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PORTIS, EL “FINAL” DE LAS VILLAE EN HISPANIA |. LA TRANSFORMACION DE LAS PARS URBANA DE LAS VILLAE DURANTE LA ANTIGUEDAD TARDIA Jorge Lépez Quiroga * F. German Rodriguez Martin ** ABSTRACT ne of the principal questions that has centered the investigation inthe last years has been the evolution ofthe Roman vllae during the Late Antiquity. Our main objective in ths study wil bee the analysis of the transformation in the pars urbana of the roman vile from 400 to 700 ‘AD. in Hispania. Fist, a general approach from some very welL-known and documented exemples selected among the gieat number of vilae in Hispania; second, the date obtained will be ‘contrasted with those corresponding to a more reduced teritoral environment: the basin of Guaciona river (west of Emerita Augusta); finally, the analysis ofa vilae, Tore Aguta (Montjo, Badajoz), located in the half bassin of the Ana river, & very good exemple of the changes and transformations that the Christianization process wil introduce in the roman vile. Introduceién En este trabajo abordamos a evolucién y, particularmente, la transformacién de una de las Unidades de poblamiento que durante un largo periodo de tiempo marcé profundamente la impronta del mundo tural en los distintos émbitos provinciales del Imperio romano: los asentamientos rurales conocidos de forma genérica como villae. En efecto, uno de los problemas que en los titimos afios ha centrado la investigacién en los distintos émbitos provinciales del Imperio romano ha sido, sin ninguna duda, e! de la evolucién de los grandes asentamientos rurales tipo villae a lo largo de lo que se conoce como Antigiedad Tarcia. La aparicién de éstas supuso la configuracién de un elemento morfogenético fundamental para el dmbito rural, no séio en lo que respecta a la evolucién de las estructuras de poblamiento sino, sobre todo, en el plano de la ordenacién y vertebracién socio-econémicas de amplios conjuntos territoriales. De igual forma, la introduccién del cristianismo va a suponer la aparicién en el seno de las grandes villae bajo-imperiales de un complejo cultual que ira adquiriendo poco @ poco un Univesad do lea de Henares (Mas) Amiguo memo Le den Cas Ge Venues, Tatoo realzado ene acco de Projecto fnncado por a DGICYT tislado: Mundos de omer nd, soil spl an | mundo nt (Rel. PST O760), ‘tuo Memo Ubre de a Casa de Vlacue. 137 PORTIA, papel morfogenético similar al que supuso, en su momento, el establecimiento de las vilae. A la hora de abordar este estudio es necesario advertir, ya desde el comienzo, sobre la desigual distribucién territorial e implantacion geogréfica de este tipo de asentamientos para un conjunto tan amplio y heterogéneo como es el de Hispania, al igual que la existencia de enormes disparidades de nuestras fuentes de informacién tanto desde un punto de vista cuantitativo como sobre todo cualitativo, Nuestro objetivo principal sera el andlisis de las transformaciones que tienen lugar en la pars urbana de las grandes villae del siglo IV d. C. en Hispania. No abordaremos aqui, por lo tanto, el estudio de las diferentes tipologias, bien documentadas por los especialistas en esta cuestidn. Partirernos pues, de una aproximacién general para el conjunto de la Peninsula Ibérica, 4 partir de algunos ejemplos bien conocidos y documentados y, en cierto modo, paradigmaticos, seleccionados entre el gran nimero de villae peninsulares, con el objeto de determinar cudles han sido las transformaciones estructurales que tienen lugar en este tipo de asentamientos entre los siglos IV y Vil d. C. Los datos obtenidos a partir de ese enfoque macro-espacial serdn contrastados con los correspondientes a un dmbito territorial més reducido, de tipo micro-regional: la cuenca media de! Guadiana, al oeste de Augusta Emerita; espacio que, para la etapa que nos cocupa, ofrece informacién textual y arqueolégica de gran relieve y significacion. Finalmente, nos centraremos en el andlisis de un asentamiento conereto, la villa de Torre Aguila (en Montijo, Badajoz), ubicada en