You are on page 1of 10

EL PASE: Teoría, Práctica y Obstáculos.

(i)

BENJAMIN DOMB

(*) Publicado en "Más allá del falo...". Buenos Aires: Lugar Editorial; 1996.

Se escucha decir que El Pase no es un tema de interés para muchos


analistas, especialmente para los más jóvenes, que se trata de una
cuestión institucional alejada de la práctica.

Debo decir, que si me he interesado en esta cuestión es porque trata, por


medio de un procedimiento (dispositivo) muy específico, que habrá que
revisar, de una cuestión de una importancia clínica fundamental, el fin del
análisis, lo cual tiene consecuencias sobre en inicio y el transcurso de cada
psicoanálisis y también sobre el futuro de esta práctica que realizamos,
incumbe a cada análisis que conducimos, pero más específicamente aún
al análisis de los analistas, pertenezcan o no a una institución.

Voy a aprovechar esta ocasión para anticipar algunas reflexiones


derivadas del hecho de haber, durante 2 años, formado parte del jurado
de nominaciones de A.E.(ii) de la E.F.B.A.(iii) No es ajena a esta
intervención, los efectos aún vivos de mi participación en el Coloquio
Interasociativo de París, del 5 al 7 de Octubre pasado.

Si elijo este lugar amplio para volcar mis reflexiones, es porque considero
que estas cuestiones trascienden el marco de una Escuela, implican a la
comunidad psicoanalítica en general y repito, al futuro del psicoanálisis.

De hecho el pase propuesto por nuestra escuela no está limitado a los


miembros de la misma, tienen acceso al dispositivo quien quiera
testimoniar acerca de su análisis, de su fin de análisis, en definitiva de su
pasaje de analisante a analista.

¿Será lo mismo el fin del análisis que el pasaje de analisante a analista?.


Lo retomaré más adelante.

En primer lugar debemos consignar que a casi 25 años de lanzada la


proposición del 9 de Octubre de 1967, a 10 años de la muerte de Lacan,
los resultados no han sido los que se esperaban.

Recordemos que Lacan declara su fracaso refieriéndolo a cuestiones


relativas al Pase, que lo conducen a la disolución de lo que en ese
momento llama su seudo Escuela. Hubo falta de producción de los
miembros del jurado y también de los A.E. resultantes de ese
procedimiento y a pesar de las jornadas y trabajos realizados no ha habido
la producción que se esperaba de estos Analistas de la Escuela. No se
produjo y habría que preguntarse el por qué?

Lo que vino después de la muerte de Lacan, no es historia, es presente,


10 años no es demasiado tiempo, pero no es poco. De todos modos no
deja de comenzar a ser preocupante la situación del psicoanálisis en 1991
y fundamentalmente la referida a la que se reconoce en relación a la
enseñanza de Lacan, allí se han producido ciertos impases.

Refiriéndose Lacan a las sociedades psicoanalíticas dependientes de la


I.P.A. escribe: "Partimos también del hecho que tienen toda la apariencia,
que Freud las ha querido tal como ellas son".

Al comienzo de este escrito, el de la proposición del 9 de Octubre de


1967,(1) nos dice: "Antes de leerla, señaló que se la debe comprender en
relación a la lectura o relectura de mi artículo: "Situación del psicoanálisis
y formación del psicoanalista en 1956".(2)

En aquel entonces la I.P.A., controlaba todo lo concerniente al


psicoanálisis y es a partir de la fundación, por Lacan, de la disuelta Escuela
Freudiana de Paris y de esta proposición que aparece algo nuevo, distinto,
en relación a la situación del psicoanálisis y la formación de los analistas.

No diré con Lacan que la I.P.A. que él describe en 1956 y que permanece
en gran medida hasta nuestros días igual, sea el producto sólo del querer
de Freud, es en parte cierto y se trata de los obstáculos en la teoría
provocados por "las cosas del querer", pero también es efecto de los
límites en la teorización de Freud, hay algo en la enseñanza freudiana que
conduce a la burocracia institucional: la conceptualización referida al
Edipo, al complejo de castración girando enteramente fundamentalmente
en la función del padre, que conduce al amor al padre impiden finalmente
con él. El análisis freudiano es interminable. Entonces la I.P.A. es el
resultado de una impasse en la teoría freudiana, que terminó degradando
el propio descubrimiento de Freud, produciendo su retroceso.

