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Enseñanza e Investigación en Psicología

ISSN: 0185-1594
rbulle@uv.mx
Consejo Nacional para la Enseñanza en
Investigación en Psicología A.C.
México

López Pérez, Mistli Guillermina


VALIDACIÓN DE UN INSTRUMENTO PARA MEDIR EL ACOSO ESCOLAR EN
ESTUDIANTES MEXICANOS
Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 21, núm. 3, septiembre-diciembre, 2016,
pp. 291-299
Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C.
Xalapa, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29248182009

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Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 21, Nº 3: 291-299. Septiembre-diciembre, 2016

VALIDACIÓN DE UN
VALIDACIÓN DE UN INSTRUMENTO PARA MEDIR
EL ACOSO ESCOLAR EN ESTUDIANTES MEXICANOS1
Validation of a bullying questionnaire in Mexican students
INSTRUMENTO PARA
Mistli Guillermina López Pérez

MEDIR EL ACOSO ESCOLAR


Universidad Autónoma del Estado de Morelos2

Citación: López, M. G. (2016). Validación de un instrumento para medir el acoso escolar en estudiantes mexicanos.
Enseñanza e Investigación en Psicología, 21(3), 291-299.

Artículo recibido el 9 de febrero y aceptado el 31 de marzo de 2016.

RESUMEN

El objetivo del estudio fue analizar las propiedades psicométricas de la Escala de Victimización
en la Escuela en una muestra de 170 estudiantes universitarios de las facultades de Psicología,
Medicina, Derecho y Administración de una institución educativa pública del estado de More-
los (México). Se realizó un análisis factorial exploratorio y otro confirmatorio, así como de la
confiabilidad de cada uno de los factores. El porcentaje de varianza total explicada fue acepta-
ble. Se encontró un índice de confiabilidad elevado para el factor de victimización relacional,
aceptable para el de victimización verbal e inaceptable para el de victimización física. Siete reac-
tivos presentaron dificultades en sus cargas factoriales, en su ubicación factorial o en ambos. El
análisis factorial confirmatorio mostró un adecuado ajuste del modelo de tres factores.

Indicadores: Acoso escolar; Estudiantes universitarios mexicanos; Propiedades psicométricas; Escala de Victimi-
zación en la Escuela.

ABSTRACT

The goal of the study was to analyze the psychometric properties of the Victimization Scale
at School in a sample of 170 university students from the faculties of Psychology, Medicine,
Law and Administration of a public educational institution at the state of Morelos (Mexico).
Exploratory and confirmatory factor analyses were carried out, and the reliability of each of
the factors was analyzed too. The percentage of total explained variance was acceptable. Results
show a high index of reliability for the factor of relational victimization, acceptable for verbal
victimization, and unacceptable for physical victimization. Seven items presented difficulties
in their factor loadings, factorial location, or both. The confirmatory factor analysis shows an
adequate fit of the three-factor model.

Keywords: Bullying; Mexican university students; Psychometric properties; Victimization Scale at School.

1
La participación de la autora fue financiada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (conacyt).
2 Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología, Pico de Orizaba 1, Col. Los Volcanes, 62350 Cuernavaca, Mor.,
México, tel. (777)214-07-19, correo electrónico: mistli.lopez@uaem.mx.
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INTRODUCCIÓN Ramos, 2005), y algunos más se han orientado al
estudio de los efectos de diversos programas de
Los orígenes de la investigación sobre el acoso es- intervención (Prieto, Carrillo y Jiménez, 2005).
colar se sitúan en Noruega, Dinamarca y Suecia en- Hoyos et al. (2009) hicieron en Barranquilla
tre 1973 y 1983. A comienzos de 1990 su estudio (Colombia) un estudio en el cual los resultados arro-
se extendió a otros países, como Inglaterra, Holan- jaron la ocurrencia del maltrato entre iguales en el
da, España, Colombia, Canadá, Estados Unidos y entorno universitario. El acoso escolar se observó a
Japón. Desde los años 70, el investigador noruego lo largo de todas las edades y semestres, así como en
Olweus ha examinado el fenómeno llamado “mal- ambos sexos, siendo el maltrato verbal el de mayor
trato entre iguales por abuso de poder y exclusión frecuencia, destacándose el hablar mal de la víctima
social” o, como es conocido internacionalmente, bu- y ponerle apodos, seguidos de la exclusión social.
llying (Hoyos, Romero, Valega y Molinares, 2009). Alonso (2009), en la Universidad de Navarra
Durante los últimos veinte años se ha visto (España), analizó algunos de los resultados encon-
un notable aumento de las investigaciones en tor- trados, los cuales fueron los siguientes: el agresor es
no al fenómeno del acoso escolar, el cual tiene va- visto como un estudiante que proviene de una fa-
riaciones y matices particulares en cada cultura. milia conflictiva, con un nivel socioeconómico me-
Es decir, el acoso escolar ocurre en todo el mundo dio, con malas notas y que suele actuar en grupo.
Validación de un instrumento para medir el acoso escolar en estudiantes mexicanos

