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Materia: Gnoseología.
Cátedra: García.
Teórico: N° 3 – 12 de abril de 2013 [VERSIÓN CORREGIDA
Tema: Descartes. POR EL PROFESOR E.GARCÍA]
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Profesor Esteban García: Buenas tardes. Para los que no me conocen, mi nombre
es Esteban García. Conmigo van a ver Descartes, Hume, Kant y Husserl (espero que
lleguemos a ver todo eso). Después, va a haber algunas clases a cargo de Mario Gómez,
que va a dar Heidegger. Luego, nos vamos a volver a ver porque voy a dar Merleau-
Ponty, que es el autor en el que me especialicé. Después de Merleau-Ponty van a ver
algo de hermenéutica y de Paul Ricoeur con Silvia Gabriel. Ese sería el plan de la
cursada en adelante.
Ustedes ya estuvieron viendo algo de escepticismo antiguo con Claudia Mársico.
A mí me pareció bueno que se agregara algo de gnoseología antigua al programa, quizás
para relativizar un poco ese lugar común —que yo, sin embargo, voy a reiterar de algún
modo— de que la gnoseología empieza a desarrollarse como una disciplina autónoma a
partir de la Modernidad. Con Claudia, ustedes vieron que, ya en la Antigüedad, el
problema del sujeto de conocimiento, a veces, tiene un peso igual o mayor que la
cuestión ontológica.
Ahora, con Descartes, vamos a volver a revisar esa idea, pero me parecía bueno
que se viera algo de gnoseología antigua y que, en este caso, no fue de las más clásicas.
Acerca de la bibliografía de Descartes, en el programa aparece el Discurso del
Método y las Meditaciones metafísicas. Pero, como les dije, la idea es que se guíen por
los teóricos para, desde ahí, encauzar la lectura de los textos. En el caso de Descartes,
los teóricos van a agregar más elementos que la bibliografía que está consignada como
obligatoria. Para estudiar guíense por los teóricos y compleméntenlos con la lectura de
la bibliografía.
Como la cuestión del método aparece más desarrollada en las Reglas para la Textos elegidos
para ver Descartes
dirección del espíritu que en el Discurso del Método –aunque no tan sistemáticamente-,
nosotros vamos a comenzar la exposición de Descartes comenzando por las Reglas.

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Luego, vamos a hace una pasaje rápido por el Tratado del hombre, para ver una
aplicación del método que propone en un problema concreto (que a él le interesaba
mucho), que es el funcionamiento del cuerpo humano.
Las Reglas aparecen resumidas y sistematizadas en el Discurso del Método. El
Tratado del hombre también aparece resumido en el Discurso del Método. De manera
que aquellos que lean, solamente, la bibliografía obligatoria y los teóricos van a tener
igual una visión de conjunto. Después de ver las Meditaciones metafísicas también voy
a hacer un pasaje por la correspondencia de Descartes con Elizabeth y por las Pasiones
del Alma, para continuar con el tratamiento del tema del compuesto alma-cuerpo que
aparece en la Sexta meditación.
Entonces, aunque el núcleo bibliográfico son el Discurso del Método y las
Meditaciones metafísicas, en los teóricos vamos a seguir un orden cronológico que
abarca mucho más. De todas maneras, para que ustedes puedan saber qué tema tratado
es accesorio y qué es tema obligatorio, les voy a dar una guía de preguntas, para que
ustedes sepan cuál es el listado de temas y cuáles son las preguntas posibles de parcial o
de final; para que tengan una referencia y puedan discernir qué es lo anecdótico y qué es
lo necesario de todo lo que digo.
Antes de comenzar con la exposición de los temas o de los problemas de la
filosofía de Descartes —el primero de los cuales va a ser el tema de la unidad de la
ciencia y el método— vamos a comenzar haciendo una breve biografía intelectual de
Descartes para que podamos ubicar estos escritos en el contexto de su producción y de
su publicación o no publicación. Todo esto es algo que tiene que ver con las coyunturas
políticas y religiosas de la época.

Obras cartesianas:
Reglas para la dirección del espíritu (1628)
Tratado del hombre
Discurso del método
Meditaciones metafísicas
Correspondencia con Elizabeth
Pasiones del alma (1649)

La producción intelectual de Descartes que vamos a considerar –y que es la más


conocida, obviamos algunos escritos anteriores- abarca como ven unos veinte años.

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Descartes nace en 1596 y muere en 1650. O sea que tiene una vida corta para nuestros
criterios, vive 54 años. Esto tiene una cierta importancia para el caso de Descartes
porque Descartes tenía una pretensión (que confesó en una carta), que era la de
desarrollar el conocimiento médico de tal modo que le permitiera vivir 500 años. Pero,
para nuestros criterios, tuvo una vida que fue más bien corta. Sus contemporáneos dicen
que tuvo una constitución corporal débil y enfermiza, al punto que sus biógrafos lo
nombran como “la personificación corporal de la duda”.
Ahora, esta constitución corporal enfermiza y débil fue compensada por un
carácter muy resuelto, porque fue soldado y —quizás justamente por esta complexión,
por estos problemas físicos— se dedicó a tratar de desarrollar un conocimiento médico
que le permitiera ser longevo, cosa que no logró.
En una carta al marqués de Newcastle, de 1645 (o sea, al final de su vida) dice
Descartes:
“La conservación de la salud ha sido siempre el objetivo principal de mis
estudios”

Si uno recuerda el árbol del conocimiento de Descartes, que aparece en el


Discurso del Método y en Principios de la filosofía, la raíz era la metafísica, el tronco
era la física, y los frutos eran la medicina, la moral y la mecánica.
Y de estos frutos, la medicina es el que más le interesa. Descartes creyó que una
dieta abundante en frutas y verduras era la clave para alcanzar 500 años de vida, hasta
que reconoce la imposibilidad de su deseo. En otra oportunidad (y ya más cercano al
final de su vida) dice:
“En lugar de descubrir los medios para conservar la vida he encontrado otro
camino más fácil y seguro, que consiste en no temer a la muerte”

Este tema de la salud y del cuerpo es un tema que me interesa porque, como les
dije antes, mi área de investigación tiene que ver con Merleau-Ponty que es un autor que
desarrolló una fenomenología del cuerpo. Así que quizás por una cuestión un poco
idiosincrática o personal voy a guiar la lectura de la obra de Descartes poniendo una Tema al que apunta
la exposicion del
cierta atención especial en el tema de la corporalidad y de la fisiología mecanicista. profesor

Bueno, vamos a comenzar con la biografía que les mencionaba. Como ya dije,
Descartes nace en 1596 en la Haye en Touraine, ciudad que hoy lleva su nombre. Nace

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en el contexto de una familia noble. De manera que siempre lleva una vida sin
preocupaciones económicas.
En 1604, es enviado a estudiar en el Colegio Real de La Flèche (lugar donde, un
siglo después, Hume va a escribir su Tratado sobre la naturaleza humana). En este
colegio se enseñaba filosofía escolástica; o sea, una síntesis de aristotelismo con
cristianismo al modo de Tomás, junto con matemáticas, y estudios humanísticos de latín
y literatura.
A los 20 años concluye su licenciatura en derecho en Poitiers y —dice Descartes Como se empezo a gestar
el Discurso del Metodo
en el Discurso del Método — decide estudiar “en el gran libro del mundo”. Esta -anhelo de Descartes por
obtener el conocimiento
metáfora del “libro del mundo” es una metáfora renacentista que ya usa Galileo y que de todo lo que hay en el
mundo
-decide estudiar en el
Descartes repite (ya vamos a ver luego con qué variaciones). libro del mundo, el cual
se compone de elementos
Cuando se propone estudiar en el libro del mundo porque se cansó de los estudios simples, los cuales,
combinados a traves de
académicos, comienza a viajar. Primero, en 1618, se hace soldado para el ejército de un REGLAS de gramtica,
dan el conocimiento de
todo lo que hay
príncipe protestante y, luego, se hace soldado para el ejército de un duque católico. Es lo (galileo decia que la
naturaleza se compone de
que hoy llamaríamos un mercenario, un soldado a sueldo. triangulos, circulos,
cuadrados, etc)
De la época en la cual es soldado, hay una anécdota de Descartes que adquirió
bastante significado. Él dice que tuvo tres sueños y que, en uno de ellos, soñaba con un
diccionario y un libro de poemas. Descartes dice que entendió (o juzgó) que el
diccionario significaba “todo el conocimiento del mundo” y que no quería decir otra
cosa que “todas las ciencias reunidas”. Toda la literatura y las ciencias se unifican en un
único libro, que tiene los elementos simples que componen el código de todo lo
“escribible” (distintas combinaciones de esos elementos), a lo que habría que agregar
cierto orden que se respeta en cualquier combinación (una gramática).
Desde las Reglas, va a estar muy presente la idea de que el mundo está compuesto
por elementos simples, y que basta con conocer esos elementos simples y las reglas
mediante las que se combinan para extraer de ellos todo. En ese sentido, en el
diccionario del sueño está resumida su idea del método.
Entre 1619 y 1625 viaja por Francia, Alemania, Suiza e Italia. Y en 1620 ya tiene
preparado un esbozo de las Reglas (que las va a terminar en 1628 pero no las va a
publicar). En 1625 ya está instalado en París y, según dicen los biógrafos, tiene una vida
de ocio, se bate en duelo por una dama y tiene una hija con su doméstica. Como les dije,
para 1628 están redactadas las Reglas para la dirección del espíritu, pero no se
publican. Serán publicadas póstumamente recién en 1701.

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Lo que se conoce de esta obra es la parte en la que Descartes describe el método En las Reglas se puede
ver la preocupacion que
(de manera todavía desordenada en comparación con el Discurso del método), pero no Descartes tenia por tener
un metodo que se
aplicara tanto a los
hay todavía una metafísica ni tampoco una fisiología elaboradas. No obstante, algunos problemas imperfecto
como a los perfectos
dicen que todo está de algún modo ya en las Reglas porque pueden encontrarse
Descartes estaba
anticipaciones de la metafísica posteriormente desarrollada. Pero, Descartes no publica preocupado porque no se
habian desarrollado en
Reglas los problemas
esta obra porque no había llegado por esta época a desarrollar la aplicación de este imperfectos y es por eso
que no lo publica
método a los problemas imperfectos, que serían los problemas relativos a las ciencias
empíricas como la mecánica o la medicina, mientras que los problemas perfectos serían
los problemas de tipo matemático (de los cuales sólo hay algunos ejemplos en las
Reglas tal y como las conocemos).
En 1629 parte para Holanda, donde permanecerá durante 20 años; o sea, hasta casi Publicacion de dos
tratados que versaban
sobre los problemas
el final de su vida. En 1634 termina un tratado en donde desarrolla estos problemas imperfectos (Sobre el
Mundo y El tratado de
imperfectos que mencionaba siguiendo su método, que se llama El mundo (Le Monde) y la Luz)

que tiene una primera parte, el Tratado de la Luz, y una segunda que se llama el
Tratado del hombre. Todas estas obras se publican póstumamente.
Ahora, ya que no había publicado las Reglas porque, según dice, no había llegado
a aplicar su método a la resolución de problemas imperfectos, ¿por qué no publicaría
esta otra obra (El Mundo) si ya desarrolló la aplicación de su método a los problemas
imperfectos? Según dice Descartes, no publica El mundo porque un año antes de que El Tratado sobre el
Mundo no lo publica
terminara de escribirlo, en 1633, Galileo había sido condenado por la Inquisición por porque estaba en
consonancia con el
pensamiento de galileo,
causa de su copernicanismo, de su visión heliocéntrica, que chocaba con la visión el cual estaba siendo
sometido a juicio por la
aristotélico-ptolemaica geocéntrica. Entonces, Descartes dice que no publica este Iglesia

tratado en vistas de la condena a Galileo (esto lo dice en la sexta parte del Discurso pero
también hay una carta a Mersenne, donde lo dice mucho más claramente).
Les leo lo que le dice Descartes a Mersenne:
"Me había propuesto enviarle mi Mundo. Pero debo decirle que entre tanto
me hice averiguar en Leiden y Amsterdam si el Sistema del Mundo de
Galileo se hallaba disponible. Me respondieron que efectivamente había
sido publicado, pero que todas sus copias habían sido incineradas
inmediatamente en Roma y que Galileo había sido condenado a una multa.
He quedado tan estupefacto que estuve a punto de quemar todos mis
trabajos, pues no puedo creer que él, un italiano -congraciado con el Papa
hasta donde entiendo- haya podido ser sometido a un proceso criminal por
una razón distinta de la de haber tratado de establecer el movimiento de la

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Tierra. Confieso que si eso es falso, también lo son todos los fundamentos
de mi filosofía, puesto que a partir de ello eso se demuestra claramente.”

O sea, dice que a partir de los fundamentos de su filosofía se demuestra


claramente el movimiento de la Tierra y, por eso, no va a publicar su tratado El mundo.
“Sin embargo por nada del mundo quiero publicar un discurso en el que
encuentre una sola palabra que la Iglesia pudiese desaprobar; en
consecuencia, he preferido detener su edición antes que publicarlo en forma
mutilada."

