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BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE

PUEBLA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN EN
PSICOLOGÍA EDUCATIVA.

Profesora: Ma. Pilar Cantero Angulo

ALUMNOS:
 Agni Samar Zamora Téllez
 Jacqueline León Jiménez
Intervención estratégica en la escuela Secundaria Paulina Maraver bajo el
tema de la NO VIOLENCIA

Introducción:

El termino vulnerabilidad es aplicable a aquellos sectores o grupos de la


población que por su condición de edad, sexo, estado civil y origen étnico se
encuentran en condición de riesgo que les impide incorporarse al desarrollo y
acceder a mejores condiciones de bienestar. En la escuela secundaria General
Paulina Malaver se identificó como grupo vulnerable, debido a problemas de
conductas entre pares, además de encontrarse ubicada en una de las colonias
más conflictivas de la ciudad de puebla.

Es por esta razón que el objetivo de este proyecto de intervención tiene como
objetivo mejorar el desempeño académico proporcionando herramientas para la
integración, optimizando la interacción entre pares a través de formas violentas
de interacción y reduciendo los índices de violencia entre alumnos de la
institución

Se pretende realizar estos cambios basándose en una intervención que consta


de 5 sesiones donde se abordaran los temas: tolerancia, inteligencia emocional,
autoestima, respeto y cultura de la paz, se debe tomar en cuenta que el proyecto
será aplicado a adolescentes de entre 12 y 13 años de edad que estén cursando
el primer grado de secundaria, debemos recordar que los primeros años de la
adolescencia son una etapa marcada por muchos cambios físicos, mentales,
emocionales y sociales, también es un periodo en el cual el adolescente podría
enfrentarse a la presión que ejercen sus iguales para que se comporten de cierta
manera o a realizar ciertas acciones. (PAPALIA, Diana. 2001)
OBJETIVO GENERAL:
Mejorar el desempeño académico proporcionando herramientas para la
integración, optimizando la interacción entre pares a través de formas violentas
de interacción y reduciendo los índices de violencia entre alumnos de la
institución.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
 Identificar a grupos sociales más influyentes entre alumnos.
 Concientizar grupos sobre la interacción violenta y sus consecuencias

JUSTIFICACIÓN:
En la escuela Secundaria Paulina Maulina Malaver es imprescindible la
modificación en la base de interacción entre pares que se observa dentro de la
institución. Afecta tanto directa como indirectamente en el desempeño
académico del alumnado, incluso, tiene impacto negativo en los sistemas
sociales inmediatos, esto implica relacionarse con formas de comunicación
ineficaces e incluso destructivas, y abarca hasta la violencia verbal y /o física
mas explicita. Un ambiente hostil se que ha agravado con el paso del tiempo, y
por la falta de atención hacia este problema; Es por estas razones que se
pretende realizar un programa estratégico basado el tema de la NO VIOLENCIA,
que incida y modifique efectivamente la interacción entre alumnos, reduciendo
índices de violencia desde ámbito interpersonal hasta el social, mejorando la
comunicación entre pares, el aprovechamiento escolar, así como también la
relación entre pares.
MARCO TEÓRICO:

Grupos Vulnerables.

Durante la última década la atención a grupos vulnerables, también conocidos


como grupos sociales en condiciones de desventaja, ocupa un espacio creciente
en las agendas legislativas de las políticas públicas, con especial atención a los
procesos de vulnerabilidad social de las familias, grupos y personas.

El termino vulnerabilidad es aplicable a aquellos sectores o grupos de la


población que por su condición de edad, sexo, estado civil y origen étnico se
encuentran en condición de riesgo que les impide incorporarse al desarrollo y
acceder a mejores condiciones de bienestar.

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) define la vulnerabilidad como el resultado


de la acumulación de desventajas y una mayor posibilidad de presentar un daño,
derivado de un conjunto de causas sociales y de algunas características
personales y/o culturales. Considera como vulnerables a diversos grupos de la
población entre los que se encuentran las niñas, los niños y jóvenes en situación
de calle, los migrantes, las personas con discapacidad, los adultos mayores y la
población indígena, que más allá de su pobreza, viven en situaciones de riesgo.

