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Sentencia, Compensación Económica en Divorcio Unilateral.

Cabe decir que si existen errores de formato, por lo general con signos de interrogación en vez de
comillas o guiones, estos provienen del sitio del Poder Judicial de Chile. Como ya es costumbre de
mi parte los nombres han sido abreviados a sus iniciales

Texto de la Sentencia:
Concepción, diez de diciembre de dos mil siete.

Visto: Se reproduce del fallo anulado, de 06 de junio de 2007, escrito de fs. 91 a 96, su parte
expositiva; motivos 1°, 2°, 3°, 4°, 5°, 6°, 7° y 9°; y sus citas legales. Y se tiene además presente:

1.- Que en razón de lo expresado por el a quo en los razonamientos reproducidos de su sentencia,
la demanda de divorcio por cese de convivencia (artículo 55 de la Ley 19.947), interpuesta por OMS
en contra de ORBB, debe acogerse. A su vez, la demanda de divorcio que ésta dedujo en contra del
primero, pero basada en lo estatuido en el artículo 54 de la Ley antes anotada, también por lo
expuesto por el juez en los considerandos reproducidos de su fallo, no puede prosperar;

2.- Que ORBB, reconvino solicitando compensación económica. Dice que tuvo 17 años de vida en
común con el actor, logrando con grandes sacrificios la crianza y educación de sus hijos; que se
casó muy joven y su marido la dejó con hijos de 10 y 9 años, lo que le impidió toda posibilidad de
estudiar y trabajar, viviendo en la actualidad de la pensión mensual que le otorga su cónyuge, que
alcanza a $ 53.374, teniendo, además, una precaria situación de salud;

3.- Que del documento de fs. 2 aparece que OMS y ORBB,, contrajeron matrimonio el 18 de febrero
de 1955.
El marido nació el 26 de diciembre de 1927 y Olga Bravo el 23 de febrero de 1936;

4.- Que las partes de este pleito tuvieron dos hijos: JOMB, nacido el 01 de marzo de 1957; y JJJ,
nacido el 19 de octubre de 1958;

5.- Que la compensación económica consiste en el derecho que asiste a uno de los cónyuges,
normalmente la mujer, cuando por haberse dedicado al cuidado de los hijos o a las labores propias
del hogar, no pudo durante el matrimonio desarrollar una actividad remunerada o lucrativa, o lo hizo
en menor medida de lo que podía y quería, para que se le compense por el menoscabo económico
que, producido el divorcio o nulidad, sufrirá por esta causa;

6.- Que no debe atribuirse a la compensación económica consagrada en la ley, un carácter


alimenticio o indemnizatorio, no obstante que presente algunos rasgos comunes o semejantes y, lo
que se pretende reparar es, en todo caso, una pérdida patrimonial y no moral.
Se ha dicho y resuelto que se pretende cubrir, por un lado, el desequilibrio económico entre los
cónyuges que impide a uno enfrentar la vida futura de modo independiente y, por otro, el costo de
oportunidad laboral, esto es, la imposibilidad o disminución de inserción en la vida laboral que el
cónyuge ha experimentado por haberse dedicado a la familia. Este costo, podría semejarse a la idea
de lucro cesante, pero solamente por aproximación, porque no apunta a lo que se ha dejado de
obtener, sino a una oportunidad de obtener que es distinto;

7.- Que la ley de matrimonio civil, en su artículo 62, dispone que para determinar la existencia del
menoscabo económico y la cuantía de la compensación, se considerará, especialmente, la duración
del matrimonio y de la vida común de los cónyuges; la situación patrimonial de ambos; la buena o
mala fe; la edad y el estado de salud del cónyuge beneficiario; su situación en materia de beneficios
previsionales y salud; su cualificación profesional y posibilidades de acceso al mercado laboral, y la
colaboración que hubiere prestado a las actividades lucrativas del otro cónyuge;
8.- Que está establecido que la mujer se casó antes de cumplir 19 años de edad (en 1955); que sus
hijos nacieron los años 1957 y 1958; que durante la vida en común de las partes, ella estuvo al
cuidado de los hijos y el hogar, ya que el marido trabajaba; y que durante ese tiempo no pudo trabajar
u obtener entradas económicas. También es un hecho, no controvertido en los autos, que la
demandante reconvencional percibe una pensión alimenticia equivalente al 15% de lo que el
demandado recibe como pensionado de Capredena (en agosto de 2005 alcanzaba a $ 53.374);