y en todos los centros educativos, desde la edu- En relación a las causas por las cuales se intimida a
cación básica hasta la educación superior, aun- un compañero, una tercera parte de los estudiantes
que no en la misma forma (Olweus, 2001; Smith, del año 2005-2006 y la mitad de los del siguiente
Schneider, Smith y Ananiadou, 2004). año creían que un motivo que explicaría la agre-
El término de “acoso escolar” o bullying hace sión entre iguales era hacer una simple broma.
referencia a la conducta de persecución física o Ramos y Vázquez (2011) llevaron a cabo un
psicológica realizada por el agresor o agresores; estudio en el Centro Universitario de Los Altos
actualmente, abarca la exclusión social como for- de la Universidad de Guadalajara (México). Los
ma agresiva de relación (Olweus, 1983). Es un resultados permitieron identificar que los estu-
proceso complejo de victimización que va más diantes percibían un clima escolar con violencia,
allá de solamente discutir o tener malas relaciones cuya forma más frecuente de expresión era el aco-
entre los compañeros de clase. Se diferencia por so escolar, seguido de la violencia de los profeso-
su naturaleza, duración, intensidad, formas, pro- res hacia los estudiantes. Las manifestaciones de
tagonistas (agresor, víctima y observador), conse- acoso escolar más frecuentes entre los estudiantes
cuencias y ámbitos (Smith y Thompson, 1991). fueron las verbales, como la “carrilla” (17.67%),
Es una serie de actos violentos e intencionados en los insultos (15.55%), los gritos (12.01%) y las
los que existe un dese quilibrio de poder; el acto discusiones (6.71%); dentro de las físicas se en-
es sistemático, hostil y tiene como objetivo dañar contraron los actos vandálicos (6.71%), los golpes
a la víctima, la cual se encuentra en una posición (2.83%) y el acoso sexual (1.77%).
de la que difícilmente puede salir por sus propios Hoyos, Llanos y Valega (2011) realizaron una
medios (Smith y Sharp, 1994). investigación en Barranquilla (Colombia), cuyos
Son, pues, múltiples los trabajos publicados resultados mostraron que los agresores eran en la
sobre el acoso escolar en los últimos años que mayoría de los casos del mismo semestre que la
analizan las diferentes características de este fe- víctima; ellos mismos señalaron principalmente
nómeno a partir de distintas perspectivas. En al- el salón de clases como el lugar en donde más
gunos casos, los trabajos se han centrado en las ocurre, donde toma la forma de insultar y escon-
causas y factores precursores de este problema der o robar las pertenencias de las víctimas, obli-
(Palomero y Fernández, 2001; Romaní y Gutié- gándolas a hacer cosas que no quieren. Asimismo,
rrez, 2010), en el análisis de los distintos tipos de dentro del contexto universitario se encontraron
clima escolar ( Junger, 1996) o en las actitudes ha- todas las manifestaciones del acoso escolar, sien-
cia el acoso escolar (Vázquez, Villanueva, Rico y do el más frecuente el maltrato verbal, seguido

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de la exclusión social y, en menor proporción, el lo anterior, el presente estudio tuvo como obje-
maltrato físico directo e indirecto. Las menos fre- tivo analizar las características psicométricas de
cuentes fueron el acoso sexual, la intimidación la Escala de Victimización en la Escuela en es-

Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 21, Nº 3, septiembre-diciembre, 2016.


