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QUEJA ODECMA N° 110-2012-ICA Lima, cinco de diciembre de dos mil doce.

-VISTA:La Queja ODECMA


número ciento diez guión dos mil doce guión Ica seguida contra JOSÉ ALEJANDRO ANICAMA RAMÍREz,
en su actuación como Juez de Paz del Distrito de Salas Guadalupe, Corte Superior de Justicia de Ica, a mérito
de la propuesta de destitución formulada por la Jefatura de la Oficina de Control de la Magistratura del Poder
Judicial mediante resolución número diecisiete expedida con fecha dieciocho de mayo de dos mil doce, de fojas
ciento veinticuatro. CONSIDERANDO:

Primero. Que se atribuye al Juez de Paz José Alejandro Anicama Ramírez ejercer la defensa pública o privada -
patrocinio ilegal- en el proceso judicial signado como Expediente número doscientos cincuenta y dos guión dos
mil diez, seguido por Ana María Siguas Ramos contra Máximo Ccaulla Gerónimo, tramitado ante el Quinto
Juzgado de Paz Letrado de Ica, lo cual vulnera gravemente su deber de imparcialidad.

Segundo. Que el juez de paz investigado en su informe de descargo de fojas cincuenta y dos niega los cargos que
le atribuyen. Aduce que el señor Ccaulla Gerónimo se apersonó al juzgado a su cargo -Juzgado de Paz del
Distrito de Salas Guadalupe- para efectuar depósitos judiciales a favor de sus menores hijos, en razón de que
habría hecho retiro voluntario de su hogar, lo cual fue puesto en conocimiento de la quejosa (demandante).
Indica que no existe al respecto ningún proceso de alimentos ante el órgano jurisdiccional que despacha, sino
únicamente depósitos consignados por el esposo de la quejosa -señora Sihuas Ramos-.Indica que es falso que
haya exigido a la quejosa que reciba las consignaciones efectuadas por su esposo, y que si bien señaló fecha para
llevar a cabo una audiencia, esta tuvo como fin la posible conciliación entre las partes. Sin embargo, la quejosa
nunca se presentó ni mucho menos hizo el retiro de los depósitos antes señalados. Finalmente, refiere que las
imputaciones obedecen a un acto de venganza de la quejosa, pues llegó tarde a la audiencia única que se
programó en el Expediente número doscientos cincuenta y dos guión dos mil diez, seguido por Ana María
Siguas Ramos contra Máximo Ccaulla, sobre proceso de alimentos, tramitado ante el Quinto Juzgado de Paz
Letrado de Ica.

Tercero. Que, efectivamente, de la revisión del Expediente número doscientos cincuenta y dos guión dos mil
diez, seguido por Ana María Siguas Ramos contra Maximo Ccaulla Gerónimo ante el Quinto Juzgado de Paz
Letrado de Ica -fojas cuatro a cuarenta-, se advierte que el juez de paz investigado actuó como abogado
defensor del demandado, así consta en el escrito de absolución de demanda de fojas veintisiete y el acta de
audiencia única de fojas treinta y cinco. Esta conducta es incompatible con su función de juez de paz, mas aun
si la persona a la que asesoró legalmente efectuó depósitos judiciales por concepto de alimentos en el juzgado de
su jurisdicción, conforme consta de fojas ochenta y dos a ochenta y seis, lo que además vulnera el principio de
imparcialidad consagrado en el artículo 139°, inciso 2, de la Constitución Política del Estado.

Cuarto. Que, por otra parte, es preciso señalar que no obstante que los jueces de paz no reciben estipendio o
sueldo de parte del Estado para el ejercicio de sus funciones, éstos sí están sujetos a deberes, obligaciones y
prohibiciones que deben cumplir a cabalidad por razón de la majestad del cargo. En este sentido, con su
accionar el juez de paz investigado vulneró gravemente la prohibición de los jueces, cualquiera sea su rango,
especialidad o denominación, de defender o asesorar pública o privadamente, salvo causa propia, de su cónyuge,
conviviente, padres e hijos, prevista en el artículo 40°, inciso 1, de la Ley de la Carrera Judicial, concordante
con la prohibición prescrita en el artículo 48°, inciso 2, de la citada ley, esto es, ejercer la defensa o asesoría legal
pública o privada. Asimismo, comprometió la imagen y respetabilidad del Poder Judicial y del cargo, por lo que
corresponde imponerle la sanción de destitución, de conformidad con el artículo 55° de la ley acotada, y 230°,
inciso 3, de la Ley del Procedimiento Administrativo General. Por estos fundamentos; en mérito al Acuerdo N°
1059-2012 de la sexagésima primera sesión del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, adoptado con la
intervención de los señores San Martín Castro, Almenara Bryson, Walde Jáuregui, Meneses Gonzáles, Palacios
Dextre y Chaparro Guerra; de conformidad con el informe del señor Walde Jáuregui; en uso de las atribuciones
conferidas por el artículo 82° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Por
unanimidad.

SE RESUELVE

:Primero. Imponer medida disciplinaria de Destitución al señor José AleJAndro AnicAmA rAmírez, en su
actuación como Juez de Paz del Distrito de Salas - Guadalupe, Corte Superior de Justicia de Ica.Segundo.
Disponer la inscripción de la medida disciplinaria impuesta en el Registro Nacional de Sanciones de Destitución
y Despido.

