Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I. Con fecha 30 de marzo del corriente año esta Sala confirmó el procesamiento de Antonio Domingo Bussi en orden a los delitos de sustracción, retención, ocultación de un menor de diez años y supresión del estado civil. USO OFICIAL
Sin embargo, la Sala III de la Cámara Nacional de Casación
Penal resolvió hacer lugar al recurso interpuesto por la defensa del imputado y anular parcialmente la resolución de este Tribunal en cuanto no emitió pronunciamiento en relación con la prisión preventiva y el embargo dispuesto respecto del nombrado por el Sr. Magistrado a cargo del Juzgado Federal n° 2 de San Martín, remitiendo nuevamente las actuaciones a esta Alzada para resolver dichas cuestiones (conf. fs. 154/7). En estas condiciones, siguiendo los lineamientos del auto señalado, hemos de referirnos en esta oportunidad a la viabilidad del encierro preventivo y del embargo dispuesto. II. Ahora bien, en materia de libertades, y en base a los precedentes de esta Sala, hemos sostenido que cuando la Constitución Nacional consagra categóricamente el derecho a la libertad física y ambulatoria e impone el deber de considerar y tratar a todo individuo como inocente hasta que en un juicio respetuoso del debido proceso se demuestre lo contrario mediante una sentencia firme, debe descartarse toda restricción de la libertad del imputado durante el proceso que no contemple como fundamento la existencia de riesgos procesales concretos; esto es, el peligro de fuga o el entorpecimiento de las investigaciones (ver de esta Sala, causa n° 38.365 “Storino” del 19/10/2005; causa n° 40.466 “Della Villa” del 09/08/2007, reg. 854, entre muchas otras). En un sentido similar se pronunció la Cámara Nacional de Casación Penal (sala 4°, causa n° 5.115 “Mariani” del 26/04/2005, reg. 65.284, con cita de causa 5.199 “Pietro Cajamarca”, del 20/04/2005, reg. 6.522; y de la sala 3°, causa 5.472 “Macchieraldo” del 22/12/2004, reg. 841). Un criterio similar fue sentado por la Cámara Nacional de Casación Penal en el plenario n° 13/08 “Díaz Bessone”, del 30 de octubre de 2008. En virtud de dicho esquema constitucional, las prescripciones de los artículos 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación, a partir de las cuales se vincula la libertad provisional a la escala penal del delito imputado, no pueden interpretarse como presunciones iuris et de iure acerca de la existencia del peligro de fuga o del entorpecimiento de la investigación por parte del imputado. Deberá evaluarse, entonces, cuáles son los riesgos procesales que podrían producirse, en caso de que recuperase la libertad. En primer lugar, cabe tener en cuenta que a Bussi se lo procesó en orden a los delitos de sustracción, retención, ocultación de un menor de diez años y supresión de estado civil. Dicho pronunciamiento fue confirmado por este Tribunal en la causa n° 43.682 “Bussi” del 30/03/10, reg. n° 256. En este orden, más allá de la pena de los delitos que se le imputan al nombrado, existen elementos concretos que hacen suponer que existen riesgos procesales que impedirían, de momento, aplicar la regla de la libertad durante el proceso (art. 319 del C.P.P.N). En efecto, puede suponerse fundadamente, de acuerdo con las siguientes consideraciones, que el imputado podría entorpecer el curso de la investigación en caso de recuperar su libertad. En este sentido, debe ponerse principal atención en las características del hecho y la modalidad de comisión que conformaría la base de su imputación. La clandestinidad con que se llevaban a cabo los hechos por los que se lo investiga (uso de apodos, falta de registros, zonas liberadas, negativa de información, etc.), sumado a la complicidad de innumerables personas, ha impedido que, a pesar del tiempo transcurrido desde los sucesos, se cuente con las pruebas que permitirían reconstruir todos los aspectos penalmente relevantes del aparato de poder represivo del que el imputado habría sido parte. En esta dirección, cabe tener presente que, en relación con el hecho que se le atribuye al encausado, no se ha establecido aún el destino del bebé que nació en cautiverio. Poder Judicial de la Nación 2010 - Año del Bicentenario
Tales características hacen presumir que podría entorpecer la
investigación en todo lo concerniente a la producción de las pruebas faltantes, principalmente a la suerte corrida por quien habría sido sustraída, retenida y ocultada. Ello no sólo podría ocurrir con el objeto de evitar que se determine de manera integral la manera en que ocurrieron los sucesos investigados y todos sus partícipes, sino también para que su reproche penal no resulte eventualmente agravado (ver de esta Sala, en sentido similar, c. 38.067, reg. 776 del 2/8/2005 y c. 37.957, reg. 778 del 2/8/2005, entre otras). En función de las consideraciones precedentes, y de que no existen, de momento, otros medios menos lesivos que permitan neutralizar los riesgos procesales señalados, los que no logran ser desvirtuados por los agravios de la defensa, es que se confirmará la decisión por medio de la cual se dispuso la prisión preventiva Antonio Domingo Bussi. USO OFICIAL
III. Por último, en lo que atañe al monto del embargo, más
allá de las circunstancias señaladas por el magistrado para su fijación, lo cierto es que la mayoría de los hechos por los cuales se lo procesó en dicha jurisdicción no se encuentran dentro del objeto procesal de esta causa. Por lo tanto, teniendo en cuenta los parámetros del artículo 518 del Código Procesal Penal de la Nación, especialmente una eventual indemnización civil, las costas del proceso y la cantidad de delitos que se le imputan al encartado, se reducirá el monto de la medida de cautelar en la suma de trescientos treinta mil pesos ($330.000). Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I. CONFIRMAR el decisorio apelado en cuanto decreta la prisión preventiva de Antonio Domingo Bussi (artículos 316, 317 inciso 1°, a contrario sensu, y 319 del Código Procesal Penal de la Nación). II. CONFIRMAR PARCIALMENTE el auto aludido en cuanto manda a trabar embargo sobre los bienes de Antonio Domingo Bussi REDUCIÉNDOLO a la suma de trescientos treinta mil pesos ($330.000). Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y devuélvase a la anterior instancia donde deberán efectuarse las notificaciones a que hubiere lugar. Sirva la presente de atenta nota de envío. Fdo.: Dres. Eduardo Farah y Jorge Ballestero. Ante mí: Dr. Sebastián Casanello.