Segundo día “sujeto”, dicho sea de paso) el último en

cambio sugiere una exterioridad capaz de

El anonimato, la creatividad individual, contener tal experiencia interior como otro
una literatura del presente, las ilusiones más de sus objetos. El concepto destino es
de la Razón, el vector temporal en la así de un rango epistemológico distinto...
ciencia.
- Que contiene, o que niega a los otros
- Mientras desayunaba esta maňana en el dos?
Hotel estuve pensando en nuestra
conversación de anoche. Se me ocurrió que - Esta es precisamente la disyuntiva que
mis preguntas fueron ayer muy vagas o muy estoy tratando de dilucidar. Para poder
tímidas y que por esta razón sus hablar de la negación de algo es sin
respuestas, Herr Boltzmann, pecaron de un embargo necesario saber antes si ese algo
exceso de abstracción. Me he propuesto ser existe realmente.
hoy más agresivo. Obligarlo, si Ud me lo
permite, a permanecer en el territorio de - Ud mismo acaba de decir que en el caso de
lo concreto. O, más precisamente, de lo la libertad y voluntad personales se trata
personal... de evidencias intuitivas.

- Suena interesante. No veo por qué
habría de permitírtelo. Adelante.
- ... que es lo que le interesa a nuestros
lectores, los suyos y los míos. Comenzaría
entonces con una pregunta ingenua. Es Ud
supersticioso?
- Esta pregunta era de esperarse. Después
de todo anoche nos detuvimos cuando
comenzábamos a hablar de fuerzas
supraindividuales y de destino.
- Mi intención es en efecto que retomemos
el tema. Y mi pregunta está destinada a que
lo hagamos de la manera más relajada
posible.
- La palabra “superstición” no es
absoluto inocente sin embargo.
- Es cierto. Está cargada de conotaciones
negativas. Pero me parece que en el
contexto de nuestra conversación podemos
asumir el riesgo sin confundirnos.
no - Sí, pero aún no conocemos el nivel
jerárquico que esas evidencias ocupan en el
sistema total de lo real. Si levanto por
ejemplo una mano para tocarme la nariz
puedo decir con cierta seguridad que este
movimiento se ha originado en una decisión
arbitraria, para la que no había ninguna
necesidad objetiva y por lo tanto
constituye una manifestación de mi voluntad
individual. Puedo incluso concebir una
cadena más o menos larga, más o menos
compleja, de movimientos voluntarios de
este tipo –ésto es, decisiones para las que
no hay ninguna causación que no sea
reflexiva o lógica- y concluir de ella que
es el resultado de mi libertad. Pero cuál
es su significación en el seno de una
realidad que es a todas luces bastante más
en compleja e imprevisible que lo que nos
atrevemos a imaginar? Esta pregunta sigue
siendo válida incluso si tales decisiones
modifican de un modo indiscutible la
realidad, para bien o para mal.
- Sugiere Ud relativizar esta efectividad?

- No estoy muy seguro de ello, pero podemos - No, lo que sugiero es más ambicioso. Los
intentarlo. conceptos de libertad y voluntad que acabas
de emplear forman parte de una ideología
- En tales condiciones cambiaría mi que ve en el ser humano la cumbre de la
pregunta por esta otra: es posible esgrimir creación. Su relativización no conseguiría
el concepto de destino sin renunciar con modificar substancialmente la tendencia
ello a los de voluntad o libertad absolutista y excluyente de tal ideología.
personales? Lo que habría que hacer es revisar y
superar ésta. Una tarea que tarde o
- Ciertamente, pero sólo si se evitan las temprano no puede sino terminar
extrapolaciones. Acabas de emplear tres desembocando en una comprensión distinta de
substantivos y los has reunido bajo el la posición que ocupa la especie ”Homo” en
denominador común de “concepto”. Destino, el Universo.
