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mayo / junio 17

En cubierta: Gustavo Díaz Sosa,


de la serie Éxodos de Nuevo Milenio, 2015
autores

Erian Peña Pupo (Holguín, 1992) se licenció en Periodismo con la investi-


gación “La crítica literaria en La Gaceta de Cuba en el año 2015 (desde una
perspectiva periodística)” y tiene publicado el poemario Puertas para huir 2 En tiempos en que la literatura parece importar poco...
de la casa (Ed. Santiago, 2015). 3 A lberto Garrandés: Por mi mente pasan muchos cuerpos ... El cine,
El Premio Nacional de Edición y de Literatura Ambrosio Fornet (Veguitas el voyeur , las celosías . Erian Peña Pupo
de Bayamo, 1932) tiene en proceso de edición el cuaderno de ensayos 9 Piñera corresponsal: ocurrencias y recurrencias . Ambrosio Fornet
“Memorias insulares”. 12 El caso Baragaño: guía inconclusa sobre un poeta maldito. Grethel
Grethel Domenech (La Habana, 1989) es autora del libro Rehabilitación de Domenech
la memoria histórica: Lunes de Revolución en el campo intelectual cubano 15 Luis Marimón: una herencia a rescatar. Jorge R. Bermúdez
(1959-1961), merecedor en 2016 del premio Calendario que otorga la AHS. 18 Conversando con A lberto Tosca. Rito Ramón Aroche
El título más reciente del ensayista, profesor, crítico y poeta Jorge R.
Bermúdez (Ranchuelo, 1944) es la compilación de ensayos Lo eterno de todos 22 XXII premio de Poesía La Gaceta de Cuba
los días (Artecubano Ediciones, 2016). 22 Esta edición del Premio de P oesía La Gaceta de Cuba...
El poeta Rito Ramón Aroche (La Habana, 1961) tiene en proceso editorial 23 Manigua. Eduard Encina
por Ediciones Ácana el poemario “Libro de imaginar I”. 27 La suciedad del espectáculo. J. L. Serrano
Entre los poemarios de Eduard Encina (Baire, 1973) están Golpes bajos (Ed. 30 Celda. Milho Montenegro
Abril, 2004), Lecturas de Patmos (Ed. Oriente, 2011) y Lupus (Ed. Loynaz, 2016).
Del poeta J. L. Serrano (Estancia Lejos, Holguín, 1971) son Más allá de 32 Gustavo Díaz Sosa: Del garabato al humanismo orweliano. Rafael
Nietzsche y de Marx (2015) y Geometría de Lobachevski (2016) los últimos libros Acosta de Arriba
de poesía que ha publicado. 36 A ndrew vs. André. Alejandro Robles
Milho Montenegro (La Habana, 1982), poeta y narrador, ha merecido el 40 La máquina de Kozer. Ronel González Sánchez
Premio del I Concurso Internacional de Cuento Breve Literatura Fantástica 42 E l viaje como voluntad y representación. Haïti Chérie de Hans
2016, y el Premio Nacional de Poesía de Amor 2017. C hristoph Buch y La visita de la Infanta de Reinaldo Montero.
De Rafael Acosta de Arriba (La Habana, 1953), poeta, investigador y en- Orestes Sandoval López
sayista, acaba de publicarse en Valencia, España, Max Aub en Cuba, 1968. 47 N o deja títere con cabeza. Ángel Pérez
El narrador y guionista de televisión Alejandro Robles (Halle, Alemania, 51 Pop cubano: el género maldito. Carlos Fornés Chirino y L. Jesús B.
1962), quien obtuvo el Premio de Cuento de La Gaceta de Cuba en su se- Encinosa
gunda edición, ha publicado cuentos y ensayos en numerosas revistas y 54 A mado del Pino, Farewell a un socio. Roberto Viña Martínez
compilaciones. 56 Obituario
Ronel González Sánchez (Holguín, 1971) publicó en 2016 los poemarios
Teoría del fulgor accesorio (Ed. Ácana), El secreto alboroto de los bichos (Ed. 57 Crítica
Holguín) y Temida polisemia, estudio de la obra de Delfín Prats (ensayo, Ed. C uba en sepia: un libro necesario. Jesús Sama Pacheco / El juego
Áncora). galante . Jorge R. Bermúdez / V ivir la R evolución : a propósito de
Orestes Sandoval López (Guanajay, 1962), traductor e intérprete, actualmen- Cambiar el mundo. Mis años en Cuba, de Margaret Randall. Fabio E.
te colabora en la traducción al español de la obra periodística y ensayística Fernández Batista / L a vida es un fractal continuo . Heriberto Machado
de Alexander von Humboldt. Galiana / R uan -L a H abana : una sola candela . Mirta Yáñez
Crítico y ensayista, Ángel Pérez (Holguín, 1991) se licenció en Historia del
Arte y trabaja en la Fundación Ludwig de Cuba. 63 55 años
El director, locutor y guionista de programas radiales Carlos Fornés Chirino 63 26 de julio: el pueblo a la ofensiva. José A. Baragaño
(La Habana, 1967) ha trabajado en el programa televisivo Video Rock y en la
sección “Video.com” del programa Cuerda Viva; ha sido jurado en ediciones
de Cubadisco y en todos los Festivales Cuerda Viva.
L. Jesús B. Encinosa (Bejucal, 1949), doctor en Ciencias y Profesor Titular
de Sistemas Informáticos de la Universidad Agraria de La Habana, es un
conocedor de la música cubana contemporánea.
Roberto Viña Martínez (La Habana, 1982) fue merecedor el pasado año
del Premio Cuba Poesía de Narrativa Breve “Eduardo Kovalivker”, con el
título Oficio de fe y otros cantos de sirena (Colección Sur Editores, 2017), y Cada autor es responsable de sus opiniones.
del Premio Nacional de Dramaturgia “Virgilio Piñera” 2016, con la obra
“Autopsia del paraíso”. Director: NORBERTO CODINA · Subdirector editorial: ARTURO ARANGO · Editora: MABEL
MACHADO · Sección de Crítica: NAHELA HECHAVARRÍA · Corrección: VIVIAN LECHUGA
Del poeta, periodista y ensayista José A. Baragaño (Pinar del Río, 1932-La Revisión final: J. MEDINA RÍOS · Diseño: MARLA CRUZ · Composición: LISANDRA
Habana, 1962), Ediciones Unión publicó en 2015 Una cita informal y constante FERNÁNDEZ TOSCA
con la muerte, que reúne su poesía completa y una selección de sus ensayos.
Consejo Editorial: MARILYN BOBES · CARLOS CELDRÁN · DAVID MATEO · REINALDO
MONTERO · GRAZIELLA POGOLOTTI · PEDRO PABLO RODRÍGUEZ · ARTURO SOTTO ·
ROBERTO VALERA
Unión de Escritores y Artistas de Cuba Redacción: Calle 17 n. 354, e/ G y H, El Vedado, La Habana, 10400. Telf.: 7832-4571 al 73,
Fundada por Nicolás Guillén en abril de 1962 ext. 248, 7838-3112. E-mail: gaceta@uneac.co.cu / Impresión financiada por el Fondo de
Desarrollo para la Educación y la Cultura / Impreso en Ediciones Caribe / Precio: $5.00 cup
ISSN 0864-1706
entrevista >
p. 3-8

Por mi mente pasan


muchos cuerpos…
el cine, el cin
el cine,
el voyeur, el voyeur,
las celosías las celosías
En tiempos en que la literatura parece importar poco, La Gaceta de Cuba acoge un grupo de textos que tratan sobre
escritores que ocupan espacios diversos e ineludibles en las letras cubanas contemporáneas. Cuatro de esos acer-
camientos tienen el valor de relecturas o recuperaciones: Ambrosio Fornet indaga en una zona de la correspondencia de
Virgilio Piñera, la joven Grethel Domenech contextualiza y mira desde el presente la obra, poco recordada, de José Álvarez
Baragaño, el crítico de arte Jorge R. Bermúdez recupera la personalidad y la poesía de Luis Marimón, un autor también
poco leído, y Roberto Viña Martínez rinde homenaje al dramaturgo y periodista Amado del Pino, recientemente fallecido.
Baragaño está además en las páginas finales de esta revista: con motivo de conmemorarse el aniversario cincuentaicinco
de su muerte, republicamos “26 de julio: el pueblo a la ofensiva”, el último texto que escribió, aparecido en el n. 6-7 de
1962 de La Gaceta, y no recogido en libro.
Otra tríada de trabajos se ocupa de autores más cercanos en el tiempo: el poeta Ronel González Sánchez ensaya sobre la
poesía de José Kozer, el germanista y traductor Orestes Sandoval López descubre vasos comunicantes entre sendas novelas
de Reinaldo Montero y el alemán Hans Christoph Buch, y el crítico y ensayista Ángel Pérez analiza la obra de Jamila Medina
Ríos. Como pórtico de este número letrado está la acuciosa entrevista de Erián Peña Pupo a Alberto Garrandés, un escritor
que, al igual que Montero y Medina, es autor de una obra que se prodiga en varios géneros. Erian Peña Pupo
Como en las revistas las coincidencias generan nuevos sentidos, esta avalancha literaria está acompañada de las obras
merecedoras del XXII Premio de Poesía La Gaceta de Cuba: el cuaderno “Manigua”, de Eduard Encina, que obtuvo el galar-

U
dón principal; “La suciedad del espectáculo”, de José Luis Serrano, ganadora del Premio “Ilse Erythropel”, y “Celda”, de
n cuadro de Balthus fechado en 1973, muestra los que ven, sino el propio Balthus y también quienes observamos el
Milho Montenegro, acreedor de la Beca de Creación Prometeo. <
una atractiva escena erótica. Como en casi todos cuadro: todos anhelamos subir un poco más. Quizá sentir el goce de
los cuadros del pintor polaco-francés, el cuerpo la mirada perturbadora…
y el sexo vienen a ser metáforas visuales lo sufi- Alberto Garrandés sabe que Balthus es un provocador desver-
cientemente sugestivas como para inducir al ojo gonzado, como lo es Manet con su atractiva Olympia sobre un
impregnado y voyerista la más íntima de las miradas: un hombre mantón de flores orientales. Como fetiches: un brazalete, un solo
de pie (solo observamos parte de su cuerpo grisáceo) penetra vio- zapato, una orquídea en el cabello, las flores que le muestra la cria-
lentamente a una mujer inclinada de espaldas sobre la cama. Ella, da, un gato negro… La mano le cubre el sexo, la mirada inquieta.
sin dudas, parece extasiada y muestra una leve sonrisa en el rostro Garrandés sabe también que el cine es otra provocación, suma pro-
esquinado. Su mano agarra el marco de la ventana. Deja caer la vocación, y se acerca a él como un voyerista de los sentidos, a veces
otra levemente hacia atrás. Todo esto lo miramos a través de esa consensuado y otras, oculto entre celosías, a desentrañar el misterio
ventana. Pero no somos los únicos. Debajo, tres jóvenes observan de los cuerpos que de alguna manera anhela. Sabe que la imago
la escena: trepan los balaustres torneados de lo que parece ser un condensa el placer, lo sugestiona. Y desde esta frontera, induce la
corredor. Uno levanta a otro sobre su espalda. Quien observa (el escritura. Esa escritura termina siendo escritura corporal: una po-
voyeur) espera tener una vista privilegiada, ser parte del suceso, sesión sobre lo que observa y hace suyo; aquello que, de una u otra
experimentar el goce al observar el acto sexual. Pero la escena se forma, también lo observa y lo posee desde la peligrosa densidad de
tridimensiona metafóricamente: no son solo ellos (los voyeristas) la pantalla.

2 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 3


Lyndon, de Kubrick), en especial cuando veo su hermoso sexo Como ves, ya me salí del lugar común. Si llegara a tejer ese go-
a través del agua de la tina del baño… Olympia es Victorine belino, entendería qué ocurre en los agujeros negros.
Meurent, una mujer cuya piel debió de ser milagrosa (seguro ¿Alberto Garrandés es un voyerista del cine?
olía a vainilla), mientras que a Dorian Gray solo puedo intuirlo Sí, soy un voyeur, pero sin esconderme, aunque esconderse
a través de Wilde, quien es, por cierto, un mirón nato. Sin em- tiene cierto encanto. En algún relato experimental que publiqué
bargo, mi Endymion es el cuerpo casi inverosímil de Antínoo hace unos años, dije que el voyeur sí participa. Una vez, duran-
en el Museo Arqueológico de Delfos. Le tomé varias fotos al te un diálogo con Rufo Caballero, evaluamos rápidamente los
Antínoo. Mientras más miraba su rostro de mármol, más mila- asuntos y rutas posibles dentro de Muerte en Venecia, como si la
groso me parecía porque era como si estuviese no frente a una película fuera un fresco donde lo simultáneo y lo consecutivo
estatua legendaria, sino frente a un joven de ahora mismo, bajo quedaran abolidos, o como si fuera un árbol con una copa muy
el sol de agosto, en una playa habanera. frondosa y ramificaciones espesas… y llegamos a la conclusión
¿Y si restringiéramos la acción a un “cuerpo cinematográfico”…? de que alguno de los dos, en cierto momento de nuestras vidas
¿Y a un “cuerpo literario”…? respectivas, tomaría la decisión de escribir un libro completo
He escrito un ensayo muy breve sobre Una flor congelada, de sobre la película. Un libro arborescente, plural, intergenérico.
Ha Yu… A veces pienso en esa trama terrible, donde la curiosi- Un ensayo anómalo. Pero Rufo murió y no debo pensar en ese
dad y el deseo inspirados en la pasión del sexo se confunden con asunto que, si otra hubiera sido la vida, nos habría puesto ante la
la curiosidad y el deseo inspirados en la pasión del amor, que es disyuntiva de emprender o no una escritura a cuatro manos en
más demoledora y crucial. Un espectador despierto y sensible un libro, exuberante y enormemente divertido.
hallaría en ambos personajes motivos de posesión suficientes. Puedo suponer entonces que Muerte en Venecia es el filme que
Antes se hablaba de un sentimiento muy ambiguo: enamorarse no se cansaría nunca de ver… ¿Llevaría algún libro suyo a esa isla?
del amor. O sea, no distinguir entre la reina y su amante. Con- Exacto. Es un filme caudaloso, hondo y extenso. Como los
fundirlos. Confundir, en ese contexto, es una palabra que debe problemas en que se sumerge y las preguntas que hace. No me
asumirse en su valor etimológico: reunir y mezclar. En Una flor llevaría ningún libro mío, a no ser que quiera reescribirlo. Pero
congelada, la reina y su amante –este ha sido, hasta entonces, en una isla así, ¿qué sentido tendría la reescritura? Al ser una
amante del rey y jefe de la guardia real al mismo tiempo– devie- isla, habría mar, ¿no? No está nada mal ver el hundimiento del
nen dos cuerpos inevitables. Por otra parte, en términos litera- sol en el mar mientras lees algo trascendental. Los sonetos de
rios he imaginado a la Clawdia de La montaña mágica, una mujer Shakespeare, por ejemplo. O algunas obras de Eurípides. De ma-
exasperada por el deseo, escuálida y nutritiva, y también a Kitty, nera que un libro mío quedaría sobrando en ese escenario.
un personaje de Paul Auster en El palacio de la luna. He puesto En su cuento “La pinacoteca” hay una frase que recuerda los últi-
tan solo algunos ejemplos al azar. Por mi mente pasan muchos mos fotogramas del filme de Visconti: “Miro tu imagen y la fetichizo.
cuerpos hechos de cine y otros que salen de la literatura. Soy el voyeur. Guardo tu imagen y hago el largo viaje hacia la muer-
Jugando con la más tradicional de las preguntas que se le suele te”. ¿El cine podría funcionar como imágenes sometidas al deseo que
hacer a un escritor, ¿qué película llevaría consigo Garrandés a una convierte el espectador luego en fetiche? ¿Qué fetiches cinematográ-
isla perdida (isla del mar Egeo o de los Mares del Sur)? ficos tiene Garrandés?
El mar Egeo y los Mares del Sur son enclaves de la ficción. Ah… pues creo que eso de que el voyeur sí participa es tam-
Siempre lo han sido. Tuve la suerte de andar por algunas islas bién una frase de “La pinacoteca”… en fin, todo eso resulta muy
griegas. Y, a pesar del turismo, que es muy repetitivo, cierto extraño y excitante, ¿verdad? En especial si uno sabe que, desde
aire remoto persiste allí, en las playas, en el volcán de Santorini, siempre, el voyeur es una criatura inadvertida, o del consenso.
en el embarcadero de Paros. Me llevaría Muerte en Venecia, de Puedes ser un voyeur sin que nadie se percate, y también puedes
Luchino Visconti, y la edición de Penguin Books de la narrativa serlo luego de un arreglo, y entonces serías un voyeur consen-
completa de Su Majestad Edgar Allan Poe. O la poesía comple- suado, experimental. Te es permitido mirar. Tengo varios fetiches
ta de Baudelaire. O alguna buena antología de poetas román- que son de origen puramente estético, y otros que se relacionan
ticos europeos. O Al revés, una novela de Joris-Karl Huysmans con el erotismo o con el cuerpo y el sexo. La cola de la capa de
A manera de que no acaba de ser publicada en Cuba y que es el libro tras Vlad Drakulea, en la versión de Coppola, me parece pasmosa, en
provocación: si pudiera cuya lectura Dorian Gray se trasformó en un demonio. Ahora especial cuando el vampiro avanza por el castillo, desaparece y
tener algún cuerpo, de cualquier bien, fíjate en este detalle: en la biblioteca del protagonista de todavía la capa se mueve. El cuerpo de Tadzio en la playa… bue-
época o lugar, sin límites de ningún tipo, esa novela de Huysmans, el libro central es Las flores del mal, no, ¡es muy ambiguo! Porque posee el acabado de los cuerpos
¿qué cuerpo poseería Alberto Garrandés? de Baudelaire, que resulta el más insubordinado de la poesía de Donatello y porque es un cuerpo de veras seductor. Cuando
En cuanto a poseer… Poseer puede un francesa del siglo xix. Sin embargo, como ahora puedes disfru- Tadzio descubre que él es el objeto único de una mirada úni-
museo, un fantasma ávido de reencarnar, un in- tar de la compañía de un kindle, las opciones serían muchas… ca, se trasforma en lo inalcanzable-alcanzado. Es muy peligroso
dividuo en medio del sexo –la posesión sexual–, y me llevo toda una biblioteca y ya está. Y cuando la batería se que el espíritu le diga al alma que ya encontró Lo Bello, porque
la verdad es que la posesión me gusta cuando se de- agote, como estoy en una isla de esas donde no hay nada… Es- entonces la Muerte se asoma. Y si el cuerpo se sublima al tras-
construye (como en el caso de la fascinación, que es pera: ¿la isla es una isla románticamente desierta, o será una de formarse en recinto de lo sagrado, las cosas se ponen peor. A mis
una forma de posesión). La belleza puede fascinar y de esas islas donde hay cabañas rústicas que tienen ordenadores otros fetiches tendría que buscarlos en ciertas escenas de Pasoli-
hecho posee, como el vampiro. Pero cuando el vampiro se conectados a internet? ni, Buñuel, David Lynch, Nagisa Oshima y Walerian Borowczyk.
deja sorprender, en medio de una posesión –Nosferatu pose- Esa sería una isla ideal, conectada a la “aldea global” de Marshall Muchos lo conocen más como antologador que propiamente
yendo a Mina, en la versión de Werner Herzog–, por el adveni- MacLuhan; pero no, esta es una isla “románticamente desierta”. De como escritor. Pienso en Oscar Hurtado, quien es recordado por la
miento del amanecer, en verdad está siendo poseído. Y muere ser así, qué película, digamos, salvaría… antología Cuentos de ciencia ficción (1969) y no por su obra, lue-
así. Permite que la luz lo mate. Es Mina quien posee a Nosferatu Definitivamente (aunque en este momento me encuentre go recogida póstumamente por Daína Chaviano, en Los papeles de
por medio de la belleza, y ese intercambio es extraordinario: bordeando un lugar común) me llevaría Muerte en Venecia, de Valencia el Mudo (1983). ¿Teme que se le recuerde por su obra como
posesión contra posesión. Fíjate que Nosferatu, antes de mor- Visconti. Y la noveleta de Thomas Mann. Leería la historia y ve- antologador (que por cierto es amplia) o como ensayista, o no cree
der a Mina, acaricia sus muslos en la vecindad del sexo. Allí el ría la película una y otra vez. Intentaría penetrar una con otra, realmente en el recuerdo y la trascendencia?
monstruo es un hombre. No voy a dejarme provocar… Pero si en ambos sentidos. Y acabaría por añadir módulos de acción Mis antologías son meras opiniones. Opiniones complejas,
pudiera, tendría el cuerpo de Endymion y el de Olympia, o el para complementar o extender ciertos sucesos de ambas (de la por supuesto. He tenido suerte con ellas, se agotan rápida-
de Dorian Gray y el de Lady Lyndon (Marisa Berenson en Barry película y de la noveleta), hasta obtener un gobelino complejo. mente, se leen mucho y hasta se reeditan. Pero, hablando con

4 Entrevista La Gaceta de Cuba 5


franqueza total, me da lo mismo si me recuerdan como antolo- car experiencias imaginarias o reales donde el lenguaje expresa podía hallar la imagen de cubierta adecuada y tuve que fabricar- da parte. Sin embargo, para descansar de un tema me mudo a
gador, ensayista o narrador. Nadie sabe cómo será recordado. su insolvencia frente a ciertos fenómenos y hechos de la vida. la. Hubo una sesión de fotos que se extendió durante seis horas, otro, así en El espejo roto, donde hablo de la graficación cine-
Yo podría aventurarme y decir que seré recordado por alguna Cuando el lenguaje es insolvente lo literario emerge. Por eso el y antes de eso, una sesión de body painting. Fui pintor alguna vez, y matográfica del cuerpo queer. Me he adentrado en ese universo
novela, algún ensayo, algunos cuentos, o por una o dos antolo- sexo me interesa tanto, lo mismo en la vida que en la literatura. el modelo y yo nos entendimos bien en ese sentido. Necesitaba buscando sus espacios reales y utópicos (en lo que toca a sus
gías. ¿Pero qué importancia tiene eso? Uno vive en la trascen- El sexo y el cuerpo, tan habituales y frecuentes, constituyen, sin un desnudo escriturable y total en cuya piel hubiera rojo, negro diversos relatos) y viendo cómo se pueblan… Pero mencionaste
dencia porque vive en otras personas. Pero uno muere y punto: embargo, dos misterios casi inexpresables en su más íntima uni- y amarillo. Usé acrílico, pinceles y rotuladores. El modelo sabía mis demonios… mis demonios son varios y creo que trabajan
es el final. No hay sobrevida excepto la que ocurriría durante dad, en especial cuando el cuerpo se sublima, “desaparece”, y se perfectamente qué necesitaba mi libro –lo había leído ya– y fue para mí en un proceso de desdoblamiento continuo. Mi iden-
cierto grado de pervivencia en los demás. Mi hijo lee algunos revela en lo sagrado. Y viceversa: estás dialogando con un cuer- generoso, me dejó trabajar mucho en su piel. Puse en el interior tidad, como escritor y como persona, tiene que ver con ellos
libros míos, y aprende. Algunos jóvenes me leen y aprenden… po, hay palabras, sexo, contactos físicos cruciales, y de pronto del libro cinco o seis imágenes en escala de grises. y, como suele ocurrir, toda identidad es lenguaje. Aunque hay
Esa es una buena manera de trascender. intuyes, al tomar distancia (si tomas distancia, te acercas más) Jorge Fornet comenta en Los nuevos paradigmas. Prólogo narra- exorcismos de escritura y exorcismos muy concretos e inme-
Entonces, permítase ser un poco arrogante: ¿considera con valor que todo eso pertenece a un ámbito donde lo sagrado empieza a tivo al siglo xxi (Ed. Letras Cubanas, 2007) sobre la ausencia entre diatos. Y no deben ser confundidos porque, aun cuando vida y
su obra de ficción, o es capaz de sacrificar esta (si ese pudiera ser el existir. Si quieres expresar eso en una dimensión profunda, lle- nosotros de una literatura de corte histórico, lo que conlleva una escritura dialogan (en cuanto a mí) fuertemente, al cabo la vida
término, que incluso no creo apropiado) en pos de dar vida a antolo- na de un conocimiento tan revelador que parezca angustioso, “fascinación por el aquí y el ahora” entre narradores que aluden los se manifiesta de un modo, y la escritura de otro. A pesar de que
gías o de investigar autores y obras? lo único que puedes hacer es entregarte (o intentar entregarte) referentes más inmediatos, entre los cuales lo califica como “el más incorporas vida en la escritura y escritura en la vida. Incorporar
¿Arrogante? En cualquier caso sería orgulloso… y sin vani- a la literatura. Estoy interesado en escribir una historia de sexo persistente”. ¿Se considera un narrador del aquí y el ahora? Quizá escritura en la vida es un acto fantasmático, riesgoso y bello. He
dad. Mi obra de ficción va mucho más allá de mis investigacio- cuyo presente real viva en el pretérito de los desempeños sexua- paradójicamente su ensayística sobre literatura se enfoca hacia llegado a hacerlo, pero me resultó costosísimo.
nes y antologías. En la ficción soy yo mismo y mis demonios, les de los personajes, en su evocación… ¡a ver si no “muero” el pasado. ¿Es acaso Garrandés un ensayista sobre/del pasado? Un filme reciente como Cincuenta sombras de Grey retoma al-
mientras que en las antologías y eso que llamas investigaciones como escritor! Aunque algo así hice ya en algunas zonas de Body Creí que me hallaba cada vez más lejos del aquí/ahora. Tal gunas parafilias como eje central del relato cinematográfico. ¿No ha
soy apenas una persona útil, un desentrañador de misterios, un art (2014). vez Jorge Fornet estaría pensando, cuando escribió eso, en libros pensado, además del cuerpo y el sexo, escribir sobre las parafilias en
clarificador… un hombre que enseña a leer o que muestra qué En esa entrevista relaciona la escritura no secuencial con su inte- como Capricho habanero (que, bien leído, no se refiere al aquí/ el cine, o las ha visto como parte del sexo que ya ha estudiado?
leer y por qué motivos. Mi obra de ficción es rara, extemporánea rés desde niño por la pintura; cuestión que también es visible en sus ahora), o en un relato, “Fábula de un amor feliz”, con el que gané Veo todo eso dentro del sexo, aunque las parafilias son tan
y restrictiva. Es una apuesta por la literatura en tanto aristocra- trabajos sobre cine, sobre todo en ciertas asociaciones y descripcio- el premio de cuento de La Gaceta de Cuba en 1996. En Artificios atrayentes que merecen un espacio aparte. La somnofilia, por
cia sensual de las palabras. Soy, al cabo, un constructor de arte- nes “visuales” del relato fílmico. ¿Qué preferencias pictóricas lo obse- (1994) de ningún modo soy un narrador del aquí/ahora. Mucho ejemplo, que embrolla todo el discurso, porque el intercambio
factos voluptuosos con los que sueño… sionan? ¿Podría pensar que son obras donde el cuerpo está presente menos en Salmos paganos (1996), o en Cibersade (2002). Fake es extravagante y extrañísimo, una especie de necrofilia sim-
Muchas personas evitan leer antologías, alegan encontrarse de- no como complemento sino como protagonista…? ¿Podría decir (2003), ni se diga. De modo que dicho juicio es muy discutible y bólica. Recuerda La casa de las bellas durmientes, la novela de
lante de una visión “fragmentaria” y “reduccionista” de la literatura, que la imagen (tanto cinematográfica como pictórica) complementa hasta extraño. Pero puedo comprender por qué un cuento como Kawabata, y Sleeping Beauty, la película de Julia Leigh. O aque-
expuesta a subjetividades del antologador. ¿Qué beneficios y defectos o asedia su escritura? “Fábula de un amor feliz” podría convertirme en ese tipo de llas prácticas que involucran al voyeur –consensuado o no– y a
encuentra en las antologías? ¿Se logra siempre ser inclusivo o abar- Me interesa muchísimo lo no secuencial porque la vida es no narrador. Se trata, en definitiva, de un premio demasiado noto- los fetiches. En mi novela Demonios hay un vínculo muy diná-
cador? ¿Hasta qué punto influye esa subjetividad del antologador? secuencial. El carácter no secuencial de la vida es tan enrevesado rio entre nosotros, y de un relato mucilaginoso, caracterizador mico entre un escritor y una amputada, que quizá provenga (la
Las antologías constituyen veredictos indirectos, laterales. Y que la narración menos compleja (me refiero a la vida o a una en exceso de una época y de una ciudad. Cuando escribes algo amputada) del personaje de un cortometraje de David Lynch.
siempre son reduccionistas y fragmentarias. Jamás he pretendi- zona de ella como grupo de relatos interconectados) necesita- así, acabas pagando por ello. ¿Cuál fue el cuento, entre los que El sexo en lugares públicos (oficinas, parques, librerías, restau-
do otra cosa que no sea expresar lo que pienso por medio de la ría siempre del auxilio de lo convencional. La convención es lo he publicado hasta hoy, que suscitó el interés de Lester Hamlet rantes, calles, escaleras transitoriamente vacías) da para muchas
presentación de un conjunto de textos. He podido ser inclusivo, que permite que yo cuente algo sin perderme en los laberintos para hacer una película? Ese mismo. Y ahí está: Fábula. Un fres- situaciones narrativas. Pensándolo bien, es difícil hablar de esas
incluso corriendo ciertos riesgos. Y claro: cuando te sumerges (los microlaberintos de las experiencias del sujeto). Pero el re- co de un mundo. Si tuviera una time machine como la de H. G. cosas. ¿Qué decir sobre ellas salvo referenciarlas o subrayar de
bastante en una materia –en mi caso, la narrativa cubana con- lato realista, veraz y fidedigno de la vida es laberíntico. Siempre Wells, viajaría al pasado para quedarme inmóvil y no escribir ese qué modo son reinventadas?
temporánea, o la narrativa a secas–, puedes sugerir… y entonces lo ha sido. La causa quizás esté en el hecho de que el pensa- cuento. Salvaría tan solo la relación entre Arturo, Cecilia y Pao- ¿Cree que la posmodernidad ha modificado en el cine el concepto
aparecen las antologías, que para el lector interesado resultarían miento es la conformación incesante de realidades en procesos lo, quienes, a mi modo de ver, forman un trío gozoso, cabal y de “belleza del cuerpo”, como un cambio primero de esa concepción
útiles. A veces funcionan como repertorios, resúmenes… La verbales que ocupan el centro mismo de ese relato. Lo que pasa desprejuiciado. Si alguna vez me interesó el aquí/ahora, debo en la sociedad?
subjetividad tiene el encanto de acariciar la verdad fugazmente, es que, desde los siglos xviii y xix, se nos ha enseñado a leer y a aclarar que ya no me interesa, a no ser por la forma en que atra- Sin dudas. Lo bello es un concepto que, con respecto a las
sin concrecionarla. contar usando convenciones de la ficción narrativa que intentan jo mi atención en una novela como Días invisibles (2009), que “formas bellas”, se desplaza constantemente. Y tras las revisio-
En una entrevista suya en Conversación con el búfalo blanco evadir lo no secuencial, para que el laberinto no nos devore y está llena de juegos donde cierto grado de irrealidad va, poco nes que la posmodernidad pone en práctica, el cuerpo modula
(selección de cuentos y entrevistas hecha por Rogelio Riverón y publi- no nos trasforme en criaturas ininteligibles. Si la realidad fuera a poco, suplantando lo real. En cuanto a mis ensayos, te doy la los parámetros en relación con lo bello. Las sociedades posmo-
cada por la Editorial Letras Cubanas en 2005), dice: “Yo escribo para ininteligible o inefable en una medida alarmante, ¿qué haría- razón: el pasado me atrae muchísimo más que el presente. Y no dernas avanzan hacia esas modulaciones y crean, en un mundo
dejar una huella, aunque sea minúscula. El miedo a la muerte es eso, mos? Y sí, podrías decirlo así: la imagen asedia y complementa solo el pasado literario de Cuba, sino el del mundo. cada vez más audiovisual, sus propios espejismos. Sin embargo,
me parece, en lo que concierne a un escritor. Y se escribe por muchas mi escritura en obras donde el cuerpo salta al primer plano. La Pienso en dos libros suyos en los que relaciona el cine con el cuer- ¿hay algo más real que un espejismo? Por otro lado, existe una
razones, hasta para divertir el ánimo, pero al final lo deseable es que imagen (del cine, de la fotografía y la pintura) está en lo que po humano: Sexo de cine (2012) y El ojo absorto (2014); siempre especie de balcanización de los grupos humanos y sociales. Cada
la escritura no deje al muerto tranquilo”. Vuelvo entonces sobre la escribo. De hecho, no escribo nada que no sea visible, al menos quedan cintas por reseñar, puntos de vista a los que se vuelve con vez se crean más y más sectores de interés en relación con dife-
trascendencia, cuando muchos (el propio Riverón) lo han conside- para mí. Conozco con precisión, por ejemplo, cómo es la casona otra mirada y más detenimiento (extraño Pink Flamingos, el clásico rentes estéticas y eróticas de la belleza corporal. La posmoderni-
rado “uno de los más originales pensadores de nuestra literatura”. donde viven los personajes de Las potestades incorpóreas. Puedo de John Waters, de 1972, por ejemplo). ¿Qué satisfacciones e insa- dad tiende a ser cada vez más queer. Esto se percibe en una serie
¿Persiste en el interés de dejar esa huella? ¿Teme a la “muerte” del verla y puedo describirla. Pero no es eso a lo que te refieres… sé tisfacciones le han dejado estos textos?, ¿qué demonios se propone reciente, de los Wachowski, Sense Eight, y en una película como
escritor en el sentido anterior? muy bien cómo describir un personaje porque lo he visto como exorcizar mediante esa escritura? Shortbus, de John Cameron Mitchell, donde lo queer es un encla-
Tal vez exageré un poco allí. Contesté esas preguntas de Ri- imagen y como cuerpo. De hecho, hay personajes con los que Pude conseguir una copia remasterizada de Pink Flamingos, ve como otro cualquiera y donde cabe la conducta heterosexual.
verón hará diez u once años. La huella que me interesa dejar es- trasiego que pertenecen, en gran medida, a la pintura, al cine, una película de la que he escrito en Una vuelta de tuerca, el libro Fíjate cómo lo digo: donde cabe la conducta heterosexual. ¡Las cosas
taría en algunas personas que me rodean y que necesitan de la a la fotografía… ¡Pero cada pregunta tuya en realidad son tres que presenté en 2015, en el Festival de Cine de La Habana. Es al revés! Y debería ser así: un enclave como otro cualquiera. Por-
esperanza, de ciertos saberes, o de algún tipo de luz. Si puedo o cuatro!, de modo que para contestarte hay que ser extenso e una película tremenda, sincera, notable por muchas razones. Y que si vamos a hablar de belleza y de amor, tendríamos que rom-
ofrecer eso, lo hago con gusto. ¿Me correspondería, como per- intenso… Voy a concentrarme ahora en esas preferencias pic- la he incluido en el libro porque en esta oportunidad me acer- per los esquemas y las clasificaciones. Cuando hablas de belleza
sona, como ser humano, ofrecer eso? Creo que sí. Y si eso es la tóricas que, según tú, me obsesionan. Mencionaré algunas: los qué a algunas poéticas bien definidas del cine de autor, y también y amor no puedes ser ni heteronormativo ni homonormativo.
trascendencia, pues mejor aún. Trascender así, de esa manera. cuerpos de Francis Bacon, los cuerpos de Nobuyoshi Araki, a películas de culto que se relacionan (o no) con determinadas La reflexión sobre el amor y la belleza debe trascender eso e ir a
Un escritor debería trascender no por sus libros, su notoriedad, los shungas en general, las versiones de Cristo según Bellini, los marcas estilísticas del cine de autor. Waters es un realizador un Mare Incognitum. ¿Cuántos años vive uno? Muy pocos. Tienes
o su fama. Un escritor, si trasciende, debería hacerlo gracias a las cuerpos de Egon Schiele, los retratos de Chuck Close, la pintura que solo podría producir obras de culto, que crea y habita en que concentrarte en el amor, sea cual sea, venga de donde venga.
consecuencias de sus páginas durante la lectura. Consecuencias de Vermeer y las monocromías de Mark Rothko… no agregaré un islote de su propiedad. Me siento satisfecho con esos libros, Stravinski decía, creo que en La poética musical, que elegir un solo
para la vida, para decirlo con mayor precisión. Suena como una más porque la lista es muy grande. Balthus me interesa mucho, excepto con el más reciente, que en rigor viene a representar camino es una forma de retroceder. Aun así, como dije en Sexo
altivez que raya en la soberbia, pero en realidad tendría que decir es una mezcla de inocencia y perversión. Un libro como Body solo la mitad de lo que me propuse hacer originalmente. Por de cine, los componentes sentimentales de la utopía pasan por
que escribo para quienes necesiten leerme, lo sepan o no, sean art tiene que ver mucho con todo eso, además de que fue una falta de tiempo dejé fuera un conjunto amplio de cineastas y de el descreimiento y el sarcasmo. Pero sobreviven. Y la pregunta
conscientes de ello o no. Y preciso de la escritura para comuni- experiencia muy interesante más allá de lo literario, porque no películas que me interesan mucho. No sé si escriba una segun- esencial continúa siendo esa: si vivimos con o sin amor. Según la

