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) Di ESTUDIOS DEMOGRAFICOS, URBANOS ¥ AMBIENTALIS PROGRAMA SALUD REPRODUCTIVA Y SOCIEDAD jwsctlinidad no es sindnimo de hombres, sino de proceso cial, estructura, cultura y subjetividad, No se trata de la presion mas 0 menos espontinea de los euerpos mascu- 10s, sino de cémo tales cuerpos encarnan pricticas de ‘nero presentes en el tejido social; se trata de la hist wc constituye posibilidades de sujetus, margina deseos y ‘ine identidades nunea intrinsecas a los cuerpos mascu- I presente volumen es resultado del trabajo colectivo nerado desde el programa Salud Reproductiva y wviedad en su interaccién con otras instituciones acadé- icas, el eual aborda la construccién de masculinidades / México a partir la diversidad de experiencias, signifi- «los ¢ instituciones sobre el ser hombre, al utilizar refle- ones tedricas y articulos basados en investigaciones litativas en diversos contextos del pais. srvcion de portada: Sereen, Andy Goldsworthy. | f@ EL COLEGIO i] DE MEXICO 2 o H a 2 te € ~ T+ oO o = Hl <=£ < TH . oO G og é e239 Qos OxXe ofs Q2o3 oto ors Ove > Ess o”s s & o 2 ®o o RElaAtO 2 8 8 0) 9] a=) =i a ANN 0) Cie CENTRO DE ESTUDIOS DEMOGI URBANOS ¥ AMBIENT: PROGRAMA SALUD REPRODUCTIVA Y SOCIEDAD COS, SUCEDE QUE ME CANSO DE SER HOMBRE ... RELATOS Y REFLEXIONES SOBRE HOMBRES Y MASCULINIDADES EN MEXICO Ana Amuchéstegui Ivonne Szase (coordinadoras) EL COLEGIO DE MEXICO 306.70972, S0435, ucede que me canso de ser hombre: relatos y eeflexiones sobre hombres y masculinidades en México / Ana Amucluistegui, lone Szasz, coordinadloras.~ Ia ed México, D-E.: Fl Colegio de México, Centro de Estudios Demograficos, Urbans y Ambientales, Programa Salud Reproductiva y Sociedad, 2007, 681 p. 5 2L em, ISBN 96812-12800 Aspectos sociales -- México 2, Hombres - Aspectos sociales ~- México. T Amuchasegui, Ana, coord. 1 Primera edlicion, 2007 D.R.© EL Colegio de México, A. C. Camino al Ajuseo 20 Peadregal de Santa Teresa 10740 Mexico, DE ‘www.comex.ms. ISBN 96812-19800 Impreso en México 7, Ivonne, coord, ‘Sueade que me canso de ser home Suede que eniro en fas sastrevias' en los eines ‘marehite, empenetrable, como wun cise de fern ranegando en un agua de origen y ceniza Pablo Neruda In memoriam Ramfis Aids Reyes INDICE Insmmopyeci6s El pensamiento sobre masculinidades y la diversidad de experiencias de ser hombre en México ‘Ana Amuchdstegui e Foowne Seas Proeena baer “Aportes tedricos sobre hombres y masculinidades: posibilidades y imitaciones para México La produccién de conocimientos sobre los hombres como, sujetos genéricas: reflexiones epistemoldgicas. Guillermo Neitez Noriega “Yo te enseiio el mio si ui me enseiias el tuyo": hombres ‘gay, investigacién sobre masculinidades, estudios sobre hombres y sexualidad. Gary W. Dowselt Un espejo invertido, Los usos del poder en los estudios de masculinidad: entre ta dominacidn y la hegemonta, Rodrigo Parrini Roses ‘SEGUNDA Pak Subjetividades, sexualiciad y reproduccién: los hombres ¥ sus relaciones con las mujeres Fitica, deseo y masculinidad: la dificil relacién entre 1o sexual y lo reproductive. Ana Amuchdslegui ‘Vinculo de pareja y hombria: “atender y mantenet” ‘enadultos mayores del Rfo Sonora, México. Guillermo Nittex Noriega 39 8 ray ut ad, vida conyugal y relaciones de pareja. Experiencias de algunos varones de los sectores medio yalto de la ciudad de México, Maria Lucer Jiménez Guzman ‘Tencera mare nasculinidad y migracion Hombres cambiante. Benno de Keijar'y Gabriela Rodriguez rales: nueva generacidn en un mundo El derafio de ser hombre y no migrar. Estudio de caso ‘en una comunidad del centro de Veracruz. Carolina A, Rosas ‘Conga ener Hombres jovenes y sexualidades Piernas de gelatina. Reflexiones sobre relatos de experiencia sexual coital entre jovenes varones del sureste de México. Ramfis Aytis Reyes y Fsperanaa. Puitin Pablos La interpelacion del sujeto: género y erotismo en hombres jvenes de la ciudad de México, Yuriria A. Rodrigues Martine: Los hombres jovenes y las masculinidades. Vietr Seidler ‘Qunera mate: Hombres y cuerpos masculines acia el dominio del cuerpo varonil: Los impulsos sexuales y la salud reproductiva masculina, Matthew C. Gutmann sat ait 395, ai Ione Masculinidad ¢ identidad gay en la ciudad de México. Mauricio List El cuerpo maseulina como escenario de la vasectomia: ‘una experiencia con un grupo de hombres de las Gindades de México y Puebla, Fernando Huerta Rojas Stovta magne Ser hijo y ser padre: repeticién y cambio Gaiar a los hijos y participar en las labores domésticas| sin dejar de ser hombre: un estudio generacianal cen la ciudad de México. Olga Lorena Rojas Preguntarse e6mo ser padre es también preguntarse ‘cémo ser hombre: reflexiones sobre algunios varones, Ma, Alejandra Salguero Veldsque: Sirti 9) Hombres, jerarqu y violencia Algunas reflexiones sobre la sexualidad y la salud de los varones en las fuerzas armadas. Juan Guillermo Figueroa Perea La construccién social de la violencia masculina, Ideas ¥ pistas para apoyar a los hombres que desean dejar su violencka, Roberto Garda n 433, 479 519 563 603 685 INTRODUCCION EL PENSAMIENTO SOBRE MASCULINIDADES Y LA DIVERSIDAD DE EXPERIENCIAS DE SER HOMBRE EN MEXICO Ana Auwenssmcutt Ivonne. Saas’ Fn el mundo académico nglosaj6n crece en forma abundante vn tipo de literatura que muestra la variabilidad cultural histori cea de la masculinidad como resultado de lo que Connell (1998) ha llamado el perioda etnogréfica de los estudios sobre el ter Jas consecuencias de este proceso ha sido la pluralizacion del ti mino —masculinidades— con la intencién de dar cuenta de tal di vyersidad, Sin embargo, en constraste con la teorfa feminista sobre género cl concepto de masculinidad no ha sido del todo deses- tabilizado, de modo que con frecuencia se le utiliza para designar una caswensémisma! y cuyo contenido serfa mis o menos homoge- xnco y aplicable a diferentes comtextos. Clatterbaugh (1998) afinma gue el secreto mejor guardado en la literatura especializada es que cn realidad se tiene una idea muy vaga del asunto, ya que el uso del término masculnidad es erritico y diverso, lo cual tiene conse- ‘cuencias diversas en Ia investigacién y la produccién tedrica. ¢Es que existen tantas masculinidades como hombres hay? O es que * Profesra investigadora del Departament dle Blucacn y Conmnicacién de 1a Unhersidad Autinoma MeteopoltanaNechimileo, Agradezco a Carole Vanee al Rockefeller Progra forthe Stidy of Sexualty, Gender, Health and Human Right, Golumbia University el apow que me brindaron para elaborar eta intrucein y para realizar el trabajo de ein de yl Protesorainvestigadora del Centr de Estudos Deraogriccs, Utanoey Am: bientales de EI Golegio de México, * Purafraseando aqui a Pat Caplan (1987) cxancdo habla de la consruccns0- al de fa vexualidad en