voluntad y libertad son en efecto
conceptos; ésto es, cristalizaciones - Quiero interpretar libremente estas
mentales de algo que si bien no sabemos en palabras suyas a fin de introducir un
qué consiste de manera concreta nos cambio de nivel en nuestra conversación.
sentimos obligados a considerar como Ayer estuvimos hablando del anonimato y su
entidades reales debido a su repetida exploración, y hoy al tratar de retomar el
experiencia subjetiva. tema hemos comenzado por mencionar los
conceptos de voluntad y libertad personales
- Repito que mi intención al formularle que, si entiendo bien lo que acaba de
esta pregunta es sólo retomar nuestra decir, Ud busca reinterpretar de un modo no
conversación de ayer de una manera del todo ajeno a lo que afirmaba anoche. En
despreocupada. este punto quiero dar un paso quizá
arbitrario, pero de ningún modo
- Sí, pero déjame seňalar que hay un cambio descabellado, y hacerle esta pregunta: cuál
de perspectiva al pasar de los conceptos de es su posición personal respecto de la
libertad y voluntad personales al de creación? Me refiero evidentemente a la
destino. Mientras que los dos primeros creación artística. O, expresándome de otra
tienen su punto de partida en una manera, es tal vez en la problemática de la
experiencia interior (origen igualmente de creatividad individual donde se encuentra
esa otra vaga entidad que solemos llamar
la conexión entre sus formulaciones de por lo demás no tendría que ser
anoche y las de hoy? necesariamente una novela; también podría
tratarse de una tratado filosófico como los
- Sí, creo que es necesario que haga de diálogos de Platón.
veras un esfuerzo por permanecer en el
terreno de lo directamente personal. Pero - La interpretación final de lo que decimos
tu pregunta no me hace la cosa más fácil. es siempre una función del contexto. Èsto
Supone un nivel de autoconciencia que por es claro.
un lado estoy muy lejos de poseer y que,
por otro lado, no estoy seguro de si merece - Visto desde la perspectiva del lector, en
la pena de ser perseguido. El tema es sin efecto. Pero yo estoy tratando de formular
embargo lo suficientemente importante como el punto de vista del autor. A lo que
para detenernos en él. Y si bien no puedo quiero llegar es a esta afirmación: si lo
hablar de mi “posición” al respecto, creo que hacemos en este instante no es
que sí puedo hacerlo a propósito de lo que literatura, ésto no significa que la
quiero hacer y las dificultades que literatura esté ausente de lo que decimos.
encuentro al intentarlo. Como tampoco lo están la Historia, la
Sociología o la Política. Bastaría un
- Muy bien, comencemos por allí. ligero sesgo en la dirección de nuestro
interés para desembocar aún en otros
- De acuerdo. Para ir directamente al grano paisajes del mismo tipo. Y ésto que parece
diré que lo que quiero es una literatura cosa de magia no es en realidead otra cosa
del presente. que una experiencia cotidiana. El presente
es un lugar abierto. Empleo conscientemente
- Naturalmente. Una literatura la palabra “lugar”, aunque resulte
contemporánea. paradójica en relación con el tiempo, para
conectar con el hecho de que todo instante
- No, no. Lo que acabo de decir debe ser ocurre en un punto del espacio. La
entendido literalmente. Una literatura del conciencia de esta conexión o de esta
presente, ésto es una literatura de este apertura es algo de enorme importancia dada
instante. su potencialidad creativa.

- Le ruego que sea más explícito. - Cuál sería la apariencia de esta

literatura del presente? Hablo de la
- Sí, voy a intentarlo. Cuando digo “el “apariencia” para evitar referirme a su
presente” estoy pensando en mi propio “forma” o a su “contenido”. En otras
tiempo personal. Este ahora concreto. palabras, con qué tipo de obras sueňa Ud?
