ORACIONES
ACÓGEME, SEÑOR
Javier F. Chento
Acógeme, Señor, que Tú eres mi bien,
mi camino y mi meta,
el único que me libra de la desesperanza.
Acógeme, Señor, en mi Fe y en mi duda,
en mi alegría y en mi tristeza.
Líbrame del miedo y la cobardía.
Acógeme cuando caigo,
y también cuando me levanto.
No me dejes, Señor.
¿Qué podría yo hacer sin Ti?
Centras mi vida y la llenas de sentido.
Me enseñas el sendero de los justos
y me animas a caminar por él.
Me invitas a una vida plena
y me lanzas a lo nuevo.
Acógeme, Señor,
y enséñame a acogerte en los pobres.
ACUDO A TI
Juanjo Elezkano
Acudo a Ti como un sediento a la fuente.
Y es que, en realidad, fuera de Ti,
en nadie tengo tanta confianza.
Tú, Señor,
eres el único que me acepta tal y como soy.
A Ti no te acompleja tener un amigo como yo;
al revés, yo sé que estás contento.
Acudo a Ti porque me fío de tu palabra,
de tu compañía y de tu respeto.
Siento defraudarte tantas veces.
En cambio, tengo la seguridad
de que Tú nunca me vas a fallar.
Sólo deseo pedirte una cosa:
Señor, que nunca deje de acudir a Ti, nunca.
A ESTA TIERRA
Juanjo Elezkano
Dale, Señor, esperanza a esta tierra dividida,
a este mundo que no quiere enterarse
del hambre y la miseria.
Dale, Señor, esperanza
a la gente que más sufre,
a los que peor lo pasan
el lunes, el martes y todos los días,
todos los meses, durante años y años,
hasta la muerte.
Diles que sí hay cielo, que Tú eres su Padre
y que les envías a un Hijo,
un Salvador también pobre.
Danos esperanza, Señor, a nosotros,
los que estamos aquí, ahora.
Dinos, por favor, lo que nadie nos dice:
“¡Ánimo, Yo estoy con vosotros!”
Critícanos fuerte porque tenemos muchos,
demasiados caprichos,
porque somos débiles
para plantar cara a las dificultades.
Y dame esperanza a mí, Señor,
que a veces parece que lo sé todo
y vivo en este mundo como si Tú no estuvieras.
Te olvido y arrincono
y, al final, no sé ni quién eres.
Ven a este corazón solitario
y dame un empujón suave, de amigo.
Acompáñame en lo que hago, en lo que pienso.
Ayúdame a gozar de todo lo bueno
que has puesto en mi persona,
de las cosas buenas
que los demás hacen por mí.
Ten paciencia conmigo, Señor,
como tantas y tantas veces.
Dame un corazón sencillo
para que, desde el silencio,
me prepare para ser tu testigo,
para servirte humildemente
y así hacerte presente
en las pequeñas semillas de tu Reino.
AL FINAL DE CADA DÍA
Juanjo Elezkano
Gracias, Señor,
por el día que ha pasado,
por las horas que he vivido,
por la gente que he tratado,
por el pan que he compartido.
Gracias, por los momentos gozosos,
por el encuentro fraterno,
por las palabras amables,
por tantas cosas bonitas.
Y porque siempre eres bueno
a pesar de los pesares.
Gracias,
porque me aceptas
mucho más que yo a mí mismo,
por valorar en mí cantidad de cosas buenas,
por ser tan positivo y porque, contando contigo,
todo marcha hacia adelante.
Y gracias, mil veces gracias,
por el perdón de mis faltas,
por los rincones oscuros,
porque en el fondo de mi ser
Tú, Señor, nunca me faltas.
ALGUNAS MISERIAS
Juanjo Elezkano
Señor, he cometido un error muy grande:
confiar demasiado en mis fuerzas,
creer que puedo con todo,
soñar en voz alta para que me oigan
y mendigar el reconocimiento de mis méritos.
He andado perdido
y no lo he querido reconocer;
sabía que en muchas cosas estaba equivocado
pero he preferido aislarme
en una campana de cristal
para no oir el sonido de la verdad
y así tratar de tapar lo que está tan claro.
Me he disfrazado de mago
y he pretendido tener soluciones para todo,
sin darme cuenta
de que todo era un falso montaje.
Me he creído invencible ante los problemas,
he tratado de simular que nada me puede afectar
cuando, en realidad, eran de barro
las columnas de mi vida.
He adornado mis balcones
con “demasiadas flores”
para que la gente lo admirara todo
y, de paso, hablaran bien de mí.
Todo era para tratar de esconder
lo que no deseo que los demás sepan de mí.
He dicho galanterías y he hinchado las frases,
he adulado interesadamente,
porque me convenía,
y he pisado sin misericordia
el nombre de algunas personas.
He utilizado la dulzura
para manipular con más delicadeza,
he sido obstinado
y hasta creído en algunos momentos.
Sólo ha servido para multiplicar mi necedad.
He planificado mi vida
sin contar con las claves de tu Reino.
He olvidado el Amor
como principio y fin de mis acciones
y he hablado conmigo mismo
simulando que hacía oración.
¡Así me han ido las cosas!
Por eso, Señor, me siento arrepentido.
Dame tu perdón.
AL TERMINAR EL AÑO
Anónimo
Al terminar el año,
¡gracias, Señor,
por todo lo que en este año me diste!
¡Gracias por los días de sol y los nublados tristes!
¡Gracias por las noches tranquilas
y por las horas oscuras!
¡Gracias, por la salud y la enfermedad!
¡Por las penas y las alegrías!
¡Gracias por todo lo que me prestaste
y después me pediste!
¡Gracias, Señor, por la sonrisa amable
y la mano amiga,
por el amor y todo lo hermoso y dulce!
¡Por las flores y estrellas
y la existencia de los niños y las almas buenas!
¡Gracias por la soledad, por el trabajo,
por las dificultades y las lágrimas,
por todo lo que me acercó
a Ti más íntimamente!
¡Gracias por tu presencia en el sagrario,
en cada hermano, y la gracia de tus sacramentos!
¡Gracias por haberme dejado vivir!
•1