para causar temor y las amenazas con armas. tudiantes universitarios de una institución edu-
En España se hizo un estudio empleando la cativa pública del estado de Morelos (México).
Escala de Victimización en la Escuela, misma que La hipótesis de investigación es que este instru-
demostró su confiabilidad y validez (Cava, Musitu mento mostraría validez de constructo por medio
y Murgui, 2007). El Equipo Lisis (2004), el autor de un análisis factorial exploratorio, así como un
de dicho instrumento, parte del supuesto de que adecuado ajuste en el análisis factorial confirma-
para medir el fenómeno de acoso escolar es nece- torio con sus tres factores correlacionados.
sario implicar tres factores: victimización relacio-
nal, victimización verbal y victimización física, que Acoso escolar
a su vez están relacionados entre ellos. El estudio
de Cava et al. (2007), hecho con 1,319 adolescen- Como se ha dicho antes, la conducta agresiva que
tes españoles, confirmó la estructura de la prueba se presenta entre escolares se conoce internacio-
en tres factores. El análisis de confiabilidad con- nalmente con el nombre de acoso escolar. Es una
firmó que la escala posee una consistencia interna forma de conducta agresiva, intencionada y per-
adecuada. El coeficiente alfa de Cronbach (α) para judicial, cuyos protagonistas son jóvenes escola-
el factor de victimización relacional fue de 0.92; res y que tiene como propósito el hostigamiento
para el de victimización verbal de 0.89, y para el de y la exclusión social de la víctima. Muchos de los
victimización física de 0.71; en conjunto, los tres agresores actúan movidos por el abuso de poder
factores explicaron 62.3% de la varianza (49.3% de y un deseo de intimidar y dominar. Este fenó-
victimización relacional, 7.1% de victimización fí- meno puede definirse como la violencia física,
sica y 5.9% de victimización verbal). psicológica o social que se desarrolla dentro del
A pesar de las investigaciones realizadas en entorno escolar, la cual es encabezada por un in-
diversos países en torno al fenómeno de acoso es- dividuo o por un grupo y dirigida contra un in-
colar en estudiantes de nivel superior, es intere- dividuo que no puede defenderse en esa situación
sante observar que muy pocas informan sobre las (Parés, 2010).
propiedades psicométricas de los instrumentos de El acoso escolar es cuando un estudiante es
medición utilizados. Un equipo de investigadores molestado de manera deliberada y frecuente por
interesado en definir operacionalmente el fenó- parte de otro u otros estudiantes con el objetivo
meno de acoso escolar fue, como ya se señaló con de dañarlo de forma verbal (hostigamiento, hu-
anterioridad, el Equipo Lisis (2004), que elaboró millación o provocación), relacional (difamación,
la Escala de Victimización en la Escuela a par- exclusión social o denigración) o física (amena-
tir del Cuestionario de Experiencias Sociales de zas, daño físico o robo (Equipo Lisis, 2004).
Crick y Grotpeter (1996) y de la Escala Multidi- Es importante recordar que el acoso escolar es
mensional de Victimización de Mynard y Joseph un tipo de maltrato cuya función principal es la de
(2000). Al efecto, se diseñaron las subescalas para ejercer poder sobre la víctima (Irurtia, Avilés, Arias
medir el acoso escolar y se hizo la validación de y Arias, 2009) y que tiene como características ser
la escala completa en población española. Dicho constante y prolongado en el tiempo; por lo gene-
equipo supone que el constructo teórico de aco- ral no es provocado por la víctima; contiene todas
so escolar tiene tres dimensiones: victimización las posibles combinaciones de agresión (física, psi-
relacional, victimización verbal y victimización cológica o social directa o indirecta); se produce en
física. Los tres factores mostraron coeficientes un grupo social relativamente estable en el que la
adecuados, siendo la más alta en algunos estu- víctima tiene pocas oportunidades de evitar a sus
dios la victimización relacional y en otros la vic- atacantes, y es vivido por esta como una experien-
timización verbal, si bien la más baja fue siempre cia extremadamente difícil en la que no dispone de
la victimización física (Equipo Lisis, 2004). Por los recursos necesarios para evitarla.

