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Dimitri Furmanov
LA CARRETERA DE SEMIRECHIE del sol del Turkestán. Hasta la gente es aquí distinta;
1920. Marzo. La temprana y seca primavera de no se parece a los que, adormilados, vagan como
Oriente tiende su manto de oro por Tashkent, por sus sombras de una alameda a otra. Ciñen sus tensos
alamedas. Flota en el aire templado un silencio cuerpos los cinturones; estiran los revólveres las
soñoliento, perezoso. En las acogedoras tiendecillas, cazadoras de cuero; sus macilentos rostros tienen una
los sarts1, envueltos en sus abigarradas batas, expresión adusta, severa; sus frías palabras son
exhalando olor a especias, comen con regodeo las concisas, exactas. Al verlos en la calle, los hombres
jugosas kishmish2. De vez en cuando, surge rápida de de las batas abigarradas les acompañan con una larga
una esquina una cazadora de cuero, se desliza fugaz mirada atónita, masticando de continuo, lentamente,
una cartera de lona verde y empieza a rugir, a lo sus aromáticas kishmish.
lejos, el motor de un automóvil: alguien va presuroso Llevamos hoy todo el día dando más vueltas que
a la reunión del Consejo Revolucionario. Todos se un molinillo en el Consejo Revolucionario. Mañana
dirigen allí, al caserón de piedra donde reina el salimos de Tashkent, de madrugada. Vamos a
desasosiego y, hasta el amanecer y después de él, Semirechie, a la ciudad de Vierni3. Nos espera un
dedos insomnes corren febriles por los mapas que trabajo atractivo, desconocido. El inalterable Vasili
tapizan las paredes, esmaltados de estrellitas Vasílievich estampa un sello anaranjado en nuestras
multicolores, alfileres de gruesa cabeza y policromas larguísimas credenciales. Al mirar la mía, me sonrío
banderitas. más de una vez: esto es todo un programa de cien
Se cierne sobre las casas un silencio absoluto, puntos, unas ordenanzas, mi símbolo de fe. "Si se
adormecedor, amodorrante. En las calles de la ciudad cumple todo -pienso- cuanto aquí se dice, hará falta
muerta hay una calma de cementerio. Y mientras un par de siglos por lo menos. Con una credencialilla
tanto, en el caserón de piedra, tras las anchas mesas, de éstas se puede ir a todas partes". Miro y veo que
junto a los mapas de las paredes y las mesitas donde Vasili Vasílievich sonríe también. Mas no estamos en
los morse repiquetean incansables con sordo golpeteo sitio a propósito para bromas. El es hombre de pocas
cifrado, se oyen sin cesar nombres enigmáticos: palabras y mucha seriedad, pues el cargo así lo
Irgash, Madamin, Jal-Jadzhá, Kurshirmat... requiere. Se reirá después, pero ahora se limita a
Los bandidos no dan ni un minuto de reposo a la estampar el sello con fruición y fuerza en el
Ferganá mártir. Y en el extremo opuesto, en el lejano omnipotente papelito, apretando bien los labios bajo
frente de Semirechie, donde se ha entregado en los negros bigotes, y a carraspear sonoramente, como
Kopal el ejército blanco, una parte considerable, si se hubiera echado al coleto una copa en un día de
peligrosa, del ejército derrotado galopa hacia China frío espantoso.
con Annenkov y Scherbakov a la cabeza... Hay que Esto ocurre en el Consejo Revolucionario. Y en la
cerrarles el paso, darles alcance y aniquilarlos, para acera opuesta, ante este edificio, se encuentra la
acabar con la última posibilidad de retorno de los Dirección Política del Frente. Allí también el ajetreo
duros tiempos de guerra. No disminuye ni por un es incesante. Y hay motivos de sobra para ello,
instante el inquieto ir y venir por las frías porque se va muy lejos, nadie sabe por cuanto
habitaciones, altas de techo, del Consejo tiempo, todo un equipo de responsables, ignorándose
Revolucionario, donde no penetran los dorados rayos asimismo a qué marchan y cuáles son los riesgos y
peligros que pueden correr. En la Dirección Política
1 vivimos todos como hermanos, formando una familia
Nombre que se daba inadecuadamente, antes de la
revolución, a los naturales de Tashkent y de otras ciudades
bien avenida. A muchos les unen antiguos lazos de
del Asia Central. Fúrmanov lo emplea porque era usual en campaña: unos recuerdan la persecución de las
los primeros años de Poder soviético en el Turkestán. (N. bandas de Majnó; otros, ya los combates de Ufá
de la Edit.) contra Kolchak, ya los de las estepas de los Urales,
2
Especie de uvas pasas aliñadas, que conservan su jugo.
3
(N. del T.) Actualmente. Alma-Atá. (N. del T.)
2 Dimitri Furmanov
abiertas a todos los vientos, o de las extensas llanuras cristalina pureza y un candor infantil. Todos la
del Don, y con ellos, a Denikin, Krasnov, Kaledin, queríamos. En aquellos días, Lídochka no
Pokrovski4. Cada uno tiene sus combates; muchos, comprendía nada, absolutamente nada; limitábase a
los mismos, y todos, una lucha común. sonreír y a asentir en seguida a lo que le decían,
Nuestra familia está muy unida, y así da gusto temerosa de disgustar al que le hablaba. En la noche
trabajar. Ayer, a la caída de la tarde, nos reunimos de la despedida, aún no sabía nada como es debido
por última vez y estuvimos juntos hasta altas horas acerca de la revolución, de los bolcheviques. Tenía la
de la noche. Fue una amistosa velada de despedida en sesera de un pajarillo, y era tímida, inocente y un
la que se rememoraron diversas cosas: unos hablaron poco cómica. Y sin embargo, luego... Luego, recorrió
de lo primero que les vino a la memoria, y otros, de con nosotros un duro camino, soportó las penalidades
lo más preciado. Pero hubo una exclamación que se de los tiempos en que la muerte nos rozaba con su
alzó dominando el alegre bullicio: guadaña. Lídochka aguantó con nosotros las
-¡Ay, muchachos, qué pena separarse! tormentas y tempestades de la sublevación... Y ahora
La costumbre es cosa de no poca importancia. es también bolchevique. Dirige una sección femenina
Pero la costumbre en el trabajo, y por añadidura con regional...
unos muchachos como éstos, es ya algo grande. Ya veis qué cosas ocurren en la vida: de los
Nos dividimos en dos partes: una mitad se queda sueños de muchacha, directamente, al ancho camino
aquí, la otra va lejos, muy lejos, casi a mil verstas de la lucha de clases.
más allá de los montes, a Vierni. Esa noche tan Hubo un tal Kapelnitski, bolchevique desde hacía
pronto alborotábamos, dominados por una alegría una veintena de años. Emigrado. Muy inteligente. Un
irrefrenable, como nos poníamos serios de pronto y año más tarde, fue a Moscú, a un Congreso. Y aquel
quedábamos en solemne silencio. Desde fuera, hombre, con el que no habían podido acabar ni los
debíamos parecer un poco ridículos. Mas no hubo destierros, ni las cárceles, ni las palizas de los
énfasis alguno, sino palabras sinceras, necesarias, gendarmes, murió tontamente, de modo casual: lo
sencillas. Discursos, muchos discursos... mató una bala perdida.
Intervinimos todos sin excepción. Y éramos unos ¿Y sabéis quién estaba, además, entre nosotros?
treinta... ¡Qué noche tan maravillosa e inolvidable! Pavlusha Vóitek. En los distritos petersburgueses, los
Poleies, negro como un cuervo, con la pipa entre obreros recuerdan todavía a Pavlusha Vóitek. Era
los dientes, se pasó la mano por los rizosos cabellos y hombre franco y recto como pocos y de nobilísimos
acabó así una de sus numerosas intervenciones: sentimientos. Le considerábamos el mejor entre los
- De todos modos, compañeros, estos últimos mejores. Era siempre para nosotros un modelo de
meses serán los mejores de mi vida... auténtico luchador comunista en que se aunaban de
- Aún habrá otros mejores, Poleies, si te haces modo sorprendente la experiencia de la vida, la
bolchevique -intercaló uno desde el otro extremo de explicación de los problemas más difíciles y
la mesa. complicados, una candidez de paloma y una
- Bueno, eso déjalo; no es ahora tiempo... ingenuidad de niño, dulce, sin hiel... Después de las
- Para hacerse bolchevique siempre es tiempo... conversaciones con Pavlusha salía uno impregnado
Y los sentados a la mesa soltaron la carcajada. de su sinceridad, de su fe inquebrantable, firme, en
El barbilampiño Garfúnkel, de aspecto afeminado, todo cuanto decía con tanta alma. Parecía que no
menchevique como Poleies, acudió presuroso en había dicho nada importante, trascendental y que sus
ayuda de su amigo: palabras no eran necesarias, pero en realidad,
- Es cierto, compañeros... No es momento. No hay después de hablar con él, uno se sentía más
que decidir eso ahora; es asunto que requiere inteligente, más animoso y seguro, y el trabajo
pensarlo muy detenidamente... cundía y los pensamientos se tornaban claros,
Lo dijo, y sus rojas mejillas de muchacha se lozanos, como si Pavlusha los hubiera regado con un
pusieron más coloradas aún. agua vivificadora. Tenía un don poco común: el de
- Dejadlos tranquilos, muchachos. Ellos mismos desenredar las cosas, de hacer comprensible y
caerán en la cuenta -dijo alguien en tono conciliador. sencillo todo lo que a primera vista parecía
La afirmación aquella fue profética: poco enmarañado, confuso, inaccesible. Pavlusha Vóitek
después, los dos seudomencheviques se encontraban no existe ya: en una de las primeras filas de
ya en nuestras filas. No las palabras, ni las atacantes, fue al asalto del sublevado Cronstadt5, y
exhortaciones, sino el trabajo real, práctico, en que una bala traidora le mató con su fuerte y ardiente
estaban metidos día tras día les movió a dejar la beso de plomo. Los hombres como él mueren así. En
falsedad menchevique y a trabajar en serio, de el momento del choque, siempre están en la atalaya,
verdad, al modo bolchevique.
Tomemos otro ejemplo, el de Lídochka, 5
Fúrmanov se refiere a la sublevación
muchacha de diez y ocho años, inexperta, de contrarrevolucionaria de Cronstadt, organizada por los
guardias blancos contra el Poder soviético en marzo de
4
Generales del ejército blanco. (N. del T.) 1921. (N. del T.)
La subrevación 3
al descubierto, en el sitio de mayor peligro. Se les ve Por cierto que, durante los últimos días, ya nos
desde todas partes. Las balas caen a millones. Y una habíamos comunicado aquella "novedad" varias
de ellas va a parar, indefectiblemente, al corazón. Y veces. Debido a ello, cuanto más la repetíamos, iba
se lleva de su puesto de combate a hombres como surtiendo menos efecto. Además, habíamos oído
Pavlusha Vóitek. hablar mucho de los terribles deshielos. Viejos
Aquella última noche estuvo con nosotros. Reía, habitantes del lugar nos auguraban que pereceríamos
nos estrechaba las manos precipitadamente, decía, en el camino a causa de los torrentes de las
como de ordinario, palabras cordiales, que infundían montañas, de los aludes y derrumbamientos,
optimismo. No las recuerdo exactamente. Además, afirmando que las crecidas se llevaban los puentes.
¿para qué hace falta? Nos dijo que en todas partes se Pero todo aquello nos agradaba. Después de tales
necesitaba algo, había algo que hacer. Y en Vierni rumores y noticias, el próximo viaje nos parecía
nos esperaba un trabajo grande. ahora un acontecimiento insólito, casi fantástico.
- Id para allá, muchachos, y portaros como ¡Partir, partir cuanto antes!
valientes. En un lugar tan apartado, las fuerzas Y como ocurre siempre en semejantes casos, nos
jóvenes son más necesarias que aquí. metían, pobres de nosotros, todas las bolas que se les
Aquello ocurrió hace tiempo. Ahora, Pavlusha no ocurrían, pues nuestras orejas estaban abiertas para
existe ya. Descansa en paz, amigo. No te recibirlas y nuestros labios dispuestos a dar
olvidaremos nunca, Pavlusha, pues eras un hombre sinceramente las gracias por las informaciones.
honrado y noble a carta cabal, un comunista valeroso Por fin, llegó el momento. Todo ya había sido
y modesto, como deben ser los comunistas. oído; los equipajes estaban hechos; los documentos,
Puede que tampoco exista alguno más. No lo sé. suscritos; los besos, dados. ¡Adiós, Tashkent!
Han transcurrido más de tres años. Y nosotros Unos caballitos con cascabeles nos llevaron a la
estamos acostumbrados a contar el tiempo por estación. Y allí no ocurrió nada digno de mencionar:
minutos. tomamos el tren y partimos.
De Tashkent a Vierni hay unas ochocientas
Pasó la noche aquella. A la mañana siguiente, nos verstas. Por aquel entonces sólo se podía ir en tren
encontrábamos de nuevo en la Dirección Política, hasta la estación de Búrnaia, y desde allí, las
como si nada hubiera ocurrido. Hasta nos dábamos seiscientas verstas restantes, en troikas de posta. El
más prisa que de costumbre, pues nosotros teníamos tren se arrastraba monótono y lento, deteniéndose
que marcharnos y ellos tenían que despedirnos. con frecuencia por causas para nosotros ignotas.
Nuestras mutuas prisas las veía cada uno, las Permanecía parado largo rato, hasta que acabó por
comprendía e incluso se avergonzaba un poco de atascarse definitivamente en unos montones de nieve
ellas. que aparecieron delante. ¡Vaya una "soleada"
"Habría que irse cuanto antes..." primavera que nos brindaba el Turkestán!... Aunque
Este pensamiento nos embargaba a todos. Por ello a nosotros ninguna clase de contratiempos de viaje
se ponía singular diligencia en preparar la nos hacía mella, porque nos intrigaba sobre manera
documentación (la preparaban también allí), en aquel lejano y misterioso Semirechie del que tanto
abastecerse rápidamente de productos alimenticios y habíamos oído hablar en Tashkent. En el acribillado
llenar de cosas prácticas diversos cajones, cestos y y frío compartimiento del vagón, nos reuníamos en
macutos... Eran escritas las últimas cartas. ¡Y cómo corrillo -unos sentados en las literas y otros, en el
no íbamos a escribir!, pues para llegar a Vierni había santo suelo- a fin de discutir con calor el trabajo
que tirarse en coche sus buenas seiscientas verstas y político, o de otro género, que habíamos de realizar.
pico por el monte y por el llano. Lejillos estaba el Un medio ambiente nuevo por completo y unas
rincón en que pensábamos meternos. circunstancias absolutamente distintas, la falta de
No poco era lo que sabíamos de Vierni. En primer proletariado urbano y el desconocimiento del idioma
lugar, ¡no faltaba más!, nos comunicamos unos a eran factores que servían para devanarse los sesos y
otros en secreto que, hacía algunos años, en 1911 ó hablar largo y tendido. Y así lo hacíamos, con gran
1912, ayer como quien dice, había tenido lugar en celo. Se hablaba por los codos, sin escatimar
Vierni el último terremoto... palabras, con poca seguridad y suma excitación. Esta
- Sí..., ¡y de los gordos! última predominaba porque, como nadie sabía nada a
Después de estas palabras, mirábamos ciencia cierta, había ancho campo para la discusión y
escudriñadores al rostro del oyente para ver qué la polémica. ¿Qué otra cosa podíamos hacer en un
impresión le producía la noticia. ¡Valiente novedad! viaje tan larguisimo? Por otra parte, queríamos que
¡Como si él no supiera aquello! Pero a incitar la todo él nos sirviera de verdadero provecho. En
curiosidad, como chiquillos, siempre estábamos primer lugar, había que determinar con exactitud
dispuestos por aquel entonces. cómo eran aquellos "accesos" a Semirechie, aquellas
- ¡Atiza! Vamos a los mismos infiernos. ¿No primeras regiones que hallaríamos en nuestro
somos, a caso, unos héroes? camino; en segundo lugar, había que conocer allí, en
4 Dimitri Furmanov
pasó con nosotros todas las zozobras de los días de la bandera del Poder soviético, las villanías más
sublevación. atroces. Es más, muchos de ellos habían logrado
Enfrascados en las charlas y discusiones, no nos infiltrarse en los Comités del Partido y, bajo el
dábamos cuenta de cómo retrocedían raudos los nombre de "comunistas", llevaban a cabo su propia
apeaderos y de cómo avanzaba cada vez más hacia "política", original en extremo. Por ejemplo, en una
nosotros la estación final: Búrnaia. Habían ya pequeña estación nos comunicaron que el
quedado muy atrás los huertos de Tashkent, plenos vicepresidente del Comité del Partido era un
de árboles frutales, el sol abrasador, el diáfano cielo especulador declarado, dueño de una serie de tiendas
azul y las batas multicolores de los sarts. En los de la más diversa índole. Últimamente, habla abierto
nuevos lugares, la época del deshielo era de tal una tiendecita más con un fin "nobilísimo". El
naturaleza, que se precisaba llevar a prevención establecimiento lo destinaba para el hijo; al hacerle
rígidas lonas impermeables para el tiempo lluvioso y entrega de él, le advirtió con la mayor severidad del
zamarras para resguardarse de las ventiscas mundo:
montañeras y de los fríos de la madrugada. - Esto es para ti, Aliosha. Ahora no son los
Allá lejos, muy lejos, pasada la desértica llanura tiempos del viejo capitalismo... Actualmente tenemos
abierta a los vientos, refulgían cegadoras a la luz del el Poder soviético, y en él cada uno debe trabajar.
sol las nevadas crestas de las montañas de Tian- Pero tú, tunante, no das golpe... Sabrás que, entre
Chan. Estábamos tan cerca y tan lejos de ellas… Y nosotros, el que no trabaja no come... Todos deben
en adelante, por el camino, nos esperaban toda clase arrimar el hombro... Y tú tampoco debes estar
de viscosos cenagales y de impetuosos torrentes de ganduleando con los bolsillos vacíos; anda, haz
montaña, puentes arrastrados por las aguas, rocas dinero...
gigantescas. Y en las cimas, más de una vez, las No era una broma, sino un hecho completamente
heladas nos darían su frío abrazo de despedida y nos auténtico. Nos lo refirió un ferroviario que, a juzgar
zarandearían los últimos, furiosos vendavales de por sus antecedentes era un muchacho serio,
altura. De todo habría. Así nos lo pronosticaban los magnífico, nada amigo de embustes ni de
entendidos de aquellos lugares. charlatanerías. Aquella benemérita organización del
Cuanto más nos alejábamos de Tashkent, tanto Partido contaba con más de trescientos afiliados. Y
más se iba elevando la línea férrea y cada vez se eso en un lugar que sólo tenía de tres mil quinientos a
acercaban más a la vía, altas y arrogantes, las rocas. cuatro mil habitantes. Al parecer había que alegrarse
En las llanuras casi había desaparecido la nieve, de un porcentaje tan envidiable y de que el Partido
tan sólo quedaba en las montañas y en sus faldas. gozase allí de tanto éxito. Pero pronto nos
Por contados minutos, raramente, el sol asomaba descubrieron el "secreto". Era de una sencillez
entre los nubarrones pardo oscuros, desgarrando la pasmosa: Un buen día había empezado a circular el
espesa niebla que ceñía la cordillera. Humedad. fascinante rumor de que a todos los comunistas les
Nubes. Frío. Silencio. Ninguna vegetación. iban a dar cortes de trajes, y los vecinos acudieron al
Únicamente, junto a los poblados kirguizes y las Partido en tropel.... Lo oíamos y nos resistíamos a
diseminadas yurtas6 grisáceas, negreaban solitarios, creerlo. Más tarde, nos informamos de la
desamparados, unos raquíticos arbolillos composición del Partido: únicamente había unos
desconocidos. Allí no había sarts, sólo vivían, cincuenta obreros, los demás eran "simples...
hacinados, los kirguizes. En aquellos montañosos y vecinos". Por aquellos días, en las regiones apartadas
extensos lugares, en las laderas, apacentaban sus del Turkestán tales "simples señores" distaban mucho
ganados. Cerca de las estaciones, también se había de constituir una excepción y utilizaban ampliamente
asentado gente de otras tierras, colonos rusos en su las organizaciones del Partido. No en vano, por aquel
mayoría, que abundaban especialmente en las entonces, fueron disueltas en el Turkestán incluso
pequeñas ciudades construidas junto a la vía férrea. organizaciones regionales enteras, y en cuanto a las
Y allí, antes de llegar a Búrnaia, aprovechando las de menor importancia, sólo el Comité Central de allí
largas paradas, bajábamos del tren para ver como sabía el número exacto de las liquidadas. El caso
andaban las cosas en el Soviet en el Comité del mencionado nos hizo conocer de golpe la amarga y
Partido o en el Comisariado de Guerra. ponzoñosa realidad del Turkestán, Y al principio,
Encontrábamos cuadros lamentables y curiosos. quedamos sorprendidos, intimidados ante tales
En los Soviets se habían introducido por doquier horrores. Pero luego, ya solos, cuando empezamos a
elementos completamente extraños, indeseables: deliberar sobre lo que habíamos visto, oído y sabido,
kulaks de diversos calibres, ricachos indígenas y únicamente percibimos con mayor agudeza toda la
traficantes y especuladores de toda calaña. Y toda envergadura y seriedad de la labor que habíamos de
aquella canalla agrupada al azar cometía, bajo la llevar a cabo.
- Los Soviets y las organizaciones del Partido
6
Tiendas, generalmente cónicas, utilizadas como están llenos de toda clase de basura -razonábamos-.
viviendas por los kirguizes y algunos otros pueblos La capa de obreros es muy delgada, y, por añadidura,
nómadas. (N. del T.)
6 Dimitri Furmanov
puede que no sea lo suficientemente consciente... Los unas sesenta o setenta verstas de distancia. Pero
trabajadores musulmanes, puntal del Poder soviético, conseguir allí transporte oficial era asunto
su base principal, los pilares en que se asienta, extraordinariamente difícil. Con todo nuestro carácter
constituyen una masa todavía ignorante y prisionera de enviados "especiales" y "extraordinarios", aunque
de su clero, de sus ricachones: de sus manaps7 y blandíamos amenazadores nuestras prolijas
bayes8. Esa masa no se despertará de su ignorancia, credenciales y pese a los clásicos tacos, escogidos,
no penetrará en ella la luz de la instrucción hasta que del comandante de la posta -en parte, compadecido
no se cumpla la tarea más importante, fundamental, de nosotros; en parte, deseando sacudirse las pulgas
de afianzar aquí el Poder soviético. Así está cuanto antes-, el presidente del Soviet de la aldehuela
planteada la cuestión. La tarea es en que debíamos tomar los medios de transporte, nos
extraordinariamente difícil. Por consiguiente, ¡ánimo, notificaba imperturbable:
y manos a la obra! ¡Confiemos en nuestro éxito! - No hay caballos...
En estos o análogos tonos y empleando - Entonces, ¿cómo vamos a seguir el viaje? -
argumentos semejantes, mantuvimos nuestra acometíamos severos al cachazudo mujik.
conversación. Y ya no nos parecía espantoso ni - ¿Y a mí qué me importa?
difícil el trabajo que nos esperaba, aunque nos - ¿Cómo que no te importa? Tenemos que
dábamos perfecta cuenta de que no habíamos hecho partir inmediatamente, con urgencia, para una
más que alzar una punta del velo y que, cuando lo misión especial. ¿Entiendes?
levantásemos por completo, descubriríamos llagas - Entiendo.
mucho más profundas y purulentas, que habría que - ¿Y qué?
curar. ¡Cuánto tiempo y cuánta tenacidad requeriría - Nada...
aquello! Y de nuevo tratábamos de llegarle a lo vivo, ya
Sin embargo, después de ver mentalmente cuál con ruegos, ya con amenazas, pero el mujik era
era el verdadero camino a seguir y de comprender "hombre largo y corrido", y no se dejaba
que sólo en el kishlak9 se hallaba el ovillo al que engatusar tan fácilmente. Permanecía
afluían todos los hilos, el punto de convergencia de imperturbable, como una estatua de piedra.
todas las vías, sentimos más confianza en nuestras - No voy a engancharme yo mismo y a
propias fuerzas y nos sobrepusimos a nuestro llevaros... ¡Vaya unas exigencias!
momentáneo desconcierto. Allí mismo, en ruta, nos Y nos tuvimos que ir sin lograr nada.
surgió ya la idea de organizar en Vierni para nuestros Hubo que echar una galopada, de más de ocho
compañeros unos cursillos de enseñanza del idioma verstas, hasta la aldehuela próxima. A la mañana
del país, cosa que pusimos en práctica en cuanto siguiente nos mandaron por fin de allí un par de
llegamos. En camino, cambiamos también carromatos de "propiedad particular".
impresiones sobre la necesidad de crear otros Amontonamos en ellos nuestros diversos trastos
cursillos ambulantes para dar a los indígenas los (ya que el mujik no sabía en absoluto atarlos), nos
conocimientos más elementales, iniciativa que encaramamos a lo más alto del montón y nos
tampoco echamos en saco roto... Pero de esto pusimos en marcha. El traqueteo era muy grande,
hablaremos más tarde; ahora, volvamos a Búrnaia. y esperábamos continuamente salir lanzados de
un momento a otro. Todos, sin causa aparente
La idea que teníamos del deshielo resultó ser para ello, estábamos muy contentos. Nos
exagerada. Mejor dicho, nos retrasamos en nuestros llamábamos a gritos de un carro al otro, decíamos
temores, pues hacía ya dos semanas que había agudezas y nos divertíamos como niños
terminado la principal crecida de primavera, y ahora pequeños. Klim Klímich -tal era el nombre de mi
sólo se advertían huellas de su paso: en algunos carrero- resultó ser un mujik muy locuaz,
lugares se ocultaban los montículos de nieve que inteligente y sensato.
quedaran indemnes. Sin embargo, aún corrían los - Nosotros somos de los nuevos -me explicaba
torrentes impetuosos que arrojaran los puentes a la ya en voz baja, confidencial-. Los nuevos
orilla... Eran los últimos restos del deshielo. El formamos aquí rancho aparte...
invierno reinaba únicamente en las montañas, donde - ¿Y qué quiere decir eso de nuevos? -inquirí
continuaban las heladas, las nieves y ventiscas. En yo.
cambio, en el llano se percibía el aliento, cada vez - Verás, nos llamamos así porque hemos
más cálido, de la primavera. llegado hace muy poco; bueno, cosa de seis u
Desde Búmaia, debían llevarnos de un tirón hasta ocho años... Antes vivíamos en la provincia de
la pequeña ciudad de Aulie-Atá, que se encontraba a Járkov. Pero empezamos a estar allí estrechos y
nos vinimos para acá. Nos entregaron un socorro
7
Miembros destacados de la vieja nobleza feudal en la para el viaje, el gobierno lo facilitó. Y aquí
Kirguizia de antes de la revolución. (N. del T.) también se nos ayudó: en lo de la tierra, en lo de
8
Ricos del país. (N. del T.) la casa ... Así es que a todos los mujiks que
9
Aldea en el Asia Central. (N. del T.)
La subrevación 7
vinieron no hace más de diez años se les llama ganadería y lo muy difícil que era y el mucho
nuevos, y los viejos son los que llegaron hace tiempo que haría falta para que pasasen de la
cuarenta o sesenta años. Los viejos vecinos son ganadería y la vida nómada a asentarse en la
mujiks ricos, tienen un sinfín de ganado. ¡Y qué tierra, a fin de dedicarse a un trabajo
hacienda! Casa, jardín de frutales, huerto. Bueno, completamente nuevo para ellos. Le dije a
¿a qué seguir? En pocas palabras: son mujiks Klímich que también el Poder soviético se
negociantes. preocupaba de que los kirguizes nómadas se
- ¿Y vosotros? -pregunté yo. convirtieran en vecinos fijos...
- ¿Quiénes? ¿Los nuevos? - Sí, sí, en seguida los vas a convertir -replicó
- Sí, ¿qué tal vivís? Klímich sonriendo socarrón-. Ellos se sienten tan
- Esa cuestión, la de "cómo vivir", es la que ricamente paseando por las montañas, eso no es
más nos preocupa. En pocas palabras: vivimos destripar terrones.
mal. Dentro de unos diez añitos, levantaremos - Pero ellos no tienen tierras que se puedan
cabeza, pero mientras tanto, las pasamos verdaderamente labrar -objeté yo- ni hábitos de
moradas. No tenemos más que la tierra. Y mucho cultivo del campo, ni arados, ni gradas, ni hoces,
depende de la tierra que te toque, porque no en ni nada.
todas partes es igual... Si te toca en los Altos del - ¿Y quién se lo ha impuesto?... Probamos a
Kayuk, no te dará más que piedras... dárselos. Les entregamos gradas, hoces... Les
- Pues, según cuentan, Klímich -le dije-, daban a las hoces vueltas y más vueltas, y algunos
parece que los kirguizes viven en completa hasta empezaron a segar con brío. Pero luego, las
miseria. ¿Es verdad que ni siquiera tienen lo que tiraban, se montaban en la yegua, ¡y si te he visto
tenéis vosotros, los nuevos? no me acuerdo! Por eso los campesinos de aquí no
Me interesaba saber qué respondería a aquella tienen amistad con los kirguizes... Por esa misma
intencionada pregunta. Klímich guardó silencio razón.
unos instantes. Luego, se alisó con prestancia la - ¿De modo que no hay amistad, eh? -inquirí
barba castaña, grande y cuadrada, se tocó la nariz, yo, planteándole una cuestión peliaguda.
escupió y, mirando hacia adelante, a la desierta - La hay y no la hay -repuso Klímich,
llanura, como si sólo a ella se dirigiera, profirió desarrollando una filosofía sapientísima,
lentamente: incomprensible-. Según dónde y entre quiénes...
- Son un hatajo de gandules. Los viejos vecinos no los pueden ver ni en pintura.
- ¿Unos gandules?... -me asombré yo. Son unos perros, dicen, unos perros vagabundos, y
- ¿Y esto qué es? Gandulería... Gandulería nada más... Claro que los viejos vecinos no los
pura, y nada más. Juzga tú mismo, buen señor... tragan porque tienen el riñón bien cubierto. ¿Cómo
- Señor no, camarada -le corregí. van a considerar al kirguiz como una persona y,
- Bueno, camarada; es lo mismo -asintió mucho menos, como un igual? Ellos hasta a
imperturbable-. Yo, por ejemplo, cuando llega la nosotros, los nuevos vecinos, nos miran con
primavera, como ahora, ¿qué es lo que hago? No desprecio. Y los nuevos no apreciamos al kirguiz
me paso todo el tiempo paseando a distintos porque no es capaz para el trabajo. Solamente por
comisarios como vosotros -declaró zahiriente-. A eso. En cuanto a lo demás, aquí nos llevamos
veces, tambien trabajo. Y cuando me pongo a bien... En una palabra: bien...
trabajar en el campo, sólo me encontrarás allí, de Durante largo rato, traté de infundirle la idea de
sol a sol. En cuanto terminas de arar, tienes que que, en la vida de pueblos enteros, los períodos
preparar la siembra, y así siempre, dándole uno históricos se suceden unos a otros con arreglo a un
vueltas a la noria: la hierba está alta, hay que orden determinado, con una cronología rígida,
segarla para tener heno, también hay que recoger inexorable, y que cada kirguiz, por sí mismo, no
la cosecha... y en otoño, vuelta a empezar: tenía la culpa de ser nómada ni de que hasta la
remueve otra vez a la madrecita tierra y piensa fecha no se hubiese asentado en la tierra, dedicado
con tiempo qué otras faenas te aguardan. Así, a la agricultura, y etcétera, etcétera. Ponía gran
sudando la gota gorda, se pasa uno todos los empeño en demostrarle una cosa: que en todo
meses del año. En cambio, el kirguiz, ¿qué hace? aquello no había ni podía haber ningún defecto
Se monta en la yegua, silba, ¡y hasta más ver! Se específico, congénito, nacional y que todas
va a la montaña y se tumba a la bartola: cuida del aquellas peculiaridades serían también propias de
ganado... Hay que apacentarlo, ¿cómo no lo va a cualquier otro pueblo que se encontrase en
apacentar? Pero si tuviera que andar aperreado condiciones exactamente iguales que los kirguizes.
con la tierra, ya vería él lo que es canela. Klímich me escuchaba con atención. Incluso había
Dejé hablar a Klímich cuanto quiso; cuando dejado por completo de expresar sus opiniones y,
hubo terminado, me puse a explicarle por qué los concentrado, trataba de atrapar alguno de los
kirguizes se dedicaban principalmente a la pensamientos que yo había expuesto, el principal,
8 Dimitri Furmanov
en el cruce de los caminos, había habido una bien bien la cuerda y apoyando con fuerza la rodilla como
provista y acogedora venta en la que gustaban de si fuese a apretar una collera. Durante toda la parada,
detenerse los viajeros para descansar ellos mismos y estuvo de continuo atareado con los carros, hasta
dar reposo y pienso a sus caballos, cubiertos de cuando se veía a las claras que ya no había nada que
espuma de la larga carrera. Pagaban por todo aquello hacer al lado de ellos. En cuanto a nosotros cuatro
una insignificancia, y si no tenían dinero, les fiaba el (además de Lídochka y Naya, me acompañaba un
conocido y hospitalario dueño. Cuando todo camarada cuyo apellido no recuerdo y al que, no sé
marchaba a pedir de boca, un día, el chimbai o por qué, llamábamos "el compadre"), nos sentamos
ventero desapareció de pronto, sin dejar rastro inmediatamente, como corresponde, y la
alguno. Decían que se había marchado a su tierra emprendimos con el pan y los huevos. No os
natal, a uno de los kishlaks de los desfiladeros de asombréis de lo del pan y los huevos en el año veinte,
Tian-Chan. Dos primos hermanos del desaparecido pues Semirechie, incluso en aquel tiempo, no conocía
se hicieron cargo de la venta. Y una noche de otoño, el hambre, y tales alimentos no eran por aquellos
oscura como boca de lobo, unos arriscados asaltaron contornos ninguna rareza. Estábamos ya cerca de los
una caravana de carros. Hubo lucha, con puñaladas y lugares de abundancia de víveres. Desde la arruinada
gritos de socorro, con estertores y gemidos de los que venta, continuamos, con mayor rapidez, por un
morían. camino liso, sin baches. Pronto, entramos en
Los oyeron en la venta. Pero nadie se atrevió, en Golovachiovka. Y después de ésta, se encontraba ya
una noche tan oscura, a acudir en auxilio de los Aulie-Atá. Hay que decir que los mujiks de
atacados. Hasta la mañana siguiente no se enteraron Golovachiovka no nos recibieron de un modo muy
de nada. Pasaron en zozobra el resto de la noche y, al afectuoso y hospitalario: llamamos en dos o tres
despuntar la aurora, salieron a ver qué había ocurrido puertas para comprar leche, pero nos la negaron en
en el monte. Hallaron cinco cadáveres de hombres redondo, y cuando una mujercita pícara y lagartona -
degollados o estrangulados; la caravana había sido en una casa alta y rica- accedió a vendérnosla, pidió
desvalijada y los salteadores habían arramblado con por ella un precio tan exorbitante, que nos limitamos
todo lo mejor y arrojado el resto de la carga junto a a darle las gracias, ya en forma nada "cortés"
los carros y los muertos. Hasta se habían llevado los (hablando con modestia), y, lanzando maldiciones,
caballos, luego de desengancharlos. Desde la noche seguimos nuestro camino.
aquella, empezaron a correr malos rumores acerca No olvidaré nunca el paso del río. Las impetuosas
del Kayuk. Se aseguraba, y no en balde, que arrieros, olas que en primavera se formaban, a causa del
jinetes y caminantes eran allí estrangulados para deshielo en las montañas, corrían tan fragorosas y
desvalijarlos; a otros les robaban hasta la camisa que rápidas, que daba espanto meterse en ellas desde la
llevaban puesta, les quitaban el caballo y les dejaban orilla. En tiempo normal, aquel riachuelo, no
escapar tal y como su madre los trajera al mundo. profundo y de pedregoso fondo, lo podrían vadear las
Y se comenzó a vigilar a los dos hermanos que se gallinas sin sobresalto alguno. Pero ahora se había
habían, hecho cargo de la venta. Se sospechaba que ensanchado en más de cuarenta metros y se
en todas aquellas fechorías que se cometían en el precipitaba con una furia que sólo podía comparar,
Kayuk no dejaban de tener ellos parte. Y se les en mis recuerdos, con la del Araks cerca de Dzhulfa,
descubrió al fin: un día, tres soldados transeúntes en la frontera persa, o la del Kistinka, río de
hallaron en la venta las zamarras y anguarinas montaña, junto al desfiladero de Darial.
robadas a unos vecinos del lugar que habían sido - ¿No sería mejor dar un rodeo? -le preguntamos
muertos al pasar por el Kayuk. Cuando no hubo ya turbados a Klímich, en tanto observábamos con
duda alguna, numerosa gente se arremolinó en torno alarma el furioso saltar de las olas.
a la venta; sacaron de la bodega un barril de petróleo, - Ningún rodeo; hay que pasar por aquí -repuso
rociaron con él por todas partes la guarida de los Klímich, sin alterarse-. Y queriendo, por lo visto,
asesinos y le prendieron fuego. Ambos hermanos convencernos más de aquella necesidad, nos contó lo
fueron arrojados a las gigantescas llamas y en ellas que le ocurrió allí mismo, hacía dos días, a un mujik
ardieron, en unión de todos los bienes. Desde al cruzar el río en carro. La corriente se llevó un gran
entonces, sólo quedaba de la venta un montón de barril de aceite e hizo polvo el carro y si el mujik se
piedras, del que emergía, lúgubre y solitaria, la salvó fue gracias a que se agarró a las crines de su
chimenea del destrozado horno. fuerte caballo pío.
Y precisamente a aquel agradabilísimo refugio Desde luego, se sentía desasosiego, pues nadie
llegamos nosotros. Klímich desenganchó tenía la menor gana de meterse en aquel torbellino.
rápidamente los caballos, les echó un pienso y Pero no quedaba otro remedio, era preciso continuar
empezó a trajinar con la carga: arreglaba las cuerdas, el viaje.
tiraba de ellas, miraba desde los distintos adrales, - Hay que gritar lo más posible -nos aleccionaba
deshacía con los dientes los apretados nudos y volvía Klímich-, para que los caballos no se paren en medio.
a colocar los bultos para atarlos de nuevo, agarrando "Bueno -pensábamos nosotros-, a ese respecto,
10 Dimitri Furmanov
puedes estar tranquilo, Klim Klímich, porque vamos nuestro grupo, mareada de las sesenta verstas de
a dar unas voces capaces de dejar sordo al mismo camino, se había ido a acostar. A la mañana
diablo". siguiente, a las nueve, convocamos una reunión
Despacio, con cuidado, los caballos iban conjunta del Comité del Partido, del Comité
apoyando los cascos en el pedregoso y empinado Revolucionario y del Comisariado de Guerra. El
lecho del río. Cuanto más se alejaban de la orilla, objeto de la misma era recibir de ellos una
más perceptibles eran su tensión y esfuerzos; información lo más detallada posible acerca de la
apartaban de las olas sus espumeantes hocicos y situación política y del Partido, económica y militar
volvían instintivamente todo el cuerpo hacia los fríos en la región. Por nuestra parte, había que ponerles al
embates de las aguas, oponiéndoles su pecho corriente de los últimos acontecimientos. Allí, en la
musculoso y ancho. Las voces de Klímich para arrear reunión, me encontré por vez primera en un ambiente
a las bestias y nuestro loco griterío de salvajes no verdaderamente oriental, pues más de la mitad de los
debían surtir seguramente ningún efecto estimable en funcionarios allí presentes eran kirguizes y tártaros.
los fatigados animales. Se veía a las claras que hacían Cada sección y organización iba dando cuenta del
lo que les parecía mejor y más cómodo. Pero trabajo realizado.
nosotros no parábamos de vociferar a conciencia, Nos enteramos de que la labor en los pueblos y
cuanto nos permitían nuestros pulmones. A cada aldeas, entre los campesinos ricos colonizadores, no
segundo, nos parecía que nuestro carro, con todos los tenía ningunas perspectivas de éxito. Aquellos kulaks
trastos, se había ladeado ya un poco, se inclinaba de se burlaban descaradamente de las disposiciones
costado y se iba a volcar de un momento a otro sobre soviéticas, negábanse a cumplir toda clase de
las enfurecidas olas, e instintivamente nos órdenes, sobre todo en lo referente a la recogida de
agarrábamos a los bultos y a las cuerdas, echando productos alimenticios, echaban de las aldeas a los
todo el cuerpo hacia el lado opuesto, para hacer representantes de los Soviets sin querer escucharles
contrapeso. Por fin, pasó el peligro principal y siquiera y amenazándoles de muerte. A tales kulaks
empezamos a acercarnos a la otra orilla. Y de pronto, únicamente se les podía obligar a acatar las leyes
nos volvió la alegría y nos reímos de nuestros bajo la amenaza de llevar algún batallón hasta el
recientes temores, pues siempre ocurre que el pavor y mismo pueblo en que vivían. Con los nuevos vecinos
el susto momentáneo parecen ridículos, extraños e la cosa variaba por completo. Se trataba de
incomprensibles al cabo de un minuto. campesinos medios cuya actitud con respecto al
Cuando las sombras del crepúsculo eran ya muy Poder soviético era buena, no cometían excesos de
densas, llegamos a las inmediaciones de Aulie-Atá. ningún género ni armaban escándalos. Todos los
En las últimas verstas hasta las afueras de la ciudad, funcionarios comprendían, claro está, que la labor
donde se encontraban esparcidas las tumbas del debía realizarse fundamentalmente en el kishlak.
cementerio kirguiz, el terreno estaba cortado por Pero llegar a él era empresa extraordinariamente
barrancas, surcado de estrechas grietas en los difícil. Los kirguizes constituían aún, en su conjunto,
escarpes de arenisca y horadado por profundas y un muro impenetrable. Con ellos, el ataque político
negras guaridas, lugares preferidos por los lobos. frontal no daría resultado alguno. Aquella masa
Hasta el borde mismo del camino se extendía la ignorante no se había liberado todavía de la
espesa maleza que rodeaba también el cementerio influencia de sus opresores: los bayes, manaps y
kirguiz. Klímich nos contaba que precisamente allí, mulhás10.
hacía muy poco, una manada de lobos había Refirieron un caso muy característico. En un
acometido al anochecer a un jinete kirguiz, y que al kishlak donde reinaba el hambre, se presentó
amanecer sólo encontraron un mechoncillo de negras casualmente un destacamento de soldados rojos y
crines de la yegua y las viejas botinas rotas del empezó a ayudar a los campesinos pobres kirguizes a
desgraciado kirguiz. Después de aquellos sacar de los graneros de los ricachos del lugar todos
encantadores relatos, empuñamos las armas y, los productos alimenticios allí acumulados.
revólver en mano, entramos en la primera calle de la Animados por el ejemplo, los campesinos pobres
dormida ciudad. arramblaron rápidamente con cuanto tenían
escondido los bayes. Pero apenas el destacamento
El comisario militar nos acogió amistosamente, hubo abandonado el kishlak, todos aquellos
con gran cordialidad. Enterados de la hora de nuestra campesinos pobres hambrientos se apresuraron a
llegada, nos esperaban en el Comité del Partido, llevar de nuevo la harina, en sacos y bolsas, a los
donde nos habían preparado un par de habitaciones mismos graneros de donde la acababan de tomar. Se
con divanes y todo para dormir. En fin, estábamos la devolvían al bay bien comido, porque estaban
muy contentos de semejante comienzo y nos asustados de su propia acción y no percibían ya la
pasamos la noche entera de palique, charlando defensa del destacamento. Restituyeron todo, hasta la
alegremente de diversas cosas en el jardín y en el última brizna, y siguieron pasando hambre, como
local del comité. Únicamente la parte femenina de
10
Mulhá: sacerdote musulmán. (N. del T.)
La subrevación 11
- Ni una. Todas han partido: unas con la más grandes, plantados sobre unos montones de
correspondencia, otras con viajeros. basura, volvían ahora hacia nosotros sus enérgicas
Yo entonces no conocía aún las mañas de los cabezas aguzadas. Pasábamos muy cerca de ellos, y
sujetos de la posta. A ellos no les gusta en absoluto parecía que de un momento a otro se iban a lanzar, a
ajetrearse por las noches y procuran aferrarse a nuestros carruajes. Oíanse ya, broncos y
indefectiblemente darle largas al asunto hasta la extraños, sus gruñidos amenazadores. Pero ocurrió
mañana. Y por la mañana, a veces, tampoco algo sorprendente: sin moverse del sitio, dejaron de
desdeñan el remolonear para no agitarse demasiado y escarbar en la basura y acompañaron con fulgurante
para que los viajeros comprendan la merced que en la mirada a las tres troikas que corrían veloces. Los
posta se les hace: si quiero, os doy caballos; si no caballos, que habían ya empezado a relinchar cuando
quiero, no os los doy. Posteriormente, en ocasiones, nosotros ni siquiera veíamos aún la venta, se
tuve que agarrar de las solapas a alguno de estos apartaron bruscamente a un lado y emprendieron un
sujetos, pero de ello hablaremos más tarde, más galope loco. Todo ocurrió en unos segundos.
tarde... Habíamos empuñado las armas, pero los caballos se
- ¿De modo que no hay caballos? alejaban raudos y ya no era preciso disparar. Sin
- No, ni los habrá -añadió huraño. embargo, nos parecía que no ya tres lobos, sino una
No tenía uno ninguna gana de quedarse allí, pues manada entera de ellos, peludos, musculosos,
era preciso marchar cuanto antes, apresurarse. Hasta centelleantes los ojazos ávidos, inteligentes, nos
la siguiente estación, Ak-Chulak, había unas diez y perseguía aún, a punto de alcanzarnos.
siete verstas. Al vernos y darse cuenta de que las fuerzas no
- ¡Ea, adelante con estos mismo caballos, no están eran iguales, ni pensaron atacarnos, pero tampoco
tan cansados! huyeron, y quedaron inmóviles en la estepa, como
El encargado de la estación no sabía qué caballos sumidos en honda meditación.
nos llevaban ni dónde los habíamos tomado; además, El resto del camino, unas cuantas verstas, lo
en la oscuridad no distinguía bien al auriga ni nuestra dejamos atrás en menos que canta un gallo. Y
arca de Noé. apareció Ak-Chulak.
- No se permite seguir -manifestó severo. En la carretera de Vierni, todas las estaciones de
- ¿Por qué? posta son por el estilo: una casita baja y encalada; un
- Pues porque no. portón de tablas que da entrada a un amplio patio,
- Aclara, padrecito. donde se encuentra una docenita o dos de caballejos
- Cuando llegues a Merke, allí te aclararán todo de mala muerte; en el patio y en las cuadras suele
levantándote un acta "de verdad". haber una suciedad y un hedor abominables. La
"Vaya, vaya -pensamos-, ¿conque por estos casita está dividida en cuatro habitaciones pequeñas,
andurriales hay también actas "no de verdad", sino de de las cuales, dos son para los viajeros y dos para el
mentirijillas, para cubrir las apariencias?" jefe de la estación; aunque éste vive en realidad en
Y no nos explicó nada en concreto. Con una sola, ya que la otra se destina a "despacho"; allí
posterioridad nos enteramos de que con una misma recibe e inscribe en el registro a los recién llegados,
troika de caballos de posta no se podía recorrer más les da unos papelitos, toma otros de ellos, comprueba
que una etapa. los documentos, obliga a firmar; realiza, en fin, las
Nos pusimos en marcha. La estepa estaba sumida poco complicadas funciones de regente de la
en profunda negrura. No se veían ya sus ilimitados estación.
espacios gris azulados ni los picachos de plata. En los Toda la diferencia entre una u otra estación tal vez
lugares en que las montañas se pegaban demasiado al se reduzca a que un jefe instala su "sala de
camino, la oscuridad aumentaba, las sombras se recepción" a la izquierda de la entrada y el otro a la
hacían más densas y la calma de la noche más derecha. En cuanto a lo demás, todo es idéntico. Los
reconcentrada y austera. En cambio, allí donde la locales son fríos, repelentes, nada acogedores.
cadena montañosa se alejaba, la estepa respiraba con Tiendes la mirada, y ves que junto a la pared está
mayor libertad, las sombras parecían más tenues y acurrucado un diván viejo, mugriento, lleno de
los sonidos adquirían una resonancia mayor al par desgarrones, con sólo tres patas, pues en lugar de la
que los caballos se sentían aliviados, más contentos y cuarta, hay un ladrillo con una tabla encima,
a sus anchas. A veces, en la lejanía -ya acercándose, enfundado en harapos. Nada cubre la desnudez de las
ya perdiéndose en lo más profundo de las tinieblas- paredes; en un tiempo debió haber en ellas retratos de
oíanse, lúgubres, lastimeros, los aullidos de los lobos emperadores, porque todavía se observan las
de la estepa. cuadrangulares huellas que dejaran y los agujeros de
No lejos de Ak-Chulak, en las ruinas de una venta los clavos. Los techos están completamente
destruida por un incendio, centellearon a nuestro ennegrecidos por el humo de candiles, lamparillas y
encuentro tres pares de ígneos ojos: unos lobazos de demás encantos. Por lo visto, no se encuentra ni un
abundante pelaje, que en la oscuridad parecían aún minuto para fregarlos.
14 Dimitri Furmanov
...Yo, para bromear un poco, levanté en nuestro libres, el auriga kirguiz se dormía sin quitarse la ropa
cuarto una barricada con la mesa y unas sillas hasta que llevara puesta durante la jornada entera; en
alcanzar el techo con el dedo; la gruesa capa de moho primer lugar, a causa del cansancio y de que le daba
y roña de toda clase que lo cubría era pegajosa como lástima perder unos minutos en desnudarse y vestirse
el fango de un pantano. En las esquinas había unas luego, y en segundo, debido a que, cuando hiela, da
telarañas tan grandes y espesas, que no ya a una frío dormir en cueros vivos, y él, bajo los harapos
mosca, a un hombre le sería difícil escapar de ellas. que hacían las veces de traje, no solía llevar ropa
Por si acaso, procurábamos no acercarnos a las interior alguna.
esquinas, ya que las enormes arañas negras con su Miseria indescriptible. Paciencia asombrosa,
aspecto siniestro, amenazador, daban rayana en insensibilidad absoluta, plena de
involuntariamente espanto. En los desencajados y resignación a la pobreza más terrible e inaudita.
rotos marcos de las ventanas habían sido clavadas Tales eran la situación y los personajes de cada
unas tablas maltrechas y sucias y colgaban restos de minúscula estación de posta en la carretera de Vierni.
los pingajos arrojados por los aurigas kirguizes. Día Y Ak-Chulak, adonde llegábamos, se parecería
y noche, a través de agujeros y grietas, el aire corría seguramente a Uch-Bulak, de donde veníamos, como
con entera libertad, refrescando gratamente la se parecían unos a otros todos aquellos lugarejos.
habitación. Cuando hubimos entrado en la habitacioncilla de
Nosotros comprendíamos perfectamente que "el la esquina, arrojamos allí nuestro equipaje,
desbarajuste económico se dejaba sentir", que "la encendimos en un dos por tres el samovar y nos
situación general del Estado era grave" y que, pusimos a su alrededor para calentarnos un poco. En
hablando con franqueza, se carecía de cristales, de la pequeña habitación de al lado, sobre la mesa,
camas, de sillas, mesas y vajilla buenas, no se tenía cortamos unas rebanadas del enorme pan que
suficiente pienso ni forraje para los caballos y no traíamos y dejamos en ella el resto (doce o trece
había tampoco con qué pavimentar el patio: ni grava, libras seguramente). Al cabo de unos dos minutos, el
ni asfalto, ni tablas. En fin, no había nada de nada. Y pan había desaparecido: una mano hábil se lo había
sin embargo, esas estaciones de posta y sus caballos, llevado de la mesa, a través de la ventana.
incluso los propios patios, todos esos bienes del No había motivo alguno para asombrarse. Los
Estado se podrían conservar diez veces mejor y con efectos del hambre se dejaban sentir, y nuestro pan
muchísima más limpieza si alguien se preocupase un había caído inmediatamente en el punto de mira de
poco de ellos. No opinaban así, por lo visto, los algún ojo avizor. Aquel hecho nos obligó a retirar de
encargados de cuidar de dichas estaciones, pues todo las ventanas los bultos del esparcido equipaje y a
se encontraba destrozado y en extremo abandono, sin cerrar ligeramente la puerta durante la noche, no
que nadie pensase siquiera en arreglarlo o fuera a ser que, en unión de la ropa y los víveres, nos
enmendarlo. Especialmente dura era la situación de birlasen también nuestros papeles, carteras,
los cocheros kirguizes. Vivían con sus familias allí documentos y expedientes de toda clase.
mismo, cerca de la estación; con frecuencia en el Nos disponíamos a tomar un vaso de té, cuando,
patio y a veces a la puerta, donde instalaban sus en dirección contraria a la nuestra, llegó rauda de
frágiles yurtas. La yurta estaba abarrotada de Vierni una troika. Venían en ella dos kirguizes,
chiquillos morenitos, desarrapados y hambrientos; ambos funcionarios del Comité Ejecutivo del Soviet
como ropa y calzado debían tener solamente aquellos de aquel lugar. No recuerdo ya si se marchaban
andrajos que colgaban de sus pies y de sus definitivamente de allí o iban en comisión de
broncíneos cuerpos medio desnudos. servicio, pero lo cierto es que después no volví a
Las mujeres, por lo general, atendían en la verlos en Vierni. Uno de ellos tendría veinte años; el
estación a los recién llegados, daban de comer a los otro era hombre ya maduro -andaría entre los treinta
caballos, los abrevaban, andaban atareadas por el y ocho y los cuarenta-, de rápidos y enérgicos
patio, mientras los aurigas kirguizes, sin un minuto ademanes, con las estrechas rendijas de unos
de reposo, se encaramaban una vez y otra al pescante inteligentes ojos de azabache, el cuadrilátero de una
para llevar la correspondencia o a los viajeros en frente despejada y recta y una abundante cabellera,
diversas direcciones. Estaban tan rendidos y tan negra como la endrina. Me parece que se llamaba
habituados a considerar aquel ajetreo continuo como Churbiékov. Creo que hasta había estudiado en
cosa natural, obligada para ellos, que ni siquiera se Járkov, y hablaba el ruso con entera facilidad. Me
quejaban ni protestaban, seguros de que nunca les agradó desde el primer momento. En tan apartado
aliviaría nadie su duro destino ni les sacaría de su paraje y situación tan original, habría sido cosa
espantosa miseria. El cochero kirguiz, hasta durante extraña que no pegásemos la hebra inmediatamente;
el día, se quedaba a menudo dormido en el pescante, un minuto más tarde, estábamos ya todos sentados a
agotado de la continua falta de sueño, extenuado del una misma mesa y Naya iba dando amistosamente
hambre permanente. vasos de un brebaje turbio y caliente al que, sin
Y cuando, por azar, se encontraba con unas horas sonreírnos, osábamos calificar de té. Era muy natural
La subrevación 15
que a ellos les interesase lo que ocurría en Tashkent, ahora se dedican a lo mismo, sólo que... En fin, ¡a
y sobre todo en Moscú, y a nosotros, lo que pasaba qué hablar!...
en Vierni. Y cada una de las partes quería recibir Y Churbiékov hizo un ademán de desaliento.
cuanto antes cumplida respuesta a un sinfín de - ¿Viven mal? -le pregunté.
preguntas, hechas casi siempre una tras otra, sin - Peor no cabe. Me parece que les queda en total
intervalo alguno, y del más diverso carácter. el veinte o el treinta por ciento del ganado; no más...
"¿Qué ocurre en Polonia? ¿Qué hace Wrangel?11 Ahora los kirguizes solamente tienen sus brazos. En
¿Cuál es la situación en el Donbáss? ¿Es verdad que cambio, por aquel entonces, en los tiempos de la
en Moscú se ha descubierto un nuevo complot? ¿A repoblación del Semirechie, los rebaños eran
cómo está allí el pan? ¿Dónde se encuentran ahora grandes; la tierra, mucha, y la necesidad no se
Dútov12 y Scherbakov? ¿Qué tal es la población de conocía por aquí. A propósito de esto hay que añadir
Vierni? ¿Cómo marchan el Comité Ejecutivo y el que en la región viven además taranchís y
Comité del Partido de allí? ¿Quiénes dan las dunganes13, aunque no muchos. Labran la tierra, se
conferencias? ¿Cuánto cuestan la mantequilla y los dedican un poco a diversos oficios, trabajan de
huevos? ¿Hace mucho que ocurrió el último cocheros... Y a estos pobrecillos también les ha
terremoto? ¿En qué situación se halla el Ejército tocado lo suyo en la desgracia común. En general,
Rojo?"... puede decirse que del millón y medio de habitantes
A aquellos montones de mutuas preguntas nos de toda la región, los kirguizes constituyen el setenta
contestábamos cómo podíamos, de prisa y corriendo, y cinco por ciento, o sea: las tres cuartas partes de la
sin advertir que los demás compañeros empezaban a población... ¿Y qué papel desempeñan? Son un cero
dar cabezadas... Churbiékov y yo nos trasladamos al a la izquierda, y nada más. Los oprimen como se les
viejo trasto al que allí daban el nombre de diván, antoja: tienen que soportar, además de a los kulaks y
encendimos un cigarrillo, como buenos amigos, y, a los funcionarios de la ciudad, a sus propios
presintiendo cada uno haber encontrado en el otro al canallas, indígenas, a los bayes que ocupan algún
interlocutor que necesitaba, entablamos una larga, cargo en el distrito o comarca; luego, negociantes de
muy larga conversación. De ella, esfumada por toda laya les despluman, los tratantes en ganado les
completo en mi memoria, sólo recuerdo el relato de desvalijan, quitándoles hasta el pellejo; unas veces, a
Churbiékov sobre la matanza que tuvo lugar en la fuerza; otras, con engaños. Y es natural que hayan
Semirechie el año 1916. puesto al rojo vivo a este millón y pico de
- Para comprender esa matanza -dijo-, hay que desdichados. Los comisarios de policía zarista y la
partir no del año mil novecientos diez y seis, sino de administración municipal consideraban al kirguiz,
antes. El gobierno zarista, con toda su política, venía sobre poco más o menos, como a un perro:
contribuyendo a que la efusión de sangre fuese maltratarle, darle latigazos o palos, e incluso matarlo,
inevitable. Fíjese en un detalle: a través de su era la cosa más natural del mundo, que se hacía con
Dirección de Traslado de la Población, envió aquí, al entera impunidad. ¿Quién se iba a quejar?, ¿a quién?,
apartado Semirechie, a gran número de campesinos. ¿de quién? Por todas partes había límites: hasta aquí
¿Y en qué se convirtieron esos campesinos? En puede llegar el kirguiz, de aquí no puede pasar; aquí
kulaks todos ellos. ¿Les podemos echar la culpa? se le pega, ahí se le apalea, allí hasta se le fusila. La
Claro que no. También en este caso fue precisamente desgraciada población, en su agonía, iba alocada de
la existencia la que determinó la conciencia. Párese un lado para otro, sin saber cómo expresar su protesta
usted a pensar: al trasladado y colonizador se le da ni cómo liberarse de aquel terrible yugo. Y llegó el
tierra, se le da un subsidio para poner en marcha su año 1916. Hasta entonces, a los kirguizes nómadas
hacienda, se le da plena posibilidad de ensancharla nunca se les había llamado a filas, y de pronto
hasta transformarla en una hacienda grande, de su empezaron a llover las órdenes de movilización para
propiedad. Y claro, la ensancha. Se convierte en un el ejército: hacían falta centenares de miles de ellos,
verdadero ricachón, en un terrateniente. Y lo mismo como carne de cañón. Los kirguizes no pudieron
pasa con los cosacos. Por otra parte, a la población aguantar más, y se rebelaron en señal de protesta,
indígena se la persigue y desprecia. No sólo no se le declarando que no querían ir al ejército zarista.
presta ayuda, sino que de año en año se la aparta, Aquella amenazadora oleada de descontento se
metiéndola cada vez más hondo en los desfiladeros y extendió impetuosa por todo el Semirechie, subió a
arrojándola cada vez más alto a las montañas, con lo las montañas y lanzó a los kirguizes al combate
que se la aleja para siempre del agua y de las buenas abierto. El gobierno zarista, con la celeridad del rayo,
tierras. Aquí, los kirguizes se dedicaban mandó sus destacamentos de represión; también
principalmente a la ganadería. Por cierto que también llegaron rápidos los convoyes de armas para los
kulaks... Y empezó la carnicería. Se iniciaba una
11
General ruso del ejército blanco. (N. del T.)
12 13
Atamán contrarrevolucionario que sublevó contra el Denominación rusa dada al pueblo xuey-tszu, que vive
Poder soviético, en los años de 1917 a 1920, a los kulaks en la parte noroeste de China y en algunas regiones del
cosacos en los Urales. (N. del T.) Asia Central. (N. del T.)
16 Dimitri Furmanov
lucha sangrienta, desigual, en la que unos promete prestarles toda clase de ayuda y hasta se ha
destacamentos bien armados, con el refuerzo de unos nombrado una comisión especial, presidida por
kulaks enfurecidos, peleaban contra una población Dzhinazákov, según creo... Esa comisión está en
indígena casi inerme, a la que su desesperada camino, si es que no ha llegado ya... Hay que hacer
situación, sin salida alguna, daba fuerza, valor y una un trabajo grande, difícil, ¡muy difícil!...
firmeza admirable. Allí donde los campesinos o - ¿Qué trabajo?
algún destacamento que dormía eran sorprendidos - El que requieren esos fugitivos. Se han pasado
por los kirguizes, éstos infligían a sus opresores duro allí cuatro años en la más terrible miseria, y muchos
castigo. Pero, como es lógico, no pudieron resistir de ellos han muerto de hambre; todos sus enseres
largo tiempo, y fueron derrotados en todas partes y domésticos están ya inútiles o destrozados, no sirven
arrojados cada vez más lejos de sus kishlaks. Poco para nada. Vienen para acá famélicos, extenuados,
después, una multitud de cincuenta mil personas, hechos unos mendigos en el sentido literal de la
enloquecida de espanto, cruzaba la frontera e palabra. ¿Y qué es lo que encontrarán? Las negras
irrumpía en China... Y en el mismo Semirechie se cenizas de los kishlaks quemados o las casas y tierras
cometieron atrocidades horrorosas: A presencia de ocupadas por los kulaks hace ya mucho tiempo. Y
sus madres, los niños eran muertos a golpes de pruebe usted ahora a echar al kulak de la tierra que
nagayka14; a los más chiquitines los agarraban de las ha ocupado. Será una nueva guerra. Una nueva
piernecitas y los estrellaban contra los postes; sus insurrección, pero de los kulaks en defensa de la
sesos salpicaban a los verdugos, que se reían a tierra arrebatada a los kirguizes, en defensa de sus
carcajadas. A los prisioneros los ponían en fila y, uno privilegios y de sus riquezas... Esa es la situación. La
tras otro, los decapitaban, los atravesaban de parte a comisión del CECTURK, según dicen, tiene enormes
parte con los sables, les sacaban las tripas, rajándoles atribuciones. Y así debe ser. Pues de lo contrario, no
el vientre. Es imposible calcular el número de valdría la pena acometer semejante trabajo... Pero me
muchachas y mujeres violadas. Kishlaks enteros da el corazón que esto va a traer cola, pues tales
fueron pasto de las llamas. Sus desgraciados asuntos no se resuelven por las buenas...
habitantes se consideraban enterrados en vida. Por aquel entonces, yo comprendía poco los
Fueron años de indescriptibles horrores que es difícil temores de Churbiékov -hasta más tarde no los
expresar con palabras, mas no se pueden olvidar y comprendí ni aprecié debidamente-, y me limitaba a
deben encontrar alguna reparación histórica... escuchar y creer sus palabras que, sencillas, sin
Churbiékov calló, se pasó la mano por los malicia alguna, convencían de modo sorprendente.
cabellos y fijó en mí sus ojos inteligentes y apenados. Hacía tiempo que nuestro diminuto gusanillo de
- Pues ahí la tiene -afirmé yo-, ya ha llegado esa luz se había extinguido. El cuarto estaba en negras
reparación histórica: la revolución... El kirguiz pobre tinieblas. Como ya habíamos hablado a nuestras
y laborioso la aprecia, el kulak la odia... anchas, nos dimos la mano y yo me fui a la
- Sí, también nosotros pensamos y decimos eso habitación contigua, donde, tumbados en el suelo,
mismo, sólo que... dormían mis camaradas. Churbiékov se acostó en el
Se levantó, como si se le hubieran atragantado las diván.
palabras. Yo no quise interrumpir el curso de sus Se marcharon antes del amanecer. Cuando nos
pensamientos y guardé silencio esperando a que levantamos, a eso de las cinco, Churbiékov y su
continuase. compañero ya no estaban en la habitación.
- Las tinieblas... La ignorancia, eso sí que es
pavoroso. Si no fuera por eso, ¿acaso continuarían La noche siguiente la pasamos en Lugovói, en la
ellos en semejante esclavitud, en semejante miseria? estación de posta, cuyo jefe era tuerto. La esposa del
¡Jamás! jefe, mujercita emperifollada y extravagante, no
- Ya se despertarán, a su hora -le dije yo, y me hacía más que preguntarnos si llevábamos polvos,
avergoncé un poco de lo general de la frase. pinturas, cremas, perfumes, carmín para los labios,
- Yo también sé que se despertarán -repuso, como colorete para las mejillas, albayalde, etc... Y cuando
si no hubiera advertido la insubstancialidad de mi se enteró de que el motivo de nuestro viaje era
frasecita-. Pero hace falta más tiempo. Y le completamente distinto, se quedó un poco
comunicaré una cosa -anunció, reanimándose de desilusionada. La mujercita mandaba y disponía en la
pronto-. Esos cincuenta mil kirguizes que, estación en nombre de su tuerto caballero, pues éste
empavorecidos, huyeron a China van regresando. El prefería por lo visto fabricar vodka clandestinamente
CECTURK15 ha hecho el correspondiente y darle salida cuanto antes. Tales noticias nos las
llamamiento aconsejándoles que vuelvan; les facilitó otro jefe, el de la estación de Podgórnaia, un
viejo maligno, con pinta de comisario de policía
14
Látigo de duras correas y mango corto. (N. del T.) zarista, que había sido capitán de caballería y súbdito
15
CECTURK: abreviatura de Comité Ejecutivo Central sueco y se apellidaba von Shen. El viejo chocheaba
del Turkestán. (Todas las notas sin indicación alguna entre ya y se inventaba heroicas campañas para las que,
paréntesis son de Fúrmanov.)
La subrevación 17
aunque no había participado nunca en ellas, se sentía magnífico mantel policromado. El ambiente
plenamente capaz y siempre dispuesto; el ex capitán empezaba a ser grato. Encendieron al punto el
de caballería mentía a más y mejor, hacía guiños con samovar. Poco después, el dueño de la casa echaba
aire jovial, como una vieja solterona, pero se encogía ya té en las pialas17 y nos las iba dando con sus
igual que un gatillo, tiritando de frío al sol: los años... propias manos. Nos hacía compañía de continuo un
El tercer jefe, el de la estación de Aker-Tiuhé, era camarada del Comité del Partido, con un apellido de
otro viejo caduco, que había sido un gran negociante lo más enrevesado que darse puede.
y, sin duda alguna, un explotador empedernido. Entre tanto, los comunistas de la localidad se
Ahora, hecho ya una ruina, tenía un aspecto tan habían reunido para celebrar una asamblea general
lastimoso y endeble, que parecía iba a deshacerse en del Partido. En ella se plantearon casi las mismas
cuanto se le tocase. Pero era un viejo de malas cuestiones que en Aulie-Atá. Pero no tuvimos que
pulgas, severo y seco. A diferencia de su locuaz escuchar con tanto detenimiento, pues muchas cosas
colega el "heroico" solterón von Shen, no le gustaba las conocíamos ya y estaban claras sin necesidad de
darle a la lengua. más palabras.
En fin, los jefes de estación eran gente muy La cuestión de las relaciones entre los naturales
original y diversa. En cuanto a su actitud ante el del país y los campesinos era también allí objeto de
Poder soviético, la opinión más izquierdista entre la atención general. No cabía duda que aquel
ellos venía a ser: enigmático proceso, aquel movimiento misterioso,
"No hay que hacer caso. Que pongan a quienes les casi imperceptible, existía en todas partes con
parezca, ¿a nosotros qué nos importa eso?" carácter más o menos peligroso; unas veces, con
Así opinaban los más radicales; los demás poca fuerza; otras, apremiante, tenaz. En la asamblea
pensaban con mayor sencillez, y sus pareceres se se decía que en los pueblos los campesinos eran
transparentaban bastante: a los "sovieteros" nos quienes se mostraban más agitados, que ellos
odiaban. Lo decían francamente o lo daban a propalaban los rumores y que los kirguizes se
entender sin dejar lugar a dudas. Desde luego, limitaban a recogerlos y a estar alerta, en espera de
soltaban tales confesiones entre su cotorreo una nueva y furiosa represión. La cuestión estaba
intrascendente y se veía a las claras que eran planteada precisamente así y no podía ser de otra
incapaces de pasar a mayores; por lo tanto, de manera, pero de ello no nos cercioramos hasta más
momento no había que preocuparse de ellos, cada tarde, cuando supimos toda la verdad acerca de la
cosa a su tiempo. liquidación del frente de Semirechie y de cómo
Por fin llegamos al lugar donde levantaban actas respiraban las tropas del Ejército Rojo que quedaban
"de verdad": a Merke. libres. Estuvimos conversando unas tres horas. Un
viejecito canoso iba apuntando con unción todo lo
El jefe de las milicias ordenó a uno de sus jinetes que se decía, interrumpiendo constantemente con la
que nos acompañara, y el jinete nos llevó a la casa de misma pregunta:
un sart rico. No sabíamos si lo habían acordado - ¿Qué ha tenido usted a bien decir?
antes, si le correspondía el turno al sart aquel o si el El vejete debía ser sordo. Al principio, yo le
jinete había elegido la casa al azar, pero la acogida respondía deferente, pero luego dejé de hacerlo. Y en
que se nos dispensó fue magnífica: nos condujeron verdad que no sé lo que apuntaría, pues seguramente
con solemnidad, ceremoniosamente, a una gran lo entendía todo al revés.
habitación luminosa y vacía. No había allí mesa ni En cuanto aparecimos de nuevo en nuestra
sillas. El inhabitual ambiente hizo que nos fantástica morada, nos trajeron una auténtica
sintiéramos cohibidos en el acto. Contribuyeron a montaña de cierto manjar que exhalaba apetitoso olor
ello las valiosas alfombras que se extendían por todo a frito. Era el pilav18. Confieso que nos dimos el gran
el suelo: daba tanta lástima pisarlas con nuestras atracón. Luego, tomaron del arca chapeada aquellas
botazas sucias... Y nos descalzamos. En un profundo mismas mantas maravillosas y empezaron a
hueco de la pared se encontraba un arca chapeada de extenderlas por el suelo. A continuación, nos
latón; sobre ella, casi hasta el mismo techo, se invitaron a acostarnos, nos taparon cuidadosamente y
alzaban unos almohadones y había unas mantas apagaron la vela. La luna vertía su luz por la ventana,
caras, de muchos colores. Un tapiz cubría el sandal16, en oleada suave, ancha. En la estancia, revestida de
En el sandal ardían lentamente unos carbones. Y alfombras y tapices, reinaba un silencio enigmático,
apenas hubieron abierto, previsores, las puertas ante de una intensidad extraña. Como si nos hubiéramos
nosotros, se marcharon todos presurosos para volver puesto de acuerdo, todos permanecíamos inmóviles,
al cabo de cinco minutos con una mesa y unas sillas conteniendo el aliento y pensando sin duda en el
bien limpias, sin una mota de polvo; la mesa traía un ambiente de bello cuento y el impenetrable misterio
oriental que nos rodeaba. Nos quedamos dormidos.
16
Se da el nombre de sandal a un cuadrilátero que se
17
coloca en medio de la habitación y en el que arden sin Piala: especie de tazón para el té.
18
llama, continuamente, unos carbones. Pilav: especie de paella. (N. del r.)
18 Dimitri Furmanov
Por la noche, al levantar la cabeza, vi que uno de los curiosos, pues todo el mundo tenía ganas de escuchar
dueños de la casa, sentado ante el sandal, curvada la al forastero. Estaban parados en silencio. Nadie
espalda, musitaba. Dormimos dulce y plácidamente, tomaba parte en la conversación. Ni siquiera asentían
como no habíamos dormido hacía mucho, tal vez con la cabeza ni soltaban los habituales ajos,
nunca. Por la mañana, nos rodearon de las mismas rotundos y concisos. Pero apenas empecé a hablar de
atenciones que la víspera, sin que fuera posible no la necesidad de ayudar a los kirguizes, entre la
aceptarlas, pues ello hubiera sido ofender al dueño de multitud resonaron animados murmullos y voces:
la casa. Y eso no entraba en modo alguno en nuestros - ¡Cómo no! ¿Quién está en contra de que se les
cálculos. Poco después, partíamos para Chaldovar. ayude?... Hay que ayudar a todo el mundo... ¿Pero
Allí no nos detuvimos mucho. con qué les vamos a ayudar? ¿Qué les podemos dar?
Pasado Chaldovar, estaba en nuestra ruta ¿Y cómo van a empezar a trabajar ellos? ¿Quién les
Belovodsk, foco principal de la sublevación de los va a enseñar? ¿Quién les regalará el arado y la grada?
guardias blancos en 1918. Con tanto mayor motivo, ¿Dónde están esos rumbosos?
por consiguiente, había que enterarse allí del estado Y las lenguas se desataron.
de ánimo de los habitantes, conocer sus afanes, Había sido tocada una de las cuestiones
motivos de descontento y esperanzas. Media hora fundamentales, de la que se podía estar hablando tres
después de nuestra llegada, ya se habían agolpado días y tres noches consecutivos...
ante el Soviet unas cuatrocientas personas, que nos Aquella cuestión interesaba y preocupaba a todos
examinaban despacio y sondeaban inquiriendo sin excepción. Nuevos y nuevos grupos se acercaban
quiénes éramos, para qué habíamos reunido allí a los a nosotros. El gentío congregado junto a la
mujiks y si no se trataba de una nueva amolización. tiendecilla era tan numeroso, que ya no tenía objeto
- ¿Es que os movilizan muy a menudo? -pregunte, seguir la conversación particular; más conveniente
asombrado. era dar comienzo a una asamblea. Cuando lo
- No... no muy a menudo... propuse, todos estuvieron de acuerdo, y al subirme ya
- Entonces, ¿por qué os habéis alarmado? a un cajón, oí a mis espaldas unas palabras de
- Verás, nos dijeron que habían llegado unos advertencia:
melitares y que mandaban que se acorralase a la - Pero sin muchos floreos, ¿eh? Con dureza y lo
gente en la plaza... más claro que puedas... No nos vengas con
- Acorralar no -enmendé a mi barbudo demasiada "historia", habla más de la tierra.
interlocutor-. Lo que yo pedí fue que os reunieseis Estuvimos hablando cerca de cuatro horas.
aquí para cambiar impresiones sobre diversas cosas... De las cuestiones de política general y el análisis
- Si es pa hablar, ¿por qué no?... -repuso, y se de la situación en todo el Turkestán, pasamos al
calló al momento. Luego de una larga pausa y de Semirechie, a los campesinos, a la tierra. Y la
rascarse detrás de la oreja, el peludo volvió a multitud empezó a agitarse. Intervenían de buena
desembuchar-: Hablar siempre se puede... Pero paece gana ellos mismos, indicaban lo penoso que era regar
que lo que se quiere es perjudicar al mujik. la tierra con el propio sudor y a costa de qué trabajo
- ¿Perjudicarle? ¿Y cómo? conseguían el pan.
- Quieren quitarle la tierra, arrepartirla... A unos - Y después de esto, nos la quieren quitar. ¿Con
se la quitarán y a otros se la darán... qué derecho? -vociferó desde lo alto del cajón un
- No te preocupes, padrecito -le dije muiik de unos cincuenta años con el rostro rugoso y
tranquilizador-, que nadie se dispone a quitar nada. labios amarillos-. Yo me desriñono y consumo
- ¿Y los kirguizes? trabajando la tierra, y de pronto, me quitan a la
- ¿Qué? madrecita...
- Dicen que ahora van a tener de tó: el ganado - Bien dicho, es verdad... -gritaron por doquier.
será suyo, y la tierra nuestra también será pa ellos. Aquello enardeció al mujik.
- ¿Hace mucho que trabajas la tierra? -indagué. - La tierra hay que tomarla, eso es -manifestó,
- Dende niño -barbotó el peludo... alzando aún más la voz-. Ella misma no se entrega...
- ¿Y quién te la va a quitar? ¡Nadie!... ¿Sabes qué Hay que tomarla, y tiene que tomarla el que sepa
tierra es ésa que, según has oído, va a ser devuelta a hacerlo.
los kirguizes? Pues la que en mil novecientos diez y La multitud permanecía inmóvil, escuchando
seis... entusiasmada y atenta.
Y me puse a aclararle de qué se trataba. Procuré - ¿Y tú te figurabas que no había más que decir
explicar, del modo más sencillo, convincente y ahí la tienes, y asunto concluido? -prosiguió,
palmario, que a los kirguizes pobres que regresaban dirigiéndose a mí-. ¿Verdad?... Pues no, la madrecita
de China hechos casi unos mendigos había que te dobla primero el espinazo y luego te da de comer...
ayudarles por todos los medios; era un deber del Esto lo debe saber todo el mundo, ¿y qué es lo que
Estado y de cada persona honrada... sabe el pastor? El kirguiz, el pastor, no entiende más
Nos había rodeado una compacta multitud de que de su ganado. Y yo te pregunto, ¿por qué te
La subrevación 19
empeñas en meterle la tierra? Puede que no le haga mitad de lo que habíamos discutido con los
ninguna falta... Vienes con repartos... Lo que hay que campesinos de Bielovodsk. Confieso que me
repartir es el ganado del que tenga mucho, pero la asombré de la rapidez de sus medios de
tierra es dura de partir... comunicación.
Entre atronadores gritos de asentimiento, el mujik - ¿Cómo os habéis enterado, por hilo directo? -
saltó del cajón. Y su lugar fue ocupado pregunté a mis camaradas de Pishpek.
inmediatamente por un nuevo orador, un campesino - En parte sí y en parte no -me contestaron-. Aquí
ya entrado en años, desdentado, de cara pálida y se hacen esas cosas de un modo más sencillo: monta
larga. un hombre a caballo; ¡Y en marcha! En el pueblo o
- ¿No ha dicho él la verdad? -empezó kishlak cercano transmite la noticia, y de allí parten
preguntando-. Desde luego. Todo lo que ha dicho es con ella otros jinetes para llevarla al galope al lugar
la pura verdad. Las cosas deben continuar como siguiente... Y así va de un punto a otro... A veces,
hasta ahora: que él siga apacentando su ganado, y ocurre que toda la región se entera de alguna cuestión
nosotros seguiremos cultivando la tierra. El que no candente como si la hubiesen comunicado por
sepa, no tiene por qué cogerla... Con su ignorancia, teléfono... A esto se le llama aquí el "uzun-kulak"...
no hará más que estropearla... En un sitio tan apartado, con tantas montañas, no es
Seis o siete oradores semejantes subieron uno tras posible comunicarse de otra manera...
otro al cajón para repetir lo que el anterior, casi Hay que decir que en Pishpek, a pesar de las
palabra por palabra. Únicamente, cuando la asamblea numerosas reuniones del Comité del Partido, del
tocaba ya a su fin, intervino un mujik joven y magro, Comité Revolucionario y de responsables, nos
con capote militar, que debía ser del Ejército Rojo. enteramos de poco nuevo, característico. Todo lo
- No tenéis razón, mujiks, en lo que decís de que conocíamos ya a través de las reuniones de Aulie-Atá
no sabe, no sabe... -arremetió contra los oradores y Merke, así como por multitud de conversaciones,
precedentes-. Labrar la tierra, ¡vaya una ciencia!... entrevistas y asambleas: la gente estaba inquieta por
De seguro que aprenderá. No es eso lo malo. Lo malo el nuevo reparto de la tierra, por los rumores acerca
es que tenemos ya la Pascua encima, hay que arar de la nueva degollina que se preparaba entre los
para la siembra de primavera, y, en vez de hacerlo, musulmanes y los campesinos; se quejaban de la falta
nos vamos a estar repartiendo hasta el mismo otoño... de funcionarios del Partido y de la composición de
Eso sí que será espantoso... Eso sí que será la muerte las guarniciones, integradas por elementos que
para el kirguiz y para nosotros, ¿de dónde sacaremos simpatizaban con los kulaks, y etcétera, etcétera.
el pan? Mientras estemos aquí volviéndola a repartir, Por cierto que allí surgió por vez primera ante
la tierra se quedará sin sembrar... Hay que pedir que, nosotros, sin veladura alguna, el problema de la falta
por ahora, no nos obliguen a hacer el nuevo reparto, de comprensión mutua y confianza incluso entre los
para esta primavera es ya tarde. En el otoño, comunistas rusos y kirguizes. Los comunistas
conformes; entonces se podrá, pero a condición de kirguizes, agrupados en el Buró Musulmán
que se busque el tiempo apropiado... Y ahora lo que (BURMUS), procuraban continuamente discutir las
tenemos que acordar es pedir eso. cuestiones sólo entre ellos, como si temieran algo.