ls socledadesocccentales modesnis como una “comets 16 SUCEDE QUE ME GANSO DE SER HOMBRE, s6lo hay cierto mimero de masculinidades, discernibles entre si, que refleja la existencia de grupos compactos y tipos homogé- nos de hombres? Estas preguntas indican que es dificil pensar en las masculinidades como procesos sociales colectivos y subje~ tivos, mas que como atributos psicolégicos adosados a los cuerpos. rmasculinos. [En México la actividad académica y politica en torno al tema se ha incrementado durante los tiltimos cinco afias, lo cual indica que 65 necesario continuar trabajando en esta aproximaci6n tedriea en funcidn de nuestros contextos particulares. Sin duda no s6lo hace falta una exploracién ms profunda y extensa sobre lo que la —o Jag— masculinidades significan en nuestro pais, sino mayor par pacién en los debates teGricos al respecto. Por ejemplo, en diferentes foros y debates es frecuente que se able de masculinidady de hombres indistintamente, como si se trata ra de dos earas de la misma moneda. Sin embargo la discusién te6- rica y empirica ha evidenciado la necesidad de cuestionar esta eq valencia y preguntarnos si cuando hablamos de hombres realm ate estamos hablando de masculinidad, 0 viceversa (Connell, 2003; sein, 2000) Sa sow co mops ero nel genero es precisamente lt consrocidn hinrca de unaderenca-lainesable peo lundate domi sual (Bue, 2001) entonces la maxculinad forma parte itrnaea de esta dininion y denomina uno dese crminos, Masculnidad no es Y subjetiviac. No se tata dela ean is © menos espontanea {cs cacrpon masculinos tino de como fale Cuerpos enearaan préctcn de genevo presente ene tj sci, No son tampoco Mess que loan en el are y que fciimente se deseartan, sino ex quemas que onganivan el weceso a reco, segregan lon expacon socials yefnen ambos de poder (Connell, 2008). Se wata de la Ftoria que conte pstbiades de jets, margina deseo ¥ define Wentiades no inherents alos euepos masculine ta reduccién ha preducido una confusi6n similar le masculinidad en "Confira ta necendad de esta distineia el nombre de una revista especial ‘ada de cinculcién intemacionals Mon and mascunitin srertonuCION 7 Asimismo, aunque la masculinidad como construccis implique el ejercicio del poder, ello no significa que todo hombre individual, por solo sero, sea poderoso y tenga et poder: Ya Kaul ha alertado sobre la importancia de cuestionar ke tue hombres y poder y de reconocer las “experiencias cor vias del poder para los hombres” (Kaufman, 1997). Entender el poder como un atributo de los euerpos masculinos, en i concepuuarlo como un ejercicio intrnseco de toda relacién social (Foucault, 1988) es cuando menos un intento simplista, ademas de que no siempre facilita el eabajo con hombres en favor de ka equ dad de géneto, No solamente es necesario rellexionar sobre Io qule llamamos *masculinidad’, sino precisar también qué eomeepeida de poder subyace a estos esfuerzos, de modo que se euestione la suupuesta equivalencia entre los hombres y la violeneia, y entre las ondicién de victima, Aunque la aportacién de Connell c la existencia de masculinidades hngeminicas se ha eon. vertido en moneda comtin por su utilidad para entender una je- rarquin de masenlinidades que vaya. mis alli de las relaciones enixe hombres y mujeres, también se ha prestado a ka elasifieaiin de mas eulinédades como si se tratara de entidades discretas y fijas, en Iagar de procesos sociales complejosy fluids. n social de Quienes colaboramos en el presente vol participar en este debate aportande algunas perspectivas tesricas ¥y empiricas sobre la construccion de masculinidades en México y presentando la experiencia de diversos hombres lrente a ellas, Due 2002 y 2003 un grupo de investigadores nos reunimos perié- dicamente para discutir y dar forma a los articulos que lo confor: man, respondiendo a una convocatoria sobre la importancia de difundir investigaciones le campo relativas a los hombres y kas ras- culinidades en los diversos contextos culturales de México, Poste= riormente respondieron a esta convocatoria algunos investigadores de otros paises, quienes aportaron reflexiones sobre las Himitacio- nes de la teoria sobre masculinidades fuera de los contextos donde hia sido producida. ion pretendemos * Agradecemos al Programa Salud Reproducvay Sociedad de El Colegio de Mésieo yal Departamento de Educacion y Cominicacin de la Universidad Aut roma Metropolitu:Xochiailee su apoy para lesa a cabo esas discsones, lA SUCEDE QUT ME CANSO Dé SH HOM Esta coleecién ilustra Ia diversidad de significados, pri instituciones y simbolos sobre “el ser hombre” en contextos expe Ficos del pais, a partir de reflexiones tedricas sobre espacios cots dos y de articulos hasados en Investigaciones de campo que, mis que reportar Aescriptivamente los datos y textos obteniddas, se me ren de ellos pars participar terica y empiricamente en el debate actual sobr nnes.es ki experiencia de fox hombres fente a fas mascutinidactes, el volue itativos que intentan com ticas, ascullinidad y género, Ya que el foco de estas reflexio mien incluye solamente ciertos trabajos cu prendes dificil relaci6n, Blin 1 surgido yeneralmente de las experien ins de que el género produce en aquellos que jeres, de hombres que no se ajustan 0 se 1, ee joe “ésen el tema just lo stlren: se trata cle mn resisten a las deliniciones dominantes cle maseul ete, Por ello, en el simbito de los estudios gay y queer ss sobre los hombres y el deseo, teas y las identidacles homocroticas, aunque no siempre se discuta la relaei6n dad de publicacio centre las homosexualidades y ka maseulinidad. La teflexidn sobre hombres y heterosexualidacdes es de mis re sformaciones i pulsados por los movimientos feministas de diferentes latinades 1991; Brody Kanfinan, 1904). En esta freranurase ha reque gran esfuerZo para mostrar lo que Sampson (1998) Hama etn de ka pretensi6n de neutralidad y ‘objetividad cieatifieas— y convertir asf los Hombres y las imasc les en objetos y sujetos cle yénero y de conocimiento, Como afirma Gutmann (2003), en América Latina la compe sid de los hombres y kas masculinidades se ha desurrotlade en re lacidn con una vision feminista del género. No es casual entonces que entre las p garen kis colaboraciones de mujeres (Fuller, 2001; Viveros, 2002; Valdés y Olavarvia, 1997). Especialmente en el Cono Sur, un grupo de in- vestigadoras, junto con algunos varones, ha hecho considerables aaportaciones sobre el tema al relacionarlo con aspectos partienl- resdel contexto regional como la politica neoliberal de destrucci6n del salario familiar y sus efectos en Ia experiencia de los hombres as construcciones de la masculinidad (Olavarria y Mole- plicaciones mis conocidas de la region frente cies to, 2008). NTRODECKION 19 La produccién sobre el ema en México es también reciente (La Ventana, 19982 