Lacan trata de resolver la impasse freudiana, e inventó lo que llamó en


concordancia: la passe, el pase.
Así como el escrito del '56 está en relación con la escisión de 1953, la
proposición se conecta con la expulsión, la excomunicación de Lacan de
la I.P.A., la interrupción de su seminario "Los Nombres del Padre" y la
creación de lo que va a terminar siendo la Escuela Freudiana de Paris. La
proposición del 9 de Octubre de 1967 es la manera con que él responde a
la situación del psicoanálisis en aquel entonces.

Esta respuesta implica una invención de una rigurosidad teórica


aparentemente impecable.

Entonces, por qué tantas dificultades, tantos obstáculos, tantos fracasos?


Por qué tanto desinterés? Me adelanto a señalar dos cuestiones, hay por
un lado también "el querer" de Lacan. Algunas cosas él las ha querido de
la manera como se desarrollan hoy, eso es innegable. Si bien su obra
trasciende y no es posible la apropiación de la misma en términos legales,
los herederos legales han pretendido la apropiación de su obra, de su
testimonio, incluso hubo más de un juicio y muchos de nosotros, estamos
en una situación de ilegalidad o mejor dicho estamos, por suerte, fuera de
lo que se podría llamar el campo oficial, que está creando, con dificultades,
la segunda Internacional. Esto parece ser contagioso, otros se apresuran
a crear una tercera y una cuarta, etc. Ahora una cosa es el querer de
Jacques Lacan y otra son los impasse a que podría conducir su teoría,
aunque, a veces, incluso podrían recubrirse.

Por ahora diré que el estado actual de las cosas seguramente no es ajeno
ni a lo uno ni a lo otro. Lo más complicado va a ser encontrar los impasse
de su teoría, para eso va a ser necesario reinterrogar todo lo que Lacan
ha producido, es la tarea que nos espera.

Para eso será necesario dejar de considerar al texto lacaniano como un


texto sagrado y pasar a tratarlo como un texto psicoanalítico, más
precisamente aún como el texto de un analisante, en esto no sólo
seguiríamos la enseñanza de Lacan sino lo que él ha dicho expresamente
sobre su posición analisante en su seminario.

Bien, Lacan que no hizo el pase, decía que se las pasaba pasando el pase,
tenía él una posición analisante en su seminario y una posición de analista
en su práctica, -yo no he sido su analisante, pero lo supongo-.

Ustedes saben el peso que tiene la suposición en la proposición, ella gira


alrededor del concepto de transferencia, centrado fundamentalmente en el
Sujeto supuesto Saber (S.s.S.), es decir que la suposición del sujeto y del
saber son absolutamente centrales en el texto y esta suposición parte de
lo que Lacan llama significante de la transferencia.

El análisis comienza con la instalación de la transferencia definida en este


texto como la institución del S.s.S., homólogo a la constitución del sujeto,
por esto se habla de neurosis de transferencia y el análisis termina con la
destitución subjetiva, y el des-ser. Caída del sujeto supuesto saber que no
es sólo caída del sujeto, sino también eclipse del saber, acompañada de
una reaparición de lo real, donde el analista queda en posición de resto de
esta operación.

Caída, entonces, con producción de un vacío, punto de encuentro del des-


ser (des-être) con la destitución subjetiva. El analisante se habría advertido
que lo que él no sabía, está borrado también en el analista, que esté, el
analista, no puede cubrir su no saber.

Resumimos dos operaciones: destitución subjetiva y des-ser (des-être)


que cuando se dan simultáneamente nos encontraríamos con el final de
un análisis. Podrían no coincidir, estas dos operaciones, es lo que ocurre
cuando el analisante decide cambiar de analista, o interrumpir su análisis.

No voy a insistir con este desarrollo, sólo quiero señalar que la proposición
está fechada, fue propuesta ese día y ese año.

