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ALENTAOS, ANIMAOS, Y EDIFICAOS UNOS A OTROS:

1 Tes. 4:13-18; 5:1-11

INTRODUCCIÓN:
Algunos en lugar de mantener una esperanza gozosa respecto a la
segunda venida de Cristo, sus mentes están siendo cargadas de toda
una "teología del miedo", produciendo en algunos débiles en la fe
hasta una inseguridad respecto a su destino eterno.

Un estudio cuidadoso sobre la segunda venida de Cristo en las


epístolas paulinas, nos revela que la segunda venida de Cristo debe
ser la causa de mayor seguridad, gozo, paz y esperanza cristiana.

En el pasaje que analizaremos hoy las palabras "alentaos, animaos y


edificaos" están presentes para ilustrarnos que ésta debería ser la
postura cristiana frente al magno evento de los siglos: el regreso
visible, audible y glorioso de nuestro Señor Jesucristo.

DESARROLLO:

I. ALENTAOS

1. La Segunda Venida nos alienta sobre el lugar donde están los


que ya han muerto. v. 13

Había cierta preocupación de los hermanos de Tesalónica respecto a


los creyentes una vez que morían. ¿A dónde iban? ¿Qué pasaría con
ellos? ¿En qué condición estaban? Y en un sentido las cartas que el
apóstol les dirige es para contestar tales preguntas pero a su vez para
unirlas al gran tema de la segunda venida de Cristo.

 La muerte se ha asociado con el sueño desde el Antiguo


Testamento (Gen. 47:30; 2 Sam. 7:12). Aquí el "dormir" no solo
significa descanso del trabajo duro, sino que tiene implícita la
idea de un glorioso despertar del creyente en la otra orilla de la
vida. Sería como dormido para este mundo pero muy despierto
en ese otro mundo prometido (Luc. 16:19-31).
 Interesante que la palabra "cementerio" significa dormitorio, y de
esta manera se asocia la muerte con el dormir.
 Nosotros no creemos ni en el "dormir del alma" ni tampoco en
la "aniquilación del alma".
 Los muertos en Cristo están en su presencia de una manera
consiente y esto es alentador respecto al destino eterno.
2. La Segunda Venida nos alienta sobre el retorno de los
redimidos con Cristo. V. 14

Quien cree que Jesús ha resucitado y vive, debe también creer que de
igual manera resucitaremos y eso es precisamente lo que acontecerá
con la venida de Cristo.

 Para Pablo los creyentes no eran meras "almas en pena" o


solamente "almas liberadas de sus cuerpos". Según su teología
habían seres humanos completos, personas reales que se
podían palpar como le dijo Jesús a Tomás, pues un espíritu no
tiene carne ni hueso.
 En la segunda venida, Dios traerá juntamente con su Hijo a
aquellas almas para que se reúnan con sus cuerpos. Cuando
ocurra la recuperación de esa unidad (cuerpo y espíritu) en una
sola personalidad y con un cuerpo nuevo, entonces todos esos
cuerpos visibles irán al encuentro del Señor en el aire, de modo
que estaremos para siempre con él.
 La palabra clave en este texto es "traerá" porque Dios se
encargará que tales almas ya redimidas tengan la preparación
para revestirse de un cuerpo glorificado.

3. La Segunda Venida nos alienta a pensar en el orden que


acontecerán las cosas v. 15

¿Tiene alguna importancia el orden de los acontecimientos que aquí


aparecen? ¿Por qué "no precederemos a los que ya durmieron"?

 Porque los que están con el Señor gozan del privilegio del
anticipo celestial, por lo tanto a ellos les corresponde primero
resucitar. Les corresponde primero experimentar semejante
milagro divino. Serán los primeros en tener el privilegio de saber
lo que es poseer un cuerpo nuevo, que no estará sujeto a la
corrupción, que no experimentara más las enfermedades,
tentaciones y jamás se envejecerá pues será semejante al del
Señor Jesucristo.
 Hemos de alentarnos con esto, pues si algo hará la venida de
nuestro Señor Jesucristo es revestirnos de "aquella habitación
celestial".