Al comenzar el año
da vuelta otra hoja del libro de mi vida.
¿Qué traerá el año que empieza?
¡Lo que Tú quieras, Señor!
Te pido Fe para mirarte en todo.
Esperanza para no desfallecer.
Caridad perfecta en todo lo que haga,
piense y quiera.
Dame paciencia y humildad.
Dame desprendimiento
y un olvido total de mí mismo.
Dame Señor, lo que Tú sabes me conviene
y yo no sé pedirte.
¡Que pueda yo amarte cada vez más
y hacerte amar de los que me rodean!
¡Que sea yo grande en lo pequeño!
¡Que siempre tenga el corazón alerta,
el oído atento, las manos y la mente activa,
y que me halle siempre dispuesto
a hacer tu santa voluntad!
Derrama, Señor tus gracias
sobre todos los que quiero.
Mi amor abarca el mundo entero
y, aunque soy pequeño,
se que Tú Señor,
lo colmas con tu bondad inmensa.
AMANECER CONTIGO
Juanjo Elezkano
Amanecer contigo, Señor,
contar contigo para toda la jornada:
éste es mi deseo.
Llevarte a mis pequeñas cosas
y hacerte con alegría alguna promesa:
así te ofrezco, Señor, este día.
AMIGO, TE ENCONTRÉ
Gustavo Gómez Mendoza
Amigo te encontré, eres Tú, mi Señor,
tu amistad, me consuela y me llena el corazón.
Tú me enseñarás, oh Jesús,
encontrar ese amor en los demás.
Yo los amaré como Tú me has amado,
uno para el otro, en tu Amor.
No hay amor más grande
que el que da la vida por sus amigos.
No hay amor más grande, dice el Señor.
ANOCHECE LENTAMENTE
Juanjo Elezkano
Señor, el día va de caída
y yo, con él, me voy yendo también.
Ahora que siento el peso de la jornada,
mi corazón está agradecido
por tantas cosas buenas
que, sin caer en la cuenta,
he ido recibiendo durante el día:
el amor desinteresado de algunas personas,
el ejemplo de los más entregados,
la sonrisa y amabilidad,
las palabras de ánimo, las preguntas,
las bromas y el comentario gracioso.
Y, cómo no, los enfados y las distancias,
2•
las heridas innecesarias,
las palabras huecas y a destiempo
y otras muchas cosas que ahora no recuerdo.
Pero Tú, Señor, me has ido enseñando
a mirar al cielo con esperanza
y a tratar de aprender a ver lo positivo,
lo grande que lo has hecho todo,
lo capaces que nos has hecho
para aceptar nuestros errores,
para pedir perdón con humildad
y tirar hacia adelante,
que es la dirección segura que lleva hacia a Ti.
Gracias, Señor, porque anochece
pero en mi corazón hay luz, tu luz,
la suficiente para pasar la noche.
ANTE TI, SEÑOR
Juanjo Elezkano
Mira, Señor, cuánta es mi desnudez,
ando porque ando y vivo porque vivo.
pero, en verdad, no sé a qué proyecto servir,
ni a qué dedicar mi vida.
no sé qué camino tomar.
ni sé cuál es la salida.
Me atrae lo que hacen otros,
por mí mismo no sé pensar
ni mucho menos decidir.
Por eso me pongo, Señor, ante Ti
y te pido luz para saber elegir.
Ayúdame a ser capaz de poner en la balanza
lo que me enseñó a poner Jesús:
el servicio, la entrega, el amor a los demás,
que ya en sí llevan el premio
que anhelo alcanzar.
Sácame de los barrotes
que hace a la gente el dinero.
Que nunca me conforme con aspirar a vivir
como un “prisionero noble”
de esa jaula tan fría en la que, por desgracia,
vivimos casi todos.
Dame, Señor,
otros criterios de libertad e ilusión,
para ser capaz de plantear y elegir
lo que en verdad me conviene.
lo que Tú quieres, mi Dios.
AQUÍ ESTOY ,SEÑOR
Leandro Garrigós Revert
Señor, hoy te presento mi vida,
mis ilusiones y mis preocupaciones.
Tú me conoces y me amas,
tú quieres lo mejor para mí.
Ayúdame a ser fuerte y valiente,
a amarte a ti y a mis hermanos,
a vencer todas mis pasiones
y a librarme de mis esclavitudes.
Dame el don del amor y de la paz,
el don de la plena felicidad,
dame paciencia, entrega, servicio
y fortaleza para servirte toda mi vida.
Haz de mí lo que Tú quieras,
mis manos y mis pies son tuyos,
esta vasija de barro es para ti,
esta semilla quiere tu agua y tu sol.
Con tu Espíritu protégeme y guíame
para que siga el camino que tú me marcas.
AQUÍ NOS TIENES
Juanjo Elezkano
Aquí nos tienes, Señor, reunidos otra vez.
Estamos contentos de volvernos a ver
y de que Tú estés en medio de nosotros.
Háblanos desde tu silencio
y dinos cómo podemos mejorar.
Ayúdanos a tener paciencia
con nosotros mismos y con los demás
para que el fruto sea de todo el grupo.
Danos ojos de Fe para ver lo que valen los otros.
Haz que cada día
aumente la confianza entre nosotros.
A TI TE AGRADECEMOS
Juanjo Elezkano
Es momento de callar,
de apagar los motores de nuestra vida,
de que dejemos de hablar,
de gastar demasiada saliva,
porque muchas veces no decimos nada.
Es tiempo
para que cada persona aparezca como es,
para que nos olvidemos
de “tratar de quedar bien”.
Dios conoce todos mis secretos
y también los tuyos.
No es momento de hacer teorías.
Dios está aquí, en medio.
Sólo es tiempo para que el corazón diga:
“Señor, todo te lo agradecemos”.
A TU DISPOSICIÓN
Juanjo Elezkano
Señor, quiero ponerme a tu disposición,
para el servicio de tu Reino,
para el trabajo que creas conveniente,
para empezar y volver a empezar
cuantas veces lo necesite.
Y quiero contar contigo como un aliado seguro
que me defienda y me guíe
sin imponerme las cosas, sino en libertad
que es como tu amor mejor se entiende.
Perdona si en mi ilusión desmedida
ofendo tu persistente bondad.
Será la prueba de que tengo mis raíces
hundidas en el fango de la debilidad
y de que me imagino que puedo,
aunque no pueda en verdad.
Por éso, Señor, yo deseo servirte
y me pongo a tu disposición
con lo que tengo, y como soy.
Aunque a veces me vea tan poco,
cuenta conmigo también hoy,
porque para mí el poder servirte
es un premio, es una bendición.
BENDITO SEAS, SEÑOR
Juanjo Elezkano
Bendito seas, Señor,
por la gente buena que te hace presente,
por la risa de los niños y la gente feliz
y por el canto de los pájaros cada mañana.
Bendito seas
por los abogados honrados que no se venden,
por los que saben ceder
aún a costa de su propio beneficio
y por los artistas
que cantan a la paz y a la justicia.
Bendito seas
por los que cuidan con amor al moribundo,
por los que están junto a los pobres
y les defienden
y por los que saben darse enteramente.
Bendito seas
por las madres ilusionadas con su bella misión,
por los padres enamorados
de su mujer y de sus hijos
y por los que no se desesperan
ante las dificultades.
Bendito seas
por los que ríen y hacen reír,
por los que contagian simpatía y ganas de vivir
y por los que tratan de superar la amargura.
Bendito seas
por las personas que piensan
y nos ayudan a pensar,
por los que no calculan su entrega a los demás
y por los que comparten hasta lo que necesitan.
Bendito seas
por los que creen en un mundo nuevo y justo,
por los que sueñan y no se avergüenzan de ello
y por los que aman a los demás y lo manifiestan.
Bendito seas
por los que creen que la violencia no es camino,
por los que aman la paz
y trabajan por construirla
y por los que han sufrido y sufren
tratando de no odiar.
Y bendito seas
por habernos dado señales de tu amor,
por habernos acompañado siempre en todo
y porque podemos contar contigo
en cualquier necesidad.
CAMINA CON NOSOTROS
Juanjo Elezkano
Señor,
sólo los sencillos
se dan cuenta de los grande que eres.
Sólo los sencillos
son capaces de decir: “Gracias”,
porque lo sienten en el corazón.
Tú sabes, Señor,
que nuestros ojos miran hacia adelante
buscando lo nuevo, lo que está por llegar.
Señor, a donde vayamos,
que no nos estorbe tu presencia,
que seas como el apoyo que necesitamos
para dar testimonio en cualquier sitio,
para no tener vergüenza de nuestra Fe
y para que, siempre,
tengamos un recuerdo para Ti
en la naturaleza,
entre los amigos y amigas,
en las diversiones y en el silencio.
Cada día, Señor, camina junto a nosotros.
¡CÓMO ESTÁ EL MUNDO!
Javier F. Chento
¡Cómo está el mundo!
Me digo todos los días
cuando abro el periódico,
mientras escucho el noticiero
en la radio o la televisión,
o tal vez si vuelvo a ver
a algún hombre, mujer o niño
mendigar por las calles de mi ciudad.
¡Cómo está el mundo!
Exclama la madre y se asusta
porque no ve un futuro claro para sus hijos,
porque sube cada vez más el precio de la compra
o porque de nuevo ha visto en la calle tirado
a un joven y su jeringa.
¡Cómo está el mundo!
Se oye en el trabajo.
Cada vez más paro y menos salario,
más difícil sacar adelante la familia,
más tristeza acumulada en el que se cree inútil
porque no hay un puesto para él.
¡Cómo está el mundo!
Es un coro a cuatro,
a seis,
a cinco mil millones de voces.
Una polifonía sorda que nos abruma
y nos llena de tristeza,
de escandalosa admiración,
de imposible desesperanza.
¡Cómo está el mundo!
Grita un Crucificado en Viernes Santo.
Alza, extiende, eleva sus brazos
y expira.
Y descansa y muere y resucita
tal y como está el mundo.
¿CÓMO SEGUIRTE?
Juanjo Elezkano
¿Cómo seguirte, Señor,
en esta sociedad materialista?
Tú, Señor, me invitas a seguir pasos difíciles,
y a subir cuesta arriba.
Otros me invitan a seguir caminos más fáciles.
Sin embargo creo en Ti y en tus promesas.
Me fío de tu palabra.
Guíame, Señor, hasta que te encuentre.
Dame valor para no desfallecer.
CONCÉDEME EL DON
Javier F. Chento
Señor, concédeme el don de ser como un niño
para saber mirar a los demás con transparencia.
El paso de los años han cargado mi vida
de suspicacias, temores, problemas,
cobardías, tristezas,
que me pesan como un fardo sobre la espalda.
Concédeme el don de volver al principio,
de saber confiar en los demás
de tener esperanza,
de saber compartir con limpieza
lo que de Ti he recibido.
Vuélveme niño otra vez,
para recibir de ti la promesa de felicidad.
Quítame toda desconfianza,
toda ansiedad, todo egoísmo, todo pecado,
que me impiden llegar hasta ti.
Si yo no te alcanzo, vuélvete, Señor, a mí.
Mira a tu pobre siervo
y ayúdale a ponerse en pie de nuevo,
como un padre ayuda a su hijo.
Concédeme el don, Señor,
de la vida primera de un niño.
CON LOS OJOS
Javier F. Chento
No quiero mirar, Señor, con los ojos
del que sabe,
del que tiene,
del que puede,
del que es.
Enséñame a mirar con los ojos
del que sirve,
del que comparte,
del que acoje,
del que transforma.
CREO, SEÑOR
Juanjo Elezkano
Creo, Señor,
que tu luz no es un rayo aparente
que da luz cuando quiere
y que de mí se desentiende.
Creo que siempre estás cerca
y que jamás me abandonas
aunque mi falta de Fe, muchas veces,
me haga pensar otras cosas.
Creo que todo lo has hecho
y que soy obra tuya,
que estoy en el mundo por algo
y que puedo contar con tu ayuda.
Creo que a mí, como a todos,
me has dado talentos valiosos,
que yo (tantas veces) me guardo
y no sé ni por qué, pero lo hago.
Creo que siempre me esperas,
aunque a veces llegue tan tarde.
Yo sé que tu puerta está abierta.
¡Da gusto volver a encontrarte!
Creo que aquí estoy de paso,
•3
a pesar de que a mí se me olvida
y es que a veces de pronto me acuerdo
que debo aspirar a otra vida.
Creo que voy despertando
aunque sea muy poco a poco;
aún dependo de sueños y magias
y a mi Fe le hace falta más gozo.
Creo que tengo motivos
para hablarte con toda confianza,
para amarte en la gente que veo
y vivir transmitiendo esperanza.
Creo que sigo en camino,
que mi rumbo es siempre adelante
y que, a pesar de andar a destajo,
habrá pasos atrás abundantes.
Pero creo y por éso me fío
de un buen Padre que siempre me cuida,
de un Hermano que por mí dio su vida
y de un Amigo que nunca me olvida.
CUANDO AMANEZCA
Javier F. Chento
Cuando amanezca volveré a agradecerte
el don maravilloso de la vida,
volveré a poner manos a la obra
para construir el reino,
volveré a sentirme dichoso
de estar entre los tuyos,
de saberme amado por Ti, Dios mío.
Cuando amanezca,
con las fuerzas renovadas por el descanso,
sabré que tengo una nueva oportunidad
de rehacer el mundo,
siguiendo el camino
que tu Hijo me ha enseñado.
Cuando amanezca te daré gracias de nuevo
por un nuevo amanecer.
Desde la noche que cubre con su manto mi vida
te doy las gracias por el nuevo amanecer
que me espera, para seguir amándote,
para seguir dando mi pobre vida
en favor de los demás.
Cuando amanezca,
y desde este anochecer, tienes mi vida.
CUANDO COMIENZA LA
JORNADA
Javier F. Chento
Ahora que comienza la jornada
ponemos en tus manos
lo que este día nos deparará:
el trabajo cotidiano,
la gente con la que nos encontraremos,
los proyectos y las ilusiones,
las risas, la esperanza,
todo lo que en él vamos a hacer
para mejorar nuestro mundo
y acercar tu Reino.
Llena, Señor, nuestra cotidiana existencia,
con la gracia de tu presencia cercana.
4•
Necesitamos que Tú vengas con nosotros,
porque solos no podemos nada.
Gracias, Señor, en esta nueva oportunidad
que nos regalas
para hacer tu voluntad.
Te alabamos y damos gloria
en la maravilla del nuevo amanecer.
No permitas que nuestro egoísmo
gane la batalla hoy.
Danos el coraje y la voluntad necesarios
para andar por tu camino
durante toda la jornada.
Sólo así, cuando al final del día
volvamos a tu presencia, podremos decirte:
“Aquí está nuestra vida, Señor.
Tú nos la diste y a ti te la entregamos.
Nuestros frutos han crecido gracias a Ti”.
CUANDO DIGO...
Anónimo
Cuando digo, “soy Cristiano”
no estoy gritando, “He sido salvado”.
Estoy susurrando, “Estaba perdido”;
por eso escogí este camino.
Cuando digo, “soy Cristiano”
no lo digo con orgullo.
Confieso que tropiezo,
y necesito que alguien sea mi guía.
Cuando digo, “soy Cristiano”
no estoy tratando de ser fuerte.
Profeso que soy débil
y rezo por fortaleza
que me ayude a seguir adelante.
Cuando digo, “soy Cristiano”
no presumo de tener éxito.
Estoy admitiendo que he fracasado
y que nunca podré pagar la deuda.
Cuando digo, “soy Cristiano”
no clamo ser perfecto.
Mis defectos son demasiado visibles
pero Dios piensa que valgo la pena.
Cuando digo, “soy Cristiano”
todavía siento el aguijón de la pena.
Tengo mis propios dolores de cabeza
y por eso pronuncio Su Nombre.
Cuando digo, “soy Cristiano”
no deseo juzgar.
Yo no tengo autoridad;
solo sé que soy amado.
CUÁNTO HEMOS DE
APRENDER AÚN
Juanjo Elezkano
Señor Dios, ¡cuánto hemos de aprender aún!
¡Cuánto hemos de aprender a callar
viendo lo que sufren y padecen otros!
Sin embargo nos quedamos “atrapados”
en nuestros sufrimientos,
en los personales
y, a lo más, en los familiares.
Sabemos poco de lo que es la intemperie,
poco entendemos de la desnudez
en esta sociedad consumista;
la inseguridad nos pone nerviosos
y hemos aprendido a justificarlo todo.
Por eso necesitamos una conversión continua,
porque las conversiones “de momento”
las sabemos manipular.
Ven Tú a decirnos “nuestra verdad”
y sácanos de nuestro “diminuto mundo”.
Ábrenos a las noticias buenas
que hablan de solidaridad y de entrega.
Haz que dentro de nosotros
surja una insatisfacción
que nos ayude a cambiar,
a plantearnos
las grandes preguntas del Evangelio
y a dar pasitos sencillos
hacia el estilo de vida que Tú nos enseñaste.
Perdónanos “tantas y tantas deudas”
y diles a nuestros hermanos pobres
que ellos también traten de perdonarnos.
CUESTA MUCHO SEGUIRTE
Juanjo Elezkano
Señor,
cuesta mucho seguirte;
veo muchas pegas
y pocos alicientes.
Me apasiona
ese modo de ser que tienes,
tu libertad,
tu amor,
tu cercanía a los pobres,
tu honradez y tu bondad.
En el fondo
quisiera ser como Tú
pero.
ya sabes,
siempre tengo un “pero”
que es mi barrera.
Señor,
ayúdame a decirte:
“Aquí estoy, Tú verás
lo que quieres de mí”.
DAME, SEÑOR, ILUSIÓN
Juanjo Elezkano
Dame, Señor, la ilusión
de servirte de un modo sencillo,
haciendo que este día
sea una nueva oportunidad de amar
todo lo que has creado,
sirviendo a los demás
como si les conociera de siempre,
como si fueran
la familia que debo cuidar.
Ayúdame, Señor,
para que este día
sea especialmente tuyo.
DESPIERTO CONTIGO
Juanjo Elezkano
Despierto contigo, Señor,
a la vida de este nuevo día,
a tantas cosas por hacer,
a los trabajos de siempre.
Buscar en todo ello tu presencia
es un trabajo que me cuesta bastante
y hasta a veces me parece pesado.
Sin embargo
en ésto está la originalidad de cada día:
en acoger lo de siempre
como la oportunidad que Tú me das.
Condúceme Tú, Señor,
por el camino que lleva al bien;
pero, sobre todo,
haz humilde y sencillo mi corazón
para que me deje conducir por Ti.
DESPUÉS DE OTRO DÍA
Juanjo Elezkano
Ha terminado otro día,
estoy apurando los últimos momentos
y siento algo extraño,
un viejo pensamiento me envuelve:
otro día que no volverá.
¡Qué rápida pasa la vida
y qué pocas veces nos acordamos de ello!
Mientras tanto Tú, Señor,
observas nuestro ir y venir
y hasta te parecerá mentira
que seamos tan poco conscientes.
Quizás hasta damos la impresión
de que nos pertenecemos a nosotros mismos.
Sin embargo
al terminar este día
nada hay tan grande
como este reconocimiento:
De Ti vengo, Señor,
lo sé,
y voy hacia Ti .
Es para mí una profunda alegría
saber que te pertenezco;
me da una gran paz
saber que mi vida descansa en Ti.
Gracias, Señor,
por lo que he vivido hoy,
por las cosas buenas que he podido hacer.
Perdón también
por mis faltas y mis errores.
Que este descanso repare mis fuerzas
para que mañana te pueda servir mejor
haciendo el bien a mis hermanos.
DIÁLOGO CON JESÚS
Pablo Villarroel
Señor Jesús, queremos encontrar sentido
en esta vida que vivimos,
queremos comprender muchas cosas
que no entendemos,
y por eso nos dirijimos a ti.
Jesús, tú que nos enseñaste a tantos días amargos
a llamar a Dios “Padre” le sucede, con el perdón,
y a mirar a los demás como hermanos, una sonrisa,
enséñanos ahora a ser hijos e hijas de verdad una palabra amable,
con los nuestros, con nuestra familia, un deseo de amar
con los que el Padre nos ha regalado y de ser amado,
para crecer en amor y libertad. de estrechar la mano,
de mirar hacia adelante
Ellos nos han dado la vida que viene de Dios, y de olvidarlo todo,
y también nos la siguen dando que es lo que Dios hace.
día a día en los esfuerzos y luchas del vivir diario.
El perdón nos libera
Ellos, como nosotros, de cadenas y de amarras inútiles
están llenos de frustraciones y desengaños, y entierra nuestros rencores.
por eso a veces no nos aguantamos, El perdón
no nos hablamos o incluso nos evitamos. es la buena cara de nuestro Padre.
Ayúdanos a tomar la iniciativa, EL POBRE SE CANSA DE
a buscar cauces para el perdón y el diálogo, ROGAR
para la sonrisa y el gesto agradecido, Juanjo Elezkano
para unir más que separar,
El pobre se cansa de rogar
para escuchar más que hablar,
para confiar más que ocultar...
que le hagan justicia.
Se ve muy solo
porque el rico es muy poderoso
Jesús, amigo nuestro,
y todo lo pretende comprar;
nos alegramos de que nos escuches
todo tiene un precio,
y nos animes en esta tarea,
se hace dueño
sabiendo que, estando tú a nuestro lado,
de las cosas y de las personas.
será todo más fácil.
EL PERDÓN Señor, muchos no te conocen,
nadie les ha dicho que eres bueno,
Juanjo Elezkano
no saben que también para ellos
El perdón es la llave tienes un Reino de Amor.
de muchas puertas,
puertas que tú y yo Pero no basta con decirles quién eres,
hemos ido cerrando, tampoco basta con enseñarles tu mensaje.
quizás por miedo Poco se hace si no compartimos
o, tal vez, para resguardarnos dinero y vida.
de tantos peligros
que, muchas veces, Llámanos, Señor,
no son más que imaginaciones nuestras. desde los pobres de la tierra;
grítanos,
El perdón humaniza, para que nos duela muy dentro,
nos devuelve una cara dulce, para que nos demos cuenta
unos ojos que hablan por sí mismos que no nos falta de nada.
de confianza y de amor.
El perdón lava y purifica EL PODER DE LA
heridas viejas, AMABILIDAD
rincones sucios Juanjo Elezkano
que hemos ido dejando
para que nadie se entere. El tono de nuestra voz
puede decir muchas cosas.
El perdòn devuelve la paz perdida Podemos ser desde agradables y amables
y da calma a nuestros genios, hasta hirientes y amargos.
levanta el ánimo Una palabra a destiempo,
para mirarlo todo una frase en tono duro o despectivo,
con la mirada limpia ¡cuánto mal es capaz de hacer!
de una persona que se siente nueva.
En cambio, ¡cuánto bien hace
El perdón nos hace naturales, una palabra de amabilidad!
nos ayuda a desnudarnos sin pudor Todas las personas,
para que aparezca hasta las más naturalmente simpáticas,
la persona que somos, sin adornos. necesitan la inigualable caricia
de unas palabras amables.
El perdón inquieta La amabilidad es hermana gemela de la bondad.
y hace pensar al otro.
A veces, ¡Es grande empezar la jornada
como algo increíble, haciendo este noble propósito!
le vuelve nuestro hermano. Es grande para quien lo hace
A la tristeza pasada, y no lo es menos
•5
para quienes resultan beneficiados del mismo.
EL SEÑOR ES LA ROCA
Javier F. Chento
El Señor es la roca,
la fundación en donde se asienta mi vida.
Con Él a mi lado nada temo.
Muchos pondrán su esperanza en el dinero,
en el lujo o el poder,
o asentarán su vida
sobre las arenas movedizas
de los placeres pasajeros.
Pero yo espero en el Señor,
en Él he puesto mi confianza.
Con Él a mi lado nada temo.
Sé que su camino no es fácil,
que no he de vivir una vida segura y tranquila.
La cruz me espera
como le esperó a Él en el Gólgota.
Mas sus palabras son bálsamo y me reconfortan.
“No tengas miedo, pues mi yugo es suave.
Nada pondré sobre tus hombros
que no puedas llevar”.
ÉL SIEMPRE AMA
Javier F. Chento
Él ama,
Jesús ama,
Él siempre ama.
Al pobre
y al rico.
Él nos ama,
Jesús nos ama,
Él siempre nos ama.
ENVÍA TU LUZ
Juanjo Elezkano
Envía tu luz a esta tierra injusta
para que se reparta el pan al pobre.
Abre nuestros ojos para ver la verdad,
abre nuestros oídos para oír el dolor.
Haz que seamos personas de Paz,
que llevemos la paz con nosotros.
Aparta de nosotros el ansia de consumir
y ayúdanos a saber compartir.
Sepáranos de los caminos torcidos,
que demos nuestra mano al perdido.
No nos dejes caídos y olvidados
cuando la vida nos golpee y nos duela.
ES DE NOCHE
Juanjo Elezkano
Es de noche, Señor,
y en esta hora tardía
quiero hablar contigo.
La noche tiene un misterio especial.
El silencio reinante me da paz
y a la vez me pone nervioso;
ES HORA DE DARTE
GRACIAS
Juanjo Elezkano
Es hora de darte gracias
por el día que ha pasado,
por las pequeñas cosas que he vivido
y porque Tú, Señor,
has estado a mi lado,
aunque es ahora, al final del día
cuando me doy cuenta de ello.
Es hora de agradecerte
las cosas buenas que me han sucedido,
los detalles de afecto y de bondad
que, por medio de los demás,
Tú me has ido enviando.
Es hora de caer en cuenta
de todo lo que me ha salido mal,
de lo que he ofendido
a Ti, Señor, y a los otros;
por todo ello te pido perdón.
Repara mis fuerzas a través de este descanso
y multiplica mis deseos de servir,
para que mañana, al nacer el día,
me encuentre disponible
para trabajar con alegría
y sienta de nuevo en mí
el don precioso de la vida.
ES MUY HERMOSO
Juajo Elezkano