y 1998b; Nueva Antropologia, 2002; Lerner, 1998) Gutmann, 2000) y parece responder alos impetus de kt acaelemia y del activisino feministas (Cazés, 1998), aprovechar el impulso de las conferencias de El Cairo y Beijing para propiciar la partic cidn de los hombres en los procesos de salud reproductiva (Leva 1998; Figueroa y Rojas, 2000) y contrib ‘ala hicha contra fa estige jon del homoerotismo (Niiflez, 1994), En todo 0, el conjunto de trabajos que aqui presentamos pretende insertarse en este rico debate desde una perspectiva eriti- cade género, tomando en cuenta la teoria feminista y el proyecto politico de la equidad, mismo que no puede avanzar del todo sin que sea tomada en cuenta, comprendida e interpelada la experie cia de los hombres frente a kas masculinidades, Quienes colabor mos en este volunien, entonces, no nos detenemos.a pensar en ellos exclusivamente como sorias de las mujeres en ka salud repraduetiva (es Intrinsecamente violentes, sino que intentamos ofte cer ala lecun narraciones sobre una serie de experiencias, acim, ta pate relaci6n con eiertas construccion En la primera seein se p acerea de las dificultades de la universalizacion de los concepts rales como k nidadl, ef deseo y In viole ss de la maseulinidad, fan algunas yellexiones teéicsas nicladl y masculinidades partiendo de diferentes pun tos de vista. En el primer texto Guillermo Naiiez plantea una serie de interrogantes para el estudio de “los hombres” como sujetos genéricos. Su pregunta central sobre el marco epistemolégico que penmita estudiar los yarones desde una perspeetiva de género plan- (ea la carencia de una tradiciGn semejante a la feminist, que mues- nos personales que intervienen en la produeeién de conocimientos y que euestione Ia ciencia moderna, con sus valores de objetividad, objetivaci6n y ricionalidad, y sts reglas episteol6- gicas que, en complicidad con Ia dominacién masculina, impiden el conocimiento de las realidades genériea Naiiez hace tres aportaciones para el ejercicio de una priictica reflexiva sobre el conocimiento de “los hombves”. En primer (6 mino propone retomar la reflexién feminista sobre el conoci lo, euestionando las creencias de la ciencia moderna sobre la obje- tividad, tue los el 20 SUCEDE: QUE ME CANS DESH HOMMRE. ido lugar, frente a ta imposibilidad de generalizar los conocimientos producidos a todos los hombres como machos bio ligicos, reseata el enfoque constructivista que retoma los puntos de vista de Los varones como experiencias sociales variables, no homo- éneas ni coherentes, distinguiendo entre los discursos dominiu- tes de género que legitiman la dominacién masculina, y los varones coneretos, como sujetos sociales con trayectorias, quienes viven en sociedades desiguaies. i tereer Ie tomar el concept de “hon bre” como objeto de anlisis para entender la manera en que partice paen la construccidn de lo real, Segtin el autor tal coneepto relies luna ficcién cultural, puiesse trata de un conjunto de significados buidlos y definidos socialmente, que emerge en una relacion de di- ferencia con otros términos y en na cadena de significados ambi- 108, elusivos e incluso contradictorios, Su propuesta consiste estudiar la compleja relaci6n entre los significados sociales de ka “hombria” y los sujetos sociales, entendiendo que los procesos de signiticacis Niner propone 10 siempre coinciden con sus prictieas, cu cepeion sy relaciones. En esta distancia se gesta el drama de la ficidn «le “los hombres n La misma le cuestionamiento a ka teoria sobre las mas: culinidades, Gary W. Dowsett se refiere a lo que co 0 heteronormativa, Partiendo de st posicién como hombre, in- vestigadlor y activista gay, Dowsett interpela los estudios sobre hombres y masculini side con relacion a los silencios y aistane que establecen respecto al erotismo entre hombres, pues para & «1 sexo hia sido y sera l lugar de separacién entre los hombres gay ¥ los heterasexuates. Dowsett tumbién analiza el papel de ciertos estereotipos en las relaciones entre hombres gay y mujeres, al dift- cullar la comprensién mutua de cuestiones politicas importantes par cada grupo. Finalmente critica algunas posiciones det movie imiento gay que dificultan estas asociaciones: mientras los howe bes gay y los heterosexuales mantengan una politica seswal que hae gga de la otmedad su funda nto, las alianzas entre ellos seguiran neo dificiles, Este articulo, que Lue publicado en 1993 en la vevis- ‘a Theory ae Society, incluye ahora un posticio en et gue Dowsett actualiza su contenido, refrenda algunas de sus afirmacion tia oma, INTRODUCCION 21 El texto de Rodrigo Parri scribe en la discusi6n teérica sobre la relacién entre hombres, masculinidad y poder, ED autor plantea que las relaciones de porler han sido estudiadas desde dos perspectivas diferentes en los estudios sobre masculinidad. Una uti liza el concepto de dominarién y estima un dominio universal y transhist6rico de los hombres sobre las mujeres, lo que correspon= forma primaria para cualquier relacién de poder posi- ble. La otra, que se fundamenta en el concepto de hegemonia, es ‘ma que las relaciones de poder son resultado de una maltiplicidad de determinaci mente sustentadas y ubiew das, En este sentido las relaciones entre hombres y mujeres forman parte de relaciones de poder complejas donde se entrecruzan la clase, la etnia, y la orientacion sexual, entre otzos elementos, con las relaciones dle género, produciendo un campo complejo que di- fiere seytin los contextos socioculturales, Apunta que no hay tna respuesta las relaciones de porder entre hombres y mujeres, como Parrini phantea © para la i vestiqacidn del poder en los estudios sobre masculinidad porque permite establecer los raygos especificos de dichas relaciones, la in- cluye en contextos mis amplios y complejos y permite sevialas ir e de Jo social mediante epistemotogias de la totalidad que sitiien tun solo factor como omniexplicativo para un conjunto de fenémenos so- ciales diferenciados. La nocién de patriarcado resulta de dichas cpistemologias de la totalidad y sugiere un cierte estricto de las re laciones de poder entre hombres y mujeres, en una dominacién dctallada y completa de éstos sobre aquillas. El autor no trata de negar la subordinacién de las mujeres; por el contrarie, procura comprender su arraigo histérico y su variabilidad sociocultural, -omo su imbricacién con otras dominaciones que no necesaia. zmiemte remiten al patriareado. No obstante, si bien ma buena parte de los estudios de maseu- linidad en América Latina ha asumido el concepto de hegemonia para comprender el poder en este ambito, consideramos que su uso es mis bien descriptivo y no responde a uma comprensién pro- funda de la hegemonia y su especificidad para estos estudios y las realidades que les interesan. Parrini estima que cuando se dice