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SERMÓN 1

Siempre útiles (Jóvenes)

Tema: Liderazgo juvenil/Actitud frente a las críticas.


Texto clave: Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio. (2
Timoteo 4:11).
Objetivo o propósito: Ayudar y motivar a los jóvenes para lidiar con la frustración y el juicio
agudo de los líderes adultos.
1) Saber. Que el autor del primer evangelio escrito en la historia, fue un joven
“rechazado por Pablo debido a uno de sus mayores errores.
2) Sentir. Entusiasmo al saber que nuestros errores no definen nuestro futuro y que
siempre es posible revertir nuestros fracasos.
3) Hacer. Resolver prepararnos y participar en la labor misionera para conservarnos ser
siempre útiles en el ministerio.

Introducción

El abuelo Roberto solía salir temprano rumbo a su trabajo al campo, tenía un pequeño
plantío de plátanos y algunas secciones de maíz que solía cuidar muy bien porque eran las
que le proveían el sustento para la abuela y él, también era conocido por ser casi nulo al
expresar simpatía y más bien era de carácter rudo y áspero.

Sin embargo, eso no importo para que aceptara la propuesta de recibir un poco de
“ayuda” extra en sus tareas de parte de sus dos nietos, mi hermano y yo; a decir verdad, al
parecer le emocionó la idea ya que era la primera vez que lo acompañábamos y tener de
compañía a dos hombres de diez años debió emocionarle, aunque como dije, su rostro adusto
no lo reflejaba.

Como haya sido, aquella mañana emprendimos la aventura, “uncimos” el caballo, nos
subimos al viejo “carretón” y entre improperios, maldiciones y varios azotes al pobre animal,
el buen cristiano don Roberto Venegas nos llevó su lugar de labores. La verdad es que era
poca o más bien nula la ayuda que podíamos dar, así que sus indicaciones fueron claras y
bastantes sencillas: “Quédense aquí y espérenme, si pasa algo grítenme fuerte, estaré por
allá trabajando”, Nos dejó un enmohecido machete y una botella de agua se despidió y luego
se perdió entre la maleza, estaría como a unos cincuenta metros de distancia de nosotros
porque oíamos los golpes del machete.

Como era de esperarse, los dos chiquillos inquietos buscamos muy pronto como
entretenernos, y se nos ocurrió que una buena forma de iniciarnos como campesinos era
cortando algunas pequeñas plantas de plátano y luego azotar las hojas de otras con unas
varas, aquello era muy divertido, pero luego tal cual Eva y Adán nos dimos cuentas que eso
no le causaría ninguna gracia al abuelo, nos llenó de terror pensar en lo que podría pasar si
se enterará, la imagen de su “terrible ira” nublo nuestro juicio, y decidimos abandonar la
escena del crimen antes de que el llegará, emprendimos la huida de regreso a casa que estaría
a unos 6 kilómetros. Y ahí dejamos al abuelo, sólo en el campo, sin darle ni siquiera una
pista de nuestro paradero.
Cuando el pobre viejo regreso a ver como estaban sus nietos se “lleno de espanto” al no
encontrarnos, nos buscó por todos lados, grito al aire nuestros nombres, se internó entre la
maleza, su imaginación saco varias conclusiones sobre qué sería de nuestro paradero,
incluso recurrió a las leyendas náhuatl: ¿Se los llevaría la malhora o el sombreron? Con
remordimiento y desesperación, dejó caballo y carretón y decidió regresar a casa, caminó
esos 6 kilómetros de una carretera empedrada con las inclemencias del sol de medio día y
ahí nos descubrió, los dos simpáticos “campesinos” que habían fracasado en su primera
experiencia de trabajo.

Quizás esta demás decir que don Roberto resolvió aquel mismo día nunca más llevar a
su parcela a aquellos dos “desertores… que no lo habían acompañado a aquella obra” (Hechos
15:38).