El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) concibe a la


vulnerabilidad como un fenómeno de desajustes sociales que ha crecido y se ha
arraigado en nuestras sociedades. La acumulación de desventajas, es
multicausal y adquiere varias dimensiones. Denota carencia o ausencia de
elementos esenciales para la subsistencia y el desarrollo personal, e
insuficiencia de las herramientas necesarias para abandonar situaciones en
desventaja, estructurales o coyunturales.

Desde una perspectiva alimentaria, la Organización de la Naciones Unidas para


la Agricultura y la Alimentación (FAO) define un grupo vulnerable al que padece
de inseguridad alimentaria o corre riesgo de padecerla. El grado de
vulnerabilidad de una persona, un hogar o un grupo de personas está
determinado por su exposición a los factores de riesgo y su capacidad para
afrontar o resistir situaciones problemáticas.
Mientras que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos considera una
amplia gama de grupos vulnerables que incluye a las mujeres violentadas,
refugiados, personas con VIH/SIDA, personas con preferencia sexual distinta a
la heterosexual, personas con alguna enfermedad mental, personas con
discapacidad, migrantes, jornaleros agrícolas, desplazados internos y adultos
mayores, la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables enfoca su atención a
cuatro grupos: Niños, adolescentes, adultos mayores y personas con
discapacidad.
Educación para la paz y transversalidad.

La educación para la paz armoniza lo personal (educación moral, sexual y de la


salud) lo social (educación vial, del consumidor e intercultural) y lo ambiental
(educación ambiental). ( Vidanes, 2007)

Objetivos de la educación para la paz

Una educación para la paz, la no violencia y la convivencia tiene que asumir


sistemáticamente la tarea de analizar el currículo oculto, procurando que afloren
aspectos como: trato, comunicación, participación, atuendo, información, etc. De
esta forma se podrá diagnosticar el modelo educativo subyacente y buscar
soluciones correctas, analizando y resolviendo conflictos. Es preciso enfrentarse
con buen ánimo a situaciones nuevas y desconocidas, favoreciendo la
autoafirmación y la creatividad. Es fundamental educar en el respeto a las
normas cuando son justas y en la desobediencia cuando son injustas. Todos
somos responsables de la educación para la paz, tanto a nivel personal como
social, local e internacional. La educación para la paz supera el marco de lo
extracurricular o complementario y, a través de los distintos niveles del sistema
educativo, se va identificando con el mismo concepto de la educación como tal.

Implantar la educación para la paz en el proceso de enseñanza puede ser fruto


del temor a la guerra y sus consecuencias o, mejor aún, de la convicción ante la
llamada de la historia y el concepto de la dignidad del hombre sobre la tierra. Los
grandes retos educativos son aprender a ser, a hacer, a pensar y a convivir.
Fernando Lucini (l994), en Temas transversales y áreas curriculares, señala
once objetivos de educación para la paz que pueden ser muy útiles.

La transversalidad es un concepto que ayuda a humanizar la acción educativa,


procurando una vida más digna para uno mismo y para los demás. Los temas
transversales permiten reforzar los contenidos actitudinales, tan necesarios para
que el ser humano se adapte a la vida y consiga su equilibrio emocional. Por ello,
forman parte de los procesos de enseñanza-aprendizaje de cada área curricular
y dinamizan la acción educativa escolar. Se ha de procurar que los alumnos
desarrollen proyectos personales dignos, solidarios y esperanzadores.

Diferentes manifestaciones de violencia

Para reflexionar sobre este tema, podemos consultar el artículo publicado por el
profesor Alfonso Fernández en la Revista Interuniversitaria de Formación del
Profesorado (n.º 22, enero/abril de l995, pp. 21-38) y el capítulo primero del libro
del profesor Merino (2006).

Existen diferentes causas personales y sociales que impiden el ejercicio libre de


la mente humana. El análisis de estas causas nos ayudaría a configurar una
tipología de la violencia humana, que nos será de gran utilidad para nuevas
propuestas de mejora.

La violencia estructural se manifiesta en los centros, como algo difuso, en la


gestión burocrática, en los estilos docentes rutinarios y poco participativos, en
las resistencias a cambios renovadores, en modos corporativistas, en modelos
de evaluación, en contenidos obsoletos, en aprendizajes implícitos (currículo
oculto) como la domesticación, la obediencia, la pasividad, el individualismo, la
meritocracia, el miedo a los conflictos, la estratificación de roles, la ausencia de
compromiso con el entorno, la competitividad, la organización arquitectónica, etc.
También se produce un tipo de violencia epistemológica cuando se percibe
fragmentariamente la realidad en múltiples aspectos del saber separados en
asignaturas. La educación para la no violencia presupone una concepción
orgánica, ecológica, dinámica y holística de la realidad.

