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INTRODUCCIÓN.-
El presente informe, su contenido y recomendaciones se enmarca en los objetivos del
Contrato de Consultoría GEF/GA/083/2013. El punto de inicio ha sido la identificación
de normativa relacionada con los recursos hídricos, el medio ambiente y los recursos
naturales en particular, abarcando desde la Constitución Política del Estado, las Leyes,
Decretos Supremos y Resoluciones Administrativas correspondientes a los niveles de
nacionales, departamentales y municipales de gobierno.
Una vez identificada la normativa, esta fue sistematizada en una matriz que forma parte
anexa al presente documento para luego ingresar en un amplio análisis de la normativa
sistematizada, tomando como referencia diversos aspectos que tienen incidencia directa o
indirecta sobre los recursos hídricos verificando la cobertura legal a estas interacciones,
identificando en muchos casos concordancia normativa; en otros insuficiencia normativa
y en otras inclusive ausencia normativa, siendo el más llamativo el de la dispersión
normativa sin la existencia de una línea de principios y objetivos concretos que regulen
la materia. Es evidente que en la actualidad la línea principal de gestión de recursos
hídricos en Bolivia está definida por la Constitución Política del Estado del año 2009;
por ello la principal recomendación que se puede hacer en el presente estudio, es la de
traducir los preceptos constitucionales en normativa de desarrollo.
Por último, el análisis concluye con una serie de recomendaciones estratégicas que
debieran llevarse adelante para lograr una adecuada gestión de los recursos hídricos y su
protección jurídica.
1
Análisis de los instrumentos, principios y normas legales y sublegales vigentes en lo
ordenamiento jurídico interno de lo país de la Cuenca Amazónica en la gestión de los
recursos hídricos
1.1.1 La Constitución Política y comentarios sobre los artículos sobre la protección y gestión
de los recursos ambientales y del agua, así como la relación entre las poblaciones
tradicionales y los recursos hídricos. Descripción de las reglas que tienen que ver con los
recursos hídricos y el medio ambiente.
Con relación al medio ambiente en general, la Constitución Política del Estado, incorpora por
primera vez en el ordenamiento jurídico boliviano el Derecho al Medio Ambiente como parte de
los derechos sociales y económicos, prescribiendo al respecto lo siguiente:
Artículo 33. Las personas tienen derecho a un medio ambiente saludable, protegido y
equilibrado. El ejercicio de este derecho debe permitir a los individuos y colectividades de
las presentes y futuras generaciones, además de otros seres vivos, desarrollarse de manera
normal y permanente.
Con relación a un medio ambiente saludable, la Organización Mundial de la Salud (OMS), plantea
que “un medio ambiente saludable es un requisito indispensable para que las personas sean más
1
Asamblea Constituyente de Bolivia; http://www.laconstituyente.org/; consultada el 30 de septiembre de 2009.
2
saludables” 2 , en tal sentido, puede entenderse que el precepto constitucional se enfoca al
mejoramiento y en su caso mantención de la Calidad Ambiental en términos de prevención,
mitigación –reducción- y control de la contaminación de los diferentes factores ambientales como
son el agua, el aire, el suelo y de la prevención y mitigación de la degradación de la fauna y la
flora.
A este nivel de regulación, conviene resaltar que este artículo Constitucional de cobertura general
está directamente relacionado con el artículo 108.16 del texto constitucional referido a los deberes
de las bolivianas y los bolivianos en lo corresponde a “Proteger y defender un medio ambiente
adecuado para el desarrollo de los seres vivos”; y al artículo 342 cuando establece que “Es deber
del Estado y de la población conservar, proteger y aprovechar de manera sustentable los recursos
naturales y la biodiversidad, así como mantener el equilibrio del medio ambiente.”
Otro aspecto que corresponde resaltar en relación con la incorporación del Derecho al Medio
Ambiente en el texto de la Constitución Política del Estado, es el del reconocimiento del valor
intrínseco de otros seres vivos en superando una visión meramente antropocentrista de la
conservación y gestión del medio ambiente y los recursos naturales.
Por último, con relación al señalado artículo 33, cabe resaltar la sujeción en el ejercicio de este
derecho por parte de las presentes generaciones al reconocimiento del derecho que tienen las
futuras generaciones de desarrollarse de manera normal y permanente, incorporando el criterio de
sostenibilidad.
Con relación a las acciones de defensa del Derecho al Medio Ambiente, el artículo 34 de la
Constitución Política del Estado, establece:
En este orden de ideas, la Constitución Política del Estado del año 2009 incorpora al ordenamiento
jurídico boliviano como acción de defensa de los derechos e intereses colectivos, a la acción
popular, de acuerdo con los siguientes preceptos:
Artículo 135. La Acción Popular procederá contra todo acto u omisión de las autoridades
o de personas individuales o colectivas que violen o amenacen con violar derechos e
intereses colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad
pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por esta Constitución.
Artículo 136.
I. La Acción Popular podrá interponerse durante el tiempo que subsista la vulneración o la
amenaza a los derechos e intereses colectivos. Para interponer esta acción no será
necesario agotar la vía judicial o administrativa que pueda existir.
II. Podrá interponer esta acción cualquier persona, a título individual o en representación
de una colectividad y, con carácter obligatorio, el Ministerio Público y el Defensor del
Pueblo, cuando por el ejercicio de sus funciones tengan conocimiento de estos actos. Se
aplicará el procedimiento de la Acción de Amparo Constitucional.
Otro aspecto relevante a diferencia de la acción de amparo es el hecho de que no será necesario
agotar la vía judicial o administrativa que pueda existir, situación que a decir de Antonio
4
Andaluz3, “podría generar un agolpamiento de causas en la vía judicial extraordinaria (…) pues
no se entiende que alguien acuda a la reclamación ordinaria ante la sede administrativa o judicial
prevista por el ordenamiento legal, si puede acudir directamente a la extraordinaria de acción
popular”.
Otros aspectos que resultan oportunos de señalar en relación al tratamiento constitucional de medio
ambiente los encontramos en el capítulo referido a los Principios, Valores y Fines del Estado en el
que se plasma una visión concreta de desarrollo bajo criterios de sostenibilidad (termino que no se
utiliza expresamente en el texto constitucional pero que se puede deducir de sus planteamientos)
expresado de la siguiente manera:
Artículo 9. Son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que establece la
Constitución y la ley:
3
Antonio Andaluz et al. Estudios Sobre la Constitución Aprobada en Enero del 2009. Primera edición agosto 2009.
Pág. 207
5
La Constitución boliviana del año 2009, en el marco de la estructura y organización económica del
Estado, desarrolla todo un Titulo relacionado con Medio Ambiente, Recursos Naturales, Tierra y
Territorio. Desarrollando cada uno de estos aspectos por Capítulos, es así que en lo que
corresponde al capítulo Medio Ambiente, el texto constitucional establece los siguientes parámetros
constitucionales:
Este artículo está referido principalmente a la participación en los procesos de consulta pública
emergentes de la aplicación de sistemas de evaluación de impacto ambiental y otorgación de
permisos y derechos de uso y aprovechamiento de los recursos naturales. Ingresa dentro de un
ámbito de participación de alcance general, desarrollando un ámbito de participación especial a la
consulta previa, libre e informada aplicable a los pueblos indígenas originarios campesinos.
Artículo 344.
I. Se prohíbe la fabricación y uso de armas químicas, biológicas y nucleares en el territorio
boliviano, así como la internación, tránsito y depósito de residuos nucleares y desechos
tóxicos.
Con relación al parágrafo 3 del artículo citado, corresponde señalar que si bien, es coherente con la
línea constitucional de tutela del medio ambiente, el mismo debe ser desarrollado mediante una
4
Antonio Andaluz et al. Estudios Sobre la Constitución Aprobada en Enero del 2009. Primera edición agosto 2009.
Pág. 214.
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Ley en la que se establezca un catálogo de infracciones administrativas así como, como la
tipificación de los delitos ambientales. No debe prestarse a confusión lo prescrito en cuanto a
sanción penal y administrativa evitando en todos los casos la transgresión del principio non bis in
ídem por el que (…) no pueden imponerse dos sanciones –administrativas o una administrativa y
otra penal- simultáneamente por unos mismos hechos, realizados por el mismo sujeto y con
identidad de fundamentos (…). Este principio conlleva además, en su vertiente procesal, que no
pueden instruirse simultáneamente dos procedimientos punitivos por un mismo hecho antijurídico,
debiendo darse en estos casos preferencia, como ha declarado el TC (…) –referencia al Tribunal
Constitucional Español-, al orden jurisdiccional penal, de lo que resulta que los órganos de la
Administración habrán de abstenerse de llevar a cabo actuaciones o procedimientos
sancionadores cuando los hechos puedan ser constitutivos de delito (…)5.
Con relación al carácter estratégico, resulta relevante para entender el alcance del precepto
constitucional, referirse por una parte al artículo 348.1. que establece que “Son recursos naturales
los minerales en todos sus estados, los hidrocarburos, el agua, el aire, el suelo y el subsuelo, los
bosques, la biodiversidad, el espectro electromagnético y todos aquellos elementos y fuerzas físicas
susceptibles de aprovechamiento”. Y por otro lado, al artículo 351.1. que establece que “El Estado,
asumirá el control y la dirección sobre la exploración, explotación, industrialización, transporte y
comercialización de los recursos naturales estratégicos (…)”.
Otro aspecto que merece atención, es la “declaración” del artículo en lo que corresponde a que “Su
conservación y aprovechamiento para beneficio de la población será responsabilidad y atribución
exclusiva del Estado” en el que se puede percibir una contradicción en relación con los artículos
342, 343 y 345 en los que se establece que “la población” tiene el deber de aprovechar de manera
5
Blanca Lozano Cutanda. Derecho Ambiental Administrativo. DYKINSON 2000. Pág. 352.
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sustentable (…); situación que en todo caso corresponderá resolver al Tribunal Constitucional
Plurinacional y ser regulado mediante Ley.
Artículo 347.
I. El Estado y la sociedad promoverán la mitigación de los efectos nocivos al medio
ambiente, y de los pasivos ambientales que afectan al país. Se declara la responsabilidad
por los daños ambientales históricos y la imprescriptibilidad de los delitos ambientales.
II. Quienes realicen actividades de impacto sobre el medio ambiente deberán, en todas las
etapas de la producción, evitar, minimizar, mitigar, remediar, reparar y resarcir los daños
que se ocasionen al medio ambiente y a la salud de las personas, y establecerán las
medidas de seguridad necesarias para neutralizar los efectos posibles de los pasivos
ambientales.
Con relación a la declaración de responsabilidad por los daños ambientales históricos, cabe
resaltar que de acuerdo con el artículo 228 de la Constitución boliviana, establece que “La ley sólo
dispone para lo venidero y no tendrá efecto retroactivo, excepto (…) en materia penal, cuando
beneficie a la imputada o al imputado (…)”.
El texto constitucional además del capítulo de medio ambiente, en relación con el tema, desarrolla
de manera extensa, capítulos relacionados con:
Recursos Naturales
Hidrocarburos
Minería y Metalurgia
Recursos Hídricos (nos detendremos en este capítulo)
Energía
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Biodiversidad, Coca, Áreas Protegidas y Recursos Forestales
Amazonia
Tierra y Territorio
Dado el enfoque del presente análisis, vamos a desarrollar in extenso el capítulo constitucional
relacionado con los Recursos Hídricos. En este sentido, cabe resaltar que el régimen constitucional
de los recursos hídricos, plantea de manera inequívoca en el artículo 373.I. el establecimiento del
derecho “fundamentalísimo” al agua para la vida, expresado en los siguientes términos:
Artículo 373.
I. El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la
soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de
principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y
sustentabilidad.
II. Los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos, constituyen
recursos finitos, vulnerables, estratégicos y cumplen una función social, cultural y
ambiental. Estos recursos no podrán ser objeto de apropiaciones privadas y tanto ellos
como sus servicios no serán concesionados y están sujetos a un régimen de licencias,
registros y autorizaciones conforme a Ley.
Con relación al primer parágrafo, Antonio Andaluz6 reflexiona diciendo, en este artículo aparece
un derecho “fundamentalismo”, cuando en el capítulo respectivo de la parte dogmática solo se
habla de “derechos fundamentales”, entre ellos, el derecho a la vida (artículo 15.1), de manera
que si se tomara en serio que el acceso al agua (…) es un derecho fundamentalísimo, habría que
concluir que en Bolivia el acceso al agua es un derecho que está por encima del derecho a la vida,
en la medida que este es solo fundamental, en tanto que aquel es fundamentalísimo.
Con relación a lo que es el agua para la vida, corresponde señalar que la Ley de la Madre Tierra y
el Desarrollo Integral para Vivir Bien promulgada en el mes octubre de 2012, desarrollando una
especie de definición del término, establece que está referido al uso y acceso indispensable y
prioritario al agua, debe satisfacer de forma integral e indistinta la conservación de los
componentes, zonas y sistemas de vida de la Madre Tierra, la satisfacción de las necesidades de
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Antonio Andaluz et al. Estudios Sobre la Constitución Aprobada en Enero del 2009. Primera edición agosto 2009.
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agua para consumo humano y los procesos productivos que garanticen la soberanía con seguridad
alimentaria, colocando en un mismo orden de prelación, el agua para consumo humano;
consideramos que esto debiera esclarecerse con mayor presicion con miras a establecer una
prioridad respecto a la utilización para este fin.
En relación con el segundo párrafo del artículo 373, corresponde señalar que se relaciona con el
criterio de no mercantilización, el mismo que ya había sido incluido en el “Plan Nacional de
Desarrollo - “Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática Para Vivir Bien – Lineamientos
Estratégicos” 7 , estableciendo en el apartado 4.4.4. referido a los recursos ambientales, que la
consideración del agua como servicio ambiental ha generado corrientes que establecen
mecanismos de venta para incentivar su conservación. Estos enfoques han conducido a que primen
políticas y normas que configuraron al agua como un recurso transable en el mercado y que
condujeron en muchos casos a su privatización, medidas que determinaron secuelas de
desigualdad e inequidad, en el acceso a este vital elemento por parte de la población más
vulnerable.
Por su parte, la Ley Marco de la Madre Tierra y el Desarrollo Integral para Vivir Bien8 del 15 de
octubre del año 2012, como Ley de desarrollo de los preceptos constitucionales relacionados con la
materia, plantea como un principio de alcance general en relación al medio ambiente y los recursos
naturales, el de no mercantilización de las funciones ambientales de la madre tierra, y con relación
al agua para la vida, establece en el parágrafo 3, que, el agua en todos su ciclos hídricos y estados,
superficiales y subterráneos, así como sus servicios, no podrán ser objeto de apropiaciones
privadas ni ser mercantilizados. El acceso al agua estará sujeto a un régimen de licencia, registros
y autorizaciones conforme a Ley del Agua específica. Corresponde señalar que hasta la fecha del
presente documento, no se ha desarrollado una nueva Ley del Agua, estando vigente la Ley del año
1906.
II. El Estado reconocerá, respetará y protegerá los usos y costumbres de las comunidades,
de sus autoridades locales y de las organizaciones indígena originaria campesinas sobre el
derecho, el manejo y la gestión sustentable del agua.
III. Las aguas fósiles, glaciales, humedales, subterráneas, minerales, medicinales y otras
son prioritarias para el Estado, que deberá garantizar su conservación, protección,
preservación, restauración, uso sustentable y gestión integral; son inalienables,
inembargables e imprescriptibles.
Con relación al parágrafo I, consideramos que se ha planteado la cuestión del agua para la vida en
líneas previas, estando presente la disyuntiva respecto al establecimiento de una prelación respecto
a su uso en relación a consumo humano, o, es que este se realizará sin distinción en relación
además al uso de agua para seguridad alimentaria. El parágrafo concluye remitiendo el
establecimiento de condiciones y limitaciones de uso a una Ley que como se ha señalado líneas
arriba, aun no se ha incorporado al ordenamiento jurídico boliviano.