he- seria la del patriareado en fos estudios que la nociin de hegemonfa es Ia que mis convie unto epistemoldgico relevante, que supone evitar el cie gemonia, en verdad se habla de dominacién, pues se sostiene que existe un dominio completo y consistente de los hombres bre las mujeres y no se analizan diehas relaciones en su concrecién historica y en la multipticidad de sus determinaciones. Kl pod se explicaria, en tiltimo término, como la subordinacién total de kas mujeres a fos hombres y la aceptacién de ellos de dicho Ingar de dom En este sentido, pa «el autor el aporte fundamental de Tos ester dios de masculinidad consist en invertir el espejo y mirar el campo donde se ades y donde se postulan las domi iones, para encontrar las falls, los resquebrajamientos y los de po, sus “pies de aro” y su configura: plazamientos de dicho ¢ id historia, En la sey riencia heterosexual de Jos hombres en sus relaciones con las imida parte se explor n algunos maices de a expe: jeres en contextos particulares determinados por ki ekase y por el ws rurales y urbanas del pais, En una vena politica, Ana Amuchistegui reflexiona sobre hi posibilidad de construir una “étiea democritica de ta sexualiclad” ‘como parte de ln diseusion (e6riea sobre la ciuadaa y kas innpli= caciones diferenciates de los concepios de derechos sexuales y echos reproductives para hombres y mujeres. Partiendo de una breve descripcion del contexte culiral, $0 y politico donde hia sungido en México el interés por la *participacién de los hombres” male involvement —en las decisiones reproductivas, Amuchastexui sia, y para ello analiza algunas nociones raciones autobiogrificas de dos jévenes mi ccestions ta est presentes en | Cchoacanos que se refieren a sus relaciontes amorosas, conyuggales y cerditicas com mujeres, ‘ras st participacién en un trabajo junto con ama ong no gubernamental enfocada a promoxer la salud y los derechos re- productivos de las mujeres en algunas com idades rurale, ka sustor sirea en el discusso de los entrevistados los momentos y situacion nes en que fas rigen como sujetos de sus propios deseos ydecisiones sextiaes yreproductivas,en un contexto de divisin sexta el trabajo y de definiciones dominantes del amor romantico. Enseguida Guillermo Néiiez analiza las entrevistas a varones dle centre 65 y 79 aiios de un contexto agricola y minero del norte del ajeres se terronvceiox 2B pai Hevadas a cabo durante una exploracién emogrifica prolongs day como parte de nna investigacién que abarcé a hombres de tres sgeneraciones, Examina las concepciones y as prieticas de los entre- Vistados y encuentra en elas complejas producciones de significa dos que revelan cicrtas condiciones subjetivas que a su vez expresan las diferentes idcologias en que se halla inmersos los sujetos. Entre los dimbitos de construccidn y expresion de la *hombria", Nidiies advierte que los espacios del Gubajo y la sexuualidad estan complejamente vinculados. Para los de mayor edad dentro del con: ilica ser un buen trabajadar reco texto estudiado, ser hombre nocido (remunerado). EL trabajo pagado distingue a los varones de las mujeres, los desliga de la nitiez y de la dependencia paterna, les confiere adultez y hace que los dems ¥ snjetos de derechos y deberes. A la ver, ka maseul yea pantirde la apropiacién de la sexualidad de la mujer, euya virgie nial garantiza su exelusividlad, aetivando ciertos valores como el respeto, ki responsabilidad y el trabajo del vardn, Cuando ka pareja se ‘epta una estrieta division del uabajo, en I cual ka espost atiende y el hombre mantiene, ‘ones los ace idadl se constr: dades de yénero y supone una apropiaeisn reciproca de los aba jos del 00 El abajo proveedor del ¥ yon representa ka posibilidad sexual. Tal atenci6n (domesticidad, exclusividad sexual) parece dla de como tna retribucién a ki hombria, consistente en In caps mantener y proc de un intercambio desigual, ya que tal ate Sin embargo el autor considera que se trata Jit requiere texdo cl in desu tiempo y el espacio de Autonoma, mientras que la manitlenciGn y la procreacion implican Ja apropiacién femenina de los productos del trabajo y del cuerpo de les varones, quienes couservan ps ay de su tempo. Concluye que esta desiguldad en la apropiacion reci- 4 nujer, exeluyendo la construce roca acatvea, # si vez, diferentes consecuencias subjetivas EL tercer articulo de ci6n que tev a cabo Lucero Jiméne7, quien entrevisté a un grupo: de sarones de los seetores sociales medio alto y alto de la ciudad de México. Laautora presenta los testimonios de ellos sobre Tos signifi- cados del ser hombre, la diferenciacién de derechos y papeles que experimentaron en su familia de origen, la influencia de sus pares y seecidn da cuenta de tuna investiga JOE QUE AM CANSO DE SER HOME, de diversas instancias de socializacién en el inicio de su vida sexual, las experiencias erdticas con sus parejas y los malestares de los vare. nes en esas relaciones, sus concepciones sobre la fidelidad y sus experiencias de procreacién y paternidad, La autora sostiene que tanto las rupturas de las relaciones de pareja como las experiencias de paternidad no deseadas ni planea- das constituyen momentos de crisis en las vidas de los varones €: trevistados. Advierte que existen cambios genctacionales en lox dis- fsos masculinos y que los entrevistados muestran cierta apertura hacia la comprensién de los deseos de sus parejas. Sin embargo ‘cuestiona las discorda tre discurso y practica, y acepta la posibilidad de que estos discursos no confronten las formas t Cionales de ejercicio de poder sino que constituyan nuevas formas, mis matizads, de ese ejercicio, pues hoy dia son necesarias para aci6n en un comtexto de mayores aspiraciones parte se presentan dos textos donde se analiza la idades las migracionesasf como sformacién de las masculi as cu tras rurales de México en relaci tres generacior INTRODUCCION 25 mo de alcohol, el acceso a los viajes, 1os horarios noctumos y las cexperiencias sexuales. Los autores reficren que las experiencias de migracién prot onizadas por algunos varones del pueblo han modifieado las ima- enes y los modelos de masculinidad. Entre las figuras de hombres ‘exitosos aparece una asociaci6n entre el logro y el riesgo: el migrante ‘que arriesga la vida para pasar a Estados Unidos, 0 el nar podero- so que maneja dinero y armas, expuesto a morir joven 0 aacabar en Ja creel, Migrar representa la posibilidad dle pasir por experien- cias reforzadoras del ideal masculino a las que no se tiene acceso ¢ elpueblo, tales como “andar con mujeres”, “earse euenta de lavida”, “disfrutar la juventud?” y tener diversiones, Sin embargo, elm conlleva la adopcidn de otras formas de relaciones familiares ¢ Estados Unides, donde es mayor la comunicacién con la pareja fe- ‘menina, hay mayor tendencia a la toma de