Evidentemente en este instante no estoy
haciendo literatura, sino conversando - Soňar. Este concepto es importante. Pero
contigo. Pero esta circunstancia no es vayamos por partes. En cuanto a la
ninguna refutación de mis palabras. Y no lo apariencia, esta literatura no se
es por el simple hecho de que lo que diferencia de ninguna otra. Igual que las
decimos está siendo registrado por tu demás consiste también en palabras
aparato magnetofónico. Este registro es escritas. La idea de una literatura del
esencial porque transforma este momento en presente no parte de ningún deseo de
algo definido, con límites reconocibles. destrucción, con el fin de comenzar otra
Èsto es, le otorga a lo que hacemos vez desde un lugar supuestamente más
cualidades de objeto-de-conocimiento. Y si próximo de la realidad. Y aquí quiero
como he dicho no estamos haciendo retomar lo que venía diciendo antes. De la
literatura, hablamos de ella. Pero aunque realidad no podemos decir nada. A lo que
lo hiciéramos a propósito de cualquier otra debemos referirnos es a nuestra experiencia
cosa, estamos empleando el lenguaje. Sin de ella, que es un acontecimiento
éste y, más aún, sin su registro, este subjetivo. Un acontecimiento que tiene
momento no sólo nos resultaría lugar en lo que vengo llamando el presente.
inidentificable, sino que además Digo que éste es un lugar abierto o, lo que
careceríamos de conciencia sobre su es lo mismo, que la realidad es una función
existencia. Se perdería entre las de este instante, del grado de apertura que
actividades del día y pronto sería seamos capaces de soportar en él o nos
olvidado. Por otro lado, el hecho de que a atrevamos a imponerle. Reinterpretada desde
este lenguaje que intercambiamos y esta perspectiva tu pregunta podría ser
registramos lo denominemos una “entrevista” entendida así: a qué experiencias de la
es una simple convención en la que tus realidad abrirá acceso una literatura del
lectores están obligados a creer. Después presente? La única manera de saberlo es
de todo la única garantía de que realmente esperar a su producción, y leerla. Hablando
ha tenido lugar consistirá en tus propias en general, sin embargo, si tal literatura
palabras afirmándolo cuando aparezca logra en efecto serse fiel a sí misma las
publicada en tu revista. Y éstas serán experiencias por las que tu pregunta en
palabras escritas como toda le entrevista, realidad inquiere sólo podrán ser
lo que nos lleva directamente al teorema de identificadas como tendencias. Lo que no
Gödel. Pero no nos metamos ahora con él. debe ser tampoco una sorpresa para nadie
Imaginemos más bien que nuestra pues corresponde claramente a nuestra forma
conversación nunca se llevó a efecto, que de existencia en el tiempo. En pocas
es una producción imaginaria. Tuya o mía, palabras esta literatura es una opción tan
es igual. En este caso se trataría legítima como otra cualquiera, que, también
evidentemente de literatura incluso si en como cualquier otra, exige de quien la
ella nos ocupáramos sólo de las musaraňas, asume una actitud adecuada. En su caso la
y no nos chocaría en absoluto si nos la idea de un anonimato interior expresa bien
encontramos en las páginas de un libro. Que cierto aspecto de esta demanda.
 oculto tras tu preocupación, sino todo lo
- Èste es uno de los puntos que discutíamos más con otros estratos más antiguos y,
ayer, pero ahora creo verlo expresado de un consecuentemente, más profundos, más
modo algo más claro. Esta idea de un originarios, cubiertos por él.
anonimato interior es interesante. Le
importaría expresarla con más detalle? - Una suerte de arqueología mental? Cuál
sería la necesidad de tal empresa después
- Sí, es necesario explicitarla mejor. El de las investigaciones en el mismo sentido
anonimato en nuestra cultura designa una del psicoanálisis y la psicología profunda?