Existe violencia organizativa y arquitectónica, en el contexto del industrialismo


moderno, cuando se aplican los sistemas de gestión y funcionamiento ideados
por F. Taylor con división de tareas y una especialización en aras de una mayor
eficiencia y rentabilidad.

Se produce violencia metodológica y de contenidos cuando se reproduce la


cultura intelectual en letra impresa, mediada por el profesor erudito que llega a
la inteligencia de los alumnos, considerada como depósito (educación bancaria
de Paulo Freire). También se da una violencia disciplinaria y desnaturalizada
cuando la fragmentación y el aislamiento operan en la clasificación y etiquetado
de los alumnos en función de la cuantificación de un producto final.

Se puede hablar asimismo de violencia en las relaciones sociales, cuando el


orden y la autoridad rigen en el triángulo formado por la institución, los profesores
y el alumnado. Otros tipos de violencia son:

* VIOLENCIA INSTITUCIONAL-ADMINISTRATIVA: Se manifiesta a través de un


exceso de normas que chocan con los aspectos educativos.

* VIOLENCIA CON RESPECTO AL ENTORNO: Se produce cuando los centros


viven de espaldas al entorno social y natural en el que se encuentran.

* VIOLENCIA POR RAZÓN DE GÉNERO: Se da cuando se utiliza el criterio del


sexo (diferenciación biológica) para la atribución de roles de género
(diferenciación social, con base psicológica y cultural).

* VIOLENCIA ETNOCÉNTRICA: Se puede dar cuando no se admite la tendencia


actual de la sociedad moderna hacia la diversidad racial y cultural.

* VIOLENCIA ANTROPOLÓGICA: Es consecuencia de los tipos de violencia


estructural señalados anteriormente. La violencia estructural del sistema
educativo puede producir un tipo de hombre pasivo, individualista, acrítico,
alienado, competitivo, consumista, etc.

Con estas formas de violencia, difícilmente podremos afirmar que los centros
escolares estén preparando a las personas para responder a los grandes
desafíos del presente. Además de estos problemas globales, existen otros como
la construcción de una cultura interior para los individuos y los grupos, basada
en una red de valores que les hagan resistentes a la socialización de
contravalores de nuestra civilización (consumismo, mercantilización,
materialismo, hedonismo, dinero, superficialidad, cultura del entretenimiento,
etc.). Todo ello genera una serie de consecuencias evidentes en nuestra
sociedad como, por ejemplo, la pérdida de autoridad en las familias, cuando los
padres no saben decir no y los hijos no toleran la frustración.

Trastornos de conducta

El trastorno de conducta es un trastorno del comportamiento que puede ser


diagnosticado en el niño y el adolescente y se caracteriza por comportamientos
antisociales que violan las reglas sociales y dificulta la convivencia con sus
iguales.

Los comportamientos antisociales pueden incluir: irresponsabilidad, los


comportamientos transgresores (absentismo escolar, escaparse de casa…),
violación de los derechos de los demás (robar) o la agresión física. Normalmente
unos comportamientos acompañan a otros y bien pueden darse de forma
aislada, el diagnóstico es más común entre varones.

SINTOMAS:

Los niños con trastorno de conducta tienden a ser impulsivos, difíciles de


controlar y despreocupados por los sentimientos de los demás.
Los síntomas pueden abarcar:

→ Romper las reglas sin una razón clara.


→ Comportamiento cruel o agresivo hacia personas y animales (por ejemplo,
intimidar, pelear, usar armas peligrosas, forzar la actividad sexual y robar).
→ Ausentismo escolar (inasistencia, que comienza antes de los 13 años).
→ Consumo excesivo de alcohol y/o de drogas psicoactivas.
→ Iniciar incendios de manera deliberada.
→ Mentir para conseguir un favor o evitar tareas que tiene que hacer.
→ Escaparse.
→ Vandalismo o destrucción de la propiedad.