Al enfermo siento de manera diferente cada ruido, Es muy hermoso poder contemplar
y al sano. cada paso. el amor que se tiene la gente,
los finos detalles de un marido
Él ama, Me veo solo ante tanto silencio. y la constante disponibilidad de una madre.
Jesús ama, ¡Es terrible el sonido del silencio!
Él siempre ama. Este misterio me desnuda Es muy grande observar cómo el niño
y me enfrenta con este yo se agarra tan fuerte a su padre;
Al joven que tantas veces escondo en la prisa, éso quiere decir muchas cosas.
y al viejo. en el “mañana lo haré”, “habrá tiempo”, Para él, como su padre no hay nadie.
Al blanco evitando preguntarme lo fundamental:
y al negro. Y es que a Dios no le van las fronteras,
¿Cómo va la vida? en su amor nunca dice: ¡Ya basta!
Él ama, ¿Que cosas no deseo enfrentar? Nos lo da a beber cada día
Jesús ama, ¿Hacia dónde voy con lo que hago? en el sol y en la gente que pasa.
Él siempre ama.
La noche da una dimensión diferente a todo. Sigue dando, Señor, a esta tierra más amor.
Al ladrón En este ambiente sereno el amor que nos falta.
y al justo. es más fácil hablar contigo, Que seamos capaces de verte
Al trabajador contarte lo que me ha pasado en este día, en la gente que ama y nos ama.
y al parado. aceptando los fallos cometidos
y, sobre todo, dándote gracias ESTAMOS ANTE TI, SEÑOR
Él ama, por tantas cosas buenas Juanjo Elezkano
Jesús ama, que Tú me has invitado a hacer.
Él siempre ama. Es algo que muchas veces se me olvida Estamos ante Ti, Señor,
y, sin embargo, cuando me acuerdo, y deseamos ofrecerte
Al drogadicto, ¡cuánto bien me hace! la reunión de este día.
al borracho.
A la mujer Por eso, Señor, en esta noche Te damos gracias
y al hombre. me siento cercanamente contigo por encontrarnos en este grupo,
y me invade una paz de hijo. por estos compañeros,
Él ama, Me da confianza y seguridad saberlo. por lo que nos ayudan
Jesús ama, Dame, Señor, noches como ésta y por lo que podemos ayudar.
Él siempre ama. con más frecuencia.
Danos tu apoyo
A todos nosotros, para hacer un ambiente agradable,
al mundo entero. para escuchar con respeto

6•
y para ver qué podemos hacer ¿Cuándo empezaré a creer y a darme cuenta ES TU TIEMPO
por el bien de los otros. de que sólo hay Fe Juanjo Elezkano
cuando se arriesga la persona?
ESTAMOS SEDIENTOS Mi Fe me dice que sí, que estás ahí, Es tiempo de orar, Señor,
Juanjo Elezkano en la inmensidad de esta naturaleza, de estar contigo.
en ese cielo hermoso y gigante, nada más que de éso:
Estamos sedientos en la sencillez de este lugar, dejar lo que traemos entre manos,
pero acudimos a otras fuentes a saciarnos: en el corazón de cada persona, escuchar tu Palabra
sus anuncios nos regalan en la imagen del pobre, del desnutrido, y encontrar en ella la respuesta,
la felicidad en una bandeja en los jóvenes arrinconados, el consejo
y nosotros volvemos a ellos una y otra vez. en los enfermos incurables, y el rumbo de nuestra vida.
en los rostros tristes,
Tenemos sed de amor y de cariño, y en nosotros. Danos luz, Señor, para este momento.
mas nos disfrazamos de fuertes e invencibles Que nuestro corazón
y lloramos nuestras penas en la oscuridad Ayúdame, Señor, en esta oración, se llene de lo que vale de verdad,
para que no lleguen a pensar para que mi fuerza se multiplique de la ilusión que tanta falta nos hace.
que también nosotros somos débiles. y crea más en mí mismo.
Ayúdame a seguir buscando todos los días, Que esta oración
Tenemos sed de justicia, a apoyarme en los demás, nos valga para la calle,
pero pretendemos tratar de calmarla a ser una puerta abierta para los otros, para vivir con esperanza
dando un vistoso donativo de vez en cuando un buen ejemplo para quien vive a mi lado. y para dar ánimo a quienes les falte.
o echando la culpa a los gobiernos, Ayúdame a creer de verdad que no estoy solo,
a los tramposos y a las estructuras de poder. que Tú estás a mi lado, GITANILLO
Juanjo Elezkano
aunque no pueda verte.
Tenemos sed Dame Fe para que mi vida
de hacer un mundo más igualitario, Gitanillo,
pueda tener sentido alma errante,
pero se nos quita al llegar las vacaciones desde mi confianza en Ti.
y hacer bellos planes de viajar que te vas, que ya vienes.
para “dorar” nuestra sufrida piel por pueblos y ciudades.
ESTE DÍA ES TUYO que algunos te tenemos desprecio
en exóticos lugares Beatriz Inés Cervantes
en los que gastar tanto. y otros hasta asco.
es una indudable ofensa Señor mío y Dios mío, Gitanillo, ¡Dios te guarde!
para tantos y tantos pobres. este día es tuyo, ¿Acaso eres menos Hijo de Dios
te ofrezco mi trabajo, que nosotros?
Tenemos sed de compartir, mis alegrías y sinsabores. ¡Claro que no!, decimos todos,
pero, cuando organizamos fastuosos banquetes quizás por salvar nuestra conciencia,
o celebramos la fiesta de Navidad, Señor, o por conservar en buen estado
en nuestras mesas se desaprovecha y se tira que hoy se haga tu voluntad; ese apellido que llevamos
y después. lo justificamos todo enséñame a aceptarla sin cuestionarla. de “cristianos”.
porque hasta éso lo sabemos hacer muy bien.
Señor mío y Dios mío, Señor, ¡no me digas
Tenemos sed de perdón y de paz, enséñame a amarte que también estás en el gitano!
pero armamos un lío tremendo por una tontería cada día más. ¡Menuda faena me has hecho!
y guardamos en nuestras entretelas viejas deudas Y yo creyendo que, como mucho,
y hasta deseamos la destrucción del enemigo. ÉSTE ERA JESÚS estarías en el pobre.
Nos sigue costando mucho perdonar y olvidar. Juanjo Elezkano No sé ni qué decir.
Sólo me queda el silencio
Le tomaron por loco para sentir que, desde el evangelio,
Tenemos sed, Señor,
y Él era el único cuerdo. me acusas y me recuerdas
pero, como puedes ver,
se nos nota poco. que estás ahí, en el pequeño,
Le creyeron guerrero en el que otros tienen por “nada”,
y sembraba a su paso la paz. en el que tiene cara de hambre,
Danos sed.
Haz que pasemos auténtica sed en el que tiene ojos de sueño,
Le llamaron falso en el que la sociedad castiga
para que hablemos menos
y proclamaba las verdades. por no ser como los demás.
y aprendamos a ser más coherentes.
Le trataron mal y le odiaron Señor,
¿ESTÁS AHÍ?
Juanjo Elezkano
y Él respondió con amor. ayúdame a descubrirte,
a ver tus ojos y tu cara
Señor, ¿puedes oírme? Le persiguieron a muerte en los que son despreciados,
¿Cómo sé que me escuchas? pero Él no se escondió. en los que el mundo tiene por nada,
Siempre igual, en los compañeros tristes,
siempre haciéndome las mismas preguntas, Le tacharon de cobarde en los que se sienten solos,
siempre desconfiando, y no les tenía miedo. en el gitano, en el pobre.
siempre pidiendo pruebas para todo. para que, al verte a Ti en sus ojos,
Señor, ésta es mi vida: Le llamaron hereje descubra tu sonrisa de salvación
un mar de desconfianzas. y era el Hijo de Dios. y el camino que yo debo seguir
Necesito creer y fiarme de Alguien, para salvarme.
pero tu silencio y la falta de pruebas de que estás
me dejan sin saber qué pensar.

