You are on page 1of 21

esumen

El propósito fundamental de este artículo consiste en presentar algunos elementos de


análisis acerca del impacto que la globalización tiene sobre la salud de los trabajadores
colombianos, a través de las transformaciones del aparato productivo, el cambio sobre los
procesos de trabajo y la modificación de las condiciones sociolaborales que ha
experimentado el país en los últimos años. Se recogen los resultados de una investigación
acerca del tema en 114 empresas exportadoras de los sectores agrícola e industrial
manufacturero, que abarca el período 1985- 1997 y fue realizada en las ciudades de
Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga, contrastando estos resultados con los
de otras investigaciones ya realizadas en el país.

1. Introducción
Los grandes cambios tecnológicos introducidos por la “tercera revolución industrial” han
venido generando profundas transformaciones en la economía mundial, no sólo a nivel de
los países desarrollados, sino en aquellos menos desarrollados. Es así como el proceso de
globalización económica experimentado por Colombia en los últimos años ha traído
grandes transformaciones en la estructura productiva del país, en los procesos de trabajo
y, en general, en las condiciones sociolaborales en las que se desenvuelve la vida de los
trabajadores.
Como lo han señalado numerosos estudios1, la globalización, entendida como “la
integración internacional de industrias, servicios y mercados a través las nuevas
tecnologías de la información”2 tiene un impacto profundo sobre los niveles de empleo y
calificación de la fuerza laboral. No obstante, el campo de la Salud Ocupacional no ha sido
objeto de análisis detallados que permitan establecer las implicaciones que sobre ella ha
tenido el uso de las nuevas tecnologías, transferidas al país con la implementación de las
políticas de apertura y liberalización económica.
La tesis aquí expuesta plantea que las transformaciones del modelo de acumulación, así
como la reestructuración industrial que la internacionalización de la economía colombiana
trae consigo, impactan de manera directa la salud física y mental de los obreros, al generar
nuevos ambientes de trabajo que modifican el panorama de los factores de riesgo y la
accidentalidad laboral a nivel de las empresas, alterando el espectro de la morbi-
mortalidad ocupacional en Colombia.
Entre los cambios que la globalización propicia en nuestro país y que tienen la
potencialidad de afectar la salud ocupacional podemos encontrar los siguientes:

a. La actualización de equipos, insumos y técnicas administrativas por parte de


empresas existentes que requieren modernizarse.
b. La muerte de empresas o industrias completas y surgimiento de otras (o de
ninguna).
c. El cambio de destinación de una empresa a la producción de otros artículos
diferentes a los de su oficio inicial3.

La reestructuración industrial que deben afrontar las empresas colombianas para aumentar
su competitividad en un escenario globalizado, implica la adopción de nuevas tecnologías
que buscan un mayor rendimiento de los factores de producción. Sin embargo, la
introducción de estas tecnologías trae repercusiones importantes sobre el mercado laboral
(por el continuo cierre y apertura de empresas), las condiciones de trabajo (por la aparición
de nuevas maquinarias, insumos y procesos de trabajo) y las condiciones de salud de los
trabajadores (por el surgimiento de nuevos marcos jurídicos laborales que flexibilizan la
contratación, los salarios y las condiciones de despido, así como las condiciones de
trabajo en general). Respecto de este punto, algunos autores4 han señalado que en los
últimos años el contexto económico ha definido el texto de la normatividad laboral,
haciendo necesario que el movimiento obrero articule su acción con la de otros
movimientos sociales y sectores populares para afrontar los nuevos retos de la
globalización.

2. Cambios legales en el modelo de relaciones laborales en los noventa


Durante la década pasada, las transformaciones en los procesos productivos y de trabajo
en Colombia determinaron cambios normativos en los contextos constitucionales y
convencionales, en particular en la legislación laboral (Ley 50 de 1991) y en los sistemas
de seguridad social (Ley 100 de 1993), que buscaban institucionalizar y legitimar la
flexibilización del nuevo modelo de acumulación en los siguientes ámbitos: remuneración
salarial, organización de los trabajadores, características de la tecnología y los productos,
facultades de consumo de la fuerza de trabajo, organización empresarial y organización-
regulación macrosocial5. La legislación laboral buscó adecuarse a la globalización en, por
lo menos, tres niveles:

1. El desarrollo de normas sobre formas no convencionales de contratación que


hicieron común la contratación a término fijo y a destajo, así como la desregulación
de la jornada laboral.
2. La inclusión de normas sobre flexibilización salarial que incluían formas y libertad
de estipulación, generalización del salario integral y descargo de costos en la
organización de turnos o jornadas laborales (nocturnos, festivos).
3. Diversificación de las formas de indemnización y despido, así como
reglamentación de los despidos colectivos6.

Por otro lado, uno de los resultados fundamentales de la Ley 100 de 1993 consistió en
desregular el esquema de la seguridad social modificando los sistemas de pensiones,
atención en salud y riesgos profesionales. El aspecto principal de tal desregulación
consistió en la generación de utilidades a particulares a través del planteamiento de un
esquema de seguros con amplia participación del sector privado.
Es de resaltar que el ingreso del sector privado implicó: un alza del 50% en el valor de las
cotizaciones al sistema de riesgos por parte del empleador; la desaparición de
prestaciones para los trabajadores tales como la pensión para lesiones con pérdida de la
capacidad funcional del 20% al 50%, y el aumento de las empresas con altas primas de
riesgo. Todo ello a través de una nueva legislación.
En este sentido, los propósitos centrales de la reforma a la seguridad social a fin de brindar
acceso a todos los colombianos a servicios de salud, pensiones y riesgos profesionales
antes del año 2000, han fracasado. Si bien la Constitución Política de 1991 establece que
el sistema de salud debe tener tres características: cobertura universal, solidaridad y
eficiencia, la realidad de la reforma demuestra que apenas el 20% de la población
económicamente activa se encuentra cubierta por algún tipo de seguridad social, mientras
que el pago de indemnizaciones por siniestros en el trabajo es ínfimo, como lo demuestra
el hecho de que el sistema de seguridad reconozca en 1998 apenas 700 enfermedades
ocupacionales en una población económicamente activa cercana a los 20’000.000 de
personas. Lo anterior quiere decir que, según los datos oficiales, sólo el 0,0035% de los
trabajadores colombianos se enferma por causas atribuibles al trabajo7.
En este orden de ideas, el subregistro de accidentes y enfermedades ocupacionales hace
que no se pueda evaluar el sistema en términos de prevención (según datos de 1998,
Colombia tenía una tasa de accidentalidad equivalente a la mitad de la los Estados
Unidos). No obstante, como veremos más adelante, las muertes de trabajadores por causa
de su actividad han venido aumentando permanentemente desde la década del ochenta.
De esta forma, transcurridos siete años de la entrada en vigor de la Ley 100, se puede
afirmar que el cambio más significativo en el sector salud se dio por la privatización del
mercado de la seguridad social a través del surgimiento de cerca de 16 firmas privadas
(únicamente en el sector de riesgos profesionales), que han venido acaparando el
mercado antes cubierto por el Seguro Social.
Estas firmas, nacidas en 1995, cuentan con el 10% de las empresas afiliadas y el 60% de
los ingresos totales del sistema. Mientras que el Seguro Social cuenta con el 90% de las
empresas y apenas un 40% de los ingresos. Según los expertos esto implica que las
empresas privadas, en un lapso muy corto, han descapitalizado al Seguro Social al captar
el 10% del mercado de trabajadores de altos ingresos, dejando al Seguro las empresas
más pobres y de más alto riesgo8. Estos resultados desequilibran el sistema haciéndolo
inequitativo y contradicen los principios constitucionales de seguridad social.

