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COSMOLOGÍA

¿Existe
el multiverso?
Demostrar la existencia de universos paralelos
completamente distintos del nuestro podría hallarse
fuera del alcance de la ciencia
George F. R. Ellis

D
ċĈ÷ĄĊûĂ÷İĂĊÿă÷úijù÷ú÷"ċĄ÷ÿúû÷ûĎ- mólogos, yo incluido, aceptamos este tipo de multiver-
traordinaria ha encandilado a un buen ie"gk[CWnJ[]cWhaj_f_ÐYWYeceZ[»d_l[b'¼$I_d[c-
número de cosmólogos: la de que el uni- bargo, hay quienes van mucho más lejos y sugieren la
verso en expansión que vemos a nuestro existencia de otros universos completamente diferen-
alrededor no es el único que existe, sino tes, con otra física, otra historia y, quizás, otro número
uno más entre una miríada de miles de millones de ellos. de dimensiones espaciales. La mayoría serían estériles,
No habría, pues, un solo universo, sino un multiverso. pero algunos bullirían con vida. Uno de los principales
En artículos publicados en esta revista o en libros como defensores de este multiverso de «nivel 2» es Alexan-
La realidad oculta"Z[8h_Wd=h[[d["Y_[dj‡ÐYeiZ[fh_- Z[hL_b[da_d"gk_[dfhefed[kdYed`kdje_dÐd_jeZ[kd_-
mera línea hablan de una revolución supracopernicana: l[hiei"Yedkdd‘c[he_dÐd_jeZ[]WbWn_WiofbWd[jWi"
no solo es nuestro planeta uno más entre muchos, sino [_dÐd_jWif[hiedWigk[i[bbWcWdYecekij[Zogk[i[
que, a escalas cosmológicas, también nuestro universo encuentran leyendo este mismo artículo.
h[ikbjWh‡W_di_]d_ÐYWdj[$I[h‡Wkdec|i[djh[_dYedjW- Numerosas culturas han considerado desde la anti-
bles universos, cada uno con sus propias leyes. güedad ideas similares. La novedad radica en que la hi-
La palabra «multiverso» puede adquirir varios sig- fŒj[i_ii[YedY_X[W^ehWYecekdWj[eh‡WY_[dj‡ÐYW"Yed
d_ÐYWZei$;bkd_l[hieeXi[hlWXb[i[[nj_[dZ[^WijWkdW jeZe[bh_]ehcWj[c|j_YeobWl[h_ÐYWY_Œd[nf[h_c[djWb
distancia de unos 42.000 millones de años luz, nuestro que ello implica. Personalmente, me muestro escéptico
horizonte visual cósmico. Pero no existe ninguna razón Wdj[i[c[`Wdj[WÐhcWY_Œd$DeYh[egk[bW[n_ij[dY_WZ[
para suponer que todo termine ahí. Más allá podría ha- esos otros universos haya sido demostrada ni que algo
X[hckY^eiÄjWbl[p_dÐd_jeiÄZec_d_eii_c_bWh[iWb así pueda lograrse jamás. Los defensores de la idea del
nuestro. Cada uno habría comenzado con una distribu- multiverso, además de ampliar nuestra concepción de la
ción diferente de materia, pero todos se regirían por las h[Wb_ZWZ"[ij|dh[Z[Ðd_[dZeZ[\ehcW_cfb‡Y_jWbegk[
mismas leyes de la física. La gran mayoría de los cos- entendemos por ciencia.
LEVI BROWN

20 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, octubre 2011


George F. R. Ellis, cosmólogo y profesor emérito de matemáticas en
la Universidad de Ciudad del Cabo, es uno de los mayores expertos
en relatividad general. Es coautor junto a Stephen Hawking de The
large scale structure of space-time («La estructura a gran escala del
espaciotiempo», Cambridge University Press, 1973), hoy considerada
una obra clásica en gravitación y cosmología.