4. La Segunda Venida nos alienta en lo que será este descenso


glorioso v. 16.
Si la humanidad se ha conmovido cuando el hombre llegó a la luna,
¿puede usted imaginarse aquel descenso del Hijo de Dios donde
habrá millones de seres como parte de su corte? El descenso de Jesús
se hará con "voz de mando", con "voz de arcángel" y con “trompeta de
Dios”.

 La primera es voz de mando. Cristo regresará como conquistador,


como soberano. Es como aquella voz con que los jefes militares
arengan a sus tropas. Esto nos habla de la autoridad sobre
todos los hombres.
 La segunda es voz de arcángel. El término arcángel se aplica a
alguien que es "jefe de los ángeles". Esto nos habla de la
sumisión de todos los seres espirituales.
 La tercera es trompeta de Dios. El sonido de la trompeta será
para despertar a los muertos y para transformar a los vivos.
Esto nos habla de su poder sobre todo las cosas.
 De acuerdo a esto, la venida del Señor será pública y universal;
será una venida visible y será una venida audible.

5. La Segunda Venida de Cristo nos alienta para experimentar un


arrebatamiento unido v.17.

 El arrebatamiento según la perspectiva de Pablo tenía que ver


primero con una transformación de las almas con nuevos
cuerpos y de los cuerpos con nuevos cuerpos.
 Una vez que esto ocurra subiremos para recibir a Cristo en las
nubes en lo que será no solo la gran reunión con las verdaderas
naciones unidas, sino en la gran reunión de toda la creación.
 Vea que tal reunión será en los aires, ¿no es este el lugar donde
gobierna Satanás y sus demonios? Sí, y el hecho de que esa
reunión sea allí nos ayuda a pensar en el dominio y la derrota
final que sufrirá el enemigo del pueblo de Dios.
 Ambos grupos seremos arrebatados juntamente para recibir al
Señor en el aire, y de esta manera estaremos para siempre con
él.

Por todo esto "alentaos los unos a los otros con estas palabras".

II. ANIMAOS

1. La Segunda venida de Cristo nos anima a esperar sin la


preocupación del tiempo v. 5:1-3
 Los hermanos de Tesalonicenses estaban muy preocupados
como algunos en el día de hoy acerca de los "tiempos" y de las
"ocasiones" respecto a la segunda venida.
 Lamentablemente este tipo de preocupación a través de la
historia, en lugar de oír las palabras del mismo Cristo cuando
dijo: "pero de aquel día...nadie sabe ..." (Mr. 13:32,33), ha
llevado a los hombres a efectuar sus propios programas y no
han atendido a la realidad que la venida de Cristo es el secreto
mejor guardado que está en el seno del Padre.
 En relación al tiempo, la Biblia una y otra vez le dice al creyente:
"velad"; porque "no sabéis la hora que aparecerá la señal del Hijo
del Hombre". Así, pues, tenemos que Jesús jamás habló de su
nueva venida en términos de tiempo sino de condiciones.
 Nuestra preocupación no debe ser el tiempo. Jesús le dijo a sus
discípulos: "No os toca a vosotros saber los tiempos o las
sazones, que el Padre puso en su sola potestad" (Hch.1:7).
 Pero si debemos preocuparnos por lo que dice Mt. 24:14: "Y
será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para
testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin".

El día del Señor (su segunda venida) será como "ladrón en la noche".
Esta metáfora es la más usada para referirse a lo inesperado del
suceso. Cuando se hable de "paz y seguridad" es cuando ocurrirá lo
contrario, "destrucción repentina" ¿Cómo ve usted el escenario
mundial para que ocurra la segunda venida?

III. EDIFICAOS

1. La Segunda Venida debe edificarnos para que andemos en luz v.


4, 5.

