Professional Documents
Culture Documents
DOCENTE
NATALIA BENITEZ
RAÚL IMHOF
AÑO 2017
0
REFLEXIONES AVENTURADAS
Volver a los diecisiete
Después de vivir un siglo
Es como descifrar signos
Sin ser sabio competente
Volver a ser de repente
Tan frágil como un segundo
Volver a sentir profundo
Como un niño frente a Dios
Eso es lo que siento yo
En este instante fecundo
Como se podrá apreciar he resuelto realizar este escrito echando pensamientos al aire, no sé
si tendrán relación fidedigna con las consignas, pero sí surgen de la lectura de las mismas,
no sé cómo encajará en la valoración propuesta por la cátedra pero siento este momento
como una oportunidad y no pienso desaprovecharlo.
Estos dos párrafos de alguna manera están definiendo mi modo de actuar desde hace
algunos años, mi entrada al mundo de la educación fue definitivamente por la ventana, a los
40 años, ese hecho, que comúnmente suele verse como negativo, hoy me lleva a
preguntarme si no tiene algo de positivo. Llegué a la educación no por vocación sino por
necesidad económica, pero he tratado, y sigo tratando de no quedarme sólo con eso.
Intentaré en este trabajo jugar con algunas palabras que tal vez tengan poca relación con el
contenido de la materia o con la referencia bibliográfica, pero creo que hay algo antes de
1
todo eso. Creo que hay un proceso interior de continua reflexión que es necesario para
abordar cualquier situación que se nos presenta, así sean los contenidos conceptuales de una
materia, los alumnos de una clase, o la realización de cualquier actividad. Si para la compra
de cualquier producto nos informamos, contrastamos características, opiniones, costos,
rendimientos, durabilidad, etc. Cuanto más deberemos hacerlo para abordar temas tan
complejos como la educación?
….
Ya no hay nadie adónde voy,
no hay presente si me esperan.
Mi llegada es mi prisión,
así
simplemente.
El norte por norte es nada,
si cuando nos falta es hoy,
ningún mañana es mejor.
Mañana miente.
Sale el sol entre temblores y
truenos.
Nunca me sentí tan bien,
así
Trabajos realizados por niños de nivel inicial en una escuela
Adrián Escandell tan
desesperadamente.
Gabo Ferro
La primera palabra que me vino a la mente cuando recibí las consignas del trabajo fue la de
acontecimiento, hay por lo menos dos maneras de referirse a un acontecimiento. Si
acontecer es suceder, un acontecimiento es cada cosa que sucede.
Por otro lado más coloquialmente se llama acontecimiento a algún hecho que reviste cierta
singularidad y se destaca por ello; de esta manera se lo separa de los hechos ordinarios o
comunes, que quedan relegados a la categoría de menos importantes.
2
Plenitud que súbitamente
decae al enfrentarnos a la
monotonía de los
acontecimientos cotidianos,
transformándolos en vacuos,
palabra que nuevamente se
traduce a nuestros cuerpos,
nuestras actitudes, a los
momentos anteriores y
posteriores y que
inevitablemente irradiamos a
nuestro entorno, a nuestros Piernas y pies de niños y niñas en una fila de una escuela
alumnos. Adrián Escandell
Me gusta pensar en recuperar el sentido del acontecimiento en sus dos usos y revalorizar
cada acción que realizamos como un acontecimiento digno de ser celebrado. Para eso voy a
jugar con otra palabra que es extrañamiento y que creo que contribuye a que los
acontecimientos se transformen en extraordinarios.
Es como hacer el ejercicio de mirar el mundo con ojos de turista, que cada cosa que vea se
transforme en “nunca vista”, o mejor dicho, que pueda observarla abstrayéndome del
contexto de monotonía y repetición en el que me estoy encontrando. Este ejercicio, a
primera vista parece muy tonto y sin sentido pero el sentido que personalmente le he
encontrado es la posibilidad de detenerse en las cosas más simples y cotidianas para
revalorizarlas y darle la entidad que la rutina y la repetición le ha quitado.
