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Universidad de Guayaquil

Facultad de ciencias
médicas Dr. Alejo Lascano Bahamonde

Semiología
Integrantes:
Yamiley Au-hing
Josue Bermeo
Aischa Castro
Diego Hermida
Carlos Malla

Grupo 17
Quinto semestre
Embriología del Aparato digestivo

 Divisiones del tubo intestinal

El plegamiento cefalocaudal y lateral del embrión hace que una porción de la cavidad del
saco vitelino revestida de endodermo se incorpore al embrión para formar el intestino
primitivo. En las partes cefálica y caudal del embrión el intestino primitivo forma un tubo
con el extremo ciego, el intestino anterior y el intestino posterior, respectivamente. La parte
central, e intestino medio, queda temporalmente conectada al saco vitelino a través del
conducto vitelino o pedículo del saco vitelino.

El desarrollo del intestino primitivo y de sus derivados generalmente se describe en cuatro


secciones:

a) El intestino faríngeo o faringe se extiende desde la membrana bucofaríngea hasta el


divertículo respiratorio y forma parte del intestino anterior. Esta sección es
especialmente importante para el desarrollo de la cabeza y el cuello.
b) El resto del intestino anterior se dispone caudalmente respecto del tubo faríngeo y
se extiende hasta la evaginación del hígado.
c) El intestino medio se inicia en posición caudal respecto de la yema hepática y se
extiende hasta el punto de unión de las dos terceras partes derechas del colon
transverso con la tercera parte izquierda del colon transverso hasta la membrana
cloacal.

El endodermo forma el revestimiento epitelial del tubo digestivo y origina las células
específicas de las glándulas como los hepatocitos y las células exocrinas y endocrinas dl
páncreas. El estroma de las glándulas deriva del mesodermo visceral. El musculo, el tejido
conjuntivo y los componentes peritoneales de la pared del intestino también derivan del
mesodermo visceral.

 Mesenterios

Algunas partes del tubo intestinal y sus derivados quedan suspendidas de las paredes dorsal
y ventral del cuerpo mediante los mesenterios, que son capas dobles de peritoneo que
rodean un órgano y lo conectan con la pared del cuerpo. Estos órganos se denominan
intraperitoneales, mientras que los órganos que descansan sobre la pared posterior del
cuerpo y solo tienen cubierta por peritoneo su superficie anterior. Se consideran
retroperitoneales. Los ligamentos peritoneales son dobles capas de peritoneo que pasan de
un órgano a otro o de un órgano a la pared del cuerpo.
 Intestino anterior

Esófago: Cuando el embrión tiene aprox. 4 semanas de vida, aparece el divertículo


respiratorio en la pared ventral del intestino anterior, en el límite con el intestino faríngeo.
De forma gradual, el tabique traqueoesofagico separa este divertículo de la parte dorsal del
intestino anterior. De manera, el intestino anterior queda dividido en una porción ventral,
el primordio respiratorio y una porción dorsal, el esófago.

Estomago: Este aparece como una dilatación fusiforme del intestino anterior en la cuarta
semana del desarrollo. Durante las semanas siguientes, su aspecto y su posición cambian
considerablemente debido a la distinta velocidad de crecimiento de las diversas regiones
de su pared y a los cambios de posición de los órganos circundantes. Los cambios de
posición del estómago se explican más fácilmente si se asume que este órgano rota
alrededor de un eje longitudinal y un eje anteroposterior. El estómago rota 90° alrededor
de su eje longitudinal en el sentido de las agujas del reloj. Esto hace que su lado izquierdo
mire hacia la parte anterior, y su lado derecho, hacia la posterior.

Por tanto el nervio vago izquierdo que al principio inerva el lado izquierdo del estómago,
ahora inerva la pared anterior. De manera parecida, el nervio derecho inerva la pared
posterior. Durante esta rotación, la pared posterior original del estómago crece más
rápidamente que la porción anterior, lo que genera las curvaturas menor y mayor.

Inicialmente, los extremos cefálico y caudal del estómago se disponen en la línea media,
pero al proseguir el crecimiento, el estómago rota alrededor de un eje anteroposterior, de
manera que la parte caudal o pilórica se desplaza hacia la derecha y hacia arriba y la porción
cefálica o cardiaca se desplaza hacia la izquierda y un poco hacia abajo. Así, el estómago
asume la posición final, con el eje orientando desde la parte superior izquierda hacia la parte
inferior derecha.

Dado que el estómago esta unid a la pared dorsal del cuerpo mediante el mesogastrio dorsal
y a la pared ventral mediante el mesogastrio ventral, su rotación y su crecimiento
desproporcionado alteran la posición de estos mesenterios.

La rotación alrededor del eje longitudinal tira del mesogastrio dorsal hacia la izquierda, lo
que origina un espacio detrás del estómago llamado bolsa omental.

La rotación del estómago alrededor de eje anteroposterior hace que el mesogastrio dorsal
sobresalga hacia abajo. Así continua creciendo hacia abajo y forma un saco doble capa que
se extiende por encima del colon transverso y las asas del intestino delgado como un
delantal. Este delantal de doble hojas es el omento mayor.
El omento menor y el ligamento falciforme se forman a partir del mesogastrio ventral, que,
a su vez, deriva del mesodermo del tabique transverso. Cuando los cordones hepáticos
crecen dentro del tabique, este se adelgaza para formar: a) el peritoneo del hígado, b) el
ligamento falciforme, que se extiende del hígado a la pared ventral del cuerpo y c) el
omento menor que se extiende desde el estómago y el duodeno superior hasta el hígado.

Duodeno: La parte terminal del intestino anterior y la parte cefálica del intestino medio
forman el duodeno. La unión de esas dos partes se encuentra directamente distal al origen
de la yema hepática. Cuando el estómago rota, el duodeno adquiere la forma de un asa con
el aspecto de C y rota hacia la derecha. Esta rotación, junto con el crecimiento rápido de la
cabeza del páncreas, desplaza el duodeno desde su posición inicial en la línea media hasta
el lado derecho de la cavidad abdominal.

Hígado y vesícula biliar: l primordio hepático aparece a la mitad de la tercera semana como
una prominencia del epitelio endodérmico n el extremo distal del intestino anterior. Esta
prominencia, llamada divertículo hepático o yema hepática, esta formada por células en
rápida proliferación que penetran en el tabique transverso. Mientras las células hepáticas
continúan penetrando en este tabique, la conexión entre el divertículo hepático y el
intestino anterior se estrechó y forma el conducto colédoco. Este forma una pequeña
excrecencia ventral que origina la vesícula biliar y el conducto cístico.

Páncreas: El páncreas lo forman dos yemas, una dorsal y otra ventral, que se originan a
partir del revestimiento endodérmico del duodeno. La yema pancreática dorsal se
encuentra en el mesenterio dorsal, mientras que la yema pancreáticas ventral se encuentra
cerca del conducto colédoco.

 Intestino medio

En el embrión de 5 semanas, el intestino medio está suspendido de la pared abdominal


dorsal mediante un mesenterio corto y se comunica con el saco vitelino a través del
conducto vitelino. En el adulto, el intestino medio empieza en la parte directamente distal
respecto del punto donde el conducto colédoco entra dentro del duodeno y termina en el
punto de unión entre las dos terceras partes proximales de colon transverso y el tercio
distal.

Hernia fisiológica

El desarrollo del asa intestinal primaria se caracteriza por una elongación rápida,
especialmente de la rama cefálica. El rápido crecimiento y la expansión del hado hacen que
la cavidad abdominal se vuelva de forma transitoria demasiado pequeña para contener
todas las asas intestinales, de manera que etas entran en la cavidad extraembrionaria a
través del cordón umbilical durante la sexta semana del desarrollo.

Rotación del intestino medio

Coincidiendo con el crecimiento en longitud, el asa intestinal primaria rota alrededor de un


eje formado por la arteria mesentérica superior. La elongación del asa intestinal pequeña
continua incluso durante la rotación y el yeyuno y el íleon forman diversas asas enrolladas.

Asimismo, el intestino grueso se alarga considerablemente pero no participa en el


fenómeno de enrollamiento. La rotación tiene lugar durante el proceso de herniación, así
como durante el retorno del asa intestinal dentro de la cavidad abdominal.

 Intestino posterior

El intestino posterior origina el tercio distal del colon transverso, el colon descendente, el
colon sigmoideo, el recto y la parte superior del conducto anal. El endodermo del intestino
posterior también forma el revestimiento interno de la vejiga y la uretra.

Embriología del sistema urinario

 Sistemas renales

Pronefros: Al comienzo de la cuarta semana, el pronefros está representado por entre 7 y


10 grupos celulares compactos en la región cervical.

Mesonefros: El mesonefros y los conductos mesonefricos proceden del mesodermo


intermedio de los segmentos torácico superior y lumbar superior. Al comienzo de la cuarta
semana de desarrollo, durante la regresión del sistema pronefrico, aparecen los primeros
túbulos excretores del mesonefros.

Metanefros: El tercer órgano urinario, el metanefros o riñón permanente, aparece en la


quinta semana.

 Sistema colector

Los conductos colectores del riñón permanente se desarrollan a partir de la yema ureteral,
una excrecencia del conducto mesonefrico cerca de su entrada en la cloaca. La yema
penetra en el tejido metanefrico que adquiere en su extremo distal a forma de un casquete.
Después, la yema se dilata formando la pelvis renal primitiva y se divide en las partes craneal
y caudal, los futuros calices mayores.
 Sistema excretor

Cada túbulo colector recién formad esta cubierto en su extremo distal por un casquete de
tejido metanefrico. Bajo la influencia inductiva del túbulo, las células del casquete de tejido
forman pequeñas vesículas, las vesículas renales que a su vez originan pequeños túbulos en
forma de S. Los capilares crecen dentro del espacio delimitado en un extremo de la S y se
diferencian en glomérulos.

Posición del riñón

El riñón inicialmente en la región pélvica, se desplaza después hacia una posición más
craneal en el abdomen. Este ascenso del riñón se debe a una disminución de la curvatura
del cuero y al crecimiento del cuerpo en las regiones lumbar y sacra.

En la pelvis, el metanefros recibe su irrigación arterial a partir de una rama pélvica a partir
de una rama pélvica de a aorta.

Vejiga y uretra

De la cuarta a la séptima semanas de desarrollo, la cloaca se divide anteriormente en el


seno urogenital y posteriormente en el conducto anal.

El tabique urorrectal es una capa de mesodermo entre el conducto anal primitivo y el seno
urogenital. La punta del tabique formara el cuerpo perineal. EN el seno urogenital pueden
diferenciarse tres partes: la parte superior y más grande es la vejiga urinaria. Al principio la
vejiga es continua con el alantoides pero cuando la luz del alantoides se oblitera, el uraco,
un cordón grueso del alantoides, se mantiene y une el ápice de la vejiga al ombligo

ANATOMÍA DEL TUBO DIGESTIVO

INTESTINO GRUESO

El intestino grueso es la última porción del tubo digestivo, formada por el ciego, el colon,
el recto y el canal anal. El intestino delgado se une al intestino grueso en
el abdomen inferior derecho a través de la válvula ileocecal. El intestino grueso es un tubo
muscular de aproximadamente un metro y medio de largo. La primera parte del intestino
grueso se llama ciego. El intestino grueso continúa absorbiendo agua y nutrientes minerales
de los alimentos y sirve como área de almacenamiento de las heces.
El intestino grueso procede embriológicamente de la parte del asa intestinal primitiva que
sufre menor número de flexuras. Al completar el intestino un giro positivo de 270°
(contrario a las agujas del reloj) en torno al eje de la arteria mesentérica superior, el
comienzo del intestino grueso se encuentra en la fosa ilíaca derecha. Teniendo en cuenta
que existe un punto fijo (la cloaca primitiva que posteriormente originará el ano), el
recorrido que hace el intestino primitivo dibuja perfectamente el futuro marco cólico del
adulto. El marco cólico encuadra las asas yeyunales e ileales, que tienen situación
inframesocólica.

Función

Tras unas dos horas desde la ingesta, el quimo llega al intestino grueso donde ya no es
procesado en esta última etapa de la digestión, el intestino grueso se limita a absorber los
minerales, el agua y las vitaminas (K y B12) que son liberadas por las bacterias que habitan
en el colon.
Aquí se libera metano en forma gaseosa cuando convierte el almidón y sus derivados en
glucosa para ser absorbida. Gran parte del metano gaseoso es absorbido en forma de
cadenas de ácidos grasos o expulsados en flatulencias.
El intestino grueso también compacta las heces, y almacena la materia fecal en el recto
hasta que es expulsada a través del ano.

