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Ritual para el dios Osiris

Creado por Hazsoly Márquez, Sacerdotisa Wicca.

14/09/2015

Este ritual debe hacerse el día de Luna nueva. La luna que aparece y
desaparece no deja de ser
un símil con el mito de Osiris, el cual muere para renacer. De esta forma
queda reflejada mensualmente
su historia.
Tanto para los Correllianos como para los Keméticos, el trabajo con
antepasados y ancestros es
de suma importancia. Por eso este ritual pretende, aparte de ser un
ritual para celebrar el renacimiento
de Osiris, una forma de honrarlos mensualmente.
Altar:
• Representación de Osiris
• Vela blanca o plateada.
• Vela de altar amarilla o blanca.
• Esencia o tintura de ruda, romero o incienso.
• Vela para los antepasados / ancestros
• Cuenco grande para las libaciones de agua.
• Recipiente para libación de vino.
• Incienso (x2) e incensario (Sándalo, Incienso o Mirra)
• Ofrendas alimentarias: Pan, dulces, platos cocinados preferidos de
nuestros antepasados,
queso, frutas (granadas, uvas, frutas de temporada).
• Aceite de Osiris (Ver receta en el anexo). Podemos en su lugar utilizar
aceite de Oliva o de
Cedro.
• Decoración que queramos ponerle al altar.
Preparación al rito:
Lo primero que haremos será tomar una ducha relajante. Visualizaremos
como el agua cae
sobre nosotros y elimina todas nuestras impurezas.
Una vez terminada la ducha montaremos el altar, si no lo tenemos fijo.
Debe estar situado al
Oeste de la estancia. Un esquema bueno sería el siguiente:
Ungimos la vela de altar (amarilla o blanca) con esencia o tintura de
romero, ruda o incienso.
Encendemos la vela y recitamos:
Ven en paz, trae el Ojo de Horus.
Ven en paz, ¡recibe la luz!
El Ojo de Horus brilla,
como Ra en los horizontes Gemelos,
y los demonios se esconden tras el.
¡Recibe la luz!
El Ojo de Horus destruye a los enemigos de Ra
en todas sus moradas.
¡Recibe la luz!
El Ojo de Horus viene
y yo estoy purificado con él.
¡Recibe la luz!
Visualizamos como la luz de la vela nos purifica a nosotros mismos y toda
la estancia.
Ahora nos situamos mirando al este, y con el Athame o los dedos de la
mano, dibujamos un
Ankh de unos 80 cm de fuego, mientras decimos:
Al Este cito a Duamutef,
guardián del Este,
que abre las ventanas del cielo,
y libera las brisas de Oriente,
que abre el camino de Ra cada mañana.
Se bienvenido Duamutef.
Nos encaramos al Sur, dibujamos otro Ankh de fuego en el aire y decimos:
Al Sur cito a Amset,
guardián del Sur,
que trae la brisa cálida,
y las aguas que hacen surgir la vida.
Que nos otorga poder creativo.
Se bienvenido Amset.
Nos encaramos al Oeste, dibujamos otro Ankh de fuego en el aire y
decimos:
Al Oeste cito a Kebehsenuf,
guardián del Oeste,
que abre las puertas de la Duat,
y vigila el paso,
que permite la entrada de Ra al anochecer.
Se bienvenido Kebehsenuf.
Nos encaramos al Norte, dibujamos otro Ankh de fuego en el aire y
decimos:
Al Norte cito a Hapi,
guardián del Norte,
que rodea el Mar,
y extiende sus brazos por toda la tierra de Kemet.
Que nos trae los placeres y emociones.
Se bienvenido Hapi.
Ahora, encarados al Este, levantamos los brazos y decimos:
Sobre mi cito a Nuit,
Señora de las mil almas,
que nos conecta con la energía de la tierra,
bailarina de mil máscaras,
madre de los dioses.
Se bienvenida Nuit.
Encarados al este, bajamos los brazos, y decimos:
A mis pies cito a Geb,
Señor de la Tierra,
Antepasado universal.
El que nos conecta con las profundidades del espacio
frontera de la energía y la materia.