la cuenca media del Guadiana; yacimiento que, por los vestigios que presenta, poderos calificar como paradigmdtico de los cambios y transformaciones que el proceso de cristianizacién introducira de forma lenta pero progresiva en las grandes villae tardo-romanas? No debemos olvidar, por iltimo, que la pars rustica, constituye Un elemento esencial en el conjunto que forma la villa, sin la cual ésta no podria subsistir, y, por supuesto, continua siendo en estos siglos la clave del arco que sostiene el desarrollo y evolucién de estos asentamientos, dejando ahora, no obstante, su andlisis para otra mejor ocasién. 1. Aproximacién al proceso de transformacién de la pars urbana de las villae peninsulares durante la Antigiiedad Tardia (ss. V- VIII d. C.). El estudio del poblamiento rural durante la Antigiedad Tardia, debe atender, en nuestra opinién, al analisis de dos parémetros que evolucionan paralelamente: por una parte, la propia evolucién intema de los patrones de asentamiento romanos (referidos fundamental, pero no exclusivamente, a lo que las fuentes denominan como villae, viel y castella); por otra parte, @ la accién dinémica de los cambios y las transformaciones de tipo aculturizador que sobre el proceso anterior introducira la cristianizacién rural entre los siglos IV y Vill d. C. En efecto, durante este periodo de cuatro sigjos, la propia evolucién intrinseca del poblamiento rural tardorromano dio lugar a una serie de transformaciones tanto en la morfologia como en la configuracion y distribucion ‘a pecectanente esuciads ycraceradas por GORGES, JG. (1978), Les vies hispanovomains, Pas, 1979; FERNANDEZ ‘CASTRO, M,C. (1982), Vilos romanas en Espana, Mata, Sobre et egon de las lao véase también BAYARD, D.- COLLET, J. 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Pergola: “Mi pare altetanto fuoniante © scentfcamonte peYcolos sa studi la tarda nicht, Fatomesioeo 0 1! medioovo escudendo I etian, che studare i erstianlescludendo ut esto, © credo che in questo campo | passi da complere siano ancora malt (..) llustrare i medioevo descistianzzandolo, signiea dare una vision “Iaica” oscontetuatzzata dala protiemdtca stxica gobale, sgifca negare la realathe Facolaone de legam isttuzonal a teitro, habitat reat eoclesiasticaimperante”. PERGOLA, Ph. (2999), “Conclusion, n PERGOLA, Ph. (ac), Ale og dla parocchia rurale Quit seco, Ciudad del Vaticar, 636. 138 NAL” DE LAS VILLAE EN HISPANIA intema de los distintos elementos que lo integran. Como hemos indicado, nos interesamos aqui en el estudio de la evoluci6n y, particularmente, en las transformaciones que tienen lugar en una de esas unidades de poblamiento antes mencionadas, que durante un largo periodo de tiempo Cconstituyé el elemento fundamental y mas caracteristico del mundo rural en los distintos Ambitos provinciales de! Imperio romano: las villae. Debemos subrayar, antes de avanzar en nuestro anélisis, ue el propio término de villae es un concepto muy genérico y ambiguo que abarca una compleja y variada realidad, haciendo asi referencia a edificaciones estructural y funcionalmente muy diversas. Adoptaremos aqui, como viene siendo la norma habitual entre los estudiosos del mundo rural romano, la denominacién de “asentamientos rurales de llanura”, aunque, como es evidente, esta efinicion no permite tampoco cubrir la amplia gama de estructuras habitacionales y materiales constructivos que caracterizarian a los asentamientos rurales tipo vilae®. A la hora de analizar estos asentamientos es necesario tener presente igualmente la desigual distribucién territorial e implantacion geogréfica de los mismos para un conjunto territorial tan heterogéneo como Hispania, €n relacién con el tama y cardcter de las diferentes explotaciones y en funcién de la intensidad del proceso de romanizacién alcanzado para un area determinada, Desde un punto de vista cualitativo, destaca el drea catalana, ya desde época republicana, ‘aunque es, especialmente, en el Alto Imperio cuando la proliferacién de los asentamientos rurales tipo villae es realmente importante, hecho que continua en época tarco-romana; podemos citar para este sector, sin animo de ser exhaustivos, y s6lo entre aquellas villae que se mantienen activas a partir del s. IV d. C., las de: Torre lauder’, Sartié de Dalt, Tossa del Mar’, Bell-Lloc®, El Romeral", Centcelles*, Can Modolell (en Cabrera de! Mar)®, Can Majoral!