¿Has tenido una experiencia similar? ¿Desertaste alguna vez de una tarea importante?
Deseabas realmente ayudar, querías colaborar de buena gana, pero algo paso, te
desanimaste, tuviste miedo, no supiste como hacer las cosas, o simplemente fracasaste en el
intento, decepcionaste a muchos, o esperaban más de ti, al parecer los resultados no fueron
suficientes, y eso no solo hizo que te juzgarán severamente, sino que te “marco” ante los
demás. Yo también y muchos más hemos estado ahí. De hecho, el autor del primer evangelio
que se escribió, Marcos, fue un joven “rechazado” por Pablo debido a uno de sus mayores
errores, pero logró revertir su fracaso y llegar a “ser útil en el ministerio” ¿Quieres saber
cómo lo logró?

I. La soledad de Pablo
a. Desde una fría y húmeda mazmorra, Pablo, el misionero incansable y
gran propagador del evangelio escribe su segunda carta a Timoteo, su
“hijo amado”, le da indicaciones y enseñanzas sobre su labor
ministerial, y antes de terminar dedica algunas líneas para tratar asuntos
personales, hacerle algunos pedidos especiales y mandar sus saludos.
b. Quiero que observemos dos cosas importantes, de esta sección de la
carta a Timoteo:
i. vv. 9–13 Primero Pablo abre su corazón, habla de su soledad y
de cómo sus colaboradores “desampararon”. Expresa ideas como
estas: “procura venir pronto a verme” (v. 9), “Demas me ha
desamparado” (v.10), hace una lista de los que estaban con él y
se fueron, a continuación, dice “En mi primera defensa ninguno
estuvo conmigo, sino que todos me desampararon, no les esa
tomado en cuenta” (v. 16), y una vez más le repite a Timoteo
“procura venir antes del invierno” (v. 21). Pablo sabe que se
está acercando al final de su carera, así lo dijo en los versículos
anteriores: 6-8. Por eso le pide a Timoteo que llegué pronto,
quiere tenerele con él, pero también le pide que no llegue sólo
sino que se traiga a Juan Marcos “porque me es útil para el
ministerio” (v. 11) En sus horas más tristes y nostálgicas Pablo
solicita un ayudante “útil”. Ya tiene consigo a Lucas, pero Pablo
desea más compañía, fortalecer con la presencia de dos jóvenes
Timoteo y Juan Marcos.
c. Pero el apóstol no solo desea compañía y una buena charla, el pide un
colaborador “útil”. Predicar el evangelio en Roma no era cosa fácil, y
menos ante un ambiente tan hostil, por otro lado, uno de sus
colaboradores cercanos, Demas, lo había abandonado, este mismo había
estado con Pablo en Roma en ocasiones anteriores (Flm. 24), pero ahora
le había causado frustración, y quizás esta sea la razón principal de su
nostalgia, él dice: “me ha desamparado, amando este mundo”, por ello
busca un nuevo colaborador “útil”, más confiable, alguien con las
capacidades para compartir el evangelio en Roma, que no ame este
mundo y sobre todo que no lo vaya a desamparar. Y él ya pensó en esa
persona, le pide a su hijo espiritual “trae contigo a Juan Marcos porque
me es útil para el ministerio”.
II. De desertor a ministro útil
a. ¡¿Juan Marcos?! Hechos 13:5 nos informa que en el primer viaje
misionero de Pablo y Bernabé, Juan Marcos, que era sobrino de este
último (Col. 4:10), los acompaño, pero por alguna extraña razón, apenas
comenzando el viaje misionero, deserto llegando a Panfilia. No es muy
difícil imaginar cual podría haber sido la razón de su fracaso misionero,
su falta de experiencia, quizás se emocionó al escuchar los informes
misioneros que leían en su iglesia, y pronto descubrió que la realidad