Se bienvenido Geb.
Para finalizar la creación del espacio mágico, encarados al este, ponemos
los brazos en cruz y
decimos:
En el centro cito a Anubis,
Señor de la Necrópolis,
para que nos guie por las Tierras de Amenti,
y nos permita contactar con nuestros antepasados y ancestros.
Se bienvenido Anubis.
Ritual:
Frente al Altar, cogemos la vela de Osiris y la ungimos con el aceite de
Osiris. La encendemos y
recitamos:
Has nacido en tus meses como la Luna.
Manifiéstate en la Luna Nueva.
Durante los días de los que se dice
que Nuit no estaba todavía encinta de tu belleza,
viviste bajo la forma de los dioses y de los hombres,
de los mamíferos, pájaros y peces.
¡Ah, tú eres la Luna en todo lo alto!
Te haces joven a voluntad,
y envejeces a voluntad.
Horus, el niño anciano,
el que da vueltas,
Luna es tu nombre.
Osiris, despierta de tu sueño,
y vuela como el pájaro Bennu,
y encuentra tu lugar en el cielo como la Luna.
Tú eres el Gran Fénix que salió de sí mismo a la vida,
el que está en Heliópolis,
¿Quién es él?
Él es Osiris.
En cuanto todo lo que existe,
él es eternidad y permanencia.
En cuanto eternidad, él es el día.
En cuanto permanencia, él es la noche.
Conjuraste para alcanzar la transformación en pájaro Bennu,
remontaste el vuelo como Dios primigenio,
y asumiste distintas formas:
creciste entre las semillas
y adoptaste la forma de una tortuga,
eres la semilla de todos los Dioses.
Tú eres el ayer.
Eres Horus, el dios que da la luz por medio de su cuerpo.
Llegas como el día,
apareces en el camino de los dioses.
Eres Khons, la Luna, que avanza a través del universo.
Visualizamos como viene Osiris a nuestro Altar.
Presentación de las ofrendas para Osiris.
Haremos una libación de agua, sin llenar el cuenco y diremos:
Yo hago una libación de agua lustral para Osiris,
Señor de la Duat.
Que sea purificado y refrescado.
Encendemos la varilla de incienso y diremos:
Toma para ti el Ojo de Horus,
Su perfume se dirige hacia ti,
el perfume del Ojo de Horus se dirige hacia ti.
Eres puro, eres puro.
Haremos una pequeña libación de vino blanco y diremos:
Toma tu vino,
el cual yo ofrezco para tu Ka.
Puedes beberlo, tu corazón se regozijará,
la ira se irá de tu rostro.
Este vino es puro.
Ahora podemos hacer ofrendas alimentarias, pero siempre en un cuenco
separadas de las que
haremos despues a nuestros antepasados. Cuando hayamos terminado de
poner las ofrendas diremos:
Vuélvete ante esto,
tus ofrendas.
Recibe pues estas ofrendas de mi parte.
Ritual para honrar a los antepasados.
Ha llegado el momento de honrar a nuestros antepasados. Lo primero es
pedirle a los dioses del
inframundo que permitan el paso de los mismos:
¡Salve, oh Osiris, Toro del Amenti!
¡He aquí que Thoth, Príncipe de la Eternidad,
habla por mi boca!
Ciertamente, ¡soy el gran Dios
que acompaña a la Barca celeste en su navegación!
Vengo ahora para luchar junto a ti. ¡Oh Osiris!
Porque soy una de esas antiguas divinidades
que hacen triunfar a Osiris frente a sus enemigos
en la Pesada de las Palabras.
¡Oh Osiris! estoy ahora en lo que te rodea,
como los otros dioses, nacidos de la diosa Nuit;
ellos destruyen a tus enemigos y aprisionan a los demonios.
Pues yo integro tu séquito, ¡Oh Horas!
En tu Nombre, yo salgo al combate.
Soy Thoth, que hace triunfar a Osiris frente a sus enemigos,
cuando son pesadas las palabras en el gran Santuario de Heliópolis.
Ciertamente, soy Djedi, hijo de Djedi
Nuit, mi madre, me gestó y trajo al Mundo
en la ciudad de Djedu.