Sus sensatas palabras hicieron volver a todos a la Cuando le pregunté al presidente del BURMUS:
razón, y ya no hubo más afirmaciones ni propuestas - Dime, camarada, ¿cómo anda entre vosotros el
descabelladas. Se iba solamente al grano, a ver la asunto de reforzar las filas? ¿Vienen muchos nuevos
forma de no dejar la tierra sin arar. militantes?
Adelantándome a los acontecimientos, diré que - Muchísimos -contestó con satisfacción. A veces,
esta cuestión fue examinada más tarde con ingresan kishlaks enteros...
detenimiento en Pishpek y Vierni por un grupo de - ¿Todos sin excepción? -me asombré yo.
responsables, los cuales acordaron pedir a la - Todos -repuso, sin comprender mi asombro.
superioridad -al Consejo de Comisarios y al - Pero allí hay también bayes… ¿Y qué hacen
CECTURK- que se aplazase hasta el otoño, en bien éstos?
de los intereses generales, el nuevo reparto de la - Ingresan todos, literalmente; kishlaks enteros -
tierra. Allí comprendieron la cosa, estuvieron de repitió, y empezó a hablar de otra cosa. Más tarde me
acuerdo con nosotros y mandaron un telegrama explicaron que en los kishlaks era cada vez más firme
diciendo que, provisionalmente, no debía llevarse a el convencimiento de que "ha llegado el Poder
cabo el mencionado reparto. Aquella medida salvó a nuestro, el de los kirguizes... En cuanto a los rusos,
la región de la gran falta de siembra que la que se larguen de aquí"... E incluso los agitadores
amenazaba si se metían tan inoportunamente en el menos preparados que iban a los kishlaks, lejos de
tardío ajetreo de repartir de nuevo la tierra cuando las salir al paso de tales afirmaciones, las apoyaban. Y
labores de primavera ya estaban en puertas. afiliábanse al Partido los kishlaks en pleno, a fin de
Al llegar de Bielovodsk a Pishpek y hablar con desplazar a los rusos con su mayoría nacional. Era
los camaradas, resultó que ya estaban enterados de la absurdo, incomprensible, pero era así.
20 Dimitri Furmanov
Cuando estuvo preparado el sacramental té, nos monteses, con maravillosos cuernos como ramas, y
sentamos juntos a la mesa. Iván Kárpich -creo que de los machos cabríos de la montaña, hermosos y
ése era su nombre- llamó a su mujer y a su padre, que veloces, que daban saltos inverosímiles de roca a
resultó ser un viejo muy ameno, y, entretenidos en roca, igual que si estuvieran en un valle llano, sin
animada conversación, estuvimos de sobremesa hasta precipicio alguno. Había pocos cazadores; en
bien entrada la noche. Iván Kárpich salía a cada realidad, ninguno. Tampoco había escopetas, ni
momento al patio o afuera, pasaba fugaz ante las pólvora, ni perdigones; todo había desaparecido. Y
ventanas y desaparecía por dos o tres minutos. aves y animales se multiplicaban
Luego, volvía en silencio, tomaba asiento de nuevo y extraordinariamente. No temían a nadie, parecían
reanudaba la conversación partiendo de la misma domésticos. Los pastores kirguizes conocían tan bien
palabra en que la interrumpiera al levantarse de la las costumbres de estos habitantes de las alturas, que
mesa. Seguramente, iba a echar un vistazo a los mataban a pedradas a los carneros y veloces machos
caballos con objeto de cerciorarse de si los habían cabríos, después de acecharlos escondidos tras
desenganchado y metido en la cuadra para darles un alguna roca, cuando éstos subían por el conocido
pienso; en fin, no le faltaban ocupaciones. Y en sendero predilecto o bajaban a beber agua en el
cuanto se levantaba, su viejo padre, mirándole arroyo montañero. A las liebres las dejaban en paz, y
solícito, le decía cada vez: eran tan numerosas, que, más allá del Kurdái, no
- Quédate aquí, Vania21... ¿Quieres que vaya yo? dejaban de brincar, como saltamontes, durante todo
- No... el camino. Lo oíamos y nos resistíamos a creerlo.
E Iván Kárpich se esfumaba. Nuestra charla era - ¿Y vosotros, cazáis? -inquirí.
espontánea e intrascendente por completo. Hay - Antes; ahora no... Y no será porque no hay
momentos en la vida en que se sienten de pronto caza...
deseos de hablar de cosas tan inofensivas y "Bueno -me dije-, cuando un hombre ha cazado,
superficiales, que no requieran esfuerzo mental aunque no sea más que cinco minutos, hay que
alguno y no haya más que elegir entre los recuerdos andarse con cuidado. Bien está que uno escuche, pero
algo muy comprensible, corriente e incapaz de sin dejarse meter bolas. ¿Qué se puede esperar de un
suscitar dudas, discrepancias ni discusiones. Como el cazador?"
hospitalario ambiente que reinaba en la casa de Iván Sin embargo, más tarde comprobamos que todo
Kárpich nos invitaba a todos a ese departir inocuo, aquello era verdad. Las aves en Semirechie eran
empezamos a preguntar a porfía qué aves abundaban innumerables: las ortegas nos dejaban acercarnos
por aquellos contornos y si los patos silvestres, las tanto, sin levantar el vuelo, que estábamos a punto de
ortegas y demás se dejaban cazar fácilmente... aplastarlas en el camino; las liebres saltaban a cada
¿Había muchas liebres? ¿No se encontraban osos por momento; enormes avutardas salían torponas a la
las montañas y algunas otras fieras más espantosas? senda y picoteaban pacíficas la hierba, casi sin
¿Qué tal se sentían en la barraca sus moradores asustarse de nuestra aparición; luego, pesadamente,
durante las noches otoñales, negras como boca de como de mala gana echaban a volar, despacio, muy
lobo, o las ventiscas del invierno? Y nos enteramos despacio, hacia las montañas. Y en éstas se hallaban
de que la caza era abundantísima, las aves dejaban los machos cabríos salvajes: magníficos, de rizoso
acercarse al cazador a dos pasos, no se asustaban y pelaje dorado, rápidos, de fino oído; después los
eran confiadas hasta la necedad. Supimos que en las encontramos más de una vez.
montañas se encono traban de vez en cuando - ¿Será posible que no os aburráis en este
guaridas de oso y que, en ocasiones, los kirguizes apartamiento mortal? -le pregunté al viejo.
tropezaban de manos a boca con alguna osa y sus - ¿Aburrirnos? ¿En este paraíso? -repuso
oseznos. asombrado y quizá ofendido-. No, ¿cómo nos vamos
- En tales casos, no queda más que una salvación: a aburrir? Además, no hay tiempo para ello, porque
escapar montaña abajo... Las patas delanteras del oso nunca falta que hacer durante el año entero: unas
no le sirven para descender corriendo mucho, pues veces, hay que cuidar de la estación; otras, que
puede dar la voltereta... Eso es lo único que permite a preocuparse del ganado y atender a los asuntos de
uno salvarse... Y ándate con ojo, no vayas a meter el uno... No estamos ahora en tiempos en que se
pie en la hoya de la guarida... Porque nuestro oso es encuentre todo a la vuelta de la esquina. No...
montaraz, ¡y la mar de fiero!... Ese no es un Misha22 Primero es preciso pensar; luego, adivinar dónde y
patizambo cualquiera en un pinar o junto a un cómo hay que conseguir lo que hace falta. ¡Y vete a
frambueso tentador... Mejor será que no te tropieces saber si lo conseguirás o no! Puede que no. El tiempo
con él, en una mala hora todo puede ocurrir... pasa sin sentir; no podemos aburrirnos...
Oímos hablar allí por vez primera de los carneros - Pero aquí estáis solos. Como encerrados en una
guarida de osos.
21
Diminutivo de Iván. (N. del T.) - ¡Qué va! ¿Por qué? -terció Iván Kárpich-. No se
22
Misha o Mijailo: nombre que se da en Rusia a los osos. le puede llamar guarida a nuestro lugar. Fíjese
(N. del T.)
22 Dimitri Furmanov
una pausa, para que yo me diera cuenta de la labor de desvalijar a los indígenas, pero los kirguizes,
puntada-. Al mismo tiempo que los comisarios, había ¿por qué razón se encontraron revueltos con los
un Soviet de obreros, regional. Pero los comisarios lo cosacos en ese congreso indígena?
disolvieron. Y no se pararon ahí, mataron a dos, y sus - ¿Cómo explicárselo? -e Iván Kárpich quedó
cadáveres no se encontraron hasta la primavera pensativo-. De seguro que no sabré hacerlo. Pero yo
siguiente. Luego, hubo un Soviet de campesinos, creo que, en primer lugar, fue porque los comisarios
también para toda la región, pero a éste no lo tocaron. y los cosacos tenían tropas y porque en los kishlaks
Tenían un poco de miedo a los mujiks, y no se no se habían olvidado todavía de la represión del diez
atrevieron a perseguirlo. y seis. Además, me parece que, a pesar de todo, los
- ¿Y en el Turkestán, había ya Soviets entonces? - campesinos les habían hecho a los kirguizes más
volví a preguntar a Iván Kárpich. perrerías que los cosacos... Aunque puede que no
- Desde luego. En todas partes los había, menos fuera como yo digo y que los cosacos, sencillamente,
en este lugar -y sonrió de nuevo con ironía-. Pero llevaran en manada al Congreso a los funcionarios
eran bastante malos -agregó, luego de la kirguizes, recogiendo no a los de abajo, sino a los de
correspondiente pausa-. Soviets como ésos no nos las ciudades, a los apropiados para el caso. Y estos
habrían hecho ninguna falta. funcionarios, como es sabido, siempre habían estado
- ¿Por qué eran tan malos? de común acuerdo con Shkapski, también querían
-Pues porque hacían las cosas a tontas y a locas; organizar una Constituyente... No sé bien a qué se
mejor dicho, no hacían nada de provecho, sólo se debió, pero lo cierto es que entonces todos
ocupaban de sus asuntillos personales. ¿Quién iba a arremetieron juntos contra los campesinos... Y los
ir entonces a los Soviets? El trabajador del campo mujiks habrían salido malparados del trance, pues
aún no iba, pues tenía todavía miedo... Y fueron ¿qué hubieran podido hacer ellos solos? Pero en
todos los que entendían el Poder soviético a su aquel preciso momento, ya de un lugar, ya de otro,
manera: vamos, se dijeron, ha llegado la nuestra... ¡Y empezaron a llegar soldados del frente. Cuando se
la que se armó!... Nuestros comisarios hasta pusieron hablaba con alguno, resultaba que casi había estado
cosacos aquí, en la frontera, para que no dejaran en el mismo Petersburgo. Y decía: "Yo sé bien por
entrar en el Semirechie Soviets de ningún género... qué luchamos allí. Y esto no lo toleraré". Bueno, ¿a
- ¿Y qué miedo podían tener de semejantes qué contarle? En pocas palabras: Los soldados se
Soviets? -hice yo notar-. ¿No quedamos en que no volcaron del frente. Uno de ellos, un tal Pávlov, era
eran peligrosos para ellos? muy dispuesto.
- No -denegó Iván Kárpich-. Los comisarios se - ¿Venía de la primera línea?
daban cuenta de que el asunto había empezado de un - Sí. Y no le temía a nada. "¡Abajo esos hijos de
modo y podía terminar de otro completamente perra!", gritaba. "¿De qué gobierno provisional nos
distinto. Por lo tanto, se dijeron, no hay que permitir hablan?, cuando no existe desde hace tiempo... ¿y de
en el Semirechie Soviets de ninguna clase. Viviremos qué Constituyente?, cuando ya la han disuelto...
como nos dé la gana, como nos parezca. Y por el Basta de músicas, ¡implantaremos los Soviets!" Los
momento, no empezaron a marchar mal las cosas. comisarios, viendo que la cosa tomaba mal cariz, se
Había tranquilidad. Pero a ese Soviet de campesinos fueron para el Congreso a paso ligero y les dijeron a
se le ocurrió convocar un Congreso para el mes de los campesinos: "El asunto no tiene vuelta de hoja: el
enero, y los comisarios pensaron: "¿Y por qué no Poder nos ha puesto aquí y aquí esperaremos hasta
celebrarlo, cuando en él nos podemos poner de que la Asamblea Constituyente se reúna. En cuanto
acuerdo con todos los campesinos?... Venga, a al Consejo de Comisarios del Pueblo, no lo
convocarlo". Bueno, y se lanzaron a ello. Los reconocemos. ¡Abajo ese Consejo!" Entonces, el
comisarios invitaron a los cosacos a un Congreso de atamán Scherbakov declaró: "Yo, y conmigo todos
toda la región, y a los kirguizes también; es decir, no los cosacos, no lo reconozco tampoco". Y los
al Congreso de los campesinos, sino a otro especial, kirguizes que había en el Congreso le secundaron:
que se celebraría al mismo tiempo. A todos los "Nosotros apoyaremos a lo que apoye el atamán".
llamaron. Y acudió bastante gente: sólo en el de los ¿Qué hacer?, se preguntaban los mujiks al ver que
campesinos se reunió un centenar y medio de todos estaban contra ellos. Pero en aquel momento
hombres. Pávlov se levantó y dijo: "No importa. A nosotros no
- ¿Y se celebraron juntos los tres congresos? nos asusta eso. Mejor será que os cuente lo que ahora
- No, ¿para qué?... Por separado, pero al mismo ocurre por el mundo, en todas partes; lo mismo en
tiempo -me aclaró Iván Kárpich-. ¿Cómo se iban a Moscú que en Tashkent..." Y habló largo y tendido.
celebrar juntos, cuando los cosacos y los kirguizes Un verdadero informe. Todo un discurso. Intentaban
querían una cosa y los campesinos otra?... molestarle, interrumpirle, pero el Congreso gritaba
- Bueno, lo de los cosacos se comprende -le que quería escucharle, y nada más. Y les dio a sus
interrumpí-, pues entonces estaban contra los contrarios tal meneo, los dejó tan hechos polvo, que,
campesinos, porque se estorbaban mutuamente en la a la hora de votar las resoluciones, casi todos los
24 Dimitri Furmanov
mujiks se pronunciaron por el Poder soviético: tanto la ciudad cobró ánimos; desde el atardecer hasta la
en lo tocante a su establecimiento por toda la región, noche, sus destacamentos recorrieron las casas y
como en lo referente a crear una Guardia Roja suya. detuvieron a todos los cabecillas. Los suboficiales
En fin, que la cosa se puso en marcha. cosacos fueron desarmados, sin que rechistaran. Y de
- Y dígame, Iván Kárpich -indagué-, ¿en qué pronto, se encontraron sin fuerza alguna. Aquella
estaban pensando Shkapski e Ivanov? ¿Es que no noche daba miedo el ulular de la ventisca y no se
podían hacer nada? ¿No tenían, acaso, fuerzas veía gota, y sin embargo, la gente corría en grupos.
armadas? "¿A dónde vais?", "Al cuartel, ¿y vosotros?",
- Desde luego. ¿Y qué importa? -contestó Iván "Vamos al almacén"... Fueron corriendo a casa de
Kárpich sin inmutarse lo más mínimo-. La fuerza es Shkapski; no estaba. "¿A dónde se ha ido?", "No lo
la fuerza, pero los campesinos habían venido en masa sabernos", Lo buscaron por todas partes; no aparecía.
de todos los pueblos y aldeas. Y prueba a meterte con Únicamente más tarde, en el molino, lo atraparon. Se
ellos. Por eso, los comisarios se dijeron: Cuando había puesto un mandil, un gorro viejo, una chaqueta
acaben de hablar, se marcharán cada uno por su lado, y unas botas de fieltro y estaba todo espolvoreado de
y entonces volveremos a la carga... Bueno, eso es lo harina. Hay que hacerle honor: no se diferenciaba de
que, a mi parecer, se figuraban los comisarios. Pero un verdadero molinero. Allí cazaron al palomito. En
no ocurrió lo que se suponían. Los del Congreso se cuanto a Ivanov, como perro más viejo, se escondió
fueron, pero antes dejaron de nuevo su Soviet en la ciudad y luego se largó a China, a Kuldzhá. Por
correspondiente, con el encargo de actuar y no consiguiente, no le pudieron echar el guante...
dormirse. Y los sovieteros empezaron a ganarse a los Iván Kárpich calló un momento. Como hablaba
cosacos, sobre todo a los del segundo regimiento del con gran animación, debía estar cansado.
Semirechie. Los muchachos de allí eran todos - ¿Y qué más? -demandé-. ¿Cómo se organizó el
despiertos, jóvenes, fogueados, no querían a sus Poder, crearon un comité revolucionario, verdad?
oficiales; en fin, eran que ni pintados para los - Sí... -asintió con compungida voz-. Eso fue lo
sovieteros. Estos entablaron, pues, amistad con los malo, que lo crearon, ¿y qué se adelantó con ello?
regimientos. Organizaron allí su círculo. Y uno más ¿Quiénes fueron a parar a ese comité revolucionario?
para los soldados con permiso. En él estuvo también Todos los de mayores tragaderas. En total, no había
Beresniev. Esto lo saben en todo el Semirechie. más que cinco hombres cabales, y los demás, ¡no
- ¿Vive aún? quiero contarle! -exclamó impreciso Iván Kárpich,
- Desde luego, ¿por qué no? Esos individuos dando a entender que había sucedido algo nada
viven largos años... Ahora manda, no sé qué bueno-. Mientras sólo se hacían preparativos y a la
unidad… Pues bien, esos circulitos y el Soviet hora de los discursos, todos eran unos jabatos, pero
empezaron, con su labor, a hacerles el caldo gordo a en cuanto hubo que sacar las castañas del fuego,
los comisarios. Se enviaron a Tashkent dos delegados ¿quiénes sirvieron? Cinco y nada más que cinco. El
para que dijesen lo que pasaba y pidieran ayuda en resto, una calamidad... Y empezó el desbarajuste
caso necesario. Y Tashkent se puso a zumbar: uno padre...
tras otro, llegaban a Vierni y a distintas ciudades - ¿Y por qué no pidieron ayuda a Tashkent? Yo
telegramas que ardían en un candil. "Toda la creo que allí habría gente...
población -se decía en ellos- debe tomar parte en el - ¡Cómo no la iba a haber! En todas partes hay
derrocamiento del gobierno provisional; de lo gente, lo que faltan son funcionarios capaces -
contrario, serán enviadas tropas a Semirechie, y que manifestó severo, en tono aleccionador-. Mandaron
no se quejen luego de lo que ocurra. Los gastos inmediatamente un telegrama a Tashkent diciendo:
tendrán que pagarlos los propios miembros del hemos volcado el carro, venid a ayudarnos. Y de allí
Soviet". Por más que los ocultaron, los telegramas y enviaron un puñado de pipiolos inexpertos. "No
las órdenes llegaron a conocimiento de toda la podemos mandar más -se excusaron-, nosotros
región. Y entraron los temblores, se empezó a temer mismos no tenemos"...
por la pelleja y por el bolsillo. Un día, me parece que - Por lo tanto, ¿se andaba mal de gente?
el dos de marzo, los comisarios detuvieron en un - Pues claro. No ya la aldea, Tashkent mismo
mitin a unos muchachos de esos círculos. También necesitaba funcionarios capaces. Y verá lo que pasó
cayó en la redada uno del Soviet, un tal Grechka. en Vierni -anunció, volviendo al tema-. Mientras allí
Cuando se enteraron en su regimiento, pusieron el se rascaban el cogote, los cosacos, sin perder minuto
grito en el cielo: "¡Vamos para la cárcel, muchachos! ni andarse por las ramas, organizaban toda clase de
¡Hay que liberar a todos inmediatamente!" Y se congresos. A Talgar, Issik, Bolshaia y Málenkaia
fueron para allá al galope. Primero entraron en la Almatinka, a Tastak, a todos esos nidos llevaron la
capitanía general de la región, pero allí, enterados de ponzoña, diciendo: "¿A qué temer?, si nadie se mete
lo que se avecinaba, habían huido. Entonces, se con nosotros..."
dirigieron a la cárcel y pusieron en libertad a todos. - ¿Y no sabe usted por qué y cómo empezó la
En aquel momento empezaron a acudir los obreros, y propia insurrección cosaca, de dónde partió: de
La subrevación 25
acabó para todos la tranquilidad en estos contornos. inmediatamente Mámontov fue enviado hacia allá
- ¿Y no sabe usted de que manera transcurrieron con su unidad. Cuando iba camino de Kopal, los
los primeros meses de guerra? -inquirí-. ¿Quién cosacos atacaron de pronto Dzharkent y se
zurraba a quién y cómo? ¿Dónde estaba usted apoderaron de la ciudad. Entonces se ordenó que
entonces? Pávlov saliera de Tokmak con una unidad, que
- Pues esa es la cosa, que no lo recuerdo; lo ignoro Muráiev partiera de Vierni con otra y que ambos se
por completo. Precisamente por aquel tiempo me dirigieran a Dzharkent. A Mámontov le hicieron
había yo marchado de Vierni y no tengo idea de lo volver y también lo enviaron allí. Y, claro, todo fue
que pasó allí. Luego me hablaron de ello, me sofocado en seguida, se echó a los cosacos, que se
contaron más de una vez, pero mi memoria no es retiraron a Kuldzhá. Aunque se habían retirado, el
muy buena a este respecto. Cuándo y dónde ocurrió peligro continuaba, pues en cualquier momento
esto o lo otro, cuántos fusiles y cartuchos había, ya podían atacar de nuevo. Y entonces, empezó a correr
no lo puedo recordar; por mucho que me esfuerce, el rumor de que los cosacos querían degollar a todos
me equivocaré de seguro.... los jojoles24, es decir, a los propios campesinos...
- Bueno, pero haga usted memoria de algo, sin Nada menos. Y éstos empezaron a mirar también a
detalles -insistí espoleado por la curiosidad. Quería los cosacos con ojos de fiera... Bueno, ¿a qué
oír hablar acerca de los primeros meses de la guerra contarle?, muy penosa era aquella vida -afirmó con
civil en el Semirechie, pues por ellos se pueden ademán de desaliento-. Palabra que, a veces, uno se
determinar siempre los rasgos generales del propio acostaba y no sabía si se levantaría a la mañana
escenario de los acontecimientos. siguiente, pues te podían rebanar el pescuezo en
En efecto, recordad cómo transcurrieron esos cualquier momento; el ser humano se había quedado
meses en Moscú, Arjánguelsk y el Kubán, y sin amparo alguno, a merced de su suerte. ¡Qué
comprenderéis que así precisamente debió ocurrir lo tiempos, qué tiempecitos aquellos! ¿Acaso se pueden
que ocurrió, que esto era lo característico y aquello lo comparar con los de ahora? Entonces estaba uno día
inevitable. Yo procuraba enterarme, pero Iván y noche como en una batalla, esperando siempre que
Kárpich, por lo visto, no quería divagar repitiendo le cortaran la cabeza... Un espanto. La gente aguantó
rumores, porque sólo hablaba con gusto de lo que lo indecible. Mucho padeció. Lo que hace falta es
había sido testigo o recordaba perfectamente por que no sea en balde. Eso es lo principal.
haberlo oído muchas veces. Se zafó con unos cuantos - Sí, eso es lo principal -asentí maquinalmente,
lugares comunes: pero ardiendo en deseos de saber algo más... No tenía
- Lo que sucedió después no lo sé, créame. Pero sueño; además, apenas quedaba tiempo para dormir,
que todo empezó con la llegada de Muráiev es la porque pronto iba a amanecer, habíamos decidido
pura verdad. Fue entonces cuando los cosacos de seguir nuestro camino en cuanto empezara a clarear.
todas las stanitsas comenzaron a sublevarse: unos - Usted dice que los cosacos se refugiaron en
montaron a caballo y empuñaron el sable; otros, Kuldzhá -volví yo al tema-. ¿Y no los desarmaron
llenos de pánico, recogieron sus pobres enseres y allí?
partieron en pos de los regimientos para ir a parar a - ¿Para qué los iban a desarmar? Nada de eso. El
Dzharkent, cuando no a China. Y no solamente los daotay de Kuldzhá, o sea el gobernador, entonces no
cosacos, con ellos se encontraban de nuevo los estaba en malas relaciones con ellos... Según
taranchís, ¿Por qué razón? No lo sé, pero, cuentan, Muráiev fue a ver al daotay y habló con él;
seguramente, porque los campesinos les habían algunas conversaciones debió haber, desde luego,
hecho sufrir mucho. Y un poblado taranchí, Chílik, pero si resultó algo de ello yo no lo sé. Allí, en
fue saqueado por las unidades de tal manera, que Kuldzhá, estaba todavía el viejo cónsul ruso de los
puede decirse que no quedó allí nada en absoluto. tiempos del zar. ¿A dónde iba a ir el pobrete? Y se
Según cuentan, cometieron allí desmanes quedó atascado allí. Pero en vez de ayudar a Rusia,
verdaderamente insoportables… Prendieron fuego a arremetió con los demás contra ella. Por lo visto,
Chílik, lo desvalijaron, y, claro, los habitantes tenía posibles el canalla, ¿y qué no se puede hacer
taranchís se fueron con los cosacos... con dinero? Con ese dinero mantenía a los cosacos,
- ¿Y en todos los distritos se armó el mismo les ayudaba, los preparaba para que golpeasen al
fregado? Semirechie...
- No, ¿por qué en todos? En Pishpek y en Tokmak - ¿Y qué fue de Mámontov? ¿A dónde se dirigió
hubo tranquilidad. La tremolina grande fue en Vierni, su unidad después de lo de Dzharkent?
Dzharkent y Przhevalsk, pero en dos distritos, el de - Su unidad -repuso Iván Kárpich en voz baja-
Lepsin y el de Kopal, puede decirse que ni siquiera marchó adonde le dijeron que fuera: pasó por Kopal,
había Poder soviético, y todos los secuaces del atravesó todo el distrito de Lepsin y echó del mismo
gobierno provisional continuaban allí. Precisamente Tajtí a los cosacos, obligándoles a huir a China. Pero
en esos dos distritos los cosacos se disponían a
24
organizar un nuevo levantamiento, pero Jojol: denominación popular que se daba a los
ucranianos. (N. del T.)
La subrevación 27
los hijos de perra cometieron atrocidades a montones, Nosotros hacemos lo mismo, volviéndonos a cada
sobre todo con respecto a los kirguizes: en cuanto instante hacia ellos desde nuestros sharabanes25,
encontraban a uno de ellos en la estepa, ya se sabía, grandes como galeras. Unas montañas nos separan, y
lo declaraban en el acto espía al servicio de los la estación de posta desaparece de nuestra vista. El
cosacos y lo asesinaban en un vuelo. Después de eso, cochero kirguiz va inmóvil en el despellejado
claro, los kirguizes empezaron a ayudar pescante, runruneando algo que puede ser tanto una
verdaderamente a los cosacos. ¡Menuda unidad era coplilla como unas meditaciones en voz alta y
aquélla, qué pánico sembró entre todos! apresurado tono recitativo.
Miré a mi interlocutor y al ver el cansancio - Bono patón -dice de pronto, volviéndose hacia
reflejado en su cara, me dio sencillamente lástima de mí sonriente y señalando con la cabeza hacia la
él y vergüenza de haberle sacado el jugo tan estación.
despiadadamente. Sin duda, le faltaba decisión para - ¿Qué?
cortar la entrevista. Y me di cuenta de que había que - ¡Je, je! -ríe por lo bajo-. ¡Arre, arre! -y
terminar la conversación, aunque yo no tenía la chasqueando la lengua, fustiga con las riendas a los
menor gana de ello. caballos.
Iván Kárpich guardaba silencio; durante los Reproduzco en mi memoria los sonidos
últimos minutos había hablado con voz un poco articulados por el cochero y adivino que se refiere a
enronquecida y ahora se percibía que tragaba saliva Iván Kárpich.
para suavizar la reseca garganta. - Sí, bono, bono -asiento alegre, alterando las
- ¿No será hora de irnos a dormir? -le propuse, vocales sin saber por qué-. Iván Kárpich es un bono
procurando darle a mi voz el tono más alegre y patón.
natural posible. Y comprendiendo que es una necedad chapurrear
- Bien, si quiere, iremos a dormir -asintió, dando las palabras, decido hablarle como es debido.
un suspiro de alivio. - ¡Eh, amigo! -le llamo, pronunciando con
Y un minuto más tarde, luego de estrecharme la claridad-. ¿Por qué es una buena persona? ¿Es que te
mano, se iba a su habitación. Yo me quedé en la ha ayudado en algo?
escalerilla. ¡Cuán grande era la calma! ¡Cómo - Ser bono -repite el auriga sin volverse-. Da pan,
imponían las montañas en su augusto silencio! En da de comer a mi jatín26, a mis hijos... Ser bono...
derredor, como desde el fondo de una profunda sima, - ¿Y tienes muchos hijos?
veía las obscuras y confusas siluetas de las rocosas - Hijos muchos... De todos tener... Seis piezas...
laderas; sus líneas se fundían, se mezclaban y - ¿Pasáis hambre? ¿Es dura vuestra vida?
desaparecían tan inesperadamente como emergían de - Bono… pan... -repite las palabras que sabe, sin
las tinieblas. Ahora, ya muy avanzada la noche, el poder formar frases coherentes. Y no mira atrás,
cielo era otro, distinto al del atardecer; parecía denso, hasta que no escucha alguna palabra conocida.
espeso, como saturado del frescor de la medianoche Entonces, se vuelve con rapidez, radiante el rostro, y
y el gélido vaho de los arroyos montañeros. asiente moviendo reiteradamente la cabeza con aire
Magnífico era aquel cielo severo y alto. Más alto aún de triunfo:
a causa de aquellas rocas gigantescas y de aquel - Eso, eso...
absoluto silencio en el que se oía el menor susurro. Mientras se sonríe, con ancha y bondadosa
Yo aspiraba el aire puro de la montaña, sonrisa...
experimentando una sensación muy grata; por algún - ¿Y qué hace tu jatín?
motivo impreciso, veía todo sencillo, claro, al - Jatín hace... jatín hace mata27 -manifiesta de
alcance de mis fuerzas, me sentía sano, lleno de pronto, lleno de júbilo, y vuelve la cabeza, dudoso de
confianza en mí mismo, dispuesto a todo. que yo le haya entendido.
Adiós, Siugati. Adiós, viejo padre, y tú, Iván - ¿Mata? Conozco mata esa -afirmo, alterando de
Kárpich. Gracias por habernos acogido tan nuevo el idioma-. Mata ser buena... Mata ser fuerte...
cordialmente, cosa rara en esta gran carretera de - ¡Mata! ¡Oh, oh!... –y en señal de satisfacción,
Semirechie. Hasta ahora, cada vez con mayor agita el látigo en alto y, luego de silbar de un modo
frecuencia, nuestros encuentros se han venido especial, como silban únicamente los aurigas
convirtiendo en escándalos en los que se armaba kirguizes, lo descarga sobre los caballos. Estos
mucho ruido: unas veces con ruegos, otras con aprietan el paso. El cochero, que se llama Azán, me
amenazas. En cambio aquí, se nos ha recibido tan manifiesta más de una vez su contento en diversos
amistosamente y tratado con tanto cariño... casos excepcionales: cuando nos hundimos
En dos troikas abandonamos la hospitalaria
casucha. Y durante largo, muy largo rato, vemos a la 25
Sharabanes: coche grande, de varios asientos
familia de Iván Kárpich, que permanece a pie firme transversales. (N. del T.)
en la terracilla, de cara a nosotros, inclinando las 26
Mujer.
27
cabezas y agitando las manos en señal de despedida. Burdo tejido que se fabricaba por aquellos lugares. (N.
del T.)
28 Dimitri Furmanov
demasiado en un charco, cuando algún pato silvestre vendavales. Cuando nos pusimos en camino, los
levanta el vuelo, apartándose presuroso, o cuando picachos estaban envueltos en el ondulante y blanco
alguna troika viene en dirección contraria, cendal de la niebla. Pero cuanto más avanzamos, más
descendiendo por la pendiente. Azán reacciona ante claros y transparentes son los espacios montañeros. Y
todo eso de la manera más viva: todo le interesa e todo, más lozano. Al pie de la montaña, en la
impresiona, produciéndole incluso admiración. hondonada, empieza ya a brotar la hierba en algunos
Yo he observado en nuestro cochero una lugares y el camino se encuentra anegado por el
particularidad adorable: en cuanto el camino se deshielo; en cambio, al mirar a las cimas cercanas, se
bifurca, él elige indefectiblemente el de más baches y ve que están argentadas por las nieves perpetuas. Los
más barro; además, por la parte llana, suele llevar los montes parecen jugar con nosotros: se acercan a la
caballos a paso de tortuga, mientras que por los carretera, como si fueran a abatirse sobre ella, la
baches y hondonadas los lanza tenaz al galope ciñen y, de pronto, se apartan lejos, muy lejos,
tendido. dejando la llanura desnuda. Ya ha empezado la
- ¿Qué haces, Azán? ¿Por qué has elegido el abrupta pendiente. Bajamos de los sharabanes y
camino peor? Ya ves, el otro era bueno -le digo seguimos a pie unas dos verstas. Lo hacemos para
señalando a la senda vecina, donde seguramente el aliviar el penoso ascenso de los caballos y, además,
terreno está más seco y es más firme. porque nos gusta caminar por el vericueto
- ¡Oh, ser bono!-exclama riendo. montañero, observar cómo se tuerce en curvas
- ¡Qué ha de ser bono, mal diablo te lleve! ¡Es cerradas para ir a perderse en la altura, igual que una
malo, malísimo! -le grito. serpenteante cinta cortada en trozos. Ingentes moles
- Balando... mucho balando -asegura, hincando el de piedra se amontonan unas sobre otras, perfilanse
palo del látigo en los cenagosos haches. netas las rocas, puntiagudas, de afiladas aristas, y
¿Y qué va uno a hacer? Hay que estar de acuerdo más allá, a un lado, las cumbres se asemejan a
con él. pequeñas colinas de superficie completamente tersa;
Vamos frente a un enorme pantano del que se nota que el viento montañero las ha besado,
levantan continuamente el vuelo los patos silvestres; lamido y alisado con fuerza y que les ha cortado los
no lej os, unas zancudas garzas se pasean con agudos capirotes con su gélido y buido aliento.
empaque. Nos acercamos a la ancha y elevada planicie que,
- ¡Eh, eh!... -les grita de continuo Azán, deseoso, en una longitud de veinte verstas, llega hasta la
por lo visto, de distraernos un poco mostrándonos los misma vertiente donde, al pie de la montaña, se
numerosos bichos que hay por estos lugares. encuentra una estación tan diminuta como la de
Bueno, ya está aquí la falda del Kurdái. Siugati. Lleva el nombre del terrible gigante:
El gigante se alza en el camino, dividiéndolo en "Kurdái".
dos partes. En los meses estivales cae sobre sus Ya estamos en lo alto del monte. Subimos de
laderas un sol abrasador; en cambio, en invierno, nuevo a nuestros sharabanes y continuamos en coche
cuando la ventisca desata sus furias, más vale no el viaje. Aquí hace frío. A ambos lados del camino
acercarse al Kurdái. Entonces le temen hasta los hay todavía nieve, cubierta de una leve capa de hielo
habituados aurigas kirguizes. En su anchurosa que apenas es capaz de sostener a un hombre. Pero
meseta, en su cumbre, se levantan tan grandes ya no se ven por todas partes níveos manchones; en
remolinos de nieve, que el camino desaparece por algunos lugares, donde el viento no penetra entre las
completo, sin que quede de él la menor huella. Los colinas, el paisaje parece primaveral. Sin embargo,
níveos montones son arrastrados de un lado para otro aquí hace frío, mucho frío, y no es por capricho por
por la tempestad y, entre el rugir y el ulular del lo que escondemos la cabeza en nuestros capotes.
viento de la montaña no se oye la voz del hombre. El - ¡Eh! -grita estentóreo Azán al tiempo que nos
viajero que aquí se pierda que no espere socorro. muestra, señalando con el látigo, una bandada de
Nadie le encontrará ni oirá sus gritos en medio de la patos silvestres que levanta el vuelo. La seguimos
furiosa borrasca; y ¡suerte será si a la mañana con la mirada y vemos que se posa en un lejano
siguiente hallan su cuerpo bajo la capa profunda y pantano. Otra bandada echa a volar ruidosa en igual
mullida de la nieve! dirección.
No son pocos los casos que aquí se relatan en que No me puedo contener, apunto y disparo a tres
las ventiscas del Kurdái enterraron a viajeros que se han alzado junto al mismo camino. Falló el
rezagados. Y al Kurdái en invierno lo temen todos, tiro. Pero mis amiguetes me tranquilizan asegurando
pues puede enfurecerse cuando menos se piense y que han caído, que ellos han visto, con sus propios
levantar en un instante sus impetuosos y albos ojos, cómo descendían al pantano con débil aleteo...
remolinos. A impulsos de la tentación, "el compadre" y yo
Desde Siugati la carretera asciende sin cesar, saltamos del coche y nos lanzamos hacia el cenagal
durante siete u ocho verstas, hasta el puerto, donde por la endurecida costra de hielo. Primero, corremos
comienza una amplia meseta abierta a los hundiendo los pies en el agua de vez en cuando;
La subrevación 29
luego, caminamos agachados, y una vez allá, nos verdadero invierno: el gélido viento hace recordar los
echamos de bruces en tierra y avanzamos a rastras, fríos de enero, mientras que el camino, sin nieve, se
pues no queremos asustar a las aves. De nuevo endurece de la helada como en las volubles noches
disparamos, con igual fortuna. Después, acordamos de marzo. En algunos lugares se extiende una papilla
que sería conveniente preparar un cerco: yo seguiré acuosa, sin congelar; en cambio, en las quebradas y
echado sobre la nieve, con la escopeta montada, y "el más abajo, tras los montículos, hay una nieve gris,
compadre", trazando un arco, se deslizará por la hastiosa, no invernal. Las cumbres cubiertas de nieve
helada superficie y echará toda la bandada hacia acá. y hielo, reino del frío perpetuo y las ventiscas, donde
Dicho y hecho. Veo que su larguirucha figura se no existe el cálido estío ni las verdes hierbas,
balancea sobre la nieve, hundiendo de continuo los constituyen un mundo aparte. Las argentadas crestas
pies en ella, dando saltitos y alejándose cada vez miran desde la lejanía al Kurdái como si lo
más. Ya está "el compadre" en su sitio. Se pone a envidiaran porque lo ha caldeado el sol, porque caen
agitar grotescamente los brazos, mientras sus pies ya sus cadenas invernales y, bajo el albo manto,
dibujan arabescos; luego, empieza a dar patadas y surge a la vida la vegetación. El Kurdái revive.
ululantes gritos. Todo esto se debe a que está Lucha aún con las últimas nevascas y gélidos
acorralando nada menos que a unos patos silvestres vendavales, mas, por doquier, se percibe y se deja ya
de la misma manera que una hacendosa ama de casa - sentir, imperiosa, la primavera cercana. Versta tras
agitando las sujetas faldas, ondulantes como una vela versta, vamos al trotecillo por la ancha y monótona
al viento gira sobre sus talones para meter en meseta. Guardamos silencio, hundidas las cabezas en
cualquier rincón del patio a una gallina escapada. De los altos cuellos de los tulups de piel de oveja.
pronto, "el compadre" lanza unos terribles alaridos. Y ¡Quién tiene ganas de conversaciones cuando sopla
los patos silvestres se asustan en efecto. Una gran un cierzo cortante, glacial! Ya está aquí el declive.
bandada, de una treintena de aves, despega Desde aquí hasta la estación de Kurdái no quedan
bruscamente y viene derecha hacia mí. La emoción más que cinco o seis verstas. El comienzo de esta
me corta el aliento. vertiente es tan uniforme y está tan desnudo como
Bueno, como mínimo, ¡caerán cinco! todo el lomo de esta montaña. Pero cuanto más
Pero, de pronto, la bandada, que ha debido descendemos y nos adentramos en el desfiladero,
olfatear mi persona, vira hacia otro lado. Y se aleja más claros son los tonos, más sorprendente y bello es
más y más. Ya veo tan sólo unos oscilantes puntitos el paisaje. A ambos lados se alzan, como moles
negros; los patos silvestres desaparecen tras una fantásticas, escarpados despeñaderos; los han batido
ladera, perdiéndose de vista. Yo continúo de bruces y lavado templadas lluvias, los han secado y
sobre la nieve con la escopeta presta, enfilada hacia modelado los cortantes vientos de la montaña: unas
la altura. Por la refulgente corteza de hielo, veces se alargan como afiladas saetas, agujas y
hundiéndose un poco de vez en cuando y dando lanzas o aristados puñales, otras se distienden
saltitos, avanza hacia mí de nuevo mi "compadre formando cúpulas, se yerguen cual gigantescos
espantapájaros". guardacantones o en caóticos amontonamientos de
- ¿Has fallado? -pregunta artero. rocas destrozadas. Y sobre las peñas, se ciernen
- No, no he fallado -le contesto sin alegría. bellas las águilas, favoritas de lodos los montes.
- ¿Y dónde están? Planean lentas, majestuosas, solemnes, y tan pronto
- En la otra orilla, pasado el pantano. Anda, ve a desaparecen tras unas estribaciones, como emergen
buscarlos con tu talento... del desfiladero para negrear en el etéreo espacio azul.
Volvemos hacia los sharabanes y, durante todo el Por un estrecho sendero, en dirección contraria a
camino, no hablamos de cinegética ni palabra. En la nuestra, imperturbables y balanceantes, uno tras
realidad -razonamos para nuestro capote-, la caza, otro, vienen en fila unos camellos pardos; sobre las
¡valiente cosa! ¡Como si sólo se pudiera hablar de gibas y en los costados hundidos y huesudos llevan
ella! Mejor será que toquemos otro tema cualquiera... atados con cuerdas bultos repletos de enseres
Los compañeros de viaje, helados de la espera, domésticos. Es una caravana de dunganes que
nos han adelantado mucho. Luego de ponernos de abandonan con sus familias las estepas de Vierni.
vuelta y media por anticipado y como corresponde, Delante, van solamente los jefes, con sus caftanes de
montaron en el carricoche primero y se largaron a colorines, anchas fajas, como los gitanos, y ligeros y
toda prisa, y ahora tenemos que alcanzarlos, extravagantes gorritos; caminan al lado de los
procurando en vano poner buena cara y tratando con camellos y, con voz estridente, gritan unas amenazas
ahínco de borrar el recuerdo de la reciente e infausta incomprensibles, desconocidas para nosotros. Tras
partida de caza. los camellos, en carros de caballos, van las
La calva del Kurdái es monótona, tediosa. Un dunganas, jóvenes y viejas, con mugrientos
viento seco y penetrante nos ha obligado a chiquillos de relucientes ojos castaños. Cintas rojas,
envolvernos en los tulups28. Esto no es primavera ni azules, celestes, velos, cinturones, faldas... Nos
sonríen desde los carros y nos dicen a gritos algo que
28
Especie de capote de piel de oveja. (N. del T.)
30 Dimitri Furmanov
no entendemos. Los hombres pasan en silencio, sin - El derecho de que van conmigo -repuso-. ¿A qué
un ruido ni una sonrisa. se mete donde no le llaman? ¡Descarguen!
La caravana ha pasado. El camino serpentea por - Yo había ya oído decir que los correos
el desfiladero mostrando, fugaces, puentecillos especulaban por aquellos días desvergonzadamente:
nuevos, limpios, diseminados por doquier; se llevaban de Tashkent a Vierni kishmish baratas y se
ensancha cada vez más y, por último, vienen flotando traían de Vierni harina de trigo. Eché una ojeada a
a nuestro encuentro unas colinas verdes y lisas como sus carros, palpé los bultos y vi que no llevaban
cúpulas. Estas colinas del valle nos indican que han correspondencia alguna, sino sacos de kishmish.
terminado ya las montañas y que estamos llegando a - ¿Qué es esto? ¡Ah, hijos de perra!... ¡Vengan
la llanura de Kurdái. Luego, desaparecen también, y vuestros documentos ahora mismo! En cuanto
asoma la conocida barraca enjalbegada de la estación lleguemos a Vierni, ¡vais a ver lo que es bueno!
de posta. Pero el correo era mozo experimentado. Aunque
El camino no ha sido largo. Y no hacemos una comprendía que no tenía derecho a ocupar tres carros
parada grande. Enganchan nuevos caballos, y en con treinta puds de carga, intentó amedrentarme:
marcha. Ahora, incluso hasta Vierni queda ya poco, y - Enséñeme usted los suyos... Nosotros estamos
se quisiera llegar cuanto antes allá. Nos tragamos una dentro de la ley... Y con la ley en la mano, ya le
estación tras otra, sin detenernos a descansar, pues demostraré...
queremos estar mañana en el punto de destino. Apuntamos nuestros respectivos nombres y datos
Recuerdo que en estos últimos días, hasta en las y juramos llevarnos mutuamente a los tribunales. A
estaciones anteriores al Kurdái, ha habido que unos insultos se contestó con otros insultos, mas, a
intercambiar de continuo palabras gruesas con los pesar de todo, montamos y partimos. El correo aquel
jefes de las mismas. Era una gentecilla de lo más partió después que nosotros, no sé si conseguiría
sorprendente y abominable. Casi todos ellos, salvo inmediatamente caballos para transportar los sacos de
raras excepciones. Recuerdo que en la carretera kishmish.
adelantamos a unas troikas de posta. Llegamos a la Nos ocurrió otro caso. Llegamos.
estación y, en vez de esperar, pedimos unos caballos. - Venga, amigo, denos caballos...
Los engancharon. Cuando ya estaba todo preparado y - No hay caballos -respondió, sombrío y con
habíamos trasladado la carga para continuar el viaje, apatía, el encargado de la estación de posta, hombre
arribaron los correos y manifestaron con tono caquéctico, de aspecto joven.
autoritario: - ¡Cómo!, ¿ni uno solo?
- No pueden ustedes partir. Vamos nosotros. - Ni uno...
- Perdonen, pero nosotros hemos llegado primero - ¿Está completamente vacío el patio? -inquirí con
-les expliqué yo. asombro.
- Eso no importa: la correspondencia es lo - No del todo, hay una troika que acaba de llegar,
primero de todo. pero los animales están sudados, rendidos, no pueden
- Sin embargo, miren lo que aquí está escrito: "sin seguir.
aguardar turno alguno". - ¿Y vendrán pronto nuevos?
Y mostré mi credencial, donde se indica que por - No lo sé -contestó de mala gana.
asuntos de gran urgencia e importancia tenemos que - ¿Cómo que no? Si usted no lo sabe, ¿quién lo va
partir sin aguardar turno alguno. Y estas palabras a saber entonces?... Aunque sea aproximadamente...
hasta están subrayadas. ¿Cuándo los envió?
- No importa, eso es una tontería -me espetó el - ¿Y a usted qué le importa? -me atajó grosero.
correo. Se me subió la sangre a la cabeza.
- ¿Cómo que una tontería? -me encrespé yo. - ¿Qué modo de tratarme es ése? ¡Yo no tolero
- Así es... Bueno, no hay que gastar con ustedes groserías! ¿No sabe contestar como es debido? -
saliva en balde -declaró desdeñoso-. Abajo esos vociferé, montando en cólera.
bultos, marchamos nosotros. - Yo no tengo nada que contestarle. Sabemos
Entonces, decidí abordar el asunto de otra manera. todo, sin necesidad de que usted nos lo diga -replicó,
- ¿Cuánta carga llevan ustedes? e intentó irse a la habitación.
- Cerca de treinta puds29... Pero yo le detuve:
- ¿Y quién es el encargado de ella? - Espere; a pesar de ello, hable como es debido…
- Yo... Esta es mi credencial... Tengo que partir con
- ¿Y qué hacen aquí ésos? -acometí al correo, urgencia...
señalando a los tres sujetos de aspecto sospechoso y - ¿Y a mí qué?
pinta de pequeños traficantes que habían llegado con - Pero, maldita sea su estampa, a mí no me da lo
él. mismo... Le pregunto que si vendrán pronto caballos
- ¿Qué derecho tienen ellos a ir? -le grité irritado. o si tendremos que esperar mucho.
- No lo sé -repuso sin detenerse, y se metió en la
29
Pud=16,380 Kg. (N. del T.)
La subrevación 31
presidente del Comité Revolucionario regional de ojos el oro de las gigantescas letras, la sólida asta de
aquí es Yusúpov, mi camarada de los días de Samara. la bandera está firmemente afianzada en el suelo,
¡Vayamos por Yusúpov! ¡Qué alegría es encontrar, descuidado, lleno de escupitajos, sucio de las pisadas.
de buenas a primeras, a un viejo conocido en un Espesas nubes de humo de tabaco flotan sobre las
lugar ajeno y, sobre todo, tan apartado como éste! cabezas. Rostros grises, amarillos, pálidos, mates...
Puede que el viejo conocido se convierta para ti en Voces secas, crepitantes como astillas en llamas, o
extraño mañana mismo; tal vez encuentres aquí sordas, broncas, enronquecidas, pues hoy es el último
pronto, muy pronto, nuevos amigos, excelentes día del Congreso y todos han hablado hasta quedar
camaradas, y les tomes afecto, en lugar de al viejo, exhaustos. Todo es igual que allí, en la lejana Rusia,
pero eso luego. Ahora, ¡hay que ir inmediatamente en en los patios de las fábricas, en los mugrientos
busca del viejo conocido! comedores, de paredes ahumadas donde nosotros, el
... Nos dirigimos en los coches hacia el Comité año diez y siete, hacíamos banderas rojas del
Revolucionario, una casa grande, alta y de buena terciopelo y la seda sacados de los salones de los
traza, situada en la calle mayor, sobresaliente, señores y escribíamos en ellas:
haciendo esquina. Aunque no hubiéramos sabido qué "¡Abajo los diez ministros capitalistas!"
casa era aquélla, habríamos deducido que debía ser el Pero si se mira a las cabezas, en vez de gorras
Comité Revolucionario. obreras, se verán sombreros de negras alas, pesados
Amistosa acogida, toda clase de exclamaciones de gorros, gorras campesinas de plato, toda una piel de
alegría, precipitadas promesas de trabajar unidos, en carnero o la larga sábana blanca, enrollada con gran
contacto... destreza y arte, con que cubre sus testas la población
- Y hay tanto trabajo… Una cantidad enorme... indígena. Y en lugar de chaquetas y guerreras,
Pero no tenemos de quién echar mano… No tenemos zamarras de mucho abrigo, bien abrochadas,
funcionarios... Una verdadera desgracia. zipunes30, enguatadas batas kirguizas de colores...
Nos acompañó hasta la cercana hostería de Por las filas se extiende el rumor de las
Beloúsovski, donde él mismo vivía y donde ya estaba conversaciones, y es sorprendente: no se oye ni una
todo preparado para nosotros. Verdad es que no se sola palabra conocida. ¿De qué hablan? ¿Expresan
consiguió en seguida buena vivienda; en los primeros alegría y satisfacción o enfado y rabia? ¿Se regocijan
tiempos estuvimos dando tumbos por cuartuchos o maldicen y auguran desgracias?
semejantes a pocilgas. Pero aquello no había que No lo sabemos, no lo sabemos: no se comprende
tomarlo en cuenta. nada.
- ¡Qué a tiempo has venido! ¡Qué a tiempo!... - Pero llega la hora vespertina en que el sol acaba
repetía Yusúpov. su curvo camino, y entonces, todos estos delegados,
- ¿Por qué razón? miembros de un Congreso soviético que se han
- Pues porque vamos a tener aquí un Congreso de reunido para decidir y elegir el camino hacia el reino
los Soviets del distrito... Y hará falta un informe... del socialismo, se prosternan y empiezan a rezar
Acerca de lo más reciente, de lo último... Y puesto solemnemente, como hipnotizados, a su desconocido
que tú vienes del centro, tu deber es contarnos todo Dios; levantan las manos, se las pasan por el rostro y
lo que ha ocurrido, ocurre y ocurrirá... musitan los inarticulados sonidos de sus preces.
Ni se me pasó por la imaginación negarme. Luego, vuelven a oír el respectivo informe, que es
Además, aquello, en realidad, era magnífico: llegar y traducido a la lengua aborigen, o viceversa. Después,
sumirse en la vida del lugar, en el trabajo, en los vendrán las discusiones. Y ellos mismos participarán
intereses, problemas y necesidades de allí. ¡Brillante en ellas. Tratarán de demostrar y convencer alzando
comienzo! las manos, golpeándose el pecho, solemnes, fogosos,
enojados...
El teatro de la ciudad está de bote en bote. No entiende uno... Y da vergüenza, lástima y pena
Pasmoso espectáculo. Ambiente inesperado, insólito. no poder comprender este jugoso lenguaje, tan
Cualquiera diría que estamos en nuestra tierra, en necesario e importante, pues él encierra lo auténtico,
algún local de Ivánovo-Voznesensk, de Vichuga, de en él está la vida, el hoy. Hay que saberlo; de lo
Teikovo… Los de la presidencia, sentados a la mesa, contrario, no tendrá objeto trabajar. Y uno no lo sabe.
inclinan las cabezas sobre las hojas de papel en Ni lo sabrá. Porgue es absurdo verter, contar las
blanco; detrás, apoyadas en el muro, están las ardientes palabras ajenas. El intérprete, siempre, se
banderas, y en ellas, los mismos potentes gritos: limita a informar acerca de lo que tiene que traducir.
"¡Proletarios de todos los países, uníos!" Y de esta información no queda casi nada. Todo se
"El camino de la lucha y el trabajo es el camino pierde. La palabra viva, precisa, consistente, se
de la liberación. esfuma. Estas primeras e inesperadas lecciones nos
"¡Vivan las victoriosas tropas del Ejército Rojo!" desaniman. Acaban los discursos. Los delegados van
"¡Viva la Internacional Roja!"
30
Purpurea el terciopelo, cosquillea suave en los Zipún: especie de anguarina de grueso y burdo paño,
usado por los campesinos rusos. (N. del T.)
La subrevación 33
al salón, salen a los pasillos se agolpan ante las Nosotros estamos alerta. Percibimos la doble
puertas, y de nuevo comentan con ardor discuten. condición. No sabemos aún qué vamos a hacer ni
Algo importante les apasiona. Gritan. Agitan los cómo hemos de proceder en esta nueva situación,
puños, amenazan... ¿A quién? ¿A nosotros o a original, difícil.
nuestro enemigo? ¡Ay, ni siquiera sabemos esto! Y Banderas de un rojo escarlata; rutilantes consignas
las palabras, las voces son tan vigorosas, tienen tan como dorados destellos de sol; al igual que en
impresionante lozanía, atraen tanto con su auténtica nuestros centros obreros, la gente se pone en pie y
sinceridad... Sólo sabemos una cosa: que aquí, en el canta La Internacional... Y también se adoptan
Semirechie, la fuerza principal son los naturales del resoluciones: luchar... trabajar... construir...
país. Y no tanto los tártaros, sarts, dunganes, chinos Todo, todo como allá... Mas, al propio tiempo, en
y taranchís, como los kirguizes. En los kishlaks los primeros aires que aquí respiramos percibimos ya
kirguizes se halla la principal fuerza soviética. Allí, lo muy distintos que son este ambiente, esta
en ellos, está el futuro Semirechie soviético. situación, estas consignas y estas resoluciones
Sabemos además que en los kishlaks kirguizes hay adoptadas... Hay que andarse con tiento...
pocos campesinos pobres en el Poder. La mayoría Ultimo día del Congreso. Ahora me encargarán
son manaps, bares, ricachones, señores kirguizes que haga el informe... Bueno, se hará.
pertenecientes a la nobleza. Tan sólo en algunos ... ¿De qué otra cosa se podía hablar entonces que
lugares, raramente y casi por casualidad, se encuentra no fuera el nuevo curso, las nuevas tareas de nuestra
en las sesiones del Soviet del kishlak el hombre que edificación económica?... El Comité Central, mucho
trabaja, el campesino pobre kirguiz... antes del Congreso del Partido31, es decir, del 27 de
Aquí están los delegados kirguizes, con sus marzo, había publicado esas tesis. Y en la Rusia
policromos turbantes y sus batas de colores, bien central, todas las células, hasta las más pequeñas, las
comidos, de abundantes carnes, rostros enigmáticos, habían discutido, acalorándose de verdad, mostrando
reservados, raros gestos incomprensibles e idioma indignación unas veces y otras ruidosa alegría, pero
extraño, desconocido... Son de los kishlaks kirguizes en todas partes, con una comprensión aguda,
soviéticos. Pero, ¿cómo piensan? ¿Qué quieren? profunda y firme de las grandiosas tareas que allí se
¿Con qué están de acuerdo, hasta qué límite, y fuera señalaban para un futuro próximo y días más lejanos.
de qué raya se sublevarán como enemigos La ATRT32 también había difundido dichas tesis por
declarados? el Turkestán en delgadas hojas grises volantes,
Torturantemente difíciles son para nosotros estas agregando:
preguntas fundamentales, las más importantes. A "Nuestras tareas económicas deberán ser
ellas no hay respuesta. estudiadas con especial atención por los comunistas
La aldea de los kulaks y la acomodada stanitsa del Turkestán, donde la lucha en el frente de la
cosaca tampoco han enviado a nuestro mártir, economía no ha hecho más que empezar..."
agrupado en el comité de campesinos pobres, al Observa uno a estos delegados y piensa:
bracero sin caballo y sin tierra o al mediero indefenso Punto quinto... "Del centralismo de los trusts al
y malcomido del que el terrateniente ha sacado todo centralismo socialista"...
el jugo. No, no hay aquí de ésos. Aquí se encuentran Gran, importante punto de las tesis. ¿Pero qué
los cosacos aborígenes. Y con la circunstancia de sentido práctico tiene hoy para estos hombres del
que, según parece, las stanitsas han caído en Semirechie que carecen de fábricas y talleres y sólo
desgracia, pues su vencedora, la aldea de los kulaks, cuentan con campos de labranza, rebaños, yeguadas
no las quiere ni tiene compasión alguna con ellas. Por en la estepa y pastizales en las altas montañas?...
lo que el cosaco está enfadado con la aldea. Y Veamos otro, el séptimo:
partiendo de la aldea, con el Poder soviético, porque "Elaboración de las formas del centralismo
ésta ha creado aquí el Ejército Rojo y machacado a socialista"... El octavo, el décimo, el quince, que
los atamanes cosacos: Scherbakov, Dútov, dice:
Annenkov... Sólo unos cuantos habitantes de las "De la reparación de locomotoras y la
stanitsas, después de haber pasado por todo, saben a construcción de otras nuevas".
dónde tienen que ir, por qué han de luchar, dónde No, no; de esto sólo dos palabras, de pasada, en
está la verdad y dónde la victoria segura. Pero son términos muy generales, pues el informe quizá haya
pocos. Y la stanitsa autóctona soporta, pero no ama que hacerlo incluso no acerca de lo principal... Con
al Poder soviético. ¡Oh, cómo lo detesta! Esto tal de que sea más inmediato, más necesario aquí y
también lo sabemos. ahora.
Aquí están los delegados de los kishlaks, de las
stanitsas, de las aldeas. 31
Se refiere al IX Congreso del Partido Comunista
Y cada uno de ellos es, a su manera, amigo y (bolchevique) de Rusia, que comenzó el 29 marzo y
enemigo de lo soviético, de lo bolchevique, de lo terminó el 5 de abril de 1920. (N. del T.)
32
nuevo... ATRT: sección de la Agencia Telegráfica Rusa en el
Turkestán. (N. del T.)
34 Dimitri Furmanov
Hablar aquí de "la movilización del proletariado porque el ejército de Semirechie pasaba a ser de
industrial", no es que vaya a ser pernicioso, pero trabajo. Escuchaban al parecer atentamente, pero no
sería sencillamente inútil, porque las palabras se denotaban sus rostros asentimiento, aprobación. Lo
quedarían en palabras, sin sacar de ellas provecho tendríamos en cuenta. Pasando por "la deserción del
alguno. trabajo" y los "sábados rojos" (acogidos con
Las tesis son una cosa, y explicarlas aquí es ya sonrisitas y risillas burlonas) llegamos al final: ¡al
harina de otro costal. Primero de Mayo!
... Y preparé un informe cercano al Semirechie. Había que "convertir el Primero de Mayo, fiesta
"Vamos a detenernos a señalar con satisfacción internacional del proletariado, que cae este año en
los indiscutibles síntomas de aumento del afán de sábado, en un grandioso sábado rojo, de toda
trabajo que se observan entre las capas avanzadas de Rusia..."
los trabajadores"..., así empezaban las tesis. Sí, en Nos escucharon. Estuvieron de acuerdo. Dieron su
aquello era provechoso detenerse. Sobre el particular, conformidad. Luego, cantaron La Internacional. Mas
se podían decir unas palabras certeras, necesarias todo aquello era un poco diferente... Nosotros, que
respecto a la superioridad del trabajo organizado y habíamos crecido en otras tierras, estábamos
colectivo sobre el disperso, individual y casual. acostumbrados a que se hablase, escuchara y
Luego, se trataba de la emulación en el trabajo. comprendiese de otra manera... Y nos sentíamos allí
Dicha cuestión era por aquel entonces nueva, recién como escolares...
surgida. Apasionaba profundamente, ya que abría un
nuevo camino, una nueva forma, un nuevo medio de En los cuartos de la hostería de Beloúsovski nos
ayuda. sentimos, desde la primera noche, como viejos
Cuando se hablaba de las organizaciones huéspedes; los años de la guerra civil, el lanzamiento
regionales de la economía y de que "los burós de un frente a otro, el rápido y, a menudo, inesperado
regionales deben tener amplias atribuciones para cambio de lugares, gentes y situaciones, todo ello nos
dirigir de un modo directo la vida económica ha enseñado a considerarnos granitos de arena de
local"…, animados murmullos corrieron por las filas; enormes, gigantescas rocas erráticas que se elevan y
cada uno interpretaba a su manera, a su gusto, esas desplazan, lanzándose de un lado para otro, por los
"amplias atribuciones", porque la gente que vive en espacios del desierto... Y en todas partes, a ti, granito
la periferia muestra siempre singular afición a hablar, de arena, te corresponde unirte, hombro con hombro,
pensar y discutir acerca de sus poderes, y huelga a millares de otros como tú; por doquier, las rocas
decir que esta tendencia también se había erráticas son igualmente grandes, en todas partes las
manifestado con fuerza en el apartado Semirechie. alza el mismo afán, infundiendo pasmo y espanto, y
Más adelante, hablamos asimismo de la participación por doquier, granito de arena, ardes al rojo vivo
de las masas en la dirección de la industria, de los como el sol... ¿Y de qué ha de darte lástima? ¿A qué
especialistas y la reparación de locomotoras, pero puedes tomarle afecto? ¿Qué hay de entrañable para
poco, pues tres cuartas partes de los delegados -como ti, en estos lugares, a cien, quinientas, mil, diez mil
mínimo- no habían oído en su vida el bramido de la verstas de distancia? No hay más que una cosa
sirena de la fábrica y las pitadas de una locomotora, entrañable, preciada. No desprenderse unos de otros,
ni visto nunca un tren... En cambio, se echó toda la permanecer juntos. Si hay que lanzarse a la altura,
carne en el asador, y se pusieron en juego todos los nos lanzaremos; si es preciso volar, volaremos; si nos
conocimientos, experiencia y recursos cuando toca caer, caeremos, ¡pero a un tiempo, juntos, bajo
resonaron las palabras, fatídicas para el Semirechie, un mismo golpe!
de la tesis undécima: Y nosotros, los granitos de arena, estamos
"Reunir, mediante la máxima tensión de fuerzas, acostumbrados a familiarizarnos con cualquier
un fondo de varios centenares de millones de puds de situación con la misma facilidad y rapidez con que
productos alimenticios". podemos abandonarla y olvidarla por otra en la que
Sabíamos ya que allí, en aquellos lugares, ninguna avancen raudas, en oleadas, las candentes rocas
clase de órdenes sobre la contingentación de erráticas... Los cuartos de la hostería de Beloúsovski.
productos agrícolas surtía efecto, que todas las Exactamente iguales eran los que teníamos en el
recogidas daban un resultado insignificante, pues el Don, en los Urales, en Georgia, en el Kubán, en
Semirechie rico en grano y bien comido, pensaba Siberia y Ucrania. ¿Dónde no los había? Cada cual
poco en las hambrientas ciudades y en las famélicas en su sitio, y por muchas veces.
aldeas de la República. Por eso no habrá para nosotros ninguna
El harto no comprende en verdad al hambriento. diferencia, nada nuevo, singular, distinto. Viviremos
Rumoreaban quejumbrosos los delegados en los aquí como allá, en nuestra tierra.
bancos: las donaciones de pan no eran de su agrado. Una mujer delgadita, sosegada, enferma, de unos
Más adelante, estaba la cuestión de los ejércitos cuarenta años, de pálido, consumido rostro de
de trabajo, La cuestión era de palpitante actualidad, avecica, va y viene por el pasillo; es Tania, la
La subrevación 35
doncella de estos cuartos. Inmediatamente nos condescendiente el tono, con voz de bajo, saluda a
hicimos todos amigos de ella, le regalamos kishmish los presentes, toma asiento, sonríe dos veces, se da
de Tashkent, y nuestras muchachas le dieron varias tres palmadas en las rodillas y comienza a demostrar
cosas: quien una falda que le sobraba, quien una y convencer con razonador sonsonete. Macilento,
chaquetilla que tenía de más. Ella nos preparó el flaco, enjuto, su aspecto es el de un hombre débil,
samovar y desde la primera tarde es nuestra amiga. agotado, pero tiene siete vidas como los gatos y
En la hostería de Beloúsovski la animación es aguanta todas las marchas sin dolencia alguna.
extraordinaria. Por el largo y sucio pasillo, donde, en Estruendoso como un trueno, protestando no se sabe
lugar de alfombra, se mueven bajo los pies unos de qué ni contra quién, Murátov irrumpe en el cuarto;
pingajos húmedos, circulan personas conocidas y sin detenerse, se quita con brusquedad los empañados
desconocidas. A veces, se columbra por un instante lentes y empieza a limpiarlos rabioso con un trapo
una bata de colores, una policroma tiubeteika33, y se que, perdida hace tiempo su prístina blancura, sólo
oye el susurro de los pasos lentos, silenciosos, por ironía lleva aún el nombre de pañuelo. La
orientales, de algún visitante o camarada kirguiz en especialidad de Murátov es hacer turbulenta la
dirección a un lejano cuarto. conversación, espolear a sus interlocutores,
Otras veces aparece Lídochka, rápida, muy inquietarlos, dejarles atónitos con las preguntas y
rápida; con su andar leve, alado, saltarín, casi sin dudas que, como innumerables mosquitos
tocar el suelo, parece más bien volar... zumbadores, bullen en su cabeza sin permitir a nadie
Rubánchik siempre está agitado y tiene prisa: sus descansar.
palabras, pasos, gestos y ademanes son precipitados. Llama sin falta dos veces a la puerta y, flemático,
Sale de su cuarto como una centella y se echa a la con la pipa entre los dientes y una irónica sonrisa en
calle sin gorra ni cinturón, dando alcance a los que los carnosos y abultados labios, entra el melancólico
van delante y casi derribando a los que vienen en filósofo Poleies, agitando la alborotada melena rizosa
dirección contraria. Ahora corre solamente para y negra. Tiene la facultad de "abstraer" cada hecho y
llegar cuanto antes al cuarto de Nikítchenko, el cual, cada cuestión particular, para elevarlos
con su impasibilidad épica, olímpica calma, mirada invariablemente a "lo general... al todo... a lo
clara, inteligente, apacible, y pausado hablar, le fundamental"... Con él charlábamos y discutíamos de
aplaca los ardores como una buena ducha. Los ojos la mejor gana, pero siempre ocurría la misma cosa:
de Rubánchik están dispuestos a saltar de sus órbitas de la altura de sus razonamientos generales le
y a clavarse con ímpetu en la frente del interlocutor, arrojábamos sin piedad a los hechos vivos, concretos,
giran, lanzan chispas, centellean de intranquilidad, más menudos y comprensibles, de la realidad
mientras que los de Nikítchenko, brillan redondos y cotidiana.
serenos tras los cristales, sin oscilar, como lucecillas Discutía poco, callaba mucho y se despabilaba
de una lejana aldehuela. Rubánchik es todo agitación, entre nosotros, a ojos vistas, el joven Garfúnkel, de
parece un gallo aleteante: sus manos y sus pies nunca afeminado aspecto. Un año más tarde lo atraparon los
están quietos; en cambio, Nikítchenko puede basmaches34 y, después de torturarlo largamente, lo
permanecer casi inmóvil en el mismo sitio durante mataron a tiros y arrojaron su cadáver a las olas del
horas enteras, ya sumido en sus pensamientos y río.
reflexiones, ya hablando reposado, sin alzar la voz, o Verménichev era nuevo entre nosotros -ya que
haciendo magníficamente, con igual tranquilidad y habíase incorporado al grupo solamente en Tashkent,
gran acierto, cualquier otra cosa... Le observa uno, y y no había pasado las fatigas del trabajo en Samara ni
se imagina que si este hombre cayese prisionero de soportado las penalidades del largo viaje de un mes
algún batallón de oficiales blancos y los hijos de por las estepas de Kirguizia y a través del Aral-, era
perra empezasen a descuartizarlo, a desollarlo vivo, un novato, y hasta más tarde no se compenetró por
él les miraría con dulzura y les diría: entero con todo el equipo. Con nosotros había estado
- Tengan cuidado... No tan fuerte... La piel siempre Naya, que posteriormente dirigió las
también se puede arrancar sin necesidad de pegar... actividades teatrales en la división. Tampoco
Y a pesar de todo Rubánchik y Nikítchenko son podemos olvidar a Aliosha Kólosov, casi el más
buenos amigos. Cada uno de ellos quiere al otro joven de todos. Le queríamos por su buen corazón,
porque no se parece a él mismo. Y, además, porque natural sinceridad, fogoso carácter, y despejada
se han puesto a prueba mutuamente en la piedra de cabeza; estaba dispuesto a ponerse a escribir, al día
toque del trabajo, y ambos han demostrado ser siguiente de la llegada, una especie de "Economía
excelentes muchachos, laboriosos y honrados a carta Política Popular". ¿La escribiste, Aliosha? Luego,
cabal. Llega raudo Rubánchik a ver a Nikítchenko, organizó unos excelentes cursillos del Partido y los
en ese instante se presenta Lídochka, y se entabla una dirigió hasta los días más duros, hasta la sublevación,
charla. e incluso después de ella no salió en seguida del
Paternal el paso, acude Altshúller;
34
Bandas armadas que actuaban al servicio de la
33
Especie de casquete, usado en Asia Central. (N. del T.) contrarrevolución en el Asia Central. (N. del T.)
36 Dimitri Furmanov
apellidado Pátsinko, si mal no recuerdo, que era para ello, pues era en efecto camarada excelente
ayudante de Yusúpov, el presidente del Comité como pocos en el trabajo y en las relaciones
Revolucionario. particulares.