En el final de esta carta a Mersenne se ve un poco esa ambivalencia de DescartesSegun su correspondencia


cn Mersenne, parece que
donde uno no sabe hasta qué punto mide lo que dice por una cuestión de conveniencia oDescartes no tenia una
postura absoluta, y
cuestionaba los principios
si lo hace porque tiene un respeto honesto, sincero, por los principios cristianos quecristianos
-se podria pensar que era
hacen que no quiera ofender a la institución. Es cuestión abierta a la interpretación verun filosofo enmascarado,
en tanto sostenia un
hasta qué punto Descartes ha sido el “filósofo enmascarado” que sostuvo un discursodiscurso pero despues
pensaba otra cosa
público pero que, quizás, pensó otra cosa. Esto es algo que vamos a continuar viendo a
lo largo de todo el desarrollo de sus ideas, es difícil entender cabalmente cuál es la
relación de Descartes con la fe cristiana.
En el caso de Galileo, la relación de la Iglesia con Galileo es una cuestión que no
está todavía saldada. En el Siglo XVIII las obras de Galileo son sacadas del Index. En
1992, Juan Pablo II le quita la excomunión a Galileo y pide perdón por los sufrimientos
que le ocasionó la Iglesia. Ahora, antes de ser papa, Benedicto XVI dice que la Iglesia
estuvo justificada al condenar a Galileo: en una conferencia de 1990, cuando todavía era
cardenal, en La Sapienza, Universidad de Roma, reivindica la condena de la Iglesia a
Galileo, citando a Feyerabend, a Ernst Bloch y a Weizsäcker, o sea, citando a un físico
contemporáneo, a un filósofo marxista y a un epistemólogo relativista.
Cito la conferencia porque me parece muy interesante para ver cómo el problema
de Galileo con la Iglesia todavía no está del todo resuelto. Dice el cardenal Ratzinger:
“Si ambas esferas de conocimiento [la religiosa y la científica] se
distinguen entre sí en sus respectivas facetas, reconociendo ambas sus
límites y sus derechos, entonces el juicio sintético del filósofo agnóstico
Paul Feyerabend aparece mucho más drástico. [Y acá Ratzinger cita a
Feyerabend] Escribe: "La Iglesia en tiempo de Galileo fue mucho más fiel a
la razón que el mismo Galileo, y también tuvo en cuenta las consecuencias

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éticas y sociales de la doctrina de Galileo. Su veredicto contra Galileo fue
racional y justo, y el revisionismo puede ser solamente legitimado por un
oportunismo político”.”

Sigue diciendo Ratzinger:


“Según Ernst Bloch el sistema heliocéntrico -lo mismo que el geocéntrico-
están fundados en presupuestos que no pueden ser probados empíricamente.
Entre ellos un papel muy importante juega la afirmación de la existencia de
un espacio absoluto, opinión que ha sido cancelada por la Teoría de la
Relatividad”.

O sea que Ratzinger justifica la condena a Galileo desde la Teoría de la


Relatividad.
“Desde el punto de vista de las consecuencias concretas del punto de
inflexión que Galileo representa, C. F. Weizsaecker da un paso adelante
[dice Ratzinger] cuando él identifica "un camino muy directo" que va desde
Galileo a la bomba atómica”.”

Estas declaraciones de Ratzinger hicieron que en el año 2008 profesores y


alumnos de La Sapienza —que era donde fue dada esta conferencia— eviten mediante
una protesta que el ahora Papa Benedicto XVI dicte otra conferencia en la misma
universidad, declarándolo persona no grata.
Así que la cuestión de la Iglesia con Galileo no está saldada.
Bueno, seguimos con la biografía. En 1637, a los 41 años, Descartes publica el
Discurso del método.
Estudiante: Perdón, ¿entonces Descartes está diciendo que él tiene un sistema
heliocéntrico que se deriva de su sistema metafísico?
Profesor: Él no dice que tenga un sistema desarrollado. Lo que dice es que desde
los principios de su método está justificada una visión heliocéntrica o, por lo menos,
una visión donde la Tierra se mueva. Y que esa es una visión coincidente con la de
Galileo, que está siendo condenado. Por esta razón dice que no publica El mundo.
Estudiante: ¿Pero está el manuscrito de eso?
Profesor: El Mundo o el Tratado de la Luz (que es la misma obra) está publicado.
Descartes tiene una cosmología desarrollada (que también está expuesta en el Discurso

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y en los Principios), pero lo que más investigó son las cuestiones fisiológicas o al
menos es en ese área donde se reconoce más su innovación. Todo el tema cosmológico
de esta época uno lo relaciona más directamente con Galileo, que fue quien se dedicó
específicamente a investigar esas cuestiones de manera empírica.
Entonces, decíamos que en 1637 publica el Discurso del método. Lo publica en
francés y de modo anónimo —recién 6 años después va a ser publicado en latín. Sobre
esta cuestión de publicar en francés vamos a volver después porque tiene un significado,
en el sentido de suponer una concepción universalista de la razón.
El Discurso, básicamente, sistematiza las reglas del método tal como estaban EL DISCURSO DEL
METODO:
-sistematica las reglas
esbozadas en las Reglas para la dirección del espíritu; en segundo lugar, resume los del metodo que estaban
esbozadas en REGLAS
rasgos principales de la fisiología mecanicista que había desarrollado en el Tratado del -resume los rasgos
principales de la
Hombre (que era parte del tratado no publicado El mundo). Y, por otro lado, anticipa las fisiologica mecanicista
qe estaba en el Tratado
del Hombre
líneas generales de la metafísica desarrollada en las Meditaciones metafísicas. Descartes -anticipa las lineas de la
metafisica desarrollada
mismo dice en una carta que las Meditaciones metafísicas no son más que una en Meditaaciones

ampliación de la parte IV del Discurso del método.


Entonces, a pesar de haber sido publicada anónimamente, esta obra le da un
renombre, lo hace conocido, y ya en 1640 su filosofía era enseñada en universidades
holandesas.
En 1641 publica, ahora en latín, las Meditaciones metafísicas (Meditationes de
prima philosophia); las cuales somete, primero, al examen de doctos (doctores de la
Facultad de Teología de París, La Sorbonne y otros a los que se las envía previamente a
la publicación), de modo que, al ser publicadas, ya incluían las objeciones de Hobbes,
Arnauld, Gassendi y Mersenne junto con las respuestas de Descartes.
Las Meditaciones metafísicas están dedicadas al decano y a los doctores de la
Facultad de Teología de París (Sorbona). La Dedicatoria las presenta como, cito:
“Una demostración racional o filosófica de las verdades reveladas en las
Escrituras, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios, para convencer
a los impíos e infieles.”

Sin embargo, a pesar de que esta obra se presenta de una manera muy
condescendiente, no tiene el efecto pretendido porque es una obra muy controvertida
entre los aristotélicos, al punto de que se consigue que, en 1634, el consejo de Utrecht
condene a Descartes por ateísmo y pelagianismo. Pero sus amigos consiguen que el
príncipe de Orange detenga la persecución.

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Como vamos a ver después, las Meditaciones metafísicas elaboran la metafísica
cartesiana. Hay una primera parte de la producción cartesiana que es más metodológica
(que fue elaborada en las obras anteriores) y hay un problema en torno a qué función
cumple esta metafísica en relación con el método. Algunos intérpretes dicen que la
metafísica está subordinada al método; otros dicen que el método ya supone la
metafísica. Así que hay toda una discusión entre los intérpretes. De cualquier manera (si
bien vamos a ver este problema que tiene que ver con la relación entre las Meditaciones
y las obras anteriores), me interesa ver también el problema que da lugar a la obra En La sexta Meditacion,
Descarte ´plantea el
posterior (posterior a las Meditaciones) de Descartes, que es la cuestión de la relación dualismo sustancial
-pero posteriormente en
LAS PASIONES DEL
del alma con el cuerpo que está esbozada en la Sexta Meditación. Porque, después de ALMA (sobre todo en
correspondencia con la
haber planteado el dualismo sustancial en las Meditaciones metafísicas, Descartes va a princepa Elizabeth)
vuelve sobre el tema de
decir que, a pesar de que hay dos sustancia absolutamente heterogéneas, el ser humano la relacion cuerpo-alma
pero establece que a
pesar de que son dos
es un compuesto de alma y cuerpo y que el movimiento de un brazo, o el dolor, o las sustnacias heterogeneas,
el ser humano esta
pasiones, o la percepción de los colores manifiestan la interacción del alma con el compuesto por alma y
cuerpo
cuerpo.
Para Descartes, esto no resulta tan problemático hasta que es advertido de ello por
la princesa Elizabeth (o Isabel de Bohemia) en una de sus cartas. Allí le pide que le
explique un poco mejor qué es lo que quiere decir con esto de que hay dos sustancias
que son absolutamente heterogéneas, una es material, la otra inmaterial, y que, sin
embargo, interactúan causalmente entre sí. Entonces, Descartes comienza a esbozar
respuestas a esta cuestión planteada por la princesa Elizabeth. Descartes mantiene esta
correspondencia con Elizabeth hasta el final y, de hecho, le dedica Los principios de la
filosofía, una obra de 1644. La última obra de Descartes son las Pasiones del Alma que,
justamente, estaría suscitada por esta problemática de la interacción alma-cuerpo
(respecto de la cual lo advierte Elizabeth), porque las pasiones son un efecto del cuerpo
en el alma.
Bueno, como dije, en lo que sigue yo voy a hacer un recorrido por la obra
cartesiana comenzando por el tema del método; luego, voy a pasar al tema metafísico y,
finalmente, me voy a concentrar en el tema de la interacción alma-cuerpo, habiendo
visto antes cuál era la idea de la fisiología mecanicista que Descartes había desarrollado
en el Tratado del hombre (pero que ya tenía en mente desde las Reglas). Así que, ya
habiendo pasado por este resumen biográfico, voy a pasar a las cuestiones temáticas o
problemáticas.

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En primer lugar, quería volver sobre la cuestión de que Descartes publicó el DISCURSO DEL
METODO:
Discurso del método —su primera obra publicada— en francés y que este gesto de Tema sobre la
universalizacion del
saber en relacion con el
publicarla en francés dice algo acerca de su concepción de la razón. Les decía que este concepto de la razon en
Descartes: la razon es
gesto tiene que ver con que, para Descartes, la razón es universal, y tiene que ver con universal
-la razon es de todos
una especie de democratización del saber. Esto de la “democratización del saber” uno lo porque es innata (en
conexion con Platon.
establece que el esclavo
puede asociar, directamente, con los principios de la Modernidad; por ejemplo, un siglo tambien puede aprender,
en tanto puede hacer un
antes, Lutero había traducido el Nuevo testamento a una lengua vernácula, el alemán. razonamiento
geometrico sin haber
Con lo cual, hacía que el texto estuviera disponible para el pueblo (por decirlo así) y, de aprendido geometria. De
ahi que aprender es
recordar)
esa manera, se sorteaba la autoridad de una única interpretación. Entonces, Descartes
tiene uno de estos gestos típicos de principios de la Modernidad de hacer accesible el
saber más allá de los límites de una élite. Dice Descartes:
“Escribo en francés, que es la lengua de mi país, y no en latín, que es la de
mis preceptores, porque espero que los que se sirven pura y simplemente de
su razón natural juzgarán mejor de mis opiniones que los que sólo creen en
los libros antiguos; y en cuanto a los que unen el buen sentido [la razón] con
el estudio, únicos a quienes deseo como jueces, estoy seguro que no tendrán
tanta parcialidad por el latín que se nieguen a escuchar mis razones porque
las exprese en lengua vulgar”.

Y dice también que: “el buen sentido es la cosa mejor repartida del mundo”
Estudiante: ¿Eso está en el Discurso del método?
Profesor: Sí, “el buen sentido es la cosa mejor repartida del mundo” es la frase
con la que se abre el Discurso del método. El párrafo anterior está en la parte sexta.
Esto de que Descartes pensaba realmente que la razón era universal puede verse
en el mismo hecho de haber mantenido esta correspondencia con Elizabeth, que era algo
llamativo en ese contexto epocal. Descartes también dice que publicó el Discurso del
método en francés para que también pudieran acceder a su obra las mujeres, que estaban
excluidas de los ámbitos académicos. Incluso, juzgaba a las mujeres más inteligentes y
aptas para la filosofía que los hombres (esto está en carta a Vatier, de 1638).
Este gesto de publicar en francés —que, como les digo, tiene que ver con una idea
universalista de la razón— uno lo relaciona, inmediatamente, con la herencia platónica.
Uno piensa en Platón mostrándole a Menón que su esclavo podía hacer un razonamiento
geométrico, aún sin haber aprendido nunca geometría, sirviéndose solamente de su
razón: la razón sería común a “todos”.

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Dicho esto, para nosotros, el hecho de pensar que la razón es, por sí misma, una
especie de garantía de democracia e igualdad nos puede despertar alguna suspicacia.
Más si recordamos que Platón pensó la razón como algo que tenía el eslavo pero, en
última instancia, el que debía gobernar la pólis era el filósofo, que era el que más
ejercitaba la razón (esto es ya una opinión o interpretación personal, pero también
quiero decir algo de lo que me parece). La razón, si bien tiene esta pretensión
universalista e igualitaria, desde que surgió en la Grecia clásica, apareció calificando
internamente a quien usa más la razón y también a quien no la tiene, porque también
hay excluidos. Entonces, a esta altura, uno ve esta pretensión universalista con algo de
sospecha. Para dejar el tema de la sofocracia platónica, en la Política, dice Aristóteles:
“Quien manda deba poseer en grado de perfección la virtud intelectual”

O sea, hay un orden natural de jerarquía que está establecido por el uso de la
razón.
“El libre manda al esclavo, el macho a la hembra y el varón al niño [...]. El
esclavo no tiene en absoluto la facultad deliberativa; la hembra la tiene, pero
ineficaz, y el niño la tiene, pero imperfecta.”

De modo que la participación universal de la razón, a la vez, jerarquiza y califica a


quienes participan más o menos de ella. Ahora, en relación con Descartes, uno puede
pensar qué tipo de jerarquía puede estar en juego ahora que ya se está en una época muy
distinta respecto de la Antigüedad. Uno puede pensar que ciertas desigualdades
humanas están muy transformadas en la época de Descartes respecto de la Antigüedad
quizás —como alguno dijo—por el influjo del cristianismo. San Pablo escribió:
“Ya no hay esclavo ni libre, varón ni mujer porque todos somos uno en Cristo
Jesús”.