•7
GRACIAS POR TODO
Juanjo Elezkano
Por la vida y por el aire,
por la casa y por los padres,
¡Gracias, Señor!
Por la gente que madruga,
por el sol y por la luna,
¡Gracias, Señor!
Por el pájaro que canta,
por el árbol y sus ramas,
¡Gracias, Señor!
Por el agua y por el cielo,
por los montes y las playas,
¡Gracias, Señor!
Pero. gracias, sobre todo,
por mi ser y mi persona,
porque me has hecho libre.
Gracias por el bien que puedo hacer
y porque nadie mejor que Tú, Señor,
me sabe comprender.
GRACIAS, SEÑOR, POR MI
PUEBLO
Juanjo Elezkano
Gracias, Señor,
por vivir en medio de este pueblo.
Gracias,
por los bellos paisajes que me rodean,
por los montes vestidos de verde,
por los arroyos que corren a sus lados,
por los pajarillos que cantan.
Gracias porque, cuando estoy en el monte,
parece como si de pronto oyera
las voces de quienes antes andaron
por estos caminos y por esta aldeas.
Gracias, Señor,
porque esta belleza que has creado
me pide cuidado y respeto.
Gracias, Señor,
por la gente de buen corazón,
por los que, con su mirada tranquila
me invitan a vivir en paz.
Gracias,
por los que buscan la paz
al estilo de Jesucristo,
a pesar de que otros los desprecian.
Gracias
por los que tienen conciencia
de lo que es su pueblo
y lo quieren.
Gracias
por los que, sin nacer en esta tierra,
la están llegando a querer
como propia.
Señor,
ayúdanos a valorar a nuestro pueblo,
a no despreciar nuestra cultura,
nuestras costumbres, nuestras fiestas.
Ayúdanos a colaborar en la construcción
8•
de un nuevo pueblo donde el pasto sea abundante.
en el que, por encima del dinero, Haz que nuestros pasos discurran sin detenerse
del bienestar y las diferencias, hacia una fuente de agua clara
esté la persona humana. donde podamos recuperar nuestras fuerzas
Un pueblo y refrescarnos del cansancio acumulado.
en el que los niños puedan sonreír,
los jóvenes puedan tener esperanza No detestamos el polvo del camino,
y los mayores puedan vivir felices. sabemos que se impregna
Un pueblo en todos aquellos que trabajan en su vida.
en el que podamos ver Tampoco nos abruma la escasez de la cosecha
las nuevas señales de tu Reino. porque Tú nos enseñaste a no depender de ella.
Más nos preocupa andar equivocados
GRACIAS POR NUESTROS o vivir artificialmente entusiasmados
HIJOS o acaso sentirnos satisfechos.
Pablo Villarroel
Sentimos cercano el latido de “otros tiempos”
Gracias, Señor, por nuestros hijos
y nos mueve un deseo sincero
que nos enseñan a amar amando...
de vivir en el “ahora”.
Gracias, Señor, por nuestros hijos
Estamos convencidos
con los que hemos aprendido a jugar,
de que hay que ir mucho más allá, más.
compartir, a ser más niños y niñas...
Pero Tú sabes, Señor,
gracias porque hemos aprendido
que nosotros no sabemos gran cosa.
a ser padres y madres.
Guíanos Tú, como lo has hecho tantas veces
Gracias, Señor, por todas las personas
y danos sinceridad para buscarte
que sin llevar nuestra sangre forman
especialmente en los débiles.
parte de nuestras familias,
Danos ilusión,
porque han compartido con nosotros
aunque sólo sea para mirar hacia adelante.
tantos momentos de alegría como de dificultad.
Danos una progresiva humildad
para poder ir recuperando
Gracias, Señor,
lo que no queremos perder,
por todos los que nos han ayudado
pero perdemos.
a crecer en fe, en cultura,
Y danos una esperanza de pobre
en alegría, en amor desinteresado...
para que en los buenos momentos
porque así, ahora, podemos transmitírselo
todo lo saboreemos juntos en la mesa de tu casa;
a nuestros hijos y vecinos...
y en los tiempos difíciles
miremos a esa cruz en silencio
Gracias, Señor, por la familia.
y, confiados en que nos sigues animando
en todo,
GRANDE ES CADA MAÑANA
salgamos de nuevo a caminar, a vivir
Juanjo Elezkano
y a tratar de hacer vivir tu Reino.
Grande es cada mañana
por su belleza natural, HÁBLAME, SEÑOR
por el silencio que la rodea, Juanjo Elezkano
y por lo que supone para mí, Señor,
Háblame, Señor,
porque en cada día que comienza
dime lo que quieras,
yo también vuelvo a empezar.
comunícate conmigo
para que no ande perdido.
En esta mañana
dame ganas, ánimo,
Tú me conoces, Señor,
dame ilusión, Señor,
y sabes que, muchas veces,
para contagiar a quienes me rodean
no te tomo en serio
lo que Tú me has concedido ya:
porque te doy poca importancia.
la vida, sí, la vida,
y, con ella, los trabajos y los problemas,
La vida me lleva,
el quehacer y la rutina,
me dejo llevar
las sorpresas que me aguardan
como el agua de un arroyo,
y todo lo demás.
y tus consejos
me parecen tan repetidos
Pero, sobre todo,
que ya casi no me hacen efecto.
haz que el día sea tuyo
y que yo también lo sea.
Lo siento de verdad
Por éso, Padre,
y me duele ser así,
por este día que comienza,
pero
muchas gracias, de verdad.
algo me dice que me perdonas;
parece como si, de pronto,
GUÍANOS, SEÑOR
alguien me dijera:
Juanjo Elezkano
“¡Ánimo, adelante!”
Guíanos Tú, Señor,
hacia verdes prados Nadie mejor que Tú
sabe decir estas cosas Me has dicho: “Ven y sígueme”
una y otra vez, y no me he podido resistir. Esperanza para aquellos niños
y mañana Me rindo a tu amor. que no tienen un trozo de pan que llevarse a la
y al día siguiente. Jesús, soy tu amigo. boca
y mueren de hambre.
Señor, muchas gracias HOY NO, SEÑOR
porque me aguantas, Juanjo Elezkano Esperanza para los enfermos de sida y cáncer,
porque me das otra oportunidad para que algún día se encuentre
y porque en silencio me dices: Hoy no, Señor, la medicina que los cure.
“¡Ánimo, adelante!” no me pidas grandes cosas.
Hoy me encuentro decaído Esperanza, para un país en crisis,
HASTA LLEGAR A TI y te hablo desde la tristeza. para que todo se resuelva fielmente.
Juanjo Elezkano ¡Ayúdame en esta hora mala!
Esperanza, como la que tienen los que creen en
Equipaje para el camino. Quizás en días así Dios,
¡Para qué llevar tanto! pienso más en todo; porque piensan que en Él está la salvación.
¡Es tan poco lo fundamental para vivir, Señor! entre lo que no hago
¡Y son tantos los pesos innecesarios y lo que sale mal Me gustaría ser parte de esa esperanza,
que nos ponemos al hombro! se me congelan las ilusiones ser uno de los pequeños rayos de sol
Quizás por éso nos cansamos tanto. y me siento poco, muy poco. que nos despiertan y nos dan ganas de vivir,
y nos desanimamos por tan poco. porque la mayor esperanza es la vida.
Descubro en mí zonas extrañas
De llevar algo, llevarte a Ti, con carteles de prohibido el paso. Yo quiero ser parte de la esperanza,
y no demasiado dentro de nosotros, no, No sé ni por qué será de esa alegría y de esa vida.
sino al lado, pero es así, no me puedo engañar.
en la categoría más grande Y te doy gracias, Señor, por la “esperanza”
que a alguien se le puede dar: Hoy, Señor, que has depositado en esta gente,
como un amigo cercano. no me pidas frutos, por favor, para que puedan seguir adelante.
háblame de que puedo.
Y así andar el camino de que avanzaré. Gracias, Señor, por la Esperanza y por tu
y, a ser posible, presencia.
ayudando INOCENTES
y ayudado por otros. Juanjo Elezkano
LA MAÑANA ES ALEGRÍA
Caminar convencidos Juanjo Elezkano
de que un día, pronto, Inocentes,
estaremos felices contigo, criaturas de Dios, Ha nacido un nuevo día:
y juntos. abandonados, tocad vuestras campanas;
¡Para qué nacer en un mundo así! es un regalo gratuito
HE CONSEGUIDO VERTE ¿Verdad? del Dios que tanto nos ama.
Juanjo Elezkano Caed en cuenta del bien que podemos hacer,
Qué triste. de la paz que podemos llevar
Señor, No tener ningún objetivo. a tantas personas cansadas.
he conseguido verte No servir para nada. Hoy vuelvo a tener la oportunidad
en la cara de los hambrientos, Desde el nacimiento de ser mejor que ayer,
pero luego ser despreciado. de hacer las cosas de otra manera.
he vuelto a mi vida No lo debo desperdiciar por nada.
y se me ha olvidado todo. Señor.
Perdón, Señor. ¡Qué vergüenza! Sólo así, al acabar el día,
De nuestra familia y... podré darle gracias a Dios
Tú me dijiste que tan diferentes. y mi corazón descansará tranquilo
en la cara del que sufre porque ha dado buen fruto la jornada.
estás Tú. La culpa más grave:
Sufres mucho; los opresores, LA VERDAD
en esas caras los ricos, Javier F. Chento
de hambre y enfermedad los que aplastan al pobre,
no hay gritos sobre todo ellos. La Verdad no se encuentra
ni se quejan. en los enormes manuales
Ésos son mis hermanos En otra medida ni en las grandes palabras de los sabios.
y me da vergüenza mirarlos. yo también,
porque tiro y destruyo, La Verdad es propiedad del sencillo.
Dame, Señor, más coherencia; porque me quejo
dame, también, una boca bien cerrada y porque tengo poca Fe La Verdad se halla en el trabajo solidario
para no quejarme tanto. en que voy a cambiar. del obrero que lucha por sacar adelante
Dame unas manos más abiertas, su pobre familia.
para que ni ahora ni nunca Señor,
me olvide de mis hermanos pobres. échame una mano. La Verdad enseña las primeras letras
al niño en la escuela
HE ESCUCHADO TU VOZ LA ESPERANZA que descubre con asombro y admiración
Javier F. Chento Iván el significado de las palabras.
He escuchado tu voz De todo lo que siento, La Verdad prepara con amor el plato de arroz
y me he puesto en camino. he elegido la esperanza para hacer oración.
•9
y la torta de maíz
que repondrán al campesino las fuerzas necesarias
para poder seguir luchando.
La Verdad se reúne en las iglesias,
en las juntas vecinales,
en los centros de desarrollo,
en las mil y una comunidades de base.
La Verdad sabe mucho de justicia
y poco de dinero o de productividad.
La Verdad crucificada
sangra y grita y se lamenta
desde los ghettos de los que son débiles
y, por tanto, verdaderos.
en la que Tú
pareces una extraña reliquia del pasado.
Libérame de ser tan precavido,
de calcularlo todo,
de huir del riesgo
y de evitar decisiones que me comprometen.
Ayúdame a mirar más alto
que los planes que me voy trazando.
Ayúdame a ser mucho más libre
a la hora de hacer opciones en mi vida,
para que oiga la voz de los otros,
sobre todo la de los que sufren
y Tú desde ellos me invites y me digas:
“¿Qué estás dispuesto a hacer por tus hermanos?”
y suscitan en nosotros preguntas e inquietudes
y ganas de hacer lo mismo que ellos.
Danos, Señor,
motivos para esperar,
entereza para mantener nuestra Fe,
ilusión para soñar
y hacer posible un mundo nuevo,
humildad para valorar
los pequeños signos de tu Reino
y un amor que comprenda y acepte a los demás.
Danos también nuevos profetas
que nos ayuden a salir de nuestra instalación fácil
y nos animen a comprometernos
con la causa de los pobres.