Topográficamente, el intestino grueso comienza en el ciego, en la papila ileal, que es el


apéndice primitivo. El ciego es intraperitoneal, así como el apéndice vermiforme. El colon
ascendente se adosa a la pared posterior y se hace secundariamente retroperitoneal. En la
base del hígado, el colon cambia de dirección en el ángulo hepático y pasa a ser colon
transverso, de longitud variable, unido a la pared abdominal posterior por el mesocolon
transverso. Vuelve a cambiar de dirección en el ángulo esplénico y pasa a ser colon
descendente.
Relaciones de las partes del intestino grueso

 Ciego y papila ileal: el ciego es la primera parte del intestino grueso. Es casi siempre
intraperitoneal. En su continuación a colon ascendente pasa de intra a retroperitoneal.
Por ello se forman unos repliegues en el arranque del mesoapéndice y unión ileocecal.
La papila ileal está en el sitio por el que el íleonterminal va a desembocar en el ciego.
Esta desembocadura se realiza por medio de una abertura longitudinal rodeada de
músculo circular (el longitudinal se continúa directamente con el colon ascendente y el
ciego). Su función es, posiblemente, retrasar el progreso del contenido intestinal hacia
el intestino grueso.
 Apéndice vermiforme: es un divertículo u órgano vestigial que aparece en el intestino
grueso (sector del ciego), sumamente infiltrado por células linfoides. Su longitud es
variable (2-15 cm, como promedio 9 cm), así como su posición en el abdomen
(ventromedial al ciego, retrocecal, subhepático, etc.), que depende en gran medida de
la amplitud del mesoapéndice. Es de gran interés diagnóstico por la frecuencia con la
que se inflama, dando lugar a la apendicitis aguda, y si su contenido pasa a la cavidad
abdominal se desencadena una peritonitis. No tiene funciones digestivas conocidas.
 Colon ascendente: se extiende desde el ciego hasta el ángulo hepático (impresión cólica
en la cara inferior del hígado, formándose el ligamento hepatocólico). Se relaciona con
las asas del intestino delgado, riñón derecho y porción descendente del duodeno,
además de con las estructuras musculares de la pared posterior: psoas, cuadrado
lumbar y transverso del abdomen, así como con los nervios femoral, cutáneo femoral
lateral, ilio-hipogástrico, ilio-inguinal y génito-femoral. Los vasos gonadales, la arteria
ilíaca interna y el hueso ilíaco completan las relaciones.
 Colon transverso: del ángulo hepático al ángulo esplénico, está fijado por el mesocolon
transverso. Su borde de inserción pasa a lo largo de la cabeza y cuerpo del páncreas. Su
fusión con el epiplón mayor determina sus relaciones anatómicas: hígado, estómago,
porción descendente del duodeno, páncreas, transcavidad de los epiplones y bazo. Un
repliegue del peritoneo, el ligamento frenocólico, une el diafragma con el ángulo
esplénico. Es una porción intraperitoneal.
 Colon descendente y sigmoideo: establece unas relaciones muy parecidas a las del colon
ascendente con respecto a la pared abdominal. Progresivamente se inclina hacia la línea
media para continuarse con el colon sigmoideo, especie de “S” que forma el colon antes
de continuarse con el recto a nivel de S3. El colon sigmoideo tiene su mesocolon, con
vértice hacia la bifurcación de la arteria ilíaca común izquierda. De ahí se bifurca en dos
partes para cada una de las curvas del colon sigmoideo. El mesocolon sigmoideo se
relaciona por detrás con órganos de la cavidad pélvica, el uréter, el músculo piriforme y
la arteria ilíaca interna. A diferencia del colon descendente, el colon sigmoideo es
intraperitoneal.

Irrigación del intestino grueso

La parte derecha del intestino grueso recibe ramas de la arteria mesentérica superior. A
partir de la mitad del colon transverso, la parte izquierda recibe ramas de la arteria
mesentérica inferior, 1) arteria cólica izquierda; 2) arterias sigmoideas; 3) la rama terminal
es la arteria rectal superior. Las ramas de la mesentérica superior e inferior se anastomosan
en el colon transverso. Las venas llevan un curso análogo al de las arterias y van a confluir
en la vena mesentérica inferior, que se une a la esplénica y mesentérica superior para
formar la vena porta hepática.

Inervación del intestino grueso

Es doble, con un sistema intrínseco y uno extrínseco El sistema nervioso intrínseco: contiene
las porciones correspondientes del Plexo Entérico, que forman parte del sistema nervioso
entérico, el cual está constituido por:

El plexo submucoso (de Meissner) que está ubicado en la capa submucosa (sensitivo)

El plexo Mientérico (de Auerbach) dirige el peritaltismo intestinal, se encuentra entre la


capa muscular longitudinal y la capa muscular circular (motor).

El plexo Subseroso.
RECTO

El recto es el último tramo del tubo digestivo, situado inmediatamente después del colon
sigmoideo. El recto recibe los materiales de desecho que quedan después de todo el
proceso de la digestiónde los alimentos, constituyendo las heces. El recto es la parte final
del intestino grueso y tiene una longitud de 15 cm, y de aquí las heces fecales salen del
cuerpo a través del ano.

Estructura del recto

La histología del recto es similar a la del colon, salvo que presenta criptas de Lieberkuhn
más profundas pero que se presentan en menor cantidad.

Las columnas de Morgagni son pliegues longitudinales de la mucosa, que se unen entre sí
para formar las válvulas anales, que ayudan al ano a dar sostén a la columna de excremento.
El epitelio nos presenta una transición, desde un epitelio prismático a un epitelio
pluriestratificado no cornificado. Luego el epitelio se queratiniza. La lámina propia alberga
glándulas anales a nivel de la unión rectoanal y glándulas circumanales a nivel del extremo
distal del conducto anal. La capa muscular de la mucosa tiene una constitución prototípica.
La submucosa alberga el plexo venoso hemorroidario interno y externo.
El esfínter anal interno corresponde a un engrosamiento de la capa circular interna de la
capa muscular, por lo que está conformada por músculo liso. El esfínter anal externo está
formado por músculos del suelo de la pelvis, y corresponde a músculo esquelético
voluntario.

Arteria Arteria rectal superior (primeros dos


tercios del recto), arteria rectal
media(último tercio)

Vena Vena rectal superior, venas rectales


medias

Nervio Nervios anales inferiores, ganglio


mesentérico inferior 1

Linfa Ganglios linfáticos mesentéricos


inferiores, ganglios linfáticos
pararrectales, ganglios linfáticos ilíacos
internos, ganglios linfáticos inguinales
profundos

Precursor Intestino distal

ANO

El ano es un orificio que se halla en el extremo


terminal (inferior) del tubo digestivo, de la misma
manera en que la cavidad oral (boca) es el orificio
del extremo inicial (superior).
Está constituido por el músculo esfínter voluntario
(esfínter externo del ano), recubierto de mucosa,
y se trata de una abertura a través de la cual los
materiales de desecho de la digestión (heces) salen del cuerpo.
Al orificio anal se le añade por arriba la parte más inferior del recto que precede, y por
abajo, la zona cutáneaque lo continúa y que lo rodea. Así, en los seres humanos, el ano se
convierte en un conducto de unos 15 a 20 milímetros de longitud (canal anal) a través de
cual discurren las heces durante la defecación.
Localización y relaciones anatómicas del ano en los humanos

El ano en los humanos está situado en la línea media del cuerpo, un poco por detrás de
la línea biisquiática. Se abre en el vértice posterior del periné (o perineo), un poco por
delante del cóccix (o cóxis) y en el fondo del surco longitudinal que separa las dos nalgas. El
ano es más anterior y un poco más superficial en la mujer que en el hombre.
El ano se encuentra relacionado, por los lados, con el músculo esfínter externo, con las fosas
isquiorrectales y con los elevadores del ano, por detrás con el rafe anococcígeo y con
los fascículos musculares que en él se insertan y por delante con la uretra (en el hombre) o
con la vagina (en la mujer).
Límites
Hay divergencia de opiniones entre los anatomistas respecto a cuáles son los límites
anatómicos del ano, pero en general se consideran los siguientes:
Por arriba
el límite es una línea circular, la línea anorrectal, línea dentada o línea pectínea,
irregularmente sinuosa, que pasa por el borde de las válvulas semilunares del recto. En esta
línea se separa el recto de la piel, el endodermo del ectodermo.
Por debajo
En el periné, el ano está limitado por la línea anoperineal, difícil de delimitar, a partir de la
cual surge el vello del periné. La zona de periné que rodea a la línea anoperineal se
llama margen anal.
El «canal anal» es el conducto que se extiende desde la línea dentada hasta la línea
anoperineal.
Conformación
El ano por fuera tiene forma circular cuando está dilatado, cuando pasan las heces o se
introduce un objeto. En reposo tiene forma de hendidura anteroposterior de la que parten
de forma radiada cierto número de pliegues, los pliegues radiados del ano, que son
pronunciados con la contracción del ano y que se borran completamente cuando se dilata
el orificio. La piel que rodea al orificio anal se llama margen del ano, y es un tipo de piel más
delgada, más colorada, constantemente húmeda y sin vello. Los pelos aparecen a partir de
la línea anoperineal.
Constitución anatómica
El conducto anal está formado por un aparato muscular y por piel modificada.
Aparato muscular
Formado por fibras lisas circulares dispuestas por fuera de la mucosa y que forman
el esfínter interno del ano, por fibras musculares estriadas circulares que forman el esfínter
externo del ano. Otros músculos relacionados con el ano son: el músculo retractor del ano,
el músculo rectouretral y el músculo elevador del ano.
Revestimiento cutáneo
Cubierto por piel modificada, más delgada, menos rica en papilas y que carece por completo
de pelos y de glándulas. El canal anal está recubierto por un epitelio escamoso no
queratinizado. Por encima del límite superior del canal anal (línea pectínea) existe una zona
de transición en el recto de unos 6 a 12 mm, en la que el epitelio escamoso pasa a
ser epitelio cilíndrico columnar de una forma progresiva.
Vasos y nervios
La circulación y la inervación del ano se confunden con la del recto y con las del periné,
proporcionadas principalmente por los nervios anales inferiores y por otras ramas
del nervio pudendo, como ciertas fibras del nervio perineal. Las arterias del ano proceden
en su mayoría de la arteria hemorroidal inferior, rama de la arteria pudenda interna.
Los vasos linfáticos desembocan tanto en los ganglios hipogástricos como en los ilíacos
externos y en los ganglios linfáticosinguinales.
PÁNCREAS

El páncreas es un órgano situado en el abdomen que tiene secreción exocrina formada


por enzimas digestivas que pasan al intestino delgado y secreción endocrina formada por
hormonas que pasan a la sangre, como la insulina, glucagón, polipéptido
pancreático y somatostatina.
Tiene forma cónica y se divide en varias regiones
llamadas cabeza, cuello, cuerpo y cola. En la especie
humana mide el abdomen entre 15 y 23 cm de largo, 4
de ancho y 5 de grueso, con un peso que oscila entre 70
y 150 g. La cabeza se localiza en la concavidad
del duodeno o asa duodenal formada por las tres
primeras porciones del duodeno y asciende
oblicuamente hacia la izquierda.
Localización

El páncreas es un órgano, adosado a su pared posterior a nivel de las primera y segunda


vértebras lumbares junto a las glándulas suprarrenales, por detrás del estómago, formando
parte del contenido del espacio retroperitoneal.
Partes del páncreas

 Cabeza: dentro de la curvatura duodenal, media y superior.


 Proceso unciforme: posterior a los vasos mesentéricos superiores.
 Cuello: anterior a los vasos mesentéricos superiores. Posterior a él se crea la vena porta.
A la derecha de la cabeza.
 Cuerpo: continúa posterior al estómago hacia la izquierda y ascendiendo ligeramente.
 Cola: termina tras pasar entre las capas del ligamento esplenorrenal. La única parte del
páncreas intraperitoneal.
 Conducto pancreático principal o Conducto de Wirsung: empieza en la cola dirigiéndose
a la derecha por el cuerpo. En la cabeza cambia de dirección a inferior. En la porción
inferior de la cabeza se une al conducto colédoco acabando en la ampolla
hepatopancreática o de Vater que se introduce en el duodeno descendente (segunda
parte del duodeno).
 Conducto pancreático accesorio o Conducto de Santorini: se forma de dos ramas, la 1ª
proveniente de la porción descendente del conducto principal y la 2ª del proceso
unciforme.
El páncreas es un órgano peritoneal mixto, exocrino y también endocrino. El canal común
que lleva la bilis y las secreciones pancreáticas al duodeno está revestido por un complejo
circular de fibras de músculo liso que se condensan en el esfínter de Oddi a medida que
atraviesan la pared del duodeno.

Arteria Pancreaticoduodenales
inferiores, Pancreaticoduodenal superior
derecha, Esplénica

Vena Pancreaticoduodenal, Pancreáticas

Nervio Plexo pancreático, Ganglios


celíacos, Vago

Precursor Esbozo pancreático

HÍGADO

El hígado es un importante órgano que está presente tanto en el ser humano, como en
todos los animales vertebrados. El hígado humano tiene un peso medio de 1500 g, está
situado en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma, secreta
la bilis esencial para la digestión de las grasas y cuenta con otras muchas funciones, entre
ellas la síntesis de proteínas plasmáticas, función desintoxicante y almacenamiento
de vitaminas y glucógeno. Es responsable de eliminar de la sangre diferentes sustancias que
puedan resultar nocivas para el organismo entre ellas el alcohol, convirtiéndolas en
inocuas. La ausencia de hígado o su falta de funcionamiento es incompatible con la vida.