3. Globalización vs. salud de los trabajadores


Los fenómenos de globalización encierran una paradoja. La salud de los trabajadores es
un requisito de desarrollo, pero el desarrollo deteriora su salud. La introducción de nuevas
maquinarias y sistemas de administración de la producción (tecnologías duras y blandas),
pueden traer diversas consecuencias. Por un lado, pueden significar avances en la
protección de los trabajadores en cuanto a los factores de riesgo a que se ven sometidos
al incorporar criterios ergonómicos a los sistemas de producción. Por otro lado, pueden
implicar el desmejoramiento de las condiciones de salud de los trabajadores al verse
abocados al manejo de materiales y técnicas desconocidas. Por último, en aquellas
empresas que son desplazadas por la competencia internacional, o en aquellas que optan
por descentralizar los procesos que no hacen parte del eje de sus líneas de producción,
puede generarse un deterioro de sus condiciones de vida y trabajo9.
En este sentido, los diferentes espectros en la conformación industrial del país tienen una
incidencia directa en las condiciones de salud ocupacional, al ser ellas determinadas por
unas formas de trabajo y riesgo específicas. Por ello, la distribución de la población
trabajadora en diferentes sectores de la producción, así como los niveles de desarrollo de
cada uno de ellos, define un determinado perfil de enfermarse o accidentarse en cada
empresa, configurando, en última instancia, el panorama de salud ocupacional a nivel
nacional.

4. Resultados de la investigación: tendencias y contrastes


Con el fin de precisar el tipo de cambios producidos por la globalización en el país se
procedió a realizar, en cinco ciudades, un estudio sobre una muestra representativa de
empresas exportadoras que estableciera los impactos que la apertura y los cambios
tecnológicos traían sobre la salud de los trabajadores. Es así como se hizo una revisión
bibliográfica de los estudios ya efectuados, y se contrastaron estos resultados con los de
nuestra investigación. En cada empresa se encuestó al gerente administrativo para los
temas referidos a la apertura económica y el cambio tecnológico. La parte de Salud
Ocupacional fue diligenciada por el ingeniero encargado de seguridad industrial o por el
personal de salud de la empresa. La mayoría de las empresas visitadas tenían una
trayectoria de entre seis y quince años en la exportación y estaban consolidadas desde el
punto de vista de infraestructura, posicionamiento y tiempo de funcionamiento. Solo un
16% de ellas eran de reciente formación (entre uno y seis años).
Teniendo presente lo anterior, se planteó como objetivo general de la investigación el
contribuir a la ampliación del conocimiento sobre las nuevas tecnologías introducidas al
país, sus condiciones de uso y funcionamiento adecuado, así como establecer los efectos
que pueden tener esas nuevas tecnologías sobre la salud y las condiciones de trabajo de
quienes las utilizan. Veamos los resultados de la investigación.

Impactos sociales del proceso de apertura


El proceso de apertura de la economía colombiana permitió el surgimiento de nuevos
esquemas de promoción a la inversión extranjera en proyectos de desarrollo sectorial que
incluyeron tres tipos de incentivos:

1. 1. Incentivos fiscales (exención del impuesto de renta por treinta años prorrogables
y de impuestos sobre ingresos provenientes de la venta de servicios a mercados
externos).
2. 2. Incentivos financieros (poco o ningún control de cambios, libertad de apertura de
cuentas en cualquier moneda, en instituciones de cualquier nacionalidad, libertad
de inversión, repatriación de capitales y utilidades, acceso a líneas de crédito).
3. 3. Facilidades de aduana (libertad de importación, exención de aranceles y de IVA
para bienes y productos destinados a las zonas francas)10.

Paralelamente con las reformas legislativas, Colombia tuvo durante la década pasada una
intervención creciente en el establecimiento de acuerdos comerciales internacionales.
Desde su participación en el nuevo sistema multilateral de comercio de la Organización
Mundial del Comercio –OMC–, hasta el desarrollo de políticas de liberación preferencial
con los países del Grupo Andino y la firma de acuerdos de libre comercio en el marco del
Grupo de los Tres –G 3, (Colombia, México y Venezuela); así como con Chile y los países
del Caricom. Además, la nación contó con nuevas concesiones de acceso preferencial
(ATPA y PEC) por parte de los Estados Unidos y la Unión Europea11.
Estos fenómenos trajeron una serie de cambios en el aparato productivo del país que
implicaron una transformación a fondo del modelo de acumulación y complejizaron el
entorno nacional e internacional para la economía colombiana. Según los estudios ya
realizados, todo el proceso estuvo marcado por el ingreso de nuevas tecnologías de
producción que tuvieron las siguientes consecuencias:

a. Disminución substancial del número de trabajadores no calificados en el mercado


laboral industrial y aumento de la brecha entre el salario de trabajadores calificados
y no calificados. Se registró un aumento del precio de los productos intensivos en
trabajo calificado con respecto al de los productos de trabajo no calificado12.
b. Disminución de los índices de sindicalización en algunas actividades industriales.
c. Disminución de la productividad en empresas poco avanzadas técnicamente13 y
configuración de un esquema de crecimiento industrial “a medias”, caracterizado
por el cambio en la composición del empleo, la modificación de la combinación de
factores de producción y las nuevas prácticas de financiamiento.
d. Disminución del empleo productivo y aumento del empleo administrativo.
e. Difusión de las prácticas del “empleo temporal” y la “subcontratación”. Las grandes
empresas contratan temporales en épocas de abundancia y luego todo vuelve a
quedar como estaba.
f. Adopción de una economía micro-empresarial y/o informal.
g. Desplazamiento del excedente económico desde nómina y ganancias hacia
sectores como impuestos e intereses14.

En síntesis, los estudios realizados encontraron que algunas empresas colombianas que
lograron modernizar sus procesos productivos, sobrevivieron al reto de abrir mercados a
otros competidores externos. Aquellas que no lo hicieron, simplemente salieron del juego,
con todas las implicaciones que esto tuvo sobre la vida de los trabajadores.
Por su parte, nuestro estudio de campo confirmó las tendencias y mostró que un 88% de
las empresas experimentaron cambios importantes con la globalización, mientras que una
cuarta parte de ellas percibieron la apertura como un fenómeno de efectos negativos. Para
la mitad de la empresas la apertura fue entendida como una “política de gobierno con
influencia negativa”. Los procesos de apertura y los de internacionalización, no fueron
percibidos al nivel de las empresas como parte de una misma estrategia. Mientras que
la apertura implicó la eliminación de barreras arancelarias y el aumento de la competencia
externa, la internacionalización comprendió fenómenos como la transferencia de
tecnología, la apertura de mercados y mayores facilidades de exportación.

Cambios tecnológicos en la industria colombiana


Frente a la internacionalización de la economía colombiana, los estudios existentes
señalaban que las empresas técnicamente más avanzadas resultaron menos vulnerables
a los impactos negativos de la apertura, mientras que las menos avanzadas retrocedieron
en sus indicadores. Con la apertura económica se reforzaron algunas ramas de la industria
en las cuales Colombia poseía ventajas competitivas naturales (químicos y textiles); sin
embargo, el deficiente desarrollo técnico unido a la falta de aprovechamiento de nuevos
recursos técnológicos generó estancamientos frente al mercado.
Los estudios señalaban que en la década pasada se introdujeron tecnologías CIM
(Computer Integrated Manufacturing), que representaron un avance significativo con
respecto al estándar de avance tecnológico del país. Así mismo, se presentó una
avalancha de información y adaptación de nuevas técnicas administrativas.
Las nuevas tecnologías, si bien afectaron la intensidad y la combinación de los factores de
producción, no influyeron sobre la estructura misma de la producción15. En general, los
estudios mostraron que las nuevas tecnologías traían las siguientes repercusiones:

a. Sobre el empleo: Desplazamiento de mano de obra.


b. Sobre la calificación: Mayor calificación del trabajo por la industrialización y menor
calificación en oficios de supervisión del funcionamiento de la maquinaria.
Reciclaje del parque profesional relegado, cambiando la labor de los profesionales
para satisfacer las exigencias de las nuevas tecnologías.
c. Sobre la forma de utilización: Aplicación parcial, complementación con tecnologías
precedentes y sub-adaptación. También problemas culturales de adaptación
particularmente con tecnologías blandas.