293
Los roles que surgen en el acoso escolar son Instrumentos
el de agresor o bully, de víctima o “bulliado” y de
espectador, observador o testigo. Cada uno tie- La Escala de Victimización en la Escuela (cf. Equi-
ne características particulares que se mencionan po Lisis, 2004; cf. Crick y Grotpeter, 1996) se com-
a continuación (Chamorro, 2011; Gómez, 2011): pone de 22 reactivos, de los cuales los primeros 20
Agresor, perpetrador, acosador o bully. Se le per- describen situaciones de victimización directa e in-
cibe como poseedor de fortaleza física o psico- directa entre iguales (relacional, verbal y física), con
lógica; agrede al débil o de menor edad; tiende una escala de respuesta tipo Likert de cuatro pun-
a ser líder con escaso autocontrol y extravertido; tos (1 = nunca, 2 = pocas veces, 3 = muchas veces
con un bajo rendimiento escolar; impulsivo, do- y 4 = siempre). El reactivo 21, que tiene seis op-
minante y con conducta disocial o antisocial, se- ciones de respuesta, permite conocer si el estu-
gún sea el caso; poco empático con su víctima; diante, al momento de contestar el cuestionario,
tiende a tener una actitud negativa hacia el centro es victimizado reiteradamente por uno o varios
educativo, y su ambiente escolar y familiar suelen agresores, y el reactivo 22, con cinco opciones de
ser conflictivos. respuesta, indica la frecuencia con la cual ocurren
Víctima o “bulliado”. Suele ser de menor edad las situaciones descritas en la escala.
que su agresor; es con frecuencia el blanco habi- La subescala de victimización verbal se com-
Validación de un instrumento para medir el acoso escolar en estudiantes mexicanos

tual del acoso; es una persona con escasa popula- pone de seis reactivos, los cuales evalúan hostiga-
ridad; muestra altos niveles de ansiedad; tiende a miento, humillación y provocación. El coeficiente
tener una actitud pasiva hacia el centro educati- α en el último estudio español fue de 0.89 (Equi-
vo y está rodeado de un ambiente sobreprotector. po Lisis, 2004). La subescala de victimización re-
Espectador, observador o testigo. Puede adoptar lacional (α = 0.87) se compone de diez reactivos
cuatro actitudes diferentes: activo o defensor, que que evalúan comportamientos relacionados con
desaprueba la conducta del agresor y que pue- la difamación, la exclusión social y la denigración
de llegar a apoyar a la víctima del acoso; activo o de la víctima. A su vez, la subescala de victimi-
compinche, que aprueba la conducta del agresor zación física (α = 0.67) consta de cuatro reacti-
y es amigo íntimo del agresor o de los ayudantes vos que evalúan comportamientos relacionados
del mismo; pasivo o ajeno, que desaprueba la con- con amenazas, daño físico y robo. El coeficiente α
ducta del agresor o que se muestra neutral y no para las subescalas ha oscilado en estudios previos
quiere implicarse; sin embargo, al callar está to- de 0.75 a 0.91 (Cava et al. 2007; Ca va, Buelga,
lerando el fenómeno del acoso escolar, y pasivo o Musitu y Murgui, 2010a; Cava, Musitu, Buelga y
reforzador, que aprueba la conducta del agresor; Murgui, 2010b; Estévez, Murgui y Musitu, 2009;
es decir, aunque no acosa de manera directa, ob- Jiménez, Musitu, Ramos y Murgui, 2009).
serva la violencia, la aprueba e incluso la incita.
Procedimiento
MÉTODO
Participantes Los criterios de inclusión para seleccionar a la
muestra fueron los siguientes: ser estudiantes
Este estudio contó con la participación de 170 estu- universitarios, alumnos de una universidad públi-
diantes de entre 18 y 31 años (M = 19.99, D.E. = 1.69). ca en el estado de Morelos; estar inscrito en las
De este grupo, 92 (54.1%) eran mujeres y 78 (45.9%) licenciaturas de mayor demanda en 2013, según
hombres. De ellos, 50.6% se encontraba cursando la datos proporcionados por las autoridades de di-
licenciatura en el área de Ciencias Sociales (Dere- cha universidad, por lo que resultaron selecciona-
cho o Administración) y 49.4% en Ciencias de la das dos de las seis áreas: Ciencias de la Salud, con
Salud (Psicología y Medicina). Un 23.5% cursaba el las carreras de Medicina y Psicología, y Ciencias
primer semestre, 38.8% el segundo, 14.1% el terce- Sociales, con las de Derecho y Administración.
ro, 12.4% el cuarto y 11.2% el octavo. La participa- Luego, se solicitó la autorización por escrito
ción de los estudiantes fue voluntaria. de las autoridades de cada una de las facultades