La Verdad está condenada al fracaso Libérame, Señor, LOS ÚLTIMOS Y LOS

a los ojos de los poderosos. de justificarlo todo, PRIMEROS
de hacer mi vida, Juanjo Elezkano
La Verdad tiene nombre y apellidos. de andarte esquivando,
En la fila de las importancias
Muere y resucita. de seguirte a medias
siempre hay unos que van a la cola.
Se proclama y se renueva. y de andarme engañando.
Son los últimos y no son difíciles de clasificar:
La Verdad no miente:
pobres,
son nuestras verdades las que nos engañan. Libérame, Señor.
parados,
Hazme libre,
emigrantes,
La Verdad nos llama, nos invita, mucho más libre.
deficientes,
nos señala, nos acusa; para pensar,
toxicómanos,
nos suplica, nos implora, nos ruega. para vivir,
alcohólicos.
para arriesgar,
La Verdad espera ser reconocida para volver a empezar
Según palabras de Jesús:
y, hasta entonces, aguarda. y, sobre todo, para amar.
De ellos es el Reino de los Cielos.
ahora que empiezo a entender
Sólo la Verdad es verdadera. cuánto nos has amado Tú.
Las hemos repetido con frecuencia,
LA VENTANA DE NUESTRA LO QUE REALMENTE VALE pero quizás nos falta aún asimilarlas.
El día en que las empecemos a asimilar
VIDA Juanjo Elezkano

Juanjo Elezkano
cambiará nuestra vida,
Hay que saber perder nuestra escala de valores.
Abre, Señor, la ventana de nuestra vida según las estadísticas oficiales, Los más valientes se harán “uno de ellos”,
y aparece Tú en ella. para ganar lo que realmente vale. como Jesús.

Sé Tú un compañero en el camino para nosotros. El tono amarillento y brillante Jesús sigue hablando.
Ofrécenos tu apoyo que proporciona el dinero, el placer y el poder Sus palabras siguen sonándonos
para los momentos de cansancio son espejismos pasajeros a salvación y felicidad.
y sigue estando dispuesto, Señor, que esconden vacíos y soledades inconfesables. pero quizás es el modo en que hemos aprendido
a tomarnos como somos. La insatisfacción se convierte a calmar los gritos de nuestras incoherencias.
en la auténtica dueña. Sin acercarnos a esos últimos,
Acéptanos como a tus hijos, Lo más bello de la persona sin darles nuestro apoyo,
aunque tantas veces te demos la espalda. resulta pasto de las llamas sin plantearnos
de un fuego lo que hacemos y lo que tenemos que empezar a
Sobre todo que la misma persona encendió. hacer.
vuelve a tratarnos siempre seguimos sin conectar de pleno
con esa amabilidad y esa dulzura En cambio, lo que realmente vale con la experiencia liberadora
que tanto bien nos hace. es lo más difícil de conseguir: del evangelio de Jesús.
el amor,
LIBÉRAME, SEÑOR la amistad, ¿Qué podríamos hacer?
Juanjo Elezkano la paz,
la felicidad. MARÍA
Libérame, Señor, Juanjo Elezkano
de los miedos que me impiden seguirte ¿Por dónde tratas de encontrarlas?
y de todos los obstáculos María, Madre sencilla,
que yo mismo voy poniendo LOS QUE SIEMBRAN LA mujer del pueblo,
para evitar escuchar que sabes escuchar y estar pendiente
ESPERANZA
la llamada que me haces, sobre todo, Juanjo Elezkano
cuando la gente quiere contarte algo,
a través de mis hermanos pobres. escucha nuestra oración
Gracias, Señor, en este día en que te recordamos.
Señor, por aquéllos que, en tu Nombre,
tengo miedo de decir que tengo Fe, siembran la esperanza en nuestro corazón. No pretendemos
de confesarme cristiano Gracias, también, que nos liberes de nuestros problemas.
en medio de esta sociedad por aquéllos que se comprometen valientemente No deseamos olvidar

10 •
que la vida hay que vivirla gracias, Jesús,
aunque haya momentos difíciles; Si Tú no me ayudas, me voy a sentir sólo y débil, porque Tú vuelves a por mí.
queremos estar preparados para todo. como ahora,
y no seré capaz de hacer nada. MÍRAME, SEÑOR
Nos hace falta esa confianza, Juanjo Elezkano

esa Fe que tú tienes en Dios. Gracias, Señor,

Mírame, Señor.
Nuestras fuerzas parecen desfallecer. por ayudarme en mi camino.
Sabes cómo me llamo.
Ya sé que me conoces
En el Evangelio, en la historia ME HAS PERDONADO
mejor que nadie.
te vemos siempre callada, humilde, Juanjo Elezkano

como si fueras cobarde ante la vida.

Señor, Yo te miro
Pero es ahí, en tu sencillez,
gracias, pero me cuesta encontrarte
donde está tu valor más importante
porque me has vuelto a decir: y muchas veces desfallezco
y a nosotros
“Hijo, tus pecados te son perdonados”, y me siento sin fuerzas,
nos cuesta mucho ser sencillos.
porque me dices: como si a otros ayudaras
“Vete en paz”. y a mí me dejaras solo.
Sabemos que intercedes delante de Dios,
que tu palabra y tus consejos sí valen.
Señor, Ya sé que estás cerca,
Intercede por nosotros
me hace muy feliz que te debo ver en el pobre,
delante de nuestro Padre
que hayas borrado “mi cuenta” en el desanimado,
y ayúdanos
y que me vuelvas a dar ése ánimo en el que tiene dificultades
a que nuestra vida dé buenos frutos.
que tantas veces me falta. y no sabe cómo superarlas,
en el burlado,
ME CANSO, SEÑOR
Javier F. Chento
Bendice mi vida, Señor, en el solo,
llévame por tus senderos en el parado,
Me canso, Señor, de leer en los periódicos y haz que mis pasos sean en el drogadicto.
los mil y un fracasos cotidianos, ir tras el camino de Jesucristo, pero me cuesta verte en ellos.
las innumerables guerras, la que murió para perdonarme
continua violencia, y resucitó Señor,
el odio que se hace noticia. para darme Esperanza. dirige tu mirada
hacia este pobre
Más líneas ocupa un sólo asesinato ME VOY CON EL DÍA para que, al recobrar mi aliento
que un millón de actos generosos. Juanjo Elezkano y al sentir mi Fe más fuerte,
me vaya por ahí
Va cayendo la tarde,
Enfrentarse con el diario es como dar un repaso y te proclame
el sol no tiene fuerza ya.
a la lista de asignaturas pendientes y al menos algunos puedan decir:
Es tiempo de ofrecerte esta jornada, Señor,
de esta Humanidad. en un profundo silencio de agradecimiento.
“¡Es verdad!
Y, francamente, no me gusta. Dios nos ayuda a verle
Se han ido muchas oportunidades
Me avergüenza que seamos así. en cada hombre”.
que mañana Tú me volverás a ofrecer.
Siento la pena de lo que no he podido hacer,
Ante el fracaso del ser humano, MÍRANOS
pero también Juanjo Elezkano
ante mi propio fracaso como persona, de muchas cosas estoy contento.
siento como si estuviese abandonado de Ti.
Míranos, Señor, como a tu pequeño rebaño.
Gracias, Señor, Creemos saber el camino
Muchas veces hubiese gritado: porque, al declinar el día, pero nos perdemos una y otra vez,
“Señor, ¡manifiéstate!. tengo en quién descansar, hacemos “lo nuestro”, desoyendo tus consejos,
Guíanos, que vamos camino de la locura.” Alguien a quien darle gracias y luego caemos en la cuenta
Hasta he llegado a perder la esperanza y a quien pedir perdón con toda confianza. de que andamos perdidos.
y desconfiado de tu mano paternal,
de tu promesa de liberación al hombre, Confórtame con este descanso, Nadie mejor que Tú, Señor, nos puede guiar.
tu hijo cargado de cadenas. para que mañana te sirva con más alegría Necesitamos caminar hacia la felicidad,
y que, al terminar de nuevo otra jornada, queremos ser libres, pero libres de verdad.
¿No tengo paciencia, quizás? en Ti, Señor,
Perdón, Señor, por mi falta de esperanza. ponga de nuevo toda mi vida. Acércate, ven a nuestro paso,
ten paciencia con nosotros
Quiero creerte y seguirte en esta tierra MI CORAZÓN JOVEN y danos un corazón dócil y sencillo
que te ha olvidado y despreciado. Javier F. Chento
para que en tus palabras
Dame ojos nuevos para leer la realidad
Mi corazón joven te anhela encontremos la mejor guía para nuestra vida.
y en ella ver las semillas de tu Reino.
y los mil avatares del día
no me dejan ver tu rostro. MIRAR SIEMPRE HACIA
Invítame, Señor,
ADELANTE
a trabajar más y a quejarme menos.
Invítame Yo me pierdo, Juanjo Elezkano

a seguir la cruz y esperar la resurrección, te pierdo,

Ayúdanos, Señor,
a plantar el arado en el surco no te reconozco.
a mirar siempre hacia adelante,
y cuidar de tu cosecha, Y al volverme a Ti
a emprender el camino
a transformar la vida desde el poder del amor, descubro cuán atrás me he quedado.
convencidos de que no vamos solos,
a hacer fermentar la masa de que Tú vas con nosotros.
con mi pobre levadura. En el camino