Pátsinko -de rostro gris, tedioso, lentos ademanes, Luego, un poco más tarde, entró otro: enjuto,
voz sorda y parquedad de pensamientos vivos, nervudo, con unos ojos negros como carbones,
propios- era todo lo contrario del enérgico Mameliuk, relucientes entre las negras pestañas y bajo unas cejas
esbelto y ágil como un jinete caucasiano, cada uno de de azabache. Sus cabellos eran también negros, y
cuyos músculos se movía activo denotando una vida seguramente todo su cuerpo debía ser del color del
en máxima tensión, no estancada, plena. Los ojillos alquitrán... Se limitó a saludar con una inclinación de
entornados y húmedos de Mameliuk no eran bellos, cabeza. Era parco en palabras. Sus ojos, pensativos y
pero en ellos ardían una agitación inextinguible, tristes, revelaban lentitud, una tranquilidad rayana en
pensamientos e inquietudes constantes, mientras que tozudez, la costumbre de observarse a sí mismo, de
en los grandes ojos de carnero de Pátsinko, siempre comprobar sus fuerzas, con sentido crítico, y de
muy abiertos, no había más que el vacío de la medir sus pasos para no salirse del buen camino. No
estupidez, una santa mansedumbre bobalicona y un contestaba en seguida; a veces, estaba un minuto
sombrío tedio. entero pensando la respuesta. Se llamaba Kravchuk y
Con sigilosos pasos, como si se deslizaran era el jefe de la sección política de la división.
furtivos junto a la pared, se acercaron a Yusúpov dos Tras él, presuroso, a la hora en punto fijada,
camaradas, de facciones evidentemente indígenas. apareció en el umbral, consultando el reloj, un
Eran, si la memoria no me es infiel, Saddíkov y hombre alto y magro, con cazadora marrón de cuero
Dzharbólov. Luego de acodarse sobre la mesa, desabrochada, que dejaba entrever una camisa corta,
empezaron a comunicar precipitadamente algo. Sus no sujeta por cinturón alguno ni remetida en los
rostros mostraban ya recelo, ya un descontento pantalones. Entró, rápido el paso, y tomó asiento al
exacerbado, morboso, a partir del instante en que lado de Kushin. Tenía unos ojos de hurón, en cuyo
Yusúpov se puso a negar y a demostrar otro algo, que fondo había un fulgor acerado con amarillos reflejos,
debía ser lo contrario... Chocaba la gran torpeza e sin que se pudiera determinar al pronto si denotaban
inseguridad de sus ademanes; poco después, advertí bondad o dureza. Era Kondurushkin, el presidente
también esa inseguridad en sus palabras: hablaban del tribunal revolucionario. Allí, por la región, se le
tratando de convencer, pero parecía que ellos mismos llamaba simplemente el "Compadrito", apodo que él
no estaban aún convencidos de lo que decían. Su mismo conocía y con el que bromeaba de buena gana
expresión seria, preocupada, revelaba alarma. El cuando la ocasión se presentaba. Por lo visto, se
motivo de ella -según se supo mas tarde- eran las habían reunido ya todos. No había que esperar a
malas e intranquilizadoras noticias recibidas del nadie más. Yusúpov abrió la sesión. Había dos
asolado distrito de Liepsy, donde existía al parecer cuestiones: la del nuevo reparto de la tierra y la de
una situación extraordinariamente grave, abocada a los distritos arruinados.
grandes complicaciones. Cuantos se hallaban en la Difícil es ahora, después de los años, poner en
estancia se agitaron. Por la entornada puerta asomó labios de cada uno de los participantes las mismas
una cara bondadosa, sencilla, dilatándose al momento palabras que ellos pronunciaran; cuesta trabajo
en ancha sonrisa que la hacía aún más agradable, y incluso recordar los pensamientos, sólo han quedado
unos labios pletóricos, rojos, se adelantaron fruncidos en la memoria las dos partes en que se escindió la
en círculo grana. Unos ojos azules se agrandaron sesión; sobre todo, en lo referente a la cuestión
iluminados de cálido afecto al saludar amistosos, y debatida en primer término: el nuevo reparto de la
un hombre rechoncho, con cazadora, pantalones y tierra. El decreto del centro directivo permitía
gorra de cuero, penetró en la estancia. proceder ya, sin demora, al asentamiento de los
Era Kushin, el jefe de la sección especial. kirguizes que volvían de China. Ello significaba que
Luego de quitarse la gorra y de inclinarse entonces, en abril, época de comienzo de la labranza,
bromista en reverencia profunda, para todos, dejando había que desalojar a los kulaks de las tierras
al descubierto los abundantes cabellos dorados, ocupadas y entregárselas a quienes regresaban de un
rizosos y sedeños, empezó a hablar con alguien, e éxodo involuntario, a aquellos mártires que carecían
inmediatamente pareció desdoblarse, causando una no ya de aperos y juntas, sino hasta de ropa y pan...
impresión distinta: Kushin pronunciaba la r a la Las dos partes del Comité Revolucionario veían el
francesa. Diríase que la lengua se le enredaba de asunto cada una a su manera, y cada una tenía a su
continuo entre los dientes, trepezando su punta una modo razón y fundamento para disputar con calor
vez y otra, ya con los incisivos, ya con las encías; él llegando hasta los gritos, las amenazas, los insultos y
trataba en vano de liberarla, pero ella no se sometía, el frenesí...
y las palabras salían lisas, rechupeteadas, Eran en verdad desdichados aquellos cuarenta o
intermitentes. Se veía que allí le tenían a Kushin cincuenta mil kirguizes fugitivos que, durante cuatro
profundo afecto y gran simpatía. Y había motivos años, estuvieron soportando calamidades en las
La subrevación 39
hambrientas llanuras de China, después de haber sido vigilantes y recelosos, a los lados, no fuera a ser que
desgajados de la Patria, expoliados, arruinados y el artero enemigo estuviera escondido, acechándoles.
oprimidos por los gendarmes del zar y sus auxiliares ¿No se habrían precipitado en dar crédito a unos
los kulaks... Habían perdido toda esperanza de volver simples rumores? ¿No les esperarían nuevas
a ver algún día sus montañas y pastizales, los desgracias, penalidades y represiones? ¿No sería todo
cenizales de sus kishlaks incendiados y sometidos al aquello un engaño?...
saqueo. Enterrada ya la fe en tiempos mejores, ... Nosotros queremos darles tierra. Para que
estaban resignados a la miseria que les azotaba en empiecen a cultivarla. Queremos darles aperos y
China. Sin hogar ni techo bajo el que guarecerse, sin bestias de labranza, instalarlos en los kishlaks y en
carneros ni yeguas, iban los proscritos de un lado los poblados de que se apoderaran los opresores de
para otro en sus carros cargados de chiquillos. modo arbitrario... Habrá que luchar, pues los
Morían de hambre, perecían a causa de las expoliadores no quieren devolver lo robado, lo que se
enfermedades, y cada vez iban quedando menos llevaron hace cuatro años. Aunque haya lucha,
mártires de aquéllos... encuentros, ¡tenemos que ayudar a toda costa a los
De esperar unos diez años más, seguramente no mártires que regresan! Es nuestro deber. Nuestro
habría ya nadie a quién volver de China, y en lugar deber sagrado. No tenemos derecho a proceder de
de una multitud de cincuenta mil nómadas, sólo otra manera. Mediante una lucha tenaz, porfiada,
encontraríamos cementerios en los desiertos y debemos instalar ahora mismo a los que vuelven, y
mondos huesos humanos, roídos por los lobos, en darles tierra... Así hablaba una parte del Comité
todos los senderos de las estepas chinas. Revolucionario. Estaban emocionados. Les dolía el
E imaginaos: de pronto, a aquellos campamentos destino de los que retornaban, de aquellos restos de
de gente extenuada, agonizante, sin esperanza una muchedumbre de cincuenta mil personas. Y su
alguna, llegaba rauda una nueva asombrosa, casi pesar era hondo, sincero. La otra mitad del Comité
increíble: Revolucionario les replicaba:
- ¡Kirguizes, pobres mártires, víctimas de la - ¡Camaradas! Ni que decir tiene que el alojar a
arbitrariedad de los zares, volved al Semirechie los que vienen de China es para nosotros la primera
donde nacisteis, a vuestros kishlaks, a los obligación y un deber sagrado. No discutimos que
abandonados, queridos y llorados mil veces puertos y contra los kulaks usurpadores hay que luchar sin
estribaciones de los montes de Tian-Chan! El contemplaciones y quitarles lo que robaron hace
Semirechie es libre. Allí, vuestros hermanos os cuatro años. Eso es cierto. Pero no basta con hacer
esperan. Allí, todo está organizado de un modo estas afirmaciones. La cuestión está planteada como
nuevo. Y no se permitirá ahora a los opresores que os sigue. Los naturales del país, principalmente los
hagan objeto de sus arbitrariedades y crueles kirguizes, que constituyen el setenta por ciento de la
represiones. Regresad a vuestros viejos nidos para población de la región, ¿labran o no labran la tierra?
llevar una vida nueva y libre. Criad otra vez, No. Y nunca la han labrado. Además, no están en
agrupados en arteles, caballadas de fogosos potros y condiciones de hacerlo, pues no saben ni tienen
rebaños de carneros, aprended a cultivar la tierra para aperos; ellos son gente ganadera. Este hecho tenedlo
acabar con la última forma de dependencia del kulak, presente ante todo: el indígena no es agricultor,
labrando vosotros mismos, a fin de alimentaros y no continúa hasta la fecha siendo ganadero. Carece de
tener que trabajar de braceros, de siervos de la pan, y va a buscarlo a casa del campesino; con
gleba... Volved, allí os esperan y tienen preparada la frecuencia, a casa de ese mismo kulak que el año
ayuda necesaria… ¡Regresad pronto, pronto!... diez y seis se burlara tan cruelmente de él. Asentar al
nómada en la tierra es toda una gran tarea, una tarea
Y en cuanto aquella fausta e inesperada noticia, ante la que quizá palidezcan decenas de otras, porque
casi fantástica, alcanzó los campamentos de nómadas es difícil, compleja y hasta arriesgada en algunos
kirguizes, éstos se lanzaron en oleadas, desde los aspectos si se le adiciona previamente el peligroso
hambrientos desiertos, hacia Occidente, hacia la elemento de la coerción... Y vosotros queréis resolver
tierra natal... En largas hileras, arrastrados por bestias de golpe y porrazo una tarea tan complicada como
hambrientas y flacas, avanzaban los carros con ésa. ¿Acaso es posible? Más fácil es organizar una
gentes famélicas, medio muertas. Iban hacia los insurrección, ir al combate, conquistar, vencer... Pero
lugares de donde huyeron horrorizadas, cuatro años querer reorganizar una vida, y además así, de un
antes, soportando los latigazos de las nagaykas manotazo, eso es ya algo increíble, una fantasía de
cosacas o los terribles golpes, muriendo torturadas chiquillos condenada al fracaso. Y si esta apreciación
por sus enfurecidos verdugos. es justa con respecto a toda la población indígena,
Volvían, cuatro años más tarde... ¡Imaginaos lo será diez, veinte veces más justa refiriéndonos a las
que habrían padecido en aquel tiempo! ¡Qué no decenas de miles de mártires que ahora vienen de
habrían tenido que soportar! Y al pasar por los China. Los que quedaron aquí, mal que bien, tienen
caminos ensangrentados de antaño seguían mirando, la existencia asegurada, incluso en el caso de que no
40 Dimitri Furmanov
estén en condiciones ahora, inmediatamente, esta del soliviantado Kushin, susurraban los labios
misma primavera, de ponerse a trabajar la tierra, resecos de Yusúpov, farfullaba tres palabras el
pero, ¿qué decir de los repatriados? baboso Pátsinko, centelleaban los ojos del atronador
... La situación es la siguiente: O renunciamos, de "Compadrito". Todos se ponían nerviosos. Fumaban
buena o de mala gana, a quitarles la tierra a quienes mucho. En la estancia, llena de humazo, apenas se
hoy la usurpan y les permitimos cultivarla y recoger distinguían los rostros. Sólo se oían voces, altas,
la cosecha, en cuyo caso toda la región tendrá pan, un trémulas, agitadas.
pan con el que podrán alimentarse tanto los indígenas Después de largos y encarnizados combates,
como los repatriados... O, ateniéndonos a la letra de acordaron por unanimidad enviar al centro directivo
la orden, consejo o lo que queráis que sea, un telegrama exponiendo sus puntos de vista y
desalojamos inmediatamente a los kulaks de las solicitando que se aplazase hasta el otoño el nuevo
tierras que ocupan sin permitirles que las cultiven y reparto de la tierra. Allá examinaron la cuestión, se
se las entregamos a los repatriados, los cuales, cercioraron de la seriedad de los argumentos, y un
naturalmente, tampoco podrán cultivarlas, en cuyo día más tarde comunicaron por telégrafo que, en las
caso... En cuyo caso no tendremos pan en otoño. Es circunstancias dadas, consideraban conveniente la
decir, no recogeremos bastante. El kulak, por resolución del Comité Revolucionario: el nuevo
supuesto, se las arreglará para llenar la panza, para reparto quedaba aplazado.
hacer su acopio de antemano. Pero, en cambio, ese La segunda cuestión a debatir en aquella sesión,
mismo kirguiz repatriado será el que pase hambre a primera a la que yo asistía y memorable para mí, era
partir del otoño. ¿Qué es mejor para él? ¿Qué le la de los distritos de Kopal y Liepsy, asolados por la
conviene más? ¿Asentarse ahora mismo en la tierra guerra, reducidos a la miseria más extrema,
desnuda, considerarla suya y tener derecho a aterrorizados ante la espantosa perspectiva del
cultivarla, pero sin saber hacerlo, por lo que se hambre inevitable y la muerte en masa. Hicieron el
quedará sin pan para el otoño? ¿O renunciar por esta informe. Y surgió un cuadro desolador.
primavera -cuando la labranza ha comenzado- al En aquellos distritos, durante años enteros, los
nuevo reparto, y esperar hasta el otoño, dejándoles de generales y coroneles zaristas -Scherbakov,
momento la tierra a los usurpadores de ella para que Annenkov, Dútov, Bábich- habían sostenido una
la trabajen, con lo que toda la región tendrá a partir guerra sangrienta, destructora y extenuante. Para ello,
del otoño una vida más holgada?... No cabe duda de reunían y movilizaban a los cosacos, los lanzaban
que hay que seguir el segundo camino. Porque el contra el campesinado, contra los indígenas, contra
primero nos llevaría a la ruina. En esta cuestión hay todos los que, estuvieran donde estuviesen, no
que mirar, sin miedo, a la realidad a la cara. Y decidir querían reconocer a Kolchak ni al gobierno de
en consecuencia. Sin temor a que nos llamen luego Siberia y mantenían en sus manos, con firmeza o sin
colonizadores ni a que supongan que trabajamos en ella, la bandera soviética. A través de la región del
beneficio de los kulaks y en contra de los campesinos Semirechie, los generales y coroneles blancos
pobres indígenas... Que digan lo que quieran. La enlazaban por el norte con Kolchak, y, según se
verdad se sabrá más tarde. Y todo se comprenderá. rumoreaba, recibían de él no poca ayuda. De ese
Desdeñad el efecto momentáneo, y examinad de raíz modo tuvieron sometido todo el norte y el nordeste
el asunto. Desde el punto de vista político habría, del Semirechie hasta la primavera del veinte. Pero en
claro está, que entregar inmediatamente la tierra a los la primavera se acabó con ellos. Fueron aniquilados,
repatriados, pues ello sería una buena agitación y y sus restos, arrojados a China, a los mismos lugares
predispondría a nuestro favor a mucha gente... Pero donde, cuatro años antes, huyendo de las enfurecidas
no nos dejemos deslumbrar por el efecto. Otras jaurías del zar, se refugiaran llenas de pavor las
razones, más serias, nos guían por distinto camino. multitudes de kirguizes. Liberando distritos, el
Alojar a los repatriados, ayudarles económicamente, Ejército Rojo avanzaba, adentrándose cada vez más
e incluso, en algunos lugares, en la misma labranza, en el país hasta llegar a la misma frontera de China.
con aperos, yuntas, simiente y nuestra propia Por pueblos y aldeas era acogido con lágrimas de
experiencia, es una urgente obligación nuestra. Pero intranquilo gozo, con entusiastas y exaltadas
no demos al asunto, hasta el otoño, una solución muestras de gratitud; lo recibían las madres, las
decisiva, definitiva, para todos sin excepción. Es esposas, los hermanos, los padres, los hijos, y lo
posible que en enero, tanto vosotros como nosotros, acogían así, además, porque estaba integrado por
hubiéramos hecho esto con tranquilidad y acierto, gente de aquellos lugares, del Semirechie, había en él
pero ahora, en abril, no lo haremos; en bien del muchos hombres de Kopal y de Liepsy. Mas no hubo
asunto, nos abstendremos y mandaremos a Tashkent en parte alguna alegría ruidosa, pues la muerte
un telegrama dando explicaciones... segaba numerosas vidas por los poblados con la
Discutían. Demostraba una parte a la otra la guadaña del hambre. Los soldados no reconocían a
superioridad de su respectivo plan. sus familiares, y éstos no acababan nunca de contar
Agitábase a diestro y siniestro la dorada melena los torturados por los generales verdugos. Por
La subrevación 41
pueblos y aldeas se alzaba de continuo un doloroso llegado a nuestros oídos, pero era ahora la primera
clamor, mientras pasaban los regimientos de vez que se trazaba ante nosotros, tan completo y con
soldados rojos, al enterarse de dónde y cuándo tanto detalle, el terrible cuadro de la realidad. Y la
habían caído los hermanos, los maridos, los hijos; a realidad nos dejó sorprendidos. Era evidente a todas
los regimientos rojos se les recibía con inquietud y se luces que había que tomar medidas excepcionales; de
les despedía con sollozos. lo contrario, toda la población perecería, con muerte
Y los soldados, conmovidos aún más espantosa, o se lanzaría desordenadamente, en masa,
profundamente por aquellas escenas de dolor y a otros distritos y comarcas, obstruyendo caminos,
desesperación, tensaban los músculos y duplicaban paralizando todos los trabajos, se enredarían las cosas
sus fuerzas, ansiosos de alcanzar a aquellos generales de tal forma, que luego sería imposible
que galopaban delante. Pero no era posible hacerlo, desenmarañarlas. Había que darse prisa, pero, al
pues cuanto mayor era el ahínco de la persecución, propio tiempo, antes que tomar medida alguna, era
más furioso era el galopar de las bandas de los preciso aclarar muchas cuestiones.
generales. En cuanto se enteraban de que las patrullas En primer término, a la mañana siguiente, debían
de la caballería roja les seguían sigilosas la pista, y regresar de aquellos lugares Bielov, jefe de la
estaban a punto de llegar y echarles el guante, los división, y Bocharov, comisario de la misma. Había
fugitivos dejaban los caballos agotados y sudorosos y que aconsejarse de ellos, conocer su opinión; en
elegían otros descansados, mejores; con la culata de particular, la de Panfílich (Bielov), que siempre era
los fusiles o a sablazos y tiros acallaban las protestas de mucho peso, seria y bien meditada.
y lamentos de los vecinos; arramblaban con el pan y Además, era preciso averiguar en la Sección
el forraje que quedaba, y lo que no podían llevarse lo Agraria qué aperos se podrían enviar de allí en ayuda
amontonaban y le prendían fuego para que no de las haciendas arruinadas; había que conocer con
pudieran utilizarlo sus victoriosos perseguidores. Si exactitud cuáles eran las existencias de trigo en las
encontraban en alguna hacienda una segadora, una comarcas de Kugaly y Gavrílov, más cercanas que
trilladora o un locomóvil -y por aquel tiempo había otras a los distritos asolados y que, sin duda, podrían
allí no pocas máquinas de esa clase- retorcían sus acudir en su ayuda; era necesario elegir sitios
hierros, la rompían, la destrozaban en su impotente adecuados para establecer los puntos de entrega, a los
rabia de huidos. que se pudiese llevar el trigo y la simiente... Muchas
- ¡Que no la aproveche nadie! eran las cuestiones que había que aclarar
Y los regimientos rojos pasaban por lugares previamente, sin cuya aclaración no valía la pena
arrasados, hambrientos, donde se habían llevado el meterse en el berenjenal... Por tanto, en la reunión no
pan o habían incendiado los graneros, donde no se tomó decisión alguna, y cuando, dos días más
quedaba ya ganado y los aperos y maquinaria tarde, llegaron Bielov y Bocharov, nos reunimos de
agrícola habían sido rotos o robados; los vecinos de nuevo aquella misma noche (que por cierto era la de
las aldeas y de los kishlaks estaban asustados, Pascua) y se acordó que saliese inmediatamente para
maltrechos, exhaustos. La gente se embrutecía; como allá una comisión especial presidida por Kravchuk, a
fieras hambrientas, vagaban por los poblados la que concedían plenos poderos tanto el Comité
desiertos buscando inútilmente algo que comer. Y al Revolucionado como el Comité del Partido; también
hambre aquella, a los continuos males, vino a se tomó el acuerdo de incluir en dicha comisión tres
sumarse una nueva desgracia inevitable: de aldea a representantes de cada uno de los comisariados
aldea, de un kishlak a otro se propagaban el tifus regionales; se señalaron los lugares para los puntos
exantemático, las fiebres tifoideas, el escorbuto y de entrega; se autorizó a la comisión a enviar a la
otras enfermedades desconocidas hasta entonces, zona afectada por el hambre, desde las comarcas
espantosas hijas de un país hambriento. Poblados vecinas, trigo y simiente, requisando para tal fin, a
enteros perecían; no había nadie para cuidar de los más de caballos, camellos, e incluso con preferencia
enfermos y enterrar a los muertos; los cadáveres se éstos últimos, ya que los caballos no resistirían el
pudrían en las jatas o estaban tirados en las calles; el viaje a través de las secas y profundas arenas,
espectáculo era insoportable, horripilante. Habían máxime sin agua ni hierba...
aparecido cuadrillas de merodeadores, llegados no se La comisión partió.
sabía de dónde, que se abatían sobre los asolados Y pronto tuvimos noticia de que había desplegado
kishlaks y aldeas para arramblar con lo poco que en con éxito amplias actividades; supo averiguar qué
ellos quedaba. No había nadie para luchar contra aperos quedaban indemnes, los puso en acción,
aquellas bandas, y los malhechores se multiplicaban consiguió despertar el deseo de la labranza colectiva,
y aumentaba la crueldad con que castigaban a una que tan imperiosamente demandaban la necesidad y
población ya agonizante, martirizada, condenada a la miseria reinantes; nos enteramos de que había
muerte... empezado a mandar allí trigo como socorro y semilla
En profundo silencio escuchábamos el trágico para la siembra; había reunido camellos y prestado
informe. Todo aquello, en pequeñas partes, había ya colosal ayuda, por lo que la población tendía sus
42 Dimitri Furmanov
manos hacia la comisión, viendo en ella su única peligros que nos acechaban en nuestro trabajo; en los
esperanza de ayuda y salvación. Había organizado días de la sublevación se mantuvo dignamente, sin
por todas partes comités revolucionarios e incluso dar un paso en falso ni decir una palabra de más...
creado células del Partido y círculos de la juventud... En cuanto terminó la sesión del Comité
Se puso en claro que el distrito de Kopal había Revolucionario, pasamos los tres por el Estado
padecido menos, y la atención se fijó principalmente Mayor de la división y decidimos allí enviar además
en satisfacer las necesidades del distrito de Liepsy. al distrito de Liepsy al jefe de avituallamiento de la
La ayuda había que prestarla, pero socorrer a todos y misma, encomendándole una misión, especial en
en todo era, naturalmente, imposible, y los de Liepsy extremo, que no habría podido cumplir por sí sola la
se marchaban de continuo, solos, a la ventura, para comisión de Kravchuk y que habría embrollado en
esparcirse por otros distritos. Vagaban también por la definitiva su labor. Encargamos al jefe de
comarca de Vierni; esto lo supimos y percibimos avituallamiento que recorriera todas las unidades
especialmente más tarde, en los días de la acampadas en las comarcas afectadas por el hambre;
sublevación. que averiguase sobre el terreno en qué podían prestar
En aquella misma reunión en que se decidiera ayuda aquellas unidades, inmediatamente, sin
nombrar la comisión encabezada por Kravchuk, yo demora alguna: en algunos lugares, sería posible
había visto a Bielov por vez primera. Llevaba un utilizar los hombres como fuerza de trabajo; en otros,
mísero y viejo capote de soldado, una pobre gorra de facilitar caballos, medios de transporte, ayudar por
plato destrozada, que apenas se sostenía sobre la todos los medios tanto en la labranza de la tierra
nuca, aferrándose a unos pelos rojizos y fuertes, como en el acarreo de cuanto fuera necesario. Le
erizados como las cerdas de un jabalí. La barba era dimos las instrucciones, y a la mañana siguiente se
ya completamente roja; los bigotes, del mismo color; puso en camino.
ambos se los mordía diariamente en cada reunión y Hay que señalar, por cierto, la magnífica labor de
en las horas en que meditaba las órdenes e informes, la sección médica de la división, que consiguió por
haciendo innecesarios los servicios de la navaja de aquellos días resultados verdaderamente
afeitar, pues sus dientes, limpios y agudos, se los excepcionales: sin suficiente personal facultativo y
igualaban sin ella. Sus ojos grises claros no eran careciendo de los medios de curación más precisos,
bellos, pero reflejaban profunda sinceridad, intuición supo, con ayuda de la delegación de sanidad civil,
certera y razonar serio, preciso... Miraba raramente a establecer puntos de aislamiento, en enfermerías y
su interlocutor a la cara, por lo que daba la impresión hasta hospitales en todos los cruces de los caminos.
de estar turbado o descontento, pero no ocurría lo A nosotros nos sorprendía y alegraba aquel trabajo,
uno ni lo otro; hablaba de las cosas más inofensivas e pues todos los distritos quedaban protegidos contra la
inocentes con el mismo aspecto serio y con la vista epidemia de tifus; a ésta se le cerraba el paso,
igualmente fija en el suelo, como un toro presto a la impidiéndole penetrar en el ejército y en las
embestida. Me agradó desde que le vi. Y esa primera poblaciones importantes de la región.
impresión no fue engañosa: Panfílich y yo nos Así, con diversas medidas, empezó a ayudar la
hicimos más tarde grandes amigos, especialmente región a la arrasada comarca de Kopal-Liepsy, que
después de los días de prueba de la sublevación, tan graves daños había sufrido.
cuando comprendí el verdadero valor de aquel La devastación y la ruina eran tan grandes, que se
hombre honrado y firme como el pedernal. En el necesitarían no semanas ni meses, sino años enteros
Comité Revolucionario se le escuchaba atentamente, para salir de ellas. Podría disminuir la gravedad, pero
pues no daba jamás consejos necios, no recargaba las la profunda conmoción duraría aún largo tiempo
tintas sombrías y no asustaba, pero tampoco perturbando, a más de la comarca damnificada, toda
tranquilizaba en vano a nadie; sopesaba las la vida del Semirechie.
circunstancias en todos sus aspectos y tenía en cuenta La tragedia de Kopal-Liepsy dejó indeleble huella
la situación hasta en sus menores detalles; por ello, en la existencia del Semirechie, y después de la
sus consejos eran siempre sensatos, inteligentes y expulsión de los generales blancos, durante mucho,
prácticos. muchísimo tiempo, la región entera siguió prestando
Con él había venido Bocharov, el comisario, la mayor atención al restablecimiento de la comarca
figura granítica, inflexible, digno compañero de mártir.
Bielov. No es que hubiera descubierto la pólvora,
pero es seguro que sin hombres como Bocharov ni Unos días más tarde tuvo lugar una reunión del
una sola división habría terminado tan Comité Regional del Partido.
victoriosamente su campaña militar; en los Y grande fue mi asombro al ver allí a casi todos
momentos duros estaba siempre donde la situación lo los camaradas que habían asistido a la sesión del
mandaba, no escondía la cabeza bajo el ala como el Comité Revolucionario. Los funcionarios del Partido
avestruz; ni una sola vez trató de engañarse a sí eran tan pocos, que no había posibilidad de tener
mismo ni de engañar a los demás respecto a los cuadros dedicados exclusivamente al trabajo del
La subrevación 43
extremo de que, un día, comparecieron ante el tensa como una cuerda bien tirante. Las cuestiones de
maestro nada más que dos alumnos, e incluso ambos la edificación pacífica, de la dirección sistemática y
se quedaron dormidos después de una noche pasada organizada de los distritos por la región, de los
en vela con motivo de una batida para recoger armas. términos municipales y otras subdivisiones inferiores
El maestro rogó y suplicó que "se le liberara del por los distritos quedaban descartadas, palidecían en
ejercicio de sus funciones". Se le liberó. Y al propio comparación con las dificultades de la guerra, y
tiempo que él, nos liberamos nosotros del agobiante quedaban sin resolver, relegadas a un segundo plano.
remordimiento que sentíamos cada vez que no "Todo para el frente". La vida entera giraba en
podíamos asistir a "clase", ya que uno mismo torno a esa consigna.
infringía esa "severa disciplina" que predicaba y Y allí la consigna se vivía quizá con más
exigía bajo su firma en órdenes e instrucciones. intensidad que en otras partes, pues el Semirechie
Pero todo esto de los cursillos de lenguas estaba tras las montañas, lejos, muy lejos, del centro
indígenas fue posterior. Y se ha sacado a colación directivo del Turkestán, a muchos centenares de
solamente porque venía a cuento. Sigamos hablando verstas de éste y no podía confiar en recibir ayuda
de la reunión del Comité del Partido. Pues bien, la alguna; únicamente lanzando él mismo "todo para el
segunda cuestión fue retirada. Quedó la tercera: frente" podía aplastar a los generales blancos.
"Elaboración de un reglamento de los comités Esta tercera causa de la falta de una estructuración
revolucionarios". soviética era la más seria y esencial.
Nos enteramos de una circunstancia abrumadora. Por consiguiente, los organismos locales
Hasta entonces, mediados de abril de 1920, los soviéticos continuaban sin dirección. Y no era
comités revolucionarios y todos los organismos posible dejarlos por más tiempo en su impotente
soviéticos locales no tenían ni un solo reglamento ni autonomía.
una sola directiva acerca de su estructura, funciones, El frente había sido liquidado. Y ahora la atención
derechos, atribuciones y deberes, recibían solamente no se fijaba en él, sino en la retaguardia, en la
instrucciones sueltas y casuales relativas a algún edificación pacífica, en la economía, en el desarrollo
asunto práctico, actual. Cada uno hacía de su capa un de la agricultura, la ganadería y la enteca industria
sayo. Trabajaban a ciegas. No tenían sentido de la urbana.
responsabilidad. Carecían de dirección única y eran En cuanto desapareció el frente, el Comité
una especie de federación de diminutos estados- Regional sintió esa aguda necesidad de dirigir el
aldeas (o pueblos), estados-kishlaks y estados trabajo de los organismos soviéticos locales. Por eso
stanitsas, donde cada uno hacia lo que le parecía y a había planteado la cuestión, para su examen, el día
su manera. aquel.
Un plan general -para toda la región- no lo había. Una vez sopesadas todas las posibilidades y
El contacto no se establecía más que de un modo trazados someramente los principales rasgos de esa
esporádico, desorganizado, de vez en cuando. Tal dirección, fue elegida una comisión encargada de
estado de cosas se achacaba a diversos motivos: en elaborar, en el término de cuatro días, el reglamento
primer lugar, a la falta de buenos funcionarios hasta de los comités revolucionarios. (El reglamento fue
los últimos tiempos, y el personal de allí hacía todo a redactado, publicado y enviado, y al menos, desde
tontas y a locas, sin distinguir, mostraba una miopía entonces, unos ciertos principios comunes y un solo
increíble y el engreimiento entre ellos constituía una plan empezaron a unir en un todo único la
enfermedad. Además, la gente aquella saltaba de un desarticulada labor de los organismos soviéticos
lado a otro, como en un caleidoscopio, cambiando y locales.)
renovándose de continuo: unos desaparecían, otros ... Ha terminado la reunión. Hoy es ya la tercera.
irrumpían, sin que se supiera adónde iban ni de La cabeza da vueltas. En la pequeña habitación, llena
dónde venían. Aquello se consideraba la razón de humo, del Comité Regional, la cabeza tiene que
número uno. Como razón número dos se mencionaba doler por fuerza. Los rostros están grisáceos, los ojos
la complejidad y diversidad de las relaciones - turbios, las voces roncas; el andar lento, arrastrando
nacionales de clase, de estamentos...-, entre las que las piernas flojas, denota también cansancio... Nos
era sumamente difícil orientarse, y los cuadros que se vamos...
habían incorporado allí al trabajo en el año diez y A través de la abierta ventana, llega impaciente y
ocho no estaban en condiciones de dar en todas sonoro el golpeteo de cascos, contra los guijarros, del
partes y a cada uno directivas certeras. hermoso bayo de Mameliuk. Como acompañando
La tercera causa que se alegaba era la proximidad aprobatoria al bello bruto, relincha bajito una buena
del frente. Dos años antes de los no lejanos días de yegua rojiza de redondas ancas. A un lado, en la
marzo, la región entera ardía en las llamas de los esquina, atados al canalón, nuestros vivarachos
encarnizados combates de la guerra civil, con la potros -el del "Compadrito" y el mío- moviendo
circunstancia de que la victoria no se había inclinado briosos las grupas, se vuelven gallardos hacia la
aún hacia un lado u otro y toda la región vibraba terracilla y miran con ojos centelleantes, esperando a
La subrevación 45
sus jinetes. La calle está en calma. De vez en cuando, desensillar, alojar los caballos y poner las cosas en su
aparece un transeúnte, y sus pasos resuenan netos por sitio. Entramos en la isba. Es una isba corriente, por
la acera, en el aire puro del anochecer. Luego, se el estilo de las casas campesinas de la provincia de
alejan, se van apagando hasta perderse. Vladímir: sucia, negra, humosa, angosta, con literas
- ¡Muchachos, vamos a las montañas! -propone junto al horno, en las que hace un calor sofocante,
alguien-. Descansaremos, nos despejaremos un poco rica en cucarachas, pobre en vajilla, abarrotada de
al fresco y, en cuanto amanezca, vuelta al trabajo. harapos y trastos viejos, maloliente por los cuatro
La proposición se acepta con entusiasmo. costados, con un hedor acre, intenso, inextinguible.
Y partimos a caballo, pasando frente al Comité En un rincón, unos iconos ahumados, secos,
Revolucionario, por la ancha calle, hacia las afueras, inexpresivos, sin lamparillas, por falta de aceite.
en dirección al lazareto. Desde el lazareto comienza Nosotros hemos traído una botella de petróleo y hasta
una larga alameda: la carretera. Pero, ¿quién tiene un cabo de vela, a prevención, por si el viejo no tenía
ahora ganas de ir por ella? ¡Vayamos a campo quinqué. Pero el quinqué aparece; le echamos el
traviesa, por los prados y senderos! ¡Cuán grato es combustible y lo encendemos. Tomamos té del
galopar hacia las montañas después de las reuniones, samovar, charlamos. Y así, hasta el amanecer.
agotadoras, extenuantes! Ya están ahí los senderos y Apenas comienza a clarear, armados de escopetas,
trochas, que descienden hasta un arroyo; pasado éste, revólveres y carabinas, nos deslizamos raudos por la
en un prado ancho y llano, echamos una carrera. helada superficie de la nieve... ¿Qué buscamos?
Nadie consigue alcanzar al hermoso bayo de ¿Caza? ¡Vaya usted a saber!
Mameliuk: nos ha sacado una versta entera de Nos deslizamos, simplemente, por si cae algo...
ventaja. Acalorados y enardecidos, llegamos ... Huelga decir que no cayó nada. Ni siquiera
galopando a unas casas de campo y seguimos por la disparó nadie un tiro. Poco después nos despedíamos
orilla del Almatinka, río de montaña. A la derecha del viejo y regresábamos. Y a pesar de la noche en
del río, por las escarpadas vertientes, se extiende un vela, de no haber descansado y del mareo del
espeso matorral espinoso, impenetrable. Aunque camino, no había al día siguiente jornada más
estamos ya a primeros de abril, continúa envuelto en productiva, nunca cundía tanto el trabajo y era tan
el manto de la nieve y la escarcha. Por dondequiera llevadero como después de aquellos paseos por la
que se tienda la mirada, todo está blanco en las montaña.
montañas, sólo en los valles corren a nuestros pies De lo que era el Comité Revolucionario, así como
unos arroyos y asoma, seca y erizada, la hierba del de sus tareas y el carácter de su trabajo, teníamos una
año anterior. idea, aunque aproximada. Y respecto al Comité del
Solamente al pie mismo de la montaña, la tierra Partido, lo mismo.
negrea y se percibe humedad, pero las laderas Mas, ¿qué era en realidad el Ejército Rojo del
ofrecen aún tenaz resistencia al tibio sol de abril. Semirechie? ¿Cómo se había creado, de qué forma
Vamos cantando por la orilla del Almatinka. Donde vivía y luchaba, qué hábitos y tradiciones había
las voces humanas no pueden nada, ayuda el eco de adquirido, qué apreciaba y contra qué erizaba sus
los montes. El camino es cada vez más empinado y bayonetas hasta el presente? ¿Quiénes habían sido
se adentra de continuo en las alturas. Cuando menos sus jefes y quiénes lo eran ahora? ¿Para qué servía,
se piensa, un montículo de nieve surge en el camino, qué podía dar y qué no podía esperarse de él?
y cuanto más nos elevamos, más frecuente es la ¡Cuánto tiempo, cuántas energías y capacidad
aparición de estos albos capirotes, nuncios de las requería la tarea de examinar su pasado, de reconocer
nieves perpetuas. Todos estamos muy animados. Uno ese ejército por todas partes, percutando en sus lados
tuvo la buena idea de tomar la escopeta en la ciudad, no sanos para saber cómo y con qué curarlo! E
otro ha traído la carabina; tendremos, pues, cacería. indagar en su pasado era un trabajo necesario,
Es la primera vez que me encuentro en la montaña en imprescindible a cada paso. Muy posteriormente,
abril, cuando la nieve no se ha derretido aún y hace vino a parar a mis manos un informe: en él se recogía
todavía un frío penetrante. y repetía lo mismo que se decía y escribía por aquel
La falta de costumbre obliga a tiritar. En las entonces acerca del Ejército Rojo del Semirechie.
ascensiones, los caballos van largo rato al paso. Esta Era del año diez y ocho. De la misma época en
vez no vamos lejos; pernoctaremos ahí, en esa que se rompió el fuego, cuando se entabló allí la
pequeña isba del guarda. lucha y surgieron los frentes. Todo estaba enredado.
- ¡Hola, buenas noches, amigo! -saluda a voces el No había manera de distinguir ni comprender quién
"Compadrito" al viejo, conocido suyo. Este se ha era allí el enemigo encarnizado y quiénes los
alegrado tanto de la llegada de los huéspedes, que ha camaradas.
salido presuroso en camisa -tal como estaba- a En algunos lugares, hasta las masas trabajadoras
recibirlos y alejar a dos fieros perrazos. El viejo taranchís, temiendo a los campesinos rojos
llama a un muchachito que está en el zaguán y resulta sublevados, se unían a los cosacos. En otros, pasaba
ser su hijo, y ambos nos ayudan diligentes a todo lo contrario. Y los kirguizes -no los bayes ni los
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manaps, sino la gente del pueblo- estaban unas veces mayor, eligió el camino, marcó en la carta lo que era
con los cosacos y otras con los campesinos menester, ¡y en marcha!
insurrectos. Unidades campesinas se pasaban a los Caminaron un día. Dos, tres. Largo tiempo. Con
cosacos, y unidades cosacas se entregaban el calor abrasador del verano. Por las ardientes
voluntariamente al Mando rojo. Todo estaba arenas. Con el frío de las noches gélidas. Por
enmarañado, no había manera de entenderlo. El montañas y valles, por caminos y sin ellos.
Semirechie entero ardía en las crueles hogueras de Alcanzaron Sergiópol. Unos soldados que habían
una guerra civil agotadora. hecho semejante marcha daban al parecer derecho a
A mediados del año diez y ocho, llegaron allí de confiar en que, a la hora de la verdad, no resultarían
pronto malas noticias: Por el Norte, desde la región unos cobardes. Y así habría ocurrido, con toda
de Somipalátinsk, las tropas blancas de Kolchak seguridad, si su comandante no hubiera sido un
avanzaban hacia el Semirechie. Venían en dos chiquillo y no se hubiese traído, como ayudantes,
destacamentos, excelentemente pertrechados, con unos compañeros de armas que, en cuanto a caletre,
cañones, municiones, ametralladoras y proyectiles en estaban a la misma altura de él. Apenas ocuparon
abundancia. Sergiópol, llegaron alarmantes rumores de que las
Traían no pocos autos blindados y, según se tropas blancas, armadas hasta los dientes, con
rumoreaba, hasta tanques. Mandaban los unidades blindadas, camiones y automóviles, estaban
destacamentos dos oficiales, expertos comandantes, ya cerca.
los capitanes Vinográdov y Ushakov. Y al comandante le entró canguelo. Tocó a
... El Poder soviético ha caído en la región de retirada. Abandonó la ciudad que acababa de ocupar,
Semipalatinsk. Lo han derribado los cosacos, que se dejando a la guarnición a merced de su suerte. Huyó
sublevaron en cuanto olfatearon que venía del Norte hacia Kopal, sembrando por el camino medrosos
la ayuda de Kolchak. bulos, necios, infantiles.
Y ahora en el Semipalátinsk no queda nada: todo Precisamente esos medrosos rumores sobre la
ha sido destrozado, quemado, degollado o muerto a potencia de las tropas blancas animaban a los cosacos
tiros; esa banda de forajidos se abate sobre el a alzarse en armas contra los rojos... Pues bien, ya
Semirechie, arrasando, destruyendo, arruinando estaba Sergiópol sitiado por los capitanes de
cuanto encuentran en su funesto camino. Y no hay, Kolchak. Mas no se entregaría sin combate, a quien
fuerza capaz de detenerla en su rápido avance. Pero quisiera tomarlo le costaría caro, pues había decidido
hay que hacerlo. Hay que detenerla ahora, a toda resistir, defenderse hasta el último instante y la
costa. Porque la demora puede traer desgracias sin última posibilidad. ¿Pero cómo podían medirse ni
cuento: por los distritos de Kopal y Liepsy, las compararse fuerzas tan desiguales? En compactas
insurrecciones de los cosacos estallarán con nueva oleadas, desplegada al modo cosaco, la banda de los
fuerza al tenerse noticia de que, desde el Norte, las oficiales irrumpió en las tortuosas calles, ya en
tropas de Kolchak avanzan arrolladoras, victoriosas... penumbra, de la apartada villa, y -por hábito
Es preciso contenerlas... adquirido, por costumbre- con el puñal y la estaca,
...¿Pero cómo? ¿Con qué fuerzas? Pues las tropas los puños y el dogal castigó brutalmente a los que se
rojas eran contadas. No había de dónde sacar habían entregado, a quienes quedaran en poder de los
hombres para ese otro frente. Los centros directivos vencedores por no haber tenido tiempo de huir.
de la región se inquietaron. Las reuniones se Trescientos hombres lograron escapar de la ciudad
sucedían; propuestas, órdenes y consejos fallaban por los callejones de las afueras y, dejando atrás a sus
unos tras otros; no había salida, porque no se tenían perseguidores, se ocultaron en las montañas. Allí
fuerzas que pudieran ser enviadas al encuentro del crearon un destacamento, del que hasta la fecha habla
enemigo, confiando por completo en ellas. Y después la leyenda, destacamento heroico que estuvo
de elegir a un comandante de pocas chichas y peleando dos años enteros, aislado de los suyos, sin
ninguna presencia -por su edad, un chiquillo; por su apoyo ni ayuda, en la profunda retaguardia del
inteligencia, un adolescente, y por sus conocimientos enemigo, luchando y alimentándose exclusivamente
militares, un niño de teta- lo mandaron para el frente con lo que conseguía en combate durante sus audaces
(a falta de otro mejor en ese momento), luego de incursiones. Se llamaba "Las águilas de las
ordenarle con la mayor severidad del mundo: "Toma montañas". Todo el Semirechie recordaba, recuerda y
fusiles y cartuchos con arreglo al número de seguirá recordando largo tiempo que, durante
hombres; cañones, ahí tienes uno; en cuanto a los aquellos terribles años, "Las águilas de las
hombres, ya los irás recogiendo por el camino; montañas", combatientes anónimos, daban dolorosos
entretanto, te damos este pequeño destacamento, ve picotazos a las tropas de los generales, las
con él". Aquel muchachito comandante era despierto, atormentaban, impidiéndoles que acabasen de arrasar
sobre todo en la retaguardia, cuando no se percibía unas tierras ya medio devastadas y en llamas.
aún ni asomo de peligro: desfiló bizarro a la cabeza El destacamento "Las águilas de las montañas" se
de sus "valientes", con todas sus armas, ante la plana completaba con los rebeldes de los pueblos y aldeas.
La subrevación 47
Pero allí los combatientes eran admitidos después de Pero no pudieron avanzar más allá de la plaza. En
una rigurosa selección y un período de prueba. Y ella se pararon, y media stanitsa quedó en poder de
sólo cuando desaparecía toda duda acerca del arrojo, los hombres de Mámontov, la otra media siguió en
destreza y valor del novato, así como de su manos de los cosacos. Los atacantes intentaron tomar
disposición a realizar las acciones más temerarias, ésta por diversos medios, sin que resultase nada.
casi increíbles, se le daba entrada en la familia de Entonces decidieron salir al campo y sitiar a los
"Las águilas de las montañas". Aquel puñado de cosacos para rendirlos por hambre. Mas para rendir
combatientes se había salvado de la represión a uña por hambre hace falta tiempo, y para ese tiempo se
de caballo, escapando de los latigazos de las necesitan municiones. ¿Qué rendición podía lograrse
nagaykas y el fusilamiento. Por ello, las propias allí cuando a cada combatiente no le quedaban más
"águilas" eran también crueles, implacables, en el que tres cartuchos? Más bien había que tener
castigo de los prisioneros y enemigos. Cayó cuidado, no fuera a ser que "los hambrientos sitiados"
Sergiópol. Y desde allí, el capitán Vinográdov se rompieran el cerco y acometieran en masa a los
dirigió con sus fuerzas hacia las estribaciones de la sitiadores. En cuyo caso, ¡no habría con qué
cordillera de Tarbagatái, hacia Bajti y Chuguchak. defenderse! Desde luego, así no se adelantaría nada,
Ante Bajti, en Makanchi, se detuvo. En Bajti se era preciso retirarse. Y se retiraron. A
defendía un destacamento rojo de guerrilleros que Abbakúmovskaya. Entretanto, de Vierni había
encabezaba Mámontov; el destacamento estaba llegado a la comarca de Kopal el destacamento de
rodeado de enemigos y había perdido la esperanza de Petrenko, que después de apoderarse en un vuelo de
romper el cerco; atrás, en el distrito de Kopal, se la capital de esa comarca, lanzóse sobre Arasán y
entregaban ya al saqueo y cometían desmanes los desde allí marchó a Abbakúmovskaya, donde enlazó
cosacos sublevados. No había salida. Únicamente la con los hombres de Mámontov. Las fuerzas unidas
iniciativa y la decisión podrían salvarles. Márnontov en un destacamento estuvieron algún tiempo
conectó hábilmente con el hilo telefónico y ordenó rondando Sarkand. Petrenko anduvo con su gente por
severo a los blancos sublevados que evacuasen el distrito de Liepsy hasta que descendió de nuevo a
Kopal, amenazándoles, si no lo hacían, con toda la comarca de Kopal, donde se acuarteló para pasar
clase de castigos y duras represiones. allí el invierno.
Luego, se puso en comunicación con Makanchi y Los hombres de Mámontov fueron retirados a
le dijo a Vinográdov por teléfono: Vierni.
"Espérame mañana, iré con mi destacamento". En pleno otoño de 1918, el despoblado distrito de
Y apenas lo hubo dicho, mandó a sus hombres Liepsy quedaba sin el apoyo de las tropas rojas. Las
que montasen a caballo, ¡y en marcha hacia unidades de Kolchak sublevaban allí a los cosacos.
Makanchi! Las tropas blancas se preparaban a toda prisa. El año
Al anochecer, ya estaba allí. Con su ordenanza, diez y nueve amenazaba con una encarnizada guerra.
llegó al galope al Estado Mayor y llamó al capitán. En los pueblecillos campesinos se alzaba de continuo
- ¿Tú eres el capitán Vinográdov? un angustioso clamor, pues las unidades blancas se
- Yo soy... comportaban como vencedoras, se entregaban a
- ¡Pues yo soy Mámontov, el comandante del represiones en masa, vejaban a la población, tomaban
destacamento rojo! ¡¡Toma!! -y de un balazo de su duras represalias, expulsaban a los levantiscos...
revólver le levantó la tapa de los sesos. Treinta mil campesinos con sus mujeres e hijos -
Mas no logró escapar. Rodeado, estuvo luchando todo un éxodo- se pusieron en marcha hacia el
largo rato a caballo, debatiéndose en vano sin poder pueblo de Cherkásskoe. Hiciéronse allí fuertes.
abrirse paso entre aquel montón de enemigos, y Abrieron zanjas. Se atrincheraron. Levantaron cercas,
despedazaron, destrozaron a sablazos al guerrillero se parapetaron como pudieron.
rojo Mámontov. Habían comprendido claramente que, puesto que
Sólo se salvó su ordenanza, que, a galope tendido, de una manera u otra el fin sería el mismo, era mejor
llevó al destacamento la luctuosa nueva. morir peleando. Y pelearon. ¡Y cómo! La defensa de
No había tiempo para apenarse: Cherkásskoe es una página admirable en que se nos
- ¡Al ataque contra Makanchi!... ¡Venguemos, sin muestra la heroica resistencia de decenas de miles de
piedad, a nuestro martirizado comandante! combatientes, condenados a una muerte cierta, sin
En las calles del pueblecillo los sables se abatían armas la mitad de ellos, enfermos, obligados a no
con furia, hendían con encarnizamiento... Y los asestar ni un solo golpe en vano y a no malgastar ni
cosacos, derrotados, empavorecidos, huían a la una sola bala, que al día siguiente no habría
desbandada. posibilidad de conseguir.
Desde Makanchi, los guerrilleros fueron a Sitiados, resistieron todo un año y medio, y en ese
Sarkand, stanitsa cosaca; la cercaron y, a la hora tiempo organizaron talleres donde fabricaban ellos
señalada, la atacaron todos a una, con tan fuerte y mismos balas, armas blancas y hasta pólvora. Largo
simultánea arremetida que llegaron hasta su centro. tiempo, con valentía, se batieron los defensores de
48 Dimitri Furmanov
Cherkásskoe. Y cuando quedaron exhaustos e medios, pues estaba integrado por multitud de kulaks
irrumpió el enemigo, la represión fue salvaje, de que luchaban con ferocidad, a muerte, contra la
ebrios enloquecidos; de la carne cortada a sablazos, contingentación de productos agrícolas intentada por
de la sangre mezclada con barro y de la que corría y los organismos soviéticos; luchaban igualmente
empapaba la arena rojeaban las angostas calles del contra la requisa de los carros de los campesinos y se
lugar. oponían con el mayor encarnizamiento a la menor
alteración en las costumbres campesinas de los
Los destacamentos de Mámontov, Ivanov y tiempos de paz, aunque lo requirieran las agudas
Petrenko mostraban a veces en los combates un necesidades de la guerra.
valor, una audacia y un heroísmo prodigiosos. Pero Kaláshnikov era excelente intérprete de esos
no eran unidades de revolucionarios conscientes y afanes y "capitán" muy apropiado para una banda
firmes. Se trataba de destacamentos de guerrilleros incapaz de hacer el más pequeño sacrificio por la
campesinos que se regían por el principio de la causa común y siempre dispuesta a saquear cualquier
autonomía completa tanto de una unidad con kishlak kirguiz, a emborracharse día y noche, a
respecto a otra, como entre las secciones de un cometer desmanes con desenfreno e impunidad y a
mismo destacamento cuando éste se dividía en ellas. ocultar su canallesca conducta con cantos a la
Esa independencia, ese libre albedrío guerrillero libertad, a una vida nueva, a la lucha y a la victoria...
engendraba, como es lógico, la arbitrariedad, la falta Kaláshnikov nunca iba a contrapelo de su banda y,
de control de las acciones y conductas, la lejos de quedarse atrás, era él mismo instigador de
irresponsabilidad y el hábito de no rendir cuentas a sus excesos y orgías. En cuanto a sus hombres, no es
nadie. Y cuando no hay que responder ante nadie, que le quisieran -¿qué cariños cabían allí?, ¡ellos se
cuando no existe una fuerza que con su autoridad y preocupaban de cosas bien distintas!-, pero se daban
poder llame a la responsabilidad, en tales perfecta cuenta de que con un comandante así
destacamentos, inevitablemente, tienen que anidar y tendrían "verdadera libertad", de que precisamente
desarrollarse con rapidez el libertinaje, la golfería e con un jefe como aquél podrían asesinar, sin temor al
incluso el bandidaje. Esa suerte corrieron en aquellos castigo, a los agentes encargados de recoger
años los tres destacamentos mencionados. Con su productos agrícolas y, en cuadrilla de beodos,
conducta provocadora e indisciplinada, con su razonar siempre de esta manera:
irreflexivo e imprudente modo de tratar a la - ¿Vamos o no vamos mañana a pelear?
población civil, especialmente a los kirguizes, ¿Entramos o no entramos en lucha al amanecer, para
hicieron que éstos empezaran a pasarse al campo de ayudar a un destacamento rojo que se desangra
los blancos. agotado en combate desigual en el flanco derecho o
Huelga decir que en ese campo eran desvalijadas, el izquierdo? ¿No gozamos, acaso, de plena libertad?
oprimidas y maltratadas brutalmente, y entonces se Pues nadie nos manda ni tiene que ver nada con
producía el reflujo hacia los destacamentos nosotros; hacemos lo que nos da la gana y sólo
campesinos. Así estuvieron padeciendo años enteros, respondemos ante nosotros mismos.
hasta que las "libres" fuerzas guerrilleras, pasado el Tales huestes necesitaban como adalid a un
tiempo que les correspondía existir, fueron bandido de cuerpo entero, y con sobradas razones
sustituidas por unidades organizadas del Ejército habían promovido a esa dignidad, toleraban,
Rojo. El destacamento de Mámontov llegó en sus guardaban y defendían, a su modo, a su comandante
desmanes al caso siguiente: irrumpieron en tropel, Nikolái Kaláshnikov.
borrachos, en la casilla del arzobispo, se lo llevaron Pero, ¿qué hacer ahora? Tanto a la derecha como
al campo y lo fusilaron sin formación de causa ni a la izquierda, había otros destacamentos que, a
sentencia de tribunal alguno. Tales salvajadas diferencia del de Kaláshnikov, eran más mesurados,
intimidaban, como es lógico, a los habitantes de no se componían de kulaks empedernidos y tenían la
aquellos contornos y los enfurecían a la par; los cohesión de alguna disciplina, aunque rudimentaria.
desmandados destacamentos apartaban del Poder Y esos destacamentos iban al combate. Esperaban la
soviético a toda la población y la echaban en brazos ayuda de las fuerzas de Kaláshnikov, la esperaban y
de los guardias blancos. Así había ocurrido a fines creían que al día siguiente, al mismo tiempo que
del diez y ocho. Y algo parecido siguió ocurriendo a ellos, atacaría por la izquierda y aliviaría su
principios del diez y nueve. situación, desplazando a ese flanco el peso de la
Entre los jefes maleantes y bandidos, se hizo en lucha. Iban adelante, una, dos, tres veces, pero la
particular tristemente célebre Nikolái Kaláshnikov. ayuda no llegaba, porque aquella cuadrilla de
El ejército campesino del Semirechie no tenía en bandidos, en lugar de entrar en combate, estaba
general elementos proletarios, constaba en su alborotando en mítines, lanzando al viento promesas
mayoría de campesinos medios. Mas, por su vanas, y el resultado era: muertos, muertos y más
composición, el destacamento de Kaláshnikov se muertos.
distinguía hasta entre aquella masa de campesinos Empezóse a afilar el cuchillo que había de acabar
La subrevación 49
con el destacamento ruin. Pero las masas de soldados miserables de la calaña de Nikolái Kaláshnikov y
rojos eran todavía demasiado ignorantes, poco que, en un momento difícil, ayudarían antes al
perspicaces y excesivamente confiadas: por una cabecilla que al férreo aviador Shavrov.
consigna sonora, deslumbrante, por una promesa, por Y en efecto, Kaláshnikov se encabritó:
el oropel de una mentira, estaban dispuestas a - ¿Qué es eso de los comités revolucionarios?
perdonar y olvidar la sangre vertida a raudales. ¡Abajo los comités, al cuerno con ellos! ¿Qué es eso
Kaláshnikov echaba por todo el frente las de los regimientos? Yo no permito que mi unidad se
campanas a vuelo, juraba y perjuraba que era un convierta en un regimiento. Nosotros solos hemos
verdadero luchador por la libertad de los campesinos, luchado aquí, y solos seguiremos luchando, no
y por aquel espectacular campaneo le perdonaban necesitamos maestros ni jefes de Moscú ni de
todas sus traiciones y alevosías, todas las penalidades Tashkent. Y nuestro pan no lo daremos, entérate: ni
que otros sufrían por culpa de su destacamento ruin. un pudo Lárgate, forastero. Nos las arreglaremos sin
Había que hacer algo. Kaláshnikov era una úlcera en ti... Ha aparecido por aquí un tal Shavrov... Un
el frente, una úlcera purulenta que amenazaba con canalla, seguramente... Dicen que ha sido de los
infectar y destruir todo él. Había que asestar el golpe generales y quiere entregar nuestras valientes fuerzas
en el corazón mismo de la unidad, y en primer a los cosacos... ¿Qué es esto, hermanos?.. ¿Para qué
término, abatir a su cabecilla, al bandido hemos luchado, para qué hemos vertido nuestra
Kaláshnikov. Pero desde Vierni, desde el centro sangre? ¿Vamos a permitir que un canalla forastero
directivo, no se podía alcanzarle. Carecíase de cualquiera arruine nuestras tierras y nos venda a
fuerzas capaces de ser opuestas a las de Kaláshnikov. nuestros enemigos? ¡Nunca! Por nada del mundo.
Y así iban pasando los días, las semanas, los meses... ¡Vivan nuestras libres unidades! ¡Abajo los comités
Había llegado y tocaba ya a su fin la primavera revolucionarios! ¡¡Mueran los Shavrov, mueran,
del diez y nueve. Aquella primavera vino desde mueran!!
Tashkent al Semirechie el aviador Shavrov. Voló Tales discursos pronunciaba Kaláshnikov ante su
sobre el Kurdái, pues, enterado de los graves peligros destacamento. Tales discursos los repetían sus
y la difícil situación existente, tenía prisa en llegar secuaces ante otros destacamentos, por los pueblos y
cuanto antes a la capital de la región. Sin querer aldeas adonde llegaban y en que se detenían... E iban
esperar las troikas de posta y ardiendo en deseos de despertando el odio y la desconfianza hacia el
sumergirse en la vida agitada y turbulenta del aviador forastero, predisponiendo contra él desde los
Semirechie, siguió el viaje en avión. Hombre viejos hasta los niños. Pero difícil era quebrantar la
inteligente, apenas tomó tierra y vio la férrea voluntad de Shavrov; infatigable, continuaba
desarticulación que allí reinaba, dedujo en primer la labor que se había trazado; con mano dura y hábil,
término que sólo actuando con rapidez y diligencia seguía haciendo lo que creía necesario y provechoso.
sería posible unir en un todo las partes dispersas. Una Cuando se enteró de la ponzoñosa agitación que
acción común -percibida y realizada conjuntamente- Kaláshnikov llevaba a cabo, rápido, en un dos por
podía fundir todo con solidez de acero. Shavrov lo tres, mandó una patrulla, lo arrestó, lo trajo
comprendió. Por ello decidió poner en movimiento el conducido y lo encerró en el calabozo. La cosa estaba
destrozado frente, y luego de tantear por todas partes hecha, pero no terminada, pues había que haber
hasta descubrir los puntos débiles, liquidar a las enviado inmediatamente al valentón a la capital. El
patrullas cosacas, dar así aliento y confianza a los aviador se equivocó, no lo mandó para allá. Y se
nuestros, obligarles a reanimarse, a sentir sus propias buscó con ello una desgracia grande, irreparable. La
fuerzas, y entonces, adelante hacia Cherkásskoe, banda de Kaláshnikov libertó a su capitán, dándole la
¡adelante, para liberar a nuestros camaradas allí posibilidad de huir a Abbakúmovskoe; una vez allí,
sitiados! en plena libertad, entre sus leales, empezó a gritar
Shavrov creó el Comité Militar Revolucionario iracundo ante una turbamulta obcecada, llena de
del Frente. agitación:
Reorganizó los destacamentos, convirtiéndolos en - ¿Será posible que sigáis aguantando esto? Os
regimientos regulares, acopló debidamente las quitan a vuestros mejores comandantes, a los más
unidades, les dio un aspecto uniforme, puso fin al queridos; los meten en la cárcel. Y mañana, de no
espíritu de independencia para los desmanes y lo haberme evadido, me habrían fusilado... ¿Y esto no
sustituyó por una actitud consciente ante el deber y tiene importancia? Por lo tanto, ¿vais a seguir
una disciplina firme, severa. Inició su labor con callando? ¿No es así? ¡Ah, canallas! Yo, en vuestro
audacia y seguridad, mostrando en todo una lugar, lo traería aquí y lo pondría delante del pueblo,
inteligencia despejada y una voluntad férrea, obligándole a responder a estas preguntas: ¿Quién te
inconmovible. Mas olvidó una cosa. No tuvo en ha dado permiso, miserable, para detener a los
cuenta que estaba tratando no con obreros ni elegidos del pueblo? ¿Vas a continuar mucho tiempo
campesinos pobres, sino con labradores como vendiéndonos a nuestros enemigos?.. ¡Lo que hay
castillos, recios, bien comidos, que aún seguían a que hacer es demostrarle nuestra fuerza! ¡Arrestarlo,
50 Dimitri Furmanov
marchaban bien: poco tiempo después, un batallón cortante, penetraba hasta los huesos, ¡y cómo ululaba
entero, en pleno combate, bajo el fuego, se pasaba a ya por las peñas! Inesperadamente se había
los rojos; luego, cada día se presentaban tres o cuatro desencadenado en la altura una tempestad, una
evadidos. Y todos aseguraban unánimes que sus terrible ventisca, cuyos remolinos de nieve
suboficiales se pasarían también, de buena gana, si amenazaban con convertir a los combatientes en
no los vigilase el ojo avizor del coronel. témpanos de hielo. Los hombres estuvieron tiritando
Se aproximaba el desenlace. Sólo había que elegir de frío hasta que se extendieron las sombras del
el momento oportuno y asestar un fuerte golpe a fin anochecer y, agotados, perdida toda posibilidad de
de acelerar la descomposición que, de un modo mantenerse allí, empezaron a retroceder hacia el
espontáneo, se producía en el campo de los blancos. desfiladero de Chumbulak, lugar más en calma,
En aquellos días, Bielov ya había llegado, para donde no penetraba el gélido aliento del llano. La
ponerse al frente de las tropas de la región. El ofensiva se malogró. En otros lugares de la llanura
presidente del Comité Revolucionario era Sálikov, también habían intentado lanzarse al asalto quienes
hombre ejecutivo y necesario entonces, que dejó se apresuraban a decidir de un solo golpe la suerte de
buena huella entre los que con él trabajaron. Kopal. Pero eran pocos. Y al ver que por todas partes
Durante enero y febrero se prepararon las fuerzas. se reculaba hacia el Chumbulak, se les apagaron los
Casi no hubo combates; únicamente, tiroteos sin bríos y se retiraron igualmente.
importancia, pólvora en salvas. Llegó marzo. El día Llegó raudo Bielov. Dio orden de retroceder a las
diez se dio orden a las tropas rojas de que posiciones de partida. Se había dado cuenta de que, si
emprendiesen la ofensiva decisiva contra Kopal. no se hacía así, el perecimiento de todos sería
Había que tomarlo. Y para ello, era preciso dejarlo inevitable. Y aquello les salvó, porque a la mañana
aislado previamente de las stanitsas de Sarkand y siguiente los caminos y senderos habían desaparecido
Arasán, privarle así de la posibilidad de recibir por completo bajo una gruesa capa de nieve.
refuerzos, acabar con todos los obstáculos y peligros,
y luego, conquistarlo. Kopal era fuerte: tenía una Se preparaba una nueva ofensiva. Ya estaba
guarnición de varios miles de hombres y ciento señalada la fecha: el veinte de marzo. Esta vez habían
treinta ametralladoras; el número de cañones no sido más cautos y previsores: los soldados rojos
estaba claro. La propia ciudad, en invierno, con sus estaban provistos de ropa de más abrigo y llevaban,
nevadas montañas inaccesibles, los puertos azotados por si se desencadenaba la ventisca, anchas y
por las ventiscas, los desfiladeros ocultos bajo el albo espaciosas yurtas; también se había hablado de
sudario y los gigantescos amontonamientos y aludes dotarles de esquís, pero no los encontraron. Mas, a
de nieve que la separaban del mundo, constituía una pesar de todo, estaba claro que Kopal no era posible
fortaleza inexpugnable. Difícil era asaltar Kopal. tomarlo en ataque frontal, pues ciento treinta
Todas las esperanzas se cifraban en que tal vez bajo ametralladoras amenazaban convincentes desde sus
un golpe duro, demoledor, se derrumbara una montañas a la llanura que al pie de ellas se extendía.
guarnición que ya había perdido su anterior firmeza; Había que rodear la ciudad, cercarla y hacer que se
quizá se desplomara y entregara. Pero si había que rindiera por hambre. Máxime cuando circulaban
entablar largo combate, ¡qué espanto soportar el rumores de que los de Kopal tenían pocos víveres,
fuego enemigo, hecho desde las alturas de Kopal con para cinco o seis días. Era preciso, mediante
ciento treinta ametralladoras! Un combate semejante movimientos envolventes, lanzar a la retaguardia de
no auguraba victoria. Kopal unos regimientos de caballería y atraer así
Al despuntar la aurora, envueltos en una niebla sobre ellos la atención de Annenkov, Dútov y
gris, fría, punzante, las fuerzas se pusieron en Scherbakov, que se encontraban con sus tropas en
marcha. Iban en la penumbra del amanecer, Sarkand y Arasán. Pues bien, después de muchas
desapercibidas e invisibles para los arrecidos vigías penalidades y gran esfuerzo, tres regimientos rojos de
del enemigo. Por un sombrío y apartado desfiladero caballería estaban ya tras Kopal. E inmediatamente
salieron a una llanura; más allá, se encontraban las toparon con las unidades cosacas que con
montañas, y en las montañas, Kopal. Se desgarraba y Scherbakov al frente iban en ayuda de Kopal. Era
desaparecía el cendal de la niebla matutina, mas sólo inevitable luchar, combatir tenazmente, hasta el fin.
estaba claro que, al cabo de una hora, se vería desde No quedaba otra salida: ¡había que jugarse el todo
los picachos el movimiento de las tropas rojas por el por el todo!
llano y las ametralladoras segarían a todos aquellos Los soldados rojos comprendían que no era
hombres. Por consiguiente, ¡al asalto cuanto antes! posible demorar la lucha por más tiempo, que la
Pero los entumecidos miembros se negaban a ruina había llegado al límite, que quizás pronto no
obedecer. A una media versta de la ciudad, las tropas habría pan en absoluto, y la población de los distritos
se pararon. Arreciaba a cada minuto la helada en las perecería de hambre. Por tanto, era preciso poner en
montañas. Un viento gélido, huracanado, venía tensión las últimas fuerzas y ganar la batalla. Y
impetuoso del desfiladero. Era cada vez más Scherbakov fue detenido en su avance. Lo atenazaron
52 Dimitri Furmanov
fuertemente y fueron estrechando el cerco hasta que quedaron muy asombrados. No podían dar crédito a
quedó encerrado en él; aquello era su fin cierto. Pero sus ojos y oídos. Esperaban excesos, esas atrocidades
precisamente la noche en que se quería acabar con con las que, de continuo, habían venido asustándoles
Scherhakov, se desencadenó en las montañas una sus generales. Y los de Arasán se llenaron de júbilo.
terrible ventisca, y el general blanco consiguió Ellos mismos propusieron que se enviara una
filtrarse, burlando el cerco de los soldados rojos, delegación de su gente a Kopal, para que contara allí
llegar con parte de sus fuerzas a Sarkand y, desde lo ocurrido y convenciese a los kopalenses de que los
allí, por los pasos montañeros, evadirse a China. Las soldados rojos no eran, desde luego, ningunas fieras
tropas blancas también se habían quedado atascadas y habían respetado a los rendidos de Arasán, sin
en Arasán. Los combatientes rojos avanzaban tocarles ni un pelo de la ropa.
desplegados sobre él, dispuestos a tomarlo por asalto. Magnífico. La delegación partió para Kopal. Poco
Mas, cuando estaban ya muy cerca, una bandera después llegaba de allí la noticia de que los
blanca, ondulante al viento, les anunció que los kopalenses deponían las armas.
sitiados se entregaban a merced del vencedor. Los Estos mandaron a su vez otra delegación para las
atacantes se resistían a creerlo. Tenían recelo. Creían negociaciones y la firma de un acuerdo que les
que el enemigo les tendía una artera celada. Con protegiera de cualquier eventualidad. También
precaución, a través de parlamentarios, entablaron las temían. E incluso cuando se hubo firmado el pacto,
negociaciones. Hicieron un reconocimiento previo de no faltaron quienes advirtiesen:
la stanitsa para averiguar qué había allí oculto y - ¿Qué les importa a los rojos un papel más?
dónde se encontraba, de cuántos cañones, Muchos papeles de ésos han roto. Muchas promesas
ametralladoras, proyectiles y cartuchos disponía la de ésas no han cumplido. Acordaos de la
plaza... Una vez reconocido bien todo y apartado Constituyente. Entonces también habían prometido
cuanto representaba peligro, depuestas ya y guardarla y defenderla. ¿Y qué hicieron? Pues
desmontadas las armas, entraron las tropas rojas en romper todo, no cumplir nada. Lo mismo harán con
Arasán. Y tanto los jefes como los soldados nosotros ahora. ¡Cuidado! No les creáis, no les
recordaron lo que les dijera Bielov: creáis...
- Cuando los blancos, cansados de la lucha, Pero aquellas medrosas voces eran ahogadas por
perdida la fe en sus generales, empiecen a pasarse a miles de otras que demandaban a gritos el cese
nuestro lado o a entregarse, recordad que todo inmediato de la guerra, la rendición sin demora:
dependerá entonces de vosotros mismos: ayudaréis a - Basta. Ya hemos peleado de sobra. Y de todos
liquidar este frente o avivaréis el fuego de las modos, no se adelanta nada. A entregarse ahora
pasiones, enconando la situación y empujando a las mismo. ¡¡No hay más que hablar!!
unidades cosacas a nuevas crueldades, a continuar la Y quieras que no, los jefes y oficiales cosacos,
lucha. Si de verdad queréis que se acabe con el frente todos los cabecillas, se vieron obligados a aceptar la
ahora, esta misma primavera, acoged como hermanos salida pacífica, ya que no había otra solución.
a los combatientes cosacos que se pasen o entreguen El pacto fue firmado. Había en él diferentes
a vosotros. No hagáis uso de la violencia. No os cláusulas, pero la más importante era, por supuesto,
burléis de ellos. No les sometáis a vejación alguna, la relativa a la vida y la muerte, a las garantías y la
pues ahora son demasiado sensibles a cualquier solemne promesa, por parte de los vencedores, de
insignificancia, les duele profundamente cualquier que no se ejercerían represalias...
burla y la más leve ofensa. Cuidado, no los Pues bien, ya se habían encontrado las dos partes:
exasperéis en vano. Cuando con vuestro trato de la roja y la blanca. El encuentro tenía lugar en pleno
camaradas hagáis ver a los prisioneros que no les monte, en la pequeña y apartada ciudad de Kopal. En
tenéis odio ni rencor, que los acogéis como torno, como gigantescos calderos de plata bruñida, se
representantes de las masas soviéticas trabajadoras y alzaban las nevadas montañas, esas mismas
que pronto, muy pronto, les permitiréis ir a trabajar, montañas por las que como feroces carniceros en
volver a sus stanitsas, por las que ellos también busca de presa, se abrían hacia poco paso entre la
penan, camaradas, entonces, creedme, la nueva de la nieve los blancos y los rojos. De pronto, embestían
buena y amistosa acogida correrá, como un reguero con furia de huracán. Rivalizaban en astucia y
de pólvora, por todas las tropas cosacas, llegará a habilidad para el engaño, el golpe inesperado, la
China, disgregará allí a los restos de las fuerzas aniquilación del adversario, la represión cruenta...
blancas y les hará volver, arrepentidos, hacia Allí, en las montañas aquella mutua caza feroz de un
nosotros. Tratad a los prisioneros como a hermanos, regimiento por otro, muertos sin tumbas, tirados en
haced que comprendan, perciban y crean que ya no los montones de nieve para pasto de fieras.
somos enemigos suyos, sino camaradas... Enfurecidos, se habían alzado hasta aquel día, uno
Recordaron aquellas palabras. Y cuando entraron frente a otro, dos muros humanos: el blanco y el rojo.
en Arasán, no hubo violencias, ni saqueo, ni Pero llegó una sorprendente hora en que los
represión alguna. Los cosacos y los vecinos del lugar enemigos se convirtieron en amigos, en que todos
La subrevación 53
creyeron que ya no habría más por las montañas continuarla, han visto que las masas cosacas no
aquella mutua caza feroz de un regimiento por otro, quieren combatir más y vuelven a la tierra.
de una compañía por otra, de un vigilante grupo de Scherbakov se ha marchado ya a China... Annenkov
reconocimiento por otro grupo de la misma índole. y Dútov y los restos de las fuerzas de Vinográdov,
No había ya que temblar a cada instante, esperando presionados ahora desde el Norte por las tropas rojas,
que, saliendo del desfiladero o bajando de la tendrán que marcharse también a China... Ni vosotros
montaña, acometiese el enemigo, inesperadamente, y ni nosotros queremos la guerra, pero esos generales
se llevara la vida. blancos pueden desencadenarla otra vez. Se están
Ahora eran hermanos. llevando con ellos a millares de hombres a tierras
Estaban en dos filas, una frente a otra: la de los chinas, adonde nos está vedado llegar. Y pueden, en
rojos y la de los blancos; la fila blanca, desarmada, cualquier momento, lanzarse desde allí contra
vencida; la roja, con sus armas, vencedora. Cada una nosotros... ¿Qué haremos entonces?
de ellas observaba a la otra, desconfiando aún, en - Juramos que no permitiremos, que no dejaremos
espera todavía de alguna prueba dura, inopinada. desencadenar la guerra -gritaban rojos y cosacos-.
Por las filas corrió un susurro: ¡No les dejaremos!... ¡¡No se lo permitiremos!!
- Ya vienen los comandantes... Ya vienen... - Por consiguiente, habrá que volver a empuñar
A caballo, llegaron al centro de la formación las armas, os lo advertimos ahora: id a trabajar, pero
Bielov y Bocharov y, de los blancos, el capitán tened presente que podéis ser intranquilizados una
Boikó, que mandaba las fuerzas de Kopal. Y vez y otra por las incursiones del enemigo. Tenedlo
empezaron a decir unas palabras que se metían bien presente, no lo olvidéis. Y otra advertencia: el
ardientes en el corazón y hacían llorar a hombres enemigo no ha sido aniquilado en todas partes como
insensibilizados, embrutecidos por una guerra feroz aquí. Continúa existiendo en el Turkestán, al menos
entre las peñas. en Ferganá, donde las bandas basmaches cometen
Las palabras aquellas eran en apariencia tan desmanes... El enemigo se encuentra en la Rusia
corrientes y sencillas, que en otra ocasión habrían Soviética, en el frente polaco, en el del Sur, con
pasado desapercibidas, sin que nadie les prestase Wrangel... Y cuando se nos llame, cuando se pida
mucha atención ni se emocionara al oírlas. nuestra ayuda, ¿será posible que no vayamos?
- Hemos terminado de combatir... Basta ya ahora, en el Semirechie no habrá
Y entonces, guerra, nide
enardecidos frentes, ni ruina…
alegría, quizá Volveremos
sin
pelear, camaradas. Vivamos ahora en paz: unos darse mucha cuenta de lo que prometían,
volverán a la tierra, a cultivarla, a reanudar la respondieron a gritos:
abandonada labor querida, habitual; otros, a cuidar de - ¡Iremos!... ¡Ayudaremos!... ¡Resistiremos
los rebaños y yeguadas, a apacentarlos por esas juntos!...
montañas. Cada uno a lo suyo. Y en adelante, en vez La moral era elevadísima; el ambiente, solemne;
de estorbarnos unos a otros en el trabajo, nos los sentimientos conmovían profundamente por su
ayudaremos mutuamente, trabajaremos juntos, muy sinceridad y fuerza...
unidos, en buena armonía, para que se mantenga Tal fue el encuentro en Kopal de los enemigos de
firme el Poder soviético, el Poder de los ayer. Así se entregaron aquellos miles de sitiados. De
trabajadores... Por consiguiente, ¡a trabajar, este modo acabó de hecho el Frente del Semirechie.
camaradas! Olvidemos la enemistad, nuestras Quedaba solamente el peligro de un ataque
discordias de ayer, y volvamos al hogar, a la tierra, al inesperado, desde China, por parte de los jefes
trabajo... cosacos allí refugiados. ¿Cuántas fuerzas de
Aquellas sencillas palabras ensanchaban con caballería se habían logrado llevar? Nadie lo sabía a
rapidez y conmovían hondamente los doloridos ciencia cierta. Pero luego, cuando se hizo el cómputo
corazones humanos. El júbilo era indescriptible. Un en unión de los oficiales cosacos, resultó una cifra
grito de entusiasmo salía a la vez de todas las demasiado peligrosa y amenazante: diez mil
gargantas; unos agitaban las armas; otros, las manos hombres.
inermes; juraban que no pelearían nunca más, que Una fuerza de esa naturaleza seguía siendo para la
jamás abandonarían el trabajo... región un peligro torturante, continuo. Había que
Había que explicar. Había que advertir, era hacerla inofensiva lo antes posible, debilitarla,
preciso decirles inmediatamente, allí mismo, por qué disgregarla.
y para qué habían combatido, cuáles eran las causas Y en eso se pensaba. Esta tarea era ahora para el
de ello, cómo iban las cosas en la República Mando rojo una de las más importantes.
Soviética y a lo que había que estar dispuestos. En cuanto a los prisioneros, se procedió como
- Aquí, en el Semirechie, nosotros estamos correspondía: dieron sus nombres y se les incluyó en
terminando, hemos terminado ya la lucha -siguieron una relación, clasificándolos por categorías. Luego,
diciendo cuando se acallaron los primeros vivas-. Los en distintas expediciones, a Vierni, para su
generales y coroneles blancos que arrastraron a los distribución, utilización y destino definitivos.
cosacos a esta lucha han sido impotentes para Esta parte del trabajo se había realizado de abril a
54 Dimitri Furmanov
inmóvil, ni enviarla a otro sitio. Por dondequiera que toda clase. Pues no vamos a estar peleando
tirásemos, estábamos perdidos. Y elegimos el camino eternamente, si combatíamos ahora es sólo para
menos peligroso: ahora tratábamos de incorporar sin empezar a trabajar cuanto antes. Luchamos por el
tardanza a los regimientos a los procesos de trabajo trabajo, por la vida pacífica. Y cuando regresemos,
en su misma comarca, sin que tuvieran que salir de ¡cuánto valor tendrá para nosotros cada tornillo roto
ella, y retardábamos con distintos pretextos y cuánto lamentaremos que no esté entero! Todo
conversaciones definitivas sobre la posibilidad o servirá, todo hará falta, todo lo empezaremos a echar
imposibilidad de diseminar los hombres por las de menos cuando volvamos al trabajo. Mientras hay
aldeas; se procuraba, al propio tiempo, ir licenciando guerra, ¿quién se va a preocupar de guardar esos
a los soldados de más edad, con precaución, de modo tornillos? En ella muchas cosas se pierden
gradual, alargando el asunto y quitándoles las armas; inevitablemente, e incluso con provecho para el
reforzar al máximo el trabajo político entre las pocas objetivo final. En la guerra no había tiempo para
fuerzas que podían ser útiles; apresurar lo más pensar en tornillos, pero ahora, camaradas, tened esa
posible la llegada de la división de Blazhévich o de solicitud, ese cuidado que nos ayude a salir airosos
cualquiera otra unidad de confianza que, con su de estos tiempos difíciles. Ayudad a los comités
aparición en el Semirechie, fortaleciera nuestras revolucionarios, a los Soviets, a los funcionarios
posiciones y permitiera utilizar también nuestra civiles; recordad que sus intereses y los nuestros son
división no sólo en beneficio del campesino o del comunes, que hay que trabajar juntos. Tenemos que
cosaco de la región, sino al servicio de los intereses unir el frente y la retaguardia de manera que se
de toda la República, como se utilizaban algunos comprendan mutuamente, para que no haya en lo
batallones obreros de Petrogrado, Moscú e Ivánovo- sucesivo esas desavenencias irreconciliables que ha
Voznesensk, o los mujiks de Tula en diversos lugares habido hasta ahora, en la época de la guerra, donde a
de la cuenca del Mar Blanco y los campesinos de la veces cada cual barría para dentro, uno no contaba
región del Volga en la helada tundra siberiana... Pero con el otro, no querían escucharse mutuamente ni
ello se podría hacer únicamente cuando pisásemos veían más allá de sus intereses locales. Hay que
terreno firme; entretanto, había que mantenerse a la acercarse más unos a otros. Unid el frente con la
expectativa, llevando a cabo un trabajo preparatorio, retaguardia, al soldado rojo con el campesino, con el
de defensa, para contener los ataques más peligrosos kirguiz, con el cosaco, con el funcionario de la
de algunas unidades intranquilas. ciudad. Agrupémonos. Aprovechemos este respiro,
Al propio tiempo, llamábamos a toda la región a que quizá sea brevísimo, en beneficio de la causa
la lucha contra el desbarajuste económico. Acerca de común, entreguemos todas nuestras fuerzas al frente
ello, salmodiábamos machacones, día tras día, en los de la economía. Con el esfuerzo de todos, ¡adelante,
periódicos, repartíamos entre el ejército y por la camaradas, al trabajo!
región millares y millares de llamamientos, Con argumentos tan elementales tratábamos de
gritábamos hasta enronquecer en los mítines, nos reanimar el ejército y la región. Y no sin resultado.
esforzábamos, en fin, cuanto podíamos. Sobre todo donde había muchachos de confianza. No
- Camaradas -exhortábamos y explicábamos-, el se había intentado todavía ningún traslado de
frente se ha acabado, pero el enemigo existe todavía, hombres. Nos apresurábamos a encontrar trabajo en
el peligro no ha desaparecido. No os deslumbréis con los lugares de estacionamiento de tropas y a emplear
las victorias, no perdáis ni una hora en vano; en él a los regimientos y batallones ociosos, que se
aprovechemos este breve respiro para la lucha contra relajaban de no hacer nada. Con gruñidos y protestas,
el desbarajuste económico. La retaguardia pide ayuda de mala gana, maldiciendo de todo lo habido y por
al frente: necesita hombres, experiencia, recursos haber, se iba desperezando el Ejército del
materiales. Vayamos a ayudar en lo que podamos. Semirechie, se ponía despacio en movimiento y,
Cuidemos con solicitud de la economía nacional. poco a poco, rezongón e indolente, empezaba a
Recordemos que es nuestra, no de los señores, y que husmear el asunto al que lo llevaban.
ahora nosotros mismos la debemos guardar,
fortalecer y desarrollar. Tened esto presente en - ¿No has oído, hermanete, lo del frente alimán?
vuestra lucha cotidiana y que cada uno de vuestros A lo mejor empiezan a mandar para allá...
pasos, todos vuestros actos, estén penetrados de esa - ¿A quién?
solicitud consciente por la economía nacional. - ¿A quién va a ser? A todos, y a nosotros los
- No vamos a estar combatiendo un siglo. Ya está primeros.
cercano el día en que el Ejército Rojo, después de Y el soldado rojo sonrió burlón, entornados los
derrotar al enemigo en sus últimos reductos, sea ojos con socarronería, observando qué efecto
licenciado. Quedarán sólo las fuerzas para la defensa causaban en su interlocutor sus pícaras palabras.
de la República. Volveremos al trabajo, a ese trabajo Los compañeros que estaban tumbados cerca,
pacífico con el que queremos vivir: a la labranza de dormitando, alzaron la cabeza:
los campos, a las fábricas y talleres, al laborar de - ¡Mientes, reptil!
58 Dimitri Furmanov
- No, no miento. Se ha recibido una orden en la - Pues ya hemos terminado todo -intercaló uno de
división; parece que, cuando trabajemos aquí unas aspecto sombrío-. Y puesto que hemos terminado y
miajas, nos prepararán el viaje hacia el alimán... ya no hay cosacos, ¡a casita, que llueve!
- ¿A qué alimán? Ese frente no existe... - De todos modos, hermanos, volveremos al
- Algo de eso debe haber -aseguró el instigador de terruño, pero quizá no sea pronto, y haría falta que
la conversación-. Nosotros estamos aquí metidos y fuera ahora... Ahora, porque es la primavera, ha
no nos enteramos de nada. Sí, ese frente tié que llegado el tiempo de la labranza, ¿y cómo la van a
haberlo, pues los polacos siguen... hacer sin nosotros?
- ¿Los polacos? - Cierto... ¡Qué duda cabe!... ¡Es verdad lo que
- Los mismos. Y todas las fuerzas las mandan dice!...
para allá. Y a nosotros también. Un paisano mío, que - Por eso hay que exigir -continuó el orador,
salió disparado de Tashkent para Kosaia Gorka, dice enardecido por los gritos-, hay que exigir que
que están mandando para allá infinidad de fuerzas, resuelvan de una vez, sin más largas, nuestro asunto,
como nunca, porque los polacos... que nos licencien, y si no nos licencian, nos iremos
- Hum... Mal asunto... Pero nosotros, hermanos, nosotros mismos...
ya hemos hecho lo nuestro, y basta. - Hala, muchachos, vamos a ver al comandante...
- Natural... Sólo faltaría eso... Ya está bien... Todos se levantaron de un salto, reanimados de
- ¡Y cómo nos portamos!, ¿eh? pronto. El grupo de oyentes, que había engrosado
Se alzaron arrogantes las narices, naricillas y hacía tiempo, era ya una multitud compacta.
narizotas, sobresaliendo de los engreídos rostros - Pero no hay que andarse por las ramas, hay que
atezados por el sol y el viento. decirle claro, con firmeza, que no queremos ir a
ninguna parte, que aquí no tenemos nada que hacer, y
- Aquí tenéis lo que hacen los polacos esos... en cambio, en la aldea hay trabajo de sobra...
Escriben de mi aldea que ahora no hay quien la - ¡Pues tenemos que pararles los pies a los
conozca, está todo destrozado y no tiene gente para kirguizes!
reparar, ni dinero con qué comprar, ni nada que - ¿Qué?
llevarse a la boca... - Están reclutando kirguizes... Dicen que quieren
- En cambio, tienen la contingentación -deslizó formar una división entera de ellos, para que no
alguien, maligno. tengamos ninguna libertad y nos manden solamente
- Esa contingentación nos ha sacado hasta los los tártaros, los kirguizes y los judíos...
tuétanos, se están llevando hasta el último cacho de - Y parece que les van a dar todas las armas -se
pan... Los hijos de perra... alzó una nueva voz.
- Es decir, un verdadero saqueo, sin ningún freno. Los rostros revelaban malas intenciones. Los ojos
En cuanto que lleguemos, van a ver esos de las iracundos se inyectaban en sangre. Había en las
contingentaciones... voces una amenaza sorda, indómita, una indignación
El que lo dijo rechinó los dientes, y sus ojos furiosa, y el arrebato de aquellos hombres denotaba
acabaron de expresar un pensamiento que venía que estaban dispuestos a expresar inmediatamente
madurando desde hacía mucho. con hechos, con las armas o con los puños, su
- Alioshka, ven aquí -llamó a un muchacho que descontento actuante.
estaba plantado algo más lejos-. Tú, canalla, que te La multitud alborotaba de continuo; no hablaban
has apuntado en el Partido, ¿que nos dices de la ya unos y oían los demás, cada cual procuraba, se
contingentación? ¿Van a seguir robando así? apresuraba a ahogar la voz del otro, a exponerle con
Alioshka había ido a parar al Partido ímpetu sus argumentos, a repetir, casi con las mismas
recientemente, por hacer compañía a otros, y en palabras, lo que acababa de decir el vecino.
cuanto a la contingentación, pensaba igual que ellos: Cualquier rumor, cualquier noticia, frase o palabra
- Pronto volveremos a casa, y entonces suelta que se captaba de pronto era trastrocada,
dispondremos allí nosotros mismos... revuelta, desfigurada al instante. Se agitaba la
- Sí, nosotros mismos... Y eso de que, entretanto, multitud de hirviente ira y airadas protestas, cada vez
mientras no estamos nosotros, les quiten todo a mayores; avivaba sobre todo su indignación la nueva
nuestras familias, ¿qué te parece? de que en Vierni se estaba formando una brigada
- Bueno, eso es porque hay esa orden -se defendió kirguiza. La brigada se organizaba en efecto -habíase
un poco Alioshka. celebrado más de una reunión para tratar del asunto,
- Al cuerno con esa orden, lo que necesitamos se habían distribuido rigurosamente todas las
nosotros es anularla. ¿No es eso? obligaciones entre diversas personas e instituciones y
Los soldados rojos que participaban en la charla crecía a ojos vistas. Su comandante, Sizujin,
manifestaron tumultuosamente su aprobación y comunicaba sin cesar la incorporación de nuevos
asentimiento... hombres, pues la región estaba ampliamente
- Y no hay por qué tenernos aquí más tiempo. informada, por haberse enviado agitadores a distintos
La subrevación 59
lugares y kishlaks que llamaban a los kirguizes a aquel peligro que se avecinaba y utilizar al máximo a
alistarse como voluntarios en su primera brigada de cada funcionario que sirviera un poco para el trabajo,
caballería, y de todas partes del extenso Semirechie como estábamos haciendo?
afluían indígenas a caballo, unos mal armados, otros Poco después, Murátov ya andaba muy atareado
excelentemente. La brigada crecía por momentos. Al en el Comisariado de Guerra de la región;
principio, la engrosaban sólo voluntarios. Más tarde, Verménichev se encontraba en la Sección Política,
se decretó la movilización. Era aquel un paso muy donde también estaba Naya; Rubánchik y
serio y arriesgado. Aún estaba fresco en la memoria Nikítchenko trabajaban conmigo; Garfúnkel había
de todos el recuerdo del año diez y seis, cuando el ido a Przhevalsk; Aliosha Kólosov se desvivía en lo
gobierno zarista intentara la movilización de los suyo, en la escuela del Partido, y Poleies y Altshúler
indígenas y recibiera la respuesta de un alzamiento habíanse retenido en Pishpek con motivo del
en masa. surgimiento de un gran conflicto en torno a
¿Qué pasaría ahora? ¿Envenenarían también los Dzhinazákov. Aquel asunto auguraba también
mulhás y los bayes a la población del país, muchos quebraderos de cabeza, pues de tomar
incitándola a responder a la movilización de la incremento, podía ser el comienzo de una nueva
misma manera que hacía cuatro años? degollina de carácter nacional.
