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LA MUJER: PRECIOSO REGALO DE DIOS

“Mujer ejemplar, ¿dónde hallarla? Es mas valiosa que las piedras preciosas!” (Proverbios
31:10).

Claudia Cadavid.

Ayuda idónea que regaló Dios al hombre. Preciosa creación que al Señor le plació traer al mundo
para multiplicar su amor; pero tristemente fue una herramienta usada por Satanás. El pecado
entró y rozó su cuerpo, pisoteó sus pies; verguenza y miedo sintió ante el creador y desterrada
del paraíso fue.

Pero un tiempo después le plació a nuestro Padre traer la redención y para cumplir este propósito
a la mujer utilizó escogiendo a una virgen para darle vida humana a nuestro Salvador.

Y por medio de la mujer hubo un nacimiento en un pesebre, y sin este nacimiento no hubiera
habido un Mesías, y sin el Mesías no hubiera habido salvación, y sin la salvación estaríamos
condenados a la muerte.

Han habido mujeres grandes; mujeres utilizadas por Dios; mujeres de las cuales tomaríamos lo
bueno.

Seamos como María por su obediencia escogida para ser la madre de Dios, y obediente a aquel
mandato sin preguntas y sin dudas la orden del padre aceptó.

Admirable fue Ester que con amor se sujetó a seguir leyes y reglas para ser ella escogida como
la esposa del rey; dispuesta estuvo a morir porque un día arriesgó su vida por el amor a su
pueblo. Que así nosotros también por llevar el evangelio podamos como ella decir: en tu
voluntad Señor y por demostrar mi amor haciendo lo que te place, que si perezco, perezco.

Inquietas llegar a ser como María quien hermana de Lázaro fue porque escogió el escuchar y a
la vez el aprender del maestro de maestros Jesús de Nazaret. Ella dirigió su atención en lo que
hablaba el Señor porque así conocería todo lo que era importante para no perder su salvación.

De su hermana Martha aprendemos la importancia del servicio porque si somos ministros y


trabajamos para Dios como así El, lo ordenó, la obra será bendecida; porque cuidando del templo
también agradamos a Dios.

Tengamos también nosotras el temor al Señor que tuvieron las parteras que preservaron la vida
de los bebés israelitas arriesgándose a ser castigadas y también a perder la vida ante aquel
despiadado Faraón. y que hablar de la valentía que tuvo Jocabeb cuando escondió por 3 meses
a su “bebito” Moisés poniendo en riesgo su vida y también a su familia reteniendo su dolor al
ver como la corriente de aquel río se llevaba la canasta con su tesoro querido.

Imitemos la compasión que tuvo la hija de Faraón cuando encontró la canasta a la orilla de aquel
río y viendo su contenido de ternura se llenó su corazón y aun sabiendo que el niño no era un
bebé egipcio le tuvo gran compasión y en el palacio creció.

Podemos ser agradecidas como María Magdalena pues Jesús la liberó de la gran persecución al
poseer 7 demonios que El mismo reprendió, junto a El ella siguió y con amor lo aceptó dentro
de su corazón; se alejó del pecado porque fue Jesús el único que nunca la condeno; se dedicó a
creer y también a obedecer y tuvo el gran privilegio de ser la primera en verlo cuando El resucito.

Cuando Dios tiene el control nunca hay de que temer pues Debora sabiamente lideró a Israel;
combatió yendo al frente y obtuvo la bendición de vencer en la batalla porque confió en el Señor.

¿Podemos medir nuestra fe? Podríamos llegar a ser como la mujer del flujo quien estaba tan
segura de que solo necesitaría tocarle el manto al Mesías y así mismo sanaría y traería también
la salvación a su vida.

La fe es lo más importante, lo que nos hace mas fuertes, lo que no nos permite dudar. La tuvo
también Rahab que aun siendo prostituta y tal vez rechazada por la sociedad ayudo a los espías
enviados a Jericó acepto con valentía y luego creyó en Dios y por su cooperación, el Señor
preservó su vida y también a su familia cuando la ciudad por medio de su pueblo conquistó.

La mujer fue lo primero que el niño Jesús miró, pero también fue lo ultimo que el salvador con
sus ojos contemplo, cuando en la cruz El murió.

La mujer es tan sensible que puede percibir hasta el más mínimo detalle.

Gozarnos con las victorias de Dios también es importante así como María la hermana de Moisés
y Aaron que con cantos, panderos, y danza celebró la victoria del Todopoderoso sobre Faraón.

¿Quién puede saciar enteramente el corazón de una mujer? ¿Y quién puede entender por
completo su sensibilidad? Solo aquel quien diseño su cuerpo y le dio la vida, solo quien la creó
puede llenar cada vacío que ningún sentimiento humano tiene la capacidad de satisfacer.

Seamos mujeres de fe que aunque fallemos muchas veces en nuestro intento nos podamos
acercar cada día mas al Señor; cultivemos paso a paso el amor; convirtámonos en mujeres de
valor, conquistemos el mundo con la palabra de Dios; proclamemos su grandeza y compartamos
con los demás el precioso regalo de salvación.

La búsqueda a nuestro padre beneficia nuestra relación con El y esta búsqueda nos libera de los
problemas que debemos afrontar cada día, pero buscar, seguir y amar a Dios trae tanta
satisfacción a nuestra vida que sin importar lo que suceda Jesús es, y será por siempre nuestro
apoyo, nuestro refugio, y nuestra medicina.

Mujer: Precioso regalo de Dios.


Dios los bendiga,

Claudia L. Cadavid

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