Yo soy de los que gimen y lloran por Osiris
en las tierras de Rekht
y logran que Osiris triunfe sobre sus enemigos.
Ra ha enviado a Thoth para que Osiris triunfe
sobre sus enemigos.
He aquí que Thoth me hace triunfar, a mí,
sobre sus enemigos.
Yo estoy junto a Horus
el día en que la momia real de Osiris es vestida.
y hago brotar los manantiales del agua
para purificar «El Ser-Divino-del-Corazón-Detenido»
Gran Osiris, permite que nuestros antepasados y ancestros
puedan deslizar el cerrojo de la Puerta
que se abre ante los misterios del Mundo Inferior
¡Abrid la Vía a sus Almas hacia la morada de Osiris!
¡Que puedan acceder a ella con seguridad!
¡Que salgan de ella en paz!
¡Que no les sea repelida la entrada e impulsada a retroceder!
¡Que les permitan entrar y salir a su voluntad
y que la Palabra de la Potencia sea triunfadora!
¡Que sus mandatos sean cumplidos en la morada de Osiris!
¡Oh, Espíritus divinos, observad!
Las almas de nuestros antepasados y ancestros marchan a vuestro lado.
Ellas os hablan: están también purificadas como vosotros,
pues la balanza del Juicio se ha declarado a su favor.
Encendemos la vela de los ancestros y recitamos la siguiente oración para
honrarlos:
En esta noche sin luna
cuando el velo se ha disipado,
vengo a honrar a mis ancestros y antepasados.
Vosotros sois mis raíces,
los que me han abierto el camino.
Honro aquello que hicisteis bien,
pues nos dio nombre y felicidad.
Honro aquello que hicisteis mal,
pues nos otorgó el conocimiento
y nos ayudó a continuar.
A los que marcharon, a los que quedaron,
a los de buen corazón, a los que no tanto,
a los pudientes y a los necesitados,
a los victoriosos y a los fracasados,
a los fuertes y a los débiles,
A los que conocí y a los que nunca llegué a conocer,
a los que lo lograron y a los que no llegaron.
A cada uno de vosotros os honro.
Pues han sido vuestros pasos los que me han permitido,
llegar a donde he llegado.
Por ello, mi camino se acerca al vuestro,
y os pienso en cada rito que llevo a cabo,
guardando en mi memoria,
los senderos que habéis caminado.
Cada paso que doy,
lo doy con mi padre y mi linaje paterno.
Cada paso que doy,
lo doy con mi madre y mi linaje materno.
Cada paso que doy,
lo doy con mis maestros y mi linaje espiritual.
Sangre y hueso,
conocimiento y sabiduría,
en mi se dan la mano para andar lo andado,
para seguir caminando.
Por ello, en este día, en este lugar,
ensalzo vuestras vidas.
Que vuestros nombres no se olviden,
que pervivan vuestras enseñanzas.
Que el dios justo, Osiris,
os de un lugar prominente en la Duat.
¡QUE ASÍ SEA!
Ahora es un momento muy personal, de reunión con tus antepasados y
ancestros, de
meditación, pues Osiris y Anubis han permitido que ellos vengan a
nosotros. Pero recuerda que están
de visita, deberán volver.
Presentación de las ofrendas a los antepasados
Una vez que ya nos hemos reunido con ellos, debemos presentarles
ofrendas en señal de
respeto.
Lo primero es hacer una libación de agua y decir:
Yo ofrezco una libación de agua lustral
para mis antepasados y ancestros.
Que sean purificados y refrescados.
Encenderemos una varilla de incienso y decimos:
Aceptad esta ofrenda de incienso,
que de aliento fresco a vuestra nariz.
Ahora presentamos el resto de ofrendas, sólidas y líquidas
Despedida.
La despedida se hace en orden inverso a las invocaciones. Primero
despedimos a nuestros
antepasados y ancestros:
Gloria a vosotros, antepasados y ancestros,
que habéis participado en este rito.
Gracias por vuestra compañía.
Regresad al lugar del que habéis venido.
¡Qué así sea!