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participantes para la aplicación del instrumento. RESULTADOS
Asimismo, se pidió la autorización de los docen- Análisis factorial exploratorio
tes que al momento de la aplicación de la escala

Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 21, Nº 3, septiembre-diciembre, 2016.


se encontraran frente al grupo, y después a cada Debido a la inexistencia de análisis de validez de
uno de los estudiantes para que participaran en la constructo de la escala realizado en México con es-
investigación, con el compromiso de guardar su tudiantes universitarios, se decidió comenzar con un
anonimato. Se seleccionaron todos los semestres análisis factorial exploratorio con el método de ro-
vigentes durante la aplicación. La colaboración de tación Oblimin directo, y a partir de sus resultados
los participantes fue de forma voluntaria en todos llevar a cabo un análisis factorial confirmatorio. Los
los casos. resultados del índice Kaiser-Meyer-Olkin (0.795) y
La aplicación se realizó de manera grupal en los de la prueba de esfericidad de Bartlett (χ2 = 1176.341;
salones de clases; a los estudiantes se les explicó el gl = 190; p = 0.000) alcanzados con la muestra mexi-
formato de consentimiento informado para partici- cana fueron aceptables, lo que indicó un adecuado
par en una investigación psicológica, la importancia modelo factorial para explicar los datos.
de la misma, sus objetivos, los beneficios, el procedi- El análisis factorial exploratorio arrojó una es-
miento a seguir, los posible riesgos y otras aclaracio- tructura de seis factores que explican en conjunto el
nes que requirieran. Al momento de la aplicación se 63.64% de la varianza (28.17, 9.98, 8.45, 6.33, 5.51
explicaron en voz alta las instrucciones escritas en el y 5.20%, respectivamente). Sin embargo, al hacer
cuestionario, así como la forma de dar sus respues- el análisis factorial exploratorio indicando los tres
tas. Después, se les pidió contestar la escala con lá- factores de la escala (Cava et al., 2007), en conjun-
piz, lapicero, pluma de tinta negra o de tinta azul. to explicaron 46.60% de la varianza (28.17, 9.98 y
La aplicación se hizo en una sola sesión de 8.45%, respectivamente), siendo el de victimización
aproximadamente 15 minutos. Al terminar, se les relacional el de mayor porcentaje. El coeficiente α
agradeció su participación y colaboración. de la Escala de Victimización en la Escuela fue de
Hecho lo anterior, se llevó a cabo un análi- 0.83 para victimización relacional, de 0.67 para vic-
sis factorial exploratorio de los datos mediante timización verbal y de 0.30 para victimización física.
el método de extracción de componentes princi- En la Tabla 1 se observa como trece de los vein-
pales con rotación Oblimin directo realizado por te reactivos tuvieron cargas factoriales adecuadas (de
Cava et al. (2007) con el fin de analizar la es- 0.44 a 0.73), seis de ellos del factor victimización
tructura factorial, la ubicación de los reactivos y el relacional, cuatro del de victimización verbal y tres
porcentaje de varianza explicada, y después, uno del de victimización física. Uno de los reactivos an-
más que indicó los tres factores reportados por los teriores (15) tuvo una carga factorial negativa, lo
citados autores. Se analizaron las correlaciones que significa una relación inversa con el factor de
del acoso escolar con cada una de las subescalas victimización física. Además, el reactivo 16 resultó
a través del coeficiente de correlación momento- inadecuado en el contexto de los estudiantes univer-
producto de Pearson, y la confiabilidad de cada sitarios mexicanos debido a su carga factorial baja
uno de los factores mediante el coeficiente α, para (0.24). Por otro lado, los reactivos 6, 7, 17 y 18 car-
lo cual se utilizó el SPSS, versión 20.0. garon en dos factores y el 1 en los tres.
Finalmente, se llevó a cabo un análisis fac- A partir de estos resultados, se tomó la de-
torial confirmatorio empleando los tres reacti- cisión de eliminar aquellos reactivos con proble-
vos con carga factorial más alta en cada uno de mas en el análisis factorial exploratorio (7, 14, 17
los tres factores de la escala debido a que el ta- y 18 del factor de victimización relacional, 6 y 16
maño de la muestra y el número de reactivos no del factor de victimización verbal y 1 del factor
permitió trabajar con todos los datos. Lo anterior de victimización física). La confiabilidad para los
se hizo mediante el Programa de Ecuaciones Es- tres factores disminuyó, siendo de 0.75 en victi-
tructurales (EQ S , v. 6.2). Se fijó el parámetro para mización relacional, 0.56 en victimización ver-
el factor de victimización física debido a que dos bal y 0.20 en victimización física. Pese a ello, la
errores fueron mayores a 0.90. estructura factorial resultó adecuada. Todos los