EN SÍNTESIS

La noción de universos paralelos


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¨DåàyÿŸåïDå`Ÿy´ï Š`DåmùàD´ïy¨D
mz`DmDmy¨¹å´¹ÿy´ïDÎ%ù®yà¹-
å¹åyāÈyàï¹åDŠà®D´Õùy®Ÿ¨yå
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®ù¨ïŸÿyàå¹jyāŸåïy´®EåD¨¨Emy
´ùyåï๛¹àŸĆ¹´ïyÿŸåùD¨`ºå®Ÿ`¹Î
El problema de esta idea reside
y´ÕùyjȹàåùÈà¹ÈŸD´DïùàD¨yĆDj
åy›D¨¨D®EåD¨¨Emyï¹mDÿyàŸŠ`D-
`Ÿº´y®È àŸ`Diy´y¨®y¦¹àmy¨¹å
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Octubre 2011, InvestigacionyCiencia.es 21


CLASES DE MULTIVERSO

¿Qué hay más allá?


Al escudriñar el universo, los astrónomos pueden observar
hasta una distancia de unos 42.000 millones de años luz,
nuestro horizonte cósmico. Esto se corresponde con la dis-
tancia que la luz ha podido recorrer desde la gran explosión,
teniendo en cuenta lo que el universo se ha expandido desde
entonces. Si suponemos que el espacio no termina ahí y que,
en principio, podría extenderse hasta el infinito, pueden
hacerse varias conjeturas acerca de sus propiedades.

Multiverso de nivel 1: Verosímil. La extrapolación más directa


consiste en suponer que nuestro volumen constituye una muestra
representativa del total. Otros seres en lugares lejanos verían regiones
diferentes pero, aparte de variaciones aleatorias en la distribución de Nosotros
materia, todas mostrarían un aspecto similar. El conjunto de todas esas
regiones, visibles o no por nosotros, conformaría la versión más sencilla
de multiverso.
Ž÷ÎĈĈĈ®Ÿ¨¨¹´yåmyD·¹å¨ùĆ
Multiverso de nivel 2: Dudoso. Numerosos expertos van más allá
ĂyåÈy`ù¨D´`¹´¨DȹåŸUŸ¨ŸmDmmyÕùyj¨¹åùŠ`Ÿy´ïy®y´ïy¨y¦¹åmy
nosotros, el mundo adopte una apariencia muy diferente. Nuestro
y´ï¹à´¹ÕùŸĆE´¹åyD埴¹ù´Dmyy´ïày®ù`›DåUùàUù¦DåÕùyŒ¹ïDà D´
en un medio por lo demás vacío. Las leyes de la física podrían variar de
una burbuja a otra, lo que daría lugar a una diversidad casi inconcebi-
ble. Las otras burbujas podrían ser imposibles de observar, incluso en
principio. El autor y otros escépticos dudan de la existencia de este tipo
de multiverso. Universo observable

MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE teria que posee. Nuestro universo contiene partículas como elec-
Aquellos que se adhieren a la acepción más amplia de multiver- trones y quarks, los cuales interaccionan a través de fuerzas como
so han propuesto diferentes mecanismos para explicar cómo el electromagnetismo. Pero en otros universos existirían partí-
habrían surgido todos esos mundos y dónde podrían encontrar- culas e interacciones diferentes, es decir, otras leyes locales de
se. Quizás ocupen regiones muy alejadas del espacio, tal y como la física. El conjunto de todas las leyes locales permitidas recibe
fh[Z_Y[[bceZ[beZ[_dÑWY_ŒdYWŒj_YWZ[7bWd=kj^"7dZh[_B_d- el nombre de paisaje. Según algunas interpretaciones de la teo-
de y otros [véase»;bkd_l[hie_dÑWY_edWh_eWkjehh[][d[hWdj[¼" ría de cuerdas, este paisaje es enorme, lo que asegura una diver-
por A. Linde; ?ĄČûĉĊÿý÷ùÿĶĄď9ÿûĄùÿ÷, enero de 1995]. También sidad fabulosa de universos.
podrían existir en diferentes épocas, como ocurre en el modelo A muchos de quienes trabajan en la propuesta del multiver-
cíclico de Paul Steinhardt y Neil Turok [véase «El universo an- so —en especial, a los defensores del paisaje de la teoría de cuer-
tes de la gran explosión», por G. Veneziano; ?ĄČûĉĊÿý÷ùÿĶĄď das—, los universos paralelos no les importan demasiado como
9ÿûĄùÿ÷, julio de 2004], o quizá se encuentren en el mismo es- tales. Para ellos, las objeciones al multiverso como concepto se
pacio que el nuestro pero en una rama diferente de la función muestran poco relevantes, ya que la validez de sus teorías se basa
Z[edZWYk|dj_YW"YeceZ[Ð[dZ[:Wl_Z:[kjiY^Qvéase «Física en la consistencia matemática interna y en la posibilidad de que,
Yk|dj_YWZ[beil_W`[iWjhWlƒiZ[bj_[cfe¼"feh:$:[kjiY^oC$ Wb]‘dZ‡W"Wb]kdWiZ[ikiYedi[Yk[dY_Wifk[ZWdl[h_ÐYWhi[[c-
Lockwood; ?ĄČûĉĊÿý÷ùÿĶĄď9ÿûĄùÿ÷, mayo de 1994]. Otra posibi- píricamente. Suponen un multiverso como escenario adecuado
lidad reside en que carezcan de localización y se hallen desconec- para sus teorías, pero sin preocuparse por el origen de su exis-
tados de nuestro espaciotiempo, como proponen Max Tegmark y tencia. Este último asunto concierne a los cosmólogos.
:[dd_iIY_WcWQvéase «Universos paralelos», por M. Tegmark; Para un cosmólogo, el problema fundamental del que adole-
?ĄČûĉĊÿý÷ùÿĶĄď9ÿûĄùÿ÷, julio de 2003]. cen las propuestas sobre el multiverso radica en la existencia de
:[[djh[jeZWibWiefY_ed[i"Wgk[bbWgk[]epWZ[cWoehWY[f- un horizonte visual cósmico. Este constituye el límite más allá
jWY_Œd[ibW_dÑWY_ŒdYWŒj_YW$Feh[bbe"oWkdgk[beiWh]kc[djei del cual no podemos ver nada, pues, dado que la velocidad de la
que siguen pueden aplicarse al resto de las propuestas, en el pre- bkp[iÐd_jW"d_d]kdWi[‹Wbfhel[d_[dj[Z[c|iWbb|^WXh‡Wj[d_-
i[dj[Whj‡Ykbec[Y[djhWhƒ[d[bbW$BW_dÑWY_ŒdYWŒj_YWieij_[d[ do tiempo de alcanzarnos desde la gran explosión. Todos los uni-
que, a gran escala, el espacio es un vacío en eterna expansión en versos paralelos se encuentran más allá de nuestro horizonte vi-
[bgk[bWiÑkYjkWY_ed[iYk|dj_YWi][d[hWdi_dY[iWhdk[leikd_- sual y, por tanto, permanecerán siempre fuera de nuestro alcan-
versos, como un niño que hace pompas de jabón. El concepto de Y["Yed_dZ[f[dZ[dY_WZ[beiWlWdY[ijƒYd_Yei$:[^[Y^e"i[^WbbWd
_dÑWY_ŒdZWjWZ[beiW‹eieY^[djW$:[iZ[[djedY[i"bei\‡i_Yei Z[cWi_WZeb[`eiYecefWhW^WX[h[`[hY_Ze`Wc|id_d]kdW_dÑk[d-
teóricos han trabajado mucho sobre él en el marco de la teoría cia sobre nuestro cosmos, razón por la que la existencia de un
de la naturaleza más exhaustiva de la que disponen: la teoría de multiverso jamás podrá corroborarse de manera directa.
cuerdas. Esta permite la existencia de burbujas muy diferentes Sus partidarios sostienen que, en líneas generales, resulta
CHAD HAGEN

entre sí. Cuando una de ellas nace, no solo su distribución ini- posible describir lo que ocurre 1000, 10100, 101.000.000e_dÐd_jWi
cial de materia es aleatoria, sino que también lo es el tipo de ma- veces más allá de nuestro horizonte cósmico, y todo ello a par-

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Nosotros Nosotros

Multiverso de nivel 1 Multiverso de nivel 2

tir de los datos obtenidos en el interior del horizonte. Se trata X[hdWh‡Wd[bfheY[ieZ[_dÑWY_ŒdYŒic_YWoZWh‡Wdbk]WhWkd