®, Can Xammar‘o El Francolt!?. La Meseta Norte constituye también otra area importante en cuanto a la presencia de villae, destacando aqui los grandes fundi tardorromanos, especialmente en las provincias de ° GORGES, J. ~ 6, (1975), tes sles hoonovemaines ., op. cit; FERNANDEZ CASTRO, M,C. (1982), i mans en spafa 09, ot; RODRIGUEZ COUAENERO, A. (1977), Galea mere roman, Bibsc; SANTOS YAGUAS, N. (1964), tt vos romanas en Astute, Memorss de FstoraArtigua, VI, 169 ss. SANTOS VAGUS, N- MONTERO HONORATO, P (2262), sntoaeién a estudio y spitado de ss las roranas en Ate, Blot del nto de Etudes Asuras» 105-106, £17 50; FERNANDED (Ocho, C.. MORILO CERDAN, A. (1980), La vera de los Axes. Nuevas perspctias sate I inplatacin romano en le aa ‘Asturian PREVOST M. (1981), Conalogs | odlament 2 Fares nal do Bae, Barceons; SAAS ABENGOEGHEA 1. (1990), ‘ertoropslentin aurant e Bajo ines, Actas de! Congreso de Histone de Parcs |, 674 8; BLAZQUEZ, J. 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Otro sector que concentra igualmente un nimero importante de villae es el territorio sevillano como, entre otras, la de: Las Canteras (Alcala de Guadaira)** y la conocida villa sita en Casa del Acebuchal (término de Gerena), con una basilica y necropolis paleocristiana’® y otros numerosisimos asentamientos rurales”” ‘ue seria prolijo enumerar aqui®. Es el caso también del centro y Sur de Portugal, con villae tan representativas como las de: Sto Cucufate (Vila de Frades, Vidigueira) (Fig. 6), Milreu (Estéi, Faro) (Fig. 5)*°, Villa Cardilio (Torres Novas), en la desembocadura del Tajo, el impresionante complejo de Trola (Setébal) (Fig. 4), la villa de Amal (Areniro, Leiria)*, la de Torre de Palma (Monforte, Portalegre)** o la de Montinho das Laranjeiras (Alcoutim, Algarve)®*. La relacién de lugares que precede no agota, ni mucho menos y como ya hemos advertido, la numerosa relacién de asentamientos rurales tipo villae que permanecen activos mas allé del siglo IV d. C. Los intentos de cuantificacién en este sentido y para un conjunto, recordémosio de 1 VIDAL EHOIAS, J. M, — GARCIA BARCOS,V. (1900), ilaqutaine (Navsteera, Numan, 268-269. 1 BALOL, (4986), La vil omena de La Omeda de Pods del Vega (Paci, Palencia 71:73 " MAUMES, T. 1992), Lo vila romana de Aimenaa Para, Valco, 52. 1 HERRERO Gi, 6, ~ SANCHEZ SIMON, Mf, (1902), La wa romans de El Prado (Vlado, Numes aporaciones par sy ‘estas, BSAA Ll, 156. "GARCIA MERINO, C, (1975), Pablcn y poblamieno ono Higadia romana: ol Conventus Gunns, Vlado, 272, 1a en proces de estudio con una Imparante ccupas en Soca trdo-antiua, FERNANDEZ OCHOA, C, - MORALO CCEROAN, A. (1909), La tora de os Asues.. op. ct 141-113. "P gonces, JG (2978), Les vile Nepano-romaines 0p. ft, 323-324; FERNANDEZ CASTRO, M. C. (1982), Vilos reeanas an Espa 0 i, 304-30. GORGES, (4979), Las las hepano omnes. op L322; FERNANDEZ CASTRO, MC. 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No obstante, los intentos de cuantificacién existen y asi, recientemente, se ha avanzado la cifra de unos 489 asentamientos rurales tipo villae para el conjunto de Hispania que continuarian su actividad mas alla del siglo IV d. C., de los cuales 122 (un 24,94 %) coresponderian al drea sevillana, 29 para el resto de Andalucia (5,93. %), 87 para la regién catalana (17,9 %), 84 para la Meseta Norte (17,15 5), 22 para el Noroeste Peninsular (4,49 %), 6 para el norte de Portugal (1,22 %), 32 para el litoral valenciano (6, 53 %), 28 para la zona central de la Peninsula (5, 72 %), 9 para Badajoz (1,8 %), 21 para Aragon (4, 29 %) y 12 para Navarra (2,45 %)**. Cifras, insistimos en ello, carentes de valor o que, cuando menos, deberian ser relativizadas en su importancia y significacién. Por poner tan sélo un ejemplo, para el