Pero no ocurrió así. La movilización fue acogida Por consiguiente, ¡complicada y amenazadora era
como nosotros queríamos: sin protestas, sin la situación!
complicaciones ni indicios de insurrección.
En cuanto los rumores sobre la movilización de - ¿Quién está al aparato?
los indígenas y la formación de la Brigada Kirguiza - Yo, Altshúler. Dime.
llegaron al ejército del Semirechie, éste se alarmó y, - Rompe la cinta y llévatela. Se os encomienda, a
lleno de sobresalto, empezó a protestar y amenazar: ti y a Poleies, una misión de responsabilidad.
- A nosotros se nos dice: entregad las armas. Y a Quédate en Pishpek y dirige desde allí. En caso
los kirguizes: tomadlas, por favor... ¿Para qué? ¿Para necesario, te pondrás en contacto conmigo en Vierni.
que nos manden? ¿Para que se venguen de nosotros Se ha recibido del centro la orden de vigilar de cerca
por lo del año diez y seis? No, con todos los respetos, la labor de la Comisión del CECT36 para la ayuda a
no entregamos las armas... los kirguizes que se refugiaron en China el año diez y
- Pero, camaradas, ¿es que entre vosotros, en el seis. Esa comisión la preside Dzhinazákov. Hay
ejército, hay pocos kirguizes? motivos para suponer que Dzhinazákov está
- Eso es muy distinto. Los kirguizes esos ya están realizando el trabajo de un modo equivocado, y tal
acostumbrados a nosotros, vivimos juntos. vez criminal. Guarda todas las precauciones posibles,
- Y los que reclutamos ahora también se comprende la tirantez de las relaciones entre las
acostumbrarán. nacionalidades, muestra el máximo de tacto, pues el
- Mira, hermano, no nos engañas; déjate de más pequeño error tuyo puede tener grandes y graves
mentiras. Ya hemos padecido bastante con vuestros consecuencias. Comunica inmediatamente los
engaños... Y a los kirguizes no les des las armas... cambios que se operan en la situación, informa del
Porque no las necesitan para nada. ¿Para que las curso de los trabajos, transmite los datos que
quieren? ¿Contra quien van a disparar aquí? Llegan consigas. Instrucciones detalladas se te enviarán
tarde, nosotros solos ya hemos acabado con todo, y si aparte...
es preciso, lo haremos otra vez... No necesitamos Con estas o parecidas palabras, comunicamos a
ayudantes. Altshúler el nuevo trabajo que le hacía volver, a
El ejército estaba agitado por todos aquellos mitad de camino, a Pishpek. En el momento en que
rumores sobre el próximo traslado al "frente alimán... comunicaba, yo mismo no conocía aún el asunto con
para sacudirles a los polacos", sobre el monopolio del detalle. Y se trataba de lo siguiente: Después de
trigo, el armamento de los indígenas y la formación recibir los más amplios poderes del CECT,
de la Brigada Kirguiza. Grupos, multitudes, Dzhinazákov había partido para el Semirechie sin
batallones y regimientos enteros manifestaban su llevar plan alguno de organización de la ayuda a los
indignación, iban a ver a sus comandantes con kirguizes repatriados. Ni siquiera se preocupó de
diversas exigencias, les presentaban ultimátums. Y presentarse en Vierni, capital de la región, donde le
los comandantes y comisarios nos mandaban habría sido útil ponerse en contacto con los
telegramas aterradores, auguraban por hilo directo organismos de dirección y consultarles antes de
toda clase de males, caracterizaban a sus unidades de emprender un asunto de tanta responsabilidad, tan
condenadas a la insurrección... apremiante y difícil como volver a instalar a decenas
La situación iba tomando en verdad un cariz de miles de indígenas, extenuados y hambrientos, en
alarmante. los lugares donde vivieran anteriormente. Pues
¿Pero qué podíamos hacer nosotros, a más de dichos lugares habían sido ocupados, asolados o
dedicar todas nuestras energías a la lucha contra
36
CECT (o CECTURK).
60 Dimitri Furmanov
incendiados durante el sangriento choque del año Por una parte, los centros directivos de la región
diez y seis. A aquellas decenas de miles de personas, procuraban por todos los medios conservar aquel año
a más de asentarlas sobre la tierra, había que la mayor superficie posible de tierra labrada, y por
proporcionarles sitio donde vivir, era preciso otra, Dzhinazákov, veinte o treinta días más tarde,
ayudarlas inmediatamente a adquirir alguna iba a echar de esas tierras a los labradores.
hacienda, ocuparse de todas ellas, darles algunos La atmósfera se iba caldeando tanto, que la
aperos, por malos que fueran, no permitir que se inflamable materia del sentimiento nacional podía ya
murieran de hambre, ponerlas, en fin, en condiciones hacer explosión en cualquier momento, y por
de trabajar y ganarse la vida. Y para hacer todo añadidura, el presidente de toda una comisión llevaba
aquello, Dzhinazákov tenía que haber ido antes a a cabo una propaganda insensata, aumentando con
Vierni. Mas no lo hizo. Empezó inmediatamente a ello el peligro mortal.
realizar el trabajo en el distrito de Pishpek, estuvo ¿Quién era en realidad Tirakul Dzhinazákov?
dando tumbos por los kishlaks, fue varias veces a Cabía creer o no las versiones, pero lo cierto era
Tokmak, pero por la capital de la región no apareció que todos los relatos coincidían en un hecho: el padre
durante más de un mes. Y es muy natural que no de Tirakul era un manap riquísimo que hasta la fecha
recibiera de la región ayuda alguna. ¿Quién iba a seguía viviendo en algún lugar de la comarca de
prestarle colaboración cuando no se sabía en qué y Aulie-Atá. Poseía inmensos rebaños de ovejas y
cómo se podía ayudarle, para qué había venido y qué grandes yeguadas, y vivía como correspondía a un
era lo que hacía? verdadero manap, es decir, rodeado de riquezas y el
Y hacía lo siguiente. acatamiento de un hatajo de vagos y granujas
Llegaba a un campamento de repatriados o a siempre dispuestos a vivir a costa ajena.
algún kishlak, convocaba una asamblea general y En ese ambiente había crecido Tirakul. El pueblo
decía: le recordaba, claro está, como retoño de una familia
- He venido aquí a ayudaros... Yo, Tirakul acaudalada, noble y poderosa. Y ahora, cuando
Dzhinazákov podría daros mata, pan e instalaros a Tirakul repartía toda clase de bienes soviéticos, sin
todos en los sitios donde vivíais antes... Pero, ¿dónde mencionar ni una sola vez al Poder soviético y
están vuestros kishlaks? ¿Dónde vuestro ganado, recalcando tan sólo que él personalmente les regalaba
vuestros rebaños de las montañas? No queda nada de cuanto les hacía falta, era natural que en las
eso: todo se lo ha llevado el campesino ruso. El os ignorantes masas indígenas fuese arraigando este
arrojó, kirguizes, de la tierra que teníais, os maltrató convencimiento:
cruelmente el año mil novecientos diez y seis, y "De modo que los manaps vienen a ayudarnos...
ahora no quiere devolveros los bienes que os ha Ellos son quienes nos socorren en los momentos
robado. Pero yo, Tirakul Dzhinazákov, os ayudaré a difíciles de la vida. Por consiguiente, ¡vivan los
recuperar todo eso, porque tengo fuerza y derecho manaps, protectores y defensores nuestros! "
para ello, yo les obligaré a hacerlo. Ahora, kirguizes, Así ocurría. No podía ser de otra manera en aquel
ya sois libres. Vosotros, kirguizes, tenéis que crear atrasado mundo indígena. Y Tirakul, lejos de
ahora vuestro gobierno, porque la región del desvanecer tal convencimiento fatalista, salvaje, lo
Semirechie es vuestra tierra. Han caído por aquí toda fortalecía con cada una de sus intervenciones. Las
clase de gentes, a montones, pero la tierra esta es masas del país se agitaban, hervían de indignación.
kirguiza, sólo kirguiza, y por eso hay que echar de ¿Contra quién? ¡Ojalá hubiese sido solamente contra
ella a todos los extraños y que únicamente los los kulaks, contra sus opresores, contra sus invasores
kirguizes la gobiernen... Yo he dado ya la orden de y expoliadores!
que, en el plazo de cuatro semanas, todos los Pero las masas kirguizas ardían de odio y coraje
campesinos se vayan de las tierras que robaron el año contra todos los extranjeros en general. Aquello era
diez y seis. Independientemente de que las hayan ya un presagio funesto, una amenaza temible. Y
arado o no. Y puesto que yo, Tirakul Dzhinazákov he auguraba desgracias para un futuro próximo.
dado esa orden, hay que cumplirla. Y ahora acercaos Nosotros, por aquel entonces, no teníamos aún la
y decid qué es lo que necesitáis cada uno; se hará una menor idea de las intenciones finales que abrigaba
lista y os lo daremos, yo os daré a todos cuanto Dzhinazákov. Presentíamos, sospechábamos algo,
tengo. ¡Tirakul Dzhinazákov os hará mucho bien! pero no podíamos decir nada con seguridad, pues el
Cuando la traducción de los provocadores cargo que ocupaba nos impresionaba. Dudábamos,
discursos de Dzhinazákov llegó a Altshúler, a éste se mas nuestras dudas tampoco eran muy firmes.
le pusieron los pelos de punta y, al principio, no Únicamente más tarde, cuando ya estaban las cartas
queriendo dar crédito a los intérpretes, ni siquiera me boca arriba, echamos una ojeada retrospectiva al
comunicó esos discursos. Y hasta que no se pasado.
convenció una y otra vez de que eran ciertos, no me Y vimos todo con claridad. Y comprendimos cada
refirió lo que ocurría. En realidad, el cuadro era uno de los pasos de Tirakul.
amenazador. Pero por aquel entonces nos limitamos a aguzar el
La subrevación 61
oído y abrir el ojo: empezamos a vigilar atentamente las más agudas discrepancias. Se esperaba que en
todos sus movimientos. breve llegaría el propio Dzhinazákov.
Otro delegado suyo, incluso una subcomisión
Los telegramas de Pishpek eran cada vez más entera, actuaba en su nombre en Przhevalsk. Y
alarmantes. recibíanse noticias de que su labor transcurría bajo
La propaganda chovinista de Dzhinazákov no las mismas formas. Recuerdo que también se
conocía límites, y exacerbaba al máximo el odio realizaba algo en Dzharkent; en fin, ciertos trabajos
nacional. Se aproximaba la insurrección y una nueva de esa índole se llevaban a cabo al parecer, pero todo
carnicería. se hacía de un modo disperso, casual, sin
Toda la labor de la Comisión era pura apariencia; coordinación alguna entre sí ni con las actuaciones de
en realidad, Dzhinazákov preparaba la insurrección los órganos del Poder en la región e incluso en los
descaradamente... distritos. Al azar. Así resultaba si se examinaba la
Procuraba que kishlaks enteros ingresasen en el cosa desde el punto de vista de la ayuda a los
Partido Comunista: huelga decir que aquellos kirguizes repatriados.
"comunistas" no tenían nada de tales y que lo que Pero, de dar crédito a los informes que nos
necesitaba él era conseguir en todas partes (legal e llegaban día tras día de nuestros camaradas de
ilegalmente) una mayoría nacional. A este fin se Pishpek, toda aquella labor no se realizaba al azar ni
esforzaba para que se adhiriesen al Partido kishlaks a ciegas.
enteros con el exclusivo objeto de despistar, y Yo no había echado aún la vista encima a
explicándoles el comunismo a su manera: "Tendréis Shegabutdínov, comisario de guerra de la región.
inmensos rebaños y yeguadas, viviréis en la Con un destacamento de kirguizes, había marchado a
abundancia, en todas partes estarán sólo "los Przhevalsk. Allí trabajaba ahora el delegado de
nuestros". Tal era la nueva "comuna" de Dzhinazákov. Los camaradas informaban desde
Dzhinazákov... Pishpek que entre Shegabutdínov y él se habían
Donde podía, destituía a todos los funcionarios no establecido relaciones muy estrechas.
indígenas, sin motivo justificado, y a algunos los Y de pronto, se produce la coincidencia de que
detenía como medida administrativa. Shegabutdínov envíe el siguiente telegrama:
Al enterarse de que a Altshúler y Poleies les "Manden urgentemente a mi disposición el
habían encomendado la labor de control de la batallón musulmán III Internacional",
comisión, Dzhinazákov olfateó el peligro y tomó Ese batallón de infantería tenía de setecientos
toda clase de precauciones: procuraba que no cincuenta a ochocientos hombres. Bajo un mando
llegasen a ejercer una inspección efectiva, encubría capaz, constituían una fuerza considerable.
sus propios actos y acabó por establecer una estrecha Cambiarnos impresiones: ¿Qué tal persona era
vigilancia sobre nuestros camaradas… Shegabutdinov? ¿Para qué necesitaba ese batallón?
Aquellos telegramas ponían los nervios en Los que le conocían -Kushin, Bielov, Bocharov y
tensión, obligando a suponer las más inopinadas y Kravchuk- se manifestaron en el sentido de que era
graves asechanzas, cosa muy natural, pues en una un buen muchacho, pero de voluntad débil y no muy
intrincada selva corno el Semirechie todo se podía desarrollado políticamente; bajo una presión hábil,
esperar. inteligente, podía vacilar. ¿Para qué necesitaría el
Después de estar dando vueltas por las comarcas batallón? Tal vez para algún objetivo importante y
de Tokmak y de Pishpek, eludiendo cuidadosamente necesario... O quizá... ¡Vaya usted a saber lo que
la capital de la región, Dzhinazákov envió al fin a pasaría allí! Mas todos aquellos alarmantes
ésta a una especie de delegado. telegramas de Pishpek nos obligaban a proceder con
Llegó el enviado aquel y adoptó una actitud la mayor cautela:
desafiante: regañó con el Comité Revolucionario de - ¿No será eso una concentración de fuerzas?
la región y con la Sección Agraria, presentó a todos Puede que allí, en las comarcas de Przhevalsk y
un montón de ultimátums. Tokmak (¡adonde ha llegado el propio
Hubo que convocar con urgencia reuniones Dzhinazákov!), se prepare el golpe.
extraordinarias, tanto del Comité Revolucionario - Cierto, no hay que precipitarse. Lo mejor será no
como de la Sección Agraria, suavizar asperezas y mandarlo.
procurar que hicieran las paces las partes Y respondimos:
contendientes, para que las disputas, escándalos y - "Razones de carácter estratégico nos impiden
ultimátums no repercutiesen lo más mínimo en la trasladar actualmente el batallón musulmán a la
suerte de los cuarenta mil repatriados que esperaban comarca de Przhevalsk…"
auxilio. Con gran dificultad, después de concesiones Poco después, se presentaba Shegabutdínov.
mutuas de todo género y analizar escrupulosamente Tostado el rostro, polvoriento del camino, recién
los puntos y pasos propuestos por cada una de las apeado del caballo, venía a verme. Era un mocetón
partes, se consiguió limar -tal vez sólo en apariencia- tremendo, de abombado pecho, largos y recios
62 Dimitri Furmanov
brazos, fuertes manazas, nervudo todo él, musculoso, recomiendo que pongáis sin falta a mi íntimo amigo
embutido en su uniforme caqui. La cabeza redonda Bikchúrov. ¡Ese sí que hará marchar el asunto!
se asentaba firme sobre un cuello robusto, de Su propuesta la rechazamos de momento.
abultados tendones. Sus ojos, cejas y bigote eran ¡Cualquiera sabía qué intenciones abrigaba!
negros, se afeitaba la cerrada barba. Tenía unos Aunque pudiera ser que quisiese ayudarnos
treinta años. Sus ojos, típicamente orientales, llenos efectivamente. Si era así, magnífico. Incluso todo lo
de un brillo intenso, tan pronto sonreían cautivadores que proponía parecía muy sensato, sería en realidad
como centelleaban iracundos. No miraba de frente, a más conveniente y acertado, había que pensar en ello,
la cara, y aquello hacía entrar en recelo. Pero media se podía consultar a alguien, pedir consejo, pero...
hora más tarde se podía ya colegir que, en el fondo, Pero aquellos alarmantes telegramas de Pishpek se
se trataba de un "infelizote", de un buen chico bajo alzaban una y otra vez en la memoria, y uno veía
cuyas palabras, conclusiones y ademanes enérgicos, Przhevalsk donde, en unión de los delegados de
inflexibles en apariencia, se ocultaban dudas, Dzhinazákov, se encontraba Shegabutdínov y
indecisión, falta de voluntad, inseguridad y demandaba el envío del batallón musulmán... ¡Y
vacilaciones... En cualquier cuestión, apenas se le ahora insistía en que al frente de toda una brigada se
hacían dos o tres preguntas u objeciones, aunque no pusiese a su más íntimo amigo y cercano
fuera más que para probarle, empezaba a vacilar, a colaborador!
dudar, a retroceder, buscando cualquier rendija que le No, lo mejor era esperar, observar con atención,
permitiera escabullirse con dignidad, sin que se sopesar bien las cosas...
apercibiesen de ello, retractarse de la opinión
expuesta, ¡pero sin que nadie se diese cuenta! Una En la hostería de Beloúsovski, donde seguimos
vez y otra, el desconcierto velaba sus ojos de aceitoso viviendo, ocupa un cuarto independiente el jefe de
brillo, esparcíase sobre ellos, como estaño derretido, las fuerzas de seguridad de la ciudad. En cuanto entro
y los hundía en la turbación aquella; únicamente allí para algún asunto urgente y abro la puerta de
quedaban a flote las asustadas pupilas, que se movían improviso, me quedo pasmado: en el suelo, en los
nerviosas denotando el bullir en el cerebro de divanes, en la cama, en todas las posturas
contradictorios pensamientos. imaginables, están echados hombres desconocidos
Shegabutdínov se dejaba influenciar por las envueltos en magníficas batas de colores. Tienen
palabras ajenas, sobre todo cuando éstas eran dichas aspecto de animales bien cebados, de raza, con sus
en tono aleccionador y autoritario. Lo primero que le gruesos cuellos lustrosos y ojillos hundidos en grasa.
asaltaba en tales casos era la desconfianza en sus Chasquean los labios o dan chillidos, emitiendo unas
propias palabras, y empezaba a dudar al instante y a palabras extrañamente ininteligibles. Se percibe una
rectificar presuroso. La primera entrevista me excitación general. Y se ve que toda esta gente no es
convenció de una cosa: de que sólo podía ser "del pueblo", lo más probable es que sea "la flor y
peligroso por falta de comprensión, había que nata" de la alta sociedad indígena, ricachos, nobles,
ponerle bajo una dirección sensata, organizada, no bayes y manaps.
perderle de vista ni un minuto, y entonces, sería uno Entre ellos, se encuentra Yusúpov. Está tumbado
de los mejores. Así ocurrió posteriormente. en un sofá con las piernas hacia arriba, dando
Más tarde, Shegabutdínov empezó a mostrar chupadas a un cigarrillo y escuchando las palabras
increíbles energías, cumplía honradamente, con que, como aullidos entrecortados, nerviosos, llegan
seriedad y celo, todas las misiones, cualquier tarea del rincón. Al verme se levanta de un salto y, a
que se le confiara; le apenaban sus fracasos y se pasitos cortos, ligeros, viene turbado a mi encuentro,
alegraba como un niño de sus éxitos. Como me toma del brazo y me saca del cuarto,
camarada era también uno de los más agradables y susurrándome apresurado al oído alguna
sinceros que he encontrado en mi vida. Pero todo incongruencia.
eso, más adelante. Llueve sobre mojado, y esta circunstancia hace
Al principio, Shegabutdínov era para nosotros un desconfiar de nuevo. Algo incomprensible ocurre en
enigma. Sobre todo cuando manifestó derredor. Se oyen cosas inesperadas y se presencian
inmediatamente su descontento por nuestra negativa súbitas escenas que vienen a convencernos cada vez
y sacó la conversación de la Brigada Kirguiza: más de la certeza, en lo fundamental, de nuestras
- ¿Estáis formando una brigada? sospechas y suposiciones: se está llevando a cabo,
- Sí. desde luego, una profunda labor interna de
- Por consiguiente, ¿necesitáis indígenas? Hay organización que unos conocen perfectamente y en la
que hacer propaganda entre ellos, llamarlos, ¿no es que otros participan, quizá de modo inconsciente, sin
eso? comprender, saber ni adivinar los objetivos finales y
- Desde luego... más importantes...
- ¿Y a quién tenéis al frente? ¡A Sizujin! ¿Quién ¡Ni el diablo sabe qué se está tramando! Las
es Sizujin? ¿Y por qué Sizujin precisamente? Os dudas me consumen. Y, por añadidura, me entero
La subrevación 63
más tarde de que el principal guardián de la ciudad, El Semirechie se encontraba aún en una etapa inicial
además del cuarto de la hostería, tiene en Vierni un semejante a la que Tashkent había superado ya a
piso entero. ¿Para qué necesita las dos viviendas? fines del año diez y ocho o a principios del diez y
nueve. El trabajo se efectuaba de un modo
Hoy, en el Comité del Partido, entre otras espontáneo. Una tras otra surgían las necesidades, a
cuestiones, se ha comunicado: cual más apremiante, complicada y grande.
- Se observa una impresionante agravación del El pequeño grupo de responsables del Partido se
problema nacional. La atmósfera se caldea con extenuaba por completo en un trabajo superior a sus
extraordinaria rapidez. Puede haber inesperadas fuerzas, vertiginoso. Ni siquiera había una
complicaciones. En un pueblo de la comarca de delimitación rigurosa de funciones; en el Comité del
Przhevalsk se ha producido una fuerte colisión entre Partido, por ejemplo, se solventaban con frecuencia
los campesinos y la población musulmana; a cuestiones que "reglamentariamente" debían ser
consecuencia de ella, todos los milicianos resueltas en el Comité Revolucionario. También
musulmanes han sido desarmados. Hay que tomar nosotros, en la jefatura de la delegación, discutíamos
medidas con urgencia, pues las noticias que de allí se y solucionábamos de vez en cuando asuntos que, por
reciben son intranquilizadoras. algún motivo, habían escapado de la competencia del
Y no se ha podido idear nada nuevo, nos hemos Comité del Partido. Y viceversa. Pero los
limitado a poner en guardia a todos los comités de funcionarios eran siempre los mismos: ellos estaban
distrito y a ordenarles que, lejos de debilitar el en el Comité Revolucionario, en los órganos del
trabajo de agitación y propaganda, lo intensifiquen Partido, en todas partes. Donde se reunían, allí
por los kishlaks, stanitsas y aldeas, que actúen para resolvían. Inmediatamente. De prisa y corriendo.
evitar posibles complicaciones y que influyan por Cada asunto apremiaba. Nadie iba a solucionarlo por
todos los medios sobre las comarcas más intranquilas nosotros. Y los trabajos se entremezclaban de tal
y determinados elementos... No tenemos ningunas manera que, en ocasiones, era difícil determinar a
fuerzas. No podemos ayudar a las comarcas. Sin quién le correspondía resolver una cosa y quién tenía
embargo, hemos mandado allá, a la de Przhevalsk, que hacer otra.
una pequeña comisión encabezada por Garfúnkel. Y había asuntos a montones. Además, había
... Unos días más tarde recibíamos noticias de que llegado la hora de empezar una nueva y gran
todo se había resuelto sin choques armados, a pesar campaña, pues en agosto debía celebrarse el
de que el estado de ánimo de los campesinos era Congreso del Partido del Turkestán, y en septiembre,
extraordinariamente belicoso y se veía a las claras el de los Soviets. Era preciso crear en la región con
que alguien los incitaba a hacer una carnicería. toda urgencia nuestras comisiones preparatorias de
Adelantándonos a los acontecimientos, diremos que, dichos congresos, agitar las estancadas aguas de la
no mucho después de aquel viaje, a raíz de la alejada charca provinciana, zarandear a los que
sublevación de Vierni, en esa misma comarca de dormitaban y, al propio tiempo, cuidar con celo, ¡con
Przhevalsk, donde ahora trabajaba nuestra comisión, infinito celo!, de que, en su somnolencia, no hiciesen
se produjo un alzamiento. Lo dirigía Menshov. Este, tonterías que pudieran originar desgracias
por no sé qué delitos, había estado detenido a irreparables.
disposición de un tribunal, pero durante la Había que crear una comisión regional,
sublevación de Vierni se fugó y ocultóse en la comisiones en cada distrito, en cada término
comarca de Przhevalsk; allí soliviantaba a los municipal y recorrer el inmenso Semirechie, era
campesinos armados, azuzándoles contra los preciso llevar a cabo de un modo directo, sobre el
kirguizes con distintos pretextos e infundíos, como la terreno, una labor preparatoria. Partieron raudos las
supuesta preponderancia que adquirían los indígenas instrucciones, las órdenes y los consejos -secretos y
e imaginarios actos de bandidaje y robo de ganado... no secretos-, comenzó una nueva serie de abundantes
Y él mismo, en una sola comarca, como sesiones, asambleas y reuniones de todo género.
venganza, les quitó a los kirguizes todo el ganado. En el Comité Regional no quedó casi nadie.
Aquello ocurrió algo después. Pero ahora se percibía Un día, reunidos, estábamos pensando:
ya una intranquilidad grande. Los acontecimientos "¿A quién pondríamos allí que pudiera trabajar
maduraban. Era sofocante el ambiente precursor de la fijo algún tiempo?"
tormenta que se avecinaba. Fue propuesto uno. Empezamos a contar y resultó
que tenía tres trabajos. Buscamos otro, éste tenía
Los centros directivos de la región trabajaban a cuatro. Revisamos uno por uno, hasta calculamos el
más no poder. Cierto que faltaba un plan trazado con tiempo de que disponía cada cual para beberse un
amplitud y rigurosamente meditado, carecíase de vaso de té y tomar un bocado, dividimos el día en
perspectivas claras, no se sabía a ciencia cierta qué horas, y nos convencimos de que incluso las horas de
había que construir y cómo hacerlo ni se observaba la todos estaban sobrecargadas. ¡No había nadie
economía debida en el empleo de fuerzas y recursos. disponible! Tratamos de buscar aunque no fuera más
64 Dimitri Furmanov
que uno, no lo encontramos. ¿Y qué decidimos? "provinciana". Y allí la situación era verdaderamente
Agarramos a Goriáchev (sustituto del "Compadrito" escandalosa. No recuerdo dónde, si en Dzharkent o
en el tribunal) que, al modo tolstoyano, nunca ofrecía en Przhevalsk, un periodicucho local publicó estas
resistencia a la violencia, y cargamos al pobrecillo líneas de algún plumífero:
con dos o tres horas diarias de trabajo en el Comité "El citado decreto ha sido redactado
Regional. Aceptó el infeliz, sin decir esta boca es personalmente por el ciudadano Lenin... "
mía. Pero luego la realidad demostró que no todos les Nos quedamos pasmados: en un periódico
días podía ir. No había, pues, allí ningún funcionario soviético, de nuestra demarcación, ¡no se atrevían a
fijo del Partido. Los asuntos del Comité Regional se llamar camarada al propio Lenin!
despachaban conjuntamente, entre todos. Mientras se Pero aún más peregrino y significativo fue el caso
trataba de pensar y decidir, la cosa marchaba. Pero siguiente. En vísperas de la "resurrección de Cristo",
cuando había que poner en práctica la decisión no cierta organización repartió unas hojas dedicadas por
había quien pudiera hacerlo, quien tuviera tiempo lo visto al auxilio a los niños vagabundos. En ella se
para ello. decía:
Entretanto, seguía su marcha desde China el "Con motivo de tan gran fiesta, debemos regalar a
ejército hambriento, desnudo y sin hogar de los cada uno un huevecito pascual, preocuparnos de
kirguizes que se repatriaban. Acampaban donde ellos..."
podían, inquietos de no recibir ni ver aún aquello que ¡La hojita era de lo más "edificante"!...
anhelaban y por lo que habían venido presurosos: No es posible abarcarlo todo, y nosotros tampoco
amparo, vivienda, ayuda. Lo que se hacía en favor de atendimos debidamente a esa parte del trabajo: a la
aquel agonizante ejército de mendigos era prensa. Lo único que pudimos hacer fue empezar a
insuficiente. Hacían falta medidas auxiliares. Nos escribir para ella nosotros mismos. Y aunque lo
pusimos a pensar, y organizamos una semana de hacíamos apresuradamente, en los ratos que
recogida de donativos. Para ello hubo también que quedaban de un trabajo a otro, algún provecho se
mandar gente, mejor dicho, que aumentar la carga de sacó de aquello.
quienes ya tenían de sobra. Iniciamos en la prensa Apenaba especialmente la circunstancia de que,
una amplia campaña, agitamos a los del Semirechie, en el trabajo práctico, nuestros órganos soviéticos se
llamando con fuerza a sus sentimientos. Y hay que quedasen imperdonablemente a la zaga de todos los
decir que los resultados no fueron malos: la semana asuntos. La ausencia de planificación se hacía sentir
surtió considerable efecto. Se acercaban ya los días cada día y a cada paso. Y nosotros no estábamos en
de junio. Y poco después, durante la sublevación, condiciones de subsanar esa deficiencia en tan breve
bien nos echaron en cara esa semana los kulaks del tiempo. Apenas se empezaba un asunto, se acaban los
Semirechie: plazos para él señalados. Por ejemplo, en la cuestión
- Mucho os preocupáis de los kirguizes, les del nuevo reparto de la tierra, ¡buena época habían
ayudáis de todas las maneras; en cambio, ¡de ido a elegir! ¡Qué ocurrencia señalarlo para abril,
nosotros sólo os acordáis para sacarnos los productos cuando todos los buenos labradores (e incluso los
con la contingentación esa! malos) ya habían dado comienzo a las labores del
Pero de ello se hablará más adelante. Lo señalo campo!
ahora de pasada. Teníamos, por añadidura, otra cuestión importante
Era muy natural que cuando surgía de pronto una que nos desazonaba. En el Semirechie, sobre todo en
cuestión en particular apremiante, que no admitía los distritos fronterizos con China, se siembran como
espera alguna, dirigiéramos la mirada hacia nuestro es sabido enormes campos de adormideras, de las
órgano de prensa: la Pravda del Semirechie. Y en que se extrae el opio. La especulación y los abusos
tales casos, indefectiblemente, el periódico cojeaba que se cometen en este aspecto son incontables. El
de ambos pies: costaba gran esfuerzo ponerlo en opio lo suelen comprar los negociantes chinos para
movimiento, nunca lograba seguir el ritmo de nuestra llevárselo a su país a través de la frontera. También
acelerada labor cotidiana, publicaba diversos ahora, cuando la primavera se acababa, los campos
articulillos, divagando, en términos generales, y estaban desde hacía tiempo pródigamente sembrados
reproducía alguna cosa de la Pravda moscovita o de de adormideras. Todo el mundo tendía a procurarse
Biednotá37. Decidimos ajustar también este resorte. los mayores ingresos. En Dzharkent se dio el caso de
En el Comité Regional se acordó que pasase a que a un "comunista" se le ocurriese dedicar a ese
depender de la Sección Política de la división. Y, cultivo ¡nada menos que quince desiatinas!38
cosa extraña, el periódico se reanimó y cobró nueva Llegaban por aquel entonces protestas de todas partes
vida, circunstancia que reconoció el propio Comité exigiendo que las tierras en que se cultivaba esa
Regional no más tarde de una semana. Lo que no nociva planta se sembrasen de trigo, que daba el pan,
conseguimos, por falta de tiempo y carencia de pues en otoño no iban alimentarse de opio. Sucedía
fuerzas para ello, fue llevar nuevos aires a la prensa igualmente no pocas veces que los mencionados
37 38
"Campesinos pobres". (N. del T.) Cada desiatina tiene 1,092 hectáreas. (N. del T.)
La subrevación 65
"campos de opio" eran arrasados, y los "vencedores" informes sobre el trabajo que realizaban, les
se ponían a sembrar trigo diligentes, sin contar con exigíamos la presentación de planes elaborados con
nadie. En este terreno también había que hacer algo, vistas al futuro, sopesábamos nuestras fuerzas y
y sin demora, para conservar los sembrados de posibilidades, teníamos en cuenta las particularidades
adormideras e impedir al propio tiempo que el opio del Semirechie, la ayuda que podíamos recibir del
saliese a China. centro directivo y coordinábamos todos esos planes
Y una vez más hubo que destacar hombres; haciendo acopio desde la primavera para que el
algunos de ellos fueron enviados a los distritos para invierno no nos pillara desprevenidos. Por eso,
resolver este asunto. Crearon allí comisiones con porque pensábamos principalmente en el invierno,
plenos poderes para poner bajo su control todos los calificábamos a nuestras reuniones de "invernales". Y
campos sembrados, efectuar la recolección éstas dieron su fruto, pues en definitiva se esclareció
organizadamente y entregar el opio al Estado, y perfiló una especie de plan general; se empezaba a
dejando sólo un pequeño tanto por ciento a los poner término a la imprevisión, se abolía el sistema
especuladores que habían emprendido aquel negocio. del trabajo espontáneo, casual. Y al par que toda esa
La campaña del opio nos dio no poca guerra. labor, se llevaba a cabo en la región el traslado de las
¡Cuánta correspondencia, cuántas conversaciones unidades militares.
hubimos de mantener con Tashkent por ella! Y una Ante todo, se arrancaba a los regimientos de la
vez más, en la cuestión del opio estuvimos a punto de "tierra natal", donde se disgregaban muy
llegar tarde. rápidamente, y se les trasladaba a otros distritos;
Sobre este mismo tema, recuerdo el siguiente además, se sabía ya que la división tendría que salir
sucedido. (total o parcialmente) del Semirechie. En los caminos
Celebraba sesión el Comité Revolucionario, por donde habría de pasar se establecieron puestos de
cuando de pronto empezó a oírse un creciente suministro de víveres y de asistencia médica, ya que
alboroto, chillidos, voces, insultos. en algunos regimientos el tifus hacía estragos y
- ¿Qué pasa? ¿Qué ocurre? amenazaba con extenderse a toda la división y a la
- Viene hacia aquí una multitud de mujeres muy región entera. En algunos distritos, innumerables
excitadas, son de la "Sociedad de viudas". enfermos yacían ya hacinados; así ocurría en los de
- ¿Y por qué gritan? Liepsy y Kopal. Era preciso prestar urgente socorro
- Los inválidos les quitan la tierra... en aquellos lugares a una población arruinada por dos
- ¿Cómo que se la quitan? ¿Qué tierra? años de guerra civil. Allí actuaba una comisión
Resultaba que aquella Sociedad de viudas tenía en especial nuestra encabezada por Kravchuk. Y a pesar
los alrededores de la ciudad unas parcelas. Las había de todo, con frecuencia, los campesinos cargaban en
repartido entre sus afiliadas y arado. Todo ello con la el carro sus míseros enseres domésticos y venían
mayor honradez del mundo. Y entretanto, los hacia Vierni, hacia la capital, con la vaga esperanza
organismos competentes habían regalado esas de recibir la ayuda necesaria. Aquellos evacuados
mismas parcelas a los inválidos. Estos arremetieron traían, junto con su aflicción y necesidades, el tifus.
contra las viudas con la energía característica de los Había que detener aquella huida espontánea a la
inválidos semirechinos (por cierto que luego, durante capital y, por consiguiente, que reforzar, con mayor
la sublevación, ayudaron con entusiasmo a los rapidez e intensidad, el auxilio en los lugares
insurrectos y acometieron al Poder soviético respectivos, pues la prohibición a secas no bastaba,
lanzando maldiciones). Armóse gran revuelo. Las eso estaba claro para todos. Y una vez y otra
viudas se dirigieron al Comité Revolucionario. Y los sacábamos a los funcionarios de la capital para
inválidos, tras ellas. llevarlos a la zona Kopal-Liepsy. Movilizamos a
Tampoco en esta ocasión habíamos sabido hacer cuantos pudimos. Y la riada hacia Vierni disminuyó,
las cosas a tiempo. Todo se había dejado para el bajó un tanto. Pero al tropezar en el camino con los
último instante. Y cuando transcurrieron todos los regimientos, los evacuados les transmitían su
plazos, estalló la bomba de la resolución aquella: desesperación, sus penas, y los soliviantaban...
¡quitarles a las viudas parte de las parcelas y dárselas ¿Contra quién? ¿Contra quién iba a ser, sino contra el
a los inválidos! Poder soviético? La atmósfera se caldeaba de día en
La tremolina fue de las grandes, a duras penas día. Y no había manera de enfriarla. Los mismos
acabamos con ella. soldados rojos tendían con ansia hacia el hogar. La
Tales casos y episodios sueltos indicaban con primavera empujaba hacia la tierra.
claridad que era preciso urgentemente, sin demorarlo - ¿Dónde está la solución? -nos preguntábamos. Y
un solo día, organizar el trabajo con arreglo a un plan la respuesta era siempre la misma:
riguroso, pensado de antemano. E iniciamos al Había que trabajar aún más unidos y
instante un ciclo de reuniones llamadas "invernales". compenetrados. Teníamos que aprender a valorar
Convocábamos más de una vez -y de dos- a todos los cada minuto y a aprovecharlo de la mejor manera
comisarios de guerra de la región, oíamos sus posible. Era preciso vigilar a la región, estar siempre
66 Dimitri Furmanov
alerta, ¡no perderla de vista ni un instante! Eran soviéticos, echaba sus gorros a lo alto, juraba que no
tantos los peligros que se acercaban, estábamos tan se dejaría engañar más y que ahora, cuando todo se
rodeados de inquietudes y asechanzas, de amenazas había puesto en claro, estaba dispuesta a empuñar las
de próxima tempestad, de verdaderos problemas y armas para defender al Poder soviético. Un viejo
necesidades, de asuntillos y miserias, todo, lo grande cosaco se subió al cajón desde donde se hablaba y
y lo pequeño nos apretaba tanto, que sólo se podría manifestó:
romper aquel cerco a costa de enormes esfuerzos, - Nosotros, hermanos cosacos, no sabíamos nada
Por consiguiente, más unidos, ¡al trabajo! de lo que ahora nos dicen los bolcheviques. ¿Lo
Y trabajábamos animosos. sabíais vosotros o no?
- ¡No!... ¡No sabíamos nada!.. ¡Nos engañaban!...
Seis mil hombres del ejército blanco prisionero se ¡Mentían todos!... Eso... eso es...
habían aglomerado en Vierni. Tener al lado aquella La indignación creciente amenazaba con estallar
materia inflamable era peligroso. La falta de de un momento a otro.
viviendas nos ponía entre la espada y la pared: no - Y yo, tonto de mí, tampoco sabía una palabra -
había dónde alojar a nadie. Dimos orden a toda la confesó el viejo, rascándose el cogote.
región de que se prohibiese a los nuevos habitantes Los que estaban al lado se echaron a reír; sus
venir a la ciudad, salvo caso de necesidad extrema. grandes carcajadas impedían que los demás oyeran.
En cuanto a quienes vivían accidentalmente en Resonaron fuertes murmullos. La gente quería
Vierni y tenían haciendas en las aldeas y stanitsas, se saber la causa de aquella risa.
ordenó que volvieran a su casa, al sitio de residencia - ¿Qué dice? ¿Qué dice? -inquirieron en las filas
fija. Pero tampoco esto sirvió de nada. de atrás.
Entre los prisioneros, la epidemia de tifus también - Digo que tonto... -aclaró el viejo a voces.
causaba estragos. El peligro aumentaba. Aquello - ¿Quién es tonto? -inquirieron de allá, redoblando
hacía recordar el Frente de Aktiúbinsk, donde el los gritos.
ejército blanco nos regalara en un tiempo millares de - Yo...
tíficos, acelerando así la tragedia desencadenada en Y todos a una soltaron la carcajada. Cambió el
las provincias de la cuenca del Volga por esa estado de ánimo reinante. Descargó al punto la
enfermedad. Procuramos con todas nuestras fuerzas tensión. Y en aquel nuevo ambiente se iba
cerrar la puerta a la desgracia que se nos venía estableciendo la confianza, aumentaba la simpatía
encima. Fueron puestas en pie las instituciones hacia nosotros, como si hubieran desaparecido los
militares y civiles, se elaboraron en reuniones últimos restos de la reciente y gran hostilidad.
conjuntas planes generales de lucha, recontamos una - ¿Qué era lo que nos decían? -prosiguió el viejo,
y otra vez las fuerzas que teníamos y unimos en cuando cesó la hilaridad y el revuelo-. Pues nos
compacto grupo de choque a todo el personal decían que todas nuestras stanitsas habían sido
médico. Faltaba gente, faltaban medicamentos, saqueadas, que nos habían quitado nuestras tierras,
chocábamos impotentes con la necesidad como el que a todas las familias cosacas las habían matado o
pez contra el hielo. Y cuando merced a increíbles enviado a los trabajos más penosos...
esfuerzos se logró disminuir el peligro, en una orden - ¡Es verdad! ¡Todo eso decían! -asintió la
especial para la división y la región, se destacó al multitud.
personal médico. Y con motivo, pues en verdad - Y resulta que no es así -continuó el cosaco-. Nos
habían trabajado sin descanso. han vuelto a engañar, porque nuestros familiares
Al propio tiempo, se realizaba un trabajo político vienen ahora a Vierni y nos cuentan que viven como
en los cuarteles, entre los prisioneros. Recuerdo una antes. (Al enterarse de que en Vierni había gran
numerosa asamblea ante la que hicimos un informe cantidad de prisioneros, los familiares de los cosacos,
sobre la situación creada, la guerra civil, sus causas y especialmente los de las stanitsas cercanas, acudían
la falsa posición de los cosacos trabajadores en efecto a Vierni y procuraban por todos los medios
arrastrados a la lucha por su oficialidad, que penetrar en los cuarteles, hacerles llegar esquelas,
combatía contra los campesinos y la población etc. Nosotros no poníamos muchos obstáculos,
indígena, kirguiza. Los oficiales blancos se aunque habíamos establecido un severo control sobre
mantenían aparte, escuchando con ansiedad, y la los papelitos y conversaciones).
palidez de su rostro denotaba que en aquellos - Nuestras familias -agregó el viejo- no tienen
instantes tenían miedo a que los cosacos se tomaran motivo para quejarse a Dios, no cuentan muchas
la justicia por su mano. lástimas, y no hacen más que esperarnos en casa,
Aquella muchedumbre de prisioneros cosacos para trabajar, se entiende... ¡Ahí tenéis!
rugía de frenético entusiasmo, expresaba airada su La noticia del trabajo enardeció otra vez a la
protesta, cubría de denuestos y maldiciones a sus muchedumbre, y la vieja y contenida añoranza de la
engañadores -sus jefes de ayer-, porque nunca les tierra, el hogar y el trabajo se desbordó fragorosa...
habían dicho la verdad, daba estentóreos vivas pro - Y ahora nos dicen que nos van a dejar volver a
La subrevación 67
prisioneros. A unos treinta cosacos les habíamos palabras la línea divisoria entre la simple y natural
permitido ingresar en la escuela del Partido. ¡Y era curiosidad y la pregunta taimada, tendenciosa, entre
de ver el ardiente afán y profundo interés con que la sinceridad y la falsía. Me observa con intensa
estudiaban! El director de la escuela nos dijo, al cabo atención, sabe que yo me doy cuenta, y ello le hace
de algún tiempo, que aquellos novatos eran ya casi ser más desconfiado y cauto.
los mejores alumnos. Nos hemos comprendido perfectamente: cada uno
Así, poco a poco -unas veces, incorporándolos al trata de superar al otro en astucia, de adivinar mejor
ejército o a los lazaretos; otras, mandándolos a los sus intenciones. ¿Quién lo conseguirá?
trabajos de Chu, a la escuela y a los organismos Mirando a los negros ojos de Boiko, me convenzo
soviéticos, o a sus casas-, fuimos distribuyendo aquel cada vez más de que en este caso son inútiles las
ejército de seis mil hombres que eran ayer enemigos habilidades y malabarismos y de que no hay que
nuestros. hacer el menor intento de llevarle al terreno de la
La figura más destacada entre los oficiales familiaridad ni de embaucarle con jarabe de pico.
cosacos prisioneros es Boiko. Le llamo a mi Debe ser hombre muy sensible, y se encerrará en su
despacho. Es hombre de cuarenta y dos a cuarenta y concha inmediatamente.
cinco años. Alto, esbelto, bien proporcionado. Se Con él hay que proceder de otra manera:
comporta con gran dignidad. En sus inteligentes ojos ¡enseñando las cartas!
inmóviles se percibe el bochorno de su impotencia, la Luego de unas rápidas preguntas, le digo:
certeza de lo humillante de su situación y, quizá, el - Le he llamado para que hablemos un rato, y si
sentimiento por el fracaso. ¡Vaya usted a adivinar sus usted quiere, para pedirle consejo acerca de muy
pensamientos y pesares! diversos asuntos. No le extrañe que yo le pida
El rostro tranquilo, severo, revela seguridad en las consejo, pues, como es lógico, no he de dar completo
propias fuerzas, moderación, a costa de una tensión crédito a sus palabras; usted mismo comprenderá por
grande, y pena, mucha pena… ¿Cuál es la causa de qué no puedo hacerlo.
ella? Procuro penetrar en el secreto, desentrañar el Inclina la cabeza levemente, en señal de
misterio. Y veo que empieza a recelar, a medir cada asentimiento, y ya no vuelve a alzarla.
palabra, como si hubiera caído en una trampa y, al - Desde luego -remacho-. En fin, no vamos a
intentar escaparse, tropezara por doquier con redes jugar al escondite. Usted es uno de los jefes de los
pegadizas, viscosas. Parece decir: cuidado, a la guardias blancos. Acabamos de hacerle prisionero.
menor imprudencia, te enredarás en ellas y estarás - Me he entregado yo -barbota.
perdido... - Desde luego, se ha entregado usted -confirmo su
La angustiosa mirada, llena de cansancio, de sus aserto-. ¿Y no le parece que sería yo tonto de remate
ojos obscuros denota cuánto le cuesta soportar este si hoy mismo empezase a creer sus palabras a pies
cautiverio, las muchas noches torturantes, de juntillas?
insomnio, los innumerables temores y zozobras Guarda silencio unos segundos; luego, inquiere:
pasados, y dolor, el gran dolor de su fracaso... - Bueno, usted dirá...
- ¿Es usted Boiko? No ha querido responder a mi pregunta.
- Sí. - Seré breve -continúo, tirando por la calle de en
No ha dicho "a sus órdenes", como suelen decir medio-. Ni usted ni yo nos fiamos el uno del otro...
en casos parecidos otros oficiales. Por lo visto, Cosa muy natural e inevitable.
considera humillante ese tono y quiere mostrar la Espero, a ver si contesta algo.
mayor independencia de carácter y opiniones, el Pero no dice ni pío.
máximo de audacia. - Por eso su recelo no me sorprende lo más
Yo también entro en recelo. Y cuanto más mínimo. En cambio, si en contra de lo que yo
cuidado pone en elegir las palabras, cuanto más esperaba, mostrara usted locuacidad y desenvoltura,
largas son sus pausas para meditar y sopesar bien eso sí me daría qué pensar. Pues en la situación en
antes de despegar los labios, menor es mi esperanza que usted se encuentra, el desparpajo sería indicio de
de llevarle a una conversación sincera y más grande pobreza mental, de cortos alcances, e incluso de
el deseo de lograrlo a toda costa. estupidez, o expresión de falta de dignidad personal,
Ante todo, le invito a sentarse. Lo hace con algo parecido a servilismo y pordiosería. Perdone mi
cuidado, como si temiera alguna jugarreta y se rudeza, pero así iremos más al grano. Y puede
preguntase: ¿Me habrán preparado algún batacazo? creerme o no, pero yo le he visto en el mitin del
Y no aparta sus ojos de mi rostro, al acecho de cuartel, le estoy viendo ahora y saco la conclusión de
cada palabra, del tono, de cada mirada, sonrisa o que usted no tiene ninguna de las cualidades que he
gesto míos, para averiguar hasta qué punto calo sus señalado. Por eso voy a hablarle con entera
intenciones y comprendo, a través de lo que él dice, franqueza.
sus ocultos pensamientos; quiere saber en qué grado Alza la cabeza y, durante largo rato, me mira
conozco las cosas de que hablo y dónde está en mis fijamente, a la cara.
La subrevación 69
"¿Miente o no miente?", debe estar tratando de dormirnos -le advierto-. Reanimaremos la Sección
adivinar. Yo no sé lo que encuentra en mis ojos y en Agraria, ayudaremos a los cosacos a asentarse en la
mi rostro, pero de pronto se me figura que la tierra, a echar raíces en ella; eso por supuesto.
situación empieza a mejorar. Por lo tanto, mis Además, haremos trabajo político...
cálculos sobre los efectos de la franqueza eran - Pues con mayor motivo no irán -reitera Boiko.
ciertos. - Sin embargo, queda la duda... De todos modos,
- Está usted en nuestras manos, es usted un la duda queda. Y entorpecerá siempre nuestro
dirigente del ejército blanco. Ni que decir tiene que la trabajo. Hay que proceder de manera que se disipen
situación de guerra nos habría dado pretextos de todas las dudas, absolutamente todas. ¿Comprende?
sobra para proceder contra usted, y otros muchos, de - Comprendo -afirma con claridad, sin vacilar.
muy diversas maneras y con impunidad completa. - Y usted podía ser muy útil. ¿Sabe cómo?
Sin embargo, no hemos hecho nada de eso. Usted - ¿Yo? -se asombra Boiko.
mismo lo ha visto. Y no ha sido por bondad personal. - Usted precisamente. Pues entre los jefes y
Con entera sinceridad, quiero convencerle de que oficiales es usted el hombre más popular. Y quizá
nuestra línea, la línea general soviética es eliminar entre todos los cosacos... A usted le creerán más que
del modo menos doloroso posible y sin efusión de a nadie, y su voz será escuchada con la mayor
sangre todos los peligros y contradicciones. Usted, atención; en particular, por los que ahora están en
claro está, no va a creer esto inmediatamente. Pero le Kuldzhá, en China .
aseguro que cuando viva y trabaje más tiempo con - Posiblemente...
nosotros, se convencerá de ello. Y entonces recordará Se atusa el bigote, y me parece que sonríe un poco
mis palabras de ahora. al comprender adonde van mis tiros.
Continúa en silencio. Hace rato que sus ojos se - ¿Se ha pasado usted a nuestro lado
han apartado de mi rostro y ha vuelto a agachar la sinceramente? -le suelto a bocajarro.
cabeza. - Sí.
- Cuando nosotros hablábamos allí, en el mitin del - ¿Sin reservas de ningún género?
cuartel -prosigo-, estábamos seguros de que se daría - Sí.
crédito a nuestras palabras. Porque hablábamos sobre - Por consiguiente, cabe suponer que nos ayudará
todo del trabajo, de cómo trabajar en adelante. en todo...
Trabajar, ¡eso es lo principal! Para poder dedicarnos - ¿En todo? -repite. Y de pronto, recuerda-.
al trabajo pacífico, combatíamos... Nuestra lucha no Bueno, pero la primera condición ha de ser que mi
tiene otro objetivo. Y ahora quiero pedirle consejo honor quede intacto.
sobre en qué medida será posible nuestro trabajo - Contra su honor no vamos a atentar. Pero hace
conjunto con los oficiales. Bueno, y entre ellos, con un momento hablábamos los dos de la manera de dar
usted también. ¿Se han pasado a nuestro lado fin, con las menores penalidades posibles y sin
honradamente? Y otra cuestión: ¿Qué ocurrirá con derramar sangre, a todas las desgracias del
los cosacos? Una vez en sus stanitsas, ¿serán en Semirechie... En China hay varios miles de cosacos.
efecto capaces de olvidar todo y de ponerse a En cualquier momento pueden irrumpir de nuevo en
trabajar? ¿O son de esperar complicaciones? ¿Podrán la región. Y entonces, ¿qué? ¿Otra vez la guerra?
desorientarlos de nuevo y hacer que se subleven otra ¿Otra vez meses y años de miseria y ruina? ¿No será
vez? Annenkov, por ejemplo, se ha ido a China con mejor emprender desde aquí gestiones para que se
los restos de las fuerzas, ¿no conseguirá volver a entreguen sin lucha? ¿Iniciar ese trabajo?
atraer a los cosacos a sus filas? Me observa con atención, se ve que está
- Creo que no -contesta, como de mala gana. emocionado.
La respuesta parece forzada. - Podríamos hacer esto: Usted, por ejemplo, y
- ¿Y por qué no? otros dos o tres jefes influyentes, bien conocidos allí,
- No irán -dice Boiko-. Están cansados. les dirigen un llamamiento exhortándoles a que
- ¿Sólo por eso? -me sorprendo-. Bueno, ¿y entreguen las armas. Y, de paso, les explican que
cuando descansen y recobren fuerzas? todos esos rumores sobre la ferocidad de los
- Tampoco irán. bolcheviques son tonterías y calumnias. ¿Qué le
- ¿Por qué razón? parece?
- Se pegarán a la tierra. La añoraban. ¡Ya sabe - Eso se puede hacer -accede, del modo más
cuánto penaban por ella! inopinado.
Y me vuelve a mirar a la cara; ahora, hay sin duda Como yo no esperaba en absoluto tan rápida
en su mirada algo nuevo, que no había cuando me aceptación, me quedo un poco perplejo: ¿qué
miró por vez primera. Y las inflexiones de su voz ocultará esa conformidad? Aunque, después de todo,
parecen decir que el propio Boiko siente también la ¿qué segundas intenciones caben aquí?
profunda nostalgia de la tierra y el trabajo. - Bien -me apresuro a decir-. Escríbalo. Ponga
- Claro que, entretanto, nosotros tampoco vamos a todo lo que piensa. Sinceramente, de corazón. Luego
70 Dimitri Furmanov
lo leeremos los dos, por si hay que limar alguna En el llamamiento se decía:
aspereza... Pero eso después, ya lo veremos juntos...
- De acuerdo. Se lo traeré mañana mismo... Carta abierta que envía a sus hermanos cosacos
Ahora su rostro está completamente tranquilo. Por el antiguo Mando de las tropas blancas que se
lo visto, esperaba otras preguntas, otra conversación entregaron en la ciudad de Kopal
sobre esos temas que tan poco les gustan a los ¡Hermanos cosacos! Muchos de nosotros nos
oficiales prisioneros: vimos obligados a salir del Semirechie en 1918 y a
¿Por qué luchaba usted contra el País de los refugiarnos en China, en un país completamente
Soviets? ¿Por qué estaba bien conceptuado por el extraño para nosotros, tanto por su espíritu como por
Mando de las fuerzas blancas y ha recibido sus condiciones de vida. Entonces, muchos tuvimos
condecoraciones y recompensas? ¿Por qué trataba tan que pasar numerosas penalidades. Dejamos nuestras
cruelmente a sus soldados? ¿Cuántos bolcheviques haciendas, abandonamos a nuestros familiares, mas
ha fusilado usted y dónde? y etcétera, etcétera. no por voluntad nuestra, no era ése nuestro deseo. El
Pero no se le han hecho esas preguntas. Y se ha Frente del Semirechie surgió por las mismas causas
tranquilizado. Han desaparecido los últimos restos de que otros frentes, mas no cabe duda de que la lucha
desconfianza y hostilidad. Inquiere: se hizo más cruenta debido a las acciones de los
- ¿Y qué se va a hacer con nosotros? primeros jefes de las guerrillas, acciones que hoy
- Aún no se han recibido del centro directivo condena el Poder soviético. El proceder de los
instrucciones concretas sobre lo que hay que hacer antiguos comandantes de guerrilleros obligó a
con los oficiales -le respondo-. Pero aquí, nosotros algunas stanitsas a alzarse en armas para defender
les vamos a dar trabajo. Se quedará usted con sus derechos personales y sus bienes, con ello se
nosotros, en Vierni. agravó la fratricida guerra civil, que se prolongo dos
- Yo quisiera ir a la stanitsa… años y se llevo no pocas de nuestras mejores energías
- ¿Ir allá? ¿Por unos días? y vidas jóvenes, pérdidas que no recuperaremos
- Sí, de momento por unos días... jamás. Sin embargo, la tempestad de la revolución no
- Bien. Eso, seguramente, con determinadas afectó sólo al Semirechie, abarcó a toda Rusia; la
condiciones, se podrá autorizar. Yo hablaré del única diferencia consistió en que sus oleadas llegaron
asunto y le comunicaré lo que haya... Y en cuanto al a nosotros más tarde, debido al excesivo aislamiento
llamamiento, ¿qué cree usted? ¿Dará resultado? del centro del país. Por ello, es muy natural que la
- Lo dará -dice conciso y seguro. guerra haya terminado aquí también más tarde que en
- ¿Aceptarán? otros frentes. Cierto que durante la revolución ha
- ¿Los cosacos? Sí. Apenas se enteren de que aquí habido no pocas víctimas, pero, como en todas las
no les van a hacer nada, aceptarán... revoluciones, esas víctimas eran inevitables; no
- Sería una gran cosa. Entonces, desaparecido el hemos sido los primeros ni seremos los últimos en
último peligro, podríamos ponernos a trabajar de experimentar esta conmoción histórica.
veras... Mientras en el centro de Rusia y en parte del
- Pero, de todos modos -me recomienda Boiko- Turkestán la vida se iba normalizando y se iniciaban
advierta usted a los suyos, pues alguna vez que otra los trabajos para acabar con el desbarajuste
hacen... económico, nosotros, en el Semirechie,
- ¿Qué hacen? continuábamos la guerra fratricida. Repetimos que
- Han metido en la cárcel a algunos... A pesar de eso era debido al aislamiento. Pero al fin ha llegado
que, con arreglo al convenio de Kopal, eso no debía también a nosotros esta nueva oleada: el afán de
ocurrir. Además, se dan casos de robo de prendas... ordenar las cosas.
- ¿Dónde ocurre eso? -indago sorprendido. Cuando estábamos en la ciudad de Kopal, vino
- Allí, donde están. Me lo han comunicado. Y eso una delegación del Ejército Rojo a proponernos que
pone a la gente muy en contra de ustedes. entregáramos las armas. A decir verdad, acogimos
Me cuenta algunos casos, mencionando las con gran desconfianza las noticias que nos daba de la
unidades y los damnificados. Le prometo que situación en Rusia, de cuya certeza nos hemos
haremos una investigación. convencido ahora, y con menos confianza todavía sus
Boiko se despide y se marcha, muy satisfecho al afirmaciones de que habían cambiado de actitud con
parecer de nuestra entrevista. respecto a nosotros y que venían no como enemigos,
A la mañana siguiente trajo el llamamiento. A sino como hermanos. Pues bien, cuando al día
más de Boiko, lo firmaba solamente otro oficial, por siguiente se decidió entregar las armas y entraron las
haber considerado que sería suficiente. En algunos tropas rojas en Kopal, muchos nos preguntábamos
lugares hubo que dejar cierta terminología algo con ansiedad: "¿Qué será de nosotros?" Pero no nos
confusa, pues la excesiva crudeza de expresión podía ocurrió nada malo. En varios grupos, nos mandaron a
producir en el campo cosaco un efecto contrario al Vierni, donde continuamos hasta la fecha. A los
que se buscaba. cosacos de más de treinta años de edad les han
La subrevación 71
permitido volver a trabajar a sus stanitsas, los que Lo publicamos en nuestra Pravda e hicimos
tienen menos de treinta años han sido movilizados. además un montón de copias. Luego, se eligió entre
Numerosos oficiales han empezado ya a prestar los prisioneros cosacos una delegación especial para
servicio en Gavrílovka, Karbulak y Vierni. enviarla a Kuldzhá, a entrevistarse con los cosacos
Es posible que muchos de vosotros preguntéis: blancos. Dimos a nuestros delegados instrucciones,
"¿Cómo es que ha cambiado tan radicalmente en el escritas y verbales, les hicimos entrega de las copias
Semirechie la actitud hacia los cosacos? Pues no hace del llamamiento, advertimos a todos, especialmente a
mucho, medio año solamente, nos lanzaban los que habían propuesto y recomendado a los
amenazas..." Lo que ocurre es lo siguiente: En la delegados, que los que se quedaban responderían de
actualidad el centro del país se preocupa de nuestra la conducta de los que se iban, indagamos en la
región y ha mandado a dirigentes revolucionarios Especial la lealtad de estos últimos y los pusimos en
expertos, que han visto cómo se ordenaba la vida en camino.
el centro de Rusia y en el Turkestán, y esos hombres Además, les dimos multitud de cartas para los
han tomado y siguen tomando todas las medidas para cosacos blancos, de sus mujeres y padres, hermanos e
normalizar la vida cuanto antes, restablecer la hijos... En esas cartas (examinadas previamente,
economía y regular las relaciones entre los claro está, por la Sección Especial) cifrábamos en
campesinos, los cosacos y los musulmanes. particular grandes esperanzas, ya que eran
Actualmente, en Vierni ha empezado a trabajar convincentes y conmovedoras por la insistencia con
una Sección Cosaca, integrada exclusivamente por que les imploraban el cese de la lucha y la rotundidad
cosacos, que adopta las medidas más urgentes a fin con que desmentían muchas de las atrocidades
de aclarar qué recursos se necesitan para restablecer achacadas a los bolcheviques. La delegación partió.
las destrozadas haciendas de los cosacos. Entretanto, Y pronto se dejaron sentir los resultados de la
como subsidio para atender a las necesidades más campaña emprendida: los cosacos empezaron a
importantes, está gestionando la concesión de un volver espontáneamente de China al Semirechie. En
anticipo muy considerable. En estos días, los que vano Scherbakov intentaba detenerlos dando órdenes
antes parecían ser enemigos nuestros y que ahora son cada vez más severas o más indulgentes; los restos
nuestros hermanos campesinos nos miran ya de otra del ejército blanco se disgregaban, los cosacos, uno a
manera que en 1918; aunque entonces ellos tampoco uno o en grupos, se dirigían hacia Vierni.
tenían la culpa, los culpables eran quienes querían la De momento, la cuestión de los prisioneros
enemistad entre ellos y nosotros. quedaba resuelta. Cosacos y oficiales habían sido ya
Ha llegado el momento de olvidar todo lo que destinados.
pasó. Tanto una parte como la otra, estábamos Ahora, al cabo de los años, me entero de que
equivocados. Ya es hora de empezar una vida nueva, Boiko, a pesar de todo, no pudo contenerse y se
amistosa, y de crear con el esfuerzo común el sublevó contra el Poder soviético. Lo atraparon y fue
bienestar del país. La continuación de la guerra fusilado.
retrasa el restablecimiento de la economía. Esto lo
debemos tener todos bien presente. ¿Puede extrañar que, por aquellos años, en una
Nosotros, hermanos cosacos, que peleamos a región tan apartada y lejana como el Semirechie no
vuestro lado, hombro con hombro, contra el Ejército todo marchase bien en nuestro Partido? Casi no había
Rojo, nos dirigimos a vosotros y os decimos: Olvidad allí proletariado industrial. Los campesinos pobres de
todo lo que dio origen a la guerra y volved a vuestros aquellos lugares eran gente ignorante, abatida por un
lugares para empezar una nueva vida, tranquila. yugo secular y una explotación de tiempos de la
Venid sin temor a venganzas ni castigos. Ni los ha servidumbre. Los kulaks colonizadores eran malos
habido ni los habrá. candidatos a bolcheviques. La parte "culta" y foránea
Cierto que esto no es todavía una balsa de aceite, de la población la constituían los empleados del
hay, como es lógico, y puede que los haya en lo Estado, los comerciantes o una intelectualidad
sucesivo, errores y actos reprobables aislados, pero el pancista y rancia. ¿De dónde iba a salir "la férrea
Poder soviético lucha contra ellos con la mayor cohorte de la revolución"? Sin embargo, el Partido
energía. existía. Y había en él muchachos de los que podía
Por lo tanto, hermanos cosacos, olvidad todo y sentirse orgulloso el acerado ejército de los
entregad las armas como hemos hecho nosotros. bolcheviques. Pero eran contados. Y la mayoría, las
Venid, no os pesará haber creído en nuestras masas del Partido se componían, en parte
palabras. considerable, de gente casual de escaso aguante y
El ex comandante del regimiento de Priilisk, poca conciencia comunista. Para caracterizarlos,
Teniente Coronel Boiko. citaremos algunos breves hechos.
El ex comandante del regimiento de Alatovski, Trasladar a un miembro del Partido de un trabajo
Teniente Coronel Zajárov. a otro, en contra de su voluntad, era un verdadero
acontecimiento. Para ello se requería mucha
72 Dimitri Furmanov
insistencia, numerosas razones, amenazas, garantías, queden en sus puestos! Al menos, hasta nueva orden.
etc. Pues de lo contrario: Mas no fue así: en grupos, comenzaron a abjurar del
- ¡Me iré del Partido! bolchevismo, con tal de marcharse a casa
Una vez, se nos ocurrió que fuera a trabajar al inmediatamente. Redactaban multitud de
Tribunal Militar el redactor del periódico de la resoluciones, enérgicas reclamaciones, acuerdos… Y
región. Se examinó el asunto en el Comité del enviaban a Vierni toda aquella bendición.
Partido y en el Comité Revolucionario Regional, y se Presentaban sus ultimátums. Hasta la "flor" del
reconoció que, aparte de él, no había ninguna otra Partido, los altos comisarios, montaba a caballo y se
persona adecuada para ese trabajo. Se lo presentaba en Vierni con sus exigencias de
comunicamos. Empezó a resistirse. Volvimos a licenciamiento inmediato.
recordárselo. Se negó. Le ordenamos que fuera. No Dábamos una orden tras otra:
iba. ¿Qué hacer? ¿Echarlo? Pero él, previendo los "¡Alto! ¡Detente! ¡¡No te vayas!!"
acontecimientos, presentó una solicitud... ¡pidiendo Y al propio tiempo, en el Comité Regional del
que le dieran de baja del Partido! ¡Eso el redactor del Partido se acordó movilizar al veinte por ciento de
periódico de la región! ¡El dirigente, por así decirlo, los militantes y enviarlos a sustituir a los que se
de la opinión pública de todo el Semirechie! Huelga marchaban o se disponían a hacerlo. Cuando se
decir que alegó motivos, presentó pruebas, juró enteraron de ello en los regimientos, se atenuó un
fidelidad a las ideas, al Comité del Partido, aseguró poco la desbandada. Decidieron aguardar. Y muchos
que era un convencido de la justeza, etcétera, esperaron hasta el relevo. Pero otra gran parte del
etcétera. No obstante, se fue del Partido, diciendo: personal comunista se largó, renegando del Partido
- ¡No estoy de acuerdo! por los siglos de los siglos.
Había además un tal Lavrichenko, que era Esos hechos nos hicieron ver con claridad
secretario, o poco menos, de un comité de distrito de meridiana que ni siquiera la parte comunista del
Vierni. E hizo tal cantidad de canalladas, que fue a ejército era muy de fiar. En los momentos de prueba,
parar al tribunal y... condenado al fusilamiento. Con podían no estar con nosotros. Entonces surgió la idea
motivo de la sentencia, la organización del Partido de que, con urgencia y demorando todo lo demás, el
armó tal griterío, que cualquiera diría que estaban mayor número posible de comunistas hiciese los
defendiendo a algún glorioso luchador de la estudios más breves. Tres meses en la Escuela del
revolución. Lavrichenko fue fusilado. Y dejó una Partido y unos cursillos de quince días, en ruso y en
enorme fortuna para aquellos tiempos: varios la lengua indígena, constituían ya alguna ayuda, por
millones de rublos. pequeña que fuera. La cuestión de los estudios se
En Dzharkent se condenó a un comunista a varios planteó como tarea de combate, de choque. Alíosha
meses de reclusión o al pago de una multa de dos Kólosov al que encomendamos el asunto, lo tomó
millones de rublos. La cantidad era fantástica... Sin con calor. También se tocó a generala por las
embargo, la pagó en dinero contante y sonante. brigadas y los regimientos. Pero no había suficiente
Comunistas de Dzharkent sembraban de persona; ésa era la principal desgracia.
adormideras decenas de desiatinas, vendían luego el Entretanto, con los prisioneros húngaros,
opio en China y se hacían ricos. austríacos y alemanes, formamos una "compañía de
Los negociantes en el Partido eran por aquel internacionalistas", para tener al menos, a
entonces, en el Semirechie, un fenómeno corriente. prevención, alguna unidad de confianza. A los
Recuerdo que, entre los que se expulsaban del comunistas de Vierni los agrupamos en un batallón.
Partido, había hasta individuos que daban a sus La Escuela del Partido también constituía algún
mujeres terribles palizas y eran en la vida familiar refuerzo, pues la mitad de sus alumnos tenían armas.
verdaderas fieras. Al hacer un recuento de fuerzas, resultó que
El localismo y el chovinismo llegaban a lo disponíamos al parecer de varios centenares de
increíble. hombres fieles a la causa y de más o menos
- ¡El Semirechie para los semirechianos! -tal era confianza.
la divisa, claramente expuesta o guardada en el fuero Nos preparábamos. Veíamos y percibíamos que se
interno por enorme número de comunistas de la avecinaban graves acontecimientos. Dábamos
región. continuamente la lata al centro directivo, a Tashkent,
Por eso, no es de extrañar que aquellas masas, en lamentándonos del desamparo en que estábamos, de
los momentos críticos, cuando había que mostrar la falta de fuerzas armadas verdaderamente nuestras
aguante, firmeza y conciencia singulares, revelaran y de fiar. Pero, ¿qué podían hacer allí? ¿Con qué nos
su inconsistencia e inutilidad completa. iban a ayudar?
Por ejemplo, ya había sido liquidado el Frente del "Estas tres unidades (o sea: la compañía, el
Semirechie. Se empezaba a licenciar parte del batallón comunista y la Escuela del Partido) -
ejército; en primer término a los que tenían más de informábamos a la superioridad en el mes de mayo-
treinta años. Se ordenó: ¡Los comunistas que se deberán constituir nuestro apoyo ante nuevas
La subrevación 73
Altshúler envió a Karabái a Vierni, para que se Después de esas consideraciones generales,
entrevistara con nosotros. Estuvimos hablando largo intenté continuamente llevar la conversación al
rato. No dijimos, claro está, ni una sola palabra terreno del trabajo, para averiguar qué labor
relativa al aspecto político del asunto, a la realizaba, cuáles eran sus planes y qué perspectivas y
sublevación kirguiza que preparaba Tirakul posibilidades tenía. Y me di cuenta de que carecía de
Dzhinazákov... Lo único que queríamos era sacarle a todo ello, de que trabajaba a ciegas, de un modo
Karabái los documentos prometidos. Pero resultó que casual...
no traía consigo ninguno. Lo mandamos de nuevo a - Lo que tenía usted que haber hecho -le dije- era
Aulie-Atá. Más tarde, entregó parte de los empezar por el centro directivo regional, ponerse de
documentos a la comisión de Altshúler. acuerdo primeramente con todos los comisariados de
El caso de Karabái nos convenció una vez más de la región y elaborar un buen plan general, y entonces
que allí los hombres, incitados por viejos odios le habrían ayudado en todos los aspectos. Pero en vez
familiares podían llegar, en su sed de venganza, a las de eso, se fue a recorrer los kishlaks, y aquí no saben
mayores calumnias e infundios. nada de usted. Eso ha sido un error de organización...
- ¡Hay que tener sumo cuidado! - ¿Y para qué está la comisión? -preguntó de
Tal fue la conclusión que sacamos de la entrevista pronto.
con Karabái. - ¿Qué comisión?
- La suya... La que nombró usted en Pishpek...
Cuando menos lo esperábamos, Dzhinazákov Con Altshúler al frente... ¿Para qué está?
llegó a Vierni. Últimamente, debido a su rápido y Traté de explicarle que habían llegado noticias a
continuo viajar por las comarcas de Pishpek y Tashkent asegurando que algunos de los miembros
Tokmak, le habían perdido la pista. de su comisión se excedían de sus atribuciones. En
Me comunicaron: Tashkent se intranquilizaron, y me pidieron aclarar el
- Acaba de llegar Dzhinazákov. Quiere verle y asunto con el exclusivo objeto de desmentir esos
hablarle. malintencionados rumores y demostrar que la
Muy bien. Le esperé. Entró. comisión de Dzhinazákov trabajaba bien,
Llevaba un ligero abrigo de paño. Y un sombrero correctamente...
negro de ala ancha. Parecía un periodista o un Durante toda la entrevista me había estado
abogado. Sus cabellos negros estaban muy cortados. observando astuto y desconfiado, pero después de esa
Sus ojos estrechos eran como dos hilillos negros. explicación, tranquilizóse y hasta mostró evidente
Sobre los labios y bajo ellos negreaban el bigote y la satisfacción por el hecho de que Tashkent se
barba. Todo él era negro como un escarabajo. Se preocupase de él.
quitó el sombrero y me tendió la mano por encima de - ¿Y dónde se aloja usted? -inquirí
la mesa: inesperadamente.
- Buenos días, camarada... - ¿Yo?... Yo... en... la calle Cherkénskaia.
- Buenos días. ¿Acaba de llegar? Habíase turbado, su cara denotaba que mentía, no
- Sí, hace un momento... Y he venido a verle tenía preparada la respuesta.
inmediatamente, a hablar de nuestro asunto... Nuestro - En casa de Pávlov... -se apresuró a añadir, para
asunto marcha muy mal, camarada... Muy mal mayor veracidad-. Pronto me trasladaré a otra
marcha nuestro asunto... vivienda -anunció acto seguido, con alguna
- ¿Por qué razón? intención.
- No nos dejan trabajar. Nos molestan por todas Luego de conversar unos minutos, nos separamos.
partes... Queremos actuar, y no nos dejan... Los La Sección Especial averiguó diligente que la calle
organismos soviéticos no nos hacen caso, y su Cherkénskaia no existía y, por consiguiente, no podía
comisión tampoco... No nos permiten hacer nada. haber allí ninguna casa de Pávlov.
Y empezó a hablar con detalle, largo y tendido, de - ¿Para qué me ha engañado?
su preocupación por ayudar a los kirguizes, de su En aquel momento, vino corriendo un emisario de
trabajo durante "las veinticuatro horas del día". Pero Dzhinazákov a notificarme que éste ya se había
sin resultado, pues los campesinos se habían trasladado a otra vivienda...
apoderado de toda la tierra y no querían devolvérsela - ¡Mucha rapidez es ésa! -exclamé sorprendido.
a los kirguizes... Más tarde me trajeron otra noticia:
- Ustedes nos consideran chovinistas a todos - Dzhinazákov ha enfermado de gravedad, guarda
nosotros, por todas partes nos dicen que somos unos cama y, seguramente, no se levantará durante varios
chovinistas... Sin comprender... días; por lo tanto, no hay que molestarle.
- Bueno, ¿pero quién se lo dice? -le pregunté. Todo aquello había sido urdido con una
- Todo el mundo... ingenuidad infantil. Daba risa y se veía a las claras
- ¿Por ejemplo?... que se trataba de una mentira de marca mayor. No
- Pues todos... cabía duda de que Dzhinazákov traía algo entre
La subrevación 75
manos que le obligaba a actuar en la ciudad o fuera Esta vez no me contuve, y contesté a Tashkent
de ella. con encono, reprochando su proceder. Les decía que
La Sección Especial empezó a seguirle la pista. no hacía falta subrayar lo de la responsabilidad
Pasaron unos días. Se vigilaba a fin de saber quién "personal", pues eso estaba claro de sobra:
iba a verle y si él salía a alguna parte. - ¡No necesitamos amenazas, sino consejos!
Ni que decir tiene que no padecía enfermedad Y el segundo telegrama de allá trajo en efecto
alguna: ese mismo día le vieron levantado. Pero, por multitud de consejos; aunque muy generales, sobre la
lo visto, la vigilancia se montó mal, Dzhinazákov se prudencia y la necesidad de tener en cuenta el hecho
dio cuenta de ella y poco después se marchó de de los odios heredados de generaciones anteriores,
nuevo a Pishpek. Por aquel entonces no había aún etcétera, etcétera, eran ya una "línea".
bastantes motivos para detenerle. Nos limitamos a Sin esperar dicha respuesta, que no llegó hasta el
avisar a Pishpek que había salido para allá. día siguiente, tomamos por nuestra cuenta y riesgo
varias medidas: en primer lugar, nos pusimos de
Los telegramas de Altshúler rebosaban creciente acuerdo sobre la necesidad, como cuestión de
inquietud. Por último, una noche se recibió uno que principio, de detener a Dzhinazákov. Quedamos en
decía: que se fijaría el momento de la detención y nos
"La labor de nuestra comisión toca a su fin. avisaríamos unos a otros, con tiempo, si nos
Podríamos marcharnos pronto, pues la cantidad de encontrábamos en distintos sitios. En segundo lugar,
datos y documentos acusatorios, fidedignos, que se por la mañana temprano, el jefe de la Sección
han acumulado es enorme. Pero hay razones que nos Especial, Kushin, iría a Pishpek para dirigir
impiden marchar. Sería peligroso. Los secuaces de personalmente todo el asunto de la liquidación de los
Dzhinazákov nos vigilan con celo. Sus agentes nos dzhinazakovistas.
acechan detrás de cada esquina. Y estamos casi No podíamos mandar en ayuda de Altshúler
indefensos. Parte del Comité Revolucionario, del fuerzas armadas, porque nosotros mismos no las
Tribunal y quizá de la Cheka está con ellos; muchos teníamos. Y decidimos poner a su disposición la
son los dzhinazakovistas actuantes. Según nos han división de caballería y el batallón de infantería que
comunicado, nueve de los nuestros están ya se encontraban en Pishpek. Bielov llamó por teléfono
sentenciados a muerte... ¿Qué hacemos? Contestad a los jefes de esas unidades y les comunicó que se
urgentemente..." pusieran a las órdenes de Altshúler...
Sí, ¿qué hacer ahora? Bielov, comandante de la Estuvimos trabajando toda la noche, y al
división, y Kushin, jefe de la Sección Especial, amanecer, Kushin se marchó a Pishpek.
acudieron presurosos a la reunión convocada. Todos Inmediatamente enviamos a Altshúler un telegrama
nuestros muchachos se pusieron en pie, dispuestos a cifrado que decía:
trabajar durante toda la noche, hasta la mañana. Entre
todos ciframos con rapidez un amplio telegrama para "Ante todo, sé prudente en los pasos y las
Tashkent exponiendo las circunstancias del asunto. palabras.
Pedíamos respuesta a las siguientes preguntas: Ten con firmeza en tus manos las fuerzas
- ¿Qué hacer ahora, cuando la menor imprudencia militares, pero ponlas en acción únicamente en caso
por nuestra parte entraña el peligro, en esta atmósfera extremo, no se te ocurra hacerlo antes ni dar lugar a
caldeada, de gravísimas consecuencias? Aquí, la primera escaramuza; ten presente que esa
cualquier medida contra Dzhinazákov puede ser escaramuza será el comienzo de grandes
considerada como el comienzo de una lucha de acontecimientos.
carácter nacional, como muestra de violencia contra Si hay que detener a alguien, adopta todas las
los indígenas... ¿Cómo reaccionará ante esto la medidas aclaratorias pertinentes (asambleas,
población, qué hará el CECT, cuál será la actitud de octavillas, llamamientos, reuniones, órdenes...) para
los kirguizes pertenecientes al Partido? que esas detenciones no den la impresión de
En fin, que se trataba de pasos de una persecuciones contra los kirguizes, ya que las malas
responsabilidad extraordinaria. lenguas se apresurarán a explicarlas así precisamente;
Nos dábamos perfecta cuenta de que el caso toma, pues, medidas para evitarlo.
Dzhinazákov distaba mucho de ser una cuestión Recuerda de continuo la existencia de los odios
nuestra, local, de que rebasaba los límites del heredados de antiguo, y no te fíes mucho de quienes
Semirechie. Y le preguntábamos a Tashkent: ¿qué te den las informaciones, vigílalos bien...
hacer? Mas sin que supiéramos la causa, tal vez por Por último, comunica con la debida anticipación
precipitación, quizá por desconocimiento del asunto, el día y la hora de las detenciones, para que aquí
mandaron de allá una respuesta anonadadora: podamos coordinar nuestra actuación..."