Otros historiadores dicen que, quizás, fueron los avances tecnológicos los que más
tuvieron que ver en lograr una cierta igualdad, en el sentido de la abolición muy
paulatina de la esclavitud. De hecho, hay un historiador de la ciencia —y acá cito a
Canguilhem— que dice que:
“la aparición de la herradura o de la collera [un dispositivo de los animales de
carga] hicieron más por la liberación de los esclavos que la prédica cristiana”.

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Esa es otra opinión. Ahora, sea como sea, en la época de Descartes, si bien ciertas
desigualdades sociales pudieron haber cambiado, lo que es cierto es que esta idea de la
razón tiene también una connotación política si se quiere, la de marcar una jerarquía en
relación con quienes participan (o no) de la razón. Lo que se acentúa claramente en la
Modernidad es una aplicación de la razón que los griegos no habían desarrollado tanto,
que es la del dominio de la naturaleza por medio de la técnica. Por lo cual, cuando
Descartes habla de la razón como “propia de todos”, sin embargo, está negando que
todos los seres vivos participen de la razón. Dice en una carta a Morus (quien le había
reprochado acerca de su idea de que los animales no tienen alma):
“Mi opinión no es tan cruel respecto de las bestias como piadosa respecto de
los hombres, liberados ahora de las supersticiones de los pitagóricos [con
esto se refiere a la trasmigración de las almas o a la reencarnación, que
permitiría que un animal pudiera tener un alma que antes fue de un
humano], pues ella los absuelve de toda falta toda vez que comen o matan
animales”.

Esta es una carta a Morus, del 21 de febrero de 1649, citada por Canguilhem en un
artículo que se llama “Máquina y organismo”, contenido en El conocimiento de la vida.
Canguilhem comenta esto diciendo:
“Descartes hizo con el animal lo que Aristóteles había hecho con el
esclavo: lo desvaloriza para justificar que el hombre lo utilice como
instrumento”

Entonces, continuando, para Descartes la razón es universalmente humana e


innata. Este innatismo también es de herencia platónica. En el Menón, Platón decía que
el esclavo podía hacer un razonamiento geométrico, aun sin haber aprendido geometría,
porque la razón era innata. Es decir, el esclavo sabía geometría antes de nacer, había
visto las ideas, pero había pasado por el río del olvido. De manera que “aprender”, en
realidad, es “recordar”. El esclavo recuerda algo que sabía antes de nacer (anámnesis).

Descartes tiene esta misma idea platónica de que la razón es innata y lo expresa en
la Regla IV, diciendo:

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"Muchísimas veces vemos que aquellos que nunca se han dedicado al
cultivo de las letras juzgan mucho más firme y claramente sobre cuanto les
sale al paso que los que continuamente han residido en las escuelas [...] pues
tiene la mente humana no sé qué de divino, en donde las primeras semillas
de pensamientos útiles han sido arrojadas de tal modo que con frecuencia,
aun descuidadas y ahogadas por estudios contrarios producen un fruto
espontáneo; [...] ciertas primeras semillas de verdades impresas por la
naturaleza en el espíritu humano, y que ahogamos en nosotros leyendo y
oyendo cada día tantos y tan diversos errores"

O sea que la educación adquirida, en este caso, aparece como una especie de
obstáculo para la razón. Esto se ve bien cuando dice: “ciertas primeras semillas de
verdades impresas por la naturaleza en el espíritu humano, y que ahogamos en nosotros
leyendo y oyendo cada día tantos y tan diversos errores"

También dice Descartes en las Reglas: "Las ideas innatas no son algo distinto de
la facultad de pensar"

Ahora, habiendo marcado a vuelo de pájaro estas filiaciones entre esta idea de la Pero en las REGLAS,
Descartes intenta poner
distancia con respecto a
razón cartesiana y la herencia antigua, no es menos cierto que, en las Reglas, Descartes la tradicion clasica y
establece que aquella ha
se define a sí mismo como rompiendo con la tradición antigua, en la medida en la que priorizado los
problemas metafisicos y
esta razón es calificada claramente como subjetiva o, por lo menos, prima la cuestión ontologicos, en lugar de
la cuestion
gnoseologica o
subjetiva o gnoseológica. Descartes se describe a sí mismo en contraste con lo anterior, subjetiva

priorizando el problema del conocimiento respecto de los problemas metafísicos u


ontológicos, y en este punto se ve contrastando tanto con Platón como con Aristóteles.
Dice en las Reglas:

“En verdad, nada puede ser más útil aquí que investigar qué es el
conocimiento humano y hasta dónde se extiende. Por el contrario, nada me
parece más absurdo que disputar osadamente sobre los misterios de la
naturaleza, sobre la influencia de los cielos en nuestra tierra, sobre la
predicción del porvenir y otras cosas semejantes como hacen muchos, y no
haber sin embargo indagado nunca si la razón humana es capaz de
descubrirlas.”

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Es verdad que en la tradición antigua también podemos encontrar este “giro
subjetivista” —como habrán visto con los cirenaicos o los escépticos— pero esto no
quita que Descartes se vea a sí mismo como contrastando al menos con las teorías más
dogmáticas de la antigüedad.
Marca del "giro subjetivista"
“Y no debe parecer arduo o difícil determinar los límites del espíritu que en Descartes

sentimos en nosotros mismos, puesto que muchas veces no dudamos en


juzgar incluso de aquellas cosas que están fuera de nosotros y nos son muy
ajenas”.

En esta última oración, se lee un “giro subjetivista”, desde las cosas hacia el yo
que conoce y desde afuera hasta adentro. Por eso, en sus Reglas dice que, primero,
tenemos que referirnos “a nosotros que somos capaces de conocimiento” y luego, en
una segunda parte, nos referiremos “a las cosas mismas que pueden ser conocidas”.
Entonces, primero va a distinguir facultades de conocimiento y, luego, “se ha de pasar a
las cosas mismas que tan sólo deben ser consideradas en la medida en que tienen
relación con el entendimiento”.

Estudiante: (Inaudible).

Profesor: Esto está en la Regla XII. Las reglas, supuestamente, van a plantear un
método para la ciencia universal (la Mathesis Universalis); o sea, un conocimiento de
todo lo que hay. Esto estaría en las primeras doce reglas. Después seguirán doce reglas
más, que tratarían sobre los problemas perfectos, que son la aplicación del método a
problemas matemáticos, geométricos. Estos problemas, básicamente, consistirían en una
deducción. O sea, las soluciones de los problemas están, de alguna manera, contenidas
en las premisas. Los problemas imperfectos, serían desarrollados en otras doce reglas
(que nunca fueron escritas) y serían la aplicación del método a problemas para los
cuales no es suficiente encerrarse a pensar sino que es necesaria la experiencia, en el
sentido de experimentación. Serían problemas empíricos.

En varias instancias de las Reglas, Descartes subraya esta prioridad del


conocimiento respecto de los problemas metafísicos u ontológicos. En primer lugar,
dice que hay que conocer el método del conocimiento, las facultades del conocimiento
para, después, poder hablar de lo que hay. No se puede pensar, al modo de Platón en el
paradigma de la línea, que tenía “regiones del ser”, por así decir, de los cuales se
deducen modos de conocimiento apropiados; y tampoco al modo de Aristóteles, donde

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uno puede ver que, de acuerdo al lugar ocupado en la escala de la naturaleza, hay un
modo de conocimiento específico. En estos casos, uno puede ver —y es una
interpretación muy clásica— la gnoseología subordinada a la ontología. Descartes está
diciendo: “¡No!, hay que empezar por la gnoseología. Respecto de Aristóteles, lo dice
claramente cuando dice que se opone explícitamente a la clasificación de las cosas en
categorías, para decir que hay que disponerlas en series. Dice en la Regla VI:

“Todas las cosas pueden ser dispuestas en series, no sin duda en cuanto se
refieren a algún género del ente, como las dividieron los filósofos conforme
a sus categorías, sino en cuanto pueden conocerse unas a partir de otras”

O sea, las cosas tienen que ser vistas en el orden en que son conocidas y no El hecho de apartarse de
la tradicion se ve
dispuestas en categorías. Ustedes recordarán que en las Meditaciones metafísicas, dice: remarcado por el hecho
de que no quiere pensar
con categorias del ser,
“Pienso, luego existo. Ahora, ¿qué soy? ¿Soy un hombre, un animal racional? ¡No! Eso sino del orden del
concimiento
son categorías antiguas”. O sea, eso es pensar en términos de género y especie pero son
términos no aclarados; en el orden en que yo me conozco, sólo puedo decir que soy
pensamiento. O sea, no tengo que pensar en términos de la tradición que son,
primariamente, categorías ontológicas, sino en el orden del conocimiento (ordo
cognoscendi) y no en el orden del ser.

Estudiante: El método sería el resultado de la gnoseología. La sistematización ya


presupone un orden.

Profesor: ¿Y qué entendés por “gnoseología” ahí? ¿Vos decís que el método
sería una sistematización de la gnoseología?

Estudiante: yo creo que sí.

Profesor: ¿Y por “gnoseología” entendés como una cuestión de clasificación de


facultades de conocimiento?

Estudiante: No sé si lo especificaría tanto.

Profesor: Bueno... La verdad, yo no llego a distinguir tanto la cuestión del


método de la cuestión gnoseológica. La prioridad del método parece ser —según
Descartes mismo plantea— también una cuestión de priorizar la gnoseología y no
subordinarla a ciertas categorías preestablecidas acerca de lo que hay.

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Bueno, vamos a ver el tema de las matemáticas. El primer tema que aparece
tanto en las Reglas como en el Discurso del método es el tema de la unidad de las
ciencias. Es decir, el conocimiento es pensado de manera orgánica, unitaria, mediante
una idea “matematicista” de la razón.

En la primera regla se observa que la necesidad de especialización, que es


propia de los saberes prácticos, hace pensar que también los saberes teóricos deberían
especializarse. Descartes dice que quien quiere tocar el piano tiene que especializarse
en tocar el piano, y eso no tiene nada que ver con saber jardinería, por ejemplo.
Entonces, en los saberes prácticos es necesaria la especialización. Pero en los saberes
teóricos hay una sola facultad de conocer, que es la razón, y por lo tanto, no se trata de
especializarse del mismo modo que con los saberes prácticos, sino que solamente hay
que entender el modo en que funciona la razón. Y una vez entendido este modo —que
va a ser conocer cuáles son los elementos de la razón y el modo de combinarlos—
vamos a tener el conocimiento de todo.

Entonces, tenemos la razón, que es la única facultad de conocimiento y, si


seguimos el orden, es decir, si nos atenemos a un método, vamos a ir de un
conocimiento a otro de manera de desarrollar una ciencia universal, una Mathesis
Universalis.

Esta idea de la Mathesis Universalis (o ciencia acerca de todo), que tiene un El tema del
conocimiento de todo,
de la Mathesis
método modelado sobre el método matemático, aparecía esbozado en el sueño de Universalis, es con tener
un metodo modelado
Descartes que ya les mencioné, en el que había soñado con un diccionario. Recuerdan sobre el metodo
matematico
que les dije que Descartes mismo había entendido que este sueño le había dado la idea -Galileo decia que el
libro de la naturaleza
esta escrito en
de que habría ciertos elementos, que siguiendo ciertas reglas de combinación, nos caracteres matematicos
-esto se relacion con la
pueden dar como resultado absolutamente todo. En el caso del diccionario, los idea de leer del libro del
mundo, con lo cual si se
elementos (las palabras) nos pueden dar todo el lenguaje y, en el caso del mundo, si tienen los elementos
minimos, en cmbinacion
dan como resultado todo
combinamos ciertos elementos simples podemos obtener todo lo real. lo real

Esta idea, esta metáfora del mundo como libro es una idea que ya aparece en
Galileo, que dijo “el libro de la naturaleza está escrito en caracteres matemáticos”. Y
también era una idea que había sido conocida en el Renacimiento y en la Edad Media.
Ahora, lo interesante es ver en qué sentido, tanto Galileo como Descartes, le dan un giro
a esta idea del libro de la naturaleza. Galileo (antes que Descartes) dijo:

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“La filosofía está escrita en ese libro enorme que tenemos continuamente
abierto delante de nuestros ojos [el universo], pero que no puede entenderse
si no aprendemos primero a comprender la lengua y a conocer los caracteres
con que se ha escrito. El libro de la naturaleza está escrito en lengua
matemática, y los caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geomé-
tricas sin los cuales es humanamente imposible entender una palabra; sin
ellos se deambula en vano por un laberinto oscuro”

Como les decía, la imagen del libro del mundo tenía ya una larga historia antes
de Galileo, desde los filósofos de Edad Media hasta Nicolás de Cusa y Montaigne, y la
utilizaban contemporáneos de Galileo como Francis Bacon y Tommaso Campanella. En
los poemas de Campanella, hay un soneto que dice:

“El mundo es un libro donde la razón eterna escribe sus propios conceptos”.

Ahora, en esta reseña a grandes rasgos de la cuestión de la metáfora naturaleza-


libro, quizás se pasa por alto que hay una diferencia. En el caso de la cita de Campane-
lla, la analogía se da entre el mundo y el libro, mientras que en el caso de Galileo hay
una referencia a los caracteres con los que está escrito el libro del mundo. Galileo es
conciente de la innovación que está proponiendo respecto de esta idea, cuando está
pensando que el libro está escrito con caracteres matemáticos y no que, simplemente,
hay una homología muy laxa entre mundo y libro. Dice Galileo:

“Los que todavía me contradicen son algunos defensores severos de todas


las minucias peripatéticas, quienes, por lo que puedo entender, han sido
educados y alimentados desde la primera infancia de sus estudios en la
opinión de que filosofar no es ni puede ser sino una gran práctica de los tex-
tos de Aristóteles, de modo que puedan juntarse muchos rápidamente aquí y
allá y ensamblarlos para probar cualquier problema que se plantee, y no
quieren alzar los ojos de esas páginas, como si el gran libro del mundo no
hubiera sido escrito por la naturaleza para que lo lean otras personas además
de Aristóteles, cuyos ojos habrían visto por toda la posteridad. Los que se
inclinan ante esas leyes tan estrictas [que serían los escolásticos] me
recuerdan ciertas constricciones a que se someten, a veces por juego, los
pintores caprichosos cuando quieren representar un rostro humano, u otras
figuras, ensamblando ya únicamente herramientas agrícolas, ya frutos, ya

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flores de una u otra estación, extravagancias que, propuestas como juego,
son bellas y agradables y demuestran el gran talento del artista pero que si
alguien, tal vez por haber dedicado todos sus estudios a esta manera de
pintar, quisiera sacar de ello una conclusión universal diciendo que
cualquier otra manera de imitar es imperfecta y criticable, seguramente el
señor Cigoli y los otros pintores ilustres se reirían de él”.