9.- Que de lo que se viene reseñando y de lo expuesto por el juez en el raciocinio 7° de su sentencia,
que ahora se ha reproducido, queda en claro que, en la especie, se dan las exigencias para regular
una compensación económica en beneficio de la actora reconvencional. Sin embargo, acorde con lo
que también se viene manifestando, en especial lo indicado en el ya referido artículo 62 de la ley
19.947, aparece que lo que había determinado el juez como compensación económica, en el fallo
invalidado, era abiertamente exagerado y no se compadecía ello ni con la realidad del proceso ni la
de las partes del pleito.
En las condiciones anotadas y considerando, además, los documentos acompañados en esta
instancia por el demandado reconvencional, a fs. 111, los sentenciadores regularán dicha
compensación económica, en $ 2.00.000 (dos millones de pesos), que se pagarán en cuarenta
cuotas mensuales de $ 50.000 cada una, reajustándose esta última cantidad semestralmente, de
acuerdo a la variación del índice de precios al consumidor;

10.- Que los dichos de los testigos del demandado reconvencional, HSR, AZL y JEF, de fs. 87 y
siguientes, vagos, imprecisos, carentes de basamentos serios, son insuficientes para desvirtuar lo
que anteriormente se ha concluido. En efecto, el primero sabe lo que expresa por los dichos del
mismo demandado reconvencional; el segundo declara, contra lo que afirma la parte que lo presenta,
que la mujer “se dedicó exclusivamente al cuidado de los hijos y el hogar durante la convivencia con
su marido”; y el tercero, fue retirado por la parte del propio Molina mientras declaraba, por “no tener
mayor conocimiento de los hechos”;

11.- Que ante lo sostenido por MS al contestar la demanda reconvencional, en orden a que al
demandar ORBB, por el rubro en mención $ 20.000.000, sin pedir en subsidio una suma menor, esto
no daría competencia al tribunal para fijarla en una cantidad inferior, es necesario expresar que basta
la simple lectura del artículo 64 de la ley 19.947, para darse cuenta que esa posición carece de todo
asidero;

Por estas reflexiones, disposiciones legales citadas, y lo informado por la Fiscalía Judicial a fs. 105,
se decide:

I.- Que se hace lugar a la demanda de divorcio unilateral fundada en el artículo 55 de la ley 19.947,
deducida a fs. 04 y, en consecuencia, se declara disuelto el matrimonio celebrado entre OMS y
ORBB,, celebrado el 18 de febrero de 1955 ante el Oficial de Registro Civil de Talcahuano, inscrito
con el número 79 del mismo año, debiendo subinscribirse esta sentencia al margen de esa
inscripción;

II.- Que se acoge la demanda reconvencional formulada por ORBB, en contra del nombrado OMS,
sólo en lo que respecta a la compensación económica solicitada y, únicamente, en cuánto se ordena
a éste pagarle, por el concepto aludido, la suma de $ 2.000.000, pagaderos de la forma dispuesta
en el razonamiento 9°. Se rechaza, en todo lo demás, esa demanda reconvencional que se contiene
en el otrosí de fs. 45., y

III. – Que cada parte pagará sus costas.

Regístrese y devuélvase.
Redactó el Ministro Guillermo Silva Gundelach.
Rol 1530-2007.
Compensación económica rechazada por haber percibido
alimentos y un inmueble, durante el matrimonio
Antofagasta, seis de diciembre de dos mil seis.