de una extrapolación insólita. Pero tal vez el universo se cierre d‘c[he_dÐd_jeZ[kd_l[hiei$I_X_[djWb[iceZ[bei]epWdZ[
sobre sí mismo a escalas lo bastante grandes y no haya nada buenos fundamentos teóricos, la naturaleza de esos campos con-
más ahí fuera. O quizá la materia se acabe en algún punto y no tinúa siendo un misterio. Los experimentos aún han de demos-
exista más que espacio vacío a partir de ahí. Simplemente, no trar su existencia, por no mencionar la medición de sus supues-
sabemos lo que ocurre, puesto que no poseemos ninguna infor- tas propiedades. Otro aspecto crucial radica en que, hasta aho-
mación sobre esas regiones ni la poseeremos jamás. ra, carecemos de toda prueba de que la dinámica de esos campos
genere distintas leyes de la física en otros universos.
SIETE ARGUMENTOS CUESTIONABLES EZm^hkŠZjn^ik^]b\^bgÓgbmhlngbo^klhlaZlni^kZ]h
La mayoría de los defensores de la idea del multiverso son pro- ngZikn^[Zh[l^koZ\bhgZe\eZo^' El fondo de radiación cós-
fesionales serios que, aun conscientes del problema, consideran c_YWZ[c_YheedZWih[l[bW[bWif[YjeZ[bkd_l[hieWbÐdWbZ[ik
posible efectuar suposiciones razonables sobre lo que ocurre etapa inicial de expansión caliente. Y, en efecto, los patrones
más allá del horizonte cósmico. Sus argumentos pueden agru- que exhibe dicha radiación sugieren que nuestro universo ex-
parse en siete categorías, cada una de las cuales adolece de sus f[h_c[djŒkdf[h‡eZe_dÑWY_edWh_e$F[hedejeZeibeij_feiZ[
propias debilidades. _dÑWY_ŒdYedj_d‘WdfehjeZWbW[j[hd_ZWZo][d[hWdi_dY[iWh
>e^liZ\bhghmb^g^Óg' Muy pocos ponen en duda que el es- un universo tras otro, y las observaciones no permiten distin-
pacio se extienda más allá de nuestro horizonte cósmico y que ]k_hgkƒYbWi[Z[_dÑWY_Œdjklebk]Wh$7b]kdeiYeicŒbe]ei"Yece
existan allí otros dominios. En este tipo de multiverso, podemos Ij[_d^WhZj"ieij_[d[dgk[kdW_dÑWY_Œd[j[hdW^WXh‡WZWZebk-
extrapolar lo que vemos aquí a los dominios vecinos, con mayor gar a patrones en la radiación de fondo distintos de los obser-
incertidumbre a medida que nos alejamos del horizonte. Resul- vados [véase»BW_dÑWY_ŒdWZ[XWj[¼"fehF$@$Ij[_d^WhZj1?Ą-
ta fácil imaginar variaciones más elaboradas, incluidas aquellas ČûĉĊÿý÷ùÿĶĄď9ÿûĄùÿ÷, junio de 2011]. Andrei Linde y otros no
con una física distinta a la que conocemos. Pero el problema con se muestran de acuerdo. ¿Quién tiene razón? Todo depende de
las extrapolaciones que van de lo conocido a lo desconocido re- bW\‡i_YWgk[ikfed]WceifWhW[bYWcfe_dÑWY_edWh_e$
side en que es imposible demostrar su falsedad. ¿Cómo decidir EZl\hglmZgm^l_ng]Zf^gmZe^ll^aZeeZgZcnlmZ]ZliZkZ
si un modelo que describe lo que ocurre en una región inobser- i^kfbmbkeZ^qblm^g\bZ]^ob]Z'Una característica notable de
vable supone una extrapolación razonable? ¿Poseen otros uni- nuestro universo reside en que las constantes físicas poseen jus-
versos diferentes distribuciones iniciales de materia, o cambian to los valores que se necesitan para permitir la formación de
también los valores de las constantes fundamentales de la natu- estructuras complejas, entre ellas, los seres vivos [véase «Bus-
raleza? Cualquier opción es posible. YWdZel_ZW[d[bckbj_l[hie¼"feh7$@[da_dio=$Fƒh[p1?ĄČûĉĊÿ-
La física conocida predice la existencia de otros domi- ý÷ùÿĶĄď9ÿûĄùÿ÷"marzo de 2010]. Steven Weinberg, Martin Rees,
gbhl'BWij[eh‡WiZ[kd_ÐYWY_ŒdWYjkWb[ifh[Z_Y[dbW[n_ij[dY_W Leonard Susskind y otros autores sostienen que el multiverso
de campos escalares, parientes hipotéticos de otros campos que proporciona una explicación elegante para esta aparente coinci-
llenan el espacio, como el campo magnético. Estos campos go- dencia: si las constantes de la naturaleza adoptan todos los va-

