You are on page 1of 20

Obra de teatro corta sobre la tolerancia

para niños (4 personajes)


Este guión sirve para representar una obra de teatro corta de 4 personajes. Aborda
la problemática de la discriminación y bullying en los niños y la necesidad de la
tolerancia.

Título de la obra: “Aceptando ser diferente”


Autora: Clara Pérez

4 personajes:

1. Amalia: Chica tímida y recatada, víctima de bullying


2. Carolina: Amiga de Amalia que la aconseja y consuela, chica humilde pero menos
tímida.
3. Beatriz: Chica extrovertida, presumida, que se burla de Amalia.
4. David: Amigo de Beatriz que la secunda en sus burlas para con Amalia.

Ambientación: Plaza de barrio en medio de varias casas, donde habitan los


personajes.
Introducción: Beatriz y David caminan por la plaza del barrio cuando se cruzan
con Amalia y Carolina.

ACTO ÚNICO

Beatriz (riendo de manera sarcástica): ¡Mira quien viene ahí, la monja del barrio!,
la más bonita y sexy.

David (riendo de manera burlona y tratando de tocar a Amalia): Hola linda, me


tienes enamorado con tanta… FEALDAD

Carolina (molesta y hablando fuerte): ¿No tienen nada más que hacer? Dejen ya
de molestar a Amalia.

Amalia permanece callada, mirando al piso sintiéndose muy abochornada,


mientras los otros personajes siguen discutiendo entre ellos.

David (sin dejar de ser sarcástico): ¿Ves cómo la reina del barrio tiene su esclava
que la defienda? Nadie está hablando contigo, hablamos con la fea de tu amiga.

Beatriz (acercándose a Amalia sin dejar de reír): ¿Qué paso fea, te comieron la
lengua los ratones?

Carolina (muy molesta): ¡Bueno ya! Paren de molestarla ¿No se cansan? Tienen
años burlándose de Amalia ¿Qué necesidad tienen de hacer daño a alguien que no
los ha dañado nunca?

Beatriz (dejando de reír y hablando molesta con Carolina): ¿Y tú qué necesidad


tienes de meterte en algo que no es tu problema? me río de la fea, porque me
molesta su presencia, verla me hace doler los ojos, y ella insiste en ponerse frente a
mí, si no quiere que me burle de ella, tiene que desaparecer del barrio.

Carolina (hablando en un tono más bajo): Ella no tiene que desaparecer, este
barrio no es de ustedes, todos vivimos aquí y tenemos derecho a estar en el lugar
que deseemos y tú…

Amalia (interrumpiendo a Carolina y caminando hacia donde está Beatriz): No


Caro, ella no me molesta porque le duelan los ojos, ni por fea, me molesta porque
detesta lo que es y no soporta que yo sea distinta a ella, sí soy diferente y me siento
orgullosa de serlo. Yo puedo pararme frente a cualquier persona sin sentir que me
ven como un mal ejemplo, no tengo que molestar a nadie para sentirme segura, ni
debo demostrar que soy muy mala para que me acepten. Eso lo haces tú Beatriz,
porque eres insegura y necesitas ganar la aprobación de otros para pensar que eres
alguien ¡qué lástima das!

Amalia termina de hablar y comienza a caminar, Carolina sigue detrás de ella y


se alejan.

Beatriz (Golpeando el piso con sus pies): ¿David, por qué permitiste que esa fea
me hablara así?

David (mirándola como si la estudiara): ¿Sabes Beatriz? la fea tiene razón, a ti no


te duelen los ojos, te duele el alma de lo podrida que la tienes, y a mí me está
doliendo haber perdido mi personalidad para seguir tu juego, vas a tener que
buscar otro cómplice, la fea tiene toda la razón, que estúpidos nos vemos
burlándonos de alguien para poder pensar que somos mejores.

David se aleja de Beatriz y esta queda con la boca abierta sin creer lo que acaba
de escuchar.

Obra corta sobre el amor familiar (4


personajes)
Obra de teatro para 4 personajes. La misma nos deja una gran reflexion sobre la
importancia del respeto y amor familiar.
Título: “Cuento de Nochebuena”
Autor: Manuel Martínez

4 personajes:

1. JOSUÉ.- 12 años, niño consentido, que tiene muy mal comportamiento aunque
en el fondo es bueno.
2. MADRE DE JOSUÉ.- 35 años. Apenada por el mal comportamiento de su hijo y
por tener que cuidar del más pequeño de la casa Pepón.
3. PEPÓN.- 4 años hermano de Josué.
4. FANTASMA DEL ABUELO.- 65 años, el fantasma del abuelo de Josué que se le
aparece en la noche.