territorio entre los rios Mifio y Duero, aproximadamente el espacio correspondiente al antiguo conventus bracarensis, hemos contabilizado unos 40 lugares en los que es posible atestiguar un asentamiento rural de llanura tipo vilae™. Es decir, frente a la cifra de 22 villae para toda Galicia, Asturias, Cantabria y Pais Vasco, nos enfrentamos a 40 tan sélo para una parte de la provincia de Ourense y los distritos portugueses de Braga, Oporto, Vila Real y Braganga, Es decir que, en nuestra opinién, y como veremos en el analisis de la cuenca media del Guadiana, un andlisis detallado de un area o sector geogréifico concreto dispararia de inmediato el ntimero de asentamientos rurales tipo villae. La falta de homogeinizacién de criterios a la hora de definir y Clasificar este tipo de asentamientos hace muy dificil, por no decir imposible en el estado actual de la investigacién y de nuestros conocimientos, cualquier intento de generalizacién y, sobre todo, de cuantificacién en términos absolutos. Contentémonos con constatar, de momento, la importancia Cualitativa que tiene e! hecho de que son cada vez mas numerasos los esentamientos rurales tipo villae que han prolongado su actividad durante e| periodo tardo-antiguo, Mantenimiento de su actividad que no implica forzosamente inmutabilidad en su morfologia y composicién intemas, sino que, la mayor parte de las veces, se ha visto acompafiado de transformaciones tanto en la pars rustica como en la pars urbana de las villae. Aqui nos centraremos, como ya se ha sefialado, cen aquéllas transformaciones que tiene lugar en la pars urbana de estos asentamientos rurales. Las vilde estén en la base misma de las transformaciones que conducen a una estructura oblacional y @ un sistema socio-econémico que seria el caracteristico de toda la Edad Media. Se trata de un proceso evolutiva lento y complejo que conduciria en el trénsito de los siglos IV al Vil ‘omeines do Sio Cute (Porugey, 2 ws. Fars (oo toda la Ublgrfe anti GORGES, J.~ 6. (1978), Les vias hepano-amaines.. op. ci, 480-481; HAUSCHILD, . (2984), A wa mana de Mie, [sti gan, Arquolgla 8; HAUSCHID, (1964), Dar Katou neon dem Rmishen Ruiner bei Et In der Preis aston, Ban; HALSCALD, (883), -Exavaciones en aout (Das news moueclens anaes) CNA KV, 851-852, HAUSCHILD, (1869/2900), wqutce.a celgosa romana en Puss, Anas 23, 74 ss GORGES, JG. (1979), Les wile Mepano omnes. op, 460 GORGES, J.- 6. (1979) Les ws nispanovomanes op. Gi, 465-468; HELENO, M. 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Especialmente importante, para la cuestion que aqui nos ‘ocupa, son los cambios estructurales y morfoldgicos que tienen lugar en amplios sectores de las villae hispanicas tardo-romanas, sobre todo, con la creacién de nuevos espacios y ambientes funcionales en el seno de las mismas durante el siglo IV d. C.: aparicién de las estancias triconques (como la sala tricora de la villa de Los Quintanares, en Rioseco, Soria)’” , de espacios absidiales (como los que encontrames, por ejemplo, en la villa de La Olmeda, en Pedrosa de la Vega, Palencia®* en la villa de El Val, en Alcala de Henares* ), poligonales (en la villa de Sédaba, Almenara do Adaja, Valladolid? 0 en Aguilafuente, Segovia* ), de las plantas basilicales (la de la vila Fotunatus, ‘en Fraga, Huesca‘? -Fig. 2- 0 la de la villa de Pago de Brufuel, Quesada, Jaén‘), de las salas doble-absidiadas (como en la conocida villa de Vega del Mar, en Malaga, en la de El Germé, Alcaracejos, Cérdoba, en la de Casa Herrera, Mérida 0 en la de Torre de Palma, en Portugal**) 0 de las aulas circulares y cuadrilobuladas (como la de la vila de Centcelles, en Tarragona*® Fig. 6- ). Estamos hablando, por lo tanto, de villae profusa y lujosamente decoradas por los grandes propietarios que en el transito de los siglos IV al V d. C. readaptarian sus residencias rurales a la “nueva” ideologla dominante, aprovechando ambientes originariamente atlicos para transformarlos ‘en espacios cultuales. Se trata de un proceso lento y heterogéneo, espacial y temporalmente, para el conjunto de Hispania pero que, en