VISTOS:
Se reproduce la sentencia apelada, con excepción de los motivos décimo sexto, décimo noveno,
vigésimo, vigésimo primero, vigésimo segundo y vigésimo tercero, que se eliminan.
Y se tiene, además, en su lugar presente:

PRIMERO: Que, para los efectos de verificar la existencia del menoscabo económico alegado por la
demandante, señora Enedina Sandón Aban, en sustento de la demanda reconvencional dirigida en
contra de su cónyuge, el actor señor Alfonso Marino Chinchilla Mamani; y consecuentemente, la
procedencia o no de la compensación que lo repare, como asimismo su eventual monto, se tienen
en cuenta los siguientes antecedentes y circunstancias que obran en la causa:
a) Durante la vida en común de los cónyuges, que se extendió por trece años, entre 1980 y 1993, el
8 de septiembre del año 1988, el demandado reconvencional adquiere un inmueble ubicado en
Calama, calle Lenguado Nº 3016, según lo acredita la escritura pública rolada a fojas 28 y siguientes,
el que ocupa la demandante reconvencional, como vivienda y domicilio, según aparece del
estampado receptorial de fojas 20 y del documento de fojas 22, correspondiente al privilegio de
pobreza otorgado a la misma.
b) A fojas 54, rola certificado extendido por el Conservador de Bienes Raíces de El Loa, Calama,
que acredita que doña Enedina Sandón Aban, el 02 de enero de 1986, adquirió la propiedad raíz y
vivienda ubicada en Calama, correspondiente al sitio Nº 6 de la manzana C del Plano de Loteo de la
Población Independencia; y que el precio de venta de $150.000.- fue pagado de contado.
c) El actor y la demandante, tenían 41 y 35 años de edad, respectivamente, cuando terminaron la
convivencia el año 1993, según se desprenden del certificado de matrimonio de fojas 1.
d) La demandada y actora reconvencional se ha dedicado al cuidado de los tres hijos matrimoniales,
y a las tareas propias del hogar común, esto último hasta la data de la separación, para los efectos
de estas consideraciones.
e) A partir de la separación -año 1993- el actor ha proveído de alimentos a sus hijos, primeramente
el 20% y después el 40%, porcentaje este a contar de noviembre del año 1996, y en ambos casos
sobre el total de sus emolumentos como trabajador de Codelco, deducido los descuentos
estrictamente legales, conforme lo acreditan los documentos de fojas 5 y 9, respectivamente; y los
testimonios de los testigos del demandado reconvencional, señores Lucía Huanca Cruz y Julio Siarez
Flores a fojas 71 y 71 vuelta, en cuanto a que la demandante reconvencional nunca ha trabajado
viviendo siempre de la pensión alimenticia proporcionada por su cónyuge.
f) En virtud del referido porcentaje del 40%, la actora reconvencional ha recibido, para sus hijos, las
sumas consignadas en las liquidaciones de fojas 39, 40, 42 y 75, esto es, $367.108, $421,208,
$359.784 y $391.214, correspondiente a los meses de marzo, abril y mayo del 2005, y febrero del
2006, respectivamente.
g) Por su parte, el actor y alimentante en esos meses, en el mismo orden, ha obtenido como líquido
a pagar, considerando anticipos, las sumas de $315.000, $420.000, $360.000 y $450.000.
h) De fojas 77 a 81, corren comprobantes de envíos de giros efectuados por el actor a sus hijas
Fabiola y Sandra, más otros que acreditan la cancelación del consumo de agua y de electricidad,
correspondientes éstos a su domicilio de calle Pedro Aguirre Cerda Nº 2124, Calama.

SEGUNDO: Que, como es sabido, la compensación económica es, como su nombre lo indica, un
mecanismo por el cual se busca proteger al cónyuge más débil en un proceso de nulidad, separación
o divorcio, como reparación del desequilibrio económico que se puede originar después de la ruptura
matrimonial, al cesar el deber de socorro que tienen los cónyuges entre sí, y en particular, en lo que
respecta a la obligación de proporcionar los alimentos.
TERCERO: Que el examen de los antecedentes y circunstancias reseñados en el motivo primero
que antecede, muestran, que si bien es cierto la demandada señora Enedina Sandón Aban se ha
dedicado al cuidado de los hijos durante el matrimonio, como lo ha reconocido expresamente el actor
al responder la absolución Nº 2 del pliego de fojas 114, y que ello pudo obstar a que desarrollara una
actividad remunerada o lucrativa, no es menos cierto que durante la convivencia ella ha
percibido y administrado la pensión alimenticia proporcionada por su cónyuge, en favor de
los hijos, y que además adquirió un sitio en el loteo de la plaza Independencia de Calama, que
pagó de contado, el que no ocupa, toda vez que reside y tiene su domicilio en la propiedad
ubicada en la calle Lenguado 3016, Calama, adquirida por su cónyuge, inmuebles ambos que
componen el haber de la sociedad conyugal existente entre las partes, de conformidad con los
artículos 1725 y siguientes del Código Civil.