situación sospechosa, anómala. Pero
paradójicamente –como hiciste notar ayer- - La arqueología es una ciencia
es una condición que vivimos cotidianamente determinista. Intenta determinar la cadena
millones de seres en nuestros conglomerados causal que ha terminado conduciendo a
urbanos. De este anonimato nos defendemos cierto estado de cosas culturales. Su
en efecto como mejor podemos pese a que interés está centrado en lo necesario antes
como hemos visto se trata sólo de una que en lo posible. Tal hincapié es
apariencia, de un pseudo-anonimato. El coherente con su pertenencia al grupo de
anonimato interior al que me refiero alude las ciencias históricas, abocadas a
en cambio a una condición metafísica, por “comprender”, a “explicar”. Tanto el
decirlo así. Y ésto no hace de la situación psicoanálisis como la psicología profunda
que intenta describir una más cómoda o más utilizan principios arqueológicos con la
difícil; simplemente la pone en una misma intención. La motivación de una
perspectiva distinta. Aquí el anonimato no literatura del presente tal como yo la
tiene que ver ya tanto con la mirada que concibo no es de ningún modo explicativa en
lanzamos al mundo, sino que alude al modo este sentido.
en que uno se ve a sí mismo. Esta forma
intransitiva de anonimato, por llamarlo - Sino en cuál?
así, es todavía más intolerable pues una
vez admitido no hay refugio posible frente - Yo diría que lo que le interesa es
a la devastación con que amenaza. experimentar, pero sólo para permanecer en
el interior de la terminología que estamos
- Lo que Ud describe me hace pensar en una empleando.
crisis de identidad.
- Cuál sería el objeto de tal
- El concepto de la “identidad” es una idea experimentación?
tardía cuyo origen se confunde con el de
los estados modernos. La identidad es un - Si estamos de acuerdo en que la
atributo impuesto a la subjetividad desde experiencia de la realidad es un
el exterior. Sí, la identidad es el pendant acontecimiento subjetivo que tiene lugar
interiorizado de cosas como el orden, la sólo en este instante, entonces la
autoridad o el poder. Èsto explica nuestra respuesta a tu pregunta es obvia. El objeto
reacción al vernos confrontados con su de la experimentación es precisamente la
opuesto: lo anónimo. El malestar que experiencia.
entonces sentimos emerge de la intuición de
que las supuestas garantías de - Sí, ésto es coherente con sus
autoconocimiento y vida ordenada que la formulaciones anteriores. Pero el
identidad ofrece no pasan de ser fantasías experimentalismo a ultranza que Ud sugiere
deleznables, precarias. Lo que digo implica no hace sino intensificar mis temores.
en efecto una crisis de la identidad, pero Aceptando que la literatura pueda de esta
mi planteamiento apunta al carácter manera contribuir a un ensanchamiento de la
voluntario de esa crisis: la identidad como conciencia contemporánea y eventualmente
una construcción arbitraria que, si bien también a una revisión de nuestro
facilita el comercio con lo real, determina conocimiento de lo que venimos llamando lo
por otro lado los límites de lo posible. real, cuál es la deseabilidad de tal
desarrollo? En otras palabras, no es
- Comienzo a temer que esta propuesta de previsible que éste fomente aún más el
una “crisis voluntaria de la identidad” no relativismo de valores que caracteriza
sea más que un nuevo “elogio de la locura”, nuestra época y favorezca posibilidades de
un nuevo irracionalismo. manipulación, como evidentemente ocurre en
otras áreas más directamente experimentales
- Sería una conclusión apresurada. Pero lo que la literatura, cuyas consecuencias no
que dices explicita esa reacción emocional sólo son difícil de prever, sino que
espontánea que acabo de mencionar. La también pueden resultar peligrosas, y hasta
locura, lo rracional, no son en realidad insorteables?
otra cosa que casos especiales de lo
anónimo. Casos que acompaňan en su - En primer lugar, no estoy de acuerdo con
evolución histórica a la identidad, cuya esta diferenciación entre la literatura y
función es en el fondo justificar ésta, otras áreas. No en lo que ataňe a su
apuntalar sus aspiraciones como único relación con la experimentación. En segundo
habitat posible para la subjetividad. Tu lugar, el riesgo que seňalas existe, en
conclusión sería apresurada porque descuida efecto. Pero no es nuevo. Ha estado
lo que dije antes a propósito del carácter presente en nuestro planeta desde la
tardío de la identidad. Si en cambio emergencia de la especie humana. En el
entendemos ésta como un estrato reciente y, momento histórico que nos ha tocado vivir
por lo tanto, superficial en el paisaje contamos sin embargo con un nuevo elemento.
arqueológico de la conciencia, su Un elemento que hace posible aproximarse a
levantamiento no podría de ninguna manera esta problemática desde un punto de vista
enfrentarnos al vacío, que es el temor
distinto al de cualquier fatalismo. En este
punto de la Historia es posible elegir.