ACTO I

(Personajes que intervienen en este acto Josué, Madre de Josué, su hermano Pepón
y 4 compradores del Centro comercial)

Centro comercial decorado con adornos navideños. Josué va de la mano con su


madre y su hermano pequeño Pepón, todos caminan por el pasillo del centro
comercial. Su madre va cargada de bolsas de la compra, cuando Josué se suelta
de la mano y se pega a un escaparate de juguetes. La madre fatigada se acerca a
Josué.

Josué: Mamá, me tienes que comprar el nuevo patinete.

Madre: Pero si te compramos otro patinete no hace ni dos meses por tu


cumpleaños.

Josué: ¿Y?

Madre: Cómo que ¿y?, pues que ya tienes uno.

Josué: Pero no el nuevo, sino me lo compráis vosotros se lo pediré a Papa Noel.

Madre: Bueno, pero Papa Noel no siempre puede traer todo lo que le pedimos.
Además tú le habías escrito una carta pidiéndole una consola. No creo que le dé
tiempo a cambiar el regalo a Papa Noel. Porque esta misma noche tiene que salir a
repartir todos los regalos.

Josué: Me da igual. Papa Noel puede hacer eso seguro. Y si no me lo compráis


vosotros.

Madre: Pero el hermanito también tiene que recibir sus regalos Josué, no creo que
este año se pueda.

Josué: Cómo que no, lo quiero sí o sí.

Josué empieza a patalear el suelo y a berrear ante las miradas de los demás
compradores. La madre avergonzada coge de la mano a Josué.

Madre: Venga Josué, vámonos por favor. Ya en casa hablamos, venga que te
preparo unas galletas de las que te gustan.

Josué sigue berreando y pataleando hasta darle una patada a un paquete dentro
de una de las bolsas que llevaba la madre.

Madre: ¿Estás contento?, has roto el muñeco que íbamos a regalarle a tu


hermanito, ahora ¿qué va a recibir?
Pepón empieza a llorar desconsoladamente, la madre sofocada agarra de la
mano a Josué, coge en brazos con dificultad a Pepón y sale del centro comercial a
duras penas con Josué berreando y Pepón llorando.

ACTO II

(Personajes que intervienen en este acto Josué, fantasma del Abuelo)

Nochebuena. Medianoche en la casa de Josué. Este permanece a oscuras


durmiendo en su dormitorio. Cuando una luz ilumina la habitación y aparece el
fantasma del abuelo de Josué, este se despierta asustado.

Josué: ¿Mamá?, ¿eres tú?

Fantasma abuelo: Tranquilo Josué, no grites, despertarás a todos los demás.

Josué: ¿Quién eres?

Fantasma abuelo: Tú sabes quién soy Josué

Josué: ¿Abuelo?, ¿eres tú?

Fantasma abuelo: : Sí, mi niño, vengo porque tengo algo muy importante que
decirte.

Josué: Que pasa abuelo.

Fantasma abuelo: Josué, no puedes seguir así. Cada vez te portas peor con tu
madre y tu hermano. No sabes lo profundamente triste que me pone ver cómo te
comportas.

Josué: Pero abuelo yo no me porto mal.

Fantasma abuelo: Cómo que no, no me mientas mi niño. He visto como le


hablas a tu madre y tú mismo sabes que no actúas bien. Mira en tu interior.

Josué: Pero abuelo yo les quiero.


Fantasma abuelo: Lo sé, mi niño, lo sé. Pero ellos te necesitan también, no
puedes seguir tratándolos así. Porque algún días los necesitarás y ya no estarán
aquí para ti.

Josué: (Con la voz entrecortada por las lágrimas) Abuelo, lo siento.

Fantasma abuelo: No, no tienes que pedirme perdón a mí. Tienes que pedírselo
a ellos. Pero sobretodo tienes que tratarlos mucho mejor.

Josué: Lo haré abuelo, te prometo que lo haré.

Fantasma abuelo: Así me gusta mi niño. Ahora tengo que irme.