Aspectos generales
El hígado tiene una forma triangular, color rojo pardo, superficie lisa y consistencia blanda
y depresible. En el adulto humano mide por término medio 26 cm de ancho, 15 cm de alto
y 8 cm de espesor a nivel del lóbulo derecho, su peso aproximado es 1,5 kg.
Ubicación
El hígado se localiza en la región superior derecha del abdomen, por debajo del diafragma,
ocupa el hipocondrio derecho y una parte del epigastrio. En condiciones normales no
sobrepasa el límite del reborde costal. Llena el espacio de la cúpula diafragmática, donde
puede alcanzar hasta la quinta costilla, y está próximo al corazón del cual se encuentra
separado por el diafragma. Está recubierto por una cápsula fibrosa, la cápsula de Glisson,
sobre la cual se aplica el peritoneo.
Caras
El hígado se encuentra rodeado por el peritoneo visceral y presenta dos caras:

 Cara anterosuperior convexa en contacto con el diafragma que lo separa de las bases
pulmonares y la cara frénica del corazón.
 Cara posterorinferior. También llamada cara visceral pues en ella el hígado se relaciona
con estructuras situadas en el lado derecho del abdomen, muchas de las cuales dejan
una impresión en la cara inferior del lóbulo derecho del hígado. Así, tenemos de atrás a
delante la impresión cólica determinada por el ángulo hepático del colon, la impresión
duodenal marcada por el duodeno, pegada a la fosa cística donde se aloja la vesícula
biliar, la impresión renal menos marcada formada por el polo superior del riñón derecho
y más adelante un profundísimo surco marcado por la vena cava inferior. En la cara
inferior del lóbulo izquierdo están la impresión gástrica y la escotadura del esófago, en
el borde posterior.
En la base del hígado se encuentra la vesícula biliar y el hilio hepático, que es la zona de
entrada de la vena porta, la arteria hepática y la salida del conducto hepático. La estructura
del hígado va a seguir las divisiones de la vena porta hepática. Tras la división de ramos
segmentarios, las ramas de la vena porta, acompañadas de las de la arteria hepática y de
las divisiones de los conductos hepáticos, se encuentran juntas en el espacio porta.
Lóbulos hepáticos
El hígado se divide por el ligamento falciforme en dos lóbulos principales, derecho e
izquierdo. Existen otros dos lóbulos más pequeños el lóbulo cuadrado y el lóbulo caudado
que para muchos anatomistas pertenecen al lóbulo izquierdo, aunque otros textos
consideran que el hígado tiene cuatro lóbulos.

 Lóbulo derecho, situado a la derecha del ligamento falciforme;


 Lóbulo izquierdo, extendido sobre el estómago y situado a la izquierda del ligamento
falciforme;
 Lóbulo cuadrado, visible solamente en la cara inferior del hígado; se encuentra
limitado por el surco umbilical a la izquierda, el lecho vesicular a la derecha y
el hilio del hígado por detrás;
 Lóbulo de Spiegel (lóbulo caudado), situado entre el borde posterior del hilio
hepático por delante, la vena cava por detrás.
Existen variantes anatómicas frecuentes como el Lóbulo Hepático de Riedel donde hay una
prolongación infracostal derecha que se puede confundir con hepatomegalia (aumento del
tamaño hepático).
Segmentos hepáticos
La clasificación de Couinaud divide el hígado en ocho segmentos que son funcionalmente
independientes, cada uno de estos segmentos dispone de una rama de la vena porta
hepática, una rama de la arteria hepática, una rama venosa de salida que tributa a las venas
hepáticas y un conducto biliar por el que la bilis llega al conducto hepático. Los segmentos
5,6,7 y 8 corresponden al lóbulo derecho, 2,3 y 4 al lóbulo izquierdo y 1 al lóbulo caudado.
Ligamentos
El hígado está cubierto por el peritoneo visceral, tiene varias conexiones con el peritoneo
parietal que se llaman ligamentos del hígado, los cuales no son en realidad auténticos
ligamentos, sino tractos fibrosos que dan soporte al hígado y lo sustentan sobre las
estructuras adyacentes. Estos ligamentos hepáticos son los siguientes:

 Ligamento redondo del hígado. Procede de la obliteración de la vena umbilical, une el


hígado a la zona umbilical de la pared abdominal anterior.
 Ligamento coronario. Une la porción posterior de la cara diafragmática del hígado con
el diafragma, se prolonga a ambos lados con el ligamento triangular izquierdo y derecho
que tienen la misma función.
 Ligamento falciforme. Une la cara diafragmática del hígado al diafragma y la pared
abdominal anterior. Marca la división entre el lóbulo derecho y el izquierdo.
 Ligamento gastrohepático. Une la curvatura menor del estómago al hígado
 Ligamento ducto venoso. Es el remanente fibrosado del ducto venoso que durante el
periodo fetal conecta la vena umbilical directamente con la vena cava inferior.
 Ligamento hepatoduodenal. Une el duodeno al hilio hepático y actúa como soporte de
la vena porta, la arteria hepática y la vía biliar principal.
Circulación sanguínea del hígado
La sangre llega al hígado a través de la vena porta y la arteria hepática. El sistema porta
constituye el 70-75 por ciento del flujo sanguíneo y contiene sangre poco oxigenada y rica
en nutrientes proveniente del tracto gastrointestinal y del bazo. La sangre arterial llega a
través de la arteria hepática, rama del tronco celíaco que contiene la sangre oxigenada. La
sangre de ambas procedencias se mezcla en las sinusoides hepáticas y abandona el órgano
a través de las venas hepáticas, también llamadas supra hepáticas, que finalmente drenan
en la vena cava inferior.

Drenaje linfático del hígado


El drenaje linfático del hígado corre a cargo de vasos que desembocan en la vena cava
inferior o en los ganglios linfáticos que siguen el recorrido inverso de la arteria hepática.
Inervación del hígado
El hígado recibe nervios del plexo celíaco, de los nervios neumogástrico izquierdo y
derecho y también del frénico derecho, por medio del plexo diafragmático. El aporte
nervioso también le viene del plexo celíaco que inerva al hepático, mezcla de
fibras simpáticas y parasimpáticas. Estos nervios llegan al hígado junto a la arteria hepática.
VESÍCULA BILIAR

La vesícula biliar es una víscera hueca pequeña, con forma de ovoide o pera, que tiene un
tamaño aproximado de entre 5 y 7 cm de diámetro mayor. Se conecta con
el intestino delgado (duodeno) por la vía biliar común o conducto colédoco. Su función es
la acumulación de bilis, contiene un volumen de alrededor de 50 ml de bilis que libera
al duodeno a través de los conductos antes reseñados, y entra en él a través de la papila
y ampolla de Vater. Está adherida a la superficie visceral del hígado.

Arteria que irriga la vesícula biliar


La arteria cística es una arteria que irriga la vesícula biliar y el conducto cístico. Se origina
como rama terminal derecha de la arteria hepática propia. No presenta ramas
(importantes). Puede nacer a un nivel bajo o alto; en este último caso, se entrecruza con el
conducto colédoco y la arteria hepática, formando el triángulo de Calot.
Patología de la vesícula
La vesícula biliar es más conocida por los potenciales problemas que puede ocasionar, ya
que es el lugar de asiento de los cálculos de sales biliares (piedras pequeñas) que obstruyen
la vía biliar y generan patologías inflamatorias que, en algunos casos, pueden eliminarse con
medicamentos, y en muchos otros deben tratarse quirúrgicamente. A la inflamación de la
vesícula biliar se le llama colecistitis y a la presencia de cálculos en dichas vías colelitiasis.
Las vías biliares además de obstruirse, pueden ser asiento de tumores.
La hipersensibilidad de la vesícula cursa con un dolor muy característico que se localiza en
el punto cístico de Murphy. Al hacer presión con los dedos sobre el lado derecho
del abdomen, a unos dos o tres centímetros debajo del reborde de las costillas y al mismo
tiempo inspirar profundamente, llega la persona al punto en que justo después de
comenzar a tomar aire, siente un dolor agudo en el momento en que la
vesícula inflamada roza con la presión causada por los dedos, obligándole a que cese la
inspiración bruscamente. Se conoce como signo de Murphy positivo, si tal reacción ocurre
durante la inspección puede ser indicio de una colecistitis.
Función

La función de la vesícula es almacenar y concentrar la bilis secretada por el hígado y que


alcanza la vesícula a través de los conductos hepático y cístico, hasta ser requerida por el
proceso de la digestión. Almacena la secreción biliar hasta que un estímulo adecuado causa
su liberación por la contracción de su pared muscular. La secreción de la bilis por la vesícula
es estimulada por la ingesta de alimentos, sobre todo cuando contiene carne o grasas, en
este momento se contrae y expulsa la bilis concentrada hacia el duodeno. La bilis es un
líquido de color pardo verduzco que tiene la función de emulsionar las grasas, produciendo
microesferas y facilitando así su digestión y absorción, además de favorecer los
movimientos intestinales, evitando así la putrefacción. Las situaciones que retrasan u
obstruyen el flujo de la bilis provocan enfermedades de la vesícula biliar.
Función de la bilis
La función principal de la bilis consiste en facilitar la digestión y absorción de las grasas.
Además a través de la bilis se excretan el exceso de colesterol y productos de desecho del
metabolismo de la hemoglobina, como la bilirrubina, además de algunos medicamentos.
Estructura

Las paredes de la vesícula consisten en túnicas serosas, musculares y mucosas. El


revestimiento mucoso se dispone en pliegues semejantes en estructura y función a las del
estómago.

BAZO

El bazo es un órgano de tipo parenquimatoso presente en casi todos los vertebrados. Su


función principal es la destrucción de células sanguíneas rojas viejas, producir algunas
nuevas y mantener una reserva de sangre. Forma parte del sistema linfático y es el centro
de actividad del sistema inmune.
El bazo humano es aplanado, oblongo y muy friable. Se sitúa en el cuadrante superior
izquierdo de la cavidad abdominal, relacionado con el páncreas, el hemidiafragma y
el riñón izquierdo. Aunque su tamaño varía de unas personas a otras suele tener una
longitud de 13 cm, un ancho de 8.5 cm y un grosor de 3.5 cm así como un peso de 100-250 g
aproximadamente.
Localización en el cuerpo humano

En el ser humano, el bazo es el mayor de los órganos linfáticos, está peritonizado, se sitúa
habitualmente en el hipocondrio izquierdo de la cavidad abdominal, detrás del estómago y
debajo del diafragma, unido a él por ligamento frenoesplénico. El bazo está sujeto por
bandas fibrosas unidas al peritoneo (la membrana que reviste la cavidad abdominal). Se
relaciona posteriormente con las 9°, 10° y la 11° costillas izquierdas. Reposa sobre la flexura
cólica izquierda o ángulo esplénico del colon unido a éste por el ligamento
esplenomesocólico y hace contacto con el estómago por el epiplón gastroesplénico así
como con el riñón izquierdo. Está irrigado principalmente por la arteria esplénica, rama
terminal del tronco celíaco. Dicha arteria se divide en 2 ramas, una superior y otra inferior,
luego de ingresar al órgano a través del hilio, estableciendo así un criterio de segmentación
esplénica.

Función

El bazo desempeña diversas funciones:

Funciones inmunitaria

 Inmunidad humoral y celular: hace setenta años se notificó una mayor predisposición
a una infección de gravedad tras haberse realizado la extirpación del bazo, pero no sería
hasta el año 1952 cuando se comenzaron a obtener pruebas concluyentes. En la
actualidad, se conoce que el bazo es sumamente importante en la inmunidad
tanto humoral como celular. Los antígenos son filtrados desde la sangre circulante y se
transportan a los centros germinales del órgano, donde se sintetiza inmunoglobulina
M. Además, el bazo es fundamental para la producción de opsoninas tuftina y
propertina, que cobran importancia en la fagocitosis de las bacterias con cápsula.
Funciones hemáticas

 Hematopoyesis: durante la gestación, el bazo se caracteriza por ser un importante


productor de eritrocitos (glóbulos rojos) en el feto. Sin embargo, en los adultos esta
función desaparece reactivándose únicamente en los trastornos mieloproliferativos
que merman la capacidad de la médula ósea para producir una cantidad suficiente.
 Maduración y destrucción de los glóbulos rojos (Hemocateresis esplénica): en el bazo
se produce el moldeo de los reticulocitos hasta que se forman discos bicóncavos, así
como se produce la eliminación de los glóbulos rojos viejos, anómalos o que se
encuentran en mal estado. Cuando por diferentes motivos, el bazo tuvo que ser
extirpado, los eritrocitos anormales que en presencia del órgano habrían sido
destruidos aparecen presentes en la sangre periférica; encontrándose entre ellos,
dianocitos y otros elementos con inclusiones intracelulares; esta función es retomada
por el hígado y médula ósea. A pesar de que la función del bazo en el ser humano no
consiste en el almacenamiento de eritrocitos, es un lugar clave para el depósito de
hierro y contiene en su interior una parte considerable de las plaquetas y macrófagos
disponibles para pasar al torrente sanguíneo en el momento que sea necesario.
El bazo es parte del sistema inmunológico y del sistema circulatorio humano que acompaña
a los capilares, vasos, venas y otros músculos que tiene este sistema.