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lores posibles en un conjunto lo bastante grande de universos, LA ENERGÍA OSCURA Y EL MULTIVER SO
aquellos que hacen posible la vida deberán darse en algún lugar.
Este razonamiento se ha aplicado a la densidad de energía oscu-
ra, la que hoy en día acelera la expansión del universo. Estoy de
¿Como un guante?
acuerdo en que el multiverso ofrece una explicación posible del Como prueba, los defensores de la idea del multiverso citan a
menudo la densidad de la energía oscura que domina nuestro uni-
valor de dicha cantidad. Incluso podría decirse que este hecho
þxßä¸Í§Ç߸`xä¸lxž³‹D`ž¹³xîxß³Dl¸îDߟDD`DlDø³žþxßä¸`¸³
Yedij_jko[bW‘d_YWefY_ŒdYedXWi[Y_[dj‡ÐYWZ[bWgk[Z_ifed[-
una densidad aleatoria de energía oscura, pero pocos de ellos
cei^WijWW^ehW$I_d[cXWh]e"h[ikbjW_cfei_Xb[Z[l[h_ÐYWhW
poseerían una densidad nula o muy baja: la mayoría exhibiría valo-
partir de las observaciones. Además, la mayoría de los análisis al
res elevados (azul). Sin embargo, la energía oscura tiende a des-
respecto consideran que las ecuaciones básicas de la física son truir las estructuras complejas que se necesitan para sustentar la
las mismas en todas partes y que lo único que varía son los va- vida (rojo). De esta forma, la mayoría de los universos habitables
lores de las constantes. Pero, si tomamos en serio la idea de mul- deberían presentar un valor intermedio de la densidad de energía
tiverso, esto no tiene ninguna razón para ser así. oscura (pico en la región negra). Ese es precisamente el caso de
La densidad de energía oscura concuerda con las pre- nuestro universo. Los escépticos, en cambio, sostienen que lo ante-
dicciones del multiverso.;ij[Wh]kc[djeh[ÐdW[bWdj[h_eh" ߞ¸ßäøǸ³xø³Dߐø­x³î¸`žß`ø§Dßi§D³¸`ž¹³lxÇ߸UDUž§žlDl丧¸
ya que añade que el universo no se halla más ajustado para la puede aplicarse si, desde el principio, se suponen muchos univer-
vida que lo estrictamente necesario. Sus partidarios han calcu- sos. Se trata, pues, de una prueba de autoconsistencia, no de exis-
lado la probabilidad de que la densidad de energía oscura tome tencia del multiverso.
un valor u otro. Los valores más elevados resultan más proba-
Alta Probabilidad de albergar vida
bles, pero entonces el universo se muestra menos apto para la
vida. El valor observado debería encontrarse en la frontera de Probabilidad de formar un universo
la inhabitabilidad. Y, de hecho, así parece ocurrir. Pero donde
Univ
Un iver
e so
so inh
nhab
a ititab
abbllee
este argumento falla es en que no puede emplearse un razo-
Univver
Un erso
rso
so hab
abitittab
ablee
namiento probabilístico si no existe un multiverso al que apli-
car el concepto de probabilidad. Se trata de un argumento que Probabilidad
supone desde el principio la conclusión a la que se desea llegar
y que no puede emplearse si existe solo un universo. Si bien sir-
ve para comprobar la consistencia interna de la propuesta del
multiverso, no demuestra su existencia.
La teoría de cuerdas predice una gran diversidad de uni-
versos. La teoría de cuerdas ha pasado de ser una teoría que ex- Baja
plicaba todo a una en la que todo es posible. En su forma actual, Baja Observada Alta
