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DEMANDA DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR ENTRE CÓNYUGES.

MEDIDA
PRECAUTORIA
Procedimiento: Especial
Materia: Violencia Intrafamiliar
Demandante:
Rut:
Abogado Patrocinante:
Rut:
Apoderado:
Rut:
Demandado:
Rut:

En lo principal: deduce demanda por violencia intrafamiliar; Primer otrosí:


solicita medidas cautelares urgentes e inmediatas; Segundo otrosí: acompaña
documentos, con citación; Tercer otrosí: solicitud que indica; Cuarto otrosí:
señala formas de notificación; Quinto otrosí: patrocinio y poder.

S.J.L. de Familia

................................., cédula nacional de identidad ..................., profesión u


oficio............, domiciliada en .................., a US. respetuosamente digo:

Que vengo ante US. en deducir demanda por violencia intrafamiliar en contra de
mi cónyuge y padre de nuestros hijos .............................., profesión u oficio, cédula
nacional de identidad, domicilio, con expresa condenación en costas.

Fundo la presente demanda en las circunstancias de hecho y de derecho que a


continuación paso a exponer:

HECHOS:

1. Consta del certificado de matrimonio que acompaño en otrosí de esta


presentación que con fecha ......................................., contraje matrimonio
con .................., bajo el régimen de.............................., el que se encuentra inscrito
con el Nº........................ de la Circunscripción de ..............................
correspondiente al año .........................
2. Consta también que de nuestra relación matrimonial
nacieron ...... ........................, ambos de apellido ..............., que actualmente tienen
........................... años de edad respectivamente.

3. Por diversos motivos, pero especialmente por la violencia física, psíquica y


económica de que fuimos víctima durante el matrimonio, junto a mis hijos, nuestra
relación matrimonial se fue deteriorando, a tal punto que en el mes
de ....................., nos separamos de hecho.

4. Al producirse el cese de la convivencia, quede a cargo de ambos hijos


comunes, quienes continúan viviendo conmigo hasta el día de hoy.

5. Las relaciones del demandado conmigo y con nuestros hijos comunes, nunca
han sido buenas. En efecto desde el inicio de nuestra convivencia la vida
matrimonial se vio marcada por continuos y frecuentes episodios de violencia del
demandado hacia mi persona e hijos, la que se manifestaba como violencia física,
psicológica y económica, como señalé, mostrando el demandado un absoluto
descontrol de impulsos unidos a claros rasgos de agresividad.

6. Desde que ceso la convivencia los actos de violencia han persistido, tanto de
forma psicológica, física y económica.

DERECHO:

Hago presente a US. que en el caso sub lite, se cumple el requisito establecido en
artículo 5º de la Ley Nº20.066, sobre Violencia Intrafamiliar. En efecto, dicha
norma señala que “será constitutivo de violencia intrafamiliar todo maltrato que
afecte la vida o la integridad física o psíquica de quien tenga o haya tenido la
calidad de cónyuge del ofensor o una relación de convivencia con él, o sea
pariente por consanguinidad o por afinidad en toda la línea recta o en la colateral
hasta el tercer grado inclusive del ofensor o de su cónyuge o de su actual
conviviente”. El agredido, ..............................................................., tiene la calidad
de hijo del agresor y por tanto descendiente en primer grado, como consta del
documento que se acompaña en un otrosí.

A su vez, el artículo 8º de la Ley sobre Violencia Intrafamiliar establece para el


infractor una multa de media a quince unidad tributaria mensuales a beneficio del
gobierno regional del domicilio del denunciante o demandante, para ser destinada
a los centros de atención de víctimas de violencia intrafamiliar resistentes en la
región respectiva y que sean financiamiento público o privado.

Adicionalmente el artículo 9º señala las medidas accesorias que el juez deberá


aplicar en la sentencia. Entre otras la prohibición de acercarse a la víctima o a su
domicilio, lugar de trabajo o estudio, así como a cualquier otro lugar a que esta
concurra o visite habitualmente.
POR TANTO, en virtud de lo expuesto y disposiciones legales citadas.

RUEGO A US.: Se sirva tener por interpuesta demanda de violencia intrafamiliar


en contra de ...................................., ya individualizado, y en definitiva condenarlo
al pago de una multa de ...................................., además de la prohibición de
acercarse a nuestro grupo familiar incluyéndome a mí y a mis hijos ya
individualizados, a nuestro domicilio y al establecimiento educacional donde
cursan sus estudios, de conformidad con la letra b) del artículo 9º de la Ley sobre
Violencia Intrafamiliar, conforme al artículo 8º de la referida ley, o lo que US.
estime de derecho, todo ello con expresa condenación en costas.

PRIMER OTROSÍ: Considerando los hechos y los antecedentes que se


acompañan en esta presentación dan cuenta de una clara situación de violencia
física y existiendo un riesgo y peligro inminente que la situación se repita, en los
términos del artículo 7º de la ley Nº20.066, por los daños eventuales que pueden
seguir ejerciendo el demandado sobre todo el núcleo familiar, y de conformidad
con lo dispuesto en los artículos 22 y 92 de la Ley de Tribunales de Familia, ruego
a US. adoptar las siguientes medidas cautelares, con carácter de urgentes e
inmediatas;

1. Prohibir al ofensor acercarse a la víctima, en este caso al grupo familiar, de


conformidad al artículo 21 de la Ley de Tribunales de Familia.