CUARTO: Que, en este panorama, la demandada no aparece en la posición de cónyuge más


débil, pues basta para ello tener en cuenta que de alguna manera se procuró fondos para
adquirir el referido sitio, lo que indica que no estuvo absolutamente impedida para obtenerlos,
no concurriendo, en consecuencia, los supuestos que exige el artículo 61 de la Ley
19.947,como factores que configuran el menoscabo económico y dan vida a la compensación
de la misma naturaleza, apreciaciones que valoradas de acuerdo a los principios de la sana
crítica conducen indefectiblemente a rechazar la demanda reconvencional de compensación
económica deducida por la señora Enedina Sandón Aban.

QUINTO: Que, contribuye a la decisión denegatoria que antecede, el carácter compensatorio que
tiene la pretensión económica que se ha discutido entre las partes, entendiéndose por tal, como la
vía que permite reparar el enriquecimiento injusto o sin causa de alguno de los cónyuges, al haber
logrado el beneficiado una situación económica más expectante que el otro, y que ello se debió al
apoyo que le prestó el cónyuge más débil, pues en la especie, como se ha razonado
precedentemente, quien reviste dicha calidad es el actor y de mandado reconvencional, quien, por
lo demás, deberá seguir soportando la pensión alimenticia que paga actualmente a favor de sus tres
hijos, atendido que la sentencia que declara el divorcio no afecta los derechos de alimentos en favor
de aquellos, los cuales, al no haber controversia acerca de su vigencia, seguirán siendo percibidos
y administrados por la demandada, es decir, resulta evidente entonces que ésta continuará en el
mismo estado económico que tenía antes de la demanda de divorcio deducida en su contra.

SEXTO: Que no obsta al rechazo de la compensación económica los hechos por los cuales el actor
fue condenado al pago de una multa el año 1993, según da cuenta la copia de sentencia rolada a
fojas 92, pues la motivación que provocó los golpes propinados a su mujer, no puede asimilarse al
concepto de buena o mala fe del artículo 62 de la ley citada, en primer término por tratarse de una
situación fáctica aislada toda vez que no existen en autos antecedentes similares, y en segundo
término, porque dicho concepto implica maquinaciones intelectuales con tinte doloso, prolongadas
en el tiempo, aspectos que por las probanzas rendidas han estado muy lejos de concurrir en el caso
de autos.
Por estas consideraciones, y lo prevenido en los artículos 61, 62 y 92 de la Ley de Matrimonio Civil,
y 186 del Código de Procedimiento Civil, se REVOCA la sentencia apelada de fecha treinta y uno
de julio del año dos mil seis, escrita a fojas 121 y siguientes, en cuanto en su Resuelvo 2º condena
a don ALFONSO MARINO CHINCHILLA MAMANI a pagar una compensación económica de
$25.000.000 (veinticinco millones de pesos), a doña ENEDINA MARCELINA SANDON ABAN, y en
su lugar se declara que no se hace lugar a dicha compensación.

SE CONFIRMA en lo demás la sentencia apelada.


Cada parte pagará sus costas.
Regístrese y devuélvase.
Rol N° 1.016-06.
Redacción del abogado integrante señor Alfonso Leppes Navarrete.
Pronunciada por la Primera Sala, integrada por las Ministros Titulares Srta. Marta Carrasco Arellano
y Sra. Rosa María Pinto Egusquiza y el Abogado Integrante, Sr. Alfonso Leppes Navarrete. Autoriza
el Secretario Subrogante, Sr. Sergio Montt Martínez.

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MARIO ENRIQUE AGUILA INOSTROZA
Abogado U. Católica de Chile
http://jurischile.com
Puerto Montt

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