predice que muchas de las cualidades esenciales del universo se Densidad de energía oscura
deben a la mera casualidad. Si el universo fuese único, esas pro-
piedades se antojarían inexplicables. ¿Cómo entender, por ejem-
plo, que las leyes de la física hagan gala de los atributos que ha- que decida qué está permitido y qué no, como el propuesto por
cen posible la vida? Sin embargo, si existiesen numerosos uni- J[]cWha"gk[WÐhcWgk[jeZWibWi[ijhkYjkhWicWj[c|j_YWife-
versos, tales propiedades tendrían perfecto sentido: no habrían sibles han de hacerse realidad en algún dominio físico. Pero no
aparecido por ninguna razón especial, sino que simplemente se- tenemos idea de qué clases de existencia se derivan de este prin-
rían las que surgieron en nuestra región del espacio. Y si vivié- cipio más allá de que, por fuerza, debe incluir el mundo que ob-
semos en otro sitio, observaríamos otras (suponiendo, claro, que i[hlWceiWdk[ijheWbh[Z[Zeh$7Z[c|i"de^Wo\ehcWZ[l[h_Ð-
se tratase de un lugar donde se permite la existencia de vida, car la existencia o la naturaleza de un principio tal. Si bien se
algo que sería imposible en la mayoría de los casos). Pero la teo- trata de una proposición atractiva en muchos aspectos, su apli-
ría de cuerdas no es una que haya superado todo tipo de prue- cación a la realidad no pasa de la pura especulación.
bas; ni tan siquiera se encuentra completa. En caso de contar
con una demostración de que es correcta, sus predicciones cons- FALTA DE PRUEBAS
tituirían un argumento legítimo y con base empírica a favor del A pesar de todo lo anterior, algunos cosmólogos han sugerido
ckbj_l[hie$I_d[cXWh]e"YWh[Y[ceiZ[Z_Y^Wl[h_ÐYWY_Œd$ varias comprobaciones empíricas de la existencia de universos
Todo lo que puede ocurrir acaba ocurriendo. Al tratar de paralelos. El fondo de radiación cósmica de microondas podría
explicar por qué la naturaleza obedece a ciertas leyes y no a otras, ocultar rastros de otros universos si, por ejemplo, el nuestro hu-
Wb]kdei\‡i_YeioÐbŒie\ei^Wd[if[YkbWZeYedbW_Z[WZ[gk[bW biera colisionado con otra burbuja del tipo de las que surgen en
naturaleza nunca se ha visto obligada a tal elección: toda ley con- [bceZ[beZ[_dÑWY_ŒdYWŒj_YW$Egk_p|"i_beikd_l[hieii[ikY[-
cebible resultaría aplicable en alguna parte. Semejante posibili- den en un ciclo interminable, quizá la radiación de fondo exhi-
dad se inspira, en parte, en la mecánica cuántica, según la cual ba rastros de los que precedieron a nuestra gran explosión. Ta-
todo lo que no está prohibido es obligatorio, como sentenció les señales supondrían indicios reales de la existencia de otros
Murray Gell-Mann. Cada partícula sigue todos los caminos po- universos. Algunos incluso aseguran haberlas detectado, pero
sibles y lo que observamos es una media ponderada de todas por ahora el asunto es objeto de una gran controversia. Además,
esas opciones. Así que tal vez ocurra lo mismo con todo el uni- muchos tipos de multiverso no darían lugar a esos indicios, por
verso, lo que implicaría un multiverso. Sin embargo, resulta del begk[bWifhk[XWieXi[hlWY_edWb[iiebef[hc_j_h‡Wdl[h_ÐYWhkdW
JEN CHRISTIANSEN

