobre los recursos natura-
a enfatizar el Estado chileno se sustentan en les y la población que pueda generar un pro-
lógicas de mercado y las posibles salidas tie- yecto de desarrollo.
nen como finalidad dar el visto bueno a los Como tercer punto cabe preguntarnos
proyectos de inversión, dejando de lado a los ante la situación señalada: ¿a qué herramien-
colectivos afectados. Es decir, unos ganan y tas podemos echar mano en sociedades com-
otros pierden. plejas y diferenciadas?, ¿Quién se hace cargo
Como segundo punto, si tomamos en de implementar estas nuevas vías? Creemos,
cuenta la orientación de las políticas públicas primero, que se necesitan herramientas que
y los conflictos socioambientales expuestos, nos permitan salvar de forma colaborativa y
éstos tenderían a ser consecuencia del diseño no confrontacional; no de juegos de suma
unilateral y de la aplicación de políticas pro- cero, sino de juegos de ganador-ganador, las
puestas por el gobierno, como también de las diferencias que se manifiestan en los conflic-
salidas técnico-económicas, política-admi- tos ambientales. Para ello resulta atrayente
nistrativas y finalmente legales, dejando de una vertiente de investigación iniciada en los
lado, primero, que los sistemas a intervenir Estados Unidos en las últimas décadas del si-
son clausurados y que cualquier éxito o ga- glo XX. El principal modelo o marco de análi-
nancia que se pueda obtener pasará porque se sis fue diseñado y puesto en práctica a princi-
pueda incluir lo que se pretende en sus propios pios de los años 80 del siglo pasado por Fisher
códigos. Segundo, no se hace suyo el princi- y Ury (1981), lo cual posteriormente se plas-
pio base de la participación de actores en las ma en el proyecto de negociación de Harvard,
políticas y salidas a los conflictos, lo que haría siendo trabajado y sofisticado el modelo dise-
que sistemas y actores afectados puedan se- ñado por autores como Susskind y Crui-
guir operando (y no cesar en sus operaciones), kshank (1987); Carpenter y Kennedy (1988);
así como de los posibles acuerdos para la solu- Ury (1991) y Hall (1993). A este marco se le
ción de sus contradicciones. conoce como Resolución de Problemas Basa-
En suma, podemos decir que los con- dos en Intereses (RPBI). También se ha desa-
flictos generados por la creciente diferencia- rrollado otro modelo que está abocado a los
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este tipo de conflictos tendrá como objetivo tanto, las externalidades, negativas como po-
que los actores sigan operando en la sociedad sitivas, peligrosas o exitosas, no pueden ser
con sus distintas funciones y su accionar no nunca distribuidas con justicia, fallando así lo
entorpezca la operatividad, ya sea desdiferen- convencional que prima a la hora de decidir
ciando, opacando o impidiendo el funciona- estos conflictos: los informes técnicos de ex-
miento de cualquier otro sistema u organiza- pertos, como la discusión a través de medios
ción del sistema social. de opinión pública y la justicia.
Como respuesta a la segunda pregunta, Por lo anterior debiera propiciarse el
creemos que el rol le compete al Estado, aun- viraje en la manera de incidir en la resolución
que no de forma exclusiva. El siglo XXI impele de los conflictos socioambientales que estén
a que el sistema político y su referente descrip- basados en una racionalidad con apego a fi-
tivo: el Estado, ceda su rol central y direcciona- nes. Se hace necesario a) desmonopolizar la
dor que lo caracterizó desde el inicio de las re- función de los expertos, pues no puede cerrar-
públicas, en especial, desde la segunda mitad se la participación a ciertos grupos, sino que
del siglo XX en adelante, es decir, un Estado tiene que ser un proceso abierto, según su rele-
planificador de la sociedad, pero que se ha visto vancia social, es decir, informalizar lo jurídi-
carente de dar solución -desde el centro- a la co; b) tener en claro que las decisiones no han
problemática social. Una sociedad funcional- sido aún tomadas, por lo que se debe abrir la
mente diferenciada y compleja llama al sistema estructura de toma de decisiones; c) existir un
político y al Estado a cumplir su función: tomar diálogo abierto entre los actores involucrados
decisiones que vinculen colectivamente (To- de la sociedad y no acordar decisiones a puer-
rres, 2004: 143), lo cual no lo hace menos rele- tas cerradas entre expertos y actores políticos.