Por lo demás, el artículo incorpora el reconocimiento de derechos de los pueblos indígenas respecto
de los usos y costumbres sobre el derecho, el manejo y la gestión del agua. En este punto,
consideramos que la prescripción contenida en el texto constitucional es coherente con otras
disposiciones constitucionales en relación con los derechos de los pueblos indígenas; sin embargo,
esto no ha planteado soluciones inmediatas frente a la realidad de los hechos en relación con la
minería y los hidrocarburos en el país, que terminan por esgrimir un derecho preferente en razón al
interés nacional pasando por encima de las comunidades en relación al tema específico del agua.
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El parágrafo II del artículo en análisis, plantea el reconocimiento de los usos y costumbres de las
comunidades, de sus autoridades locales y de las organizaciones indígena originaria campesinas
sobre el derecho, el manejo y la gestión sustentable del agua. En tal sentido vale la pena comentar
que con relación al manejo y gestión tendrá que estarse a las prescripciones técnicas y científicas en
relación a la cuenca y que desde un enfoque de unidad de gestión deberán establecerse criterios
mínimos de gestión aplicables a todos quienes tengan alguna relación con la cuenca para diversos
usos, solo así podrá hacerse efectiva la gestión como unidad; con prescripciones de alcance general
en procura del interés colectivo, más allá de que si se trataran de comunidades o pueblos indígenas,
ganaderos, agricultores u otros.
El artículo 376 de la Constitución boliviana, considera a los recursos hídricos como estratégicos
cuando señala:
Artículo 376. Los recursos hídricos de los ríos, lagos y lagunas que conforman las cuencas
hidrográficas, por su potencialidad, por la variedad de recursos naturales que contienen y
por ser parte fundamental de los ecosistemas, se consideran recursos estratégicos para el
desarrollo y la soberanía boliviana. El Estado evitará acciones en las nacientes y zonas
intermedias de los ríos que ocasionen daños a los ecosistemas o disminuyan los caudales,
preservará el estado natural y velará por el desarrollo y bienestar de la población.
Evidentemente el artículo se plantea en una línea coherente con el régimen de constitucional del
medio ambiente y los recursos naturales a partir de un enfoque dirigido a la conservación con un
enfoque de cuenca; la consideración como recursos estratégicos, como ya habíamos mencionado,
está relacionado con el artículo 351 del texto constitucional, que establece que el Estado, asumirá
el control y la dirección sobre la exploración, explotación, industrialización, transporte y
comercialización de los recursos naturales estratégicos a través de entidades públicas,
cooperativas o comunitarias.
Artículo 377.
I. Todo tratado internacional que suscriba el Estado sobre los recursos hídricos
garantizará la soberanía del país y priorizará el interés del Estado.
13
II. El Estado resguardará de forma permanente las aguas fronterizas y transfronterizas,
para la conservación de la riqueza hídrica que contribuirá a la integración de los pueblos.
En tal sentido, como no podía ser de otra manera, se afirma que la suscripción de Tratados
Internacionales, no puede comprometer la soberanía del país; en relación al tema del tratamiento de
aguas fronterizas y trasfronterizas si bien denota la voluntad del Estado en la conservación de este
tipo de aguas, no se puede obviar el hecho que esto no representa una acción de mutuo propio del
Estado cuya jurisdicción y competencia solamente alcanza a los límites territoriales del mismo.
En este punto cabe detenerse el artículo 1 de la Constitución boliviana que establece que Bolivia se
constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre,
independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías (…). Esta
caracterización del Estado boliviano, ameritaría de acuerdo con la doctrina revisada un análisis a
mayor profundidad y eso quedara para un estudio específico de derecho constitucional, lo evidente
es que a partir del año 2009, Bolivia enfrenta el desafío de concretar este nuevo Estado que aunque
se declara “unitario”, es también plurinacional y autonómico.
Jose Antonio Rivera S.9, en relación al tema plantea que la distribución territorial del ejercicio del
poder político podría implementarse en diferentes niveles; desde el nivel mínimo, con un modelo
de Estado unitario con descentralización o desconcentración administrativa; hasta el nivel máximo
de distribución, con un modelo de Estado federal (…). La Constitución –continua-, sobre la base
del nuevo modelo de Estado adoptado, ha optado por un nivel intermedio de Estado con
descentralización y autonomías.
Con relación a las autonomías, la Constitución Política del Estado viene a desarrollar este
mecanismo de descentralización política y administrativa cuando en su artículo 272, establece que
la autonomía implica la elección directa de sus autoridades por las ciudadanas y los ciudadanos,
la administración de sus recursos económicos, y el ejercicio de las facultades legislativa,
reglamentaria, fiscalizadora y ejecutiva, por sus órganos del gobierno autónomo en el ámbito de
su jurisdicción y competencias y atribuciones.
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Jose Antonio Rivera S. et al. Estudios Sobre la Constitución Aprobada en Enero del 2009. Primera edición agosto
2009. Pág. 47.
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En este sentido, establece los siguientes tipos de autonomías:
Cabe hacer notar que la Constitución Política del Estado en su artículo 390 del Capítulo
Octavo referido a la Amazonia del Título II correspondiente a medio ambiente, recursos
naturales, tierra y territorio de la Cuarta Parte referida a la estructura y organización
económica del Estado, establece que, la amazonia boliviana comprende la totalidad del
departamento de Pando, la provincia Iturralde del departamento de La Paz y las
provincias Vaca Díez y Ballivián del departamento del Beni (…).
El parágrafo III del artículo 208 prescribe que la región podrá constituirse en autonomía
regional, a iniciativa de los municipios que la integran, vía referendo en sus jurisdicciones.
Sus competencias deben ser conferidas por dos tercios de votos del total de los miembros
del órgano deliberativo departamental. Debe entenderse que la autonomía regional no
10
Herencia Interdisciplinaria para el Desarrollo Sostenible. Amazonía boliviana.
http://www.herencia.org.bo/index.php?q=amazonia_boliviana/criterios. Consultada el 08 de octubre de 2013.
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encuentra competencias definidas en el texto Constitucional sino que son tomadas de las
autonomías departamentales mediante transferencia expresa.
De acuerdo con el artículo 281, la región no tiene facultad legislativa, reservándose para
esta facultad deliberativa, normativo-administrativa y fiscalizadora.
Exclusivas, aquellas en las que un nivel de gobierno tiene sobre una determinada materia
las facultades legislativa, reglamentaria y ejecutiva, pudiendo transferir y delegar estas dos
últimas.
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Concurrentes, aquellas en las que la legislación corresponde al nivel central del Estado y
los otros niveles ejercen simultáneamente las facultades reglamentaria y ejecutiva.
1. Competencias Privativas del Nivel Central del Estado (artículo 298 I.):
2. Competencias Exclusivas del Nivel Central del Estado (artículo 298 II.):
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10. Aseo urbano, manejo y tratamiento de residuos sólidos en el marco de la política del
Estado (27).
11. Sistemas de microriego en coordinación con los pueblos indígena originario
campesinos (38).
12. Servicios básicos así como aprobación las tasas que correspondan en su jurisdicción
(40).
13. Áridos y agregados, en coordinación con los pueblos indígena originario
campesinos, cuando corresponda (41).
20
8. Competencias Compartidas que podrán Ejercer las AIOC11 (artículo 304 II.):
9. Competencias Concurrentes que podrán ejercer las AIOC (artículo 304 III.):
De acuerdo con la Constitución Política del Estado, en su artículo 179 III., la justicia constitucional
se ejerce por el Tribunal Constitucional Plurinacional y en su artículo 196 I., establece que este
vela por la supremacía de la Constitución, ejerce el control de constitucionalidad, y precautela el
respeto y la vigencia de los derechos y las garantías constitucionales.
El texto constitucional incorpora innovaciones de índole institucional y procesal, entre las primeras,
se puede mencionar la incorporación en la denominación del elemento plurinacional, manteniendo
el modelo kelseniano de control de constitucionalidad por el que se encomienda la labor a un
11
(AIOC) Autonomía Indígena Originaria Campesina.
21
organismo especializado dentro de la estructura del órgano judicial; incorporando además algunos
elementos del modelo americano de la revisión judicial12. Esta caracterización de plurinacional
podría estar determinada por las prescripciones del artículo 197 I., cuando prescribe que (…) estará
integrado por Magistradas y Magistrados elegidos con criterios de plurinacionalidad, con
representación del sistema ordinario y del sistema indígena originario campesino.
En cuanto a las innovaciones de índole procesal, el articulo 196 II. establece que (…) el Tribunal
Constitucional Plurinacional aplicará como criterio de interpretación, con preferencia, la
voluntad del constituyente, de acuerdo con sus documentos, actas y resoluciones, así como el tenor
literal del texto, utilizando el método histórico y gramatical, situación que a decir de José Antonio
Rivera S., estaría amarrando al órgano de control de constitucionalidad a la voluntad de la
Asamblea Constituyente, frente a la realidad económica, política imperante en el momento en que
se desarrolló su labor interpretativa13.
1. Acción de Libertad.- Aplicable a toda persona que considere que su vida está en peligro,
que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad
personal (artículo 125 y sgts.).
12
Jose Antonio Rivera S. et al. Estudios Sobre la Constitución Aprobada en Enero del 2009. Primera edición agosto
2009. Pág. 43.
13
Jose Antonio Rivera S. et al. Estudios Sobre la Constitución Aprobada en Enero del 2009. Primera edición agosto
2009. Pág. 45.
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3. Acción de Protección de Privacidad.- Aplicable a toda persona individual o colectiva que
crea estar indebida o ilegalmente impedida de conocer, objetar u obtener la eliminación o
rectificación de los datos registrados por cualquier medio físico, electrónico, magnético o
informático, en archivos o bancos de datos públicos o privados, o que afecten a su derecho
fundamental a la intimidad y privacidad personal o familiar, o a su propia imagen, honra y
reputación (artículo 130 y sgts.).
6. Acción Popular.- Contra todo acto u omisión de las autoridades o de personas individuales
o colectivas que violen o amenacen con violar derechos e intereses colectivos, relacionados
con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente y otros
de similar naturaleza reconocidos por esta Constitución (artículo 135 y sigts.).
Con relación a las decisiones del Tribunal Constitucional Plurinacional en relación al agua y al
medio ambiente, hay que señalar que tanto el derecho al medio ambiente como la acción de
defensa, forman parte relativamente reciente del ordenamiento jurídico boliviano, en tal sentido no
existe una praxis ciudadana suficientemente desarrollada como para activar el sistema judicial,
incluyendo la práctica profesional relacionada con la oportunidad y argumentación de la acción
popular y lo novedoso que ella resulta para los propios tribunales. Sin embargo, se han presentado
algunos casos que vale la pena mencionar en cuanto al derecho defendido y las decisiones
adoptadas.
23
Con relación a la acción popular, se pueden evidenciar decisiones del Tribunal Constitucional
Plurinacional en relación a los alcances de la protección de la Acción Popular en el sentido de la
SCP 0176/2012 de 14 de mayo de 2012, que sostuvo que esta alcanza a los derechos e intereses
colectivos objeto de protección constitucional explícita: el patrimonio, el espacio, la seguridad, la
salubridad pública y el medio ambiente; a otros derechos de similar naturaleza; es decir, de
carácter colectivo o difuso -diferentes a los explícitamente enunciados- contenidos en normas que
integren en bloque de constitucionalidad (art. 410.II de la CPE) o incluso en normas legales de
características similares a los referidos e indispensables para el vivir bien, en su carácter
colectivo; y, a otros derechos incluso subjetivos en virtud al principio de interrelación de los
derechos fundamentales.
Consiguientemente, a partir de una interpretación sistemática del art. 135 de la CPE, se debe
concluir que la acción popular protege, además de derechos e intereses colectivos, derechos e
intereses difusos -ambos contenidos bajo el nomen iuris 'Derechos Colectivos'…”.
Con relación a la legitimación activa, la misma sentencia constitucional, determino que, “…la
acción popular puede ser presentada por cualquier persona cuando se alegue lesión a derechos o
intereses difusos; legitimación amplia que se justifica por la naturaleza de dichos derechos
resguardados por la acción popular, que debe su nombre precisamente a esa característica; sin
embargo, debe aclararse que cuando a través de esta acción se pretenda la tutela de derechos o
intereses colectivos, en mérito a que la titularidad de los mismos corresponde a un grupo o
colectividad, la acción deberá ser presentada por cualquier persona perteneciente a dicha
colectividad o, por otra a su nombre, sin necesidad de mandato…”.
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Otro aspecto de relevancia, por su contribución al desarrollo e implementación de la acción popular
en Bolivia, está relacionado con la diferenciación entre derechos o intereses colectivos, difusos e
individuales homogéneos, la SCP 0176/2012 de 14 de mayo de 2012.
Respecto a los derechos e intereses colectivos señala, “Derechos o intereses colectivos en sentido
estricto, correspondientes a un colectivo identificado o identificable como son por ejemplo las
naciones y pueblos indígena originario campesinos (art. 30.II de la CPE), cuyos componentes
están organizados y mantienen relaciones orgánicas entre sí.”
Con relación a los derechos e intereses difusos señala, “Derechos o intereses difusos, que
corresponden a una pluralidad de personas que no pueden determinarse, lo que puede suceder por
ejemplo cuando la distribución de un medicamento dañado amenaza a todo potencial usuario.
Asimismo, por la naturaleza de estas circunstancias no existe la posibilidad de concebir que la
pluralidad de sujetos estén organizados mediante mecanismos de coordinación de voluntades y
menos que tengan una relación orgánica entre sí”
En cuanto a los derechos e intereses individuales homogéneos señala que, “Derechos o intereses
individuales homogéneos -que en el marco de la SC 1018/2011-R de 22 de junio, se denominan
intereses de grupo-, corresponden a un conjunto de personas que accidentalmente se encuentran
en una misma situación cuyos componentes individualmente cuentan con derechos subjetivos por
un “origen común” siendo sus acciones procesales divisibles, pero que en virtud al principio de
economía procesal se pueden tratar de forma colectiva, aspecto que sucede por ejemplo cuando un
producto defectuoso provocó daños en la salud de varios individuos, en dichos casos los afectados
buscarán el resarcimiento, pero para no iniciar sucesivas demandas civiles en detrimento a la
administración de justicia pueden resolverse en una misma sentencia”.
La SCP 0176/2012 de 14 de mayo de 2012, concluye estableciendo que “se puede colegir que los
derechos o intereses colectivos en sentido estricto y los derechos o intereses difusos que en esencia
son transindividuales e indivisibles y necesariamente requieren una solución unitaria y uniforme,
son tutelables por la acción popular, mientras que los derechos o intereses individuales
homogéneos al tratarse de derechos subjetivos donde se busca el resarcimiento no se tutelan a
través de la acción popular, puesto que en el derecho comparado se protegen por las acciones de
grupo (Colombia) donde la sentencia determinará diferentes grados de afectación y de reparación
económica”.
25
Con relación al derecho al agua, la misma sentencia constitucional, señala que “Otros derechos de
similar naturaleza; es decir, de carácter colectivo o difuso -diferentes a los explícitamente
enunciados- contenidos en normas que integren en bloque de constitucionalidad (art. 410.II de la
CPE) o incluso en normas legales de características similares a los referidos e indispensables para
el vivir bien, en su carácter colectivo, lo que concuerda con el concepto de progresividad que rige
a los derechos, como sucede con el derecho al agua, que se constituye en un derecho autónomo y
con eficacia directa que en su dimensión colectiva como derecho difuso y colectivo, encuentra
protección por la acción popular”.
26
la CPE), o lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos llama el derecho al
acceso a una existencia digna.
(…)
En este contexto, debe diferenciarse sobre las vías de protección del derecho al agua
potable, así:
1)Cuando se busca la protección del derecho al agua potable como derecho subjetivo y por
tanto depende del titular o titulares individualmente considerados su correspondiente
exigibilidad; en estos casos, la tutela debe efectuarse necesariamente a través de la acción
de amparo constitucional, así la SC 0014/2007-R de 11 de enero (corte de agua potable por
sindicato campesino con el argumento de que no participó en las labores de la comunidad),
SC 0562/2007-R de 5 de julio (corte de agua por propietario, con el argumento de que su
inquilino no pago el alquiler), SC 0470/2003-R de 9 de abril (corte de agua por decisión de
cabildo abierto para presionar a suscribir acuerdos) y SC 0797/2007-R de 2 de octubre
(corte de agua por empresas de servicios proveedoras como mecanismo de presión), entre
muchas otras.