2. Fijar alimentos provisorios, de conformidad al artículo 92 Nº3 de la Ley de


Tribunales de Familia.

POR TANTO, en mérito de los hechos antes expuestos y del derecho que me
asiste,

RUEGO A US., Decretar medidas precautorias solicitadas, ordenando: a) la


prohibición de acercamiento del demandado a las víctimas, su domicilio particular,
labor y académico, y b) el pago de una pensión de alimentos provisoria
ascendiente a la siguientes prestaciones:

SEGUNDO OTROSÍ: Vengo en acompañar con citación, los siguientes


documentos que justifican el otorgamiento de las medidas cautelares solicitadas:

1. Certificado de matrimonio de las partes.

2. Certificado de nacimiento de nuestros hijos.

3. Constancia de Carabineros con fecha .........................

4. Informe psicológico.....................................
TERCER OTROSÍ: Ruego a US. disponer se habilite día y hora y lugar para la
notificación de la demanda, y que se autorice a notificar la presente demanda por
medio de receptor judicial a costa de la suscrita.

CUARTO OTROSÍ: Sírvase S.S. tener presente que en virtud de lo dispuesto por
el artículo 23 de la ley Nº19.968, vengo en solicitar se me notifiquen las
resoluciones que se dicten en autos por medio de correo
electrónico ...................................................................

QUINTO OTROSÍ: Vengo en designar abogados patrocinantes y conferir poder a


los abogados habilitados para el ejercicio de la
profesión ..................................................................... y ..........................................,
quienes podrán actuar separada y/o conjuntamente, con domicilio
en ........................................., comuna de .................................. Quienes firman en
señal de aceptación.

Nota: De acuerdo a la ley Nº20.066, existe violencia intrafamiliar si concurren tres


requisitos: que el ofensor esté en relación de parentesco o de cercanía que señala
la ley con la víctima; segundo, que haya habido maltrato, y tercero, que dicho
maltrato afecte la vida o la integridad física o psíquica de la víctima.

#1234# NORMATIVA ASOCIADA

Ley Nº20.066.

Ley Nº20.427.

Ley Nº19.968, artículos 81 y siguientes. #5678#

JURISPRUDENCIA JUDICIAL

Violencia intrafamiliar. Incumplimiento de sentencia de divorcio.


Permanencia del agresor en el hogar. Apoyo psicológico a la víctima.
Necesidad de distanciamiento emocional con el agresor

El solo hecho de la prolongación de la vida en común, en los mismos términos


anteriores al divorcio, natural y lógicamente, para la mujer, constituye un hecho
intolerable de violencia en el hogar ante cuya gravedad, sobran otras
demostraciones de detalles particularizados en tiempo y espacio, pues no podrían
dar mejor cuenta de ello toda vez que, según demostró en ese juicio, perdió el
afecto hacia el ex marido, habiendo obtenido, judicialmente, su desvinculación, por
sentencia ejecutoriada, en un procedimiento en que acreditó la culpa del mismo
agresor que hoy continúa en el hogar, vulnerando esa decisión, como si de la
misma no emanaran consecuencias jurídicas de hecho –el fin del propósito de
cohabitar y auxiliarse mutuamente– que éste desobedece y de derecho –la
disolución del vínculo– que prefiere ignorar. El daño causado a la mujer luego de
una vida matrimonial de años sometida a violencia física, psicológica y económica,
ha tenido efectos profundos, que han determinado que califique para ser acogida
en el Centro de la Mujer de esta ciudad, donde ha recibido no una, sino múltiples
intervenciones. En un primer egreso se le mantuvo en seguimiento, por seguridad,
lo que significa que los especialistas daban cuenta de su exposición al riesgo de
continuar recibiendo el mismo o peor maltrato, obviamente, en razón de seguir
inmersa en un ambiente contaminado por violencia, con el agresor dentro de su
hogar y obstinado en imponerle su presencia en ese ámbito de su privacidad.
Desde sus recursos personales ha conseguido desarrollar herramientas
necesarias para sobrellevar su situación actual, pero requiere apoyo externo en
esa tarea, precisamente, por el daño recibido de afectación en su personalidad, ya
que aspectos de ella han resultado menoscabados debido a la situación de
violencia como ha sido informado por la perito, en conformidad al artículo 85 de la
ley Nº19.968. En base a estos apoyos y posiblemente al distanciamiento
emocional que ha logrado respecto al marido, al momento de someterse a la
pericia médico legal, se le observó estable a ese nivel, demostrando ser capaz de
modular adecuadamente sus impulsos y gracias a ello, conseguir una
predisposición a manifestar conductas adaptativas frente a situaciones cargadas
de tensión, de cuya existencia el profesional no duda en momento alguno, pues
las vivencias de la entrevistada se manifiestan en un relato consistente, coherente,
que supera los escollos de los indicadores de credibilidad del testimonio
(considerandos 6º y 9º de la Corte de Apelaciones).

Corte de Apelaciones de Punta Arenas, 04/05/2012, Rol Nº 28-2012

Cita online: CL/JUR/870/2012; 60658

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