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Tabla 1. Cargas factoriales de la Escala de Victimización en la Escuela con el método de rotación Oblimin directo.
Factor
REACTIVOS
VR VV VF
10. Algún(a) compañero(a) me ha tratado con indiferencia o me ha hecho a un lado para conse-
.73
guir lo que él(ella) quería.
8. Cuando algún(a) compañero(a) se ha enojado conmigo, me ha tratado con indiferencia o me
.70
ha hecho a un lado.
2. Algún(a) compañero(a) ha contado mentiras sobre mí para que los demás no quieran estar conmigo. .63
12. Algún(a) compañero(a) ha contado rumores sobre mí y me ha criticado a mis espaldas. .63
5. Cuando algún(a) compañero(a) se ha enojado conmigo, me ha apartado de mi grupo de ami-
.62
gos para que no conviviera o participara en alguna actividad.
19. Algún(a) compañero(a) le ha dicho a los demás que no sean mis amigos(a)s. .49
7. Algún compañero(a) me ha ignorado o tratado con indiferencia. .59 –.51
14. Algún(a) compañero(a) me ha tratado con indiferencia o me ha dejado de lado a propósito
.67 –.51
para que me sienta mal.
17. Algún(a) compañero(a) ha compartido mis secretos con otros. .44 .42
18. Algún(a) compañero(a) me ha acusado de algo que yo no he hecho. .49 .51
11. Algún(a) compañero(a) se ha burlado de mí para molestarme. .60
Validación de un instrumento para medir el acoso escolar en estudiantes mexicanos

4. Algún(a) compañero(a) me ha gritado. .52


3. Algún(a) compañero(a) se ha metido conmigo. .50
20. Algún(a) compañero(a) me ha despreciado o humillado. .50
6. Algún(a) compañero(a) me ha insultado. .49 –.45
16. Algún(a) compañero(a) le ha ocasionado problemas a mi familia. .02 .20 .24
15. Algún(a) compañero(a) me ha dado una golpiza. –.55
13. Algún(a) compañero(a) me ha robado. .51
9. Algún(a) compañero(a) me ha amenazado. .44
1. Algún compañero(a) me ha pegado para hacerme daño. .48 –.45 .42
Nota: Las ponderaciones > .40 están en negritas solo cuando cargan en un factor. VR = Victimización relacional,
VV = Victimización verbal, VF = Victimización física.

reactivos se ubicaron en su factor y la varian- significativo. Todas las relaciones reactivo-factor


za total explicada disminuyó a 50.35%. El fac- resultaron significativas (Figura 1).
tor de victimización relacional obtuvo 31.27%
de varianza explicada, el de victimización verbal DISCUSIÓN
10.92% y el factor de victimización física 8.16%.
Un primer punto a considerar es el hecho de que
Análisis factorial confirmatorio algunos reactivos mostraron imprecisiones en la
medición debido a su carga factorial baja o porque
El análisis factorial confirmatorio arrojó los si- cargaron en más de un factor. Probablemente, par-
guientes resultados: C F I (Comparative Fit Index) te de esta dificultad se deba al contexto cultural. El
= 0.92), SRM R (Standarized Root Mean Square porcentaje de varianza explicada fue adecuado. El
Residual) = 0.06, R M S E A (Root Mean Square Error factor de victimización relacional exhibió un ma-
of Approximation) = 0.07, y el índice χ2 = 40.70 yor número de reactivos imprecisos. Respecto a la
(p = 0.01). Se observó que C F I , S R M R y R M SEA confiabilidad, se observó que fue baja para el factor
mostraron una adecuada bondad de ajuste; el va- de victimización física. A pesar de que el modelo
lor de χ2 fue sensible al tamaño de la muestra y a de medida ajustó, es importante replicar el análi-
la normalidad de los datos, por lo que no resultó sis factorial confirmatorio con todos sus reactivos.

