Professional Documents
Culture Documents
doi: 10.4067/S0717-92272004000400002
ARTÍCULO ORIGINAL
1
Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, Universidad de Concepción, Chile.
2
Unidad de Endocrinología, Hospital del Trabajador, Concepción, Chile.
Correspondencia:
Introducción
Las hormonas tiroideas afectan a todos los órganos y sistemas (1); sin embargo,
el cerebro es el órgano más sensible a su acción, por lo que muchos síntomas de
las disfunciones tiroideas, son de naturaleza psíquica. Los síntomas del
hipotiroidismo son semejantes a los de la depresión y los del hipertiroidismo a los
de los trastornos ansiosos como el trastorno de pánico (3-7). Por ello, según la
Clasificación de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-IV) (8), las
enfermedades médicas como el hipo e hipertiroidismo son criterios de exclusión
para el trastorno depresivo mayor y el trastorno de pánico.
Desde hace varios años se sabe que existe una frecuente asociación entre
trastornos de ánimo y patología tiroidea llegando al 56% de antecedentes de
episodios depresivos en hipotiroidismo subclínico, versus 20% en sujetos
eutiroideos (9). La prevalencia de hipotiroidismo en pacientes depresivos va de 8
a 17% (1,10); sin embargo, otros estudios recientes no encuentran asociación
alguna entre disfunción tiroidea y trastornos depresivos o de pánico (11). En
Chile, Gloger, et al (4) informan en 1997 una prevalencia de 12% de
hipotiroidismo en pacientes con depresión y 9,7% de hipotiroidismo en sujetos
con trastornos de ánimo en el año 2000, de los cuales 61,5% eran
hipotiroidismos subclínicos (12). En depresiones resistentes, hay un 23% a 52%
de hipotiroidismo subclínico (12-14), lo que obliga a descartar hipotiroidismo
cada vez que la terapia antidepresiva no logra los resultados esperados. El
objetivo del presente trabajo es determinar la frecuencia de alteraciones
tiroideas en pacientes con trastorno depresivo mayor, trastorno de pánico o
ambos, sin ninguna comorbilidad física ni psíquica, además sin uso de ningún
tratamiento farmacológico que pudiese alterar la función tiroidea previo al inicio
del estudio. La finalidad es obtener cifras regionales con criterios de inclusión
muy estrictos y relacionarlas con las de los estudios previos.
Método
Resultados
Se estudiaron 30 pacientes, 24 mujeres (80%) y 6 hombres (20%). La edad
promedio fue de 36,8 + 13,2 años (mujeres 38,8 + 12,6 y hombres 28,7 +
13,1). El diagnóstico psiquiátrico fue: trastorno depresivo mayor en 19 pacientes
(63,3%), trastorno de pánico en 3 (10,0%) y trastorno depresivo mayor más
trastorno de pánico en 8 (26,7%).
En los 19 pacientes con trastorno depresivo mayor se encontró que seis tenían
alguna alteración tiroidea (31,6%), de los cuales cuatro presentaban
hipotiroidismo subclínico (21,0%) y dos bocio eutiroideo, uno con Ac TPO (+)
(5,3%) y otro con Ac (-) (5,3%). Si consideramos sólo a las 16 mujeres con
trastorno depresivo mayor, cuatro (25,0%) tenían hipotiroidismo subclínico. De
los tres pacientes que presentaron trastorno de pánico, uno presentaba bocio
eutiroideo (33,3%) y el otro anticuerpo antiperoxidasa (+) sin bocio (33,3%). De
los ocho pacientes con trastorno depresivo mayor más trastorno de pánico, dos
tenían bocio eutiroideo con anticuerpos antiperoxidasa (+) (25,0%). No se
encontró ningún caso de hipotiroidismo clínico, de hipertiroidismo ni de bocio uni
o multinodular.
De los seis hombres estudiados, tres tenían alguna alteración tiroidea (50%);
dos presentaban bocio difuso eutiroideo sin anticuerpos TPO (33,3%) y uno
anticuerpos antitiroideos (+) sin bocio (16,7%).