2)Otro supuesto, podría darse cuando se busca la protección del derecho al agua potable
en su dimensión colectiva, es decir, para una población o colectividad, en cuyo caso se
activa la acción popular, este supuesto se sustenta en razón a que el agua y los servicios
básicos de agua potable (art. 20.I de la CPE), deben ser accesibles a todos, con mayor
razón a los sectores más vulnerables, marginados y desprotegidos de la población, sin
discriminación alguna (art. 14.II de la CPE), como por ejemplo las poblaciones rurales,
campesinas y zonas de naciones y pueblos indígena originario campesinos. En este ámbito,
puede protegerse a las colectividades de la discriminación en el acceso al agua potable en
su dimensión colectiva. Por discriminación se entiende toda distinción, exclusión o
restricción hecha en razón de características específicas de la persona, como la raza, la
religión, la edad o el sexo, y que tiene por efecto o finalidad menoscabar o anular el
reconocimiento, disfrute o ejercicio de los derechos humanos y las libertades
fundamentales (art. 14.II de la CPE). La discriminación en el acceso al agua potable puede
ser a través de políticas públicas o medidas y actos discriminatorios excluyentes.
II. Los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos, constituyen
recursos finitos, vulnerables, estratégicos y cumplen una función social, cultural y
ambiental. Estos recursos no podrán ser objeto de apropiaciones privadas y tanto ellos
como sus servicios no serán concesionados y están sujetos a un régimen de licencias,
registros y autorizaciones conforme a Ley” (la negrillas nos corresponden).
La Constitución Política del Estado, estructura los parámetros para el tratamiento de los Tratados
Internacionales suscritos por Bolivia, estableciendo las directrices que estos deben cumplir para ser
integrados al ordenamiento jurídico nacional.
Con relación a los derechos fundamentales y garantías, el articulo 13 IV., establece que los
Convenios y Tratados ratificados por la Asamblea Legislativa Plurinacional, que reconocen
derechos humanos y que prohíben su limitación en estados de excepción, prevalecen en el orden
interno, señalando que los derechos y garantías consagrados por la Constitución, se interpretan de
conformidad con los tratados sobre derechos humanos ratificados por Bolivia.
El artículo 202 referido a las atribuciones del Tribunal Constitucional Plurinacional, establece que
entre estas se encuentra, la de control previo de constitucionalidad en la ratificación de tratados
internacionales.
Por su parte, el artículo 255 I., en lo que corresponde a las relaciones internacionales establece que
la negociación, suscripción y ratificación de los tratados internacionales responden a los fines del
Estado en función de la soberanía y de los intereses del pueblo, estableciendo en su segundo
párrafo una serie de principios a los que deben sujetarse desde la perspectiva constitucional
boliviana estos procesos en relación a los tratados internacionales; siendo estos:
Es evidente que estos principios están alineados con un proceso de descolonización propuesto por
el Gobierno boliviano y que se plasma en la Constitución Política del Estado estableciendo un
régimen de especial relevancia y énfasis en lo que corresponde a las relaciones internacionales del
Estado boliviano. Sin embargo, será necesario un proceso de observación de mediano plazo para
verificar si estos principios se cumplen o representan más bien un estado de cosas ideal.
Una muestra interesante digna de observación, es la relacionada con el numeral 8 de este artículo,
relacionado con la prohibición de importación, producción y comercialización de organismos
genéticamente modificados. De acuerdo con una revisión de publicaciones de prensa relacionada
con la producción de alimentos genéticamente modificados, se obtiene la siguiente información:
31
Ed. Impresa LA PRODUCCIÓN DE TRANSGÉNICOS SE EXTIENDE EN BOLIVIA
La producción de transgénicos se extiende en Bolivia
El investigador de la entidad denominada Seguridad Alimentaria, Manuel Morales, dijo que en los trabajos de campo
que desarrolla, pudo comprobar que los productores agrícolas, principalmente de Santa Cruz, emplean semillas
transgénicas, situación que fue ratificada por el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) al
periódico digital del Programa de Investigación Estratégica de Bolivia (PIEB).
SOYA TRANSGÉNICA. Las normas legales en vigencia establecen que está permitida la producción de soya
transgénica. De más de un millón de hectáreas cultivadas en Santa Cruz, el 98 por ciento es transgénico. Morales dijo
que descubrieron en los trabajos de campo "que el arroz también es transgénico, porque nuestros productores no
pueden volver a sembrar una vez que cosechan su arroz, y están obligados a comprar semilla arrocera, y en el caso
de la caña de azúcar, sabemos que se presenta una situación similar".
Fuente: http://www.laprensa.com.bo/diario/actualidad/economia/20130703/la‐produccion‐de‐transgenicos‐se‐extiende‐
en_48261_78045.html, consultada el 18 de octubre de 2013.
Fuente: http://madalbo.blogspot.com/2012/08/hay‐mas‐de‐50‐productos‐transgenicos‐en.html, consultada el 18 de octubre
de 2013.
Con relación al tema, corresponde hacer notar que podría percibirse una contradicción emergente
del texto constitucional cuando en su artículo 409 establece que la producción, importación y
comercialización de transgénicos será regulada por Ley.
En relación a la jerarquía de los tratados, el artículo 256 establece que los tratados e instrumentos
internacionales en materia de derechos humanos que hayan sido firmados, ratificados o a los que
32
se hubiera adherido el Estado, que declaren derechos más favorables a los contenidos en la
Constitución, se aplicarán de manera preferente sobre ésta; el artículo 257 establece además que
los tratados internacionales ratificados forman parte del ordenamiento jurídico interno con rango
de ley.
El articulo 257 II., establece que sobre ciertas cuestiones asociadas a las relaciones internacionales
del Estado boliviano, los Tratados Internacional requerirán con carácter previo a su ratificación su
aprobación mediante referéndum popular vinculante, siendo el caso de cuestiones limítrofes,
integración monetaria, integración económica estructural y cesión de competencias institucionales
a organismos internacionales o supranacionales, en el marco de procesos de integración.
Amplía esta obligatoriedad de llevar adelante un referéndum popular, el artículo 259, en los casos
en que un cinco por ciento de la población registrada en el padrón electoral lo solicite; o el treinta y
cinco por ciento de los representantes de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Estableciendo
además que estas iniciativas podrán utilizarse para solicitar al Órgano Ejecutivo la suscripción de
Tratados internacionales.
3. Las leyes nacionales, los estatutos autonómicos, las cartas orgánicas y el resto de
legislación departamental, municipal e indígena.
33
1.2. La legislación sobre los recursos hídricos a nivel nacional
En Bolivia, no se encuentra una disposición legal expresa ajustada a criterios modernos de gestión
integrada de los recursos hídricos.
Es posible verificar que existen lineamientos en cuanto a uso de aguas en una legislación muy
fragmentada que considera disposiciones que se remontan al año 1906 con la Ley de Aguas
vigente. De acuerdo con Fernando del Carpio14, esta norma contiene algunos elementos generales
sobre el uso de agua cruda, pero la visión de esa época en temas de actual importancia como la
hidroenergía y la gestión ambiental integral, sumado a las características que ahora se conocen y
se toman en cuenta sobre este recurso, era totalmente distinta y, por lo tanto, no ha sido
compatibilizada con la legislación moderna sobre los recursos hídricos.
La Ley del Medio Ambiente en relación al tema, desarrolla un capítulo específico sobre el recurso
agua y prescribe en su artículo 37, constituye prioridad nacional la planificación, protección y
conservación de las aguas en todos sus estados y el manejo integral y control de las cuencas donde
nacen o se encuentran las mismas; en el artículo 39 segundo parágrafo, establece que los
organismos correspondientes reglamentarán el aprovechamiento integral, uso racional, protección y
conservación de las aguas.
Con esta referencia legal, se desarrollan reglamentos sectoriales relacionados con el uso de aguas
en materia de hidrocarburos, minería e industrias, estando aún pendientes de desarrollar sus
reglamentos ambientales para otros sectores de la economía.
14
Fernando del Carpio, Legislación Nacional sobre Aguas, POLÍTICA EXTERIOR EN MATERIA DE RECURSOS HÍDRICOS,
UDAPEX‐PNUD, 2005, pág. 129.
34
Por su parte se pueden encontrar disposiciones relativas a la gestión de recursos hídricos en
relación a prestación del servicio de agua potable y alcantarillado sanitario (Ley 2066 del año
2000) así como en la Ley de Promoción y apoyo al sector riego 2878 del año 2004 y sus
reglamentos.
Es así que el artículo 23 de la Ley 2066, establece que los prestadores de Servicios de Agua
Potable o Servicios de Alcantarillado Sanitario deben proteger el medio ambiente conforme a las
disposiciones de la Ley 1333 de 15 de julio de 1992 y su reglamentación, así como promover el uso
eficiente y conservación del agua potable (…);
Con relación al sector riego, el Reglamento a la Ley 2878 relativo al reconocimiento y otorgación
de derechos de uso y aprovechamiento de recursos hídricos para el riego aprobado mediante
Decreto Supremo 28818 del año 2006, establece en su artículo 13 referido a las infracciones y
sanciones que, las afectaciones a titulares de Registros y Autorizaciones o a comunidades y
poblaciones que usan el agua para consumo humano, por mal uso del agua, contaminación, daños
a la fuente y desvíos de cursos no previstos en el Registro, se considerarán como infracciones
graves y darán lugar a la aplicación de sanciones, considerados como delitos ambientales previa
comprobación del hecho, y al pago de la indemnización y compensaciones que correspondan por
daños y perjuicios. En todo caso pese a las deficiencias en la redacción del artículo, se entiende que
remite a los Delitos Ambientales establecidos en la Ley de Medio Ambiente 1333.
De igual manera ocurre con las características del derecho de uso y aprovechamiento de agua para
riego establecidas en el señalado Decreto Supremo, establecidas en su artículo 22 cuando establece,
que es otorgada para uso agropecuario y forestal en el marco del proyecto correspondiente, que
debe cumplir los requisitos de gestión ambiental (…); en todo caso sin que se haga referencia
expresa se asume la remisión a la Ley del Medio Ambiente y sus reglamentos generales; así mismo
establece en su artículo 42 IV., que la resolución de autorización de uso y aprovechamiento de
aguas subterráneas, emitida por los SEDERI (Servicio Departamental de Riego) podrá establecer
especificaciones técnicas y modalidades de ejercicio del derecho con objeto de conservar el medio
ambiente o proteger el derecho de terceros.
En conclusión, con la exposición normativa previa, se pretende demostrar que la gestión de los
recursos hídricos se encuentra dispersa en la legislación boliviana, no existiendo una norma que
defina sus principios, alcances e instrumentos de manera específica.
35
1.2.1.2. ¿Hay previsión de la participación del gobierno (federal, estatal, municipios) en la
gestión de los recursos hídricos?
Corresponde señalar que con carácter previo a la promulgación de la Constitución Política del
Estado del año 2009, Bolivia era una Republica Unitaria, con descentralización administrativa a
nivel de los nueve Departamentos y con autonomías municipales; situación que es modificada por
el surgimiento del Estado Autonómico a partir de la Constitución Política del Estado del año 2009;
lo relevante del caso es que con la Constitución del año 2009, se estable un reparto constitucional
de competencias, clasificándolas en Privativas (correspondientes únicamente al nivel central del
estado), exclusivas (con facultad legislativa, reglamentaria y ejecutiva), concurrentes y
compartidas.
En este contexto, la Constitución del año 2009, prevé dentro del reparto de competencias, la
participación de los diferentes niveles de gobierno del nivel central y de las entidades territoriales
autónomas en relación a la gestión de los recursos hídricos.
Así, en el artículo 299 II., relacionado con las competencias concurrentes de los diferentes niveles
de gobierno, el numeral 11, establece la de protección de cuencas; en su numeral 9, la de proyectos
de agua potable; en su numeral 10, la de proyectos de riego; en su numeral 12, la de
administración de puertos pluviales; y en su numeral 16 la de pesca. En los casos de competencias
concurrentes, debe resaltarse que al nivel central del Estado, corresponde la facultad legislativa,
correspondiendo a las entidades territoriales autónomas el ejercicio de la facultad reglamentaria y
ejecutiva, de acuerdo con el artículo 297 I. 3.
36
ejecutar las políticas departamentales emanadas de los Consejos Departamentales del Medio
Ambiente
Como una señal de debilidad institucional cabe señalar que no lograron consolidarse los Consejos
Departamentales de Medio Ambiente, si lo hicieron las Secretarias Departamental de Medio
Ambiente constituyéndose en Autoridad Ambiental competente a Nivel Departamental.
Con relación al control de la calidad ambiental, en su artículo 18 establece que las Secretarías
Departamentales del Medio Ambiente promoverán y ejecutarán acciones para hacer cumplir con
los objetivos del control de la calidad ambiental, los mismos que están referidos a los siguientes
aspectos:
Preservar, conservar, mejorar y restaurar el medio ambiente y los recursos naturales a fin de
elevar la calidad de vida de la población.
Normar y regular la utilización del medio ambiente y los recursos naturales en beneficio de
la sociedad en su conjunto.
37
Corresponde enfatizar que únicamente las autoridades competentes en materia de medio ambiente a
nivel departamental y del nivel nacional –entiéndase Ministerio de Medio Ambiente y Agua y
Secretaria Departamental de Medio Ambiente- están facultadas para emitir las correspondientes
licencias ambientales; sean estas Declaratoria de Impacto Ambiental (DIA), Declaratoria de
Adecuación Ambiental (DAA), o los correspondientes Certificados de Dispensación (CD 3 y CD
4).
c) Revisar la Ficha Ambiental -documento técnico que marca el inicio del proceso de
Evaluación de Impacto Ambiental, el mismo que se constituye en instrumento para la
determinación de la Categoría de Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental (EEIA)- y
emitir informe sobre la categoría de EEIA de los proyectos, obras o actividades de su
competencia reconocida por ley, de acuerdo con lo dispuesto en el RPCA (reglamento de
prevención y control ambiental);
e) Ejercer las funciones de control y vigilancia a nivel local sobre las actividades que afecten o
puedan afectar al medio ambiente y los recursos naturales;
38
1.2.1.3. ¿Hay previsión de la participación de la sociedad civil en la gestión de los recursos
hídricos?
De manera general, la Constitución Política del Estado del año 2009, establece prescripciones
relativas a la participación social, estableciendo un Titulo específico relativo a la participación y
control social. En relación a la gestión ambiental, establece en el artículo 343, el derecho de la
población a participar de la misma, incluyendo el derecho a la consulta y a la información previa
respecto de las decisiones que pudieran afectar la calidad ambiental. De igual manera, el artículo
345, establece que las políticas de gestión ambiental se basaran en la planificación y gestión
participativas, con control social.
En relación a la amazonia, el articulo 391 I., establece que el Estado priorizará el desarrollo integral
sustentable de la amazonia boliviana, a través de una administración integral, participativa,
compartida y equitativa de la selva amazónica.
Respecto al desarrollo normativo emergente de la Constitución Política del Estado del año 2009,
resalta la Ley Marco de la Madre tierra y el Desarrollo Integral para Vivir Bien del 15 de octubre
del año 2012, cuyo objeto es el establecimiento de la visión y los fundamentos del desarrollo
integral en armonía con la madre tierra así como los objetivos del desarrollo integral, las bases para
la planificación y el marco institucional para su implementación. Con relación a la participación
social en la gestión de los recursos hídricos, la mencionada Ley, en su artículo 27 referido a las
39
bases y orientaciones para vivir bien a través del desarrollo integral del agua, establece entre otras,
la de regular, proteger y planificar el uso, acceso y aprovechamiento adecuado, racional y
sustentable de los componentes hídricos, con participación social, estableciendo prioridades para
el uso del agua potable para el consumo humano.