6 Entrevista La Gaceta de Cuba 7


1
respuesta de cada individuo, así será su nexo con la realidad y el ensayo. Y el ensayo crítico (lo que yo hago) brota precisamente él volviera. Estuve veinte minutos con ese
mundo inmediatos. de esa escritura. Hay algo que debo subrayar: una parte de ella, Tomo prestado, en parte, rifle”. Fueron minutos que al improvisado
¿Y la capacidad “historiadora” del cuerpo, de la representación más tarde devenida texto (texto crítico-ensayístico) nace en la el título del libro cuya lectu- Centinela le parecieron siglos. Estaba allí,
humana del cuerpo a través de la historia, ha sido alterada por la descripción de ese extraño proceso por medio del cual se llega ra suscita estos comentarios: indeciso, aterrado, sin saber qué hacer con
contemporaneidad? al modelo aludido. Piñera corresponsal: una vida en aquel “artefacto”. ¿Quién era aquel desco-
El cuerpo se añade a sí mismo (su imagen) y a otros cuerpos Recuerdo que, en una entrevista más o menos reciente, Abilio cartas.1 Cada una de ellas realza los rasgos nocido que le había asignado un papel tan
en una especie de presunción tan histórica como transhistórica. Estévez se preguntaba si en Cuba existían realmente críticos. ¿Cómo de una fisonomía, pero si quisiéramos te- insólito? ¿Acaso un campesino de la Sierra
El cuerpo es muy sólido, muy material y mensurable, es descrip- ve el panorama de la crítica literaria y cinematográfica cubanas? ner una visión de conjunto tendríamos que Maestra recién llegado a la capital? Por
tible, pero también es algo del pasado, el presente y el porvenir. El Yo fui un crítico, ya no lo soy. Hice crítica literaria, me con- incluir los que aportan la nostalgia de una lo pronto, un ser de otra galaxia, es decir,
cuerpo, cuando intentamos referirnos a él, o está en el pretéri- vertí en un ensayista (porque soy un escritor) y ahora escribo buena afeitada y el testimonio de sus dos un ciudadano procedente del interior. “Los
to, o es un presente huidizo, o va a ser. Mientras más cultural es ensayos críticos que admiten un componente de ficción en lo grandes pasiones, la escritura y el disfrute cubanos del interior de la Isla –comenta
nuestra percepción, más trabajo nos cuesta lidiar con el cuerpo. tocante al modelado que la lectura deja como huella. Hay po- de las “carnitas”, sobre lo que volveré más Virgilio– son seres totalmente distintos a
La contemporaneidad, ahora mismo, globaliza la historia y la cos críticos. Y demasiados textos que ofrecen gato por liebre adelante. Cabría añadir la paradoja repre- los de La Habana. Tipos fabulosos.” No po-
atrae al presente, estetizándola. Vivimos en un presente continuo (textos que ofrecen críticas y reportes académicos por ensayos). sentada por la existencia de dos espacios día imaginar que muy pronto él mismo
donde prácticamente todo se reactualiza, se relee, se revisita, o Críticos “puros”, o auténticos, me parece que ya no hay. Exis- culturales simultáneos: uno que se estrecha podría ser confundido con uno de ellos
se homenajea. El cuerpo es uno de los centros, en lo que toca ten escritores que escriben sobre libros, pero eso es otra cosa. cada vez más –el de adentro, atravesado por cuando, vestido de miliciano, desfilara en
a su representación y su semiosis. Y seguirá siéndolo mientras En cuanto a la crítica cinematográfica, no podría decir mucho. el índice inquisitorial de Leopoldo Ávila–, la recién bautizada Plaza de la Revolución
haya, como mínimo, erotismo y sexo. El cuerpo es un todo don- Pero algo me asalta como una mala impresión: en Cuba he visto y otro que se ensancha gradualmente –el el 1ro de Mayo; o cuando, dos meses antes
de se ponen a prueba la identidad, lo sagrado, lo execrable y lo muchas reseñas de extensión variable que van evaluando deter- de afuera, con la repercusión internacio- de la invasión de Playa Girón, comentara,
que está más allá del lenguaje. El cuerpo es un reservorio de for- minados aspectos (fotografía, edición, dirección de arte, actua- nal de Dos viejos pánicos y la aparición de irritado: “¿Has visto el Kennedy cómo nos
mas que siempre se resisten a la automatización de la mirada. ciones) de una película. Y eso me parece tan rudimentario… El que vino a salvarme en Buenos Aires y trata? Qué se habrá creído. Pero se cogerá
Y eso significa, entre otras cosas, que el cuerpo es un misterio aunque resulte más o menos útil. Hay dos o tres ensayistas. Rufo de Contes froids en París. Cuando vemos el c. con la puerta”.2 En realidad, ahora pa-
pertinaz cuya única solución es la no solución. Caballero era uno de ellos, pero murió, y esa muerte empobreció que la última carta del 71, por ejemplo, se saban, a diario, cosas que antes nadie hu-
En Diario (1940-1941), Anaïs Nin escribe que “El lenguaje del mucho el panorama. Vuelvo a decirlo: no soy un crítico de cine. cierra de modo tan convencional, vinien- biera creído posibles. Una de ellas: que un
sexo aún está por inventarse. El lenguaje de los sentidos tiene que En mi libro Presunciones (2005), y ahora en El sueño de Endymion
explorarse”. ¿Acaso el lenguaje cinematográfico puede ser este len- (2016), incluí un texto donde explico en detalle qué relación he
guaje añorado por Anaïs Nin? venido sosteniendo con el ensayo y la crítica y cómo los veo a
Hay muchas maneras de llegar a ese lenguaje que Anaïs Nin ambos. También hay algunos horrores: haces un doctorado,
ve como una tierra prometida. Quizá no sea una tierra prome- presentas un texto académico, manejas un conjunto grande de
tida, sino el destino mítico del sexo, que al cabo está hecho de referencias bibliográficas… ¡y ya eres un ensayista, o un crítico!
palabras. Cuando tienes sexo (esto lo he explicado en alguna par- ¿De dónde viene tanta confusión? De la banalidad que se apo-
te), casi todo es presunción y pretérito. El sexo vive en su poste- dera de la cultura. Un ensayista es un escritor que habla de una

Piñera corresponsal:
rioridad y nos niega su inmediatez. El sexo es una circunstancia obra equis movilizando creativamente ideas y conceptos bajo
fonocéntrica donde lo real se halla en una constante crisis. Crisis una marca de estilo. Eso es todo. ¿Pero qué remedio tiene, si
viene de una palabra griega que significa enjuiciamiento. La rea- vivimos en un país cuya cultura anhela, con legitimidad, sal-
lidad del sexo es su lenguaje en tanto proceso y escritura, no en varse, pero que está llena de desórdenes y ofuscaciones de ese
tanto texto. Anaïs Nin sabía eso. De hecho, cuando lees algunos
cuentos suyos te das cuenta de que el sexo real no está en las
tipo? Escritores que no lo son, ensayistas que no lo son. Misti-
ficaciones por doquier, muchas de ellas dominadas por la ma-
ocurrencias y
descripciones, ni siquiera en la narración. Ella confiaba mucho
más en las dudas, en las preguntas, en el aura dubitativa de una
nipulación política.
Con Capricho habanero muchos lo han incluido en el grupo de
recurrencias
voz marcada por el asombro. El cine llega al sexo por muchos los novísimos, que comienzan a publicar a inicios de los 90. Quizá por
caminos. La imagen, muy diversificada, dice y no dice. Y ese es el tratamiento del cuerpo, la otredad, el sexo explícito… ¿Hasta qué Ambrosio Fornet
el peligro. Posiblemente te parezca muy extraño que me exprese punto se considera parte de los novísimos narradores cubanos?
así a estas alturas, pero el verdadero lenguaje del sexo está, su- La verdad es que ya no sé casi nada de los novísimos. Esa
pongo, más allá de la imagen, como si regresara a un sitio donde y otras categorías no son sino escombros. Soy una especie de
la literatura elude el fracaso de darle forma al sexo. animal subterráneo, retraído, casi no salgo a la calle. Prefiero
¿Se sigue resistiendo a una separación esquemática entre la crí- recibir visitas. Hubo novísimos: estábamos explorando el sexo, do de quien viene –“Que el 72 te traiga millonario –en este caso, Pepe Rodríguez
tica y el ensayo, culpa quizá del propio canon, o considera a ambas el lenguaje, la experiencia posvanguardista. ¿Cuánto queda de bienandanzas”–, no podemos dejar de Feo– se convirtiera en un revolucionario
una unidad con completo sentido lógico y escritural? ¿Hasta qué los novísimos? Me he atrevido a publicar otra vez, bajo el sello pensar en la formulación latente de una “de Patria o Muerte”; otra, que la propia
punto podríamos delimitar la acción del crítico y del ensayista? de Ediciones Ácana, Capricho habanero. Le he puesto un subtítu- aspiración colectiva que quizá lo llevó a obra del autor saliera del ostracismo: Elec-
La crítica es demostración mientras que el ensayo es persua- lo provocador: Capricho habanero: corte del director. Es el mismo inclinarse y tocar madera. tra Garrigó acababa de restrenarse en el
sión, para decirlo rápido y sin los necesarios matices. Yo, que libro que publiqué hace dieciocho años, lo he revisado y le he Teatro Nacional, y Sartre, de visita en La
creo muy poco en la validez de las teorías y sus formas, he usado, agregado algunas cosas. A pesar de todo he jugado limpio. No 2 Habana, había asistido al restreno y quería
sin embargo, algo de lo que aprendí de ellas para desarrollar un he alterado el estilo salvo para enmendarlo, y no he adulterado La Noche de Reyes del 59 Virgilio se “llevarla a París. Está chocho con la obra”;
estilo crítico contaminado por la imaginación. Durante algu- la trama. Un libro distópico a la manera, tal vez, de Las nubes en llevó una de las mayores sorpresas de su para la representación de El filántropo se
nos años leí bastante teoría, quise saber qué decían los teóri- el agua, mi novela de 2011. Por lo general tiendo a ser distópico. vida. Tuvo que asumir el papel de Centi- había asignado un presupuesto de siete
cos. Donde me detuve con provecho fue en el New Criticism, y ¿Por qué? Porque descreo de la utopía. Creo en algunas perso- nela en la epopeya cuyo desenlace todavía mil pesos (“Me parecía estar soñando”);
allí empecé a descubrir cosas. Por ejemplo, que determinadas nas, en la buena voluntad, en la humildad del bien, en el amor, se estaba produciendo dentro de los mu- los ingresos personales, por otra parte, no
argumentaciones propias de la crítica pueden consolidarse por en la pasión (y la compasión) del arte, en los versos de Keats, en ros de la ciudad. El Tirano había huido, la cesaban de crecer. Escribe a mediados de
medio de la objetivación de sensaciones y efectos producidos los shungas de Utamaro, en la bondad de mi esposa, en la luz huelga general se prolongaba y él se vio junio del 60:
por y durante la lectura. Lo he dicho un montón de veces: uno de mi hijo, en la posibilidad de enseñar algo de lo poco que sé obligado a salir de su casa a buscar algo
no escribe sobre un libro, sobre un texto. Uno escribe sobre la a los más jóvenes, a la gente con esperanzas. Pero no creo en las de comer. Y de pronto, “al llegar a San Ra- Héme aquí, rico. ¿Y por cuál azar? Me
imagen de ese libro, de ese texto. Sobre un modelo hecho de utopías, lo siento. La vida es hermosa y lamento no poder vivir fael y Amistad –cuenta–, un miliciano me acaban de dar un puesto en la Impren-
reminiscencias, gestos, metáforas, paisajes y sobresaltos que ese mil años, pero el mundo es un sitio nauseabundo, desilusiona- puso un rifle en las manos y me dijo que le ta Nacional en calidad de traductor.
texto promueve. Un modelo siempre inestable. Ahí germina el dor y peligroso. < hiciera el favor de guardárselo hasta que Salario: Setenta piastras [i.e., pesos]

8 Entrevista La Gaceta de Cuba 9


por semana. Comencé con Le Père Goriot, tro Chopin. ¿Qué te parece? Siempre en la cil encontrarlas por acá”. ¿Vejeces? ¿Acaso proyecta la crítica dominante sobre sus es-
es decir, a examinar la traducción al es- brecha.” Es decir, cuando se le metía una no había otros platos capaces de suscitar pacios subalternos.4 Cuando Dos viejos pá-
pañol. Junto con esto voy además a ha- idea entre ceja y ceja, no había manera de placer o al menos, cierta curiosidad inte- nicos gana el Premio Casa de las Américas,
cer un curso de dramaturgia en el Teatro pararlo. lectual? Los había, claro, y Virgilio se las su jactancioso autor no vacila en atribuirle
Nacional. Salario: ciento cincuenta pias- arreglaba para traerlos a su mesa. Lee a un rango artístico comparable al que pue-
tras por mes. Si agregamos mi ingreso 3 Günter Grass (El tambor de hojalata le parece da tener una pieza de “Beckett o quien
por Lunes, tengo un capital de quinien- Quien no conozca la obra de Piñera, “una maravilla”), relee con admiración La sea”; años antes Claude Couffon, traductor
tas piastras. ¿Qué me cuentas, mi viejo? ¿se atrevería a establecer una relación en- peste, de Camus; lee a Calvino, a Dürren- de la editorial Gallimard –que había asistido
¿Te acuerdas de aquellos tiempos en tre los términos carne, de un lado, y lite- matt, a Max Frisch, a Uwe Johnson; lee El en La Habana a una representación de Aire
que gastar un peso de más significaba ratura del otro? Al hallar aquí la primera pabellón de los cancerosos, de Solzhenitsin; frío–, no encontró mejor modo de elogiar-
un desequilibrio horrible? mención del término carnita tuvimos la revisa deslumbrado, para la Imprenta Nacio- la que comparándola con obras de Io-
ingenuidad de preguntarnos si no sería un nal, una traducción de Años de infancia, de nesco y Beckett. Claro que podía darse el
No estaba lejano el día en que podría, intento de aludir a esa metáfora recurrente Gorki; se aventura inclusive en una lectu- caso de comparaciones menos halagüeñas.
inclusive, mostrarse dadivoso; en octubre en su narrativa o si se trataría de algo más ra trasatlántica, la del joven dramaturgo Cuando se le propuso a Ediciones Julliard
del 64, estando de visita en París, encontró prosaico, de evocar un entremés o un plato Edward Albee; traduce para la Editorial la publicación de Cuentos fríos, por ejemplo
“muerto de hambre” a su amigo Natalio típico de la cocina porteña, por ejemplo. Nacional una “obra magnífica”, el Marat- –se queja Virgilio, con razón– los editores
Galán, el músico, y “le regalé cien dólares Pues bien, ni una cosa ni la otra. Carnita Sade, de Peter Weiss… Pero no puede sacu- respondieron que “no traducirían mi libro
–recuerda– y otros tantos gasté pagándo- se refiere a libros o, mejor dicho, a textos de dir la nostalgia, evitar la sensación de vacío pues de hacerlo los franceses pensarían
le comida y medicinas”; en agosto del 65 historiadores y cronistas franceses capaces que le produce la ausencia de cotilleo. “Me que estaban leyendo a Alphonse Allais”.
se dará el lujo de prometer que costeará de proporcionar una lectura placentera muero por la llegada de la Comtesse de ¿Qué quién era Alphonse Allais? Un hu-
el viaje de su amigo Humberto a Europa: por su desenfadado, habilidoso tratamien- Boigne” –le había confesado a su amigo morista muy apreciado por sus lectores y
“Si mi obra [Aire frío] se estrena en París te to de la chismografía. El 22 de junio del 61 en abril de 1960, aludiendo a una recien- por el propio Virgilio, que tradujo algunos
enviaré dinero para que asistas al estreno. Virgilio afirma que el libro que acaba de te petición suya. Y un mes después: “Ayer de sus textos. Pero, carnitas, vejeces y euro-
Será muy gracioso que veas por primera leer –lleno de zalamerías hacia Napoleón– me llegó el libro de la Condesa de Boigne centrismos aparte, lo cierto es que el tiem-
vez una obra de teatro mía, en francés”; y es “una verdadera carnita” donde el autor […] una verdadera carnita”. El primer po se encargó de ir poniendo las cosas en
entre el 71 y el 76, contando con el dinero pone a sus solícitos cortesanos “de vuelta mensaje se completaba con una confesión su lugar: el que hoy ocupan, por ejemplo,
de sus derechos de autor, asumirá la tarea de y media”. Que esos guatacas fueran nada reveladora, que ha dado pie a un interesan- Cien años de soledad, Los pasos perdidos o
encargar ropa y zapatos para los niños de la menos que Benjamín Constant y Madame te comentario del compilador. Si esperaba los cuentos de Cortázar. Así que si la obra
familia –para la nieta de su hermana Lui- de Staël añadía un sabor especialmente con tanta ansiedad el libro de la Condesa narrativa de Virgilio comparte con ellas,
sa, sobre todo, que a fines del 75 estaría intenso al plato…, porque de eso se tra- era, en gran medida, porque penaba por como afirma Arrufat, la capacidad de apa-
a punto de cumplir sus Quince. Pero una taba, en efecto, de que al consumidor le sus inconfesables devaneos: “Cada vez sionar al lector moderno, “aunque con
cosa era estar boyante, en lo que a plata se “encantaba” el chismorreo, en este caso el más detesto la literatura moderna y, sobre otro género de pasión”,5 entonces queda
refiere, y otra muy distinta ser un dra- chismorreo literario. “Me encanta el chis- todo, las novelas”, dice. Como bien apunta claro que vale la pena insistir. Para que
maturgo famoso, o más aún, pasar de los me […] –confiesa en una ocasión–. La Anderson, lo está diciendo en el preciso conste. Que conste que también nosotros
márgenes al centro mismo de la vida cul- literatura no es otra cosa que un chisme instante en el que irrumpe en la literatura seguimos en la brecha. <
tural del país. Eso lo descubrió una noche colosal.”3 En mayo del 60 se da el gusto de latinoamericana el fenómeno del Boom.
de diciembre del 62, con el estreno de Aire compartir con su amigo un secreto muy Llamar “vejeces” a sus lecturas preferidas
frío. “Ha sido un success tan grande –dice– bien guardado de Talleyrand: ¡era el pa- ¿no sería una manera irónica de subra-
que las colas para verla son impresionan- dre del pintor Delacroix! “Lo tuvo con la yar su rechazo de las “novedades”, lo que 1
Thomas F. Anderson: Piñera corresponsal: una vida en
tes. Tuve que salir a escena y el público mujer de Charles Delacroix”, comenta. En en el nuevo contexto significaba también cartas, Pittsburgh, Instituto Internacional de Literatura
entero se puso de pie para gritarme bravo junio del 62 está leyendo un libro sobre la afirmar su filiación eurocéntrica? Ya antes Iberoamericana (Serie Clásicos de América), 2016.
Anderson recoge aquí, y anota, ochentaisiete cartas
y aplaudir […]. La gente llora, suspira y familia real –la familia real francesa, natu- de finalizar la primera mitad del siglo ha-
que Virgilio le escribió a su amigo Humberto Rodríguez
le parece poco las tres horas y media que ralmente– que contiene “una cantidad de bían empezado a verse señales de que algo Tomeu (1919-1994), residente la mayor parte del tiempo
dura la pieza.” No fue una gloria efímera. chismes asombrosa”. Y lo mejor de todo: estaba ocurriendo en los monótonos pre- en Buenos Aires, entre 1958 y 1976. La inmensa mayoría
“Acá se repuso por octava vez Electra “Son 500 páginas que se leen de un tirón”. dios de la narrativa latinoamericana –baste de las cartas corresponde al período 1960-1963. Pues-
Garrigó […] –comenta jactanciosamente Trece años después los personajes han recordar que El reino de este mundo, de to que en ellas Virgilio nunca trata temas que pudieran
parecer “conflictivos”, desde el punto de vista político,
en abril del 64–. El teatro (1,500 localida- cambiado, pero el disfrute de la carnita se Carpentier, es de 1949–, pero poco después
Anderson sostiene 1984 veces, a lo largo del volumen,
des) se colmó en su totalidad.” Y cinco mantiene; en efecto, ha encontrado en un sonaron dos campanazos que anunciaron que lo hace por temor a la censura.
años después, a propósito de Dos viejos libro sobre los premios Goncourt la mis- al mundo que ya esa literatura no volvería a 2
Sus lectores podían haberlo confundido mucho antes…,
pánicos: “Se ha dado en Bogotá, en Mede- ma “asombrosa” cantidad de chismes que ser la misma: la aparición en 1953 de Los de haber sabido que eran suyos los artículos que apa-
llín; pronto se dará en Santiago de Chile, en lecturas anteriores. Durante un tiempo, pasos perdidos, de Carpentier, y en 1955 de recían en el periódico Revolución bajo el seudónimo de
El Escriba. “La Revolución ha prestado un grandísimo
en Caracas; me la han pedido para Berlín y el flujo cárnico queda garantizado gracias Pedro Páramo, de Rulfo. Virgilio no se en-
servicio al escritor –afirmaba en junio de 1959–: lo ha
Lisboa”; y en febrero del 72, cuando la obra a las complicidad de su amigo Humber- teró o, más bien, la maldita circunstancia sacado del impasse estetizante en que se encontraba
acababa de estrenarse en Lima: “Sigue a to, que lo sostiene desde el extranjero, y del colonialismo cultural por todas partes para colocarlo en un plano de confrontación inmedia-
teatro lleno, con dos funciones sábados y gracias a los fondos de la biblioteca de la le impidió darse por enterado. En junio del ta consigo mismo y con su propio pueblo”. “Literatura
domingos”. Y por si fuera poco, “en Espa- Alianza Francesa en La Habana, pero a me- 62 le pide a su amigo que busque “una no- y Revolución”, 18 de junio de 1959. En Ernesto Fundora y
Dainerys Machado, comp.: Las palabras de El Escriba.
ña ganó el premio en un festival. Ahora la diados del 61 ambas líneas de suministro vela titulada Pedro Páramo”, de Juan Rulfo,
Artículos publicados en Revolución y Lunes de Revolución
traducen al francés. En fin…” Un año antes, “se van haciendo escasas” y el insaciable “mejicano”, y que le dé su opinión. “Acá lo (1959-1961), La Habana, Ed. Unión, p. 41.
el Virgilio de siempre ha dejado constan- gourmet no tiene más remedio que redu- ponderan mucho –dice–, y a la verdad que 3
Virgilio Piñera, de vuelta y media, ed. cit., p. 9.
cia de su terquedad vocacional: a pesar de cir su dieta y repetir el menú. Ocho años yo leí unos cuentos de él y me resultaron 4
Como se sabe, hace ya muchos años que la crítica lati-
los pesares sigue en la brecha: “Ahora es- después, al acusar recibo de un texto re- un paquetico”. Hay que reconocer que en noamericana, haciendo de la necesidad virtud, reivindi-
có esta tendencia al atribuirle una dinámica propia que
cribo 101 novelas (de 1 a 3 páginas), con esti- gocijante, sustituye el término “carnitas” la mayoría de los casos su escala de valores
la convertía en un proceso creativo, la antropofagia.
lo camp, una suerte de desmitificación de por el de vejeces y afirma que el envío llegó no difiere de la del resto de la intelectuali- 5
Antón Arrufat: “Un poco de Piñera”, en Virgilio Piñera:
nuestro mundo de hoy. Su título será: Las “muy oportunamente” porque “estaba sin dad latinoamericana y que es, de hecho, un Cuentos completos, La Habana, Ed. Letras Cubanas, 2004,
ciento una o la inmortal Polonesa del Maes- lectura, las vejeces que adoro no es nada fá- simple reflejo del tenaz eurocentrismo que p. 24.