vante, si no acorde a un tipo de sociedad que Para esto se necesita un proceso garantizado
dista enormemente de sus antecesoras. por los actores que pueda acordar y sancionar
Así, el Estado u otros actores, deben normas a modo de autolegislación y autoobli-
propiciar formas donde su competencia sea de gación (Beck, 1999: 164-165). En orientación
supervisar, de mediar, de catalizar nuevas po- sistémica estaríamos hablando de “acopla-
sibilidades. El Estado como actor relevante y mientos operativos” los cuales condensan y
su peso en el imaginario social chileno como actualizan las irritaciones recíprocas de los
latinoamericano, está encargado de velar por actores involucrados en los conflictos y de
la calidad de vida de las personas como de co- este manera permiten una adquisición más rá-
ordinar en beneficio de ellas. Es el Estado pida y mejor coordinada de las informaciones
como organización el que se comunica con las en los sistemas funcionales de la sociedad
personas y con otras organizaciones al interior (Luhmann, 2007). De ahí la importancia de
de la sociedad, teniendo como fórmula de modelos como la RCA que puedan proporcio-
contingencia, es decir, como su gran objetivo nar salidas que cumplan lo antes mencionado,
el “bien común”, expresado en el interés pú- pero que tampoco sean vistas como maquinas
blico de un territorio. Hoy en día muchos pro- de producciones de consenso.
yectos que el Estado propone son resistidos Ante lo expuesto y en un marco de
por la sociedad, por lo que la racionalidad im- mundialización (globalización) económica,
plícita que tiende al bien común se ve rechaza- donde las fronteras están abiertas a la inver-
da al atentar contra sus espacios de vida. Por lo sión y la llegada de proyectos que tienen como
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fin la explotación de recursos naturales que a los puntos de vista de los agentes responsa-
pueden tener graves impactos negativos en bles del problema ambiental que ha desatado
nuestras sociedades, es donde se ratifica la ne- el conflicto. Es decir, es un área de la gestión
cesidad de nuevas alternativas para resolver pública no tradicional (Sabatini, 1999) que re-
conflictos socioambientales. Por lo tanto, es querirá iniciativa, autonomía y flexibilidad.
en esta línea donde se hacen viables iniciati- También la apertura de los organismos de la
vas como el modelo de RCA, pues asumen sociedad civil a cumplir un rol de terceros,
que los conflictos son autoproducidos en una avalados en la experiencia académica, investi-
sociedad que no obedece a un centro y los que gativa y de intervención, la cual puede ser
deben resolverlos, a través de agentes que puesta en pos de la sociedad nacional.
puedan servir de coordinadores, facilitadores
o supervisores, son los actores partícipes de 3. Una breve recapitulación
las disputas ambientales. Esta mirada nos pro-
pone buscar acuerdos que compatibilicen de La evolución de América Latina, Chile
la mejor forma posible los intereses de los ac- y sus espacios locales nos muestra que los
tores involucrados, por medio de procesos de conflictos socioambientales se han multipli-
diálogo formal, democrático y participativo, y cado en una sociedad cada vez más diferencia-
donde se preste especial atención a los intere- da, compleja y que hace más improbable el
ses y aspiraciones de las poblaciones directa- ponernos de acuerdo. Esto lo vemos reflejado
mente afectadas. Por lo tanto, ante la falta de en las actividades económicas que han tenido
convocadores, deberá ser el Estado, por inter- como finalidad la explotación de los recursos
medio del Gobierno, u organismos (institutos) naturales y en lo intensivo de estos procesos,
de la sociedad civil (ONG,s, Universidades u lo que ha llevado al agotamiento de muchos de
otros) quienes tendrán que cumplir el rol de nuestros recursos y ha generado graves con-
convocador en esta propuesta, como forma de flictos en nuestros territorios. Los mecanis-
revertir la cultura política centralista que im- mos de solución a las disputas han sido resuel-
pera en nuestra sociedad chilena. Importante tas tomando en cuenta los actuales instrumen-
será potenciar los acoplamientos entre políti- tos de gestión ambiental, los cuales deciden
ca y ciencia, donde las universidades podrán bajo parámetros técnicos y de rentabilidad la
servir como nichos que sirvan para ofrecer viabilidad de éstos, generando graves impac-
instancias teóricas y metodológicas para lle- tos al medioambiente y los colectivos huma-
var a cabo este tipo de propuestas. nos. Así, los conflictos brevemente enuncia-
Así también, estas fórmulas se encuen- dos son un “botón de muestra” para dar cuenta
tran condicionadas por las capacidades de ges- de la dificultad que hemos tenido para resol-
tión de los gobiernos locales, regionales, provin- verlos. Proyectos que tienen una doble cara:
ciales y nacionales. De ahí la necesidad de que el traen desarrollo y trabajo, pero que también
Estado y sus instancias locales sean capaces de traen graves externalidades negativas.