En relación al tema, la Ley de Medio Ambiente 1333 del año 1992, establece en su artículo 78
relacionado con la participación de pueblos indígenas, que el Estado creara los mecanismos
necesarios para garantizar su participación en los procesos del desarrollo sostenible y uso racional
de los recursos naturales renovables, considerando sus particularidades sociales, económicas y
culturales, en el medio donde desenvuelven sus actividades así como en el rescate, difusión y
utilización de los conocimientos sobre uso y manejo de recursos naturales.
Con relación a la población en general, la citada Ley en su artículo 92 establece que toda persona
tiene derecho a participar de la gestión ambiental en los términos establecidos por Ley, y a ser
informada veraz, oportuna y suficientemente sobre las cuestiones vinculadas con la protección del
medio ambiente, así como a formular peticiones y promover iniciativas de carácter individual o
colectivo, ante las autoridades competentes.
Por su parte, la Ley de Participación y Control Social 341 del año 2013, establece en su artículo 8
numeral 13 relacionado con los derechos de los actores de la participación y control social, el de
40
participar en la gestión ambiental, y ser consultado e informado previamente sobre decisiones que
pudieran afectar a la calidad del medio ambiente y la conservación de los ecosistemas.
1.2.2. Instrumentos
Con relación a la gestión de cuencas hidrográficas, la Constitución Política del Estado promulgada
en febrero del año 2009, en su artículo 375 I., establece como un deber del Estado, el desarrollo de
planes de uso, conservación, manejo y aprovechamiento sustentable de las cuencas hidrográficas.
El parágrafo segundo del mencionado artículo, establece que el Estado regulará el manejo y gestión
sustentable de los recursos hídricos y de las cuencas para riego, seguridad alimentaria y servicios
básicos, respetando los usos y costumbres de las comunidades.
Con relación a la cuenca amazónica, la Constitución Política del Estado, dedica un capítulo en
particular, estableciendo que la misma se constituye en un espacio estratégico de especial
protección para el desarrollo integral del país por su elevada sensibilidad ambiental, biodiversidad
existente, recursos hídricos y por las ecoregiones; prescripción que también está a la espera de una
legislación de desarrollo que permita asegurar esta “especial protección” a la que hace referencia el
artículo, incluyendo la posibilidad de ser transversalizado un tratamiento especial en la legislación
relacionada con medio ambiente y recursos naturales a partir de la intervención de los diferentes
sectores de la economía.
La Ley 300 de la Madre Tierra y el Desarrollo Integral para Vivir bien, establece en relación con el
acceso equitativo a los diferentes componentes de la madre tierra –entre ellos el agua-, establece
41
que el Estado, establecerá las condiciones equitativas en el acceso al agua para consumo, riego y
uso industrial en el marco de la gestión integral de cuencas y recursos hídricos.
En lo que corresponde a las bases y orientaciones para vivir bien a través del desarrollo integral del
agua, establece en el artículo 28, numeral 8 la de promover el aprovechamiento de los recursos
hídricos de los ríos, lagos y lagunas que conforman las cuencas hidrográficas por ser estos
estratégicos para el desarrollo y soberanía del país, situación que viene a reforzar la idea de que el
Estado boliviano se constituye en un promotor del aprovechamiento de los recursos hídricos,
evidentemente en el marco de criterios de sostenibilidad.
El numeral 8 del mencionado artículo, establece dentro de las bases y orientaciones del vivir bien a
través del desarrollo integral del agua, la de regular y desarrollar planes interinstitucionales de
conservación y manejo sustentable de las cuencas hidrográficas, bajo parámetros y lineamientos
emitidos por el nivel central del Estado Plurinacional de Bolivia.
El Plan Nacional de Desarrollo aprobado mediante Decreto Supremo Nro. 29272 del año 2007, en
relación al tema, establece que la cuenca es la unidad básica de planificación y gestión de los
Recursos Hídricos (…), considerada fundamentalmente como espacio de vida e interculturalidad,
que relaciona los espacios de gestión pública y social. En torno a ella se establecerá la Gestión
Integrada de los Recursos Hídricos, priorizando el consumo humano, la producción agropecuaria,
las necesidades de la flora y fauna y otros usos.
Establece lineamientos estratégicos para las políticas públicas, en relación a los recursos hídricos,
en torno a los siguientes aspectos:
Recursos ambientales
42
o Agua para todos
Desarrollo agropecuario
Por su parte, el Plan Nacional de Cuencas15-de acuerdo con el sitio web www.cuencasbolivia.org,
no es un Plan acabado, sino una propuesta en construcción que se va perfeccionar a partir de
nuevas experiencias de gestión de los recursos hídricos en el país-, plantea como objetivo general,
la promoción y el fortalecimiento de la gestión integrada de los recursos hídricos y el manejo
integrado de cuencas en Bolivia bajo modalidades de participación y autogestión, como sustento
del desarrollo humano y ambiental sostenible, desde la perspectiva de las culturas y sistemas de
vida locales.
Corresponde señalar que el Plan Nacional de Cuencas, no ha sido aprobado mediante una
disposición legal en razón precisamente a este carácter dinámico que le han otorgado las
autoridades responsables de la temática en Bolivia.
15
http://www.cuencasbolivia.org/normativa/169/plan_nacional_de_cuencas/6/, consultada el 22 de octubre de
2013.
43
3. El fortalecimiento de diferentes modalidades de organización de usuarios e instituciones
para la GIRH y MIC y la construcción de una nueva institucionalidad para el uso y la
conservación de los recursos hídricos.
44
Gestión de Cuencas Transfronterizas.
Como parte del desarrollo del Plan Nacional de Cuencas, resulta importante mencionar que se han
desarrollado documentos orientadores en relación con la gestión integral de recursos hídricos y el
manejo integral de cuencas; entre los que se han podido identificar:
45
Guía para la elaboración de Planes Directores de Gestión de Cuencas
Estos documentos que permiten operativizar el Plan Nacional de Cuencas, no tienen un carácter
normativo mandatorio en cuanto su cumplimiento al no haber sido aprobados mediante norma legal
o reglamentaria alguna. Un aspecto de especial importancia, radica en la necesidad de contar con
una Ley especifica que introduzca dentro del ordenamiento jurídico nacional, estos instrumentos en
la gestión de recursos hídricos; esa es una asignatura pendiente para el Estado boliviano y que
deberá desarrollar la misma en el marco de los nuevos paradigmas propuestos por la Constitución
Política del Estado y el Plan Nacional de Cuencas, de manera que sea posible superar el carácter
fragmentado de la normativa sobre recursos hídricos que actualmente existe en el país.
Se encuentra en marcha, el Plan Nacional de Riego16 “para vivir bien”, planteando como objetivo
general, desarrollar el riego para contribuir a lograr soberanía alimentaria, generación de
excedentes, creación de empleos, incremento del ingreso de las familias de organizaciones
indígenas, originarias, campesinas, colonizadores, económicas campesinas, asociaciones de
regantes, otras asociaciones de pequeños productores, Markas, Ayllus, y comunidades campesinas,
así como la reducción de la pobreza mediante el aumento de la producción, productividad y el
desarrollo de complejos agroproductivos.
Participación Social.
16
http://www.cuencasbolivia.org/files/plan_nacional_de_riego4fcdb994.pdf, consultada el 29 de octubre del año
2013.
46
Consolidar mecanismos de coordinación interinstitucional.
Para el cumplimiento de los objetivos propuestos y las estrategias definidas, el Plan Nacional de
Desarrollo del Riego, plantea implementar los siguientes componentes:
Por su parte, en materia de saneamiento básico, se cuenta con el Plan Nacional de Saneamiento
Básico17 2008- 2015 que establece como objetivo general, el de mejorar y ampliar los Servicios
Sostenibles de Saneamiento Básico, para hacer efectivo el derecho humano al agua segura y a los
servicios de saneamiento, dando cumplimiento al compromiso del gobierno con el cambio para el
vivir bien de toda la población.
17
http://www.aipe.org.bo/public/lst_politicas_publicas_nac/LST_POLITICAS_PUBLICAS_NAC_plan_sameamiento_200
8_2015_es.pdf, consultada el 29 de octubre de 2009.
47
Plantea como estrategias, las siguientes:
Atención eficiente y apropiada a las áreas rurales, movilizando los recursos suficientes,
generando las opciones ágiles de financiamiento para las EPSA rurales y los municipios,
brindando el asesoramiento para la implementación de las intervenciones en el marco de
DESCOM/FI/AT, promoviendo el empleo de tecnologías apropiadas y modelos de
intervención exitosos.
El fortalecimiento de la Regulación.
En cuanto a lo normativa de alcance general en relación con el medio ambiente y los recursos
naturales, la Ley del Medio Ambiente 1333 del año 1992, establece como instrumentos básicos de
la planificación ambiental, entre otros, el ordenamiento territorial, sobre la base de la capacidad de
uso de los ecosistemas, la localización de asentamientos humanos y las necesidades de la
conservación del medio ambiente y los recursos naturales; además del manejo integral y sostenible
de los recursos a nivel de cuenca; y la Evaluación de Impacto Ambiental.
Con relación al ordenamiento territorial, se han realizado esfuerzo importante a nivel país para
desarrollar este instrumento desde los niveles municipales y departamentales, sobre la base de la
elaboración de Planes Municipales de Ordenamiento Territorial y los Planes de Uso de Suelo
Departamental (PLUS). Con relación a este último instrumento, prácticamente los nueve (9)
departamentos que componen políticamente Bolivia, cuentan con estos documentos aprobados y
una parte importante de municipios cuentan con Planes Municipales Ordenamiento Territorial
(PMOT) aprobados o en fase de aprobación, con los que en términos ideales, la ocupación del
espacio y el uso de suelo debiera haberse desarrollando en conformidad con los señalados planes;
sin embargo, la deforestación ilegal avanza en Bolivia sin ningún control, con los consiguientes
48
efectos en la totalidad del ecosistema; según información de la entonces Superintendencia Forestal
(actualmente Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra), el año 2007 se
deforestaron 342.092,26 ha, de las cuales 272.360,18 ha fueron ilegales, encontrándose en Tierras
de Producción Forestal Permanente 83.454,07 ha (24% del total) 18 , por supuesto, con las
implicancias que esto produce en las cuencas hidrográficas y la afectación de ciclo hidrológico.
Aun ante la inexistencia de norma expresa, se puede deducir que la preocupación por la gestión de
estas aguas ha sido objeto de atención por la legislación ambiental boliviana expresada en la Ley
del Medio Ambiente del año 1992, sus reglamentos generales así como en los reglamentos
ambientales sectoriales de hidrocarburos del año 1996, de minería del año 1997 e industrias del año
2002.
Así se puede mencionar, el artículo 20 de la Ley del Medio Ambiente, que establece como
actividades susceptibles de degradar el medio ambiente cuando excedan los límites permisibles
establecidos en la reglamentación, aquellas que contaminan las aguas en todos sus estados; en su
artículo 37, define como de prioridad nacional la planificación, protección y conservación de las
aguas en todos sus estados y el manejo integral y control de las cuencas donde nacen o se
encuentran las mismas; en el artículo 39 establece que el Estado regulara el vertido de cualquier
sustancia o residuo líquido, sólido y gaseoso que cause o pueda causar la contaminación de las
aguas o la degradación de su entorno.
En el caso del artículo 20 y del 39, la norma reglamentaria específica es el Reglamento en Materia
de Contaminación Hídrica -que a su vez se constituye en la norma general de carácter supletorio a
18
Antonio Andaluz Westreicher, La Dimensión Jurídica del Ordenamiento Territorial, editorial FCBC, 2010
49
los Reglamentos sectoriales (hidrocarburos, minería, industria y manufactura)- aprobado mediante
Decreto Supremo 24176 del año 1995.
El citado reglamento, es aplicable a toda persona natural o colectiva, pública o privada, cuyas
actividades industriales, comerciales, agropecuarias, domésticas, recreativas y otras, puedan causar
contaminación de cualquier recurso hídrico.
CLASE "A" Aguas naturales de máxima calidad, que las habilita como agua potable para
consumo humano sin ningún tratamiento previo, o con simple desinfección bacteriológica
en los casos necesarios verificados por laboratorio.
CLASE "B" Aguas de utilidad general, que para consumo humano requieren tratamiento
físico y desinfección bacteriológica.
CLASE "C" Aguas de utilidad general, que para ser habilitadas para consumo humano
requieren tratamiento físico-químico completo y desinfección bacteriológica.
CLASE "D" Aguas de calidad mínima, que para consumo humano, en los casos extremos
de necesidad pública, requieren un proceso inicial de presedimentación, pues pueden tener
una elevada turbiedad por elevado contenido de sólidos en suspensión, y luego tratamiento
físico-químico completo y desinfección bacteriológica especial contra huevos y parásitos
intestinales.
Incorpora en sus anexos, referencias técnicas de acuerdo los siguientes criterios técnicos:
En lo que corresponde a la utilización múltiple del agua, volvemos a señalar que no se cuenta con
una normativa específica relacionada con la gestión de los recursos hídricos y que la legislación
existente está fragmentada; prácticamente atomizada.
Sin embargo en relación con la gestión ambiental de los recursos hídricos existe normativa que
aborda el tema en particular con un alcance general, enmarcada en la Ley del Medio Ambiente del
año 1992, sus reglamentos generales del año 1995 y otros reglamentos ambientales sectoriales
promulgados; de igual manera conveniente enfatizar que para el desarrollo de cualquier actividad,
obra o proyecto en Bolivia resulta condición indispensable contar con una Licencia Ambiental y
que esta únicamente puede ser otorgada por la autoridad competente a nivel nacional para los
proyectos de interés nacional como es el Ministerio de Medio Ambiente y Agua y por la autoridad
competente a nivel departamental para los proyectos de interés departamental como es el caso de
las Secretarias de Medio Ambiente presentes en los 9 departamentos del País.
Sin embargo dentro de la información a la que se ha tenido acceso, existe el Proyecto Múltiple rio
Grande – Rosita, el mismo que mediante Ley 940 del año 1987, fue declarado como de prioridad
nacional y de necesidad y utilidad públicas, por lo que se autorizaba al poder ejecutivo realizar las
51
gestiones ante organismos internacionales, entidades gubernamentales y otras de crédito,
cooperación o fomento con la finalidad de obtener el financiamiento para su implementación.
El carácter múltiple asignado por esta Ley establece que el mismo implica el aprovechamiento de
aguas del Río Grande, mediante la construcción de una represa hidroeléctrica, obras de regadío y
otras que sean necesarias.
A la conclusión de esta Fase I, ahora arranca la Fase II, donde se encuentra el Diseño Final,
financiamiento, construcción y puesta en marcha del Proyecto Hidroeléctrico Rositas. Esta
implementación está sujeta a la aceptación formal del estudio de factibilidad por parte del
Ministerio de Hidrocarburos y Energía y ENDE, así como de las condiciones de financiamiento,
demostradas y garantizadas por Hydrochina.
19
http://www.ende.bo/archivo/proyecto/ROSITAS.pdf, consultada el 30 de octubre del año 2013.
20
http://www2.hidrocarburos.gob.bo/index.php/prensa/noticias/341‐entregan‐estudio‐de‐factibilidad‐del‐proyecto‐
hidroel%C3%A9ctrico‐rositas.html, consultada el 30 de octubre del año 2013.
52
1.2.2.5 Protección contra eventos críticos
Como ya se ha mencionado, en Bolivia no se cuenta con una Ley que regule desde un enfoque
moderno la gestión de los recursos hídricos, sin embargo se han realizado esfuerzos por incorporar
estos nuevos conceptos en la planificación y política nacional, sin que ellos venga a resolver
definitivamente los problemas que se generar en cuanto a la protección y tratamiento jurídico de los
recursos hídricos frente a eventos críticos.