Exploración del bazo

Solamente el polo inferior del bazo es palpable y solo en situaciones en que esté agrandado
o empujado hacia abajo. En situaciones normales, por lo general, el bazo no es palpable en
adultos. En la exploración del bazo, se busca identificar el tamaño y la consistencia
del órgano.
Posición
En humanos, el bazo se explora con el paciente acostado boca arriba, posición conocida
como decúbito supino y el examinador a la derecha del individuo y se le pide que respire
normalmente. Se obtienen mejores resultados durante la palpación si el paciente coloca su
mano derecha debajo de su cabeza, en la región occipital. Una alternativa es la
llamada posición de Schuster en la que el individuo se recuesta sobre su flanco derecho, con
su pierna izquierda flexionada sobre su pierna derecha extendida y su mano izquierda
abrazando la parte posterior de su cuello. El examinador se sitúa a la izquierda del
examinado para más comodidad en la palpación del bazo. La desviación del hombro se
puede evitar colocando el brazo del examinado sobre su abdomen en lo que se
denomina posición de Naegeli, manteniendo todos los demás detalles de la posición de
Schuster. El cambiar de una posición a otra puede no resultar ventajosa, si se tiene
experiencia o éxito con una modalidad por sobre la otra.
Percusión
Comenzando desde el 4.º espacio intercostal, se percute siguiendo la línea axilar media y
luego la línea axilar anterior. Esa es un área con sonoridad pulmonar consciente. Al pasar
por el 9o espacio intercostal, la sonoridad pulmonar comenzará a ser sustituida por un área
de submatidez que se extiende hasta el espacio intercostal número 11. Esa zona de
submatidez, donde se pierde la sonoridad pulmonar, corresponde con la localización del
bazo y no debe por lo general extenderse más de 5 cm, ni debe sobrepasar a la línea axilar
anterior.
RIÑÓN

Los riñones son los órganos principales del sistema urinario. Se encargan de la excreción de
sustancias de desecho a través de la orina y cuentan con otras funciones muy importantes,
entre ellas la regulación del equilibrio del medio interno del organismo (homeostasis),
controlando el volumen de los líquidos extracelulares, la osmolaridad del plasma
sanguíneo, el balance de electrolitos y el ph del medio interno. Además el riñón produce
hormonas como la eritropoyetina que regula la producción de glóbulos rojos de la sangre y
la renina que regula la presión arterial. Los riñones son órganos pares con forma de judía o
habichuela. En los seres humanos se ubican en la parte posterior del abdomen a ambos
lados de la columna vertebral, cada riñón mide 12 cm de largo y 6 de ancho, pesa entre 150
y 170 gramos en un adulto promedio. La ausencia de riñones o su falta de funcionamiento
es incompatible con la vida, por ello los enfermos con insuficiencia renal grave precisan la
utilización de procedimientos de dialisis (riñón artificial) o un trasplante de riñón para
continuar con vida.

Los riñones en el ser humano están situados en la parte posterior del abdomen. Hay dos,
uno a cada lado de la columna vertebral. El riñón derecho descansa detrás del hígado y el
izquierdo debajo del diafragma y adyacente al bazo, separados de estos órganos por el
peritoneo parietal posterior. Sobre cada riñón hay una glándula suprarrenal. La asimetría
dentro de la cavidad abdominal causada por el hígado, da lugar a que el riñón derecho esté
levemente más abajo que el izquierdo. Los riñones están situados detrás del peritoneo, en
el retroperitoneo, se ubican entre la última vértebra torácica, y las tres primeras vértebras
lumbares (de T12 a L3). Los polos superiores de los riñones están protegidos, parcialmente,
por las costillas 11 y 12. Cada riñón está rodeado por dos capas de grasa (perirrenal y
pararrenal) que ayudan a protegerlos.

Organización
El peso de los riñones equivale al 1 % del peso corporal total de una persona. Los riñones
tienen un lado cóncavo y otro convexo. En la porción cóncava que mira hacia adentro hay
una región central llamada hilio por la cual entra en el riñón la arteria renal y sale la vena
renal y el uréter.
En el riñón humano pueden distinguirse dos áreas diferenciadas, una zona externa de color
más claro que se llama corteza y otra interna que recibe el nombre de médula renal. La
médula renal contiene entre 8 y 18 estructuras de forma cónica que se llaman pirámides
renales. En el vértice de cada pirámide se encuentra la papila renal muy próxima al hilio.
Del hilio renal parte el uréter por el cual la orina transita hasta la vejiga urinaria desde
donde se vierte al exterior a través de la uretra.
Suministro de sangre
Cada riñón recibe su flujo de sangre de una de las dos arterias renales que parten desde
la aortaabdominal. La irrigación sanguínea de los dos riñones en condiciones normales
corresponde aproximadamente al 22% del gasto cardíaco, el suministro de sangre a los
riñones está íntimamente ligado a la presión arterial. Al entrar en el hilio del riñón, la arteria
renal se divide en arterias segmentarias que se ramifican en arterias interlobulares más
pequeñas situadas entre las papilas renales que dan lugar a las arterias arciformes, que
transcurren a lo largo del límite entre la médula y la corteza renal, desde donde emiten
ramas más pequeñas llamadas arterias corticales radiales o arterias interlobulillares. Las
ramificaciones de estas arterias corticales son las arteriolas aferentes que forman los
capilares glomerulares que drenan en las arteriolas eferentes. Las arteriolas eferentes se
dividen en los capilares peritubulares que proporcionan sangre a la corteza y los vasa
recta que son capilares que aportan la sangre a la médula renal. El retorno venoso sigue un
camino inverso al arterial a través de las venas interlobulillares, venas arciformes y venas
interlobulares que finalmente drenan en la vena renal.
Arteria Arteria renal

Vena Vena renal

Nervio Plexo renal

URÉTER

El Uréter o uréteres son túbulos que nacen de la pelvis renal y miden aproximadamente 25
cm. Descienden por la pared posterior del abdomen y son retroperitoneales. Tienen
distintos trayectos y porciones: lumbares, iliacas pélvicas y vesicales; presentan distintos
engrosamientos y ensanchamientos en esas porciones, que son importantes en casos de
litiasis. Descienden en línea recta a nivel del músculo Psoas Iliaco, luego son atravesados en
su porción media por las arterias gonadales. Van a existir una serie de arterias que van a
provenir de la arteria iliaca interna, de las arterias gonadales o las arterias renales y van a
hacer un verdadero plexo alrededor del uréter por lo tanto está bien irrigado, y luego de
pasar por la región lumbar, va atravesar los vasos iliacos en una relación de la siguiente
forma:
Uréter derecho cruza la iliaca externa · Uréter izquierdo cruza la iliaca común
Al atravesar los vasos iliacos es el estrechamiento del uréter, importante en caso de litiasis,
pues es donde más se producen. La última porción de los uréteres es vesical, para
desembocar en la cara posteroinferior de la vejiga
Estructura
El uréter es un tubo músculo-membranoso, formado por tres capas musculares y una
adventicia.
Capa muscular
Sus fibras musculares se disponen entrecruzadas en tres capas que permiten el
peristaltismo del uréter desde los riñones hasta la vejiga.

 Capa longitudinal interna. Son conjuntos de fibras musculares que se mueven.


 Capa muscular intermedia, cuyas fibras son circulares y se disponen formando potentes
anillos a modo de esfínter.
 Capa longitudinal externa formada a expensas de las fibras.
Capa adventicia
Formada por tejido conjuntivo que recubre al uréter y la aísla del resto de tejidos.
Estrechamientos

Posee tres estrechamientos de gran importancia clínica, ya que en ellos se enclavan


los cálculos renales al descender.

1. Entre la pelvis renal y el uréter


2. Al cruzar los vasos iliacos.
3. Al atravesar la pared de la vejiga

Arteria Arteria uretral superior, media e inferior

Vena Venas gonadales

Nervio Plexo renal, Plexo espermático

Linfa Ganglio latero aórtico infrarrenal, Ganglio


ilíaco común
VEJIGA URINARIA

La vejiga urinaria es un órgano hueco músculo-membranoso que forma parte del tracto
urinario y que recibe la orina de los uréteres, la almacena y la expulsa a través de la uretra al
exterior del cuerpo durante la micción.

Ubicación

La vejiga urinaria está situada en la excavación de la pelvis. Por delante está fijada al pubis,
por detrás limita con el recto, con la parte superior de la próstata y las vesículas
seminales en el hombre, y con la vagina en la mujer. Por arriba está recubierta por
el peritoneo parietal que lo separa de la cavidad abdominal, y por abajo limita con
la próstata en el hombre y con la musculatura perineal en la mujer.
Forma

La vejiga urinaria cuando está llena tiene una forma esférica, y cuando está vacía se asemeja
a un tetraedrocon:

 Vértice anterosuperior en el que se fija el uraco.


 Vértice anteroinferior que corresponde al orificio uretral.
 Vértices superoexternos en los que desembocan los uréteres.
La capacidad fisiológica de la vejiga urinaria o hasta que aparece el deseo de orinar oscila
entre los 250 a 300 centímetros cúbicos. Y puede aumentar de 2 a 3 litros en caso de
retención aguda de orina. Esta capacidad se reduce en casos de cistitis hasta los 50
centímetros cúbicos.
El interior de la vejiga se visualiza realizando una cistoscopia, que observa la mucosa vesical,
los meatos ureterales y el cuello vesical (la unión con la uretra). Estos tres puntos delimitan
el trígono vesical, que es una porción fija y no distensible del órgano.
La pared de la vejiga está formada por tres capas:

 Capa serosa: El peritoneo parietal recubre la vejiga es su cara superior y parte posterior
y laterales cuando está llena.
 Capa muscular: Está formada por músculo liso con tres capas:

1. Capa externa o superficial: Formada por fibras musculares longitudinales.


2. Capa media: Formada por fibras musculares circulares.
3. Capa interna o profunda: Formada también por fibras longitudinales
Las tres capas de la muscular forman el músculo detrusor que cuando se contrae expulsa la
orina y tiene como antagonistas los esfínteres de la uretra.

 Capa mucosa: Está formada por epitelio de transición urinario, que es


un epitelio estratificado de hasta ocho capas de células, impermeable, en contacto con
la orina, y por la lámina propia que es de tejido conjuntivo.
Regiones del interior de la vejiga

 Trígono vesical: Los uréteres entran en la vejiga diagonalmente a través de la pared


dorsolateral, en un área llamada trígono, que tiene forma triangular y ocupa el área
correspondiente a la pared posteroinferior de la vejiga. El orificio interno de la uretra
define el punto inferior del triángulo que dibuja el trígono.
 Ápex vesical:El ligamento medio umbilical conecta con el ápex de la vejiga.
 Cúpula vesical: Es la parte superior y más amplia de la vejiga, que aumenta
considerablemente de volumen, como una esfera, cuando está llena de orina.
 Cuello vesical: Está conectado con el pubis a través del ligamento pubovesical en las
mujeres, y por el ligamento puboprostático en hombres.
Irrigación e inervación de la vejiga

 Arterias: Provienen de la arteria ilíaca interna directamente o de sus ramas como la


arteria umbilical en la parte superior, la arteria genitovesical en su parte media o de la
arteria pudenda en su parte inferior.
 Venas: Drenan en un plexo venoso pélvico que recubre el espacio prevesical en su cara
posteroinferior y que termina en la vena hipogástrica.
 Linfáticos: La linfa de la vejiga drena en los ganglios perivesicales, de ahí a los ilíacos
externos y a los hipogástricos, que se reúnen en los ganglios del promontorio.
 Nervios: La inervación de la vejiga procede de:

1. Plexo lumboaórtico o hipogástrico: Que contiene fibras nerviosas del sistema


nervioso simpático.
2. Plexo presacro: Que contiene fibras nerviosas del sistema nervioso parasimpático.
Componentes del sistema de control de la vejiga ilustrado en la mujer.
Mientras que la vejiga está llena de orina, el músculo está relajado. Cuando se micciona, el
músculo se contrae para expulsar la orina de la vejiga.
Dos músculos del esfínter rodean a la uretra, que es un conducto membranoso. La orina
sale por este conducto.
Los esfínteres mantienen cerrada la uretra apretándola como si fueran bandas elásticas. Los
músculos del suelo de la pelvis que están debajo de la vejiga también ayudan a mantener
cerrada la uretra.
Cuando la vejiga está llena, los nervios que se encuentran en ella mandan señales
al cerebro. Es cuando se producen las ganas de orinar. En ese momento, el cerebro manda
una señal a los esfínteres y a los músculos del suelo de la pelvis para que se relajen. Esto
permite que la orina salga a través de la uretra. El cerebro también manda una señal a la
vejiga para que se contraiga y expulse la orina.
El control de la vejiga significa que usted orina solo cuando quiere hacerlo.
URETRA
La uretra es el conducto por el que pasa la orina en su fase final del proceso urinario desde
la vejiga urinariahasta el exterior del cuerpo durante la micción. La función de la uretra es
excretar en ambos sexos y también cumple una función reproductiva en el varón al permitir
el paso del semen desde las vesículas seminales que abocan a la próstata hasta el exterior,
es decir, este conducto es compartido por el sistema urinario y el reproductor.