Quiero señalar que a esa altura Lacan no tenía ni los cuatro discursos, ni
las fórmulas de la sexuación que producen una modificación en el
fundamento del psicoanálisis -"No hay relación sexual"- es decir, que va
más allá del complejo de Edipo, no se confunde este nuevo fundamento
con la conocida interdicción del incesto, hay una distancia entre ellos, hago
esta aclaración porque en algunas oportunidades se lo confunde.

Por su puesto nada del anudamiento borromeo había sido producido en


aquel entonces. ¿Toda esta producción cambia en algo la proposición que
fue hecha en una fecha en donde en la enseñanza de Lacan predomina lo
simbólico? como el texto de la proposición lo demuestra está centrado
especialmente en los efectos de la estructura significante.

Hasta ahora lo que hemos hecho, fue forzar la cuestión para intentar
mostrar que no hay contradicción, todo lo contrario, cierto estilo de lectura,
me llevó a mi a demostrar que todo lo que vino después era para
corroborar los términos de la proposición; que se insistía con lo mismo en
términos de los cuatro discursos, aún en términos borromeanos, que no
hay contradicción, aunque haya habido en este recorrido nada menos que
un cambio en el fundamento del psicoanálisis.

Esto recuerda los intentos, aún hoy en curso, de tratar de hacer coincidir a
Freud con Lacan en todo, incluso de encontrar no a Freud en la obra de
Lacan, sino la obra de Lacan en los textos de Freud, se trata de quedar
siempre bien con los Padres, Freud ya lo sabía todo y Lacan por lo tanto
es igual a Freud.

¿Qué es lo que la práctica nos enseña?

Lo que la proposición plantea es la articulación de Intensión (iv) con


Extensión (v) a partir de colocar como eje de la institución psicoanalítica,
es decir la Escuela, la investigación de lo real de la práctica, centrada
alrededor del final del análisis de los analistas, por medio del
procedimiento del pase, la investigación del pasaje del analisante a
analista que se duplica con el pasaje de lo privado de un análisis a lo
público. No se trata ya de una demanda institucional, sino que la condición
del analista en tanto tal, es la de hacerse reconocer, por otra parte única
manera válida de generar las transferencias que le garantizan su trabajo y
fundamentalmente de hacer conocer su producción.

Lo primero que vamos a destacar es el final del análisis, esto es, lo más
importante y lo más problemático. Toda la teoría lacaniana en esto es,
valga la redundancia, terminante, coherentemente terminante, si Lacan no
estaba equivocado, si lo Real, exsiste como lo escribe Lacan, incluso
aunque la mujer no exista y por ello: hay final del análisis.

Ahora bien, la práctica dice, lamentablemente, que por el momento y


desde hace mucho tiempo, esto sólo lo podemos comprobar muy de vez
en cuando y en la mayoría de los análisis no ocurre al menos con claridad.

Segundo problema, Lacan dice, el final del análisis es el pasaje del


analisante a analista. En esta práctica es contundente, nos muestra que
en una grandísima proporción, es absolutamente evidente que casi todos
los analistas comienzan su práctica estando y continuando en análisis por
mucho tiempo. Si hipotéticamente se pudiera ordenar a todo aquel que no
haya finalizado su análisis que debiera dejar su lugar de analista, el
psicoanálisis desaparece. Basta recordar la experiencia de Freud
considerando su relación con Flies como un análisis o lo que decíamos
antes de Lacan en su doble posición en su seminario y en su consulta.
Entonces hay dos cuestiones que debemos redefinir, una cuestión es el
final del análisis con lo que implica de destitución subjetiva, de caída del
S.s.S., de atravesamiento del fantasma, de constitución de un sinthome
"tal que no haya nada más que hacer allí para analizarlo", etc, etc. y otra
cuestión es la investigación de por qué alguien decidió ocupar ese lugar
de resto, es decir, ser analista, en definitiva el pasaje de analisante a
analista.

No está en discusión que la vía excluyente de acceso para el analista es


su paso por su condición de analisante, más allá de haber finalizado su
análisis.

Ahora bien, el analisante que aún está en la resolución de su análisis,


comprometido aún en la relación transferencial, si asume el deseo del
analista es decir se propone como analista. ¿En qué momento, entonces,
de su análisis toma esta decisión, si es que no se trata en verdad de su fin
de análisis?