todo imposible detectar esa multiplicidad de posibilidades. De YbWi[[if[Y‡ÐYWZ[ceZ[bei$


hecho, ni siquiera podemos saber cuáles son: solo podemos in- Una segunda comprobación empírica provendría de las va-
terpretar la propuesta a la luz de algún principio organizador riaciones en una o más constantes fundamentales, lo que corro-

24 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, octubre 2011


boraría la premisa de que, después de todo, las leyes de la físi- j_ZWZZ[[dj_ZWZ[idel[h_ÐYWXb[igk[h[gk_[h[[bceZ[be$;d
ca no son tan inmutables. Algunos expertos sostienen haber ob- concreto, ¿necesitamos más o menos que el número de fenóme-
servado dichas variaciones [véase «Variación de las constantes», nos que pretendemos explicar? En el caso del multiverso, se su-
feh@$:$8Whhemo@$A$M[XX1?ĄČûĉĊÿý÷ùÿĶĄď9ÿûĄùÿ÷"agosto fed[bW[n_ij[dY_WZ[kdd‘c[he[dehc[ÄjWbl[p_dÐd_jeÄZ[
de 2005], pero la mayoría duda de dichos resultados. entes inobservables para explicar un solo universo, algo que con
Una tercera posibilidad consistiría en medir la geometría Z_ÐYkbjWZieXh[l_l[WbWY[dikhWZ[=k_bb[hceZ[EYa^Wc0»bW
del universo observable: ¿es esférica, hiperbólica o plana? En pluralidad no debe postularse si no es necesaria».
general, los modelos de multiverso predicen un universo no es- Los defensores de la idea del multiverso aún esgrimen un úl-
férico, puesto que una esfera se cierra sobre sí misma y, por timo argumento: la ausencia de alternativas satisfactorias. Por
jWdje"WXWhYWkdlebkc[dÐd_je$FehZ[i]hWY_W"beWdj[h_ehde muy desagradable que resulte la proliferación de mundos pa-
ikfedZh‡WkdWfhk[XWZ[Ðd_j_lW$;bkd_l[hiec|iWbb|Z[dk[i- ralelos, si es nuestra mejor explicación, deberíamos aceptarla.
tro horizonte podría exhibir una geometría diferente de la de O, visto al revés, para abandonarla deberíamos contar con una
la parte observable. Además, no todas las teorías del multiver- opción viable. La búsqueda de alternativas depende del tipo de
so descartan una geometría esférica. explicación que estemos dispuestos a aceptar. La esperanza de
Una prueba más concluyente vendría dada por la topología los físicos siempre ha sido que las leyes de la naturaleza resulten
del cosmos: ¿se enrolla sobre sí mismo, como una rosquilla o inevitables: el mundo es como es porque no podía haber sido de
kdeY^e5:[i[hWi‡"fei[[h‡WkdjWcW‹eÐd_je"beYkWbh[\kjW- otra manera. Pero esto es algo que jamás hemos podido demos-
h‡WbWcWoeh‡WZ[bWil[hi_ed[iZ[bW_dÑWY_Œdo"[dYedYh[je"kd trar. Existen otras opciones. Quizás el universo sea fruto de la
ckbj_l[hieXWiWZe[d_dÑWY_ŒdYWŒj_YW$:_Y^Wjefebe]‡WZWh‡W pura casualidad. O todo podría estar predestinado, con un pro-
lugar a patrones recurrentes en el cielo, como grandes círculos pósito o intención subyacente. Pero la ciencia no puede determi-
en el fondo cósmico de microondas [véase»´;iÐd_je[b[ifW- nar cuál es el caso, ya que se trata de un problema metafísico.
Y_e5¼"feh@$#F$Bkc_d[j"=$:$IjWhacWdo@$H$M[[ai1?ĄČûĉĊÿ- El multiverso se postula para intentar elucidar cuestiones
ý÷ùÿĶĄď9ÿûĄùÿ÷"junio de 1999]. La búsqueda de tales señales profundas acerca de la naturaleza misma de la existencia, pero,
no ha dado fruto, pero este resultado negativo no puede inter- en última instancia, las mismas preguntas fundamentales siguen
pretarse a favor del multiverso. sin respuesta. Si el multiverso existe, ¿surgió por necesidad, por
Por último, cabría esperar una prueba o una refutación de azar o con algún propósito? Vuelve a tratarse de una cuestión
algunas de las teorías que predicen un multiverso. Quizá las ob- metafísica que ninguna teoría física puede responder.
i[hlWY_ed[iZ[iYWhj[dbW_dÑWY_ŒdYWŒj_YW"efk[Z[gk[i[Z[i- Si deseamos avanzar, hemos de conservar la idea de que toda