Lo que está haciendo Galileo es comparar a los filósofos escolásticos de su tiempo Galileo criticaba a los
aristotelicos de su epoca,
con un pintor que, quizás ustedes conocen, Arcimboldo, que pintaba rostros que tomaban objetos o
conceptos ya hechos para
analizar la realidad
combinando frutas y verduras, más que nada. Galileo dice que los aristotélicos están -ejemplo de eso es el
pintor Arcimboldo, que
pensando en armar la pintura del mundo con elementos ya hechos, que son los pintaba rostros
combinando frutas y
conceptos aristotélicos; es como si quisieran armar la imagen del universo tomando verduras
Galileo se opone a esto
pedazos ya hechos, tal como hace Arcimboldo con las frutas. Él dice, “¡no!, hay que ir a
los caracteres mínimos y no tomar estos conceptos o estos objetos ya hechos y
combinarlos.”

Galileo se ve como poniendo el acento en el tema de los caracteres del mundo,


que son caracteres matemáticos. En ese punto, se ve como oponiéndose a la filosofía
escolástica que tomaba las categorías ontológicas preformadas que le venían de la
tradición. Entonces, la aportación más nueva de Galileo a la metáfora del libro del
mundo es la atención a su alfabeto especial, a los “caracteres con que se ha escrito”.

Dice Galileo en un diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo:

“Tengo un librito, mucho más breve que los de Aristóteles y Ovidio, en el


que están contenidas todas las ciencias y cualquiera puede, con poquísimo
estudio, formarse de él una idea perfecta: es el alfabeto; y no hay duda de
que quien sepa acoplar y ordenar esta y aquella vocal con esta o aquella
consonante obtendrá las respuestas más verdaderas a todas sus dudas y
extraerá enseñanzas de todas las ciencias y todas las artes, justamente de la
misma manera en que el pintor, a partir de los diferentes colores primarios
de su paleta y juntando un poco de éste con un poco de aquél y del otro,
consigue representar hombres, plantas, edificios, pájaros, peces. En una
palabra, imitar todos los objetos visibles sin que haya en su paleta ni ojos, ni
plumas, ni escamas, ni hojas, ni guijarros: más aún, es necesario que
ninguna de las cosas que han de imitarse, o parte de alguna de esas cosas, se

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encuentre efectivamente entre los colores, si se quiere representar con esos
colores todas las cosas, que si las hubiera, plumas por ejemplo, no servirían
sino para pintar pájaros o plumajes”.

O sea, si en la paleta, en lugar de tener los colores tuviera unas plumas, solamente
podría pintar un pájaro, pero si tiene colores, puede pintar todo el mundo. Entonces, la
idea es que si analizamos el mundo en sus elementos más simples —que son
matemáticos, dice Galileo, y dirá Descartes también—, podemos reconstruir todo el
mundo.

En este pasaje de Galileo, en la metáfora del pintor aparecen los elementos


mínimos. Y esto es algo que Galileo quería contrastar con Arcimboldo: acá el pintor no
toma elementos preformados y hace un collage, sino que toma los colores. Ahora, esto
va en contra de una idea de Galileo y también de Descartes, que era que los elementos
mínimos son matematizables, son cuantificables. Pero, justamente, los colores no son
uno de estos elementos simples, porque no son cuantificables. Ahora, este ejemplo del
pintor de Galileo lo tienen que tomar como lo que es, una metáfora general que no hay
que confundir con la referencia textual a los colores, que justamente no son esos
elementos simples de los que está hecho el mundo.

Lo mismo va a pasar en la Primera Meditación, cuando Descartes hable de que en En la primera


meditacion, Descartes
los sueños puede haber algunos elementos simples que el sueño comparte con la vigilia: toma una actitud similar
a la de Galileo y utiliza
el ejemplo de la pintra,
“esté dormido o despierto, 2 + 3 son 5”. Eso es lo que dice y, para decirlo, lo compara especificamente el caso
de los colores, para decir
con el caso de la pintura y, justamente, utiliza el caso de los colores. Dice: “lo mismo que no son parte de la
estructura de la realidad
que la pintura, que es una representación de cosas que, quizás, no están en la realidad
(como un centauro); sin embargo, entre la pintura fantástica y la realidad, hay elementos
en común (que serían la figura, la forma, los elementos cuantificables)”. No obstante,
Descartes y Galileo ponen los colores como ejemplo metafórico de estos elementos
simples en estos textos; pero los colores, justamente, no son parte de la estructura real
del mundo para ninguno de los dos.

Estudiante: Los elementos serían simples.

Profesor: Sí, pero los colores no son elementos simples. Les comento este punto
para que no se confunda la metáfora que utilizan con lo que quieren decir en realidad.
Y, aparte me llamó la atención porque, cuando Descartes habla de la pintura en la

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Meditación Primera, parece estar haciendo una alusión directa a este texto de Galileo
que menciona a los colores como elementos simples. Así que me pareció que podía
adelantar y comentar este tema.

Bueno, la Mathesis Universalis (que sería esta ciencia universal) no es lo mismo


que las matemáticas, sino una ciencia que tiene la indubitabilidad de las matemáticas
por compartir su método, pero que explica absolutamente todas las cosas a partir de
unos pocos principios simples y reglas.

La definición de Descartes de las Reglas dice:

"Debe haber una cierta ciencia general que explique todo lo que puede
buscarse acerca del orden y la medida no adscrito a una materia especial, y
que es llamada [esta ciencia general] Mathesis Universalis, ya que en ésta se
contiene todo aquello por lo que las otras ciencias son llamadas partes de las
matemáticas".

Y agrega:
“Es un "arte" que muchos filósofos conocieron pero en vez de mostrarlo,
sólo mostraron algunos resultados.

Como les dije, esto aludiría al orden y la medida que se aplican a todo, a los
números, a la música, a los astros, etc.
Bueno, está esta idea de una unidad de las ciencias basada en una matematización
del mundo, o sea, basada en la idea de que la realidad está hecha de elementos simples
que deben combinarse de acuerdo a ciertas reglas para, de esa manera, obtener un
conocimiento acerca de todo.
Estudiante: El hecho de poner la matemática como una especie de fundamento,
¿llevaría a pensar que, para Descartes, la matemática había alcanzado una madurez tan
plena que ya era capaz de explicar todo?
Profesor: Lo que dice es que, comparada con la filosofía (donde todo el mundo se
la pasa discutiendo cuestiones y nadie tiene un criterio para resolverlas), en la
matemática parece haber cosas que son seguras para siempre, como que 2 + 2 es 4.
Entonces, tenemos que tratar de aplicar el mismo método que tiene la matemática. Él
tiene la idea de poder obtener un conocimientos definitivo acerca de todo. Y ese

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conocimiento puede obtenerse porque la realidad —según Descartes—tiene una
estructura matemática.

Por eso tiene estas declaraciones tan osadas de que va a vivir 500 años por
ejemplo, porque él piensa realmente que va a descubrir la verdad en el caso del cuerpo
humano. Porque, finalmente, la medicina —como dice él— es una parte de la mecánica:
la mecánica es parte de la física; “y toda mi física no es sino matemática”, dice
Descartes. Así que nada más se trata de ver cómo encuadramos lo que vemos en lo que
sabemos que existe, en estos átomos de evidencia, en los elementos simples con las
reglas de combinación.

Ahora, en comparación con el empirismo de Bacon (que era de la misma época),


Descartes no piensa que va a haber un conocimiento que va a ser cada vez más
aproximado logrando por inducción leyes cada vez más generales. Él tiene una idea de
la matemática en la que las ideas matemáticas son –por así decir- ideas de Dios. O sea,
no creo que piense en un progreso real de la matemática, porque las ideas matemáticas
están pensadas para siempre en la mente de Dios. Lo único que falta es que nosotros las
repliquemos.

Estudiante: Tiene que ver con que sería algo perfecto, por eso se lo relaciona con
Dios.

Profesor: Descartes pensaba que la razón es eterna. Dios es el garante de la


racionalidad, digamos.

Bueno, decíamos que la Mathesis Universalis no es lo mismo que las


La Mathesis Universalis
entonces tiene el
matemáticas, pero que tiene la indubitabilidad de las matemáticas por compartir su caracter indubitable de
las matematicas, en
método. Entonces, el método de la Mathesis Universalis (que sería el método tanto comparte su
metodo
matemático aplicado al conocimiento de todo) es definido en la Regla IV de la siguiente
manera:

"Entiendo por método ciertas reglas ciertas y fáciles cuya exacta E, metodo es definido como
un conjunto de reglas que no
permiten tomar como
observancia permite que nadie tome nunca como verdadero nada falso" verdadero algo falso
-el metodo prepara el objeto
para ser conocido con certeza
Entonces, el método son ciertas reglas que permiten que nadie tome como
e indubitabilidad

verdadero nada falso. Lo que hace el método, según esta definición, es como
preconcebir el objeto, preparar el objeto. El objeto del conocimiento tiene que ser algo
que sea conocido con certeza e indubitabilidad. O sea que, de alguna manera, si no
podemos saber algo con certeza e indubitabilidad, entonces ese algo no va a ser un

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objeto de conocimiento posible. En ese sentido, el método encauza el rumbo del
conocimiento y prepara o pre-condiciona el objeto, por decirlo así.

De todas las ciencias, "sólo la aritmética y la geometría tienen un objeto tal como El metodo matematico
es el elegido por su falta
lo requerimos", porque en ellas no hay la diversidad de opiniones y falta de criterios de diversidad de
opiniones y criterios
para dirimirlas que hay en las otras ciencias. Esta es una razón para adoptar el método para dirimirlas, como
hay en otras ciencias
de las matemáticas para la resolución de todos los problemas, no solamente de los
problemas matemáticos, sino de los imperfectos.
Entonces, según lo que estoy diciendo, parecería que habría que extender el Sin embargo, pareciera
existir el riesgo de
conocimiento matemático a todo; pero ¿en qué sentido? ¿En qué sentido esta ciencia considerar a la ciencia
universal como una
extension de la
universal sería una extensión de la matemática? matematica

Ahora, en Descartes, vemos que hay declaraciones que podrían llevarnos a pensar en un
matematicismo, como que todo el conocimiento se podría deducir. Y, por otro lado, Ahi se abre la brecha
entre considear que
tenemos afirmaciones muy tajantes en el sentido contrario de que es imprescindible la Descartes llegaria a un
matematicismo extremo
o el hecho de que no
experiencia, la experimentación, que no todo se puede deducir. Esto marca un problema puede prescindir de la
experiencia. Entonces,
para interpretar cómo concebía Descartes que se iba a desarrollar esta ciencia universal tenemos dos vertienes:

que comparte el método con la matemática, pero que no consiste únicamente en


matemáticas.
Entonces, por la vertiente matematicista (o racionalista) de Descartes, tenemos 1) vertiente
matematicista: la
matematica no requiere
afirmaciones del tipo: de la experiencia

“La matemática y la geometría son absolutamente exentas de duda “porque


sólo ellas no suponen nada que la experiencia haya mostrado incierto, sino
que consiste solamente en consecuencias deducibles por razonamiento”

Y dice también:
“No acepto principios en física que no hayan sido aceptados también en
matemáticas. Y estos principios bastan en tanto que todos los fenómenos de
la naturaleza pueden explicarse por medio de ellos” [Principios de la
Filosofía]

Y en una carta a Mersenne dice:


“Toda mi física no es sino matemáticas”

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Si fuera así, parecería que todo el conocimiento del mundo puede deducirse. Sin
embargo, dice Descartes –en su “vertiente empirista”- en las Reglas: 2) vertiente empirista: se
requiere de la experiencia
"No se ha de concluir que se han de aprender sólo la aritmética y la porque sino es un vacio

geometría, sino únicamente que aquellos que buscan el recto camino de la


verdad no deben ocuparse de ningún objeto del que no puedan tener una
certeza igual a la de las demostraciones aritméticas y geométricas [...] Pues,
en verdad, nada es más vacío que ocuparse de simples números y figuras
imaginarias, de tal modo que parezca que queremos contentarnos con el
conocimiento de tales bagatelas”.

O sea, ahora el conocimiento matemático aparece como “bagatela” comparado con


la importancia que le atribuye al conocimiento imperfecto, empírico.
“Y no tendría en mucho estas reglas si no sirvieran más que para resolver
vacíos problemas en los que calculistas y geómetras ociosos acostumbran a
distraerse”

Por lo mismo dice que la Lógica (o Dialéctica) vulgar como estudio de las formas
del silogismo debe pasar a la Retórica, porque
“Aquel arte de razonar en nada contribuye al conocimiento de la verdad.
Los dialécticos no pueden formar con su arte ningún silogismo que concluya
en verdad a no ser que posean antes la materia del mismo. Ellos no aprenden
nada nuevo a partir de la forma, y por ello la Dialéctica vulgar es totalmente
inútil para aquellos que desean investigar la verdad de las cosas”

O sea que, paralelamente a esta cuestión de la valorización del método


matemático, que lo lleva a decir que su física equivale a la matemática, dice que no hay
nada más fútil que ocuparse de problemas geométricos; lo más importante es el libro del
mundo, la experiencia (estoy contrastando unas afirmaciones con otras para ver si,
finalmente, podemos llegar a alguna conciliación).
Dice también en las Reglas que quiere separarse de
“aquellos filósofos que, descuidando las experiencias, piensan que la verdad
surgirá de su propio cerebro como Minerva del de Júpiter”.