En estas circunstancias cuando se cambia de posición cuando el analista


se sienta en el sillón, en ese momento en que está en otro lugar
transferencial demandado por otro, allí en su sillón habrá terminado su
análisis, aunque sólo sea momentáneamente, de lo contrario no podrá
ocupar el lugar que le demanda.

Esto quiere decir: el analista sólo se autoriza por él mismo, es decir que
cuando está con su paciente está solo y en todo caso lo que lo autoriza es
su analisante otorgándole el lugar en la transferencia. Quiero decir, se trata
de su responsabilidad, que no hay Otro del Otro.

Sin embargo, me pregunto si esta formulación lacaniana conceptualmente


rigurosa, y que por otra parte es respuesta de Lacan a los hábitos
escolares, por un lado, y al concepto erróneo de identificación con el
analista de la I.P.A. No es por otra parte la que ha dado lugar, a las
distorsiones que se escuchan a menudo donde el analista malentiende el
autorizarse, seguramente por dificultades de su propio análisis, degradado
su lugar al del amo. Sin duda en la propuesta de Lacan, las garantías que
la Escuela ofrece hacen de límite al autorizarse por sí mismo.

En definitiva, pienso que no es lo mismo, aunque marcha en el mismo


sentido, el pasaje de analisante a analista, es decir la investigación de por
qué alguien decidió dedicarse a ocupar el lugar de resto, de analista y la
investigación acerca del fin del análisis.
Y estas dos cuestiones a diferenciar serían dos cuestiones que un jurado
de nominaciones debería investigar. Siendo dos cuestiones diferentes no
tendrían la misma nominación.

Retomando la cuestión del final del análisis, que es la apuesta más fuerte
y la que realmente justifica todo trabajo, retomo una pregunta de Lacan:
¿"Puede el pase poner efectivamente de relieve ante quien se ofrece al él,
el pasante cómo es capaz un relámpago, con una luz totalmente distinta
cierto sector de sombras de su análisis?" (3) y concomitantemente me
pregunto: ¿es el pase con la consecuente nominación la que hace del fin
de análisis un acto? ¿Qué pone fin a lo que bien podría volverse una
interrogación infinita?

Dos testimonios acerca del fin del análisis parecen confirmar esto último,
el de José Zuberman que habiendo atravesado la experiencia del pase
dice: "En mi experiencia mi análisis terminó más que en la última sesión,
en el dispositivo del pase", y agrega más adelante "mi análisis termina en
verdad con la nominación, que pasa a resignificar pasajes enteros de mi
análisis. Fue la primera ocasión en que sentí que no me volvería a analizar
más". (4) El testimonio de Linda Clifton, quien sin haber atravesado la
experiencia de pase, relata su fin de análisis en dos tiempos donde el
segundo tiempo sin el analista, es el que precipita el final de su análisis.
(5) Será necesario una serie más amplia que lo reafirme o niegue esta
cuestión.

Para terminar algo de mi experiencia como jurado de nominaciones de la


E.F.B.A. He sido un jurado que fue designado para dicho lugar por una
votación donde se requirió un amplio consenso del conjunto de miembros
de la Escuela, a partir de esta votación se produce una designación no una
nominación. Nos autorizamos por un lado en esta confianza recibida, y por
el otro en nuestros propios análisis y en muchos años de práctica
psicoanalítica, etc.

Con esto quiero señalar que el modo de reclutamiento que Lacan utiliza y
señala en su proposición es contradictorio con su propuesta misma. El
produce las primeras nominaciones entre el grupo que eligió su enseñanza
a las ventajas ofrecidas por la I.P.A. y señalando el valor de apuesta, de
esta elección fundamental. Sin embargo nada había allí de fin de análisis,
ni tampoco consecuentemente de "el hecho de imputárseles ser de
aquellos que pueden testimoniar de los problemas cruciales en los puntos
cruciales en los que se encuentran para el análisis" fueron también las
cosas del querer, esta vez de Lacan. Es a partir de allí que no pueden
cumplir con su función, una de las razones de este fracaso. De ellos
dependía también la designación de los pasadores a partir de su condición
impuesta de A.E. Sobre todo esto hay bastante escrito.