decisiones eonjuntas, ‘mayor paurticipacion de las mujeres en el trabajo remunerado y las Jabores domésticas son mis compartidas, Los autores concluyen que Ja influencia de estas costumbres es relativa, pues mientras a st re- sgreso hay varones que incorporan algunos de estos elementos en sit Vida familiar en México, otros se reacomodan a las inequidades y demandan servicios fermeninos en el lugar de origen. A-continuacién Carolina Rosas analiza el deseo de migrar a Es tados Unidos de los varones de un pueblo rural de Veracruz y el desafio que representa para su hombria el no hacerlo actualmen- te, cuando morie en el intento se ha vuelto una posibilidad cerea- nna, Rosas se pregunta si la eonstrucci6n social de ka masculinidad frente a otros hombres se relaciona con asumir riesgos y enfrentar peligros. Ser hombre se relaciona, en este contexto, con el valor fisico y moral, el estoicismo frente a la amenaza. Hay acuerdo en ‘que trabajar y ganar dinero es un componente esencial de la confi- guricién del género masculino, es el mticleo de la respetabilidad social de los virones. Empero el trabajo también representa subti- miento, obligaciones, jerarqufas entre hombres y entre hombres y mujeres, y la carencia de trabajo remmunerado acarrea frustracién y falta de ingresos. La poxibilidad de migrar a Estados Unidos repre- senta el acceso a un trabajo remunerado que permite responder ‘ala familia, pero también de morir y faltarle ala familia como pro- veedor y protector. Migrar signifies hacer lo que hacen los dems 26 SUCHDE QU Mk GANKO DE se HON hombres del pueblo y cumplir con un compromiso asumido priblic camente, ‘Tras of anilisis de entrevistas en profuandidad realizadas a ale nos varones que habian anne do su propésito de migrar y deci- dieron no hacerlo, a sus esposis y s ot¥08 varones signilicativos, la autora interpreta que aunque el sistema de géitero les demanca Giertas acciones ellos cuestionan esis demandas y toman decisio nes diferentes, Pero cada resolucién implica costos, ya sea que vaya dle acuerdo o que cuestione las estructaras, Las que yan en contra de urrear la exelusion de re las demandas del sistema les pueden compensas materiales y simbélicas, la pérdid de prestigio y el cuestionamiento piiblico. No obstante se ponen en marcha mec: nismos de legitimacidn de tales decisiones. Por ejemplo, si bien un mibre que expres temlores puede ser visto como “casero”, poco decidido 0 dependiente, cuando se hace algo para enfrentar los miedos, étos se pueden considerar legitimos en el dant Aunque se espera que un hombre cumpla ste palabra, una deter minacién puede modiliearse porqu hismos que permiten eludirlos mandlatos dle género,atsu vez Tian esos mandates, al reconocer que algunos elemetiios ee la how se obtuvo mis infiarmacicn © porque otras person nen la decisidn, Estos meee bria son nis importantes que lo quie esta en juego. En el ease de kl Hes que no migriron predomint ka responsabilidad fi su familia, putes al exponerse a morir podrian dejarla sin su capaci acl de proveer y proteger, En el recon posibilidad de adoptar dit relaciones participan dive veimiento de que existe hi 1 as tora dewe= isms que se tejen en a complejickad de tentes tipos de hombri y de que 08 ctOFeS y miraelas, esta las interaeciones y que hacen posible la diversiad, La cuarta seccion incluye diversas reflexiones sobre la experien- Gia de los hombres jévenes frente su sexteaidad. Ram| y Esperanza ‘i de iniciacion en las relaciones coitales de jovenes de los estadlos de Avis imterpretan algunes relatos de experiencias Tabasco y Chiapas, cou la finalktad de contribuira comprender sus pricticas, representaciones ¢ imagin, ios cuando pretenden act yeoncebirse como hombres. En especial, valiéndose del anslisis de Jas narraciones los autores tratan de entender los exquemas de pen: samiento yaceidn que esos jOvenes atribuyen a su condiciGn de hom: \ciones histéricas de Jones y que les impiden visualizar las determi 11 posicién en el mindo, Los autores ieentifican también los dest tins a tos esquemas de legitimacién en as contradicciones entre el snodelo hegeménico de génevo y las identidades sextales persona- ‘de los entrevistadlas, Los jdvenes yarones gue siarraron sus experiencias desarrolla ‘0 rituals de iniciacidn sexual socialmente organizacdos, tanto por | presi6n social ejercida porsus paresy sus grupos familiares, como or los procesos implicados en el desarrollo de sus identidades, en los cuales ka heterosexnalidad aparece con ttn ¢ ipulsive, \parecen deserotizadas y las de los varones se plantean en general en Jas narraciones las prsicticas sextales de las riujeres ‘iesprovistas de emociones y sensaciones, reduciendo la expresion ‘mocional a un rutinario paquete de figuras retérieas de influencia medica Aptis y Tuiidn advierten que a construccién de las identidates ‘exutales masculinas oeurre en uns diversidad de procesos mulli- climensioniales de relaci6n dependientes del contexto historicocul ral, icliante praicticas cotidianas que se expresan en kis nary siones, Reconocen que es exiremadamente dificil reeonstruit estos procesos (anto en (érminos Leéricos como biogrficos. Enseguica Yurivia Rode icas de algunos hombres j6venes de clase media que asisten a escuclas ez abordda las experiencia eré de México, Cuestiona kis po: particulares y progresistas de ka cid Sibilidades que tienen pa das, asf como su sujecion o resistencia a los modelas hey de sexnalidad y de género, ¢ indag sobre las velaciones «i Dlecen entre sus exper especial trata de comprender las formas en que estos jovenes se 1 vivir experiencias plicemteras y dese ricias sexuales y las nociones de tie asuunen, 0 no, conto sujetos de plicer, capaces de autogestidn y aut Codeterminacién en su interaecién con los modelos de género, de sexuaidad y de adolescencia basados en la imposicis desigualdad yenérica, la hetero-mnormativieael repros sura al placer y los estereotipos de la adolescencia como uns etapa de riesgo. La autora considera que estos jévenes euentan con condiciones ~ que los posibilitan para ejercer su sextulidad, como espa- cios priados, recursos monetarios, informacidn sobre preveneidn 28 SUCEDE QUE ME, GANSO DE SER HOMMRE. acceso a servicios. C vis con padres liberales que yan las experiencia erdticas de sus hijos, con modelos familiares de idlogo y con eseuelas de corte activo que fomentan el pensat ico y la prictica constante de Ia reflexidn y la eleceisn. ul de dliseursos y configura sus condi Giones socioculturales de posibilidad. Rodriguez encuentra indicios de autogestion uniento que hacen los jovenes de sus acciones, cn el uso de medidas preventivas y en st in- terés por compartir el disfrute con la pareja. Sin embargo estos jOvenes no estin ajenos a cierta censura del autocrotismo, it Ia idea de que el cuerpo femenino ests dotado de