O sea que, según esta afirmación, no va a deducir todo.

23/48
Estudiante: (Inaudible).
Profesor: Simplemente, está diciendo que su gnoseología no es estrictamente
racionalista o deductiva, que no es únicamente un matematicismo, que hay que
combinar esta idea metodológica de la matemática con la experimentación. Lo que yo
veo es que hay como dos vertientes gnoseológicas que conviven en Descartes. Por un
lado está la vertiente matematicista, racionalista y, por el otro, la empirista. Descartes Pero pareciera que en
realidad a lo que aspira
mismo dice que tienen que combinarse ambas direcciones para obtener conocimiento. Descartes es a que ambas
vertientes se fusionen
Dice:
“Su utilidad [de las reglas] para conseguir una sabiduría más elevada es tan
grande que no temería decir que esta parte de nuestro método no ha sido
inventada por la razón de problemas matemáticos sino, más bien, que estos
deben ser aprendidos casi solamente para cultivar este método”

Y ahí justamente hace referencia, sin decir el nombra, a Platón, para quien las
matemáticas tenían una función solamente propedéutica o preparatoria, como de
acostumbrar la mente a la verdad, pero no consistían en el conocimiento primero o
superior. Así que les está dando un lugar distinto a las matemáticas. En algunos lugares,
parece insinuar que todo podría ser deducido. Pero, como vamos a ver, no todo puede
ser deducido en Descartes.
Para rematar esta compilación de textos de la vertiente empirista de Descartes, hay
una anécdota que cuenta que, cuando un visitante le pide a Descartes que le muestre
cuál es su biblioteca, los libros en los que se inspira, él le señala una res [una vaca] que
tenía en la mesa y le dice: “Ahí está mi biblioteca”. O sea, no está deduciendo el
conocimiento del cuerpo vivo de ningún libro, sino que lo está investigando en la vaca
misma.
Estas referencias son importantes porque afirman que el interés principal de
Descartes era el conocimiento empírico o los problemas imperfectos en los cuales la
solución requiere datos no previsibles a priori.

Estudiante: (Inaudible).

Profesor: No, lo de problemas “imperfectos” es la denominación que utiliza


Descartes en la Regla XII; es lo que serían ciertos problemas que no pueden resolverse
a priori, que no pueden resolverse por simple deducción y que necesitan de la
experimentación. Pero no es un conocimiento infravalorado. En realidad, es todo lo

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contrario porque algunos dicen que es el conocimiento que más le importa. Y la Las dos vertientes
confluirian en las reglas
cuestión es, como vamos a ver cuando veamos las reglas del Método, que él piensa que del Metodo, donde hay
dos movimiento:
hay dos movimientos: uno es desde la experiencia, o los efectos, a las causas y ese sería -uno desde la
experiencia, de los
efectos a las causas: el
un método “inductivo” en un sentido particular del término; y ese movimiento se metodo inductivo (de
aqui sale la segunda
combina con otro que va desde las causas a los efectos y ese sería un método regla: el analisis)
-otro desde las causas a
“deductivo”. Estos dos movimientos se relacionan con los dos movimientos los efectos: el metodo
deductivo (de aqui sale la
tercera regla: la sintesis u
complementarios a los que aluden la segunda y tercera regla del Método, el análisis y la orden)
síntesis u orden. El tema es que en algún punto las dos direcciones tienen que confluir.

Por ejemplo: el problema es el funcionamiento del cuerpo humano, la circulación


de la sangre, digamos. Para resolver eso hay que hacer una observación, tiene que abrir
la res; y la cuestión es ver cómo él puede descomponer eso en elementos simples, que
combinados le den un modelo de lo que eso es. Entonces, tiene que partir de la
experiencia y descomponerla pero a la vez tiene que haber otro movimiento que parta
desde los elementos simples, que ya los tenía anteriormente en la cabeza, para ver cómo
se encuentran las dos cosas. Eso es lo que entiendo que propone Descartes con su
método (combinación de análisis y síntesis).
De todas formas, esto es toda una discusión porque hay algunos intérpretes que
acentúan más el lado racionalista y otros quieren ver más el tema empirista que también
está presente en Descartes. El aspecto racionalista es el privilegiado en la interpretación
más clásica. Lo que quería yo era buscar afirmaciones que, como hice antes, sean muy
extremas en un sentido y otras en sentido opuesto a ver si así podemos, finalmente,
encontrar la conciliación. Porque cuando Descartes dice “toda mi Física no es sino
Matemática” es una afirmación muy extrema; y más si pensamos que la Mecánica era
considerada por él como una parte o un capítulo de la Física. El punto es que si fuera así
entonces todo sería deducible. Pero por otro lado Descartes dice: “yo no soy de esos que
dicen que van a sacar la verdad del mundo de su propio cerebro, yo tengo que ir a abrir
la res ahí afuera para ver qué hay”. Entonces, yo quiero ver cómo es que se combinan
esas dos cosas y en el Método la segunda y tercera regla me parece que tienen que ver
con este movimiento: el movimiento de análisis de buscar los elementos simples, y el de
síntesis que lo que hace es ver cómo lo que experimento se puede explicar a partir de
una combinación de esos elementos simples.
Vamos a hacer un corte acá y seguimos después.

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Segunda Parte

Profesor: bueno, en la primera parte de la clase hice una especie de compilación de


las Reglas y de textos que, por un lado, representaban una vertiente más
“matematicista” (si se quiere) de Descartes, en los que parecía primar el tema deductivo;
y, por otro lado, los textos que responden más a una veta empirista donde Descartes
sostenía que no era posible extraer toda la verdad del universo de la mente sino que era
necesario recurrir a la experiencia, a la experimentación. Entonces, lo que nos faltó fue
tratar de conciliar ambas afirmaciones. Les dije también que estas dos series de
afirmaciones podían relacionarse con lo que son el segundo y el tercer precepto del
Método (correspondientes al análisis y la síntesis).
Si intentamos conciliar los dos grupos de afirmaciones que mencionamos antes
encontramos algunas otras afirmaciones que nos pueden servir en el siguiente sentido:
en el Discurso del método Descartes dice:
Discurso del método (AT VI, 64): “los principios del método son simples y
generales, y los hechos naturales muy numerosos, se podrían deducir de ellos de
muchas maneras.”

El modo en que efectivamente se deducen debe ser constatado empíricamente.

En una carta dice:


Carta a Cleserlier: “(...) en los Principios se muestra que todo este mundo visible
que es todo el objeto de la física, contiene solo una parte de infinitos cuerpos (…)
mientras que el objeto de la matemática los contiene todos”.

Ahí aparece esta idea de que la Física contiene lo efectivamente real, y esto A como debe entenderse
la relacion entre ambas
efectivamente real se encuadra dentro de lo posible, que está predefinido por la vertientes es materia (la
fisica, la induccion) y
forma (la matematica, la
Matemática, pero solamente definido formalmente. Por eso les decía que uno podría ver deduccion)
el tema de la Matemática (orden deductivo) y el tema de la inducción (la experiencia)
como si fueran materia y forma; viendo también como se complementan, porque todo
esto está en Descartes. Decía, en esto que leí, que la Matemática contiene todos los
infinitos cuerpos posibles mientras que la Física contiene sólo una parte, los
efectivamente existentes. Por eso la Matemática los contendría formalmente.
Por ejemplo, en una de las reglas (XIV) dice:

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“Por experto que sea un arquitecto en su arte, es imposible que acabe el edificio
que ha comenzado si los materiales que deben emplearse para ello le faltan”.

Por eso les comparaba el tema de la experiencia con el material que sería aportado
por ella –en esta cita aparece explícitamente como materia-, mientras que la forma –que
predefine lo posible- la posee de antemano el que conoce.

“Y de la misma manera, por perfecto que pueda ser vuestro método no puede
hacer que prosigáis con la explicación de las causas naturales si no tenéis los
experimentos que se requieren para determinar sus efectos”.

Esto es así porque los experimentos aportarían los materiales para el


conocimiento. Para resumir un poco, podríamos decir que el método predetermina lo En el metodo predomina
lo logicamente posible
lógicamente posible pero no lo efectivamente real. De todas formas, esto es algo muy pero no lo efectivamente
real
controvertido. La cosa sería que las ciencias empíricas (física, medicina, astronomía,
biología), tienen que experimentar con hechos y cosas particulares e insertarlos en el
sistema de la ciencia. Esto podría ser una interpretación de cómo se podrían conciliar
estas dos direcciones que pueden parecer medio contradictorias en Descartes: la
Matemática como modelo de toda ciencia y, por otro lado, la imposibilidad de
prescindir de experimentos.
Respecto a este tema ha escrito mucho una profesora mexicana, Laura Benítez.
Escribió sobre el empirismo en Descartes y sobre la relación Descartes-Bacon. El
artículo, del cual les voy a leer un fragmento, se llama “Descartes y Bacon. Aspectos
metodológicos” y allí ella hace una comparación entre estos dos exponentes del
pensamiento de principios de la modernidad. En este artículo ella lo que hace es tratar
de acercarlos porque sostiene que si bien uno representa más al racionalismo y el otro al
empirismo, no están, sin embargo, enfrentados sino que ambos toman la experiencia
como un recurso imprescindible sólo que Bacon apunta a la inducción sistemática por
medio de analogías, desde la colección de casos positivos y negativos hasta llegar a
leyes cada vez más generales, y en Descartes de lo que se trata es de analizar las
experiencias hasta poder conectarlas con cadenas deductivas que sean claras. Y cuando
lo conectamos, en el caso de Descartes, con las ideas claras y distintas extraemos la
forma (o esencia) del fenómeno en cuestión; y esa extracción es para siempre. Lo que
extraemos vendría a ser la verdad eterna acerca de eso que estamos estudiando. En el

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caso de Bacon eso no pasa. Bacon tiene quizás una idea de un posible progreso
indefinido del conocimiento, en donde se puede ir cada vez hacia leyes más generales
pero siempre es un conocimiento aproximado. Dice Laura Benítez:
“Mientras para Descartes lo que subyace a los fenómenos es … la materia como
un conjunto de estructuras básicas, sujetas a leyes inmutables que Dios no puede querer
cambiar una vez decretadas, para Bacon nuestro conocimiento del mundo parte de los
fenómenos y es aproximativo. ... Para Bacon el conocimiento nunca se cierra, no existe
la última palabra en ningún campo, y aunque se puede aspirar a generalizaciones cada
vez más amplias de ningún modo se puede pretender adquirir verdades eternas”.
Estudiante: (inaudible)
Profesor: recuerdo que él dice que los medios que él (Descartes) posee no serían
suficientes, tampoco la vida que posee, para llegar a completar la ciencia. De todas
formas, Descartes piensa que completar el sistema de la ciencia es posible. El tema es
que, por ejemplo, en la matemática vos siempre podés extender el conocimiento –en el
sentido de hacer un cálculo más o derivar una consecuencia nueva de un teorema- pero
los conocimientos que adquiriste los adquiriste para siempre. Lo digo en ese sentido.
Cuando vos descubrís la estructura esencial de algo –por ejemplo la estructura del
cuerpo humano que Descartes cree descubrir con su fisiología mecanicista, que fue algo
que para la época fue muy innovador- es un avance adquirido para siempre, para
Descartes. Lo que Descartes descubrió con el funcionamiento del cuerpo humano, en su
visión, era un avance que permitiría seguir adelante teniendo eso para siempre como
base. Él decía que sus descubrimientos sobre el cuerpo humano lo iban a hacer vivir 500
años. De verdad creía él que los conocimientos que se adquirían mediante este método
tenían una certeza eterna.
No estoy muy seguro de cómo pensar el tema (que era el de la pregunta) de si el
conocimiento progresaría indefinidamente en Descartes –en el sentido de que siempre
se podría extender la descripción del mundo a un nuevo detalle-, lo que sí sé es que los
conocimientos que se adquieren son para siempre. En el caso de Bacon, esos
conocimientos se pueden seguir revisando.
Estudiante: ¿Esa sería la diferencia?
Profesor: yo creo que sí.
Estudiante: él llegaba al fundamento de sus conocimientos y lo que pasaba es que
cuando llegaba a que 2 + 2 = 4 entonces para siempre 2 + 2 = 4.
Profesor: claro.

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Voy a citar un poco más el texto de Laura Benítez para ver bien el tema de la
relación entre Descartes y Bacon:
“En la regla XII, Descartes se refiere a la relación entre la experiencia y el
conocimiento, en el sentido de que la teoría debe poder dar cuenta de todos los casos del
fenómeno en estudio”.

En la regla XII Descartes se refiere al magnetismo, a la piedra-imán, como


ejemplo de un fenómeno a investigar siguiendo su método.
Allí dice:
“1. Deben reunirse todas las experiencias sobre el fenómeno buscado.
2. Inmediatamente debe procederse a determinar cuál es la combinación de las
naturalezas simples necesarias para producir todos los efectos experimentados.
3. Si se encuentra esta combinación, se puede decir que se ha encontrado la
verdadera naturaleza del fenómeno o cosa, en la medida en que se deja descubrir por el
hombre, a partir de las experiencias dadas.”.