general, conduciria, como hemos dicho, entre los siglos > puesto que en a des la de asl paccea ene igen cuso dl sige IV dC. como si el ess0 de None de a Gala de oe Aer Docume (on sucess do aac Almas): VAN OSSEL, P2987), "Les établssements rau a ‘es-Enpie cans le Nos do la Gaul", reel Baka Ml, 18-196; i. (1982), Eanisvements ura de Andee toe dors te nd de fa Gaul (1 supléant Gal), Pats. Gran la con una condos ene sio ly eV dC. ena que desta el mportant complejo tal, sobre tod, la ‘velnena de xsontes nosis halos en la mia y ptensoertes ale sos ly W dC. ORTEGO y FRIAS, T. 3965), "a ls ‘romana de 1 Qunfanares en el tomino de Rosco de Sona’ in Congreso Nacional de Aveing, Zaragnea, 343-247; Wid. 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No ha tenido ugar, contrariamente @ lo que podria suponerse a partir de un andlisis superficial, una ruptura radical en la unidad y concepcién de estas grandes villae bajo-imperiales, ni mucho menos una interrupci6n en ia secuencia ocupacional de las mismas. Ahora bien, la transformacién funcional de algunos de esos espacios de caracter ailico en ambitos consagrados al culto cristiano conduciria a las villae a una fragmentacion de las mismas en el curso del siglo Vil d. C., que implicaria, ltremediablemente, su desaparicién como tales, transformandose en un asentamiento estructurado y jerarquizado por el edificio de culto, que pasaria asi a ser el que daria homogeneidad y unidad al Conjunto de edificaciones y a sus habitantes"® . Uno de los sectores de las villae en el que suelen observarse con mas frecuencia estas “restauraciones” y transformaciones es el constituido por los conjuntos termales; aunque, quizds y como ha sido ya sefalado por algunos investigadores, puede que estemos tan sélo ante una imagen parcial de este proceso como consecuencia de la “facilidad” para detectar los cambios y las remodelaciones en estos ambientes, gracias a la frecuente presencia de materiales cerémicos bien conocidos y documentados*” . Ademés, los conjuntos termales poseen una estructura caracteristica (sistema de hipocaustos), que no plantea grandes problemas de identificacién. Bien se trate de amortizaciones de conjuntos termales, de transformaciones o reutiizaciones con distinta funcionalidad, poseemos para el ambito de Hispania algunos casos bien documentados, entre los cuales, y sin pretender ser exahustivos, podemos citar los siguientes: la vila de La Font del Vilar (Avinyonet de Puigventés, Alto Ampurdén)** , en este asentamiento rural, y en un momento indeterminado correspondiente a época tardo-romana, se desmonta el hipocausto de las termas, eliminando el muro de separacién entre la sala de aire caliente y otra estancia contigua, transformandolo asi en un Unico espacio mucho mas amplio, se ignora le funcionalidad del mismo, ‘aunque no seria extraia su utilzacién con una finalidad de tipo productivo; la villa de El Aiguacuit © vita ubieacs 2 apoxmaéarento 5 Hn al noe oe a lead de Fng, con varios mamantoe de acupacin, sono uno de flo e que conesponde los sibs IV oC. en adlats. PUERTAS TRICAS, . (1972), rabaoe da lanenetay ecavacin en i ila Ferunats, Fraga (usta), NAM 1, 70:80; GORGES, J. 0. (1979), Les ves pana romaine, p. ct, 265-268; FEANANDE? CASTRO M,C. (1882), Vl omanas en Espara.. op cit, 302-303; LOSTAL PROS, J. (1960), Aruscoga dl agin romano op ct, 97-100, ‘© gualmente en! sigo WV 4. undo esa vila sufe une impartantereestctsracén (aunque sobs foes de cupacén turete os sigs Iy aC), momenta aque gods perenecer ol conknto musa haa en esta ilo, GORGES, J. 611370), es vis hipano romaine. op. ot, 274.272; FERNINDEZ CASTRO, M,C, (4982), Vis romance en Espa», op ek 302-303, PALOL, P-SOTOMVOR, M. (1972), “Escwacenes el vila romana de Brute (Quededs) de a provincia de Jar n Alas Vl ‘congreso Inemacona de Aaueologs Crsiana, Sarena, 375.381; SOTOMAYOR, M. (2985), “Lava mina de Srl en Quesada ani", 67610, 347-348, “ JUSTINO MAGIEL M. (1983), “Reescavgtes na Vila Romana de Month dos Lanes." at cit, 34-98; ie, (1894), °A vila Romana fut do Mentnto ds Laas. art ct 469-484, * Se