3
conscientes de que pensamos, no hay deliberación interior, no hay dudas,
por lo tanto, se dirá, no hay reflexión, en el sentido propio de la expresión.1
Lo escrito hasta aquí introduce otra palabra que también puede tener dos acepciones, el
hábito. Esta palabra significa tanto una práctica o acontecimiento que se realiza
repetidamente con cierta asiduidad y mecanización, como la vestimenta que utilizan los
miembros de algunas órdenes religiosas.
Más allá del sarcasmo, de esta manera evitamos que nuestro hábito se contamine, que
nuestros conceptos se enrarezcan, que nuestra misa se interrumpa. Aquí es donde quiero
jugar con otra palabra: la poiesis.
Poiesis es un término griego introducido por filósofos como Platón y Aristóteles cuya
definición no es taxativa, justamente por esa razón me interesa jugar con esta palabra y
también porque en su definición intervienen necesariamente otros términos.
1
PERRENOUD, PHILIPPE. Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar. Profesionalización
y razón pedagógica. Tr. Núria Riambaud. México D. F. Editorial Graó / Colofón. 2011. Pag. 33
4
La Poiesis está relacionada con la creación, con la producción, y está estrechamente
dependiendo de otro par de palabras un poco más utilizadas, una tekhné (técnica) y una
praxis, pero también derivan de aquella, la palabra poética y allí estriba la riqueza del
término.
1
CALVO, MERCEDES. Tomar la Palabra, La poesía en la escuela. Mexico. Fondo de Cultura
Económica. 2015. Pag.160
2
BECERRA, MANUEL. Apología de la ternura. En Revista Anfibia. Universidad de San Martín. 2017
disponible en internet: http://www.revistaanfibia.com/ensayo/apologia-de-la-ternura/
5
En fin, extrañar los acontecimientos cotidianos, hace que podamos sacarlos del hábito y
sacarnos el hábito, de esa manera nuestra praxis cotidiana pueda quizá dejar de ser
mecánica, repetitiva e irreflexiva y avocarse a la poiesis, a contaminarse de otros para
construir cosas nuevas, tan propias como inimaginables.
En relación con el recorrido de la asignatura, lo poco que puedo expresar es que traté de
poner en juego todas las palabras con las que jugué en este escrito, ciertamente no puedo
valorar mi actuación, sólo puedo decir que he tratado de poner todo de mí en función de
que el acontecimiento me enriquezca y tratar de enriquecerlo también, aunque más no sea
6
con mis inquietudes, y a la luz de una revisión introspectiva creo que concluyo el mismo
inmensamente enriquecido y también agradecido.
El finalizar el cursado de Práctica III, recuerdo que les transmití que me quedaba con ganas
de más, puedo asegurar que obtuve más y sin embargo sigo quedando con ganas de más,
eso habla de que supieron generar esa poiesis virtuosa que se retroalimenta y se contagia.
De alguna manera elegí realizar el recorrido como una aventura y creo que fue realmente
excitante, personalmente he podido acercarme a conocimientos innovadores que tratamos
de aplicar con mis compañeros también de forma innovadora y con gran satisfacción por
sus resultados. Creo que hemos dejado demostrado, para nosotros y para nuestros
compañeros de curso, que con compromiso y trabajo, siempre es posible mejorar nuestras
prácticas, que los modos para hacerlo no tienen techo y que siempre será mejor arriesgarse
a la aventura que persistir en el hábito.
Finalmente, para completar la improcedencia de este texto, dejo acá el link de un video que
realicé sobre una escuela primaria donde trabajo y en el que traté de alguna manera plasmar
los pensamientos que volqué en este trabajo y de donde extraje algunas de las imágenes
utilizadas.
https://youtu.be/ZFWn1TUjzCM
7
BIBLIOGRAFÍA
BAJTIN, MIJAIL. “Yo también soy. (fragmentos sobre el otro)”. Trad. Tatiana Bubnova.
Col del Valle. Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara. 2000.
RANCIERE, JACQUES. “El maestro ignorante. Buenos Aires”: Libros del Zorzal, 2007.