Josué: No, por favor Abuelo, no te vayas. Quédate aquí conmigo.

Fantasma abuelo: No te preocupes Josué, aunque no me veas yo siempre estaré


a tu lado.

Josué: Te quiero abuelo.

Fantasma abuelo: Yo también, mi niño. Haz que me sienta orgulloso.

La luz se apaga y Josué se queda a oscuras.

ACTO III

(Personajes que intervienen en este acto Josué, su Madre y Pepón)

Mañana de navidad, la Madre de Josué está en el salón con Pepón, apenada mira
como el niño pequeño juega con el muñeco roto.

Madre: Mi pobre niño, qué más quisiera que haberte podido comprar otra cosa.

Josué entra en la habitación, mira apenado a su Madre y a su hermano. Pronto se


lanza a abrazar a su Madre.

Madre: (Sorprendida) Buenos días cariño. ¿Has dormido bien?


Josué: Sí, Mamá. (Con lágrimas en los ojos) Perdona Mamá.

Madre: Por qué, ¿Qué has hecho?

Josué: Pues trataros tan mal a ti y al pequeño Pepón.

Madre: Bueno no pasa nada. Anda ve y abre alguno de tus regalos.

Josué: No.

Madre: ¿Cómo qué no?, ¿no te gustan?

Josué: Sí, si me gustan mucho, pero no los voy a abrir solo. Pepón me ayudará

Josué se sienta junto a Pepón, coge uno de sus regalos y se lo da para que este lo
abra. La Madre de pie los mira sonriente.

Josué: Venga Pepón, ayúdame a abrirlo que es muy grande, a ver que es.

Josué mira sonriente a su hermano Pepón y después a su Madre.

Fin.

Obra sobre los berrinches (4 personajes)


Obra de teatro para 4 personajes. La misma cuenta la historia de un niño que por
no hacer caso a sus papás comente un accidente que lo lleva a perder a su amigo
tan preciado.
Título: “El niño y el robot”
Autor: Manuel Martínez

4 personajes:

1. MIGUEL.- 10 años, niño alegre e introvertido. Está pasando el verano sólo sin
ningún amigo del colegio cerca.
2. RAMÓN.- 35 años, padre de Miguel, acaba de volver de un viaje de negocios de
Japón.
3. ZAIDA.- 33 años, madre de Miguel, intenta animar a su hijo durante el verano.
4. ROBOT.- Un robot de limpieza de hogar de aspecto infantil.

ACTO I
Casa de la familia Léndinez. El pequeño Miguel y su madre Zaida están sentados
en el salón de la casa, esperan a Ramón, el padre de familia.

Ramón entra en el salón con una caja de grandes dimensiones.

MIGUEL: ¡Papá!

Miguel se abalanza sobre los brazos de su padre, este deja la caja en el suelo y
coge a su hijo para abrazarlo.

RAMÓN: Sí que me has echado de menos.

ZAIDA: Hola cariño.

Zaida y Ramón se dan un beso.

RAMÓN: Mira Miguel he traído una cosa que está revolucionando Japón.

MIGUEL: Calma, calma. ¿Tú no querías un hermanito?

Zaida mira extrañada.

ZAIDA: ¿Qué has traído cariño?

RAMÓN: Ahora veréis.

Ramón abre la caja y de esta aparece la figura de un robot con la misma estatura
de un niño inmóvil. Ramón levanta la camiseta del niño, toca detrás de este cómo
si trasteara un teclado. El robot abre los ojos.

MIGUEL: ¿Es mi hermano?

RAMÓN (Deja soltar una carcajada): No, era una broma. Esto es un genio de la
limpieza como lo llaman en Japón.

Miguel y Zaida lo miran sorprendidos.


ZAIDA: Pero, ¿qué es?

RAMÓN: Es un robot de limpieza, que tiene una apariencia parecida a un niño.

MIGUEL: ¿Pero es un niño?

RAMÓN: Lo parece, pero está diseñado para limpiar, es como el hijo perfecto.

MIGUEL: Ehh. ¿Pero sabe hablar?

RAMÓN: Sí. (Refiriéndose al robot) Hola, saluda a tu familia.

El robot mira a Miguel y Zaida.

ROBOT: Saludos, familia.

ZAIDA: Yo no sé si me voy a acostumbrar a una cosa así, pero bueno.