 Pablo dijo que nosotros no estamos de las tinieblas ni somos de


las tinieblas. Por lo tanto la segunda venida no podrá
sorprendernos por la naturaleza misma que tenemos.
 Pero tales palabras revelan que hay creyentes que todavía les
gusta "participar de las obras infructuosas de las tinieblas, en
lugar de reprendedlas".
 A los tales el apóstol amonesta para que busquen edificarse
los unos a los otros viviendo una vida de luz para ellos mismos,
la iglesia y en consecuencia para el mundo.
 Hay muchos creyentes que andan muy preocupados con
respecto al tiempo y las ocasiones de la venida pero sus vidas
carecen de un testimonio creíble.
 El gran divorcio entre la santidad y entre lo que "yo creo", ha
venido desplazando la influencia de la iglesia como luz para esta
sociedad en tinieblas. Hemos de recordar lo que somos: "hijos de
luz e hijos del día". No tenemos parte con las tinieblas.

2. La Segunda Venida debe edificarnos para que estemos velando


siempre v. 6-8

 El creyente debiera vivir cada día como si ese fuera el tiempo de


su arrebatamiento. Así vivieron los primeros cristianos después
que Cristo ascendió.
 Tan real era su espera que muchos, como el mismo apóstol
Pablo, no pensaban en estar muertos para cuando Cristo
retornara. Una vida que está vigilando siempre se preocupara
más por las condiciones para la venida que el tiempo mismo.
 Deberíamos, por lo tanto, vigilar qué tal es nuestra comunión
con el Padre a través del Hijo, de qué está llena nuestra alma y
nuestro espíritu, qué clase de esposo o esposa soy, qué tipo de
hijo o hija soy, cómo son mis negocios o cómo soy en mi trabajo,
colegio o universidad. Deberíamos vigilar de qué están llenos
nuestros pensamientos, cómo son nuestras actitudes para con
los demás hermanos o hasta dónde practico el amor fraternal
entre mis hermanos.

Aquí nos viene muy bien la amonestación de Pedro, cuando hablando


el mismo tema dijo: "Por lo cual, oh amados, estando en espera de
estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e
irreprensibles, en paz" (1 Pe. 3:14).

3. La Segunda Venida debe edificarnos en la salvación obtenida


v.9-11

 El mundo que rechaza a Cristo y su gracia está expuesto a su


ira divina. Más el creyente, el hijo de Dios está exento del juicio
eterno.
 La segunda venida de Cristo nos recuerda que el vendrá a
buscar un pueblo redimido y a juzgar a un pueblo condenado
por su propio rechazo a la oferta de perdón eterno.
 De esta manera Pablo dice que sea que "velemos" (estemos vivos
aquí) o que "durmamos" (estemos muertos con el Señor) nos
iremos en su segunda venida.
 Todo esto para enseñarnos cuán importante es que nos
edifiquemos "sobre nuestra santísima fe" que involucra una
salvación tan grande alcanzada por nuestro Señor Jesucristo
quien murió para concedérnosla gratuitamente.

Hemos de buscar congregarnos siempre para que de una manera


responsable nos edifiquemos los unos a los otros en esta salvación.
Cuando venga Cristo debemos ser hallados dignos de modo que
podamos estar en los cielos y cantar con todos los redimidos: "La
salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al
Cordero" (Apc. 7:10b).

CONCLUSIÓN:

Al igual que en los días de los Tesalonicenses, abunda en nuestros


días una gran preocupación respecto al tiempo de la segunda venida
más que la condición para esperar este evento.

La Biblia no nos ofrece en ninguna parte alguna tendencia para


elaborar un programa que una vez cumplido los primeros pasos
entonces vendrá el Señor Jesucristo. No encontramos tal cosa como
una "agenda de su venida".

Nuestra preocupación debiera estar en dos aspectos que tocan


nuestras vidas y que tocan el reino de Dios.

1. La primera preocupación obviamente se dirige hacia el estilo de


vida que llevamos. Hemos de vivir una vida de santidad pues sin
ella nadie verá al Señor.

2. La segunda preocupación es que hemos de predicar este


evangelio como testimonio a las naciones y "después de esto
vendrá el fin".

¿Cuándo sucederá eso? No nos toca a nosotros saberlo. Ese es un


secreto tan divino que la escritura dice que ni el propio Hijo sabe.
Pero mientras que Cristo llega debemos "alentarnos, animarnos y
edificarnos los unos a los otros con estas palabras".

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