10 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 11


una mitología oscura en torno a su figura sivas al semanario: el debate sobre el com- ra, con su pueblo, con la revolución liber-
como crítico ácido. Al calificar a Antonin promiso intelectual, la aguda y polémica tadora de todas las alienaciones, que abre
Artaud como “destructor de sensibilida- crítica literaria y artística, y la divulgación la poderosa garra posada sobre la espalda
des”, profetizaba el poeta que su destino de autores surrealistas y existencialistas del hombre. Con el esfuerzo del hombre

El caso Baragaño:
correría la misma suerte. Su posición res- tuvieron mucho que ver con su presencia por humanizar la vida”.6
pecto a Orígenes (1944-1956) se remonta a en el magazine. El compromiso intelectual como fun-
la década del 50, cuando trató de publicar Su primer artículo en Lunes, “Visión damento moral, tanto para los de Lunes
en la revista y no pudo, anécdota que nos del arte actual (notas)”, revela los princi- como para él, implicó la circunstancia
llega de la mano de Fayad Jamís y de la pales códigos de un pensamiento marcado inherente de la libertad artística del suje-
guía inconclusa sobre un poeta maldito cual no sabemos con claridad sus porme-
nores. Tal vez aquel suceso influyó en la
por recurrentes preocupaciones: la formu-
lación ideológica del pintor moderno, el
to. El contrapeso de la libertad creadora
enunciaba la manifestación de una con-
posición antiorigenista manifestada por arte en la nueva era cósmica, su lenguaje ciencia que sobrepasaba la obra plena-
el poeta luego de 1959. Baragaño, como y sus formas. Baragaño, animal metafí- mente política, era la obra sincera, de su
gran parte de su generación, valoró a los sico por excelencia, inundó su escritura tiempo, denunciante, transgresora, la obra
Grethel Domenech origenistas como exponentes de una acti- de aquellas cuestiones últimas que Kant que con su metáfora se ocupara del papel
tud de irresponsabilidad con su época y calificó de necesidades inevitables. Todos del hombre y de todas sus dimensiones
con la sociedad. indagaron en la condición humana desde en la nueva realidad histórica. El poeta,
Las respuestas a sus ácidos comenta- profundas búsquedas sobre la creación y defensor vehemente de la responsabilidad
rios no se harían esperar y en “La verdad su papel en la vida, el hombre y sus des- literaria, buscaba encontrar un balance
sobre Orígenes” (Revolución, 1959), José tinos revolucionarios. Estos argumentos necesario entre esta y la libertad creadora.
Rodríguez Feo le replicaba: “¿No es cier- les imprimieron un espíritu trascendenta- La actitud, según demostraba en el sema-
La muerte es recta y brutal. ¿Qué hacer ahora calle Reina, a puerta contigua de Fayad ragaño, la cumbre de la pintura cubana, y to que este mismo ‘superrevolucionario’ lista que los convirtieron, en más de una nario (1960), iba más allá de la obligación
en tu definitiva soledad, en tu anti-realidad, en tu Jamís y cerca de Rolando Escardó, el cual su plástica fue una de sus obsesiones. de hoy trató por todos los medios a su al- ocasión, en grandes poemas surrealistas. con causas sociales y momentos naciona-
anti-sombra? Perdida tu aguja de pasión, ya sin resultó ser su compañero de caminatas Al triunfo de la Revolución, en 1959, cance que le publicasen sus poemas en las El compromiso del escritor, tema laten- les: “Una toma de conciencia de nuestra
nombre… nocturnas por la Habana Vieja. Cuenta el regresa a Cuba, se incorpora al periódico páginas de la revista Orígenes, de esa mis- te durante toda la década del 60 en Cuba, encrucijada exigiría no solo una defini-
José A. Baragaño primero que lo que más recuerda de Ba- Revolución y posteriormente a su semana- ma revista que él ahora califica de colo- fue un gran moldeador de la conciencia y ción a favor de la Revolución, sino tam-

S
ragaño eran “sus largos monólogos acerca rio cultural Lunes de Revolución. Sin duda nialista? […] ¿No habrá entonces mucho por lo tanto del habitus de los escritores bién inscribirse dentro de las angustiosas
i un escritor resulta desapa- de la literatura y el arte, […] sus infinitas alguna, Baragaño asumió la victoria re- de resentimiento, y menos de justificación y artistas. Para el poeta, la condición de preguntas del hombre contemporáneo
recido y olvidado de anto- maneras de no estar de acuerdo con nada, volucionaria como la posibilidad infinita política, en la diatriba del señor Baraga- responsabilidad significaba ubicar al ser que el existencialismo, el surrealismo, el
logías, memorias y textos […] la secreta soledad que no dejaba de que le permitiría llevar su obra a un punto ño?” Además del mencionado artículo de humano en un contexto de inquisiciones marxismo han utilizado, y que constitu-
críticos sobre la literatura cu- asomársele a los ojos”.1 Matriculó también elevado de expresión poética y moral. “A Rodríguez Feo, se encuentra “Más despa- sobre su realidad y sus deberes con su yen su empuje revolucionario”.7
bana a partir de la década del en la Escuela de Ciencias Sociales de la veces la literatura tiene que esperar por cio, Baragaño”, en el que Fausto Masó le época. Una verdadera militancia manifes- A la vez, el autor de El amor original en-
50 es José Álvarez Baragaño. Otro fin no Universidad de La Habana a la cual, según la Revolución para hacerse consciente y replicaba desde las páginas culturales de tada en la esfera artística y literaria como tendía los matices de la libertad creadora
podía tener el “poeta maldito” de aquellos creía Jamís, nunca asistió. En ese entonces completamente revolucionaria”, escribiría Nueva Generación. Sus inquisitivas y pro- principio moral y una toma de conciencia y, en polémica consigo mismo, expresaba
tiempos románticos y convulsos que asistie- se manifestaba como un ardiente anar- en el número 45 de Lunes.3 Para los artis- vocadoras opiniones en Revolución (“Una respecto a la misión del escritor y del artis- en Revolución: “Creo en la absoluta liber-
ron al tránsito radical del 1ro de enero de quista e incluso estuvo vinculado a una tas y escritores la utopía se convertía en revolución de nuestro tiempo”, “La pintura ta. Baragaño no abogaba meramente por tad del escritor dentro de su tiempo –pero
1959. Su vida, llena de anécdotas y mitolo- revista representante de ese movimiento realidad y la ciudad letrada comenzaba a moderna y la academia”, “La poesía y el describir o narrar el fenómeno revolucio- no dejo de saber que la libertad se encuen-
gías, nos llega hoy fragmentada mediante en Cuba, Encuentro, en la que publicó al- edificarse. En abril de 1959 dejaría cons- problema del hombre”, “Tiempo de zozo- nario; todo lo contrario, defendía que: tra dentro de un grupo de posibilidades
la voz de los que lo conocieron, sus tres gunos de sus primeros poemas y artículos tancia en Revolución de que la gran fasci- bra”, entre otros) lo confirmaron como un y lo posible no siempre es ilimitado”.8 El
principales libros editados (Cambiar la como “Llamadle publicano” sobre el poeta nación que ejercía la Cuba revolucionaria crítico temido y odiado por muchos crea- Esa responsabilidad sin dramatismos verdadero compromiso significaba que
vida, El amor original y Poesía, revolución del español León Felipe, y los poemas Sonetos en él partía de su constante “vitalismo, su dores de la época. ni patetismos no se encuadra en nin- la responsabilidad era ante todo una res-
ser) y los ensayos y artículos que publicó por Narciso y Zona de Infancia.2 radical ausencia de trabas ideológicas; Para Baragaño el ejercicio del criterio guna actitud partidista ni se resuelve ponsabilidad de conciencia, de ahí la
en la prensa cultural de 1959 a 1962. En 1952, cuando contaba solo con vein- su libertad con respecto a sí misma”. Para desde la sinceridad y la intransigencia re- en el sentimentalismo seudoproleta- importante conjunción con la libertad de
La fama de personaje intransigente, te años de edad, saldría a la luz, en París, su Baragaño, la filosofía de la acción revolu- sultaba la esencia de un intelectual com- rio de alguna literatura oficial; por el creación sobre la que escribiría en Lunes:
polémico y feroz, unido a sus extremas primer poemario con el ambicioso título cionaria hecha realidad creaba el héroe de prometido. En su opinión la crítica de arte contrario, tiene un valor ontológico e “Pero no la Revolución como tema o pre-
posiciones intelectuales, llevaron a que de Cambiar la vida en honor a Rimbaud. Nietzche y el combatiente de Malraux. o de literatura debía ser, más que un mero histórico de gran envergadura que no texto, sino la revolución hacia adentro y
Virgilio Piñera lo nombrara, en las pági- En Francia, donde permanecería aproxi- Un pensamiento poético y filosófico y análisis o comentarios positivos y nega- puede ser negado por nadie, y que es hacia afuera, para transformar el mundo
nas del periódico Revolución, a inicios de madamente dos años, conoció a Tristán una posición abrazadora en torno al he- tivos, otra forma de hacer arte o poesía: dentro de algunas posibilidades de dis- del espíritu como el mundo de la socie-
1959, “el caso Baragaño”; y, definitivamen- Tzara y André Bretón, este último, figura cho revolucionario quedaron plasmados “La crítica de arte debe ser escrita con ira cusión el único destino cierto del arte dad”.9 Su concepción, que añoraba el frá-
te, Baragaño fue “un caso” de la literatura de ascendente influencia en su pensa- en sus artículos y ensayos en la prensa y con pasión, con sangre y pensamiento; contemporáneo.5 gil equilibrio entre compromiso y libertad
cubana. La poética violenta y surrealista miento. Colaboró también con las revistas cubana de 1959 a 1962, los cuales se con- solo hace falta pensar en la crítica que ha- creadora, fue la de una joven generación,
que desplegó, al igual que los convulsos Le Soleil Noir, Positions, Espacio y Pander- virtieron en un medio de expresión tan rían Nietzsche, Kierkegaard, Heidegger: José A. Baragaño fue sin dudas uno rebelde, iconoclasta, creativa, que deseaba
inicios de la Revolución Cubana, lo dife- ma. Su vínculo personal e intelectual con significativo como su propia poesía. Sus una crítica en la que se unirían la pasión de los poetas que más ejemplificó en los erigir una obra auténtica y lo suficiente-
renciaron del resto de su generación como el surrealismo quedaba solidificado de influencias, que iban desde Arthur Rim- a las ciencias del espíritu, la poesía al es- primeros años revolucionarios dicha con- mente personal como para ser universal.
un agresivo ser, no solo de las letras, sino esta forma y sería expresado con especial baud, Antonin Artaud, Jean-Paul Sartre tudio histórico; una crítica vital en todos dición. Sin embargo, su indagación en la La obsesión por el lenguaje como rea-
también del pensamiento y la oratoria. Su fuerza en sus primeras obras. Tres años hasta Martin Heidegger, Friedrich Nietzsche los sentidos”.4 responsabilidad intelectual fue mucho lidad, forma máxima del ser, lo llevó a
personalidad, propensa a acaloradas dis- después, en 1955, se editaría su segundo y Friedrich Hölderlin, fueron recurrentes En julio de 1959, cuando ya Lunes de más allá de un mero posicionamiento construir un mundo en el que la poesía y
cusiones y polémicas actitudes, junto a su libro, El amor original. La policía batistia- en su intenso discurso. Revolución comenzaba a tomar cuerpo político y buscó situarse en una época todas sus variantes, literarias o no, cobra-
precoz y trágica muerte le imprimieron el na lo arrestó en 1957 por corto tiempo y Desde los iniciales trabajos que pre- propio, el poeta publicó sus primeros tra- histórica que se abría para el creador ron fuerza arrebatadora de dimensiones
signo de poeta maldito de su generación. a su salida decidió volver a abandonar el sentó en Revolución, sus radicales opi- bajos. Sus escandalosas características lo cubano. En “El absurdo y la rebeldía del ontológicas. El verso fue un medio para
Nació en Pinar del Río en 1932, pero país y marchar nuevamente a la cuna de niones lo convirtieron en un personaje emparentaron de inmediato con la icono- escritor” (Lunes de Revolución, 1960), títu- trasformar al hombre, combatir el absur-
su infancia y juventud resultan prácti- los poetas que más admiraba: París. En temido en la literatura cubana. En “Oríge- clasta publicación y al pasar el tiempo se lo de por sí epítome de su propia esencia, do de su existencia y alcanzar la libertad
camente desconocidas para los actuales 1958 publicó el ensayo Wifredo Lam por nes una impostura”, publicado en marzo convirtió en uno de sus principales cola- planteaba: “¿Con quién es el compromiso absoluta: “la poesía tiene su origen en la
lectores de su obra. Al llegar a La Habana la Sociedad Colombista Panamericana. El de 1959, declaraba su opinión respecto al boradores. El autor de Cambiar la vida le del escritor? Con su esencial sinceridad, libertad absoluta, si no es por su propia
vivió alquilado en un apartamento de la autor de La jungla representaba, según Ba- grupo republicano a la vez que confirmaba imprimió significativas constantes discur- con su imaginación, con su fuerza creado- naturaleza la expresión más absoluta de

12 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 13


esa libertad”.10 A la creación le otorgó el Posteriormente a Poesía, revolución del 1
Fayad Jamís: “El poeta a los veinte años”, Unión, n. 3 y 4,
septiembre-diciembre de 1962, p. 48.
más alto de los valores y la asumió no ser, José A. Baragaño publicaría el texto 2
Encuentro, año I, n. 4 y n. 6, julio de 1950, septiembre de
solo como ejercicio intelectual sino también Himno a las milicias y sus poemas. Su letra, de 1950, p. 43, p. 34-44.
como forma de vida e intención funda- un carácter cada vez más comprometido, 3
José A. Baragaño: “El absurdo y la rebeldía del escritor”,
mental: “Para asaltar la torre de lo poéti- decae para algunos autores entre consig- Lunes de Revolución, n. 45, 1 de febrero de 1960, p. 16.
co, hay que despojarse de toda armadura nas y búsquedas de versos patrióticos. A 4
José A. Baragaño: “Wifredo Lam”, en Una cita informal
y constante con la muerte, La Habana, Ed. Unión, 2015,
aristotélica, de todo peso dialéctico, en- pesar de ello, sus himnos a la muerte, a las
p. 264-295.
trando en esa zona del ‘castillo del ser’ trincheras, a la Revolución, le otorgaron 5
José A. Baragaño: “De la responsabilidad literaria (Para
donde, según Eckardt, ni el ojo de dios una personalidad propia y singular en Pablo de la Torriente Brau: un escritor responsable has-
puede penetrar”.11 la literatura cubana de la década del 60. ta la muerte)”, Lunes de Revolución, n. 42, 11 de enero de
El tema de la muerte, la esencia de la Al cierre de Lunes en noviembre de 1961, 1960, p. 4.
6
José A. Baragaño: “El absurdo y la rebeldía del escritor”,
poesía, el propio ser se reunieron en la es- y tras la creación de la UNEAC, ocupó el
Lunes de Revolución, n. 45, 1 de febrero de 1960, p. 16.
critura de Baragaño para convertirlo en cargo de Secretario de Relaciones Públi- 7
José A. Baragaño: “De la responsabilidad literaria (Para
una de las grandes promesas de la literatu- cas de esa institución. La muerte lo sor- Pablo de la Torriente Brau: un escritor responsable has-
ra cubana revolucionaria. Su imaginación prendió en agosto de 1962 después de salir ta la muerte)”, Lunes de Revolución, n. 42, 11 de enero de
poética, aquella que tanto preocupó a de un taller realizado en la UNEAC sobre 1960, p. 3.
8
José A. Baragaño: “Tiempo de zozobra”, Revolución, 3 de
Gastón Bachelard, alcanzó sentidos rebel- los principios estéticos y artísticos de las Jorge R. Bermúdez
noviembre de 1959, p. 2.
des, mágicos y cosmológicos, que se con- revoluciones, en donde sostuvo una dis- 9
José A. Baragaño: “Flecha de la Revolución”, Lunes de Re-
jugaron en una creación explosiva. cusión con el filósofo galo Roger Garaudy. volución, n. 33, 2 de noviembre de 1959, p. 14.
El tiempo del poeta terminaba, pero co- 10
José A. Baragaño: “Antonin Artaud, el poeta. Antonin
Para acercarnos al centro convulsivo menzaba, instantáneamente, el tiempo del Artaud, el anti-Artaud”, Lunes de Revolución, n. 24, 31 de

L
agosto de 1959, p. 12.
de su poesía precisamos, antes, despo- mito Baragaño. 11
Ibídem, p. 13.
jarnos de todo ropaje lógico o de cual- José A. Baragaño perteneció a una uego de una larga sequía, segura, y sus poemas, lectura obligada a la

a rescatar
Luis Marimón:
una herencia
12
Fernando Pazos: “José Álvarez Baragaño, poeta de la re-
quier resabio silogístico, empleando la generación que produjo los primeros es- belión”, Lunes de Revolución, n. 71, 8 de agosto de 1930, anoche llovió. El día amane- sombra de alguna arcada o árbol del par-
intuición y los sentidos ocultos o igno- critores que comenzaron a encumbrarse p. 9. ció gris… Si no fuera por el que. Desde el primer momento comprendí
rados como únicos vehículos capaces en la década del 60: Guillermo Cabrera 13
Virgilio Piñera: “El caso Baragaño”, Revolución, 2 de sep- calor y el mes en que estamos, que no solo tenía ante mí a un contempo-
tiembre de 1959, p. 2.
de hacernos penetrar en ese mundo en- Infante, Pablo Armando Fernández, An- 14
diría que es invierno. Hemos ráneo en la poesía, sino a un buen poeta.
Después de más de tres décadas sin publicarse la mayor
soñado; irracionalmente lúcido. Solo tón Arrufat, Heberto Padilla y Roberto parte de la obra de Baragaño, en el año 2015 se editó enloquecido a la Naturaleza. ¿Dónde Con los años y el conocimiento adquirido
así podremos intuir, escuchar su ver- Fernández Retamar, por solo mencionar por Jamila M. Ríos e Ibrahim Hernández Oramas el está la cordura? ¿Dónde, la inteligencia? en este difícil arte –aunque siempre se es
dad sombría que crece desde el fondo algunos. Junto al poeta Roberto Branly texto Una cita informal y constante con la muerte, que Nada… No me hagan caso… Hoy estoy aprendiz–, concluí que no era uno más de
secreto del lenguaje como un animal llegó a conformar el dúo surrealista de contiene una amplia recopilación de todos sus poemas, para la poesía, y un poeta amigo ha veni- los muchos que por entonces escribíamos
artículos publicados en la prensa y varios ensayos de
arrastrado por la tormenta.12 la literatura cubana. Su poesía será reme- do a verme, para conducirme de nuevo a versos al dictado de los cambios que obra-
análisis sobre su producción.
morada por atravesar esa línea expresiva 15
Lunes de Revolución, n. 24, 31 de agosto de 1959, p. 13. ella. Luis Marimón es su nombre. Hace ya ban en nuestra sociedad. En su poesía ha-
La obra producida se complementó y desgarradora de los suicidas sociales, y más de cuarenta años que lo conocí en el bía algo diferente, novedoso, que la hacía
en 1960 con la publicación de uno de los encabezar la lista de poetas malditos cu- parque de La Libertad, de Matanzas. Él te- cada vez más cercana a mi sensibilidad y a
títulos más alucinantes de la literatura cu- banos junto a José Jacinto Milanés, Juana nía esa noche una exposición de poemas mi gusto estético. Iniciado en Martí, Vallejo,
bana: Poesía, revolución del ser. Su poesía Borrero, Rolando Escardó, Raúl Hernán- y dibujos en el edificio del Ayuntamiento. Rimbaud, Hernández y tantos otros, recién
encontraría en este volumen uno de sus dez Novas, Ángel Escobar y otros. Desde Nos conocíamos de oídas. Él sabía de mi me había impuesto rebasar la influencia
momentos cumbres. De su poema “Him- la actualidad, adentrarnos en algunas poesía y yo de la suya. Ambos nos había- de Saint-John Perse, cuya trascendente
no a la muerte”, perteneciente a este libro, de las facetas de su mundo poético y re- mos leído. Un poema mío inspirado en el obra, basada en una historia poética del
Virgilio Piñera afirmaría en “El caso Bara- flexivo resulta fundamental a la vez que cuadro La edad de la inocencia, del pintor hombre y el mundo, ocupaba entonces toda
gaño” (Revolución, 1959): “Este poema son se convierte en una deuda a saldar con la inglés sir Joshua Reynolds, fue el enlace. mi atención.
los pedazos, armados sabiamente, de un Historia.14 Amigo de mirarse en el espejo del arte, Con el tiempo perdí la pista de Mari-
rompecabezas llamado Muerte y que Ba- Según Henri Michaux, el artista es como yo, resultó que Marimón también món y, lamento decirlo, la de su poesía.
ragaño lleva pegada a sus costillas como aquel que se resiste con todas sus fuer- tenía un poema referido a esa pintura en No obstante, cada vez que me encontraba
un flagelo […] Me parece el mejor poema zas a la pulsión fundamental de no dejar la citada exposición. Impetuoso como era, con un matancero amigo, casi siempre
cubano en lo que va de este año”.13 huellas. La resistencia de Baragaño lo con- nadie le había podido poner bridas desde escritor o artista, preguntaba por él. Las
El libro Poesía… no podía menos que virtió en una de las personalidades más que leyó mi poema; ni siquiera Sarita, una historias que tales amistades y conoci-
convertirse en polémica como su propio enigmáticas de la cultura cubana y uno amiga y joven actriz recién egresada de la dos me contaban del poeta, si bien eran
autor. En la premiación de la primera edi- de los escritores más distintivos de la lite- Escuela de Artes Dramáticas de la ENA, algo desconcertantes –para entonces ya
ción del Concurso Literario de Casa de ratura nacional. Sus variadas y tormento- quien hacía por entonces su trabajo social nada humano me era extraño–, siempre
las Américas, a inicios de 1960, el jurado, sas provocaciones consiguieron hilvanar en el teatro matancero y había iniciado me hacían sonreír. “Ese es Marimón” –me
conformado por Virgilio Piñera, Nicolás una fábula de hombre-poeta, que en Lunes una relación con el poeta. “Marimón quie- decía. Atando cabos aquí y allá, llegué a
Guillén y Benjamín Carrión le otorgó el (1959) llegó a describirse a sí mismo de la re conocerte –me dijo–, está intrigado imaginármelo un poeta irreverente pero
lauro al poeta ecuatoriano Jorge Enrique siguiente manera: “En la poesía prefiere porque tú asumiste en un poema la mis- responsable, que se debatía, aherrojado
Adoum con su poemario Dios trajo la la soledad, en la crítica la hostia apuña- ma obra de arte que él.” “Cuando guste, de estrechez provinciana, entre el mundo
sombra. Sin embargo, el autor de Electra lada, y en la pintura la violencia, son tres por mí no quedará” –le dije a mi vez. Esa que deseábamos construir, basado en ese
Garrigó escribió en Lunes sobre su desacuer- elementos que recorre con precisión inal- noche en el citado parque fue el encuen- deseo de perfectibilidad humana que nos
do, pues estimaba que Poesía, revolución terable”. Pero, de todas formas, su ser ya ha tro. A los cinco minutos de presentarnos, había conculcado el proceso socializador,
del ser era “el libro de mayor eficacia poé- volado a lo desconocido así que “¿[p]ara ya éramos viejos conocidos. y el día a día que iba deshilvanando la
tica entre los doscientos ochenta y tres qué ahogar el poeta dentro del concepto A partir de ahí, cada vez que viajaba bandera levantada en un inicio con fe casi
presentados al Concurso. A la vez que ‘progresivo’ de la historia, incluyendo su de La Habana a Matanzas en el tan tra- fanática. Un mal día supe de su partida,
le parecía que recompensar Dios trajo la obra en la historia de la literatura, si perte- queteado como romántico tren de Casa- allá por el verano de 1995. Y otro peor, de
sombra significaba premiar precisamente nece a la historia de la muerte, a la historia blanca –algo que hacía casi todos los fines su muerte en Las Vegas… Desde entonces
la antipoesía”. del terror, a la historia de la nada?”.15 < de semana por los 70–, Marimón era cita no he dejado de preguntarme, ¿qué viento,