desempeñar roles de facilitadores o coordinado- Por lo tanto, intervenir en conflictos
res, de garantizar el cumplimiento de los com- manifiestos en contextos locales implica tener
promisos pactados y de apoyar la expresión –de conocimiento de como opera una sociedad
intereses– de los colectivos de la sociedad, que moderna. Es decir, se debe tener en cuenta que
suelen estar en situación de desventaja respecto bajo una organización mundial diferenciada
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por funciones, que sus sistemas son autóno- Lo anterior se entiende y está anclado
mos, clausurados e intransparentes uno de en un plano teórico, por lo que en un plano
otros, toda intervención debe no irrumpir sus operativo -de propiciar mecanismos que pue-
operaciones basales, sino persuadir o invitar dan ser útiles para esta forma de intervenir- los
al sistema que se desea intervenir, a su propia actores en los espacios locales deberán apun-
transformación en sus propio lenguaje. Por tar a generar espacios donde la deliberación
ejemplo, si el sistema político quiere bajar los sea parte en toma de decisiones. Esto no quie-
niveles de contaminación en cualquier ciudad re decir que una intervención generada por un
de Chile o Latinoamérica, no cumplirá con tal actor, y que no tenga como contexto la delibe-
objetivo si interviene cerrando industrias para ración entre involucrados en los conflictos, no
tener una buena nota ante la opinión pública y pueda llegar a buen fin, si no que la inclusión
sus niveles de aceptación no bajen en las en- de los afectados en la toma decisiones com-
cuestas, ya que al intervenir el sistema econó- partidas y que puedan coordinarse en pos de
mico en su función primordial paraliza y pro- futuros impasses del mismo u otro conflicto,
duce externalidades en el propio sistema eco- debería ayudar a mantener este tipo de espa-
nómico y con ello repercusiones en otros sis- cios y asumir que la conflictividad socioam-
temas sociales, como la familia. Una observa- biental en la actualidad ha llegado para que-
ción como ésta debe dejar claro que la solu- darse entre nosotros. Aquí se hace pertinente
ción, por bien intencionada que sea, no debe la idea de Douglas North que en la toma de de-
estar, primero, ceñida a una intervención de cisiones “muchos es mejor que pocos” (North,
primer orden, y, segundo, que la conflictivi- William y Barry, 2002).
dad la genera el sistema económico y éste es Los conflictos sucintamente expues-
ciego a sus externalidades negativas, por lo tos, y muchos otros posibles de observar en
que hay que hacerle ver (al sistema económi- nuestros países y localidades (en educación,
co) lo que no puede ver (sus externalidades salud, seguridad, entre otros), muestran ins-
negativas), propósito de la intervención de se- tancias de decisión distantes a las más arriba
gundo orden. expresadas. Se ha intervenido desde el centro
Una sociedad diferenciada y compleja y a través de mecanismos de tipo político o de
nos interpela que el hacernos cargo de los política, es decir, zanjados por una autoridad o
conflictos socioambientales se debe dejar de por mecanismos e instrumentos que privile-
lado la vieja idea de un estado regulador, in- gian lo técnico, lo rentable y lo jurídico, donde
terventor y generador de soluciones a todos prevalece la acción y orientación de un siste-
los problemas que la sociedad demande (ac- ma sobre otros y no propicia miradas y deci-
tual estrategia para dar cuenta de la conflicti- siones compartidas.
vidad socioambiental), así como cualquier Es en este contexto donde la interven-
otro sistema que tienda a desdiferenciar e in- ción debe estar a la altura de una sociedad dis-
tervenir en forma autoritativa y direcciona- tinta a las que nos precedieron. Se debe cam-
dora. Toda acción deberá apuntar a propiciar biar el lente de la intervención y sus instancias
intervenciones de segundo orden, donde la de formalidad -actualmente inadecuadas- e
fórmula tienda a generar transformaciones a informalidad -actualmente insustentables-,
través de invitar a la autorregulación del sis- donde los gobiernos, nacionales y locales son
tema a intervenir. actores vitales para propiciar la coordinación
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