Por último, los estudios señalaban que en los últimos años, como consecuencia de la
globalización a nivel mundial, se venían dando procesos de transferencia de tecnologías
contaminantes e inseguras, provenientes de los países industrializados hacia los llamados
países del Tercer Mundo16.
De otro lado, los resultados de nuestro estudio de campo mostraron que el 70% de las
empresas tuvieron cambios técnicos importantes en los últimos quince años, contrastando
con un 29% que no tuvo cambios. Esto implicaría que más de la cuarta parte de las
empresas continúa rezagada del estándar internacional. Un 71% realizó cambios
tecnológicos que incluyeron maquinaria y equipos (tecnologías duras) en la década de los
noventa. La tecnología proviene en su mayor parte de Europa y Estados Unidos. Pero, a
pesar de que la mayor parte de la tecnología era de “tercera generación”, casi una cuarta
parte de las empresas importó paquetes tecnológicos ya obsoletos en los países
desarrollados.
Encontramos que la mayoría de las nuevas tecnologías actuaban sobre el proceso de
producción en su conjunto, viéndose beneficiadas la calidad y presentación del producto,
lo cual implicó un aumento de las ventas. No obstante, estas tecnologías trajeron
problemas asociados, que se presentaron por falta de preparación para el proceso de
apertura, como fruto de la baja competitividad y de las imperfecciones del mercado. Otro
tipo de problemas detectados fueron la falta de mantenimiento y la ausencia de repuestos.
Las nuevas tecnologías implicaron altos costos del personal técnico que las maneja.
También se encontró baja adaptación y aceptación, falta de mano de obra calificada e
inadecuada planta física. Se corroboró que las nuevas tecnologías habían generado
despidos de personal.
Con respecto a la introducción de tecnologías blandas, es decir, sistemas y procedimientos
organizativos y de administración, la mayoría de las empresas tuvo cambios importantes
en los últimos quince años, contrastando con una tercera parte que no realizó cambios
organizacionales, quienes continúan trabajando con viejos sistemas administrativos. El
96% de quienes realizaron cambios organizacionales los hicieron después de 1990,
durante el período de mayor apertura y como consecuencia de la extensa difusión que
tuvieron en el país temas como el de la calidad total, el justo a tiempo, los círculos de
calidad, la flexibilidad de producto y de proceso, así como las células de producción.
El centro del debate acerca de los cambios organizacionales en las empresas colombianas
está en la llamada “Administración de calidad total”, enfocada hacia la creación de nuevos
departamentos y la reestructuración de la planta de personal. La siguiente innovación en
importancia es el “Control de calidad total”, en la que se efectúa una reestructuración
dirigida al proceso productivo en busca de una mayor calificación de la planta de personal.
Las ventas y el mercadeo de los productos han resultado ser las actividades más
favorecidas con las innovaciones organizacionales y administrativas. Una cuarta parte de
las empresas han beneficiado todo el proceso productivo a través de la innovación con
tecnologías blandas.
A juicio de los empresarios, los “problemas laborales” resultaron ser los principales
factores de conflicto con las nuevas tecnologías, seguidos por las dificultades de
adaptaciónacoplamiento y por el aumento de costos de producción.
Cuadro No. 1. Morbimortalidad y Accidentalidad Ocupacional en Colombia 1986-1998

1986 1990 1994 1998


No. de empresa 195.040 295.312 419.818 527.056
No. de trabajadores afiliado 2.123.163 2.853.997 3.769.387 4.412.271
No. de accidentes 96.709 106.455 136.767 70.136
No. enfermedades profesionales 530 1.025 1.214 442
No. de muertes 326 449 357 582
Tasa de accidentalidad (x1.000) Falta 836 651 536
Tasa morbilidad (x10.000) Falta 85 55 33
Tasa mortalidad (x100.000) Falta 368 207 994
Impactos en la salud ocupacional
¿Cómo se han comportado las principales variables de salud de los trabajadores
colombianos en los últimos años, según los estudios realizados? Los Cuadros 1 y 2
presentados a continuación muestran el comportamiento de la morbilidad, la
accidentalidad y la mortalidad ocupacional registrada por el Seguro Social en el período
1986-199817.
En el período 1986-1998 se puede observar cómo se triplica el número de empresas
cubiertas, mientras que se duplica el número de trabajadores afiliados. No obstante el
número de trabajadores cotizantes es de apenas 2,5 millones para 1998. Por su parte, los
accidentes y las enfermedades tienen una tendencia al aumento entre 1986 y 1994 para
caer en 1998, mientras que el número de trabajadores muertos en su trabajo mantiene una
tendencia creciente durante todo el período. Nótese que la tasa de accidentalidad
disminuye, en tanto que se aumenta el número de muertos. Este comportamiento se
explica por el subregistro de enfermedades y accidentes. Al no existir programas de
detección de enfermedades y accidentes laborales, estos pasan desapercibidos para el
sistema. Por el contrario, la muerte de trabajadores no es ocultable.
Los trabajadores colombianos se están quedando sordos; la pérdida de la capacidad
auditiva producida por exposición permanente a ruidos se disparó preocupantemente en el
período 1988-1998; las lesiones en la piel por contacto con sustancias peligrosas también
aumentaron; las intoxicaciones causadas por sales de plomo (saturnismo) y por mercurio
(hidrargirismo), la neumoconiosis y las lesiones osteomusculares disminuyeron. Cabe
anotar que sólo hasta el año de 1993 se empezó a registrar el cáncer en las estadísticas
del Seguro Social.

ENFERMEDAD 1988 1998


Hipoacusia 40.3% 71.58%
Dermatosis 7.0% 10.21%
Saturnismo (Plomo) 7.7% 3.94%
Asma Ocupacional 3.2% 3.13%
Neumoconiosis 6.6% 3.13%
Lesiones Osteomusculares 11.8% 3.02%
Intoxicación por Organofosforados 1,1% 1.04%
Hidrargirismo (Intox. Mercurio) 4.3% 1.04%
Cáncer ND 0.23%
Otras 18% 2.67%
TOTAL 100.00% 100.00%
En contraste con lo anterior nuestro estudio de campo mostró que algunas enfermedades
como las virales, oftalmológicas, gastrointestinales, del sistema circulatorio y de origen
nutricional, no son diagnosticadas como enfermedades ocupacionales por el Seguro
Social. Veamos los resultados en orden de importancia:

1. Lesiones osteomusculares
2. Hipoacusia
3. Respiratorias
4. Virales
5. Dermatosis
6. Enfermedades del sistema circulatorio
7. Oftalmológicas
8. Gastrointestinales
9. Intoxicaciones
10. Enfermedades del Sistema nervioso
11. Enfermedades Odontológicas
12. Transtornos de origen nutricional

Entre los factores que generan accidentalidad, encontramos que la mayoría de ellos está
asociado a tecnologías atrazadas de primera y segunda generación:
Ruído 16%
Cuchillos y herramientas de corte 6 %
Caída de cuerpos 11%
Presencia y caída de cajas 6%
Riesgo químico 9%
Pisos riesgosos 5%
Cuerpos metálicos 8%
Factores de riesgo eléctrico 5%
Partículas y polvos en la atmósfera 6%
Entre las causas más frecuentes de enfermedad y accidentalidad encontramos las
siguientes:

1. Descuido y falta de atención 48%


2. Problemas de salud relacionados con posiciones –ergonómicos– 11%
3. Fallas en los equipos 7%
4. Desconocimiento en el uso de las nuevas tecnologías 3%
5. Problemas relacionados con las partes de las cuales se sujetan las herramientas
de trabajo 3%
6. Alta velocidad de equipos (motores, correas de transmisión) 3%.