- Qué quiere Ud decir?
- Sí, detengámonos aquí un momento. Existen
a este respecto varios malentendidos que
quizá debemos intentar disipar. En estos
días hay por ejemplo un temor muy extendido
a propósito de una supuesta inminente
substitución del ser humano por máquinas
dizque más eficientes y hábiles que él. Más
aún, si tenemos en cuenta avances paralelos
en la microbiología y la investigación
genética, casi se diría que muy pronto ha
de ser también posible manejar organismos –
el del ser humano entre ellos- como si se
tratara de artefactos. No me parece sin
importancia que estas cuasi-realidades, sin
que nos importe en este momento precisar su
factibilidad, sean anunciadas en un
contexto interpretativo que hasta ahora se
ha distinguido por su insuficiencia frente
a situaciones socio-politícas globales
tanto o más decisivas para el próximo
futuro. Me estoy refiriendo por supuesto a
eventualidades como la amenaza de una
guerra atómica, el agotamiento de los
recursos naturales o la polución del medio
ambiente y la atmósfera que vimos ayer de
pasada. En tal contexto la fantasía de las
máquinas inteligentes –los robots- asociada
a esa otra fantasía emergente de las
construcciones genéticas –los clones- no
podía dejar de generar sentimientos
adicionales de inseguridad y miedo, además
de potenciar los ya existentes. Esta
asimilación de las nuevas tecnologías al
panorama de incertidumbre y amenaza en el
que emergen no hace de ningún modo justicia
a las potenciales alternativas que ofrecen.
- Ud es un optimista, Herr Boltzmann.
- He dicho bien, potenciales. Es importante
ver que la reacción a la que me refiero no
tiene que ver tanto con las nuevas
tecnologías per se como con el carácter
ciego de su aplicación. En otras palabas,
si en efecto nos amenaza una devaluación de
la experiencia y la existencia personales,
ésta no será tanto un resultado automático
de esas conquistas como de los criterios
que prevalezcan en su empleo. Quiero decir,
no serán los robots o los clones quienes
desplacen al individuo, sino otros
individuos armados de robots y de clones.
Con ésto llego a uno de los efectos
sociales de estas fantasías de fin del
mundo –y no el menos importante. Me refiero
al fortalecimiento de una desconfianza de
principio frente a todo hallazgo técnico,
olvidando que el Hombre no ha hecho otra
cosa que inventar instrumentos desde su
aparición sobre la faz de la Tierra.
- Cuál sería en su opinión una actitud más
adecuada?
- La de asumir directamente nuestra
responsabilidad individual en cada recodo
de la evolución civilizatoria que tenemos
entre manos. Lo cual como ves no es ninguna
fórmula mágica.
- En efecto, no lo es, porque en este punto
puede argumentarse la imposibilidad de
prever las consecuencias que determinada
innovación originará en el largo plazo.
- Pero este riesgo es tan cecesario como
inevitable. La pretensión de sortearlo
revela nuestra dependencia de ilusiones
utopistas. Y lo paradójico del caso es que
estas ilusiones son un producto de la
Razón. De la misma Razón que nos ha traído
hasta este punto de desarrollo.
- Ud habló antes de la aparición de un
elemento que en nuestros días permitiría
sortear el fatalismo ingenuo que se
manifiesta en estos grises pronósticos
sobre el futuro inmediato. Cuál sería este
elemento?