14 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 15


qué ruta lo llevó hasta la ciudad de más del país y de la propia. Era su triunfo so- su poesía. En consecuencia, no creo que canzarle los extremos dictados por la ló- Los grandes textos de las civilizacio- 1
Luis Marimón: “El último viaje de Simbad”, Herencia de la
falso brillo de toda Norteamérica? Tan bre el hastío y la inmovilidad. El triunfo haya otro poeta más parecido a él que el gica del lenguaje, explayándose hasta más nes que han obrado en la construcción soledad, Matanzas, Ed. Matanzas, 2005, p. 46. Todas
las citas corresponden al citado volumen poético.
hijo de la luz natural, poca inspiración de- del amor a la mujer, en cuyas entrañas se que habita en este libro, el cual reúne dos allá de un sentir sin palabras, que luego progresiva de su universo simbólico tam- 2
Nota en la solapa, ob. cit.
bió de propiciarle la artificial de los night hundía tantas veces como frustraciones textos, el que le da título al libro (“Heren- las palabras dicen. Poesía a ráfagas, con bién se erigieron en lo que son desde 3
“Herencia de la soledad II”, ob. cit., p. 14.
clubs y prostíbulos de cinco estrellas, aun se le ofrecían, luego de “la dulce locura cia”) y “Desde mi jergón lunático”, ambos algún que otro francotirador emboscado situaciones y lugares parecidos a aque- 4
“El regreso de Ulises”, ob. cit., p. 25.
cuando aquella inspirara a Andy Warhol del vino”. Pero, también, es la historia de de inicios de los 90. detrás de las rosas; verso rotundo, tajante, llos donde él permanece, bien como hijo 5
“Variantes de la nada”, ob. cit., p. 23.
6
su mundo plástico pop. Como Odiseo, tantas otras mujeres y tantos hombres Inepto para la contención, en Heren- a veces, sin ilación aparente con el contex- de las islas o bien como un adicto a los 7
“Herencia de la soledad II”, ob. cit., p. 16.
“Testimonio de lo inmutable”, ob. cit., p. 96.
entiendo su búsqueda y extravío por el que alentaron el curso de tamaña histo- cia…, Marimón se impone a partir del to argumental donde se inserta. Creciente sueños. “¿Qué es mi vida sino una isla?”, 8
“La sombra del dragón”, ob. cit., p. 87.
proceloso y cambiante mar de nuestro ria, hasta hacerla poesía de civilizacio- desborde de una línea metafórica de iti- del espíritu. escribe en “El regreso de Ulises”, no sin 9
“Herencia de la soledad I”, ob. cit., p. 12
tiempo –no pocas veces he hecho o desea- nes. Quién mejor que él para saberlo, si nerario trashumante. “Desde mi jergón,/ La heredad del poeta tiene una sola cierta distracción aparente, de entraña 10
“Desde mi jergón lunático”, ob. cit., p. 65.
do hacer lo mismo; pero, como Ulises, no escribió: “quien sufre el amor es casi eterno/ como si fuera un barco en pairo/ voy a militancia: la totalidad. El uno indivisible cuasi lúdica con respecto al significado 11
“Manantial de las alucinaciones”, ob. cit., p. 77.
12
alcanzo a vivir en la Ítaca elegida. Al igual pero quien lo olvida es un dios”.6 “Tengo la aventura, alerta el poeta. Veo las olas,/ e inclusivo. Su diversidad fluye del mun- de los versos que preceden y suceden a 13
“Cien años”, ob. cit., p. 60.
“El último viaje de Simbad”, ob. cit., p. 48.
que los restos de José María Heredia, na- una memoria formidable, logro olvidarlo son niños de espumas que no terminan do, va y viene de él. Va y viene por mar, ese. Versos de ruptura y sujeción, alea- 14
Ídem.
die sabe donde reposan los suyos, aunque todo.”7 nunca de cesar.”10 Tenía que ser así, por- tal y como ha venido haciéndose nuestra torio estado del ditirámbico hacer entre 15
“La sombra del dragón”, ob. cit., p. 86.
para él era “una alegría morir con la sole- Para quien llevaba en sí un verdadero que era puro. De ahí su estructura estró- mejor cultura en todos los tiempos. Y es lo consciente y el subconsciente. He ahí
dad necesaria sin saber donde se muere”.1 caudal de grandeza y trashumancia repre- fica, construida a partir de versos con que la Matanzas de Marimón, sin ser la su estilo; una concatenación de desvelos
Comparto con el anónimo autor de las sadas, echarse a soñar tales sueños fue su largueza de versículo, aunque factibles de de Heredia ni la de Milanés, sigue siendo y hallazgos es lo que le da sentido a sus
palabras introductorias al texto que aho- mejor despegue, su más íntima entrega quedar cortados inesperadamente, al dic- una de las matrices fundamentales de la poemas. En esta dimensión, Cuba es su
ra motiva las mías la idea de que “esta es de luz ante cada nuevo despertar desde tado de un ritmo interno que asume por poesía atlántica cubana. La precisión no Creta; Matanzas, su Cnossos. Somos los
otra de sus tantas bromas, que algún día las sombras. “Despierto… ¡Qué horror!”8 igual la intromisión de la cotidianidad y es gratuita: nuestra cultura es tan atlánti- mismos hombres de antes y otros. A na-
lo veremos regresar del Valle, o atravesar “En cada amanecer hay una amenaza.”9 la intimidad del poeta, sin que por ello ca como caribe… Un desprendimiento de die le extrañe que las certezas del poeta
el parque de La Libertad, o remar por el El calzarse, vestirse y caminar con paso se quiebre el discurso, a veces, elíptico y ambas. La geografía no engaña, ni enva- se distiendan o exacerben en dimen-
Yumurí, contra la corriente”.2 Pero, si ello cansino las mismas calles que lo habían esplendente como el litoral de su ciudad lentona las ideas. Es como es. Toda nues- siones aparentemente opuestas, como
no aconteciera así, ya que “errantes somos visto cantar al porvenir fue cada vez más natal, o profundo y oscuro como un pecio tra historia, la política y la económica, la aquellas donde entronca lo espiritual y lo
desde el mismo vientre”,3 creo, firmemen- un acto de braceo contra la corriente. La de los tiempos de Piet Heyn. El versículo artística y la literaria, está determinada cosmopolita con enlaces metafóricos de
te, que sus textos lo harán… Ya lo están orilla otra de su utopía de poeta –la única y el verso libre apuntan aquí a cierto mes- por tal realidad geográfica; no es tanto oficiosa prestancia; sus dudas, desenfa-
haciendo. Y es que al hablar de Marimón, realmente verificable–, poco o nada tenía tizaje métrico –si es que cabe tal concep- el mar que nos rodea como la construc- dos y agresiones son igualmente entron-
es de su poesía de lo que hay que hablar. ya que confesarle que no fuera de su cono- to–, como consecuencia de ese continuo ción de uno y otro mar, la consecuencia ques existenciales, señales que anticipan
A fin de cuentas, eso fue lo que nos quiso cimiento, de su condición. desbordamiento de su sensibilidad, de directa de sus desprendimientos, cuya un espectro mayor de preferencias e in-
decir cuando escribió: “Moriré soñando A partir de “Miriam”, de la excelencia su apasionamiento, incapaz de refrenarse colisión, casi siempre sin previo aviso, in- sinuaciones desde el horizonte propio al
que los resucito”.4 de lo alcanzado en tono y contenido, todo ante el referente de gran lustre o la reali- variablemente culmina en los taludes de horizonte de todos. El desorden de esta
Un buen día, de esos que se nos fijan lo que vino después –lo digo por experien- dad más cotidiana, supuestamente con- nuestro mejor hacer, decir y soñar. Ahí poesía es aparente, como el mar. Capitán
en la memoria, un pintor matancero y lue- cia propia– fue reafirmarse en un conti- traria a los momentos más atractivos del reside la clave de esta poesía, y el extra- de su mundo poético, también es su náu-
go gran amigo, Julio Díaz Fleitas, se hizo nuo acometer la vida desde la poiesis. Y es espíritu, pero que él sabe rematar con pre- ñamiento cierto de quien la concibe con frago. Hizo fuego con ramas húmedas…
eco de mis constantes averiguaciones so- que el aliento de ese poema está impreg- guntas que, en algunos poemas, son igual grandeza inusitada, sin que en ella falte el Y del mar le respondieron. Del mar y de
bre la poesía de Marimón, y me hizo lle- nado de la noche de los tiempos, aunque de terribles que las respuestas. “¿Cuál será sesgo inocente, que lo lleva a ratos a bajar la arboleda de la plaza, del mar y del per-
gar una copia mecanuscrita de su poema el poeta la ausculte en su horario de ce- el último hombre al que definitivamente el tono, como un niño ante el pueril acto fil atardecido de la ciudad, del mar y del
“Miriam”. A partir de su lectura, traté de lador de la Ermita de Monserrate. Qué un día diga adiós?”11 “¿Veré a Dios?/ ¿qué de enterrar una mariposa. Lo que empie- rumor naciente del valle hizo la medida
rehacer al Marimón último, el definitivo, otro trabajo agenciarse para justificar tan me dirá?/ ¿y yo a él?”12 “¿Has descubierto, za atlántico termina caribe, y viceversa… de su poesía. Paisajes por los que desci-
el que quedaría entre nosotros para siem- alta vigilia, sin que el imperialismo de los cuando te mirabas desnudo en el espejo, a para bien o para mal. fró lo que siempre quiso decir; contenido
pre. Y así fue. Si no hubiera leído ningún burócratas le echara en cara un supuesto un dios que no esperabas?”13 Marimón, sin ser ajeno a esta realidad, de un sentir de agolpada subjetividad,
otro poema suyo, este me habría bastado desinterés laboral, o algún que otro des- De resonancias asonantadas, yámbi- lo fue en la suya propia, como todo el que restallante en imágenes, pleno en refe-
para sentirme orgulloso de haberlo tenido canso sospechoso tomado a hurtadillas cas, sus ondas poéticas tienen alcances se da. Y si bien no tuvo un Paseo del Prado rentes y en culturas aún por exhumar,
como amigo. En principio, confirmé que y a destiempo, luego de una noche de diferentes, según el peso y la pasión de como Lezama, para pensar a Mallarmé y donde no se presiente otro desenlace que
lo de Marimón no había sido juego, disla- tragos a la espera del amanecer a orillas las imágenes desplegadas; mientras la a Rimbaud, tuvo algo mejor: la bahía de la personificación del signo en lo subli-
te de ocasión, pose o desplante, sino poe- del San Juan. “Miriam” es uno de esos intuición atisba el final de la izada del Matanzas: dimensión de lo sin límites en me. ¡Ah! Y del alcohol, del tugurio, de la
sía de la real, como la de todo hombre que poemas sin el cual no podrá pasarse texto verbo en el verso, cual si fuera la premi- la inmovilidad, con la ciudad y sus ríos y evasión, también la hizo; del desoído y
se juega la vida a las palabras. Aquellos alguno que recoja lo que se escribió en sa primera de su iniciación inconsulta. puentes y valles; ubicación de la sensibili- del aposentado en su trono, con el brazo
versos libres, en su eficaz servidumbre al esta Isla en la segunda mitad del pasado Tampoco faltan hipérboles, adjetivaciones dad en el paisaje marino, no a la manera de extendido hacia la prostituta más pura
significado, denotaban la elevación de lo siglo. Con él, nos dio su justa dimensión, consecuentes con pausas y atisbos de la Valéry, sino a la más amplia de Perse. Ante del barrio. Con tal respaldo, en el sosiego
clásico y, al mismo tiempo, la reflexión de hasta entonces solo intuida por aquellos realidad otra, y referentes cuya premura se tal paisaje nunca desertó. En él se recreó o en la zozobra, pudo hablar de tú a tú
lo intuido sin agobio desde una cultura ya que lo conocimos, al ubicar su condición nos hace audible en el claroscuro de cier- marino, polizonte, Odiseo, Simbad, Acab, con los grandes poetas del presente y del
decantada, secular, de aristocrática espiri- de poeta en la mejor poesía de todos los tos momentos de los Versos libres de Martí, o como el humilde pescador orillero. En él pasado. Me complace pensarlo así… Bus-
tualidad. El pasado no como había sido, tiempos. la jerga creacionista de Altazor o la más echó sus anzuelos y redes de ensueños… carlo y encontrarlo en su hora más hostil
sino como es. El pasado como respuesta al Dos años después, aproximadamente, democrática de Whitman: “He viajado Y creyó ver en el ojo inmóvil del pescado, o en la más fértil, al lado de ellos, fren-
presente, era lo que aquel grito de edades, su hija, Yanira, oteadora de frondas, me y tengo derecho a conocer casi todo./ Mi el de Dios. Y cuando nada le quedaba por te a su mar, tejiendo un nuevo poema,
cual vociferación de algas, quería desatar, hizo llegar Herencia de la soledad. Lamen- lengua es de todos, ansiosa y vibrátil, pero hacer, hizo como que volvía al mar… Y se dueño ya de un tiempo muy suyo, ajeno
para despoblar de sí tanta sordidez e ilu- tablemente, no he podido leer todos los le resulta agradable decir no”.14 Sin obviar salvó. No solo a través de la poesía, la na- a aquel “donde ahorcan a los que por li-
minación de vitrina, y desperezar tanto y textos de Marimón; pero, a falta de otros, el bien asimilado legado de los malditos tiva y la extranjera, la de ayer y la de hoy, naje tienen el no estar de acuerdo”.15 Hey,
tanto aliento rendido sobre túmulos pla- este me bastó, no solo para reafirmar lo franceses del xix, de donde todos hemos sino a través de sí mismo, al adentrarse en Marimón, ¿qué lees?, ¿con quién hablas?
yeros. “Habría que sostener, no el remo,/ dicho hasta aquí sobre un poema suyo en bebido sin calmar la sed. De hecho, múl- dimensiones telúricas y existenciales de Y verlo mirarme, y arquear la ceja…, esa
sino el humilde corazón que se deshace/ particular –lo que en cierta medida ilustra tiples son los asideros del poeta, tanto tal empaque cognitivo que de continuo enorme ceja suya de interrogador…, e
tiznado por esta hora asombrosa de vivir el haber tomado del citado poemario los como inquietantes y originalísimos sus se convierten –las convierte– en aportes invitarme a ver, a soñar. No otra es su he-
que espanta”5 –alertó, en apremiante con- fragmentos insertos en el análisis de “Mi- arranques poéticos, a veces, en apariencia que tributan a una mayor madurez de su rencia, no de otra compañía está hecha
fesión, en un momento ingente de la vida riam”–, sino para decir lo que pienso de incontrolables, como si no parecieran al- escritura. esta soledad, esta poesía. <

16 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 17


Entrevista >
p. 18-21

Conversando con
Alberto Tosca
Rito Ramón Aroche

H
acia fines de los años 80 del pasado siglo asistí a se había visto en Cuba un mariachi negro. Mi padre me había
una lectura de poesía de tres poetas de la genera- comprado una pistolita de fulminante con un mecanismo de
ción del 80: Cira Andrés, Raysa White y Soleida martillo que percutía sobre unos lunares de pólvora y sonaba y
Ríos en la Fundación “Alejo Carpentier”. En me- echaba humo; yo les disparaba a los muchachos jugando y ellos
dio de la lectura alza su voz de manera inesperada se hacían los muertos. Así que era muy feliz.
no recuerdo ahora si Raysa o Soleida Ríos… invitándome a leer al- También con sombrero y traje de guajiro, y “pañoleta colorá
gunos de mis poemas. A Raysa la conocía desde hacía muchos años en el pescuezo”, como decía mi abuela, bailaba el zapateo. Con
porque pertenecíamos al taller de Marianao cuyo asesor era Raúl una guayabera blanca, impecablemente almidonada con unos
Doblado. Siendo yo el más joven en aquel entonces, tenía motivos botoncitos de nácar, y una bataola de hilo blanca, bailaba con
más que suficientes para visitarla con frecuencia, conversar, tomar unos zapatos ortopédicos negros, ya que no había botas ortopé-
té y mostrarle mis poemas. Todavía conservo su poemario Tránsito, dicas blancas para mis pies enormes, el único estorbo para las
dedicado por ella cuando, siendo tallerista, ganó el premio 13 de danzas campesinas con niñitas preciosas calzadas con alparga-
Marzo. Creo que conocer personalmente a Soleida me venía de mi tas y con los labios pintados de rojo.
amistad con Ángel Escobar. Los detalles andan borrosos en mi me- Luego en tercer y cuarto grado hicimos un cuarteto imitando
moria. A Cira solo la conocía por referencias. a Los Zafiros hasta que llegamos a la conclusión de que debía-
Pues bien, el asunto es que subo nerviosísimo, puesto que no me mos imitar a Pello el Afrocán, porque teníamos latas y cajones
esperaba tal invitación, y leo algunos de mis textos (perdón: iba a para ensayar.
decir poemas). Al término de la lectura, se me acerca alguien que desde Fueron momentos “gloriosos” de nuestra infancia artística
mi timidez yo lo veía sentado en el público, y a ratos creo que bebía ya que el Pello estaba en boga y, estando a dos cuadras del Canal,
jugo de naranja que se traía en un pomo. Y me dice que de todo lo en el callejón del Resguardo, teníamos un público asegurado.
que había oído esa tarde lo que más le había interesado eran mis poe- Y esto nos hizo combinar las “presentaciones” con rumba y gua-
mas. Juro que no lo podía creer. Pensé, por un lado, que lo decía porque guancó. Yo tocaba la tumba y el tres dos, y Orlando frijolito, el
ya los de sus amigas le parecían harto familiares o, por otra parte, director, nunca me dejaba fuera cuando el papá le trajo un quinto
por ese asunto de estar tomándole el pelo a uno, o a manera de y una tumbadora.
darle ánimo a alguien que se sentía lejos de imaginar que algún día Un día mi abuelo me sorprendió en los ensayos de la calle
sería publicado. No dije nada. Pero parece que no hizo falta, porque Resguardo: de noche, descalzo y sin camisa, y reprendiéndome
algo debe haber visto en mi rostro, a lo cual respondió: “Lo digo en por andar con aquella carga de negritos rumberos, me prohibió
serio”, y el referido personaje echóse a andar. Era, nada más y nada rumbear. Por pura casualidad mi hermana me llevó a casa de
menos, que el trovador Alberto Tosca. Caridad Allesta donde había un long play de Los Beatles y todo
mi mundo mental y espiritual cambió con respecto al arte: vi
Tosca, quisiera que comenzáramos hablando de tus comienzos: a esos peludos pulcros muy lindos y su música me electrocutó,
dónde naciste, cómo fue tu infancia, de la primera vez que diste con abandoné mi ímpetu rumbero y la cogí con la guitarra hasta
una guitarra, incluso de cómo ha sido ese influjo que no se ha dete- hoy en día.
nido hasta hoy… Dice mi amigo Dagoberto Pedraja, excelente guitarrista de
Comencé en mi andar artístico, si así puede llamársele, en rock, que soy un traidor, que me viré con carta, porque empecé
el prescolar de la calle Chaple, entre Esperanza y Salvador, en el en “la perrera” con la guitarra en el rock y un buen día estaba
Canal del Cerro, cantando en actos públicos, fechas y celebra- “virao” pa la Nueva Trova.
ciones. Con cinco años mi madre se deleitaba disfrazándome Es que en la secundaria escuché por primera vez a Pablo
de payaso, charro mexicano y guajiro cubano. Yo prefería el de y a Silvio, a Noel y a Vicente y me ensañé con la Nueva Trova
mariachi, porque mi madre me pintaba patillas y bigotes a lo por los documentales cubanos del Grupo de Experimentación
ranchero, con su creyón de cejas negro, y eso me divertía canti- Sonora filmados por el ICAIC, que tanto me calaron. Si eso es
dad al mirarme en el espejo con mis dientes chiquiticos, y ha- traición, entonces lo desmiento, porque seguí escuchando la
cía reír a los demás muchachos que se burlaban porque nunca doble kiuén (WQAM), visitando el Cubanaleco, apegándome

18 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 19


a los grupos roqueros de la época, Los Kent, Sección Oculta, mochila del servicio siempre anduve con libros y cuando me
Alma Vertiginosa, Los Dada, etcétera, brincando muros y cercas daban un “brei” de descanso para los soldados, me ponía en
en casas particulares y círculos sociales para verlos y escucharlos, cualquier sombra de árbol a leer, entonces me decían “el loco”,
paradito en primera fila, sonar: Chicago, Led Zeppelin, Green “te vas a quemar muchacho”…, y todas esas burlas de los que
Funk… vivían jodiendo.
A todas estas acompañé a mi hermana durante todo su Sin embargo, a tu llegada o en tu acto de presentación ante
aprendizaje de piano bajo la tutela de la profesora Zenaida Ro- el movimiento de la Nueva Trova se te llega a ver como un trovador
meu. Yo la custodiaba ida y vuelta por ser una adolescente y me muy maduro, algo raro, porque generalmente hay a quien se le da
tuve que embutir todos los clásicos que ella montaba, cubanos esa maduración con el tiempo.
y foráneos: Bach, Mendelssohn, Cervantes, Schumann, Lecuo- Todo se lo debo a la lectura.
na… bajo la rígida y admirable conducción de su maestra. Fue El trabajo con Xiomara Laugart…
así como empecé a escuchar en vivo un revoltijo de música que Con la Negra no trabajé, me divertí porque era una fuente porque es inexplicable; es una plática extensa que daré a cono-
es el trasfondo de mi formación musical. Me embullé a estudiar inagotable de placer como mi mujer; maestra, como músico; intui- cer en su momento.
guitarra clásica pero en la prueba de admisión del Amadeo de- tiva y sabia y prodigiosa hasta para darme un hijo. Si soy quien Ahí quería que te detuvieras porque tengo entendido que tienes
negaron mi talento y musicalidad a los ocho años, un desastre soy es gracias a ella, la venero. libros escritos. Háblame de ellos.
emocional hasta los quince, cuando retomé la guitarra en la es- La Isla de la Juventud. Cuéntame del ambiente allá y en qué año Ya voy por un guion de cine, “Cubanaleco”, y siguen sin pu-
cuela al campo pa no soltarla más. se produjo. blicarme una letra. Ni tengo apuro ni me quejo ni me interesa,
¿Cómo se da eso de escribir tus propias canciones?… Porque hay De 1979 a 1981. La Isla fue el prodigio de salvación cuando yo no me gusta enumerar libros que he escrito porque parecería
poesía en tus letras por todas partes. y la Negra Xiomara dormíamos en el piso de tierra del Parque petulancia o ruego, solo pido al Señor (que lo que he escrito Él
Lo primero que escribí fue un himno para el campamento del Pescao, empezando la vida amorosa, artística y cultural de lo sabe, lo disfrutamos juntos y eso tiene importancia). Yo sigo
de la escuela al campo de la secundaria Combatientes de Amé- cantar y trashumar por casas, parques, centros culturales, noc- vibrando en resonancias devotas a mi circunstancia interior, no
rica, donde René González, uno de los cinco héroes, me recor- turnos y gastronómicos, fundamentalmente el Parque Almen- soy escritor y menos músico, solo un canal por donde fluyen
dó recientemente que yo había tenido que componer ese tema dares, el Alma Máter y las casas de algunos trovadores. y se depositan caleidoscópicas imágenes. A lo mejor me hacen
bajo el encargo de Ruesca, el profesor de Historia. René me acaba La Isla fue la escuela que nos propició el encuentro con la ver- caso cuando vean mi pintura, que es horrenda; dice un amigo
de rememorar que en aquel himno yo defendía la causa justa de dad y la dura realidad de la vida; cogimos, recogimos, sembra- que las firme en grande, que por el nombre de trovadorcito las
Vietnam frente a la guerra que libraba contra Estados Unidos: mos y envasamos toronjas como obra de choque, tres años por la venderé rápido: ¡habría que tener cara! Como dijo Delacroix:
fue mi primera composición… y es canción protesta neta. UJC, quien nos apadrinó socioculturalmente para que fuéramos “tú disfrutaras de tu talento, en una especie de refugio seguro,
¿De qué año estamos hablando? albergados, trabajadores, artistas profesionales. Fue nuestro Pla- lo cual vale mil veces más, que la febril persecución de la glo-
Fue en el año 69. ya Girón, el de La Patria y el de Silvio, La Gran Victoria. ria”. Como citó Lezama: “escribir el poema y fumarlo como papel
¿Entonces? Luego vino el disco. Fui de quienes nos quejábamos de que no de cigarrillo o disparar la flecha sin importar el blanco”… Soy
El asunto es que mi padre tenía una biblioteca personal con estuviera lo más representativo tuyo hasta ese momento. ¿Corriste ateo a la fama.
libros de las más variadas literaturas. Lo mismo leía a Kafka el riesgo de dar a conocer otros temas? Recuerda que no era fácil Tosca, cómo ves el panorama trovadoresco actual en la Isla, las
que el Proceso de Núremberg, que Stendhal, Balzac, que a grabar por ese tiempo. nuevas hornadas de trovadores, si has podido estar al tanto…
Dostoievski, Cervantes… Y a propósito de Cervantes, te cuento Es que tenía un chorro de canciones, paría como un curiel. Eso ha existido y existirá siempre, con una u otra calidad, sin
que El Quijote fue uno de los libros que me enganchó en la Ni yo mismo sabía cuáles eran las más importantes, no se sabía que nadie ni nada pueda mediar; es un fenómeno espontáneo,
primera edición ilustrada que hizo la Revolución. Me atrajo todavía… y la guitarra se presta para eso: es un instrumento manuable,
mucho, lo leí antes que La Edad de Oro. Tenía nueve o diez La peña en el cine Riviera. transitable y popular. Lo que hace falta es que los chiquitos no
años, y por ignorancia y curiosidad me espanté El Quijote, ya ¡Esa fue la hecatombe! Me gustó porque hubo policía y todo se crean cosas y miren hacia lo alto, a los jerarcas, patriarcas,
que mi papá tenía tremenda intriga con los libros. Nos pro- pa entrar, era excitante que amenazaran con suspender porque fundadores, salvajes, precursores, genios de la canción…, y res-
hibía a mí y a mi hermana que los tocáramos, porque “esos la gente no cabía y amenazaban con romper los vidrios si no peten y no estén esperando viajes y prebendas, cuando tendrían
no eran para jugar; para los niños, muñequitos…”; y a mí me entraban. Demostraba la pujanza del trabajo que hacía con el tanto que leer y que estudiar aparte de estar en las peñitas ostentan-

Foto: Cortesía del entrevistado


gustaban en la televisión pero no teníamos, y entonces me pa- grupo Zambra, un piquete que al piano tenía un hijo de Chucho do ¿tremendo swing?
recía más entretenido y excitante robarle los libros rusos a mi Valdés y otro, en la batería; en percusión, el hijo de Sagarra, el Y qué me puedes decir de Tosca hacia el futuro mediato e inmediato.
papá, que era enfermo a Chapaev, Así se templó el acero, La entrenador de boxeo; el guitarrista, Tony Matute, el hijo del di- Cada vez me jalan más el cine, la plástica y el ballet; y este
batalla de Stalingrado, y un libro que adoraba y releía, Biografía rector del grupo Batey, Tony Bravo. Casi yo era el único “hijo e”… que hago ahora quizá sea el último disco. Lo más importante es
de un cimarrón de Miguel Barnet. Al leer este yo me inspiro y pero eran excelentes músicos y tenían la aprobación del público conocer a mi nieto, educar a mis hijos, pasear y jugar con ellos,
compongo una canción, “Esclavo cimarrón”; mi papá un día joven que en ese momento degustaba del fonky y del rock, cosa acabarme de conocer a mí mismo, porque a veces me envalento-
me sorprende ensayándola y yo paro y él me dice: “Sigue, si- extraña en la Nueva Trova, exceptuando a Síntesis y Mezcla. Yo no y otras me apendejo.
gue”, y al final me pregunta de quién es eso, y le digo que mío me esmeraba en la poesía de los textos y eso hizo combustión En fin, que…
y no me cree, y entonces me la pedía a cada rato; ahí descubrió ¡y echó candela! Nada. Fíjate que mi último poemario se llama “Por si me
que leía sus libros y me dejó leerlos. Entonces empecé con Mal- Volviendo un poco atrás, quería preguntarte cómo fue que re- voy del aire”, y estoy pensando siempre en El Santi (Santiago
com X, que era muy gordo. También de milagro leía el Manual de cibiste ese impacto de que tus temas les pudieran interesar a otros Feliú), ¿cómo será…, y estará allá arriba…? Nada, pa descargar
siquiatría de La Habana, al psicólogo Williams James, Cómo intérpretes foráneos y del patio. un rato. <
detener las preocupaciones y disfrutar de la vida de Darle Carne- Todo el mundo se sirvió a sus anchas, nadie me pidió per-
gie, pura sicología comercial, todo lo que compraba de Balzac, miso, fue democrático, las canciones cayeron en tierra de nadie.
Stendhal… La verdad hice zafra, me convertí igual que él en un Se lo agradezco por su cordialidad y el derecho de autor del
adicto enfermo a la lectura… Era un revoltijo de libros sin orden, que vivo.
pie ni cabeza, que mi padre iba comprando en las librerías de Luego qué pasó. Tu ida a México. Muchos dejaron de seguirte el
uso y yo curioseaba en ellos. No aparecía poesía por ningún rastro. Fue como si te hubieras desaparecido del mapa.
lado. La poesía vino después, cuando leí de Guillén El Gran Zoo Soñé un día que un tigre me devoraba y, estando en su es-
e Ismaelillo de José Martí. Ahí empecé a desahogar mi vocación tómago, resucité y ya estaba en México. Después Noemí Cro-
de primerizo enamorado. Nunca he detenido la lectura porque sas, mi mamá espiritual, me mandó una imagen de la virgen
en el servicio militar, con diecinueve años, por suerte tuve un de Guadalupe en una cadena fraternal y me dijo que le pidiera,
tutor y guía literario: Mario Nieves de la Cruz, quien me facilitó lo hice con devoción y fe, y fui a dar a México, armándoseme
un libro de Camila Enríquez Ureña: Invitación a la lectura. En la un rollo que cuento en una novela que no adelantaré ahorita,

20 Entrevista La Gaceta de Cuba 21


XXII Premio de POesía La gaceta de Cuba
XXII Premio de Poesía La Gaceta de Cuba

dosier >
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Duermen muchos cuchillos en el recuerdo,


a veces se despiertan
Esta edición del Premio de Poesía La Gaceta de Cuba en Eduard Encina y Ángel Escobar en el aire hace piruetas
sus tres apartados: la Beca de Creación Prometeo, asisti- detrás de unas voces,
da por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba; el Premio Dylan Thomas y yo tumbamos bejucos
“Ilse Erythropel”, favorecido por la Fundación “Nicolás con la botella de azuquín casi hasta el fondo;
Guillén” y sustentado por las herederas de Ilse Erythropel Manigua otros malditos ponen su poco de carroña
y Julio Girona, y el Premio La Gaceta de Cuba, auspiciado por para completar al tipo/
la Corporación de Arte y Poesía Prometeo, de Medellín, menos yo, todos se han ido oscurecido/
Colombia, instituciones y personas a las que esta revista menos yo, todos menos yo frente al espejo.
hace público su agradecimiento por tan generoso empeño, eligieron un camino para regresar
mantiene a la misma altura de otras ediciones la poesía una voluntad para irse; yo he quedado
dueño y señor de lo que todos dejaron. “Tal vez los dioses escuchen”, decía mi madre
cubana de este momento. Ello se hace notable en la calidad
Alberto Rodríguez Tosca con un enfisema, con un país fracturado
formal y conceptual de los cuadernos presentados, de in-
en los pulmones.
dudable riqueza en su diversidad y en las complejas y ricas
En agosto del noventa y cuatro Agosto/angosto
propuestas de sus autores. El jurado, en esta ocasión inte-
grado por el ensayista Enrique Saínz, presidente, y los poe- el mar estaba revuelto, angosto/agosto
tas Julio Mitjans y Edel Morales, quieren dejar constancia de pero yo no. fracturado en los pulmones.
su agradecimiento por el diálogo que pudieron establecer
con estos poemas. La manigua amplificaba El paisaje se nubló
Teniendo en cuenta la magnífica factura de sus textos, el desplome del malecón, y extraviamos la palabra
así como su ostensible y bien trazada integración, se les áspero contra cabezas negadoras, que era el único camino,
otorgó Mención a los cuadernos “Los límites temporales”, áspero contra el lunes, la hogaza, el desatino. nadie dijo: “pinga, por aquí no pasarán”,
de Yansy Sánchez Fernández; “Qué es la distancia”, de El mar era un punto ciego. en silencio pisotearon el silencio
Laura Domingo Agüero, y “Sonata a Filí-Melé”, de Raydel Internados en la zarza de cabezas negadoras,
Araoz. no había una mujer árbol mientras kurdos y chechenos no tenían mar
Por sus percepciones y por la riqueza de sus inquietudes
a quien robarle los ojos, ni agosto ni zarza donde esconderse
y propuestas así como por la sostenida calidad de sus versos,
ni un hacha con qué abrir tajos del fuego/fuego/ fuego/ fuego.
se otorgó la Beca de Creación Prometeo al cuaderno “Celda”,
hacia la orilla.
de Milho Montenegro.
También por sus sustantivas inquietudes conceptuales, y Sentir la manigua nos hacía respirar,
en no menor medida por el fuerte y significativo empleo del En agosto del noventa y cuatro internarse despacio
idioma, en el que se aprecian muy bien asimiladas lecciones el mar no era una solución. en la parte más amada.
de relevantes maestros, el jurado decidió, igualmente por Nadie lo entiende,
unanimidad, otorgar el Premio “Ilse Erythropel” al cuader- Fijos en el horizonte, quizás entonces tampoco lo entendí.
no “La suciedad del espectáculo”, de José Luis Serrano. extraviamos la edad de volver hacia adentro La manigua era un mar hacia dentro,
Finalmente, en atención a las búsquedas del cuerpo cen- y escuchar la espesura confuso
tral de sus ideas y del discurso lírico que el autor nos entre- que lo cubría todo. frágil,
ga en sus poemas, se decidió, de manera unánime, otorgar pero nos hacía respirar/ fuego.
el Premio de Poesía La Gaceta de Cuba al conjunto titulado Los perros no se veían,
“Manigua”, de Eduard Encina. En este número los lectores
la calma no se veía, De este lado
tienen acceso a los textos premiados y en un número pos-
“tal vez los dioses escuchen”, las olas se volvieron eco,
terior aparecerán las menciones. <
tal vez los dioses devuelvan al Ruso, carne a la deriva,
a Víctor Adriel que me dejó su miedo pero nosotros preferimos la tierra
velando la sombra que construimos. sin saber que iba a tragarnos el sueño.
Construir/destruir, Tierra hay en todas partes,
destruir/construir. país no.