partes sagradas o prohi- de que la heterosexualidad reproductiva es wn valor predominante, la alas mujeres yala compulsién de narrat'a Jas prt nia en estos jévenes sobre cer sexual, mismo qu Acontin ellolosa Ja reflexi6n y el cuestion Didas, a la nocis idad de expres siempre deseo frente us pares su iniciacion en 0 predomi J discurso hegeménico de censtara al par burlan y tranygreden constantemente, ilisis de la expe- niches que estin imbuidas de coneepciones ligadas a la religion, en especial al cator Ticismoy muy relevante en. htt Plantea diversas posibilidades de reflexi6n sobre la construcci6n de las mas cculinidades entre los hombres jévenes, « do diferente al de sus padres, afectado por -s permiten aceeder ai una vriedad de definiciones y asp entender las relaciones mas igualitarias entre generaciones y los cambios en las relaciones de género, que los incentivan a cuestio- par las formas tradieionales jerirquicas y de auto Alerecer en un mundo donde hay mayor equidad de género y las mujeres jOvenes reclaman iguldad de derechos, pero donde sus padres mantuvieron situaciones de superioridad masculina, los jévenes experimentan inseguridad respecto a lo que significa ser hombres, reflexionan sobre las contradicciones y tensiones que vi- ven, y cuestionan sus reliciones con diferentes tipos de masculi- idadles. Es un mundo donde los padres tienden a ocultar ciertas historias dolorosas a sus hijos las transforman en horrores innom- brables. Se sienten culpables por sus largas jornadas laborales pero aspiran a establecer relaciones mas intimas con sus hijos y a que rales, Concluye que el diseurso de gén n Victor Seidler hace un breve a riencia de los hombres frente @ ciertas mascul alidad cultural mexi 1s tecnologias que vrmopeccioy 29 ‘tos se sientan contentos con sus vidas; asi se generan grandes si- lencios entre generaciones y se ocultan los malestares entre los jé- venes, Finalmente Seidler reflexiona sobre las dificultades que ex- pperimentan los jGvenes que pertenecen a culturas eatdlicas para el ‘econocimiento placentero de su cuerpo y su sexualidad, expresa- slay en ambivalencias, silencios, vergiienzas, apresuramientos y sen limientos de incomodidad que dificultan Ia negoci vues intimas mas equitativas En la quinta seccién se explora la construccién social del cuerpo ‘masculine destle dos perspectivas: la experiencia particular de ka \scctomia y sus significados en contextos expecificns, y el deseo y |i prictica homosexuales en la ciudad de México. En el primero de estos articulos Matthew Guunann expone sus reflexiones basadas en unt estudio sobre la salud reproductiva y la sexualidad de hom bores de la ciudad de Oaxaca, con especial interés en la vasectonaéa y cen las decisiones sobre el uso de métodos anticonceptivos. Sus lnterrogantes se refieren 2 los ya las diseusiones y decisiones que conllevan las relaciones, Propone que las decisiones sobre la vasectomiase insertan en 4 contexto complejo, pues la dominacion, las manipulaciones, nego- ones y resistencias se expresan en los relates. En su opinion pre de relacio- ns culturales ¢ institucionales valece una eonstruccidn cultural medicalizada de la sexualidaid que lleva a Los hombres adultos a considerarse desenffrenados y doados de apetitos sexuales incotrolables, y a los varones adoleseentes i suponerse gobernados por impulsos somticos, Esta cultura 1 dicalizada se express m ismos dicotémicos que vigentes en los discursos mnédicos y populares, entre los que se incl ye la opoxicidin entre los hombres tradicionales y los madernos, y en- tre varones desenfienadas y mujeres con eseaso apetito sexta En los procesos que condueen a dlecisiones sobre la vasectomia resalta la influencia de las opiniones de las mujeres y la empatia de Jos varones hacia los sentimientos de sus parjas, Guimann desezibe Giertas construcciones simbélicas en Jas. que algunos varones aso- ‘fan la vasectomifa €on la castracién y con temores de disminucion de su hombria y de su capacidad para experimentar y brindar pla- cer sexual. Esta simbologfa se expres en un contexto de poca ine formacién, limitados recursos y muy escasas alternativas para qu los varones participen en la anticoncepal 30 SUCHDE QUE Bt: GANSO) DE SER HHOMMMRY Mauricio List reflexiona sobre a inestabilidad del concepto de masculinidad en el marco de la exp Con. base en sus investiguciones sobre los el y sociales del ser gay y sobre los sitios de encur gay en la ciudad de México, propone una serie de reflexiones sobre los problemas de fa construccion de identidades individuales y colectivas. Si bien cuestiona que la categoria “genera” petmita com prender el orden sexual y relac a de los hombres gay. mnentos indivieeales tro y sockabilidad, sus diversidades, observa que existe una truccidin. de las idemtidades yenéricas y la estructuracién de la subjetividad en relacién con las preferen- cias erdticas. Ale la construccién del estigma del homoerotisme, como la ausencia dle modelos positives para la construceién de idemtidades yay en presencia de modelos genérieos binarios que veclacat ka diversi 4, El autor propone que lus identiddade micas, inestables y no excluyentes, ad dicotémicos y definitivos, y se separen analliticamente el proceso ie construccidn de la masculinidad y la consteuecién de las identi des sextales, Planted que en ta interaceidn entre varones, las mas 108 elementos de est complejidad estin eerea de sextiales se consideren ferencia de los discursos culinidades no solamente se construyen diferenciindose de kas mujeres, sino tambicn distanciindose de les nitios y de los varones “afeminados”. Existe el temor constante a reeonocer en si mismo rnasgos 0 descos “femeninos" o de ser desea con tna percepeién de la sexualidad masculina como pierta y al asalto, Las preferencias homoersticas surgen como un cuestionamiento del orden genético al sitarse en el limite de lo posible frente a las construcciones dicotémi diante sos del cuerpo que producen suspenso, equivocos y posibi lidades en juego en lugar de certeras, Femando Huerta, rellexiona sobre las concepeiones y creen as de varios grupos de hombres urbanos de dos ciudades y de distin tas generaciones acerca de la vasectomia a partir de sus experiencias s. Entre algunos varones entrevistados preva- lece la idea de que la wazectonnia os un atentado a la integral cat= poral y al poder de la sexualidad masculina, Se concibe como una pérdida de las energias que configwan Ja virilidad, del prestigio social correspondiente a la hombria, y del control sobre ka sexuali- dad de las mujeres y la procreacién, uo por otros hombres, las desafiany me- con parejas femen =—. remmonuecion sl \ los hombres vasectomizudos s€ les ve como varones income pletos o.mutilados, candidates fimas de la infidelidad, Sin Imbargo estos planteamientos coexisten con las eriticas