- Haga lo que le parezca, pero tenga presente que
toda la responsabilidad recaerá personalmente sobre Y nuestra actuación se reduciría a lo siguiente:
usted. I. En cuanto supiéramos que había llegado en
76 Dimitri Furmanov
Dzhinazákov y sus secuaces palidecía, se esfumaba; callados, quietos en angustiosa espera: ¿sería posible
de momento, nos olvidamos de ella por completo. que estuviese próxima otra matanza de carácter
Ahora, al cabo de los años, nos enteramos de que nacionalista? Ahora -se daban cuenta, se lo decía el
Dzhinazákov traicionó en efecto al Poder soviético. corazón- era precisamente el momento oportuno, de
Se pasó a los basmaches en Ferganá y fue uno de los amenaza mayor. Ahora, los campesinos y su
organizadores y fomentadores más destacados de ese victorioso ejército no desperdiciarían la ocasión de
movimiento. Pero cayó, no sé si en combate o ante el vengarse de los agravios del memorable año diez y
pelotón de ejecución, después de ser atrapado. seis... No en vano, por distintos lugares, como
primeros relámpagos advertidores, se expandían
LA SUBLEVACIÓ agoreros avisos:
En un ambiente cargado de amenazas, estalló la "Los campesinos han desarmado a las milicias
sublevación. indígenas..."
Vivíase por aquellos días en el Semirechie como "Los campesinos se llevan el ganado de los
sobre un volcán; un ruido sordo, pavoroso, resonaba kirguizes..."
en las entrañas de la tierra y se expandía en siniestro La fiera afilaba sus garras, probaba sus fuerzas,
fragor agorero, cada vez más cercano, más claro y mostraba sus colmillos, sacaba las buidas uñas de
alarmante. nacarados reflejos. En cuanto presintiese la
De un momento a otro, podían abrirse las grandes impotencia del enemigo, se abalanzaría sobre él de
fauces de piedra y dilatarse, enorme, la candente un salto salvaje y cantaría victoria, jadeante, con
garganta para vomitar con fuerza salvaje un mar de alegres rugidos, sobre el descuartizado cuerpo de su
lava que correría ululante, aterrador, abrasándolo presa.
todo, llevándose, hundiendo cuanto encontrase en su Los campesinos tenían un ejército, armas...
fatal camino. Los indígenas no tenían nada, únicamente habían
¿Con qué detener su furioso embate? ¿Dónde aumentado en número con aquellas decenas de miles
estaban las fuerzas que se atreviesen a cerrarle el de hermanos que, hambrientos, hechos unos
paso? mendigos, volvían ahora a la Patria desde los
No había tales fuerzas, todo sería devorado por desiertos de China. Y por si aquello era poco, la
aquella tempestad desatada que, como un ciego comisión de Dzhinazákov había caldeado al máximo
huracán, arrasaría los fértiles campos en flor, las la atmósfera, excitando las viejas pasiones,
ciudades de hermosos edificios de piedra, las ricas predisponiendo a los kirguizes contra todos los
aldeas, repletas de frutos, con sus bulliciosos juegos campesinos y todos los cosacos, como si fueran los
y espléndidas yeguadas; todo sería inundado por las más encarnizados enemigos suyos.
olas de fuego, sembrador de la muerte, y en un Las stanitsas guardaban también zozobrante
instante, por doquier, donde latía la vida, se haría un silencio; tenían aún en la memoria, no habían
silencio de cementerio. La vida quedaría enterrada en olvidado la terrible etapa del año diez y ocho. El
el fondo, y sobre ella seguirían fragorosas hacia ejército cosaco estaba derrotado, los campesinos eran
adelante nuevas y nuevas olas embravecidas, ahora los más fuertes de todo el Semirechie. ¿Qué
llevándose en sus ígneos lomos la presa lograda. harían los fortachones? ¿Dónde descargarían su
Nada exterior podría aplacar la borrasca, sólo ella fuerza? ¿No se apoderarían de las stanitsas cosacas?
misma se calmaría; después de engullir, arrastrar, Campesinos, indígenas y cosacos -cada uno a su
matar y quemar todo, cuando el pecho del gigantesco manera- esperaban algo, se preparaban para algo.
volcán sintiese cansancio y no quedase nada de su Stanitsas, aldeas y kishlaks se erizaban dispuestos a
hercúlea fuerza, descendería extenuado, contraído. la lucha fatal, inevitable.
En un ambiente cargado de amenazas, estalló la Otro gran nubarrón sobre el Semirechie eran los
sublevación. cuantiosos restos de las tropas cosacas que habían
Los campesinos acomodados maldecían de la huido a China con los generales.
dictadura soviética, no querían dar el pan de la Nos encadenaba igualmente -a pesar de su
contingentación al famélico centro del país, echaban reconocimiento del régimen y su entusiasmo-,
con cajas destempladas a los agentes que venían a constituyendo un dogal al cuello, el ejército blanco
recoger productos agrícolas o los mataban en un cosaco de seis mil hombres hecho prisionero, cuyos
momento de arrebato, se reían de las órdenes del numerosísimos oficiales habían sido distribuidos
Poder soviético y, armados hasta los dientes, se precipitadamente por las instituciones soviéticas.
sentían seguros, fuera de peligro. Y más ahora, Tampoco auguraba nada bueno nuestro vencedor
cuando se había liberado del frente aquel ejército del Ejército Rojo del Semirechie. Su principal afán era
propio Semirechie. ¡A punta de bayoneta y a balazo dispersarse inmediatamente por sus hogares. Y se
limpio, apoyaría todas las exigencias de los hombres habría marchado hasta el último hombre de no ser
del campo! por la amenaza de las tropas cosacas que acechaban
Los indígenas, los kirguizes, permanecían desde China, la preocupación de estar siempre en
La subrevación 79
guardia contra cualquier "peligro indígena" y, por palabras. Y nos consolábamos pensando que con ese
último, el convencimiento, confuso aún, pero regimiento podíamos contar. Sí, podíamos, pero…
bastante arraigado, de que aquella "acción" autónoma con prudencia. Además, hacía muy poco habíamos
recibiría, tarde o temprano, el castigo de una mano organizado una compañía de internacionalistas
dura. Todo lo expuesto hacía que, aunque a dependiente del Estado Mayor de la división. Mas
regañadientes y pese a sus protestas, escándalos, era una unidad bisoña, no probada aún. Veríamos
amenazas y fechorías, refrenase de momento la para qué servía. Nuestros militares comunistas eran
indignación que ardía en su interior. una verdadera desdicha. Y los comisarios de guerra,
El ejército estaba descontento de muchas cosas: también. Ellos nos habían presentado el ultimátum:
de que el Poder soviético recogiese los productos - ¡O nos licencias, o nos vamos a casa nosotros
agrícolas de la contingentación, estableciese diversas mismos!
cargas y obligaciones y no diera ni hiciera nada "él ¿Cómo confiar en aquella gente cuando llegasen
mismo"; de que los regimientos no tuviesen libertad los momentos difíciles?
alguna para cometer tropelías a su antojo; de que sus Sólo a contados muchachos del ejército los
"grandes capitanes" de ayer, que tanto se habían considerábamos completamente seguros. Los demás
distinguido en audaces ataques, en los que cada uno eran familia de la que se podía esperar todo: tanto
tenía libre albedrío y espléndido botín, fueran a parar bueno como malo.
ahora a la Sección Especial o al Tribunal. En cuanto a la organización del Partido en la
- ¿Es que vamos a permitir, hermanos, que fusilen ciudad, daba pena verla: no servía para nada. Por
a nuestros jefes? algo se encontró más tarde en el banquillo de los
- ¡Abajo la Sección Especial, el Tribunal y la acusados y fue disuelta para depurarla de arriba
Cheka! Han anidado allí toda clase de pájaros abajo. No había nadie de quien recibir ayuda.
venidos del centro directivo. Hay que echar a esos Absolutamente nadie. La situación era espantosa.
centristas, ¡nos arreglaremos sin ellos! El peligro aumentaba. Se acercaba el desenlace.
Reinaba también agitación en el ejército por el Teníamos en nuestro poder la orden del centro
hecho de que se formase en el Semirechie una directivo sobre el traslado de los regimientos a
brigada kirguiza, porque hacía tiempo que no se daba Ferganá. Estos ya estaban enterados. La circulación
tabaco en mano, porque carecía de calzado y ropa y por todas las carreteras era muy intensa: pasaban
porque a los oficiales cosacos, en vez de fusilarlos fragorosas, cubiertas de pegajoso polvo, las unidades
sin formación de causa, se les había puesto a trabajar militares, los ríos de prisioneros desarmados,
en distintos comesariados. ¡Qué ignominia!... sucedíanse las oleadas de tíficos hambrientos de
La indignación y el agravio no tenían límites. Liepsy y Kopal que iban en busca de mejores
Pero todo aquello bullía sordamente en su interior, lugares, huyendo de la muerte. ¿Y a dónde iban a ir?
iba madurando, se concentraba, disponiéndose a A Vierni, claro está. Allá se dirigían en sus carros
entrar en acción. Hacía falta un motivo que cubiertos, montados en jamelgos esqueléticos o a pie
provocase el embate, que rompiera las compuertas... en multitudes de mendigos fugitivos que
Y entonces, el "odio popular" se desbordaría en una interceptaban los caminos, tratando
ola gigantesca que limpiaría todo, llevándose al desesperadamente de abrirse paso y sembrando de
instante los graves males. cadáveres su vía crucis. Los fugitivos estaban llenos
Y el motivo surgió: se ordenó que el ejército se de ira, sedientos de venganza. Todo les desesperaba,
trasladara del Semirechie a Ferganá. maldecían y culpaban a todos, porque habían perdido
- Ni hablar -barbotó el ejército-. Del Semirechie cuanto tenían en estima y sólo les quedaba que
no nos alejamos ni un paso. Y si insisten, perder la vida mísera, hambrienta, infinitamente
contestaremos con las bayonetas. desdichada. Eran pólvora presta a hacer explosión a
Por eso nosotros, en cuanto recibimos la orden del la menor chispa. Abrumados por la desgracia,
traslado, nos dijimos: enloquecidos por el dolor, perdida la esperanza,
- Algo malo va a ocurrir. Esto nos costará caro. constituían también un peligro, pues en su aflicción
¿Y en quién íbamos a apoyarnos en la hora difícil, soñaban ávidos con la dicha. Y escucharían al
cuando fuera preciso oponer la fuerza a la fuerza? No momento a quienes se la prometieran, dejándose
teníamos ni un solo regimiento de confianza. arrastrar por ellos a cualquier delito.
Únicamente, en algún lugar lejano, a cien verstas de Así, desde distintos lados, se iban cerniendo sobre
distancia, se encontraba el 4° de Caballería, integrado nosotros negros nubarrones. Se avecinaba la
por hombres de más de diez nacionalidades - tormenta. En la lejanía, como torpes carcajadas
alemanes, húngaros, kirguizes, chinos, tekineses39- siniestras, resonaban confusos los primeros truenos.
gente que, aparte de "¡fuego!", "¡cuerpo a tierra!" y Y era difícil respirar en la sofocante y cargada
"¡adelante!", no entendería al pronto, de seguro, otras atmósfera de la tempestad cercana.
A fines de mayo, una mano desconocida esparció
39
Pertenecientes a la tribu más numerosa de los por la guarnición de Vierni unas proclamas.
turcomanos. (N. del T.)
80 Dimitri Furmanov
con claridad meridiana -hasta por su estilo y la De momento, debíamos enviar dos regimientos de
habitual repetición de expresiones- que las proclamas caballería y dos de infantería. Decidimos mandarlos
y las secretas misivas habían sido escritas por una por batallones, para no tener que enfrentarnos con
misma mano, por un mismo grupo de individuos. regimientos enteros. En esa misma reunión celebrada
Mas no había modo de dar con la pista. sólo dos días antes de la sublevación se encargó a
En esos primeros días de junio, se ordenó que en Panfílich que hiciera un plan completo de defensa de
toda la región fuesen entregadas las armas. (Poco Vierni, hasta en sus menores detalles. No sé, no
después, Tashkent nos enviaba igual orden.) Y de recuerdo si tuvo tiempo de elaborarlo "hasta en sus
nuevo llegó un anónimo riéndose de ella: "Abre bien menores detalles", pero el plan general, por supuesto,
el portón, que vamos a llevarlas nosotros mismos, en lo teníamos ya preparado. Sin embargo, no nos sirvió
nuestros propios carros". Entonces, empezamos a de nada. Pues para defenderse también hace falta
liberar de vecinos sospechosos las casas que fuerza, que era precisamente de lo que nosotros
ocupaban una posición especialmente ventajosa con carecíamos. En vísperas del combate, nos veíamos
respecto a los locales de la Sección Especial y del obligados a preparar unas armas que no se parecían
Tribunal Militar Revolucionario. en absoluto a las ordinarias; no se trataba de puñales,
Y la mano misteriosa comentó también este acto revólveres, cañones ni ametralladoras. No. En este
con una amenaza más: "Estáis perdiendo el tiempo en aspecto, era demasiado grande la desigualdad entre
tonterías; de todos modos, dondequiera que os ellos y nosotros. En aquel caso, ¡a balazos no se
escondáis, caeréis bajo nuestro fuego". En fin, que podría hacer nada! Las armas hay que elegirlas
cada uno de nuestros pasos y medidas era seguido siempre con arreglo al enemigo que se tiene delante.
por alguien que lo sopesaba, calificaba y tomaba Siempre hay que empuñar aromas en consonancia
buena nota. con la fuerza de éste y la situación real en que va a
En la Sección Especial se reunió un grupo de desarrollarse la lucha.
responsables para examinar la situación general y la Y cuando se tiene bien en cuenta todo, a veces,
infinidad de detalles y documentos significativos que con pocas fuerzas se puede superar a fuerzas grandes.
se habían ido acumulando en las instituciones y por Recuerdo que el año 1915, en Sarikamish, en la
algunas personas. frontera turca, me contaron lo siguiente: Un teniente
No era preciso ser ningún lince para comprender ruso, con una sola compañía, fue cercado por los
que los acontecimientos estaban a punto de turcos en el mismo sitio donde se encontraba el
producirse. Pero, ¿qué hacer? ¿Qué se podía hacer en generalato enemigo. Si el teniente se hubiera lanzado
aquellas excepcionales circunstancias? a la lucha cuerpo a cuerpo, aquello habría sido un
Si se hubiera tratado solamente de la distribución acto de arrojo, equivocado, cuyo final se podía prever
y empleo racional de nuestras fuerzas, la cosa habría de antemano, ya que la desigualdad de fuerzas era
variado por completo, incluso habría sido bien inmensa. Pero el teniente recurrió a otras armas. Con
sencilla. Pero, ¿dónde estaban esas fuerzas? ¿Con su compañía, como en cumplimiento de órdenes del
qué hacer frente, con qué defenderse y atacar? Mando, se presentó en el lugar donde estaban
Y el pensamiento caía en el abismo de la reunidos los generales y les comunicó que quedaban
respuesta vana: todos arrestados, que las tropas turcas habían sido
¡No teníamos fuerzas! cercadas y debían entregarse, pues se hallaban en una
Y por mucho que se pensara, fuerzas auténticas, situación sin salida, y etcétera, etcétera. Hizo
de carne y hueso, no se podían inventar, extraer de la prisioneros a los generales y se los llevó adonde se
cabeza. encontraba el grueso de las tropas rusas. Tal vez no
Habíamos hablado con el centro directivo más de fuese cierto, pero pudo muy bien haber ocurrido. ¡Y
una vez. Expuesto nuestras cuitas. Suplicado. eso sí que es ingenio! ¡Verdadera táctica! Ejemplo de
Amenazado con posibles peligros. Insistido magistral acierto en la elección de armas con arreglo
"categóricamente". ¿Y qué habíamos conseguido? a las propias fuerzas y a las del enemigo en una
Además, ¿de dónde iba a sacarlas el propio centro? situación concreta.
¿Qué reservas tenía? Y si antes contaba con algunas, Ahora, en Vierni, ante la tormenta inminente, al
ya las había lanzado todas a la lucha contra los parecer, el arma de la lucha abierta tampoco valía la
basmaches de Ferganá. pena emplearla. "Aunque, por otro lado, contamos
Por consiguiente, no alimentábamos fundadas con los alumnos de la Escuela del Partido... con los
esperanzas de ayuda. Al menos en aquellos días. comunistas, militares y civiles... la compañía de
Cierto que de Siberia venía hacia el Semirechie la internacionalistas... los hombres de la Sección
división de Blazhevich, pero no se sabía cuánto Especial y del Tribunal...", tratábamos de adivinar el
tardaría aún en llegar... porvenir, creyendo y no creyendo a un tiempo en
¿Y si ocurría algo de pronto? Pues la orden del nuestras propias cifras, por no saber con certeza en
traslado de las unidades había que cumplirla... Pasara quiénes se podría y en quiénes no se debía confiar en
lo que pasara, era preciso hacerlo. el momento crítico.
82 Dimitri Furmanov
es preciso agrupar previamente a todas las fuerzas de presidir aquel impetuoso torbellino me tocó a mí en
trabajo que se tengan en el país y moverlas a adoptar suerte. La primera y la segunda cuestión interesaron
una actitud consciente y, por ende, entusiasta con poco al auditorio; veíase a las claras que otros
respecto a la empresa de que se trate. asuntos y otros pensamientos absorbían por entero la
Es indudable que una actitud consciente y atención de los allí presentes y que lo de Polonia, lo
entusiasta ante la obra a realizar sólo es posible de Wrangel y lo de la "industrialización" les
cuando existen determinados principios, en los que se importaba un bledo; había afanes e intereses más
asienta dicha obra, que caracterizan el momento queridos, que les llegaban mucho más a lo vivo y
inicial, precedente, y aclaran casi en igual medida el estaban allí mismo, ¡en el Semirechie!
objetivo final. En torno a la cuestión nacional, rezongaron de
Estos principios los conocen bien los militantes firme, repitiendo sobre todo las consabidas
del PC de Rusia, que con enorme entusiasmo y preguntas:
disciplina realizan cualquier trabajo. En cuanto a las - ¿Para qué armar a los kirguizes? ¿Por qué se
masas sin partido, que hasta la fecha han crea la brigada?
permanecido al margen de la edificación social Con grandes esfuerzos se consiguió mantener la
activa, e incluso en muchos casos no se han definido cuestión en el plano de los principios, pues de
con respecto al Poder soviético, habrá que continuo trataban de arrimar el ascua a su sardina,
informarlas de los principios y tareas de la dirigiéndonos los más duros apóstrofes.
edificación del Partido para incitarlas, mediante un Al cuarto punto del orden del día, bajo la presión
intercambio de opiniones en una asamblea de de las exigencias generales, hubo que adicionarle las
carácter práctico, a la participación activa en la palabras: "incluso respecto a los especialistas
creación del régimen social. militares".
A fin de atraer a las masas de soldados rojos sin Y resultó que precisamente a aquel "incluso" se
partido a una participación activa y consciente -con aferraron con furia. En torno a él se entabló un
motivo del paso del ejército a la situación laboral-, en verdadero combate.
la lucha contra el desbarajuste económico y por la La adición al quinto punto volvió a hacerse bajo
edificación de una nueva vida sobre bases socialistas, la coacción. Gritaban:
se convocó, para el día 10 de junio de 1920, la - ¿Qué kulaks hay aquí? No hacen más que hablar
Conferencia de soldados rojos sin partido de la de los kulaks. Cuando, en realidad, en toda la región
guarnición de Vierni. sólo hay campesinos medios... Venga, apunta en el
A la hora señalada, ha sido abierta la Conferencia orden del día: "sobre los campesinos medios".
a los acordes de La Internacional y se ha pasado a Lo apuntamos. En esta cuestión el escándalo se
examinar las distintas cuestiones. produjo al empezar a hablar de la contingentación.
Figuran en el orden del día siete puntos, de gran ¡La que se armó! ¡Pusieron el grito en el cielo!
importancia por su complejidad y su contenido:
1. Momento actual. Después del mitin en el batallón de Dzharkent fui
2. Política económica del Poder soviético. a abrir la sesión de la tarde de la Conferencia. La
3. La cuestión nacional y la política nacional. sesión se abrió a las seis y terminó a las diez y media.
4. Política militar del Poder soviético (incluso Al día siguiente nos esperaba la principal batalla: se
respecto a los especialistas militares). examinarían los mandatos que los delegados habían
5. Tareas del Poder soviético y de la edificación recibido de sus electores. Tales mandatos los
socialista en el Turkestán (incluso respecto a los conocíamos ya en parte, y eran un verdadero espanto:
campesinos medios). "abajo" éstos, "abajo" aquéllos, desarmar a todos,
6. Cuestión agraria. ninguna "violencia más del Poder soviético" y dejar
7. Asuntos varios. tan sólo armado hasta los dientes al mujik terne,
A la Conferencia asisten 165 delegados. Es fortachón; él sería el dueño y señor de la región
indudable que las decisiones de una asamblea tan entera.
nutrida reflejarán el estado de ánimo de amplias Nadie sabe hasta qué punto se habrían caldeado
masas, ejercerán una influencia grande y tendrán las pasiones al discutirse dichos mandatos. Pero
autoridad entre la población de la región del quiso el destino que no alcanzaran la publicidad y
Semirechie". que la Conferencia no llegase a sus resoluciones: por
¡Pues nada de eso, camarada reportero! La la noche estalló la sublevación.
susodicha asamblea no ejerció la menor influencia
sobre la población ni sobre los soldados rojos. Después de la sesión de la Conferencia, todos
Al contrario, fueron éstos los que "influyeron" nosotros sentíamos angustia y náuseas, como si nos
sobre ella, en forma de presión que acabó por hubiéramos atracado de alguna porquería viscosa y
estrangularla. acerba. ¿A quién iban dirigidos en realidad los
Comenzó la Conferencia el día 10. La dicha de discursos, llamamientos, aclaraciones, ruegos y
86 Dimitri Furmanov
razonamientos nuestros? ¿A quién habían ayudado en Llamé por teléfono a Masarski a la Sección
algo o hecho volver a la razón? Habían caído en saco Especial:
roto, y del saco aquel salía a nuestro encuentro una - Ven, tenemos que hablar con urgencia...
carcajada sarcástica, triunfante. Valía la pena seguir Apenas se marchó Murátov, presentóse Bielov,
dedicándose a una labor tan infructuosa, perder el tras él apareció en el umbral un telegrafista de la
tiempo en conversaciones vanas tras las que sección de despachos cifrados, cuyo nombre no
resonaban invariablemente los mismos gritos, iguales guardo en la memoria, pero sí recuerdo que era un
amenazas: muchacho leal, bien conceptuado en el Estado Mayor
- ¡No toques el pan de los campesinos! de la división.
- ¡Abajo la contingentación, abajo, abajo! - Presta oído a lo que va a decirte éste -me espetó
- ¡Desarma inmediatamente a los musulmanes! rápido, señalando con la cabeza al telegrafista. Y el
- ¡No saques a las tropas de la región! muchacho, sin esperar a que le preguntaran, notificó:
A cada una de las cuestiones de que se trataba, - Han llegado corriendo a la sección del Estado
respondían siempre con esas protestas y exigencias, Mayor dos desconocidos...
en que se desbordaban las codicias, el ansioso - ¿Cuándo?
egoísmo, sin comprensión alguna de la situación. No, - Hace poco... Ahora mismo... Y han comunicado
no querían ayudar, no ayudarían más que a sí que esta noche se harán dos disparos, como señal...
mismos. Al sonar esos disparos, todos los soldados rojos
Intentábamos tranquilizarnos diciéndonos que las deberán alzarse en armas...
apariencias engañaban, haciéndonos creer que la - ¿En armas?...
Conferencia transcurría sin dar fruto alguno y que - Sí, y salir...
todos los discursos, llamamientos y razones eran - ¿Para dónde?
prédicas en el desierto... - No lo sé… Nadie sabe nada; pero en cuanto
No puede ocurrir nunca que palabras precisas, suenen, se echarán a la calle...
elevadas, caigan en el vacío; tal vez no prendan en - ¿Y por qué no habéis detenido a esos dos
las mentes de diez, veinte personas, pero en la individuos?
veintiuna han de arraigar por fuerza para llevar a - Nadie tuvo tiempo de hacerlo... Apenas lo
cabo su labor sutil, inescrutable, de modificación de dijeron, se largaron a escape. Además, la noche es
los cerebros. Y tarde o temprano, esa honda oscura, ya lo ve usted...
remoción cerebral se dejará sentir. Incluso para tales Fuera, negreaba, como boca de lobo, una noche
decenas o veintenas de hombres es preciso actuar, serena.
pues el esfuerzo será recompensado luego, aunque no Estuvimos unos instantes hablando de la gente de
sea más que con hechos imperceptibles, muy difíciles la propia sección del Estado Mayor, de qué actitud
de captar. había adoptado ante el momento actual y qué se
Así debíamos haber razonado también en el caso podía esperar de ella. El muchacho sabía pocas cosas
de nuestra Conferencia. Pero bajo la viva impresión con certezas, y no quiso perderse en conjeturas. Le
del vergonzoso tumulto cuartelero, nos sentíamos dejamos marchar.
ultrajados, como si nos hubieran escupido al rostro; E inmediatamente, Bielov me soltó otra novedad
penosos y confusos sentimientos nos dominaban. desagradable:
En apretado haz, examinamos y repasamos con - Me han dicho que el convoy de armas que venía
detalle los incidentes de la jornada, sopesando la de Sarkand ha sido atacado por los soldados rojos,
situación. Luego, nos separamos, y cada uno se fue a que han arramblado con todo...
su cuarto. - Hay que comprobar eso ahora mismo...
Era ya noche cerrada. Al filo de las once. De - Desde luego... Voy en un vuelo a ver al jefe de
pronto, con precipitados pasos, entró en mi amunicionamiento; en seguida vuelvo.
habitación Murátov; siguiendo su costumbre, se quitó Y yo espero a Masarski. El me contará todo lo
sin detenerse los empañados lentes, y sus ojos sin que está ocurriendo en el cuartel...
cristales brillaron mortecinos, con cómica expresión Al galope de su caballo, llegó Masarski, echó pie
de desvalimiento. a tierra, entró veloz y, con la celeridad de siempre,
- Las cosas no marchan bien... empezó a disparar palabras:
- ¿Dónde? - En el cuartel el asunto está feo... Acabo de
- En la ciudad, andan mal... Entre los soldados mandar para allá a más agentes... Pero, sin necesidad
rojos hay agitación. Se están llevando a cabo de lo que digan, está claro que se preparan para
misteriosos preparativos... algo...
- ¿Y cómo lo sabes tú? Entretanto, Naya había telefoneado a los
- Masarski lo ha dicho; ellos tienen allí unos muchachos pidiéndoles que vinieran sin demora a mi
muchachos de la Especial, que se lo han cuarto, el fiel amigo Medviédich ensilló a nuestro
comunicado... Acaban de llegar a toda prisa... querido Escarabajuelo y partió en busca de los
La subrevación 87
camaradas a quienes era difícil avisar por teléfono... a la fortaleza. Nadie me dice nada, me rehuyen...
Unos minutos más tarde estaban ya reunidos allí Querían arrestarme, pero me he escapado... En el
Pózdnyshev, Kravchuk, Shegabutdínov, Rubánchik, cuartel hay infinidad de gente, y todos están
Verménichev, Mameliuk, Nikítchenko, Altshúler, armados; no sé de dónde habrán sacado las armas...
Kólosov... En fin, diez o doce personas43. Por cierto Entre mis soldados he visto a muchos elementos
que Nikítchenko nos dijo que, al venir, había oído extraños, desconocidos...
dos disparos en dirección al cuartel... En la Le escuchábamos atentamente, ocultando nuestra
habitacioncilla, debido al ruido, no nos habíamos emoción, pero con desconfianza:
apercibido de ello... "¿No será esto un bulo? Pues es poco probable
A través de todas aquellas informaciones sueltas, que un comandante no sepa lo que pasa en su
no era posible determinar aún nada con exactitud, unidad... ¿Querrá jugamos alguna mala pasada?"
estaba claro solamente que en el cuartel reinaba la Y como agradecimiento a sus noticias, le dijimos:
intranquilidad y se preparaban para algo... - De momento, quédate en la habitación de al
¿Pero cómo y con qué conjurar la tormenta que se lado; no salgas de allí, habrá guardia a la puerta. Y
nos venía encima? Los acontecimientos se mientras tanto, como probaremos la certeza de tus
desarrollaban a una velocidad increíble. informaciones...
- Camaradas, la situación no permite perder ni un Teníamos ya establecido contacto en todas
minuto... direcciones y mandamos a hacer pesquisas a varios
Debemos estar preparados para todo. Hay que hombres del Tribunal Militar y de la Sección
hacer frente al peligro de un modo organizado. Especial, con la orden de detener y traer a las
Vamos a distribuir nuestras fuerzas. Ante todo, personas sospechosas...
crearemos un estado mayor... integrado por unas tres - Tú, Shegabutdínov, vete a toda prisa al batallón
personas. ¡Un hombre solo no puede dirigir todo en de guardia, entérate de la situación que hay allí, y,
una situación como ésta! aunque sea por teléfono, comunícanos qué ocurre y
Fueron designados tres: Mameliuk, Fúrmanov y qué es lo que debemos hacer...
Murátov... Al cabo de unos minutos, regresó Bielov. Lindenbaum fue a la compañía de
El ocupó el sitio de Mameliuk en nuestro estado internacionalistas; Nikítchenko, al Tribunal.
mayor de las operaciones. Lo del convoy de armas Panfílich, desde el Estado Mayor de la división, iba
era una amarga verdad: lo habían deshecho, dando cuenta de lo que pasaba.
llevándose todo el armamento... ¡Qué perra suerte! De pronto, llegó la noticia:
- El Estado Mayor debe proceder inmediatamente - Ya han salido... Avanzan...
al recuento y movilización de todos los efectivos - ¿Quiénes? ¿Desde dónde?
nuestros... Ha de asumir la dirección de los - Desde el cuartel... Van hacia la fortaleza...
acontecimientos... Concentrar en sus manos la parte - ¿Son muchos?
operativa44. Establecer contacto con la Sección - Hasta ahora, han visto a unos cuarenta o
Especial, el Tribunal, la Escuela del Partido, el cincuenta hombres...
Comité del Partido y la compañía de ¡Había que cerrarles el paso inmediatamente! ¿A
internacionalistas. Poner todo y a todos en pie. Trazar quién mano dar? Destacamos a veintiocho
el plan de actuación en dependencia de lo que nos internacionalistas para que interceptasen los caminos
comuniquen los agentes de la Sección Especial que cercanos a la fortaleza. Se les ordenó:
acaban de ser enviados al cuartel... - No permitir el paso a la fortaleza. Procurar
Llamaron a la puerta, y entró raudo Donskij, desarmar a los sublevados. Disparar únicamente en
comandante del batallón de Dzharkent. Venía pálido, caso extremo. Entablar negociaciones sin demora.
jadeante, sus ojos centelleaban... Informó Exigir que depongan las armas.
precipitadamente: Los internacionalistas procedieron de un modo
- Todo mi batallón está en pie. Forman filas... se mucho más sencillo que todos nuestros consejos y
disponen a salir para alguna parte; seguramente, van mandatos: se unieron a los sublevados y, con ellos,
entraron en la fortaleza. Y en ésta no hubo ni un
43
En aquel tiempo Kondurushkin, que estaba recorriendo disparo, pues su guardia no ofreció resistencia
la región, se encontraba en Pishpek; Kushin, después del alguna. Al fin y al cabo, los hombres que allí había
asunto de Dzhinazákov, había marchado a Tashkent, eran del Semirechie, de los "suyos", y abrieron los
donde también se hallaba Poleies, en comisión de servicio. portones y saltaron los candados diciendo: "Tomad lo
44
Hay que decir que el consejo militar, aunque existía, era que queráis".
más bien teóricamente, pues en la práctica aún no había
dado muestras de su existencia. Nosotros, por vieja
Cuando nos enteramos de que el destacamento
costumbre, nos ateníamos a la Jefatura de la Delegación; enviado se había unido a los sediciosos, se nos heló
pero, en este caso, ni el delegado ni el jefe de la división la sangre en las venas...
podían actuar de modo individual en nombre de todas las Aquella compañía era la más segura de todas
organizaciones existentes. Era preciso un estado mayor de nuestras unidades. ¿En quién confiar ahora? Cierto
las operaciones.
88 Dimitri Furmanov
que se había pasado únicamente una pequeña parte Escuela del Partido 40 hombres.
de la misma. ¿Pero qué seguridad había de que, una Compañía del E.M. de la división 150 hombres.
hora más tarde, no se pasasen también los demás? Restos del batallón de guardia 50 hombres.
Shegabutdínov telefoneó desde el batallón de Organización del Partido en la ciudad 20 hombres.46
guardia:
- El batallón ha salido en ayuda de los sublevados, Estas eran las bayonetas con que contábamos. En
se dirige hacia la fortaleza... total, cuatrocientas y pico. No eran una fuerza
- ¿Todo él? pequeña. Cierto, no era pequeña, pero en cuanto a
- No. Quedan unos cincuenta musulmanes; ahora seguridad y confianza...
mismo os los mando. - ¡Chits!... ¿Qué es eso?
- Sí, inmediatamente, pero no aquí. Nosotros, con Prestamos atención: de lejos llegaban, cada vez
nuestro Estado Mayor, nos trasladamos al Estado más nítidos y fuertes, los sones de una marcha de
Mayor de la división... ¡Mándalos allá! combate:
En la oscuridad descendimos por la escalerilla de
la hostería de Beloúsovski y echamos a andar, casi a Hijos de los trabajadores,
tientas, entre las profundas tinieblas expectantes que del pueblo todos procedemos…
envolvían la calle.
Teníamos prisa. Rápido el paso, íbamos sin decir ¿Quiénes serían? ¿Vendrían a atacarnos? Pero
palabra, dando tropezones y soltando ternos. nosotros esperábamos el golpe de un lado
Queríamos llegar cuanto antes al Estado Mayor de la completamente distinto, de la parte del jardincillo. Y
división. allí, por doquier, estaban apostados nuestros escuchas
- Aliosha -encomendamos a Kólosov-, ve volando y patrullas. ¿Quiénes podrían venir cantando una
a la Escuela, arma a los alumnos y tráelos para acá. marcha de combate?
Aliosha partió al instante. La mujer de Goriáchev, la de Kravchuk, Naya y
Entretanto, Verménichev, como miembro del Antonina Kondurúshkina no se habían separado de
Comité Regional del Partido y con nuestro nosotros durante todo aquel tiempo. Con nosotros
asentimiento general, hizo saber, en nombre de dicho habían llegado al Estado Mayor de la división
Comité, al de la ciudad y el distrito que había que dispuestas a correr la suerte de todos. Para el servicio
reunir urgentemente a todos los militantes y traerlos de exploración eran las más apropiadas. ¡Nadie lo
formados y con armas al Estado Mayor de la haría mejor que ellas!
división. - Hala, a explorar el terreno...
Unos minutos más tarde, al mando del chino45 Se dejaron caer desde las ventanas y
Masanchí llegaba un pequeño destacamento de desaparecieron para volver en seguida con una buena
cincuenta y cuatro hombres del batallón de guardia, nueva:
enviados por Shegabutdínov. Los llevamos al patio - Vienen los de la Escuela del Partido...
del Estado Mayor. Dando un rodeo, se acercaban por los callejones,
En el patio había alarma: iban y venían negras bastante más a la izquierda del camino por donde les
sombras, soldados rojos llevaban presurosos algo en esperábamos.
distintas direcciones; junto a la terracilla de entrada, Llegaron y se sumergieron en las sombras del
unos hombres daban breves órdenes a otros, en tono patio, diluyéndose en su agitación y alarma.
severo; sólo se oían palabras sueltas, tajantes. Armados con lo que habíamos podido encontrar,
Emplazaron una ametralladora en el portón; junto a esperábamos el golpe de un momento a otro. Todo
la cerca un caballo dio a su vecino un mordisco bajo estaba ya preparado para recibir al enemigo: los
las crines, el agredido lanzó un relincho, y un hombres, formados en pequeñas columnas,
soldado rojo que estaba al lado le atizó al camorrista permanecían en el patio, acordonaban el edificio del
un culatazo. A la terracilla y de la terracilla saltaban Estado Mayor; negras, lustrosas, las ametralladoras
de continuo oscuras siluetas. En el patio reinaban la abrían rapaces sus estrechas fauces, mientras las
alarma, la agitación, la inquietud... En el local del bayonetas de los pesados fusiles tintineaban
Estado Mayor, todos nos habíamos congregado en suavemente.
una habitación grande, poco iluminada, y, en torno a Avizores, con suma atención, observábamos el
una ancha mesa de roble, hacíamos un recuento de jardincillo.
nuestras fuerzas. He aquí de lo que disponíamos: Estábamos dispuestos a devolver golpe por golpe.
A sabiendas de que aquello, aunque inevitable, no era
Tribunal Militar 60 hombres.
una solución. De tal manera no se podía resolver el
Sección Especial 75 hombres.
asunto. Cambiamos rápidamente impresiones acerca
Compañía de internacionalistas 100 hombres.
de la situación, examinamos y sopesamos las cosas.
45 46
Algunos camaradas comunicaron que Masanchí no era Según los cuestionarios, los comunistas con armas de la
chino, sino dungan. organización del Partido en la ciudad eran 20 solamente.
La subrevación 89
Ya estaban desarrollándose los acontecimientos, y profundidad. Cuanto más demorásemos las acciones
había que tener presente todo, en conjunto y en sus para sofocarlo, menos esperanzas habría de éxito,
diversos aspectos: más difícil sería conseguirlo. Era preciso hacer algo
Las relaciones con China... La amenaza de inmediatamente, sin tardanza, en las primeras horas,
Annenkov y Scherbakov… El peligro de una nueva en los primeros minutos, había que elegir sin yerro
matanza de carácter nacional... El ejército blanco, de una sola línea de acción y seguirla hasta el fin,
seis mil hombres, prisionero... cumplirla con férrea decisión, a toda costa.
Y ante nosotros surgía, palmaria y amenazadora, Volaban los pensamientos; nos comunicábamos
una perspectiva de la sublevación: si los sediciosos unos a otros nuestros fugaces planes. Y acordamos la
triunfaban, habría una salvaje orgía de sangre, norma general de conducta:
ferocidades inimaginables, crueles venganzas, 1. No atacar, sino defendernos, y aceptar el
saqueos, incendios de kishlaks enteros… Y a través combate solamente en caso inevitable.
de todo aquel horror, cabalgaría un general blanco... 2. Recordar que el primer disparo sería la señal
No, no era una fantasía, se trataba de una para el comienzo de una matanza por odios
perspectiva real, completamente real. nacionales, dejaría las manos libres para ello y la
Y no podía haber otra, teniendo en cuenta lo provocación conseguiría sus fines.
diversa, grave y confusa que era la situación y las 3. Intentar entablar negociaciones.
complicadas relaciones mutuas existentes en el 4. Hacer las concesiones máximas, teniendo en
Semirechie de entonces... cuenta que serían temporales.
Mas, ¿cómo evitarlo? ¿Qué hacer con unas 5. Pedir, entretanto, ayuda a Tashkent,
fuerzas como las que teníamos? Claro que si 6. Acercar a Vierni el 4° regimiento de caballería,
hubieran sido combatientes auténticos, leales, de que era de más o menos confianza y se encontraba
confianza, tal vez hubiésemos desbaratado de un solo casi a doscientas verstas, pero no hacerle entrar en
golpe demoledor todos los planes de los insurrectos. acción antes de tiempo, sin necesidad.
Pues cuatrocientos hombres constituyen una fuerza. 7. Ponerse inmediatamente en comunicación con
Pero las tropas nuestras no eran de esas con las que todas las demás unidades y hacerles saber con
se puede ir a un asalto. cordura y serenidad, sin pánicos, una parte de lo que
Nosotros sabíamos ya que en la fortaleza había ocurría, no todo.
más de mil bayonetas, teníamos noticia de que, sin 8. Lanzar una proclama.
cesar, desde todas nuestras unidades, afluían allí 9. Localizar la sublevación dentro de los límites
soldados rojos para unirse a los sublevados, así como de Vierni, sin permitir que se extendiera a la
la población de las stanitsas cercanas, enterada al periferia.
instante de todo o sabedora de ello con anterioridad. 10. No dejar entrever a nadie, en forma alguna,
Allí, en la fortaleza, habían sido derribadas hacía que la superioridad de fuerzas no estaba de nuestro
tiempo las puertas de los arsenales, y las armas eran lado, pues de lo contrario la población,
repartidas a los que llegaban... Allí tenían tres envalentonada por ello, se apresuraría a aumentar su
cañones, y nosotros ninguno; allí contaban con diez ayuda a los sediciosos.
ametralladoras, y nosotros con tres... 11. Permanecer todos juntos y decidir de común
Toda la región simpatizaba con los insurrectos. acuerdo nuestros actos.
Sólo esperaba el momento propicio para echar a los Así concebimos y trazamos con premura nuestro
agentes que recogían los productos agrícolas de la plan de acción.
contingentación y a aquellos malvados bolcheviques Había que saber capear el temporal, era preciso
que querían trasladar las tropas a Ferganá y, al propio poner, al máximo, las fuerzas en tensión, adiestrarse
tiempo, armaban a los musulmanes... Todo el en el desempeño simultáneo de todos los papeles: ser
Semirechie campesino estaría, con los sediciosos... a un tiempo parlamentario, diplomático, orador, jefe
No se pondrían a nuestro lado la ciudad ni la stanitsa. militar y soldado raso.
Y en cuanto a los campesinos pobres kirguizes, al Había que estar preparado para todo.
kishlak indígena, ¿qué podía hacer con las manos Pero era preciso permanecer en el puesto de
vacías frente a los regimientos armados? Tashkent combate hasta el último momento, sin olvidar ni un
estaba más allá de las montañas, a seiscientas verstas, instante que una espantosa catástrofe nos amenazaba.
sin ferrocarril alguno. Y si mandaban ayuda de allá, Claro que había dos salidas, y una de ellas era muy
habría que esperar mucho tiempo. Blazhévich sencilla: cuidar de la propia pelleja -sobre todo ahora,
llegaría de Siberia no se sabía cuándo. Ayuda urgente cuando se había aclarado que las fuerzas eran
no vendría de ninguna parte. Sólo había que contar desiguales y el golpe estaba cercano-, ensillar los
con las propias fuerzas... Pero, ¿qué fuerzas eran caballos y escapar al galope, a través de las
aquéllas? montañas, para refugiarnos en Pishpek, por ejemplo.
Y las llamas de la sublevación se alzaban Aquélla era una salida fácil y sin peligro: nos
potentes. El fuego se propagaba en extensión y salvaríamos de una muerte cierta, y asunto concluido.
90 Dimitri Furmanov
situación obligó a éste a desempeñar un papel difícil quedado allí para las negociaciones iniciadas.
y peligroso. En aquel momento, nos comunicaron que una
La delegación había partido. Esperábamos docena de hombres de la fortaleza se acercaba a la
nerviosos los resultados: tan pronto creíamos en un puerta del Estado Mayor de la división y querían
feliz desenlace como dudábamos de ello. entablar conversaciones con nosotros. Les dejaron
Captábamos el menor rumor que venía de la pasar. Los condujeron a la habitación grande donde
fortaleza. Unos aseguraban que los habían recibido estaba reunido en sesión permanente nuestro consejo
amistosamente. Otros decían que, nada más llegar, militar.
les habían dado una paliza. Se afirmaba, que la - Somos delegados de la fortaleza y de la
delegación había sido desarmada en la misma puerta guarnición sublevada -nos declararon-. Venimos a
y llevada al interior de la fortaleza para su hablar con vosotros de diferentes asuntos de
fusilamiento. Por fin, se presentaron tres o cuatro importancia.
alumnos de la Escuela del Partido y nos comunicaron Nosotros, claro está, les preguntamos
de buena fuente que los de la fortaleza habían inmediatamente por nuestros compañeros detenidos,
hablado con la delegación poco, groseramente y en inquiriendo por qué se les había encarcelado, dónde
tono de amenaza; luego, los detuvieron y encerraron estaban, si iban a ser puestos en libertad y cuándo.
en una mazmorra. En la fortaleza la gente estaba muy Los de la fortaleza manifestaron que nuestros
excitada, seguramente se preparaban para algo camaradas se encontraban ya en libertad, que
decisivo... vendrían de un momento a otro y que habían sido
Por cierto que aquello no era nada nuevo para detenidos por equivocación, no se sabía por quién.
nosotros, porque a cada momento esperábamos ya el Aunque la explicación era necia a todas luces, no
golpe. objetamos nada, y la recibimos en silencio.
La noticia del arresto de la delegación salió a la Seguíamos atentamente la conducta de los
calle y se difundió por la ciudad, por las aldeas y los parlamentarios; observábamos que procuraban
kishlaks cercanos. escabullirse uno a uno, husmear por todas partes, ver
Por aquel entonces, todos los rumores y noticias algo, enterarse de cómo marchaban nuestras cosas,
se propagaban con rapidez pasmosa. Al cabo de un con qué medios y fuerzas contábamos. Y nosotros,
minuto, literalmente, cualquier nueva de importancia como sin intención alguna, íbamos cerrando
era conocida al mismo tiempo por amplios sectores; herméticamente una puerta tras otra, sin dejarles salir
contribuían a ello el teléfono y la comunicación viva, de nuestro apretado cerco y sosteniendo, en una
realizada principalmente por la caballería de la estancia vacía, una conversación también vacía, por
fortaleza. las evasivas respuestas de los emisarios, se veía en
Entre los de la delegación, había sido detenido seguida que no se sacaría de ellos nada práctico, que
Shegabutdínov. La población indígena se enteró en habían venido exclusivamente en calidad de espías y
seguida. Y la infausta nueva se expandió rauda: "Nos que todas sus palabras y afirmaciones no valían un
desafían, ya han dado la señal, detienen a los comino.
nuestros, los meten en la cárcel. Preparaos para el - Vaya, vaya, ¿y por qué, decís, fueron detenidos
combate. Alzaos, ¡pronto!, ¡¡pronto!!" nuestros representantes?...
Masanchí, en el Estado Mayor de la división, - No lo sabemos -eludían la contestación-. No lo
informaba alarmado: sabemos. No estamos autorizados para ello...
- Acaba de llegar presuroso un gran grupo de Conforme hablaban, se miraban unos a otros de
kirguizes. Me han exigido armas para ir a la continuo, como consultándose: "¿No se me habrá
fortaleza, a liberar a Shegahutdínov... Querían escapado alguna palabra imprudente?"
lanzarse al monte, a caballo, y sublevar a los vecinos - Nos mandan solamente para que os
de los kishlaks. Afirmaban que en un dos por tres comuniquemos que en la fortaleza tenemos
pondrían en pie de guerra todo un ejército. Pero yo propósitos muy pacíficos... (Muy pacíficos... muy
no tengo armas, y se han marchado de vacío... Los pacíficos... -hicieron coro tres o cuatro voces). Y
musulmanes están asustados y su indignación es como vosotros, tampoco queremos derramamiento de
enorme. Muchos, temerosos de una degollina, se han sangre. Vuestros delegados nos lo dijeron en la
ocultado... Otros muchos han huido a las montañas, fortaleza, y por eso hemos venido a convenceros de
imploran al cielo, escapan a donde pueden... que también nuestros propósitos son pacíficos…
Ordenamos a Masanchí que, valiéndose de (Pacíficos... pacíficos... -asintieron de nuevo las
muchachos fieles, tomase sin demora medidas para voces.)
hacer saber a la población indígena que no ocurría - Entonces, camaradas, ¿cuál ha sido el motivo?
nada de particular, que los rumores de un peligro ¿Por qué, en realidad, se ha levantado la guarnición?
amenazador eran exagerados y falsos en su mayor ¿Qué es lo que os inquieta especialmente?
parte y que Shegabutdínov no había sido detenido en Intentemos ponernos de acuerdo.
la fortaleza, ni mucho menos, sino que se había - No, no podemos hacer eso...
92 Dimitri Furmanov
- Cierto, no podemos; no podemos, en absoluto... de la fortaleza por teléfono y pidieron que les
de ninguna manera... -apoyaron los demás emisarios enviásemos una nueva delegación, investida de
al que hablaba. plenos poderes, con la que pudieran examinar allí sin
- ¿Y por qué no? Aunque sólo en las cuestiones demora "las cuestiones más candentes para los
previas... soldados rojos".
- Ni en las cuestiones previas; no estamos No había remedio, teníamos que enviarla, y
autorizados para ello. Hemos venido para precisamente en aquellos momentos, mientras los
tranquilizaros nada más... parlamentarios de la fortaleza estuvieran con
- ¿Pero por qué no sacáis las tropas de la fortaleza nosotros. No les dejaríamos marchar hasta que no
y no empezáis unas negociaciones verdaderas, serias, volviesen nuestros muchachos...
con nosotros? Elegimos cuatro -Kravchuk, jefe de la Sección
- En cuanto llegue el veintiséis regimiento... Política de la división, Pável Béresniev y dos
- ¿Y qué tiene que ver el veintiséis regimiento? alumnos: Kopilov y Sedijara mandarlos allá. Les
- Cuando venga, hablaremos... Sin él no podemos dimos la siguiente tarea: no llegar a un acuerdo
hablar, hay que aclarar las cosas de una vez, en definitivo y limitarse a tantear el terreno, observar
nombre de todos... aqueo llo, captar el estado de ánimo reinante, ver
Y así, dando rodeos y sin soltar prenda, estuvieron quiénes eran los cabecillas, calcular
su buena media hora. aproximadamente las fuerzas de la fortaleza,
Nosotros queríamos levantar acta de aquella averiguar qué era lo que sus hombres querían
"reunión" y firmar lo que declaraban ambas partes. concretamente, cómo se proponían conseguirlo y
Pero los de la fortaleza se opusieron hasta qué punto teníamos que ceder nosotros...
terminantemente, negándose hasta a dar sus nombres. Una vez preparados, partieron. Y allí, en el Estado
El asunto no cuajaba. Los emisarios obraban con Mayor de la división, continuamos nuestra inocente
doblez; no decían nada de provecho y se limitaban a cháchara con aquellos ingenuos emisarios.
repetir: Digamos ahora unas palabras acerca de nuestro
- Hemos venido sólo para tranquilizaros... Para delegado Pável Béresniev. La víspera de la
tranquilizaras nada más... sublevación, por algunos pecados viejos -o quizá
Maldita la falta que nos hacía aquella recientes-, la Sección Especial se disponía a
"tranquilidad": ¡con qué codicia miraban, procurando detenerlo. A eso de las diez de la noche, cuando la
ver a través de las paredes lo que tras ellas se sesión de la Conferencia había terminado ya,
ocultaba! Béresniev vino en busca de amparo al Estado Mayor
Permanecíamos sentados, llenos de recíproca de la división y se dirigió a Bielov, jefe de la misma.
desconfianza, tratando de calar mutuamente en la Este aplazó el asunto hasta el día siguiente y dispuso
intención de cada palabra, nos sondeábamos, que Béresniev quedase allí, con él. Por la mañana
hacíamos todo lo posible para desorientarnos, para temprano quería aclarar todo, personalmente, con
echamos la zancadilla unos a otros, nos tanteábamos Masarski. Pero a la mañana siguiente, ya sabemos lo
buscando los respectivos puntos débiles. que pasó... Y huelga señalar que nadie estaba para
Con los parlamentarios de la fortaleza, había ocuparse de Béresniev. Algunos camaradas nuestros
venido también Saráiev, comandante militar de aseguraban que Béresniev era el jefe de la rebelión y
Vierni, al que los sublevados, después de arrestarlo y que había tramado aquello del amparo con el
tenerlo encerrado largo tiempo, habían decidido exclusivo objeto de infiltrarse en el Estado Mayor
utilizar ahora: para enterarse directamente de cuanto le fuera
- Si no vuelves -le comunicaron al salir-, ten por necesario y luego, en el momento oportuno, cuando
seguro que liquidaremos tanto a Murátov como a todo estuviera ya claro para él, ¡dar la orden de que
Shegabutdínov... nos asesinasen!
Yo sentía continuos deseos de hablar a solas con - Cuidado con Béresniev -nos advertían-, es un
Saráiev, de enterarme por él, con exactitud, de lo que bandido famoso. Ha cometido por el Semirechie tales
ocurría en la fortaleza, pero aquello no era posible en fechorías, que hace ya tiempo debía estar ahorcado...
modo alguno, pues estábamos sentados a la vista de Hay que detenerlo inmediatamente y dejarlo
todos y los de la fortaleza le vigilaban estrechamente. encerrado hasta el final...
Sólo nuestros ojos se encontraban de vez en cuando, También hay, que decir que Béresniev había
y yo veía, por su mirada inquieta, seria, que las cosas mandado en un tiempo todas las tropas del
no marchaban bien allá. En respuesta a mis Semirechie, y por aquel entonces se le consideraba
interrogantes ojeadas, se limitaba a mover la cabeza como un magnífico comandante de guerrilleros, que
con lentitud, como diciéndome: se distinguía por su audacia, temerario arrojo y férrea
- Mal, muy mal está el asunto... voluntad. Gozaba de gran popularidad entre sus
Pero no conseguimos hablar. hombres, pero el Mando tenía mal concepto de él por
En tanto platicábamos con los emisarios, llamaron la excesiva tolerancia que mostraba con sus
La subrevación 93
propusimos un lugar neutral: el Estado Mayor de la delegación suya y nos comunicó que los de la
Brigada Kirguiza. Los de la fortaleza dudaron, se fortaleza no tomarán contra nosotros ninguna clase
resistieron un poco y acabaron por aceptar. Se de medidas, pero en sus palabras se percibía
convino que nos encontraríamos allí a las cuatro de la vaguedad y contradicción. Nosotros, a nuestra vez,
tarde y que por cada una de las partes irían diez les enviamos una delegación de cuatro camaradas,
delegados. Empezamos a prepararnos para la pero las conversaciones no han conducido a nada, ya
entrevista; reuníamos datos y documentos, que los sublevados demoran la resolución de todas
cambiábamos impresiones. las cuestiones importantes -como la de las armas, la
A esa hora aproximadamente dirigí a Tashkent evacuación de la fortaleza, la subordinación a
este telegrama: nuestras órdenes, y demás- hasta la llegada del 26°
regimiento. Luego, propusieron que enviásemos a la
Tashkent. Consejo Militar Revolucionario del fortaleza, para las negociaciones, al jefe de la
Frente del Turkestán. división, al comisario de la misma, a los jefes de
Camarada Novitski brigada y al encargado de la sección política de la
Le comunico nuevas noticias. Al batallón se han división.
unido las siguientes fuerzas: el batallón de guardia, Esto nos pareció sospechoso. Pues resultaba que
un batallón del 25° regimiento, la sección adjunta de nos podían dejar de un golpe sin dirección militar;
artillería, las milicias, la Compañía Internacional, por ello, les hemos propuesto organizar la entrevista
excepto 70 hombres48, y además de todo esto, a ellos en casa neutral y mandar a ella igual número de
afluye continuamente la población. En la fortaleza ha delegados por ambas partes.
sido creado un órgano de dirección: el llamado Todavía no hemos recibido respuesta.
Consejo de Combate. Este Consejo se dispone a Comunique qué refuerzos nos han mandado y
implantar su dictadura, a acordonar la ciudad y cuándo.
liquidar la Sección Especial y el Tribunal El delegado del Consejo Militar Revolucionario
Revolucionario. Esto, sin duda alguna, será -ya lo Dm. Fúrmanov.
está siendo-, acogido con gran simpatía por una
población que, en los momento actuales, ha provisto El telegrama lo cifró el fiel Rubánchik. Le
de caballos a los sublevados. Se tienen noticias de ayudaba Nikítchenko y, para lo que hubiera que
que uno de estos días los sediciosos van a convocar escribir a máquina, Lídochka Otmarshtein estaba en
un Congreso. Anoche los sublevados enviaron una su puesto. Rubánchik nos dejaba maravillados:
delegación al 26° regimiento de Ilískoie, pero no se recordaba las cifras con pasmosa rapidez, y las iba
ha logrado averiguar qué mandato llevaba. A las diez soltando de memoria; en cuanto a los textos cifrados
de la mañana del 12 se ha recibido por teléfono una de otros, nos los leía de corrido, como si se tratase de
comunicación del jefe del 26° regimiento dando escritura ordinaria.
cuenta de que la delegación ha sido detenida; pero
nosotros consideramos esta acción como una muestra Hacía tiempo que la ciudad estaba en pie. La
de disciplina por parte del jefe de la unidad, y no del alarmada población conocía desde la noche anterior,
regimiento, ni mucho menos, que seguramente actúa desde los primeros minutos de la sublevación el paso
de común acuerdo en todo con los sublevados, pues de las tropas del cuartel a la fortaleza. Se deslizaban
éstos han resuelto no adoptar ninguna medida cautelosos o corrían raudos diferentes rumores e
decisiva hasta la llegada de dicho regimiento, al que invenciones:
equivocadamente esperan de un momento a otro. En - Los cosacos que se entregaron se han apoderado
vista de la situación creada y en tanto no recibamos de la ciudad...
refuerzos, estimamos prematuro establecer nuestra - Scherbakov se ha lanzado al ataque desde China,
dictadura, ya que nuestra debilidad real no nos y toda la ciudad está ocupada por los blancos...
permite dictar nada. Y el solo nombre de dictadura - "Las autoridades" han sido ahorcadas...
no va a darnos fuerzas; por otra parte, ello irritaría a Cada uno soltaba lo primero que se le ocurría. Los
los de la fortaleza y les obligaría a poner de vecinos rivalizaban en falsear y agrandar lo que oían,
manifiesto su superioridad militar. Nosotros, sin añadiendo algo "de su cosecha". Y los rumores se
reglamentar nuestra dictadura ni irritar a los de la condensaban sobre la ciudad como negros
fortaleza, seguimos dando órdenes y disposiciones. nubarrones, caían cual gotas de lluvia en torrente
Debe usted comprender que nuestras fuerzas humano, se hundían en él y emergían de nuevo para
distan mucho de ser iguales, y cualquier paso brusco seguir corriendo veloces, monstruosos, hinchados,
puede dar lugar a enojosas complicaciones. Hasta la desconocidos... Pues ése es el destino fatal de todos
llegada de nuevas fuerzas, inevitablemente, nos los rumores.
mantenemos a la expectativa y hemos entablado En las instituciones, por supuesto, tampoco se le
conversaciones con ellos. Vino a vernos una pasaba a nadie por la imaginación la idea de trabajar:
no se hacía nada, se ganduleaba por los pasillos, tras
48
Poco después también se marcharon estos setenta.
96 Dimitri Furmanov
las mesas de los despachos y ante los alféizares de las Alguna fuerza administrativa nos quedaba, claro
ventanas; unos aguzaban la oreja con timidez, otros está: el personal del Estado Mayor de la división, los
murmuraban con valentía, soltaban aviesas risitas o telegrafistas, una mecanógrafa; teníamos además
meneaban la cabeza y se marchaban en silencio algunos hombres de los destacamentos esfumados,
mordiéndose el mostacho y rascándose el cogote, en pero todas aquellas fuercecillas eran tan
dependencia de si les había gustado o desagradado lo insignificantes e inseguras, que temíamos quedarnos
oído. sin ellas en cualquier instante. Y si los telegrafistas
Sin implantar nuestra dictadura oficialmente, nos abandonaban de pronto, ¿qué hacer entonces?
procurábamos en todas nuestras intervenciones Pero no se iban; tal vez porque estuvieran
mantener un tono fuerte, seguro, que encubría hasta conscientemente con nosotros, quizá porque no les
cierto punto nuestra flagrante impotencia. quitábamos ojo. No se sabía. Mas lo cierto era que
Imprimimos e hicimos circular por Vierni una seguían allí y continuaban trabajando.
proclama que decía: Por extraño que parezca, los sediciosos no habían
cortado la comunicación telegráfica más que con
A TODOS, A TODOS, A TODOS... Pishpek, e incluso esa línea no había sido averiada
Circulan por la ciudad provocativos rumores de grandemente, arrancando los hilos; por lo visto, la
que la fortaleza ha sido ocupada por los guardias conservaban para ellos. También habían dejado
blancos. intacta la comunicación por teléfono en toda la
El Consejo Militar, el Comité Militar ciudad, y con nosotros, con el Estado Mayor de la
Revolucionario de la región y el Comité Regional del división, hablaban de continuo, amablemente, sobre
Partido de los comunistas bolcheviques declaran diversos asuntos.
categóricamente que tales rumores constituyen una Permanecían a la espera. Sin duda alguna,
franca provocación, de la peor especie. Al propio aguardaban convencidos de que, de un momento a
tiempo, advierten que lucharán con toda energía otro, llegaría a Vierni el 26º regimiento de infantería
contra los propagadores de semejantes bulos. para incorporarse a ellos. Estaban completamente
La lamentable incomprensión que casualmente seguros. Y no querían emprender la acción definitiva
tiene ahora lugar entre una parte de la guarnición de sin la ayuda que venía. Además, tenían una idea
Vierni, será resuelta sin duda a la mayor brevedad. absolutamente equivocada de nuestras fuerzas reales:
El Consejo Militar, el Comité Militar calculaban que en la Sección Especial y en el
Revolucionario de la región y el Comité Regional del Tribunal contábamos con no menos de... ¡800
Partido invitan a todas las instituciones y hombres seleccionados y una decena de
funcionarios públicos a proseguir con serenidad su ametralladoras! ¿De dónde habían sacado tales
cotidiana labor. datos? Nadie lo sabía, pero a nosotros nos venía muy
En estos días no puede haber pánico ni bien la equivocación de los de la fortaleza y nos
vacilaciones de ningún género entre los funcionarios agarrábamos a ella como a un clavo ardiendo,
del Partido y de los organismos soviéticos, entre exagerando y difundiendo con gran celo los rumores
todos los ciudadanos de la región de Semirechie. sobre las considerables fuerzas que teníamos de
Por el presidente del Consejo Militar, Dm. reserva. Aquellos rumores surtían indudablemente su
Fúrmanov. efecto, suscitando en la fortaleza inseguridad,
Por el presidente del Comité Militar lentitud e indecisión y alzándose como un obstáculo
Revolucionario, Pátsinko. en el camino de la actuación resuelta. Pero poco
Por el comité Regional del Partido, Verménichev después ocurrió un incidente que pudo haber
12 de junio de 1920. acelerado el curso de los acontecimientos y volverlos
11 de la mañana. contra nosotros de un modo trágico.
Traían de Talgar, para la sección de ingenieros de
Eso escribimos, pero a sabiendas, claro está, de la división, cuatro barriles de alcohol. Los de la
que nadie iba a "proseguir con serenidad su cotidiana fortaleza se apoderaron del preciado envío y
labor" ni podría hacerlo hasta que no fuese liquidada obligaron al carro en que éste venía a entrar en el
la sublevación misma. Lanzamos la proclama más recinto. Una vez allí, al modo de los libres
que nada para recordar que existíamos, que no nos zaporogos, rodearon a los coperos y exigieron que les
habían asesiando aún y conservábamos no pocos escanciaran "vino crudo" a razón de una gran copa
ánimos, e incluso atrevimiento, pues amenazábamos por cabeza, habilitando para ello... un bote de
"con toda energía", sin tener con qué cumplir la conserva sucio y herrumbroso.
amenaza. Una parte de la guarnición ya se había remojado
Pero así lo exigían las circunstancias. La proclama el gaznate de lo lindo, pero los cabecillas tomaron
elevó algo nuestra moral y les bajó un poco los cartas en el asunto y pusieron término a la
humos a nuestros enemigos. Y no esperábamos de borrachera, temerosos de que nuestras "10
ella nada más. ametralladoras y 800 bayonetas" dejasen en el sitio a
La subrevación 97
los ebrios. Asustaron a la multitud, haciéndole ver el decidían a dar ese paso antes de la llegada del 26°
peligro que la amenazaba, y a ésta se le quitaron las regimiento, considerando en cambio muy
ganas de seguir empinando el codo: el miedo a la conveniente el adueñarse de la fortaleza, ya que con
muerte pudo más que la atracción del bote de ello lograrían:
conserva. En primer lugar, echar allí la zarpa a las armas.
Y a nosotros aquello nos vino de primera, pues, En segundo lugar, hacerse fuertes y prepararse
de lo contrario, no es difícil imaginarse lo que habría para el encuentro.
ocurrido a la noche... En tercero, animar a las demás unidades a que se
Hay que decir que varios de nuestros mejores sublevasen también.
camaradas -Saráiev, Shegabutdínov y Streltsov-, que Y por último, despertar a la aldea, atraer e
habían ido a parar a la fortaleza, lucharon también a incorporar de golpe las masas campesinas al
su manera, aunque con otros fines, contra la movimiento.
desenfrenada bacanal. Y lo hicieron porque sabían Desde su punto de vista, tenían razón los
que lo primero que se hundiría en el mar encrespado primeros, claro está. A los sublevados les convenía
de la embriaguez sería el Consejo Militar y el Estado actuar con decisión desde el comienzo mismo del
Mayor de la división. Por consiguiente, las dos alzamiento. Podían ocurrir dos cosas: que el Estado
partes, cada una a su modo y sirviendo a sus intereses Mayor de la división tuviese bastantes fuerzas, en
respectivos, contribuyeron a que la borrachera en la cuyo caso no sería posible esconderse de ellas
fortaleza no pasase a ser general. metiéndose en la fortaleza para esperar al 26°
regimiento, o que no las tuviese en cantidad
Se agitaba la fortaleza rumorosa. Parecía un suficiente, y entonces, ¿a qué aguardar hasta la
campamento alarmado cuando, bajo la amenaza de llegada de las nuevas fuerzas cuando era fácil vencer
un peligro cercano, se dispone precipitadamente a con las allí presentes? Sí, los primeros estaban en lo
entrar en combate: con sonoro y apresurado afán, se cierto: de una rápida acometida, había que haber
afilan los agudos puñales, las anchas espadas, y todo irrumpido en el Estado Mayor de la división, para
se pone en tensión, vibra como un toque de clarín detenernos a todos y tal vez fusilarnos. Tenían que
alto, inaccesible, tembloroso al presentir la liza haber tomado todo el Poder inmediatamente,
inminente, inevitable. Y esa agitación febril, ese practicar detenciones en masa, declarar que no había
fragor constante en que se funden gritos más autoridad que la suya, demostrar en fin a todos y
enardecedores, órdenes entrecortadas, incoherentes, en todo que la victoria era de ellos. ¿Hicieron eso los
sin esperanza, dadas con enronquecida voz, coléricas sublevados? En absoluto. Se limitaron a proclamar a
preguntas, amenazas terribles e impotentes, resonaba medias su victoria; luego, iniciaron una serie de
sin cesar, como un prolongado rugido de fiera, sobre negociaciones y conferencias con nosotros,
la fortaleza sublevada. ¡No más jefes! ¡No queremos enfangándose así en disputas y deliberaciones hasta
que nos mande nadie! ¡Abajo todos, al cuerno!, quedar atascados en ellas. Nosotros procurábamos
decían los gritos salvajes en aquella demencial con empeño meterles cada vez más en aquel barrizal,
barahúnda. pues únicamente allí estaba nuestra salvación y la de
Pero ya se vislumbraban los primeros indicios de nuestra causa. Los sublevados sabían pronunciar
organización. Instintivamente, los sublevados terribles palabras, pero no eran capaces de realizar
presentían que sin ella no se iba a ninguna parte. Aún terribles hechos.
tardarían mucho en desaparecer el libertinaje y el Les desconcertaba la suposición de que en la
desenfreno; durante largo tiempo, los de la fortaleza Sección Especial y en el Tribunal había muchas
seguirían decidiendo las cuestiones, a grito pelado, fuerzas. No fue casual que, después de hacerse
en sus ruidosas asambleas. Mas podría llegar un día dueños de las armas que traía el convoy y cuando se
(¡habría llegado sin duda!) en que una mano de disponían a trasladarse del cuartel a la fortaleza,
hierro sujetase a las turbas desmandadas, mandasen en primer término fuertes patrullas a
inmovilizándolas con la disciplina del látigo, del vigilar la Especial y el Tribunal: esperaban el golpe
sable y de la bala de plomo, y las hiciese marchar desde allí.
imperiosa. Pero éste no llegó. En silencio, sin gritos ni
Y esas masas se pondrían en marcha, sumidas, canciones guerreras, compañía tras compañía, entre
aborregadas, sin ver ni comprender el camino por el leve tintineo de las bayonetas, fueron pasando los
donde las llevaban. hombres a través de las profundas tinieblas de la
noche. Una vez en la fortaleza, derribaron las puertas
En el cuartel, apenas comenzada la sublevación, de sus arsenales y se llevaron todas las armas. La
las opiniones se dividieron: unos decían que había guardia ni siquiera pensó oponerles resistencia;
que atacar inmediatamente el Estado Mayor de la apartóse, dejando a los sublevados libre el paso, y se
división, apoderarse de él y detener o matar a todos unió luego a ellos.
los jefes; otros aducían razones en contra y no se En cuanto entraron en el recinto, los sediciosos
98 Dimitri Furmanov
empezaron a correr por todas partes con ululantes bigotillo oscuro, muy recortado; bajo éste, el mentón
gritos, a huronear por los rincones, a revolver la pronunciado, rebelde, se apoyaba en el pecho, con la
fortaleza, tranquila de ordinario, poniéndola patas fuerza con que apoya el toro el testuz en la barrera.
arriba. Rasgaban el profundo silencio chirriar de En sus ojos, negros, vivaces y pícaros, había
hierros, estridentes silbidos, los relinchos de los cascabelera alegría de la vida, brío de danza a los
caballos, los ternos de los hombres, tajantes, sones de un acordeón y un insensato arrojo, sin
rotundos. Y la noche de junio también aullaba, límites, una temeraria audacia que absorbía todo lo
relinchaba, gemía rechinante. Una tras otra, con demás. Hablaba Karaváiev apresuradamente, con
acelerada rapidez, cada vez más altas las crestas de pronunciación clara y tono enfático. Su sonrisa
espuma, se alzaban amenazadoras en la agitada maliciosa, burlona, desconcertaba de continuo, y no
fortaleza las rugientes olas de la sedición. se sabía nunca si estaba, diciendo la verdad o se
Allí, en el centro de aquel torbellino humano, se mofaba de uno, guardando sus pensamientos. Fueron
encontraban Petrov y Karaváiev. él y Petrov quienes sublevaron el cuartel, hicieron
Petrov era un mocetón fornido, atlético, casi más formar filas por la noche a los soldados rojos, les
ancho que largo. Su pequeña cabeza, pelada en arrojaron los fusiles, contaron los cartuchos para cada
redondo, estaba firmemente incrustada entre los uno, enviaron patrullas en distintas direcciones,
hombros recios, musculosos. Cada una de sus manos condujeron a los hombres a la fortaleza, los metieron
tenía la anchura de una pala. Sus piernas cortas, pero en ella y siguieron siendo allí el epicentro de toda
fuertes, nervudas, desplazaban con facilidad el aquella vorágine.
corpachón aquel. Mas toda su compacta figura, como De los "comunistas" iba a verles al batallón un tal
de hierro macizo, parecía sólidamente hincada en la Chéusov, que trabajaba en las milicias y, por tanto,
tierra. En sus ojillos verdes, entornados con picardía, formaba parte de la "plana mayor". Sin embargo, los
percibíase inteligencia, pero tras la inteligencia, sublevados no le temían, pues sabían qué clase de
estaba agazapada, palpitante, una crueldad "comunista" era, y con tales comunistas se podía uno
implacable, de fiera. Fogueado en el frente, era un entender.
jabato en el campo de batalla. Entre sus compañeros Chéusov les hablaba de las necesidades que
se destacaba como camorrista y jaque; amigo de pasaba, de las desdichas de las milicias, de la vileza
juergas, no se quedaba atrás empinando el codo. de los jefes que habían venido del centro directivo,
Digno cofrade de Petrov era el mala cabeza de asentía a las afirmaciones de que "los soldados rojos
Karaváiev, jaranero despreocupado al que nada le padecían sin culpa alguna", eran oprimidos, se les
importaba un pito. Por algo, de todas las canciones, coaccionaba y perseguía, hacía coro a los ayes y
la que más le gustaba era aquélla de: lamentos de los del cuartel, maldecía de todos los de
"arriba", poniéndolos de vuelta y media. En pocas
Todo lo doy, pródigo soy. palabras: era uno de los suyos. Y muy útil, por cierto.
Tendría de treinta y cinco a treinta y ocho años.
Y era verdad. En el combate mostraba valor e En el rostro amarillo, enjuto, permanecían inmóviles
iniciativa, siendo capaz de echar una mano en un unos ojos castaños con grisáceos reflejos. Unos
momento difícil y hasta de dar la vida en el calor de cabellos rubios oscuros se empinaban escasos sobre
la pelea. la despejada frente. Alzábase de continuo con el
En cambio, cuando la vida transcurría tranquila, borde de la mano las guías de los ostentosos y
sin fragores de guerra, la amaba, y no la entregaría crespos bigotes. Reflexivo y lento de ademanes,
sin lágrimas; pediría clemencia, como la pidió más tampoco se precipitaba en sus acciones, pero, a
tarde al tribunal: veces, montaba en cólera de pronto, y en tales
- Tened compasión. Perdonadme. Me enmendaré. momentos era capaz de golpear con furia. Poseía
Lavaré esta mancha. Lo juro... poca instrucción, mas eso no le preocupaba, pues él
Bajo de estatura, de complexión robusta, no vivía de los conocimientos, se arreglaba
Karaváiev se asemejaba a un tejón. Era nervudo, ágil principalmente con sus ideas y con lo que veía y oía
y diestro, como un dzhiguit49. Y como un dzhiguit alrededor: todo ello lo captaba al vuelo y se le
montaba a caballo; para él el caballo y la silla, igual quedaba grabado en el acto. Como Chéusov
que el tajo para el carnicero, constituían su elemento. frecuentaba el cuartel, sabía adonde iban a ir los
Tenía unos cabellos secos, espesos, cerdosos. Su soldados rojos, pero no fue con ellos; se presentó
frente estrecha no presagiaba bondad. Sus dientes de directamente en la fortaleza y, en cuanto llegó, puso
lobo rebrillaban, en maligna sonrisa, entre los labios manos a la obra: discursos, discursos y más
purpúreos, cuarteados por el viento. ¡Qué espanto si discursos, palabras consejos e indicaciones a granel;
clavaba los colmillos aquellos en la garganta! es decir, olisqueó el negocio, lo encontró apetitoso y,
Chuparía toda la sangre el vampiro aquel. Sobre los empuñando las riendas, se metió de lleno en él.
labios, como ceniza esparcida, extendíase un Por el tiempo en que intervenía ante el batallón de
Dzharkent, del 27° regimiento, había ya en él mucha
49
Jinete caucasiano. (N. del T.)
La subrevación 99
gente extraña, porque se daban armas a cuantos se Era un hombretón imponente, gigantesco, un
pasaban a los sublevados; encontrábanse allí algunos Goliat que infundía espanto. La anchura de sus
hombres de la sección del Estado Mayor, los del espaldas estaba en consonancia con su talla. Tenía
batallón del 25° regimiento unidos a los sediciosos y unos bigotazos rojizos con dos guías como dos aspas
gran número de muchachos del batallón de guardia. de molino, grandes, dilatadas, largas, que se movían
Entre estos últimos había dos, Vúychich y Bukin, que como si tuviesen vida propia. No eran unos bigotes
desempeñarían más tarde un papel de no poca de muñeco, como los ostentosos de Chéusov, sino
importancia. serios, de verdadero gigante, capaces de sostener
En algunos lugares del Turkestán, calcinados por fácilmente, durante media hora, a un niño de tres
el sol, crece un árbol nudoso, torcido y encorvado: el años que se colgase de ellos. Bukin tenía en la aldea
saxaúl. un hijito, llamado Alioshka, y le gustaba alzarlo en
Vúychich se parecía al saxaúl: era tan desgarbado, vilo con sus manazas torpes cuando el pequeño se
enteco y alto como él, y también estaba encorvado, agarraba en efecto a los mostachos del padre. Lo
torcido; diríase que alguien había intentado partirlo y levantaba sobre su cabeza y, acompañado del
sólo había conseguido retorcerlo igual que a una impotente llanto de su asustada mujer, delgaducha,
varilla de hierro. anémica, rugía con aguardentoso vozarrón de bajo
Sus calzones de soldado rojo, mugrientos, llenos profundo:
de remiendos de todos los colores, flotaban holgados - Alioshka, Alioshka, hijo de perra... Mira que te
al viento en las piernas, finas y largas como pértigas, agarro así y te estrello contra el suelo... ¡Ah,
y las perneras caían colgantes, a semejanza de dos canalla!...
rabos o de dos cintajos, sobre los anchos pies Y lo acariciaba con sus rojizos bigotes-aspas,
desnudos, sucios, de negros dedos, hediondos sin mientras Alioshka lloraba a moco tendido del dolor y
duda a causa del sudor. La camisa, pequeña para el del susto mortal que le causaban las caricias del
larguirucho aquel, apenas le tapaba el ombligo, padre.
mientras las mangas sólo llegaban hasta los codos de Permanecer al lado de Bukin era un poco
unos brazos descarnados, de enfermo. Las manos arriesgado, pues podía acabar con quien lo hiciera si
escuálidas se balanceaban inútiles, como colgajos. le descargaba desde la altura su enorme puño sobre el
Tenía una cabeza de pájaro: pequeña, inquieta, cráneo. Y allí quedaría tieso el imprudente, sin pena
vivaracha. Sus ralos cabellos eran de un color ni gloria. Su cabezota redonda, todos los rasgos de su
impreciso, entre rubio y rojizo, y se veía a las claras enorme cara, de un color pardo mate, y los
que habían sido mitad esquilados y mitad arrancados, movimientos de sus nervudas manazas parecían
de prisa y corriendo, por las perversas tijeras del advertir:
cuartel. En el rostro de Vúychich, de hundidas - Cuidado, no te metas conmigo. Mejor será que
mejillas amarillo-parduscas, todo cubierto de pecas me dejes en paz, porque si te atizo una, te saco el
del color de la herrumbre, sobresalía una nariz alma y te dejo tumbado patas arriba.
semejante a una patata cocida. El cuello, largo como En aquella cara achatada, roma, había unas
el de un ganso, de tísico, siempre estaba grasiento, narizotas carnosas, firmemente incrustadas como un
sudoroso. Sus ojos de muerto, vidriosos, tristes, no tarugo; bajo ellas, los muy poblados bigotes
reflejaban nunca alegría ni brillaban como los amarilleaban del rapé que el gigante aspiraba a cada
lobunos de Karaváiev; era como si le hubieran momento. Tenía dientes de cocodrilo; comparados
inyectado a Vúychich, entre los párpados, un líquido con ellos, los de Karaváiev eran una insignificancia:
gelatinoso, y los ojos se hubieran hundido, atascado ya no parecían de lobo, sino de huroncillo. Bukin era
en él, y apenas pudiesen girar en las profundas capaz de comerse a Karaváiev, incluso con tripas y
cuencas; lo hacían con lentitud, torvos, llenos de dientes. Todo lo digeriría el gigantón aquel. Sus ojos
coraje y rebeldía, con tesón de búfalo. parecían verdosos oscuros, pero cambiaban de
Inseparable de Vúychich era Tegneriádnov, mozo tonalidad en consonancia con su estado de ánimo:
de unos veinticinco años. Su cara era corriente y, al tomaban un tinte gris pálido cuando estaba de buen
pronto, no se diferenciaba en nada de millares de talante, mientras que en los momentos de ira se
rostros. Sus rápidos ademanes, su precipitado hablar tornaban negros, sombríos, amenazadores como
y continuos gestos denotaban juveniles fuerzas no nubarrones, llenos de codicia de carnicero. Bukin era
empleadas aún. Pero lo más destacado en lacónico y tajante. No tenía voz humana, sino un
Tegneriádnov era la juventud. Su juventud y energía rugido bronco, y sus breves frases contenían
se desbordaban en torrente de lozano vigor, de salud indefectiblemente las mismas razones de peso,
no quebrantada todavía por los golpes de la vida. inapelables:
Tegneriádnov se guiaba por Vúychich: lo que éste - Te ma… to…o… o… ca… na... lla... a…
pensaba y decía, él lo ejecutaba y cumplía. Siempre - Te des… pe…da… zo, mi... se... ra… ble... e...
estaban juntos. Se necesitaban mutuamente. Exhalaba siempre un hedor de tumba.
Del mismo batallón de guardia procedía Bukín. También estaba con los de la fortaleza Alexandr
100 Dimitri Furmanov
Schukin. Era oficial, pero del montón, de los que preciso hacer y lo que hará mañana. Mira hacia
cargaron con las penalidades de la "imperialista"... adelante.
