Professional Documents
Culture Documents
ANESTESIA CONDUCTIVA
Patricia Velez J.
OBJETIVOS
INTRODUCCIÓN
ASPECTOS ANATÓMICOS
225
Temas Selectos en Anestesia La columna vertebral forma un canal cuya función es proteger la médula espinal.
Una vértebra típica consta de dos partes:
· Entre los 12 y los 16 años, se alcanzan las relaciones anatómicas del adulto, y la
médula se localiza en el borde inferior de la primera vértebra lumbar.
Recordemos que la médula espinal está rodeada por la aracnoides y flota en el líquido
cefalorraquídeo. El saco dural a nivel sacro es circular, y rodea la médula espinal, como
continuación de la capa meníngea (interna) de la duramadre craneal.
Por arriba se encuentra unida a la circunferencia del agujero magno y abajo termina a
nivel de la segunda vértebra sacra; el saco, en algunos pacientes puede terminar en un
nivel más bajo.
La aracnoides reviste por fuera el espacio subaracnoideo. Es una membrana delicada,
avascular, adherida a la duramadre. La piamadre, es la membrana más interna y esta
unida íntimamente a la médula. Semejando una telaraña, este espacio es atravesado por
trabéculas, por vasos sanguíneos, nervios craneales y raquídeos.
226
La circulación medular está dada
227
Temas Selectos en Anestesia a la instauración del bloqueo; la flexión plantar del dedo gordo del pie es un
signo de recuperación temprana y la flexión completa de rodilla y cadera indican
la recuperación completa del bloqueo. La anestesia retrocede desde la región
cefálica y los pies hacia la parte media, y la duración del bloqueo motor es más
breve, con relación a los otros dos.
• El bloqueo simpático producido por el compromiso preganglionar de los
segmentos toracolumbares, de la cadena ganglionar simpática, es el principal
determinante de las respuestas fisiológicas de la anestesia conductiva.
La parálisis de las fibras simpáticas vasoconstrictoras, que ocurren a nivel de
arteriolas, capilares y venas, producen disminución de la resistencia vascular
periférica y cambios hemodinámicos en el sistema cardíaco por alteración de
la precarga. La dilatación y el estancamiento venoso, asociado a la disminución
del retorno venoso al corazón, llevan a una reducción del gasto cardíaco y del
volumen latido por la redistribución de la sangre. La presión en la aurícula
derecha desciende, por ende hay una reducción significativa en el trabajo
ventricular izquierdo. La vasodilatación producida lleva a un incremento del
flujo sanguíneo en las extremidades inferiores, acompañado de un aumento de
la temperatura cutánea; como consecuencia, el flujo de sangre se reduce en el
territorio esplácnico, hepático y renal; como mecanismo compensatorio, se
produce vasoconstricción por encima del nivel anestésico, en las regiones no
anestesiadas. La frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno se reducen
proporcionalmente, según el nivel de bloqueo y como resultado del compromiso
de los nervios cardio-aceleradores. Los niveles de anestesia muy altos pueden
comprometer parte o todas las raíces raquídeas torácicas superiores y producen
un compromiso de las fibras cardio-aceleradoras.
La reducción de la presión arterial secundaria al bloqueo simpático,
invariablemente acompaña en diversos grados a la anestesia conductiva, tanto
la técnica peridural, como en la espinal. Sin embargo, la magnitud de estos
cambios dependen del nivel y el grado de parálisis vasomotora.
228
Sin desconocer la importancia de los cambios anteriormente descritos,
• Clavícula : T1.
• Pezón : T4.
• Ombligo: T10.
• Cresta ilíaca: L1.
229
Temas Selectos en Anestesia ¿Cómo es la farmacocinética y la farmacodinamia de los anestésicos locales
al ser utilizados en la anestesia conductiva?