RAMÓN: Bueno Miguel, ¿quieres enseñarle la casa?

MIGUEL: Sí, papá. (Refiriéndose al robot) Ven conmigo Robotin.

Miguel tiende la mano al robot, este la coge y salen juntos de la habitación.

ACTO II

Tres semanas después. En la cocina de la casa de Miguel. Zaida está fregando la


encimera, resopla cansada.

Miguel y el robot entran en la cocina corriendo y jugando.

ZAIDA: Si por lo menos no vais a ayudar a fregar no molestéis.

MIGUEL: Pero es que la casa es muy pequeña mamá.

ZAIDA: ¿Y por qué no os quedáis en la habitación?


Ramón entra en la habitación.

RAMÓN: Y porque no te quedas Miguel jugando en la habitación con la consola,


que tanto me insististe para que te comprara, y dejas al robot que se quede con
mamá limpiando.

MIGUEL: Pero es que Robotin es mi amigo, no puedo hacerle eso.

RAMÓN: Pero tú déjale que ayude a mamá, si a él no le importa.

MIGUEL: Claro que le importa, él es como yo no quiere limpiar, se lo pasa mejor


jugando conmigo.

RAMÓN: A ver Miguel, él no es cómo tú. Lo compré para que ayudara a tu madre
y así va a ser, después si eso puede jugar contigo.

MIGUEL (Gritando): Pero es que eso no es justo.

RAMÓN:Se acabó. (Dirigiéndose al robot) Recoge ahora mismo todo lo que hay en
la encimera y límpiala.

ROBOT: Ahora mismo.

Zaida sale de la cocina, el robot se pone a limpiar la encimera, coge la tostadora


que aún permanece enchufada. Miguel de puro cabreo le da una patada al cubo
de agua que está en la cocina, este sale despedido lanzando agua por todas parte
e impactando en el robot, un chispazo sale de este y el robot cae al suelo.

MIGUEL: ¡Noooo!, Robotin.

RAMÓN: Pero Miguel, ¿qué has hecho?

Zaida entra en la cocina alarmada.

ZAIDA: ¿Qué ha pasado?

RAMÓN: Nada, que ya no hay robot.

Miguel se marcha de la cocina llorando desconsoladamente.


ACTO III

Dormitorio de Miguel. Miguel acostado en la cama mira la ventana con el


semblante triste cuando Zaida asoma por el marco de la puerta.

ZAIDA:¿Se puede?

Miguel asiente con la cabeza.

ZAIDA: ¿Sigues sin ganas de comer?

Miguel asiente con la cabeza.

ZAIDA: Pues deberías bajar a comer. ¿Qué te tengo yo dicho?

MIGUEL: Que con el estómago lleno las cosas se ven mejor.

ZAIDA: Eso mismo. Entonces, ¿vienes a comer?

MIGUEL: No quiero, mami.

ZAIDA: Sigues así por lo del robot.

MIGUEL: (Con el rostro apenado) Sí. Era mi amigo.

ZAIDA: Ya Miguel, pero fue un accidente. Tu padre ha intentado arreglarlo y no


ha podido.

MIGUEL: Ya.

ZAIDA: Ya verás cómo pronto se acaba el verano, vuelves al colegio y te


encuentras con todos tus amigos.

Ramón aparece en la habitación, se queda en el marco de la puerta

RAMÓN: ¿Todavía sigues triste campeón?

Miguel asiente con la cabeza.


RAMÓN: Ya lo siento chico. Pero es que con carísimos y no puedo permitirme
comprar otro.

MIGUEL: Yo no quería otro, yo lo quería a él.

RAMÓN: Por lo menos ahora, espero que la próxima vez que te digamos algo nos
hagas caso y no te pongas a darle patadas a las cosas.

Miguel con el semblante triste asiente.

RAMÓN: Entonces si te decimos que bajes a comer. ¿Bajas?

MIGUEL: Sí.

RAMÓN: Estupendo, así puedes ayudar a llegar al comedor al Robot.

Ramón se aparta y detrás de él está la figura del robot. Miguel sale corriendo a
abrazarlo.