Tabla 1
Distribución de alteraciones tiroideas según trastornos psiquiátricos
n % n % n % n %
Tabla 2
Frecuencia de patología tiroidea en mujeres según diagnostico
psiquiátrico
n % n % n % n %
Discusión
Según el DSM-IV (8) el trastorno depresivo mayor tiene una prevalencia de vida
de 5%, y el trastorno de pánico de 1,5% a 3,5 %. La comorbilidad de estos
cuadros es alta, un 56% de pacientes con depresión mayor presentan trastorno
de pánico y un 11% de estos últimos hacen cuadros depresivos (19-21). En
Chile, la prevalencia de vida de los trastornos de ánimo es de 15%, la de
depresión mayor de 9% y la de trastorno de pánico de 1,6% (22).
La prevalencia de hipotiroidismo es de 9,5% y la de hipertiroidismo de 2,2%
según el estudio de Colorado que enroló a 25.862 sujetos en Estados Unidos
(23). Según el estudio NHANES III, con 13.344 sujetos, se encontró un 4,6% de
hipotiroidismo (4,3% subclínico o moderado y 0,3% clínico) y un 1,3% de
hipertiroidismo (0,5% clínico y 0,7% subclínico) (24). Otros estudios revelan un
1% a 2% de hipotiroidismo en la población general, pero que aumenta a 8% en
mujeres y 3% en hombres si consideramos el hipotiroidismo subclínico. El
hipotiroidismo es 10 veces más frecuente en la mujer que en el hombre y
aumenta con la edad (25-27). En Chile, en un estudio de 472 sujetos que
concurrieron a control de salud, se encontró un 6,6% de hipotiroidismo del cual
1% fue clínico y 5,6% subclínico (28).
Referencias
15. Robins L N, Wing J, Wittchen HU, Helzer JE, Babor TF, Burke J, et al. The
Composite International Diagnostic Interview: an epidemiologic instrument
suitable for use in conjunction with different diagnostic systems and in different
cultures. Arch Gen Psychiatry 1998; 45: 1069-1077 [ Links ]
16. Wittchen HU, Semler G. Description of Procedures for training in the Use of
the Composite International Diagnostic Interview (CIDI). En CIDI-Core Training
Manual. Geneva : World Health Organization, 1990 [ Links ]
17. Evered DC, Ormston BJ, Smith PA, May R, Bird T. Grades of hypothyroidism.
Br Med J 1973; 1: 657 [ Links ]
18. Keller M. Course, outcome and impact on the community. Acta Psychiatr
Scand 1994; 89: 24-34 [ Links ]
24. Holowell JG, Staehling NW, Flanders WD, Hannon WH, Gunter EW, Spencer
CA, et al. Serum TSH, T (4), and thyroid antibodies in the United States
population (1988-1994): National Health and Nutrition Examination Survey
(NHANES III). J Clin Endocrinol Metab 2002; 87: 489-499 [ Links ]
25. Vanderpump MP, Tumbridge WM. Epidemiology and prevention of clinical and
subclinical hypothyroidism. Thyroid 2002; 12: 839-847 [ Links ]
26. Redmond GP. Hypothyroidism and women's health, Int J Fertil Women's Med
2002; 47: 123-127 [ Links ]
29. Musselmann DL, Nemeroff CB. Depression and endocrine disorder: focus on
the thyroid and adrenal system. Br J Psychiatry Suppl 1996; 30: 123-128
[ Links ]
30. Esposito S, Prange AJ, Golden RN. The Thyroid axis and mood disorders.
Overview and future prospects. Psychopharmacol Bull 1997; 33: 207-217
[ Links ]
33. Berlin I, Payan C, Corruble E, Puech AJ. Serum Thyroid stimulating hormone
concentration as an index of severity of mayor depresion. Int
Neuropsychopharmacol 1999; 2: 105-110 [ Links ]
40. Simon MN, Blacker D, Korbly NB, Sharma SG, Worthington JJ, Otto MW, et
al. Hypothyroidism and hyperthyroidism in anxiety disorders revisited: new data.
J Affect Disord 2002; 69: 209-217 [ Links ]
Correspondencia:
Benjamín Vicente P.
Departamento de Psiquiatría y Salud Mental
Facultad de Medicina, Universidad de Concepción
Casilla 160-C, Concepción-Chile.
Fono-Fax: 56-41-312799/204299.
E-mail:bvicent@udec.cl