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ACOES2 0.79 E2*
0.61
ACOES8 E8*

Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 21, Nº 3, septiembre-diciembre, 2016.


VicRel 0.66* 0.75
0.67*
ACOES10 0.74 E10*

1.00* D2* 0.00

ACOES3 0.87 E3*


0.50
AcoEsc* 0.87* VicVer 0.58* ACOES4 0.82 E4*
0.53*
ACOES11 0.85 E11*

1.00* D3* 0.49

ACOES9 0.98 E9*


0.19
VicFis 0.50* ACOES13 0.87 E13*
0.26*
ACOES15 0.97 E15*

D4* 0.00

Figura 1. Modelo de medida de acoso escolar (segundo orden). Modelo de análisis factorial confirmatorio
con un factor de segundo orden, tres factores de primer orden y tres indicadores para cada factor de primer orden.
AcoEsc = Acoso escolar, VicRel = Victimización relacional, VicVer = Victimización verbal, VicFis = Victimización física,
ACOES = Acoso escolar. Los números dentro de los rectángulos corresponden al número de reactivo de cada una de las subescalas.
* p < .05.

El hecho de que la estructura no se replique en debido a las influencias culturales, las que pueden
la cultura mexicana entraña la necesidad de seguir estar afectando la comprensión o el significado
realizando investigaciones en diferentes contextos de los reactivos, por lo cual sería importante para
para profundizar en las propiedades psicométricas futuras investigaciones emplear el enfoque cuali-
del instrumento, así como la no universalidad del tativo, en donde se entreviste a los participantes y
modelo. Se requiere que los investigadores distin- se les pregunte lo que entienden con los reactivos
gan entre conceptos o constructos con caracterís- que han mostrado problemas en sus cargas facto-
ticas específicas de un grupo cultural. Un mismo riales, e incluso hacer grupos de enfoque.
instrumento de medición, factor o reactivo puede El hecho de que en el estudio realizado con
tener significados distintos para el grupo en que se estudiantes universitarios mexicanos surjan di-
realiza la investigación; por lo anterior, es que re- ficultades con la consistencia interna del factor
sulta importante llevar a cabo un proceso de adap- de victimización física lleva a suponer que la ex-
tación cuidadoso de los instrumentos de medición presión de la victimización física en una cultura
en cada cultura y no solo limitarse a su correcta como la mexicana puede ser distinta a la encon-
traducción. El valor de hacer adaptaciones brinda trada en la cultura española.
la posibilidad de hacer comparaciones transcultu- Los coeficientes alfa de Cronbach obtenidos
rales, en lugar de diseñar instrumentos diferentes en este estudio para los tres factores fueron más ba-
para el contexto en el que se hace la investigación. jos (0.75 para el factor victimización relacional, 0.56
En las investigaciones con la Escala de Vic- para el factor de victimización verbal y 0.20 para el
timización en la Escuela se han encontrado los factor de victimización física), en contraste con lo
factores de victimización relacional y de victimi- reportado por Cava et al. (2007) donde fueron de
zación verbal como los más robustos, tanto en su 0.92, 0.89 y 0.71, respectivamente. Además, en ese
carga factorial como en su consistencia interna mismo estudio se encontró 62.3% de varianza expli-
(Equipo Lisis, 2004). El factor de victimización cada con el instrumento, a diferencia de 50.4% en la
física es el que reporta más dificultades, quizá presente investigación, es decir, más baja.

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Queda clara la necesidad de continuar inves- comentar que el tipo de muestreo utilizado y el
tigando lo pertinente que es emplear el instru- tamaño de los estudios limitan la posibilidad de
mento de medición en población mexicana y con generalizar estos resultados más allá de grupos si-
muestras más grandes. Por último, es importante milares a los aquí utilizados.

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