Una vez fijado el anestésico en los receptores del tejido nervioso se produce el bloqueo
de la transmisión nociceptiva. El bloqueo nervioso, la captación y el metabolismo del
anestésico local se relaciona con diversos factores como: velocidad de conducción de
las fibras nerviosas, tamaño de las mismas, mielinización de las fibras, concentración y
peso molecular del anestésico, la vascularización y otros. La absorción vascular en los
plexos venosos determinará el metabolismo y la eliminación de estos fármacos y, por
lo tanto la finalización del efecto de bloqueo. El metabolismo de estos medicamentos
a nivel del espacio subaracnoideo o del LCR es escaso o nulo.
Algunos factores pueden intervenir en la difusión de los anestésicos locales en el
espacio subaracnoideo como son:
La estatura, la configuración de la columna, el sitio de aplicación, velocidad de inyección,
dosis, volumen y la baricidad del anestésico local. La edad avanzada (determina una
mayor susceptibilidad a los anestésicos locales por los cambios anatómicos que
normalmente se presentan) y la posición de trendelemburg (por el efecto que la gravedad
puede determinar sobre el nivel anestésico). Los vasoconstrictores adicionados a los
anestésicos locales parecen tener efectos importantes a nivel peridural al prolongar el
bloqueo; más no así a nivel espinal, donde su efecto no se modifica. La propagación
del anestésico local se efectúa tanto hacia arriba como hacia abajo del sitio de aplicación;
sin embargo, existe una mayor intensidad y duración del bloqueo en los dermatomas
correspondientes al lugar de la punción.
Los anestésicos locales actúan en tres sitios diferentes: sobre las raíces nerviosas al
difundirse en el espacio epidural, en la salida por los agujeros intervertebrales, en el
espacio subaracnoideo al atravesar la duramadre y en los receptores medulares.
La administración epidural de los fármacos producen una concentración plasmática
más rápida que cuando se administran por vía espinal, explicado por el rico plexo
venoso que existe a este nivel.
230
Determinación de la posición del paciente:
En la posición en decúbito el
asistente coloca una mano
sobre las plantas de los pies
del paciente y la otra sobre la
cabeza para mantener la
posición, sin forzar
demasiado la flexión. El
paciente debe estar cómodo
y relajado.
Esta posición permite la
separación de las apófisis
espinosas de las vértebras
Figura 2. Posición en decúbito lateral para anestesia conductiva lumbares, lo que facilita el
abordaje de la aguja. El punto
de referencia para ubicar el
espacio es la línea imaginaria que une las crestas ilíacas y que cruza por el cuarto
espacio intervertebral lumbar. Preferiblemente se selecciona el espacio más amplio, a
nivel lumbar L2-3 o L3-4 debido a la facilidad de acceso por la conformación de las
vértebras y por ser menor el riesgo de trauma medular en personas no entrenadas.
En la Posición Sentado, el
paciente debe estar como su
nombre lo indica sentado sobre un
lado de la mesa con los pies sobre
un banco, de modo que las rodillas
estén flexionadas hacia arriba; el
paciente pondrá sus manos sobre
las rodillas, flexionando
ligeramente el tórax y la cabeza
hacia las rodillas; un asistente
ayudará a dar soporte y mantendrá
la posición del paciente. Es la
posición preferida en pacientes:
obesos, en casos de dificultad para
acostarse sobre un lado, en casos
de escoliosis y en las técnicas en
Figura 3. Posición sentado para anestesia conductiva. silla de montar. (Ver figura 3).
Aunque cualquiera de los dos
abordajes es aceptado, en nuestro
medio se prefiere el decúbito
lateral.
231
Temas Selectos en Anestesia Recomendaciones:
¿Cuáles son las estructuras anatómicas que la aguja debe atravesar hasta llegar
al espacio subaracnoideo?
232
¿Cómo es el procedimiento para la aplicación de esta técnica?
La anestesia espinal está indicada en casos de: cirugía abdominal especialmente abdomen
bajo, cirugía vascular, cirugía urológica, cirugía ginecológica, cirugía ortopédica, cirugía
en miembros inferiores; e intervenciones en periné. Pacientes con patología médica
asociada no descompensada como: enfermedad cardíaca, pulmonar, hepática, renal e
hipertensión arterial, podrían ser candidatos para la aplicación de esta técnica, previa
evaluación de cada caso. En las pacientes obstétricas, son técnicas altamente empleadas
en caso de cesárea.