5. Conclusiones
Los impactos adversos que la globalización y la innovación tecnológica tienen sobre la
salud de los trabajadores no son un fenómeno exclusivo de Colombia. En las dos décadas
anteriores se han presentado tanto en países desarrollados, como en países
subdesarrollados. Sin embargo en estos últimos, el impacto es mayor por efecto de las
estructuras económicas y de las condiciones político- institucionales en las que se afronta
la globalización.
En la historia reciente no se había registrado un fenómeno similar, que afectara tan
drásticamente tanto la estructura económica como la salud de los trabajadores. La estela
de la globalización repercutió fuertemente en Colombia, generando nuevas modalidades
de accidentalidad, enfermedad y muerte para los trabajadores.
El efecto de la globalización sobre la economía no es homogéneo. Golpea particularmente
a las empresas pequeñas, de reciente formación y escaso desarrollo tecnológico. En el
campo de la salud ocupacional, la globalización golpea a los trabajadores más pobres y a
aquellos que tienen más bajo nivel educativo, quienes tienen mayores dificultades para
adaptarse a las nuevas tecnologías. Así mismo, dado que flexibilización generaliza la
práctica del “trabajo independiente”, los trabajadores bajo esta modalidad son vulnerados,
puesto que no tienen derecho a seguro por riesgos profesionales. En este orden de ideas,
los desempleados han sido uno de los sectores más vulnerados frente a la globalización.
Sin trabajo no pueden acceder a los sistemas de salud, riesgos ni pensiones.
Frente a esta situación, todo está por hacer. Antes de adoptar innovaciones tecnológicas
indiscriminadamente, es necesario prestar atención a los impactos socio-ambientales y de
salud que trae la transferencia de tecnología, reconociendo las condiciones de seguridad e
higiene, así como las lesiones y enfermedades asociadas a ella. El diseño de las
instalaciones, equipos y maquinaria debe responder a las características ambientales,
culturales y antropométricas de la población que la utiliza.
A nivel nacional, tanto el gobierno, como el empresariado y las organizaciones de
trabajadores deben conocer, adaptar e implementar las normas y reglamentaciones de
seguridad emanadas de organismos como la OIT y las diversas recomendaciones de las
redes que retoman la experiencia internacional. Se debe prestar especial atención, al
traslado de paquetes tecnológicos obsoletos y/o contaminantes, a la importación de
sustancias y residuos peligrosos, a la elección de tecnologías limpias y al establecimiento
de programas y planes de prevención de riesgos y accidentes.
Para ello, es necesaria la participación activa de las universidades, garantizando un flujo
permanente de información, en el que por ejemplo, se elaboren registros de las
tecnologías tóxicas, para buscar una intervención cualificada en evaluaciones, auditorías y
consultas, con el fin de prevenir los efectos nocivos, los procesos contaminantes y los
peligros para la salud que conlleva la transferencia de tecnología.

Citas
1 Véase las ponencias presentadas al 8º Congreso Colombiano de Sociología: Dombois,
Rainer y López, Cármen. Cambio Técnico, Empleo y Trabajo en Colombia. FESCOL, Col,
1993. También: Autores Varios. El Trabajo en los Noventa: Rupturas y Conflictos. Facultad
de Dercho U.Nal. de Colombia y Universidad de Cartagena. Ed. U.N. 1994.
2 Alvaro Zerda, Apertura Nuevas Tecnologías y Empleo, FESCOL, Colombia, 1992, p. 43.
3 Ibid, pp.15-16.
4 Múnera, Leopoldo, “Legislación Laboral y Acción Obrera en Colombia”, en: El trabajo en
los Noventa...
5 Palacio, Germán, “Flexibilidad Laboral y Neoliberalismo”, en: Ibid.
6 Torres, Hernando, “Reformas: El gobierno del Mercado Laboral”, en: Ibid.
7 ARP Seguro Social, Tendencia de los Riesgos Profesionales en Colombia 1996- 1998.
8 Ibid.
9 Ministerio de Trabajo y Seguridad Social - Instituto de Seguros Sociales, Legislación de
Riesgos Profesionales. Sistema General de Riesgos Profesionales, Colombia, Noviembre
1994.
10 Analdex-Proexport, Guía de Comercio Exterior 1996-1997, Publicar S.A. 1996. Pp.28-
31.
11 Ibid.
12 F. Mesa y J.A. Gutiérrez. “Los efectos no considerados de la apertura económica en el
mercado laboral industrial”, DNP. Colombia. Unidad de Análisis Macroeconómico. Archivos
de Macroeconomía, No. 46. 1996.
13 M. del Pilar Esguerra y Ma. Clara Rueda. “Aspectos sobre el cambio técnico y las
exportaciones en la Industria Colombiana”, en: Estrategia Industrial e Inserción
Internacional, L. J. Garay De. Fescol. Col. 1992.
14 Zerda, Ob.cit.
15 Ibid
16 Vale la pena resaltar los trabajos de las siguientes instituciones: Red del Tercer Mundo,
la Red Mundial Contra los Tóxicos y el Programa Internacional para el Mejoramiento de las
Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo –PIACT– adscrito a la Organización
Internacional del Trabajo.
17 ARP Seguro Social, Ob.cit.
18 Ibid
Detalles
Última actualización en 29 Julio 2017

La globalización se ha convertido en una de las categorías explicativas y analíticas


de mayor relevancia en el mundo, generalmente, se asume como un proceso
evolutivo, casi natural, derivado de las grandes transformaciones tecnológicas en el
campo de la informática y las telecomunicaciones; y como un proceso de
mundialización de la economía y expansión planetaria del capital transnacional, que
implica una nueva división internacional del trabajo. Esas concepciones constituyen
diferentes facetas y dimensiones de la globalización, y sin embargo, planteamos
que el rasgo fundamental de la globalización es la imposición de un modelo de
pensamiento y una forma de concebir el mundo, la sociedad, la producción y
distribución de bienes, y las relaciones entre las naciones, que se conoce
como neoliberalismo y constituye el paradigma económico de nuestro tiempo.
Stiglitz (2002) señala que uno de los rasgos fundamentales de la globalización es la
aceptación del capitalismo triunfante norteamericano como única vía posible al
progreso. Ese modelo de desarrollo dificulta la redistribución de la riqueza,
concentra el capital, produce pobreza y desempleo, y tiene un profundo impacto
sobre la vida, el ambiente y la salud.

En el mundo actual, luego de la desaparición del campo socialista, desaparece el


escenario de bipolaridad que caracterizó al mundo por más de 40 años, y se inicia
un período de hegemonía del mundo occidental, con predominio de los intereses
económicos de las grandes corporaciones transnacionales y de la economía de
mercado, liderizada por Estados Unidos. En esa perspectiva, la globalización es
tambien el nuevo escenario histórico y político, posterior a la guerra fría, en el cual
los intereses de las grandes corporaciones se colocan por encima de los intereses
de la población. El llamado Consenso de Washington no fue más que un acuerdo
entre el Tesoro de los Estados Unidos y un grupo de instituciones financieras:
Organización Mundial de Comercio, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial,
estrechamente vinculado a los intereses de los Estados Unidos y las grandes
corporaciones, para imponer un modelo económico y de desarrollo que controla al
mundo y sobordina la vida social a los intereses privados, con el objetivo de
maximizar sus ganancias y beneficios. Con mucha claridad, Friedman (1962) afirma
que ese nuevo modelo de economía y sociedad cambia dramáticamente la
concepción de la democracia, colocando la obtención de beneficios como su
esencia, todo gobierno que siga políticas contrarias al mercado es antidemocrático,
independientemente del apoyo político y popular del que disfrute, ya que la esencia
de los gobiernos es la defensa de la propiedad privada. Soros (1998) considera que
el actual sistema capitalista es un imperio cuya cobertura y extensión es mayor que
cualquier imperio anterior, que gobierna toda una civilización y que quienes se
salen de sus fronteras son considerados bárbaros. Un imperio casi invisible, que no
aspira conquistar países, sino mercados, cuyo objetivo no es como antes, la
anexión de territorios, sino el control de sus riquezas, haciendo que la mayoría de
sus "súbditos" no perciban que están sometidos a él. Como elemento peculiar, el
mismo Soros, advierte que debido a los fundamentalismos del mercado, este
imperio se está volviendo insostenible.

La globalización, como fenómeno económico no es nuevo, fue descrito por Marx y


Engels (1848) cuando previeron la mundialización del capitalismo, señalando que
una de sus características básicas era la conversión de la dignidad personal en un
simple valor de cambio, y la sustitución de numerosas libertades y derechos por la
única y desalmada libertad de comercio. Sonntag (1997) señala críticamente
que organismos internacionales, economistas, analistas políticos y sociales, hablan
de la globalización como si se tratara de un fenómeno totalmente nuevo (...) ese
discurso se ha reforzado en la medida en que el pensamiento único se ha impuesto
como ideología dominante (...) es necesario recordarles, porque en la última
década y media, el proceso de mundialización del capitalismo, fue re-descubierto,
re-bautizado y desvestido de su carácter evolutivo. Es evidente, que la
globalización en esa perspectiva no es un fenómeno nuevo, pero si lo es, como
escenario histórico y político donde se decide hoy el destino del mundo y la
humanidad.