Sin embargo, en la legislación sectorial se han ido incorporando algunos criterios que contribuyen a
la protección de los recursos hídricos frente a eventos críticos, así podemos identificar criterios en
la Ley Forestal 1700 del año 1996, respecto a la clasificación de tierras, entre las que destacan a los
efectos que interesan a este acápite, la establecida en el artículo 13 referido a las tierras de
protección, entendidas como aquellas con cobertura vegetal o sin ella que por su grado de
vulnerabilidad a la degradación y/o los servicios ecológicos que prestan a la cuenca hidrográfica o
a fines específicos, o por interés social o iniciativa privada, no son susceptibles de aprovechamiento
agropecuario ni forestal, limitándose al aprovechamiento hidroenergético, fines recreacionales, de
investigación, educación y cualquier otro uso indirecto no consuntivo.
La Ley Marco de la Madre Tierra y el Desarrollo Integral para Vivir del año 2012, en relación al
tema establece las bases y orientaciones del vivir bien en relación con el cambio climático,
estableciendo los siguientes:
6. El Estado impulsará que los recursos financieros de los fondos orientados al cambio
climático, estén destinados al manejo integral y sustentable de todos los componentes de la
Madre Tierra, promoviendo la capacidad de sostenimiento y adaptación de los sistemas de
vida.
La Constitución Política del Estado del año 2009, establece en relación a las fuentes de agua, que
estas son recursos naturales estratégicos, razón por la cual el Estado ejerce un control total sobre la
cadena productiva y sus procesos; correspondiendo su gestión a una competencia exclusiva -
facultad legislativa, reglamentaria y ejecutivo; pudiendo trasferir y delegar estas dos últimas- del
nivel central del Estado.
Por su parte, el articulo 302 referido a las competencias exclusivas de los Gobierno Autónomos
Municipales señala la de establecer en su jurisdicción, áreas protegidas municipales en
conformidad con los parámetros establecidos para este nivel de gobierno. En relación a este último
elemento consideramos que será una Ley de desarrollo la que se encargue de establecer estos
parámetros ya que en la normativa vigente relacionada con Áreas Protegidas no se encuentran
prescripciones relacionadas con las Áreas protegidas Municipales.
54
Sin embargo, ante la posibilidad de establecer Áreas protegidas a nivel municipal, se puede
identificar una oportunidad para asegurar entre otros bienes ambientales, la conservación de fuentes
de agua, áreas de recarga hídrica, bosques de protección de cabeceras de cuenca, áreas ribereñas
entre otras.
La Ley de Municipalidades 2028 del año 1999, establece en su artículo 79 referido a la formulación
de los Planes de Ordenamiento Urbano y Territorial, que las áreas de servicio de agua y
alcantarillado, deben usar del subsuelo y contar obligatoriamente con una red de distribución de
servicios de mayor capacidad, con los medios de eliminar o disminuir los riesgos de contaminación
ambiental e insalubridad y mantener condiciones de vida vegetal y animal constantes y
autorreguladas.
Por su parte, la Ley 2066 de prestación y utilización de servicios de agua potable y alcantarillado
sanitario promulgada el año 2000, establece como derecho preferente de las EPSAS -Entidad
Prestadora de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario- y los Gobiernos Municipales,
la obtención de la Licencia para prestación del servicio de agua potable y alcantarillado y la
autorización para uso y aprovechamiento de los recursos hídricos.
Con relación a los pueblos indígenas y originarios, la Ley objeto de estudio, establece que se
respeta, reconoce y protege el uso y aprovechamiento de las fuentes de agua con fines a la
prestación de los servicios de agua potable, remitiendo a la autoridad competente la otorgación de
un documento jurídica que garantice el ejercicio de este derecho.
Si bien es cierto en relación a los pueblos indígenas que la norma establece los parámetros para
instrumentalizar el ejercicio del derecho, la misma ha sido superada y absorbida por el derecho
fundamental y fundamentalísimo al agua establecido por la Constitución Política del Estado del año
2009.
55
Por su parte, en relación a la gestión ambiental del agua para fines de prestación del servicio de
agua potable, la Ley 2066, en su artículo 23 establece que los prestadores de Servicios de Agua
Potable o Servicios de Alcantarillado Sanitario deben proteger el medio ambiente conforme a las
disposiciones de la Ley 1333 de 15 de julio de 1992 y su reglamentación, así como promover el uso
eficiente y conservación del agua potable, mediante la utilización de equipos, materiales y técnicas
constructivas que no deterioren el ambiente y que contribuyan a la conservación del agua, la
promoción del uso de dispositivos ahorradores del agua y la orientación a los Usuarios para la
disminución de fugas dentro de los sistemas de Agua Potable, así como el adecuado tratamiento
disposición de las Aguas Residuales.
De acuerdo con el Capítulo Segundo sobre los Derechos Fundamentales, del Título II referido a los
Derechos Fundamentales y Garantías, el artículo 16 de la Constitución Política del Estado,
establece que toda persona tiene derecho al agua y a la alimentación; y en su artículo 373
correspondiente al Capitulo Quinto de los Recursos Hídricos, correspondiente al Título II referido a
Medio Ambiente, Recursos Naturales, Tierra y Territorio, establece que el agua constituye un
derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la soberanía del pueblo.
En cuanto a las necesidades prioritarias para la población, la Ley Marco de la Madre Tierra y El
Desarrollo Integral para Vivir Bien del año 2012 pareciera esclarecer la cuestión cuando señala en
su artículo 4 relativo a los principios, el de Agua para la Vida, por el que el Estado Plurinacional
de Bolivia y la sociedad asumen que el uso y acceso indispensable y prioritario al agua, debe
satisfacer de forma integral e indistinta la conservación de los componentes, zonas y sistemas de
vida de la Madre Tierra, la satisfacción de las necesidades de agua para consumo humano y los
procesos productivos que garanticen la soberanía con seguridad alimentaria.
En realidad se disuelve en la expresión agua para la vida la prioridad de agua para consumo
humano alejándose de una priorización para este fin. Consideramos que será una Ley específica
relacionada con recursos hídricos la que terminará por dilucidar el alcance de este uso y acceso
integral e indistinto.
56
1.2.2.8 La concesión del uso de los recursos hídricos y sus criterios
La constitución Política del Estado boliviano, promulgada el año 2009, establece en su artículo 20
relativo a los derechos fundamentales, que el acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos
humanos, no son objeto de concesión ni privatización y están sujetos a régimen de licencias y
registros, conforme a ley.
En relación al régimen constitucional del medio ambiente y los recursos naturales, el artículo 373,
establece que los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos, constituyen
recursos finitos, vulnerables, estratégicos y cumplen una función social, cultural y ambiental. Estos
recursos no podrán ser objeto de apropiaciones privadas y tanto ellos como sus servicios no serán
concesionados y están sujetos a un régimen de licencias, registros y autorizaciones conforme a Ley.
Por su parte en lo que corresponde a la prestación del servicio de agua potable, las Ley 2066 de
prestación y utilización de servicios de agua potable y alcantarillado sanitario del año 2000,
establece además de la concesión proscripta por la Constitución Política del Estado, un régimen de
licencias y registro para la prestación de los servicios. La señalada Ley, en su artículo 8 referido a
las definiciones, establece entre otras, las siguientes:
En relación al agua para riego, la Ley 2878 de año 2004, en su artículo 21, establece que Los
registros y autorizaciones para el uso y aprovechamiento de los recursos hídricos destinados al agua
para riego, así como la revocatoria de los mismos, serán otorgados por la Autoridad Competente de
los Recursos Hídricos; estableciendo como forma de reconocimiento de derechos de uso y
aprovechamiento, las siguientes:
57
Registro: Acto administrativo mediante el cual el Estado, a través del Servicio Nacional de
Riego (SENARI), reconoce y otorga el derecho de uso y aprovechamiento de las fuentes de
agua para riego a pueblos indígenas y originarios, comunidades indígenas y campesinas,
asociaciones, organizaciones y sindicatos campesinos, garantizando jurídicamente de
manera permanente, los recursos hídricos según sus usos, costumbres.
Con relación al pago por el uso del agua, la Ley 2066 referida la prestación y utilización de
servicios de agua potable y alcantarillado sanitario promulgada el año 2000, establece en su
artículo 60 que el titular de la concesión cobrará Tarifas a los Usuarios, como retribución por los
Servicios de Agua Potable o Alcantarillado Sanitario. El pago de estas Tarifas por los Usuarios es
obligatorio.
En las zonas localizadas dentro del área de Concesión que no cuenten con conexiones
domiciliarias de Agua Potable o Alcantarillado Sanitario, las EPSA podrán cobrar Tarifas por la
provisión de servicios alternos.
Con relación al precio, el artículo 61 establece que los titulares de la concesión podrán cobrar
Precios a los Usuarios por los servicios de conexión, reposición, instalación de medidores y otros
servicios operativos cuyos precios deberán ser suficientemente fundamentados, previa autorización
expresa de la Superintendencia de Saneamiento Básico (actualmente Autoridad de Fiscalización y
Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico –AAPS-) y de acuerdo a los criterios que
serán establecidos en los Reglamentos de Prestación de Servicios y de Tasas, Tarifas y Precios.
La Resolución Administrativa Regulatoria AAPS No. 180/2011, establece en relación a las tarifas y
pagos, la categoría Social – Solidaria de usuarios, que comprende asilos de ancianos, albergues de
niños (orfanatos) y centros de rehabilitación de discapacitados a cargo de instituciones públicas,
58
religiosas y privadas sin fines de lucro; estableciendo la tarifa de Bs. 1,78 (aprox. 0,25 ctvs. de
dólar) por m3 y una dotación de hasta 4.5 metros cúbicos por interno.
En lo que corresponde al uso de agua para riego, esta no contempla ningún pago por el uso de los
recursos hídricos para este fin.
En el marco de la Ley 2878 del año 2004 de Promoción y Apoyo al Sector Riego; el Reglamento
relativos a los derechos de uso y aprovechamiento de recursos hídricos para riego aprobado
mediante Decreto Supremo 28818 del año 2006, establece en su Título V, Capitulo Único el
régimen de oposiciones, resolución de conflictos y controversias.
En su artículo 53 del mencionado Decreto Supremo, establece que los conflictos y controversias
suscitados entre los titulares de Registro y Autorización, serán resueltos según usos y costumbres,
en base a las autoridades, instituciones y normas internas de los mismos; en su artículo 54,
establece el tratamiento de oposiciones, resolución de conflictos y controversias, estableciendo las
siguientes prescripciones:
1. La parte interesada presentará su solicitud por escrito ante el Director del SEDERI o del
SENARI según corresponda, cumpliendo los requisitos exigidos para este fin.
59
1.3. La legislación sobre los recursos hídricos a nivel subnacional
1.4.1 Actividades económicas: existen normas sobre permisos ambientales, audiencia pública
y estudio de impacto ambiental? ¿Cuál es la relación de esas normas con la protección y
conservación de los recursos hídricos?
La Ley de Medio Ambiente 1333 del año 1992, incorpora a la evaluación de impacto ambiental
como un instrumento de la planificación ambiental. En su artículo 21 establece como un deber de
todas las personas naturales o colectivas que desarrollen actividades susceptibles de degradar el
medio ambiente, tomar las medidas preventivas correspondientes, informar a la autoridad
competente y a los posibles afectados, con el fin de evitar daños a la salud de la población, el
medio ambiente y los bienes.
Comprendido en el marco de la ley del Medio Ambiente y sus reglamentos generales, la evaluación
de impacto ambiental tienen un doble sentido, por un lado se constituye en una herramienta de
carácter preventivo en la medida que persigue identificar con carácter previo a la implementación
de cualquier actividad, obra o proyecto, los impactos negativos que pudiera provocar estableciendo
las actuaciones y medidas de mitigación de los mismos, así como la aprobación por parte de la
autoridad competentes a través de la correspondiente Licencia Ambiental; y por otro lado, persigue
diagnosticar los efectos de una actividad obra o proyecto en fase de ejecución planteando las
medidas de adecuación a los parámetros establecidos en la legislación; esta última finalidad de la
Evaluación de Impacto Ambiental de acuerdo con la legislación boliviana se constituye en una
medida transitoria en procura de que la totalidad de actividades obras o proyectos se adecúen a los
60
límites permisibles establecidos en la reglamentación; esta medida transitoria otorgaba un plazo de
cinco años a partir de la promulgación de una norma regulatoria expresa, la misma que fue
incorporada en el Reglamento de Prevención y Control ambiental promulgado en el año 1995; sin
embargo hasta la fecha este proceso de adecuación no ha concluido por lo que en el marco de la ley
del medio Ambiente debieran considerase como infractoras a la ley del Medio Ambiental que hasta
la fecha no cuenten con una Licencia Ambiental, admitiéndose por parte de las autoridades
competentes la substanciación de tramites de adecuación ambiental.
La licencia ambiental sea esta Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para actividades, obras o
proyectos (AOP) nuevos; o Declaratoria de Adecuación Ambiental (DAA) o Certificados de
Dispensación (CD 1 y 2), una vez otorgada por la Autoridad Ambiental Competente marca el inicio
de la gestión ambiental de la AOP licenciada y queda sometida la misma al cumplimiento de la
legislación ambiental y a los instrumentos de regulación de alcance particular (IRAP) aprobados.
Estos IRAP esta constituidos por la Ficha Ambiental (instrumentos que marca el inicio del trámite
de licenciamiento y que contienen la descripción del proyectos), el Plan de Aplicación y
Seguimiento Ambiental (PASA) en el caso de actividades nuevas o el Plan de Adecuación
Ambiental (PAA) en caso de actividades en ejecución y por el Programa de Prevención y
Mitigación (PPM), además de los correspondientes planes de contingencia en caso de manejo de
sustancias peligrosas, el correspondiente plan de cierre y abandono y el plan de restauración.
61
Todos estos instrumentos se encuentran debidamente regulados por la Ley del Medio Ambiente
1333 del año 1992 y por los Reglamentos Generales aprobados mediante Decreto Supremo 24176
del año 2005, referidos a las siguientes materias:
Conviene resaltar, que a nivel sectorial, se han promulgado, los siguientes reglamentos:
Reglamento Ambiental para el Sector Hidrocarburos – Decreto Supremo 24335 del año
1996.
Reglamento Ambiental para el Sector Minero – Decreto Supremo 24782 del año 1997.
Estos reglamentos sectoriales contienen normas técnicas específicas para las actividades del sector,
remitiendo en la mayoría de los casos a los reglamentos generales el tratamiento de los diferentes
factores ambientales
62
informada veraz, oportuna y suficientemente sobre las cuestiones vinculadas con la protección del
medio ambiente, así como a formular peticiones y promover iniciativas de carácter individual o
colectivo, ante las autoridades competentes que se relacionen con dicha protección.
Es evidente sin embargo, que estas prescripciones pre constitucionales –con relación a la
Constitución Política del Estado del año 2009- se han visto fortalecidas al ser insertadas al texto de
la Constitución Política del Estado, tanto en atención a los pueblos indígenas como parte de la
ratificación de Convenio 169 de la OIT, como por la universalización a la población en general
respecto a la realización de la consulta.
Con relación al desarrollo de actividades forestales, la Ley Forestal 1700 del año 1996, establece en
su artículo 3 referido a las definiciones, que el Plan de Manejo Forestal es el instrumento de gestión
forestal resultante de un proceso de planificación racional basado en la evaluación de las
características y el potencial forestal del área a utilizarse, elaborado de acuerdo a las normas y
prescripciones de protección y sostenibilidad y debidamente aprobado por la autoridad competente,
que define los usos responsables del bosque, las actividades y prácticas aplicables para el
rendimiento sostenible, la reposición o mejoramiento cualitativo y cuantitativo de los recursos y el
mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas.
El nivel predial (…) constituye la unidad de análisis y gestión que determina los usos definitivos.
(…) en dicho nivel de ordenamiento, no se pueden cambiar los usos de protección y forestal
asignados a nivel macro por los planes de uso del suelo a usos agrícolas y/o pecuarios.