22 Dosier / XXII Premio de Poesía La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 23


Anatomía patológica Dos p eme

Un país en silencio Mi cuerpo tendido en la tierra parece tierra, pero es cuerpo que
se muere. El leñador aprende su destino. Miro el cielo de Cuba cerrarse sobre mí, tendido
No hay dolor, en la tierra busco el molde para escuchar la manigua, sin que la
Es que el hacha cortante
sino cuerpo dividido solo se aparta de nuestras cabezas manigua hable. Fuera de mí el viento crece y presiona, soy vegetal:
en pequeñas porciones con el golpe de otra hacha. una hoja de acacia, un jagüey que el silencio derribó.
de indiferencia. J. Martí
La gente no se detiene
ante el cadáver cotidiano. Para no convertirme en ti/ me alejo.
No hay dolor, Ser animal o poeta no marca diferencias,
pasto y escribo/ escribo y pasto,
El desbroce
solo un país abierto
sobre la mesa, odio la hierba, a Yanelis Encinosa
acostumbrado al bisturí, la enveneno
a ser el que se pierde y el bosque se multiplica. El hacha Solo con el machete se aclara el camino,
cada día. Lo que necesito es distancia, de un lado arde la zarza
Tú en ceba/ Yo en mi dolor Abro los ojos y sé del otro el marabú se repite
sin aceptar la sombra, que algo de boca en boca,
sin cabecear un minuto, tendrá que caer. como los malos poetas que vienen del Oriente
alejado, cargados de odio, silencio y mierda.
para entender el bosque, para que el mundo vuelva Vienen a caballo:
tomar el hacha tangible en el vacío Maceo, Guillermón, Rabí, un bulto de negros
y destruirlo. el vacío se destruye que no entiende la abulia, los mercados
la libra de corruptos en pie.
1. mi cabeza un hacha Siguen su estrella y avanzan
2. mi ojo un hacha poetas vivos sobre poetas muertos,
Las masas 3. mi silencio un hacha un combate desigual pero no importa
nunca importaron los caídos
El ladrón que atraparon anoche dijo llamarse Rainer María Rilke. respiro sino los que dieron pisón, repello y lechada.
En el barrio no lo conocían; robaba libros en la biblioteca, Lenin, la sangre se llena Solo con el machete se entiende la manigua
Marx, Heguel, libros que nadie lee. Esos son los libros necesarios de tiempo. el resto es golpear sobre Vicente y otros veinte
para el tal Rilke, quien no podría convertirlos en capital.
que le dan a la hierba, al bejuco que enreda el lenguaje
Un ladrón afuera entre las ruinas de Babel y Jericó.
de libros alguien me lee Cuánta oscuridad sobreviene
empolillados en la biblioteca,
acumulo palabras como si acumulara sándwiches.
un tal Rainer María y no lo percibe. ¿Qué pasa con el color?
atrapado
Una isla sepia alcanzaría para todos
con las manos en las masas, Los ambidiestros
pero los poetas odian el sepia
fuerzas motrices
y afilan los machetes pensando:
que lo ataron a un poste para René Emonides
“quizás mañana se llene de cabezas el camino”.
de electricidad.
A alguien se le ocurrió la idea de castigarlo, golpearle la cabeza La cabeza es para usarla, dice el zurdo tocándose la sien con el
con los pesados tomos que robaba, darían una lección al maldito, dedo derecho. No debemos perder la cabeza, respondo con el hacha
aprendería a no tocar libros sagrados del tesoro público. En vano nerviosa en la mano. El zurdo me mira, sabe que un hombre sin
él quiso explicarles, pero leer nunca ha sido una buena opción cabeza es un muro menos. Antes de darme el golpe en la cabeza,
para las masas. le digo, cerciórate de que todavía conservas la tuya.

24 Dosier / XXII Premio de Poesía La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 25


Premio “Ilse Erythropel”

Remanganaguas
para Hugo Fabel
La formidable puerta se desquicia.
Pongo el oído en la tierra Los aurigas han muerto. Frida Kahlo
entre bosta de vaca la sístole, la esencia de la patria, resbala bondadosa sobre el falo
mitad para mí, mitad para el gallo que muerde el oído con sorna. del muralista insigne. La delicia
¿Pico o no pico? de sostener sus delicadas corvas.
El gallo escarba la desidia y los pastizales de Oriente Acantilados. Desleídos. Luzca J. L. Serrano
donde los hombres empujan porciones de indiferencia, sus atributos de manera brusca.
cabezas negadoras sobre el barro que mayo descubre Clavicémbalos, cítaras y tiorbas. habrá unas loas, unos aleluyas.
sin nombre en El Camino de la Isla. El hombre orquesta, el narcotraficante, Vendrán a levantarte la autoestima.
Pongo el oído raso/ un hilo de rabia/ el tiempo va a removerse. entra al segundo o al tercer cuadrante Hay que entregar las piedras al malandro.
Sobre una mula el cadáver se parece a mí con levita, de la desilusión. El terciopelo Esto es el ápeiron, Anaximandro.
entrando triunfal en la sangre de los vencidos. de la desilusión. Virgen de cera. Lo que queda del ápeiron. Los griegos
El gallo escarba la fosa, le arranca un ojo a la tarde Entrañas conservadas en salmuera. estaban locos (fíbulas, ajorcas,
que me da la espalda como si fuera a caer en las aguas Aguardiente bebido a contrapelo. algo que los Albertis y las Lorcas
que los cascos hollaron. Tokio. Roma. Berlín. Washington. Londres. no pueden comprender), estaban ciegos.
Aquí está. Nadie lo sabe. Núremberg. Nagasaki. Pótsdam. Yalta. Cuando despiertes, cuando te acomodes
En la oreja reventando sin otro remedio que estar vivo. ¿Necesitamos tósigo? ¿Hace falta, al descalabro, tu cocorotina
Aquí estoy. Dr. Bettelheim, que nos atolondres? dejará de soñar con Palestina
¿Pico o no pico? Membranas, densidades y gradientes. y los desmanes del terrible Herodes.
Pero no logro romper el cerco y saltar contra la hierba de guinea Tendrás que echar el bofe, la atrabilis, A toda prisa, comediante, empacas.
o la soledad de estos términos. mientras las Sandras o las Amarilis Los clavadistas correrán el riesgo.
La noche se abre. te observan a hurtadillas, subyacentes. Hay un mazo de llaves, hay un sesgo.
Con cara de prostituta nos mira, En su concha de nácar, el molusco. Bolas que ruedan hacia sus buchacas.
sin que pueda respirar la tierra mojada por fin deslumbrándose, Tenochtitlán ha colapsado. El Cuzco ¿En realidad nos hace falta un antes
para que otro pisonee y dé olvido y vuelva carteles, sustos de calamina, ha colapsado. Copas de ginebra y un después de tal cosa? Fulminantes
el trote incontrolable de sus vísceras. para calmarle a la ciudad los nervios. entradas y salidas de Houdini.
Pongo el oído. Los humildes esperan. Los soberbios Una alegría que nos atraviesa
Escucho la diástole y el miedo que nos crece de raíz. también esperan. Algo se vertebra. como un clavo oxidado, sin cabeza.
El Camino de la Isla ya no existe. Una fiesta, un banquete, se sazona. Chandler prepara el último martini.
Solo un canto de huesos sembrados produce los destinos Vidrieras convertidas en añicos.
que el hombre derribó. Los persas se quedaron chiquiticos.
¿Pico o no pico? Es el minuto de la comadrona. Albert Einstein kaputt. Últimas jarras
El gallo ciego abre la boca, levanta el moño, Un iceberg, unos pernos, unas lycras de cerveza en el bar. Último round.
promete no tirarse contra los sacos arrancadas delante del azogue. Últimas logomaquias de Ezra Pound.
ahora que está grave y la gente vira el reloj con el oído raso Una cerveza, un cónclave, un desfogue. Ser libre es disfrutar nuestras amarras.
para escucharse a sí mismos. Estamos a milímetros, a micras.
Está turbio el Contramaestre. ¿Habrá por siempre puercos en las púas? Verdades más o menos adventicias
Mayo viene arrastrando estatuas que sacaron el pie de la piedra, ¿Tostones? ¿Aguardientes? ¿Capicúas? con que ingeniamos la terrible mezcla.
en otra margen los niños ven pasar pedazos de héroes, ¿Vencedores habrá siempre en el podio? Que un himno (que una danza) se establezca
lanzan flores, pero allá abajo lo que hace falta es un poco de silencio El labriego se quita la polaina. sobre los restos de la noche. Albricias.
para que se escuche la violencia del agua crecida. El pie de Ulises entra en la jofaina.
Remanganaguas. Los pretendientes cierran su episodio. Multitudes movidas por la lógica
Aquí está. Nadie lo sabe. Furiosa (impredecible) degollina. del carnaval. Pedante, pedagógica
El gallo se nos muere pero el oído insiste Los apparatchiks. La nomenklatura. inflexibilidad. Hay inyecciones
sobre ese grano de maíz que altera el paisaje. Bronquios expuestos a la picadura
del tabaco. La lenta nicotina. que nos absuelven del dolor. Hay óbolos
Remanganaguas, 20 de mayo de 2014 El lentísimo alcohol. La pantomima. que nos hacen felices. Los discóbolos
La verticalidad. Cuando concluyas tensan ante las gradas sus tendones.

26 Dosier / XXII Premio de Poesía La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 27


¿Hacerse el talibán? ¿Hacerse el sueco?
¿Solicitar información? Conspicuas
formas de amedrentar a los boricuas
y a los chicanos. Quítate el chaleco
y pon las drogas en la mesa. Baba.
Espumarajos. Es mejor que hiervas
estos bejucos, estas buenas yerbas.
Claudicación del postulado quinto. Acuérdate de Flebas, el efebo. Inoperantes focos de insurgencia.
La hermosa construcción se nos desclava.
Colapso de la estética euclidiana. Tú, gentilhombre, que feliz masticas Los pobres ovacionan al famoso.
¿Entonar unos cantos gregorianos
Ha muerto Gottfried Benn. Lucio Fontana el jugoso pernil. Habrá Guernicas. Ventrílocuos del títere rabioso.
a estas alturas? Al tuntún, rayanos
da machetazos en el laberinto. Habrá descendimientos al Erebo. Islas tocadas por la incandescencia.
en la entropía, en el sentido fuerte
La posmodernidad funda sus bases La muerte, compañeros, nos husmea. No vamos a lograr con la docencia
de la entropía. Modus operandi.
en ciertos claroscuros y altibajos Los doce Césares. Las doce tribus. lo que no pudo el sueño riguroso
Acaba de morir Mahatma Gandhi.
de la razón. Auténticos gargajos Lesiones óseas que interesan clivus. de los patriarcas. El facineroso
Impecable estructura de la muerte.
sublimizados por las interfaces. Demoliciones controladas, yeah. sabe delimitar nuestra incumbencia.
Hay demasiado polvo en los estantes.
Fuerzas oscuras en el entrehierro. Una resignación que nos traspasa. Antes de comenzar te desmoronas.
Las cornucopias y las risotadas.
¿De qué fiesta venimos?, ¿a qué entierro Cogieron con las manos en la masa Los cuerpos de caballos y personas
Los caprichos de las embarazadas.
nos invitaron? Ménsulas. Meconios. a Mr. Bean. Hay francotiradores carbonizados. Un buche de sake
La voluntad de los agonizantes.
La libertad es dura, no te pienses. jubilados. Hay héroes en piyama. que nos haga volver. Unas granadas
Hemos llegado tarde al replanteo.
Ser libres cansa. Todos los cretenses Algo que nunca estuvo en el programa. que desmantelen nuestras barricadas.
Es comprensible que nos aborrezcan.
son mentirosos. Válvulas. Armonios. Cosas que piden los espectadores. Algo que nos obligue al contrataque.
A pesar del hedor, algunos pescan.
Engranajes. Discursos. Acrobacias. Un aluvión de asépticas noticias. Reflexiones debajo del enebro.
A pesar del hedor y el chapoteo.
¿Cuándo nos va a tocar untarle crema Abducciones. Trasvases. Encomiendas. El triste beneficio de la duda.
Calendarios, programas, libros de horas.
en la espalda a la chica de Ipanema? Permite al hijo sostener las riendas Las ocho etapas que propone Buda.
Institutrices, acomodadoras.
Peligrosas (absurdas) suspicacias. en sus guerras reales o ficticias. Las circunvoluciones del cerebro.
Exposiciones fuera de concurso.
Hay un gusano, un monstruo que no sacia Se orinan en la estatua los marines. El homo faber ama sus tarecos
Las semillas más crudas del realismo.
sus apetencias, un absurdo esquema Las pelirrojas se acicalan. Bingo. tecnológicos. Nadie nos educa
El eterno regreso de lo mismo.
de conmiseración, un enfisema, Los mafiosos descienden del fotingo en la contemplación. Dios se acurruca
La desesperación como recurso.
un vuelo secuestrado de Malasia. con ametralladoras y bombines. en nuestro búnker, cámara de ecos
Alberto Korda sabe de antemano
Si a la desilusión somos propensos, Cabalguemos entonces a las ancas o campana de Gauss. ¿Incursiones
que su patria es la noche. Robert Capa
por qué no los juguetes y el incienso de las bellas, solípedas, potrancas de las lesbianas y los maricones
le da al obturador y se agazapa
de una vez y por todas, la vendimia. de Faraón. Olvida tus resabios. en el dominio del dolor? Arcillas
en la trinchera de lo cotidiano.
Exploraciones, álgebras del tipo ¿Una sangraza, un garfio que nos hable que no comprendo, dices, que no culpo.
Las plantaciones de Nestlé. Las habas
Marcel Duchamp o Joseph Beuys. ¿Qué Edipo del matarife? ¿Duda razonable? Los viscosos tentáculos del pulpo.
de Nestlé. La recóndita disnea.
ni qué anagnórisis? Claror. Alquimia. Los abandonos y los desagravios. La perfección que muere de rodillas.
Es el motor de Dios, que cancanea.
Lepras oscuras. Silenciosos herpes. El curso demencial de la abundancia. ¿Alguien comprende las necesidades
Es la lenta montaña que socavas.
Hay un dobermann suelto en estos predios. Nuevas esclavitudes, nuevos cepos. de los vencidos? Frágil estamento.
Stalin está muerto. No permitas
Hay unas fabriquitas de epicedios. Las epopeyas han perdido el epos. ¿Alguien sabe tocar el instrumento
que contaminen tu dolor las cuitas
En rocas de cristal ávidas sierpes. Los niños son cortados de la infancia. dentro de cuyas posibilidades
del joven Werther. Un tijeretazo
Ha comenzado el espectral traspaso. El adulterio, el cáncer, los aurigas. y límites se expresa el repertorio
por la línea de puntos. Nunca, nunca
Las mangueras, el cubo de piltrafa, En el dolor humano hay un trasfondo de los vencidos? Marcas de familia.
conseguirás salir de la espelunca.
los coágulos, las moscas, la garrafa. inaccesible al blues o al cante jondo. Estratos que conforman la vigilia,
La contaminación aprieta el lazo.
¿Por qué tanta aprensión, tanto rechazo? Hay una dispersión que nos religa. las diferentes capas del velorio.
¿Flotar entre lisonjas y diatribas?
Las enfermeras tornan a sus grutas ¿Ha visto un compañero sin cabeza, Que nadie se levante del pupitre
¿Penetrar disfrazado en el enclave?
con los pezones ígneos. Chillen, putas. Doc.? La memoria, la delicadeza sin un par de utopías. El salitre
¿Dejarse succionar por el deslave?
La eternidad asoma su colmillo. del trueno en la memoria, Doc. ¿Ha visto, es un verdugo silencioso. Trepa
¿Alegatos? ¿Pretextos? ¿Evasivas?
Fluye la sangre por las atarjeas. ha tocado las prótesis de caucho? el buen salvaje al árbol, idolatra,
Todas las pruebas en el portafolios.
Notarios. Testaferros. Albaceas. ¿Somos imaginados por un gaucho sufre… Lo mismo en Cuba que en Sumatra.
Los polímeros vencen al esparto.
El futuro nos hizo picadillo. que cabalga y cabalga, desprovisto? ¿Alguien de estos capítulos discrepa?
Verdades que se urden en el cuarto
de edición. Filantrópicos escolios.
El Madrid es goleado por el Barça.
Somos los figurantes, la comparsa
que aplaude, aplaude, aplaude. Una manera
de vincular islotes inconexos.
Borrachos más o menos genuflexos.
Helen Keller. Cipriano de Valera.

28 Dosier / XXII Premio de Poesía La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 29


Beca de Creación Prometeo


V. VIII.

he perdido la voz/ trampa


ahogada mordiendo el cuerpo/
en rostros vacíos/ ciñéndolo hasta la asfixia.
amasijos sobre el polvo la realidad menosprecia/
que nada explota en la carne
cederán deslizándose
a la espiral hasta el fondo.
Milho Montenegro de las horas. huesos reciben el veneno/
Quien se asoma, se asusta. nadie no logran sostener la estructura/
Quien escucha ruidos, ante el quejido la simetría.
sabe que solo ratas
ajeno: comienza el trueque
me visitan.
Nelson Simón ulular del silencio (cada partícula del ser):
abanicando todo forma parte de un ciclo/
I. III. la indolencia. sistema que somete.
padezco sin aire/
hueco en la sombra hundo la cabeza/ expirando
donde he perdido los arbitrios. dejo que el musgo muerda por una bocanada IX.
las paredes dialogan mis párpados. como pez
con estos restos ellos pasan/ sobre el asfalto. no traspaso el brocal.
y escupen al mirar/ tentativa es hundimiento/
mi nombre se diluye alimaña de celda lastre.
en ecos. (vociferan)/ VI. nada que afianzar
celda: escoria-estorbo sin voluntad/ en el declive:
ámbitos donde no alcanza la luz/ bramando qué sabes del padecimiento/ horas muertas/
extensión/ mientras los ojos pisotean de su aguijón horadando fuga.
apéndice del vacío/ ¿estas manos/ los pies/ mi frente? el centro. me quedo de este lado
pilastra de un reflejo pedazo de carne que padece en tu distancia no salpica linfa donde tropiezo/
que boquea. aquello ni hedor. no alcanzo mi propia
que no ha de rozarme. nada sabes si no muerden/ sombra.
si no miras hondo
II. quebrándote
IV. ante lo que ves. X.
me acomodo
entre residuos de pasos forma de la existencia escribo mi nombre en la pared/
que se alejan. donde VII. (rostro de la celda)
ardid mueren rezos intento permanecer/
para resistir el desplome/ para abonar ruego el tacto no diluirme en olvido.
días/ el espanto. (minúsculo/ tibio)/ el vacío abraza cada brizna
eso que habita/ subterfugios disueltos no soy lo que Madre esperaba y se alza como ser/
estorba en desagües de fragmentos (no eres lo que esperaba/ –dice ella)/ trae nombre/
como tela de araña. sin memoria/ lo que Padre deseó facciones
actos que procuran el tiempo guarda centellas (no eres lo que deseé/ –dice él)/ del padecimiento.
desmembrar bajo mi frente/ ¿alguien en verdad conoce la espera cercena/
la oquedad. voy sobre la palma lo que puede verse afuera?/ gotea desde las estrías/
súplica: de mi mano/ –trasmutación– rincones.
maquinación inútil bregando contra lo que soy/ es el adefesio que ruge el musgo me recibe/
para asir/ (yo-aborrecible/ yo-fenómeno) como bestia/ como madre acoge/
saber. corrompiendo/ golpeando el metal sostiene lo que soy:
descepándome del esqueleto. hijo del musgo/
dentro. acá dentro
eso
es algo.

30 Dosier
Poesía / XXII Premio de Poesía La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 31
Del garabato
al humanismo
Entrevista >
p. 32-35

orweliano

D
e Gustavo Díaz Sosa quedaron en el recuerdo de
numerosas personas, en el panorama de las artes
visuales del país, sus primeras exposiciones y la rá-
pida visibilidad obtenida luego de su graduación en
la Academia de San Alejandro. Corrían entonces
los primeros años del nuevo siglo y milenio y el jovencísimo artista
gestaba cuadros de gran formato en los que la tentativa de pintar
el tiempo, detenerlo y registrarlo para la imagen, a partir de inquie-
tantes y fantasmagóricas arquitecturas, era el motivo central de su
trabajo. Integró por aquellos años la delegación de treinta artistas
plásticos cubanos que acudió junto a Fidel a la inauguración de La Rafael Acosta de Arriba
Capilla del Hombre, en Quito, la gran obra cultural y patrimonial
que dejó como legado para su pueblo el artista ecuatoriano Oswaldo
Guayasamín. Hizo un par de muestras y se esfumó del mapa de nues-
tras artes plásticas. ¿Háblame por favor de tus primeras inclinaciones y vínculos con
La causa fue que, poco después de ese momento inicial, Gustavo las artes visuales?
partió al País Vasco, en España, para cumplir con una beca Arteleku. No soy consciente de cuándo dibujé algo por primera vez,
Reapareció años después en la escena artística cubana, con una pero te puedo asegurar que los recuerdos más tempranos de mi
exposición en la galería de la Biblioteca Nacional “José Martí”, que niñez incluyen anécdotas relacionadas con el dibujo y la pin-
tuve el placer de inaugurar. En el ínterin, su obra mutó, se espesó y tura. Mis primeros contactos con el arte fueron a los cinco o
maduró como resultado de la práctica constante y sostenida de su seis años. En mi casa había libros y postales de pinturas clásicas
pintura, de las densidades de su concepción estética y de la influencia rusas que mis padres habían traído de sus viajes a la antigua
intelectual y pictórica recibida de nuevos afluentes. Unión Soviética. Pasaba horas ojeándolos, sorprendiéndome
Hoy Díaz Sosa es una presencia en el panorama artístico euro- con las atmósferas de aquellos paisajes grises y esos retratos clá-
peo y español. Cuando digo presencia, me refiero al trabajo con una sicos de monarcas con gorgueras y vestidos de ribetes dorados.
galería importante, exposiciones periódicas, la asistencia a ferias y A los seis años me atreví a usar por primera vez una brocha
eventos, la atención de la crítica especializada y, desde luego, el consa- y restos de pinturas industriales para manchar un trozo viejo de
bido éxito comercial. cartulina. Sencillamente me divertía o experimentaba rellenan-
Esta conversación para la revista La Gaceta de Cuba permite ac- do espacios y jugando con las sensaciones. Utilicé muchísimos
tualizar a los públicos y a la crítica insular sobre las ideas de nuestro materiales consumibles, como rotuladores o lápices de colores,
artista acerca del arte, la vida y sobre su propia evolución y trabajo. y recreaba historias sobre el papel. Mis padres conservan algu-

Entrevista al artista
nos de esos dibujos y ahora los miro como algo curioso, ya que
cuando los hice no imaginé que de mayor sería pintor.
¿Fuiste un niño garabateador de hojas, como muchos, o lo de lle-

Gustavo Díaz Sosa


nar espacios en blanco apareció más tarde?
Es cierto que garabateaba mucho, pero no sabría decirte si
lo que yo sentía al hacerlo era lo mismo que experimenta un
“niño garabateador”. Creo que todos los niños garabatean como
Foto: Cortesía del entrevistado

diversión o experimentando un modo de comunicación y des-


cubriendo emociones, sin embargo, para algunos puede resul-
tar más significativo que para otros. Te puedo asegurar que
dibujar para mí era pura fantasía, todo un ritual en el que me
envolvía y sumergía. Me lo tomaba muy en serio, como algo au-
téntico en lo que yo tenía autoridad absoluta. Era como jugar
a ser Dios, pero sin saber qué es Dios. Era crear todo un mundo a
mi imagen y capricho, donde podía decidir el tamaño, color y

32 Entrevista
La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 33
forma de las cosas… No considero que haya sido sencillamente No suelo leer a menudo por satisfacción o diversión, más bien lo cubano. Durante este tiempo gané varios concursos de pintura Cuando inauguré tu primera muestra personal, en La Habana,
un niño garabateador; recuerdo el placer de hacerlo. Me llenaba hago a diario por documentarme o desarrollar ideas. Me consi- que a su vez me fueron enlazando a otras nuevas relaciones pro- en el año 2000, me referí a tu persistente tentativa de pintar el tiempo.
mucho, me nacía, me aislaba, me salvaba de algún modo. dero un lector curioso, de los que leen para conocer la realidad fesionales. Estuve colaborando con Julian Schnabel, Spencer Tu- ¿Sigue siendo un tema de prioridad en tu obra?
Recuerdo que mis primeros dibujos fueron historias narra- y no para escapar de ella. Pero, dando respuesta a tu pregunta, nick, Ilan Wolff, entre otros… Tuve la oportunidad de conocer a No, no creo. Al menos no soy consciente de ello. El tiempo
das. No se trataba solo de conseguir dibujar algo, había narración creo que debo reconocer a George Orwell y a Franz Kafka como muchos coleccionistas, galeristas, dealers, artistas, directores de es algo que persiste en el concepto de mi obra, pero no del mis-
y acción en las imágenes. Intentaba contar una historia, comuni- los referentes literarios que más han influido en mi trabajo. cine y teatro, actores… Y así, poco a poco, me fui introduciendo mo modo. Cuando hago un guiño al tiempo en el concepto de
car algo… ¿Cuáles artistas han tenido que ver de manera muy influyente en en el circuito del arte español y, posteriormente, europeo. mi obra es solo para destacar o reflejar que el comportamiento
Sobre tu período formativo en Cuba, ¿qué te aportó la enseñanza la conformación de tu obra? Insertarte en el competitivo ambiente artístico español supuso, del ser humano sigue siendo similar a pesar del tiempo. Esa
en la Academia San Alejandro? Muchos. Creo que toda obra que he conocido ha aportado con toda seguridad, un pulso y una tensión para ti. primera muestra estaba inspirada en el escenario o legado que
Fue una catarsis. Mi preparación previa a la Academia fue algo en determinadas etapas de mi carrera. A medida que voy Desde luego, y lo sigue siendo. La tensión y el pulso que dejó la humanidad. Actualmente mi obra es menos poética,
con profesores particulares que mis padres contrataron cuando desarrollando mi trabajo voy conociendo o identificándome con mencionas es algo inagotable que vibra a diario independien- es más realista, a su vez más simbólica y narrativa. A pesar de
les conté que decidía estudiar arte. No puedo dejar de mencionar otros nuevos artistas y a su vez van contagiándome el deseo de temente del país en el que estés. La competencia es permanente emplear atmósferas, espacios y símbolos que hacen referencia
a Luis Duque, quien me introdujo en la parte más académica. seguir creando. y cada vez más intensa, pero asimismo necesaria. Es cierto que a épocas pasadas, la situación o el discurso que se muestra es
Con él aprendí perspectiva del espacio, a conformar naturale- Aunque no lo parezca, siento gran influencia de grandes clá- estar en Europa facilita ciertas cosas, pero también se debe tener muy contemporáneo. Digamos que no me propongo pintar
zas muertas y a copiar modelos al natural. Él me preparó para sicos como El Bosco. Considero su obra muy narrativa y el modo en cuenta que mientras más te introduces, más intenso y com- el tiempo, sino el comportamiento del ser humano a lo largo
presentarme a las pruebas de ingreso de San Alejandro. Sabía de emplear el espacio y sus composiciones me han marcado mu- plejo es el compromiso y la responsabilidad de continuar. del tiempo.
que era difícil, estuve tres años recibiendo clases con él. Me aislé cho. También puedo mencionarte los cuadernos de estudios de Imagina una escalera de diez peldaños que te propones es- He visto en tu obra reciente la combinación de lo arquitectónico
por completo de la infancia y me dediqué a ejercitar y estudiar Da Vinci, o los bocetos de Miguel Ángel o la etapa más dramá- calar, al llegar al décimo escalón descubres que hay muchos más con los temas del poder en las sociedades actuales, mezcla que inclu-
intensamente… Me gustaba pintar, pero necesitaba una base tica y oscura de Goya… Pero los más evidentes para todos son y que solo has llegado a un descansillo desde el que puedes ver ye tanto a Tatlin como a Kafka y Orwell, constructivismo y política
técnica para poder ingresar a San Alejandro. Anselm Kiefer y Miquel Barceló. que queda mucho aún por subir. antitotalitaria. ¿Existen vasos comunicantes entre ambos tópicos?
A los quince años fui aceptado por la Academia y resultó ser El neoexpresionismo alemán y la nueva figuración de los nor- Introducir mi obra en el circuito del mercado español y eu- ¿Cómo operan en tu cosmovisión del mundo en qué vivimos?
el comienzo de un camino muy intenso, lleno de muros y puer- teamericanos influyeron significativamente en la concepción de ropeo ha sido solo un paso más en la larga carrera que aún que- En mis dos últimas exposiciones, De apóstoles y apóstatas
tas. Me costó mucho estar a la altura de los que ya venían mejor lo que hago hoy. El resultado de mi obra actual se puede con- da. El camino sigue suponiendo un pulso intenso, y mantener y El Juez, el Jurado, el Casi Muerto y su Asesino, mostradas en
preparados. El primer año fue el más difícil, de mucha disciplina siderar nacido del neoexpresionismo aunque no me adscribo a el ritmo o superarlo es una tarea que requiere mucha atención Víctor Lope-Arte Contemporáneo (Barcelona) y Galerie Robert
y esfuerzo. A veces sentía vergüenza de no poder estar al nivel de ningún estilo o movimiento en específico. Sencillamente pinto. y dedicación. Siempre digo que es muy fácil ser el mejor del Drees (Hannover), respectivamente, se aprecia muy bien tu
algunos de mis compañeros, pero esa sensación fue precisamen- Tengo etapas en las que hay una relación muy evidente con barrio, pero intenta serlo en la inmensa urbe que es el planeta… observación.
te lo que activó en mí una exigencia y dedicación mayor. Me sentí la obra de Kiefer, desde el punto de vista técnico, sin embargo, Resulta difícil y en ocasiones es agotador. Ten en cuenta que la Vivimos en una era de apostasía. Parto de esta convicción
inmerso en un mundo totalmente nuevo, bohemio, rebelde, en- en otras me identifico más con la obra de William Kentridge. carrera de un artista no tiene fin, no existe el último escalón. No para expresar mi percepción de la sociedad. Aunque el térmi-
tusiasta, de creación pura y, sobre todo, muy competitivo. Hubo un momento en que Pollock fue mi mayor numen, pero se trata de una carrera de velocidad, sino de resistencia en la que no apóstata se emplea para quien reniega de una fe religiosa,
Reconozco que el arte en Cuba es muy selectivo y competi- luego lo dejé atrás y descubrí a otros artistas que lo desplazan en no gana quien sube más rápido, sino quien resiste más tiempo en mi interpretación lo adjudico a la actitud liberal y solitaria
tivo. En otros países cualquiera puede estudiar arte y licenciarse, mi escala de referentes. Hay quienes me relacionan con artistas subiendo. Ese es el único modo de llegar más alto. con la que el ser humano contemporáneo rechaza los dogmas
pero en Cuba no sucede así. En nuestro país el arte es para los que cuya obra ni siquiera he conocido… Muchas veces los críticos No es solo de consolidar una obra en determinado circui- y estigmas establecidos en la sociedad a lo largo de su historia.
realmente pueden –en todos los sentidos– y para quienes real- me comparan o se atreven a mencionar que mis referentes son to, sino también de saberla mantener igual de viva que cuando En esta obra más reciente retrato, de un modo poético, a una
mente se comprometen y entregan a ello. artistas que no he tenido aún el placer de conocer, pero eso es empiezas. Este es el verdadero desafío en el que influyen la pro- sociedad sedienta de libertad que parece haber sido conforma-
El paso por la Academia fue puliendo mis maneras, mi técni- inevitable. pia calidad del trabajo y también el factor humano que existe en da según el antojo de los más poderosos. Ahora corren tiempos
ca, el oficio, y a su vez me fui empapando de historia, de ideas, de Creo que la influencia está en todo, más que en otros artis- cada uno de nosotros y la fuerza que dediquemos a ello. Trabajo en los que debemos cortar los hilos de las marionetas en las que
conceptos y filosofías. Me aportó el oficio y me dio la oportuni- tas en el propio día a día, en la vida y el background que lleva a diario de un modo intenso, estudio y desarrollo ideas; además, fuimos convertidos.
dad de introducirme en el mundo profesional del arte. Consi- uno mismo. Podría, incluso, afirmarte que el cine, la literatura debo enfrentarme a las críticas, al mercado, a las galerías, a mi Intento describir a una sociedad perdida, anónima, universal,
dero que es un eslabón imprescindible en mi desarrollo. Conocí a y el teatro han jugado un papel mayor en la inspiración de mi propia vida, a mi propio ego, a las circunstancias, a la realidad… rendida y desesperada ante lo que se presume como democracia
muchos artistas, me involucré en proyectos y exposiciones, des- trabajo que la propia obra de otros pintores. Pero aun así, para No es tan sencillo… a nivel global. Mis personajes continúan huyendo hacia ningu-
cubrí maneras y fórmulas que ni siquiera imaginaba antes. contestar tu pregunta, podría reconocerte o nombrarte artistas Tristemente he conocido a muchos que se han licenciado en na parte buscando puertas o salidas de muros monumentales
Dediqué horas y horas en la biblioteca del centro y, en ocasiones, que marcaron algo significativo en mí, como De Chirico, los her- arte y actualmente, por circunstancias de la vida, se ven obligados que los acorralan ante la burocracia y las normas establecidas.
me quedaba a escondidas para pintar durante la noche. Pero no manos Quay, Joel-Peter Witkin, David Lynch, Fritz Lang, Lars a trabajar en otros oficios solo por sobrevivir. En el desarrollo de Como borregos, andan en manadas intentando salvarse cada
era el único, debo reconocer que todos mis compañeros goza- von Trier, Kiefer, Pollock…, y te aseguro que cuando termine una carrera artística influyen muchos factores que te condicio- cual consigo mismo. En estos casos empleo la arquitectura como
ban de muy buen talento, eran realmente buenos, y mostraban de nombrarte estos y hayamos pasado a la siguiente pregunta nan. Podría decirse que mis condiciones han sido más favorables herramienta o símbolo de poder. La arquitectura siempre ha
el mismo interés y energía que yo. Con algunos tuve mayor em- habré recordado una docena más de ellos. que la de otros, pero sinceramente no lo creo así. Cada uno tiene servido para proteger al hombre, pero también para dominar-
patía, con otros no tanta, pero éramos como una familia, está- Llegaste a San Sebastián, España, en 2004. ¿Qué impacto tuvie- su propio camino y a todos nos toca superar tramos agrestes y lo. Los grandes monumentos, iglesias, templos y rascacielos nos
bamos muy unidos y siempre andábamos buscando sitios para ron para ti los estudios en la beca de residencia Arteleku? espinosos según vayamos andando. recuerdan lo vulnerables que somos ante la majestuosidad de
exponer, redactando manifiestos, especulando con ideas nuevas, Al terminar en la Academia San Alejandro me presenté en Cada año hay cientos de nuevos artistas, nuevas técnicas, quienes imperan. Me baso en escenarios de torres inmensas, co-
retándonos a superarnos… dos ocasiones para ingresar al Instituto Superior de Arte de Cuba concepciones de qué es el arte, tecnologías y medios que per- lumnas jónicas, infinitos pasillos, escaleras inacabables y muros
¿Qué lecturas han influido en la construcción de tu visión del (ISA). En ambos intentos fui rechazado. Quería abrirme nuevos miten promocionar y exponer con mayor facilidad. Todo esto sin fin donde el hombre es minimizado ante las grandes leyes
arte y del mundo? caminos y continuar estudiando, pero en Cuba las cosas se me incita a una dura competencia con el fin de destacar. y leyendas injertadas en las raíces del ser humano. La religión,
George Orwell, Umberto Eco, Cortázar, Vallejo, Dostoievski, torcían. En ese tiempo surgió la oportunidad de presentarme a En mi caso, ignoro todo aquello que me invita a tal cosa e in- los mitos, la política siempre se han apoyado en inmensos tem-
Kafka, Saramago, Tolstoi, Pushkin, Bukowski, Poe, Lovecraft… la beca de residencia artística Arteleku, en San Sebastián, en la tento que la competencia sea conmigo mismo, con mi obra ante- plos para ratificar al hombre lo frágil que es ante El Poder. Me
Podría enumerarte decenas de autores aunque no soy un lector que fui aceptado en 2004. Fue como otra catarsis en mi carrera, rior. Dedico tiempo a superarme a mí mismo. No compito para propongo incitar a la reflexión utilizando ambientes de ca-
compulsivo, ni devoro libro tras libro. He leído y leo intensa- una experiencia similar a la Academia San Alejandro, solo que llegar antes que otros, compito para mantenerme vibrante y se- rácter cinematográfico o escenográficos que nos recuerdan a K.
mente, pero por etapas y en dependencia de lo que busco en esta vez en Europa y rodeado de artistas ya profesionales, y que allí guir mi propia escala de éxito. Si me dedicase a la competencia de ante el inmenso e inalcanzable Castillo o ante la desolada deses-
cada momento. Tuve un tiempo en el que me volqué mucho en la cada uno desarrollaba su propia obra. superar a mis homólogos, caería en el error de crear lo que otros peración de un Proceso interminable y sin sentido. También me
metafísica, la escatología, lo esotérico, la filosofía y la religión. Estuve cuatro años en este centro. Me relacioné con mu- quieren ver y no lo que realmente quiero comunicar. apoyo en Dostoievski; Raskólnikov se ve inmerso en los paradó-
Más adelante me introduje en temas más relacionados con la si- chos artistas provenientes de distintos países y tuve ocasión de El arte no ha de ser una estratagema de mercado. En tal caso jicos conceptos del bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, lo
cología, la antropología y lo social. Otras veces me sumerjo en la participar en diversos talleres de pintura, fotografía, litografía, sería un fraude ético y moral en el que desaparecería la honesta deseado y lo mal deseado. O, como bien mencionas, me remito a
ficción, pero siempre relacionándola con la realidad… serigrafía, edición Avid y Final Cut, animación Stop-Motion, etc. espontaneidad de la creación para convertirse en una estrategia George Orwell con su novela 1984, donde introdujo el concepto
Ahora mismo me vuelco más en estudios y ensayos relacio- Fue la oportunidad de abrirme al mundo y de que el mundo se mercantil con el objetivo de superar a otros que ya están sumer- del omnipresente y vigilante Gran Hermano, y en la que narra el
nados con el comportamiento del ser humano. Intento compren- abriese a mí. Veo mi etapa en Arteleku como la puerta de en- gidos en ese mismo océano. Querido amigo mío, en palabras funcionamiento de una política totalitaria que maneja a su an-
der la conducta del hombre y así comprenderme a mí mismo… trada a Europa, la introducción de mi obra fuera del territorio más sencillas: simplemente, pinto. tojo a la humanidad. <