Sin embargo, en el marco de este mundo globalizado por la economía capitalista y


los intereses de las transnacionales, surgen y se consolidan diversos polos
geopolíticos y megabloques comerciales regionales, que con diversos matices
coexisten y se confrontan en férrea lucha. En esa situación, América Latina, a pesar
de su raíz histórica cultural similar, no ha podido asumir el reto de la integración
política y económica, y ostenta el triste signo de ser el subcontinente con mayores
inequidades, en el cual se acelera la concentración de riquezas, al mismo tiempo
que crece en forma inusitada la pobreza. Latinoamérica representa una comunidad
de naciones de gran riqueza potencial, pero con factores exógenos y endógenos
que dificultan su integración. La integración de los países de América Latina es un
asunto extremadamente relevante, los Estados Unidos de América promueven el
Tratado de Libre Comercio de las Américas, mejor conocido como ALCA, que
constituye una de sus propuestas centrales para consolidar su dominación en el
continente y promover total libertad para el capital y el mercado, eliminando las
restricciones existentes (manteniendo sólo restricciones para el tránsito de las
personas); ello supone la globalización de la dominación y las políticas neoliberales,
lesionando la soberanía de las naciones y otorgando derechos especiales a las
corporaciones para el arbitraje internacional de sus conflictos. Un periodista
norteamericano, Friedman (2000) señala que por esa vía en pocos años ya las
embajadas y las relaciones internacionales no corresponderán a las naciones, sino a
las grandes corporaciones. El Tratado de Libre Comercio entre Canadá, México y
Estados Unidos (NAFTA) proporciona muchos ejemplos de esa pérdida de
soberanía.

Rasgos fundamentales de la globalización neoliberal

La globalización también se presenta como una ideología basada en tres grandes


principios:

1) El fundamentalismo del mercado, que exalta la libre movilización del capital, la


libertad de comercio, y el libre flujo de los factores de la producción, excepto la
fuerza de trabajo, que continua sometida a múltiples y variadas restricciones.
2) El desmantelamiento de los estados nacionales, la desaparición de las fronteras
para la actividad económica, y la pérdida de poder y soberanía de las naciones
periféricas, en lo que algunos llaman la monarquía del capital. Ferrer (1997)
dice que al menos en materia económica y financiera, la soberanía de los estados
habría sido desbaratada por la globalización, y que la soberanía radica actualmente
en los mercados; concluyendo que en la actualidad, las decisiones principales no las
adoptan las sociedades y sus estados, sino los agentes transnacionales. Navarro
(1997) demuestra que se imponen restricciones a los estados nacionales, que se
traducen en limitaciones a sus posibilidades para tomar decisiones soberanas, no
sólo en la conducción de su economía, sino también sobre como satisfacer las
necesidades de su población.
3) La homogenización de las culturas y costumbres, imitación de patrones de
consumo, fortalecimiento de la ideología consumista, que genera un "consumismo
desaforado", refuerza las concepciones individualistas y crea expectativas de vida
no acordes con la realidad, en lo que Galeano (1997) llamó la cultura del "úselo y
tírelo", con el consecuente deterioro ambiental y agotamiento de los recursos
naturales.

En esa perspectiva, en el mundo globalizado, la ideología neoliberal promueve


diversos tipos de acciones para lograr sus intereses:

1) Privatizaciones: no sólo en la perspectiva de transferencias de empresas del


sector público al privado, sino la conversión de derechos sociales en objetos de
mercado. La salud y la educación, tradicionalmente consideradas derechos
ciudadanos, pasan a formar parte de los intereses económicos, y en muchos países
se integran a los circuitos de acumulación del capital. Harnecker (2001) plantea que
la privatización de los fondos de pensiones de la seguridad social ha pasado a
constituir uno de los elementos más apetecibles para el capital financiero,
convirtiéndose en un rubro de gran rentabilidad.
2) Con especial impacto sobre la salud de los trabajadores la desregulación del
mercado laboral, con su consecuencia de flexibilización y precarización del empleo,
que ha producido un incremento de los accidentes de trabajo y las enfermedades
ocupacionales.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) cada año ocurren en
el mundo 5 millones de accidentes de trabajo, ocasionando 100.000 muertes,
innumerables discapacidades y grandes pérdidas económicas y consecuencias
sociales.
3) Focalización de los Programas Sociales: usualmente las instituciones
internacionales y las naciones identifican a la pobreza y la exclusión social, como
grandes problemas a enfrentar y diseñan medidas para el combate de las mismas.
Nos advierten, que el problema fundamental no es la pobreza, que ella es sólo
manifestación y síntoma de la inadecuada e injusta distribución de la riqueza social.
En consecuencia, diseñan programas focalizados hacia los "pobres", en vez de
políticas sociales de carácter estructural para enfrentar los reales problemas de la
economía.
4) La inversión especulativa: operaciones de capital a corto plazo, desvinculadas de
la actividad real de producción, comercio e inversión, cuyo objetivo dominante es
realizar ganancias especulativas. Se estima que el 95% de las operaciones en los
mercados cambiarios, que asciende diariamente a US$1,3 billones, consisten en
movimientos especulativos. Amin (1997), severo crítico de esta actividad, señala
que ese desplazamiento de la actividad productiva por la especulativa, es la causa
real de la crisis de la economía capitalista. En definitiva, los mercados financieros
altamente especulativos, son protagonistas decisivos del proceso globalizador.

Deuda externa y globalización

La deuda externa es el problema más importante de los pueblos del mundo, la Red
Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa (2002), ONG española, la define
como el dinero que los países del sur deben a los bancos a los países del norte y a
las instituciones financieras, como consecuencia de los préstamos que sus
gobiernos recibieron en el pasado y a los que no pueden hacer frente en la
actualidad. Ese endeudamiento, en la mayoría de los casos, se generó en la década
de los setenta, cuando el excedente de liquidez, producto de los petrodólares,
permitieron a la banca ofrecer préstamos a bajos intereses y en condiciones
relativamente favorables, para luego en los ochenta elevar fuertemente las tasas de
interés haciendo impagable la deuda. Muchos de esos créditos fueron utilizados
para la compra de armamento y el mantenimiento de gobiernos dictatoriales y
corruptos.

En la actualidad, la deuda crece constantemente, y se ha duplicado en los últimos


diez años, haciendo que cerca de 150 países tengan que utilizar cifras cercanas al
50% de sus presupuestos nacionales para cancelar deuda externa, de los cuales se
estima que la mitad no son para amortizaciones de capital sino para pago de
intereses y penalidades (Cuadro 1).

La deuda se ha convertido en una especie de trampa usuraria, que genera


irreversibilidad del endeudamiento, manteniendo en situación de dependencia a los
países deudores que deben recurrir a nuevos préstamos para pagar los anteriores,
situaciones similares se dan en la vida cotidiana con préstamos hipotecarios y para
adquisición de bienes, en los cuales, a pesar de pagar la deuda varias veces,
siempre se mantiene el endeudamiento.

La deuda se ha convertido en el problema ético y político de mayor envergadura


para la sociedad actual. Mientras nuestros gobiernos se esfuerzan por pagar
compromisos contraídos en épocas pretéritas, crece la deuda social, que se expresa
en deterioro y baja cobertura de servicios básicos, como educación y salud. No hay
mayor problema para la salud y educación de nuestros pueblos que el deterioro de
los servicios que genera este endeudamiento.

Es prioritario para los pueblos deudores del mundo la búsqueda de alternativas


para salir de esa trampa que significa la deuda externa. Se han planteado diversas
vías, el Jubileo 2000 fue una buena prueba de ello, la condonación de la deuda a
los países más pobres, la creación de un impuesto internacional a la actividad
financiera especulativa para pago de deuda, la propuesta de creación de un Fondo
Humanitario Internacional, la determinación de que los países no paguen más del
25% de sus presupuestos en deuda. Todo ello sería posible con una amplia
movilización social, que coloque a los países y sus sociedades frente a los
organismos financieros del mundo para llegar a acuerdos consensuados.