Con se ha mencionado, existe un reglamento específicos que regula de manera general toda
actividad, obra o proyecto con incidencia sobre los recursos hídricos, se trata del Reglamento en
Materia de Contaminación Hídrica aprobado mediante Decreto Supremo 24176 del año 1995, cuyo
ámbito de aplicación establecido en el artículo 2, alcanza a toda persona natural o colectiva, pública
o privada, cuyas actividades industriales, comerciales, agropecuarias, domésticas, recreativas y
otras, puedan causar contaminación de cualquier recurso hídrico.
Marco institucional
64
De igual manera ocurre con la normativa ambiental sectorial desarrollada que remite al
cumplimiento de los procedimientos de evaluación de impacto ambiental así como a los parámetros
de calidad de agua establecidos en el señalado reglamento.
Con relación a la pesca y la acuicultura, se cuenta con la Ley de Vida Silvestre, Parques
Nacionales, Caza y Pesca aprobada mediante Decreto Ley 12301 del año 1975; la misma que
desarrolla un Titulo y 35 artículos concernientes al tratamiento de los recursos pesquero. Establece
prescripciones relacionadas el dominio del Estado respecto a los lagos y lagunas permanentes o
temporales, habitadas por plantas, peces y otros seres acuáticos, así como los ambientes
ecológicos adyacentes que se forman por influencia de las aguas. Si bien es cierto que estas
prescripciones continúan vigentes, las mismas deberán ser ajustadas a los nuevos para preceptos
constitucionales respecto a la propiedad de los recursos naturales y el rol del Estado como
administrador en representación del pueblo boliviano.
La señalada Ley, establece además que son recursos pesqueros, los animales y organismos que se
reproducen, viven y mueren en ambientes de aguas naturales o artificiales.
Con respecto a la administración de los recursos pesqueros, cada cuerpo de agua productor de los
mismos, contará con un reglamento específico, que contemplará las especies, volúmenes de
explotación, métodos de captura, épocas de veda y pesar y otros aspectos inherentes; incorpora
prohibiciones de introducción y siembre de nuevas especies y otros animales acuáticos, la siembra
de especies ajenas, así como de la exportación de peces sin contar para cada caso particular, con la
autorización correspondiente por parte de la autoridad competente.
Con relación a este último punto relacionado con los derechos de concesión, se hace necesario
enfatizar que la Constitución Política del Estado del año 2009, para el caso particular de los
recursos hídricos y para los recursos naturales considerados estratégicos que no podrán ser
concesionados, aunque si sujetos a un régimen de licencias, registros y autorizaciones conforme a
65
Ley. Es evidente que para resolver la cuestión de estos actos administrativos, será necesaria la
promulgación de una Ley de desarrollo del precepto constitucional incluyendo la reglamentación;
es una realidad que el Estado boliviano, se encuentra en una fase de adecuación al nuevo
ordenamiento jurídico nacional, estando aun ausentes normas que vuelva aplicables estos
preceptos; en el mejor de los casos se está comenzando el proceso a partir de la formulación de
Leyes marco como es el caso de la Ley Marco de la Madre Tierra y el Desarrollo Integral para
Vivir bien, promulgada en el mes de octubre del año 2012.
Volviendo a la Ley de Vida Silvestre, Parques Nacionales, Caza y Pesca, establece criterios
relacionados con la conservación de los recursos pesqueros, estableciendo lineamientos respecto a
conservación de hábitats considerando un enfoque por ecosistema, aspecto de no menor
importancia para el análisis toda vez que en el contexto en que se desarrolla la norma, el Estado
boliviano no había incorporado dentro del ordenamiento jurídico nacional principio del moderno
derecho ambiental producto de del desarrollo del derecho ambiental internacional, situación que se
concreta recién a partir de los años 90 con la promulgación de la Ley del Medio Ambiente en abril
de año 1992. De igual manera ocurre cuando la Ley de Vida Silvestre, Parques Nacional, Caza y
Pesca establece prescripciones respecto a la deforestación a orillas y márgenes de ríos; así como a
la contaminación proveniente de actividades mineras e industriales, las mismas que años más
tarde, se replantean como resultado de la promulgación de la citada Ley del Medio Ambiente, sus
reglamentos generales y los reglamentos sectoriales como el Reglamento Ambiental del Sector
Hidrocarburos del año 1996, el Reglamento Ambiental de Sector Minero del año 1997 y el
Reglamento para el Sector Industrial y Manufacturero del año 2002.
Por otro lado, la Ley de Vida Silvestre, Parques Nacionales, Caza y Pesca, establece lineamientos
relacionados con la industria y comercialización pesquera, periodos de veda y registro de pesca.
Con relación al tema de la veda, de acuerdo con el estudio Caracterización de la Pesquería en la
Amazonia boliviana, Sarela Paz y Paul Van Damme 21 , señalan que de este período datan las
promulgaciones de las vedas parciales o totales de especies en determinadas zonas, instrumento de
manejo pesquero que hasta la fecha es considerado como la panacea para evitar la
sobreexplotación pesquera y cuya aplicación esconde la ausencia de datos fidedignos y, en
algunos casos, de respeto al conocimiento tradicional sobre los recursos pesqueros.
21
Sarela Paz, Paul Van Damme, Caracterización de las Pesquerías en la Amazonia boliviana,
http://www.faunagua.org/biblioteca/2%20Paz&VanDamme.pdf, consultada el 24 de octubre de 2013
66
Otro aspecto a destacar respecto de la ley objeto de estudio es el hecho de que en muchas de sus
disposiciones se establece remisiones a la reglamentación, situación que en términos generales
nunca se dio razón por la cual muchas de sus prescripciones quedaron en meros enunciados de
buena voluntad pero que no contaron con instrumentos que los vuelvan aplicables.
La norma aún vigente presenta importantes debilidades que parten de su propia base legal en
relación a la Ley de Vida Silvestre, Parques Nacionales, Caza y Pesca del año 1975 y a la ausencia
dentro del ordenamiento jurídico de una Ley especial de pesca por lo que a decir de Sarela Paz y
Paul Van Damme 22 , el Reglamento de Pesca y Acuicultura tuvo un encaje jurídico ambiguo,
sobrecargado de aspectos reglamentarios, que pretendió hacer de éste una Ley-Reglamento,
resultando finalmente en un instrumento no adecuado para el cumplimiento de los objetivos para
los que fue diseñado; sumado a ello, se verifica un marco institucional desactualizado y modificado
en razón de las cambios de estructura sufridos por el órgano ejecutivo en el transcurso del tiempo.
Si bien se puede evidenciar que la norma incorpora criterios técnicos, los mismos han sido
trastocados por el surgimiento de otras posteriores incluyendo la Constitución Política del Estado
del año 2009 que ha definido a los recursos naturales como de propiedad del pueblo boliviano,
cedidos a la administración del Estado.
22
Sarela Paz, Paul Van Damme, Caracterización de las Pesquerías en la Amazonia boliviana,
http://www.faunagua.org/biblioteca/2%20Paz&VanDamme.pdf, consultada el 24 de octubre de 2013
67
Con base en el reglamento de pesca y acuicultura, se ha llegado a establecer reglamentos pesqueros
a nivel departamental los mismos ante la ausencia de una facultad legislativa por parte de estos
fueron aprobado mediante resoluciones de índole administrativo; situación similar ocurre con la
aprobación de Planes de Manejo Pesquero de igual manera, es posible afirmar que aspectos
asociados a las actividades pesqueras en cuanto conservación de la biodiversidad se encuentra la
Ley del Medio Ambiente y el Reglamento General de Áreas Protegidas del año 1997 y los Decretos
Supremos de veda general e indefinida de los años 1990 y 1999.
Con relación al aprovechamiento de peces ornamentales, a pesar de haber existido una pocas
iniciativas de desarrollo del sector, las mismas han encontrado una ausencia de marco regulatorio
que permita concretarlas; a la fecha del presente estudio, se tiene referencia de la existencia de
algún proyecto de reglamento relacionado con el aprovechamiento de peces ornamentales.
Volviendo a referenciarnos en el estudio de Sarela Paz y Paul Van Damme, a manera de conclusión
citamos, en resumen, los 30 años que han transcurrido entre la promulgación de la Ley de Vida
Silvestre, Parques Nacionales, Caza y Pesca en 1975 y la fecha se caracterizan por la falta de
continuidad en las políticas pesqueras, y por una fragmentación de responsabilidades públicas a
niveles cada vez más inferiores y menos preparados para encarar los desafíos del sector (…).
Dentro del ordenamiento jurídico boliviano, es posible resaltar con relación al tema, la existencia
de la Ley de Navegación Fluvial, Lacustre y Marítima promulgada mediante Decreto Ley 12684
del año 1975; si bien es cierto que esta norma establece las relaciones jurídicas y administrativas
emergentes de las actividades de navegación fluvial y marítima, no contiene prescripción alguna en
relación con la conservación o el aprovechamiento sostenible de recursos hídricos; en sí ninguna
68
prescripción relacionada con el medio ambiente y los recursos naturales; un ejemplo de ello es el
del artículo 96 que establece como obligaciones del Capitán, en relación a la carga, la de rechazarla
cuando la considere peligrosa para la seguridad del buque (…) y arrojar al agua la que se vuelva
peligrosa durante el viaje.
Aun así como elemento de información relacionada con el presente estudio, esta Ley establece en
su contenido regulaciones relacionadas con las embarcaciones y su registro; sobre la construcción,
modificación, reparación, desguace o extracción de embarcaciones; sobre el registro de la industria
naval; sobre condiciones de seguridad de las embarcaciones, inspecciones, certificados de
seguridad; sobre la documentación de la embarcación o artefacto naval; sobre la navegación,
estableciendo como la autoridad competente de regulación a la Fuerza Naval boliviana; así como
faltas, contravenciones y penalidades.
En todos los casos, es posible afirmar que las actividades de navegación fluvial y marítima deberán
someterse a las prescripciones de la Ley del Medio Ambiente y sus reglamentos generales en lo que
corresponde a la Evaluación de Impacto Ambiental y el control de la Calidad Ambiental.
Al respecto, la Ley del Medio Ambiente, desarrolla un capitulo relacionado con los recursos
minerales, estableciendo en su artículo 70 que los mismos deben considerar en su explotación, el
aprovechamiento integral de las materias primas, el tratamiento de los materiales de desechos, la
disposición segura de colas, relaves y desmontes, el uso eficiente de energía y el aprovechamiento
nacional de los recursos; así mismo, el artículo 71 establece que una vez concluidas las actividades
mineras deberán contemplar la recuperación de las áreas aprovechadas con el fin de reducir y
controlar la erosión estabilizar los terrenos y proteger las aguas, corrientes y termales.
Por su parte, el Código de Minería y los reglamentos que de él derivan en temas ambientales,
fueron desarrollados en el marco de los intereses particulares de sector, estableciendo para las
69
actividades mineras por un lado el establecimiento de una Licencia Ambiental indefinida (artículo
9 del Reglamento Ambiental para el Sector Minero), por el otro la exoneración de responsabilidad
de los operadores mineros como emergencia de la elaboración de una auditoría ambiental de línea
base realizada por el concesionario u operador minero con carácter previo a la obtención de la
licencia ambiental y que forma parte de esta y; por último la prescripción en el plazo de 3 años de
las acciones por daño ambiental emergente de actividades mineras (artículo 86 del Código de
Minería).
Con relación a los recursos hídricos, el Código de Minería, establece en su artículo 36 que los
concesionarios mineros, para la realización de sus actividades, pueden usar y aprovechar las
aguas de dominio público y las que se alumbren o discurran por sus concesiones, con la
obligación de protegerlas y restituirlas a su cauce o cuenca natural, cumpliendo con lo establecido
en el presente Código, la Ley de Aguas, la Ley del Medio Ambiente, sus reglamentos y otras
disposiciones referentes a los recursos hídricos. Con relación al uso de aguas de dominio privado,
en el artículo 37 se establece un régimen de servidumbre o expropiación con excepción de aquellas
que interrumpan o perjudiquen la provisión de agua potable a las poblaciones.
Por último, el Código de Minería, establece en su artículo 39 que ninguna autoridad no judicial o
persona individual o colectiva puede impedir la iniciación u ordenar la suspensión de actividades
mineras, bajo sanción de resarcimiento de daños y perjuicios al concesionario, además de la
70
responsabilidad penal que pudiera corresponder, salvo que la autoridad competente comprobara
casos de emergencia ambiental, propase de labores o cuando así lo exijan la salud y vida del
personal.
En lo que corresponde con las normas técnicas ambientales para el caso específico del sector
minero, como ya se ha mencionado, se aplica el Reglamento Ambiental para el Sector Minero del
año 1997, el mismo que de acuerdo con el artículo 4 establece que en cada una de sus operaciones
o concesiones mineras, los concesionarios u operadores mineros deben contar con una licencia
ambiental para la realización de actividades mineras, conforme a lo establecido en la Ley del
Medio Ambiente, sus reglamentos, el Código de Minería y el presente reglamento.
Estableciendo como texto modificado el del artículo 26 del Reglamento Ambiental para
Actividades Mineras, el siguiente:
71
Se deben tomar medidas para proteger la salud de las personas y la conservación de la
flora y la fauna en el entorno de la laguna de almacenamiento.
La descarga de soluciones que contengan cianuro, deben cumplir con los límites
permisibles establecidos en el presente reglamento".
Con relación al uso de mercurio, el artículo 27 del reglamento en estudio, establece su uso en los
procesos de concentración de minerales solo está permitido cuando se instalen equipos de
recuperación de mercurio a la salida del proceso. El tratamiento de la amalgama debe ser efectuado
en retortas u otro equipo que evite la liberación de mercurio en el medio ambiente.
Para el caso de las aguas subterráneas, el artículo 28 del citado reglamento, establece que en casos
de inyección o infiltración de aguas residuales en acuíferos el procedimiento debe estar autorizado
en la licencia ambiental correspondiente y se debe cumplir con los límites máximos establecidos
para la clase del acuífero o ser de igual o mejor calidad que la calidad natural del acuífero.
Por su parte, el artículo 29, establece el piso de toda nueva acumulación de residuos, de lagunas de
almacenamiento, de canaletas y conductos debe impermeabilizarse cuando las infiltraciones
pudieran alterar la calidad de los acuíferos (…).
Si bien es cierto que existen normas técnicas de manejo ambiental en relación con el sector minero,
han proliferado en el país actividades minera ilegales que no cuentan con evaluaciones de impacto
ambiental ni con licencias ambientales, que están generando impactos ambientales negativos y de
largo plazo en cuerpos de agua, bosques y suelos con sus consecuentes efectos socios culturales y
económicos. De acuerdo con una información obtenida de un medio de información digital (Sol de
Pando.com) de fecha 26 de junio de 2013, una ex autoridad del Ministerio de Medio Ambiente y
72
Aguas, en un seminario sobre la problemática, señalaba que no se conoce el número de mineros
ilegales en Bolivia.
De acuerdo con el estudio denominado Minería en Tierras Bajas23, realizado por Alicia Tejada, se
afirma que con el apoyo de efectivos militares, el año 2010, el Gobierno de Evo Morales Ayma, a
través de ADEMAF, intervino al menos 24 áreas de explotación ilegal de oro, ubicadas en el
municipio cruceño de San Ramón, Santa Cruz, y en las serranías de San Simón, en el
departamento del Beni.
En otra sección del citado estudio, la autora se refiere a declaraciones del Director de ADEMAF
(Agencia para el Desarrollo de las Macroregiones y Zonas Fronterizas) que señalaba que gran parte
de la Chiquitania –zona ubicada al extremo sudeste de Bolivia, abarcando gran parte del este
del departamento de Santa Cruz y zonas linderas en Paraguay y en Brasil24-, era un territorio sin
Ley, “a la explotación ilegal de recursos naturales se sumaba el hecho de que era un territorio que
estaba atemorizado por bandas de narcotraficantes, traficantes de madera, súbditos extranjeros
que explotaban ilegalmente el oro y por organizaciones criminales que estaban controlando el
territorio en esta importante región”(las comillas son parte del texto de referencia).