siempre frustra a la imaginación:
i. En ese primer viaje misionero persiguieron a Pablo y Bernabe y
los expulsaron de los límites de Antioquía de Pisidia (Hechos
13:50).
ii. Luego se fueron a Iconio y también salieron huyendo de ahí
porque los judíos fueron en “búsqueda y captura” para
apedrearlos (Hechos 14:5, 6).
iii. En Listra causaron una gran excitación, la comunidad creyó que
eran los dioses Júpiter y Mercurio, pero cuando los
desengañaron de esa idea los mismos judíos que los habían
perseguido desde Iconio y Antioquía incitaron a la multitud y le
dieron una buena pedriza a Pablo que literalmente lo dejaron
medio-muerto y lo arrastraron fuera de la ciudad (Hechos 14:11-
19).
b. Pues con razón Juan Marcos se regresó, de hecho desertó a tiempo. Sin
embargo, esto no le causo ninguna gracia a Pablo y tal fue su enfado
que cuando estaban organizando su segundo viaje misionero y Bernabé
propuso invitar otra vez a su sobrino, a Pablo no “le pareció la idea… y
hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro”
(Hechos 15:36-40). Hay dos asuntos aquí que personalmente me
incomodan:
i. Primero es que nadie quiso ceder, para solucionar cualquier
conflicto es necesario ceder un poco de terreno a la contra parte,
aparentemente Pablo tenía razón: ¿cómo iba a llevar consigo a
un desertor una tarea tan desafiante? Se necesitaba coraje,
entrega, disposición a padecerlo todo, y al parecer Juan Marcos
no tenía eso ¿O si?. El caso es que Pablo no tenía paciencia para
averiguarlo y no estaba dispuesto a darle otra oportunidad al
muchacho. Por otro lado Bernabé insistió y tampoco quiso
desistir de su intención de llevarlo, estaba tan decidido que eso
causo la fractura de ese equipo misionero, el tiempo le dio la
razón a Bernabé, el muchacho tenía madera, podía lograr su
cometido pero necesitaba tiempo y un buen maestro, alguien que
con paciencia lo instruyera, y al parecer Pablo también aprendió
esa lección.
ii. Lo segundo que me incomoda es que Lucas relata en Hechos
15:40 que “Pablo escogiendo a Silas, salió encomendado por
los hermanos a la gracia del Señor” Y enfatizo esta línea
“encomendado por los hermanos”, al parecer la iglesia tampoco
creyó en que Bernabé y su primo desertor tuvieran éxito, o a
Lucas no le pareció interesante esa pareja que prácticamente la
dejó en el olvido y siguió en su relato a Pablo. Creo que la
mayoría de los líderes creyeron que Juan Marcos no tenía mucho
futuro como misionero.
c. Sin embargo, ahora en su mazmorra en Roma Pablo está pensando que
puede ser de utilidad. Él apóstol está hablando de desertores, menciona
que Demas lo desamparo y que necesita un obrero útil y ahora está
pidiendo a ¡otro antiguo desertor! ¿Es Juan Marcos, a la vuelta de los
años, una persona de fiar? ¿Puede ese joven que también lo abandono
en Panfilia, ser de confianza? ¿Por qué el apóstol esta tan seguro que él
es la persona idónea para el ministerio en Roma? Pues el Apóstol dice
que sí.
d. Y tengo más preguntas: si el apóstol necesitaba ayuda en Roma ¿Por
qué entonces no retuvo a Crescente que se fue a Galacia, o a Tito que
fue a Dalmacia? ¿Por qué mandó a Tíquico a Éfeso? ¿Es acaso Juan
Marcos más “útil” para el trabajo misionero en la capital del imperio
que aquellos? Para Pablo no hay duda, la respuesta es sí. Y esto no es
poca cosa el apóstol aún en su prisión sigue siendo el líder máximo de
misiones, organiza, instruye, comisiona y envía a otros a la labor
misionera.