Los síntomas más comunes se pueden dividir en cuatro grandes grupos:

→ Conducta agresiva: pueden ser amenazas o agresiones físicas/verbales


hacia los demás. Se puede manifestar como un comportamiento
intimidante, tendencia a las peleas, uso de armas, crueldad con los
animales o abusos de todo tipo.

→ Conducta destructiva: como vandalismo, destrucción de lo ajeno,


provocar incendios…

→ Engaño: uso habitual de la mentira, robo y delincuencia


→ Transgresión de las reglas: en los niños o adolescentes es típico el no
asistir a la escuela, hacer bromas pesadas, escaparse de casa o iniciar
precozmente la actividad sexual.

Estos niños a menudo no hacen ningún esfuerzo por ocultar su comportamiento


agresivo y pueden tener dificultad para hacer amigos verdaderos.

En este proyecto esta problemática será abordada mediante diferentes enfoques


uno de ellos es la cultura de la paz y desde la inteligencia emocional.

¿Qué es la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional es la capacidad para identificar, entender y manejar


las emociones correctamente, de un modo que facilite las relaciones con los
demás, la consecución de metas y objetivos, el manejo del estrés o la superación
de obstáculos. Ante cualquier acontecimiento que suceda en tu vida, las
emociones, tanto positivas como negativas, van a estar ahí, y pueden servirte de
ayuda y hacerte feliz o hundirte en el dolor más absoluto, según cómo sea tu
capacidad para manejarlas.

Las personas con una alta inteligencia emocional no necesariamente tienen


menos emociones negativas, sino que, cuando aparecen, saben manejarlas
mejor. Tienen también una mayor capacidad para identificarlas y saber qué es lo
que están sintiendo exactamente y también una alta capacidad para identificar
qué sienten los demás. Al identificar y entender mejor las emociones, son
capaces de utilizarlas para relacionarse mejor con los demás (empatía), tener
más éxito en su entorno y llevar vidas más satisfactorias.

Características de las personas con una inteligencia emocional alta:

→ Identificar las propias emociones. Son capaces de identificar sus


emociones y saber lo que están sintiendo en cada momento y porqué, y
darse cuenta de cómo influyen en su comportamiento y en su
pensamiento.

→ Manejo de las emociones. Son capaces de controlar sus impulsos, no se


dejan llevar fácilmente por estallidos emocionales, saben calmarse a sí
mismos cuando sus emociones son especialmente negativas e intensas
y saben adaptarse a las circunstancias cambiantes.

→ Identificar las emociones de los demás. Tienen una alta capacidad para
entender las emociones, necesidades y preocupaciones de los demás,
saben ponerse en el lugar del otro y entender puntos de vista diferentes a
los propios.

→ Tienen una alta capacidad para reconocer la dinámica de un grupo, para


relacionarse con los demás, pues saben cómo se sienten y pueden actuar
en base a ello del mejor modo posible. Por este motivo, los demás se
encuentran a gusto a su lado, pues se sienten comprendidos y
respetados. Tienen también una alta capacidad para mantener buenas
relaciones, influir en los demás, comunicarse con claridad, manejar
conflictos y trabajar en equipo. Así pues, es frecuente que tengan también
una alta inteligencia social.

La importancia de la inteligencia emocional:

Las personas con más éxito en sus vidas son aquellas con una inteligencia
emocional más alta, no necesariamente las que tienen un CI más alto. Esto es
debido a que las emociones, cuando no se manejan correctamente, pueden
acabar destrozando la vida de una persona, impedirle tener relaciones
satisfactorias, limitar su progreso en la escuela, etc.

En general, la inteligencia emocional:

- Ayuda a triunfar en todas aquellas áreas de la vida que implican relacionarse


con los demás y favorece el mantenimiento de relaciones más satisfactorias.

- Ayuda a mantener una mejor salud al ser capaces de manejar mejor el estrés
y las emociones negativas como ansiedad, sin dejar que les afecten el exceso o
durante demasiado tiempo. El estrés no manejado correctamente puede
repercutir negativamente en la salud mental, haciendo que seas más vulnerable
a los trastornos de ansiedad y depresión. Además, la persona que no maneja
bien sus emociones tiene muchos más altibajos emocionales y cambios de
humor que perjudican sus relaciones y su funcionamiento.