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Sancionan con destitución a servidor judicial por su actuación como Secretario Judicial del Tercer Juzgado
Penal de Pisco, Corte Superior de Justicia de IcaINVESTIGACIÓN N° 007-2009-ICALima, diez de octubre de
dos mil doce.-VISTA:La Investigación número siete guión dos mil nueve guión Ica seguida contra reynAldo
rAúl PAlomino PAlomino, en su actuación como Secretario Judicial del Tercer Juzgado Penal de Pisco, Corte
Superior de Justicia de Ica, a mérito de la propuesta de destitución formulada por la Jefatura de la Oficina de
Control de la Magistratura del Poder Judicial mediante resolución número sesenta y nueve expedida con fecha
veintitrés de noviembre de dos mil once, de fojas mil quinientos cuarenta y nueve.CONSIDERANDO:Primero.
Que se atribuye al servidor judicial Reynaldo Raúl Palomino Palomino solicitar la suma de cinco mil nuevos
soles al señor Santiago Chanta Reyes y recibir de parte de éste la cantidad de doscientos nuevos soles, a fin de
favorecerlo en la tramitación del Expediente número dos mil ocho guión ciento noventa y ocho guión SB, hecho
que se había realizado en las instalaciones de la Secretaría del Tercer Juzgado Penal de Pisco a su cargo.
Segundo. Que el investigado en su informe de descargo de fojas quinientos cuarenta y dos afirma conocer al
señor Chanta Reyes, por ser parte procesal en el Expediente número dos mil ocho guión ciento noventa y ocho
guión SB, tramitado en la secretaría judicial a su cargo. No obstante ello, niega haberle solicitado dinero para
favorecerlo en el trámite del mencionado proceso judicial, y que por el contrario era éste quien le ofrecía dinero
y otras dádivas -como invitarle a almorzar y tomar bebidas- con dicho fin. Alude que la denuncia formulada
por el quejoso es una represalia por no haber accedido a sus ofrecimientos. Tercero. Que existe prueba suficiente
que acredita la responsabilidad funcional del investigado, estas son:a) Las actas de intervención de fojas ciento
veintinueve, del catorce de enero de dos mil nueve, y de hallazgo y recojo, de fojas ciento treinta y seis, de la
misma fecha, que dan cuenta del operativo anticorrupción realizado en la Secretaría del Tercer Juzgado Penal
de Pisco, en cuyo tacho de basura se encontró la suma de doscientos nuevos soles (en dos billetes de cincuenta
nuevos soles, y otro de cien), los mismos que previamente fueron fotocopiados, impregnados con el reactivo
químico "RADIOACTIVO TPI-WBL-2", y entregados al quejoso con motivo de la diligencia de intervención -
ver relación de billetes de fojas ciento veintiséis, fotocopias de billetes de fojas ciento de veintisiete y acta de
impregnación de reactivo químico de fojas ciento veintiocho-.b) El Acta de constatación y verificación de
adhesión al reactivo químico, de fojas ciento treinta y uno, en la que se verifica que en la mano derecha,
específicamente, en la yema de los dedos del Secretario Judicial Palomino Palomino, se encontró el reactivo
químico "RADIOACTIVO TPI-WBL-2".Cuarto. Que los argumentos del servidor judicial investigado en el
sentido que niega haber solicitado y recibido dinero de parte del quejoso Chanta Reyes, señalando que fue
sorprendido con la entrega de doscientos nuevos soles, razón por la cual los arrojó al tacho de basura que se
encontraba al costado de su escritorio, y fue en busca del vigilante de su centro de labores para levantar el acta
respectiva, pero al no encontrarlo decidió retornar a su oficina, luego de lo cual fue intervenido, resultan
contradictorios con la actitud que mostró en el operativo contralor, pues allí no efectuó denuncia alguna contra
Chanta Reyes, ni mucho menos hizo mención de la existencia de dinero, sino después de que éste fue hallado -
ver acta de fojas mil dieciocho a mil cuarenta-. En el peor de los casos, si como dice fue en busca del vigilante
del juzgado, a quien no encontró, porqué no hizo de conocimiento de su superior jerárquico las circunstancias
que menciona -los insistentes ofrecimientos del quejoso y la entrega de los doscientos nuevos soles-. Por tanto,
su tesis de defensa en este extremo no tiene razonabilidad ni mucho menos credibilidad.Quinto. Que, asimismo,
el favorecimiento en el Expediente número dos mil ocho guión ciento noventa y ocho guión SB, está acreditado
con la diligencia de confrontación entre el quejoso y el investigado de fojas quinientos seis, y el informe de
descargo de fojas quinientos cuarenta y dos. En ellos ambos coinciden en que éste le sugirió a aquel que en vez
de deducir la nulidad de un acto procesal, debería solicitar una tacha, además, que se permitió al quejoso
ingresar al local del juzgado para suscribir el Libro de Registro de Firmas, pese a que ya no había atención al
público. Lo que hace verosímil la sindicación persistente del quejoso en cuanto refiere que el servidor judicial
Palomino Palomino le exigía constantemente dinero para beneficiarlo en el trámite del aludido proceso judicial
-según denuncia verbal de fojas una y declaración asimilada de fojas cuatrocientos veinte.Sexto. Que, por lo
demás, la afirmación del imputado en cuanto a que la denuncia no es más que un acto de venganza del señor
Chanta Reyes, carece de razonabilidad, si tomamos en cuenta que entre sus contactos telefónicos obra el
número de celular del quejoso -ver acta de

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