233
Temas Selectos en Anestesia • Enfermedades infecciosas: sepsis o infección en el área de punción
• Situaciones especiales: abdomen agudo, obstrucción intestinal, pacientes
que no cooperan y pacientes con trastornos mentales.
• Pacientes anticoagulados
Relativas:
Son contraindicaciones relativas: las deformidades anatómicas, congénitas o adquiridas
del raquis, como la escoliosis, algunas miopatías, la esclerosis múltiple y otras. Aunque
no existe contraindicación en la aplicación de estas técnicas en pacientes que reciben
dosis bajas de heparina, o de ácido acetil salicílico, se recomienda verificar previamente
el perfil de coagulación.
Hipotensión: se produce por dilatación arterial, venosa y éstasis sanguínea, que sumado
a la parálisis del músculo esquelético, disminuyen el retorno venoso, prolongan el tiempo
de circulación y bajan el gasto cardíaco y la presión arterial. Se presenta cuando la
presión sistólica desciende más del 25% del valor inicial. Los síntomas se relacionan
con el grado de disminución de la presión arterial y puede manifestarse como:
aprehensión, intranquilidad, mareo, cefalea, náusea y vómito; que de no ser corregida
presentará signos de depresión, somnolencia, desorientación y en casos severos choque.
Las medidas de manejo incluyen: cambiar la posición del paciente, al elevar las
extremidades y colocar la cabeza más baja con el fin de mejorar el retorno venoso al
corazón por efecto de la gravedad; aplicar líquidos intravenosos tipo cristaloides puesto
que incrementan el volumen sanguíneo y mejoran la precarga del corazón; administrar
oxígeno con el fin de contrarrestar la hipoxia; emplear vasopresores, se recomiendan
dosis tituladas de efedrina de 10 a 50 mg, fenilefrina de 0,5 a 1 mg o etilefrina de 1 a 10
mg, intravenosos.
234
Naúsea y vómito: puede ser desencadenada por: hipotensión, reflejos vagales, nivel
ANESTESIA PERIDURAL
235
Temas Selectos en Anestesia raquídeos a través de los agujeros. Contiene tejido areolar, grasa, y las
raíces están provistas de un manguito dural, además de las arterias y una
red capilar que forma un rico plexo venoso.
• La disposición espacial de las vértebras no es igual en todas las zonas de la
columna. En la región lumbar las apófisis son más horizontales, lo que
favorece el abordaje técnico, mientras que a nivel torácico las apófisis se
orientan en sentido más vertical, lo que dificulta el acceso. La profundidad
media del espacio peridural desde la piel es variable y depende de diversos
factores, pero en términos generales a nivel lumbar puede ser de 4 a 5 cm
en un paciente promedio normal.
• La presión del espacio peridural es negativa, pero puede variar de acuerdo
a otros factores tales como: aumento de la presión abdominal, la obesidad,
el embarazo o la posición. Usualmente, es mas negativa en la región lumbar
y se explica en parte, por la presión que ejerce la aguja al penetrar en el
espacio peridural (por la mayor dimensión del espacio), a la presión
interpleural negativa que se transmite a través de los agujeros
intervertebrales, a la presión venosa epidural y el volumen del LCR.
236
de mayor “aspereza”, y que puede compararse a la sensación que se percibe al transitar
237
Temas Selectos en Anestesia mantener la ventilación y oxigenación; se debe aumentar el aporte de cristaloides,
favorecer el retorno venoso, mediante la posición de trendelemburg e iniciar la
administración de medicamentos inotrópicos tipo adrenalina o dopamina. Del manejo
acertado y rápido se evitará las secuelas de esta complicación o la muerte del paciente.