Conclusión
Por ahora concluiré con tres lecciones que me parecen importantes:
1. “El fracaso llega primero antes que el éxito”. No esperes triunfar sin
primero fracasar, te equivocaras muchas veces antes de llegar a tener la
experiencia necesaria, todos tenemos que pasar por ese camino ya seas
predicador, instructor bíblico, misionero, evangelista, etc.
2. Los grandes líderes también pueden equivocarse. El liderazgo cristiano
no es símbolo de perfección o infalibilidad, recuerda que con Juan Marco
también muchos se equivocaron.
3. Aprende de tus errores y supérate a ti mismos. Tarde o temprano vendrá
otra oportunidad de servicio, si aprendes las lecciones de tu fracaso y
perfeccionas tus habilidades, estarás listo para ellas.
SERMÓN 2
Siempre útiles (Mentores)
(Parte II)

Tema: Liderazgo juvenil/Actitud frente a las críticas (diligencia).


Texto clave: Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el
evangelio al principio. (Gálatas 4:13).
Objetivo o propósito: Brindar 3 consejos a los jóvenes sobre como lidiar con la frustración y
el juicio agudo de los líderes adultos, Brindar tres consejos.
4) Saber. Que el esfuerzo arduo y bien hecho es una llave que abre infinidades de
puertas.
5) Sentir. Entusiasmo al implementar este maravilloso valor en nuestras vidas y gozar de
su fruto.
6) Hacer. Ponernos en las manos de Dios y trabajar con gran esmero y laboriosidad.

Introducción

Lucía es una cristiana que asiste con regularidad a su congregación y participa de las
actividades, pero ahora se encontraba hospitalizada, se había sentido mal por varios días y
ahora le estaban practicando algunos estudios clínicos para determinar la causa de sus
malestares. Compartía el mismo cuarto de hospital con otros 5 pacientes más; por políticas
del hospital nadie más podía estar con ellos, ni aún sus familiares, a excepción de los horarios
de visita. Frente a su cama se encontraba una ancianita que tenía muchas dificultades para
poder levantarse, lo que era necesario para poder hacer sus necesidades y asearse.

Lucía y otra de las pacientes vieron ahí una oportunidad de servicio, bajaban de sus
camas para auxiliar a esta ancianita, la atendían y bañaban cada vez que podían. Cuando aún
estaba en el hospital la visité con la intención de darle ánimo y orar con ella, pero fui yo
quien salió animado de ese cuarto. Al escuchar su testimonio me llene de entusiasmo,
agradecimos a Dios por eso y oramos juntos, y acordamos que en mi siguiente visita le
llevaría algunos libros y revistas para que los compartiera con sus compañeras de cuarto.

Algo similar a esto paso con el apóstol Pablo según nos cuenta el mismo en su carta a
los Gálatas 4:13 “Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os
anuncié el evangelio al principio”. A nadie le gusta estar enfermo, mucho menos
hospitalizado, pero ¿qué pasaría si este hecho molesto y desagradable para nosotros puede ser
trocado por una oportunidad de salvación para alguien más? Quiero plantearte tres importantes
reflexiones de esta porción de la carta de Pablo.

I. Todo momento y oportunidad es idóneo para predicar el evangelio.


a. (Deuteronomio 4:9) Dios quiere que nunca olvidemos ni nos apartemos
de Su Palabra y que se la enseñemos a nuestros hijos.
b. (Efes 5:15) Dios quiere que no andemos como los necios sino como los
sabios.
c. (2Timoteo 2:15) Dios quiere que nos presentemos como obreros
aprobados y que no tengamos nada de qué avergonzarnos.
d. (Hebreos 2:1) Dios quiere que atendamos a las cosa que hemos oído y
aprendido para no deslizarnos.
e. (2Pedro 2:14) Dios quiere que seamos hallados delante de Dios sin
mancha.
II. Predicar el evangelio es un modo de vida. Félix Cortés señala que el esfuerzo
y el trabajo honrado tienen implicaciones profundas en el desarrollo de un
carácter armonioso.
a. El trabajo debe hacerse bien, no solo para conseguir un salario
honradamente, sino por nuestra propia dignidad. Al cumplir bien con
nuestras tareas estamos fortaleciendo nuestro carácter. "La laboriosidad,
la diligencia, el trabajo duro, son los elementos máximos que abonan el
terreno de la vida para que medre lozana la planta del carácter" (Félix
Cortés A., Vivir para triunfar, 50-51).
b. "La edificación de nuestro carácter tiene que ser la primera y mayor
obra de nuestra vida. Y para formar un carácter firme y equilibrado,
fundamentado de una personalidad triunfadora, es necesario trabajar con
esfuerzo y perseverancia para ser ciudadanos útiles ya que la ociosidad
es madre de todos los vicios” (Ibíd, 63).
III. Nuestros infortunios pueden esconder una bendición Sera recompensado
por su trabajo (Proverbios 12:14): El hombre será saciado de bien del fruto de
su boca; Y le será pagado según la obra de sus manos.
a. Tiene pensamientos de abundancia (Proverbios 21:5): Los
pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas
todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.
b. Tendrá perseverancia (Proverbios 12:11): El que labra su tierra se
saciará de pan; Mas el que sigue a los vagabundos es falto de
entendimiento.
c. Cumple sus deseos (Proverbios 13:4): El alma del perezoso desea, y
nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada.
d. Sera gobernante (Proverbios 12:24): La mano de los diligentes
señoreará; Mas la negligencia será tributaria.
e. Se rodeará de gente importante (Proverbios 22:29): ¿Has visto
hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará
delante de los de baja condición.
f. Posee un tesoro (Proverbios 12:27): El indolente ni aun asará lo que ha
cazado; Pero haber precioso del hombre es la diligencia.
g. Siempre da fruto (Proverbios 14:23): En toda labor hay fruto; Mas las
vanas palabras de los labios empobrecen.
h. Dios abre sus caminos (Proverbios 15:19): El camino del perezoso es
como seto de espinos; Mas la vereda de los rectos, como una calzada