vata de una gyn ile consti en igo IV sate ns ines de ote de sige , poe un magico cameo termaly sobre tos, of nauslo castraniano con un eign docorada con un inpresnante moss con motvo cnegsic. SCHUM. HAUSCHD, Th. (1963), “rtrme peimunar sate es Vabans en Cortcoes”., a es FALOL, (1972/74), “Nobo sobre halos romanes en e éerino do Constant. art, 251; GORGES, J. G. (1970), Les wlas haperoromeites op. et. 1-412; FERNANDEZ GASTRO, 16 C. (1982), a romana en Espa». op ot, 302-203 “1, Perc apna, preccament, 1 superdonda” de le he part det marsenimianto de cetasfunciones ene sno le a misma y,ente els, destacaren las do caréterrelioso con le cortrccén de complgos eutusescrstanos. PERCNAL, J 1982, “Me ftcentury wa: now fo oF death posiponad?”,en Oriente, Eton, H. (eds), The Fithcertury Gaul css of deny, Cambridse, 156-168. "VAN OSSELP (1902), . iblssoments mau de FAniguté ace danse Nord de la Gaul (Gaia, Sup, 51, Pos, 82-83 “ CASAS J. a (1993), "La vile romana de La Fort del Viar(inyanet de Pugin, Ak Emer, Annas do instut Fests Empordanasas 26, 341-372, 143 oreo (Ferrasa, Barcelona) , aqui el conjunto termal (construido en el . Id. C. y remodelado en els. 4. C.), es inutilizado a finales del s. IV d. C., repavimentando varios émbitos con opus signinum, ‘con una finalidad de claro cardcter productvo; la vila de Eis Atmetlers (Tossa del Mar, Girona), ‘en donde asistimos de nuevo en el curso del siglo IV d. C., a una inutiizacién del conjunto termal, pero dando lugar a una reutilizacion del mismo con una funcionalidad de tipo diferente, probablemente también de tipo productivo; es, igualmente, el caso de la villa de Torre Aguila (Badajoz) (Fig. 21) 0 la de Veranes (Gijén, tratandose, en este Ultimo caso, de una reutilizacién de tipo cultual cristiano. Los ejemplos podrian multiplcarse y, en este sentido, seria lcito preguntarse si no estamos, tuna vez més, ante la plasmacién, salvado las diferencias naturaimente, en émbitos rurales de lo que acontece en los ambientes urbanos durante el periodo tardo-antiguo (cambios de funcionalidad, remodelaciones, privaizacion de espacios piblicos, etc.) En este sentido, podriamos preguntamos: dun sector de la pars urbana se transforma 0 se integra en la pars rustica?, dlos ambientes ailicos de las vilae se remadelan para convertirse en espacios dedicads ala actividad econémica? Tal vez sea asi, pero, de nuevo, la heterogeneidad y fregmentariedad de los datos, obligan a la prudencia y a las matizaciones, Ot aspecto, muy diferente, que queremos abordar aqui es el constituido por la aparicién 2 proximidad o en el seno de algunas vilae de estructuras constructivas de carécterligneo, como tuna manifestacién més, aunque por el momento y en el estado actual dela investigacién meramente testimonial y aparentemente minoritario, de la evolucién y transformacién interna de estos asentamientos, en relacién estrecha con la propia dinémica evolutiva del poblamiento rural tardo- romano. Es lo que los arquediogos vienen denominando habituaimente como “fondos de cabatia", puesto que serian éstas las huellas visibles que sobre el terreno dejarian tales estructuras habitacionales construidas con materiales ligeros y perecederos, fundamentalmente de madera. Es necesario precisar, ya desde ahora, que este tipo de construcciones no suponen una “novedad", tanto en émbito rural como urbano para el conjunto de Hispania 0 de otros mbites provinciales el Imperio®. Ahora bien, lo que ha lamado la atencién de los estudiosos de! mundo rural tardo- ‘antiguo, desde aproximadamente mediados 0 finales de la década de los aftos 80 del pasado sigfo® , es la aparente relacién que pareceria existir entre dichas estructuras habitacionales y los asentamientos rurales tipo vilae, contraponiéndose asi formalmente a las suntuosas estancias caracteristcas de éstas. Para Hispania, se conocen relativamente bien este tipo de construcciones en el drea central de la Peninsula , el émbito geogréfico de la antigua Carpetania, observandose “© BARRASETAS, E- MARTI, A.y PALE, J M. 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Foss: FOSSIER, R.