Globalización y comunicación

Otro aspecto interesante a resaltar es el impacto de la globalización sobre el mundo


de la información. En esta era de la globalización neoliberal, el papel de los medios
de comunicación, y particularmente de la TV, es fundamental. Existen en el mundo
1.500 millones de televisores (uno por cada 4 habitantes), y dice Galeano "la
realidad es lo que muestra la TV". El proceso globalizador pareciera hacer ver que
no existen limitaciones para el intercambio de información, se minimizan las
barreras geográficas, sociales o culturales, tenemos la posibilidad de información en
tiempo real, observamos los fenómenos sociales, los problemas ambientales, las
guerras, los actos de terrorismo, en el momento mismo de su ocurrencia. La TV
decide lo que es importante y lo que no lo es; impone sus criterios y censuras,
realiza trucos y montajes. La nueva estructura del mundo globalizado ha cambiado
el papel de los medios de comunicación, en la sociedad. Es importante entender
este contexto para poder comprender el mundo contemporáneo. Los medios de
comunicación son los encargados de presentar la verdad al mundo. Nuestras
necesidades han llegado a ser aquellas que nos crean vía TV, desaparecemos como
sujetos sociales para convertirnos en consumidores. Es la alienación por los medios.
La TV y en general los medios de comunicación masiva, difunden mensajes de
violencia y promueven estilos de vida claramente nocivos, basados en el
consumismo. El interés de lucro de las nuevas sociedades desvirtúa de tal manera
nuestro estilo de vida, que logra imponer, con la poderosa ayuda de los medios,
factores que atentan contra la salud y calidad de vida (por ejemplo, el consumo de
cigarrillos, alcohol o comida rápida). Qué diferente pudiera ser la situación de salud
de nuestros pueblos, si esta revolución en las comunicaciones se utilizara para
hacer promoción de la salud, difundir mensajes de educación sanitaria, prevención
de enfermedades y promoción de estilos saludables de vida.

Sin embargo, la realidad es otra, fenómenos subyacentes son poco percibidos por
los usuarios de los medios, Ramonet (2001) nos demuestra como este fenómeno
global ha ocasionado transformaciones de gran significación en los medios de
comunicación y su papel en la sociedad. En primer lugar, los medios han cambiado
de propiedad, ahora la mayoría de ellos pertenecen a grandes corporaciones
transnacionales, la mayoría de las agencias noticiosas han sido compradas por
grandes imperios económicos, por ejemplo, la CBS es propiedad de la
Westinghouse, y la NBC de la General Electric, y representan los intereses globales
de esas corporaciones, su papel no es informar, es generar matrices de opinión que
convienen a sus intereses.
Los medios de comunicación imponen un estilo de vida subyugado a una idea
esencial: la instauración del libre mercado. Los medios promueven constantemente
una visión en la cual todo debe estar regido por el mercado. La función del Estado y
de la sociedad organizada queda relegada a segundo plano. Un ejemplo de esto, lo
observamos en el sector salud. Hemos sido testigos de la confrontación mediática
alrededor de las reformas de la seguridad social y sobre todo de los fondos de
pensiones. Harnecker (2001) evidencia cómo la creación de administradoras
privadas de fondos de pensiones se ha convertido en uno de los elementos más
atractivos para el capital financiero internacional y uno de los componentes
fundamentales de la acumulación de capital. A nivel mundial, la banca ha difundido
mensajes, muchas veces en forma abierta, otras en forma subliminal, dirigidos a
oponer la opinión de la población contra la administración pública de los fondos y a
favorecer la aparición de los fondos privados de pensiones.

Globalización y salud

Comprender lo que sucede en el sector salud pasa por comprender el impacto de la


globalización sobre la calidad de vida y los servicios de salud.

Una de las características fundamentales del mundo globalizado es la concentración


del capital y el incremento de la pobreza. La globalización neoliberal ha hecho que
los ricos sean cada vez más ricos y los pobres más pobres. En la última década los
pobres constituyen más de una tercera parte de la humanidad y han aumentado a
un ritmo inusitado, cita Stiglitz (2002), que de 1990 a esta época tenemos más de
100 millones de nuevos pobres, para un total que supera los 2.500 millones de
habitantes en situación de pobreza, paradójicamente en un mundo que es más rico
y produce mayor riqueza, pero que la concentra cada vez en menos manos.

En los últimos 50 años el PIB mundial pasó de cerca de 4 billones de dólares a 27


billones, con un incremento promedio anual de 4%, y el PIB por habitante pasó de
1.591 a 4.623 dólares, pero a pesar del incremento inusitado de la producción de
riqueza, aumentaron los pobres, que hoy constituyen más de un 50% del planeta.

La globalización hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres; 2.500
millones de personas, que representan casi la mitad de la humanidad, viven con
menos de 2 dólares diarios y las 225 personas más ricas del mundo, poseen más
dinero que la mitad de la población mundial.

Por supuesto, es necesario afirmar, contrariamente a lo que asumen muchos


teóricos e instituciones a nivel mundial, que el problema fundamental no es la
pobreza, la cual constituye sólo la expresión, de lo que realmente es el
determinante fundamental de la pobreza y mayor obstáculo al desarrollo: la
irracional concentración del capital y la muy injusta distribución de la riqueza social.
Un modelo de producción que concentra riqueza y genera desempleo y pobreza.

Los 28 países más desarrollados del planeta cuentan con 15% de la población
mundial, tienen solo el 10% de la carga mundial de enfermedad, pero consumen el
90% de los gastos mundiales de salud.

En este contexto, las organizaciones financieras internacionales han iniciado una


gran arremetida e inversión en salud, involucrandose en nuevas áreas, como la
seguridad social y la salud, convirtiendolas en espacios para el lucro y la inversión
privada, abriendo las posibilidades del manejo por parte del capital financiero de
grandes masas de dinero, antes reservadas a los estados nacionales. El mercado de
la salud se convierte en uno de los más atractivos y rentables; y los organismos
multilaterales en uno de sus más activos promotores.

Mercado y salud

A pesar del gran debate entre estado y mercado, que marca el mundo
contemporáneo, ha sido ampliamente aceptado que la salud constituye un mercado
imperfecto, que requiere de una amplia intervención del estado. La relación entre el
paciente/cliente/o usuario de los servicios, con el proveedor, es sesgada por el
poder y conocimientos del médico, y la indefensión del paciente. El papel del estado
como ente rector y regulador es esencial para evitar y controlar las desviaciones y
distorsiones producidas por los intereses económicos del capital que incursiona en
el mercado sanitario. Revísese como ejemplo la carta del presidente Clinton al
pueblo de los Estados Unidos (1993), donde señala los grandes problemas que el
aseguramiento privado ha traído a la salud de millones de ciudadanos en la propia
meca del capitalismo mundial, donde más de 30 millones de personas no tienen
acceso a servicios de salud, y a pesar de la gran inversión que realizan (12% del
PIB) tienen los peores indicadores sanitarios del mundo desarrollado.

Sanger (2001) analiza detalladamente los efectos del Acuerdo General sobre
Comercio de Servicios (GATS) sobre el sistema de salud canadiense, y advierte
sobre su impacto negativo, señalando que "los principios comerciales son
incompatibles con el sistema de salud". El autor advierte que en Australia, en los
últimos diez años el sistema de salud ha sido minado por acuerdos comerciales,
haciendo que el 40% de la población haya migrado al sector privado de atención.

Pacheco (2001) señala que hasta los años 60 la producción de bienes y servicios
para la atención médica no tenía gran significación dentro de la dinámica de
acumulación de capital, la medicina se basaba mucho en la clínica y hacía uso de
tecnologías de baja complejidad. Sin embargo, la revolución tecnológica y los
grandes avances en informática, robótica, biotecnología, entre otras; transforma
radicalmente esa situación. La producción de ciencia y tecnología se incorpora a la
dinámica del capital y se concentra en grandes empresas, en muchos casos
vinculados a la industria militar. Muchos de los conocimientos utilizados para el
desarrollo de tecnología médica fueron inicialmente desarrollados para fines
militares, en forma similar a lo que ocurrió con Internet. Hoy, un gran número de
empresas del "complejo militar industrial", como General Electric, Westinghouse,
CGR, produce también tecnología médica.