Despedida de Osiris:
Osiris, Señor de la Duat,
el que preside los misterios del Más Allá,
y nos otorga la vida eterna.
Gracias por tu participación en este rito.
Ve en paz.
Senebty Osiris.
Despedida de Anubis. Con los brazos en cruz recitamos:
Anubis, Señor de la necrópolis,
el que guarda los caminos a la Duat,
que solo pueden ser traspasados con tu consentimiento.
Gracias por tu participación en este rito.
Ve en paz.
Senebty Anubis.
Despedida de Geb, bajamos los brazos y decimos:
Geb, el gran cacareador,
que nos sustentas con tu cuerpo,
y nos das calor y protección.
Gracias por tu participación en este rito.
Ve en paz.
Senebty Geb.
Despedida de Nuit, subimos los brazos y decimos:
Nuit, Gran Madre de dioses y hombres,
cuyo cuerpo nos cubre,
protege y ama.
Gracias por tu participación en este rito.
Ve en paz.
Senebty Nuit.
Nos encaramos al norte, y con la palma de la mano señalando a esta
dirección decimos:
Hapi, Guardián del Norte,
que presides el elemento Tierra
y guardas los misterios.
Gracias por tu participación en este rito.
Ve en paz.
Senebty Hapi.
Nos encaramos al Oeste, y con la palma de la mano señalando a esta
dirección decimos:
Kebehsenuf, Guardían del Oeste,
que presides el elemento agua
y guardas las puertas de la Duat.
Gracias por tu participación en este rito.
Ve en paz.
Senebty Kebehsenuf.
Nos encaramos al Sur, y con la palma de la mano señalando a esta
dirección, decimos:
Amset, guardián del sur,
que presides el elemento fuego,
el coraje, la fuerza y la creatividad.
Gracias por tu participación en este rito.
Ve en paz.
Senebty Amset.
Nos encaramos al Norte, y con la palma de la mano señalando a esta
dirección decimos:
Duamutef, guardián del Este,
que presides el elemento aire,
el intelecto y la sabiduría.
Gracias por tu participación en este rito.
Ve en paz.
Senebty Duamutef.
Ahora nos encaramos al Oeste, frente al altar, con los brazos en cruz,
decimos:
El rito de Luna Nueva,
en honor a Osiris y mis antepasados y ancestros,
ha sido concluido.
Si alguna entidad aún está presente,
que vuelva a su lugar de origen.
El todo y las partes serán felices hasta que vuelvan a encontrarse.
¡Que así sea!
Dejamos que las velas y el incienso se consuma. Retiramos las ofrendas, las
cuales podemos
consumir o devolver a la Madre Tierra. Podemos airear la estancia para
que entre aire limpio.
Descargamos el exceso de energía.
ANEXO.
Aceite de Osiris.
Ingredientes:
• Aceite de Oliva.
• Aceite de Almendras dulces.
• 19 granos de Granada.
• 1 parte de vino blanco.
• 1 parte de bayas de enebro.
• 1 parte de cardamomo.
• 1 rama de romero fresca.
• 4 gotas de aceite esencial de cedro.
• 6 gotas de aceite esencial de papiro.
• 2 gotas de aceite esencial de sándalo.
• 1 gota de aceite esencial de patchuli.
• 2 gotas de zumo de limón.
• 3 piedras de mirra.
• 1 piedra verde (a poder ser malaquita).
Preparación.
1. Machacamos juntas las bayas de enebro y el cardamomo.
2. Ponemos los granos de granada en un recipiente para cocinar (un bol
o una pequeña cazuela).
3. Cubrimos la Granada con aceite de oliva y aceite de almendras dulces
a partes iguales.
4. Añadimos el cardamomo y las bayas de enebro machacadas y la rama
de romero.
5. Ponemos al baño maría durante una hora.
6. Colamos la mezcla y dejamos enfriar.
7. Metemos el aceite resultante en un bote para aceites esenciales.
8. Les añadimos las 4 gotas de cedro, 6 de papiro, 2 de sándalo y 1 de
patchuli.
9. Le añadimos después las dos gotas de limón.
10. Para finalizar introducimos la mirra y la piedra verde en el bote.

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