hacia el ichisino sustentadas a veces de miinema contradictoria por los inismes varones, quienes en ocasiones adoptan pesiciones propias ‘lc lumodernidad al considerar que la vasectomiéa es una via posible para el ejercicio de una sexuatidad protegida, Aceptan cambios en dal, siempre y cuando no aten- ‘en contra las cuestiones findantes del orden genético, En la siguiente seccién dos artic nia de: investiga- ‘iones sobre las experiencias de paternidad entre hombres de la indad de México. Kn e] primero de ellos Olga Lorena Rojas se refic- se ciertos cambios sociales que se con fas experlencias masculinasy que plantean a muchos varones mex ‘canos el dilema de convivir cor omésticas sin dejar de ser hombres. Con base en una investigacién, ‘ualitativt enfocada en los varones de los sectores sociales medios y hajos, y comparando dos generaciones dil Mexico, la autora encuentra indicios de que la experiencia de la paternidad se puede estar ampliando y Hlexibilizando entre las ye~ heraciones ms j6venes, donde los padces intervienen mais en la crianza y en los cuidados de sus hijos y vereanas y afectuosas con ellos. Estos jévenes valoran, igual que los padres de las generaciones mayores, sti papel como proveedores y tdlucadores, pero también le asige slafecto ya la atenciGn que les brindan ya los descos de sus hijos. Al menos tal es la imagen que tratan de manifestar como padres. La autora enenen fon estos cambios de las nuevas generaciones. A los pades de los sectores populares les resulta ms fel relacionarse dle mane- rr cereana y afectuosa con sus hijos varones que con sits hijas, mien- tras los padres de los sectores sociales medios no expresan tal ife- rencia, En cuanto al trabajo remunerado de sus esposas, los varones jorenes de lus sectores populares lo aceptan con mayor dificultad ‘que los de los sectores medios, pues sienten que con cllo se cuestiona sw autoridad de jefes de familia y sus identidades maseulinas. Final- mente la autora destaca dos cuestiones que permanecen inmutables centre los sectores sociales y las generaciones: la importancia que los los vigjos modelos de la masculi los dan eu n con transformaciones nies en la ciudad de nun valor importante al tiempo, a algunas diferencias por sectotes sociales 92 SLCHDE QUE Mt GANSO DE SHR HOME varones le asignan a su funcién de proveedores y su distancia frente al trabajo doméstico, Enel siguiente articulo, a partir de entrevisias en profimdidad realizadas a un grupo de varones de sectores sociales medio-altos de lu ciuclad de México, Alejandra Salguero reflexiona sobre los proce- sos de construccién del “ser hombres” y “ser padres”, La autora ad- vierte que para los varones entrevistados el ser hombre integt diversidad de significaos muchas veces contradictorios que se yan construyendo y reconstruyendo a lo largo de sus trayector Dos cuestiones representan confrontaciones y momentos de re- elaboracién de esos significados. Los requerimientos de sus parejas femeninas son una de ellas, puesto que las mujeres también jer 1 un abajo remunerado y esperan mayor participacion de los svarones en la erianza dle los hijos. La otra cuestion es el aprendizaje de la paternidad, De acuerdo con la autora, en las experiencias de paternidad influye ta relacién que tuvieron los entrevistados con sus propios padres, de abi que pasen por unt proceso de exper tacidn complejo y diverso que los leva constantes cuestionamientos y tedefiniciones, La tilima parte de esta coleceién contiene reflexiones y pro phestas analiticas sobre algunos elementos especificos de la cons ‘Guecidn social de kas masculinidades. Uno de ellos se refiere a la ws de vida. relacion entie las construeciones dle género y la participacion en instituciones was de manera jernquica y dedicadas al uso permitido de kx fuerza, Oto se relaciona con la complejidad del papel de la violencia en Ia consteuccion del ser hombres, anal do discursos de poder y de Juan Guillermo Figueroa reflexiona sobre las posibles relacio- nes entre los modelos hegemsnicos del ser hombre y Ta p jtuciones armadas, Se tata de instituciones compuestas ‘casi exclusivamente por varones, con eédigos de conducta basados cen [a jerarquia, la obe tad, el uso autorizade de lat violencia y el entrenamiento de la dureza. Se pregunta sobre las dificultades para tomar decisiones individuales reladivas la salud y ninacion y cl discernimiento y decidir sobre posibles discrepancias y resistencias con Snicos de género en este tipo de instivuciones, iencia, la la sexualidad, as? como para optar por la autode' specto a modelos hegem INTRODECCION 33 Sus reflexiones lo llevan a proponer diversas verti ‘1s, tales como la resignificacién del lugar de la violencia como re- ‘curso de disciplina, las posibilidades para dialogar, para decidir y para matizar las normas, las posibles variaciones respecto del senti- tlo de la obcdiencia y las posibles percepciones de impumidad que \« puedan experimentar en funcién de la lealtad del grupo y el ‘canicter heroico y socialmente valorado de las tareas militares. Otras vertientes de investigaciOn que propone se refieren a las pricticas cosuales y de saluel ¥ al cuestionamiento de las complejidades que ssumen los mandatos hegeménicos sobre la heteronormatividad y Luso de la sexta cespacios de confinamiento con otros varones por periodos prola igados, asf como Tas del concepto de heroicidad para lis experiencias de sexvalidad. En el iiltimo articulo Roberto Garda reflexiona sobre la com piejidad de significados que construye un grupo de varones en tor- hoa las experiencias de violencia. Explorando una mirada comple jw del poder, el autor analiza marrativas de un grupo de varones tentrevistados que pasan de discursos de poder a discursos de resis- ‘encia, Considera que en las relaciones de pareja las narrativas del poder corresponden a discursos de kt masculinidad que incluyen formas refinalas de control y dominacidn y constituyen discursos licotémicos donde el otro es un enemigo que hay que veneer. En tal discurso se niegan las emociones propias, se deposita en otros la responsabilidad del aeto violento y se combinan una demostracién dle hombria y una solicitud de ayuda, Sin embargo, en. los mismos sujetos estas narrativas violentas flexivas que si bien parecen fragmenta- rias, expresan luchas internas por negarse a ejercer les mandatos sociales, por expresar lo que se siente y mostrar debilidad, por escu- ntendera los otrosy sus necesidades. Este discurso reflesivo permite articular cambios y alternativas y construir vincuw- los, al evidenciar el abuso y criticarlo, y al intentar expresarse mis alli de las dicotomias que justifican jerarquias y privilegios. Como vemos, esta coleccién de textosilustra que, en efecto, como, lice Neruda, es posible que los hombres se cansen de ser hombres, y que es imprescindible comprender ese malestar si pretendemos iwanvar en el estudio de ka experiencia y la construccién social del ad masculina como instrumento de poder en, ‘coexisten con narrativas 1 char, eonocer y a4 SUGEDE QUE Mm EANSO DE ste HOM, igénero, yen la lucha por crear las condiciones sociales necesirias para alcanzar la equidad, Brmnsoceswin Brod, Hacry y Michiel Kaufinan (eds), Thomiing Masrulnities, California, Sage Butler, Julich (2001), #1 gimero en disp. El feminismo 9 a subversn de fa ident, México, Paidds/ me /0svs, Caplan, Pat (ed.) 