Función

La uretra es, básicamente, el conducto excretor de la orina que se extiende desde el cuello
de la vejiga hasta el meato urinario externo. Es diferente en ambos sexos, sin embargo,
presenta algunas diferencias de las que es interesante destacar. En las mujeres, la uretra
mide cerca de 4 cm de longitud y se abre al exterior del cuerpo justo encima de la vagina.
En los varones, la uretra mide cerca de 20 cm de largo, pasa por la glándula prostática y
luego a través del pene al exterior del cuerpo. En el varón, la uretra es un conducto común
al aparato urinario y al aparato reproductor. Por tanto, su función es llevar al exterior tanto
la orina como el líquido seminal. En los varones, la uretra parte de la zona inferior de la
vejiga, pasa por la próstata y forma parte del pene. En la mujer, sin embargo, es mucho más
corta pues su recorrido es menor. Está adherida firmemente a la pared de la vagina, no pasa
por la próstata —las mujeres carecen de este órgano— y no tiene, como en el hombre, una
función reproductiva.
Anatomía de la uretra

Uretra masculina
En el varón la uretra tiene una longitud de unos doce centímetros y se abre al exterior en
el meatus uretral del glande con un diámetro de 6 mm. Debido a esta longitud el sondaje
urinario masculino es más difícil que el femenino. En este largo recorrido, la uretra
masculina tiene distintas porciones que son:

 Uretra prostática: Discurre a través de la glándula prostática,a esta estructura es donde


vierten su contenido los conductos eyaculadores.
 Uretra membranosa: Es una corta porción de uno o dos centímetros a través de la
musculatura del suelo de la pelvis que contiene el esfínter uretral externo, un músculo
estriado que controla voluntariamente la micción. La uretra membranosa es la porción
más estrecha de la uretra.
 Uretra esponjosa: Se llama así porque se encuentra en el interior del cuerpo esponjoso
del pene, una vaina eréctil que recorre toda la cara ventral del pene. Llega al glande y
se abre en el meato. Tiene una longitud de unos 9-11 centímetros.
Uretra femenina
En la mujer la uretra tiene una longitud entre 3,5 centímetros y desemboca en la vulva entre
el clítoris y el introito vaginal. Esta corta longitud de la uretra femenina explica la mayor
susceptibilidad de infecciones urinarias en las mujeres.
No hay que confundir el uréter con la uretra. No son lo mismo. Su función es parecida,
transportar la orina de un lugar a otro pero, mientras que el uréter es el encargado de
conducir la orina de los riñones a la vejiga, la uretra la conduce de la vejiga al exterior.
Ambos son dos partes fundamentales del sistema urinario y ambos son conductos que
transportan la orina, pero presentan diferencias.

Arteria Masculina: Rama prostática de la Arteria


rectal media, Arteria vesical inferior, Arteria
uretral
Femenina: Arteria vaginal, Arteria pudenda
interna
Vena Masculina: Plexo venoso prostático
Femenina:Vena vaginal, vena pudenda
interna
Linfa Ganglio ilíaco interno y externo

FUNCIONAMIENTO NEFROUROLÓGICO

ANATOMÍA FUNCIONAL: Nefrona

Cada túbulo renal individual y su glomérulo constituyen una unidad (nefrona). El tamaño de
los riñones entre las diferentes especies es variable, lo mismo que el número de nefronas
que contiene. Cada riñón humano tiene casi 1 millón de nefronas. El glomérulo, que tiene
un diámetro de casi 200 μm, se forma por la invaginación de un penacho de capilares hacia
el extremo dilatado y ciego de la nefrona (cápsula de Bowman). Los capilares reciben riego
de una arteriola aferente y son drenados por una arteriola eferente, que es un poco más
pequeña; a partir del glomérulo, se forma el filtrado.

Dos capas celulares separan la sangre del filtrado glomerular en la cápsula de Bowman: el
endotelio capilar y el epitelio especializado de la cápsula. El endotelio de los capilares
glomerulares es fenestrado y presenta poros de 70 a 90 nm de diámetro. El endotelio de
los capilares glomerulares se encuentra rodeado completamente por la membrana basal
glomerular junto con células especializadas llamadas podocitos. La membrana basal
glomerular, no tiene espacios. Las células estrelladas denominadas células del mesangio, se
halla en la lámina basal y el endotelio. Las células del mesangio secretan la matriz
extracelular, captan complejos inmunitarios y participan en la evolución de las
enfermedades glomerulares.

Respecto de la función, la membrana glomerular hace posible el paso libre de sustancias


neutras de hasta 4 nm de diámetro y excluye casi por completo las que tienen un diámetro
mayor de 8 nm. Sin embargo, las cargas en las moléculas lo mismo que su diámetro generan
un efecto a su paso hacia la cápsula de Bowman. El área total del endotelio de los capilares
glomerulares a través del cual ocurre la filtración en el ser humano es de casi 0.8 m2.

El túbulo contorneado proximal humano tiene una longitud de casi 15 mm, y 55 μm de


diámetro. Entre las bases de las células, se encuentran extensiones del espacio extracelular
denominadas espacios intercelulares laterales. Los bordes luminales de las células poseen
un borde “en cepillo” estriado, formado por muchas microvellosidades.

El túbulo contorneado proximal se endereza y la siguiente porción de cada nefrona


corresponde al asa de Henle. Las nefronas con glomérulos en las porciones externas de la
corteza renal poseen asas de Henle cortas (nefronas corticales), en tanto aquéllas con
glomérulos en la región yuxtamedular de la corteza (nefronas yuxtamedulares) tienen asas
largas, que se extienden hasta las pirámides medulares. En el ser humano, sólo 15% de las
nefronas tiene asas largas.

El extremo grueso de la rama ascendente del asa de Henle llega al glomérulo de la nefrona
de la cual se origina el túbulo y se aloja entre sus arteriolas aferente y eferente. Las células
especializadas en el extremo forman la mácula densa. La mácula, las células lacis, las
circunvecinas y las células yuxtaglomerulares secretoras de renina en la arteriola aferente
forman el aparato yuxtaglomerular.

El túbulo contorneado distal comienza en la mácula densa y tiene casi 5 mm de longitud.


Los túbulos distales se fusionan para constituir túbulos colectores; éstos poseen alrededor
de 20 mm de longitud y pasan a través de la corteza renal y la médula para desembocar en
la pelvis del riñón, en los vértices de las pirámides medulares. El epitelio de los túbulos
colectores está constituido por células principales (células P) y células intercaladas (células
I). Las primeras, que son las predominantes, se observan relativamente altas y presentan
pocos organelos; intervienen en la reabsorción de iones sodio y en la de agua estimulada
por la vasopresina. Las segundas, las cuales están presenten en menor número y también
se encuentran en los túbulos distales, tienen más microvellosidades, vesículas citoplásmicas
y mitocondrias; se ocupan de la secreción de ácido y del transporte de bicarbonato (HCO3).
Vasos sanguíneos

Las arteriolas aferentes son ramas cortas y rectas de las arterias interlobulillares. Cada una
se divide en múltiples ramas capilares para formar el penacho de vasos que se encuentra
en el glomérulo. Los capilares experimentan coalescencia para formar la arteriola eferente,
que a su vez, se divide en capilares que irrigan los túbulos (capilares peritubulares) antes de
drenar hacia las venas interlobulillares.

Los capilares que drenan los túbulos de las nefronas corticales forman una red peritubular,
en tanto las arteriolas eferentes de los glomérulos yuxtamedulares drenan no sólo hacia
dicha red, sino también hacia los vasos que forman asas delgadísimas (los vasos rectos).
Estas asas se sumergen en las pirámides medulares adyacentes a las asas de Henle. Los
vasos rectos descendentes poseen un endotelio no fenestrado, que contiene un
transportador facilitado para la urea y los vasos rectos ascendentes presentan un endotelio
fenestrado, compatible con su función de conservar los solutos.

La arteriola eferente de cada glomérulo se divide en capilares que riegan múltiples neuronas
diferentes. Por ende, el túbulo de cada nefrona no necesariamente recibe sangre sólo de la
arteriola eferente de la misma nefrona. En seres humanos, la superficie total de los capilares
renales es casi igual al área de superficie total de los túbulos y ambas miden alrededor de
12 m2.

Linfáticos

Los riñones tienen un riego linfático abundante que drena a través del conducto torácico
hacia la circulación venosa en el tórax.

Cápsula

La cápsula renal es delgada pero firme. Si el riñón se vuelve edematoso, la cápsula limita el
edema y aumenta entonces la presión del tejido (presión intersticial renal).

Inervación de los vasos renales

Los nervios renales pasan adyacentes a los vasos sanguíneos renales conforme entran en el
riñón; contienen muchas fibras eferentes simpáticas posganglionares y algunas fibras
aferentes. Asimismo, parece haber una inervación colinérgica a través del nervio vago, pero
es dudosa su función. La inervación preganglionar simpática se deriva sobre todo de los
segmentos dorsal inferior y lumbar alto de la médula espinal, y los cuerpos celulares de las
neuronas posganglionares se encuentran en la cadena del ganglio simpático, en el ganglio
mesentérico superior y a lo largo de la arteria renal. Las fi bras simpáticas se distribuyen
principalmente en las arteriolas aferente y eferente, los túbulos proximal y distal, así como
el aparato yuxtaglomerular.

Las aferentes nociceptivas que median el dolor en la nefropatía siguen un trayecto paralelo
a las eferentes simpáticas que ingresan a la médula espinal en las raíces dorsales de la
columna dorsal y lumbar superior.

CIRCULACIÓN RENAL

Flujo sanguíneo

En un adulto en reposo, los riñones reciben 1.2 a 1.3 L de sangre por minuto, o un poco
menos del 25% del gasto cardiaco. Cualquier sustancia excretada puede utilizarse si se
puede medir su concentración en el plasma arterial y venoso renal, y si aquélla no es
metabolizada, almacenada o producida por el riñón y, en sí, no afecta al flujo sanguíneo.

Presión en los vasos renales

Cuando la media de la presión arterial periférica tiene cifras de 100 mmHg, la presión en los
capilares glomerulares corresponde a casi 45 mmHg. La presión desciende a través del
glomérulo sólo 1 a 3 mmHg, pero surge una disminución adicional en la arteriola eferente,
de manera que la presión en los capilares peritubulares es de casi 8 mmHg. La presión en la
vena renal tiene valores de cerca de 4 mmHg.

Regulación del flujo sanguíneo renal

La noradrenalina (norepinefrina) constriñe los vasos renales y su máximo efecto inyectado


ocurre en las arterias interlobulillares y en las arteriolas aferentes. El riñón necesita
dopamina y produce vasodilatación renal y natriuresis. La angiotensina II lleva a cabo su
efecto constrictor sobre las arteriolas tanto aferente como eferente. Las prostaglandinas
aumentan el flujo sanguíneo de la corteza renal y disminuyen el flujo sanguíneo de la
médula renal. La acetilcolina también genera vasodilatación renal. Una dieta rica en
proteínas aumenta la presión de los capilares glomerulares e incrementa el flujo sanguíneo
del riñón.

Función de los nervios renales

La estimulación de los nervios renales aumenta la secreción de renina por una acción directa
de la noradrenalina liberada en los receptores adrenérgicos β1 en las células
yuxtaglomerulares y aumenta la reabsorción de iones sodio, probablemente por acción
directa de la noradrenalina sobre las células de los túbulos renales. Los túbulos proximal y
distal, así como la rama ascendente gruesa del asa de Henle tienen abundante inervación.
La potente estimulación de los riñones por los nervios noradrenérgicos simpáticos causa
reducción intensa del flujo sanguíneo renal. Este efecto es mediado por los receptores
adrenérgicos α1 y en menor grado, por los receptores adrenérgicos α2 postsinápticos.
Ocurre alguna descarga tónica en los nervios renales en reposo en animales y seres
humanos.

Flujo sanguíneo renal y consumo de oxígeno

El flujo sanguíneo cortical asciende a casi 5 ml/g de tejido renal por minuto (en comparación
con 0.5 ml/g/min en el cerebro) y la diferencia del oxígeno de sangre arteriovenosa en todo
el riñón es de sólo 14 ml/L de sangre, en comparación con 62 ml/L para el cerebro y 114
ml/L para el corazón (cuadro 33-1). La PO2 de la corteza renal tiene valores de casi 50
mmHg. Por otra parte, la conservación del gradiente osmótico en la médula renal requiere
un flujo sanguíneo relativamente bajo. Por tanto, no es de sorprender que el flujo sanguíneo
sea de casi 2.5 ml/g/min en la porción externa de la médula y de 0.6 ml/g/min en la porción
interna de la médula. La PO2 de la médula tiene cifras de casi 15 mmHg. Esto hace que la
médula sea vulnerable a la hipoxia si se reduce más el flujo sanguíneo. El óxido nítrico, las
prostaglandinas y muchos péptidos cardiovasculares en esta región funcionan de una
manera parácrina para preservar el equilibrio entre el flujo sanguíneo bajo y las necesidades
metabólicas.

FILTRACIÓN GLOMERULAR

Tasa de filtración glomerular

La tasa filtración glomerular (GFR) es la cantidad de ultrafiltrado plasmático que se forma


por minuto y que se mide en animales intactos de experimentación y en seres humanos, al
cuantificar el nivel de una sustancia en el plasma y la cantidad excretada.

La depuración plasmática por riñones es el volumen de plasma del cual los riñones extraen
o eliminan totalmente una sustancia en un lapso particular (por lo común en minutos).