De oficial no tenía más que el nombre y un leve En cambio, aquellos individuos eran sólo
tufillo de descomposición, pero seguía siendo un iniciadores. Iniciaban aquel día lo que de todos
hombre del campo, rudo y zafio. Mostrábase de modos, sin necesidad alguna de ellos, estallaría al
continuo batallador, desafiante como un gallo, estaba siguiente. Únicamente reflejaban, con más vivos
eternamente descontento de todo y de todos, incluso colores e intensidad mayor, el estado de ánimo de los
de sus compañeros de armas de la fortaleza, siempre sublevados, y en ese sentido personificaban sus
le parecía que las cosas no marchaban bien en parte intereses generales. Mas sólo eran capaces de
alguna, que iban despacio y mal dirigidas: amotinarse. Rebelarse, acometer y derribar de una
- Si me dieran a mí plenos poderes, ya verían... embestida era su fuerte. Pero no tenían caletre,
Pero no se los daban, y él no sabía tomárselos: era experiencia ni conocimientos para seguir adelante: el
ave de poco vuelo. Bajo de estatura, de rostro gris camino les parecía intrincado, tenebroso. Sabían por
amarillento, ojos continuamente inquietos, afanosos, qué se habían sublevado, pero no sabían en absoluto
andaba siempre atareado, sin pararse ni un momento; qué había que desechar y cómo hacerlo, qué era
largo en palabras deshilvanadas, corto de luces, era preciso recoger y crear. Les habrían llevado al
una medianía en fin de cuentas. camino cierto -a su camino- otros hombres,
Más tarde, fue comandante de la fortaleza. En seguramente Scherbakov y Annenkov. Pero una
cuanto a su hermano, Vasia, era uno de tantos -"el característica importante de la sublevación aquella
Zoquete" le llamábamos posteriormente, cuando cayo era que no tenía jefes propiamente dichos, que se
en nuestras manos-, para poco servía, aunque llegó a había desbordado por sí sola y reflejaba en sus
ser secretario del Consejo de Combate de los revueltas aguas intereses de una enorme capa de la
sublevados; cobardón y pancista, soñaba con una población: de los kulaks, campesinos ricos que no
vida tranquila, y fue a parar a la fortaleza sólo por querían admitir la tutela de nadie y solamente
seguir al hermano. ansiaban campar por sus respetos.
No en aquellos momentos, sino con posterioridad Los iniciadores-cabecillas se diferenciaban
a ellos, apareció Chernov, Fiedka el Negrazo, como únicamente de los demás en que estaban delante,
le llamaban en la fortaleza. Era en efecto más negro pero alguien tenía que estar allí, no iban a estar todos
que la tinta, negros eran sus cabellos, sus cejas, los detrás. Y los soldados rojos "más kulaks" ¡de qué
bigotes, los rasurados pelos de la cerrada barba. buena gana les siguieron! En cuanto a los mujiks
Pocos años tenía. Andaría en los treinta. Redondo, fortachones, se olieron al momento la tostada,
ágil y elástico como una pelota, no andaba, sino que comprendiendo en seguida de qué se trataba; por algo
corría, rodaba de un lado para otro. Había servido en tomaron los fusiles, llevaron a la fortaleza caballos,
la Sección Especial de la división y alardeado de ser forraje y pan; luego, repartieron por las aldeas los
chekista, pero la propia Especial tuvo que meterle fusiles o se quedaron con ellos en la fortaleza.
mano por diversas fechorías que cometiera. Y ahora, En veinticuatro horas se congregaron allí ¡cinco
ansioso de venganza, estaba dispuesto a no dejar mil hombres! Un verdadero ejército. Todos con los
títere con cabeza en la Especial y sus aledaños; mismos odios, protestas y deseos.
puesto a vengarse, había que hacer algo sonado,
digno de su persona. Fiedka era "comisario" de la En cuanto Petrov y Karaváiev llevaron a los
fortaleza. El objetivo fundamental que había elegido sublevados a la fortaleza, se hizo evidente la
consistía en aniquilar por completo la Sección necesidad de elaborar con rapidez algún plan de
Especial y el Tribunal Militar. Posteriormente, acción. Y entretanto, andaban atareados con el
cuando lo llevaban a fusilar en cumplimiento de la armamento, corrían de un lado para otro, examinaban
sentencia, lloraba como una niña nerviosa, imploraba la fortaleza y sus aledaños para ver la manera de
clemencia, no supo mantenerse firme en el postrer defenderse si era menester… Elegían los mejores
camino. Maleante y alborotador empedernido, sitios, cambiaban impresiones y se preparaban para
también se peleaba en la fortaleza con todo el mundo. las acciones decisivas. En la fortaleza tuvo lugar una
Desobedecía, se engallaba, pues era muy amigo de asamblea en la que inmediatamente se planteó la
armar "camorras" y un gran maestro en tal arte. cuestión del Poder.
Además de los mencionados, había en la fortaleza ¿Qué clase de Poder debían tener: provisional o
otros dirigentes. Pero ahora no vamos a hablar de permanente? ¿Cómo se llamaría? ¿A quiénes había
ellos, lo haremos a su debido tiempo. Los individuos que elegir para él? ¿Qué debía hacer éste? ¿Y qué
que hemos descrito eran los principales jefes. Y los medidas debían tomarse con respecto al Poder
más pintorescos por añadidura. Aunque mejor sería existente en la ciudad?
llamarles iniciadores. La denominación les va mejor Hubo el ruido correspondiente. Chéusov
y es más exacta. El jefe es hombre de amplios pronunció un discurso tras otro. Hicieron también
horizontes y planes, sabe lo que hoy hace, lo que es uso de la palabra Vúychich, Bukin, Schukin y otros.
La subrevación 101
Se pusieron de acuerdo en que no era posible crear en el cumplimiento de lo que se mandaba a cada uno.
el acto un Poder permanente y optaron por el El aparato se puso en marcha... Por cierto que la
provisional. parte oficial fue siempre menospreciada entre ellos;
Decidieron convocar con urgencia un congreso al pie de distintas disposiciones, firmaba cada cual
regional e instituir entonces el Poder permanente. según le parecía: unas veces, lo hacía sólo el
Mas ¿qué nombre darle?.. ¿Cómo llamar al presidente; otras, el secretario, y en algunas
Poder? Y las propuestas llovieron copiosas: ocasiones estampaba su rúbrica, por el secretario, el
Estado Mayor Revolucionario... Estado Mayor de primero que se encontraba cerca de la mesa; luego,
la Revolución... Estado Mayor de las Águilas de las suscribían ambos, e incluso seis u ocho personas a la
Montañas… Comité de la Libertad y la Igualdad... vez, para dar más fuerza a documentos que ya tenían
Consejo General de la Revolución... Comité de no poca importancia.
Combate de la Revolución... En cuanto la población tuvo noticia de que los
Después de alborotar de lo lindo, acabaron por sublevados se habían hecho dueños de la fortaleza,
elegir: "Comité Revolucionario de Combate", diversas organizaciones se apresuraron a enviar allí
"CRC". emisarios, representantes y delegados, a fin de
Pero muchos le llamaban "Consejo de Combate", enterarse con certeza de lo que pasaba, postrarse a las
"CC". plantas del vencedor y pedirle la merced de que los
No sabemos si le cambiaron luego el nombre en tomase bajo su "alta protección". Acudieron entre
alguna sesión, mas durante todo aquel tiempo se le otros, con mayor rapidez que cualquier sano, los
denominaba de ambas maneras. Así pues, ya en la representantes de los inválidos:
primera sesión lo bautizaron sonoramente: "Comité Aquí nos tenéis… Hasta ahora el Poder soviético
Revolucionario de Combate". no nos ha proporcionado más que disgustos: ni nos
Chéusov era el presidente. De modo oficial, deja comerciar ni nos da de comer; solamente nos
anunciado a bombo y platillos. Según dicen, con oprime. Por eso estamos con vosotros para siempre, y
anterioridad, un pequeño grupo había elegido si hace falta, empuñaremos las armas...
presidente a Vúychich, pero aquello fue fugaz y pasó Los miembros del Comité Revolucionario de
desapercibido. Combate aprobaban la conducta de los nuevos
Antes de que nombraran a Schukin, se aliados, los animaban, y éstos, poco a poco, se
consideraba como comandante de la fortaleza a un tal trasladaban a la fortaleza, donde se iban hacinando
Skókov, pero el verdadero comandante, fijo, hasta el junto a los carromatos campesinos que llegaban de
último día de la sublevación fue Alexandr Schukin. las aldeas.
Para el Comité Revolucionario de Combate Luego, se presentó diligente un emisario del
eligieron también a Vúychich, Bukin, Petrov, Correccional de Vierni:
Karaváiev y otros cuantos más. No sabían qué hacer. - Nosotros -dijo-, luchadores por la libertad del
Los miembros del Comité se reunieron en una pueblo, estamos en la cárcel. ¿Por qué razón?, cabe
habitacioncilla de la fortaleza y empezaron a preguntar. Comisarios de todas las calañas hacen lo
deliberar sobre lo que debían llevar ahora a cabo. que les da la gana: ellos roban brillantes y oro,
Bien, ya habían salido de un sitio y entrado en mientras que a nosotros no se nos deja coger ni un
otro. ¿Y en adelante? ¿Cómo proceder en adelante? relojillo de mala muerte; si se te ocurre hacerlo, ¡a la
Ante todo había que establecer contacto con el 26º cárcel de cabeza!... Ca... na... llas... La madre que los
y el 4º regimientos, que también venían hacia acá. ha parido... Y además, toda clase de violencias:
Prepararon a unos mensajeros, les dieron una carta y sacuden latigazos en los morros, en los costados, día
un sinfín de instrucciones, ¡y en marcha! y noche, no hacen más que pegar... ¡¡¡ Ca... na...
Luego, era preciso poner centinelas por todas llas!!!
partes y reforzar los puestos de guardia. Los ojillos grises de Chéusov bailoteaban entre
Tenían que hacer un recuento de las fuerzas las pobladas pestañas. Espasmos de coraje
existentes en la fortaleza y ponerlas en disposición de entrecortaban su voz:
combate. - Ya les enseñaremos a ésos, de... dos... balazos...
Debían averiguar con qué fuerzas contaba el Y con bizarros rasgos ampulosos, como suelen
Consejo Militar. hacer los escribientes de oficinas militares, redactó
Se necesitaba establecer contacto con los pueblos una orden para el correccional e hizo entrega de la
y aldeas. misma al emisario:
Había que prohibir en Vierni la entrada y la
salida. Al jefe del Correccional Obrero de Vierni
Y dar una serie de órdenes... El Consejo Militar Revolucionario ordena que no
Hicieron secretario a Vasia Schukin y le obligaron se haga uso de la violencia contra los detenidos. Si
a acepillar nudosas frases, a incrustarlas en las uno solo de ellos es liquidado, sin conocimiento del
correspondientes actas y a exigir, con arreglo a éstas, Consejo, por quienquiera que sea, responderás con tu
102 Dimitri Furmanov
habían minado el terreno, pero no importaba, pues ¿Quién es? Viletski. Alborota más que nadie. Se ve
pronto, ya enterados de todo, hicimos saber al centro que es uno de los cabecillas.
directivo el valor que podía darse a aquellas En cambio, ese otro de pequeña estatura y
informaciones de la traidora "organización del expresión tímida parece de distinta índole... Se
Partido". El día 12, unas horas después del comienzo comporta con naturalidad, sin que haya en sus
de la sublevación, vagaban ya por la fortaleza no palabras desafiante descaro ni soberbio engreimiento.
pocos "miembros del Partido", y cuando se abrió allí Es Fomenko.
una "conferencia sobre las exigencias al Consejo ¿Y quién es el que está sentado en el poyo de la
Militar", presidió ésta un tal Piechonkin, que era ventana, con los brazos cruzados, abarcando a todos
también del Partido y miembro o poco menos del los presentes, sin pestañear, con la impasible mirada
Comité Distrital y Urbano. La fortaleza presentó de sus ojos inmóviles, serenos? Sus brazos descansan
doce puntos. Tales puntos los examinamos más tarde uno sobre otro firmemente, como si no pensara
en la reunión celebrada en el Estado Mayor de la separarlos ni manotear. Su rostro denota sosegada
Brigada Kirguiza. A aquella reunión, además de pasividad. El peligro no está en él. Es Protsenko,
nosotros y de los de la fortaleza, asistieron también - El que permanece en pie junto a la ventana, con lo
en calidad de mediadores o el diablo sabe de qué- los ojos clavados en nosotros, es hombre serio, seguro de
"representantes del Partido". ¡Y con cuánto brío sí mismo y nada tonto: al llegar, ha dicho unas
intervinieron exigiendo el inmediato desarme de la palabras sencillas, atinadas, demostrativas de que
Sección Especial y alborotaron protestando contra sabe lo que se hace. Este puede ser peligroso. Incluso
cada palabra o proposición nuestra! mucho más que el canallita de Viletski. Es Nevrótov.
La reunión en la Brigada Kirguiza comenzó a las Hay que andarse con él con mucho ojo y sopesar bien
cuatro en punto. Ambas partes habían llegado a la sus palabras.
hora señalada, pues cada minuto era precios. ¿Y los demás? En general, se parecen
Recuerdo aquella vieja y pequeña casucha con verdaderamente unos a otros.
puertas de mala madera medio podrida, la mísera Nos vamos acomodando poco a poco, cada uno se
terracilla de entrada, la habitación baja de techo, de apresura a ocupar el sitio que más le agrada, ambas
irrespirable ambiente, con ventanas de sucios partes empezamos a conversar con parquedad; ellos
cristales, sus paredes desnudas, de las que colgaban hablan mayormente entre sí, y nosotros también.
mugrientos jirones del antiguo empapelado, la mesa, Susurros, cuchicheos por doquier, preparativos para
larga y vacía, como preparada para un difunto. Y en la actuación en perspectiva.
torno a ella, unos bancos que cojeaban y crujían Hay que abrir la reunión. ¿A qué esperar más?
sobre un piso de tablas casi derruido y no fregado ... Nosotros también éramos bastantes:
desde hacía años. Nos embutimos en la habitación Pózdnyshev, Bielov, Bocharov, Béresniev, Pávlov y
todos a la vez, e inmediatamente nos faltó aire y Susanin (jefes de unidad), Aborin, Pátsinko, Murátov
espacio. Las ventanas estaban entornadas; no se y yo. Por cierto que luego quedamos sólo unos
podían abrir de par en par, pues nuestra conferencia cuantos. Unos no vinieron, por estar ocupados en
era "secreta" y por la calle pasaba gente de continuo. diversos asuntos urgentes, y otros abandonaron la
Habíamos puesto guardia junto a las puertas, cerca de reunión al ver cómo transcurría, deduciendo que
la casucha, pero las pasiones podían caldearse y, en serían más útiles en otra parte. Al abrir la reunión,
tal caso, ninguna guardia sería capaz de impedir que hubo que agitar un poco en el siguiente sentido:
salieran las voces de nuestras disputas. En resumidas ...Los intereses y objetivos de los reunidos eran
cuentas, que estábamos metidos en la asfixiante los mismos, claro estaba. Solamente teníamos que
habitacioncilla, con las ventanas cerradas y llena del ponernos de acuerdo sobre algunas menudencias…
humazo del tabaco, como en una isba sin chimenea. Pues todos éramos luchadores… revolucionarios...
Nos observábamos unos a otros recelosos, queriendo No importaba que entre nosotros, en nuestra esfera,
penetrar con la mirada en los pensamientos y el pudieran existir desavenencias. Siempre nos
corazón del contrario: ¿qué propósitos traía cada pondríamos de acuerdo, ya que nuestra consigna
cual? común era: "Todo el Poder para los trabajadores", y
... Habrá palabras, no faltarán promesas, mas, en etcétera, etcétera.
realidad, ¿qué esperan ellos de esta reunión? ¿Cuál es En ese tono se hizo el breve discurso de apertura
el ¡efe principal? Tal vez el propio Piechonkin. O cuyo único fin era disminuir la desconfianza de ellos;
quizá ese que se retuerce y contorsiona como una atraer psicológicamente a nuestro lado a los más
lombriz hambrienta. ¡Qué cara más fea tiene! De débiles, aunque fueran pocos; declarar
esclavo servil, interesado y cruel. Sus ojillos verdes inmediatamente y con precisión que no les
de carnicero, saltan nerviosos como si estuvieran considerábamos enemigos e intentábamos llegar a un
acechando algo. Tiene dilatados los labios en una entendimiento...
sonrisa venenosa, maligna; tales labios carnosos, Luego, se pasó a elegir la presidencia.
caídos, lascivos, indican perversidad de carácter. Fuimos elegidos solamente dos: Nikítich
104 Dimitri Furmanov
- Vuestros sí, a lo que parece... modo gradual, sin perjuicio para el trabajo... ¿De
- ¡Qué han de serlo!... Además, no se trata de eso, acuerdo?
en absoluto. Remolonearon largo rato y acabaron por prestar
- ¡Haznos ver lo blanco negro! -respondía su conformidad a lo que sigue:
Viletski, riendo maligno-. Ya conocemos vuestras
mañas... La cosa no tiene vuelta de hoja: si no son El Consejo Militar de la división ha dado ya la
camaradas vuestros, metedlos en la cárcel, y se correspondiente orden y se compromete a enviar sin
acabó; hay que fusilar a esos hijos de perra... demora a Tashkent a todos los oficiales que figuren
Todo aquello, aparentemente, era muy en la lista que presentarán los delegados de la
revolucionario. Quien no les conociera y les oyese guarnición, y gradualmente, a medida que se vayan
podría pensar: "¡Qué odio de clases, tan manifiesto, encontrando sustitutos, retirará a todos los restantes
hacia la oficialidad, hacia los defensores de nuestros de los puestos de mando y administración.
enemigos!" Pero no era eso; los cabecillas de la
fortaleza necesitaban solamente aquella cuestión para Despachamos la primera cuestión. El segundo
ocultar su faz bajo la máscara de la combatividad. De punto decía:
esa índole, traían dos o tres cuestiones más. Pero lo
principal no era eso, ni muchísimo menos, lo Al emplear y distribuir las armas cogidas al
principal era el monopolio del trigo, la severa enemigo, se pertrechará de ellas a la población,
dictadura soviética, la Sección Especial, el Tribunal, dentro de lo posible.
etc. Ahí estaba la madre del cordero, eso era lo que
necesitaban derribar; y todo lo demás, ¡pura ¡Fíjense adónde apuntaban: a armar a la
tapadera! Sin embargo, el odio a la oficialidad –y en población! Y nosotros acabábamos de dar una orden,
particular entre las amplias masas, donde no todos para la región entera, exigiendo, bajo la amenaza de
eran kulaks empedernidos- existía realmente, pero un severo castigo, que la población nos entregase
huelga decir que no fue él la causa de una conmoción todas las armas.
tan tremenda como la sublevación aquella. Proponían todo lo contrario.
- ¡Dejar en libertad a semejantes canallas! - - Porque la población debe estar armada siempre -
alborotaban los de la fortaleza-. ¿Qué os parece, manifestó Nevrótov con tranquilidad y
hermanos, eh? convencimiento-. El campesino necesita el fusil, ya
- Pero no olvidéis, camaradas, que a esos oficiales que se encuentra entre enemigos.
los hicimos prisioneros en Kopal, en unión de todo el - ¿Qué enemigos?
ejército blanco. Y al entregarse, se firmaron - De todas clases: los cosacos pueden volver a las
determinadas condiciones, en las que dimos nuestra andadas; y además, esos kirguizes...
palabra soviética de que no habría represiones... ¿Y - Pero el kirguiz tampoco se queda con ningún
qué se debe hacer, según vosotros? ¿Engañarles? arma; todo el armamento nos lo deben entregar...
¿Qué falta nos hace eso? Pues, de todos modos, parte - ¿El kirguiz? ¿Y quién es el kirguiz? -alzó de
de ellos ya han sido enviados a Tashkent, y a los pronto el gallo Viletski-. ¿Me vas a comparar a mí
demás los enviaremos poco a poco… Cuando un con él? ¿Quién te figuras que soy yo? Yo me he
oficial, pongamos por caso, trabaja de perito en la tirado seis años en el ejército, puede decirse que he
Sección Agraria, ayuda a vuestra hacienda derramado mi sangre, ¿y me quieres poner a la
campesina... Si lo quitamos hoy, ¿con quién lo misma altura del kirguiz? No, os quedarais con las
sustituimos mañana? Nos han prometido mandarnos ganas... Estabais todos vendidos a los oficiales, y
en breve, del centro directivo, un grupo de ahora os vendéis al kirguiz. A él, es preciso armarlo,
funcionarios; en cuanto podamos sustituirlos, y a nosotros no hay que darnos las armas, ¿verdad?
facturaremos para Tashkent al resto de los oficiales... Pues si no hay que dárnoslas, no os las vamos a
- Eso del grupo, vamos a dejarlo... ¿A nosotros pedir, tenemos ya bastantes sin necesidad de
qué nos importan vuestros funcionarios?... ¡La vosotros...
fortaleza exige que se eche a los oficiales - No es eso, Viletski -le interrumpió Fomenko-,
inmediatamente! no se trata del kirguiz; a lo que aquí se refiere es a
- Pero, camaradas, no se puede echarlos a todos a que hay que desarmar a todos...
la vez. Con eso no haremos más que estropear el Nevrótov volvió hacia Fomenko sus iracundos
trabajo. Procedamos al menos con alguna precaución. ojos y se apresuró a atajarle:
Bueno, hagamos una cosa: vosotros debéis saber los - Nadie te pregunta si se trata o no se trata de eso.
apellidos de los oficiales más dañinos, de los que se Y la fortaleza exige porque en el Estado Mayor, en la
portaron con mayor crueldad en el ejército blanco... división, hay muchas armas; la fortaleza exige que se
Mandadnos esa lista desde la fortaleza, y haremos entreguen todas ellas a la población... Nosotros las
salir inmediatamente a los que figuren en ella; en hemos conquistado, y a nosotros se nos deben dar...
cuanto a los demás, serán enviados por turno, de - Y no al kirguiz -intercaló avieso Viletski.
106 Dimitri Furmanov
- Yo no tengo ningún armamento -aseguró preciso acusaciones, asegurando que en general no había
Iván Panfílich (Bielov)-. No hay enormes reservas de robos, y que en los casos en que se producían,
ninguna clase. Eso es mentira. Y en cuanto a las castigábamos con dureza a los culpables. Nos
armas que hay, se necesitan para la causa. Todavía apoyamos en las instrucciones del centro directivo y
yo soy el jefe de la división, y no permitiré que nadie obligamos a los de la fortaleza a reconocer que
las tome... "había que cumplir las órdenes de ese centro"..., pues
Las palabras de Bielov, sinceras, pero bruscas, de lo contrario, si no reconocían al centro, ¿qué
podían surtir dos efectos distintos: excitar las defensores del Poder soviético eran ellos?
pasiones y desbocar a los sediciosos, o, por el Respecto a este tercer punto se acordó:
contrario, hacerles entrar en razón y poner fin a las
disputas. Actuaron en el sentido favorable. Encomendar al Consejo Militar que tome las más
- ¿No tenéis armas? ¿Y si nosotros hacemos una enérgicas medidas para equipar con la mayor
comprobación? ¿Y si las encontramos? -insinuó urgencia a los soldados rojos, vigilando a los
Nevrótov con su maligna risilla. organismos de suministro para que efectúen la
- Si las encontráis, ganaréis esa baza -aseguró distribución con regularidad; y en cuanto a atender
Bielov bonachón, aunque sin sonreír-. Pero hay que las necesidades de los mandos y funcionarios,
tener presente una cosa: durante este último tiempo, atenerse estrictamente a las órdenes del centro
yo he rearmado a las unidades; todo lo que había, a directivo, llevando a los tribunales a los culpables de
ellas ha ido a parar... En cuanto a comprobarlo, su incumplimiento...
puede hacerse. ¿Por qué no? -agregó, luego de una
breve pausa. Afín a esta cuestión era la siguiente, la cuarta:
Sabiendo que, de todos modos, no iban a
encontrar nada en parte alguna y que estarían algún Sobre el mejoramiento del rancho de los soldados
tiempo ocupados y entretenidos con ello, propusimos rojos.
el nombramiento de una comisión. Ellos se vieron
obligados a aceptar. Y acordamos: Y de nuevo, como era natural, salió a relucir lo
del robo y aquello de que "vosotros seguramente
Teniendo en cuenta que las existencias de comeréis salchichón, mientras que nosotros no
armamento son insignificantes y que el jefe de la tenemos ni pan... Ya se sabe que los ladrones se
división ha tomado medidas para rearmar con ellas a tapan unos a otros, y todos juntos roban lo que nos
las unidades, se acuerda nombrar una comisión, pertenece a los soldados rojos... "
integrada por los camaradas Nevrótov, Jalítov y Volvieron a resonar los improperios. Mas el
Protsenko, para que aclare el asunto con el jefe de la acuerdo no fue malo:
3a división del Turkestán.
Los organismos de suministro existentes, así
Adoptábamos cada decisión con las enmiendas y como las organizaciones de avituallamiento, tomarán
formulaciones, torpes a veces, que ellos proponían a la mayor brevedad todas las medidas y darán los
insistentemente; lo hacíamos así porque aquello les pasos revolucionarios más enérgicos (?) para mejorar
tranquilizaba, dándoles hasta la impresión de que se el rancho de los soldados rojos, incluida la comida en
aprobaba su propia propuesta. los hospitales, y el Consejo Militar de la 3a división
Bueno, ¿qué perdíamos con ello? vigilará su cumplimiento. Los comisarios y la
El tercer punto era: Sección Política ayudarán en su trabajo, por todos los
medios, a los consejos de control económico de las
Sobre la necesidad de equipar debidamente a los unidades, y donde no los haya, los organizará.
soldados rojos. El orden del día constaba de doce puntos en total.
Habían sido distribuidos de tal forma que, entre las
La cuestión era al parecer de carácter práctico e cuestiones inofensivas y "legítimas", se deslizaba
inofensivo. Pero en realidad fue en este punto donde alguna fundamental, candente sobre manera, de las
arremetieron contra nosotros acusándonos de ser un que habían provocado la sublevación. Y las demás -
hatajo de ladrones que nos llevábamos la ropa y el como las dos anteriores-, eran simplemente
calzado de los soldados rojos, llenándonos la barriga bambalinas, estaban allí para despistar.
a su costa, mientras ellos no tenían nada y andaban La quinta cuestión ya tenía miga:
descalzos y desnudos. Por consiguiente, decían, la
propia sublevación había estallado con motivos de Examinar todas las causas instruidas contra los
sobra: soldados rojos que se encuentren sumariados y a
- ¡Ya os enseñaremos a tratarnos como es disposición del Tribunal, así como de los detenidos,
menester! que figuran en la presente relación.
Nosotros rechazábamos los reproches y
La subrevación 107
Aquello era fácil de decir, pero nosotros Shegabutdínov llevaba todo el día arrestado en la
llevábamos semanas procurando hacerlo, con todas fortaleza. A alguien del Comité Revolucionario de
nuestras fuerzas, y no lo habíamos podido Combate se le ocurrió la idea de "utilizarlo" en el
conseguir... trabajo. Lo trajeron.
Y de pronto: ¡inmediatamente! - ¿Quieres trabajar con nosotros?
Bueno, tal mandato no era óbice para el trabajo - Si no estáis contra el Poder soviético, puedo
serio, auténtico, en ese sentido. hacerlo.
Habían terminado los doce puntos. - ¿Cómo vamos a estar en contra? ¡Nosotros
- Ahora, camaradas, decid a los hombres de la mismos somos el Poder soviético!...
fortaleza que hemos llegado a un acuerdo sobre todas Shegabutdínov quedó en el Comité
las cuestiones y que, en realidad, ¿de qué y contra Revolucionario de Combate. Aprovechando un
quién se va a protestar ahora? Hay que terminar, hay momento propicio, le susurró al oído a Aguidulin que
que poner fin a todo este batiborrillo. Es preciso fuera a vernos en seguida y nos dijera cómo y para
evacuar la fortaleza urgentemente, ir cada uno a su qué había entrado en dicho Comité. Se proponía:
cuartel y empezar a trabajar todos juntos a base de lo Agrupar en torno suyo a los soldados rojos
aquí acordado... Firmad el acta. musulmanes. Luchar contra los posibles excesos.
- Y vosotros prometed que todo será cumplido - Informarnos a tiempo de todo y prevenirnos del
intercaló Nevrótov-. Pues las palabras se las lleva el peligro.
viento. Escribidlo ahí mismo, al pie del documento. Por conducto del mismo Aguidulin, le enviamos
Sus amigos le apoyaron ruidosos. nuestro asentimiento. Poco después, en el Comité
Un minuto más tarde, él dictaba y nosotros Revolucionario de Combate eligieron a
escribíamos: Shegabutdínov vicepresidente del mismo. En ese
"El Consejo Militar de la 3a división se cargo podía haber hecho mucho en favor nuestro,
compromete, bajo palabra de honor revolucionaria, a pero era mal político y no sabía dónde estaba ese
poner en práctica todo esto". límite que es peligroso rebasar. Aunque no cabía
A continuación iban las firmas: las nuestras y las duda de que había entrado a formar parte del Comité
de los emisarios de la fortaleza. Nosotros firmamos Revolucionario de Combate honradamente, para
de buen grado, sinceramente, sin picardía alguna, ayudarnos, cometió una tontería imperdonable: puso
pues estábamos dispuestos a cumplir todo lo que en su firma en la Orden N° 1 de la fortaleza. Y el hecho
aquellas resoluciones era provechoso para el de que figurase allí su nombre desorientó a muchos.
Semirechie y a participar en todo ello. El documento decía:
¿Qué significaba para nosotros aquella "palabra
de honor"? Claro que no era un ciego sometimiento a ORDEN N° 1
ella. Constituía solamente algo deseable. Pero si se Del Consejo Militar Revolucionario Provisional
hacía evidente que su cumplimiento no reportaría de la Región de Semirechie
más que daño, caos y ruina, ¿acaso íbamos a Vierni, 12 de junio de 1920.
mantenerla con fetichismo? §1
La reunión había terminado. Nos separamos. A fin de elevar las condiciones de vida de los
Huelga decir que nosotros estábamos muy lejos de defensores del Poder soviético, del Poder de los
creer que con ella se había puesto fin a todo. obreros, campesinos pobres y dejkanes52 y de los
Aquellos delegados, las conversaciones y soldados rojos; para mejorar por todos los medios la
resoluciones eran una cosa, y todos los hombres de la situación de las masas trabajadoras de la región,
fortaleza en conjunto, otra muy distinta. Poco cualquiera que sea la nacionalidad a que pertenezcan;
probable era que prestase seria atención a las con objeto de solucionar la situación creada con
palabras de sus delegados. Máxime cuando se trataba motivo del nombramiento para cargos de
de gente de segunda fila. No había entre ellos ni un responsabilidad, en las instituciones soviéticas, de
verdadero cabecilla. oficiales pasados a nuestro lado y hechos prisioneros
Nos separamos como nos habíamos reunido: en el frente del Norte, así como para evitar los
llenos de profunda inquietud. conflictos que pudieran surgir entre las masas
Mientras nosotros conferenciábamos con los trabajadoras y las unidades del Ejército Rojo, hoy, 12
sublevados en la Brigada Kirguiza, Mameliuk de junio, a las 6 de la tarde, ha sido organizado, con
batallaba en una "amplia asamblea" que tenía lugar los representantes de las unidades del Ejército Rojo
en la Casa de la Libertad, tratando de convencer a los de la guarnición de Vierni, el Consejo Militar
allí presentes de la necesidad de marchar hombro con Revolucionario Provisional de la Región, integrado
hombro con nosotros; intento vano, porque los por: el camarada Chéusov, presidente del mismo; el
semirechianos "miembros del Partido" y otros comisario de guerra camarada Shegabutdínov,
elementos preferían todo lo contrario. vicepresidente, y los camaradas Krizenko, Shkutin,
52
Campesinos del Asia Central. (N. del T.)
112 Dimitri Furmanov
Prásolou y Vúychich. A partir de la publicación de la carcelaria, estaban reunidos los hombres del Comité
presente orden y hasta la convocatoria de un Revolucionario de Combate: Chéusov,
Congreso Extraordinario de la Región, todos los Shegabutdínov, los hermanos Schukin, Vúychich,
poderes pasan al mencionado Consejo. Bukin, y algunos otros. Deliberaban acerca de
§2 diversos asuntos: las fuerzas con que contaba la
Por la presente orden se propone a todas las fortaleza y las del Estado Mayor, si la fortaleza
instituciones soviéticas, tanto civiles como militares, constituía un baluarte seguro desde el punto de vista
que continúen su trabajo y cumplan estrictamente militar, si bastarían las armas...
todas las disposiciones del CMRP; caso de Pero pasada ya la medianoche, irrumpieron
incumplimiento de las mismas serán exigidas las más ruidosos Petrov y Karaváiev, embriagados, seguidos
severas responsabilidades a los jefes de dichas de una verdadera multitud:
instituciones. - ¿Continuáis aquí metidos, discutiendo, eh? ¡Y
Se propone a todas las instituciones soviéticas no actuáis! Y, entretanto, todos los enemigos están en
que, a partir de las 12 del día 13 del corriente, libertad... ¡Ay, calamidades! ¡¡La madre que os ha
destituyan de todos los cargos de responsabilidad a parido, vuestra puñetera madre!!
todos los oficiales que sirvieron en las fuerzas de Uno tras otro, por la puerta de enfrente, iban
Annenkov y fueron nombrados para esos cargos. Del entrando con dificultad sus acompañantes, y pronto,
cumplimiento de esta orden darán cuenta en la habitacioncilla no cabía ya un alfiler. Al pie de
inmediatamente. la ventana, se agolpaba compacta y fragorosa la
Firmaban el documento original: turbamulta, escuchando los ternos e insultos que
Chéusov, Presidente del Consejo Militar salían a través de la reja, agitándose solidaria y
Revolucionario apoyando con aprobatorias exclamaciones las
Shegabutdínov, Vicepresidente palabras de los cabecillas borrachos.
Krizenko, Shkutin, Vúychich y Prásolou, Hablaba Karaváiev. Con voz nerviosa,
miembros del mismo. entrecortada y chillona, agitaba con fuerza los puños
acompañando su furiosa perorata:
La orden fue redactada al atardecer del día 12, - ¡Charlatanes…, miserables, faroleros! Petrov y
pero no se hizo pública hasta el día siguiente por la yo nos hemos pasado tres meses preparando la
mañana. insurrección. ¿Y qué hacéis vosotros? Charlar por los
El primer día de la sublevación tocaba a su fin. codos y rascaros la barriga. ¡Tres meses hemos
Agitábase la fortaleza en continuo fragor de alarma. penado! Nos ocultábamos en las cuadras, tras los
Nadie dormía. Se acercaba una noche tan intranquila muros de los cuarteles, como cuatreros... Nos seguían
como había sido el día desde el alba. Burlando la los pasos, nos vigilaban de cerca... No teníamos
vigilancia de la guardia, integrada por muchachos de ninguna ayuda... Sólo espías alrededor... Menos mal
fiar, puesta por Shegabutdínov y Garáiev, los que éstos, Bukin y Vúychich nos echaron una mano,
soldados rojos se las ingeniaron para sacar alcohol de nos ayudaron en el batallón de guardia... Si no, no
unos barriles que había escondidos; luego de beber habríamos tenido donde abrir el pico ni donde
allí mismo, en la fortaleza, chupando de las espitas, meternos. Ahora, es otra cosa, el segundo y el
salieron borrachos a la calle, a los bulevares, veinticinco ya se han despabilado, están con
cantando, armando gran escándalo en su ebrio nosotros, y al veintiséis le hemos mandado una
desenfreno... Galopaban, también borrachas, las delegación. Ha llegado la hora de actuar, y no de
patrullas a caballo, que gritaban desaforadamente con perder aquí el tiempo en palabras. ¡No hacéis más
siniestro ulular, amenazador, como si se lanzaran al que darle a la lengua! En Uzun-Agach, Kaskelén y
ataque. Los vecinos de la ciudad se habían escondido Talgar, en todas partes, los compañeros están con
hacía tiempo. Las ventanas estaban herméticamente nosotros, preparados... En todos sitios están
cerradas. Toda la ciudad permanecía quieta, apostados nuestros muchachos y no dejarán escapar a
expectante, aguardando en tensión los excesos y ningún canalla. Pero no hay que dormirse, hay que
tropelías de aquella recua de beodos. Los restos de apoderarse inmediatamente de la Sección Especial y
nuestras guardias estaban apostados en las esquinas: mandarlos adonde nos mandaban ellos a todos
eran muchachos de la Escuela del Partido. Las nosotros, los soldados rojos que hemos vertido
desmandadas turbas facciosas no se atrevían a nuestra sangre durante dos años... "El Compadrito"53
acometerles, porque todos estaban aún convencidos ha huido a la luna; por consiguiente, hay que echar el
de que teníamos ocultas enormes fuerzas en la guante a los demás lo antes posible, para que no se
Especial y el Tribunal… Terminaba el primer día de escapen. Es preciso actuar con rapidez; de lo
la sedición. ¿Qué pasaría a la noche? ¿Qué ocurriría contrario, será tarde...
al día siguiente?
Por la noche, en una habitacioncilla en penumbra, 53
El Presidente del Tribunal, I. S. Kondurushkin, estaba
de enrejadas ventanas, semejante a una celda en aquel tiempo recorriendo la región por asuntos del
servicio.
La subrevación 113
La enardecida multitud de soldados rojos la pícara mirada hacia todos lados, buscando palabras
respondió a Karaváiev con rugidos de asentimiento: de asentimiento.
- ¡Bien dicho!... ¿Qué hacéis ahí?.. ¡Hay que - Es cierto lo que dice Karaváiev -resonó bronco
actuar, basta de esperas!... el vozarrón de Bukin-, hay que darse prisa, porque
Aquellas exclamaciones caldearon al momento la los soldados rojos están alborotados...
atmósfera, agravando la situación. - Exigen que se ataque -añadió a continuación el
- ¿Y dónde tenéis los ojos? -se alzó de pronto una torcido Vúychich-. No podemos aguantar más, dicen,
voz, surgida del gentío-. ¡¡Entre vosotros hay un exigimos que nos manden inmediatamente a tomar el
espía!! ¿A qué guardarlo ahí? Dádnoslo a nosotros, Estado Mayor...
que lo mandaremos a la luna... Chéusov se pasó con petulancia el borde de la
Aunque nadie mencionó el nombre, todos mano bajo las guías de sus ostentosos bigotes y dijo
comprendieron al punto de quién se trataba. La con fatuidad, lentamente:
multitud, rechinando los dientes, estremecióse como - Bien, eso puede hacerse. El Consejo de Combate
sacudida por una corriente eléctrica. Unos segundos, está preparado...
y todo habría terminado. Shegabutdínov permanecía callado todo el
Petrov dio un salto de fiera y, tomando impulso, tiempo. Después del culatazo, había comprendido
asestó a Shegabutdínov un fuerte culatazo en la que cualquier palabra de más podía estropearle toda
ancha espalda. Este se limitó a jadear y volvióse su "carrera" y que nadie le creería a él como creían a
rápido: Karaváiev o a Petrov. Pero el momento era
- ¿Estás loco? excepcional; se iba a jugar todo a una carta; los de la
Un instante más, un solo instante de silencio y un fortaleza estaban de acuerdo en atacar y dispuestos a
nuevo golpe habrían bastado para que la enfurecida ello... Lo habían decidido... ¿Y qué se podría hacer
muchedumbre, temblante de coraje, se abalanzase luego, cuando el Estado Mayor estuviese ya
sobre la víctima y acabase con ella. destruido? ¡Pronto, pronto, había que cruzarse en su
Pero Chéusov gritó: camino!
- ¿Qué vas a hacer, Petrov? Déjalo, déjalo... - ¡Camaradas! -se dirigió a la multitud
Shegabutdínov es de los nuestros, trabaja con Shegabutdínov-. Vosotros habéis resuelto atacar el
nosotros. Estado Mayor, pero yo os aconsejo lo siguiente...
Petrov retrocedió turbado y se apartó, sin decir - ¿Más palabras? -rezongaron entre el gentío.
palabra, y en aquel mismo instante la multitud perdió - Yo os aconsejo -continuó- que mejor será buscar
su tensión, aflojóse como un muelle roto... antes un acuerdo; en vez de ir a tomarlo
- No te ofendas, hermano, ha sido sin pensar... inmediatamente, buscar un acuerdo, porque ellos, al
Shegabutdínov no le contestó nada; únicamente fin y al cabo, son el Poder legal...
enderezó la combada espalda y torció los resecos y - Nosotros mismos somos el Poder- afirmó
amoratados labios en una mueca de dolor. vibrante una voz maligna-. ¡Buena legalidad has ido
Petrov rompió el embarazoso silencio con voz a encontrar!...
potente y exaltación: - Eso es la guerra, otra vez la guerra -insistió
- Lo que dice Karaváiev, lo digo también yo: todo Shegabutdínov-. Porque vosotros vais a atacar el
eso es verdad... Hace tiempo que empezamos a Estado Mayor y ellos lanzarán contra vosotros todas
prepararlo todo. Y sólo nosotros sabemos las fatigas las fuerzas de la Especial y del Tribunal; además,
que hemos tenido que pasar… Sí... Muchas... Y como ya sabéis, ellos tienen ametralladoras...
ahora, lo principal es darse prisa… ¡Hay que hacer La amenaza surtió efecto. Chéusov fue el primero
cuanto antes lo que es menester! en vacilar:
Y de nuevo Karaváiev rompió a hablar - Yo también creo..., yo también creo, camaradas,
impetuoso: que se debe... hablar antes.
- A Petrov y a mí nos encargaron que cortáramos - Desde luego, hay que intentarlo- le apoyó Vasili
las líneas telefónicas... Cuando íbamos a hacerlo, Schukin.
tropezamos con una patrulla a caballo del Estado Varias voces más le apoyaron. Empezaron a
Mayor, y les enseñamos el salvoconducto: la discutir cuándo y cómo enviar la delegación al
"Antapka"... Nos dejaron pasar... Sin novedad... Y en Estado Mayor de la división. Pero previamente
Kuchugur, en casa de un viejo, nos tomamos unas llamaron por teléfono. Petrov y Karaváiev callaban
copas de vodka clandestina... sombríos, sin tomar parte en la discusión. Luego de
Sonrió con picardía; los que estaban alrededor cambiar una mirada de inteligencia, Vúychich y
rieron y se relamieron envidiosos. Bukin salieron al patio. Sin ellos, el asunto de la
- De verdad -prosiguió-, las cortamos, y ahora delegación se acabó de arreglar en seguida, y poco
"ellos" no podrán hablar por teléfono con nadie. Pero después, los presentes se marcharon también uno tras
lo que hace falta es no perder tiempo, no dejar que otro; sólo quedaron Chéusov, Vasili Schukin y
ninguno de ésos se nos escape... Y Karaváiev tendió Shegabutdínov... Eran más de las dos de la
114 Dimitri Furmanov
y vosotros abrís la oreja… Hay que ir ahora mismo al calzado con una bota que tenía la suela colgando-. Os
Estado Mayor y traerse a todos… juro que no hacen falta violencias de ninguna clase.
- Aguarda, aguarda, Karaváiev -le detuvo Creedme, como a un hombre que lleva trabajando
Chéusov-. Estáte quieto y cierra el pico. muchos años en el Semirechie; conozca a Bielov
El levantisco se apaciguó: en él las voces surtían desde hace tiempo, y sé que es una buena persona...
siempre efecto. Id en paz, camaradas, id en paz...
- Tú, Karaváiev, espera, y usted -continuó Balbuceó algo incoherente, innecesario, pero el
Chéusov, dirigiéndose a Bielov- conteste a una estado de ánimo general había cambiado hacía rato,
preguntita más. ¿Cuántas ametralladoras tenéis en la no quedaba ni resto de la pasada furia. Coincidieron
Especial y en el Tribunal? en que, con Bielov, fueran al Estado Mayor de la
- ¡Yo qué sé! Ellos no están subordinados a mí - división unos representantes del Consejo de Combate
replicó Bielov con enfado-. Preguntárselo a ellos. y que tomasen parte personalmente en las
¿Qué tiene que ver el Estado Mayor en este caso?... conversaciones con el centro.
- ¡Basta ya de escucharles! -volvió a gritar alguien Eligieron a Chéusov y a Karaváiev.
entre la multitud-. No dicen más que mentiras. Hay Y para que no les ocurriese nada, dejaron en
que meterles mano... rehenes en la fortaleza a Bocharov y Kravchuk.
- Yo propongo -resonó la voz de bajo profundo de Pátsinko partió con Bielov, Chéusov fue también con
Bukin- que nos dejemos de conversaciones y que se ellos; Karaváiev, después de tomar una escolta de
encierre a Bielov y a los que vienen con él en una treinta hombres a caballo, les alcanzó en el camino.
celda de castigo... Cuando llegaban al Estado Mayor de la división,
Se levantó de la mesa pesadamente, acercóse a Karaváiev y Chéusov, temerosos de que abrieran
Bielov, lo agarró del hombro y le dijo: fuego contra ellos, mandaron a Bielov ir delante;
- Hala, vamos al despacho, estarás allí un ratito, y ellos le siguieron, mirando en derredor, ojo alerta, y
entretanto, nosotros solos resolveremos. entraron recelosos en el patio.
Bielov apartó bruscamente la mano de Bukin y Se acercaron al aparato. Nosotros, los que
gritó acalorado: habíamos quedado en el Estado Mayor, hicimos lo
- ¿Qué es esto? ¡No intentéis tocarme! Sabed que, mismo.
aunque nos arrestéis, aunque nos fusiléis, la Llamamos al Consejo Revolucionario del frente.
revolución no se perderá, seguirá adelante... Pero Por la mañana temprano de aquel mismo día, es
entonces, lo vais a pasar mal... Y esta cuestión no se decir, del 13, la organización del Partido en la ciudad
liquidará sin sangre, porque las fuerzas de la Sección se congregó cerca de su Comité. Los miembros de
Especial, del Tribunal y del Estado Mayor de la éste tenían ya en su poder la disposición del Comité
división no se os entregarán por las buenas... De Regional ordenando que se presentaran en el Consejo
modo que ya lo sabéis: ¡habrá lucha, habrá sangre! Y Militar. Pero ni siquiera pensaron en ello;
vosotros mismos mandasteis una delegación para desplegaron las banderas y se fueron derechos a la
declarar que estabais contra su derramamiento. fortaleza. Allí les recibieron como a amigos queridos,
Todos se habían calmado y escuchaban con con solemnidad y música. Representantes del
atención aquellas palabras, llenas de pasión y coraje. Partido, por invitación del Consejo de Combate,
- Yo propongo otra cosa -continuó Bielov- que trabajaban ya en el mismo de común acuerdo con los
vayamos juntos a hablar por cable con Tashkent, que sediciosos. La fortaleza se sentía "revolucionaria" en
llamemos al comandante en jefe, y si él permite que cierto sentido. Y en realidad, ¡qué revolucionario
se desarme a nuestras fuerzas, hacerlo así... Entonces resultaba aquello!
no habrá sangre. Id, intentadlo... ¡A ver qué os Allí tenían a su disposición a los comunistas, y, al
contestan "ellos"! parecer, estaban a partir un piñón con ellos; allí se
El discurso produjo impresión. En cuanto acabó podía gritar: "¡Abajo los comunistas!", mandar al
Bierov, tomó la palabra Béresniev: otro barrio a los agentes de la contingentación de
- Muchachos, os habla Pável Béresniev. Yo productos agrícolas, exigir el desarme de la Sección
conozco a Bielov hace tiempo. Es una buena persona. Especial y del Tribunal, destituir a todas las
El no miente. Nunca habla a humo de pajas. Hay que autoridades militares y civiles y establecer su Poder
escucharle, porque se trata de un verdadero faccioso, de la fortaleza. ¡Aquéllos sí que eran
revolucionario... Sí... comunistas! ¡Con ellos daba gusto actuar!
Todo aquello -levantarse, soltar su parrafito, Por ello, los de la fortaleza tributaron tan gran
callarse, sentarse y apoyar la cabeza en la ancha recibimiento a la organización del Partido en la
palma de la mano- fue cosa de un instante. ciudad.
Un segundo después, ya estaba interviniendo - Son de los nuestros -decidieron. Y no se
Merlín, el presidente del Comité Revolucionario del equivocaban.
distrito. Hubo hasta solemnes discursos; se dirigieron
- Camaradas, ¿veis mis botas rotas? -y alzó el pie, mutuas finezas. El "alto honor" de hablar en nombre
La subrevación 117
del Partido le cupo en suerte a Kirpo. rechistar, el freno que les habían puesto los de la
No faltó el intercambio de amables mensajes fortaleza les venía muy a la medida. Por algo el
oficiales. Los de la fortaleza escribían: presidente del Comité Distrital y Urbano había
telegrafiado a Tashkent que todo estaba tranquilo y
Al Comité Distrital y Urbano del Partido no se necesitaba ayuda alguna.
El Consejo Militar Revolucionario Provisional Y en realidad, ¿qué ayuda necesitaban ellos?
invita al Partido a incorporar cuatro de sus miembros ¿Para qué la querían? Pues en medio de todo aquel
al mencionado Consejo. desorden se sentían como el pez en el agua.
Por el Presidente del CMR Provisional, F. En la fortaleza, durante el vil interrogatorio de
Shkutin, miembro del mismo, Krizenko, Prásolov, Bielov por Chéusov, a los representantes del Partido
Karaváiev, miembros del Consejo. ni siquiera se les ocurrió alzar su voz de protesta,
señalar lo intolerable de semejante acción;
La respuesta no se hizo esperar: permanecieron callados, riéndose, en unión de los
facciosos, de cada respuesta de Bielov.
El Comité Urbano del Partido designa a los Únicamente Merlín intervino torpemente, sacando
camaradas Menkov, Démchenko, Kirpo y Dublitski a relucir sus "botas rotas", pero hasta eso lo hizo con
para que formen parte del Consejo Militar servilismo, implorando al modo cristiano.
Revolucionario Provisional (Siguen nueve firmas). Los rehenes -Kravchuk y Bocharov- fueron
metidos en la cárcel poco después... Un hatajo de
En pocas palabras: se cumplieron todos los bribones desmandados encarcelaba a unos camaradas
"requisitos" necesarios. Uno de los enviados por el del Partido, y los "representantes de Partido"
Partido, Dublitski, tomó el trabajo con tanto afán y permanecían al margen, riéndose de los detenidos,
celo, que poco después ya estaba sentado a la mesa sin decir ni una palabra en defensa de ellos. ¡Buenos
con los facciosos, en el Consejo de Combate, "comunistas" estaban hechos!
elaborando ante la carta de operaciones el plan de Para hablar por cable directo, en compañía de
ataque a la Sección Especial. Verdad es que se Chéusov y Karaváiev, habían llegado tres de los
trataba de un muchacho que no tenía más que unos suyos: Démchenko, Menkov y Dublitski. Tashkent
diez y nueve años. Más tarde, ante el Tribunal, contestaba.
reconoció sus yerros y pecados, pero durante todo Con bastante anterioridad, inmediatamente
aquel tiempo cometió no pocas fechorías, después de la reunión de la víspera en la Brigada
participando en otras acciones tan vergonzosas y Kirguiza, habíamos comunicado al centro todas las
viles como aquélla. En fin, que la fortaleza se sentía resoluciones adoptadas con respecto a los doce
en "contacto" con los "comunistas" de la ciudad y puntos. Pero les hacíamos la advertencia de que,
hasta empezaba a ordenarles ásperamente de vez en aunque habíamos decidido aquello, no creíamos lo
cuando. Por ejemplo, a una asamblea tan respetable más mínimo en la eficacia de tales resoluciones, ya
como la reunida en la Casa de la Libertad, la que los hombres de la fortaleza, en su conjunto, no
fortaleza le envió un documento bastante preciso: pensaban de igual manera que la delegación, y no les
costaba ningún trabajo ciscarse en los acuerdos de
NOTIFICACION cualquiera de sus delegaciones.
El Consejo Militar Revolucionario Provisional de Cuando se presentaron los cabecillas facciosos en
la Región del Semirechie considera su deber notificar el Estado Mayor, antes de hablar por telégrafo,
a la asamblea conjunta de todas las organizaciones, celebramos con ellos una reunión en la que les
que se celebra en la Casa de la Libertad, que se la propusimos ponernos de acuerdo para transmitir al
invita a presentarse en pleno en la fortaleza, no más centro directivo una sola "opinión conjunta". Esta
tarde de las ocho de la mañana, para resolver las reunión no se diferenció en nada de otras semejantes:
cuestiones más candentes entre los soldados rojos. los sediciosos machacaron en ella sobre los mismos
Caso de no presentarse, se tomarán por el Consejo temas y con igual tesón que siempre. Y también nos
medidas, considerándolo como insubordinación "pusimos de acuerdo" en algo. Nos acercamos al
frente al Poder soviético, a cuya cabeza se encuentra aparato. No todos los textos de esas conferencias
el Consejo Militar Revolucionario Provisional de la telegráficas se conservan plenamente. De algunas
Región del Semirechie. sólo que dan fragmentos55.
Fortaleza, 13 de junio de 1920, 6 de la mañana. Por lo visto, antes de que nosotros nos
El Presidente del Consejo Militar Revolucionario acercásemos a hablar, alguno de nuestros camaradas
Provisional (firmado). había tenido con Tashkent la siguiente conversación:
El Vicepresidente (firmado). - Llame al aparato a Novitski, ¡le necesitamos
El Secretario (firmado). inmediatamente!
55
"Los del Partido" de Vierni lo soportaban todo sin Además, con frecuencia, las palabras están equivocadas
o aparecen cambiadas expresiones enteras.
118 Dimitri Furmanov
- Junto al aparato, están Novitski, Ibraguímov, contestarle... Han llamado ustedes a muchas
miembro del Comité Ejecutivo Central del personas, y todas ellas deben enterarse de esta
Turkestán, y Bíserov, presidente del mismo. Los conversación.
demás miembros no han venido todavía... Por lo visto, en aquel momento terminó nuestra
- Al aparato, el secretario del Delegado... La reunión; el que estaba hablando por el cable lo supo,
situación es crítica en extremo. El Consejo de y se apresuró a transmitir:
Combate faccioso ha presentado un ultimátum - La reunión ha terminado... Si no pueden
exigiendo la entrega del poder militar al comandante decírnoslo, nos marchamos...
en jefe nombrado por ellos... Se disponen a detener a De Tashkent se apresuraron también:
los funcionarios responsables... Los sediciosos han - Ha llegado al aparato Frunze, ahora empezamos
puesto guardias en todas las salidas de Viemi... La a darles la respuesta...
situación es muy grave. Han encontrado alcohol en Pero sin duda era ya tarde; el que hablaba desde
cantidad suficiente, y son de esperar consecuencias Vierni dictó con premura:
lamentables... Digan si debemos esperar aquí a que - Esperen... Se acercan al aparato Fúrmanov y
nos detengan o marcharnos a las montañas. Bielov. Tras ellos están los sublevados. Ténganlo en
Nosotros no habíamos autorizado a nadie a cuenta en la conversación; por eso no hace falta de
mantener una conversación semejante, y mucho momento la respuesta.
menos a hacer aquella necia pregunta de si se debía - Comprendido. Lo tendremos todo en cuenta -
"esperar la detención o huir a las montañas”. aseguró Tashkent.
¿Cómo lo iban a saber en Tashkent? Nosotros Nos acercamos y le pedimos a Tashkent:
mismos veríamos mejor hasta qué momento había - Dígannos quiénes están junto al aparato, y
que permanecer en nuestros puestos y cuándo era mencionen a todos.
conveniente huir. Pero era tan grande la agitación en De allí contestaron:
aquel entonces, que se acercaban al telégrafo casi - Mencionen ustedes primero quiénes lo piden.
todos y entablaban las más irresponsables y absurdas - Junto al aparato están Fúrmanov, Bielov y
conversaciones. Al principio, no sabíamos esto. Pózdnyshev; Masarski, jefe de la Sección Especial;
Únicamente nos enteramos cuando se quejaron los Pátsinko, presidente del Comité Revolucionario de la
telegrafistas: Región; Chéusov y Shegabutdínov, miembros del
- Estamos rendidos, camaradas. No hacen más llamado Consejo Militar Revolucionario, organizado
que hablar todos... en la fortaleza; también se encuentran aquí
- ¿Cómo que todos? -preguntamos asombrados. Mameliuk, comisario especial de avituallamiento de
- Así es: pasan por aquí, se vuelven y empiezan a la división, y algunos funcionarios responsables.
disparar palabras... Habla Fúrmanov. En varias reuniones... se ha puesto
Por cierto, que algún curioso que otro también en claro lo siguiente: la cuestión más candente para
solía hacer desde Tashkent diversas preguntas: las masas sublevadas es la del desarme de la SE y del
- ¿Qué hay de nuevo? ¿Cómo van las cosas? TMR56 y la entrega de todo el armamento a la
Y le respondía el primero que se encontraba cerca fortaleza. En la reunión conjunta del Consejo Militar
del aparato. Pero todo no se podía prever a un y del Consejo Militar Revolucionario que acaba de
tiempo. celebrarse se han aceptado, condicionalmente, dos
La conversación aquella no terminó con lo de "la proposiciones.
huida a las montañas". Se conservan algunos [Primera]. Dejar en cada una de esas
fragmentos más: organizaciones (es decir en la SE y en el TMR)
- Al aparato, Kúibyshev e Ibraguímov, miembros quince hombres y [utilizar] el resto para completar la
del Consejo Militar Revolucionario; Bíserov, sección de Estado Mayor con todo su armamento,
Presidente del Comité Ejecutivo Central del excepto las ametralladoras, que se entregarán sin
Turkestán, y Liubímov, Presidente del Consejo de falta a la fortaleza, tanto más considerando que una
Comisarios; el camarada Frunze viene ahora... ametralladora de la SE no tiene ya cerrojo por
- Insistan en que se nombre a Bielov comandante habérselo llevado el ametrallador cuando se pasó a la
en jefe de las tropas -aconsejaba a Tashkent alguien fortaleza.
de Vierni- y contesten a la última pregunta (es decir, [Segunda]. Si las masas no aceptan esta
a la de la huida a las montañas). proposición y exigen el desarme completo de esas
- Ahora recibirá respuesta por el aparato. fuerzas y la entrega de todo su armamento a la
Novitski. fortaleza, la situación creada nos obligará a acceder a
- Está bien. Esperamos. todo y a enviar a prestar servicio en la SE y en el
- Los que han llegado al aparato están leyendo la TMR a los hombres del batallón de guardia. El
comunicación de ustedes. Novitski. Consejo Militar y el Consejo Militar Revolucionario
Bien. Dennos la respuesta... defenderán tenazmente la primera propuesta, pero, en
- Hasta que no acaben de leer, no podemos
56
Tribunal Militar Revolucionario (N. del T.)
La subrevación 119
último extremo, transigirán con la segunda. género y tenerlas en cuenta. Y puesto que se plantea
La siguiente cuestión de importancia es la la cuestión de crear nuevos órganos de Poder al
organización del Poder, tanto civil como militar. En arbitrio de unas cuantas unidades, el Consejo Militar
la actualidad tenemos una dualidad de poderes con la Revolucionario [del Frente] considera que esto es
que ambas partes desean terminar, pero absolutamente intolerable. [Como] medidas prácticas
recomendando para ello métodos distintos. Una cosa para mejorar la labor de los órganos locales, así como
es el acuerdo entre el Consejo Militar y el Consejo la situación de las unidades, deberán adoptarse, entre
Militar Revolucionario, y otra nuestro acuerdo otras, las siguientes: Primero. Se confirma una vez
común con las masas. más el traslado a Tashkent de los oficiales que se
Nosotros, las organizaciones, nos hemos puesto pasaron a nosotros. Segundo. Respecto al armamento
de acuerdo en lo siguiente: fusionar el Consejo de la población, se confirma la orden del Frente,
Militar Revolucionario con el Comité Revolucionario según la cual deberán ser organizadas unidades de
de la Región y el Consejo Militar. Volver a sus instrucción militar, que prestarán los servicios de
lugares al batallón de guardia y al batallón del guardia de la ciudad y serán al propio tiempo
veintisiete regimiento, dejando [solamente] en la reservas de las unidades de campaña; en cuanto al
fortaleza la guardia necesaria. Hacer saber a la armamento de la población en forma desorganizada,
población, ampliamente, todo esto. Si esta propuesta sin mirar cómo y a quién se arma, no deberá
no es aceptada por las masas, continuará existiendo, a realizarse. Tercero. La organización del Poder
la cabeza de todo el Poder militar y civil, el arbitrario soviético en los distintos lugares es una tarea
CMR. La diferencia entre las organizaciones inmediata del Poder soviético en el Turkestán y para
estatales y las arbitrariamente constituidas, explicada resolver esta cuestión han sido convocados todos los
ya a los delegados, será también explicada a las congresos que se celebrarán en breve, tanto en los
masas. Los delegados han sido advertidos de que, distintos lugares como en el centro; como resultado
caso de ser liquidado el Poder estatal, el centro de dichos congresos, confiamos en crear un buen
directivo actuará enviando desde Tashkent autos aparato del Poder obrero y campesino en el
blindados y con los ejércitos de Siberia que se Turkestán. Cuarto. Todas las propuestas relativas al
encuentran en las inmediaciones de Liepsy, los mejoramiento de la labor de los órganos locales del
cuales están integrados por obreros y campesinos, Poder, deberán ser puestas en práctica
hombres que no acostumbran a tolerar el inmediatamente. Quinto. La ayuda a la población de
derrocamiento de [sus] instituciones estatales. Liepsy, arruinada por la guerra, se considera como la
Esperamos nos envíen respuesta a dos cuestiones: a primera tarea del Poder soviético, y a este problema
la primera, la del desarme de la SE y el TMR, y a la deberá dedicarse especial atención, de acuerdo con
segunda, la de la organización del Poder. Fúrmanov y nuestras órdenes anteriores. En lo referente a la SE y
los demás. Digan, ¿quiénes están junto al aparato? al TMR, el Consejo Militar Revolucionario del
Sería conveniente la presencia del jefe de la Sección Frente estará de acuerdo con el CM únicamente en el
Especial y del presidente del Tribunal Militar caso de que las unidades que queden se fusionen con
Revolucionario. la sección de Estado Mayor de la división,
- Junto al aparato están Frunze, Comandante en conservando su armamento. La cuestión de los
Jefe del Frente; Kúibyshev, Ibraguímov y Liubímov, órganos de Poder sólo puede ser resuelta a base de
miembros del Consejo Militar Revolucionario; las instrucciones que ya hemos dado y deberá ser
Bíserov, presidente del Comité Ejecutivo Central del sancionada por el Poder central. El nuevo órgano
Turkestán y el presidente de la Sección Especial del debe estar integrado por hombres que el Frente
Frente. Habla el Comandante en Jefe. Por los datos y conozca; en tal caso, se autorizará al Consejo Militar
documentos facilitados al Consejo Militar a proponer candidaturas de personas que gocen de la
Revolucionario del Frente, está [claro] que los confianza de la guarnición y a presentarlas también al
órganos locales del Poder, tanto militar como civil, Consejo Militar Revolucionario del Frente para su
han cometido algunos errores. Esto se refiere en confirmación. Esto se refiere igualmente al Comité
particular, como se desprende de la declaración de la Revolucionario de la región. Tanto en uno como en
guarnición, a la permanencia en Vierni de los otro caso, se mantendrá la forma actual de dar
oficiales que se pasaron a nosotros y, además, a la órdenes y de responder ante todas las masas obreras
actuación de la SE. Dichos errores ya han sido y campesinas de la República. Toda la labor
tenidos en cuenta por el Frente, y se ha dado orden de operativa y la facultad de dar órdenes seguirán
que los mencionados oficiales sean trasladados a correspondiendo al jefe de la división, Bielov;
Tashkent para su envío ulterior a Rusia; en cuanto a asimismo las órdenes del Comité Revolucionario de
la SE, hace ya una semana que ha salido de Tashkent la región continuarán siendo dadas por su actual
el nuevo jefe de la misma, Sokolovski. Como la presidente. El Consejo Militar Revolucionario
declaración de la guarnición se refiere a diversas considera que existen ciertas actividades de gentes
acciones, deben hacerse constar las faltas de ese que ven con alegría la posibilidad de asestar un golpe
120 Dimitri Furmanov
completamente secreta del 13 de junio de 1920, a las en jefe de todas las fuerzas armadas de los distritos
8 de la noche, convocada por el jefe del de Pishpek, Narín y Przhevalsk; sus órdenes sólo
destacamento de la Sección Especial, se serán válidas cuando vayan refrendados por el jefe
comprometen por el presente documento a conservar del Estado Mayor o su auxiliar.
en el más riguroso secreto todo cuanto se hable y Se nombra jefe de las Milicias de la ciudad y del
todas las misiones que se encomienden. Por el distrito al camarada Sniguiriov, y al camarada
quebrantamiento del secreto, nos condenamos al Zhevakin, jefe de la guarnición.
fusilamiento. Queda prohibida toda transmisión y recepción de
1. Okotov, 2. Borzunov, 3. Shapoválov, 4. telegramas sin autorización del Estado Mayor.
(ilegible), 5. Zhimánov, 6. (ilegible), 7. Aidarbékev, Todas las fuerzas militares de la ciudad de
8. V. Sópov, 9. Bulavin, 10. Kara-Murzá, 11. Pishpek y de los distritos de Pishpek, Tokmak, Narin
Kondurushkin, 12. (ilegible), 13. (ilegible), 14. y Przhevalsk quedan subordinadas por completo al
Súdoroguin, 15. (ilegible), 16. Zinóviev. Estado Mayor de la ciudad de Pishpek.
Todas las infracciones en el servicio de guardia,
E inmediatamente eligieron un órgano de acción: las faltas de disciplina, la insubordinación frente al
el Estado Mayor Secreto, de lo que levantaron la Estado Mayor o el incumplimiento de alguno de los
siguiente acta: puntos de la presente orden, serán castigados con el
fusilamiento inmediato.
ACTA N° 1 Todos los comunistas y funcionarios de las
De la asamblea general de activistas de la instituciones soviéticas continuarán en sus puestos y
organización del Partido Comunista de Rusia en cumplirán incondicionalmente las órdenes del Estado
Pishpek, bajo la presidencia de Okotov. 13 de junio Mayor.
de 1920. Hasta el levantamiento del estado de guerra, el
Después del informe de Okotov sobre los motivos Comité Revolucionario pasa a depender del Estado
de la reunión de activistas, se procede a la elección Mayor y sólo cumplirá las indicaciones de éste. -
de un Estado Mayor Secreto, cuyo jefe tendrá Firman el original: el jefe del Estado Mayor, P.
derecho a resolver por sí solo todas las cuestiones. Okotov; su auxiliar, Kara-Murzá; el ayudante, @.
Para ayudarle, es preciso elegir un auxiliar y un Gólub.
ayudante.
Terminada la discusión, son elegidos: jefe del Nos habíamos puesto en comunicación con
Estado Mayor, el camarada Okotov. Auxiliar del jefe, Pishpek -ya no recuerdo lo que averiguamos ni las
Kara-Murzá. Ayudante, Gólub. advertencias que les hicimos-, llevábamos a cabo
La reunión se celebró al anochecer. nuestro trabajo a espaldas del Consejo de Combate.
Redactaron una orden, y a la mañana siguiente la Por cierto que éste nos pagaba con la misma moneda.
pegaron por todas las esquinas de la ciudad. Una cosa eran las conversaciones oficiales con
Transcribimos plenamente este memorable nosotros y las reuniones de todo género, y otra la
documento: labor que los "combativos" realizaban desde su
Consejo sin desperdiciar ni un minuto. Movíase
ORDEN N° 1 especialmente el "General en Jefe" de la fortaleza,
14 de junio de 1920. Petrov, al que le tenían completamente sin cuidado
Por la presente se hace saber que, a partir de este todas las reuniones y conferencias habidas y por
momento, se declara el estado de guerra en la ciudad haber: no las reconocía, hacía caso omiso de todos
de Pishpek. sus acuerdos y no asistía a ninguna de ellas; en unión
Todo el Poder en la ciudad pasa a manos de un de Karaváiev, Bukin y Vúychich, estaba siempre
Estado Mayor integrado por el camarada Okotov, metido entre las masas sublevadas, llevando a cabo
jefe del mismo, Kara-Murzá, auxiliar suyo, y el allí algún trabajo, entregado a él por entero.
camarada Gólub, ayudante. Ninguna orden de la Ante todo, determinó qué tipo de unidades debía
capital de la región será cumplida sin el haber en la fortaleza, cómo reorganizarlas,
conocimiento del Estado Mayor. desplegarlas y completarlas.
Se prohíben hasta nueva orden toda clase de Indagaba todas las posibilidades -las suyas y las
reuniones, mítines, veladas y esparcimientos. nuestras-, encontraba comandantes apropiados para
Durante el estado de guerra queda prohibido el las unidades y los ponía al frente de ellas, era, en fin,
toque de campanas y la celebración de oficios en las el alma de la fortaleza, su verdadero organizador.
iglesias. Había acudido allí gente de toda condición y de todas
Se prohíbe la salida de la ciudad sin partes: fugitivos de Liepsy y de Kopal; individuos
salvoconducto; los infractores serán fusilados sin soltados de los calabozos de la Sección Especial y
formación de causa. del Tribunal o que se escondían para no ir a parar a
Se nombra al camarada Shapoválov comandante ellos; amos y patroncitos, con el riñón bien cubierto,
122 Dimitri Furmanov
que venían de los pueblos cercanos y lejanos, unas su propia cuenta y comuniquen esta decisión a sus
veces a quejarse de los "abusos de las autoridades unidades. Caso de incumplimiento de esta orden,
soviéticas", otras por armas o, simplemente, a pescar serán entregados a los tribunales.
algo en aquel río revuelto o a visitar a sus amigos y §2
parientes. Encontrábanse también en aquel recinto Se nombra al camarada P. Borozdin Jefe del
hombres de distintos destacamentos, de la Sección Estado Mayor de las tropas.
del Estado Mayor, del cuerpo de guardia del mismo, §3
de la Especial y del Tribunal, pasados a los facciosos, Se nombra Secretario del Estado Mayor de las
así como otros militares a quienes se había arrestado tropas al camarada Kruglov.
alguna vez, en general, sujetos que habían sido §4
castigados por los órganos de represión soviéticos; Ordeno a los comandantes de los regimientos que
también llegaban inválidos, a ver si caía algo... En pongan inmediatamente sus unidades en disposición
fin, se había acumulado allí abundante materia capaz de combate.
de hacer explosión, como un barril de pólvora, a la Firman el original:
primera chispa. Y había que andar con mucho El Comandante en Jefe de las tropas, Petrov.
cuidado con aquella materia explosiva, pues al menor El Comisario Militar, Chernov.
tropezón, podía volar todo por los aires. Coincide con el original: el jefe del Estado
Toda aquella muchedumbre se agitaba iracunda y Mayor, P. Borozdin.
siniestra; en su memoria revivían diversos recuerdos
sobre "el bandolerismo de los sovieteros" (¡sin Ya ven, se ordenaba ya poner los regimientos en
olvidar la contingentación de productos agrícolas!); disposición de combate. Lo que significaba
el descontento caldeaba la atmósfera y amenazaba solamente una cosa: que "los activistas" se disponían
con romper el dique de la paciencia y desbordarse en a actuar. Se conserva además otro documento muy
impetuoso y arrollador torrente. característico de ese mismo día, que dio Petrov a uno
Petrov, Karaváiev, Bukin, Vúychich y Chernov de sus bravos muchachos y que ya no se refería en
constituían el grupo de los llamados "activistas"; no absoluto a la "disposición de combate", sino a... los
tenían el menor deseo de hablar ni de unirse a nadie, productos alimenticios. Reza así:
todo lo querían hacer ellos solos.
Querían, pero... no se decidían. Les faltaba CREDENCIAL
solamente algún pequeño resorte que, al apretarlo, El soldado rojo Saveli Isáenko, jefe de un
hiciese funcionar de un modo nuevo, completamente destacamento de 50 hombres, está autorizado para
nuevo, toda la máquina de la fortaleza. Expresaban perseguir y detener a la comisión que ha sido enviada
su descontento manifiesto por el hecho de que el a los pueblos del distrito de Vierni, hasta el pueblo de
Consejo de Combate tuviese trato con el Estado Záitsevski, para efectuar toda clase de requisas.
Mayor de la división e incluso gastase con él Lo que suscribimos y sellamos.
cumplidos, pero se limitaban al descontento, a lanzar Vierni
maldiciones. La mayoría del Consejo de Combate - 13 de junio de 1920.
los Nevrótov, los Fomenko, los Prasólov y otros por El Comandante en Jefe de las tropas de la región
el estilo- no siempre estaba conforme con ellos. Estos del Semirechie, Petrov.
cifraban al parecer todas sus esperanzas en la llegada El Comisario Militar, Chernov.
del 26° regimiento y aplazaban hasta entonces todas Vº.Bº El Jefe del Estado Mayor, P. Borozdin.
sus acciones. ¡Ahí estaba la solución del asunto!
Y entretanto, se dedicaban a lanzar órdenes. Grande era, pues, el campo de acción del
La N° 3 se refería al nombramiento del Comandante en Jefe: abarcaba desde la organización
Comandante en Jefe. Esta orden la había dado el de las fuerzas para la ofensiva hasta la lucha contra...
Consejo de Combate. Y ahora el "Comandante en ¡la contingentación de productos agrícolas!
Jefe" daba la primera suya con el N° 4, considerando Al propio tiempo, Chéusov, presidente del
por lo visto que no era preciso establecer una Consejo de Combate, establecía o reanudaba el
numeración aparte. contacto con los pueblos y aldeas. A este respecto, se
El documento decía: conserva la correspondencia, muy significativa, del
mencionado Consejo con el Comité Revolucionario
ORDEN N° 4 de Alexéievo. La fortaleza escribía ya el día 12:
A las tropas de la región del Semirechie. 13 de
junio de 1920. Secreto. Urgente. Particular.
§1 Al C.R. de Alexéievo.
Ordeno a todos los comandantes de los El Consejo Provisional Militar Revolucionario de
regimientos y de las compañías, así como a los jefes Combate os comunica para vuestro conocimiento que
de los destacamentos, que se abstengan de actuar por en la ciudad reinan la tranquilidad y el orden.
La subrevación 123
Comunicadnos con la mayor urgencia, enviando un teníamos que decir. Convinimos también que,
correo a caballo, cómo marchan ahí las cosas y no después de que yo hiciera el informe general,
olvidéis, camaradas, que tenéis que estar preparados hablaría él sobre cuestiones del suministro y
para empuñar las armas, como un solo hombre, a avituallamiento de la división y dedicaría unas
nuestro primer llamamiento. palabras a la asamblea de la víspera en la Casa de la
Firmado. Libertad.
Pero de nada sirvió nuestro convenio, pues las
Contestó a la misiva la Comisión Militar del circunstancias lo hicieron añicos antes de tiempo.
término municipal de Alexéievo. En la garrapateada Al entrar en la fortaleza, nos recibieron los
respuesta se decía: miembros del Consejo de Combate. Nos examinaron
con detenimiento. No traíamos armas
Comisión Militar del término municipal de intencionadamente, pues sabíamos que de todos
Alexéievo. modos nos las iban a quitar. Entramos. Y al punto,
Distrito de Vierni insistimos en que inmediatamente se celebrase un
13 de junio de 1920. mitin en el patio. La fortaleza se puso al instante en
N° 131 movimiento. Poco después, todos sabían que se había
Alexéievo. acordado celebrar una asamblea y corrían ya
Al Presidente del Consejo Militar Revolucionario presurosos, hacia el centro de la fortaleza, para
de la región del Semirechie. ocupar un sitio lo más cerca posible del carro desde
En respuesta a su comunicación del 12 de junio de donde se pronunciarían los discursos.
1920 en la que pedía que no se entregasen armas sin ... Ya se ha congregado una multitud armada, de
su conocimiento y que se quitase a los taranchís las varios miles de individuos, que se agolpa fragorosa,
que éstos habían arrebatado a los campesinos, pongo rugiente como una manada de fieras hambrientas.
en su conocimiento que, por medio de negociaciones Los descontentos son aquí… ¡el cien por cien! Cada
pacíficas, les he retirado: 5 fusiles, 9 mosquetones, uno tiene algún agravio, guarda algún rencor contra
375 cartuchos y dos granadas de mano. El propio el Poder soviético: unos, porque se los llevan al
presidente del Comité Revolucionario del término frente contra su voluntad, alejándolos de la casa;
municipal de Karasuk, Yusúpov, huyó por la noche a otros, por lo de la contingentación de los productos
Vierni, según rumores, con dos de sus secuaces, agrícolas; éste, porque quiere vengarse del Tribunal o
llevándose consigo 5 revólveres y unos fusiles, dos de la Especial, y no le dejan; ése, porque no le han
de ellos de 7,6 milímetros. La moral, tanto de los calzado a tiempo; aquél, porque no le han permitido
taranchís como de los rusos, es muy buena, por todas echar la zarpa a algo; el de más allá, porque no le
partes hay tranquilidad y orden; pedimos nos gusta el nuevo régimen... En fin, todos y cada uno
comunique las novedades de ahí. Por ahora no están endemoniados.
tenemos miedo: nuestra organización es buena. Si ¡Y anda, métete de cabeza en semejante infierno!
necesitan ayuda, pidánnosla. Les daremos reservas. Ya han venido todos los cabecillas, rodean el
De todo lo demás le informará el camarada Lejtin. carro. Bukin se sube a él y declara con voz tajante,
La Comisión Militar del término municipal de sonora:
Alexéievo. (Firmado). - Se abre la asamblea. Hoy vamos a discutir aquí
las cuestiones de que habla Tashkent... el
La fortaleza acumulaba fuerzas. Establecía Comandante en Jefe de allá y los miembros del
contactos. Se organizaba. Se iba poniendo "en Consejo Revolucionario... Se concede la palabra al
disposición de combate". Sus fuerzas aumentaban no presidente del Consejo Militar de la división...
por horas, sino por minutos. En cambio las nuestras Y menciona mi apellido. Me levanto, me yergo
se habían esfumado por completo. Sólo nos quedaba cuanto puedo; mi mirada abarca un encrespado mar
un puñado de hombres que, en realidad, no podían ya de cabezas y se desliza luego por los rostros
hacer nada. El único valor positivo que tenía aquel cercanos: hostiles y ceñudos, no auguran nada bueno.
puñado de hombres era que no habían perdido la ¿Cómo domeñar a la turbamulta sublevada?
serenidad ni los ánimos; trabajaban estrechamente ¿Cómo lograr que este informe oficial se convierta en
unidos, infatigables, comprendiendo bien la discurso de agitación que nos preste un buen
psicología de la encrespada multitud y maniobrando servicio?
en consonancia con ello. Y nada más. Pero aquel Ante todo, hay que presentarse ante la asamblea
"nada más" resultó ser suficiente. facciosa como corresponde a los fuertes, que con su
Llegó la hora; era preciso dirigirse a la fortaleza. presencia parecen ya decir: No os vayáis a creer que
Los amigos nos despidieron con fuertes apretones de vienen a veros temerosos, con la cabeza baja, unos
manos y nos desearon éxito; partimos. Durante todo infelices representantes de un mísero Consejo
el camino, Mameliuk y yo fuimos deliberando sobre Militar, desvalidos, abandonados por todos y
la forma en que debíamos comportarnos y lo que derrotados por completo... Tal vez os figuréis que
124 Dimitri Furmanov
van a imploraras perdón y clemencia. ¡Nada de eso! desgracia, ya no existe el peligro de una explosión
Vienen a veros los delegados del más alto Poder de la instantánea, la multitud se va calmando poco a poco
región, del Consejo Militar, que está respaldado por y retrocede lenta, de mala gana, ante el empuje de tus
la fuerza, no tiembla en absoluto y no llega aquí palabras convincentes, cada vez más recias. No
como un lacayo o un mendigo, sino como un desaproveches ese momento crítico, expectante.
maestro, como un Poder solvente. Y os va a decir Empuña con más y más fuerza, firme la mano, esas
cuál es su voluntad, la voluntad inflexible del sutiles, invisibles riendas que acabas de tomar y con
Consejo Militar. las que conduces ya, seguro, a la multitud
Concretando: hay que hablar con firmeza y magnetizada, sometida. Y lleva al gentío, cautivo,
seguridad, como corresponde a los fuertes, sin la castrado por ti, adonde sea preciso. Conduce a la
menor concesión ni titubeo alguno. Esto es lo muchedumbre, pero de cara a ella, sigue mirando con
primero: tener firmeza y no ceder en lo fundamental. fijeza, de continuo, a sus ojos turbios. No apartes tu
Y lo segundo, no perderle la cara ni un instante a mirada, ni un instante, de esos ojos ebrios, de plomo,
la multitud, observar con sostenida atención a toda de las turbas, lee en ellos, comprende por ellos, lo
ella a un tiempo, para ver todas sus reacciones; habla, que se agita en sus entrañas qué se ha producido ya
sí, pero escucha también a la par los gritos y allí, qué ha desaparecido para no volver, qué se está
exclamaciones de aprobación o descontento, y produciendo ahora y qué deberá producirse dentro
discierne en el acto si reflejan la opinión de la de un minuto. Si no lo ves, ocurrirá la gran desgracia.
mayoría o son sólo impotentes intentos de individuos Tu paso firme, seguro, debe resonar como una voz de
aislados. Si es la mayoría la que protesta, refrénala, mando en el corazón de la multitud magnetizada; tu
tirando más de las riendas; si son bichos sueltos, palabra precisa, aguda, debe perforar la gruesa
empieza por paralizarlos, espurréalos con venenosa corteza de los cerebros y ejercer allí dentro su acción.
bilis, sácales los ojos, arráncales la lengua para En los momentos de terribles pruebas es preciso:
dejarlos inofensivos, ciegos, y córtales la cabeza; tener a la vez la inquebrantable firmeza del granito y
luego, capta en un segundo el nuevo estado de ánimo la elasticidad y blandura de un gatillo.
de la multitud y rígete inmediatamente por él; la Recuerda esto en segundo lugar.
muchedumbre se tornará más amenazadora o tenderá Y en tercero, lo siguiente: Conoce los anhelos y
a encalmarse e irá perdiendo cada vez más su furor afanes de la multitud, sus intereses vitales. Y háblale
inicial. En cuanto captes esto, comprenderás lo que de ellos. Siempre hay que saber con quién se trata. Y
has de hacer: tener en tus acciones la agilidad de la mal acabarás si al presentarte ante una multitud en
pantera y la viveza del ratón. rebeldía -que, agitada por las pasiones, enfurecida,
Si sube la furia, si se aproxima la tormenta y protesta airada-, empiezas a hablarle de cosas ajenas,
sientes ya su aliento cercano, ármate de valor y, con innecesarias para ella, y no de lo principal, de lo que
la lanza del pensamiento, ábrete camino; pero no por ha originado su alzamiento. Habla de lo que quieras,
la carretera ancha del combate, sino por los de cuanto consideres importante, pero hazlo de
escondidos senderos apenas perceptibles, de las manera que tus pensamientos estén ligados con los
escaramuzas, los hábiles virajes y las inesperadas intereses de esa multitud, para que penetren en lo
acometidas que causan lesiones profundas, grandes; esencial, en lo que es causa de su efervescencia y
avanza como por una frágil pasarela movediza, bajo agitación. No estás en una fiesta, sino en un campo
la que braman las olas, hazlo con gran precaución de batalla, pórtate, pues, como un guerrero armado
mirando a todos lados y procurando ver todo a la vez hasta los dientes. Conoce bien al enemigo. Conoce
en derredor: que la cabeza vea, que vea el corazón, no sólo las viejas necesidades de la multitud, sino
que todo tu ser vea y comprenda, porque esos también lo que anhelaba y ansiaba un minuto antes
instantes de transición son breves y terriblemente de la terrible explosión, y comprende lo que quiere
peligrosos en su brevedad. Quien no los comprenda, decir su fragor incesante, capta en él los sonidos más
quien no sea dueño de la situación durante ellos, netos, los fundamentales, préstales oído y concentra
perecerá irremisiblemente. Cuando hayas pasado la en ellos tu atención. No basta con observar vigilante
zona espantosa y se aquieten un poco, pensativas, las a la multitud, con mirar siempre alerta a sus ojos
crecientes olas de la ira popular para retroceder con ebrios y ver cómo van reflejando cambiantes las
sordo fragor de resaca, sal con decisión de los fases de la borrasca interior; hay que comprender
escondidos senderos defensivos a la carretera ancha, además por qué se ha desencadenado ésta, qué
grande. Pero, ¡en silencio! Para que nadie advierta, fuerzas la han provocado y cuáles la harán amainar.
por tu voz, por tus palabras, por tu emocionado Y por muy maestro que seas, nunca lograrás refrenar
semblante, que hace un minuto te ocultabas por a una multitud desbocada hablándole de cosas, afanes
veredas secretas para salvarte de la catástrofe que se y necesidades que le son ajenos. E incluso con
acercaba con amenazador estruendo. Esto no lo debe intereses extraños podrás sujetarla, pero demuéstrale
saber ni ver nadie más que tú. Se han desvanecido los primero que éstos no son ajenos, sino suyos,
negros nubarrones, se ha alejado la espantosa convéncela de ello. Y entonces, comprenderá.