Conclusión
En la vida tenemos que ejercer diligencia con pronta solicitud a todo lo que se
nos ha encomendado. Sin embargo, lo que requiere de nuestra total diligencia es en
buscar y agradar a Dios. Recordemos que donde pasaremos la eternidad depende de
cómo vivamos en la vida presente y de cómo seamos diligentes en obedecer a nuestro
hacedor.
Puntos a recordar
1. El valor y el esfuerzo son virtudes que Dios espera que sus hijos desarrollen.
2. El trabajo esforzado tiene importantísimas implicaciones en desarrollo de un carácter
armonioso.
3. Ser diligente y esforzado, tiene buenos dividendos también en la calidad de vida.
Actividad de oración
Una oración en general pidiéndole a Dios que nos enseñe a ser diligentes.
SERMÓN 3
Fieles al deber

Tema: Valor o esfuerzo (diligencia).


Texto clave: Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el
evangelio al principio. (Gálatas 4:13).
Objetivo o propósito: Hallar gracia delante de Dios siendo diligente en toda obra que
emprendamos.
7) Saber. Que el esfuerzo arduo y bien hecho es una llave que abre infinidades de
puertas.
8) Sentir. Entusiasmo al implementar este maravilloso valor en nuestras vidas y gozar de
su fruto.
9) Hacer. Ponernos en las manos de Dios y trabajar con gran esmero y laboriosidad.

Introducción

Diligencia es el "Amor al trabajo manifestado con el aprovechamiento del tiempo, en la


diligencia por hacer la tarea encomendada y en el esfuerzo para conducirla y hacerla bien.
Dedicación, constancia y cuidado en el trabajo." La diligencia es un valor que no se
desarrolla automáticamente, es una importante característica que hay que buscarla y
perfeccionarla. La Escritura nos exhorta a ser diligentes en buscar las virtudes espirituales y
el conocimiento de la Palabra de Dios las cuales nos hacen sabios para la salvación (2
Timoteo. 3:15).