Inyección intravascular
Las manifestaciones clínicas secundarias a la aplicación intra vascular accidental de
anestésico son variables y están directamente relacionadas con el tipo de anestésico y la
cantidad administrada. Las manifestaciones clínicas, neurológicas y
cardiovasculares pueden ir desde síntomas transitorios, como: inquietud, tinitus, sabor
metálico, desorientación, hasta taquicardia, arritmias palpitaciones, hipoxia, acidosis,
convulsión y muerte. Una vez establecido el diagnóstico, debe iniciarse la oxigenación
del paciente, administrar líquidos intravenosos, vasopresores, anticonvulsivantes
(penthotal o diazepam), y en pacientes críticos, soporte respiratorio y manejo con
inotrópicos.
Para evitar esta complicación se debe efectuar una cuidadosa aspiración previamente a
la administración de anestésicos locales, así como cambiar de espacio o de técnica
ante la evidencia de salida de sangre, con el fin de evitar estas complicaciones.
Punción Dural
Se presenta cuando al ubicar el espacio peridural, se punciona la duramadre y se
evidencia salida de LCR. Cuando ésto ocurre, se recomienda abandonar la técnica y
elegir anestesia espinal o anestesia general.
Hipotensión
La magnitud de la hipotensión puede ser variable y depende del bloqueo simpático
producido; sin embargo, medidas preventivas como: la administración previa de
cristaloides puede contrarrestar este efecto, así como cambiar la posición del paciente
para mejorar el retorno venoso y el empleo de vasopresores.
Secuelas neurológicas
Son similares a las que ocurren en la anestesia espinal y son consecuencia de técnicas
inadecuadas, trauma directo por la aguja y reacciones tóxicas a los anestésicos locales,
preservativos o contaminantes.
Cefalea post-punción
Se presenta por ruptura de la duramadre. La cefalea es usualmente intensa y puede
acompañarse de otras manifestaciones clínicas. Además del manejo sintomático con:
analgésicos con cafeína, reposo, e hidratación, puede requerirse un parche de sangre.
Hematoma epidural
Se asocia con el traumatismo de los vasos epidurales, en pacientes con
malformaciones arterio-venosas o en pacientes anticoagulados. Es una emergencia que
debe resolverse inmediatamente.
238
Absceso epidural
Dolor lumbar
Usualmente producido por la disección de las fibras musculares y de los ligamentos al
introducir la aguja, o secundario a punciones múltiples.
Esta técnica esta indicada en: obstetricia, para procedimientos anestésicos y técnicas
de analgesia para manejo del dolor durante el trabajo de parto, manejo del dolor agudo
posquirúrgico, manejo del dolor crónico como en los pacientes con cáncer y en algunos
procedimientos quirúrgicos se pueden emplear técnicas combinadas como: peridural
y espinal, o peridural y general.
Aunque las técnicas Peridural y Espinal comparten muchos de sus aspectos fisiológicos,
anatómicos, técnicos, farmacológicos, indicaciones y contraindicaciones, se debe señalar
que también presentan diferencias significativas. Éstas se listan en la tabla 1.
239
Temas Selectos en Anestesia LECTURAS RECOMENDADAS
1. Anesthesiology Clinics of North America. Epidural and spinal analgesia and anesthesia:
contemporary issue. En Batra M.S. eds. Philadelphia: W.B. Saunders, vol 10, No 1.
2. Concepcion M. Acute complication and side effect of regional anesthesia. En: Brown D.
eds. Regional anesthesia and analgesia. Philadelfia: WB Saunders, 1996: 446-461.
3. Hogan Q. Reexamination of anatomy in regional anesthesia. En Brown d. eds. Regional
anesthesia and analgesia. Philadelfia: WB Saunders, 1996: 50 – 83.
4. Mackey DC. Physiologyc effects of regional block. En: Brown D. eds. Regional anesthesia
and analgesia. Philadelfia: WB Saunders, 1996: 397 – 422.
5. Murphy T. Spinal, epidural and caudal anesthesia. In Miller R. eds. Anesthesia 2 ed.
Churchill Livingstone. 1996: 1061-1111.
6. Steven RA. Neuraxial blocks. En Brown D. eds. Regional anesthesia and analgesia.
Philadelfia: WB Saunders, 1996: 319-356.
240