• 11

Danos valor, mucho valor,
para afrontar nuestra vida de todos los días,
para ser testigos tuyos en este tiempo
y llevar el ánimo y la esperanza
a nuestros hermanos.
Abre nuestro corazón
a los problemas del mundo.
Haz que seamos capaces
de escuchar a los demás.
Danos una actitud de humildad
para servir con alegría cada día
sabiendo que, de esta manera,
vamos construyendo tu reino paso a paso.
Ayúdanos a gastar nuestra vida
por el proyecto que Jesús nos encargó.
No queremos defraudarte, Señor,
queremos que cuentes con nosotros.
Estamos seguros de tu apoyo.
Gracias por este tiempo vivido,
gracias por el silencio y por tu mensaje,
gracias porque Tú nos has unido de verdad,
gracias por haber estado aquí,
gracias por todo,
hasta por los detalles más sencillos.
MIS FRUTOS
Juanjo Elezkano
Mis frutos son pequeños, Señor,
Tú muy bien los conoces.
Me propongo muchas cosas
pero voy desfalleciendo.
Me ilusiono enseguida
pero, al poco tiempo, decaigo.
Sin embargo, Tú aún me esperas
y tengo la confianza
de que seguirás ahí,
siendo mi apoyo misterioso
y mi amigo en el silencio.
Confío en Ti
y quiero confiar siempre.
MI TIERRA PROMETIDA
ERES TÚ
Javier F. Chento
Jesús,
te quiero porque me entiendes,
porque te has acercado a mí
a mis cosas más cotidianas:
mis estudios,
mis juegos y aficiones,
mis amigos...
Has puesto tu mano en mi hombro
y me has dicho:
"¿Cómo te va hoy, amigo?"
Y sin necesidad de contestarte
ya mi vida era fiesta.
Sé que estás conmigo.
Gracias, Jesús.
Mi tierra prometida
eres tú.
12 •
MI VIDA EN INVENTARIO para amar y servir sin hacer ruido.
Juanjo Elezkano A tu estilo, Señor.
Quiero poner mi vida en inventario, Señor, Gracias, Señor,
para no seguir engañándome, por haber podido nacer de nuevo contigo
para saber si, en realidad, tengo algo, en la maravilla de este nuevo día.
para conocer la verdad de lo que soy.
NADA ME SEPARARÁ DE TI
Te presento mi persona Javier F. Chento
adornada con todos los regalos
que Tú me diste al nacer Ni el dinero,
y esta vida que voy haciendo poco a poco, ni el poder,
en la que fluyen los sentimientos más bellos ni la fama,
y las ilusiones más increíbles. ni las influencias.
Nada me separará de Ti.
Y me pongo ante Ti con mis defectos también.
Ayúdame Tú, Señor, para que no huya de ellos, Ni la violencia,
sino que los sepa aceptar con humildad ni el dolor,
porque, sin duda, ni la injusticia,
es ahí donde comienza ni la guerra.
la grandeza de una persona. Nada me separará de Ti.
Te presento mis días felices Ni el pecado,
que son abundantes, ni la angustia,
a pesar de que no me doy cuenta. ni la falta de Fe,
Te ofrezco mi risa y mi alegría, ni tan siquiera el absurdo de la muerte.
mis juegos y mis bromas Nada me separará de Ti.
y, ¡cómo no!,
todo lo bueno que los demás hacen por mí, Ni mis inseguridades,
que es mucho. ni mis miedos,
ni la real lucha de hombre contra hombre,
Y también te presento mis amarguras, ni el estado de bienestar.
las que no tienen ningún porqué Nada me separará de Ti.
y las que yo mismo me fabrico;
los días mustios y vacíos Ni los indicadores económicos,
y esas noches ni las multinacionales,
en las que no encuentro el porqué a tantas cosas; ni las estructuras de poder,
mis silencios y mis muchos “chascos” ni el Banco Mundial.
y lo que por mi culpa sufren los demás. Nada me separará de Ti.
Pero, en este inventario, Ni mis pequeños dioses personales,
nada hay tan importante ni mis cotidianas extorsiones a la verdad,
como el punto de partida: ni la comodidad de lo que tengo por seguro,
creo en Ti, Señor, ningún poder sobre esta tierra.
me fío de Ti Nada me separará de Ti.
y sé en quién he puesto mi confianza.
NO ME SALE ESTA ORACIÓN
Rodéame, Señor, con tu bondad Juanjo Elezkano
para que, hoy y siempre, No me sale esta oración, Señor, no sé por qué.
al mirar a ese cielo y verte, Dime algo, empieza Tú la conversación,
al mirar a la gente y reconocerte, mira que mis palabras las veo como sin sentido.
me sienta profundamente feliz Eres mi Dios, y no sé qué decirte.
porque el inventario siempre sale positivo. Sopla en mi corazón el viento de tu amor,
recuérdame de dónde vengo y a dónde voy,
NACE OTRO DÍA dime quién soy y lo que significo para Ti,
Juanjo Elezkano
dame alas para tratar de volver a soñar
En la luz de cada amanecer que alcanzaré la libertad.
llegas Tú, Señor, No me dejes ir de vacío.
tu bondad acaricia la creación Acompáñame Tú, como lo has hecho tantas veces,
con el sol y el aire fresco de la mañana. aunque yo no me haya dado ni cuenta.
Tú nos llamas a vivir Cuando la subida se haga interminable y
y a dar vida a otros, agotadora
compartiendo nuestra alegría espontánea dame valor y una actitud humilde
con tanta gente triste y cansada, para verme débil y necesitado de Ti,
trabajando para anhelar una libertad nueva
para modelar mejor esta tierra, que empieza y termina en Ti,
y hacerlo por nosotros y que lleva a esa felicidad con la que sueño.
y por tantos que no lo pueden hacer,
ofreciendo desde nuestro corazón
la mejor disposición que tengamos
NO NOS PASARÁ NADA
Juanjo Elezkano
No nos pasará nada
si vamos de tu mano, Señor,
si te llevamos dentro de nuestro corazón.
Nunca pasa nada grave
cuando uno se fía de Ti
y cuando hablar contigo y seguirte
se convierte en una alegría
que inunda y empapa toda nuestra persona
hasta transformarnos
en una fuente de la que pueden beber
tantos y tantos sedientos.
Habrá muchas dificultades.
Lo tememos y lo sabemos.
Pero contigo no nos pasará nada.
Nadie puede hacernos
nada que sea definitivo.
Sólo Tú, Señor,
nadie más que Tú.
Y tu respuesta ya la conocemos:
Tú nos amas una y otra vez,
nos amas definitivamente
sin remilgos ni condiciones,
sin razones para dejarlo para luego,
sin acuse de recibo,
sin trampas y sin complejos.
Señor,
¡cuánto he de aprender aún, cuánto!
Me queda mucho camino por andar.
Ayúdame
para que contigo me sienta seguro,
cada vez más seguro. en todo.
NOS ENTREGAMOS A TI
Fabián Toller
Señor, nos entregamos a ti en este momento
y pedimos que tu gracia despierte en nosotros
el querer servirte, llevándote donde tú decidas.
Pon en nosotros tu Espíritu Santo
para que se derrame en un nuevo Pentecostés
y como Pedro, sin inhibiciones,
podamos gritarte a los cuatro vientos.
Bendito seas por tu presencia en nuestras vidas
y por la obra de amor que haces cada día.
Te agradecemos todo lo que nos das
y ensalzamos Tu Nombre
pidiendo que toques a todos aquéllos
que en este momento piden de tu misericordia.
NO TIENES MANOS
Javier F. Chento
Sólo tienes nuestras manos.
Si te sirven, tómalas.
Si pueden ser instrumento tuyo, bendícelas.
Queremos hacer un mundo nuevo,
ser verdaderos constructores
de tu reino de Amor.
Queremos trabajar por los desheredados,
por los olvidados de todos.
Queremos vivir plenamente tu Evangelio.
Queremos gozar en Ti, Jesús.
Sólo tienes nuestras manos.
Si te sirven, tómalas.
Si pueden ser instrumento tuyo, bendícelas.
NUESTRA VIDA DELANTE
DE TI
Juanjo Elezkano
Ponemos nuestra vida delante de Ti, Señor.
Ponemos este grupo en tus manos.
Danos luz para ver cuál es el camino,
danos confianza en nosotros mismos
y haz que estemos dispuestos
a recibir la ayuda de los demás.
Ábrenos los ojos para ver las necesidades
y el bien que podemos hacer.
Y ayúdanos a sembrar alegría
en la reunión
y fuera de ella.
Y luego, al volver al trabajo,
danos fuerza para ser responsables
y hacer lo que debemos.
ORACIÓN PARA DAR
GRACIAS
Juanjo Elezkano
Queremos darte gracias, Señor,
por esta experiencia que estamos viviendo.
Por las oportunidades que nos das
de crecer en nuestra Fe, paso a paso,
sintiéndonos parte de este pueblo
que confía en Ti.
Te damos gracias
porque has bendecido nuestra vida
y notamos tu presencia de Resucitado
en la gente que nos rodea
y en las muchas oportunidades que nos das
para vivir nuestra Fe
en medio de una sociedad que,
con tanta facilidad, te olvida.
Haz que esta alegría que hoy sentimos
se prolongue y se propague
como lluvia que moje nuestra vida y la de todos.
Haz que seamos testimonio para otros,
ánimo y soporte para los desfallecidos
y que entre nosotros llevemos
el sello de tu amor.
Que empeñemos nuestra vida
en seguir fielmente las huellas de Jesús,
quien dio su vida por cada uno de nosotros,
para que nosotros aprendamos también
a irla dando.
No nos abandones, Señor, en este empeño
y danos siempre un corazón agradecido.
ORACIÓN POR LA FAMILIA
Juan Pablo II
Oh Dios de quien procede toda paternidad
en el cielo y en la tierra.
Tú, Padre, que eres Amor y Vida,
haz que cada familia humana sobre la tierra
se convierta por medio de tu Hijo, Jesucristo,
nacido de mujer,
y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina,
en verdadero santuario de la vida y del amor
para las generaciones que siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe los pensamientos
y las obras de los esposos
hacia el bien de sus familias
y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren
en la familia un fuerte apoyo
para su humanidad y su crecimiento en la verdad
y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia
del sacramento del matrimonio,
se demuestre más fuerte que cualquier debilidad
y cualquier crisis,
por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz, finalmente, te lo pedimos por intercesión
de la Sagrada Familia de Nazaret,
que en todas las naciones de la tierra
la Iglesia pueda cumplir con fruto su misión
en la familia y por medio de la familia.
Por Cristo nuestro Señor,
que es camino, verdad y vida,
por los siglos de los siglos. Amén.
PALABRAS PARA EMPEZAR
Juanjo Elezkano
Ayúdanos, Señor,
para que este tiempo de oración
sea un encuentro contigo,
que nos haga bien,
que nos abra los ojos,
que nos dé ánimo e ilusión.
Danos un corazón sencillo
para escuchar tu Palabra
y para escuchar a los demás.
Haznos compañía;
ven en nuestro caminar de cada día
y que podamos recurrir a Ti
como a un amigo seguro.
Amén.
PARA KENIA
Javier F. Chento
Lucrecia era una emigrante dominicana que fue
asesinada en 1992, mientras cenaba con sus
compañeros en una discoteca abandonada de
Madrid. El racismo, una vez más, se convirtió en
violencia irracional que nos estremeció a todos los
que vivimos la historia. Kenia, su hija, no entendía
(y ¿quién entiende?). Sólo callaba.
La noche oculta en su oscura realidad
los miedos y terrores del mundo.
Parece como si las tinieblas
fueran capaces de disolver la bondad
y la esperanza de los hombres.
• 13
 hasta España. que somos una misma familia,
Fue en una noche, Por ti, mi bien, y por tu futuro. que Tú nos has creado para ésto:
quizás entre la bruma y los sueños para ser una familia.
producidos por el alcohol y las drogas. La mamá ya no te podrá acariciar, Sin embargo, me he visto perdido, Señor,
mi bien. incapacitado para buscar una cara conocida
Qué más da. Pero –seguro– no faltarán otras manos y hasta he llegado a pensar
y otras voces que las metas que nos has puesto
El odio no necesita explicarse que acaricien tu cuerpo son teóricas e inalcanzables.
ni atiende a razones. y apacigüen tu alma.
Un arma y una idea más o menos formada Perdón, Señor,
son suficientes para crear el caos Su martirio por tener tan poca esperanza.
y hacer aflorar los odios. –ojalá–
nos ayudará a abrir los ojos Ha bastado una mirada al cielo
No naciste en mi tierra, mi bien, y el corazón, sobre todo el corazón, para darme cuenta de mi pequeñez
ni tú, para que la Utopía y descubrir, desde ella,
ni tu madre, se vaya haciendo realidad que estoy aquí para algo más que lamentarme.
ni tu familia, en este mundo sediento. Estoy, sobre todo, para andar tu camino
ni tus compatriotas, y tratar de hacer realidad
ni 4.000.000.000 de pobres humanos Reza, mi bien, el deseo de Jesús y el que tienes Tú:
tuvisteis esta suerte. por tu mamá hacer de esta tierra que has creado
y, sobre todo, un hogar, una auténtica familia
No naciste blanca. por los que aún peregrinamos en la que el amor y la apertura
Dios te dio la gracia de una piel bronceada. entre la violencia y la esperanza. ayuden a que cada persona se sienta feliz
Nosotros creamos la desgracia de pensar y crea que Tú estás detrás de todo ésto.
que esto es importante. PARA QUE LA PAZ SEA
ALGO MÁS QUE UNA PROTÉGENOS
Una mano anónima cargó PALABRA Juanjo Elezkano

con los temores y rencores Javier F. Chento

Protégenos, Señor,
de los que están arriba de la pirámide
Para que la paz sea algo más que una palabra, de los peligros que nos rodean,
y destruyeron la vida
tendré que arrimar el hombro y ponerme a de los que nos arrastran con engaño
(“No matarás”, gritó Dios)
trabajar y de los que regalan felicidades baratas.
de tu mamita,
que luchaba por ti y por tu futuro. y en el día a día convertir los actos de violencia
en frutos de serenidad y esperanza. Protégenos de los anuncios comerciales vistosos,
de los que nos estimulan a consumir
Callaste, mi bien,
Para que la paz sea algo más que una palabra, y de los que manipulan nuestra personalidad.
y sólo hablaron tus ojos.
buscaré en mi interior lo que me hace violento
en mi casa, mi trabajo, con mis amigos y Protégenos también de los falsos profetas,
El día nos estremeció
conocidos de los lobos vestidos de oveja,
una vez más
y extirparé de mi corazón todo odio de los que engañan a la gente que no sabe
desde los titulares de nuestros periódicos,
que me separa de mi meta. defenderse
como todos los días,
y de los que utilizan al prójimo
con el más horrible y cotidiano pecado,
Para que la paz sea algo más que una palabra, para lograr intereses egoístas.
con la más absoluta condena
del Mal tendré que volver a decirme a mí mismo
que lo primero será siempre pacificarme yo Protégenos de los que se creen perfectos,
hacia nuestra condición divina.
para así poder pedir la paz, de los que todo lo ven claro,
y ser de Dios de los que no tienen dudas,
Luego aparecieron las razones,
para acercar el Reino de paz a los hombres. de los que siempre tienen la razón
los motivos,
y de los que creen que lo saben todo.
las explicaciones,
la pena, Para que la paz sea algo más que una palabra,
contaré con el aliado divino que me acompañará, Protégenos también, Señor,
el llanto.
al Señor de la paz, de nuestras muchas incoherencias,
cordero de Dios que superó la violencia de nuestras irreales promesas,
Y tus ojos, mi bien,
mostrando la otra mejilla de nuestros disfrazados rencores,
desentendidos,
a quienes le mostraban la corona de espinas. de nuestro perdón aparente,
llamando a mamá Lucrecia.
de la desilusión y el desencanto.
Las noticias nos hablaron de tu silencio. PERDIDO ENTRE TANTA
GENTE Protégenos de todo lo que obstaculice
Y muchos callamos contigo.
Juajo Elezkano la anhelada llegada de tu Reino.
Nada había que decir, ya.
Era una masa de gente, PUEDE QUE SEA TARDE
Mamá se fue. igual que los árboles de un bosque. Juanjo Elezkano
La obligaron a hacer En medio de ellos
prematuramente Es tarde,
me he sentido sin rumbo,
el gran viaje para ciertas cosas es tarde,
como perdido, Señor.
que todos habremos de emprender algún día. es demasiado tarde,
siempre se me hace tarde.
Hubiera deseado conocer su nombre,
Al igual que aquél saber de dónde vienen,
todavía no lejano día En cambio,
lo que les preocupa,
en que hizo la obligada peregrinación para hablar de Ti,
lo que les hace felices.
desde Santo Domingo para comunicarme contigo,
Me hubiera gustado poder decirles