Obra corta sobre la toma de buenas


decisiones (5 personajes)
Obra de teatro para 5 persoajes. La misma narra la historia de un rey que toma
deciones apresuradas pero ante algunos sucesos inesperados se da cuenta que las
deciciones que tomaría no serían las mejores y decide hacer lo correcto.
Título: “Aquí todos cabemos”
Autora: Clara Pérez

5 personajes:

1. León: Rey del lugar quien toma las decisiones.


2. Tigre: ayudante del león, quien lo hace entrar en razón.
3. Águila: Integrante de la comunidad de animales.
4. Oso: Sentenciado a abandonar el lugar por decisión del león.
5. Abeja: Otra sentenciada por el león.

Ambientación: Un bosque.

Introducción: El león ha tomado una decisión y convoca al tigre para dársela a


conocer y pueda reunir a los animales que él ha decidido sacar del bosque.

León (Muy imponente, dirigiéndose al tigre): Te he llamado para que convoques a


algunos animales que por parecerme poco útiles a la comunidad animal, deben irse
del bosque.

Tigre (Algo sorprendido): ¿Sacarás animales del bosque? Todos los animales
tienen una utilidad ¿estos por qué se irán, y quiénes son?
León (Sin perder la prepotencia): Se irán porque yo lo decido, convoca al oso, la
abeja y el águila, no los quiero más en mi bosque.

El tigre aun sin estar de acuerdo sale a buscar a los animales, trayéndolos con él
a su vuelta.

Tigre: Aquí están los animales que me pediste traer, todavía no entiendo, pero ya
cumplí tu orden.

León (Con pose de rey): No tienes que entender, debes obedecer, para eso soy el
rey, las decisiones las tomo yo. Acomódense por ahí que debo hablar con ustedes.

Los animales se acomodan frente al león aun sin entender de qué se trata.

Oso (Algo fastidiado): Le agradezco sea breve, pronto debo comenzar a hibernar y
estoy preparando todo, estoy corto de tiempo.

León (Riendo irónicamente): Cuando yo termine de hablar no tendrás que seguir


arreglando nada para hibernar en mi bosque oso.

Águila (Sonriente): ¿Habrá mejoras? ¿Ahora los animales se ayudaran unos a


otros para que el oso pueda hibernar sin tener tanto trabajo antes? Esto si sería
una gran novedad.

Tigre (Tratando de mediar): Mantengan el silencio señores, el León tiene algo


importante que comunicarles. A ver León, cuéntale a los animales sobre tu
decisión.

El león se levanta y de pronto siente que todo le da vueltas, se recuesta del tigre
frotando sus ojos, trata de dar un paso pero sin poder evitarlo se desploma, el oso
rápidamente mete sus brazos para amortiguar la caída, llevándolo al suelo
lentamente evitando que se lastime.

Los animales algo alterados se ponen en movimiento, el águila alza vuelo


abandonando el lugar y la abeja hace lo mismo tomando otra dirección.

Tigre (Asombrado por la actitud de los animales): ¿A dónde van? Ayuden.


En poco tiempo el águila regresa con la mitad de un coco seco en su pico lleno de
agua, que lanza sobre el león para que despierte, el león comienza a reaccionar y
en ese momento llega la abeja, dando un poco de miel que había ido a buscar,
poniéndola en su hocico.

Abeja: Toma la miel para que suba tu presión, seguro es por eso que te
desmayaste.

El león reacciona quedando atónito al ver como todos los animales corrieron a
ayudarlo. Se incorpora y el tigre lo hala donde los demás no puedan escucharlos.

Tigre: ¿Dices que estos animales son inútiles? Gracias al oso no te golpeaste la
cabeza, el águila sin preguntas fue por el agua y la abeja te dio la miel para que te
recuperaras ¿aun así los vas a echar del bosque?

León (Recuperando su postura): Se exactamente lo que tengo que hacer, vamos


con ellos.

Ambos se dirigen de nuevo a donde los otros animales esperan y el león se coloca
frente a todos.

León: Señores los mande a llamar porque necesitaba decirles, que estoy muy
orgulloso de tenerlos en nuestra comunidad animal, me he dado cuenta que cada
animal es útil e imprescindible para la convivencia de este lugar, gracias por su
ayuda. Era todo lo que tenía que decir.

Los animales extrañados se alejan y el tigre mirando al león estrecha su mano.

Tigre: Eso es lo que hace un buen rey, te felicito.