34 Entrevista La Gaceta de Cuba 35


apresados entre el dedo índice y el pulgar, es decir, lo que hoy apetitosos senos de Christine. Ahora me avergüenzo, pero debo
llamaríamos una pizca. El escrúpulo era entonces la medida más confesar que aquella tarde tuve una erección. Todavía hoy, cada
pequeña de las receta de cocina, la mínima medida en términos vez que como queso –de cualquier clase y en cualquier presenta-
Cuento > culinarios. Aunque no lo sepamos, nuestra noción del escrúpulo ción– algo se estremece en mi interior, es decir, en mis genitales.
p. 36-39 está vinculada a la cocina. Es decir que, cuando afirmamos que Me dijo entonces que pensaba poner a la venta el queso y el
alguien no tiene escrúpulos, lo que decimos es que es no tiene dulce de leche a precios de joya culinaria, diamantes comesti-
la más mínima medida. Elige cualquier palabra –concluyó– y bles, gemas preciosas para el paladar. Queso y dulce de la leche

Andrew
hallarás un sendero que te lleve a la cocina”. Me limité a respon- de los senos de Christine, y que llevarían el nombre de su espo-

vs.
En esas temporadas de penuria mi refrigerador adquiría el derle que eso era un sofisma y que lo mismo podía hacerse con sa. Cuando le pregunté de dónde había nacido aquella idea me
sobrenombre de Víctor Hugo. En una oportunidad, una amiga cualquier palabra y las pirámides de Egipto. dijo que se había inspirado en los hermosos versos de Edmund
–que casualmente estudiaba literatura francesa– me preguntó André era un chef experto, le fascinaba cocinar animales Spenser: “Sus pechos como cuencos de crema todavía sin cuajar/
por qué le llamaba Víctor Hugo a mi refrigerador. Abrí la puerta exóticos, pero confesaba sentir cierta incomodidad y aprensión Sus pezones como recién nacidas azucenas”.
del inmenso aparato en cuyo interior flotaba solo una nube de –pavor, diría yo– ante los animales vivos. Tenía también especial “Los senos –me dijo– son capaces de estimular cuatro de los
aire blanquecino y helado, ella miró el interior vacío y gélido predilección por aquellos platos que, según él, eran portadores cinco sentidos –la vista, el tacto, el gusto y el olfato–, pero aho-
como si fuese a surgir de allí una respuesta trascendente, pero de un profundo sentido simbólico. Sin ir más lejos, en una oca- ra estarán condensados en delicias culinarias que será posible
yo me limité a decirle: “Es muy simple, le puse Víctor Hugo por sión me dio a probar salmón relleno de cangrejo y caviar, baña- engullir. El primer experimento –continuó diciendo– lo hice en
Los miserables”. En épocas de bonanza mi refrigerador cambiaba do en una espesa salsa picante y agridulce. Después me dijo que París. Fuimos por unas semanas a visitar a la familia de Christine.

André
de nombre, y en honor al banquete pantagruélico de su relato El a primera vista parecía un plato sencillo, pero que el cangrejo, Probablemente el cambio de horario y de clima influyeron, pero
festín de Babette, se llamaba Isak Dinesen. que avanza hacia atrás, representaba el pasado, el caviar o la en Francia, Christine dejó de amamantar a Nicole. Le saqué la
Recuerdo que la tarde en que me presenté en el restaurante de hueva de pez, es decir, cientos de embriones de esturión, equiva- leche con un extractor y decidí hacer el queso. Aquel día toda
André sin previa invitación lo hice con la excusa de que había ido lía al porvenir y el ágil salmón que los envolvía al presente. “De la familia había salido, estaba solo y tenía una porción de que-
a una librería cercana a comprar un libro –previsoramente lleva- manera –sentenció– que no puedes decir he comido o como este so blanco en la mano. Miré por un enorme ventanal. Siempre
ba un libro sacado de mi biblioteca y nada manoseado para que plato; debes decir lo he comido, lo como y lo comeré y todo en el escuchaba el sonido de los pasos de las personas que pasaban
pareciera que estaba nuevo. Busqué también en los anaqueles mismo instante”. Lo llamaba El instante infinito (L’instant infini), frente a la casa aun cuando la ventana estuviese cerrada. Ha-
uno de esos libros que, bien porque lo había comprado dos veces y aseguraba haber leído la receta en una carta que el matemáti- bía nevado y la capa de nieve que se había depositado sobre la
por error o bien porque tenía uno y me habían regalado otro, co y filósofo Ludwing Wittgenstein le había escrito a un amigo. calle enmudecía el sonido de los pasos de los viandantes. El si-
estaba repetido, y se lo llevé de obsequio como si también lo aca- En vano busqué en archivos y bibliotecas, la receta era creación lencio se torna más puro en la blanca extensión de la nieve. Era
bara de comprar para él. Me parecía vergonzoso ir con las manos de André y la carta de Wittgenstein era apócrifa. como si estuviese de pronto ante una escena de cine silente, pues
Alejandro Robles vacías a llenarme el estómago. Después de agradecerme el regalo el mundo había enmudecido de golpe para mí. Miré el queso
me preguntó si había comido y le dije que no, pero que comería 3 blanco –blanco como la nieve– y lo metí en mi boca. En medio
algo cuando llegara a mi casa. Por suerte se opuso y me invitó a André estaba casado con Christine y al poco tiempo de co- de aquella inmensa quietud, el sabor del queso era lo único que
sentarme a la mesa. De haberme hecho caso, habría terminado nocerlo nació su hija Nicole. El nacimiento de su hija lo mante- hablaba, era la voz del silencio, el exquisito sabor de él gritaba
cometiendo bibliofagia, es decir, devorando literalmente libros, nía bastante ocupado, pero aun así cada vez que teníamos una dentro de mí”.
que era lo único que había en mi casa. Comí hasta saciarme y al oportunidad me reunía con él en su restaurante. Una tarde me Quise saber con qué había sazonado el queso para que tuvie-
A mi esposa Marta y a mi hijo Julio final hice ademán de sacar mi billetera para pagar, afortunada- dio a comer uno de los quesos blancos más exquisitos que he ra un sabor tan increíble y refinado. “Nada –me dijo– únicamen-

1
mente me contuvo y no me dejó continuar con aquella ridícula probado jamás, había en aquel queso un sabor peculiar y atávico. te una pizca de sal. Es el delicioso sabor de Christine”. Le había
pantomima cuyo patético final era una billetera vacía. Ignoro si Mientras lo degustaba, sentí deseos de retenerlo en mi boca echado solo un escrúpulo de sal; me preguntaba, sin embargo, si
Mi amigo el chef André Chifflet ha muerto. Era lo intuyó por la voracidad con la que comí o si fue mera coinciden- hasta que se deshiciera por completo y apreciar todas las aris- no estaba siendo un tanto inescrupuloso.
un hombre alto y de complexión fuerte, a esos ras- cia, pero antes de despedirnos me hizo llevarme varías bolsas de tas de su embocado. Recuerdo que cerré los ojos y, en acceso Me pidió entonces que escribiera un artículo sobre el queso
gos habría que añadir que su español, contaminado plástico repletas de contenedores de comida para llevar. Me dijo de cursilería, le dije que había en su sabor mucha vitalidad y y el dulce de leche Christine. No podía negarme. A semejanza de
por un vibrante acento galo, le prestaba autoridad que eran platos exquisitos que ocupaban demasiado espacio en pureza. Tenía, por así decirlo, un gusto inocente, había algo en Joseph Wechsberg cuando escribió Blue Trout and Black Truffles,
y elegancia. Era, sin embargo, extraordinariamente generoso y sus congeladores y que se negaba a tirar toda aquella comida a aquel queso que hacía que me sintiera tan indefenso como un hice una breve reseña sobre la visita al restaurante. Para mi sor-
afable. En México fue chef y copropietario, primero, de un res- la basura. Aquella tarde, gracias a la generosidad de André, mi cachorro abandonado. Recuerdo haberle dicho incluso que sen- presa el artículo atrajo muchísima publicidad y clientela. Cuanto
taurante de colonia Condesa y más tarde de otro en Polanco. refrigerador pasó de ser Víctor Hugo a ser Isak Dinesen, pasó tía deseos de acostarme y adoptar la posición fetal. fetichista, curioso, glotón y perverso adinerado había en la ciu-
Solía ir con frecuencia a sus restaurantes. Y además de disfrutar de Los miserables al Festín de Babette. Y con aquellas provisiones Comí y bebí y a la altura del postre me dio a probar un dulce dad de México fue a su restaurante preguntando por el queso y
las verdaderas delicias elaboradas por sus propias manos y de cuidadosamente administradas resistí estoicamente hasta que el de leche, en el fondo de mi boca quedó impregnado un sabor el dulce de leche Christine.
beber vino de las mejores cosechas, fuese solo o con pareja, mi primer cheque de una de las revistas llegó a mis manos. que tenía la furia de una fiera de terciopelo con la que intenta Todo se desmoronó meses más tarde cuando André cometió
acompañante y yo comíamos y bebíamos gratis. Como es lógico asustarte un niño. Fue entonces cuando me dijo que el queso y la indiscreción de aclararle a un cliente interesado que al prin-
no abusaba de esos privilegios, iba únicamente si me invitaba. 2 el dulce de leche estaban hechos con leche extraída de los senos cipio la leche con la que se elaboraban el queso y el dulce venía
Cuando me llamaba por teléfono solía declinar su ofrecimiento Antes de que comenzara lo que André consideraba “la co- de Christine. Según me dijo, Christine había dejado de ama- de los pechos de Christine, pero que había tenido que sustituirla
con cualquier excusa banal, y solo si insistía –por fortuna siem- mida” propiamente dicha, ponía siempre en la mesa una gigan- mantar a Nicole pero tenía todavía demasiada leche y todos los por la leche de nodrizas mexicanas, mujeres cuya única fuente de
pre lo hacía– acudía a su restaurante. Habitualmente llegaba tesca fuente repleta de pequeñas delicias, una o dos botellas de días se la sacaba con un extractor y la congelaba. ingreso era amamantar a los hijos de otras y que ahora le ven-
a la hora de la comida, habitualmente la comida se extendía vino y se sentaba a conversar. No era difícil sentirse como un Su esposa Christine era una francesa de ojos verdes, nariz dían su leche. El cliente se levantó indignado, dijo que quería
hasta convertirse en cena, y habitualmente la cena terminaba en comensal del Banquete de Platón –y no solo por el platón reple- fina y labios gruesos y firmes. Tenía el cabello abundante y revuel- queso y dulce de leche Christine y no de las tetas oscuras, flácidas,
una borrachera moderada. to de pequeños bocadillos, sino por los insospechados derrote- to y de un color que oscilaba entre el dorado rojizo y el ámbar. caídas y sudadas de una muchacha. (En México “muchacha” no es
Que yo recuerde solo en una ocasión fui a su restaurante sin ros que solían asumir nuestros diálogos. André era una especie Era sofisticada y sensual, pero si algo sobresalía en su hermosa un calificativo que implica precisamente jovialidad, es el nom-
recibir su invitación previa. Lo hice –nunca se lo dije– porque de filósofo repentista, un improvisador de argumentos falaces. figura eran sus formidables senos, voluminosos, puntiagudos bre que reciben las mujeres de la servidumbre.)
no tenía dinero para comer. No tenía nada en mi alacena y mu- Una tarde me dijo: “Olvidémonos de todas esas palabras cuya y firmes. Sin ánimo de procacidad ni impudicia se permitía la André me llamó indignado por la despreciable conducta
cho menos en mi refrigerador, y después de varios días de pésima relación con la cocina es evidente, palabras tales como gusto, libertad de no llevar nunca sostén, y sus bondadosos pezones discriminatoria de aquel cliente que había formado un escánda-
alimentación en los que había agotado mis últimas reservas, es- sabor, deseo, placer, etcétera. Busquemos algo más intrincado, despuntaban constantemente a través de las telas de sus blu- lo en medio del salón. Con aquellas palabras racistas había con-
taba a punto de desfallecer de hambre. Llevaba semanas espe- digamos, la palabra escrúpulo. Antiguamente el escrúpulo era sas y sus vestidos. Tal era su desparpajo o su despreocupación vertido repentinamente a los senos en un objeto de aversión. Y
rando los cheques de algunas revistas de cuyo nombre no quiero una unidad de medida utilizada en farmacia y equivalía a unos al respecto que evitaba mirarla, pues resultaba inevitable que lo mismo ocurrió con el queso, el dulce de leche y el restaurante.
acordarme y que meses atrás me habían solicitado artículos o poco miligramos. Si leemos antiguas recetas de cocina a la hora mis pupilas se mantuvieran ajenas al relieve de los dos círculos Una noche, evidentemente estaba ebrio, me llamó por teléfono
cuentos con muchísima premura, pero que parecían no tener la de añadir la sal se aconseja siempre echarle un escrúpulo de sal, de carne que asomaban a través de su ropa. Para mí fue como y me recitó las palabras de Lady Macbeth “Ven a mis pechos fe-
misma urgencia para pagarme. que sería más o menos la cantidad de granos que quedarían si hubiese pegado mi boca a los hermosos, a los espléndidos y meninos/ y toma mi leche cual si fuera hiel”. Dos días después

36 Cuento La Gaceta de Cuba 37


me escribió un correo en el que me decía que había vendido su Según me hizo saber Christine, mientras conducía la lla- 6
parte del restaurante y que él, Christine y Nicole se iban a vivir mó por teléfono; estaba angustiado y tenso porque no se le Una noche en México, con la mano vendada por una quema-
a Estados Unidos. Naturalmente, también en Estados Unidos ocurría nada extraordinario. Ella le aconsejó que se relajara y dura, me dijo: “El día que muera quiero que me cremen. Cada
–aclaró– tendré mi propio restaurante. que siguiera conduciendo. Una hora después volvió a llamar- quemadura que he recibido cocinando es una promesa de que
Lamenté mucho que dejara México. Una ciudad es muchas la por teléfono. Estaba eufórico, por fin había hallado lo que cuando llegue mi fin, también yo seré trasmutado y cenizado
cosas, su arquitectura, sus voces, sus historias, las mujeres que necesitaba. por el fuego”.
amamos, las amistades que hemos forjado, y para mí la ciudad André le contó entonces que había detenido su coche en un Me reuní con Christine en el restaurante, me abrazó llo-
de México era también un chef francés. paraje lleno de árboles cerca de la carretera. Caminaba distraí- rando. El restaurante estaba cerrado y había allí muchas otras
damente entre los árboles cuando vio un bulto verde caer de un personas que habían ido a consolar a Christine. En aquella reu-
4 árbol, una fruta verde, pensó. Pero no era una fruta verde, sino nión fúnebre conocí a un sujeto –no lo olvidaré– que se llamaba
Se instaló en Miami. Dos años después tenía ya su propio una iguana. Segundos después fue testigo de un fenómeno in- Louis Sampers. Era un hombre alto y afable, me contó que era
restaurante en Coral Gables. La mitad de nuestra vida es real, la sólito: una lluvia de iguanas. Decenas de iguanas caían desplo- él quien le suministraba a André los animales exóticos con los
otra mitad virtual, de manera que nos manteníamos en contacto madas de los árboles produciendo un sonido opaco, como de que elaboraba platos igualmente exóticos. Recordé que también
por teléfono, por emails y por Skype. Un día supe por un noticie- fruta hueca, y quedaban allí, paralizadas sobre el suelo. Al prin- en México André contaba con los servicios de un sujeto seme-
ro que el huracán Andrew se acercaba a las costas de la Florida. cipio la repentina tempestad de iguanas le pareció aterradora jante. El hombre alzó la vista y miró en otra dirección, ya no
Llamé a André por teléfono y le dije que se marchara de Miami y y sobrenatural, era como si aquellos reptiles prehistóricos hu- parecía estar hablando conmigo, sino consigo mismo. Sampers
que regresara cuando el huracán hubiera pasado, pero se limitó biesen quedado suspendidos en un pliegue del tiempo durante dijo: “Había un enorme criadero de iguanas en el zoológico de
a decirme: “Andrew no mata André”. Hasta el instante no había milenios y cayeran de pronto a la tierra. Iguanas kamikazes. Miami, pero lo destrozó el huracán Andrew. Todas las iguanas
reparado en que él y el huracán tenían, en diferentes idiomas, el Evidentemente eran más diestras trepando que aterrizando. escaparon y proliferaron por su cuenta, silvestres, por eso había
mismo nombre. Pero no había nada que temer, pues habían muerto víctimas de tantas por ahí. Andrew convirtió a la Florida en un gigantesco
Andrew desató su furia sobre la Florida el 24 de agosto de la hipotermia. André se apresuró entonces a repletar su jeep de las santuario de iguanas”.
1992. Tenía categoría cinco en la escala Saffir-Simpson y vientos iguanas caídas. En pocos minutos, más de una veintena de igua- Abracé a la desconsolada Christine antes de irme; fue inevi-
de 265 kilómetros por hora. Dejé de saber de André. Dos sema- nas rígidas y heladas yacían en el interior del coche. Le dijo table que sintiera el contacto íntimo y tibio de sus espléndidos
nas después del paso del huracán restablecí contacto con él y re- entonces a Christine –y esto lo hizo en su español contaminado senos, pero en mi cabeza retumbaba una sola frase: “Andrew no
pitió su triunfante adagio: “Andrew no mata André”. Me contó de galo– que no solo haría un plato “inigualable”, sino también mata André”. <
entonces que su restaurante había servido de refugio a cientos “iniguanable”.
de personas durante los terribles días de la devastadora tempes- Muchas veces he imaginado lo que ocurrió después. An-
tad, a todos los alimentó improvisando con lo que tenía. La falta dré manejaba absorto y feliz, concibiendo el delicioso gui-
de energía y la ausencia de combustible lo obligó incluso a hacer sado con el que iba a impresionar a Padma Lakshmi y Tom 1
El fenómeno se ha repetido en los últimos años. Los interesados pueden consultar
la siguiente dirección en la web <http://www.ecologiablog.com/post/3016/iguanas-
hogueras con los muebles del restaurante. El rumor corrió por Colicchio.
kamikazes-caen-congeladas-desde-los-arboles>.
la ciudad con la misma velocidad que los vientos del huracán y Las iguanas son reptiles de sangre fría cuya anatomía no está
cada vez aparecían más personas en busca de refugio y comida diseñada para tolerar los bruscos descensos de temperaturas.
en la puerta del restaurante. Tuvo que sacrificarlo todo en pos de Pero la veintena de iguanas que André dejó caer dentro de su
los más necesitados y en unos pocos días vio cómo se deshacía lo coche no estaban muertas, sino que habían caído en un esta-
que había tardado años en construir. do semejante a la hibernación. La sangre que sesgaba por sus
Sin embargo, seis meses después me escribió diciéndome venas se tornó densa como el lodo y fluía con suma lentitud,
que su sacrificio y su filantropía se habían revertido y que ahora la frecuencia de los latidos de sus corazones había disminui-
tenía una vasta, agradecida y generosa clientela. Me contaba ade- do a una o dos veces por minuto, en ese estado pueden resistir
más que con los dividendos de ese primer restaurante había es- entre setentaidós y cien horas.1 El coche tenía calefacción e in-
tablecido un segundo muy lujoso y exclusivo en Brickell Avenue. mediatamente que los saurios comenzaron a recibir calor, sus
Algunos años más tarde también yo dejé México y vine a la corazones recuperaron la frecuencia normal, la sangre empezó
Florida. Una de las primeras cosas que hice fue reunirme con a fluir con celeridad y se despertaron de su letargo. De pronto, a
André en su exclusivo restaurante de Brickell Avenue. Me asom- más de cien kilómetros por hora, avanzado por una carretera
bré de lo bien que le iba y me alegré. André era una de esas per- sinuosa y estrecha, André se vio asediado por un remolino de
sonas cuyos triunfos nos hacen sentir dicha propia. patas, colas y cabezas. Las iguanas que juzgaba muertas habían
En el invierno de 2009, en medio de la inusual helada que regresado repentinamente a la vida. La idea de estar rodeado de
afectó a la Florida, recibí un efusivo email de André en el que me iguanas zombies le resultaba aún más aterradora. Una veintena
comunicaba que Padma Lakshmi y Tom Colicchio, los conduc- de iguanas de más de medio metro de largo con dientes afilados,
tores del reality show de televisión Top Chef de la cadena Bravo miradas desafiantes, garras y crestas espinosas lo amenazaban.
TV, lo habían llamado por teléfono y que viajarían a la Florida Sentía fobia y pavor –ya lo he dicho– ante los animales vivos.
para conocerlo. André estaba en la cima de su carrera. Sus re- Gritó de terror y aceleró su coche como si eso le permitiera huir 20 15
, bel,
sonancias como chef de platos exóticos y sofisticados había lle- de la jauría de iguanas zombies. El pánico le hizo perder el con- z S osa s de Ba
gado a oídos del chef Tom Colicchio y de la hermosa modelo y trol y estrelló el coche contra un árbol. El impacto no lo mató, Día rfano
tavo Hué
Gus serie
conductora de televisión. Durante la conversación telefónica ba- peor aún, provocó que el apretado enjambre de iguanas cayera de l
a
rajaron tanto la posibilidad de que formara parte del programa sobre él. No entendía cómo, pero las iguanas que había planea-
de televisivo como del hecho de que se encargara de un nuevo do comerse estaban ahora a punto de devorarlo. André sintió el
restaurante que querían abrir en New York, pero antes irían a la contacto áspero de todos aquellos cuerpos escamosos revolvién-
Florida a probar su comida. dose sobre él, sintió los latidos de todos sus corazones y en ese
André estaba excitado y eufórico. Me dijo, y estas fueron instante su corazón se detuvo. André murió antes de cumplir los
sus palabras exactas, que debía hacer un plato “inigualable”. Le treintaisiete años.
gustaba conducir. Y cuando necesitaba inspirarse eso era lo que
hacía, conducir. La Florida –ya lo sabe el lector– estaba siendo 5
azotada en esos días por una intensa ola de frío. Dentro del jeep Tengo la casi absoluta certeza de que en lo sucesivo, esté
estaría a salvo con la calefacción, pero aun así llevó consigo abri- donde esté, cada vez que se avecine el invierno me preguntaré si
go, bufanda, guantes y gorro. están lloviendo iguanas en la Florida.