- Debo corregirme porque no se trata en
realidad de un solo elemento, sino de
varios que coinciden en el cuestionamiento
de lo que podríamos llamar nuestras
certezas culturales. Una de estas certezas,
acaso la más central, es precisamente el
concepto de Razón. Una herencia cultural
del siglo XVII; ésto es, de un momento del
tiempo caracterizado por un caudal de
conocimientos y técnicas bien delimitadas.
En los casi cuatro siglos transcurridos
desde entonces ese caudal no sólo ha visto
cambios de volumen, sino también de
profundidad, por decirlo así. Ahora
disponemos de datos empíricos que no sólo
ponen en tela de juicio el alcance de
algunas conclusiones entonces alcanzadas,
sino también su validez intrínseca, lo que
es bastante más gravitante. En el caso
concreto de la Razón contamos con motivos
serios para dejar de ver en ella ese
principio incuestionable de verdad sobre el
que nuestro conocimiento “objetivo” del
mundo descansa.
- Como cualquier otra adquisición cultural,
la Razón es una construcción consensual
datable. Relativizar este concepto, abrirlo
al cambio, es en efecto necesario. Èste es
el sentido de lo que Ud decía hace un
momento sobre la identidad, aunque el
radicalismo de sus palabras me hizo temer
una caída en el otro extremo: el
irracionalismo. Pero ahora parece Ud dar en
cambio marcha atrás frente a tal propósito,
o por lo menos postergarlo indefinidamente.
Sus reflexiones en favor de las nuevas
tecnologías se escuchan en conjunto como un
abogar en favor de la Razón.
- Lo que dices me parece muy preciso. La
ambivalencia que seňalas es debida a la
dificultad de lidiar con conceptos que son
centrales a nuestro pensamiento. Tratemos
de reflexionar juntos sobre este punto.
Podría resultar productivo para ambos.
- De acuerdo.
- Las preguntas que comienzan con “qué es?”
son, como dice Popper, irrespondibles sin
verse uno obligado a hacer metafísica. Qué
es la Razón? es una de esas preguntas.
Partamos del hecho de que existe e
imaginémosla como una black-box. No
conocemos su consistencia ni su modo de
funcionamiento. Todo lo que sabemos es que
realiza un trabajo. Que si introducimos en
ella unos datos obtenemos unos resultados.
El carácter satisfactorio o no de éstos
últimos dependerá de su adecuación a las mundo. Es interesante observar además que
condiciones objetivas del problema que sólo tardíamente la Razón devino atea. En
estamos considerando, y a nuestras el comienzo su éxito sólo fue posible en
expectativas de una solución practicable. alianza con la religión. Esta progresiva
En este planteamiento la validez del emancipación alcanza en nuestros días un
conocimiento aparece sentada de antemano, nuevo pico en lo que suele denominarse la
como ves. “crisis de los valores”. Una crisis que
finalmente involucra también –irónicamente
- Perdone Ud, pero no lo veo. o no- a los valores de la ciencia.

- Quiero decir, aquí la validez del “saber” - Y por lo tanto a los de la Razón misma.
no descansa en la Razón como tal, sino en
esa otra instancia que he llamado las - En efecto, el carácter de acertijo de la
“condiciones objetivas”. Para la black-box ha quedado al descubierto. La
determinación de éstas contamos con una Razón se ha vuelto otra vez incierta,
serie de procedimientos standard cuyo insuficiente. Y los datos de que se dispone
conjunto recibe el nombre de método actualmente –o lo que en este momento se
científico o ciencia experimental. Èsta se toma por tales datos- apuntan todos en una
ha mostrado desde su invención capaz de dirección inquietante: lo que llamamos
resultados efectivos tan espectaculares que “conocimiento” no es sino “descripción”.
nos ha hecho olvidar que en realidad no es Una actividad ésta última que no es
más que un sistema de selección y independiente del propio punto de vista, de
ordenamiento de datos, sujeto como tal a la propia actividad cuestionadora.