La velocidad del filtrado glomerular en una persona sana de constitución promedio equivale
a casi 125 ml/min. Esta magnitud se correlaciona muy bien con el área de superficie, pero
los valores en las mujeres son 10% más bajos que los correspondientes a los varones,
inclusive después de la corrección con respecto al área de superficie. Un valor de 125
ml/min es 7.5 L/h, o 180 L/día, en tanto el volumen urinario normal corresponde a casi 1
L/día. Por consiguiente, de manera normal se reabsorbe 99% o más del filtrado. A una
velocidad de filtración glomerular de 125 ml/min, en un día los riñones filtran un volumen
de líquido equivalente a cuatro tantos del agua corporal total, 15 tantos el volumen del
líquido extracelular y 60 tantos el volumen plasmático.
Permeabilidad

La permeabilidad de los capilares glomerulares es casi 50 veces mayor comparada con la de


los capilares en el músculo esquelético. Las sustancias neutras con diámetros moleculares
efectivos menores de 4 nm son filtradas libremente y la filtración de las sustancias neutras
con diámetros de más de 8 nm es casi nula. Entre estos valores, la filtración es inversamente
proporcional al diámetro. Sin embargo, las sialoproteínas presentes en la pared de los
capilares glomerulares tienen carga, lo cual da por resultado que la filtración de las
sustancias aniónicas de 4 nm de diámetro sea menor que la mitad de las sustancias neutras
del mismo tamaño. La albúmina presente en la circulación sanguínea muestra carga
negativa. Por el contrario, la filtración de sustancias catiónicas es mayor en comparación
con la de las sustancias neutras.

La cantidad de proteína que se encuentra en la orina normalmente es menor de 100 mg/día


y la mayor parte de ésta no es filtrada, sino que se deriva de las células tubulares
desprendidas. La presencia de cifras importantes de albúmina en la orina se denomina
albuminuria. En la nefritis, las cargas negativas en la pared glomerular están disipadas y
quizás aparezca albuminuria por este motivo, sin que ocurra un incremento del tamaño de
los “poros” de la membrana.

Tamaño del lecho capilar

Las contracciones de las células del mesangio pueden alterar el coeficiente de ultrafiltración
glomerular y originar disminución de dicho coeficiente, lo cual se debe en gran parte a una
reducción del área disponible para la filtración. La angiotensina II constituye un regulador
importante de la contracción del mesangio y en los glomérulos existen receptores de
angiotensina II.

FUNCIÓN TUBULAR

Generalidades

Las células tubulares pueden añadir mayor concentración de las sustancias al filtrado
(secreción tubular), pueden retirar parte de la sustancia o toda la sustancia del mismo
(reabsorción tubular) o pueden hacer ambas cosas.

Mecanismos de reabsorción y secreción tubulares

Las proteínas pequeñas y algunas hormonas peptídicas son reabsorbidas en los túbulos
proximales mediante endocitosis. Otras sustancias son secretadas o reabsorbidas en los
túbulos por difusión pasiva entre las células y a través de éstas por medio de difusión
facilitada a través de gradientes químicos o eléctricos o el transporte activo en contra de
tales gradientes. Es importante advertir que las bombas y otras unidades de la membrana
luminal son diferentes a las encontradas en la membrana basolateral.

El epitelio tubular, es un epitelio poroso por cuanto las uniones intercelulares hacen posible
el paso de agua y electrólitos en cierta medida. El grado en el que la filtración por esta vía
paracelular contribuye al flujo neto de líquido y solutos hacia los túbulos y fuera de los
mismos es controvertido dado que es difícil cuantificarlo, pero pruebas actuales parecen
indicar que es un factor importante en el túbulo proximal.

Reabsorción de sodio

La reabsorción de iones sodio y cloruro (Cl–) desempeña una función importante en la


homeostasis de los electrólitos y el agua del organismo. Además, el transporte del sodio
ionizado se acopla al movimiento de hidrogeniones (H+), glucosa, aminoácidos, ácidos
orgánicos, fosfato y otros electrólitos y sustancias a través de las paredes tubulares. En los
túbulos proximales, la región gruesa de la rama ascendente del asa de Henle, los túbulos
distales y los túbulos colectores, el ion sodio se desplazan mediante cotransporte o
intercambio desde la luz tubular hasta las células epiteliales de los túbulos por medio de sus
gradientes de concentración y eléctrico, y luego es bombeado activamente desde estas
células hacia el espacio intersticial. El ion sodio es bombeado hacia el intersticio por la Na,
K-ATPasa activa en la membrana basolateral.

Normalmente, alrededor de 60% del sodio ionizado filtrado es reabsorbido en el túbulo


proximal, principalmente mediante el intercambio de sodio-hidrógeno (Na-H). Otro 30% es
absorbido a través del cotransportador de Na-2Cl-K en la rama ascendente gruesa del asa
de Henle.

En el túbulo contorneado distal se absorbe 7% del Na+ filtrado, por parte del
cotransportador de sodio y cloruro. La parte restante del ion sodio filtrado, casi 3%, se
absorbe a través de los conductos epiteliales de sodio (EnaC) en los túbulos colectores y
ésta es la porción que es regulada por la aldosterona en los ajustes homeostáticos del
equilibrio de sodio ionizado.

Reabsorción de glucosa

La glucosa, los aminoácidos y el bicarbonato se reabsorben junto con el ion sodio en la


porción inicial del túbulo proximal. La glucosa suele ser una de las sustancias extraídas de
la orina mediante transporte activo secundario. Es filtrada a una tasa aproximada de 100
mg/min (80 mg/100 ml de plasma × 125 ml/min). Básicamente se reabsorbe toda la glucosa
y no más de algunos miligramos aparecen en la orina en un periodo de 24 h.
El transporte máximo de glucosa asciende a casi 375 mg/min en varones y a 300 mg/min en
mujeres.

La glucosa y el sodio ionizado se unen al transportador de glucosa dependiente de sodio


(SGLT) 2 en la membrana apical y la glucosa es transportada hacia la célula a medida que el
ion sodio se desplaza a través de su gradiente eléctrico y químico. Este ion es bombeado
después fuera de la célula hacia el intersticio y la glucosa es conducida por el transportador
de glucosa (GLUT) 2 hacia el líquido intersticial.

Transporte de agua

En situaciones normales, el glomérulo filtra 180 L de líquido por día, en tanto el volumen
urinario promedio por día asciende a casi 1 L. Se puede excretar la misma cantidad de soluto
por 24 h en un volumen urinario de 500 ml, con una concentración de 1 400 mosm/kg o en
un volumen de 23.3 L con una concentración de 30 mosm/kg. Tales cifras demuestran dos
hechos importantes. En primer lugar, se reabsorbe un mínimo de 87% del agua filtrada, aun
cuando el volumen urinario sea de 23 L y en segundo lugar, la reabsorción de la parte
restante del agua filtrada puede variar sin afectar la excreción total de solutos. Por tanto,
cuando está concentrada la orina, el agua se retiene más que los solutos y, cuando se halla
diluida, se pierde agua del organismo más que los solutos.

Mecanismo de contracorriente

El mecanismo de concentración depende de la preservación de un gradiente de osmolalidad


creciente en las pirámides medulares. Este gradiente es producido por la operación de las
asas de Henle como multiplicadores de contracorriente y se conserva gracias a la actividad
de los vasos rectos como intercambiadores de contracorriente. Un sistema de
contracorriente es uno en el cual, por un tramo, el flujo de entrada se desplaza paralelo, en
sentido contrario, muy cerca del flujo de salida. Esto se observa tanto en las asas de Henle
como en los vasos rectos de la médula renal.

Función de la úrea

La urea contribuye al establecimiento del gradiente osmótico de las pirámides medulares y


a la habilidad de formar una orina concentrada en los túbulos colectores. El transporte de
urea es mediado por transportadores de esta molécula, al parecer mediante difusión
facilitada. Durante la antidiuresis, cuando el nivel de vasopresina es grande, aumenta la
cantidad de urea depositada en el intersticio de la médula renal y con esto aumenta la
capacidad de concentración de los riñones. Además, la cantidad de urea en el intersticio
medular y en consecuencia en la orina, varía con la cantidad de urea filtrada, lo que a su
vez cambia con la ingestión de proteínas con los alimentos.
VEJIGA

Llenado

Las paredes de los uréteres contienen músculo liso dispuesto en fascículos espirales,
longitudinales y circulares, pero no se observan capas de músculo distintivas. Las
contracciones peristálticas regulares observadas una a cinco veces por minuto desplazan la
orina desde la pelvis renal hasta la vejiga, donde entra en chorros sincrónicos con cada onda
peristáltica. Los uréteres tienen un trayecto oblicuo a través de la pared de la vejiga y,
aunque no hay esfínteres ureterales en sí, dicho trayecto tiende a mantener los uréteres
cerrados excepto durante las ondas peristálticas, lo cual impide el reflujo de orina desde la
vejiga urinaria.

Vaciamiento

El músculo liso de la vejiga, al igual que el de los uréteres, está dispuesto en fascículos
espirales, longitudinales y circulares. La contracción del músculo circular, denominado
músculo pubovesical interviene principalmente en el vaciamiento de la vejiga durante la
micción.

La micción es básicamente un reflejo medular facilitado e inhibido por los centros


cerebrales superiores y, al igual que la defecación, está sujeta a la facilitación y la inhibición
voluntaria. La orina entra en la vejiga sin generar gran aumento de la presión intravesical
hasta que la víscera está bien llena. Además, al igual que otros tipos de músculo liso, el
músculo vesical tiene la propiedad de la plasticidad; cuando se estira, la tensión producida
inicialmente no se mantiene. La primera sensación de urgencia para orinar se percibe a un
volumen vesical de casi unos 150 ml y un notable sentido de llenura a los casi 400 ml.

Durante la micción, los músculos perineales y el esfínter uretral externo se relajan, el


músculo pubovesical se contrae y la orina sale por la uretra. Las bandas de músculo liso a
cada lado de la uretra al parecer no participan en la micción y se considera que su principal
función en los varones es evitar el flujo de semen hacia la vejiga durante la eyaculación.

Control reflejo

El músculo liso de la vejiga muestra alguna actividad contráctil inherente; no obstante,


cuando su inervación se halla intacta, los receptores al estiramiento presentes en la pared
de la vejiga inician una contracción refleja que posee un umbral más bajo comparado con
la respuesta contráctil inherente del músculo. Las fibras de los nervios pélvicos conforman
el asa aferente del reflejo de micción y las fibras parasimpáticas que constituyen la rama
eferente también viajan en estos nervios. El reflejo está integrado en la porción sacra de la
médula espinal. En el adulto, el volumen urinario en la vejiga que suele iniciar una
contracción refleja es de casi 300 a 400 ml. Los nervios simpáticos de la vejiga no
desempeñan ninguna función en la micción, pero en los varones median la contracción del
músculo vesical que impide la entrada de semen en la vejiga durante la eyaculación.

Alteraciones de la micción

Tres tipos principales de disfunción vesical se deben a lesiones neurales: 1) el causado por
interrupción de los nervios aferentes de la vejiga; 2) el originado de la interrupción de los
nervios aferentes y eferentes, y 3) el debido a la interrupción de las vías facilitadora e
inhibidora descendente del cerebro. En los tres tipos, la vejiga se contrae pero las
contracciones casi nunca bastan para vaciar por completo la víscera y en ella queda orina
residual.

GENERALIDADES DE LA FUNCIÓN Y REGULACIÓN DEL TUBO DIGESTIVO

CONSIDERACIONES ESTRUCTURALES

Las partes del tubo digestivo a donde llega la comida o sus residuos son, en orden, boca,
esófago, estómago, duodeno, yeyuno, íleon, ciego, colon, recto y ano. En toda la longitud
del intestino, las estructuras glandulares descargan secreciones en la luz, sobre todo en el
estómago y la boca. En el proceso de la digestión, también son importantes las secreciones
del páncreas y el árbol biliar. Las vías intestinales están divididas funcionalmente en
segmentos, por medio de anillos musculares conocidos como esfínteres que restringen el
flujo del contenido intestinal para llevar a nivel óptimo la digestión y la absorción.

Estos esfínteres comprenden los esfínteres esofágico superior e inferior, el píloro que
retrasa el vaciamiento del estómago, la válvula ileocecal que retiene el contenido colónico
(incluido gran número de bacterias) en el colon, así como los esfínteres anales interno y
externo. Una vez alcanzado el control de esfínteres, esta habilidad permite retrasar la
eliminación de los desechos hasta un momento oportuno.

El intestino consta de capas funcionales. Inmediatamente adyacente a los nutrientes en el


lumen, se encuentra una sola capa de células epiteliales cilíndricas, la cual conforma la
barrera que los nutrientes deben atravesar para entrar en el organismo. Por debajo del
epitelio, existe una capa de tejido conjuntivo laxo que se conoce como lámina propia,
misma que a su vez está rodeada por capas concéntricas de músculo liso, de orientación
circunferencial y luego longitudinal con respecto al eje del intestino (capas musculares
circular y longitudinal, respectivamente). El intestino tiene, además, una rica dotación de
vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas y vasos linfáticos, los cuales son importantes en
su función.
El epitelio del intestino también se especializa más en una forma de maximizar el área de
superficie disponible para la absorción de nutrimentos. En todo el intestino delgado, existen
pliegues de prolongaciones digitiformes llamadas vellosidades. Entre éstas se encuentran
las invaginaciones conocidas como criptas. Las células precursoras que dan origen tanto a
las células epiteliales de la cripta como el de la vellosidad residen hacia la base de las criptas
e intervienen en la renovación completa del epitelio cada varios días. De hecho, el epitelio
del tubo digestivo es uno de los tejidos del cuerpo que se divide con mayor rapidez. Las
células hijas experimentan divisiones celulares en las criptas y luego se desplazan hacia
afuera, rumbo a las vellosidades, donde con el tiempo se desprenden y se pierden en las
heces.

