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LA IMPUTACIÓN

La imputación “necesaria” o “concreta”, en forma loable ha sido construida a fin de

establecer garantías en el proceso, pero en este tiempo está siendo utilizada como un derecho

autónomo reconocido en la Contitución, sin serlo; además, para forzar su aplicabilidad según

su concepción, está siendo inocada desde las diligencias preliminares o etapa de construcción

de la imputación preproceso, prestándose a un subjetivismo

Una problemática tangible en las investigaciones penales de los fiscales es la exigibilidad de

una imputación detallada a nivel preliminar bajo el sustento de ua “vulneración” a la

imputación “concreta” en forma abstracta; cuando, precisamente, el objeto de las diligencias

preliminares es recabar elementos de convicción que permitan al fiscal detallar la imputación

o, en todo caso, desvirtuarla cuando el hecho no presente caracteres de delito. Lo cierto es

que, a nivel preliminar, la imputación inicial debe mínimamente confgurar un ilícito penal; no

sinedo requisito, al menor preliminarmente, tener establecido de forma detallada el

comportamiento delictivo del investigado, salvo en le caso de las prisiones preventivas.

Lo que se trata en el sistema de justicia es dotar de equilibrio la protección de los derechos de

naturaleza informativa como el derecho a conocer los cargos (imputación), con las garantías y

eficacia de la persecución punitiva, en un sistea norativo racional, considerando que la

criminalidad es un fenómeno muy variable, con hechos complejos que deber ser condensados

en una imputación.

En consonancia con lo afirmado líneas arriba, Mendoza Ayma indica que un concepto

operativo de la imputación concreta, sin mayor pretensión teórica, permite definirla como el
deber de la carga que tiene el Ministerio Público de imputar a una persona natural, un hecho

punible, afirmando proposiciones fácticas vinculadas a la realización de todos los elementos

del tipo penal. En efecto el tipo penal es el referente normativo para la construcción de

proposiciones facticas. Cada uno de los elementos del tipo exige su realización fáctica y esta

es presentada en la imputación penal con proposiciones fácticas. Es necesario reiterar que la

afirmación de hechos no es discrecional sino que ésta vinculada a la aplicación de la ley a los

hechos propuestos; por ello, es una imputación legal1; apreciándose de esta emnunciación,

que el rincipio de imputación necesaria tiene dos componentes constitutivos, los cuales son

un elemento empírico y un elemento jurídico.

En la misma línea de argumentación, Castillo Alva asevera que el principio de imputación

necesaria no solo debe cumplir con describir el hecho, la específica modalidad de conducta, o

ante la pluralidad de imputaciones o imputados, precisar cada uno de sus aportes, sino que

debe necesariamente cumplir con establecer la distinción entre los autores que ostentan el

dominio del hecho o infringen el deber institucional y los partícipes, cómplices o instigadores

que lesionan el bien jurídicio de modo accesorio2.

Ahora bien, no sinteresa sustentar que la autonomía procesal o adjetiva del delito de lavado

de activos, siempre tiene vinculación con el principio de imputación necesaria, toda vez, que

tanto en el momento de aperturara una investigación o proceso penal por este hecho delictivo,

ya se va requiriendo o necesitando una mpinima imputación, aún provisional, del hecho

delictivo fuente, del cual se han derivado los activos; con más firmeza, este principio exige

una sindicación suficiente en el momento del desarrollo del juicio oral, por parte del señor
1 MENDOZA AYMA, Francisco Celis. “Imputación concreta. Aproximación razonable a la verdad”. En
Revista Oficial del Poder Judicial. Corte Suprema de Justicia de la República. Año 4-5. n°6 y
N°7.2010/2011.Lima, pp.82-83.
2 CASTILLO ALVA, Jóse Luis citado por: NOLASCO VALENZUELA, Jose; VELARDE LÓPEZ, Juan
Manuel; AYALA MIRANDA, Erika y LÓPEZ ESPINOZA, Reiser. Manual de litigación en delitos
gubernamentales. Tomo II, Ara Editores, Lima, pp.66-67.
fiscal, a efectos de salvarguardar los derechos del procesado, el que debe tener siempre la

posibilidad de responder sobre dichos cargos que se le imputan.