Acá, según esta definición de la regla XII lo que hay que hacer es partir de la
experiencia. Después hay que ver cuál es la combinación de naturalezas simples que
producirían estos efectos porque si se encuentra esa combinación, entonces se ha
explicado la naturaleza del fenómeno. Se debe partir de la experiencia para reducirla a
los elementos simples.
Hay otra cita de Descartes contenida en este artículo que dice:
“Primeramente he tratado de encontrar, en general, los principios o primeras
causas de todo lo que es, o puede ser en el mundo, sin considerar nada más para tal
efecto, que a Dios que lo ha creado, ni extraerlas de otra parte sino de ciertas simientes
de verdad, que están en nuestra alma de manera natural. Después de esto he examinado
cuáles eran los primeros y más ordenados efectos que se pudieran deducir de éstas
causas y me parece que de este modo encontré los cielos, los astros, una tierra, el aire, el
agua, el fuego, los minerales y algunas otras cosas semejantes, que son las más comunes
de todas y las más simples y, en consecuencia, las más fáciles de conocer. Después, en
tanto he querido descender a los efectos que eran más particulares, se me presentaron
tantos diversos que no creí que fuera posible al espíritu humano, distinguir las formas o
especies de cuerpos que hay sobre la tierra, de una infinidad de otras que podrían ser, si
hubiese sido la voluntad de Dios el ponerlas aquí, ni en consecuencia de aprovecharlas

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para nuestro uso, si no estableciéramos antes las causas por los efectos y nos
sirviéramos de muchas experiencias particulares.” (Œuvres, Édition Adam et Tannery,
VI, 64).

Acá hay una afirmación explícita que dice que yo no puedo deducir todo. Según
parece decir acá Descartes, él empieza deduciendo efectos desde las primeras causas
(Dios, las ideas innatas, etc.) y eso le sirve para conocer incluso algunas cosas generales
de cosmología pero después resulta que hay tanta diversidad de efectos que lo que tiene
que hacer es ir desde esos efectos a las causas para saber cómo se conectan; tiene que ir
desde la multiplicidad empírica a la simplicidad.
Estudiante: ¿Eso lo dice Descartes?
Profesor: sí, es una cita de Descartes.
Laura Benítez dice lo siguiente:
“En suma, por lo que hace al conocimiento de la naturaleza hay, según Descartes,
dos formas de proceder: 1. De las causas a los efectos, por inferencias deductivas, para
las cuales se señalan en las Reglas todas las prescripciones que, de manera general,
preservan la propiedad de la verdad en la cadena deductiva. 2. De los efectos a las
causas, cuando, sobre la base de la experiencia, transitamos primero de los fenómenos
particulares a las causas generales restringidas y después, eligiendo entre posibles vías
deductivas alternativas, vamos hasta las primeras causas.”

Sigue diciendo:
“Hay que subrayar que estos caminos no pueden separarse pues en Descartes son
complementarios. En efecto, él no admitiría un camino de inducción empírica que fuera
contra los principios establecidos independientemente de la experiencia; sin embargo,
también es cierto que el conocimiento que se obtiene por la experiencia no es
meramente ejemplo o confirmación de la teoría que se establece deductivamente. La
ejemplificación o instanciación de las leyes generales en los casos particulares no es un
ejercicio mecánico. En consecuencia la física de Descartes no es puramente un cuerpo
deductivo de verdades sino que cubre cuestiones particulares que se pueden simplificar
y ordenar hasta lograr conectar sus causas próximas con las más remotas y generales
que les sirven de apoyo.”

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La cuestión acá es en qué sentido Descartes sostiene que su Física no es sino
Matemática, el tema es ¿en qué sentido?
“Lo importante es que no podemos acercarnos al fenómeno particular por vía
deductiva, la única forma de llegar a ellos es la vía empírica.”

Termina el artículo con una cita de Descartes que dice:


“Porque ellos -los principios generales- me han hecho ver que es posible llegar a
conocimientos que serían muy útiles para la vida, y que en lugar de esta filosofía
especulativa, que se enseña en las escuelas, podemos encontrar una práctica, mediante
la cual, conociendo la fuerza y las acciones del fuego, del agua, del aire, de los astros,
de los cielos y de todos los otros cuerpos que nos rodean, tan distintamente como
conocemos los oficios de nuestros artesanos, podríamos emplearlas del mismo modo en
todos los usos, para los cuales son adecuadas, y así, hacernos dueños y poseedores de la
naturaleza.” Œuvres, Édition Adam et Tannery, VI, 62)

Laura Benítez usa esta cita para acercar a Bacon con Descartes por el tema de
“conocer la naturaleza para dominarla” (igual en Bacon). Descartes dice, justamente,
que no le interesa tanto la filosofía especulativa como conocer estas cosas concretas
para hacernos dueños y poseedores de la naturaleza.
En suma, podemos pensar que el método prepara el objeto, lo anticipa Entonces, en funcion a la
combinacion de ambas
formalmente, circunscribe el campo de objetos posibles, los homogeneiza; sin que esto vertientes, podemos
decis que el metodo
anticipa formalmente al
signifique que sea posible prescindir de la experiencia que proveerá los materiales del objeto,
circunscribiendolo a un
conocimiento, como dice Descartes. campo de objetos
posibles, sin prescindir
Para ejemplificar esta función del método Descartes, en las Reglas, usa dos de la experiencia, que es
la qe provee los material
del conocimiento
imágenes. Una imagen es la de alguien que queriendo encontrar un tesoro, saliera a la
calle corriendo por cualquier lado a ver si lo descubre por casualidad; esa imagen, dice
Descartes, es la de un método ineficiente de conocer porque lo que hay que tener es un
método que nos dé una indicación previa de hacia dónde ir a buscar. Eso es lo que
sostiene él en la regla IV. En la regla XIII dice que otra idea de un conocimiento sin
método sería la de un criado que enviado a algún lugar por su amo se apresurase a
correr sin haber recibido las órdenes. La imagen es la de alguien con tantas ganas de
avanzar que lo hace sin saber a dónde tiene que ir.

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“Por el contrario, en toda cuestión, aunque debe haber algo desconocido, pues de
otro modo se indagaría en vano, sin embargo es preciso que esto desconocido esté
designado por condiciones precisas.”. (R. XIII)

Y estas condiciones precisas son las que estipula el método. Por eso decía que el
método anticipa el objeto, lo prepara y lo hace homogéneo. En esta cita de la regla XIII Digamos que con el
metodo, Descartes trata
podemos encontrar algo muy similar a lo que sostiene Platón en el Menón: el punto es de dar solucion a la
paradoja que se
suscitaba en el Menon
que para conocer algo tiene que haber algo desconocido, porque de no ser así no querría con el hecho de que para
conocer algo, tiene que
conocerlo, y también algo conocido porque sino no sabría qué es lo que quiero conocer. haber algo desconocido,
y tambien algo conocido
Es una paradoja. Lo que hace Descartes es desglosar esa paradoja y decir que tiene que
Descartes propone el
haber un método que prepare formalmente las condiciones de aparición del objeto. metodo para preparar
formalmente las
condiciones de aparicion
Descartes dice: aquello a conocer debe estar “designado por condiciones precisas”. del objeto

Después, en conjunto con la preparación metódica del objeto, tenemos la experiencia


que es indispensable.
Respecto a esto Heidegger en La pregunta por la cosa, dice:
“El procedimiento o el modo en que nos encaminamos hacia las cosas decide de
antemano aquello que encontraremos como verdadero”.

La interpretación de Heidegger es un poco más fuerte porque, de algún modo, dice


que el método funciona como un presupuesto que predefine o condiciona lo que vamos
a encontrar. De todas formas, eso que dice está fundado en Descartes porque Descartes
dice que el método hace posible la investigación en la medida en que prepara o
condiciona formalmente el objeto.
Entonces, para Descartes la razón tiene dos modos fundamentales de operar, que Entonces, los modos
fundamentales por los
son las dos únicas vías de conocimiento: intuición y deducción (esto lo dice ya en las cuales la razon opera,
vias unicas de
conocimiento,
Reglas). La intuición es una visión intelectual inmediata de naturalezas simples; no -la intucion: vision
intelectual inmediata de
yerra y su carácter distintivo es la evidencia. naturalezas simple
-la deduccion, por la que
se extrae la conclusion
“Así, cada uno puede intuir con el espíritu que existe, que piensa, que un mediante reglas (requiere
del uso de la memoria
triángulo está definido sólo por tres líneas, la esfera por una sola superficie, y cosas para realizar
asociaciones)
semejantes (…)” (Regla III)

La deducción es extraer una conclusión necesaria derivada mediante reglas de


razonamiento de otras cosas conocidas con certeza. Hay un movimiento o sucesión de
un "eslabón a otro de la cadena", que hace necesaria la memoria, lo que hace que la

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deducción sea más frágil que la intuición. Sin embargo, el hábito de repasar los pasos o Si la deduccion es
reducible a la intucion,
eslabones hace "como si abarcáramos la serie completa en una intuición", de tal modo entonces esta
garantizado que la
que la deducción se puede reducir a una intuición. El punto es que difiere de la intuición verdad se conserva
-deduccion e intuicion
coinciden
psicológicamente pero no es una diferencia epistémica: si reduzco la deducción a la esto se relaciona con el
cuarto principio del
intuición mediante una visión global entonces está garantizado que la verdad se metodo, el de la
enumeracion
conserva. Descartes dice que si quiero conservar la verdad, entonces tengo que lograr
una visión sinóptica (en conjunto) de todos los eslabones deductivos de tal manera que
intuición y deducción coincidan en términos de verdad. De hecho, la deducción
mantiene la verdad en la medida en que puedo equipararla o hacer que equivalga a una
intuición. Esto tiene que ver con el cuarto principio del método, el de la enumeración,
que vamos a ver después más ordenadamente.
Antes de seguir, vamos a enumerar un poco lo que dijimos hasta ahora: lo que
expresa Descartes en las Reglas está presentado de forma más resumida en el Método,
está de una forma más sistemática. Está más resumido y lo presenta en cuatro reglas –
que supongo que la mayoría ya conocerá-. ¿Todos cursaron Moderna?
Estudiantes: sí
Profesor: ¿Y todos vieron Descartes?
Estudiantes: sí.
Profesor: bueno, entonces si todo esto les resulta medio aburrido pueden
interrumpirme y hacer un poco de lío para no aburrirse porque les debe sonar todo un
poco repetitivo. No sé cómo vieron este tema pero, en todo caso, los invito a participar.
Entonces, tenemos el primer precepto que es el de la evidencia: DISCURSO DEL
METODO: presentacion
"No admitir nunca como verdadera cosa alguna que yo no conozca con evidencia de las reglas de forma
resumida:
1) primer precepto
de ser tal; es decir evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención y no abarcar
en mis juicios nada más que aquellos que se presentase a mi espíritu tan clara y
distintamente que yo no tuviese ninguna ocasión de ponerlo en duda."

En esta definición del precepto de la evidencia aparecen varios elementos. Primero


aparece la evidencia (“no admitir nunca como verdadera cosa alguna que yo no conozca
con evidencia de ser tal”). Lo que tenemos acá es que la evidencia es un criterio que está
íntimamente ligado a la intuición, con el contacto inmediato de la mente con una idea
simple. Después, tenemos la precipitación y la prevención. ¿Tienen idea de qué es a lo
que se refieren esos términos? ¿Ya vieron eso?

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Estudiante: sí.

Profesor: bueno, precipitación tiene que ver con –ustedes pueden contradecirme si
no les parece, yo me puedo equivocar o tener otras fuentes o interpretaciones, así que
ustedes díganme si es que no les parece lo que digo- la precipitación del juicio (escuché
otras versiones respecto de esto) que se adelanta a afirmar cosas que todavía no conoce
de manera clara y distinta. ¿Ustedes lo entienden así?

Estudiante: sí.

Profesor: bien. La prevención yo la entendería como prejuicios tomados por


evidencias, sería...

Estudiante: tener preconceptos.

Profesor: exacto. Nos queda entonces lo de “claro y distinto”. Esto, como saben,
tienen que ver con: la distinción, con que no haya ninguna otra idea mezclada en esa
idea; y la claridad, con la presencia de la idea. Por más que esto lo hayan visto así y así
lo repitamos creo que no deja de ser algo complicado.

Estudiante: ¿Qué es lo que le aparece a Descartes se le aparece como evidente,


como evidente y simple? Por lo que estuve escuchando es la matemática.

Profesor: hasta este momento sí, pero igual en las Reglas él dice como ejemplos
(por ejemplo) que pienso o que existo. Lo dice como ejemplo de una intuición, un
conocimiento simple. Lo que sí es que en las Reglas no está desarrollada la metafísica,
como sí lo esta en las Meditaciones, pero están todos los elementos.

En el caso de la claridad y distinción de las ideas el tema de la distinción parece Prioridad de la distincion
por sobre la claridad
ser primario. Primario en lo que refiere al criterio de lo que es el conocimiento evidente,
de lo intuido directamente. ¿Les parece que esto es así o claridad y distinción están a la
par?

Estudiante: la distinción parece tener un grado de particularización más preciso.

Estudiante 2: para mí es distinto, si algo es distinto es porque es claro pero si algo


es claro no es necesariamente distinto.

Profesor: si es distinto, va a ser claro. El punto es que puede haber conocimientos


claros que no sean distintos.

Estudiante: claro, y sobretodo en lo que refiere al cuerpo.

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Profesor: claro, por ejemplo el dolor. La distinción sería un criterio “privilegiado”
en el sentido de que si algo es distinto es claro.

Estudiante: pero si es claro puede no ser distinto.

Profesor: claro. El criterio más “posta” es la distinción. En el caso del dolor, por
ejemplo, el conocimiento claro tiene que ver con la presencia de la idea (decía
Descartes). Entonces, si uno lo piensa en comparación con un recuerdo en lo que
respecta a su vivacidad o fuerza –aunque con estos términos me estoy yendo un poco
para el lado de Hume- ve que el dolor es una idea clara, pero no es distinta. No es una
idea distinta porque yo la siento “como” en el pié, le atribuyo una localización al dolor.
El punto es que el dolor es una idea y, por tanto, no tiene una localización en el pie; el
dolor es un evento mental. Sin embargo, tiendo a pensar que el pie me duele y no que el
pie es causa del dolor. ¿Ustedes lo dirían así? ¿Por qué piensan que el dolor no sería una
idea distinta?

Estudiante: para mí tiene que ver con el tipo de medicina que él hace en donde el
dolor no proviene del pie sino del cerebro.