Las células epiteliales de la vellosidad también son notables por las microvellosidades
extensas que caracterizan sus membranas apicales. Estas microvellosidades están dotadas
de un glucocáliz denso (el borde “en cepillo”) que probablemente protege a las células en
cierta medida de los efectos de las enzimas digestivas. De hecho, algunas enzimas digestivas
también son parte del borde “en cepillo”, al constituir proteínas ligadas a la membrana.
Estas “hidrolasas del borde en cepillo” realizan los pasos finales de la digestión de nutrientes
específicos.

SECRECIONES GASTROINTESTINALES

SECRECIÓN SALIVAL

La primera secreción con la cual tienen contacto los alimentos ingeridos es la saliva; ésta es
producida por tres pares de glándulas salivales (parótida, submandibular y sublingual) que
drenan sus secreciones hacia la cavidad bucal. Ella contiene diversos componentes
orgánicos, los cuales inician la digestión (sobre todo del almidón, mediado por la amilasa) y
protegen la cavidad bucal de bacterias (como la inmunoglobulina A y la lisozima).

La saliva sirve para lubricar el bolo alimenticio a (facilitada por las mucinas); además es
hipotónica, en comparación con el plasma, así como también alcalina; esta última
característica es importante para neutralizar cualquier secreción gástrica que refluye hacia
el esófago. Las glándulas salivales constan de porciones terminales ciegas (ácinos); éstas
generan la secreción primaria que contiene los componentes orgánicos disueltos en un
líquido, el cual básicamente tiene una composición idéntica a la del plasma. Las glándulas
salivales son de hecho muy activas cuando reciben una estimulación máxima, al secretar su
propio peso en saliva cada minuto. Para lograr esto, se hallan ricamente dotadas de vasos
sanguíneos circundantes, los cuales se dilatan cuando se inicia la secreción salival. Después
se modifica la composición de la saliva, conforme fluye desde los ácinos hacia fuera a los
conductos que finalmente confluyen y la liberan en la cavidad bucal. Se extraen iones sodio
(Na+) y aniones de cloro (Cl–), y se añaden iones potasio (K+) y bicarbonato. Dado que los
conductos son relativamente impermeables al agua, la pérdida de cloruro de sodio (NaCl)
vuelve hipotónica la saliva, sobre todo a bajas intensidades de secreción. A medida que
aumenta la tasa de secreción, se dispone de menos tiempo para la extracción de cloruro de
sodio y aumenta la tonicidad de la saliva, pero siempre permanece un poco hipotónica con
respecto al plasma.

En general, los tres pares de glándulas salivales que drenan hacia la cavidad bucal abastecen
de 1 000 a 1 500 ml de saliva por día.

La secreción salival es controlada casi de manera exclusiva por influencias neurales y la rama
parasimpática del sistema nervioso autónomo desempeña el papel más destacado. Los
impulsos simpáticos modifican levemente la composición de la saliva (sobre todo al
incrementar el contenido proteínico), pero tienen poca influencia en el volumen. La
secreción es desencadenada por reflejos, los cuales son estimulados por el acto físico de la
masticación, pero en realidad aquélla es iniciada incluso antes que la comida sea llevada a
la boca, como resultado de impulsos centrales activados por imaginar la comida, verla u
olerla. De hecho, la secreción salival puede ser fácilmente condicionada, como en los
experimentos clásicos de Pavlov, en los cuales se condicionó a los perros para salivar en
respuesta a una campana al relacionar este estímulo con un alimento. La secreción salival
también es desencadenada por la náusea, pero se inhibe al temer o durante el sueño.

La saliva realiza diversas funciones muy importantes: facilita la deglución, mantiene


húmeda la boca, sirve de solvente para las moléculas que estimulan las papilas gustativas,
ayuda a la rapidez al facilitar los movimientos de los labios y la lengua, y conserva la boca y
los dientes limpios.

La saliva también posee alguna acción antibacteriana y los pacientes con salivación
deficiente (xerostomía) manifiestan caries dental con una frecuencia mayor en
comparación con la normal. Los amortiguadores presentes en aquélla ayudan a preservar
el pH oral en 7.0, aproximadamente.

SECRECIÓN GÁSTRICA

El alimento es almacenado en el estómago, mezclado con ácido, moco y pepsina; aquél se


libera a una velocidad controlada y constante hacia el duodeno.
CONSIDERACIONES ANATÓMICAS

La mucosa gástrica contiene muchas glándulas profundas.

 En el cardias y la región pilórica, las glándulas secretan moco.


 En el cuerpo del estómago, incluido el fondo, las glándulas contienen células
parietales (oxínticas), las cuales secretan ácido clorhídrico y factor intrínseco, así
como células principales (zimógenas, pépticas), que secretan pepsinógenos.

Algunas de estas glándulas desembocan en una cámara común (fosa gástrica), la cual a su
vez hace lo mismo en la superficie de la mucosa. Las células mucosas secretan moco junto
con HCO3– en la superficie del epitelio entre las glándulas.

El estómago tiene abundante riego sanguíneo y linfático. La inervación parasimpática se


deriva de los nervios vagos y, la simpática, del plexo celiaco.

ORIGEN Y REGULACIÓN DE LAS SECRECIONES GÁSTRICAS

El estómago añade un volumen importante de jugos digestivos a la comida. Al igual que la


secreción salival, el estómago de hecho se prepara para recibir la comida antes de ingerirla,
durante la llamada fase cefálica, la cual puede estar influida por las preferencias
alimentarias. En seguida, aparece una fase gástrica de la secreción; ella es
cuantitativamente la más importante y, por último, hay una fase intestinal, una vez que el
alimento ha salido del estómago. Cada fase es regulada de modo esencial por factores
locales y distantes desencadenantes.
Las secreciones gástricas se originan en las glándulas presentes en la pared del estómago;
éstas drenan hacia su luz y también en las células de la superficie que secretan
principalmente moco y bicarbonato para proteger al estómago e impedir que se digiera a sí
mismo, lo mismo que sustancias conocidas como péptidos “en trébol”, los cuales estabilizan
la capa de moco y bicarbonato. El ácido secretado por las células parietales sirve para
esterilizar la comida y también para comenzar la hidrólisis de macromoléculas alimentarias.
El factor intrínseco es importante en la absorción subsiguiente de vitamina B12, o
cobalamina. El pepsinógeno es el precursor de la pepsina, la cual inicia la digestión de
proteínas. Asimismo, la lipasa comienza la digestión de los lípidos de los alimentos.

SECRECIÓN PANCREÁTICA

El jugo pancreático contiene enzimas, las cuales son de primordial importancia en la


digestión. Su secreción es controlada en parte por un mecanismo reflejo y, parcialmente,
por las hormonas gastrointestinales secretina y colecistocinina (CCK).

CONSIDERACIONES ANATÓMICAS

La porción del páncreas que secreta jugo pancreático es una glándula alveolar (acinar)
compuesta. Los gránulos que contienen las enzimas digestivas (gránulos de zimógeno) se
forman en la célula y son descargados por exocitosis de los vértices de la célula hacia las
luces de los conductos pancreáticos. Los canículos de los conductos pequeños confluyen en
un solo conducto (conducto pancreático de Wirsung), el cual suele unirse al colédoco para
formar la ampolla de Vater. La ampolla desemboca en la papila duodenal y su orificio es
envuelto por el esfínter de Oddi. Algunos individuos tienen un conducto pancreático
accesorio (conducto de Santorini), el cual entra en una porción más proximal del duodeno.
COMPOSICIÓN DEL JUGO PANCREÁTICO

Éste es alcalino y posee un elevado contenido de HCO3–. Cada día se secretan alrededor de
1 500 ml de jugo pancreático.

El jugo pancreático contiene también diversas enzimas digestivas, pero muchas de ellas son
liberadas en forma inactiva para ser activadas cuando llegan al interior (luz) del intestino.
Las enzimas son activadas después del desdoblamiento proteolítico por acción de la
tripsina, que constituye en sí una proteasa pancreática liberada en la forma de un precursor
inactivo (tripsinógeno).

Es evidente el peligro potencial de la liberación de una pequeña cantidad de tripsina hacia


el páncreas; la reacción en cadena resultante produciría enzimas activas que podrían digerir
dicho órgano. Por tanto, no sorprende que el páncreas normalmente contenga un inhibidor
de la tripsina.

Otra enzima activada por la tripsina es la fosfolipasa A2. Esta enzima desdobla un ácido
graso de la fosfatidilcolina, formando así lisofosfatidilcolina. Ésta lesiona las membranas
celulares.

SECRECIÓN BILIAR

La bilis, se origina en el hígado. Los ácidos biliares que contiene son importantes para digerir
y absorber los lípidos. Además, la bilis sirve de líquido excretor decisivo, mediante el cual el
organismo elimina los productos terminales liposolubles del metabolismo, así como los
xenobióticos liposolubles. La bilis es la única vía por la cual el organismo puede deshacerse
del colesterol.

Bilis

Ésta se encuentra constituida por ácidos biliares, pigmentos biliares y otras sustancias
disueltas en una solución electrolítica alcalina semejante al jugo pancreático. Cada día se
secretan aproximadamente 500 ml. Algunos de los componentes de la bilis se reabsorben
en el intestino y luego son excretados de nuevo por el hígado (circulación enterohepática).
Los glucurónidos de los pigmentos biliares, bilirrubina y biliverdina, confieren el color
amarillo dorado a la bilis. Al considerar a la bilis como una secreción que interviene en la
digestión, destacan los ácidos biliares que constituyen sus elementos más importantes. El
organismo los sintetiza a partir del colesterol y los secreta en la bilis conjugados con glicina
o taurina, un derivado de la cisteína.

En la figura se enuncian los cuatro ácidos biliares principales que se encuentran en el ser
humano. En común con la vitamina B, el colesterol, diversas hormonas esteroideas y los
glucósidos digitálicos, los ácidos biliares contienen el núcleo esteroideo. Los dos principales
ácidos biliares (primarios), los cuales se forman en el hígado, corresponden al ácido cólico
y el ácido quenodesoxicólico. En el colon, las bacterias convierten ácido cólico en ácido
desoxicólico, y el ácido quenodesoxicólico, en ácido litocólico.

Las sales biliares realizan varias acciones importantes: reducen la tensión superficial y, junto
con los fosfolípidos y los monoglicéridos, intervienen en la emulsificación de los líquidos
como preparación para su digestión y absorción en el intestino delgado. Noventa a noventa
y cinco por ciento de las sales biliares se absorbe en el intestino delgado.

Aquellas que se eliminan en las heces, son restituidas por la síntesis hepática; la tasa normal
de síntesis de sales biliares es de 0.2 a 0.4 g/día. El fondo común total de sales biliares de
aproximadamente 3.5 g se recicla de manera repetida a través de la circulación
enterohepática; se ha calculado que todo el fondo común se recicla dos veces por comida
y de seis a ocho veces por día.

TRANSPORTE INTESTINAL DE LÍQUIDOS Y ELECTRÓLITOS

El intestino en sí proporciona un ambiente líquido en el cual pueden ocurrir los procesos de


digestión y absorción. Luego, cuando se ha acumulado la comida, el líquido utilizado
durante la digestión y la absorción es requerido de nuevo por el transporte a través del
epitelio con el propósito de evitar la deshidratación. El agua se desplaza de manera pasiva
hacia dentro y hacia fuera de la luz gastrointestinal. En el periodo subsiguiente a una
comida, gran parte de la recaptación de líquido es impulsada por el transporte acoplado de
nutrientes, como la glucosa, con iones sodio. En el lapso entre los alimentos, los
mecanismos de absorción se centran de modo exclusivo en torno a los electrólitos. En los
dos casos, los flujos de líquido secretado en gran parte son impulsados por el transporte
activo de iones de cloruro hacia la luz, aunque en general todavía predomina la absorción.

Cada día se presenta a los intestinos alrededor de 2 000 ml de líquido ingerido más 7 000
ml de secreciones de la mucosa del tubo digestivo y de las glándulas que desembocan en el
mismo. Noventa y nueve por ciento de este líquido se reabsorbe y hay una pérdida diaria
de éste de sólo 200 ml en las heces.

En el intestino delgado, el transporte activo secundario de sodio es importante para lograr


la absorción de glucosa, algunos aminoácidos y otras sustancias, como los ácidos biliares.
Por lo contrario, la presencia de glucosa en la luz intestinal facilita la reabsorción de sodio.
En el periodo interdigestivo, cuando no existen nutrientes en la luz intestinal, se absorben
sodio y cloruro de manera conjunta desde la luz, mediante la actividad acoplada de un
intercambiador de sodio-hidrógeno (NHE) y de un intercambiador de cloruro-bicarbonato
en la membrana apical, en un llamado mecanismo electroneutral. Luego le sigue el agua
para mantener un equilibrio osmótico. Es más, en el colon, se expresa un mecanismo
electrógeno adicional para la absorción de sodio, sobre todo en el colon distal. En este
mecanismo, el sodio entra por la membrana apical a través de un conducto epitelial de
sodio (ENaC) que es idéntico al expresado en el túbulo distal del riñón. Esto apuntala la
propiedad del colon para deshidratar las heces y asegura que el organismo pierda sólo una
pequeña porción de la carga de líquido que se utiliza diariamente para la digestión y la
absorción de las comidas.

