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SERMÓN 2

Principios estratégicos para el trabajo misionero de Pablo

Tema: Organización y planeación en el trabajo misionero


Texto clave: Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya
hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno. (Romanos 15:20).
Objetivo o propósito: Mostrar a los oyentes algunos principios prácticos presentes en la
estrategia del trabajo misionero de Pablo.
1) Saber. Que el apóstol tenía una estrategia definida para su labor misionera.
2) Sentir. El deseo de conocer mejor la labor misionera de Pablo y tener una
experiencia propia.
3) Hacer. Poner en práctica los principios misioneros de Pablo.

Introducción

Suele decirse que si quieres ser el mejor tienes que aprender de los mejores, y dado que
la tarea del evangelismo es una obra importante, incluso de alcances eternos, haríamos bien
en aprender sobre cómo realizar esta tarea de unos de los personajes bíblicos que, después de
Cristo, fue el mejor misionero y estratega evangelístico, y me refiero al apóstol Pablo.

Al analizar brevemente como hacía su tarea y programaba sus viajes misioneros podemos
aprender como enfrentar este mismo desafío con éxito. En Romanos 15:20-27 podemos
encontrar al menos 6 principios básicos para el trabajo misionero, revisemos primero el texto:

“Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido


nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escrito:

Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán;

Y los que nunca han oído de él, entenderán.

Por esta causa me he visto impedido muchas veces de ir a vosotros. Pero ahora, no
teniendo más campo en estas regiones, y deseando desde hace muchos años ir a vosotros,
cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado
allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros. Mas ahora voy a Jerusalén para
ministrar a los santos. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para
los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. Pues les pareció bueno, y son
deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes
espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales”. (Romanos 15:20-27)
I. Predicar el evangelio también requiere de buena planeación y
estrategia:
a. Una ilustración de trabajar sin una estrategia clara: Mientras me
encontraba en Baja California Sur conocí a un hombre se dedicaba
vender ropa casa por casa, era muy entusiasta en la obra misionera, le
apasionaba dar estudios bíblicos, un misionero incansable, decía
tener muchos estudios bíblicos; el problema era que no tenía un plan
claro para atenderlos, era muy desorganizado en muchos aspectos de
la tarea evangelística, ni siquiera sabía cuántos estudios bíblicos
tenía, invertía mucho tiempo y recursos en gasolina y otros gastos, y
se quejaba a menudo de que no encontraba a las personas cuando iba
a estudiar con ellas, pero en realidad nunca horario fijo para estudiar
con ellos las siguientes lecciones.
b. Pablo tenía una estrategia definida: Pablo era un misionero
inteligente y organizado, en el texto citado anteriormente
encontramos esta declaración, según la versión Reina Valera 1960:
“de esta manera me esforcé a predicar el evangelio” (v.15),
resaltemos esta palabra “manera”, mientras que en la versión Nueva
Versión Internacional traduce: “mi propósito ha sido predicar el
evangelio”. Lo que quiero que notemos aquí es que el apóstol tenía
una estrategia definida de trabajo, no predicaba al azar o donde se le
ocurriera, escogía bien los lugares donde quería predicar, había
definido con claridad su territorio misionero o las características que
debían tener para predicar, de hecho, con solo revisar los mapas de
las rutas misioneras de Pablo no tamos un sentido lógico en su viaje,
en este pasaje el revela al menos tres aspectos de su estrategia:
i. Lugares nuevos donde no hubiera otro predicando.
ii. Avance progresivo, primero lugares cercanos luego España.
iii. No moverse hasta no acabar el territorio. “no teniendo más
campo” (v. 23)
c. Ten una estrategia clara: En ocasiones muy precisa el Espíritu
Santo le guiaba a los lugares donde tenía que predicar, pero mientras
tanto él tenía ya una ruta planeada. Todo buen misionero debería
tener un plan definido de trabajo, esto puede darle varias ventajas:
i. Optimización de recursos (tiempo, dinero esfuerzo).
ii. Poder trazar tu siguiente movimiento con anticipación.
iii. Conseguir colaboradores, y estos te podrán seguir sin
problemas. Ojo aquí, a menudo Pablo dejaba a algunos de sus
colaboradores en cierta ciudad y ellos podían alcanzarlo con
cierta facilidad, ellos sabían dónde estaría, ¿te imaginas si
Pablo se hubiera movido a donde se le ocurriera cada vez que
terminara de predicar en una ciudad? Eso sería un caos.
II. Un misionero no debe trabajar solo, debe buscar la colaboración de la
iglesia.
a. Cuando vaya a España, iré a vosotros… espero ser en caminado
por vosotros allá: Es claro que Pablo no iba de paseo, ni a España ni
a Roma, su estrategia es clara quiere ser encaminado allá, en otras
palabras, busca la colaboración de la iglesia más cercana.
b. Este es un excelente principio, para tener éxito en la labor misionera
no debes (ni podrás) trabajar solo, busca colaboradores no solo que te
acompañen en la obra sino personas que puedan patrocinar e
involucrarse en la atención de esos nuevos lugares.
c. Otro aspecto que podríamos analizar aquí es que Pablo está
planeando su siguiente viaje misionero incluso cuando está
terminando uno, y recuerda que eso era muy costo en aquellas
épocas, esto tiene grandes implicaciones:
i. El mejor momento para planear es cuando el plan actual está
por terminarse.
ii. Notifica a la iglesia con tiempo de tus próximo proyectos
misioneros, eso les dará tiempo de prepararse.
iii. Al final Pablo no pudo llegar a España y Dios ya se lo había
revelado (Hechos 20:22-25, 36-38). Y aun así el proyecto ya
estaba hecho, de esto diríamos: Planea como si nunca te
fueras a jubilar.
III. Presentar informes a la iglesia del avance de la predicación es
importante.
a. Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. (v. 25) Las
iglesias de Macedonia y Acaya habían tenido a bien hacer una
colecta para enviar recursos a sus hermanos de Jerusalén y Pablo
debía llevar ese recurso en su regreso. Pero ¿Por qué tenía que
regresar? ¿No podría mandar el donativo con alguien más? ¿No era
mejor aprovechar que ya estaba a mitad del camino a Roma viajar de
una vez para allá?
b. Había otra razón por la que Pablo debía regresar a Jerusalén: Había
estaba el centro espiritual del cristianismo, y debía entregar su
informa misionero. El Apóstol no emprendía su tarea de forma
independiente sin reportar a nadie, siempre lo hacía bajo el visto
bueno y la encomienda de los hermanos en Jerusalén, además contar
a las iglesias cómo el evangelio iba creciendo en otras regiones
mantenía vivo el espíritu misionero.
c. Un buen principio estratégico para las misiones es preparar tu
informe y presentarlo a la iglesia, no se te ocurra trabajar separado de
la iglesia local o del liderazgo eclesiástico, comparte con otros tus
experiencias, cuéntales de los logros que el Señor te ha permitido
cosechar.

Conclusión
Muchos quisiéramos poder tener la oportunidad de una clase magistral o un
taller sobre misiones con el apóstol Pablo y aprender de él sobre cómo realizar mejor
esta tarea, y de hecho podemos tener esa experiencia a través del estudio de sus cartas.
Te invito a leerlas y practicar sus principios.

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