Así desde una correcta interpretación de la autonomía adjetiva del delito de lavado de activos,

esta permitiría aperturar una investigación preparatoria (diligencias preliminares e

investigación preparatoria propiamente dicha) y procesamiento (etapa intermedia y

juzgamiento -hasta antes de finalizar el debate probatorio, momento en donde el fiscal puede

todavía introducir un escrito de acusación complementaria, conforme establece el artíclo 374,

inc.2 del C.P.P. De 2004-) sin requerir que las actividades criminales hayan sido descubiertas,

se encuentren sometidas a investigación, proceso judicial o hayan sido previamente objeto de

prueba o de tenencia condenatoria sin emabrgo, esto no implicaría dejar de lado el respeto al

princi´pio d eimputación necesaria, en virtud del cual, conforme se vaya avanzando en cada

estadio procesal, se irá exigiendo una mayor precisión sobre los hechos y calificaciones

jurídicos -penales que se imputan; en el caso concreto, el delito fuente como elemento

objetivo-normativo del tipo penal de lavado de activos.

Tal posición también es advertida por el doctor Frank Almanza Altamirano, durante su

intervención en el Primer Pleno Casatorio sobre Lavado de Activos “(...) todos sabemos, que

la Fiscalía, desde que se inicia las primeras diligencias preliminares, desde que se inicia a

nivel preliminar los primeros actos de investigación, va copiando elementos indiciarios,

cuando formalice la investigación preparatoria, va copiando ya, elementos de convicción y

recién en un juzgamiento tendrá elementos de prueba, pero esto es en aumento, esto es de

una manera un acopio que se va sumando, pero el acopio a nivel preliminar, el acopio a

nivel de investigación preparatoria, todavía es un acopio que está en formación, todavía es

un acopio den cual no se puede pedir aun mayor precisión, porque si el fiscal tendría una
imputación necesaria a nivel preliminar, y a nivel preliminar podría hacer precisiones

específicas, el fiscal ya no tendría por qué hacer una investigación preparatoria, él tendría

que hacer una acusación indirecta, tendría que hacer un proceso inmediato; el fiscal hace

investigación preparatoria, porque precisamente como dice el artículo 321 del Código

procesal, necesita realizar precisiones respecto a circunstancias, forma, moda, grado de

participación, por lo tanto eso jamás se podría pedir, vía excepción de improcedencia de

acción. La posición de la Fiscalía es que, vía excepción de improcedencia de acción a

niveles incipientes del proceso penal, no le podemos pedir al fiscal ese nivel de precisión;

respecto de la imputación si se le puede exigir, cuando se piden medidas de coerción graves,

como en el caso de la prisión preventiva, ahí por lo menos, le vamos a poder decir al fiscal,

tengo una imputación aproximada, pero si el fiscal está empezando a investigar, no le

podemos plantear una tutela de derechos y decirle al fiscal, «hágame precisiones», porque

en ese estado del proceso es imposible hacerlas, mañana me presenta una excepción de

improcedencia de acción, y «me trae abajo el caso», antes de que haya tenido la oportunidad

de investigarlo”.

Es por ello que somos de la idea de que en las diligencias preliminares no se requiere ser tan

exigentes sbre al imputación que se puede hacer sobre una persona, pero la situación es

distinta cuando nos ubicamos en la etapa de investigación preparatoria propiamente dicha, la

cual se amterializa a través de la disposición de Formalización y Continuación de la

Investigación Preparatoria, la que solo se puede emitir en tanto existan, como presupuestos ,

la identificación plena del imputado, los hechos con relevancia penal que se incriminan y su

tipificación específica correspondiente y su tipificación específica correspondiente -dándole

la facultad al fiscal de poder hacer tipificaciones alternativas al hecho objeto de invetigación-,

el nombre del agraviado .si fuera posible-, y las diligencias que deben practicarse, en
concordancia con el artíuclo 336 inciso 2 del C.P.P. De 2004.

Cabe resaltar la opinión de Pariona Arana, cuando indica que el establecimiento de la

autonomía procesal a efectos de posibilitar que el Ministerio Público esté legitimado a

investigar, sin el obstáculo que supone la obligación previa de determinar el origen ilícito de

los bienes objeto del delito, resulta adecuado a los fines de la justicia, puesto que el objeto de

la investigación es justamente, recién, la determinación de este y otros elementos típicos. Sin

embargo, el Ministerio Público tiene la obligación de informar al ciudadano investigado cuál

es el presunto delito que habría originado los bienes objeto del delito de lavado (aun como

hipótesis a probar durante a investigación)3.

En este escenario de persecución legítima del delito de lavado de activos, no se debe hacer

mella del derecho de defensa y, por tanto, del derecho a ser informado de la imputación, el

cual, siguiendo a la doctrina autorizada, tiene en su significancia normativa, un contenido

subjetivo, objetivo y temporal; este último consite en que: fija el momento a partir del cual el

sujeto tiene derecho a que se le dé información al respecto de la existencia de la imputación,

materialo formal. Como ya se afirmó, el derecho de todo imputado de ser informado de los

cargos que se formulan en su contra existe desde que se inicia una investigación, aunque la

mima no haya sido formalizada.