IV. ¿En que cosas quiere el señor que seamos diligentes?


a. (Deuteronomio 4:9) Dios quiere que nunca olvidemos ni nos apartemos
de Su Palabra y que se la enseñemos a nuestros hijos.
b. (Efes 5:15) Dios quiere que no andemos como los necios sino como los
sabios.
c. (2Timoteo 2:15) Dios quiere que nos presentemos como obreros
aprobados y que no tengamos nada de qué avergonzarnos.
d. (Hebreos 2:1) Dios quiere que atendamos a las cosa que hemos oído y
aprendido para no deslizarnos.
e. (2Pedro 2:14) Dios quiere que seamos hallados delante de Dios sin
mancha.
V. Tercera ley del éxito: Félix Cortés señala que el esfuerzo y el trabajo honrado
tienen implicaciones profundas en el desarrollo de un carácter armonioso.
a. El trabajo debe hacerse bien, no solo para conseguir un salario
honradamente, sino por nuestra propia dignidad. Al cumplir bien con
nuestras tareas estamos fortaleciendo nuestro carácter. "La laboriosidad,
la diligencia, el trabajo duro, son los elementos máximos que abonan el
terreno de la vida para que medre lozana la planta del carácter" (Félix
Cortés A., Vivir para triunfar, 50-51).
b. "La edificación de nuestro carácter tiene que ser la primera y mayor
obra de nuestra vida. Y para formar un carácter firme y equilibrado,
fundamentado de una personalidad triunfadora, es necesario trabajar con
esfuerzo y perseverancia para ser ciudadanos útiles ya que la ociosidad
es madre de todos los vicios” (Ibíd, 63).
VI. Escoger la diligencia en lugar de la pereza
a. Sera recompensado por su trabajo (Proverbios 12:14): El hombre
será saciado de bien del fruto de su boca; Y le será pagado según la obra
de sus manos.
b. Tiene pensamientos de abundancia (Proverbios 21:5): Los
pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas
todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.
c. Tendrá perseverancia (Proverbios 12:11): El que labra su tierra se
saciará de pan; Mas el que sigue a los vagabundos es falto de
entendimiento.
d. Cumple sus deseos (Proverbios 13:4): El alma del perezoso desea, y
nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada.
e. Sera gobernante (Proverbios 12:24): La mano de los diligentes
señoreará; Mas la negligencia será tributaria.
f. Se rodeará de gente importante (Proverbios 22:29): ¿Has visto
hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará
delante de los de baja condición.
g. Posee un tesoro (Proverbios 12:27): El indolente ni aun asará lo que ha
cazado; Pero haber precioso del hombre es la diligencia.
h. Siempre da fruto (Proverbios 14:23): En toda labor hay fruto; Mas las
vanas palabras de los labios empobrecen.
i. Dios abre sus caminos (Proverbios 15:19): El camino del perezoso es
como seto de espinos; Mas la vereda de los rectos, como una calzada

Conclusión
En la vida tenemos que ejercer diligencia con pronta solicitud a todo lo que se
nos ha encomendado. Sin embargo, lo que requiere de nuestra total diligencia es en
buscar y agradar a Dios. Recordemos que donde pasaremos la eternidad depende de
cómo vivamos en la vida presente y de cómo seamos diligentes en obedecer a nuestro
hacedor.
Puntos a recordar
4. El valor y el esfuerzo son virtudes que Dios espera que sus hijos desarrollen.
5. El trabajo esforzado tiene importantísimas implicaciones en desarrollo de un carácter
armonioso.
6. Ser diligente y esforzado, tiene buenos dividendos también en la calidad de vida.
Actividad de oración
Una oración en general pidiéndole a Dios que nos enseñe a ser diligentes.
SERMÓN 4
6 Principios estratégicos para el trabajo misionero

Tema: Valor o esfuerzo (diligencia).


Texto clave: Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese
sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno. (Romanos 15:20).
Objetivo o propósito: Hallar gracia delante de Dios siendo diligente en toda obra que
emprendamos.
10) Saber. Que el esfuerzo arduo y bien hecho es una llave que abre infinidades de
puertas.
11) Sentir. Entusiasmo al implementar este maravilloso valor en nuestras vidas y gozar de
su fruto.
12) Hacer. Ponernos en las manos de Dios y trabajar con gran esmero y laboriosidad.

Introducción

Diligencia es el "Amor al trabajo manifestado con el aprovechamiento del tiempo, en la


diligencia por hacer la tarea encomendada y en el esfuerzo para conducirla y hacerla bien.
Dedicación, constancia y cuidado en el trabajo." La diligencia es un valor que no se
desarrolla automáticamente, es una importante característica que hay que buscarla y
perfeccionarla. La Escritura nos exhorta a ser diligentes en buscar las virtudes espirituales y
el conocimiento de la Palabra de Dios las cuales nos hacen sabios para la salvación (2
Timoteo. 3:15).

