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Lectores:
Monitor:
Angélica Inés Villavicencio
Primera Lectura:
María Angélica Barrera de Villavicencio
Salmo Responsorial:
Laura María Villavicencio
Segunda Lectura:
Elba Crespín Meléndez
Damitas:
Alicia Valentina Campos Barrera
Valeria Alejandra Barrera Orellana
Oración de los esposos
Señor, haz de nuestro hogar un sitio de tu amor.
Que no haya injuria, porque Tú nos das comprensión.
Que no haya amargura, porque Tú nos bendices.
Que no haya egoísmo porque Tú nos alientas.
Que no haya rencor, porque Tú estás con nosotros.
Que sepamos marchar hacia Ti en nuestro diario vivir.
Que cada mañana amanezca un día más de entrega y
sacrificio.
Que cada noche nos encuentre con más amor de esposos.
Que nos esforcemos en el consuelo mutuo.
Que hagamos del amor un motivo para amarte más.
Que demos lo mejor de nosotros para ser felices en el hogar.
Que cuando amanezca el gran día de ir a tu encuentro
Nos concedas el hallarnos unidos para siempre en ti.
AMEN.
Introducción
Monitor:
Buenas tardes, Dios con la creación del hombre y la mujer a
su imagen y semejanza, corona y lleva a la perfección la obra
de sus manos, llamando a unos a una participación especial
en su amor y al mismo tiempo en su poder de creador,
mediante su cooperación libre y responsable, en la
transmisión de la vida humana: César y Emma, son fruto y
signo del amor como testimonio vivo de entrega plena y
recíproca, uniéndose ahora en matrimonio.
Evangelio
Sacerdote: El Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu Espíritu.
Sacerdote: Lectura del Santo Evangelio según San Juan
Todos: Gloria a ti Señor.
El Dios de Abraham.
El Dios de Isaac.
El Dios de Jacob.
El Dios que unió a nuestros primeros padres en el paraíso
confirme este consentimiento mutuo que os habéis
manifestado ante la Iglesia y, en Cristo, os dé su bendición,
de forma que lo que Dios ha unido no lo separe el hombre.
Bendigamos al Señor.
Todos: Demos gracias a Dios.
Bendición y entrega de anillos y arras
(Se ponen de pie madrina de anillos y
arras)
Bendición y Entrega de anillos:
Sacerdote: Bendice Señor a estos hijos tuyos y santifícalos
en tu amor, y que estos anillos símbolos de fidelidad les
recuerden siempre el amor que se tienen. Por Jesucristo
Nuestro Señor.
Fieles: Amén
Por los aquí presentes, para que el Señor Jesús los fortalezca
en su fe y los ayude a vivir con amor y alegría en este nuevo
año, trabajando por la salvación de nosotros mismos y
nuestros hermanos. Roguemos al Señor.
Todos: Te rogamos óyenos
Bendición nupcial
Sobre el esposo y la esposa
Oh Dios que para propagar la familia humana, ya en los
orígenes mismos del mundo modelaste a la mujer del costado
de Adán, e insinuando la unidad del amor más puro hiciste
de uno dos, para mostrar que los dos son uno.
Has puesto los primeros cimientos del matrimonio de tal
modo que el varón abraza en su esposa una parte de su
propio cuerpo y no puede pensar que le es extraño lo que
sabe formado de sí mismo.
Míranos propicio desde tu trono en el cielo y atiende con
benevolencia nuestras plegarias:
A estos hijos tuyos, a quienes mediante esta bendición
unimos con el vínculo del matrimonio santifícalos con la
gracia del Espíritu Santo y acompáñalos benignamente con
tu amorosa protección. Responderemos diciendo: Amén.
Concédeles, Señor, mutua armonía de Espíritu en tu Santo
temor y semejante bondad de costumbres en el amor del uno
al otro.
Todos: Amén.
Que se amen, Señor, y que nunca se aparten de ti.
Todos: Amén.
Que mutuamente se entreguen el debido amor del cuerpo y
del corazón y que nunca te ofendan al consumir su amor.
Todos: Amén.
Que nunca se desvíen de tus caminos, sino que te agraden
siempre guardándose entera fidelidad.
Todos: Amén.
Dales Señor, en abundancia los bienes presentes, y una santa
y generosa descendencia.
Todos: Amén.
Que la dulzura de tu bendición inunde su cuerpo y su espíritu
de tal modo que el fruto de su unión sea del agrado de todos,
y bendecido por ti.
Todos: Amén.
Dales, Señor, una larga y feliz vida en el presente y un
constante deseo de la vida eterna que les aguarda.
Todos: Amén.
Dispongan de tal modo los asuntos temporales que
felizmente deseen los bienes eternos.
Todos: Amén.
Sepan amar los bienes transitorios de forma que no pierdan
los que duran para siempre.
Todos: Amén.
Y así amándose de verdad, y sirviéndote a ti, Señor,
sinceramente, vean los hijos de sus hijos, y después de una
larga vida en la tierra, lleguen, por fin, al Reino de los
Cielos.
Todos: Amén.
Rito de la paz
Comunión
Sacerdote: este es el cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo: Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Todos: Señor, Yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya bastará para sanarme.