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Signa, mits 9 sexu Fidades madernas, Meutvid,Talasa PRIMERA PARTE, \PORTES TEORICOS SOBRE HOMBRES. Y MASCULINIDADES: POSIBILIDADES Y LIMITACIONES PARA MEXICO LA PRODUCCION DE CONOCIMIENTOS SOBRE LOS HOMBRES COMO SUJETOS GENERICOS: REFLEXIONES EPISTEMOLOGICAS' Goameo Nesez Noes" Algunas autoras feministas han dicho que el feminisino como trad «ion de reflexion tiene su origen en la articulacién verbal de ca de los malestares de las mujeres, del estudio del or won de esos malestares y de sus propuestas part superarlos, Una wvticulacion verbal de pensamientos y sentimientos que ha implie ‘louna denuncia de las relaciones de poder que, al atravesar el eae po social, atraviesan también fos cuerpos de las mujeres, sus subjeti= sidades, sus eoncepeiones y sus palabras, El feminismo ha sido una intervencisn revolucionaria en un sistema que limita las posibilidades de entender y conocer Io real, ineluyendo la realidad de la situacién de opresion, segregacion 0 “Investigador AG, Hermosillo, Mex La primera versa de este ensayo se publi en Daca Revise de Andi a S15, verano de 2008, donde se delgaon algunas investigacomes sabre hs ‘uronesyaidentidad masculina, Descoagridecera Patricia once, Ana Annichéseg hone Srasr que hayan leido is versiones prevae de ene ensayo, que mostrar nnusiamo, me inciaran a publierloy me ofrecieran sus walls sugerencas, Por supacsco que as exime de cualquier eesponsabliad aeémicao de oto tipo wbre * Los trminos haniesy wasclniddr parece entre comills porque me ne tea indicar que su sigalicado noes transparente y que, por el contrari, existe una digit respect as sigan y por la vepresentacin egima (Bound, 1940) yeque es ppt debe ser parte de los abjetas de esti dele nm “estos de ero de ls hombres" Centro de vestige nen Alimentacisn y Dessrolo, 39 40 avorres THOmIC0s Somer HOMRRES ¥ MaASCULANIDADES. dominacidn que viven las mujeres. Asimismo el feminismo ha pro- ducido un conocimiento rellexivo de suma importancia pata la ci ia al hacer evidentes las teenologias de poder (discursos, relacio- nes y operaciones materiales) actuantes en los campos cientifico y académico que obstaculizan o impiden que las mujeres puedan se conocidas como sujetos genéricos y que favorecen que su condicién de opresién parezca natural Esto es, el feminismo ha mostrado Ja compli ais dominantes y el po- der patti ic impiden que las realidades de las mujeres pue- clan ser conocidas.* Las feminisias y los estdiosos de los varones desde una perspectiva de género dicen comprobar tal complicidad, al evidenciar la coincid iniciones de objetividad, objetivac ‘ionalidad de la cieneia y las definicio- nes dominantes de lo “masculine” y el ser “hornbre", Cabe recordar, en apoyo de este planteamiento, que la investigacién historiea permitide reconocer la emergencia simultinea en el horizonte cuk tural de la modernidad de esta asociacién entre un “modelo de ser hombre” y “un modelo de hacer ciencia”, Las filésoties feministas primero, y los estudiosos de las “masculinidladles” después, han ad- vertido la articulacién bist6rica entre un regimen epistérnico y el régimen social y politico del patriarcado.” En este contexto el presente ensayo explo cca: ceutiles son las consecuencias epistemolog centre los valores y las defi una pregunta bisie ws para el estudio de "Ualizo et témino *wujeton gendvicos” para teferirme a Jos myjetes en tanto ‘que “suetos con una identi! de gener. El térming empleade por la arate angltona es grudaed sues, que eontcne Li mexin de que Ls sujetes a sid pn clonal, mediante un complejo process dle socialzain, en determinadas eae Aenadas cules le ener “1 tennino pale desig un sistema de onganizaciin de las ditions dle género (en el doble sentido bourlam del termine “distinc”: diferencia y ‘torzaniento de estas eferenciades)y de li relaciones de pode, cimentade er cology prictcas androcenticas (predomtinio de los "hombres lo mae sobre "la mjeres yo femenino") y hetrisexsts(predominia dela evientacion Peterosexual yl pareja reproduc) sobre ts otra posites sexual y ate Me pareee que el propio abajo de Foucault, sin aflinseexplitamente la ‘wadicin Feminists nia etndos de nero de lo rons, explora ete vine a profundidad, parcolarmente evando pone en evidenca las teenologias de poder ‘que operon en Ia construccién del “homaseaual” tanto en el dieurso medicn como fe el psquistrice (séate Finca, 1976; Exton, 108). PRODUCCION DE CONOEMARNTOS SORE LOS HoMDRES 4H los yarones de este tipo de reflexiones que refieren al eariieter “mas- ‘uulino® de la cienefa ya su vinculacién con el mantenimiento de un, iden patriarcal? Esto es, 2podemos conocer a los varones como sujetos genéticos desde un marco epistemolégico que ha sido de- hhunciado por el ferninismo como ineapaz de dar enenta de Ia situa «i6n de las mujeres? El propésito de esta pregunta es invitar a pro- 1 este debate planteado por el feminismo, de tal suerte ‘6 logremos una mejor comprensién liandizar que como colectivo acadi le nuestro quehacer y hagamos mis rico nuestro campo de estu- dip, Me parece importante que reflexionemas abiertamente en el areo del eolectivo académico sobre los supuestos epistémicos, las ‘operaciones tedricas, los métodos de investigacion y las tenieas que ulilizamos para dar cuenta de los hombres como sujetos genéricos, en fanto que aectones y elecciones mseritas en coordenacias simbo~ licas de género, Me ada en estudiar a los hombres como sujetos genéricas, a rea una labor de “reflexividad” como expone Bourdiew en str tratado cresa invitar a Ia comunidad académica inte- sobre i rellexiv lad en la ciencia (Bourdieu, 2001}, Una labor que ) incluso abarca el estudio de los estudiasos de los objetos de aulisis { ca tratar de ent ler la relaci6n entre sus trayectorias de vida hecha habitus (incluyendo sus habitus *masculinos”) y las particulares maneras de intervenir en el campo cientifico particu Jax®* La (area asi planteada es grande y este ensayo no tiene mi pretension que abrir algunas lineas de discusi6n, Adeinsis de este interés que parece desprenderse solamente de légica de discusién académica, el presente escrito también ha sido motivado por las viveneias, emociones, experiencias y percep-

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