VII. ¿En que cosas quiere el señor que seamos diligentes?


a. (Deuteronomio 4:9) Dios quiere que nunca olvidemos ni nos apartemos
de Su Palabra y que se la enseñemos a nuestros hijos.
b. (Efes 5:15) Dios quiere que no andemos como los necios sino como los
sabios.
c. (2Timoteo 2:15) Dios quiere que nos presentemos como obreros
aprobados y que no tengamos nada de qué avergonzarnos.
d. (Hebreos 2:1) Dios quiere que atendamos a las cosa que hemos oído y
aprendido para no deslizarnos.
e. (2Pedro 2:14) Dios quiere que seamos hallados delante de Dios sin
mancha.
VIII. Tercera ley del éxito: Félix Cortés señala que el esfuerzo y el trabajo honrado
tienen implicaciones profundas en el desarrollo de un carácter armonioso.
a. El trabajo debe hacerse bien, no solo para conseguir un salario
honradamente, sino por nuestra propia dignidad. Al cumplir bien con
nuestras tareas estamos fortaleciendo nuestro carácter. "La laboriosidad,
la diligencia, el trabajo duro, son los elementos máximos que abonan el
terreno de la vida para que medre lozana la planta del carácter" (Félix
Cortés A., Vivir para triunfar, 50-51).
b. "La edificación de nuestro carácter tiene que ser la primera y mayor
obra de nuestra vida. Y para formar un carácter firme y equilibrado,
fundamentado de una personalidad triunfadora, es necesario trabajar con
esfuerzo y perseverancia para ser ciudadanos útiles ya que la ociosidad
es madre de todos los vicios” (Ibíd, 63).
IX. Escoger la diligencia en lugar de la pereza
a. Sera recompensado por su trabajo (Proverbios 12:14): El hombre
será saciado de bien del fruto de su boca; Y le será pagado según la obra
de sus manos.
b. Tiene pensamientos de abundancia (Proverbios 21:5): Los
pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas
todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.
c. Tendrá perseverancia (Proverbios 12:11): El que labra su tierra se
saciará de pan; Mas el que sigue a los vagabundos es falto de
entendimiento.
d. Cumple sus deseos (Proverbios 13:4): El alma del perezoso desea, y
nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada.
e. Sera gobernante (Proverbios 12:24): La mano de los diligentes
señoreará; Mas la negligencia será tributaria.
f. Se rodeará de gente importante (Proverbios 22:29): ¿Has visto
hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará
delante de los de baja condición.
g. Posee un tesoro (Proverbios 12:27): El indolente ni aun asará lo que ha
cazado; Pero haber precioso del hombre es la diligencia.
h. Siempre da fruto (Proverbios 14:23): En toda labor hay fruto; Mas las
vanas palabras de los labios empobrecen.
i. Dios abre sus caminos (Proverbios 15:19): El camino del perezoso es
como seto de espinos; Mas la vereda de los rectos, como una calzada

Conclusión
En la vida tenemos que ejercer diligencia con pronta solicitud a todo lo que se
nos ha encomendado. Sin embargo, lo que requiere de nuestra total diligencia es en
buscar y agradar a Dios. Recordemos que donde pasaremos la eternidad depende de
cómo vivamos en la vida presente y de cómo seamos diligentes en obedecer a nuestro
hacedor.
Puntos a recordar
7. El valor y el esfuerzo son virtudes que Dios espera que sus hijos desarrollen.
8. El trabajo esforzado tiene importantísimas implicaciones en desarrollo de un carácter
armonioso.
9. Ser diligente y esforzado, tiene buenos dividendos también en la calidad de vida.
Actividad de oración
Una oración en general pidiéndole a Dios que nos enseñe a ser diligentes.
SERMÓN 5
4 Cualidades de una iglesia vibrante

Tema: Valor o esfuerzo (diligencia).


Texto clave: Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a
todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo. (Romanos 1:8).
Objetivo o propósito: Hallar gracia delante de Dios siendo diligente en toda obra que
emprendamos.
13) Saber. Que el esfuerzo arduo y bien hecho es una llave que abre infinidades de
puertas.
14) Sentir. Entusiasmo al implementar este maravilloso valor en nuestras vidas y gozar
de su fruto.
15) Hacer. Ponernos en las manos de Dios y trabajar con gran esmero y laboriosidad.