En ese entendimiento, todas estas consideraciones deben aplicarse siempre bajo el respecto

escrupuloso del principio de imputación necesaria. Así, Castillo Alva no señala que el

principio de imputación adecuada en el delito de lavado de activos requiere , entre otros

aspectos, que se indique y precise el delito previo, que se explique de manera puntual las

3 PARIONA ARANA, Raúl. “Consideraciones críticas sobre la llamada 'autonomia' del delito de lavado de
activos”. En : Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 86, Gaceta Jurídica, Lima, agosto de 2016, pp.228-229.
circunstancias de tiempo, modo, lugar en el que el hecho presuntamente se cometió 4; lo cual

es totalmente viable, aún desde la apertura de una investigación o proceso penal, pues la

fiscalía podría hacer una inputación circunstancias con un caroz provisional, y con mayor

razón, una imputación más precisa, en el momento del juicio oral.

Y aen el acto procesal de la acusación fiscal, el principio de iputación necearia se hace más

notorio al exigir en este requerimiento, el relato preciso ddel hecho que se imputada al

acusado, con sus circunstancias precedente, concomitantes y posteriores; así como los

elementos de la acusación; en el artículo de la ley penal que tipifique el hecho; los medios

probatorios que se postulen para su actuación en audiencia y al posibilidad de señalar,

alternativametne o subsidiariamente , las circunstancias de hehco que permitan calificar la

conducta del imputado en u tipo penal distinto, para el caso de que no resultaren demostrados

en el debate los elementos que componen su calificación jurídica principal, a fin de posibilitar

la defensa del imputado, conforme lo establece el artículo 349 del CPP.

En lo atinente al juzgamiento del delito de lavado de activos, la actividad probatoria que se

despliegue debe buscar acreditar todos los elementos objetivos y subjetivos de este hecho

delictivo, así como la antijuricidad de la conducta y sy culpabilidad. Debemos hacer la

precisión que por delito fuente debe entenderse una conducta constitutiva de un injusto penal,

esto es, una conducta típica y antijuridica, que haya generado activos ilícitos, por lo que

cuando se emita un pronunciamiento condenatorio por lavado de activos, ya sea por el tipo

base o sus modalidades agravadas, nos e estará haciendo una doble punición por dichos

hechos, sino solo por el hecho punible de lavado de activos.

4 CASTILLO ALVA, Jóse Luis. “La necesidad de determinación del 'delito previo' en el deltio de lavado de
activos. Una propuesta de interpretación constitucional”. En : Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 4,
Gaceta Jurídica, Lima, octubre de 2009, pp.349.
Habiendo dicho ello, es válido sostener que la autonomía del delito de lavado de activos

trasunta también en que el delito previo se pueda acreditar a partir de indicios probatorios que

permitan afirmar, conforme a las reglas de la libre valoración, que los activos que son objeto

de la actividad de lavado provienen de un delito precedente.

Por último, debe traerse a colación lo señalado en el fundamento 12 de la Sentenia Plenaria

Casatoria 1-2017/CIJ-433 “Por consiguiente, resulta, pues, oportuno concluir precisando que

para admitir judicialmente una imputación por delito de lavado de activos y habilitar su

procesamiento, sólo será necesario que la misma cumpla los siguientes presupuestos:

A.La identificación adecuada de una operación o transacción inusual o sospechosa, así como

del incremento patrimonial anómalo e injustificado que ha realizado o posee el agente del

delito. Para operativizarla serán de suma utilidad los diferentes catálogos forenses que reúnen

de manera especializada las tipologías más recurrentes del lavado de activos, como los

producidos, entre otros, por la UNODC y GAFILAT [cfr.: Oficina de las Naciones Unidas

contra la Droga y el Delito:Guía Práctica para analistas financieros, UNDOC, Lima, 2012,

GAFISUD. Tipologías Regionales GAFISUD – 2010, Costa Rica, Diciembre, 2010]. B.La

adscripción de tales hechos o condición económica cuando menos a una de las conductas

representativas del delito de lavado de activos que describen los artículos 1, 2 y 3 del Decreto

Legislativo 1106 y sus respectivas modificatorias introducidas por el Decreto Legislativo

1246. C. El señalamiento de los indicios contingentes o las señales de alerta pertinentes, que

permiten imputar un conocimiento o una inferencia razonada al autor o partícipe sobre el

potencial origen ilícito de los activos objeto de la conducta atribuida. Esto es, que posibiliten

vislumbrar razonablemente su calidad de productos o ganancias derivados de una actividad

criminal. Para este último efecto tendrán idoneidad los informes analíticos circunstanciados

que emita al respecto la Unidad de Inteligencia Financiera del Perú, así como el acopio de la
documentación económica, tributaria, financiera o afín que sea útil y relevante para ello”.

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