Profesor: proviene del cerebro y, en última instancia, del pie (si es que hay tal pie).
Descartes da el ejemplo del miembro amputado, en donde no está el pie pero igual
puedo tener dolor porque el cerebro se confunde y lee que cualquier estímulo a mitad de
camino entre el pie y el cerebro proviene del pie (aunque esté en un muñón). Pero en el
caso que tengamos el pié, si uno busca por las causas, el último eslabón causal en
términos del cuerpo estaría en el pie. Después estaría el evento cerebral y por último la
idea. Lo que pasa es que el dolor es una idea confusa. Para Descartes, el pie no siente
dolor. A nivel del pie hay sólo una impresión entendida como un movimiento
transmitido de un objeto exterior al pie y luego al cerebro, ahí no hay dolor. La cuestión
es que Dios estableció que eso sea interpretado como dolor, pero eso es algo arbitrario.
La finalidad de esa institución divina, que es arbitraria, es que el pie se aparte de algo
que daña. Dios, no obstante, podría haber establecido que sintiéramos dolor en otro lado
o que no sintiéramos nada.

En cualquier caso, ¿les parece bien esa interpretación?

Estudiante: sí.

Profesor: bueno, igualmente pueden objetar. Entonces, el dolor es claro en lo que


refiere a la intensidad y su presencia como idea, pero no es distinto. Por eso les decía

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que parece que el criterio de la distinción es un criterio más fuerte si lo comparamos con
la claridad.

Estudiante: una consulta: en las ideas materialmente falsas ¿hay claridad pero falta
de distinción?

Profesor: yo entendería eso, pero no soy especialista en Descartes y ese es un tema


de discusión entre intérpretes. Es todo un tema el hecho de entender cómo puede ser que
haya falsedad que no sea formal, o sea, que no sea la falsedad de un juicio; o sea, cómo
puede haber ideas que parezcan ser evidentes y carguen con una falsedad. Podría ser
resulto de esta manera: son claras pero no distintas, como el dolor. No sé si esto se
aplica a todas. (Agrego: De hecho, todas las ideas oscuras y confusas también son
materialmente falsas, si Descartes define a la falsedad material de una idea por su
carencia de realidad objetiva en algunas respuestas a objeciones, o, según otros pasajes,
por su bajo grado de realidad objetiva).

Estudiante: ¿La simplicidad es necesariamente una nota de la evidencia?

Profesor: una idea simple es evidente; ahora bien, dijimos que la evidencia se
puede mantener; la evidencia se mantendría en una idea compuesta si la idea está
compuesta racionalmente (deductivamente). Pero en principio sí, la evidencia es propia
de las ideas simples, que son intuidas.

Estudiante: una idea simple, igualmente, puede ser un concepto complejo. Por
ejemplo, si yo digo “el todo es mayor que las partes”. Eso parece ser una idea simple,
pero es en realidad un concepto complejo. Es algo que consta de varias cosas.

Profesor: la verdad es que no sé muy bien cómo solucionar ese tema. Lo que creo
es que Descartes al enumerar ideas simples pone algunas que uno consideraría que son
compuestas. Y en la regla XII hay como una clasificación de ideas simples donde dice
que algunas son materiales, otras intelectuales y otras comunes. Ahora, lo que vos decís
es una proposición que no sería una idea simple. Como ideas intelectuales dice:
conocimiento, duda, voluntad. Materiales dice: extensión, figura, movimiento.
Comunes: existencia, unidad, duración. Y estas son ideas simples. Lo que vos decís es
una proposición, que está expresando un juicio. Es deductivo, eso es cierto, y en ese
sentido conserva la evidencia pero no es una idea simple. Lo que pasa es que en algunas
ocasiones, por ejemplo, cuando menciona a las ideas innatas, menciona una definición
de triángulo. Y entonces ahí sí estaría más justificado lo que vos decís. (Agrego: el

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problema parece ser que las ideas simples, como la de triángulo, claramente tienen
siempre propiedades, no son vacías; al pensar una idea simple entonces, ¿estoy
pensando una sola cosa o estoy pensando en un cierto número de propiedades que la
definen?)

Estudiante: (inaudible)

Estudiante 2: pero la idea ahí no es que Dios existe.

Profesor: pero, acerca de lo que vos decís Descartes dice en la meditación tercera
que por más que yo no puedo dudar de la existencia de Dios, porque es perfecto etc., yo
no puedo conocer a Dios en su infinitud porque mi entendimiento es finito...

Estudiante: puedo conocerlo por medio de sus atributos.

Profesor: claro.

Estudiante: pero lo que él dice es que la idea de Dios es algo que un ser superior
me puso.

Profesor: eso sí, pero lo que estamos discutiendo es si la idea de Dios es una idea
simple o compleja (infinitamente compleja, según decía el compañero). La cosa es que
yo, en tanto idea compleja, no la conozco porque mi entendimiento es finito. (Agrego:
la idea de Dios tiene que ser una idea simple para poder ser conocida con tanta
evidencia como la del cogito, o incluso más, según sugiere un pasaje de las
Meditaciones. Quizás podría resolverse esta discusión pensando que la idea de Dios o
de la sustancia perfecta e infinita es simple; no es una infinitud de complejidad; otra
cosa es que tenga infinitos atributos. La idea de triángulo tiene muchísimas propiedades
pero sigue siendo una idea simple).

Estudiante: sí, pero en tanto idea ha sido puesta por un ser superior.

Estudiante 2: ¿Pero lo que es simple no es la idea de que existe eso y no tanto


como son los atributos? Lo que es innato es que existe.

Estudiante: lo que es innato es que tenés la idea de un ser, que es Dios. Después
vos lo tenés que completar.

Profesor: sí, dejémoslo acá así lo discutimos cuando lleguemos a la tercera


meditación.

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Avanzo un poco con el tema de las reglas del método. Habíamos visto que
aparecía el primer precepto, que es el de la evidencia, que se relaciona con las ideas
simples, la intuición, evitar la prevención y precipitación. Vimos que había dos modos
de conocer, que mantienen la certeza: la intuición y la deducción. Y hablamos del tema
de la distinción y la claridad, que nos llevó a la cuestión del dolor. Entonces, podemos
ver que en esta primera regla de la evidencia aparece la cuestión, que después va a ser
desarrollada sistemáticamente, de la duda. Acá aparece como una especie de purga de
todo el edificio de conocimiento que tenemos preconstruido histórica y
biográficamente, para poder empezar a reconstruirlo a partir de lo simple. Así que en
esta primera regla (la de la evidencia) aparece la duda, pero no de manera metódica sino
como una especie de recurso de depuración del conocimiento. Una vez purificada por la
duda la razón funcionaría siguiendo los siguientes principios del método: el análisis, la
síntesis y la enumeración.

El análisis tiene que ver con llegar por análisis o descomposición a las ideas Segundo precepto

simples. Dice:

(Reglas V) "Reducir gradualmente las proposiciones complicadas y oscuras a


proposiciones más simples."

En la regla XII dice que al buscar naturalezas simples hay que tener en cuenta que
las cosas deben ser consideradas en relación a nuestro entendimiento de modo diferente
que si hablamos de ellas en cuanto existen realmente. Da como ejemplo que un cuerpo,
en la medida en que existe, es simple. Pero como no se trata de las cosas sino en el
modo en que son percibidas por el entendimiento, se puede llamar “simples” a aquellas
cosas que su conocimiento es tan claro y distinto que no pueden ser divididas por la
mente en varias que puedan ser conocidas por la mente distintamente. Por tanto, un
cuerpo aunque parece ser una idea simple no lo es porque podemos dividirlo en cosas
que son más simples (figura, extensión, movimiento, etc.). Entonces, la evidencia es el
límite del análisis y el criterio para identificar la simplicidad (de proseguir la división
simplificadora disminuiría o se rompería el grado máximo de evidencia alcanzado).

Las ideas simples, supuestamente, serían lo primeramente intuido; pero por este
precepto del análisis lo que parece es que lo simple es obtenido por un proceso de

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simplificación. Las naturalezas simples son “átomos de evidencia” (según Octave
Hamelin).

Estudiante: de hecho creo que Descartes da algunos ejemplos.

Profesor: sí, recién los dije y no creo que todos se adecuen a su definición (ese es
el problema). Después de esto viene el precepto del orden (o de la síntesis): Tercer precepto

"Conducir mis pensamientos ordenadamente comenzando por los objetos más


simples y fáciles de conocer para ascender poco a poco, como por grados, al
conocimiento de los más compuestos". (Regla VI)

Y en esta composición de lo simple Descartes dice que hay que seguir el orden del
conocimiento y no dejarse engañar por el orden del ser (el orden categorial aristotélico).
El orden del ser serían estos objetos preformados como las frutas y verduras de los
cuadros de Arcimboldo y que no nos dejan recomponer el conocimiento desde lo
simple. Entonces, el orden no siempre es lineal, sino que puede haber órdenes
reticulares dice Descartes en la regla VI. De unos principios se pueden seguir muchas
cadenas deductivas, que representarían todo el orden de lo posible. Por eso, como les
decía antes, es necesario combinar el orden del análisis con el de la síntesis. Hay que
poder insertar las cosas que hay en las cosas que pueden ser. Por eso hay que ir desde
los efectos a las causas y desde las causas a los efectos. Hay que tratar de analizar lo
compuesto en los elementos simples que lo componen y al revés.

Entonces, el método analítico parte del conocimiento buscado y retrocede hacia


aquellos conocimientos de los que depende, en los que está incluido, que lo hacen
posible hasta conectar con cadenas deductivas ya conocidas y evidentes. Como ejemplo
de cómo funciona esta combinación de movimientos está el ejemplo del imán, que
menciona Descartes en las Reglas. Dice:

“Sabiendo que nada puede conocerse del imán que no conste de naturalezas
simples, “en primer lugar reúne diligentemente todas las experiencias que puede tener
sobre esta piedra, de las que después intenta deducir cuál es la mezcla de naturalezas
simples necesaria para producir todos aquellos efectos que ha experimentado en el
imán; y una vez hallada, puede afirmar resueltamente que ha comprendido la verdadera
naturaleza del imán en la medida en que puede ser encontrada por el hombre”.

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Finalmente, después del precepto de la síntesis viene el de la enumeración: Cuarto precepto

"Hacer en todo unas enumeraciones tan completas y unas revisiones tan generales
que estuviese seguro de no omitir nada"

En la regla VII dice:

“Para completar la ciencia es preciso recorrer en un movimiento continuo e


ininterrumpido del pensamiento todas y cada una de las cosas que conciernen a nuestro
propósito y abarcarlas en una enumeración suficiente y ordenada”.

Y dice que esta enumeración debe ser “suficiente y ordenada” en el sentido de que
debe ser sólo suficiente, es decir, no siempre es posible o necesario que sea
pormenorizada. Por ejemplo: si queremos saber si el alma es material o inmaterial no
tengo que buscarla cuerpo por cuerpo, lo que tengo que hacer es reunir los cuerpos en
grupos (en clases o conjuntos) y tengo que mostrar que el alma no puede ser referida a
ninguno de estos conjuntos. Es raro que diga esto después de que dijo que el único
orden que hay es el del conocimiento. Acá parece decir que en la enumeración sí
funcionan estas clases o conjuntos. Estas son los problemas que surgen de la relación
entre el método y la metafísica cartesiana. El punto es ¿en qué medida el método no está
subordinado a una metafísica, que ya está preexistiendo en la mente de Descartes
cuando supuestamente recién está hablando del método?

Entonces, lo que hice fue enumerar las reglas del método (que están en las Reglas
y en el Discurso). Pero, antes de dejar eso quería agregar que en la regla XII hay una
enumeración de cuatro facultades del conocimiento. Y a mí me parece que es muy
interesantes referirnos a ellas en este contexto de la exposición de la gnoseología
cartesiana; dice Descartes que reconoce que sería necesario decir mucho más que lo que
le es posible exponer allí acerca de: "qué es la mente humana, qué es el cuerpo, cómo
éste es informado por aquella, cuáles son en todo el compuesto las facultades que sirven
para conocer las cosas". Dice que va a hacer un esquema de las facultades del
conocimiento, disculpándose porque sólo va a hacer un esbozo. Dice que, en realidad,
habría mucho más que decir acerca del compuesto alma-cuerpo, que es el hombre, y de
cómo en ese compuesto que es el hombre el cuerpo es informado por el alma. Lo

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llamativo es que en esta presentación de las facultades del conocimiento está usando
esta terminología tradicional (escolástica o aristotélica) hylemórfica.

El tema es que cuando va a enumerar las cuatro facultades del conocimiento lo


que hace es descomponer o desintegrar el compuesto para mostrar que el único alma en
sentido propio es la razón y lo que se llamaba “almas” en el esquema tradicional
aristotélico en realidad no tienen una función cognoscitiva sino que son
funcionamientos mecánicos del cuerpo. De manera que lo que quedará de este análisis
es un alma bien separada del cuerpo. Si uno quiere tomar la metáfora bíblica, podemos
entender que lo que está haciendo es verter “vino nuevo en odres viejos”. El vino nuevo
sería el dualismo sustancial, que lo está vertiendo en los odres viejos del sistema
hylemórfico aristotélico. Incluso, al enumerar las facultades del alma habla en términos
escolásticos, dice cosas como: especie sensible, inteligible, impresa y expresa. Cuando,
en realidad, todo el análisis que hace es para separar, contra Aristóteles, el alma racional
(única que propiamente percibe y conoce) del resto del cuerpo, que no tiene una función
cognoscitiva (funciona mecánicamente). En la concepción aristotélica, ustedes esto lo
deben saber bien, el alma servía de forma para la materia (el cuerpo); y materia y forma
son inseparables en todos los peldaños de la naturaleza salvo en el último, donde el
intelecto agente existe sin mezcla. Básicamente, toda la intención aristotélica era lograr
una integración de estas dos cosas –cosas que parecían separadas en el platonismo-.
Entonces, la escala de la naturaleza era una sucesiva información de la materia provista
por el peldaño anterior. Tenemos el alma vegetativa en los vegetales, que es la materia
para el alma sensitiva de los animales, que son la materia para el alma intelectiva (ser
humano). Y en todos los casos materia y forma son inseparables. También está la idea
artistotélica de que el alma es principio de movimiento. En última instancia, los tipos de
alma son “modos de funcionar de los cuerpos”; y por eso no se entiende que sean
separables del cuerpo.