FIN

Obra corta sobre la competencia (3


personajes)
Obra de teatro para 3 personajes. La misma nos deja una gran enseñanza acerca de
la competencia. Y nos demuestra que no siempre lo importante es ganar, sino
tambien divertirse, pasarla bien y ayudar al otro cuando lo necesite.
Título: “Sana competencia”
Autora: Clara Pérez

3 personajes

1. Daniel: Niño egoísta que no entiende que competir no es ser enemigos.


2. Alfredo: El mejor corredor de toda la escuela.
3. Henry: Niño nuevo que se incluye en la carrera.

Ambientación: Pista de 3 carriles donde se llevara a cabo una carrera.

Introducción: 3 niños preparados para una competencia sostienen una


conversación antes de que esta comience.

Daniel (Con aires de superioridad): Es el colmo, ahora también traen al niño


nuevo a competir conmigo. Ustedes dos no tienen idea de lo que es un buen
entrenamiento, mi entrenador es el mejor, me ha preparado para vencer al
enemigo y ser siempre el mejor.
Alfredo (Algo sorprendido): ¿El mejor? Si no me equivoco el mejor corredor de la
escuela hasta hoy soy yo Daniel, y no somos enemigos, solo competimos
sanamente. El ejercicio no es una guerra, es salud y distracción, ustedes no son mis
enemigos.

Daniel: Pues ustedes si son mis enemigos y los voy a vencer hoy para que tengan
que cerrar la boca hasta la próxima competencia, donde también les voy a ganar,
obvio.

Henry (Hablando mientras acomoda su zapato): Que sea nuevo no quiere decir
que no sepa correr o que no esté preparado Daniel, y pienso igual que Alfredo, esto
no es cosa de enemigos, si no gano, no me importa, vine a participar, competir y a
conocerlos a ustedes que serán mis compañeros de aquí en adelante.

Daniel (Riendo en tono de burla): Que bonito suena todo eso, pero los quiero ver
en la competencia si tienen que elegir entre ser amigos o ganar ¿Qué harían?

Anuncian que la competencia va a empezar y los chicos dejan de hablar para


colocarse en sus lugares, mientras lo hacen, Henry y Alfredo se regalan una
sonrisa y Henry hace una señal de que todo está bien con su dedo, y volteando
hacia Daniel le habla.

Henry: Suerte amigo.

Daniel (En tono de desprecio): La vas a necesitar nuevo.

Comienza la carrera y todos dan lo mejor de ellos, Alfredo y Henry van uno al
lado del otro a la cabeza de la carrera pero de pronto ven que Daniel tropieza y
cae dando varias vueltas, ambos se detienen y sin pensarlo se devuelven a ayudar
a Daniel.

Henry (Preocupado): Creo que está lastimado ¿te duele mucho?

Daniel (Quejándose de dolor): Si me duele, pero tengo que ganar, me tengo que
levantar y correr

Alfredo (Tratando de enderezar la pierna del chico): Así no puedes correr, pero
veo que es muy importante para ti, la ayuda ya viene, pero no te dejaran correr,
tengo una idea, Henry, ayúdame a levantarlo.
Ambos chicos toman a Daniel por los brazos haciendo que se apoye en ellos y en
vez de ir hacia la ayuda, comienzan a caminar hacia la meta, los tres al mismo
paso, ayudando a Daniel a sostenerse hasta cruzar la meta todos al mismo
tiempo, colocando a Daniel en el piso y chocando sus manos Alfredo y Henry.

Henry (Dirigiéndose a Daniel): Este año no hay ganador, sino ganadores, los tres
cruzamos la meta al mismo tiempo, acabas de ganar la carrera Daniel.

Daniel (Sin entender mucho): ¿Por qué lo hicieron? Era una competencia.

Alfredo (Sentándose al lado de él): Era una sana competencia entre tres amigos, y
un amigo necesitó ayuda. Aprende algo Daniel, no hay competencia ni trofeo que
sea más importante que un amigo.

Henry (Asintiendo con la cabeza): Así es y nosotros competimos contigo, pero


somos tus amigos.

Daniel (Con una sonrisa tímida en sus labios): Tuve que romperme un tobillo para
entenderlo, pero aprendí la lección ¿me ayudan a levantar amigos?

Los tres chicos sonríen, Alfredo y Henry ayudan a levantar a Daniel y comienzan a
caminar para salir de la pista.

FIN

You might also like