El mismo estudio señala que, las percepciones locales y las mismas intervenciones de ADEMAF
pusieron en evidencia que la minería ocurre sin control alguno en Bolivia. La minería informal ha
desestructurado las redes económicas rurales al grado que cuando esta actividad ilegal fue
desmantelada las poblaciones se preguntaron a qué se iban a dedicar, sintiéndose muy afectadas.
1.4.5 ¿Normas para la agricultura, los pesticidas y agroecología – riego y uso de la várzea?
23
Alicia Tejada Soruco, Minería en Tierras Bajas, Centro de Documentación e Información Bolivia –CEDIB‐,
http://www.cedib.org/wp‐content/uploads/2012/08/mineria_tierras_bajas.pdf, consultada el 24 de octubre de 2013
24
Llanos de Chiquitos, http://es.wikipedia.org/wiki/Llanos_de_Chiquitos, consultada el 24 de octubre de 2013.
73
Constitución Política del Estado, en la que fue introducido el concepto de función social desde la
constitución del año 1938 y que se ha mantenido hasta la actual del año 2009.
De acuerdo con la Constitución Política del Estado promulgada el año 2009, con relación al
derecho a la propiedad, establecido en el artículo 56, en su primer parágrafo establece que toda
persona tiene derecho a la propiedad privada individual o colectiva, siempre que ésta cumpla una
función social, en su segundo parágrafo respecto a la garantía del derecho a la propiedad establece
que se garantiza la propiedad privada siempre que el uso que se haga de ella no sea perjudicial al
interés colectivo.
Por su parte en el capítulo referido a Tierra y Territorio, asociado a la propiedad rural, el artículo
393, establece que el Estado reconoce, protege y garantiza la propiedad individual y comunitaria o
colectiva de la tierra, en tanto cumpla una función social o una función económica social, según
corresponda.
El mismo texto constitucional para a describir los alcances de cada una de estas “funciones” que
debe cumplir la propiedad, establece lo siguiente:
Artículo 397.
II. La función social se entenderá como el aprovechamiento sustentable de la tierra por
parte de pueblos y comunidades indígena originario campesinos, así como el que se realiza
en pequeñas propiedades, y constituye la fuente de subsistencia y de bienestar y desarrollo
sociocultural de sus titulares. En el cumplimiento de la función social se reconocen las
normas propias de las comunidades.
III. La función económica social debe entenderse como el empleo sustentable de la tierra
en el desarrollo de actividades productivas, conforme a su capacidad de uso mayor, en
beneficio de la sociedad, del interés colectivo y de su propietario. La propiedad
empresarial está sujeta a revisión de acuerdo con la ley, para verificar el cumplimiento de
la función económica y social.
En lo que al tema interesa es esta materialización del concepto de función social como criterio
universal aplicable al ejercicio de la propiedad y su modalidad o derivación en función económica
social determinada por los usos productivos de la propiedad agraria rural a diferencia de la
propiedad urbana, en relación al empleo sustentable de la tierra y la remisión al cumplimiento de la
74
capacidad de uso mayor de la tierra en beneficio de la sociedad, el interés colectivo y el de su
propietario. Con lo que podemos concluir afirmando que el ejercicio del derecho de propiedad
agraria está limitado al cumplimiento de una función social o económico social –como un concepto
que ha evolucionado en el país a partir de la definición de referentes objetivos de cumplimiento- y
que esta se verifica entre otras cosas, por el sometimiento de las actividades productivas a la
capacidad de uso mayor de la tierra que se ve reflejada en los Planes de Usos de Suelo y el
ordenamiento territorial.
En primer término cuando el artículo en revisión cita el artículo 169 de la Constitución Política del
Estado se refiere a la del año 1967. Por otro lado, resulta relevante la incorporación dentro del
criterio de agrariedad, elementos como actividades forestales, conservación, protección de la
biodiversidad, la investigación y el ecoturismo, conforme a la capacidad de uso mayor de la tierra,
superando viejos paradigmas provenientes de la reforma agraria de los años 50 en Bolivia por los
que se determinaba que “la tierra era de quien la trabajaba” por lo que el trabajo se demostraba en
75
cultivo y el cultivo en desmonte y que por lo tanto aquella tierra con monte o bosque se
consideraba ociosa y susceptible de expropiación.
La Ley de Reconducción del proceso de Reforma Agraria 3545 del año 2006, que modifica e
incorpora nuevas disposiciones a la Ley INRA, en la línea antes descrita, amplia el articulo 2
referido a la función social y función económico social en los siguientes términos:
VI. Las áreas de descanso son aquellas de rotación que tuvieron trabajos, mejoras e
inversiones productivas claramente identificables. Se las reconocerá sólo en propiedades
agrícolas.
76
VII. En predios con actividad ganadera, además de la carga animal, se tomara en cuenta,
como área efectivamente aprovechada, las áreas silvopastoriles y las áreas con pasto
cultivado.
IX. Las servidumbres ecológicas legales son limitaciones a los derechos de uso y
aprovechamiento establecidas sobre las propiedades agrarias de acuerdo a las normas
legales y reglamentarias específicas. Para la regularización y conservación del derecho
propietario serán tomadas en cuenta y reconocidas, sin constituir cumplimiento de función
económico social. Constituirán función económico social sólo cuando se desarrollen sobre
las mismas actividades bajo manejo, regularmente autorizadas.
XI. Los desmontes ilegales son contrarios al uso sostenible de la tierra y no constituyen
cumplimiento de la función social ni de la función económico social.”
Se describe in extenso, con el objetivo de resaltar la importancia que el mismo tiene en el ámbito
del derecho agrario boliviano, toda vez que se constituye en la principal referencia para acceder y
conservar el derecho propietario agrario.
Resulta relevante sin embargo la evidencia de evolución del concepto concebido e incorporado en
el ordenamiento jurídico boliviano a partir de la Constitución Política del año 1938, pasando por la
forma agraria del año 1953 bajo la premisa de trabajo de la tierra, cultivo y desmonte; hasta la
incorporación de la variable ambiental al concepto para su posterior constitucionalización; ese es el
marco en el que la propiedad agraria es garantizada en Bolivia.
A partir de estas connotaciones legales asumidas por el derecho agrario boliviano, se establece un
relacionamiento y vinculación con prácticamente la totalidad del subsistema jurídico relacionado
con el medio ambiente y los recursos natrales vigentes en el país.
Con relación a la capacidad de uso mayor de la tierra, a la que debe someterse el ejercicio de la
propiedad agraria, se cuentan con los planes de uso de suelo departamental (PLUS) como una
herramienta a nivel macro realizada a una escala 1:250.000, aprobada mediante Decreto Supremo y
en el caso del Departamento de Santa Cruz mediante Ley de la Republica. Con relación al nivel
predial, la Ley Forestal y su reglamento han establecidos la utilización a nivel micro reflejada en el
denominado Plan de Ordenamiento Predial (POP) que de acuerdo con el reglamento de la Ley
Forestal aprobado mediante Decreto Supremo 24453 del año 1996, el nivel predial constituye la
unidad de análisis y gestión que determina los usos definitivos.
Con relación al uso de plaguicidas, Bolivia ha firmado y ratificado el Convenio de Basilea sobre
desechos peligrosos mediante Ley 1698 del año 1996; la Convención de Estocolmo relativa a
compuestos orgánicos persistentes mediante Ley 2417 del año 2002; y ha desarrollado acciones de
ajuste a la Decisión 436 de la Comunidad Andina de Naciones en cuanto al registro y control se
plaguicidas.
Corresponde señalar además que Bolivia ha identificado sustancias restringidas y prohibidas25 para
su uso en el país, entre las que se puede mencionar:
Sustancia Decisión
Chlodimeform No consentido
Dinoseb y sales de Dinoseb No consentido
Dibromuro de Etileno No consentido
Fluoracetamida No consentido
Bromuro de Metileno Restringido
Aldrin Prohibido
Clordano Prohibido
DDT Restringido
Dieldrin Prohibido
Endrin Prohibido
Toxafeno Prohibido
Mirex Prohibido
Dicloro Defenil Prohibido
Heptacloro Prohibido
2,4,5-T Prohibido
Hexaclorobenceno Prohibido
En relación al uso de agua para riego, el ordenamiento jurídico boliviano ha incorporado, la Ley
2878 del año 2004 de Promoción y Apoyo al Sector Riego; sus reglamentos aprobados el año 2006
mediante los Decretos Supremos 28817 relacionado con el marco institucional, 28818 relacionado
con los derechos de uso y aprovechamiento y, 28819 relacionado con gestión de riego, proyectos y
servidumbres; además de las prescripciones constitucionales relacionadas con recursos hídricos y
riego y el Plan Nacional de Desarrollo del Riego “para vivir bien” (2007 – 2011).
25
Bolivia, ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD, ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, Evaluación de los
alcances y resultados obtenidos a la fecha, en la implementación de la norma andina para registro de plaguicidas, en
la Comunidad Andina de Naciones.—Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud.‐‐ La
Paz: OPS/OM, 2006, pag. 28‐29.
79
La Ley de Promoción y Apoyo al Sector Riego, tiene por objeto, establecer las normas que regulan
el aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos en las actividades de riego para la
producción agropecuaria y forestal, su política, el marco institucional, regulatorio y de gestión de
riego, otorgando y reconociendo derechos, estableciendo obligaciones y procedimientos para la
resolución de conflictos, garantizando la seguridad de las inversiones comunitarias, familiares,
públicas y privadas (artículo 1).
Viceministerio de Riego
Gobiernos Municipales
En este marco, la Ley objeto de análisis, crea el Servicio Nacional de Riego, como entidad
autárquica, bajo la tuición del Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios (actualmente
Ministerio de Medio Ambiente y Agua), con autonomía administrativa y de gestión, personería y
80
patrimonio propio, con la responsabilidad de regular, planificar, gestionar y promover la inversión
pública para el desarrollo de riego y la producción agropecuaria y forestal bajo riego; así como los
Servicios Departamentales de Riego (SEDERIs) en cada Departamento, con las atribuciones de
proponer al Servicio Nacional políticas, estrategias y normas para el riego, aprobar los planes
departamentales de riego, presentar proyectos de inversión pública a nivel regional, mantener
actualizado un sistema departamental de riego entre otras.
En cuanto a los derechos de uso y aprovechamiento de aguas para riego, el Decreto Supremo 28818
del año 2006, establece en su artículo 4 que el registro de autorizaciones de uso y aprovechamiento
de recursos hídricos destinados a riego se regirá por los siguientes principios:
Estableciendo en su artículo 11, como obligaciones de los titulares del derecho, las siguientes:
Desarrollar acuerdos con otros titulares en el marco de lo dispuesto por la Ley Nº 2878 de 8
de octubre de 2004 y sus reglamentos.
81
Denunciar contravenciones a las normas contenidas en la Ley Nº 2878 de 8 de octubre de
2004 y sus reglamentos.
Con relación a las autorizaciones de aprovechamiento para otros usos que no fueran destinados al
servicio de agua potable y en tanto no se cuente con una Ley que regule en lo relativo al recurso
agua, de acuerdo con la disposición transitoria primera de la Ley de Prestación y Utilización de
Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario 2066 del año 2000, serán aprobadas por Ley.
Cabe mencionar, que hasta la fecha, no se cuenta en Bolivia con una Ley de Agua actualizada.
Con base en la Ley citada y en la Ley del Medio Ambiente, se promulga el Decreto Supremo
28389 el año 2005, con el objeto de declarar de interés y prioridad nacional la definición de una
política nacional en materia de aprovechamiento integral de las cuencas hidrográficas del país,
priorizando los siguientes estudios:
Estudios para determinar el aprovechamiento integral de las cuencas hidrográficas del país.
Se priorizará inicialmente los estudios en la cuenca del río Mamoré – Madera y del Río
Beni.
Comisión Impulsora
82
Comité Técnico
Instancia Ejecutora
En lo que corresponde a los efectos jurídicos del Decreto Supremo, se pueden identificar claridad
dos de ellos; por un lado, otorgación de derecho preferente del Estado en materia hidroeléctrica; y
por otro, la suspensión de todo tratamiento de solicitudes y consiguiente otorgamiento de licencias,
licencias provisionales y concesiones en materia hidroeléctrica sobre la cuenca del Río Mamoré –
Madera y del Río Beni, en tanto no se concluyan con los señalados estudios.
Con relación al estado de los estudios, información de un medio de prensa electrónica, así como de
la página de internet del Foro Boliviano sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, dan cuenta de que
estos estudios fueron contratados en el año 2008 y hasta la fecha no se conocen resultados oficiales.
Por su parte, el Foro Boliviano sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, en publicación de internet27
de fecha 21 de enero de 2013 señalaba:
26
Pérdidas millonarias por el contrato ENDE –Tecsult, Pagina Siete,
http://www.paginasiete.bo/revmiradas/2013/10/3/perdidas‐millonarias‐contrato‐ende‐tecsult‐2275.html,
consultada el 28 de octubre de 2013
83
A la fecha se desconoce el estado de cumplimiento del contrato Tecsult-ENDE y menos el
detalle de los productos y pagos realizados. (…)
Con relación a la Ley 2066, en su artículo 2 establece que esta norma se aplica a todas las personas
naturales o jurídicas, públicas o privadas, cualquiera sea su forma de constitución, que presten, sean
Usuarios o se vinculen con alguno de los Servicios de Agua Potable y Servicios de Alcantarillado
Sanitario. A los efectos de esta Ley, el sector de saneamiento básico comprende, los Servicios de:
agua potable, alcantarillado sanitario, disposición de excretas, residuos sólidos y drenaje pluvial
(artículo 3).
Establece además, el ámbito competencial, en el que, de acuerdo con el artículo 9, las políticas,
normas y regulación de los servicios de Agua potable y Alcantarillado Sanitario son de
competencia nacional; las concesiones, la regulación de los servicios de Agua Potable y
Alcantarillado Sanitario y las servidumbres relacionadas con los mismos son competencia de la
Superintendencia de Saneamiento Básico (actualmente Autoridad de Agua Potable y Saneamiento
Básico –AAPS-).
Con relación a los Gobiernos Municipales, el artículo 13 de la Ley referido a sus responsabilidades,
establece la de Asegurar la provisión de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario, a
través de una EPSA (Entidad Prestadora de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario)
concesionada por la Superintendencia de Saneamiento Básico, conforme a Ley, o en forma directa
cuando corresponda.
27
Otra vez la megarepresa de Cachuela Esperanza, SENA/FOBOMADE, http://www.fobomade.org.bo/art‐1954,
consultada el 28 de octubre de 2013.
84
Por su parte, la Ley de Municipalidades 2028 del año 2000, establece en su artículo 78 (vigente),
que los Gobiernos Municipales formularán, en el marco de una planificación estratégica, el Plan de
Desarrollo Municipal y el Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial; en su artículo 79 establece
que este último, comprenderá el área urbana y rural del Municipio y establecerá entre otras
prescripciones, la de delimitar las áreas urbanas que cuenten con los servicios básicos de energía
eléctrica, saneamiento básico, educación y salud.
Con relación a la participación vecinal, la citada Ley, en su artículo 152, establece entre las
facultades de los vecinos, la de solicitar la provisión de servicios públicos municipales, su normal y
correcto funcionamiento de manera que satisfagan, en forma eficiente, las necesidades
comunitarias en materia saneamiento básico y micro riego y desarrollo sostenible entre otras, de
acuerdo con las posibilidades de cada Gobierno Municipal; pudiendo convenir con las
Organizaciones Territoriales de Base (definida por la Ley de Participación Popular 1551 del año
1994, como comunidades campesinas, pueblos indígenas y juntas vecinales, organizadas según sus
usos, costumbres o disposiciones estatutarias) la conformación de servicios de apoyo a la
comunidad en las áreas de servicios básicos y otros.
Resulta esencial mencionar que existen previsiones constitucionales con relación al tema de
saneamiento básico como la del articulo 20 por el que se asume como una derecho fundamental de
la persona, al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable y alcantarillado
entre otros, y la consecuente responsabilidad del Estado en todos sus niveles de proveer servicios
básico a través de entidades públicas, mixtas, cooperativas o comunitarias.