Como escuchar un pase sin haberlo atravesado? Debo reconocer que me


fue preciso durante todo el tiempo olvidar mi condición de jurado para
escuchar el testimonio del pasador, hacer un esfuerzo aún mayor para
dejar de lado el conocimiento de los pasantes e incluso la de los analistas
de estos pasantes. Además habrá que dejar de lado los ideales referidos
al final del análisis. Se pretende, desde una posición que no es otra que la
que depende del Nombre del Padre, la normalidad. La normalidad
simbólicamente entendida, la normalidad nada tiene que ver con el fin del
análisis.

El fin del análisis tiene que ver con la posibilidad para un sujeto que
sirviéndose de su análisis pueda alcanzar a penetrar en lo real que le
concierne y es en la misma medida en que habiendo alcanzado ese trozo
de real, prescinde de su análisis, es una operación borromeana sin resto.
El objeto a junto con el saber supuesto caen y es la falta del Otro, lo que
denominamos en la teoría S(A) lo que está en juego. En el límite nos
encontramos con un sujeto que representado por un significante nuevo
pero ya no para otro significante, como sería en toda operación metafórica
o metonímica, sino que en esta ocasión el significante nuevo representa al
sujeto, en el fin del análisis, en relación a la falta del Otro y es en este lugar
que se produce la invención que no es lo mismo que la metáfora, es decir,
que no se trata de una operación de sustitución, ya que no habría nada
que sustituir.

Podríamos denominarlo un sinthome que en un final de análisis es aquello


que le sirve a un sujeto, para alcanzar lo real.

A diferencia del sinthome que en la estructura psicótica sirve para suplir la


función paterna forcluída y de esta manera poner límite a la relación
infernal que el psicótico mantiene con lo real.

Resumiendo el procedimiento del pase es ser revisado, se trata de una


investigación acerca del final de análisis, donde se pone en juego lo real
del sujeto, concomitantemente una investigación acerca del pasaje de la
posición del analisante a la del analista.

Las cosas serían más fáciles si obviáramos las nominaciones, pero esta
nominación es el acto, la sanción del jurado, lo que le da trascendencia
pública en este caso no es del orden de dar un nombre, no tiene que ver
en este caso con el nombre del padre, no se trata de un patronímico. Se
nomina a alguien como lo dice el diccionario: en sus dos acepciones 1)
Designación. Acción de nombrar a alguien para un empleo. 2) Título.
Documento en que consta haber sido nombrada cierta persona para
determinado cargo.

¿Cuál es el cargo o el empleo?

Convertirse en responsable del progreso de la Escuela, convertirse en


psicoanalista de su experiencia misma... "Ser de aquellos que pueden
testimoniar de los problemas cruciales en los puntos cruciales en los que
se encuentran para el análisis, en tanto que ellos se encuentran en la tarea
o, al menos, en la brecha de resolverlos", dice Lacan.

En definitiva son nominaciones para una función que es la de reinventar el


psicoanálisis; en esto se juega el futuro del psicoanálisis.

NOTAS

(i) Leído en la Reunión Lacanoamericana de Psicoanálisis de Montevideo,


Noviembre de 1991.

(ii) A.E.: letras que nombran Analistas de la Escuela.

(iii) E.F.B.A.: iniciales de Escuela Freudiana de Buenos Aires.

(iv) Análisis en Intensión: el análisis en lo privado.

(v) Análisis en Extensión: el análisis a nivel institucional, público.

REFERENCIAS

1) Lacan, Jacques Silicet Nº1, Editorial Seuil, Fichas de la E.F.B.A.

2) Lacan, Jacques Escritos II, en castellano.


3) Lacan, Jacques Ornicar?, en castellano, pág.36 acerca de la
experiencia del pase. Editorial Petrel.

4) Zuberman, José El dispositivo del pase: Fin de análisis más allá del
analista, en los límites del psicoanálisis.

5) Clifton, Linda La guerra ha terminado: El fin de un análisis. Trabajo


presentado en Lacanoamericano de Punta del Este, Uruguay, Octubre de
1986

You might also like