Ross, famoso intérprete de Aristóteles, dice:

“Aristóteles reconoció la continuidad de toda vida. Vio que existen algunas


plantas que tienen un mínimo de vida y difícilmente pueden distinguirse de la materia
inanimada; que hay seres que forman una transición entre las plantas y los animales; que
existen eslabones de enlace entre los diferentes géneros de animales; y que el hombre,
desde todo punto de vista, salvo el de la razón, no hace más que continuar a los
cuadrúpedos superiores"

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Esta es la visión aristotélica.

“Cada tipo de alma, como principio de movimiento, agrega gradualmente ciertas


funciones específicas a las que ya existen en los escalones inferiores (la razón en el
humano, la percepción en los animales (e incluso imaginación en algunos), el
crecimiento y reproducción en los vegetales). El alma (las almas) aristotélica(s)
puede(n) entenderse simplemente como la(s) distinta(s) capacidad(es) de comportarse o
moverse de tales modos determinados que tienen determinados seres vivos.”

"Como la pupila más el poder de ver constituye el ojo, así el cuerpo más el alma
constituye el animal" (De Anima, II, 1).

Entonces, el alma es como el poder de ver del ojo. Sería el comportamiento de ver.
En De Anima II, 2 dice:

“Con razón algunos pensadores han estimado que el alma no puede ser ni sin un
cuerpo ni un cuerpo, pues ella no es un cuerpo sino algo relativo al cuerpo. Y por esta
razón ella está en un cuerpo, y en un cuerpo de naturaleza determinada, y de ninguna
manera de la forma en que nuestros predecesores [los pitagóricos] la adaptaban al
cuerpo, sin agregar alguna definida especificación sobre la naturaleza y la cualidad de
ese cuerpo”.

Si entendemos que el alma es algo inmaterial y separable del cuerpo, entonces


podemos pensar que un alma va de un sapo a un ser humano. Ahora, si el alma es la
capacidad de cazar moscas del sapo, entonces no podemos entender que esa alma pueda
trasmigrar. Y eso es lo que está criticando Aristóteles. Él sostiene que el alma es algo
del cuerpo, es una manera de moverse que tiene un cuerpo. Esto hay que entenderlo en
un sentido amplio porque también podríamos pensar, por ejemplo, que el lenguaje es
una manera de comportarse. Cuando hablamos del alma de una persona es, en realidad,
muy difícil separarla de algún tipo de expresión o de comportamiento.

Estudiante: ese es un tema complejo en Aristóteles para plantear la mortalidad del


alma.

Profesor: bueno, pero también está la cuestión del intelecto agente en donde
parece que, en el último eslabón, el alma aristotélica se separa del cuerpo, “es

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incorruptible y sin mezcla”, dice. Y ahí está reproduciendo el mismo dualismo contra el
cual él estaba discutiendo.

Entonces, lo que va a intentar hacer Descartes es considerar las almas inferiores


aristotélicas (la vegetativa y sensitiva) como funciones corporales. No hay alma en los
vegetales ni en los animales, salvo en un sentido metafórico que Descartes a veces usa;
pero cuando va a lo concreto dice que no hay más que un alma y esa alma es el alma
racional. Podemos seguir diciendo que los perros perciben y sienten pero, en realidad,
no es así; son procesos mecánicos homologables al rebote de una pelota contra la pared.
Esa es la visión de Descartes, que vamos a ver decantar en la regla XII.

Para Descartes la primera facultad de conocimiento es la sensación. A ella la


describe como: la impresión en un órgano de los sentidos de la figura de un objeto
externo. La sensación acontece en el órgano de los sentidos y es algo similar a la
impresión de una figura por medio de un sello, así lo dice Descartes. Hay varias cosas
que llaman la atención acá, una de ellas es que todos los sentidos son equiparables al
tacto. De lo que se trata es de una idea más bien táctil de todos los sentidos externos.
Incluso en el caso del ojo se ve que está modelado con esta idea de impresión de una
figura por medio del movimiento. La otra cosa llamativa es que lo que se imprime en el
órgano de los sentidos es una figura; o sea que incluso en el caso de un color lo que se
imprime en el órgano de los sentidos es una figura. Dice Descartes que tenemos que
figurarnos que el rojo, el amarillo, el azul, etc., son semejantes a un triángulo, un
cuadrado, un círculo, etc., que son leídas por nuestra mente como colores. Pero, en
realidad, lo único que sucede en el mundo físico es la impresión de una figura en el
órgano de los sentidos. Lo que los modernos van a llamar cualidades secundarias (o lo
que Aristóteles llamaba sensibles propios ) en este primer movimiento de Descartes, en
lo que respecta a la sensación, son equiparados a lo que Aristóteles llamaba sensibles
comunes: las propiedades cuantificables (lo que los modernos llamarán “cualidades
primarias”). El color es una figura. Después vamos a ver cómo es que lo percibimos
como color. Lo que pasa de hecho es que hay una impresión, similar a un sello en la
cera, de una figura en un órgano de los sentidos.

Por eso les decía que después esa figura es “leída” como un color. Y la imagen de
la “lectura” es una imagen cartesiana. Eso está en la cuarta parte de los Principios y es
lo que se da en llamar “una teoría simbólica de la percepción”. Lo que ocurre es que
tenemos una serie discreta de signos (figuras, movimientos) que pueden ser leídos como

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una infinidad de fenómenos, así es que está la posibilidad de leerlos como colores. Lo
más importante es que se lee así pero sin que haya ninguna semejanza entre los signos y
lo que es leído a través de ellos. La figura sería lo que nosotros hoy llamaríamos un
“signo arbitrario”, donde cualquier figura va a ser leída de una manera determinada pero
sin que este sentido leído tenga ninguna relación de semejanza con el signo en su
materialidad (la figura, en este caso). La analogía entre la percepción sensible y el
lenguaje (o la lectura) está, como les dije, en la cuarta parte de los Principios.

La figura impresa en los sentidos externos es "trasladada" inmediatamente al


sentido común. Pero el sentido común no es enumerado como una segunda facultad. Las
cuatro facultades son:

1. Sensación

-Sentido común

2. Imaginación

3. Memoria

4. Razón

A la vez que habla de las tres primeras facultades como facultades de


conocimiento dice que son partes del cuerpo. La sensación es relativa a los órganos de
los sentidos externos, la imaginación es una parte del cerebro y la memoria también es
una parte del cerebro. Todavía no sitúa al sentido común pero después todas estas
funciones (sentido común, imaginación, memoria) van a ser situadas en la glándula
pineal (o epífisis).

Estudiante: ¿Al sentido común lo ubica entre la sensación y la imaginación?

Profesor: sí. Pero el sentido común no como buen sentido, el buen sentido es la
razón. Acá, el sentido común está en términos aristotélicos.

Estudiante: como una doxa.

Profesor: no, el sentido común para Aristóteles es la koiné aísthesis, es la


sensibilidad común que para él no tenía ningún órgano específico pero se relacionaba
con el corazón. Y tenía las siguientes funciones: unificar y comparar los datos de los

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sensibles propios, percibir los sensibles comunes, percibir los sensibles por accidente,
auto percatación de nuestro cuerpo (percibir que los ojos ven), soñar (inactividad de los
sentidos, actividad del sentido común). Modernamente, nosotros diríamos que la
percepción de los sensibles por accidente (ver una mancha blanca como un hombre) es
la captación del objeto. Eso, para Aristóteles, era función del sentido común. Para
Descartes, en cambio, no va a haber percepción de objeto más que por un juicio. Y
después va a decir que el órgano del sentido común es el cerebro. Pero es llamativo que
lo reduzca a un órgano que dice que se mueve correlativamente con los órganos de los
sentidos externos. Si antes la metáfora era la del sello que imprimía la figura en el
órgano, ahora la metáfora es la de la pluma en la que se mueve la parte inferior
correlativamente a la superior; entonces dice que los sentidos externos son movidos por
el objeto y, correlativamente, se mueve el sentido común como la parte superior de la
misma pluma. Y eso pasa de una manera puramente mecánica.

El sentido común como un sello imprime la figura en la sede de una segunda


facultad: la imaginación. Y la imaginación (o fantasía) remite a “una verdadera parte del
cuerpo”, dice Descartes, es algo puramente corporal.

Estudiante: ¿El sentido común estaría en la hipófisis?

Profesor: después va a decir que sí, pero en las Reglas no lo dice. Aparentemente
para la anatomía contemporánea la hipófisis no es lo mismo que la epífisis; así que
digamos glándula pineal o epífisis. Descartes pensó que ahí se unían el alma con el
cuerpo porque es la única parte no doble del cerebro, de ahí vienen las interpretaciones
medio místicas del tercer ojo y demás.

Estudiante: (inaudible)

Profesor: entonces, la memoria es la conservación de las figuras impresas en la


fantasía (o imaginación). La fantasía corpórea mueve los nervios causando movimientos
corporales. Por esta “imaginación puramente corporal” se entienden todos los
movimientos de los animales y los que los humanos compartimos con ellos.

A estas tres facultades, que en realidad no son facultades de conocimiento (aunque


Descartes las llame así eufemísticamente) sino que son partes del cuerpo que se mueven
mecánicamente, se le agrega el espíritu como una fuerza cognoscente. Es absolutamente
distinta del cuerpo dice Descartes y es, respecto de él, a veces activa y a veces pasiva. El

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espíritu percibe o siente cuando se aplica al sentido común, que tiene impresa la imagen
que proviene de los sentidos externos. Recuerda cuando se aplica a una imagen ya
formada en la fantasía, imagina cuando se aplica a la fantasía para formar nuevas
figuras; pero cuando no se aplica a nada corporal el espíritu piensa (en el sentido de
calcular). Todas las demás funciones se pueden realizar sin la participación de la razón.
Entonces, se puede decir que un animal percibe, imagina, siente y recuerda sólo si le
damos a estos términos una acepción puramente corporal (si los entendemos como
procesos físicos y puramente mecánicos). Si, en cambio, decimos lo mismo de un ser
humano lo que se está afirmando es que hay una función cognoscitiva consciente que se
añade por sobre el proceso fisiológico.

Cuando una persona esquiva una pared es porque percibió la pared; cuando un
animal esquiva una pared es un reflejo condicionado, son respuestas mecánicas que se
producen en el animal causados por la presencia de ciertos estímulos. El ser humano, en
cambio, tiene la facultad de poder calcular o ver las cosas a distancia. El ser humano
percibe, para Descartes, las cosas a una distancia x por medio de un juicio tácito del
entendimiento. Es una cuestión racional que no se encuentra en el animal. Cuando
percibo una columna a tal distancia lo que estoy haciendo es deducir el tercer vértice en
un triángulo, que está formado por los dos ángulos, que son la orientación de mi mirada,
y un lado que es la distancia entre mis ojos. Entonces, teniendo como datos la distancia
entre mis ojos y dos ángulos deduzco el tercer vértice del triángulo. Esto es un juicio
geométrico que yo me acostumbré a hacer desde mi infancia. Por eso, todo el tiempo
que estoy percibiendo los objetos a distancia estoy haciendo ese juicio geométrico (o
sirviéndome de juicios hechos previamente). Y estoy tan habituado que no me doy
cuenta que estoy haciendo esos juicios. En el caso del animal, jamás pasó nada de eso.

Es raro porque uno puede preguntarse ¿por qué si el animal no necesita hacer ese
juicio resulta que yo sí lo tengo que hacer? A mí me parece un poco raro, y me parece
eso especialmente porque en el Tratado del hombre Descartes va a decir que en el caso
del ser humano también existen estos reflejos condicionados que existen en los animales
y que son procesos puramente mecánicos –“reflejos” que él no llama así y algunos dicen
que la idea de reflejo no se debe buscar en Descartes porque refiere a conceptos ópticos
posteriores a Descartes- (G. Canguilhem escribió un obra sobre la historia del concepto
de reflejo justamente para mostrar que el concepto no puede ser atribuido a Descartes,
pero sin duda hay en Descartes algo muy semejante). Descartes dice que si tengo

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experiencias repetidas del fuego, resulta que tengo una transmisión del movimiento de
corpúsculos hasta el cerebro y en la glándula pineal se van ensanchando ciertos
conductos que transmiten esos movimientos y que van desde allí a los músculos, de tal
manera que cuando acerco la mano al fuego se da todo este proceso mecánico y retiro la
mano del fuego sin tener consciencia del calor o el dolor. Es como que antes de tener
consciencia, por un proceso puramente mecánico, la mano se retira sola. Eso es lo único
que puede pasar en un animal, y es lo que pasa en ocasiones en el hombre según dice
Descartes, como con esta suerte de “reflejo condicionado” que me hace apartar la mano
del fuego.

Estudiante: (inaudible)

Profesor: hay varias cosas que parecen no estar erradas en esta idea de Descartes.
Una de ellas es la idea de que para percibir la distancia o la profundidad espacial
necesito dos ojos, la visión de la distancia o la profundidad es binocular. Pero también
uno puede pensar incluso que los ojos mismos no me dan la profundidad porque en la
retina sólo hay una imagen plana. La manera en que percibimos la distancia, de acuerdo
a esto, necesitaría servirse de algo más que los ojos pero qué es ese algo, si es un
razonamiento geométrico como dice Descartes u otra cosa –como un recurso al tacto, en
la teoría de la visión de Berkeley- depende de las teorías que adoptemos.

Dejamos acá y la clase que viene seguimos con las Meditaciones Metafísicas.

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