Las estadísticas económicas señalan que el mercado de la salud se ha convertido en


uno de los más importantes a nivel mundial, con diversos actores claves que
conforman lo que se denomina el complejo médico industrial, integrado por los
productores de tecnologías e insumos para los servicios de salud; la industria
farmacéutica; el sector asegurador y financiero, y los productores directos de
servicios en clínicas u hospitales privados.

La informática, la biología molecular, la imagenología y el desarrollo de nuevos


materiales han transformado la práctica de la medicina. Tecnologías inimaginables,
hace pocos años, se han hecho indispensables: tomografía, resonancia magnética,
métodos de tratamiento con rayos láser y gamma, cirugía laparoscópica, implantes
y prótesis de nuevos materiales, son algunos ejemplos de ese desarrollo, que sin
duda ha producido un impacto importantísimo sobre los costos de la salud. La salud
se convierte en uno de los escenarios de mayor complejidad en relación al
desarrollo científico técnico, iniciándose la era de la "medicina tecnomercantil". Los
avances de la ciencia han producido una revolución en los métodos de prevención,
diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. Es el complejo médico-industrial
quien convierte esos conocimientos y avances en tecnologías susceptibles de ser
aplicados a la población y en muchas oportunidades a los trabajadores, por
ejemplo, con pruebas que determinan la susceptibilidad de potenciales trabajadores
a ciertos riesgos.

Sin embargo, el hecho más resaltante es la gran brecha que existe entre ese
desarrollo científico y el no-acceso que grandes sectores de la población tienen a
esas técnicas y procedimientos. Su alta densidad tecnológica y elevado costo hace
que en la práctica esos métodos no sean accesibles para las grandes mayorías de la
población. Sin embargo, las grandes empresas obtienen enormes ganancias. Por
ejemplo, Johnson y Johnson – una de las empresas más grandes del mundo –
acusa ganancias netas superiores al billón de dólares en el primer trimestre del 98,
y muchas empresas del complejo médico industrial como forman parte de las cien
empresas más importantes del mundo.

En el seno de la industria química, la farmacéutica se coloca en segundo lugar en


orden de magnitud de inversión y ganancias. Grandes consorcios internacionales se
dedican a investigar para producir nuevos y sofisticados medicamentos,
generalmente de costo muy elevado y de muy difícil accesibilidad. Por cierto, en
muchos casos, extrayendo las materias primas de nuestro país, que se encuentra
catalogado en el mundo como de los de mayor diversidad biológica. La industria
médico farmacéutica produce y gana billones de dólares cada año. Hemos asistido a
la década de las grandes fusiones, que incrementa sus ganancias y produce
desempleo. Aventis (fusión de Hoechst y Rhone-Poulanc) reportó un incremento de
38% en sus ganancias; Novartis (fusión de Sandoz y Ciba), considerada una de las
mayores fusiones de la historia empresarial, fue motivada por las fuerzas de la
globalización y del mercado que los obligaba a unirse para reducir costos e
incrementar beneficios, entre otras cosas despidiendo grandes cantidades de
trabajadores. Otro ejemplo, la fusión de Glaxo con Welcome generó el despido de
7.500 trabajadores.

Ese nuevo modelo tecnoproductivo se caracteriza por permitir a las empresas ganar
más, con menos trabajadores, con la consecuente acumulación de ganancias para
pocos, y pobreza para muchos.

Una de las amenazas más dramáticas que se cierne sobre el mundo es la


posibilidad de la privatización del genoma humano, uno de los hallazgos más
importantes de la historia de la humanidad. Una de las discusiones alrededor de ese
importante avance científico es la concesión de patentes y propiedad industrial
sobre procesos biológicos, lo cual traería nefastas consecuencias.

La OMC aprobó un instrumento altamente perjudicial para la salud, pero beneficioso


para la economía de las transnacionales, el TRIPS o Acuerdo sobre Aspectos
Relacionados al Comercio y los Derechos de Propiedad Intelectual, que convierte la
salud en una mercancía y otorga a transnacionales farmacéuticas los derechos de
propiedad sobre la patente de medicamentos, que por cierto han sido desarrollados
con una cuantiosa inversión pública. Ese acuerdo satisface las aspiraciones de las
corporaciones farmacéuticas, al fortalecer los derechos de propiedad intelectual,
pero impide el desarrollo de una industria farmacéutica nacional, que en países
como Brasil y la India, producen medicamentos esenciales, por ejemplo, para el
tratamiento del SIDA, proceso obstaculizado por los intereses corporativos. Ello
demuestra claramente la contradicción entre la obtención de ganancias y el
bienestar y salud de millones de personas, lo cual es particularmente evidente en
África, donde estos acuerdos comerciales, han obstaculizado la acción
gubernamental para proporcionar medicamentos que reducirían la muerte y el
sufrimiento en sus ciudadanos.

En el mundo hay 36 millones de personas portadoras del virus del SIDA, con un
alarmante crecimiento anual de más de 5 millones de casos. Según estudios de la
Universidad de Harvard el costo anual de tratamiento para un sueropositivo es
alrededor de 15.000 $ sin embargo el costo real del tratamiento podría estar en
apenas 1.000 $ el resto es lucro, ganancia que a costa de la salud hacen las
grandes corporaciones transnacionales de la enfermedad.

La entrada del gran capital en el sector salud incrementó notablemente los costos y
desplazó la prevención. Conclusión: el gran negocio es la enfermedad.

Privatización de la salud y la seguridad social

Buena parte de los procesos de reforma de salud promovidas por los organismos
financieros multilaterales han tratado de introducir mecanismos para la
"privatización" de la salud y la seguridad social, a través del desarrollo de
administradoras privadas para la administración de fondos de pensiones, de los
recursos para la salud provenientes del estado o particulares a través de
cotizaciones, y administradoras de riesgos de trabajo que captan fondos de las
empresas y en algunos casos de los trabajadores. En todos los casos su objetivo es
la privatización de la administración de los recursos económicos, incorporándolos a
la dinámica de acumulación de capital y convirtiendo al sector privado en
"depositario y guardián de los fondos" e intermediario entre el individuo y las
instituciones prestadoras de servicios de salud.

Globalización, ambiente y salud de los trabajadores

En el mundo globalizado existen múltiples procesos que afectan directamente al


ambiente y la salud de los trabajadores, algunos de carácter general, que tienen
que ver con el deterioro de la calidad de la vida, determinada por el predominio de
un modelo tecno productivo cuyo objetivo básico es la concentración de capital, sin
tomar en consideración el deterioro ambiental y el incremento de los niveles de
pobreza y desempleo. Otros de carácter más particular, que alteran el mundo del
trabajo y de las relaciones laborales, como lo son la flexibilización y precarización
del trabajo, la sobreexplotación de la mujer, la maquila y el trabajo infantil, y los
procesos de exportación de riesgos desde los paises de mayor desarrollo al resto
del mundo.

En el cuadro 2 se resumen esos aspectos y comentaremos brevemente algunos de


ellos.
La revolución tecnológica generada por la automatización y robotización de los
procesos ha multiplicado las potencialidades productivas sin mayores
requerimientos de fuerza de trabajo, ello permite producir más, con menos
trabajadores. Si tomamos en cuenta que uno de los factores fundamentales de
redistribución de la riqueza social es la generación de empleo, entenderemos
porque hoy el mundo es más rico y se produce más, pero solo se benefician las
grandes corporaciones, que producen mayores ganancias, mientras se incrementa
la pobreza y el desempleo en el mundo. Esta situación tiene un gran efecto sobre
las condiciones de trabajo y la salud de los trabajadores. Un ejemplo que permite
explicar fácilmente esa situación es el de una gran fábrica textil en Venezuela, que
en 1980 empleaba 5.000 trabajadores, y quince años después – en 1994 – gracias
a la modernización de su producción, producía el triple con solo 500 trabajadores.
Se había reducido la cantidad de trabajadores en un 90%, pero se producía tres
veces más. Sin embargo, la historia no terminó allí. Hoy, esa fábrica textil cerró sus
puertas en Venezuela, y fue trasladada a otro país de América Latina, donde con
trabajadores más baratos y menos conflictivos, produce mayores ganancias. Es una
dinámica productiva perversa que solo se preocupa por la acumulación del capital,
independientemente de la generación de desempleo y pobreza que la acompaña.
Conclusión: desempleo y pobreza para los trabajadores, mayores ganancias para
las corporaciones.