Introducción

Diligencia es el "Amor al trabajo manifestado con el aprovechamiento del tiempo, en


la diligencia por hacer la tarea encomendada y en el esfuerzo para conducirla y hacerla
bien. Dedicación, constancia y cuidado en el trabajo." La diligencia es un valor que no se
desarrolla automáticamente, es una importante característica que hay que buscarla y
perfeccionarla. La Escritura nos exhorta a ser diligentes en buscar las virtudes espirituales
y el conocimiento de la Palabra de Dios las cuales nos hacen sabios para la salvación (2
Timoteo. 3:15).

X. ¿En que cosas quiere el señor que seamos diligentes?


a. (Deuteronomio 4:9) Dios quiere que nunca olvidemos ni nos
apartemos de Su Palabra y que se la enseñemos a nuestros hijos.
b. (Efes 5:15) Dios quiere que no andemos como los necios sino como
los sabios.
c. (2Timoteo 2:15) Dios quiere que nos presentemos como obreros
aprobados y que no tengamos nada de qué avergonzarnos.
d. (Hebreos 2:1) Dios quiere que atendamos a las cosa que hemos oído
y aprendido para no deslizarnos.
e. (2Pedro 2:14) Dios quiere que seamos hallados delante de Dios sin
mancha.
XI. Tercera ley del éxito: Félix Cortés señala que el esfuerzo y el trabajo
honrado tienen implicaciones profundas en el desarrollo de un carácter
armonioso.
a. El trabajo debe hacerse bien, no solo para conseguir un salario
honradamente, sino por nuestra propia dignidad. Al cumplir bien con
nuestras tareas estamos fortaleciendo nuestro carácter. "La
laboriosidad, la diligencia, el trabajo duro, son los elementos
máximos que abonan el terreno de la vida para que medre lozana la
planta del carácter" (Félix Cortés A., Vivir para triunfar, 50-51).
b. "La edificación de nuestro carácter tiene que ser la primera y mayor
obra de nuestra vida. Y para formar un carácter firme y equilibrado,
fundamentado de una personalidad triunfadora, es necesario trabajar
con esfuerzo y perseverancia para ser ciudadanos útiles ya que la
ociosidad es madre de todos los vicios” (Ibíd, 63).
XII. Escoger la diligencia en lugar de la pereza
a. Sera recompensado por su trabajo (Proverbios 12:14): El hombre
será saciado de bien del fruto de su boca; Y le será pagado según la
obra de sus manos.
b. Tiene pensamientos de abundancia (Proverbios 21:5): Los
pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas
todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.
c. Tendrá perseverancia (Proverbios 12:11): El que labra su tierra se
saciará de pan; Mas el que sigue a los vagabundos es falto de
entendimiento.
d. Cumple sus deseos (Proverbios 13:4): El alma del perezoso desea, y
nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada.
e. Sera gobernante (Proverbios 12:24): La mano de los diligentes
señoreará; Mas la negligencia será tributaria.
f. Se rodeará de gente importante (Proverbios 22:29): ¿Has visto
hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará
delante de los de baja condición.
g. Posee un tesoro (Proverbios 12:27): El indolente ni aun asará lo que
ha cazado; Pero haber precioso del hombre es la diligencia.
h. Siempre da fruto (Proverbios 14:23): En toda labor hay fruto; Mas
las vanas palabras de los labios empobrecen.
i. Dios abre sus caminos (Proverbios 15:19): El camino del perezoso
es como seto de espinos; Mas la vereda de los rectos, como una
calzada

Conclusión
En la vida tenemos que ejercer diligencia con pronta solicitud a todo lo que se
nos ha encomendado. Sin embargo, lo que requiere de nuestra total diligencia es en
buscar y agradar a Dios. Recordemos que donde pasaremos la eternidad depende de
cómo vivamos en la vida presente y de cómo seamos diligentes en obedecer a nuestro
hacedor.
Puntos a recordar
10. El valor y el esfuerzo son virtudes que Dios espera que sus hijos desarrollen.
11. El trabajo esforzado tiene importantísimas implicaciones en desarrollo de un
carácter armonioso.
12. Ser diligente y esforzado, tiene buenos dividendos también en la calidad de vida.
Actividad de oración
Una oración en general pidiéndole a Dios que nos enseñe a ser diligentes.

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