- Ayuda a relacionarse mejor con los demás. Las personas con una alta
inteligencia emocional son más capaces de expresar lo que sienten a los demás
y entender lo que sienten los otros. Esto les permite comunicarse de manera más
efectiva y crear relaciones más profundas, tanto en la vida personal como
profesional.
Conclusiones:

Las circunstancias involucradas en el entorno de cada niño promueve,


evidentemente, formas de interacción poco efectiva, incluso hostil.
El tiempo que tuvimos la oportunidad de interactuar en la institución, pudimos
notar que existen muchos casos de precariedad en el sentido económico,
además, en algunos otros casos, los niños carecen de cuidados, alimentación,
higiene, disciplina etc. por estas razones, el ambiente que se ha desarrollado en
el aula de clases es hasta cierto punto insano.

Con la intervención que tuvimos, notamos que al focalizar la manera en que


interactúan los alumnos y otorgándoles herramientas para la comunicación no
violenta, puede mejorarse la experiencia educativa, fomentando el respeto
mutuo y la colaboración conjunta,

Pudimos observar a lo largo de nuestra intervención que gradualmente los


jóvenes regularon su conducta, cambiaron su forma de expresarse y de
relacionarse, si bien no notamos esto con todos, no podemos asegurar que la
intervención tuvo un gran impacto.

Esperamos que este impacto perdure, aunque desgraciadamente, no contamos


con los medios suficientes para observar resultados en el entorno familiar y
social, medios externos a la institución educativa, por lo que no podríamos
asegurar que nuestra participación haya modificado esos contextos. Nuestra
satisfacción está en que pudimos demostrar a la institución la efectividad de una
intervención de este tipo para mejorar el ambiente educativo y facilitar el proceso
de convivencia.
Propuestas de mejoras

El presente trabajo se empezó a realizar desde el 18 de octubre al 15 de


Noviembre del 2016 se realizaron 5 sesiones de taller abarcando los temas,
tolerancia, respeto, inteligencia emocional y escuela de la paz.

Los resultados del taller de intervención no fueron los deseados aunque si hubo
cambios en la manera de comunicación entre pares y cambios en la forma de
relacionarse, aunque que no se contó con el apoyo de los padres de familia. Por
parte de los docentes de dicha institución se recibió apoyo y tiempo además de
participar en las actividades, además el tiempo de intervención fue muy corto, se
necesita más tiempo y más sesiones ya que la zona donde fue realizada la
intervención es una de las zonas más conflictivas de la Ciudad de Puebla.

También se necesita ampliar el marco teórico y llegamos a la conclusión que


también se necesita intervenir desde el modelo cognitivo conductual para poder
llevar acabo un verdadero cambio de conducta en los adolescentes ya que por
el contexto, social, familiar y escolar estas conductas ¨negativas son reforzadas”
y si a esta problemática se le suma la falta de participación de los padres y
docentes hay muy poco cambio de acción para la intervención.
BLIOGRAFIA.

Entrevista a la diputada Laura Elena Martínez Rivera por Laskmana Sumano


Arias, Canal del Congreso, el 17 de marzo de 2004.

Fernando Cortés Cáceres, Daniel Hernández, Enrique Hernández Laos, Miguel


Székely Pardo, Hadid Vera Llamas, Evolución y características de las pobreza
en México en la última década del siglo XX, Secretaría de Desarrollo Social,
México, agosto de 2002, 6.

Goleman, Daniel “La inteligencia Emocional” Editorial Vergara, Buenos


Aires.2.003.

Julio Vidanes Díez. (2007). La educación para la paz y la no violencia.


11/10/2016, de Revista iberoamericana Sitio web:
http://rieoei.org/experiencias146.htm.

Plan Nacional de Desarrollo, “Grupos Vulnerables”, Informe 2003, p. 98, en


http://pnd.presidencia.gob.mx/index.php?idseccion=51 (consulta noviembre
2005).

Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia. Primer Foro Nacional,


“Situación actual y perspectivas de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia
en México”, 2004, 2, en
http://www.dif.gob.mx/downloads/Infancia/Foro%20Nacional%20Infancia.pdf
(consulta noviembre 2005).

PAPALIA, Diana. (2001) Desarrollo humano. México. Ed 8. Editorial McGraw Hill.

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