Al mismo tiempo esos trabajadores laboran en condiciones de sobre explotación


que producen un gran desgaste y afecta la salud. El modelo productivo llamado
"maquila" es un ejemplo de utilización intensiva de mano de obra barata, con gran
desgaste y perjuicio para los trabajadores, y sobre todo hacia la salud de las
trabajadoras, que constituyen uno de los sectores más explotados y afectados en
ese modelo productivo. Existen estudios que demuestran que en pocos años de
trabajo la maquila produce un desgaste de tal magnitud que convierte a las
trabajadoras en "desechos humanos", que luego serán sustituidas sin ningún tipo
de compensación por nuevas trabajadoras.

La mujer trabajadora representa el 45% de la fuerza de trabajo en América Latina


y recibe salarios inferiores a los de los hombres. En muchos casos la mujer
trabajadora no recibe ninguna remuneración y trabaja un promedio de 80 horas
semanales.
Otra demostración de las crecientes inequidades en el campo de la salud de los
trabajadores es el incremento del trabajo infantil. Según la Organización
Internacional del Trabajo (2000) existen en América Latina y el Caribe más de 20
millones de niños trabajadores, de los cuales el 20% es menor de 14 años de edad.
Ejemplo de las extremas perversiones del mundo actual, el creciente uso de
Internet para promover la prostitución infantil.

Algunos comentarios sobre el impacto ambiental

Un problema de gran importancia es el vinculado al deterioro ambiental que


produce el actual modelo productivo. Recordemos que los Estados Unidos producen
la mitad de las emisiones contaminantes del planeta y ha enfrentado los esfuerzos
internacionales por desarrollar normas de preservación del ambiente, siendo uno de
los pocos países del mundo que se han negado a firmar el protocolo de Kyoto.
Recientemente un grupo de científicos especulando sobre las posibles causas de
desaparición de la vida en el planeta, ubicaban como una de los más posibles el
deterioro ambiental, enfatizando en los fenómenos de recalentamiento global y
desaparición de la capa de ozono, solo por debajo de la amenaza de una guerra
nuclear.

En esa perspectiva, Ramonet (2002) señala que en el mundo globalizado coexisten


viejas y nuevas amenazas que pueden tener un severo impacto sobre el ambiente y
la humanidad. Ellas se podrían resumir en los siguientes puntos:

1) Proliferación de armas de destrucción masiva, la mayoría basadas en tecnología


nuclear. Resaltando que los Estados Unidos ha sido uno de los pocos países que
negaron la firma al Tratado de Prohibición Total de Ensayos Nucleares (1999).
2) Manipulación del Patrimonio Genético de la humanidad, que incluye la
producción de alimentos o seres transgénicos, clonación humana, y la terapia
génica. Estos grandes avances científicos, que podrían tener gran potencialidad
para resolver graves problemas de la humanidad, están siendo patentados por
grandes empresas transnacionales en la perspectiva de su comercialización con
fines de lucro, lo que augura nuevas brechas de acceso e inequidad, haciendo
inalcanzables a grandes sectores de población el alivios a sus sufrimientos.
3) El sobre calentamiento de la tierra y el empobrecimiento de la capa de ozono,
fenómenos estrechamente vinculados a la acumulación de gases con efecto
invernadero. Observamos cada día mayor cantidad de desastres "naturales",
inundaciones, deslaves, grandes lluvias, existiendo conciencia internacional de la
necesidad de controlar las causas de dichos fenómenos, pero de nuevo los Estados
Unidos, generadores de la mitad de esas emisiones toxicas que envenenan al
ambiente, se niegan a firmar los acuerdos concebidos para controlar la emisión de
dichos gases.
4) Deforestaciones masivas y destrucción sistemática del medio natural, con
creciente deserficación de la superficie del planeta. Cada ano desaparecen seis
millones de tierras cultivables y se incrementa la desertificación del planeta,
destruyéndose un patrimonio biológico irremplazable.

Reflexión final

Tenemos grandes retos y tareas por delante. El mundo, en nombre de un modelo


errado e inhumano de desarrollo está en peligro. Basta de aceptar la globalización
neoliberal y el incremento de la pobreza como una fatalidad. No podemos permitir
que a nombre del mercado y la acumulación de capital se continúe acabando con la
vida y el ambiente. Proteger la salud, el ambiente, la biodiversidad, mediante un
modelo de desarrollo sostenible es un imperativo ético y político de primer orden.
Promover y fortalecer a los nuevos movimientos y actores sociales que recorren el
planeta en la lucha por la paz y un nuevo orden social, la defensa del ambiente, los
derechos de las mujeres, los pueblos indígenas, los trabajadores, contra el trabajo
infantil, y muchos otros.

Uno de los principales retos es confrontar las propuestas neoliberales


privatizadoras, rescatar el papel del Estado en el desarrollo social, reafirmar a la
salud y seguridad social como derechos humanos fundamentales, rescatar el valor y
la dignidad del trabajo en la producción de riqueza social, promoviendo mecanismos
que permitan una más justa redistribución de la riqueza social.

Construir en cada país planes de trabajo para proteger la salud de los trabajadores
y trabajadoras, preservar el ambiente, construir instrumentos organizativos para la
educación popular que haga crecer la conciencia y la capacidad de lucha de las
grandes mayorías.

Eso son algunos de los caminos que debemos recorrer en los próximos años,
siempre con la clara percepción de que "otro mundo es posible" y que con nuestra
acción lo estamos construyendo.

Referencias bibliográficas

Amin S 1997. Los desafíos de la mundialización. Siglo XXI, México. [ Links ]

Banco Mundial 1993. Informe sobre el desarrollo mundial 1993: Investir en


salud. Oxford University Press, Washington DC. [ Links ]

CEPAL 1999. Panorama Social 1988. Santiago de Chile. [ Links ]

Chomsky N 2001. El beneficio es lo que cuenta. Neoliberalismo y orden


global. Crítica, Barcelona. [ Links ]

Clinton W 1993. Letter from President Clinton. The President’ s Report to the
American People. Touchstone Book, New York. [ Links ]

Ferrer A 1997. Hechos y ficciones de la globalización. Fondo de Cultura Económica,


México. [ Links ]

Friedman M 1962. Capitalismo y libertad (1). University of Chicago


Press. [ Links ]

Friedman T 2000. The lexus and the olive tree. Anchor Books, New
York. [ Links ]

Galeano E 1997. El libro de los abrazos. TM Editores, Colombia. [ Links ]

Harnecker M(2001. Haciendo posible lo imposible: la izquierda en el umbral del


siglo XX. Siglo XXI, México. [ Links ]
Marx C & Engels F 1973. El Manifiesto Comunista [1848], pp. 110-139.En Obras
Escogidas Tomo I. Progreso, Moscú. [ Links ]

Navarro V 1997. Neoliberalismo y Estado del bienestar. Ariel,


Barcelona. [ Links ]

Pacheco E 2001. Globalización y medicina, pp. 191-213. En Pachecho E &


Canelones P. Pensamiento alternativo en salud II. Cuadernos de Postgrado.
Tropykos/ UCV, Caracas. [ Links ]

PNUD (2001). Informe de Desarrollo Humano 2000. New York: Autor. [ Links ]

Ramonet I 2001. La tyrannie de la communication. Gallimard, Paris. [ Links ]

Ramonet I 2002. Guerras del siglo XXI. Mondadori, Barcelona. [ Links ]

Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa 2002. La deuda ext

You might also like