La subrevación 125
Además, en cuarto lugar: y las culatas, muere agitando. Muere de manera que
Mira a todos a la cara, a los ojos, caza las palabras tu muerte sirva de provecho. Morir como un perro,
precisas, adivina por los movimientos, y discierne con temblores y aullidos lastimeros, es pernicioso.
también, sin falta, cómo transmitir, cómo decir a esa Muere bien. Acumula fuerzas, extrae de tu
multitud tus palabras y pensamientos: hay que interior todas las que tengas, moviliza cuantas
expresarlos de forma que lleguen a ella, penetren en guardes en el cerebro y en el corazón, no te dé
su corazón, se claven, igual que un puñal, en su lástima gastar muchas energías, ¡pues ésta es tu
cerebro. Si no das con el tono, se perderá todo: tus última movilización! Muere bien...
palabras desaparecerán en el espacio como Ya está dicho todo. No hay nada más que decir.
desaparece un pájaro en el horizonte. Clava en cada
multitud únicamente los dardos de las palabras que Mameliuk y yo estamos en medio del torrente de
ella espere y comprenda, que sean insustituibles. Y la sedición. Nos rodea en apretado cerco una
no otras. Otras, para otro tiempo y lugar, para otra multitud que ruge, que alborota estruendosa. Los
multitud. facciosos están ahí, al lado... ¡Y con qué maldad
Y ahí va el quinto consejo, completamente infinita nos mira de reojo el sombrío Bukin, con
inesperado: cuánta picardía peligrosa se sonríe Chéusov bajo los
Adula, ¡en este caso es necesario! ostentos bigotes, con cuánta astucia ladina brillan los
No olvides que ante ti se agita no una multitud de nacarados ojillos de Karaváiev!... Por dondequiera
obreros, a los que se puede y debe decir en la cara, que tiendes la mirada, no ves más que sonrisas
sin rodeos, la dura y grave verdad, porque la burlonas, aviesas, muecas de coraje. Por doquier,
comprenderán. Y aunque eso sea cien veces más peligro y amenaza.
penoso, a ellos no se les puede ocultar la amarga Estamos en medio de los elementos
verdad: hay que decírsela inmediatamente. La desencadenados... De un momento a otro, pueden
multitud de la fortaleza no es de esa índole, a ésta no arrastrarnos, como se llevan las leves astillas las olas
se la convence con la dura verdad. de un mar embravecido.
Esa verdad se la dirás, lo dirás todo, pero no - ¡Camaradas! El Comandante en Jefe del Frente
inmediatamente, sino después. Lo dirás cuando sus nos ha ordenado que vengamos aquí y hablemos con
pensamientos y corazón estén ya bien untados con la vosotros. Vuestros representantes y los nuestros
miel de la lisonja, cuando puedas hacer penetrar en llegaron a un acuerdo, en la reunión de ayer, sobre
ellos, suavemente, la verdad áspera, punzante, seca. todas las cuestiones que más interesaban a la
Únicamente así se la tragarán sin sentir, como el fortaleza. Esos acuerdos los comunicamos al centro,
enfermo se traga una medicina en una dulce píldora. y ya tenemos su respuesta. De los resultados de la
Para lograr tu objetivo, para ese fin, emplea este reunión de ayer y de la respuesta del centro os
medio: la dosis necesaria de adulación. Surtirá hablaremos ahora. No vamos a sacar a relucir aquí
efecto, compensará con creces el pecado y el menudencias sueltas y ponernos a discutir acerca de
esfuerzo. Ningún medio es bueno o malo de por sí, se ellas. Yo propongo que hagamos lo siguiente: una
valora solamente por los resultados conseguidos. No tras otra, yo iré mencionando todas las cuestiones
tengas reparo, ve a lo tuyo. Dile a los sublevados tratadas en la sesión de ayer, y os diré lo que
aquello que les gusta oír, lo que ablanda su corazón y decidimos acerca de cada una de ellas, la respuesta
hace desaparecer su ira, aumentar su credulidad, que ha dado Tashkent a las mismas y lo que ahora
desvanecer la desconfianza, las sospechas y el recelo nos ordena hacer a todos, a vosotros y a nosotros...
respecto a ti y a la causa que defiendes. Y entonces, La primera cuestión se reduce...
te los meterás en el bolsillo fácilmente. Procede Y les dije a qué se reducía; después de la primera,
como el juez instructor. Ya sabes, éste empieza por vino la segunda, y tras la segunda, la tercera...
hacerte preguntas intrascendentes para adormecer tu En particular al principio, durante los primeros
vigilancia y disipar tu desconfianza alerta, y luego, minutos, era difícil hablar: vociferaban, no
cuando te confías y ablandas, tú mismo sueltas todo escuchaban, corrían de un sitio a otro, agitaban
lo que llevas dentro, si es que no eres de pedernal. ¿Y desafiantes las armas, se reían entre ellos, soltando
existe acaso alguna multitud de pedernal? La furia no grandes carcajadas, lanzaban sonoros gargajos al
es fuerza, es sólo desenfreno de las pasiones. suelo, interrumpían con rudeza, silbaban, alborotaban
Estos son todos los consejos que te doy. Por con salvajes alaridos y despectivos gritos sin
último, como despedida, te diré solamente dos escuchar lo que se les decía...
palabras: Cuando ningún medio surte ya efecto, Pero entre la multitud iban penetrando y corrían
cuando todo ha sido probado e intentado sin ya en arroyos numerosas palabras seductoras,
conseguir nada, baja de la tribuna -del barril, del atrayentes:
cajón, de lo que sea-, baja con igual decisión que - La contingentación de productos... La Sección
subiste. Si ha llegado el fin, hay que recibirlo de la Especial... Los fusilamientos... El traslado...
mejor manera. Y al caer bajo los golpes de los puños Y nadie tenía ganas de silbar esas palabras; al
126 Dimitri Furmanov
contrario, todos sentían deseos de enterarse y de viene nadie... Nos han dado un susto en vano...
meter baza en aquello. Y torció la boca en hipócrita, maligna sonrisa.
"Hay que aguzar la oreja, para saber qué mentiras Al instante comprendimos todo.
dice", debió pensar cada cual para su coleto. Los cabecillas facciosos habían organizado ellos
Y al cabo de cinco o seis minutos solamente, se mismos aquella falsa alarma. Necesitaban hacer
había hecho un silencio tan profundo, que parecía fracasar el mitin. Suponían que, en cuanto empezase,
que, en lugar de miles de hombres, de una multitud lo interrumpiría violentamente la misma multitud, a
levantisca e iracunda, había allí una decena de la que habían aguijoneado con habilidad momentos
personas, un grupo de buenos y atentos amigos... Y antes. Pero la gente, en vez de interrumpirlo,
ya era más fácil hablar, pues aquella intensa atención escuchaba con atención, interés y seriedad.
de la muchedumbre apaciguada infundía grandes Había el peligro de que nosotros, los
ánimos... representantes del Consejo Militar, convenciéramos,
- ¿Quién ha dicho que vosotros estáis contra el "hechizásemos" a aquellas masas; de que
Poder soviético? ¿Cómo vais a estar contra el Poder empezáramos por ganarnos su atención y acabásemos
soviético vosotros, soldados rojos de cuyos cadáveres por conquistar su simpatía y predisponerlas a nuestro
están sembrados y con cuya sangre están regados los favor.
llanos y los montes de Kopal y Liepsy? Es una vil Y una vez en ese estado, pendientes ya de
mentira que vosotros sois enemigos del Poder nuestros labios, podíamos imponerles nuestra
soviético. Vosotros sois sus verdaderos amigos, voluntad y pensamientos...
¡porque ese Poder ha sido erigido sobre los huesos de Por ello, decidieron disipar la buena impresión
vuestros hermanos, de los héroes rojos que han dado que habíamos conseguido causar, e interrumpieron
su vida por él! astutamente el mitin. Los hombres de la fortaleza,
Aquello, por supuesto, era verdad. Dos años de sobresaltados, tomaron precipitadamente las armas,
lucha agotadora eran buena garantía de ello. Pero en corrieron hacia las ametralladoras, se prepararon para
los días de la sublevación constituía solamente una recibir al invisible enemigo.
verdad a medias. La mitad de mentira había que Y cuando se supo que la alarma había sido falsa,
dejarla a un lado, olvidarla de momento y hablar sólo ¿quién pensaba ya en convocar de nuevo al mitin y
de la primera mitad, de los méritos de los reanudar la entrevista? Nadie tenía ganas de ello... Y
combatientes semirechianos; era preciso emocionar a así quedó la cosa.
unos, abochornar a otros, obligar a unos terceros a ...Nos hallábamos ya en el Consejo de Combate,
pararse a pensar en lo que ahora, voluntaria o examinando, con tedio y náuseas, unas cuestiones
involuntariamente, hacían. secundarias, menudas. Y nos preguntábamos
La multitud permanecía inmóvil, en profundo perplejos: "¿Para qué estamos aquí metidos, qué falta
silencio, captando con ansia cada una de aquellas hacemos en este lugar?" Pronto, se aclaró también
palabras, que le llegaban al corazón. esto.
Yo llevaba hablando ya más de una hora... Sentado a la mesa o en pie, en torno a ella, había
De pronto, Vúychich saltó al carro: numerosos hombres. La sesión del Consejo de
Camaradas... Hay que suspender el mitin Combate era una reunión relámpago; la habían
inmediatamente... Están abriendo trincheras... Se han preparado -mejor dicho, amañado- de prisa y
presentado unas compañías de kirguizes armados de corriendo. El que más agitado y nervioso estaba era
ametralladoras... Y además, ¡¡¡ unos autos blindados Vúychich: se levantaba a cada momento y salía
vienen hacia la fortaleza!!! diligente para volver en seguida. Una de las veces, al
Un clamor de sorpresa se alzó de la cabo de un cuarto de hora, aproximadamente, volvió
muchedumbre. Al instante, como un sueño, se con Tegneriádnov, y ambos, abriéndose paso entre la
desvaneció su silencio, y toda ella empezó a resonar gente, vinieron presurosos, derechos hacia nosotros.
con un fragor de miles de gritos, órdenes, voces de - ¿No sabéis lo que pasa? -nos dijo Vúychich-.
mando... Los soldados rojos quieren asaltar todas las
La misma gente que hacía unos segundos estaba instituciones soviéticas. Nos han ordenado que os
allí tranquila y quieta, alborotóse de pronto y se lanzó detengamos… Sí... que os detengamos en nombre de
como loca en diversas direcciones... todos los soldados rojos...
- Vamos al Consejo de Combate -dijo Chéusov. Estaba claro que "todos los soldados rojos" no
Mameliuk y yo cambiamos una mirada y, sin tenían nada que ver con aquello: nos detenía un
comprender nada, echamos a andar a través de la puñado de miserables. ¿Pero qué hacer?
multitud de soldados rojos que corría empavorecida... Me dirigí a Chéusov:
Apenas entramos, entró también, tras nosotros, - ¿Qué es esto, camarada Chéusov? ¿Quiere decir
Vúychich. que el Consejo de Combate está de acuerdo con
- Resulta que se han equivocado -manifestó sin nuestra detención? ¿Esto se hace con autorización
mirarnos a la cara-. Ha sido una falsa alarma... No vuestra?
La subrevación 127
expedientes. Por lo que pudiera ocurrir, tomen las E.M. de su división? Frunze.
medidas que les parezcan. Si no se arregla el - El jefe del E.M. de mi división es Yánushev.
conflicto, en adelante... del cumplimiento de su Entregarle el mando no es conveniente, porque
orden... (aquí falta algo. -D.F.). De momento, no cualquiera que sea el desenlace, volverán a provocar
puedo comunicar nada más. Quedan fieles a nosotros diciendo que cómo les va a mandar un hombre a
una veintena de funcionarios responsables... Los quien no conocen, y (por añadidura. -D.F.) oficial.
traidores se han diseminado por la ciudad. La ciudad En último extremo, propongo hacer lo siguiente: que
está acordonada y es difícil salir de ella. Procuraré las tropas de los distritos de Dzharkent y Pishpek
abrirme paso al encuentro del regimiento. Bielov. pasen a depender de usted y queden a su disposición
- Habla Frunze. En cuanto la situación se aclare inmediata...
en el sentido de que la guarnición se insubordina - Perdón, ¿las tropas de qué distritos? ¿Las de
definitivamente, deben salir de la ciudad y dirigirse Dzharkent? No puede ser.
hacia la carretera de Dzharkent-Kopal, con la tarea - Dispense, tengo la cabeza hecha un bombo. De
de retener a nuestro lado todas las unidades que allí los distritos de Przhevalsk y Pishpek. Y que las
se encuentran. Debe usted ordenar que se dirijan demás unidades pasen a depender del comandante de
también allí todos sus colaboradores responsables. la novena brigada. Esa sería la mejor solución.
Llévense el aparato telegráfico y pónganse en - Bien, pero el comandante de la brigada debe
comunicación con Semipalátinsk desde el primer quedar subordinado a Blazhévich. A propósito, ¿cuál
punto en que sea posible. He dado orden a es el apellido de ese comandante y dónde se
Blazhévich de que avance rápidamente hacia Vierni. encuentra su Estado Mayor? Frunze.
Creo que hay plena posibilidad de salir de él y que es - Su apellido es Skachkov, y su Estado Mayor se
preciso hacerlo. Recuerde que si lo logra, tal vez se encuentra en Gavrílovka. De todos modos, procuraré
consiga con ello retener el alzamiento de las demás aclarar la situación de alguna manera, para no
unidades. Del distrito de Pishpek me encargo yo. Dé estropear la cosa con mi marcha. De todos los
orden a todas las unidades de la región de que no cambios que se produzcan informaremos
obedezcan las disposiciones del consejo faccioso de regularmente, si es que no nos atrapan, con breves
la fortaleza. Ordene a todas las unidades que se intervalos. Me propongo que sean de una hora. No
encuentran al norte de Vierni que pasen a depender tengo nada más que decirle.
del jefe del grupo de ejércitos, Blazhévich, del que - Incluso si la situación mejora, vaya al norte,
recibirá órdenes. Y a las unidades de los distritos de después de entregar el mando a quien usted elija.
Przhevalsk y Pishpek, que queden bajo mi mando Otra pregunta: ¿Cuál es el papel de Shegabutdínov?
inmediato. Estas órdenes, sobre todo la referente al Frunze.
norte, deben ser dadas a toda costa. En cuanto se - De esto informaremos aparte; creo que ha ido a
aclare la situación... (Aquí debe faltar algo. -D.F.). parar allí casualmente, por mala suerte, y a nuestro
Tenga en cuenta que no podemos darle instrucciones parecer ha ejercido allí gran influencia, evitando,
detalladas. Queda como obligatoria la orden de salir como era preciso, que los soldados rojos se
de Vierni y crear un centro cívico-militar en otro entregaran a la bebida y otros excesos. Bielov. No
lugar de la región, a elección suya. Frunze... Perdone, tengo nada más que decirles. Permítame que me
¿está ahí Bielov? retire del aparato y proceda a aclarar la situación.
- Sí, aquí estoy. Haremos todo lo que podamos. Bielov.
Procuraré salir de Vierni a toda costa. Con su - Bien. Intercale una palabra secreta, de forma que
permiso, ¿no podríamos hacer una cosa? Porque nadie se aperciba, una vez en las dos primeras frases.
mientras aclaramos, nos cercarán, y desde luego ya Nosotros haremos lo mismo...
no será fácil filtrarse... En este momento hay más - Después, por lo visto, hubo un intercambio de
probabilidades de que yo logre salir de la ciudad. las frases secretas que, sobre poco más o menos,
¿Considera posible que yo entregue el mando de la debían emplearse. Habló desde Tashkent no sé si
división al comisario de guerra de la región, Kúibyshev o el jefe del Estado Mayor,
Shegabutdínov, y parta para la carretera de Kopal? Blagoviéschenski. Y ambas partes comprendieron
- En general, creo muy conveniente que vaya cuanto había de convencional en la conferencia, se
usted en persona a las unidades de la división. La descifraron mutuamente. Convinieron de nuevo que
entrega del mando a Shegabutdínov ahora, cuando la al cabo de una hora, exactamente, Bielov volvería a
situación no está clara, no la considero permisible. informar de la situación, si no los habían detenido ya
En último extremo, puede entregar el mando al jefe a todos allí mismo, en sus puestos...
del Estado Mayor de la división y partir de acuerdo Se conservan además fragmentos de una
con mis anteriores órdenes. El jefe del Estado Mayor conferencia telegráfica rebosante de pánico, pero no
de la división deberá cumplir todas sus disposiciones; es posible determinar quién ni cuándo la sostuvo, no
en general, le concedo a usted facultades para queda ningún indicio de ello. Alguien pedía desde
resolver conforme a la situación. ¿Quién es el jefe del Vierni:
132 Dimitri Furmanov
se iba... Los primeros albores se percibían ya, y todos acciones más decisivas. Vierni quedaría como
seguíamos en pie, como anoche, como anteanoche. declarado fuera de la ley; en fin, que las operaciones
Llevábamos tres días de febril actividad, con los militares comenzarían por sí solas. Y nuestra tarea
nervios en continua tensión, sin un minuto de reposo. era no permitir que empezasen y sólo decidirse a
Uno se sentó en el alféizar de la ventana y empezó a ellas cuando no hubiera la menor posibilidad de
roncar al momento; otro, apoyado contra la pared, se evitar la apertura de un frente. Era natural que en
caía hacia adelante como si estuviera borracho. En el Tashkent hablaran de esa manera precisamente, pues
Estado Mayor de la división reinaba el silencio... Y ellos creían que el momento era ese último en que es
hasta se sentía frío en la noche cuando Tashkent ya inevitable desplegar las fuerzas. Entonces, parte
empezó a contestar: de nosotros estábamos en la cárcel. El Estado Mayor
- El Consejo Militar Revolucionario comunica de la división esperaba ser asaltado. Todo estaba
que la respuesta a todas sus preguntas la dará pendiente de un hilo. Mientras que ahora volvía de
mañana... nuevo alguna esperanza y posibilidad de evitar la
Los delegados de la fortaleza torcieron el morro y colisión. Esto en primer lugar.
mugieron descontentos: ellos esperaban otra cosa. En segundo lugar, porque la ayuda de Tashkent se
Y nosotros necesitábamos que la palabra de acercaba y también estaba ya cerca de Vierni el 4°
Tashkent conservase toda su autoridad. Los de la regimiento de caballería. Y era poco probable que,
fortaleza intentaron entablar de nuevo conversación cuando esas fuerzas fueran a abatirse sobre los
con Tashkent y "poner en su conocimiento" que ellos sediciosos, éstos aceptasen combate; los
no estaban dispuestos a esperar "tanto tiempo", que reduciríamos con suma facilidad.
no respondían de las masas, y etcétera, etcétera. Con En tercer lugar, porque, al marcharse Bielov,
esfuerzo, logramos disuadirles de su propósito. Nos perderíamos un consejero valiosísimo e inteligente,
despedimos de Tashkent. Todos nos alejamos del cuya opinión era escuchada incluso en la fortaleza.
aparato. Y por último, porque empezarían a circular
Los de la fortaleza se fueron a sus dominios. Y provocadores rumores de que el jefe de la división
nosotros -Pózdnyshev, Mameliuk, Bielov, yo, había huido con todo el dinero, por cobardía o
Bocharov y otros-, en el E.M. de la división, nos cualquier otra cosa por el estilo, lo que sería un arma
pusimos a examinar la situación en apretado haz. en manos de la fortaleza. ¿Y qué necesidad teníamos
Veíamos que todo aquel "acuerdo" con la fortaleza nosotros de facilitársela? Los sublevados se
era pura mentira, simple dilación. Y nada más. apresurarían a echarnos la zarpa a los demás para que
En todo caso, no pondría fin al asunto. El no nos escapásemos, los asesinatos se sucederían...
desenlace debía ser otro. Con la "confirmación" del En cuanto nos matasen a todos, la fortaleza
Poder, la fortaleza, por supuesto, se tranquilizaría en empezaría a realizar su "programa". Y ese programa
parte, cesarían temporalmente los excesos, pero la era: la destrucción del Poder soviético.
salida definitiva de la situación no era ésa... Por eso no permitimos a Bielov que se fuera.
No pudiendo soportar más el cansancio, al El notificó a Tashkent que se quedaba con
amanecer nos rendimos: luego de derrumbarnos nosotros. Y allí no protestaron: guardaron silencio.
sobre las mesas y los poyos de las ventanas -sucios y Aquella noche salieron a ocultarse en las
fríos-, estiramos las piernas y nos quedamos montañas Masarski y Goriáchev. No podían
profundamente dormidos... permanecer por más tiempo, a la vista, en la ciudad,
La ciudad estaba en calma; la fortaleza, en pues, cada vez con mayor frecuencia, les
silencio. En el Estado Mayor de la división unos amenazaban, asegurándoles que los iban a
cuerpos humanos yacían tirados en desorden, como despedazar. Medviédich les tenía preparados unos
en un campo de batalla: los había abatido allí un caballos, escondidos en alguna quebrada. Y por la
sueño de muerte. noche les condujo allá. Montaron, y partieron al
galope. En cuanto a las mujeres, les proporcionamos
Bielov nos comunicó la conversación que había documentos falsos, ¡y en marcha, hacia Tashkent!
tenido con Frunze. Después de pensar mucho si debía No pocos sobresaltos y fatigas hubieron de pasar
marcharse o no, sopesando los pros y los contras, antes de llegar adonde estaban los nuestros. Más allá
decidimos que debía quedarse en su puesto. de Vierni, toparon con una patrulla de caballería
En primer lugar, porque al crear un centro cívico- enemiga, que les pidió los documentos. Aunque éstos
militar fuera de la ciudad de Vierni, le daría el golpe eran falsos, pasaron: los miraron y remiraron,
de gracia al Poder que en ella existía, Poder que creyendo y no creyendo en su autenticidad, pero, sin
aunque fuera fantasmal, sin fuerza alguna, constituía, mostrar grandes sospechas, las dejaron seguir,
incluso así, algún freno para los de la fortaleza; al acompañadas de dos hombres de la patrulla. En una
menos, los venía conteniendo más de tres días. En encrucijada, cerca de un ventorrillo, se detuvieron
cuanto se marchara, la fortaleza se encontraría con para pernoctar allí. Nuestros amigos desengancharon
las manos libres, aquello sería como una señal para los caballos, tomaron un bocado y se acostaron. Pero
La subrevación 135
que con más celo soliviantaba a la gente de la menor duda de nada. Y envié una respuesta que
fortaleza. aunque era dura y áspera, tenía en cambio la virtud
- Mi opinión es: ¡Actuar inmediatamente! Mi de su entera franqueza58.
opinión es que no hay que esperar respuestas de Decía así:
ninguna clase, ¡que se vayan al cuerno las respuestas!
El Poder es nuestro y hay que atacar sin tardanza. De Al Consejo Militar Revolucionario del Frente del
lo contrario, ¿qué clase de fuerza es la nuestra? Turkestán, Tashkent.
Y los de la fortaleza le mostraban ruidosamente su Militar. A transmitir en primer término.
activo apoyo. Las ganas de atacar aumentaban por El Consejo Militar Revolucionario del Frente ha
minutos. Pronto llegarían a su grado máximo, y interpretado mal, en absoluto, la propuesta del plazo
entonces... en que debía contestar al asunto de la constitución
Nosotros apremiábamos al centro para que del Poder en el Semirechie. Yo, Fúrmanov, no he
contestase. Les comunicábamos que entre las masas planteado esta cuestión, ni podía plantearla, por
sublevadas había gran efervescencia, que la larga razones de disciplina. La cuestión ha sido acordada
demora en la respuesta se utilizaba para provocarlas por la mayoría de los miembros del Consejo Militar y
y pedíamos encarecidamente que se diesen prisa... del Comité Revolucionario de Combate de la
En aquel caso se ponía de manifiesto el diferente fortaleza en una reunión conjunta. Y hay que tener en
rasero con que Tashkent y nosotros medíamos los cuenta la situación concreta en que se adopta
acontecimientos: ellos los medían por horas, mientras cualquier resolución: aquí todas las tropas están en
que nosotros contábamos cada minuto y no nos daba pie de guerra; por la ciudad circulan grupos armados;
igual, ni mucho menos, que la respuesta llegase a las el ambiente está tan cargado de electricidad, que
once o a las doce. Cada minuto era en verdad cualquier demora puede producir una terrible
precioso. Por culpa de la contestacioncita aquella descarga. Las deducciones del centro y su
hasta tuve con Tashkent una pequeña agarrada. indignación las considero equivocadas por completo,
Cuando se agotó la paciencia y arreció la lluvia de precipitadas y debidas a incomprensión. Más tarde,
"preguntas sobre la respuesta", cuando se nos dio una todo se aclarará y explicará con detalle, si es que
sola hora de plazo, y estaba completamente claro que podemos hacerlo algún día. Les recomiendo tengan
"la demora era la muerte", yo mandé al centro un presente que en estos instantes, quince trabajadores
telegrama conminatorio: de ese centro luchan desesperadamente para evitar el
derramamiento de sangre que se avecina y para
Al Comité Militar Revolucionario del Frente del conservar, aunque sea en forma imperfecta, el
Turkestán. aparato del Estado. Y esta lucha se mantiene, en
A transmitir en primer término. nombre de la revolución, contra una multitud de
Comuniquen si recibiremos dentro de una hora la varios miles de soldados rojos armados. Contesten en
orden de ustedes confirmando el Poder del adelante con más cuidado y no nos desacrediten con
Semirechie. Si no se recibe respuesta afirmativa, nos sus respuestas, pues con su falta de precaución
veremos obligados a instaurar, antes de su pueden ustedes hacer fracasar definitivamente el
confirmación, un poder provisional, pues la acuerdo que se está logrando y sumir a Vierni, y tal
influencia de la guarnición y el nerviosismo general vez a todo el Semirechie, en el fuego de una colisión
pueden traer consecuencias no deseables. insensata y sangrienta. Acerca de la prudencia y de la
El presidente de Consejo Militar, Fúrmanov. comprensión real de nuestras comunicaciones ya les
hemos advertido más de una vez, y supongo que la
Por aquel telegrama me gané un cogotazo: falta que han cometido al hacer precipitadas
deducciones también estará ahora clara para ustedes
Al Presidente del Consejo Militar de la división, mismos.
Fúrmanov. La situación empezó a mejorar bastante desde el
Vierni. levantamiento del arresto (a nosotros. -D.F.) y salido
Su demanda con fijación del plazo en que ha de de la fortaleza. Ahora se requiere la máxima
dar sus respuestas el Consejo Militar Revolucionario perspicacia y prudencia, cosa que debemos aprender
la consideramos indignante. La respuesta del Consejo tanto nosotros como ustedes.
Militar Revolucionario será enviada cuando éste lo Fúrmanov.
crea oportuno, dentro del día de hoy.
El Secretario del Consejo Militar Revolucionario, A este mensaje, Tashkent contestó diplomática y
Savin. brevemente:
tenían que ser sometidos ni siquiera al nuevo control. procederá contra ellos con arreglo a las leyes
¡Pues eran operativos! revolucionarias.
Y hasta los telegramas que trajera Dublitski Séptimo. El Consejo Militar Revolucionario del
fueron apartados de todo examen por su Frente está seguro de que el Consejo Militar de la
"operatividad". Nadie volvió a prestarles atención. división y el consejo de la fortaleza tienen suficiente
La atención estaba ya concentrada en redactar las autoridad para que la presente orden sea ejecutada.
instrucciones para los controladores y en examinar Octavo. Esta decisión es definitiva e irrevocable.
quiénes había mandado el Partido. Aquella @oveno. Comuniquen la hora de recibo de la
comprobación fue idea de Karaváiev que presente orden, así como las medidas adoptadas para
inmediatamente "recusó" dos. cumplirla.
- ¿Por qué? -le preguntamos-. Pero si son del El Comandante en Jefe, M. Frunze-Mijáilov.
Partido... Por el CMR del Frente, Kúibyshev.
- Aunque sean del Partido -repuso-; son
musulmanes, kirguizes, los dos. Mejor será que Punto final. Era el último mensaje que nos
mandemos de "los nuestros"... enviaba Tashkent:
Al punto, abrimos debate sobre la cuestión "Esta decisión es definitiva e irrevocable".
nacional... Y se desencadenó una tormenta de Y el Comité Militar Revolucionario tenía razón.
protestas, con rayos y centellas. Luego, empezaron a ¿A qué darle más vueltas a la noria?
dudar. Insistimos de firme, y acabaron por acceder a Su respuesta era como debía ser: lacónica y
que los dos quedaron en el control. categórica.
En aquel momento vinieron apresuradamente del "Cedo -parecía decir-, ¡pero ordeno con firmeza!"
telégrafo a anunciarnos la tan esperada nueva: Y nosotros comprendimos que con aquel
- ¡El Consejo Militar Revolucionario está telegrama llegaba "la lucha final".
transmitiendo un telegrama! Con él terminaba Tashkent sus palabras. De ahora
Y todas nuestras conversaciones y disputas se en adelante, actuaría con las armas… Y nosotros las
fueron al cuerno. Todos corrimos anhelosos hacia el esperábamos con ansia... Las esperábamos, ¿pero
aparato. Tashkent comunicaba: dónde estaban?
Y antes de que llegasen, seguramente nos
Secreto. 14/VI. Al Consejo Militar de la 3a liquidarían. ¿Acaso la fortaleza iba a tener largas
división del Turkestán. Vierni. contemplaciones con nosotros?
El Consejo Militar Revolucionario del Frente ha - Camaradas- dijimos a sus cabecillas en tono
dispuesto: cariñoso-, ya veis que este despacho es el último que
Primero. A fin de cumplir a la mayor brevedad nos mandan. Si de verdad no queréis derramamientos
cuantos deseos legítimos, de carácter práctico, fueron de sangre, ayudadnos. Sin Vuestra ayuda, ¿qué
expresados en la conferencia de las unidades y en la podemos hacer nosotros? Actuemos juntos.
asamblea general de la guarnición de Vierni, permitir Sentémonos de nuevo a la mesa y examinemos con la
que entren a formar parte del Consejo Militar de la mayor atención todo lo que Tashkent dice. Y luego,
división dos representantes de la guarnición, cuyos informemos a la fortaleza. Y lo que allí decidan, eso
nombres serán comunicados a este Consejo Militar se hará. De todos modos, no hay otra salida...
Revolucionario para la confirmación si procede. De nuevo estábamos en la misma habitación y a la
Segundo. Permitir, con igual objeto, que se misma mesa, analizando con cuidado, desentrañando
incorporen al Comité Revolucionario de la Región minuciosamente el contenido de cada palabra de la
tres representantes, cuyos nombres nos serán respuesta. Y en la conversación, como de pasada, les
comunicados con los mismos fines. recordábamos:
Tercero. El reorganizado Consejo Militar y el - Los autos blindados de Tashkent no están lejos...
Comité Revolucionario de la región empezarán a - El cuarto regimiento de caballería se acerca...
ejercer sus funciones y llamarán a todas las unidades - Las resoluciones del veintiséis regimiento y de
e instituciones a hacer lo propio. la guarnición de Kara-Bulsk son en contra de la
Cuarto. Todas las órdenes del Frente, incluso las fortaleza...
relativas al traslado de tropas, deberán ser cumplidas Y aquellas noticias que les dábamos, aunque no
estrictamente. tenían nada de nuevas, contribuían sin embargo a
Quinto. Del cumplimiento de esta disposición bajar considerablemente los humos a los cabecillas.
responderán personalmente los miembros del Después, les hicimos saber que en Pishpek
Consejo Militar de la división, así como los del actuaba un Estado Mayor nuestro y había conseguido
consejo de la guarnición de la fortaleza. ya que se subordinasen a él las tropas de Pishpek,
Sexto. Las unidades y los individuos que eludan el Tokmak, Narín, Przhevalsk... En fin, parecíamos
cumplimiento de las órdenes son traidores a la causa decir a los de la fortaleza: "Os habéis quedado casi
de la revolución y del pueblo trabajador, y se solos. ¿Quién más está con vosotros?"
140 Dimitri Furmanov
Terminaron las conversaciones. A mí me hicieron astillas todas las mesas, vaciaron los cajones
encomendaron que al día siguiente, a las diez de la y los estrellaron con estruendo contra el duro suelo.
mañana, hiciera en la fortaleza el informe Corrían ululantes por el local a la caza de secretos y
fundamental. "tesoros". Mas no podían hallar nada, porque todo lo
Los cabecillas del reducto faccioso prometían había llevado Masarski al E.M. de la división. En las
ayuda, aseguraban que todo transcurriría con habitaciones vacías Chernov vociferaba aún más:
tranquilidad... Prometían, sí, ¿pero qué valor tenían - Ca... na.. llas. Han arramblado con todo. No nos
sus promesas? Además no estaban allí ni Petrov, ni han dejado nada... Pero todo será nuestro. Nuestro...
Bukin, ni Vúychich, ni Tegneriádnov, ni Chernov, ni ¡Hala, muchachos, arrancad las tablas de los suelos!
Alexandr Schukin. Y éstos eran los más levantiscos, ¿Dónde están aquí los fusilados?
los de más cuidado. Ellos no venían, permanecían en Parte de la cuadrilla se lanzó al patio a destrozar
la sombra, fraguando algo en secreto. Con nosotros viviendas y almacenes. La otra empezó a descargar
estaban: Chéusov, Karaváiev, Dublitski, Víletski, hachazos sobre el piso de madera de la Sección. Pero
Nevrótov, Fomenko, Petrenko y algún otro... bajo el suelo, como era natural, no encontraron nada;
Bueno, ¡cada uno a su puesto! Al día siguiente, ya hallaron solamente cinco pares de hombreras,
se vería lo que pasaba. Y nosotros, por ser la última quitadas a unos oficiales prisioneros, y unas monedas
vez, procuraríamos que todo pasase como queríamos. de plata zaristas; bienes que Chernov guardó por si
Mientras nosotros estábamos deliberando en el alguna vez hacían falta. Al cabo de dos horas, nadie
E.M. de la división, Petrov, el jefe supremo de la habría reconocido la Sección Especial: estaba
fortaleza, sintiéndose dueño de la situación, daba una destrozada, deshecha, nada había dejado allí en pie la
orden tras otra: nombraba a quienes le parecía para banda de Chernov. Poco después también campaba
los distintos cargos, mandó al comandante del 1er por sus respetos en el Tribunal Militar. E igualmente
regimiento" que ocupase los cuarteles donde se dirigía los trabajos de destrucción el especialista
hallaban los blancos, envió al correccional a uno de Fiedka Chernov.
sus jabatos, Mámontov, con plenos poderes para En los momentos en que Chernov asaltaba la
"poner en libertad a los camaradas soldados rojos, Especial, estábamos nosotros examinando
excepto a los guardias blancos". En el correccional se precisamente la respuesta de Frunze.
encontraban por aquel entonces unos ciento
cincuenta delincuentes comunes. Mámontov Del asalto nos enteramos más tarde, cuando llegó
organizó una comisión especial, bajo su presidencia, corriendo uno de los centinelas de dicha sección, que
y realizó "una inspección acerca de los presos". El había logrado escapar del arresto.
resultado de aquella "encuesta" fue que solamente Los de la fortaleza procedían, pues, de dos
quedaron allí unos cinco individuos; todos los demás maneras distintas a un mismo tiempo: Por un lado,
fueron libertados y armados en su mayoría. ¡Los nos dirigían buenas palabras, y por otro, nos
criminales y los ladrones salían a la calle! Aquel deshacían a hachazos el piso de la Sección Especial.
mismo día, Lepinski (comisario o poco menos del No había que creer ni una sola de sus palabras ni
hospital general) presentó a Petrov en la fortaleza una confiar en ninguno de los acuerdos con ellos, porque
lista de unos ochenta empleados y soldados rojos de en una situación como aquélla se los podía llevar el
aquel hospital. Al pie de la lista, había estas bellas viento en un instante.
palabras, de puño y letra de Lepinski: Cuando los cabecillas que habían llegado a un
"Le ruego, si es que lo cree posible, tenga a bien acuerdo con nosotros en el Estado Mayor de la
satisfacer los deseos del personal del hospital de división volvieron a la fortaleza, los "activistas" los
Vierni que manifiesta ardiente afán de empuñar el recibieron con pullas e insultos.
fusil para defender nuestro trabajo pacífico y la - ¿A quiénes defendéis, hijos de perra?
justicia..." ¡Miserables! ¡La madre que os ha parido, abogaos de
Todos se alzaban contra nosotros: la casa de Satanás! ¡Mala carroña!
inválidos, el hospital y hasta los delincuentes Y ya bien entrada la noche, en sesión
comunes. extraordinaria y urgente, se elegía un nuevo Consejo
de Combate; a su cabeza figuraba Bukin.
A mediodía, Chernov, al frente de un pequeño En aquella reunión "electoral" se habían
destacamento, asaltó la Sección Especial. Y como desencadenado las pasiones hasta tal punto, que
maestro en tales menesteres, empezó a dirigir su "activos" y "pasivos" se enzarzaron en una bronca de
saqueo y destrucción. Los dos o tres soldados que las grandes. Y en aquel preciso momento, Vúychich
guardaban el local fueron arrojados al patio. Los resolvió la cuestión por un procedimiento sencillo,
asaltantes irrumpían como locos en las habitaciones, que no falla: trajo a la sala de sesiones una docena de
hincaban sus sables y bayonetas en los divanes y esbirros, detuvo a los "pasivos" y... ¡al calabozo de
sillas tapizadas, desgarraban el papel de las paredes, cabeza! Los demás continuaron la sesión. Y
buscando documentos secretos. En un instante, decidieron:
La subrevación 141
- ¡Detener y fusilar a todos los que están en el revolucionarios que defienden heroicamente los
Estado Mayor de la división! intereses del campesinado pobre. Para esclarecer eso,
Aquello ocurría al filo de las doce. Por cierto que se encomienda a los camaradas del Partido que se
poco después acordaban libertar a los "pasivos". Lo pongan a trabajar inmediatamente entre los soldados
habían pensado mejor, y temían una explosión rojos. Al propio tiempo, la organización del Partido
interna. Fomenko, miembro del Consejo de Combate, en Vierní advierte a todos los órganos del Poder
que se encontraba en la ciudad, se enteró por un soviético, así como a los camaradas, de que el más
hombre de su confianza de la decisión de detener por leve incumplimiento (de las disposiciones. -D.F.) del
la noche al Estado Mayor de la división. Se dirigió centro... se considerará como oposición al Gobierno
raudo a la fortaleza, llegó cuando la sesión tocaba ya soviético, y quienes así procedan serán considerados
a su fin y puso el grito en el cielo, augurando los enemigos del pueblo trabajador. La responsabilidad
terribles castigos que les esperaban y haciendo por toda clase de pronunciamientos que puedan
especial hincapié en los autos blindados de Tashkent. (surgir. -D.F.) recaerá sobre los camaradas del
Con sus razones, logró que vacilaran los del Consejo; Partido. Se invita a los camaradas a estar en el más
éstos no cumplieron su decisión aquella noche. estrecho contacto con el Partido, para que no haya
ese aislamiento que se ha venido observando hasta el
Los "miembros del Partido" de Vierni que presente...
asistieran a la reunión celebrada en el E.M. habían
escuchado con especial atención nuestras ¡A buena hora caían en la cuenta! Habían estado
informaciones sobre la próxima ayuda. Leyeron tres días enteros en rebelión, de común acuerdo con
también la categórica respuesta de Tashkent, Y los de la fortaleza, ¡y ahora venían con ésas!
comprendieron que la cosa se ponía fea y era llegado Se habían desatado tanto sus ímpetus, que,
el momento de volver grupas. Al atardecer después de la asamblea, decidieron -seguramente
convocaron urgentemente una asamblea para expiar sus pecados- ir en el acto a la fortaleza a
extraordinaria de la organización del Partido en la hacer agitación. Pero su caballeresco gesto fue vano,
ciudad. Y hasta daba vergüenza oír los fervorosos pues no habían previsto que pronto iban a dar las
juramentos que allí hacían de fidelidad al Poder doce, todo estaba sumido en tinieblas y la mitad de
soviético, ver el entusiasmo con que hablaban del los hombres de la fortaleza dormían ya a pierna
"principio del centralismo" y presenciar cómo suelta… ¿Qué agitación podía hacerse a tales horas?
llamaban a todos a seguirles y acatar Y por añadidura, los que debían ser agitados, al
incondicionalmente las órdenes del centro, enterarse de la decisión de la asamblea, mandaron
cualesquiera que fuesen. Era una huida bochornosa, unos emisarios al encuentro de los que venían para
ruin. comunicarles que los de la fortaleza no permitirían la
Al olfatear el peligro y darse cuenta de lo falso de entrada a los del Partido:
su situación, habían sentido miedo, y tocaban a - Venid por la mañana.
retirada con tiempo para chaquetear. Chéusov sacó a ¿Y qué remedio quedaba? Hubo que dejarlo para
relucir lo de los telegramas cifrados, intentando la mañana siguiente. Aquello ocurría cuando en la
reavivar el fuego que se extinguía, pero tampoco fortaleza se disponían a elegir un nuevo Consejo de
sirvió de nada. La asamblea adoptó por unanimidad Combate. A esa misma hora, Petrov ordenaba a uno
una resolución mal pergeñada, pero altisonante: de sus valientes, Skókov, que fuera a desarmar el
Estado Mayor de la división. Skókov llegó allá, a
Después de oír el informe sobre el momento galope tendido, y presentó la "orden":
actual y los acontecimientos que tienen lugar en
Vierni, así como acerca de ciertas exigencias de la Al Estado Mayor de la 3a división
guarnición que vulneran las normas existentes sobre Entreguen inmediatamente todas las armas que se
la estructura del gobierno obrero y campesino, encuentren tanto en ese E.M. como en la Sección
acordamos: Proponer a las autoridades de la región, Especial y el Tribunal Revolucionario. Para el recibo
nuevamente confirmadas, que se atengan de las mismas quedan autorizados Skókov, ayudante
estrictamente a la legislación del Poder soviético y no del Comandante, y Shkutin, miembro del Consejo
se aparten del pleno centralismo. Todas las órdenes y MRP de Combate.
disposiciones del centro deberán ser cumplidas El Comandante en Jefe de las tropas, Petrov.
inmediatamente. Explicar a los soldados rojos que es El Comandante de la fortaleza, Schukin.
intolerable cambiar la estructura del Poder, pues esto Vº. Sº. El Jefe del K. M. Borozdin.
tiene funestas consecuencias para la causa común de
la revolución y ayuda a la contrarrevolución, ¿Y qué armas teníamos nosotros allí? Se llevaron
señalando que cometer una acción semejante unos cuantos fusiles y una ametralladora rota. Lo de
equivale a asestar una puñalada por la espalda a los más valor lo habíamos ocultado antes. Y no lo
obreros, campesinos, dejkanes y cosacos encontraron. No nos quitaron de las manos los
142 Dimitri Furmanov
revólveres. Mal se ponía el asunto. No cabía peor. El repercutía al instante en nuestros nervios, tensos del
desenlace se acercaba. ¿Qué nos traería el mitin del insomnio de las noches y las tumultuosas zozobras de
día siguiente? los días. El jinete aquel nos preocupaba grandemente.
Bien entrada la noche, Shegabutdínov comunicó: Estábamos ya seguros de que había reparado en
- Mañana pueden ocurrir muchas cosas... Y yo nosotros y se había detenido cerca con el exclusivo
tengo preparados sesenta kirguizes, armados como es objeto de acechamos. Pegados a la valla,
menester... Hasta bombas de mano tienen. Las permanecíamos inmóviles. A través de la puerta,
bombas, si hace falta, las tirarán a la vez a la pedimos en un susurro que callasen. Transcurrieron
multitud, y en el revuelo que se arme, no temas, os así dos o tres minutos. Y de pronto, oyóse de nuevo
agarrarán a todos vosotros y os llevarán hacia la el chac-chac de los cascos: el jinete se alejaba al paso
puerta... En la puerta también habrá gente nuestra, tras la esquina de la calle, y cada vez eran más
que habrá "relevado" a su tiempo a los centinelas, y silenciosos y tranquilos los besos de acero de las
allí montaréis en los caballos que os estarán herraduras del caballo. Mameliuk, desde la
esperando... entreabierta puerta, nos llamó con voz tenua como un
El plan, aunque un poco romántico, no era malo. suspiro:
Aquella noche ninguno de nosotros la pasó en - Pasad, pero con cuidado, chirría la maldita...
casa: unos se fueron a alejadas viviendas ajenas; Nos metimos por el estrecho hueco de la puerta y,
otros, al campo o al huerto. Cerca de la medianoche, por un pasillo, llegamos a una habitación. Aunque las
Naya y yo volvimos del Estado Mayor a la hostería maderas de las ventanas estaban herméticamente
de Beloúsovski. La calle estaba en tinieblas; no se cerradas, no encendieron en seguida, sólo cuando
veía nada a tres pasos. Recogimos apresuradamente pasaron unos diez minutos, pusieron en el suelo, en
todo lo que en un registro pudiera comprometer, yo un rincón, un mortecino cabo de vela. Al dueño de la
me metí en el cinto otro revólver más, y a tientas, con casa aquella yo no lo conocía; tenía aspecto de
sigilo, avanzamos por el patio con el propósito de oficinista provinciano. Miramos en derredor: la
deslizarnos silenciosamente por el portillo de la valla. vivienda era espaciosa, reinaba allí la limpieza, había
El encargado de la hostería era Kurkin, un traidor y en ella un silencio apacible, olor de incienso y
un espía. Llegamos al portillo. Estaba cerrado. Estaba hierbas medicinales, un pacífico ambiente
cerrado, y las llaves las tenía Kurkin... ¿Qué hacer? pequeñoburgués. Todos teníamos el convencimiento
Decidimos salir por la puerta principal, a través de la de que el jinete aquel, siguiéndonos los pasos, había
terracilla. Apenas descendimos los escalones, descubierto dónde estábamos alojados. Cambiamos
tropezamos con alguien en la oscuridad. El impresiones y decidimos que lo mejor sería que el
desconocido pronunció mi nombre en voz alta. Otros dueño de la casa no se acostase en toda la noche (no
dos aparecieron en la esquina, oscilaron sus siluetas. teníamos seguridad en nosotros mismos, pues nos
En derredor, todo estaba en tinieblas. Había que dormiríamos, ¡estábamos tan rendidos de cansancio!)
seguir por el parque, donde, en un sitio convenido, para escuchar atento, junto a puertas y ventanas, y
nos esperaría Mameliuk para llevarnos a una avisarnos en cuanto oyera algo alarmante. En el
vivienda secreta. ¿Qué hacían allí aquellos hombres patio, al lado del portón, estaría de guardia un
parados? ¿Estaban espiando? Y en el parque, negro hombre de nuestra confianza. En caso de alarma,
como boca de lobo, se sentía espanto: parecía que, saldríamos disparados al patio, por la puerta falsa, y
tras cada arbusto, iba a aparecer alguien a cada correríamos hacia la valla lejana. Cruzamos el patio
momento. Yo empuñaba con fuerza el revólver en tinieblas y acercamos un banco a la valla para
montado. Volvíamos de continuo la cabeza para ver poder saltarla inmediatamente. Y sin hacer ruido,
si nos seguían. Y en lugar de ir por el sendero, sigilosos, volvimos a las habitaciones. Ahora,
zigzagueábamos para despistar a los que nos ¡cuánto se deseaba dormir, dormir sumidos en aquel
siguieran, cosa fácil en unas tinieblas como aquéllas. apacible silencio y aquel ambiente acogedor,
En una encrucijada encontramos a Mameliuk, que aromoso! Pero el sueño no venía: estremecíase el
nos llevó del parque a una calle, y de la calle a una cuerpo con intermitentes sacudidas, como si bebiese
casa desconocida; nos dejó a la entrada y él se con ansia el aire, a nerviosos sorbos, mientras los
adelantó hacia la puerta de la terracilla para dar unos pensamientos saltaban rápidos sin que se
leves golpecitos en ella. Dentro, contestaron con comprendiera ni recordase lo que se había pensado
apagada voz: Mameliuk dijo quién era, y la puerta hacía un minuto. En inquieto duermevela, lleno de
chirrió desagradablemente en el silencio. Mameliuk sobresaltos, pasó la noche. No ocurrió nada: lo del
entró solo, y nosotros quedamos agazapados, "seguimiento" había sido sin duda fruto del intenso
prestando oído al repiqueteo de cascos de un caballo nerviosismo de aquellos inusitados días. Aunque
que se acercaba; el jinete pasó de largo y se detuvo también podía ser que alguien nos hubiera seguido en
no lejos de nosotros: el golpeteo de las herraduras se efecto y hubiese perdido la pista.
interrumpió de pronto, en seco. ¿Quién era? ¿Qué Apenas empezó a clarear, nos levantamos.
buscaba aquel hombre? Cualquier insignificancia Bebimos un vaso de té. No teníamos prisa en salir a
La subrevación 143
la calle. ¿A dónde íbamos a ir a hora tan temprana? Y centro, porque el fracaso estaría asegurado. Y,
para el mitin faltaba aún tanto tiempo... ¡Qué lejano además, el fracaso podría tener un desenlace trágico.
estaba todavía! Por consiguiente, había que darle vuelta al asunto de
manera que se aclarasen en primer término las
Eran cerca de las nueve de la mañana cuando cuestiones de segundo orden, las menos candentes,
llegamos a las habitaciones, vacías, frías ya, del E.M. aquellas sobre las que era posible intervenir con
de la división. Aquellas habitaciones, tan severas y éxito, sin provocar iras, con acierto, e incluso
diligentes de ordinario, estaban ahora llenas de someterlas a una crítica severa... De esta índole eran,
gargajos, emporcadas por sucias botazas, papeles, por ejemplo, la de la eliminación del burocratismo y
colillas y diversa basura, pues no había nadie que las el papeleo, la de los pases, las cosas superfluas y
arreglase ni tiempo para ello. demás por el estilo. Y si no había otra salida, dar
Llegó Pózdnyshev, suelta a la demagogia más feroz. Sí, aceptamos la
- ¿Iremos juntos? -le pregunté. demagogia de antemano, ya que era poco probable
- Juntos. ¿Y cuándo, pronto? que saliéramos de tan excepcional trance sin recurrir
- Sí, ¿a qué demorar la cosa? Esperaremos unos a ella. En aquel caso, todos los medios eran buenos
diez minutos, ¡y en marcha! Cuanto antes aclaremos con tal de conseguir el fin que nos habíamos
todo, mejor. ¡Hoy nos jugamos la última carta! señalado: liquidar la sublevación sin derramamiento
Pózdnyshev calló, sombrío y serio. Al cabo de de sangre.
poco rato, vinieron los demás miembros del Consejo Íbamos para allá Pózdnyshev y yo pensando y
Militar. Acordamos que fuésemos a la fortaleza hablando acerca de diversos detalles de la inminente
Pózdnyshev y yo, y que los que quedaban batalla. Llegábamos al campo de la liza. Allí estaba
establecieran comunicación con nosotros, siguieran de nuevo la fortaleza. Dos días antes, habíamos
el curso de las negociaciones y, en caso de un triste estado encarcelados en ella. Entonces, todo se
desenlace, tomasen las medidas necesarias: ponerlo arregló. Pero, ¿y ahora, se arreglaría?
en conocimiento de Tashkent, quemar o esconder lo
que fuera preciso, ocultarse ellos mismos a tiempo... ... Por todas partes, multitudes de facciosos
Y de nuevo, los amigos nos estrechaban con armados se agitan en bronco rumor. Por doquier,
fuerza las manos y nos miraban fijamente a la cara, capotes, guerreras, chaquetas, camisas rotas,
como preguntando: anguarinas y armiaks59 campesinos. Cada hombre
"¿Será posible que nos veamos por última vez?" tiene un fusil. Y cada uno de ellos está dispuesto a
Ya íbamos Pózdnyshev y yo hacia la fortaleza. emplearlo. En el infinito mar de cabezas no se
Por el camino, deliberábamos sobre el carácter que distinguen los rostros, no es posible reconocer a
debía tener la intervención, hacíamos conjeturas, nadie: los hombres se han fundido en una masa
suposiciones y proyectos sobre la mejor manera de inquieta, alborotada. De todos lados llega un fragor
proceder en las numerosas situaciones difíciles que sordo, prolongado, como si potentes sirenas de
podían presentarse... A juzgar por los datos que decenas de fábricas diesen a un tiempo la señal de
teníamos, nos recibirían de uñas. Sabíamos que la alarma. Allá, gritos de llamada que se cruzan sobre
respuesta enviada por el centro la víspera había sido las cabezas; aquí, como un lúgubre augurio, el
llevada, desde el atardecer hasta la noche, a las bordoneo continuo de ternos y maldiciones; los
compañías, donde fue leída entre rechiflas y chirridos de un camión sin engrasar se meten en el
denuestos, provocando furiosa indignación. Por lo alma, sierran el corazón como mellados cuchillos;
tanto, los del Comité Revolucionario de Combate, chasquean tintineantes las armas, que se blanden
incluso los que nos prometieran ayuda en el E.M. de amenazadoras con silbante vibrar de aceros... La
la división, no pensaban siquiera en aclarar a los de fortaleza se encrespa furiosa, se alborota alarmada. Y
la fortaleza el verdadero fondo de aquella orden ni en cada rostro, en cada grito, hay una amenaza, un
movían un dedo en su defensa. Al contrario, con sus ansia acrecentada de matanzas, de desmanes, un
risitas malignas y actitud despectiva, recelosa y hostil ardiente afán de dar suelta a las pasiones despertadas,
respecto a ella, incitaban más a los suyos a que pugnan por romper los diques... Teníamos
rechazarla. Durante la noche, sólo había aumentado delante una muchedumbre exacerbada de hombres
el odio al centro, haciéndose más intenso, más armados, dispuesta de antemano a no creer nada de lo
profundo y enconado, y con él, el que nos tenían a que le dijeran y llena de odio a quien le iba a hablar,
nosotros. Ahora íbamos al cráter de un volcán a ansiosa de matar y resuelta a hacerlo... Tal era la
punto de entrar en erupción. Y Pózdnyshev y yo situación en que debía decidirse la cuestión del Poder
pensábamos que si no lográbamos ganarnos alguna estatal del Semirechie. La situación, hablando
simpatía, por pequeña que fuese, o al menos, un poco urbanamente, no era muy apropiada. Y no auguraba
de atención, sería inútil en aquel ambiente tocar nada bueno. Pero había que cumplir las tareas. Sin
siquiera las cuestiones del Tribunal, de los que la gente extraña se apercibiera de quienes
fusilamientos, de la subordinación a las órdenes del
59
Armiak: caftán de paño grueso. (N. del T.)
144 Dimitri Furmanov
éramos, logramos abrirnos paso hasta el Comité nuestras. También se veía por allí algunos rostros
Revolucionario de Combate. Allí estaban reunidos conocidos de "miembros del Partido" de la localidad:
casi todos sus miembros. Y se nos ocurrió una idea: la organización urbana se había presentado en pleno,
¿No sería mejor examinar las cuestiones allí, en la por la mañana temprano, y avanzaba igualmente
reunión? Pues era muchísimo más fácil convencer a hacia el carro, con esfuerzo, dejando de ser enemiga
treinta, cuarenta, cincuenta personas que a una declarada para convertirse en compañera nuestra de
multitud ebria de cinco mil hombres. Se podía llamar camino... La muchedumbre rodeaba ya
allí a los representantes de las compañías; estaríamos estrechamente el carro por todas partes, pugnando
nosotros, estaría el Comité Revolucionario de por acercarse más, y nosotros estábamos en él como
Combate. Aclararíamos todo, nos pondríamos de cazados, como condenados a muerte, sin ver en
acuerdo, y luego cada representante, en la reunión de derredor más que odio y rabia en los ojos
su compañía, informaría de los resultados, explicaría centelleantes...
todo con detenimiento, como era debido; aquello - Hay que elegir el presidente...
sería más seguro, contribuiría mayormente al logro - Eriskin... Eriskin... Eriskin... -vocearon todos a
del fin. De ese modo toda la fortaleza quedaría una. Estaba claro que la candidatura había sido
amansada. Y a las compañías en que no se preparada de antemano.
comprendiera todo irían con nosotros los miembros Eligieron secretario no recuerdo a quién, me
del Comité Revolucionario de Combate y, juntos, les parece que a Dublitski. Habían elegido a Eriskin sin
ayudaríamos a comprender lo que no estuviese claro. saber que le tenía extraordinario afecto a Bielov, al
Resumiendo: queríamos entendérnoslas con las que quería y respetaba tanto, que todas sus palabras
compañías, y no con toda la fortaleza a un tiempo. eran ley para él. Aquella estima databa de antiguo, de
Pusimos tanto empeño en convencer a los presentes, cuando estuvieran en los frentes rojos.
que éstos se inclinaban ya a aceptar nuestra Tampoco sabían que Eriskin había estado con
propuesta... Pero los "activistas" no se dormían: Uno nosotros la noche anterior, nos había contado los
tras otro, durante aquellas conversaciones, habían ido secretos de la fortaleza y prometido, bajo "palabra de
esfumándose para realizar en el patio su labor de honor", que nos ayudaría.
zapa... Cuando estaba ya todo acordado entre Un par de semanas antes, no sé por qué motivo
nosotros, tres soldados rojos irrumpieron en el local y concreto, Eriskin había sido encarcelado por orden
empezaron a dar grandes voces: del Tribunal; pocos días antes de la sublevación se
- ¿Qué reunión estáis aquí celebrando a escapó del calabozo y se refugió en las montañas de
escondidas? Nosotros, ahora, no toleramos que se Talgar. Aventurero por naturaleza, muchacho astuto
hagan las cosas por bajo cuerda; en la fortaleza hay y de caletre y combatiente arrojado, no era, ni mucho
que hacerlo todo abiertamente, delante de todo el menos, un partidario nuestro consciente. Si hacía
pueblo... Así lo exige la fortaleza... aquello era guiado únicamente por su aprecio a
¡Sin tapujos!... Bielov, y con la esperanza de que su buen trabajo de
Hecha esta declaración, dieron la vuelta y ahora, en los días de la sublevación, sirviera para
desaparecieron entre la multitud; acto seguido, lavar su culpa pasada y recibir el perdón del Poder
irrumpieron otros dos; luego más: de uno en uno, de soviético.
dos en dos de tres en tres... Era como si alguien Pues bien, ¡Eriskin iba a presidir! Moreno, de ojos
estuviera entre bastidores y les hiciera salir a escena y cabellos negros, y bello rostro pícaro y burlón,
por turno. Y el Comité Revolucionario de Combate saltó rápido, como un ágil diablo, al carro. Al lado de
callaba, no se atrevía a oponerse a la "voz del él se encontraba Pável Béresniev. Este callaba
pueblo". De pronto, se levantó en pleno y, sombrío. ¿Qué pensaría aquel bravo comandante de
dirigiéndose hacia la puerta, nos llamó: guerrilleros del año diez y ocho? Aun tenía muchas
- ¡Hala, al carro! fuerzas, grande era el cariño que todavía le
A través del gentío embravecido que se agolpaba guardaban los combatientes, y si él quisiera, podría
ahora ante el local del CRC, nos abrimos paso hacia hacer mucho. Pero nada se podía averiguar por su
el patio de la fortaleza, hacia el famoso y memorable rostro ceñudo; con la cabeza baja permanecía en
carro desde el que habláramos aquel día. Entre la silencio como si, en vez de estar en un mitin
multitud se divisaban, esparcidos por diversos tumultuoso, se encontrase en una aldea, sentado a la
lugares, bronceados rostros kirguizes, de ojos puerta de su casa, comiendo pepitas de girasol, en
oblicuos. Y al verlos, se nos alivió un poco el pacífica compañía de sus vecinos, como en los días
corazón. Una idea fugaz pasó por la mente: de fiesta...
"¿No serán éstos la guardia secreta de que habló - ¿Cuál es el orden del día? -preguntó Eriskin a
ayer Shegabutdínov?" voz en cuello-. ¡Pero callad, camaradas! ¿A qué
Aliosha Kólosov había traído a los de la Escuela diablos alborotáis de esa manera? Hace falta silencio,
del Partido y los había formado en círculo alrededor que yo no tengo la garganta de hierro... ¿De qué se va
del carro. Por consiguiente, las filas cercanas eran a tratar?
La subrevación 145
Eriskin se comportaba como un jefe militar: no camino" o los muchachos de la Escuela del Partido
pedía a la multitud, la ordenaba. Aquello era que se habían diseminado, con disimulo, entre la
testimonio de fuerza e influencia, pues allí no multitud, y ésta se desconcertaba. Aquellos gritos de
dejaban hablar así al primero que se presentaba. aprobación los tomaba por suyos, y quedaba perpleja
- ¡Déjate de tratos! -empezaron a gritar en sin comprender cómo había podido disiparse tan
diferentes lados-. Aquí no hay nada que tratar... rápidamente la cólera general. Entretanto, nosotros
¡Anda, lee las órdenes! ¡Las nuestras, venga!... Y lo íbamos pasando de las cuestiones pequeñas a las
que haya de Tashkent... grandes, a las más peligrosas, batallonas y decisivas.
Millares de gargantas reclamaron: Sobre las cuestiones pequeñas intervenían algunos
- Las órdenes... Las órdenes... elementos perturbadores, que se desvivían y
Al fin se pusieron de acuerdo: primeramente se desgañitaban para provocar las iras de la
leería la Orden N° 1 de la fortaleza... En ella se muchedumbre, pero sin conseguirlo.
hablaba del "nuevo Poder", de que a partir de Al mismo tiempo que hablábamos de los doce
entonces no habría otros poderes y de que el Comité puntos, tocábamos de pasada la respuesta de
Revolucionario de Combate tomaba todo el Poder en Tashkent, ligando y relacionando inmediatamente
sus manos. La orden aquella cosquilleaba gratamente cuanto era posible ligar y relacionar. Informábamos
en los nervios de los sublevados, y su lectura era de cada punto y, una vez explicado éste, hacíamos en
coreada con exclamaciones de entusiasmo: el acto nuestras propuestas acerca de él. Luego, la
- ¡Bien dicho!... ¡Todo el Poder es nuestro!... No gente se acaloraba en los debates, daba grandes
hay más que hablar... voces, se engallaba llamando a la pelea, amenazaba
Huelga decir que sobre aquel punto no hubo furiosa, y acababa por aceptar, con pequeñas
absolutamente nada que discutir, y después de gritar modificaciones, lo mismo que habíamos dicho
a sus anchas, acordaron, a propuesta de Eriskin, nosotros.
"darse por enterados" de la orden. Aunque es de Ya habíamos despachado la mitad de las
suponer que nadie, incluso el propio Eriskin, supiera cuestiones. De nueva se acercaban a nosotros, cada
lo que significaba aquello. vez más, aquellos fatídicos escalones en los que daba
- Y ahora... Ahora se concede la palabra al espanto poner el pie y contra los que embestía con
representante del Consejo Militar (y citó mi apellido) furia la muchedumbre sublevada:
para aclarar los doce puntos de nuestras exigencias y El Tribunal, la Especial, la contingentación de
explicar la respuesta del centro... productos, los fusilamientos, la marcha del
La multitud se estremeció. Puede que nos odiase Semirechie... ¿Cuál de ellos sería más duro de subir y
intensamente, pero, de todos modos, estaba dispuesta en cuál se encontraría el principal peligro?
a escuchar de buena. Y por ello, desde mis primeras Nos íbamos acercando nerviosos, con sumo
palabras, quedó immóvil, en expectante silencio, cuidado, a las cuestiones decisivas como el que, en
como si hubiera pegado el oído a la tierra, para alta mar, en una frágil barquilla, va lanzado por las
prestar gran atención, temerosa de perderse alguna embravecidas olas, hacia unos arrecifes y no sabe
noticia importante y necesaria. Desde las diez hasta como esquivarlos para salvar la vida y no estrellarse
las cuatro, seis horas enteras, tuvimos en nuestras contra el terrible escollo.
manos a aquella multitud rebelde, llevándola de un - Camaradas, seamos sinceros, planteemos la
lado a otro como un enorme pez que ha picado en el cuestión de cara, con valentía: ¿Hay que luchar o no
anzuelo y es arrastrado bajo el agua antes de dar el contra los enemigos del Poder soviético? ¿Hay que
hábil tironazo inesperado, definitivo. Toda la fuerza luchar o no contra quienes aquí, en los hambrientos y
de imaginación, todo el saber y la experiencia - arruinados distritos de Kopal y Liepsy, os han
cuanto había en el cerebro y en el corazón, en todo el martirizado y torturado durante estos años? Si el
organismo- la voz y el ademán, todo lo pusimos en enemigo, oculto, afila el cuchillo y se dispone a
juego, en tensión, hasta el límite extremo. abalanzarse sobre ti, a clavártelo hasta el puño, es
Después de una tensión semejante, hay quien cae que vas a estar parado esperando a que te degüelle
en el delirium tremens. como a un borrego. ¡No! Tomarás alguna medida,
Igual que el afilado cuchillo penetra en un cuerpo procurarás resguardarte. Y no sólo esconderte, eso es
vivo y sensible para llegar sigiloso al corazón, así poco; procurarás desarmar a tu enemigo, dejarlo sin
iban calando, hondo -lo percibíamos-, nuestras fuerza alguna, para que nunca más vuelva a
palabras en el corazón de la multitud, unas veces amenazarte... Y si no basta con eso, si no se rinde y
serenas, falsamente alegres, tranquilizadoras, otras se resiste, le harás morder el polvo, lo reducirás a la
amenazantes augurando el inevitable y severo castigo impotencia, y cuando sea extremadamente peligroso,
por la sublevación. lo matarás, porque tendrás que elegir entre que viva
Así aprisionamos a la muchedumbre. A nuestras él o vivas tú, y preferirás vivir tú y que el enemigo
palabras respondían gritos sueltos de aprobación que muera. Pues para eso necesitamos, camaradas, esos
lanzaban desde todas partes los "compañeros de órganos revolucionarios de represión: la Sección
146 Dimitri Furmanov
del carro, y en aquel mismo instante se clavaron en quién se unía a quién: si el Comité Revolucionario de
los oídos sus penetrantes, bruscas palabras: Combate al Consejo Militar, o al contrario. Les
- ¿Pero qué es esto? ¡¡Ah, hijos de perra!! hicimos razonamientos, procuramos convencerlos y
El inesperado grito detuvo por un momento a la demostrarles que a la fortaleza sola no la reconocería
multitud, que quedó inmóvil, como petrificada en su el centro y lanzaría contra ella los autos blindados...
posición de fiero embate. ¡El momento era de una En cambio, si estaba con nosotros, la cosa variaría...
gran fuerza! - Dos son pocos... Y tres son pocos -denegaban
- ¿Para qué me habéis elegido? -vociferó Eriskin-. por doquier-. Dejad que entren todos...
Puesto que soy el presidente, no le permito a nadie... Mientras gritaban, Pózdnyshev y yo tuvimos en el
¡a nadie le tolero este bandidaje!... ¿A qué viene este carro un breve cambio de impresiones:
alboroto?... Como alguien les toque un pelo de la - ¿Y no da igual que sean dos que diez?
ropa -dijo señalando hacia nosotros-, tendréis que Permitamos uno más en cada una de las doce
elegir a otro, porque yo no lo aguantaré... Y además, secciones del Comité Revolucionario. ¡Metamos esa
¡os mandaré al diablo, y me iré de la fortaleza! docena por nuestra cuenta y riesgo!
Aquellas palabras produjeron gran impresión. Y Y manifestamos:
Pável Béresniev las remachó con las suyas. - Bueno. Además de esos cinco, que haya otros
- Camaradas -dijo-, no se puede proceder así. doce representantes vuestros en las secciones del
Unos hombres vienen a hablaros de buena manera, y Comité Revolucionario.
vosotros, ¿qué es lo que hacéis? ¿Es ése modo de Los apaciguamos con la cantidad.
tratar a la gente? Yo también me iré de la fortaleza, El asunto fue puesto a votación y se acordó la
sí... subordinación incondicional a las órdenes del centro.
- ¡Dejadme hablar a mí! -exigió Bukin. Nosotros queríamos que se eligiese allí mismo a los
- Te retiro la palabra -declaró Eriskin con firmeza, representantes, para zafarnos de aquello de una vez.
y repitió más alto, a voz en cuello-. No le concedo Pero los de la fortaleza decidieron otra cosa:
más la palabra a Bukin, ¡se la retiro! - Esta misma tarde, cada compañía mandará cinco
Nadie protestó. Aquello era ya una victoria hombres al teatro de la ciudad, y que allí elijan a los
indiscutible, evidente... representantes entre ellos.
- Concedo la palabra al orador que estaba - Bien, tampoco eso está mal.
hablando, para que continúe su discurso. - Y ahora una cosa, camaradas -les dijimos-. Todo
Y con la mano, me hizo seña de que prosiguiese. está ya claro: tanto para vosotros como para nosotros.
Había que comportarse como era menester, sin Ahora ya nos hemos puesto de acuerdo sobre todas
mostrar alegría por el feliz desenlace del asunto. las cuestiones y tendremos un solo poder. Mañana
Conservar la serenidad, aunque fuera aparentemente, por la mañana, a trabajar. Se han terminado todas las
como si no hubiese ocurrido nada, y explicar sin incomprensiones. Así se lo diremos hoy mismo a
temblores de voz la orden del centro. ¡La orden, y no Tashkent: nos hemos puesto de acuerdo con la
el ruego! guarnición, de ahora en adelante trabajaremos unidos
- Decíamos, camaradas, que... y en buena armonía... Vosotros, hoy mismo, después
La multitud estaba desconocida. Permanecía de esta asamblea, os marcharéis de la fortaleza, y
callada y quieta, como contrita. Sólo de vez en cada uno a su cuartel; no hay por qué estar aquí más
cuando se oían algunos gritos sueltos, lastimeros. tiempo, ya que hemos llegado a un acuerdo sobre
Pero aquello ya no tenía importancia: las aguas todas las cuestiones...
desbordadas volvían a su cauce. Las últimas Aquello lo dijimos como de pasada, como si el
cuestiones desfilaban a paso ligero. La multitud había abandonar la fortaleza aquel mismo día fuese la cosa
perdido los dientes y colmillos, no tenía ya con qué más natural del mundo y nos limitáramos a
morder, y, como una vieja, chasqueaba los labios de recordarles: no olvidéis, camaradas volver a los
la desdentada boca. Intentaron hacernos un reproche: cuarteles.
- A los kirguizes, a los repatriados, les habéis El mitin había terminado. La multitud se iba
organizado una semana de ayuda. En cambio, a dispersando lentamente, en distintas direcciones.
nosotros, ¿qué nos dais? ¡Una higa! Pózdnyshev y yo salimos de la fortaleza sin
Pero también zanjamos esta cuestión: Acordamos dificultad alguna, recordando, alegres y aliviados, las
que se organizaría una amplia ayuda social a los de incidencias de la tumultuosa asamblea. Una vez en el
Kopal y Liepsy, aparte de lo que se hacía ya, Estado Mayor de la división, informamos
rápidamente, para socorrerles. La última cuestión era brevemente a Tashkent, por telégrafo:
la del Poder:
- La fortaleza elegirá dos de los suyos para el ... La orden recibida de ese centro sobre la
Consejo Militar de la división, y tres para el Comité constitución del Poder se decidió explicarla en una
Revolucionario de la Región. asamblea general de la guarnición, pues los soldados
Trataron de resistirse otra vez sobre aquello de rojos no querían de ninguna manera que el asunto
148 Dimitri Furmanov
fuera decidido por unos delegados cualesquiera... ¡Ya representantes en el Consejo Militar de la división y
pueden imaginarse lo que significa tener que en el Comité Revolucionario de la Región. Mañana
convencer a una multitud de cinco mil hombres (no empezaremos a trabajar. No tengo datos concretos
sólo de la guarnición, sino de unidades del frente) acerca de los elegidos, mañana los comunicaré. A lo
como la que se encuentra en la fortaleza - que parece todo terminará sin efusión de sangre. Los
terriblemente agitada y que exige el mantenimiento principios del Poder Estatal y del centralismo han
de su Poder- de la necesidad de someterse a la orden triunfado sobre la arbitrariedad y el desenfreno. No
del centro! Hoy, 15/VI, a las 10 h. de la mañana, respondo con seguridad de la situación (el subrayado
abrimos en la fortaleza una asamblea general que ha es mío. -D.F.), pero (algunos. -D.F.) resultados
durado seis horas enteras. Había doce cuestiones que parece que se han conseguido, al menos se ha
apasionan a esa multitud, como las de los logrado cierto cambio en el estado de ánimo de la
fusilamientos, la Sección Especial y el Tribunal, la de guarnición. Ahora, hay que liquidar por completo las
juzgar allí mismo a los oficiales blancos y mandarlos inevitables secuelas de movimientos desorganizados
desde Vierni a Semipalátinsk, a Sibería, la de la (como éste. -D.F.)... Díganme si ha salido alguno de
detención inmediata de todos los funcionarios ustedes en automóvil para Vierni.
nombrados (por Tashkent. -D.F.) y la de la - Yo no lo sé -dijo Tashkent-; por eso no puedo
insubordinación al centro. contestar...
Como informante de todas las cuestiones tuve que - Bueno, hasta la vista.
intervenir yo. Mientras lo hacía, se exigía con - Le deseo los mejores éxitos...
insistencia nuestra detención y muerte. Por fin, se Nos reunimos en el E.M. de la división para
acordó por votación la subordinación al centro y se examinar la situación creada. Era, sin duda,
ha aceptado que cada compañía elija cinco hombres muchísimo más favorable que la de la víspera y la
que hoy, a las seis, se reunirán en el Teatro Soviético antevíspera. Pero... ¡había que estar alerta! Por las
para elegir entre ellos a los miembros abiertas ventanas se oían, en el silencio de la noche,
complementarios del Consejo Militar y del Comité millares de recias pisadas: las unidades abandonaban
Revolucionario de la región. Cómo transcurrirán las la fortaleza y volvían a sus cuarteles. Magnífico. Era
elecciones (es difícil prever. - D.F.), ya que el estado lo que anhelábamos. Aquello en que insistiéramos
de ánimo de la fortaleza es muy variable. La tanto. Y ya lo habíamos conseguido. Pero... ¡era
propuesta de elegir a los delegados directamente en preciso estar alerta!
la asamblea de la guarnición, no fue aceptada. La Los ajetreos e inquietudes del día no nos habían
ciudad está acordonada por patrullas. Camarada permitido enlazar con Pishpek, y no sabíamos lo que
Frunze, esto hay que tenerlo en cuenta al hacer un allí pasaba.
viaje a Vierni...60 Y en Pishpek había novedades.
El jefe del destacamento de la Sección Especial,
Los delegados se reunieron a la hora fijada. El Okotov, algo nervioso, comunicaba al centro:
Teatro Soviético estaba abarrotado de un público
muy heterogéneo. Cada delegado tenía una Militar. A transmitir en primer término. Urgente.
credencial. Los del Consejo Militar nos apiñábamos En Vierni hay sublevación. He recibido orden del
en la mesa presidencial. Fue elegido presidente uno camarada Fúrmanov de tomar medidas. Se ha hecho
de la fortaleza, Prásolov, el mismo que el día 11, la todo lo posible, se ha creado un Estado Mayor
víspera de la sublevación, gritaba en el cuartel más operativo. A Pishpek han quedado subordinados
que ninguno. Luego, en los días de la sublevación se Przhevalsk, Tokmak y Narín. Todos están en
esfumó, no se le veía apenas y no intervenía en disposición de combate. En todos los distritos hay
absoluto. Ya nos habíamos olvidado de él. Y ahora, tranquilidad. Se ha enviado a Vierni un grupo de
sin que se supiera por qué, desempeñaba el papel de exploración, espero los resultados...
presidente. Estaba sentado a la mesa y nosotros le Masarski [y] Goriáchev han huido a las montañas,
susurrábamos al oído nuestros consejos y propuestas. donde están rodeados de bandas enemigas apostadas
La reunión transcurrió en medio de una calma en los pasos...
ejemplar. Se eligieron los representantes: para el
Consejo Militar, a Petrov y a Chéusov; para el Las noticias, como se ve, llegaban con algo de
Comité Rvolucionario de la Región, a una decena y retraso, pues a aquella hora el centro tenía ya
media de personas. informes más recientes.
Por la noche, comuniqué al centro: Y aquel mismo día se recibió en Pishpek una
- Acaba de terminar la reunión de delegados de disposición de Tashkent, con arreglo a la cual fue
las unidades, que estaba autorizada por la asamblea dada allí una nueva orden que decía:
general de la guarnición para elegir a sus
ORDEN N° 2
60
Frunze nos había hecho saber que se disponía a ir pronto Ciudad de Pishpek, 15 de junio de 1920.
al Semirechie.