14 •
es el tiempo propicio,
porque, para ser tu amigo, Señor,
nunca, jamás es tarde.
A lo más
es algo que voy retardando.
Lo que cuesta
es el primer paso.
Al menos en ésto
ayúdame a ser más lanzado, Señor,
lo suficientemente arriesgado
como para llegar a equivocarme
y así. poder seguir buscándote.
QUEDARME CONTIGO
Aura Villagómez
Padre mío, ¿qué te puedo decir?,
¿qué te puedo pedir?
Señor, si tu todo lo sabes,
todo lo sientes.
Ahora entiendo que lo único que yo puedo hacer
es quedarme contigo,
perderme en ti,
esperarte.
Ahora entiendo que Tú
siempre estás conmigo,
mas yo no siempre estoy contigo.
Por lo mismo, Padre, quédate a mi lado,
aunque yo, Padre, me aleje de Ti.
¡QUÉ MÁS QUISIERA YO!
Juanjo Elezkano
¡Qué más quisiera yo
que ser una persona consciente
de mis obligaciones,
de las cosas que debo hacer
y de otras muchas cosas
que podría y puedo conseguir!
¡Qué más quisiera yo
que poder demostrar que soy
la persona que tantas veces aparento,
como si no hubiera problemas
y la vida me sonriera,
como si todo me saliera bien!
¡Qué más quisiera yo
que tener un corazón tan abierto
que en él pudieras caber también Tú,
y en esa limpia amistad
se viera reflejada mi vida entera,
igual que mi cara se refleja
en las aguas transparentes del arroyo!
¡Qué más quisiera yo
que tener la autoridad y el poder
para traer la Paz al mundo,
para dar la Justicia al pobre,
para poner en Libertad
a los encarcelados sin culpa!
¡Qué más quisiera yo
que ser más capaz, más honrado,
más valiente, más cariñoso,
más responsable, más amigo!
¡Qué más quisiera yo!
QUIERO SER AGRADECIDO,
SEÑOR
Juanjo Elezkano
Señor,
quiero ser agradecido contigo.
Gracias
por haberme traído hasta aquí,
por haberme convocado a este lugar,
con estas personas.
Gracias
por lo bien que me han aceptado
y por los detalles que han tenido conmigo.
Gracias porque,
en su trato y en su acogida,
te he visto a Ti más cerca.
Gracias
por lo que hemos compartido,
por la cercanía y por la amistad que ha nacido.
Gracias
porque todo ésto es una inyección de ánimo
en el largo camino que aún he de recorrer.
Señor,
no me abandones
y acepta mi gratitud
que de verdad hoy siento.
QUISIERA LLEGAR A SER
BUENO
Juanjo Elezkano
Quisiera que éste fuera mi objetivo, Señor,
ser bueno, llegar a ser bueno,
tratando de imitar el ejemplo
de los que son buenos de verdad.
Creo, Señor,
que voy dando pequeños pasos.
Ya no me impresionan ni los ricos ni los famosos,
ni los que son aplaudidos,
ni los que llenan las páginas de las revistas,
ni los que dirigen las naciones,
ni los que manejan inmensas fortunas.
Ni uno de ellos me da envidia, de verdad.
Y, ¡qué alegría el poder decirlo!
Sólo me impresionan los que son buenos,
los que llevan la humildad en su semblante
y tratan de hacerla vida
en el quehacer de cada jornada.
Ésos me impresionan hasta lo más profundo
y desde su sencillez me hablan de Ti como nadie.
Entonces creer no me parece un riesgo,
sino lo más lógico del mundo
porque eres Tú, Señor,
a quien veo en sus acciones.
¡Cuánto me anima conocer a gente así!
¡Qué a gusto se siente uno a su lado!
Es claro que Tú, Señor,
bendices nuestra vida de maneras muy sencillas.
Lo veo difícil,
casi imposible.
pero contigo nada es inalcanzable.
Infúndeme, Señor, ánimo
para que ése sea el objetivo más bello de mi vida.
QUISIERA, SEÑOR
Juanjo Elezkano
Quisiera, Señor, que este día
no fuera un fraude para mí.
Me cuesta arrancar cada jornada
y me pesa tener que hacer lo de siempre.
Pero no puedo empezar a vivir
sin darte sinceramente las gracias,
aunque sólo sea por ésto: por vivir.
Ayúdame, Señor, a darme cuenta
de todo lo bueno que Tú has puesto en mí
y a valorar a quienes me rodean
más de lo que yo me valoro a mí mismo.
RODEADOS DE TU BONDAD
Juanjo Elezkano
¡Qué bien trabas, Señor,
en el corazón de algunas personas!
¡Cuánto bien nos haces
a través de ellas!
Me dicen que este mundo es malo,
que abunda el pecado
y que el hombre de hoy está perdido
sin más futuro que el fracaso.
Sin embargo,
yo veo éstas y otras muchas cosas.
Veo gente estupenda:
niños que ríen y saludan con simpatía,
jóvenes dispuestos a trabajar por los pobres,
padres entregados a sus hijos
con una profunda ilusión,
ancianos que reparten por la calle
serenidad y ganas de vivir,
trabajadores que exigen
lo que en justicia se les debe,
médicos que, a través de su amabilidad,
transmiten esperanza a tantos pacientes,
conductores que tratan a la gente con respeto,
enfermeras que colman de atenciones
a tantos desanimados,
estudiantes que ya han hecho planes
para ir al Tercer Mundo
y gente sencilla
que siempre está dispuesta a ayudar a un vecino
y a hacer el favor que sea.
Y junto a todo ésto,
veo también el pecado,
el que hay en el mundo
y el mío.
Deseo partir de tu bondad, Señor,
para ser capaz de ver mis debilidades
y las del mundo, para verlo todo
desde la sorprendente ventana
de tu misericordia.
Sigue trabajando, Señor,
en el corazón del ser humano
• 15
y, aunque no nos demos cuenta, lo proclamaré a los cuatro vientos. no para mi bien personal, no,
rodéanos con tu bondad. que sea para el bien de otros
Amaré a todos los hombres porque, según lo que Tú me has enseñado,
SALMO 1 porque cada uno sólo así alcanzaré el bien para mí.
Javier F. Chento tiene cualidades dignas de ser admiradas,
aunque quizás estén ocultas. Tú me ves, Señor,
¡Dichoso el hombre que no sigue sabes muy bien lo mal que lo paso a veces
el consejo del egoísta Derribaré la muralla de la sospecha y del odio y por éso te pido ayuda.
ni se deja dominar por la moda que han construido alrededor de sus corazones porque yo. ya no veo más allá.
o las leyes del mercado, y en su lugar edificaré puentes
ni gasta su vida en seguir a los líderes para llegar por ellos a sus almas. Llévame Tú,
que quieren dominar a los demás guíame Tú,
y ser los primeros! Amaré al que tiene ambiciones para que ponga como objetivo de mi vida
porque podrá inspirarme. un amor cada vez más generoso.
¡Dichoso quien se alegra en el amor del Señor Amaré a los que han fracasado
e intenta hacer su voluntad cada día de su vida! porque pueden enseñarme. SEÑOR, QUE DESPIERTE
Su vida es fértil, Juanjo Elezkano
como un árbol plantado junto al río, Amaré a los reyes
y sus obras son frutos porque son solamente humanos. Señor, haz que despierte,
que alimentan y dan fuerzas renovadas Amaré a los humildes que abra mis ojos para ver la realidad,
a todo aquél que se le acerca. porque son divinos. no para tratar de engañarme,
Amaré a los ricos creyendo que soy bueno,
No es así con los malvados: porque sufren la soledad. que cumplo más o menos,
puesto que piensan únicamente en sí mismos Amaré a los pobres que me dejo guiar por otros
sólo dan frutos amargos porque son muchos. y tantas otras cosas.
y su vida se seca en la soledad
del que se basta a sí mismo. Amaré a los jóvenes Señor, que no tenga reparos
por la Fe a la que se aferran. en comprender cómo soy,
Mas no vencerán Amaré a los ancianos cómo vivo, cómo sufro,
ni sus intrigas conseguirán agotar la Esperanza: por la sabiduría que comparten. cómo miento y cómo me alegro,
porque el Señor acompaña al de recto proceder que no tenga vergüenza
y le anima en la lucha por un mundo solidario. De aquí en adelante de sentirme “poco”,
recordaré este secreto de saber mis defectos.
SALUDARÉ ESTE DÍA que cambiará mi vida.
Juanjo Elezkano Señor, haz que pueda salir
SEGUIRTE HOY de tantos desánimos,
Saludaré este día con amor de esas tristezas que me derrumban,
Juanjo Elezkano
porque éste es el secreto más grande del éxito. de esos complejos
Contemplaré todas las cosas con amor Seguirte, Señor, hoy, que no me dejan ser libre
y naceré de nuevo. es hacerse uno con los pobres, ni, mucho menos, feliz.
mancharse las manos trabajando con ellos
Amaré al sol y apostar por su dignidad. Señor, que no me deje llevar
porque me calienta, por ese sueño perezoso
pero también amaré la lluvia Servirte es ser uno de ellos, que me quita hasta la voluntad.
porque purifica. defender sus derechos
y acurrucar a sus hijos Señor, dime que es la hora.
Amaré la luz porque me señala el camino, hambrientos y enfermos. haz que despierte.
pero también amaré la oscuridad
que me enseña las estrellas. Es hacerse solidario SEÑOR, TENGO MIEDO
de su destino incierto: Javier F. Chento
Acogeré la felicidad “¿Qué comeremos mañana?”
porque engrandece mi corazón, “¡Quién pagará el entierro!” Tengo miedo
pero también soportaré la tristeza porque tu Evangelio es duro.
porque descubre mi alma. Seguirte a Ti, Señor, Tú lo sabes bien:
es haberte descubierto a Ti te clavaron en la estaca.
Reconoceré la recompensa en los rostros necesitados,
porque constituye mi pago, en los que lloran de miedo, Seguir tu camino no es fácil
pero también daré acogida a los obstáculos temiendo que sea esta noche porque es ir contra corriente,
porque constituyen para mí un desafío. el sospechado infierno. porque es amar a pesar de todo
(y amar a veces cuesta mucho),
Elogiaré a mis enemigos Perdón, Señor. porque es perdonar toda injuria,
y se convertirán en amigos míos. porque estoy muy lejos de ellos. porque es arriesgarse a ser tratado por loco,
Animaré a mis amigos porque es morir, para que Tú nazcas,
y se volverán mis hermanos. SEÑOR, ME PONGO EN TUS porque es estar con el débil,
MANOS porque es dar la vida.
Ahondaré siempre en razones para alabar, Juanjo Elezcano
nunca en buscar razones para el chisme. Tengo miedo, Señor...
Cuando sienta la tentación de criticar Señor, ¿no me estás pidiendo demasiado?.
me morderé la lengua. pongo mi vida en tus manos.
Ayúdame a decidir “Mi yugo es suave
Cuando me sienta inspirado a elogiar lo que sea más conveniente, y mi carga llevadera”.