condicionamientos históricos capaces de
influenciar su permeabilidad frente a - Pero parciales y limitadas como son estas
variables que, sin dejar de formar parte de descripciones, no dejan de facultarnos para
las “condiciones objetivas”, son sin transformar efectivamente la parcela de
embargo discriminadas por razones realidad a la que tenemos acceso.
ideológicas –a causa de su resistencia a la
cuantificación, por ejemplo; o porque - La responsabilidad que se genera aquí no
contradice otra idea aceptada. debe ni puede ser delegada, es cierto. A
ésto me referí hace un rato cuando aludí a
- Èsto me parece importante. Si bien no la necesidad de asumir nuestra
sabemos lo que la Razón es o el modo de su responsabilidad personal en cada recodo del
funcionamiento, se trata de algo camino civilizatorio.
evidentemente distinto al método
experimental. Esta diferencia tiende sin - Todo ésto me parece correcto. No veo sin
embargo a disolverse, dando lugar a una embargo cómo a partir de ello sea posible
identificación de la una con el otro. Para sortear las consecuencias indeseables que
evitar tal identificación sería necesario puedan originarse en alguna de las
conocer mejor la black-box que es para Ud transformaciones que nos atrevemos a
la Razón. Mi pregunta apuntaba a esto practicar.
último. Le es posible volver a ello?
- Es necesario ver las cosas en su
- Estamos hablando de la necesidad de un contexto. Lo que acabo de decir coincide es
criterio final de validez para el cierto con cuestionamientos críticos
conocimiento. Y sólo parecen existir dos a contemporáneos formulados desde puntos de
nuestra disposición: la palabra de Dios y vista exteriores a la Ciencia, pero también
los dictados de la Razón. De la primera nos el propio discurso científico reflexiona en
aleja sin embargo la Ilustración, de los esta dirección. Èsto es importante. Hace
segundos sólo ahora empezamos a tomar unos meses estuve en Bruselas y tuve
distancia crítica. Alexandre Koyré ha oportunidad de conversar con el físico Ilya
aludido en alguna parte al “escándalo de la Prygogine. En cierto momento de nuestra
Razón”, apuntando que resuelve el acertijo conversación derivamos hacia el tópico de
del Universo pero sólo para substituírlo la crisis de la que estamos hablando. La
por otro acertijo: el de sí misma. En opinión que él defiende es significativa
efecto, qué garantías tenemos de la validez pues proviene de alguien cuya actividad se
de nuestro conocimiento si quien finalmente ubica en uno de los frentes más avanzados
decide las condiciones objetivas que lo del método experimental. Uno de los temas
ratifican es al final y después de muchos centrales de su investigación es lo que él
rodeos la propia Razón? En otras palabras, llama “estados de la materia bajo
los resultados proporcionados por nuestra condiciones fuera de equilibrio”. Bajo
black-box muy bien podrían no tener nada estas condiciones –las dominantes en el
que ver con la realidad exterior, con la mundo natural- lo que ocurre con la materia
textura de las cosas, sino ser simplemente es algo sorprendente, inexplicable desde el
consistentes con los datos que nos fue punto de vista del método experimental
posible extraer de éstas para introducir en clásico.
aquella.
- De qué se trata?
- Un conocimiento sin garantía de verdad?