38 Cuento La Gaceta de Cuba 39


cas, los aspirantes a permanecer del lado de la zona menos teriales de acarreo, desperdicios, sobras, amén de materiales

La máquina trascodificadora y más humanista de Vallejo, las retahílas


hermoseantes con los ojos fijos en París y en Tokio del autor
de lenguaje, lectura, y de todo aquello que en la instantanei-
dad de una reverberación me conmueve”.7

de Kozer
de Cantos de vida y esperanza, las secuencialidades erotosen-
Poesía > suales de Neruda, los modositos trascurrires sonetísticos de Más que neobarroquismo prefiero concebir cierto tipo de poesía en
p. 40-41
Borges y avivar el diálogo (más que lo intra y trasdialógico) cuanto poesía que exige más actividad intelectual para su com-
con un lector modélico que suele no aparecer a estas alturas. prensión, para dejarse penetrar y transformar por esa poesía, o
“…aquellos eran unos señores poetas):/ qué queda, ¿Pala- sea, exige romper con la impaciencia del mundo actual y la horri-
brear? ¿Fatigar libres versos/ impelidos, en verdad impedi- ble pereza intelectual en que ese mundo se mueve hoy día. Nos
dos, pues quién/ hará hoy del mito grecolatino una alegoría/ o estamos bestializando con los aparatejos, los gadgets, basta con
de la princesa que estuviera triste un día/ entero en Managua salir a la calle para encontrarse a todo el mundo contestando
Ronel González Sánchez (digo yo) eje de su propio/ verso?” (“Márgenes”, p. 171). Nó- los teléfonos y twitereando su basura a un mundo cada vez más
tese que Kozer “habla” también, se solaza en coloquios, pero compuesto de chatarra. Una nueva generación que denomino LA
advierte que a los contemporáneos, más allá del ecoísmo GENERACIÓN CABIZBAJA.8
barthesiano o la Anxiety of influence, bloomesista, solo nos
… ¡desventurado el que no sabe agradecer! Antes de imprecisarse la materia (¿cuál?), J.K. ardualiza perío- queda el juego de lenguaje, el jolgorio cantábile, palabrear. Recuperar la Isla-Hogar (Bet av-Casa-Home) a todo pálpito, rele-
José Martí: “Carta a Valerio Pujol” dos de caos aparentes, anacolutos que no son sino invisibles A mucha honra. yendo (a todo tren) las porquerías, como arúspice de lo des-
trabazones, ensambladuras palabreantes, greguerías alegó- carnado escatológico, las nauseabundas y ordinarias aguas
La mar violeta añora el nacimiento de los dioses, ricas que nada alegorizan más allá de los desvíos apóstatas (J.K) entre paréntesis: polifónico, visceral, fisiológico, valvu- negras, el deterioro de un ir y venir imaginístico que se resti-
ya que nacer aquí es una fiesta innombrable. de algo que (se) construye y extermina interminablemente lar, acomodador de una respiración que parece esfumarse tuye (reconstruye) por sinuosidades, a retazos (retablos), en
José Lezama Lima: “Noche insular: jardines invisibles” (aunque los –mente impugna sin impugnar la mente), des- y que recuerda (solo eso) los experimentos de los años 50 la marginización irrecordable, irreparable, en la virtualidad
coyuntándose en sonoridades estrambóticas, linkivalización del norteamericano Charles Olson en cuanto al llamado ver- que preserva las patrias-estancos ilusorios, en cuanto inde-
Calma, verás que existen las palabras, no todo está perdido. de jeroglíficos que operan por rebotes, torceduras, giramien- so proyectivo, veterano segregador inagotable del flujo de termina la inmediatez fluctuante. “Nunca me fui de Cuba
José Kozer: “Preámbulo” tos en ascendente ciclo de superposiciones; dar caza (¿a la conciencia, a la manera del interior monólogo joyceano –dijo en una entrevista a J.L. Arcos– porque siempre he ama-
qué?) válgame cacofónico bifurque, para extraer lo franco y ciertos procedimientos vanguardistas de la centuria xx, do hasta el desgarramiento a Cuba. Y la he amado desde la
A Guadalupe, Mía y Susana, de Kozer inusitado de los recovequismos; modos (¿operandis?) de divertido derviche de la ritualización desritualizadora del dicha de la nación natural y, por qué no, quién quita, quizás
quien, con vestimentas híbridas, re-impercibe la i-realidad acto creacional, ser común y corriente de las suprarretóri- utópica”,9 aunque también aseveró, a Geovannys Manso, con
Entrar en la totalidad con la plena (in)conciencia de un conti- en sus astillamientos para completizar (ya se fuga el vocablo) cas somatizadas y desleídas luego por centrifugante ejerci- estricta franqueza, “Cuba es un dilema fuerte, y como todo
nuum, un desbordarse (desbocarse) en la noción selva y en complejizar, dilatado texto recurrente (no asaz tautológico, cio mental, practicante de rafting lingüístico que disfruta en dilema fuerte, si se es honrado, hay que encararlo […] Cuba
la noción palabra (o viceverso), operación junglarencial que no empleo vulgar: latoso) contra los en-latados del consumo extremo el turbión de adrenalina de los rápidos, mientras me confunde”;10 J.K. alguna vez perdió esa noción imprecisa
escritura lo ilímite, lo disgregante antisolemne, desde re- periódico; J.K. construye resistencias vs. demoliciones, con (y zarandea con precisión remos parasintácticos para desviarse y volátil que solo Heredia y Martí pudieron llamar “patria”,
tórica desrretorizante que prestigia el residuo, la máquina sin) sentido, procrea mestizajes (y extrañezas) que oponer de los deterministas pedruscos, amasa con fruición poemas- en toda su semantizante espesura paladeable, para ganarla
fecal, excrementicia, sin desdeñar la matria (¿sagrada?) del ante el desbarajuste que hizo de la VERDADBELLEZA un chorro (no poemas goteo)4 y ríe, a carcajadas, no casalianas desde la resistencia del lenguaje Kozer, ilimitada maquina-
poema, para deglutir en torrencialidad (reglada), procesos árbol migratorio, una tundra ofensiva, “cagoteada” en exotic- sino poundescas y lezámicas, en su proliferación de subter- ria,11 y ahora le debe la ínsula restituir su “birlibirloque siste-
de saturación/disgregación, compulsión por la objetuaria exéntricas postales que muy pocos envían. fugios, para burlarse de la muerte y del instante creativo mis- mático”12 al Poema-Estado de la nación, al que jamás dejó de
(verbal) en el bullón (caldero) hirviente del ajiaco-cubensis, mo: “Las manchas de la piel me son indiferentes,/ detesto no pertenecer: “No ven nuestras veneraciones? ¿Y esta reveren-
el mejunje (¿irreal?), el cúmulo; filolenguaje que se desterri- La poesía es resistencia. La porquería ambiente, la chatarra materia- obstante/ tener que corregir a/ diario, nada más brutal/ que cia?/ La mano a la coronilla, la mano al corazón, mano/ de-
torializa, metalenguajepost nómada, adensante; deses-p- lista, el fracaso de las ideologías, rotundo fracaso, el escepticismo la estitiquez. Amo/ la palabra estitiquez,/ fuente de risa, la/ recha a la pudenda por Cuba, otra reverencia:/ cayó la tarde,
rado por crearse a sí mismo en todos sus inter y sus multi entre los jóvenes respecto a la política y los políticos, la posibili- imagino fungir como/ verbo y río todavía/ más”.5 cesó la palabra, nos fuimos, y ya me/ voy” (“La recurrencia”).13
aderezos, interdiscurso, interactividad, interculturalidad, dad de un mundo mejor que proceda de la mano de los políticos,
multi-referencialidad, multivocidad; desbaratar la tirantez solo cuenta con el pensamiento como contrapunto, y ahí toda la J.K es I.- Un tramposo que juega al duro con el clausulerío del Borro los palimpsestos. Doblo el pliego amarillo, rescoldo de
(despótica) de lo que es (fue) significante con ejercicios de alta literatura y la poesía en concreto juegan un papel fundamen- idioma poético. los engranajes del insular azúcar. Salgo del excusado (retrete
recuperación/deyección e invocar (provocar) flujo inconte- tal: la de resistir esa mentira política, la de reparar ese fracaso II.- Un perspicaz hacedor de amalgamas de préstamos irre- de la Cuba profunda) donde he fluido también esta mañana
nible y merecer, si no la virtual perpetuidad del alfabeto, la ideológico, y darle la vuelta a la tortilla, trayendo de nuevo la conocibles. como alucinado grafómano. Sístole-diástole, respiro-des-
paz (versátil) del vocabulario. esperanza utópica a la sociedad. No veo la poesía como catarsis, en III.- Un francotirador apostado en ruinoso edificio que respiro, nada Zen sino bien élan trópico, bien archipelaguís-
todo caso como alivio momentáneo del fardo de la vida, de una apunta con desprecio hacia las ristras de esperpentos sen- tico, en mi caso, pero, Kozer,
Un poeta actual o se hunde entre toda la basura de la pseudomo- existencia en este Valle de Tedios. No es ni condenación de nada siblescos, asomados aún entre las arandelas poemastrosas. ya se zafó.
dernidad o crea con su lenguaje rico y aventurado la ventura de ni de nadie, no es exorcismo pues no hay nada que exorcizar ni IV.- Un foreigner clavagujas vudú en las costuras del meta-
un mundo mejor, es decir, más poético. Poético quiere decir com- que temer, no es expiación pues tampoco hay nada que expiar. lenguaje.
plejidad, dificultad; quiere decir ternura, disponibilidad, capaci- ¿Qué diablos hemos hecho para que haya algo que expiar?2 V.- Nadie, en la desintegración –¿y fallecimiento?– universal
dad de riesgo, multiplicidad de registros lingüísticos. Si quiero de la Poesía.
1
Josely Vianna Baptista: “Musa paradisíaca”, en Ave atque vale; entrevistas a José Kozer,
despreciar o insultar un texto, el peor insulto o desprecio al que Lúcido maniático heresiarca que vuelca disimilitudes de regis- selección de Michel Mendoza Viel, Manzanillo, Col. Anazca, Ed. Orto, 2016, p. 39-40.
puedo recurrir es llamarle a ese texto (o a su creador) “retórico”. tros, escenografías, atmósferas en el consomé autónomo, J.K. Las normativas del todosirvismo, filomoderno of course, porque 2
Óscar Jairo González Hernández: “José Kozer: el poeta es el que rehace desde dentro la
Toda mi lucha con el lenguaje es tratar de no caer en la retórica. dice adherirse a una “poesía del lenguaje o de la dificultad”,3 el poeta desdeña algo que más allá de post declara seudomo- palabra, en luminosidad”, ob. cit., p. 172.
La retórica es el enemigo, el peor de todos los enemigos, cuando y nada más distante de su esencia, así como la socorrida dernista, ingresa en la no-menclatura poemática: “Prismas, 3
Maricel Mayor Marsán: “Entrevista a José Kozer”, ob. cit., p. 97.
no se sabe utilizar para regenerar día a día el lenguaje. Retórica apreciación de “neobarroco” a un discurso que, como todos, piezas de ruedas dentadas, flejes intercalados, lenguajes 4
Diéguez, Douglas y Jorge Montesino: “Un uni/ verso se desdola”, ob. cit., p. 203.
5
Kozer, José: “Biografía literaria”, <http://www.letraslibres.com/mexico-espana/biogra-
implica ortodoxia, fascismo, cerrazón, muerte en vida. El retóri- se nutre de vocablos, tensiones, articulaciones y fórceps, de varios, términos filosóficos contiguos a palabrotas, a di-
fia-literaria>.
co, frío, prepotente, persigue con saña, sin risa, sin la capacidad acuerdo, en alto grado, pero sin desasirse totalmente del chos provenientes del acervo popular, de la paremiología: 6
Marcos Canteli: “Por la mano: preguntas a José Kozer”, en Ave atque vale, p. 77.
rabelesiana de reír, todo aquello que “se sale del plato” y que ac- significacional orbe porque el poeta no renuncia, al menos es como si estuviera piropeando al lenguaje todo el tiempo 7
Jorge Luis Arcos: “José Kozer: Lo hermoso fluye sin espacio”, ob. cit., p. 56.
túa como revulsivo del lenguaje; el antirretórico, el renovador, se la mayoría de los textos no se lo permiten, aunque ocurra […]”.6 Légamo apestoso que transmuta en áspera vasija la 8
Maurizio Medo: “Escribo un poema al día y qué”, ob. cit., p. 157.
revuelca entre las palabras para besarlas, amarlas hasta la hez, de manera inconsciente, a invocar el vector comunicación, cachivachería del artesano. Tuerquerío y fiambres caldeados 9
Ibídem, p. 65.
10
Geovannys Manso Sendán: “El fulgor de las cosas que mueren”, ob. cit., p. 91.
detonarlas. A veces creo que consigo escapar de las garras de la al margen de un proceso sumamente complejo y de enre- en el bodrio de alguien que abjura de la huidobriana enun- 11
José Kozer: La maquinaria ilimitada, México DF, Ed. Sin Nombre, 1998.
retórica; entonces sonrío, respiro hondo, creo haber purgado mi vesada intelección. J.K. sencillamente incurre en el pecado ciación del poeta-pequeño-dios: “Sus palabras implican un 12
“Entrevista de Víctor Coral Perúa”, en Ave atque vale, p. 124.
existencia, lavado, y raspado a fondo al menos por unos momen- de una poesía otra, nada complaciente para los cazadores de estar todo el tiempo con las narices metidas, incrustadas en la 13
José Kozer: No buscan reflejarse. Antología poética, selección y prólogo de Jorge Luis
tos esa existencia […]1 causalidades, con lánguidas miradas deterministas, etiológi- inmediatez e implican un incesante traer a la escritura ma- Arcos, La Habana, Ed. Letras Cubanas, 2001, p. 154.

40 Poesía La Gaceta de Cuba 41


El viaje Haïti Chérie de Hans
Christoph Buch y La visita
como voluntad de la Infanta de Reinaldo
y representación Montero*

N
o hay que temer. La re- historia de ficción basada en un viaje real resiste a la noción tradicional de novela: elementos que lo muestran como exótico cañonazos, dicta en esas circunstancias a
miniscencia schopen- que, como tal, no le importa en lo más mí- se trata de dos relatos independientes, y lleno de rituales oscuros e incompren- su amante Sonthonax, el emisario de la
haueriana del título no nimo a su autor. Ambas historias son actos levemente unidos por la cronología histó- sibles. Por todo ello Erzulie es una pros- Revolución francesa, el edicto que, en
apunta a una disquisi- de voluntad viajera distintamente motiva- rica y la casi expresa intención, subrayada tituta experta en hechicería, que trata de la historia real, decretó la liberación
Orestes Sandoval López ción filosófica en torno dos, donde sus autores buscan exponer por la presencia de prólogos en cada caso, hacerse la vida lo más fácil y cómoda posi- de los esclavos haitianos. La realidad y la
al fenómeno del viaje, ni a trazar tipolo- sus propias concepciones y representacio- de mostrar las dos caras del vudú, de un ble buscando para eso a los hombres más ficción se mezclan, el hecho histórico do-
gías (otras más) ni tampoco a teorizar al nes en torno a modelos de representación lado la alegre y vívida, representada des- convenientes. Pero en su caso no se trata cumentado y la fantasía se entrecruzan. La
respecto. Solo pretende llamar la atención de otredad e identidad, entre otros temas de la perspectiva de una mujer, y del otro solo de hombres simplemente ricos sino mujer logra invertir los papeles, es ella y
sobre una perspectiva marcadamente sub- no menos importantes. la lúgubre y mortífera, sustentada en una de hombres con nombre: aparte de los ya no el hombre, o sea, el portador tradicio-
jetiva, para no llamarla irracional, del acto Las líneas que siguen tratarán de ma- caprichosa crónica de la dictadura duva- mencionados encontramos a Shakespeare, nal del poder, quien traza el camino; así se
de viajar y sobre todo de su escritura. El nera necesariamente breve de arrojar luz lieriana. Por ser solo la primera parte la Baudelaire, Marx y otros más, cuyos nom- desconstruye el discurso histórico común
viaje no tiene que ser una experiencia físi- sobre estos procedimientos, intenciones y que en realidad tiene carácter de viaje, me bres en la mayoría de los casos no se men- y se subvierte el esquema tradicional de la
ca, su vivencia real no tiene que ser la base efectos. Mi objetivo fundamental es revelar concentraré sobre todo en ella. Con el tí- cionan explícitamente, pues Buch busca a forma más radical que pueda imaginarse,
de su relato, se puede viajar en sueños de cómo el viaje en ambos casos es másca- tulo de “Historias de mi tía Erzulie” asisti- través de esto otorgarles carácter de ale- de ahí la importancia de que la protago-
las más disímiles maneras y la intención ra y pretexto, mera argucia autoral sobre mos a la descripción de un fantástico viaje gorías culturales y de poder; para iden- nista sea una mulata exesclava y prosti-
narrativa puede ir desde lo más banal (el la que descansa y desde la que parte una que comienza con la llegada de Cristóbal tificarlos necesitamos movilizar nuestro tuta, o sea, un ser objeto de opresión por
relato de aventuras a lo Emilio Salgari, reflexión fundamental en torno a la dis- Colón a Haití y el posterior secuestro de saber cultural. Es que sin conciencia de la partida triple: por razones de género, de
por ejemplo) hasta el discurso más pene- cursividad colonial y poscolonial y al la protagonista, quien, a partir de enton- dimensión esencialmente intertextual de raza y de estatus social.
trante, con pretensiones que trascienden problema de la identidad propia. Trataré ces, inicia un periplo interminable a través Haïti Chérie no podría comprenderse su Pasajes de índole semejante encontra-
el acto de viajar mismo y donde este, por también de reflejar cómo, a partir de cierto de los más disímiles amantes, el último de fundamento histórico-filosófico. Pero al mos por doquier: Shakespeare se convier-
lo regular, deviene simple vehículo, me- nivel de abstracción conceptual, existe en- los cuales es nada más y nada menos que mismo tiempo el carácter femenino de la te en un pobre diablo desesperadamente
canismo potenciador de la reflexión y la tre estos dos autores una no pretendida Adolf Hitler. protagonista sirve precisamente para des- enamorado, víctima no tanto del amor
investigación cultural, histórica y hasta semejanza que revela la manera en que el Buch nos cuenta la historia en primera montar todo el discurso colonial como no correspondido como del cálculo de
filosófica: el viaje como construcción de arte puede funcionar como catalizador persona, desde la visión de la protagonis- acto de apropiación unilateral, de domi- la protagonista encaminado a garanti-
la voluntad y como depósito de imágenes, y plataforma de entendimiento cultural, ta, que no por gusto es una mujer. De un nio y control, de sometimiento y subordi- zar su propia seguridad mediante el uso
ideas y figuraciones. pues aunque Buch y Montero se conocen lado asistimos a la exposición de cuanto nación. La mujer, tradicionalmente objeto bien encauzado de las relaciones afectivo-
Tal es el caso de los textos que aquí personalmente, apenas si tienen una vaga cliché cultural ha desarrollado el discur- de historia, se convierte en Buch en suje- sexuales. La alta cultura, signo distintivo
ocupan mi atención; ambos son de distin- idea de la obra del otro. so colonialista: desde la supuestamente to de ella, y aunque sea como eminencia de plenitud civilizatoria, no libra ni a los
tas maneras relatos de viajes que utilizan Haïti Chérie (1990), segunda parte de extraordinaria capacidad amatoria que gris, tras bambalinas; de igual forma se más altos representantes de la supuesta
mecanismos y recursos expositivos esen- la trilogía haitiana de Hans Christoph los europeos han proyectado sobre los ha- desmonta el paternalismo de los revo- superioridad cultural de su condición de
cialmente iguales, pero con intenciones Buch, es el resultado de la poderosa vo- bitantes del trópico, pasando por la idea lucionarios occidentales, el cual, en no “humanos, demasiado humanos”. El cli-
y efectos diferentes. Si partimos de un luntad de viajar de su autor y de su espe- de la especial alegría de vivir presente en pocos casos, no es más que el reverso de ché de la aparentemente extraordinaria
concepto de viaje amplio, entonces Haïti cial relación con la más sufrida y pobre de estos, en contraposición con la seriedad y la misma medalla colonialista: el ideal capacidad amatoria de los “no civilizados”
* Versión ligeramente modificada de la ponencia pre-
Chérie es la historia de un viaje fantástico las naciones de nuestro continente, con la el esmero de la vida europea, hasta llegar del “buen salvaje” versus los bárbaros y se vuelve bumerán y termina sometiendo
sentada durante el 12mo Congreso de la Asociación Lati- que su protagonista femenina emprende que lo atan vínculos familiares y afecti- a la percepción de ese mundo otro como esclavos. Un ejemplo extraordinario de al sometedor, se convierte en mecanismo
noamericana de Estudios Germanísticos, celebrado en por dos continentes a través de los siglos, vos que se remontan a fines del siglo xix. amenazante, universo cuya exposición se ello es la escena en que Erzulie, escondida de dominación defensiva; el resultado en
marzo de 2006 en La Habana. mientras que La visita de la Infanta es una Ya desde su misma estructura el texto se logra en este caso mediante el reflejo de debajo de la cama para protegerse de los el caso concreto de Shakespeare se nos

42 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 43


muestra como algunos de sus célebres Y digo texto a pesar de que se le seña- reconoce por lo menos implícitamente la como el que lleva el control, como el ser Al igual que en Haïti Chérie los perso- distinto. Por otro lado, la condición de es-
sonetos, en los que varias veces se alude le explícitamente, ya en la misma porta- imposibilidad de tal apropiación, lo pro- dominante. Montero no pretende desmon- najes de La visita de la Infanta apenas tie- critor de un diario que tiene el secretario
tormentosamente a una tal Dark Lady. da del original alemán, como novela. Es blemático de cualquier proyección, así tar en primer lugar, sino todo lo contra- nen nombre propio; por ejemplo, nunca en Montero permite equipararlo a Buch en
Buch hace uso de los estereotipos, mane- necesario insistir en que su estructura se como la necesidad, en consecuencia, del rio: busca acercarse a una definición de su llegamos a saber cómo se llama el prota- tanto autor, dado lo cual cabe diferen-
ras de apropiarse de la otredad, de lo que resiste a tal categorización. Si la primera respeto a la condición diferente del otro, propia identidad de cubano, trata de dejarla gonista, Cicerone es el único pero signifi- ciar en ambas novelas por lo menos dos
no se entiende, manifestaciones de racio- parte es una narración en primera persona y al hecho de que es a este a quien corres- establecida en todas sus múltiples facetas cativo nombre que recibe el personaje que estructuras narrativas de carácter seme-
nalización de lo que en primera instancia de su protagonista femenina y concluye ponde en última instancia expresar su y contradicciones; su novela es, en fin, sirve al secretario de guía durante la es- jante: en Haïti Chérie el autor Buch es tam-
se percibe como irracional, para conver- con su partida de Alemania tras la caída propio carácter de acuerdo a las maneras un gran ensayo (en los dos sentidos de la tancia y lo lleva a conocer los secretos de la bién a fin de cuentas el autor ficticio de las
tirlos en armas de la lucha de resistencia del Tercer Reich, la segunda es un relato de que estime apropiadas. En tal sentido la palabra) de autocomprensión y autodefi- Isla; tampoco sabemos cómo se nombra el memorias que cuenta Erzulie al sobrino,
cultural, y no se detiene ni siquiera ante lo corte historiográfico y, por ende, con aura poética de Hans Christoph Buch, a pesar nición, de identificación consigo mismo gobernador colonial, Cuba misma recibe mientras que en La visita de la Infanta el
que a primera vista pudiera parecer efec- de objetividad, contado desde la perspec- de toda su afiliación a la condición pos- en tanto cubano. Por eso resulta apropia- una y otra vez el nombre de Paradoja. Al autor Montero se desdobla en el “autor”
tiva y auténticamente liberador, incluso tiva de un narrador omnisciente, como si moderna, constituye una continuación de do escoger la figura de un hombre como igual que en Buch, el fundamento de esta secretario que escribe un diario. El escep-
la propia cultura occidental dominante se tratase de un historiador; el autor, sin los principios ilustrados en relación con el mecanismo forjador de un discurso iden- estrategia es el mismo. En ningún caso se ticismo de ambos autores (hablo de Buch
y sometedora. Por eso también Marx, en embargo, deja claro desde el principio, en arte y la literatura, solo que por otras vías, titario; es que este discurso puede con- trata en realidad de caracteres de carne y y del secretario) resulta llamativo preci-
tanto símbolo de un proyecto civilizatorio el prólogo de esta segunda parte, que se precisamente las posmodernas. Su visión fiar en la existencia de concepciones ya hueso sino más bien de alegorías o tipos samente porque los dos son exteriores a
occidental radicalmente nuevo, profun- trata de un falso discurso historiográfi- de Haití está alejada de idealizaciones ancestrales, perfectamente identificables porque, como en Buch, no se trata tanto la realidad que narran, es decir, la condi-
damente revolucionario, que trasciende lo co, nuevamente gracias al uso de clichés, románticas, de cualquier monumentali- como tales y aún profundamente enrai- de la historia concreta que se nos cuenta ción escéptica parecería ser consustancial
estrictamente cultural para acceder a las literarios en este caso: de un lado la men- zación, pero sin dejar a un lado la utopía, zadas en la conciencia: los tradicionales sino de que la misma es solo pretexto y al carácter cultural ajeno. Buch se ahoga
relaciones de poder económico y políti- ción de Drácula y Bram Stoker, que nos que se nos muestra como alerta. La casi roles de género y los tipos de valores que máscara de otro tipo de reflectividad, más en un mar intertextual, se enreda en una
co, es objeto de parodización: en medio remiten a la literatura de horror y, del imposible escritura sobre Haití, país que generan. trascendente, más filosófica y cultural. telaraña de citas y alusiones de todo tipo
del Hyde Park londinense nuestra prota- otro, la conclusión con palabras que nos una vez fue símbolo de esperanza y ahora Como vemos, Montero desarrolla su Nombrar las cosas es singularizarlas, pero que vuelven porosa tanto la historia como
gonista, disfrazada del mulato de origen recuerdan leyendas e historias de aventu- lo es de lo contrario, se hace “para inmuni- discurso sobre la base de clichés y estereo- la pretensión de nuestros dos autores es, la Historia, mientras Montero, en su des-
cubano Pablo Lafargue, quien más tarde ras: “Pero quiero contar la historia desde zarme preventivamente, porque tengo allí tipos, que resultan más obvios debido a respectivamente, de un lado desconstruir doblamiento, desespera abiertamente de
sería el yerno del célebre filósofo, opera el principio, tal y como sucedió realmen- ante mis ojos un pedazo de nuestro futuro la perspectiva escogida, que es la misma un tipo de discurso para edificar sobre sus su escritura. Aquí no nos podemos dejar
a este de “un furúnculo que había con- te”.2 Entonces, ¿por qué llamar novela a y quiero armarme contra lo que se aveci- de Buch: la narración desde el otro, desde ruinas uno nuevo a contracorriente, por engañar con impresiones de primera vis-
vertido en tortura el acto de sentarse y algo que a todas luces no lo es? Se hace na…, en la esperanza de que ese pronósti- lo ajeno. Así, por ejemplo, a medida que así decirlo, y del otro, contribuir a la cons- ta condicionadas por la cualidad de autor
le impedía trabajar en sus manuscritos evidente que Buch pretende crear un ho- co pesimista no se cumpla”.4 Salta a la vista trascurren las páginas asistimos a la cre- trucción de un discurso insular cubano, a real de Buch y de ficticio del secretario,
económicos”. La escena concluye con un rizonte de expectativas para hacerlo estre- en estas líneas la percepción autocrítica de ciente sexualización del protagonista bajo una visión propia partiendo de un distan- pues tanto la narración en primera persona
giro de tuerca que subraya aún más la pa- llarse inmediatamente con la realidad de la realidad, pero sobre todo un gran es- los efectos de la estancia tropical: desde ciador autodesmontaje del Otro colonial, de Erzulie, que su sobrino “recoge”, como
rodia y convierte a Erzulie nuevamente en su ficción. Llamar novela a su antinovela cepticismo, que es el caldo de cultivo del que se acerca el barco a la costa cubana expresado en su casi confesa incapacidad las vivencias que el secretario “vuelca”
protagonista involuntaria de la historia a (la trilogía completa es una monumental autodesmontaje cultural e histórico que el secretario es asaltado por el deseo de y hasta en su falta de voluntad para en- sobre un diario, son al final creaciones
ambos lados del Atlántico: “de modo que antinovela) es una manera de destacar la emprende Buch en Haïti Chérie. poseer a la Infanta, en los días que siguen tender el mundo al que ha accedido. En de Hans Christoph Buch y de Reinaldo
siempre será poco lo que se diga para va- imposibilidad de tratar la otredad por Por su parte Reinaldo Montero nos constantemente se la imagina durmiendo Montero, el secretario no pretende cono- Montero respectivamente. De modo que
lorar en su plenitud mi aporte a la con- la vía de la tradición, que en el caso de cuenta la historia de la visita que a co- desnuda o tomando un baño dentro de un cer realmente la isla en la que nacieron la condición escéptica se nos revela a am-
clusión exitosa de la mierda económica” Buch es el fundamento estético-filosófico mienzos de la década del 90 del siglo agua helada que muy rápido se entibia al sus padres, se limita a recoger minucio- bos lados del Atlántico y ambos autores
(cursivas en el original).1 de su poética. En una conversación soste- xix realizara a Cuba la Infanta de España calor de su cuerpo, casi está de más decir samente impresiones, a vivir experien- escriben como “a pesar de”. Para los dos
Este último sintagma nos vuelve a nida con Herbert Marcuse dice: “Pero yo doña Eulalia de Borbón. Pero hasta aquí que finalmente logra cumplir su deseo, cias de turista y a hundirse en reflexiones la escritura se vuelve vaciamiento de un yo
remitir a un elemento compositivo esen- no creo que la gran literatura sea un diá- llega todo el fundamento documental de pero esta sexualización trasciende el ob- propias de individuo aburrido de la vida; distinto con el que no tienen más remedio
cial de Haïti Chérie y de toda la obra de logo de cumbre a cumbre, como una vez la obra: el resto es ficción; para subrayarlo jeto concreto del deseo y se vuelca sobre por más que lo intente no puede salir de que convivir. Me explico: los dos escriben
Hans Christoph Buch: la alusión o la cita dijera Schopenhauer, sino que toma la el autor apela también a la narración en toda la estancia en la Isla, de modo que, sus propios límites aristocráticos, que son porque si no lo hicieran se morirían social
intertextual que, como lo insinúa ya el realidad de su época como punto de parti- primera persona del protagonista, miem- en la perspectiva del secretario, el apeti- desbordados todo el tiempo por la pujan- y culturalmente, porque escribir es la ma-
ejemplo mencionado, siempre aparece en da y utiliza las formas tradicionales extra- bro del séquito de la princesa, exacta- to sexual muy fuerte se vuelve elemento te isla en la que hierven incontrolados los nera que tienen de andar en una oscuri-
un contexto desvirtuado, grotesco, como ñándolas o destruyéndolas”. Más adelante mente el secretario del príncipe consorte. constitutivo esencial de la identidad en el elementos de una nación distinta. dad que evidentemente perciben como
para hundir o mantener a raya cualquier apunta: “la ruptura con la tradición es un Este hombre, español pero con ancestros trópico. Pero este cliché, por estar marca- De ahí que se manifieste varias veces impenetrable en última instancia: las cul-
univocidad o ambición de autoridad tota- elemento estético importante y eso signi- cubanos, recoge en un minucioso diario damente manifiesto en el otro, lo percibi- en su diario la imposibilidad de la escri- turas haitiana y cubana. En tal sentido es-
litaria y reductora, pues la cita interrumpe fica también que la destrucción de la for- sus impresiones sobre la estancia, sus en- mos tanto más como tal. En los habitantes tura, que no tenga palabras con que apre- tas dos novelas coinciden en su condición
el flujo continuo de la narración y remite ma no solo es un fenómeno negativo sino cuentros con el mundo insular, y reflexio- de la Isla el sexo es simplemente, y para hender la realidad circundante, y si al fin y de indagación de la escritura sobre su pro-
una y otra vez a otros contextos, ya sean que es a través de ella que se constituye na, entre otras cosas, también sobre sus nada se nos antoja producto de algo ex- al cabo es cierto que logra escribir, nunca pia capacidad para indagar, muestran así
documentales o ficticios gracias al esta- la nueva forma”.3 Llevado al caso que nos relaciones con el poder. Al igual que en terior o exacerbado por este; en Montero, desaparece cierta sensación de desespero, de de distintas maneras un mismo nivel de
blecimiento de nuevas cadenas de asocia- ocupa se trata entonces, por un lado, de el caso de Buch, la perspectiva es la de un para decirlo en tono de perogrullada, el angustia (“Me aterra hasta la quietud autorreflexividad.
ciones, rompiendo así con la ilusión de encontrar nuevas formas para situaciones otro proveniente de un entorno cultural y sexo es lo más natural del mundo y está de mi mano, la verdadera quietud, la que Por otro lado, también en La visita
progreso sin fin, de lo siempre nuevo, e y objetos nuevos, de aprehender la otredad geográfico distinto al del autor. libre de proyecciones o de cualquier apro- se alcanza aunque siga moviéndose sobre de la Infanta el autor apela a la referencia
invitando de tal forma a reflexionar sobre por caminos alejados de cualquier ambi- Y tampoco en Montero es casual que su piación unilateral y acaparadora. Si el el papel, porque buscando sentidos en el intertextual como estrategia discursiva,
el pasado y su relación con el presente; así ción universalista, que en última instancia personaje protagónico sea en este caso un morbo sexual es en el otro (europeo) un vacío se arriba al vacío”5). pero la relación funciona de manera dis-
de pronto todo se vuelve actualidad, o sea, es reductora debido a su pretensión de en- hombre, en consonancia con la intención impulso irracional al que se deja arrastrar Tanto en Haïti Chérie como en La visita tinta. De hecho, en la mayoría de los casos
esencialmente cuestionable porque no cerrarlo todo en un denominador común, constructivista del discurso. La novela es su racionalidad instrumental, si constituye de la Infanta está presente esta opresión, las remisiones son muy débiles y solo ex-
está dado de una vez y para siempre. Por que no por casualidad suele ser el del po- una gran reflexión sobre la cubanidad, una especie de traición temporal a esta, solo que desde perspectivas diferentes cepcionalmente llevan alguna marca que
supuesto, esto solo es posible si la relación deroso. Pero por otro lado, escribir sobre que como tal va adquiriendo forma, (re) que queda desenmascarada como pose, que terminan siendo iguales, puesto tanto las denotan como tales. La intertextua-
intertextual tiene una marcada intención el otro implica necesariamente un acto de construyéndose ante nuestros ojos casi poniendo así al desnudo su falta de vitali- el autor (Buch) en el primer caso como el lidad aquí solo busca reforzar la percep-
dialógica, es decir, indagatoria, y para ello apropiación; por ende, al manifestar la im- sin querer, sin que el protagonista esté dad, en el trópico la sexualidad no oculta protagonista (el secretario) en el segundo ción constructivista que la obra es capaz
el tratamiento irreverente es esencial; aquí posibilidad de la coherencia, al expresarse realmente consciente del significado de lo su carácter de irracionalidad estilizada, representan el mismo mundo original, de denotar por sí misma sin necesidad de
la cita no puede ser sostén, objetivo en sí en formas ambivalentes y múltiples, mez- que cuenta. Montero aprovecha aquí para por así decirlo, de suerte de bestialización para ambos escribir se dificulta debido a apoyarse en referencias; está dirigida,
misma, sino más bien trampolín. Y el texto clando dionisíacamente realidad y ficción, su discurso una visión cultural de géne- pasada por un filtro cultural simple, de la incapacidad –consciente en Buch, in- por tanto, no a todo el público sino solo
de Buch es un verdadero mosaico de tales documentos históricos e imaginación fan- ro con profundo arraigo social: el hombre idea fija desnuda de ideas, pero bien arro- consciente en el secretario– de entender a una parte de él, en realidad no son más
trampolines. tasiosa, estereotipos, clichés y mitos, se como proveedor, constructor, edificador, pada en rituales. la esencia más profunda de ese mundo que guiños lanzados al lector avezado,