16 •

“No me elegísteis vosotros a Mí,
yo os he elegido a vosotros.”
“Ten ánimo: Yo estoy contigo”.
SÓLO DIOS
Anónimo
Sólo Dios puede dar la Fe,
pero tú puedes dar tu testimonio.
Sólo Dios puede dar la esperanza,
pero tú puedes dar confianza a tus hermanos.
Sólo Dios puede dar amor,
pero tú puedes enseñar a amar a los demás.
Sólo Dios puede dar la paz,
pero tú puedes suscitar la concordia.
Sólo Dios puede dar la fuerza,
pero tú puedes sostener al desfallecido.
Solo Dios es el camino,
pero tú puedes mostrarlo a los demás.
Sólo Dios es la luz,
pero tú puedes hacerla brillar a los ojos de todos.
Sólo Dios es la vida,
pero tú puedes devolver a otros el deseo de vivir.
Sólo Dios puede hacer lo que parece imposible,
pero túpuedes hacer lo que es posible.
Sólo Dios se basta a sí mismo,
pero prefiere contar contigo.
SOMOS AMIGOS
Javier F. Chento
Si sé compartir lo mío con sencillez
y agradecer lo tuyo.
Si me preocupan tus cosas
tanto como si fueran mías.
Si los detalles pequeños
son continuos guiños de complicidad.
Si decir “querido amigo”
es decir una gran verdad.
... somos amigos.
Si disfruto de tu confianza
como si del mejor regalo se tratara.
Si deseo estar contigo
y a la vez respeto lo tuyo.
Si me alegro en tus logros
y te conforto en los fracasos.
Si doy gracias a Dios
por el gran regalo que he recibido al conocerte.
... somos amigos.
Si somos complementarios,
no iguales.
Si en nuestras diferencias
sabemos reconocer también nuestra riqueza.
Si te doy lo mejor que tengo
y de ti recibo más de lo que te entrego.
Si conoces mi cara verdadera
y no la careta que a veces llevo.
... somos amigos.
Si en tu hombro descanso
de las fatigas de todos los días.
Si acoges mi pequeñez
con comprensión.
Si puedo y me dejas confortarte en tu duelo
y nuestro gozo es completo al compartirlo.
Si estoy a tu lado
tanto en tu depresión como en tu alegría.
... somos amigos.
Si respeto tus decisiones
y tu intimidad es sagrada.
Si cuento contigo como un aliado
ante las dificultades de la vida.
Si valoro tu crítica
porque sé que bien me quieres.
Si conozco tu esperanza
y te apoyo para hacerla realidad.
... somos amigos.
Si buscamos ese tiempo necesario
para compartirlo.
Si nos escuchamos y nos hablamos
con gozo.
Si estamos abiertos a los demás,
si compartimos lo que aprendemos.
Si la fe en el otro
es lo más importante.
... somos amigos.
Si olvidamos nuestro mal humor
y saboreamos de continuo
la alegría compartida.
Si no hay cosa en el mundo
capaz de romper nuestro lazo.
Si construimos un mundo más humano
para todo aquél que nos rodea.
Si somos comprensivos y serviciales,
si todo lo podemos.
... somos amigos.
Si te ayudo en lo tuyo,
si me ayudas en lo mío.
Si no son necesarias fechas señaladas
para renovar nuestra amistad.
Si hemos borrado de nuestra existencia
el rencor y la desconfianza.
Si todas las noches elevamos a Dios
una plegaria por el otro.
... somos amigos.
Si los éxitos del otro
se celebran como propios.
Si nos esforzamos en caminar
mirando al mismo horizonte.
Si todos los días sé renovar con gratitud
el lazo que me une a ti.
Si antepongo una conversación tranquila
a mis mil situaciones diarias.
... somos amigos.
Si estoy de tu parte, aunque a veces
no esté de acuerdo con tus acciones.
Si estás de mi parte y me ayudas a discernir
lo que Dios espera de mí.
Si en el proyecto de vida de cada uno
hay un lugar importante para el otro.
Si vivimos desde la esperanza.
Si luchamos por un mundo más solidario.
... somos amigos.
TE ENCUENTRO, SEÑOR
Juanjo Elezkano
En el día que amanece,
en el sol que nos da sus rayos,
en el agua que corre
y en los cantos de los pájaros.
te encuentro a Ti, Señor.
En el mar cuando está en calma,
en el viento que no para,
en la flor que se destapa
y en esa hierba tan verde.
te encuentro a Ti, Señor.
En el saludo amable de cada día,
en la mesa y en el trabajo,
en la plaza del mercado
y hasta en el paso de peatones.
te encuentro a Ti, Señor.
En la prisa de tanta gente,
en los dolores de mi pueblo,
en los enfermos terminales
y en los tugurios nocturnos.
te encuentro a Ti, Señor.
En el estudiante cansado,
en el trabajador parado,
en tanta gente desesperada
y en la gente que planta cara a la vida.
te encuentro a Ti, Señor.
En las familias unidas,
en las puertas siempre abiertas,
en las personas disponibles
y en los que se dan sin medida.
te encuentro a Ti, Señor.
Y te encuentro
porque en verdad estás cerca,
porque es bastante fácil reconocerte,
porque esta historia es totalmente tuya
y porque es una suerte muy grande
sentirme amado y llevado por Ti
y poder hablarte.
TE LO DEBO TODO
Juanjo Elezkano
Todo te lo debo, Señor,
desde el soplo de mi vida
hasta llegar a las preguntas más profundas:
¿Quién soy yo?
¿Quién me ha creado?
¿Para qué estoy aquí?
Te debo mis días de alegría,
ésos que tanto ayudan a seguir caminando.
Te debo el afecto y el cariño
que Tú me envías por medio de otros.
Te debo este cuerpo
que funciona misteriosamente bien,
aunque sé que tiene una duración limitada.
Te debo el amanecer y el atardecer de cada día,
el vuelo majestuoso de las aves del cielo,
el canto tierno de los pajarillos del campo,
el susurro del viento y el susto del rayo,
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el sueño romántico y la noche en vela,
te debo el trabajo y el descanso,
los amigos y los que no lo son tanto
y, aunque me cueste decirlo,
también te debo mis días amargos,
que en buena parte lo son por mi culpa,
por mi ceguera interesada
y por mi cabeza dura,
por negarme a aceptar tu cruz
y por creerme a veces demasiado.
nos comprendan hay veces en que nos damos cuenta
y así puedan ayudar. de nuestra debilidad y pequeñez.
Y después Cuando visitan nuestra casa
haz que volvamos animados al trabajo la enfermedad o la desgracia
para dar testimonio de Ti no sabemos qué pensar, Señor,
y ayudar a quien nos necesite. y entonces nos acordamos de Ti.
Quizás sea
TODO porque no sabemos dónde recurrir.
Juanjo Elezkano

Señor,
Necesito tu luz, Señor, para ver más claro, Que no sea en partes, Señor, ayúdanos en este momento.
para creer que, en cada paso que doy, como es en mí frecuente, Danos Fe en Ti y en tu bondad.
en cada cuesta que subo, que aprenda a darme enteramente. Ayúdanos a comprender nuestra vida
me estás dando la oportunidad Siempre habrá alguna excusa, pero darme. para darnos cuenta
de ser un poco más maduro de que nuestra salud es limitada
y, en el fondo, un mejor hijo tuyo. Sin guardar en las entretelas y que a veces se rompe antes de lo pensado.
intenciones de segunda clase,
Sólo a Ti, Señor. disculpas que no tienen base, Esperamos de Ti
A Ti te lo debo todo. promesas que se dicen por quedar bien. el apoyo para aceptar nuestra realidad
y darnos ánimo unos a otros.
TEN MISERICORDIA DE Decir... que sea poco Nos cuesta mucho todo ésto, Señor,
NOSOTROS pero lleno de vida, de contenido, pero nosotros sabemos
Juanjo Elezkano
de esa sinceridad que tanto admiro en otros que en la vida, en los días felices,
y que a mí tanto me cuesta. en los días fatales,
Ten misericordia de nosotros, Señor,
siempre
perdona nuestras debilidades, Que sea un darse a las claras te pertenecemos sólo a Ti.
esparcidas en el ir y venir de cada día, con la mirada serena Ayúdanos a vivir con esta Fe.
amontonadas y ocultas y con el corazón alegre.
debido a nuestro equivocado culto a la apariencia. TÚ ME APRECIAS, SEÑOR
Todo, Señor, Juanjo Elezkano
Haznos caer en cuenta enséñame a darlo todo.
de la grandeza en la que nos creaste, No merezco tu aprecio, Señor.
de la bondad que Tú has puesto en nuestro origen TODO MI CORAZÓN Sin embargo, Tú me lo das
y del bien que, aunque sea un poco más tarde, Javier F. Chento sencillamente, de balde,
siempre podemos empezar a hacer. igual que haces con todo.
Todo mi corazón, ascua de hombre
clama inflamado hacia Ti. Tú ves, Señor, cuánto me quejo
Ten misericordia Tú, Señor,
Todo mi ser se eleva de la gente.
porque muchas veces,
y ansía conocer tu rostro. de lo que me pasa a mí.
ofuscados por leyes y muros
¡No me escondas tu rostro, Señor! No hago más que buscar senderos llanos.
inventados por nuestra inquieta imaginación,
Hay tantos que no te conocen, Huyo de las cuestas y del esfuerzo
ni para nosotros mismos tenemos misericordia.
que no han gustado de Ti... y lo que busco es estar tranquilo.
pero yo te busco, Señor
Ayúdanos a verte cercano,
y desde mi juventud Te doy gracias cuando me salen bien las cosas.
siempre dispuesto al perdón,
anhelo cada día ser más amigo tuyo. Me cuesta mucho más dártelas
para que ése sea nuestro mejor apoyo:
En mi corazón te llamo, cuando la vida me exige sacrificios y renuncias.
el saber que siempre podemos volver a Ti
Jesús, Rehuyo “con elegancia” los esfuerzos por los
y que tus puertas jamás se han cerrado.
amigo. demás.
y en mi corazón Desaparezco de improviso,
Lávanos con tu bondad.
algún día alegando que tengo mucho que hacer.
Que, liberados de lo que nos ata al pasado,
te he de encontrar. Me cuesta verme en el espejo de la verdad.
hagamos de nuestra vida y de nuestras fuerzas
una entrega que nos invite cada día Me engaño a mí mismo fácilmente.
TÚ ERES NUESTRO DUEÑO
a vivir gozosamente tu misericordia, Juanjo Elezkano
en nosotros mismos Y aún así Tú me aprecias, Señor.
y en aquéllos que también la necesitan. Señor, ¡Qué imagen más equivocada tengo de Ti!
nada nos pertenece. Tu bondad puede con todo.
TE OFRECEMOS, SEÑOR Todo es tuyo. Tu amor lo cambia todo.
Juanjo Elezkano Y, si nos dejamos,
Nos parece hasta mentira nos vas cambiando a nosotros,
Te ofrecemos, Señor, toda esta jornada
tener que ir y venir: a cada uno.
y en ella
venir a esta vida poco a poco.
esta reunión que vamos a hacer ahora.
y tener que irnos,
a veces tan inesperadamente. Gracias, Señor, por el aprecio que me tienes,
Regálanos la sonrisa
por lo que nos quieres a mí y a todos.
para mirar a los demás con amabilidad.
Siembra en nuestro corazón deseos nuevos Muchas veces
imaginamos tener una buena salud, Ayúdanos a pensar en ésto de vez en cuando,
para que tratemos de hacer la vida
nuestra sangre joven para que nosotros también
más agradable a los otros.
parece que puede con todo. tratemos de apreciar así a los demás.
Ayúdanos a ser sinceros
para que los demás nos conozcan mejor,
Pero también
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TÚ ME HAS CREADO eres Tú nuestro mayor motivo de unión. VEN A MI VIDA
Juanjo Elezkano Juanjo Elezkano
Ayúdanos a presumir de nuestra debilidad,
Padre, a ser coherentes con lo que decimos, Ven,
yo sé que me has creado a sembrar con ilusión para que Tú recojas, ven a nuestra vida, Señor,
y que en el mundo estoy por Ti, a amarnos unos a otros sin complejos a nuestra casa,
porque Tú me has enviado. y a tratar de hacerlo todo desde la humildad. entra con confianza,
te esperamos,
Lo quiero recordar especialmente Y, aunque seamos pocos, ven a nuestros juegos,
ahora, al comenzar este día. haz que nuestro testimonio hazte amigo nuestro.
Dame valor sea cada día mayor.
para empezar con coraje Ven a esta tierra
los quehaceres de hoy TU PODER ES GRANDE donde nos cuesta convivir,
y para responder con Fe Juanjo Elezkano aceptar a los demás.
a las dificultades que me encuentre. Ven otra vez,
Te lo pido en confianza Señor, danos otra lección
porque sé que cuento contigo. tu poder es grande, y háblanos desde el pobre,
pero tu bondad para que tu venida nos ayude a ser mejores.
TÚ ME VISITAS CADA DÍA, es incalculable.
SEÑOR VOLVERÉ A SEMBRAR
Juanjo Elezkano
Tú me has creado, Juanjo Elezkano

Señor Dios, me has dado cualidades.

al comenzar el día Tú me visitas
y abres la ventana
para que admire todas las maravillas que has
creado.
Y entre todo lo que has creado
veo a la persona humana,
tu obra más grande.
Tú me has creado
con la capacidad de hacer el bien,
pero yo me siento con frecuencia
débil y necesitado;
por éso, quizás, pido tu ayuda con tanta
frecuencia.
Señor,
deseo ser libre,
decidir por mí mismo las cosas,
pero es una pretensión que nunca termino de
alcanzar,
aunque voy entendiendo poco a poco
que realizarme enteramente
es darme cada día más a la gente
como Jesús.
Tú me has prometido, Señor, que me oirás
y que me darás tu ayuda.
Yo confío plenamente en Ti
y me fío de tu palabra.
Aunque a veces piense que voy a la deriva
yo sé que Tú estás ahí,
Ayúdame a utilizarlas Volveré a sembrar
para el bien de otros aunque quizás vuelva a perder la cosecha.
y para el bien de la humanidad.
Me volveré a arriesgar
UN POZO SIN FONDO porque Jesús lo supo hacer tantas y tantas veces.
Juanjo Elezkano Sólo me echaré en cara
el haber buscado razones sin peso
Tu bondad, Señor, para demorar la siembra
es un pozo sin fondo, y abandonarme “a lo que salga”.
una ciudad encantada
en la que, hasta el más exigente, Trataré de no rendirme
encuentra alegría y descanso. ante cosas sin importancia,
lo que diga la gente, los desprecios
Tú, Señor, das sin medida y hasta algún disgusto serio
y confortas nuestro decaimiento, que me pueda encontrar.
haciéndote el “encontradizo”
en las palabras de un pobre, Trataré de no perder el tiempo
en la imagen de cada hermano, en hacer el marketing de mis inversiones.
en la vitalidad de tantos jóvenes simplemente porque Jesús no lo hizo.
y hasta en la ingenua sonrisa de un niño.
Revisando mi vida en el silencio
No conozco otro sitio volveré a “perder el tiempo”
a donde pueda ir a beber tan confiado. estando con la gente,
Nadie mejor que Tú, Señor, aceptándoles como son.
sabe calmar mi sed.
Mis esfuerzos no serán baldíos
Que siempre vuelva, Señor, porque tengo una promesa
a tu casa. que me quita la inquietud:
a beber en este pozo. sé que Dios siempre estará.
VEN
Juanjo Elezkano

en mis idas y venidas,

en el silencio de mi vida Señor,
y en la historia del mundo. ven a esta reunión
y háblanos
Dame valor para seguir adelante, Señor, para que recibamos tu enseñanza
y, sobre todo, para dejarme guiar por Ti. con la misma alegría
con la que recibimos el sol.
TÚ NOS HAS TRAÍDO
Juanjo Elezkano Que esta oración nos dé muchos ánimos
y nunca olvidemos nuestro deber:
Estamos aquí servir a los demás.
porque nos fiamos de tu Palabra
y porque Tú nos has traído. Te lo pedimos
por Jesucristo, nuestro Señor.
Nos unen muchas cosas: Amén.
la amistad, la misión y la vida
pero, sin duda,
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