En cuanto a los preceptos constitucionales referidos a las competencias exclusivas (por las que –
articulo 297 I. 2.- un nivel de gobierno tiene sobre una determinada materia las facultades
legislativa, reglamentaria y ejecutiva) de los Gobiernos Municipales, se establece como tal, el tema
de saneamiento básico y el establecimiento de las tasas (de acuerdo con el Código Tributario
85
boliviano, son tributos cuyo hecho imponible consiste en la prestación de servicios o la realización
de actividades sujetas a normas de Derecho Público individualizadas en el sujeto pasivo)
correspondientes al ámbito de su jurisdicción.
1.5.1 ¿Relación con el cambio climático: hay instrumentos legales sobre el pago por servicios
ambientales?
En relación al contexto del pago por servicios ambientales en Bolivia, corresponde señalar una
premisa establecida por el ordenamiento jurídico boliviano con fuente en la actual Constitución
Política del Estado promulgada en febrero del año 2009, y es la establecida por la Ley Marco 300
de la Madre Tierra y el Desarrollo Integral para Vivir Bien del año 2012 cuando en su artículo 4
relativo a los principios que la rigen, se encuentra el de No Mercantilización de las Funciones
Ambientales de la Madre Tierra, bajo la premisa de que estas –funciones ambientales- no son
mercancía sino dones de la sagrada madre tierra.
Con relación al agua y cambio climático, la señalada Ley, establece como bases y orientaciones
para vivir bien a través del desarrollo integral del agua, las del articulo 27 en su numeral 12, que al
caso particular prescribe la de desarrollar políticas para el cuidado y protección de las cabeceras de
cuenca, fuentes de agua, reservorios y otras, que se encuentran afectados por el cambio climático,
la ampliación de la frontera agrícola o los asentamientos humanos no planificados y otros.
En el tema del mecanismo propuesto por Bolivia como una alternativa al pago por servicios
ambientales, puede deducirse de la Ley objeto de estudio, el establecido en el artículo 32 relativo a
las bases y orientaciones del Vivir Bien, a través del desarrollo integral en cambio climático de
acuerdo con su numeral 6 que señala que el Estado impulsara que los recursos financieros de los
fondos orientados al cambio climático estén destinados al manejo integral y sustentable de todos
los componentes de la Madre Tierra, promoviendo la capacidad de sostenimiento y adaptación de
los sistemas de vida.
En relación a los planes y programas de reducción de gases de efecto invernadero, la Ley establece
que ellos estarán enfocados en la no mercantilización de las funciones ambientales de los
componentes de la Madre Tierra, por lo que no incluirán mecanismos de financiamiento asociados
a los mercados de carbono.
86
Alineado con los preceptos antes descritos, la Ley Marco de la madre Tierra y el Desarrollo
Integral para Vivir Bien, crea el Mecanismo Conjunto de Mitigación y Adaptación para el Manejo
Integral y Sustentable de los Bosques y la Madre Tierra, operado por la Autoridad Plurinacional de
la Madre Tierra –institución creada por esta Ley-, que tiene entre sus diversas funciones la de
desarrollar acuerdos locales, basados en la complementariedad con la Madre Tierra orientados a
promover procesos de conservación y restauración de las funciones ambientales de la Madre
Tierra.
Para el cumplimiento del objeto de la Ley, se crea el Fondo Plurinacional de la Madre Tierra como
el mecanismo financiero bajo dependencia de la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra, su
función es la de canalizar, administrar y asignar de manera eficiente, transparente, oportuna y
sostenible recursos financieros de apoyo a la realización de los planes, programas, proyectos,
iniciativas, acciones y actividades de mitigación y adaptación al cambio climático de los
Mecanismos de Mitigación y Adaptación (…). En este marco, gestionará y administrará los
siguientes:
2. Recursos públicos de otros Fondos del Estado Plurinacional de Bolivia, asignados de forma
consensuada a acciones de mitigación y adaptación al cambio climático.
Establece que estos fondos serán gestionados a través de un fideicomiso denominado “Fondo
Plurinacional de la Madre Tierra” abierto en el Banco Central de Bolivia.
La Ley de Vida Silvestre, Parques Nacionales, Caza y Pesca del año 1975, establece en su artículo
114, que para la administración de recursos pesqueros, cada cuerpo de agua productor de los
mismos, contará con un reglamento específico, que contemplará las especies, volúmenes de
explotación, métodos de captura, épocas de veda entre otros; establece además prohibiciones de
introducción y siembra de nuevas especies y animales acuáticos; así como especies ajenas a los
diferentes cuerpos de agua sin contar con autorización expresa de autoridad competente.
Ya en el marco de los principios del moderno derecho ambiental, la Ley del Medio Ambiente del
año 1992, establece en su artículo 29 que el Estado, promoverá tratados y acciones internacionales
de preservación, conservación y control de fauna y flora, de áreas protegidas, de cuencas y/o
ecosistemas compartidos con uno o más países; establece además prescripciones que definen el rol
del Estado en la conservación de los recursos naturales renovables, el establecimiento de áreas
protegidas entre otras.
En este marco, mediante Ley 1580 del año 1994, Bolivia ratifica el Convenio sobre la Diversidad
Biológica suscrito el 10 de junio del año 1992 en ocasión de la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992 realizada en Río de Janeiro, Brasil; y para el año
88
1997, mediante Decreto Supremo 24676 del año 1997, aprueba el Reglamento de la Decisión 391
de la Comisión del Acuerdo de Cartagena y el Reglamento sobre Bioseguridad.
En el marco de la Ley del Medio Ambiente, bolivia promulga el Reglamento General de Áreas
Protegidas mediante Decreto Supremo 24781 del año 1997; el mismo que aplica a las actividades
relacionadas con las Áreas Protegidas y Diversidad Biológica.
1.5.3 ¿Relación entre los bosques y las aguas: hay normas para la protección de las riberas de
los ríos? ¿Hay normas de la protección de los humedales?
Bolivia incorpora dentro del ordenamiento jurídico nacional, a partir de la implementación del
llamado régimen forestal de la nación prescripciones con un enfoque de sistema, en el que se
puede verificar la relación de bosques y aguas. Este Régimen Forestal se vio reflejado en una serie
de acciones normativas cuya base legal se encuentra en la Ley del medio Ambiente 1333 del año
1992, la Ley Forestal 1700 del año 1996, su Reglamento General del año 1996 y normas técnicas
para los diferentes usos y aprovechamiento aprobadas mediante Resolución Ministerial del
Ministerio de Medio Ambiente (se asigna este nombre genérico a un Ministerio que con la
dinámica de los años, desde el año 1992 hasta la fecha, ha sufrido modificaciones permanentes en
su denominación).
ARTICULO 46º.- Los bosques naturales y tierras forestales son de dominio originario del
Estado, su manejo y uso debe ser sostenible. La autoridad competente establecida por Ley
especial, en coordinación con sus organismos departamentales descentralizados, normará
el manejo integral y el uso sostenible de los recursos del bosque para los fines de su
conservación, producción, industrialización y comercialización, así como también y en
coordinación con los organismos competentes, la preservación de otros recursos naturales
que forman parte de su ecosistema y del medio ambiente en general.
En estos términos, fue planteada la Ley Forestal 1700 del año 1996; conforme el moderno derecho
ambiental, tomando en cuenta su desarrollo en el contexto internacional; el establecimiento de una
89
teoría general y sus principios rectores permitió configurar este cuerpo normativo. Para el año
1996, con la Ley Forestal, se ingresa a regular el uso y aprovechamiento forestal aplicado a
bosques tropicales con el criterio de regeneración natural del bosque, incorporación del principio
de preventividad en relación a la aprobación ex ante del Plan de Manejo Forestal, así mismo se
incorpora en el principio precautorio, el principio in dubio pro bosque, el de aproximación
holística entre otros, reflejados en el artículo 1 de la Ley cuando prescribe que esta tiene por objeto
normar la utilización sostenible y la protección de los bosques y tierras forestales en beneficio de
las generaciones actuales y futuras, armonizando el interés social, económico y ecológico del país,
estableciendo como los objetivos del desarrollo forestal sostenible, los siguientes:
d) Facilitar a toda la población el acceso a los recursos forestales y a sus beneficios, en estricto
cumplimiento de las prescripciones de protección y sostenibilidad.
En este artículo, se puede evidenciar que en términos declarativos, la Ley Forestal, pretendió
enmarcarse en un modelo de desarrollo sostenible, enfocando sus prescripciones desde un punto de
vista integrador y holístico.
d) Tierras de rehabilitación;
e) Tierras de inmovilización.
En el caso de las tierras de protección, establece en su artículo 13, que son aquellas, con cobertura
vegetal o sin ella que por su grado de vulnerabilidad a la degradación y/o los servicios ecológicos
que prestan a la cuenca hidrográfica o a fines específicos, o por interés social o iniciativa privada,
no son susceptibles de aprovechamiento agropecuario ni forestal, limitándose al aprovechamiento
hidroenergético, fines recreacionales, de investigación, educación y cualquier otro uso indirecto
no consuntivo. Las masas forestales protectoras que son del dominio del Estado serán declaradas
y delimitadas como bosques de protección. Por iniciativa privada podrán establecerse reservas
privadas del patrimonio natural, que gozan de todas las seguridades jurídicas de las tierras de
protección.
Además, en el parágrafo II de señalado artículo, establece todas las tierras, franjas y espacios en
predios del dominio privado que según las regulaciones vigentes a la fecha de promulgación de la
presente ley y las que se establezcan por su reglamento estén definidas como de protección y, en su
caso, sujetas a reforestación protectiva obligatoria, constituyen servidumbres administrativas
ecológicas perpetuas, y serán inscritas como tales en las partidas registrales del Registro de
Derechos Reales, por el mérito de los planos demarcatorios y de las limitaciones que emita la
autoridad competente mediante resolución, de oficio o por iniciativa del propietario.
Las áreas de protección de las concesiones forestales constituyen reservas ecológicas sujetas a las
mismas limitaciones que las servidumbres.
El artículo citado, está marcado por un énfasis hacia el ordenamiento territorial y sus efectos, viene
a introducir nuevos paradigmas en la gestión territorial. En él, se pueden evidenciar al menos cinco
elementos clave. En primer lugar, el reconocimiento de los servicios ambientales (o funciones
91
ambientales) que presta el bosque a la cuenca hidrográfica; en segundo lugar, el tratamiento que se
da a las tierras fiscales como tierras de protección; en tercer lugar, la posibilidad de establecimiento
de Reservas Privadas del Patrimonio Natural como acción voluntaria de conservación en predios
privados; en cuarto lugar, el establecimiento de servidumbres administrativas ecológicas perpetuas;
y en quinto lugar, la obligatoriedad de establecer al interior de las Concesiones Forestales, Reservas
Forestales en atención a las características establecidas para las tierras de protección.
El Reglamento de la Ley Forestal aprobado mediante Decreto Supremo 24453 del año 1996, entra a
instrumentalizar las prescripciones relativas a las tierras de protección estableciendo en su artículo
30, las que se consideran tierras de protección:
El artículo 32 del Reglamento, establece que la clasificación de tierras de protección tomará como
criterios la topografía, la pendiente, el grado de erosión o susceptibilidad a la erosión,
profundidad, calidad del material edáfico, cobertura vegetal, susceptibilidad a inundaciones,
factores climáticos u otros factores de degradación o su nivel de exposición a factores de riesgo.
Establece en su artículo 33 que son bosques de protección, aquellas masas forestales destinadas a la
protección de divisorias de aguas, cabeceras de cuencas, conservación de suelos y prestación de
servicios ecológicos en general.
Con relación a las servidumbres ecológicas, el artículo 35 establece que son limitaciones legales a
los derechos de uso y aprovechamiento impuestas sobre una propiedad, en razón de la conservación
y sostenibilidad de los recursos naturales renovables; precisando además, que entre otras por
establecerse, son servidumbres ecológicas legales, las siguientes:
a) Las laderas con pendientes superiores al 45%, salvo los casos en que el profesional
responsable de elaborar el plan de ordenamiento predial determine porcentajes inferiores
92
debido a factores específicos de vulnerabilidad o porcentajes superiores siempre que se
apliquen técnicas especiales de manejo y conservación de suelos, como surcos a nivel,
terrazas y sistemas agroforestales o agrosilvopastoriles.
e) Las cortinas rompevientos según plan de ordenamiento predial en ningún caso podrán
ser inferiores a 10 metros de ancho con un distanciamiento entre cortina y cortina igual a
diez veces la altura de los árboles dominantes, y deberán estar dispuestas
perpendicularmente a la orientación de los vientos predominantes. Las cortinas pueden
aprovecharse sosteniblemente, según plan.
f) En terrenos planos: 10 metros por lado en las riberas de quebradas y arroyos de zonas no
erosionables ni inundables; 20 metros por lado en las quebradas y arroyos de zonas
erosionables o inundables; 50 metros por lado en las riberas de los ríos en zonas no
erosionables o inundables; 100 metros por lado en las riberas de los ríos en zonas
erosionables o inundables; 100 metros a la redonda en lagunas y lagos; 10 metros por
lado al borde de las vías públicas, a partir del área de retiro, incluyendo las vías férreas.
g) En terrenos ondulados o de colinas de las zonas montañosas: 50 metros a partir del borde
de los ríos; 10 metros a partir del borde de los arroyos, quebradas o terrazas, para
93
favorecer la deposición de los sedimentos acarreados y la disminución de la velocidad de
las aguas.
a) Las laderas con más de 45% de pendiente. No obstante, en las laderas entre 45% y 60%
de pendiente con suelos poco deleznables pueden ser permisibles las actividades
forestales bajo sistemas apropiados de aprovechamiento, conforme a las previsiones
específicas del Plan Operativo Anual.
2. Recomendaciones Estratégicas.-
Del análisis realizado en base al inventario de legislación boliviana relacionada con los recursos
hídricos, se identifican las siguientes recomendaciones estratégicas:
94
1. Elaborar, aprobar e implementar una Ley de Gestión de Recursos Hídricos que considere
los preceptos constitucionales, el reparto de competencias a las diferentes entidades
territoriales autónomas para su gestión.
2. Elaborar, aprobar e implementar la Ley de Ordenamiento Territorial así como normativa
autonómica departamental, municipal e indígena originario campesino relacionada con el
Ordenamiento Territorial a nivel local como una herramienta básica de gestión ambiental y
protección de los recursos hídricos y adaptación al cambio climático.
3. La Política de Gestión de recursos hídricos contenida en los Planes nacionales debe
introducirse en el ordenamiento jurídico boliviano a partir de una Ley de Gestión de
Recursos Hídricos y el desarrollo de instrumentos de gestión integral de los mismos.
4. Integración de principios asociados a la gestión de recursos hídricos en una Ley de Gestión
de Recursos Hídricos, con un enfoque holístico y adecuada a criterios modernos de derecho,
la gestión y la administración ambiental.
5. Superar la fragmentación de normas sobre recursos hídricos integrándolas una Ley de
Gestión de Recursos Hídricos que establezca los principios que deberán ser tomados en
cuenta en normas reglamentarias y normas sectoriales.
6. Incorporar en el Código Penal boliviano Delitos contra el Medioambiente que actualmente
se encuentran en la Ley del Medio Ambiente; asegurando al medio ambiente y los recursos
naturales como bienes jurídicamente protegidos, estableciendo una adecuada tipificación.
7. Fortalecimiento de capacidades a nivel del órgano judicial y el Ministerio Publico en
relación con la aplicación de los principios del Derecho Ambiental y la protección de los
recursos hídricos en particular.
8. Desarrollar campañas de sensibilización ciudadana respecto del impacto socio ambiental
emergente de la degradación y contaminación de los recursos hídricos.
9. Instrumentalización y trasversalización a nivel de desarrollo normativo de los principios de
preventividad y precautorio como mecanismo de prevención de daños al medio ambiente en
general y a los recursos hídricos en particular..
10. Desarrollar instrumentos normativos que establezcan y hagan efectivos los incentivos a la
gestión ambiental.
95
Bibliografía.-
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