- Se observa por ejemplo la existencia de
- A la pregunta de Napoleón por el lugar de sistemas inorgánicos de tipo elemental
Dios en su teoría del Universo, es decir, capaces de un grado de adaptación a las
por el lugar de su criterio último de condiciones ambientales que bien puede ser
validez, Laplace responde: “no necesito de calificado de proto-biológico. En otras
esa hipótesis”. Con Laplace la Razón ha palabras, bajo condiciones fuera de
comenzado ya a pensar que se basta a sí equilibrio la materia elemental parece
misma para fundar nuestro conocimiento del disponer de mecanismos de información que
la ponen en condiciones de “percibir” como para la literatuzra. Dirigida a mí, un
diferencias en el entorno y modificarse, escritor, entiendo esta segunda parte de tu
adoptando formas de organización pregunta como inquiriendo por las
imprevisibles de antemano, creativas en consecuencias morales de una propuesta
todo el sentido de esta palabra. Estos estética concreta. En segundo lugar noto
hallazgos abren la posibilidad de que descuidas las consecuencias
comprender de otro modo los complejos epistemológicas que la introducción del
procesos que constituyen la realidad vector temporal ha de imponer
exterior; procesos en los que el tiempo necesariamente en la actividad experimental
juega un papel central. La ciencia comienza y reflexiva de la Ciencia. De aquí que
de esta manera a interesarse en problemas concibas la futura evolución de ésta como
del devenir. Èsto es, de lo único o un continuum, sin percatarse de la ruptura
individual -de lo irreductible. Y por esta o rupturas que habrán de ocurrir durante el
vía a desentenderse de lo universal y proceso. Èstas no sólo plantearán
abstracto, por lo menos como objeto dificultades y problemas, sino que también
excluyente de estudio. abrirán alternativas, opciones nuevas.
Direcciones que, si sabemos considerar en
- Una ciencia de lo irrepetible, alejándose todo su interés, en algún momento
de lo general? terminarán conduciendo a la superación de
la ceguera que justifica tu preocupación.
- Por extraňo que suene, tal perspectiva ha Hechas estas aclaraciones, voy a tratar de
comenzado a hacerse posible. Y lo responderte limitándome al terreno de la
interesante es que desde ella han de partir literatura...
muy pronto nuevos esfuerzos por comprender
cosas tan familiares como el cambio y la - Perdone que lo interrumpa, pero si
libertad personales. queremos atenernos a las condiciones
acordadas para nuestra conversación debemos
- O la Razón? detenernos aquí. No me perdonaría que
ocurra lo mismo que anoche. Propongo pues
- También la Razón, por qué no? que posterguemos para maňana –nuetra última
reunión- este nuevo intento de echar luz
- Ud acaba de mencionar el tiempo como un sobre la empresa creativa que Ud se
elemento central en este desarrollo. Cuál plantea. Sin menoscabo por supuesto de la
es la relación entre esta idea y sus eventualidad de que en su transcurso
propias formulaciones a propósito del volvamos a extraviarnos en nuevos temas.
presente como el lugar privilegiado para
esa experiencia de anonimato intransitivo - Muy bien.
de la que hablábamos al comenzar?

- Se trata de una coincidencia inesperada y

estimulante. La interpreto como una
confirmación del valor heurístico de
algunas de las conclusiones alcanzadas en
mi propio proceso investigatorio. Por otro
lado este paralelismo entre actividades tan
alejadas entre sí como la literatura y la
ciencia experimental sugiere la posibilidad
–precaria aún, es cierto- de una vía de
entendimiento entre ellas, y su mutua
fertilización. Y lo importante aquí es que
tal eventualidad ha de establecerse en los
términos de una creatividad localizable
tanto del lado de la mente como del de la
materia.

- Su insistencia en el “presente” tendría

entonces la intención de abrir la
conciencia individual a esta creatividad,
que llamaré “profunda” para identificarla
de alguna manera. Como formulación teórica
me parece inobjetable. No veo sin embargo
todavía claramente cómo es llevada a la
práctica. Por otro lado, qué significa esta
fecundación mutua entre la Ciencia y la
Literatura? Más precisamente, cuál sería su
novedad en relación a las eventuales
consecuencias indeseables que hemos venido
considerando?

- Tu pregunta tiene dos partes. Creo haber

dado ya una respuesta parcial a la primera.
Voy a tratar de explicarme en cuanto a la
segunda . Pero antes dos cosas. En primer
lugar es necesario conservar conciencia de
las diferencias propias a cada terreno de
actividad. La problemática de lo
irreversible, de lo único, se plantea en
términos específicos tanto para la ciencia