~ CHAPELOT, J 1980, Le vitago et meizon ay Moyen Age, Pots. “Se constatatarbin su preseniaen ef orbeste de i Ponsa rica, aungve olo no ms que erst de a ‘nteniactn de a investigscin arqvoligea pia determinados émbos especiales j, poo tanto, carece de senso cual ‘rent do strretacen 0 plnteamienta de hips en unica Uncamente de su ésbucibn geogfea naa elconjuto de sant, 2 menos en el estagosctul ola imestgaiony de euesos coracmentos sobre est cuesin. Sobre ello para et noreste perinele wase: LOPEZ QUIROGA, J, rade a Antiiedd en I ‘Galbeca' merida. oP. ct 144 EL “FINAL” DE LAS VILLAB EN HISPANIA Para este conjunto territorial dos situaciones diferentes en la forma pero, probablemente, no en 1 fondo: - Una sera la que encontramos en la conocida como villa de El Val, junto al curso del rio Henares, ubicada en la localidad de Alcalé de Henares (Madrid)®°, en donde observamos lo que seria una “remodelacién” o reforma de tipo constructive (acondicionamiento de la techumbre y apuntalamiento de muros con vigas de madera®) de una estancia en franco deterioro, bien por abandono 0 en razén de un cambio de funcionalidad de la misma, con un cardcter evidentemente ‘temporal. Estamos aqui en presencia de una simple “reconstruccién” 0 de un fenémeno de squattérisation®” ? En el primer caso, tal “reconstruccién” se insoribiria como una fase mds en la evolucién interna de la propia villa; en el segundo caso, nos encontramos con una transformacién mas compleja de implicaciones sociales y econémicas de mucha mayor enjundia. En todo caso, en a villa de El Val, hay un claro reaprovechamiento de las estructuras constructivas pre-existentes, ‘no estamos, por lo tanto, ante un asentamiento diferente sino ante la evolucién de uno que ya existia en ese lugar. - Otra situacién diferente podria ser la representada por el asentamiento rural localizado en la finca denominada como Gézquez de Arriba’ , en la margen derecha del rio Jarama, sita en la localidad de San Martin de la Vega (Madrid) (Fig, 7), donde se han documentado varias cabafias, silos, pozos y enterramientos, juntamente con edificaciones de planta rectangular con cimentacién de piedra y alzados en tapial de yeso, que senvirian como delimitaciones parcelarias en diversos momentos y con una cronologia que se extenderia entre principios del siglo VI d. C. y el final del VIII d. C., periodo dentro del cual se diferenciarian cuatro momentos de ocupacién en funcién del material cerémico, que no parecerian corresponderse, més bien lo contratio, con la periodizacién establecida a partir del andlisis estratigréfico. Para estas estructuras de “fondos de cabafia”, y coneretamente para aquéllas que presentan una planta de tipo rectangular , se propone una felacién directa con tradiciones constructivas foraneas traidas por conjuntos poblacionales procedentes del centro y Norte de Europa y, por lo tanto, su cardcter “étnico" . Se trata, en definitiva, de un fendmeno todavia poco estudiado, sobre el que nuestros datos son muy fragmentarios, dispersos y heterogéneos'? , hecho que, sin embargo, no ha conducido a la precaucién y prudencia siempre necesarias a la hora de interpretar y valorar este tipo de estructuras como un sintoma “inequivoca” de la “pobreza” constructiva que caracterizaria a los Nndcleos habitacionales tardo-antiguos, lo que “casualmente” encajaria perfectamente, a su vez, % Sin imo, como hemos sefalado en varias ocasions, de oftecerringin eo de asfeciin 0 toolog, Jo ee, por ‘moments, seta completamente treevarte RASOON MARQUES, 5.