La subrevación 149
Por disposición telegráfica N° 2458, de fecha 15 Que las tropas del Semirechie fuesen a Ferganá, a
de junio, del Consejo Militar Revolucionario del ayudar en la lucha contra los basmaches.
Frente del Turkestán, he sido nombrado Comandante Que la contingentación de productos agrícolas se
en Jefe provisional de todas las fuerzas de los siguiese llevando a cabo como lo ordenara el centro.
distritos de Pishpek, Przhevalsk, Tokmak y Narín. Que los kirguizes no fuesen explotados más.
A partir de este momento, el Estado Mayor Que la Brigada Kirguiza se continuase formando.
operativo de Pishpek se considera disuelto. Que el Tribunal y la Sección Especial fueran
Confirmando la orden N° 1 del Estado Mayor de restablecidos...
la ciudad de Pishpek mando a todas las unidades de Y así sucesivamente...
los distritos y comarcas que permanezcan en sus Entonces, ¿para qué se habían metido en aquel
puestos. berenjenal, qué objeto tenía ir a la sublevación? Pues
Todas las disposiciones militares para la región todo aquello se había armado solamente porque los
serán dadas por mí exclusivamente. semirechianos creían que iban a lograr sus
Llamo a los ciudadanos a conservar una absoluta reivindicaciones esenciales, hondamente sentidas:
tranquilidad, advirtiendo que todo intento de ¡Fuera todo lo que había, y a organizar todo a su
insubordinación o incumplimiento de mis manera! Y ahora en lugar de la abolición del sistema
disposiciones, así como toda provocación, serán de contingentación y demás tajadas, les ofrecían:
castigados con el fusilamiento inmediato. elegid a vuestros representantes. No, amigos, ¡a otro
Todas las instituciones de los distritos y comarcas perro con ese hueso!
interrumpirán, hasta nueva orden, el contacto con Así pensaban los cabecillas. Después de la batalla
Vierni. de la víspera en el mitin de la fortaleza, se sentían
El Comandante en Jefe de las fuerzas de la región, vencidos, atormentados por amargos ardores, como
Shepoválov. después de una borrachera. Y en realidad, ¿cómo
El jefe del Estado Mayor, Kondurushkin. había podido ocurrir que la fortaleza sublevada se les
escapase de pronto de las manos? ¿Por qué los
De esta orden no nos enteramos hasta bastante mismos soldados rojos que gritaban: "detenerlos...
más tarde: en general, solíamos tener noticia de todo liquidarlos... fusilarlos" se habían vuelto de repente
lo que pasaba en la región con gran retraso, debido a mansos como corderos y habían accedido a dejar la
que Vierni nos absorbía casi en el ochenta o noventa fortaleza y a volver a los cuarteles? Los jefes de la
por ciento; el trabajo, la falta de tiempo y las sublevación estaban perplejos. Acudían de nuevo a la
deficientes comunicaciones de aquel entonces nos fortaleza, tenían allí sus conciliábulos, cuchicheaban
impidieron, durante una semana entera, ser el por los pasillos del Consejo Militar y el Comité
verdadero centro de la región... Revolucionario de la región, se mostraban huraños,
Pues bien, ya iba quedando limpia la fortaleza, la se escondían de la gente, cabildeaban en secreto:
mayoría de las unidades habían salido de allí. Al "¿Qué hacer ahora?"
parecer, la vida entraba en su cauce normal. Y decidieron que aunque los del centro "habían
Finalizaba toda una etapa de los acontecimientos que engañado" a los de la fortaleza, aún no era tarde,
venían sucediéndose desde hacía cuatro días. todavía no estaba todo perdido, había que apresurarse
A pesar de todo, nosotros no considerábamos a recuperar todo, a desatar otra vez las pasiones de la
terminada la sublevación. Nos resistíamos a creer que guarnición. Además, el 26° regimiento debía llegar
un movimiento que tenía unas raíces económico- de un momento a otro... Y entonces... ¡ya verían los
sociales tan profundas, pudiese terminar en unas del centro lo que era bueno!
insignificancias como aquéllas. Pues en realidad, También nosotros comprendíamos que la pelota
¿qué eran, sino insignificancias, los resultados estaba todavía en el tejado, que los soldados rojos
obtenidos por los facciosos? Se les daba la semirechianos no se irían de la región por las buenas
posibilidad de enviar sus representantes al Consejo y que aún no se sabía quién ganaría la partida.
Militar y al Comité Revolucionario de la región. Y Algunos de ellos, los más ingenuos, creían
después, ¿qué? Después seguiría llevando el timón el sinceramente que el asunto había terminado y, desde
mismo Poder central, la misma dictadura del bien temprano, se pusieron a colaborar con
proletariado. En fin, "todo seguiría igual". Los más entusiasmo en la labor práctica del Comité
inteligentes de ellos comprendían, claro está, que en Revolucionario de la región.
el Consejo Militar, por ejemplo, no iban a dirigir las El Consejo Militar, ya ampliado, se reunía desde
cosas Chéusov y Petrov, sino todos nosotros, los que por la mañana. Para ellos y para nosotros era extraño
las dirigíamos antes. E igual que en el Consejo no discutir ni refutarnos unos a otros, como habíamos
Militar pasaría en el Comité Revolucionario de la hecho hasta entonces y dedicarnos a despachar en
región y en todas partes donde nosotros estuviésemos paz, tranquilamente, los asuntos del día. Aquello
en el Poder. Por consiguiente, las exigencias asombraba. Ambas partes hasta se sentían un poco
continuarían siendo las mismas: cohibidas, como avergonzadas. Permanecíamos
150 Dimitri Furmanov
juntos, cierto, hablábamos de lo que era preciso, pero antiguo personal había sido dispersado, y había
las cuestiones importantes preferíamos resolverlas huido.
solos en algún otro lugar del Estado Mayor o en El quinto punto era elegir una comisión para hacer
alguna vivienda particular, porque, naturalmente, no un cálculo del armamento desaparecido y
queríamos ni podíamos ponerles al corriente de recuperarlo. Se creó una comisión presidida por
muchas cosas. Pózdnyshev...
En la primera reunión del Consejo Militar La sexta cuestión se refería a los individuos
resolvimos todas las cuestiones necesarias, aunque, a desaparecidos y evadidos de la Sección Especial, del
decir verdad, ya las habíamos "resuelto" en nuestra Tribunal o del Correccional obrero. Se acordó
sesión secreta. Los de la fortaleza, en algunos puntos, transmitir este asunto a la nueva Sección Especial y
se revolvían, resistiéndose a entrar por el aro, pero al nuevo Tribunal Revolucionario que se estaban
nosotros les recomendábamos que ahora se guiasen formando.
no tanto por la fortaleza como por Tashkent, porque Y en séptimo lugar, decidimos confirmar, dejar en
ya eran un "Poder legal". Y ellos se callaban. Hasta el cargo de comandante de la fortaleza a Alexandr
daba lástima ver en qué atascadero se habían metido: Schukin. Considerábamos que así dábamos pruebas
no podían tirar para atrás ni para delante. Pero de más tacto. Y las consecuencias del "tacto" fueron
aquello era precisamente lo que nos convenía. En que aquel mismo día 16, Alexandr Schukin entabló
aquella sesión del Consejo Militar decidimos, en correspondencia con Avdéiev, presidente (o
primer término, llamar a todos los mandos para vicepresidente) de la Cheka de la región, y le dio
explicarles como debían comportarse y qué tenían orden de buscar sin falta y llevar a la fortaleza a
que hacer en la nueva situación. Los mandos vinieron Masarski y Axman, funcionarios de la Sección
más tarde y les impresionamos tanto, que algunos de Especial, que habían desaparecido. Avdéiev le
ellos no volvieron a aparecer por la fortaleza. contestó:
Luego, en dicha sesión acordamos disolver las
unidades creadas en la fortaleza y volver a agrupar Al comandante de la fortaleza, camarada Schukin
las fuerzas como antes. La Cheka de la región pide a Ud. el envío a
Petrov intentó encabritarse: disposición de la misma de una patrulla de cinco
- ¿Cómo que disolverlas? ¿Y para qué me he hombres a caballo para proceder a la detención de los
pasado yo cuatro días formándolas? ciudadanos Axman y Masarski, ya que las pesquisas
Sin entrar en amplias discusiones, le dimos a hechas durante el día no han dado resultado alguno.
entender que nosotros mismos no sabíamos para qué Manden la patrulla a las 10 de la noche y, si ello es
"se había pasado cuatro días formándolas" y le posible, con un salvoconducto para circular por la
dijimos que aquello era "más apropiado", pues el ciudad.
sistema de la fortaleza tenía en cuenta solamente la El presidente interino de la Cheka de la región,
guarnición de Vierni, mientras que el nuestro era Avdéiev.
para todo el Ejército del Semirechie. Yo no sé si le 16 de junio de 1920.
convencerían esos argumentos, pero lo cierto es que
no protestó más. Tales eran los maleantes que había en Vierni,
La tercera cuestión era la del traslado de las ¡hasta en cargos como el de presidente de la Cheka!
fuerzas del Semirechie dentro del plazo que había Huelga decir que aquel barbián fue fusilado más
sido fijado. Aquella cuestión tan grande, y tan tarde, pero entonces ayudaba muy celosamente a los
propensa a los escándalos, la "resolvimos" en un de la fortaleza.
momento, pero comprendiendo, claro está, que la Esto lo mencionó sólo de pasada. En nuestra
solución de hecho estaba por venir y que aquello no sesión, como último asunto, figuraba la aprobación
era más que un simple proyecto sobre el papel. de un proyecto de orden, la primera que daba el
A continuación, resolvimos convocar nuevo Consejo Mílitar. El proyecto fue aprobado.
urgentemente una asamblea general extraordinaria Decía:
del Partido, de toda la guarnición. Petrov era un sin
partido, pero en cambio Chéusov era un auténtico ORDEN N° 4
"miembro", y a ambos les halagaba grandemente que Del Consejo Militar de la 3a división de infantería
en su presencia se decidieran tales asuntos. Más del Turkestán. Ciudad de Vierni. 16 de junio de
tarde, en esa asamblea, arremetimos implacables 1920.
contra nuestros "camaradas del Partido", y a muchos En la asamblea general de la guarnición de la
de ellos se les quitaron para siempre las ganas de ciudad de Vierni, celebrada en la fortaleza el 15 de
zascandilear por la fortaleza. junio, se acordó, en cumplimiento de la orden del
En esa misma reunión varios camaradas fueron Consejo Militar Revolucionario del Frente del
propuestos para trabajar interinamente en la Sección Turkestán, elegir dos representantes para el Consejo
Especial y en el Tribunal, en vista de que todo el Militar de la división y tres para el Comité
La subrevación 151
Revolucionario de la región. Cada compañía eligió 5 responsable de una célula urbana del Partido.
de sus hombres para la asamblea general de Miembros del Comité Revolucionario de la región:
delegados de la guarnición, y allí fueron elegidos los Viletski, comunista desde el año mil novecientos
siguientes representantes: seis; Alexandr Petrenko y Alexandr Schukin, sin
1) Para el Consejo Militar de la división, Petrov y partido; además, se ha elegido a doce hombres que se
Chéusov. incorporarán a las secciones de dicho Comité, para el
2) Para el Comité Revolucionario de la región, trabajo práctico. Esperamos la confirmación por
Alexéi Beletski, Alexandr Petrenko y Alexandr ustedes de los cinco miembros. Hoy ha celebrado
Schukin. sesión el Consejo Militar con Fúrmanov de
Además se eligieron doce hombres que deberían presidente, como designado por el centro, Petrov de
incorporarse a todas las secciones del Comité vicepresidente y Chéusov de secretario. En la región
Revolucionario de la región para trabajar en las ha sido instaurada la dictadura militar, que será
mismas. ejercida por el Consejo Militar. Tomamos urgentes
Actualmente, se ha conseguido una unificación medidas para cumplir la orden de ese centro sobre el
completa. El Consejo Militar de la división y el traslado de las unidades. En los últimos cuatro días,
Comité Revolucionario de la región han comenzado las unidades que se encontraban en la fortaleza
a ejercer sus funciones. En la región queda instaurada fueron (agrupadas. -D.F.) en nuevos regimientos y
la dictadura militar del Consejo Militar de la secciones. Hemos acordado declarar disueltas esas
división. formaciones y volver a la estructura de antes. En
Se ordena a todos los organismos civiles y vista de que los funcionarios responsables de la
militares que empiecen a trabajar inmediatamente. Sección Especial y del Tribunal Revolucionario se
Se declara la guerra, más implacable y severa, a han refugiado en las montañas, para los que han
las provocaciones. quedado (es imposible. -D.F.) continuar el trabajo
Firman el original: debido a la actitud de la guarnición, se ha acordado
El Presidente del Consejo Militar de la división, hoy, en una asamblea extraordinaria de la
Fúrmanov. organización del Partido de la guarnición, designar
El Vicepresidente, Petrov. funcionarios para (esos. -D.F.) dos organismos hasta
El Secretario, Chéusov. que el centro envíe los nuevos. En vista de que
Coincide con el original: durante los acontecimientos se robaron y escondieron
El Jefe interino del E.M. de la división, Brovkin. armas y bienes, se ha encomendado al camarada
Pózdnyshev que, a través de una comisión especial,
Aquel mismo día, entre los "miembros del aclare y recupere todo. El Presidente del Comité
Partido" de la guarnición, escogimos los que Revolucionario de la región asume la jefatura de la
inspiraban alguna confianza y les encargamos que guarnición, y se nombra comandante a Saráiev. Ha
llevasen a cabo entre las unidades una verdadera sido nombrado comandante de la fortaleza el
labor de agitación a nuestro favor. Al frente del camarada Alexandr Schukin; se encomienda a la
asunto se puso un grupo de camaradas nuestros nueva Sección Especial y al nuevo Tribunal
integrado por Altshúler, Verménichev, Aliosha Revolucionario que esclarezcan con urgencia la
Kólosov, Kravchuk y Shegabutdínov. La cosa cuestión de los detenidos libertados o fugados de la
empezó a marchar, y no mal. A unos se les convencía prisión; además, en la reunión de ayer, se convino
con buenas razones, a otros se les metía miedo en el retener en el Semirechie a todos los oficiales en tanto
cuerpo con aquello de que tendrían que "responder" se reúnen datos contra ellos, pero creo que el Consejo
ante Tashkent, y la guarnición se iba "disgregando" Militar podrá cumplir ahora la orden del centro. Se
poco a poco, parte de sus hombres se inclinaban acordó solicitar del centro la abolición de la pena de
hacia nuestro lado. Las únicas indómitas continuaban muerte en el Semirechie. También (se tomó. -D.F.) la
siendo las unidades del 25° y el 27° regimiento. Estas decisión de organizar una recogida voluntaria de
se mantenían firmes, sin querer entablar con nosotros fondos para socorrer a los arruinados distritos de
ninguna clase de conversaciones "de paz". Kopal y Liepsy. De momento no tengo (más) que
A mediodía, tuvimos con el centro una comunicarle. Fúrmanov.
conferencia telegráfica: - Antes de someter sus cuestiones e informes al
- Al aparato Malinovski, miembro suplente del examen del Consejo Militar Revolucionario, agregue
Consejo Militar Revolucionario. ¿Está ahí que todo se transmite en nombre del Consejo Militar
Fúrmanov? de la división y que su presidencia está presente.
- Sí, aquí estoy; le saludo, camarada Malinovski. - Bien.
Por la guarnición han sido elegidos miembros del - Comunique qué noticias tiene el Consejo Militar
Consejo Militar: Alexéi Petrov, comandante del 1er respecto al cumplimiento de la orden de traslado de
regimiento del Semirechie, sin partido; Gueorgui unidades de otras ciudades de la región, y además,
Chéusov, jefe de las Milicias de la ciudad de Vierni, cuál es la actitud de los musulmanes ante lo ocurrido.
152 Dimitri Furmanov
control de la organización del Partido en la ciudad, línea de escisión de las unidades, para que unas
organización que, en toda esta historia, ha influyan sobre otras. La misma línea intento seguir
desempeñado un papel bastante abyecto y actuando en el asunto de la detención de elementos
de acuerdo con la fortaleza. Transmitan en forma canallescos. Como carecemos de fuerza efectiva para
cifrada. llevar a cabo esas detenciones, yo procuro que los
16 de junio de 1920. Fúrmanov. conscientes detengan ellos mismos a los instigadores.
Nuestro objetivo general es que no haya sangre, ya
Y ese mismo día enviábamos este otro telegrama: que ello puede dar lugar aquí, por un lado, a la
apertura de un frente, y por otro, a una degollina de
A transmitir en primer término. Al Consejo musulmanes.
Militar Revolucionario del Frente del Turkestán. Fúrmanov, N° 1411/3.
Tashkent.
No hay que considerar la situación como Ambas partes se habían apaciguado, como
tranquila. Hemos conseguido lo principal: sacar las agotadas, rendidas de la ardorosa pelea: los
unidades de la fortaleza y descargar la atmósfera, luchadores descansaban.
pero la agitación no ha cesado y aumentará Pero aquello era solamente un descanso. En
progresivamente a medida que se acerque (la fecha) cuanto recobraran fuerzas, ¡a la lucha de nuevo! Y
del traslado de las fuerzas al centro. Está claro que entonces, ¿quién vencería a quién? No volverían a
los semirechianos no quieren marcharse del tener ocasión de descansar. En la pelea se habían
Semirechie y buscan toda clase de pretextos para conocido bien, habían tanteado sus respectivos
quedarse aquí o demorar la partida. Van dando largas puntos débiles y fuertes. Ninguno de los dos podría
al asunto con la esperanza de que lleguen otras hacerlo por segunda vez. Y eso lo debían tener muy
unidades, para desencadenar, junto con ellas, una presente, grabarlo hondo en la memoria.
tempestad aún más terrible. A la cabeza del ... No te descuides, luchador, porque en un
movimiento se encuentran delincuentes políticos y instante, cuando menos lo esperes, puede abalanzarse
comunes que han sido castigados alguna vez por los sobre ti tu agazapado enemigo y derribarte con
órganos de de represión. Eso explica en gran parte el habilidad. Y cuando esté encima, aplastándote contra
odio hacia la SE y el Tribunal que siente toda esa la tierra, ya no tendrás salvación, te habrá llegado el
multitud y que se ha puesto de manifiesto en la fin...
aniquilación de hecho de esas dos instituciones. Yo Así, en una situación semejante, dirimíamos
sigo considerando desacertada para el Semirechie la nosotros nuestras querellas.
línea general que han aplicado en su táctica esas Dos contendientes. Dos enemigos levemente
organizaciones; en el Semirechie, donde estamos aplacados.
rodeados de una población que nos es extraña en el ¿Podría durar aquello mucho tiempo?
aspecto social y hostil en el aspecto político, donde
no tenemos suficiente fuerza real, no se puede aplicar El diez y siete cambiaron poco las cosas.
una política de dura represión, como en el centro, Únicamente se supo que los "activistas" hacían
porque esa política provoca indignación y conduce al agitación entre los soldados rojos para que volvieran
alzamiento, como está demostrando, con hechos, la a la fortaleza:
sublevación actual. Creo que esta cuestión hay que - En la fortaleza somos una fuerza, y aquí, ¿qué
resolverla, como de principio, en breve. En la somos? Desde la fortaleza podemos en cualquier
actualidad, la situación es la siguiente: hemos momento mandar órdenes al E.M., mientras que
conseguido atraer a nuestro lado a los mandos, los desde aquí, ¿qué podemos ordenar? ¡Hala,
cuales, en una reunión que han tenido hoy, han muchachos, hala! En marcha de nuevo, ¡y a la
expresado su completa solidaridad con nuestros fortaleza otra vez!
puntos de vista. Mañana por la mañana, es decir, el Mas, por el momento, sólo iban para allá
día 17 de junio, iremos con los mandos al batallón pequeños grupitos e individuos aislados; el grueso de
del 27 regimiento, que es el primero que debe salir y las fuerzas continuaba en los cuarteles, lo retenían
se resiste hasta la fecha. Plantearemos la cuestión de allí los mandos a quienes nosotros habíamos logrado
plano: los que acaten la orden, a la derecha; los que convencer un poco y asustar otro poco. El núcleo
no, a la izquierda, y serán considerados como central faccioso permanecía en la fortaleza, todos los
desertores. Por razones tácticas, solicité de ustedes cabecillas pasaban en ella el día y la noche, y sólo la
una amnistía para Béresniev y Eriskin; se ha dado abandonaban para ir hacer agitación en los cuarteles.
amplia publicidad a ello, y la noticia ha producido También había empezado a ser poco clara la
colosal efecto. Además se ha encomendado a los conducta de Pável Béresniev: se llevaba ahora muy
jefes de unidades el cumplimiento absoluto de la bien con los cabecillas de la fortaleza, iba a verlos
orden de traslado. Cuando los que estén de acuerdo con frecuencia y agrado, departía a solas con ellos,
sean la mayoría, convencerán a la minoría. Yo sigo la cuchicheaban juntos por los rincones. Aquello nos
154 Dimitri Furmanov
puso muy en guardia contra él. La situación era Especial ni del Tribunal asistir a las reuniones con
incierta en extremo. No se podía esperar que por los representantes de los facciosos ni aparecer por la
aquel camino se resolviese la cuestión. Ambas partes fortaleza, pues les tenían un odio tan grande y tan
parecían salir de su inactividad: lentamente, como de directo, que era muy poco probable que la multitud
mala gana, se ponían en movimiento, iban cobrando contuviese sus ciegas iras. Por ello nos habíamos
impulso, energías, decisión. apresurado tanto a mandar al monte a Masarski y
Se disponían a resolver la cuestión por otro Goriáchev. Nosotros mismos no sabíamos dónde se
camino. ocultaban: tal vez fuese en Dzharkent, quizá en
Aquel día Chernov se presentó en el batallón de Pishpek. No habíamos tenido tiempo de convenirlo
guardia, convocó una asamblea y empezó a entonces: preparamos todo en un instante y al
"arremeter" en ella contra el Consejo Militar y los momento partieron. El día 17, a mediodía, estábamos
"comisarios" soviéticos. Pero en el batallón de en la hostería de Beloúsovski, cuando oímos de
guardia había ya no pocos muchachos nuestros, que pronto un frecuente redoble de cascos de caballo, que
realizaban allí una labor de agitación y propaganda, se fue acercando más y más hasta que tres jinetes se
abierta o secreta, y se las arreglaron de manera que detuvieron ante la terracilla de entrada. Miramos por
Chernov fracasó estrepitosamente y acabó por ser la ventana, y lanzamos una exclamación de sorpresa:
expulsado de la asamblea por la soliviantada ¡eran Masarski y Goriáchev! Con ellos venía un
multitud. Más difícil era debilitar la influencia que hombre que empuñaba un revólver con la mano
Bukin y Vúychich ejercían en aquel batallón, donde derecha y traía en la izquierda un voluminoso sobre
eran considerados casi unos héroes y gozaban de lacrado que acababa de sacarse del pecho.
autoridad. Pero nuestros celosos topos políticos les - Algo malo ha ocurrido; por lo visto, los han
iban socavando también el terreno con mucha atrapado.
tenacidad y no poco éxito. Salí disparado a la terracilla y vi que los tres
Ya se encontraba solamente a unas decenas de jinetes no tenían el menor propósito de bajar de sus
verstas de la ciudad el 4° regimiento de caballería: caballos.
aquel mismo día iría a su encuentro Bocharov, el - ¿Es esto la jefatura de la fortaleza? -preguntó el
comisario de la división. Más adelante, se pondría en desconocido, un mujik de unos cuarenta años, sin
contacto con el 26° de infantería. Había que duda campesino.
concentrar fuerzas, era preciso actuar. Cierto que el - ¿Qué quieres? -repuse, procurando no mirar a
26° no era de ninguna confianza, pero había que los muchachos, como si no los conociera.
conseguir algún entendimiento con él, que retenerlo - Pues nada, que hemos cazado a estos dos...
en su camino y no dejarle llegar a Vierni, Bocharov cuando vagaban por las montañas... Iban hacia
partió. A aquella hora no sabíamos aún que, pronto, nuestra aldea... Deben ser del Tribunal, los mujiks los
nosotros mismos correríamos tras él. han reconocido... Y me han encargado que los traiga
La fortaleza permanecía quieta, sin emprender sin falta a la fortaleza...
contra nosotros acciones enérgicas de ningún género, - Muy bien, magnífico -le dije al escolta-.
pero al propio tiempo, ante nuestros ojos, se iba Precisamente yo soy el jefe del Estado Mayor de esa
llenando de vivificadora savia, cobraba nuevas fortaleza. Venga, dame el pliego... Perfectamente...
fuerzas. Seguía comportándose como vencedora, Puedes dejármelos aquí, que yo mismo los mandaré
como dueña del Poder. Al igual que antes, afluían allí custodiados adonde es menester.
en sus carros los vecinos de los pueblos y aldeas, y la Había que conservar un tono tranquilo,
fortaleza les explicaba los acontecimientos a su inalterable, era preciso desorientar inmediatamente a
manera y les "ordenaba" que no tuviesen trato con aquel infeliz mujik que, por añadidura, debía suponer
nadie y se entendiesen sólo con ella; como antes, que la fortaleza era dueña absoluta de toda la ciudad
estaba abarrotada de fugitivos, pobres, famélicos, que y no existía allí ningún otro poder... Había que
protestaban de todo y contra todos. No pensaba mentir, sin pestañear. Por suerte, el mujik tenía pocas
siquiera en replegarse. Había dejado a las unidades luces y, además, estaba harto por lo visto de ir y
marchar a los cuarteles, pero conservaba todavía gran venir con sus prisioneros.
cantidad de materia inflamable. Además, ¿qué El tono autoritario y aquellas palabras
"marcha" era aquélla? Los cuarteles estaban al lado, a pronunciadas en voz alta, con naturalidad, acabaron
dos pasos, ¿y se necesitaba mucho tiempo para de despistar al mujik, que me entregó el pliego. Le
volver de allí a la fortaleza? devolví el sobre, firmado con un apellido
Recuerdo un caso ocurrido aquel día. Terminó inverosímil, y les guiñé el ojo a los muchachos; éstos
felizmente, aunque todo hacía prever un trágico saltaron de los caballos a la terracilla y le tiraron las
desenlace: dos compañeros nuestros -uno de la riendas al mujik. Goriáchev se había dado cuenta en
Especial y otro del Tribunal- estuvieron a punto de seguida del asunto y, en silencio, entró rápidamente
caer en las garras del enemigo. en el pasillo, dejándome atrás, pero el expansivo y
Nosotros no permitíamos a ningún camarada de la original Masarski había estado a punto de liarse en
La subrevación 155
una disputa con su escolta al reprocharle: campesinos y obreros de Rusia lleven ya años
- ¿No te lo decía yo, zopenco de Satanás?... separados de sus familiares, en los frentes,
Menos mal que Goriáchev y yo le metimos en el defendiendo con sus pechos las conquistas de la
pasillo, empujándole con disimulo. El mujik picó revolución y los derechos del trabajo, en medio de
espuelas y se alejó. E inmediatamente, sin poder increíbles privaciones, en la más penosa situación,
contener la alegría, soltamos la carcajada. Pero no se donde han llevado y llevan adelante con valentía las
podía perder ni un minuto. ¿Y si los de la fortaleza, banderas rojas, aniquilando a los enemigos del
siguiendo las recientes huellas, se presentaban a proletariado y abriendo a su pueblo el camino hacia
caballo? Mal acabarían los muchachos: los matarían la luz y la felicidad; ése es el verdadero camino de
sin falta. El mujik, al despedirse, había dicho que iba todos los hijos honrados (del país) obrero y
a ver a los suyos, seguramente a algunos paisanos campesino, y ese mismo debe ser también para los
que estarían en la fortaleza. hijos del Semirechie; por eso el Mando del Frente,
Nuestro siempre fiel amigo Medviédich, por el con plena conciencia de la justeza de sus acciones y
traspatio y los huertos, condujo a los dos a una calle confiando en el instinto de clase, de trabajadores, de
cercana y los escondió en un enorme henil. Allí las unidades del Semirechie, dio la orden
estuvieron hasta el fin de la sublevación. El propio anteriormente mencionada cuando así lo exigió la
Medviédich les llevaba la comida al escondrijo. necesidad de prestar ayuda a otros sectores del Frente
Entre los acontecimientos destacados del día 17, del Turkestán. Por desgracia, esas esperanzas
hay que señalar un telegrama de Frunze que también nuestras no se realizaron. En torno al cumplimiento
fue a parar a Pishpek, donde se encontraba ya de esa orden, en algunas unidades del Semirechie que
Bijovski, jefe de las fuerzas que venían presurosas en debían ser trasladadas se empezó a hacer agitación a
ayuda nuestra: autos blindados, infantería, caballería. remover los más mezquinos intereses personales; los
El telegrama de Frunze fue leído a esas unidades. El intereses personales impulsaban a negarse a cumplir
Comandante en Jefe decía: una orden de operaciones, pero hacerlo abiertamente
infundía extrañeza incluso a los egoístas
El 2 de junio di orden de que algunas unidades de empedernidos y traidores a la causa obrera y
la división N. que se encuentran en el Semirechie campesina. Y aparecieron en escena multitud de
fueran enviadas a Tashkent y posteriormente, a quejas sobre la falta de ropa y calzado, sobre las
Ferganá. Con motivo de esto, se han desarrollado en deficiencias de constitución de los órganos soviéticos
la ciudad de Vierni acontecimientos de un carácter del Poder, exigencias de cambiar los mandos,
completamente intolerable. Antes de ser dada la etcétera, etcétera. Como es lógico, los enemigos de la
orden, habían llegado del Semirechie informes revolución aprovecharon la ocasión que se les
indicadores de que en algunos regimientos de la presentaba de asestar un golpe al Poder soviético, y
división, completados con hombres de aquellos comenzaron a fomentar el descontento, procurando
lugares, la situación, en cuanto a disciplina militar, que desembocara en una franca rebelión.
cumplimiento de las órdenes de operaciones y demás, Desgraciadamente lo consiguieron en parte. Las
distaba mucho de ser buena; se indicaba que esos unidades de la guarnición de Vierni, en vez de
regimientos no querían ir a ninguna parte ni dejar los cumplir la orden, se dedicaron a mitinear, a presentar
lugares natales, y que a consecuencia de ello era reclamaciones de todo género, imposibles de cumplir
posible incluso una sublevación abierta. Como es en su mayoría, e incluso se permitieron detener -
natural, el Mando del Frente no podía aceptar aunque temporalmente- a algunos cuadros de mando.
semejante estado de cosas, no podía permitir que Semejantes excesos, completamente intolerables en
entre las fuerzas del Frente hubiera unidades en las el Ejército Rojo obrero y campesino, se han cometido
que no se tuviera seguridad de que iban a cumplir las confiando sin duda en la lejanía del Semirechie y la
órdenes y a acudir a otros sectores en ayuda de sus falta de buenas comunicaciones y, por consiguiente,
compañeros de armas, cuando lo exigiera la en la impunidad de sus autores. Al poner estos
situación; no podía tolerar que mientras decenas de hechos en conocimiento de todos los camaradas,
miles de campesinos y obreros de la Rusia Europea, soldados rojos, el Mando del Frente condena en su
conscientes de la necesidad de ello, venían nombre con indignación la traidora conducta,
serenamente aquí, al lejano Turkestán, a ayudar a sus mezquina y egoísta, de las unidades de la división N.
hermanos, y mientras en el Frente Occidental se que, en vez de ir a ayudar a sus hermanos que vierten
vertía la sangre de las tropas obreras y campesinas su sangre en Ferganá, han emprendido el camino del
que estaban salvando a Rusia del saqueo por parte de debilitamiento de nuestra potencia militar en el
la nobleza polaca, las unidades del Semirechie Turkestán. Sepan todos los enemigos de la
tuvieran el privilegio de quedarse junto a sus aldeas. revolución y todos los viles egoístas y traidores que
El soldado rojo tiene la obligación de estar allí donde la Rusia obrera y campesina aplastará rápidamente
lo exigen los intereses de la causa obrera y cualquier intentona contra ella. Los traidores al Poder
campesina. Esa es la razón de que millones de soviético no podrán ocultarse en parte alguna, la
156 Dimitri Furmanov
de tres horas. Bastaba ya. Nos miramos en silencio y camaradas soldados rojos lo tapó. Y ya no hay
nos comprendimos. Terminamos la reunión y nos pestilencia.
marchamos. La antigua policía de los zares, unida a la sección
Íbamos de nuevo a caballo desde el cuartel hacia política de la secretaría del gobernador, recibió en la
el Estado Mayor de la división. Por el camino, Rusia Libre el nombre de "Sección Especial".
examinábamos la situación. No tenía objeto Mejor hubiera sido dividirlos a todos en
continuar hablando. Había que actuar especiales compartimentos y ponerles un numerito: el
inmediatamente y con decisión. La demora, el 100, y en alguna ciudad, el letrerito de "retrete",
retardo, iba directamente contra nosotros. Pero, ¿qué como suele hacerse en los lugares apartados,
elegir? ¿Qué hacer? atrasados. Sí, el orinal ha sido tapado, pero, ¿por
De Bocharov no teníamos ninguna noticia mucho tiempo? Cualquiera que sea el personal que
importante. Siguiendo su viaje, debía haber pongáis en esa institución, siempre olerá mal, su
marchado del 4° al 26°. Y el 4° había hecho un alto nauseabundo hedor zarista asfixiará la vida auténtica
muy cerca, en Karasuk, a unas veintitrés o y la libertad de los ciudadanos: Detendrá, despojará,
veinticinco verstas de Vierni... Por aquello había que fusilará, y hasta os volverán a amedrentar a puñetazo
orientarse. Sin tardanza, era preciso traer el limpio...
regimiento y aplastar a los sediciosos. Era la única En la ciudad de Vierni, capital de la región, hay
salida. Pero teníamos dos dudas. cuatro secciones de policía secreta: en el Tribunal
En primer lugar, nuestro ataque sería la señal para M.R., en la Especial, en la Cheka y en las Milicias.
la resistencia armada, para la insurrección de los Además, están registrados como agentes de la secreta
pueblos y de las aldeas cercanas; sobre todo, en caso 1.300 individuos. Y claro, no se puede vivir. Ni en
de un resultado desfavorable, de una derrota nuestra. tiempos del rey que rabió había tantos delatores. Por
Y en segundo lugar, ¿podíamos confiar nosotros, ello, la ira de los camaradas soldados rojos y sus
con absoluta seguridad, en aquel regimiento? ¿Lo exigencias de acabar con las represiones y liberarse
conocíamos suficientemente? ¿No podría suceder de los traidores son completamente justas y
que, al tomar contacto con los sublevados y percibir legítimas.
la "comunidad" de ciertas "reivindicaciones", se Decid vosotros mismo, camaradas y ciudadanos,
descompusiera él mismo? Cierto que era mejor, más ¿necesitamos nosotros la Sección Especial?
seguro que otras unidades. También era verdad que si Evgueni.
se le hacía entrar inmediatamente en acción casi no
habría peligro. Pero permitir las conversaciones entre ¡Decid vosotros mismo! Sí, sí... junto a tales
los regimientos, su trato directo, el cambio de papelitos, se encontraban también documentos de
impresiones entre ellos, sería el camino cierto de Kolchak. Algún pope debía haber redactado un
nuestra perdición irremediable. No había que dejar de llamamiento que cayó en nuestras manos. Lo
ninguna manera que tuviesen roce con los facciosos: transcribimos a continuación:
éste sería fatal para las vacilantes masas, del 4°
regimiento. Además habían empezado a difundirse A LOS SOLDADOS QUE VAN A LAS
ciertos papelitos en los que se hablaba del Tribunal, POSICIONES
de la Sección Especial y del Poder soviético en Recibid, queridos combatientes, la bendición
general. Aunque se guardaban de expresar muchas cuando vais a partir para realizar la sagrada proeza de
cosas abiertamente, sus alusiones eran bastante servir con las armas a la Patria querida.
claras. Fijaos, yo califico vuestro servicio a la Patria de
He aquí una de esas proclamas. Su nombre es tan proeza sagrada. ¿Por qué lo hago? Porque vuestro
extraño como su contenido: servicio militar, lejos de los hogares que abandonáis
ahora, de vuestras amadas familias y el ambiente
EL ORINAL ZARISTA habitual, es servir a los demás, al prójimo, y ahora
¡Cómo huele! ¡Cómo apesta! Pero nadie se atreve vais a la hazaña de padecer por vuestros semejantes,
a decir que huele y apesta, porque todos tienen siguiendo el ejemplo de Vuestro Señor Jesucristo,
miedo, ya que es zarista... Y los monárquicos hasta que entregó su vida para salvar a todos los hombres.
aspiran con fruición el olor... Sin embargo, teniendo en cuenta la grandeza y
Han quitado al zar, han quitado a la zarina, han santidad de la hazaña, recordad, queridos, que ésta
quitado también a la servidumbre de Palacio, pero sólo es sagrada cuando se realiza de buen grado, sin
han dejado el orinal, que hiede apestando a toda la lamentaciones ni quejas, con mansedumbre y
Rusia Soviética. Es una vergüenza, camaradas. Un sencillez salidas del corazón. De lo contrario, vuestro
bochorno, ciudadanos libres. servicio no será hazaña, sino infamante yugo.
También aquí, en Vierni, nos habían dejado un No olvidéis adónde vais. Vais a ayudar y reforzar
pebetero zarista, también había aquí un olor a nuestros valerosos héroes y defensores que, desde
nauseabundo, pero la mano poderosa de los el resurgimiento de nuestro ejército, ya han sabido
158 Dimitri Furmanov
cubrirse de honor y gloria. Os esperan con Han acordado esta noche fusilarnos a unos ocho
impaciencia, pero llenos de valor, fuertes, responsables, y ocupar de nuevo la fortaleza. Esto se
bondadosos, para asestar los golpes definitivos a los nos ha comunicado en secreto. Bielov y yo partimos
insolentes traidores a nuestra Patria: a los inmediatamente para el 4° regimiento pues con las
bolcheviques. palabras ya no se adelanta nada. Es imprescindible el
Con ellos, obligaréis a los bolcheviques a envío de tropas de Tashkent con urgencia, porque el
convencerse de que ni el vil abandono ni la traición apaciguamiento, según se ha aclarado ahora, era sólo
aleve han podido matar a sus hijos, que están aparente. Seguramente les habrán transmitido a
dispuestos, con abnegado heroísmo, sin una queja, a ustedes por telégrafo la resolución de ese batallón.
morir por el honor, la libertad y la unidad del país tan Fúrmanov.
ardientemente amado.
La Patria os encomienda de nuevo, confiada, la Cursábamos los telegramas libremente, pues el
defensa de su honor y de su libertad. Sabed también control sobre ellos sólo había estado "ojo avizor" en
vosotros, queridos combatientes, conservar ese los primeros días; luego, se sacudió las pulgas, y ya
tesoro, como supieron hacerlo nuestros padres y no hacía prácticamente nada. Aunque también en los
abuelos. días del "ojo avizor" habíamos pasado por allí, con
Que Dios os ayude. dirección a Tashkent, cuanto habíamos querido.
Aquello, más que un control, era una desdicha para
Al anochecer me atrapó en la calle el chino63 quienes lo habían puesto.
Masanchi, me llevó aparte, con aire conspirativo, y Avanzada la noche oscura, unos guías kirguizes
mirando asustado alrededor con sus irritados ojos, nos llevaban por Vierni a través de tortuosos
estrábicos y aceitosos, me susurró al oído: callejones. Casas bajas, tapias largas, grises,
- Esta noche en la foltaleza ha habido lesolución... monótonas, un camino surcado de carriles, todo nos
ocho hombles van a fusilal noche. . . y a ti, fusilal, y a indicaba que estábamos ya en las afueras de la
Bielov fusilal, y a Shigobudin fusilal, a todos fusilal... ciudad. Llevábamos andando largo rato. En silencio.
Buscal hace mucho... Decilme homble fiel... Sólo cambiábamos algunas palabras quedas cuando
"¿Debemos creerle?", pensé por un instante. Y era necesario. Nos detuvimos ante un portón de
decidí: "¿Qué interés tiene él en mentir? De todos viejas tablas, nos encorvamos y entramos por el bajo
modos, cuando el río suena..." (En la fortaleza se portillo, que no estaba cerrado: alguien nos esperaba.
había adoptado en efecto esa resolución; así lo El que aguardaba cuchicheó un instante con
confirmaron más tarde ante el tribunal los propios Shegabutdínov y nos condujo por un patio sucio y
sublevados. Masanchi nos salvó la vida.) Reuní pequeño hacia la tapia de enfrente. Allí había otro
rápidamente a mis compañeros para tener un cambio portillo, y nos metimos por él agachándonos. El
de impresiones. Decidimos partir al galope para el 4° segundo patio era más espacioso y limpio; la casa,
regimiento e irrumpir con él al día siguiente en la más nueva: sobresalían, como abultados pechos, los
ciudad. Debíamos ir allá Bielov, Eriskin, Yusúpov flamantes rollizos; rebrillaban en la oscuridad, igual
Shegabutdínov y yo. Marcharíamos en secreto, para que luciérnagas, las superficies pulidas, bien
que nadie se enterase ni apercibiese. Los que acepilladas. Subimos por una escalerilla a una
quedaran permanecerían alerta, por la noche se pequeña terraza, de la terraza pasamos a un zaguán
esconderían y durante el día realizarían una buena en tinieblas, y del zaguán, a una habitación silente,
agitación, a fin de preparar los ánimos para la posible templada, en penumbra. Nos recibieron, inclinándose
incursión nocturna. Dicho y hecho. Shegabutdínov en reverencias y sonriendo cariñosos, dos tártaros; al
mandó a Aguidulin que preparase cinco caballos de parecer, padre e hijo. Decían algo, invitándonos a
los mejores y los llevase, ya bien entrada la noche, a todos diligentes y respetuosos, a sentarnos a la mesa.
un lugar convenido, donde debía esperar. E Luego, desaparecieron, y al cabo de un minuto
inmediatamente enviamos a Tashkent este telegrama: volvieron y comenzaron rápidamente a poner la
mesa. Pasados otros cinco minutos, ya estábamos
Consejo Militar Revolucionario del Frente del reponiendo fuerzas para el viaje nocturno: se veía
Turkestán. Tashkent. que los amos de la casa eran gente hospitalaria.
A transmitir en primer término. Avisados por Aguidulin, habían tenido tiempo de
Ahora, en la asamblea del batallón, se ha puesto prepararse para recibirnos. Deliberamos. Mas no nos
en claro que éste no quiere salir del Semirechie y limitamos a hablar, sacamos la carta y estuvimos
exige que se le deje hasta la llegada de otros largo rato deslizando por ella el dedo en torno a
regimientos, con los que quiere hablar de algo... Es Karasuk. Después nos despedimos de los solícitos
evidente que lo que quiere es provocar a la rebelión, amos de la casa, bajamos al patio por la misma
liquidar a los del centro y quedarse en el Semirechie. escalerilla, desatamos los caballos, montamos de un
salto y, en silencio, por el portón contrario al que
63
Alguien me comunicó más tarde que Masanchi no era habíamos entrado, salimos a un callejón desierto.
chino, sino dungán.
La subrevación 159
Delante iba Shegabutdínov. Nos guiaba. antes de nuestra marcha de Vierni, había salido
Cabalgábamos a un trote igual, lento. Yo no conocía disimuladamente de la ciudad, Elizaveta Vasílievna,
en absoluto el camino, pues nunca había estado por mujer de Bielov, enviada por nosotros con
aquellos lugares. Dejamos atrás unos postecillos documentos secretos, dinero y bombas. Al amparo de
negros: ¿qué era aquello, un cementerio? Comenzó el las profundas tinieblas, logró salir a la carretera, sin
verdor: matorrales, arbolillos... Luego, los árboles se que la viese nadie, siguió por ella unas siete verstas y
hicieron más espesos, más y más altos: debíamos tiró luego hacia un pantano, cubierto de maleza,
pasar frente a un bosque. Entre los troncos, donde quedó esperándonos. También oyó y vio a la
estuvimos zigzagueando, en distintas direcciones por patrulla, que pasó cerca por la carretera, sin advertir
un sendero apenas perceptible; se veía que que en el pantano, entre los matorrales, había
Shegabutdínov conocía muy bien el camino. Apenas escondido un carro. Nos reunimos en el pantano
salimos a la planicie, espoleamos a los caballos. Era aquel y continuamos juntos el viaje.
ya más de medianoche. Pero el amanecer estaba Largo fue éste -de más de dos horas-, hasta que al
lejos, vivíamos la hora de mayor negrura. Sin duda, fin, rendidos de cansancio, llegamos al Estado Mayor
no nos habíamos alejado mucho de la ciudad, porque del regimiento.
allá atrás, entre los árboles, se columbraban algunas Durante los últimos meses, apartado del frente y
luces sueltas. Y de pronto, oímos un golpeteo sus regimientos por otra labor político-militar, me
rítmico. Paramos los caballos y prestamos atención. había deshabituado de su ambiente. Y ahora, al entrar
En el húmedo silencio de la noche, repiqueteaban en el Estado Mayor, me chocó lo que hacía poco me
nítidos, sobre el terreno unos cascos. era tan habitual y constituía mi vida entera.
- Una patrulla -anunció Eriskin en un susurro. Ya estaba allí el pequeño cuarto del Estado Mayor
- ¿Delante o detrás? del regimiento, la desgarrada cortina de humazo de
- Delante... Hay que ir más despacio. tabaco, negra, maloliente, el suelo lleno de colillas,
Y para colmo de males, a Yusúpov le ocurrió un de desperdicios y basura de todo género que hacían
percance. Habíase quedado rezagado unos trescientos resbalar a cada paso. También allí, tumbados por el
pasos, pero en aquel momento nos dio alcance y nos suelo, dormían hacinados los soldados rojos con los
notificó que había perdido un estribo: capotes puestos. ¿Se los habían quitado alguna vez?
- No puedo seguir, ¡tengo todo el c... en carne Sobre las mesas, los teléfonos de campaña, que
viva! lanzaban de vez en cuando su lastimero zumbido,
Daban ganas de echarse a reír, pero no estábamos como implorando sin esperanza. Por todo el Estado
para risas: él no podía seguir, volver atrás era Mayor se expandía, potente y corajudo, un tremendo
imposible y permanecer allí constituía un peligro, roncar. Sentado a la mesa dormitaba el de guardia. A
pues a cada momento toparíamos con alguna nueva la puerta, como un péndulo, el centinela iba y venía
patrulla, ya que a los de la fortaleza les gustaba sin cesar. En un pequeño montoncillo, estaban
patrullar de noche. Nos apeamos dos o tres y nos recogidos sobre el tablero papeles, diversas notas,
pusimos a rebuscar por la tierra. Luz no se podía telefonemas, órdenes y disposiciones. Todo
encender, ¡y cualquiera encontraba algo en la recordaba el querido ambiente de la división de
oscuridad aquella! De pronto, el ingenioso Eriskin se Chapáiev:
quitó el cinturón, lo dobló por la mitad y lo ató con Por consiguiente, ¡igual era en todas partes
una cuerda, confeccionando así, con destreza, un nuestro Ejército Rojo!
reemplazante del estribo. Llegó el jefe del regimiento, Lopatin. Era una de
- Anda, sigue..., pero no lo pierdas más -agregó, esas personas que desde el primer momento y la
con sarcástica ironía-. Quedaros aquí -nos propuso-. primera palabra se ganan la mejor disposición de las
No os mováis de este lugar, que yo, entretanto, por gentes. Con las palabras precisas, sencillas, seguro y
ahí -y señaló a un sendetillo que se vislumbraba por tranquilo, acercóse a nosotros y nos saludó con
la linde del bosque-, me adelantaré a ver cuántos son. naturalidad. Se percibía al hombre que sabe lo que
Y desapareció al instante en la oscuridad. Al cabo vale. Y no era aquello orgullo ni elevado concepto de
de un cuarto de hora, regresó y nos dijo: su persona, sino arraigado respeto a sí mismo y a los
- Son cinco. Van despacio. Hacia Karasuk. demás. Un minuto más tarde, hablaba y trataba igual
Bueno, de todos modos, caerán allí en manos de que a nosotros al que estaba de guardia en el E.M.,
Lopatin64. (En efecto, más tarde tropezaron con una despertaba jovial y echaba de allí en broma a los
patrulla del 4° regimiento, que venía en dirección roncadores. Sus palabras y ademanes estaban tan en
contraria, y fueron detenidos todos). consonancia con lo que hacía, correspondían tanto a
Ya íbamos al paso, oyendo delante, durante todo ello, que habría sido difícil hallar otros más
el camino, el bataneo de cascos; sólo cesó a las adecuados. Daba alegría ver que se comportaba con
puertas de Karasuk. los soldados rasos lo mismo que con nosotros,
Hay que decir que una hora o una hora y media representantes del Poder militar. Y aquello
predisponía grandemente a su favor, y lo elevó al
64
Lopatin: Comandante del 4° regimiento de caballería.
160 Dimitri Furmanov
momento ante nuestros ojos, obligándonos a servían. Fijamos al fin nuestra atención en el
escuchar con profunda atención e interés lo que siguiente plan.
decía. No había en él ni el menor asomo de Celebrar por la mañana una asamblea general del
servilismo ni de adulonería, rastreras inclinaciones regimiento, enterarnos con exactitud de su verdadero
que, por desgracia, ¡se encuentran aún con tanta estado de ánimo, describirle la situación y determinar
frecuencia incluso en nuestro Ejército Rojo! Lopatin si era o no posible emprender aquella marcha con
me pareció el mejor ejemplo vivo de ese nuevo y tales fuerzas. Si era posible, lo haríamos al mediodía.
auténtico comandante que no es más que un Antes de llegar a Vierni, nos detendríamos a unas
camarada de mayor saber y experiencia entre los verstas de la ciudad e invitaríamos a salir a nuestro
soldados rojos, iguales a él. Nos sentamos a encuentro a cuantos estuviesen con nosotros: a una
conversar en torno a la mesa. parte del batallón de guardia, a las fuerzas de la
- ¿Qué pasa en Vierni? Contadme, haced el favor Especial, del Tribunal Militar Revolucionario y de la
-nos preguntó Lopatin-. Aquí sabemos ya algo, pero, Escuela del Partido que lo hubieran pensado mejor...
por lo visto, poco... Esto, claro estaba, después de haber mandado allá
Le hicimos un breve resumen de los principales enlaces secretos nuestros. Enviaríamos a Vierni un
hechos de los últimos días y le contamos también lo grupo de exploración. Y después, si la situación lo
ocurrido en el último y alarmante mitin del cuartel. exigía, empezaríamos inmediatamente las
- Vaya, vaya, ¡qué miserables! -comentó, operaciones.
sonriendo ligeramente-. Habrá que probar las Con aquel plan estuvimos todos de acuerdo.
bayonetas, porque en este caso las palabras no sirven Decidimos dormir un par de horas. Nos acomodamos
de nada. allí mismo, en el Estado Mayor: en los bancos, en los
Y las suyas eran sencillas, naturales, de esas tras alféizares, en el suelo, junto a la mesa, donde le
las que se percibe que van a ser refrendadas pareció mejor a cada uno. Los tenues clarores de la
inmediatamente por los hechos. amanecida llegaban ondulantes a las ventanas, como
- ¿Y qué tal tu regimiento, Lopatin? ¿Es de oleadas anchas, turbias. Hacía frío. Tiritábamos
confianza? ¿Crees tú mismo en él? encogidos, envueltos en nuestros capotes y
- No sé que os diga -repuso encogiéndose de cazadoras. Fumábamos con ansia, tratando de
hombros-. Puede tirar tanto para un lado como para calentarnos un poco con el humo del fuerte tabaco. El
el otro. Lo principal, lo seguro, es que sus hombres cansancio venció, pudo más que el frío, y poco
son de distintos lugares: magiares, alemanes, después, uno tras otro, nos quedábamos dormidos.
kirguizes, franceses, tártaros... Pero los de aquí, los El regimiento estaba acampado allí mismo, cerca
semirechianos, están de común acuerdo, los de Karasuk, en una verde pradera, a lo largo de la
miserables, dicen lo mismo que allí, en la fortaleza... orilla de un viejo y apartado estanque cubierto de
- Pero ésos son pocos. ¿Verdad? limo. Muy de mañana, siempre por el verde, por la
- Pocos, sí, pero mala gente -dictaminó Lopatin-. jugosa hierba, los huertos y frondosas alamedas,
No hay que hacerles entrar en acción íbamos hacia el regimiento después de abandonar el
inmediatamente. Mejor será mandar a los otros. humazo de su nada confortable Estado Mayor. Los
- Entonces, ¿tú crees que habrá "acción"? - soldados ya estaban en pie hacía tiempo, pues se
sonreímos también nosotros ante su seguridad. levantaban con el sol. Unos andaban atareados con
- ¡Cómo! -exclamó, sobresaltado al parecer-. ¿Es los caballos, lavándolos, limpiándolos con las
que no va a haberla? almohazas; esforzábanse con cariño en ponerlos
- Pensemos bien todo... guapos, les igualaban cuidadosos las colas, les
- Pensemos -asintió en voz baja-. Pero para mí, la peinaban sonrientes las espesas crines; otros
cosa está clara: hay que marchar... sobre Vierni. arreglaban las silla de montar, las remendaban,
Empezamos a trazar diversos planes. poniendo parches a toda clase de agujeros ; estiraban
- Primero: Enviar desde aquí a la fortaleza una y unían los desprendidos extremos, ajustaban
delegación nuestra, y proceder en consonancia con la diversas correillas, palpaban dando palmaditas,
respuesta. tiraban del cuero con los dientes, lo chupeteaban y
- Segundo: Llamar aquí sin tardanza a los humedecían, chasqueaban la lengua y escupían una
representantes de la fortaleza para tener espesa saliva castaña, sucia; había también algunos
conversaciones con ellos. que corrían en tropel al prado, calentaban allí agua,
- Tercero: Marchar sobre Vierni sin entablar con fumaban, reían con sonoras carcajadas, bromeando
nadie conversaciones de ningún género. despreocupados.
- Cuarto: Intentar suscitar en el mismo Vierni un - ¡Muchachos, todos a la explanada! ¡Venga,
pequeño "levantamiento" contra los de la fortaleza, y avisar a la gente! El comandante nos llama.
nosotros no tendríamos más que acudir en ayuda... Y al instante, ¡qué revuelo! Voces, ululantes
Diversas eran las propuestas. Muchas las gritos y silbidos de llamada por alamedas y
proposiciones. Y todas iban siendo desechadas: no matorrales. Corriendo y saltando como potrillas o en
La subrevación 161
silencioso aluvión, acudieron de todas partes los nuestros delegados? ¿Han echado a los nuestros?
combatientes. Cuando se hubieron reunido a nuestro ¡Ah, carroña miserable!... Ya enseñaremos a ésos
alrededor, Lopatin les dijo: cómo hay que hablar con el cuarto regimiento...
- ¡Camaradas! Han venido a visitarnos el jefe de Allí no había que esforzarse mucho en convencer.
la división y el presidente del Consejo Militar. Ellos La cosa estaba clara. La moral del regimiento era
van a deciros lo que pasa en Vierni. Tiene la palabra como hacía falta.
el camarada... (y mencionó mi apellido). ¿A qué esperar más? Había que prepararse para la
... Otra vez estoy en una improvisada tribuna, marcha, pero calculando todo de manera que
subido a un pequeño cajón. De nuevo, me encuentro llegásemos a Vierni solamente al anochecer.
ante una multitud de soldados rojos. Una vez más, Por aquel tiempo, Bocharov ya había
voy a hablar de la sublevación. inspeccionado el 26° regimiento. Nos hizo saber que,
Pero ahora la situación es muy distinta; el medio aunque el estado de ánimo entre los combatientes no
ambiente, otro por completo: Estos son muchachos era allí tan seguro como en el 4°, se habían inclinado
nuestros, a los que venimos a pedir ayuda. ¿Es temporalmente a nuestro favor y no se disponían de
precisa aquí esa demagogia que atrae, prende y momento a apoyar a los sediciosos. Ordenamos que
excita? ¿Hay que procurar arrastrar, calar hondo, el 26° regimiento progresase más hacia Vierni, en
remover, recurriendo a la nota alta? No, de momento pos del 4º.
no hace falta. Más valdrá, más seguro y eficaz será
llamar a su razón, en vez de su corazón y ... EI regimiento se prepara para la marcha. Por
sentimientos, convencerles de que hay que ir a Vierni las calles de Karasuk galopan los jinetes; ululan,
y terminar con el enemigo, de que no es posible silban, gritan, llamando a los suyos; los encuentran,
proceder de otra manera. Y si este medio -el del los vuelven a perder, y de nuevo los buscan,
convencimiento- falla, la cosa variará, y entonces, en galopando y silbando, en continuo silbar y galopar. A
bien de la causa, habrá que dar suelta a la uno se le ha olvidado decir algo; a otro, coger algo;
demagogia... todos tienen alguna cosa urgente que hacer a última
Los combatientes escucharon en profundo hora, y, hasta el postrer momento, correrán como
silencio, serios, muy atentos, todo lo que les referí locos, hasta que no se expanda por doquier la voz de
acerca de Vierni. Cuando terminaba ya diciendo que mando del comandante.
había que salvar el Poder soviético, que había que Ya han formado los escuadrones. Ya el
hablar con los facciosos con el lenguaje del fuego, de regimiento entero. Como una nube escarlata, avanza
las bayonetas y los sables, los muchachos ondulando, parece envolver a todos, lanzándolos
prorrumpieron en gritos: hacia adelante, la roja bandera del regimiento...
- ¡A Vierni!... ¡A Vierni!... ¡A Vierni!... En cabeza, se habían puesto los jefes de unidad.
- Hay que ir ahora mismo, ¿a qué esperar?... Delante del regimiento, cabalgábamos nosotros.
- Ya les daremos a esos canallas, por alzarse Habíamos acordado detenernos a unas cinco
contra el Poder soviético... verstas de Vierni y llamar desde allí a todos los que
Hasta los chinos, kirguizes y magiares en la ciudad no estuvieran contra nosotros. Luego,
vociferaban también, aunque, seguramente, no llamaríamos al propio batallón. Como no sabía nada
habían comprendido la mitad de lo que les habían de que la noche antes habíamos partido de Vierni y
dicho. ahora volvíamos con el 4° regimiento, el batallón
- ¡Saviético!... ¡Saviético!... -repetían con rebelde saldría confiado al encuentro de éste...
estentóreos gritos, fulgurantes de coraje los ojos ¡Ansiaba tanto hablar con sus soldados!
estrábicos. Y en cuanto se aproximase, lo cercaríamos y le
Intervinieron unos representantes del regimiento, obligaríamos a entregar las armas. E inmediatamente
que acababan de regresar de Vierni. Su unidad los arrestaríamos a todos, en manada.
había mandado allí la víspera con el encargo de Anochecía ya. Por la ancha carretera iban los
comunicar a los facciosos que el regimiento estaba escuadrones, despacio, a paso igual, balanceante. Sin
firmemente a favor del Poder soviético y no cesar, del lindero del bosque, de huertos y jardines,
permitiría que la sublevación continuase. venían a su encuentro soldados rojos, allí escondidos,
- Y ellos, camaradas, nos soltaron -informaban a que habían logrado escaparse de la ciudad.
sus compañeros-. ¡Largo de aquí, hijos de perra, de Les habían arreglado la evasión los camaradas
fijo que nadie es ha elegido, habéis venido por nuestros que quedaran en Vierni. Los fugitivos nos
vuestra cuenta, los comunistas os mandan!... No comunicaron las últimas noticias: Los sublevados se
queremos ni hablar con vosotros, cuando venga el habían recelado algo y se aprestaban para alguna
regimiento, ya hablaremos con todos ellos... Y nos acción. Parte de los soldados rojos del 25° regimiento
tuvimos que marchar, de vacío... y parte del batallón del 27° habían vuelto a la
La agitación de los combatientes aumentó. fortaleza. Las patrullas habían sido reforzadas, no se
- ¿De modo que no han querido reconocer a dejaba salir de la ciudad a nadie, y ellos habían
162 Dimitri Furmanov
tenido que huir arrastrándose como gusanos por entre jinetes. Pero no estampidos de disparos.
la espesa hierba cercana al camino. - ¡Los blancos se han apoderado de la ciudad! -se
Consiguieron salir a nuestro encuentro unos difundía, demencial y rauda, la noticia.
delegados de las fuerzas de la Sección Especial y del - Atacan los cosacos...
Tribunal, los cuales nos declararon que dichas - Los prisioneros se han sublevado...
fuerzas volverían de nuevo con nosotros y no se Nadie sabía nada, nadie absolutamente. Y,
alzarían más contra el Poder soviético. Llegó entretanto, nosotros galopábamos de cuartel en
igualmente un emisario de la Escuela del Partido para cuartel y nos apoderábamos en ellos de los
decirnos que, en caso necesario, todos ellos estaban desconcertados, sorprendidos sediciosos.
dispuestos a ayudarnos. Nos comunicaron que habían En la fiebre de la medianoche -cierto que por obra
logrado atraerse a su lado a doscientos hombres del de los delincuentes comunes puestos en libertad no
batallón de guardia, pero que seiscientos estaban hacía mucho y concentrados en la fortaleza- comenzó
todavía inclinados hacia los facciosos. Las noticias a arder la ciudad por distintos lados.
no eran malas ni mucho menos... La escisión se Las primeras llamas se habían alzado potentes de
producía y profundizaba. las dependencias del mercado. Un intenso resplandor
A seis verstas de la ciudad nos detuvimos. Las enrojecía el oscuro cielo. En medio de la barahúnda
sombras de aquel crepúsculo de junio eran ya muy habitual en casos tales, se intentaba apagar el fuego.
densas y esparcíanse por doquier. Pronto, sería noche Y por doquier, como en una visión de pesadilla,
cerrada. Durante el camino, bien enterados por los tropeles de jinetes cabalgaban surgiendo de las
evadidos de Vierni de la rápida descomposición que tinieblas de la medianoche a la intensa claridad de las
se operaba entre los facciosos, habíamos cambiado calles iluminadas por el incendio. ¡Fantástica,
nuestro plan de acción y resuelto: no tener espantosa, decisiva noche aquella!
conversaciones con los de la fortaleza, sino atraparlos Pues bien, ya estábamos de nuevo en el Estado
vivos, mediante un ataque inesperado. Pues, aunque Mayor.
estaban recelosos, no conocían nuestros propósitos. Y enviamos al centro este despacho urgente:
Mandamos por delante medio centenar de
turcomanos. Eriskin iba a la cabeza. Su tarea era Consejo Militar Revolucionario del Frente del
liquidar los puestos de vigilancia y de guardia y las Turkestán. Tashkent. Militar.
avanzadillas del enemigo, desbrozando así el camino A transmitir en primer término.
al regimiento. Los turcomanos partieron veloces. El Ayer, 18, se puso definitivamente de manifiesto la
regimiento, despacio, se puso en marcha en pos de abyecta moral del batallón del 27° regimiento, que se
ellos. niega terminantemente a salir para Tashkent.
Eriskin cumplió la tarea con brillantez y Sabedores, además, de que se había acordado anoche
fulminante efecto: no sólo limpió el camino al fusilar a los funcionarios responsables, Bielov,
regimiento, arrollando a las patrullas facciosas, sino Shegabutdínov y yo marchamos en seguida al 4°
que irrumpió en la ciudad, penetró inopinadamente regimiento que se encontraba a 25 verstas de Vierni
en uno de los cuarteles, arrebató a los pasmados para tomar urgentes y enérgicas medidas, ya que
sediciosos las ametralladoras y los fusiles y los echó estaba claro que ninguna clase de razonamientos ni
desarmados a la calle, para conducirlos por la ciudad conversaciones servirían de nada. A los funcionarios
como una manada de borregos. A la fortaleza le que quedaron en Vierni se les ordenó que
cogió de sorpresa aquello; como no esperaba ya en intensificaran el trabajo tendente a disgregar la
modo alguno nada semejante. Vivía presuntuosa y guarnición y le explicaran cuál era la situación y las
confiada. Verdad era que en algunos lugares había consecuencias que se derivarían de ella. Llegados por
reforzado sus patrullas y la vigilancia, pero, en la noche al 4° regimiento y reunidos con su
cambio, por la ciudad se divertía despreocupada. comandante, camarada Lopatin, aclaramos que el
Los soldados rojos estaban de continua fiesta. regimiento se mantenía tranquilo y se podía confiar
Unos, bebidos, daban bandazos por calles y en él. Por la mañana temprano se reunió a todo el
bulevares; otros se distraían en el circo, permanecían regimiento y se le explicó la situación, las exigencias
en los cuarteles comiendo pepitas de girasol o de la guarnición de Vierni y nuestro propósito de
tocando el acordeón, alegremente. dejar las conversaciones infructuosas e inútiles y
Por ello, uno tras otro, tomábamos los cuarteles emprender enérgicas acciones contra los sublevados.
sin sangre ni lucha, en inesperado ataque. Los La adhesión unánime del regimiento nos reafirmó en
tomábamos, e inmediatamente desalojábamos de allí la idea de actuar sin demora. A las tres de la tarde
a los sublevados. salimos de Karasuk para Vierni, dando al propio
El pánico cundió por la ciudad. Nadie acertaba a tiempo orden al 26° regimiento de que avanzase
comprender lo que pasaba ni de dónde venían inmediatamente desde Nikoláievka, situada a 46
aquellos hombres que tan impetuosamente atacaban. verstas de Vierni. Entretanto, se puso en claro que
Corrían a caballo, oíanse los gritos, el ulular de los una parte de la guarnición se pasaba a nuestro lado.
La subrevación 163
Al encuentro del 4° regimiento venían la Escuela del Mayor. En fin, una nueva noche en vela, pero era ya
Partido, las fuerzas de la Sección Especial, la la última noche de insomnio de la sublevación.
compañía de internacionalistas y los musulmanes de Los de la Sección Especial y el Tribunal que
la guarnición. El regimiento de caballería se detuvo a habían salido de la prisión emprendieron con celo la
4 verstas de Vierni. Se envió un escuadrón, que busca y captura de los facciosos: les echaban el
penetró en la ciudad, cercó en rápido avance al 27° guante en huertos y jardines; los olfateaban y
batallón, desarmó a más de 100 hombres, después de atrapaban en los sótanos, cuevas y montones de
arrebatarles 5 ametralladoras, un cañón y cerca de estiércol, en los desvanes, entre la hierba, en lo alto
300 fusiles. Ha participado del modo más directo en de los árboles, bajo los colchones, en las arcas de
esta operación el camarada Eriskin, cuyo indulto pido ropa blanca; los cazaban por las montañas, por los
de nuevo, insistiendo en el sobreseimiento de la caminos, pueblos y aldeas. Poco después, casi todos
causa instruida contra él. Ahora mi gestión es los cabecillas estaban ya en nuestras manos. Al
completamente sincera y no obedece a razones principio, Karaváiev y Petrov se ocultaron. De ellos
tácticas, pues los méritos de Eriskin son de un valor nos trajeron un "saludo", una proclama mal escrita,
inapreciable; además, es hombre de la índole de pero substanciosa:
Chapáiev, capaz, por su impetuosidad, de cometer
faltas. Mi petición de indulto de Béresniev la retiro, Un saludo de P. Karaváievy A. Petrov, defensores
ya que su conducta después del mitin no dice nada en desde los primeros días de la revolución del Poder
su favor. Ahora hay un incendio en la ciudad; tal vez soviético y defensores del proletariado de la gente
no sea casual. La aventura, por lo visto, toca a su fin, pobre. ¡Salud, salud, salud, salud! El Partido de los
pero la necesidad de enviar fuerzas armadas de bolcheviques y de los comunistas, en estando como
Tashkent no desaparece en modo alguno, ya que al órgano supremo del Poder, es el defensor de los
trasladar a otras unidades, puede repetirse la misma proletarios y de todos los que se equivocan por amor
historia o acontecer algo semejante. El 4° regimiento de los trabajos soviéticos que se hacen. Camaradas,
de caballería ha ocupado la ciudad. Partido de los comunistas, vosotros, como Partido,
Fúrmanov. como comunistas, no debéis entregar a los proletarios
que querían arrancar de las tenazas de Satanás a todo
Apenas irrumpió Eriskin en la ciudad y desarmó a el pueblo. Al pueblo que ahora piensa otra vez acabar
las fuerzas del cuartel, corrió a galope tendido al con todos los atropellos, todos los castigos, todos los
Estado Mayor de la división y telefoneó desde allí a afusilamientos, todos los robos que vuelven a hacerse
Schukin, comandante de la fortaleza: en el Semirechie, y con las órdenes de quienes no se
- ¿Cuántos hombres te quedan ahí? preocupan de los proletarios más que para estrujarlos
Y aquél, sin saber ni comprender nada, todavía, y arrancarles las tiras del pellejo y se hacen cada vez
contestó: más fieras. Pero hay que tener en cuenta que, como el
- Tengo aquí ochenta, los demás están por los pueblo se enfurezca, va a haber candela en todo
cuarteles. Vierni, y la gente de la comarca siempre vendrá a
- La ciudad y la fortaleza están cercadas por el echar una mano. Por lo tanto, camaradas, Partido y
cuarto y el veintiséis regimientos -le espetó Eriskin comunistas: En nombre de ochocientos hombres,
sin rodeos. bien armaos, os decimos que si permitís lo que queda
Schukin inquirió perplejo: dicho, asestaremos un golpe a los enemigos al
- ¿A qué te refieres? ¿De qué cerco hablas? Bielov, al Fúrmanov, al Pózdnyshev, y haremos
Eriskin repitió, explicó y dijo: papilla todo su ejército. A nosotros nos da igual
- Es inútil que te resistas, Schukin. No se te espichar en las rocas, en las montañas nevadas; en
ocurra. Mejor será que te entregues. ¡Que te rindas donde están las águilas, allí estamos nosotros. Por lo
honradamente! tanto, pensad y obrad, y entonces os llevaré la ayuda
Y la conferencia telefónica se interrumpió de de las águilas de las montañas, de los defensores
pronto. salvajes del Poder soviético. ¡Viva el Poder soviético
Cuando Eriskin, al frente de una decena de y el derecho del pueblo!
jinetes, llegó a la fortaleza, ésta estaba vacía: no
había nadie en ella. Únicamente encontraron a seis o Y adjunto venía otro documento que, por lo mal
siete facciosos que, intimidados, llenos de escrito, no se quedaba a la zaga del primero y, por su
desconcierto, se habían escondido entre los arbustos. carácter, venía a ser un llamamiento:
Designaron en el acto un nuevo comandante de la
fortaleza. Y pusieron por todas partes guardias de UN SALUDO DE LAS AGUILAS DE LAS
gente nuestra. MONTAÑAS
Los turcomanos habían ocupado el Estado Mayor Camaradas.
de la división. La caballería galopaba por la ciudad, a Partido de los Comunistas y de los Bolcheviques,
la caza de fugitivos, que luego nos traía al Estado vosotros sois como el control de la marcha de la
164 Dimitri Furmanov
cómo, sistemáticamente, se desarma a los rusos y se caballería. Al recibir la orden nuestra, Byjovski dio
arma a los kirguizes y extranjeros. Sí, se estaban otra suya que decía:
llevando a cabo sutiles planes, el mecanismo era
ingenioso. Pero, a pesar de todo, ellos no son nada en ORDEN N° 14
comparación con el pueblo. El pueblo se ha A las tropas de los distritos de Pishpek y
despertado, se ha arrancado a tiempo el dogal que le Przhevalsk, del 20 de junio de 1920
asfixiaba y ha desbaratado esos planes. §1
En vista de que el batallón del 27° regimiento,
¿Quién lo redactó? No se sabe. sublevado en la ciudad de Vierni, se negaba a
Pero lo cierto es que entre los facciosos se hacían cumplir la orden del CMR del Frente del Turkestán y
aún algunos intentos de provocar una nueva sedición, seguía mitineando levantisco, el Consejo Militar de
incluso después de su derrota. Mas aquello era ya la 3ª división acordó el 19 de junio desarmar a
impotente debatir, porque sus principales fuerzas aquellos miserables egoístas cuya verdadera faz se
habían sido destruidas la noche del ataque. había puesto al fin al descubierto.
Lo comunicamos a la región en la siguiente: El 19 de junio, a las 10 de la noche, el 4°
regimiento de caballería entró en la ciudad y, sin
ORDEN N° 6 disparar un tiro, desarmó al batallón faccioso y ocupó
Del Consejo Militar de la 3a división de infantería la fortaleza.
del Turkestán. Ciudad de Vierni. 20 de junio de La ciudad está acordonada. Se están dando batidas
1920. para quitar las armas a los kulaks. El secretario del
La guarnición de la ciudad de Vierni ha Consejo de Combate, Schukin, ha sido detenido, los
reconocido la falta que cometió al sublevarse el 12 de demás cabecillas se han ocultado, pero se les atrapará
junio y comprendido que ningún Poder puede ser sin duda alguna. Así ha terminado la aventura de
creado en lugar alguno arbitrariamente y que es unos contrarrevolucionarios que con exigencias
ilegal, casual y criminal todo Poder que no ha sido aparentemente revolucionarias, como "la expulsión
confirmado por las autoridades centrales y se de los oficiales blancos del ejército", y otras
propone actuar fuera de las leyes aprobadas por el manifiestamente contrarrevolucionarias, como armar
centro. a los kulaks, acabar con los fusilamientos (de
Actualmente la ciudad de Vierni está ocupada por contrarrevolucionarios) atrajeron a su lado a unas
regimientos del Ejército Rojo que defienden con masas ignorantes e inconscientes.
firmeza el Poder soviético. Se ha desarmado a la Todo el Poder soviético designado anteriormente
parte sublevada de la guarnición, y quienes indujeron por el centro ha sido confirmado de nuevo en Vierni.
al error a parte de los soldados rojos están siendo Ordeno a todas las instituciones de los Soviets,
entregados a los tribunales de guerra. del Partido y militares de las ciudades y distritos de
Se procederá del modo más implacable contra los la zona de Pishpek-Przhevalsk que reanuden sus
provocadores, maleantes y contrarrevolucionarios, y relaciones normales con el Poder de la región y se
a la parte engañada de la guarnición se le explicará subordinen a él por entero.
debidamente su grave error. Se levantan todas las medidas de excepción y el
El Poder militar supremo de la región es el estado de sitio en la zona; continúa el estado de
Consejo Militar de la división, confirmado por el guerra en la ciudad, permitiéndose la circulación
centro, y el Poder civil supremo es el Comité Militar hasta las 12 de la noche.
Revolucionario de la región; ambos procederán Se autorizan las reuniones, mítines y espectáculos
inmediatamente a restablecer los trabajos y públicos.
ocupaciones interrumpidos o desorganizados por los Se retiran todos los puestos de guardia
acontecimientos liquidados ya. establecidos para reforzar la defensa interior.
El Consejo Militar de la división hace saber a Todas las instituciones, así como la Sección
todos que luchará sin piedad contra las Especial y el Tribunal Militar Revolucionario,
provocaciones y los desmanes y que reafirma su reanudarán su labor con la mayor energía.
dictadura militar. Todos los camaradas que, por fuerza de las
D. Fúrmanov, Presidente del Consejo Militar circunstancias, asumieron funciones
A. Pózdnysheo, Miembro del Consejo Militar complementarias, volverán a ejercer sus funciones
anteriores. Todos los comités del Partido en los
Esta orden la difundirnos por todas partes. distritos, emprenderán inmediatamente y con la
También fue a parar a Pishpek. Se encontraba allí en mayor energía los trabajos preparatorios para el
aquel tiempo Byjovski, jefe de las fuerzas armadas Congreso de los Soviets.
que mandara Tashkent para ayudarnos, ayuda que Se declara libre la entrada y salida de la ciudad,
llegó tres días después de ser liquidada la que se efectuará como antes, con salvoconductos de
sublevación por las fuerzas del 4° regimiento de la Sección Especial.
166 Dimitri Furmanov
Recuerdo a todos los camaradas del Partido y a con rapidez. Poco después, el patio del E.M. estaba
los ciudadanos conscientes, que los acontecimientos abarrotado. Y se habían vuelto tan "cumplidores" de
de Vierni deberán ser para nosotros una lección. repente, que traían no sólo fusiles, sino revólveres
Estos acontecimientos son el resultado de nuestra antediluvianos y viejas escopetuchas de museo.
desorganización, relajamiento, desidia y falta de En seguida reunimos multitud de armas.
disciplina. Las incluimos en una relación, las clasificamos y
En nombre del CMR del Frente del Turkestán, recogimos.
exijo de todos los funcionarios la máxima tensión de El mismo día 20, redactamos un llamamiento a
sus energías en el trabajo en beneficio del Poder los indígenas de la región, lo publicamos en el
soviético y del Partido de los comunistas. periódico y lo imprimimos en enorme cantidad de
Firman el original: hojas que fueron repartidas por los kishlaks.
El Comandante en Jefe de las fuerzas, Byjovski. Ese día 20, primero después de la sublevación, el
El Vicecomisario de guerra, Skálov. ajetreo fue excepcional: había que acudir a todas
El Jefe del Estado Mayor, Kondurushkin. partes, llegar a tiempo, antes de que desaparecieran
las recientes huellas. Todos los miembros del
En los días de la sublevación, los arsenales de la Consejo Militar recibieron distintas tareas: uno
fortaleza habían sido saqueados; habíanse llevado dirigía la captura de los facciosos; otro, las batidas y
también las armas de la Sección Especial, del confiscación de armas; un tercero recogía los
Tribunal, del Estado Mayor de la división y, en documentos que habían quedado; un cuarto escribía
general, de todas partes donde habían podido. Esas las órdenes y los llamamientos... Cada uno estaba al
armas estaban distribuidas por pueblos y aldeas, en frente de un trabajo determinado.
poder de los inválidos, de una parte de los habitantes Nos reuníamos en el E.M. de la división y nos
de la ciudad, de los criminales soltados de la cárcel y comunicábamos unos a otros lo más importante; de
de los fugitivos de Kopal y Liepsy. Era preciso tomar ese modo, todos nos enterábamos de todo a la vez.
urgentes medidas para recuperarlas. Desde el primer Ya entrada la noche, hubo que conferenciar por
día organizamos grandes batidas, que nos ayudaban a telégrafo con Tashkent, con Kúibyshev. Cuando
realizar los de la Escuela del Partido, los de la hubimos tratado de todo, él terminó la conferencia
compañía de internacionalistas, las fuerzas del diciéndome:
Tribunal y de la Sección Especial y parte de los - Aprovecho la ocasión para manifestarle que la
soldados rojos del batallón de guardia. Trajeron al labor de Bielov y de usted ha merecido la aprobación
Estado Mayor de la división varios centenares de del Consejo Militar Revolucionario y que durante
fusiles, bombas y cartuchos. Ese mismo primer día, todos los acontecimientos hemos estado observando
machacábamos sobre ese tema con dureza, en la con satisfacción su energía y tacto.
El, naturalmente, no podía mencionar por
ORDEN N° 7 telégrafo a todos. Pero hay que hacer constar que la
Del Consejo Militar de la 3" división de "labor de Bielov y mía" era sólo aparente, pues en
infantería del Turkestán, Ciudad de Vierni, 20 de realidad el trabajo de dirección lo habíamos hecho
junio de 1920. juntos: Pózdnyshev, Mameliuk, Shegabutdínov;
Durante el levantamiento de algunas unidades de Bocharov, Kravchuk. Altshúler, Bielov, yo y todos
la guarnición de Vierni, y debido a la provocación de los demás muchachos; en resumen: el apretado haz
elementos tenebrosos, desapareció una parte de las de compañeros que había llevado el peso del trabajo
armas del depósito de artillería. y del peligro.
Se ordena la entrega inmediata de todas las armas Con esto se puede dar fin a la historia de la
robadas en el almacén de efectos de la 3" división de sublevación.
infantería del Turkestán (esquina de las calles Más tarde fueron atrapados los que aún no lo
Torgóvaia y Kopálskaia, casa de Pugásov, en el habían sido. Petrov huyó en compañía de dos o tres
patio). más. Posteriormente, fue muerto a tiros en cierta
Todos los que no entreguen las armas serán aldea cuando se lanzaba por un corral hacia la
fusilados sin formación de causa. empalizada, huyendo de los agentes que le habían
D. Fúrmanov, presidente del Consejo Militar de la descubierto.
3ª división de Infantería del Turkestán. Llegaron los miembros del tribunal de guerra del
Bielov, Miembro del Consejo Militar. Frente, presididos por Fonshtein. Juzgaron a los
culpables. La organización del Partido en la ciudad
No cabían blanduras; había que exigirlo así fue disuelta: también la juzgaron. A unos doce
precisamente: "serán fusilados sin formación de cabecillas se les condenó al fusilamiento. Los demás
causa". fueron encarcelados o enviados a otras provincias y
Y sólo aquella amenaza fue eficaz: temerosos de ciudades. A los regimientos que había que trasladar
ser fusilados de pronto, empezaron a devolver armas del Semirechie, se les trasladó. Los kulaks
La subrevación 167