cubra alguna inconsistencia matemática o empírica que obli- Y_[dY_Wi[WfeoW[dbWl[h_ÐYWY_Œd[cf‡h_YW$D[Y[i_jWceiWb]‘d
gue a abandonar el paisaje de la teoría de cuerdas. En tal caso, contacto causal con las entidades que proponemos; de otro
los argumentos que conducen a la idea de multiverso quedarían modo, los límites desaparecen. La conexión puede ser indirec-
seriamente socavados, si bien el concepto no podría descartar- ta: si un ente inobservable resulta del todo esencial para expli-
se por completo. YWh\[dŒc[deil[h_ÐYWZei[cf‡h_YWc[dj["fk[Z[ZWhi[Wikl[p
por corroborado. Pero, entonces, la tarea de demostrar esta co-
DEMASIADO FLEXIBLE nexión resulta imprescindible de cara a la cadena de explicacio-
;dZ[Ðd_j_lW"bWifhk[XWiW\Wlehe[dYedjhWZ[bckbj_l[hiei[ nes. El desafío que planteo a los partidarios del multiverso es,
muestran poco concluyentes. La razón principal se debe a la ex- por tanto, el siguiente: ¿puede demostrarse que los universos
Y[i_lWÑ[n_X_b_ZWZZ[bWfhefk[ijW0i[jhWjWc|iZ[kdYedY[f- paralelos inobservables son vitales para explicar el mundo que
jegk[Z[kdWj[eh‡WX_[dZ[Ðd_ZW$BWcWoeh‡WZ[beiceZ[bei vemos? ¿Es esta relación ineludible?
entrañan un crisol de ideas que no llegan a formar un todo co- 7f[iWhZ[c_[iY[fj_Y_ice"Yh[egk[bWih[Ñ[n_ed[iieXh[[b
^[h[dj[$;bc[YWd_iceX|i_YeZ[bW_dÑWY_Œd[j[hdWde_cfb_YW multiverso proporcionan una oportunidad excelente para me-
que la física sea diferente en cada dominio del multiverso; para ditar sobre la naturaleza de la ciencia y la esencia última de la
ello se requiere otra teoría especulativa. Aunque pueden ir de existencia: ¿por qué estamos aquí? El concepto conduce a ideas
la mano, no se trata de algo inevitable. novedosas e interesantes, y es, por tanto, un programa de inves-
BWYbWl[fWhW`kij_ÐYWhkdckbj_l[hieh[i_Z[[dbW[njhWfebW- tigación productivo. Para examinarlo hace falta un punto de vis-
Y_ŒdZ[beYedeY_ZeWbeZ[iYedeY_Ze"Z[bel[h_ÐYWXb[Wbe_dl[- ta abierto, pero no demasiado. Tiene por delante un delicado
h_ÐYWXb["begk[Z[h_lW[dh[ifk[ijWiZ_\[h[dj[ii[]‘dbegk[Z[- camino por hollar. Los universos paralelos podrían existir o no;
Y_ZWcei[njhWfebWh$:WZegk[beikd_l[hieifWhWb[beiYedi_]k[d la cuestión no se encuentra resuelta y tendremos que vivir con
explicar casi todo, cualquier observación tiene cabida en una bW_dY[hj_ZkcXh[$De^WodWZWZ[cWbe[dbW[if[YkbWY_ŒdÐbe-
variante u otra. En el fondo, las distintas «pruebas» nos piden iŒÐYWYedXWi[Y_[dj‡ÐYW"gk[[ibegk[iedbWifhefk[ijWiZ[b
aceptar algún argumento teórico en lugar de insistir en la veri- multiverso. Pero deberíamos llamarlas por su nombre.
ÐYWY_ŒdeXi[hlWY_edWb$F[he[ije‘bj_ce^Wi_Ze^WijWW^ehW[b
requisito central de la ciencia; si lo abandonamos, hemos de
PA R A S A B E R M Á S
asumir los riesgos. Si relajamos el requerimiento de apoyarnos
en datos sólidos, estamos debilitando la razón fundamental del ååùy埴ï›yțŸ¨¹å¹È›Ă¹†`¹å®¹¨¹‘ĂÎ George F. R. Ellis en Philosophy of Physics, dirigido por
éxito de la ciencia durante los últimos siglos. rÍr¡ë
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factoria una serie de fenómenos cuenta con más peso que una r›†r!ÍD†»'ê{«Íf7§”èrÍҔÜë0ÍrÒÒdäð®®»
mezcolanza de argumentos separados para cada uno. Y si una "DàyD¨ŸmDm¹`ù¨ïDi7´Ÿÿyàå¹åÈDàD¨y¨¹åèDåÈๆù´mDå¨yĂyåmy¨`¹å®¹åÎ Brian Greene.
[nfb_YWY_Œdkd_ÐYWZW_cfb_YWi[bW[n_ij[dY_WZ[[dj[i_deXi[h- Crítica (próxima aparición).
vables, como universos paralelos, podríamos inclinarnos a acep- Opiniones de Alexander Vilenkin y Max Tegmark a favor de la propuesta del multiverso en:
tar su existencia. Pero un aspecto fundamental radica en la can- ĀĀĀÎå`Ÿy´ïŸŠ`D®yàŸ`D´Î`¹®ëDàïŸ`¨yÎ`†®ÖŸm‚®ù¨ïŸÿyàåyžï›yž`Dåyž†¹àžÈDàD¨¨y¨žù´Ÿÿyàåy

Octubre 2011, InvestigacionyCiencia.es 25

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