~ MENDEZ MADARINGA, A. OZ DEL RO ESPANOL, 199, “La reocupacn dl mosao del Aus victroso en alle romana dl Val (Ala de Henares Un estudio de micosepaca", in ARueOige, PaeontaagaY Etogroa 1, ain, 189-200 " Algo que poderos cdsenar ics en la actualdad cusndo so tata de apurtalar un edifcio con esgo de debe 2 Caro apuna Van Ose rae none dela Gall: VAN OSSCL, (1992), Eiabssemants aur de Aidt tare dans |e Nod de a aut op. 40. A que se suman ye ots yaciontos similares come os Inna -Cacora dl Ville (it, Mai) oo vecentemente ocala y xcarado on Mejrad dt Cameo Wad, " VIGILESOALERA GURARDO, A (2000), “Cabafas de época smth: evidence aquceligeas dl su de Madi, Telos, ‘ements de datcény discus”, AEA 73, 223.282, " Puesto que ls de plata oval eironcaran con una wad constusis que 3b pu ron sn cult ala Edad det © VIGILESCALERA GUIRARDO, A, “Cabins de Spc sods." ate, 254, ® Los tad deo que conosros ara et Note dela Gala 0 el iit de al: VAN OSE, P, Etubisemens rau de Fost tarde dans te Nod de a Gave, 09. et dorde se recog un complete y docuentado catogo ems de un ilar de -seramerostuales con vestigos de oupacén en ésocatd-emand; VALE, M, (1906), “La Toscana ta WB eco Cita € compogna ta foe dea tarzan ed atomecoeo" in La fn dle we mane . op c., 81-105; PERCNAL, J (1976), The Ramon Vi. An Historica ined, Lone, 166-182 (cortrindose en Gan Seta yo epoca gl, frdamentanente a Sur del oa. 145 PORTAL, ‘con fa actualmente “dominante” y “mayoritaria” communis opinio de un deterioro y pobreza en todos los érdenes durante la denominada época visigoda y muy particularmente en lo que se refiere al sigio Vil d. C.. En nuestra opinién, es necesario reconocer que en el estado actual de la investigacién y de nuestros conocimientos para el conjunto de Hispania, seria sumamente arriesgado y precipitado siquiera cualquier intento de valoracién de este fendmeno, especialmente si ollo se hace en relacién con la evolucién y transformacién de los asentamientos rurales tipo Villae durante la tardo-antigiiedad. Es ms que probable, como ha sido sefialado muy recionterente®, que se haya sobredimensionado la significacién de esos “fondos de cabafia” ‘como exponentes de esa “pobreza” técnica que caracterzaria a las formas habitacionales de poca visigoda, olvidando que la inmensa mayoria de la poblacién campesina que trabajaba y servia en las villae no viviria en tomo a los peristilos, ni en las estancias ticonques o absidiales rica y profusamente decoradas con mosaicos y calefactadas con hipocaustos, sino en construcciones mucho mas modestas y rudimentarias acordes @ su condicién y status soci econémico®® Es necesario sefalar, por otra parte, que en aquéllas areas para las que poseemos informaciones cuantitativa y cualitativamente sigifcativas (Galia, Fig. 8 ¢ Italia), este fendmeno de los “fondos de cabafia” asociado a establecimientos rurales tipo villae, dista mucho de ser anecdético y marginal, al menos respecto a lo que, por el momento, conocemos para el conjunto de Hispania. Probable consecuencia, sin duda, del estado todavia embrionario de la investigacion sobre esta cuestion en la Peninsula Ibérica. No obstante lo dicho, las explicaciones que se offecen sobre dicho fenémeno para el Ambito peninsular, tanto para espacios urbanas como rurales, no se amparan tanto en una “pobreza” 0 “regfesién” (puesto que, como es evidente, coexisten con eificaciones en piedra), sino en lo que se define como “un cambio de tradicién” en las técnicas cconstructivas, como consecuencia de una serie de factores dversos, entre los que se encontrara, como hemos sefalado, el recurso a la explicaciones de tipo exégeno, entre las cuales destacarian Jas que 0 relacionan con la importacién de modelos constructives de tipo “germénico", consecuencia de la llegada de poblaciones pertenecientes a ese horizonte googréfico y cultural (Lombardos en Italia, Francos en la Galia y, por supuesto, Godos en Hispania), puesto que las tipologias de esas “cabaias” serian similares a las que se encuentran en las areas originarias de ‘esas gentes®. En lo que a nosotros concieme, no creemos que esta explicacién pueda ser extrapolada tal cual al Ambito hispano, planteando, por el momento, muchos problemas, que no € objeto discutir aqut, tanto en la forma como en et fondo® . Mucho mas acertado parece, al "= CABALLERO ZOREDA, L.A. 1997, “Obsenations on Hstorogapy and change tom the sh to teth century nthe noch nd west ofthe feran Penna’, n M, Oe Ane ~ 5. Key (eds), Dram of change in he eran Pens, Londres, 239-266: Iba. (1900) "Amukectra vgites y muesimans,

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