Pese al predominio de los mecanismos de absorción, la secreción ocurre de manera


constante en todo el intestino delgado y el colon para ajustar la fluidez local de contenido
intestinal según sea necesario para la mezcla, la difusión y el desplazamiento del alimento
y sus residuos, a todo lo largo del tubo digestivo.

El agua se desplaza hacia dentro o hacia fuera del intestino hasta que la presión osmótica
del contenido intestinal iguala la del plasma. La osmolalidad del contenido duodenal puede
ser hipertónica o hipotónica, lo cual depende de la comida ingerida, pero para el tiempo en
que el alimento ingresa al yeyuno, su osmolalidad es parecida a la del plasma. Esta
osmolalidad se conserva en el resto del intestino delgado; las partículas osmóticamente
activas producidas por la digestión son retiradas mediante absorción y el agua es desplazada
pasivamente fuera del intestino a través del gradiente osmótico generado de esta manera.
En el colon, el ion sodio es bombeado fuera y el agua se desplaza de manera pasiva con el
mismo, de nuevo mediante el gradiente osmótico. Los catárticos salinos, como el sulfato de
magnesio, son sales que se absorben de modo deficiente y retienen su equivalente
osmótico de agua en el intestino, lo cual eleva el volumen intestinal y, como consecuencia,
con un efecto laxante.

Parte del ion potasio es secretado hacia la luz intestinal, sobre todo como un componente
del moco.

HORMONAS PARACRINAS

Los polipéptidos biológicamente activos secretados por las células nerviosas y glandulares
en la mucosa funcionan de una manera paracrina, pero también entran en la circulación. La
valoración de sus concentraciones sanguíneas después de una comida ha esclarecido las
funciones que desempeñan estas hormonas gastrointestinales en la regulación de la
secreción y en la motilidad del sistema digestivo.

Con base en la similitud estructural y, en cierto grado, en la semejanza de la función, las


hormonas clave se clasifican en una de dos familias:

 La familia de la gastrina, cuyos principales miembros son la gastrina y la


colecistocinina;
 La familia de la secretina, cuyos principales miembros son secretina, glucagón,
péptido intestinal vasoactivo (VIP, de hecho un neurotransmisor, o compuesto
neurocrino) y el polipéptido inhibidor gástrico (GIP, también conocido como péptido
insulinotrópico dependiente de glucosa).

También hay otras hormonas que no se clasifican fácilmente en estas familias.

CÉLULAS ENTEROENDOCRINAS

Se han identificado más de 15 tipos de células enteroendocrinas secretoras de hormonas


en la mucosa del estómago, el intestino delgado y el colon. Muchas de éstas secretan sólo
una hormona y se identifican con letras (células G, células S, y otras). Algunas más sintetizan
serotonina o histamina y se denominan células semejantes a las células enterocromafines
(ECL), respectivamente.

GASTRINA

La gastrina es elaborada por las células G en la porción antral de la mucosa gástrica.


Dichas células tienen forma de matraz, con una base amplia, la cual contiene muchos
gránulos de gastrina, y un vértice estrecho que llega a la superficie mucosa. Las
microvellosidades se proyectan desde el extremo apical hasta la luz. Los receptores que
median las respuestas de gastrina a los cambios en el contenido gástrico están presentes
en las microvellosidades. Otras células del tubo digestivo secretoras de hormonas tienen
características morfológicas similares. La precursora de la gastrina, la preprogastrina, es
segmentada en fragmentos de diversos tamaños.

Tres fragmentos principales contienen residuos de 34, 17 y 14 aminoácidos. Todos poseen


la misma configuración carboxilo-terminal. A estas formas también se les conoce como
gastrinas G 34, G 17 y G 14, respectivamente.

Existen algunas diferencias en la actividad de los diversos componentes y las proporciones


de éstos también difieren en los variados tejidos en los cuales se encuentra la gastrina. Esto
indica que distintas formas se ajustan a diferentes acciones. Sin embargo, lo único posible
de concluir por el momento es que la G 17 es la principal modalidad en lo referente a la
secreción de ácido gástrico. El tetrapéptido carboxilo-terminal tiene todas las actividades
de la gastrina, pero sólo 10% de la fuerza de la G 17.

La G 14 y la G 17 tienen vidas medias de 2 a 3 min en la circulación, en tanto la G 34 muestra


una vida media de 15 min. Las gastrinas son inactivadas principalmente en el riñón y el
intestino delgado.

A dosis altas, la gastrina lleva a cabo varias actividades, pero sus principales acciones
fisiológicas son: la estimulación de la secreción de ácido gástrico y de pepsina, así como la
estimulación del crecimiento de la mucosa del estómago, el intestino delgado y el colon
(acción trófica).

La secreción de gastrina es afectada por el contenido gástrico, la intensidad de descarga de


los nervios vagos y los factores presentes en la circulación sanguínea. La secreción de
gastrina también aumenta por la presencia de los productos de la digestión de las proteínas
en el estómago, sobre todo los aminoácidos, los cuales tienen una acción directa sobre las
células G. La fenilalanina y el triptófano son muy eficaces.

El ácido que se encuentra en el antro inhibe la secreción de gastrina, en parte por un efecto
directo sobre las células G y en parte por la liberación de somatostatina, un inhibidor
relativamente potente de la secreción de gastrina.

COLECISTOCININA

La colecistocinina (CCK) es secretada por las células I de la mucosa de la porción alta del
intestino delgado. Lleva a cabo muchas acciones en el tubo digestivo, pero la más
importante al parecer es: la estimulación de la secreción de enzimas pancreáticas, la
contracción de la vesícula biliar (actividad por la cual recibe su nombre) y la relajación del
esfínter de Oddi, que permite el flujo de bilis y jugo pancreático hacia la luz intestinal.

Además de su secreción por las células I en el intestino alto, la colecistocinina se encuentra


en nervios, íleon distal y colon. También se halla en las neuronas cerebrales, sobre todo la
corteza cerebral, así como en los nervios de muchas partes del organismo. En el cerebro, tal
vez intervenga en la regulación de la ingestión de alimento y al parecer se relaciona con la
aparición de ansiedad y analgesia.

Además de las acciones primarias, la colecistocinina aumenta la actividad de la secretina al


producir secreción de un jugo pancreático alcalino. También inhibe el vaciamiento gástrico,
ejerce un efecto trófico sobre el páncreas, incrementa la síntesis de enterocinasa y puede
aumentar la motilidad del intestino delgado y el colon. Hay algunas pruebas indicativas de
que, junto con la secretina, eleva la contracción del esfínter pilórico, lo cual evita el reflujo
del contenido duodenal hacia el estómago. Se han identificado dos receptores de
colecistocinina. Los receptores de CCK-A están ubicados principalmente en la periferia, en
tanto los receptores de CCK-A y CCK-B (gastrina) se encuentran en el cerebro.

La secreción de colecistocinina aumenta por el contacto de la mucosa intestinal con los


productos de la digestión, sobre todo los péptidos y los aminoácidos, así como por la
presencia de ácidos grasos que contienen más de 10 átomos de carbono en el duodeno.
Hay dos factores proteínicos que activan la secreción de colecistocinina, conocidos como
péptido liberador de colecistocinina y péptido monitor, los cuales se derivan de la mucosa
intestinal y el páncreas, respectivamente.

SECRETINA

La secretina es secretada por las células S, las cuales están situadas en la parte profunda de
las glándulas de la mucosa de la porción superior del intestino delgado. La estructura de la
secretina es diferente a la de la colecistocinina y de la gastrina, pero muy similar a las del
glucagon, la glicentina y el péptido inhibidor gástrico. Su vida media es de unos 5 min.

La secretina aumenta la secreción de bicarbonato por las células de los conductos del
páncreas y los conductos biliares. Por consiguiente, genera un líquido pancreático acuoso y
alcalino. Su acción sobre las células del conducto pancreático es mediada a través del cAMP.
También aumenta la acción de la colecistocinina para producir la secreción pancreática de
enzimas digestivas; disminuye la secreción de ácido gástrico y puede causar la contracción
del esfínter pilórico.

La secreción de secretina se incrementa por los productos de la digestión de las proteínas y


gracias al ácido que baña la mucosa de la parte alta del intestino delgado. La secretina hace
que el jugo pancreático alcalino fluya hacia el duodeno, con neutralización del ácido del
estómago e inhibición de la secreción adicional de la hormona.

PÉPTIDO INHIBIDOR GÁSTRICO

Éste contiene 42 residuos de aminoácido y es elaborado por las células K en la mucosa del
duodeno y el yeyuno. Su secreción es estimulada por la glucosa y los lípidos presentes en el
duodeno, y puesto que en dosis altas impide la secreción y la motilidad del estómago, se
denomina péptido inhibidor gástrico. En tanto, se observó que el péptido inhibidor gástrico
estimula la secreción de insulina. Por este motivo, a menudo se le denomina polipéptido
insulinotrópico dependiente de glucosa.

En la figura se resume la acción integrada de gastrina, colecistocinina, secretina y péptido


inhibidor gástrico en la facilitación de la digestión y la utilización de los nutrientes
absorbidos.

PÉPTIDO INTESTINAL VASOACTIVO

Éste contiene 28 residuos de aminoácido. Se encuentra en nervios del tubo digestivo y, por
tanto, en sí no constituye una hormona, pese a sus similitudes con la secretina. El péptido
intestinal vasoactivo se encuentra en la sangre, en la cual tiene una vida media de unos 2
min.

En el intestino, estimula de modo notable la secreción intestinal de electrólitos y, por tanto,


de agua. Otras de sus acciones comprenden la relajación del músculo liso intestinal,
incluidos los esfínteres; la dilatación de los vasos sanguíneos periféricos, y la inhibición de
la secreción de ácido gástrico. También se encuentra en cerebro y en muchos nervios
autonómicos, donde suele hallarse en las mismas neuronas que la acetilcolina. Potencia la
acción de esta última en las glándulas salivales. Sin embargo, el péptido intestinal vasoactivo
y la acetilcolina no coexisten en neuronas que inervan otras partes del tubo digestivo. Se
han descrito los tumores secretores de péptido intestinal vasoactivo (VIPomas) en los
pacientes con diarrea grave.

MOTILINA

La motilina es un polipéptido de 22 residuos de aminoácidos que es liberado por las células


enterocromafines y las células Mo en el estómago, el intestino delgado y el colon. Actúa
sobre los receptores acoplados a la proteína G en las neuronas entéricas del duodeno y el
colon y su inyección produce contracciones del músculo liso de estómago e intestinos en el
lapso entre comidas.

SOMATOSTATINA

Ésta, la hormona inhibidora de la hormona del crecimiento que originalmente se aisló en el


hipotálamo, es secretada como una sustancia paracrina por las células D de los islotes
pancreáticos y por las células D similares en la mucosa del tubo digestivo. Se encuentra en
los tejidos de dos formas, como somatostatina 14 y como somatostatina 28, y las dos son
secretadas. La somatostatina inhibe la secreción de gastrina, péptido intestinal vasoactivo,
péptido inhibidor gástrico, secretina y motilina. Su secreción es estimulada por el ácido
presente en el lumen y probablemente funciona de una manera paracrina al mediar la
inhibición de la secreción de gastrina generada por ácido. También inhibe la secreción
exocrina pancreática; la liberación de ácido gástrico y la motilidad; la contracción de la
vesícula biliar, así como la absorción de glucosa, aminoácidos y triglicéridos.

OTROS PÉPTIDOS GASTROINTESTINALES

Péptido YY

Éste impide la secreción de ácido gástrico y la motilidad y quizá sea el péptido inhibidor
gástrico. Su liberación por el yeyuno es estimulada por los lípidos.

Otros

La grelina es secretada principalmente por el estómago y al parecer desempeña una función


importante en el control central de la ingestión de alimento. También estimula la secreción
de hormona del crecimiento por su acción directa sobre los receptores en la hipófisis.

La sustancia P se encuentra en las células endocrinas y nerviosas del tubo digestivo y puede
entrar en la circulación sanguínea. Aumenta la motilidad del intestino delgado.

La guanilina es un polipéptido digestivo que se une a la guanililciclasa. Está constituido por


15 residuos de aminoácidos y es secretado por las células de la mucosa intestinal. La
estimulación de dicha ciclasa aumenta la concentración de 3′,5′-monofosfato de guanosina
cíclico (cGMP) intracelular y éste, a su vez, produce mayor secreción de cloruros hacia la luz
intestinal. La guanilina al parecer posee acción paracrina predominante y es elaborada en
las células que se encuentran desde el píloro hasta el recto. En un ejemplo interesante de
mimetismo molecular, la enterotoxina termoestable de algunas cepas de E. coli productoras
de diarrea, tiene una estructura muy similar a la guanilina y activa los receptores de
guanilina en el intestino. Tales receptores también se hallan en riñones, hígado y sistema
reproductor de la mujer; la guanilina quizá posea un efecto endocrino en la regulación del
desplazamiento de líquido en estos tejidos y, sobre todo, para integrar las acciones del
intestino y los riñones.

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