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pero ello no desmerita su importancia. de Montero, como el Duvalier de Buch, se Al final tanto Haïti Chérie como La
Las citas y alusiones salpican toda la no- nos antoja un zombie que sigue vagando visita de la Infanta son como las dos caras
vela siempre en contextos caracterizados terriblemente inmortal por nuestros días. de la misma moneda. La una contiene a la
por la más absoluta naturalidad y están Y como para subrayar su inefabilidad, su otra porque ambas son indagaciones so-
en función de encontrar una explicación carácter inasible, su colocación más allá bre la historia propia, su percepción y la
Ángel Pérez

No deja títere
comprensible para interrelaciones y esta- de lo simplemente humano, el personaje manera en que se la ha escrito; ambas son
dos de ánimo. Así, por ejemplo, cuando nunca habla, su presencia traspasa toda la el resultado de la voluntad de sus autores
se dice que “la última fase de un conflicto novela pero solo se habla de él por boca de buscarse a sí mismos partiendo de una

con
trágico, en caso de que a tragedia llegue la de otros personajes, no llegamos a perci- visión sobre sí de carácter primeramente
pugna Gobernador-Eulalia, se puede tro- birlo jamás como ser vivo, como carácter, híbrido, y trascultural después, de saber-
car en cómico, como dicen ciertos judíos sino, al igual que la mayoría de los otros se productos del encuentro de culturas y
renanos”,6 se está parafraseando a Marx personajes, como arquetipo o alegoría. En poseedores de grandes saberes culturales.

ca
para hacernos ver la falsedad última de la figura del Káiser el autor cubano coloca Los dos autores han escrito dos textos que
la supuesta pugna entre el ultraconserva- también rasgos de parábola de la actua- resultan tan dispares como semejantes: el
dor Gobernador colonial y los arranques lidad, de modo que tal parece como si se uno desde una perspectiva posmoderna
de niña malcriada de la Infanta, cuya vi- cuestionara la idea de progreso, como si que se resiste a la univocidad y a la reduc-

be
sita se convierte en involuntario carnaval se reafirmara la existencia efectiva de un ción, el otro desde una modernidad con
con doble sentido: tropical y bajtiniano. eterno retorno, de una infinita circulari- ambición de totalidad e inteligibilidad.

F
Lo mismo vale para las citas de Bertolt dad del movimiento histórico, algo que Ambas obras nos revelan la geografía ca-
Brecht, José Martí, Félix Varela, Nostrada- también esboza Buch y subraya mediante ribeña como fuente inagotable de cono- rente al continuo agota-

z
mus, etc. Montero, autor erudito como po- una distensión temporal de varios siglos, cimiento humano, precisamente debido miento o a la degeneración
cos, demuestra una vez más su inagotable muy en consonancia con su poética pos- a los procesos de trasculturación que aquí de una summa lírica satura-
capacidad de pasear soberanamente por moderna. han tenido lugar y que han convertido al da de banalidades, retóricas
entre los tilos de la cultura europea y su Pero Montero empaqueta su obra en Caribe en el receptáculo de las más varia- insustanciales y facilismos
talento para integrar con armonía, como una estructura sumamente tradicional, su das representaciones a un lado y otro del formales, el rigor estético de Jamila Me-
buen cubano, la cultura ajena en la propia, texto no juega con las formas ni mucho Atlántico. El viaje al y por el Caribe es una dina Ríos combina en su escritura una
demostrando con ello una seguridad en sí menos experimenta. Ya en las palabras travesía del hombre tanto hacia sus orí- búsqueda (erótica) de posibilidades en
mismo que se da la mano con la de Hans del reverso de portada hallamos definida genes como hacia su posible futuro, más el lenguaje y la avidez por apresar una

a
Christoph Buch, otro conocedor profun- la novela como “libro de viajes en la tra- allá de cualquier frontera; aquí algunos se identidad. A partir de ahí, moviliza esa
do de la cultura universal, que apela al dición de los grandes viajeros del siglo hallan a sí mismos, otros se pierden, pero persistencia en erigir un cuerpo simbó-
mismo procedimiento para autodesmon- xix. Diario íntimo, en la tradición con- todos, en tanto destino, le ven una razón lico desde su yo femenino, y una mirada
tarse en tanto representante de la cultura fesional de la literatura del siglo xviii”. O de ser. En tal sentido, Haïti Chérie y La vi- a la conciencia de ser en una isla que la
dominante. sea, la forma apela también a lo conocido, sita de la Infanta demuestran una vez más acorrala entre “estados” históricos que
Y ya que hablamos nuevamente de do- a lo tradicional, a lo que desde siglos ha que, efectivamente, los artistas podrán te- han perfilado su proyección vivencial. Estos
minación, hablemos del poder. Tanto en servido de vehículo para construir signifi- ner patria pero al arte eso no le importa principios, de una finalidad estrictamente
Haïti Chérie como en La visita de la Infanta cado, que es lo pretendido por el autor en mucho. < poética, han arrojado hallazgos de estilo a
destacan dos figuras que como muy po- el plano de las ideas. Sin embargo, ambas tener en cuenta dentro del confuso pano-
cas otras son capaces de definir el poder definiciones son también engañosas, por rama poético cubano.
y el carácter destructivo que este puede reductoras. Tanto el “libro de viajes” como Ya en Huecos de araña (Ed. Unión,
asumir. Se trata de Francois Duvalier y el “diario íntimo” resultan demasiado mo- 2009) aparecen las marcas, los rasgos ca-
del Káiser Guillermo II. A través del pri- dernos, y no solo por lo que dicen sino 1
Hans Christoph Buch: Haïti Chérie, Francfort del Meno, racterizadores y las obsesiones de la poe-
mero Buch no solo expresa el lado oscuro por cómo lo dicen. Al respecto hallamos Suhrkamp, 1990. La cita está tomada de la edición cu- ta, el horizonte de su autoría. El volumen
del vudú sino que también pone al des- anacronismos del lenguaje y una vertigi- bana de igual título, publicada por la Ed. Arte y Literatura asoma en el conjunto de sus textos como
nudo el ejercicio del poder enmascarado nosidad del ritmo que para nada son ni en 2012 (p. 91). (Todas las traducciones del alemán que un núcleo generador del que emergen las
aparecen en este artículo son de O.S.).
en valores occidentales impostados, con- decimonónicos ni mucho menos diecio- 2 variaciones de Primaveras cortadas (Pro-
Ibídem, p. 116.
secuencia del colonialismo, y por tanto chescos. En tal sentido la estructura de La 3
Hans Christoph Buch: Übung mit Meistern. Begegnungen yecto Literal, México, 2012), Del corazón de
mal asimilados, los cuales en Haití han visita de la Infanta es algo híbrida, aunque und Gespräche, Berlín, Aufbau, 1996, p. 35 y s. la col y otras mentiras (Colección Suredito-
generado un monstruo durante el proce- esencialmente apolínea, con primacía de 4
Texto de contraportada en: Hans Christoph Buch: Die res, 2013) y Anémona (Ed. Sed de Belleza,
so de hibridación. Por su parte, Montero lo tradicional debido al propósito cons- neue Weltunordnung. Bosnien, Burundi, Haiti, Kuba, Li- 2013). Abre así: “Cuencas de ojos de raíz/
beria, Ruanda, Tschechenien, Francfort del Meno, Suhr-
se aprovecha de la figura del emperador tructivista, mientras que Haïti Chérie exhi- boquete en que debiendo sembrarte/ no te
kamp, 1996.
alemán, un gran narcisista del poder, be abiertamente su dionisíaca hibridez y 5
Reinaldo Montero: La visita de la Infanta, La Habana, Ed. consigues agarrar […]// raíces en el aire/ y
para reflexionar sobre la autoridad y su relega lo tradicional al subtexto porque su Letras Cubanas, 2005, p. 86. ni sembrarse ni caer”;1 y cierra: “La mano
ejercicio en la actualidad. El Guillermo II intencionalidad es desconstructiva. 6
Ibídem, p. 62. buscando/ en la oscuridad/ algo que asir./

46 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 47


¿Puede haber algo/ más terrible/ que el de una política que circula y explora las Pocas veces una escritura es tan cons- Representa una narrativa que sub- Miremos a “Fiestas de primavera a las de su existencia también: “los aislados
tentáculo del corazón/ buscando en la brechas de un género que sabe de su la- ciente de su exclusividad, concentrada en vierte el simulacro de una ética que ha puertas de Jerusalem”, y percibiremos de no sabemos calcular palmo a palmo (de
oscuridad/ algo que asir?”.2 Versos que teralidad y la manipula a favor del ritmo explorar y revelar valores y experiencias querido confinarla a un cerco donde no inmediato que ese afán por intervenir y paño) el privilegio del mar/ de la carencia/
exhiben su perfil más dúctil, pero cifran y de la carnalidad del verso. El contraúso propias de las hembras. Irrumpe como puede poner a la vista de todos, sus va- trasformar la realidad, por proyectar un no conocemos el grito de la incertidum-
una inquietud recurrente en todo el li- de los signos de la feminidad a favor de la localización de un vocabulario donde lores, cualesquiera que estos sean: “Sa- pensamiento, se da como prolongación de bre del agua –por ninguna parte el ahogo
bro: un estado de incertidumbre, ines- una imagen otra del sujeto son el modo pueda la mujer concebir “su racionaliza- cúdete el imaginario con escobamarga/ un modelo de vida coercitivo que, si bien del círculo–/ pequeña muerte lo llaman:
tabilidad y desajuste, que se materializa de reinventarse una voz, perpleja ante las ción, su regurgitación nutritiva”,6 y como mátalo con mastuerzo”.9 Estamos ante el no aparece en la superficie visible del tex- al síndrome de las fronteras al estigma de
como la inagotable sed de un individuo convenciones de su existencia real. un rechazo tácito a las codificaciones de uso de la propia máscara creada para las to, late en su estructura profunda e inter- su estrechez acorralando”.13 Escribir es la
por alcanzar la dimensión de su ser en el Primaveras cortadas arranca con “Nana la mentalidad masculina. Es el registro féminas, en pos de dar cuenta de una in- viene en el alcance de la significación: posibilidad de realizarse y es también el
mundo; estado que va a definir su oficio, I”, una entrada preliminar donde se traza elocuente de una voz resueltamente feme- dependencia. Las mutilaciones, la ruptu- espacio desde el cual –discrepante ante la
con independencia de la tematización es- y enuncia el contorno de una subjetividad nina: emoción, dolor y placer pasan como ra de los límites semánticos, la sucesión y Así yo –ingenua dueña del olivo incertidumbre manifiesta en la Cuba de
pecífica de cada poema. que se quiere otra. Esa actitud moral y lugares recurrentes en la exploración de la conjunción de alusiones de proceden- crédula hija de Atenea– hoy– contraponerse a las regulaciones
Si bien pueden evidenciarse ángulos mental implícita en el instinto de trasgre- un deseo apetecido de libertad y plenitud, cias distantes, la burla por medio de la veré erigir a la ciudad sagrada de su patria. Razón esta última por la cual
de apariencias desemejantes, en su obra sión a la apariencia de la primavera movi- que no se conforma con el plano de accio- palabra a una cotidianidad mordaz, los (madinat: Medina) el grueso de sus ideas se emplaza en tor-
figura el reconocimiento de su/una sub- liza una renuncia tácita a la construcción nes en que ha sido proscrito: “Cuando me juegos impetuosos y vehementes con el mientras la trazo sobre mí no a una irreverencia hacia la nación; una
jetividad que se desplaza entre las coor- periférica de las propiedades femeninas: levanto con ganas de maquillarme/ me pre- lenguaje, en fin, su performance, son las ah puertas de Damasco puertas de Jericó conducta exteriorizada como abandono
denadas de una realidad que ha impreso gunto:/ ¿cómo hacer de la imposición por consecuencias/derivaciones de esa bús- que de mis vísceras estallan clausuradas y rechazo a la propagación de “lo cuba-
huellas fuertes en ella. Su discurso mani- La primavera penetra entre la belleza/ no nuestro fuerte/ oh, nuestro queda de un mundo donde su naturaleza abraz/sándome… no”, presencia que lo irradia todo hasta
fiesta una propensión a captar la inten- un florecimiento, un estallido castillo/ no el foso de bengalas/ que nos de mujer encuentre un nombre: el cansancio.
sidad que la particulariza como mujer, y su raíz, postre en el arcoíris del sueño?”.7 Como Cómo olvidar que en Kislev Dicha posición, además, es definitoria
apuntando hacia aquellos aspectos que de la que se hace desprender su fronda, diría Deleuze, escribir es su forma de Entre el bocabajo: del peine caliente Jamila puedo ser: del “estado poético” en un grupo signifi-
guardan relación específica con la manera Ah, Ofelia. diferenciación: y la pinza de cejas pútridas aguas (¿Ríos?) de aceituna cativo de autores en el país, quienes pur-
de soportar, padecer o emprender la vida. Yo prefiero quiero ser una triste entre depilación/ postizos y la jauría y no el ramaje rozagante del Nisán. gan el trauma de ese discurso perpetuo y
El desplazamiento de los sujetos líricos primavera cortada.3 Desde 1963/ con la medalla tar-ta-mu-da Así Jerusalem (de)liberada totalizador de la isla en peso, a través de la
por esta constante parece resolver el tono del anticonceptivo de la silicona en medio de la Fiesta del Purim literatura. Del desasimiento o de la desna-
y el pulso de su creación. Desde el domi- Anémona, por su parte, incluye dos desde 1971/ cuando firmé me aparto/ de la boca el anzuelo cae ella misma justo hecha pedazos turalización –llámesele como quiera–, el
nio de la expresión, caracterizado por un piezas que al funcionar como “poéticas” con las 343 guarras See Red Caperucita invoca vínculo con el archipiélago se proyecta en
montaje coherente de imágenes y relatos acaban por implicar una declaración de para sacar a la calle (con sus gafas y llamo a mis manicures para proyectar como la salvación de los judíos ella en una legítima confrontación con las
históricos, ilaciones mitológicas, metáfo- principios. “Hungulación y bondades de la de lujo) el vaciamiento gozoso de la tierra la generosa caída de los cuerpos políticas de identidad. En ocasiones, esta
ras de complejidad asociativa, deforma- anémona” puntualiza: “Una escritura inaca- mi abortico doméstico que agarra este cayerío por el moño. sobre los que su raza (ascendiendo) orientación alcanza contornos considera-
ciones y desviaciones del habla y acechos bada, abortada a medias. Imposibilidad yo me siento liberada/ yo me siento Puestas de acuerdo/ queremos se salvó.11 bles: “la patria como lengua/ c/pulpa jaula
violentos a la sintaxis –en estrecho vínculo de llegar al sexo gozoso y sin dolor. His- ciudadana deshacernos de los centros corsé:/ el terco buey de su pe/aso/ coartan-
con un carácter de marcada experimenta- terectomía imposible. Imposibilidad de yo me paro de noche en las guaguas de los perros calientes No hay aquí una propensión almiba- do el reír/ el hablar”.14 Escribir, repito, es
ción–, se hace visible esa diseminación de la habitación vaciada de sangre, anima- vacías de los blanquérrimos bulbos apretados rada o preciosista, eso es lo primero, en huir de una realidad aplastante; es escapar
su individualidad. les o plantas. Cortadura en la cortadura. para darle el asiento al conductor.8 de los pubs. cuanto connota una manera de ser del su- de una identificación de la que no se sien-
La estructura de los poemas opera con Imposibilidad del corte con lo otro. His- Vamos a inaugurar nuestros b(ill)ares jeto lírico: la intencionada ruptura del te parte; es el recurso idóneo para extirpar
una apertura formal que implica en sí mis- te/oria del desgarramiento”. Y continúa En la disposición del texto como pues- en los aros de cebolla más violáceos discurso, el dibujo ficcional de la Historia, una pesadilla retórica, que no responde a
ma ver la identidad (en las dos perspecti- más adelante: “Una escritura que persi- ta en escena de una subjetividad feme- en la huerta de los calamares la brusca asociación fonética y la fragmen- sus expectativas como sujeto cívico.
vas apuntadas antes) como un espacio gue la descentración, lo inefable. De ahí nina subyace una de sus conquistas más entre la arena ya suelta tación del ritmo están en función de una Toda esta armazón de la forma y tal
dinámico e incompleto, en continua ex- la isla, su espejismo, y la persistencia en rigurosas. Así como todo en la vida es del fara(ll)ón.10 perspectiva desintegrada del mundo. Ese manejo de ideas genera un erotismo sen-
pansión y, por tanto, susceptible de rear- ser balsa de hojas secas, una barcaza ha- una actuación condicionada por la histo- suceder de escenas históricas (una mira- sualmente intelectivo: “Alzado levemente
ticularse en el lenguaje. La enunciación se cia el país del sol, o una banquisa defen- ria y por el ideal dominante, a partir de lo ¿Qué rechaza y qué esconde? Frente da intencionada a lo universal) explica el cuerpo/ sobre el temblor de chinampas/
ensaya como contrarrelato, la erección de dida por los hielos”.4 Aquí es evidente la cual nos movemos en el espacio público a la horizontalidad de una caracteriza- la lasciva práctica de distanciamiento del entiendo tus respetos por la luna y el mar./
una voz capaz de inventarse/explicarse el mezcla racional entre la búsqueda de una y privado, respondemos a las expectati- ción femenina impuesta por un patrón discurso agotado de la Isla: “Curiosamente Solo la boca de tu vulva/ como mi boca
mundo, en relación tanto con su cuerpo individuación y un gusto por la palabra vas del otro y hasta nos complacemos a cultural regulado por lo masculino, fren- hacia otro siglo me inclino/ nos balancea- abierta por mis dedos/ desmientengullén-
sexuado como con su pertenencia a una en cuanto espacio de realización existen- nosotros mismos –puesto que estamos te a la rigidez de la norma, opera aquí mos peligrosamente nos caemos callamos dome a pesar que trague en seco”.15 El fluir
cultura. Jamila parte de representar un cial, testimonio de la experiencia e invi- siempre representando conductas y com- una apertura profunda de su imaginario cavamos urnas”.12 Es el diálogo con la ma- de una sustancia corporal dominando en
imaginario en la armazón visible y alcan- tación a la trasgresión. Las ideas que se portamientos–, esta poesía se presenta en función de exaltar los privilegios de quinaria de una ideología canonizada, en la representación poética. La exhibición
za a producir una subjetividad en la com- manejan advierten de una preocupación como performance. Deviene performa- las hembras. Es este el relato de un rol busca de la ruptura de sus límites para ex- de una materialidad de la palabra y un
posición interna de su trabajo. por interpelar el sentido impuesto por el tiva porque reúne códigos y valores (los que se distancia de esa identificación fija teriorizar una conciencia desnaturalizada apetito insaciable de sentidos:
Aun cuando en este estilo domina una poder vigoroso del macho, y por exhibir visibiliza) de las mujeres, aplazados por entre atributos de género y sexualidad: ante su experiencia más cercana.
asimetría retórica –lejos de la linealidad una sensibilidad de mujer. Al presentarse la hegemonía masculina, para actuar su el establecimiento de un instinto que Su verso no se construye desde el relie- De dónde este placer por la locura, la
que marcó a otras generaciones–, el ímpe- como “diseminaciones de una escritura- identidad: “Una sensibilidad que se em- subvierte las fisonomías circunscritas ve evidente de lo patrio: una abertura ha- violencia, la teatralidad del travestido.
tu de ruptura no elimina la comunicación cuerpo-dolor”,5 y situado en el escenario poza y se amordaza con su propia tenta- de las damas (delicadeza, emotividad), cia otras realidades que desplaza la obra Curiosidad malsana de voyeur. Simpatía
directa: procede a través de núcleos argu- desde el cual se pronuncia su autora, el ción”. Vista su obra en conjunto, organiza localiza los mecanismos represivos de la hacia una problemática encarnada en la por los masturbadores solitarios, por
mentales encargados de sostener la arqui- libro corrige y escapa de la norma de un una red de conexiones entre valores y zo- conciencia (trivialización de lo corporal, expansión de los límites de la nación, en los psicoanalistas y sus histéricas, los
tectura del poema. El descentramiento del contexto que obliga a identificarse con nas relacionadas con lo femenino para la cosmética) y altera los discursos este- busca de un poder ser en el repertorio de pedófilos, los transexuales, los asesi-
significado responde a la representación una matriz de género estereotipada. formular su propia lógica (otra) de mujer. reotipados. una memoria cultural otra, que es parte nos en serie, los drogadictos, los fe-

48 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 49


tichistas, los evisceradores y las putas;
empatía por absolutamente todos lo
que alimentan algún morbo o excen-
tricidad. Coleccionistas de sellos y de
carne.16

Esa inclinación por lo lateral, intrín-


seco al carácter de la autora, revela una
operativos y categorías mentales la exis-
tencia de los hombres. La realidad cuaja
en él, todo deviene discurso y artefacto
verbal. Pero ello implica, también, un frac-
cionamiento del sentido, pues el nombrar
delimita, recorta y encierra. ¿Cómo pro-
cede la poesía si ella es espacio privilegia-
do para la subversión y manipulación del
algarabías kitsch como divertimento cali-
gráfico. Su problemática no es la diversi-
dad o la multiplicidad de estéticas sino la
escritura como entusiasmo o preciosismo.
Apuestan con obras desemejantes –que se
debaten entre convencionalismo y resabio
vanguardista, entre lecciones de clasicis-
mo formal y experimentaciones ideoesté-
Pop cubano:
el género maldito

penetración en la realidad desde una vo- lenguaje? Jamila entiende que, si somos ticas de todo tipo– por una incisión en las
racidad carnal, una indecencia subversiva un constructo hecho de palabras, solo circunstancias de la nación y su historia,
y un regodeo teatral ceremonioso, que es penetrándolas y tensando los convencio- y en las contingencias de los individuos Carlos Fornés Chirino y L. Jesús B. Encinosa
propiedad absoluta y definitoria en el ero- nalismos del habla podremos romper con inmersos en ellas, para lograr, desde ahí,
tismo. Cuando escoge zonas específicas de ciertas marcas propias de una mentalidad darle forma y vida independiente al poe-
la conducta humana para acusar la norma que empieza a dar muestras de su caída. ma como texto estético. Yo no quiero ser famoso, yo quiero ser popular. lizarse masivamente en la década del 60 Basilio, Ricky Martin y Chayanne son al-
social o la moral, para acercarse incluso a De Huecos de araña a Anémona se con- Aun cuando el programa que sustenta Blas de Otero en Gran Bretaña y los Estados Unidos, a gunos de ellos.

E
su propia espiritualidad, enumera, descri- suma un viaje, que parte de una postura sus ideas se propone romper con las for- raíz de la eclosión mundial del rock, de la
be y utiliza significantes orgánicos, abyec- interrogativa y de confrontación, y acaba mas degeneradas del pensamiento nacio- l pop, género musical de llamada “invasión británica” y del surgi- ¿Y Cuba qué?
tos, palpables; los acumula y agolpa, los en una autonomía de la experiencia. De nal, no se interrumpe el hecho poético, se amplia ejecutoria en el mun- miento de decenas de artistas, jóvenes en Por lo general, el cubano de a pie, ese
reúne hasta “tensar los límites del gozo”.17 una incertidumbre y un cuestionamiento potencia; nunca hace de medio o canal, do, nunca ha navegado con su mayoría, que revolucionaron el mundo que no tiene una formación musical ni
Ese erotismo de la expresión (punzan- de lo social se pasa a una plena e incon- es siempre finalidad. Su propuesta halla suerte en Cuba. Durante de la música y la cultura en general. Sin cultural elevada, y que busca en la música
do en la lectura), encuentra su explicación fundible concepción del mundo como ciertamente en la relectura de Cuba un décadas ha sido, como mí- embargo, el pop, como género musical, un motivo de entretenimiento variado,
en un principio de organización estética lenguaje, desde donde se erige otra iden- sólido posicionamiento, pero esa mirada nimo, ignorado por los medios de comu- puede rastrearse en la historia de la hu- escucha a la mayoría de aquellos cantan-
que recupera algunos de los aportes del tidad. La autora practica un ejercicio de conflictiva a la historia social del país, con nicación y sobre todo, por musicólogos, manidad hasta sus albores. Los primeros tes, al igual que lo hace con los artistas
neobarroco. Cuando acentúa que la escri- estilo “apostado fuera de la escritura y es- una voluntad de confrontación cívica y de revistas y publicaciones especializadas y juglares y griots fueron artistas profesio- locales. Pero muchísimos otros, los cuales
tura es “una obturación, ensanchamiento cindiéndola con el rabo del ojo”; consuma cuestionamientos, la reflexión sobre el in- generales. Sus representantes no han reci- nales (vivían de su trabajo) y se apoyaron pudieran catalogarse como “cultos”, tam-
de la dilatación del ser habitada, explorada, “[e]l ejercicio de la escritura como un lati- dividuo y la realidad aspiran a la confor- bido la difusión y el respeto que han recibi- fundamentalmente en la cultura popular. bién lo hacen.
cavada, perforada, aserrada, rajada, acribi- gazo en la carne para abrir zanjas y liberar mación de una poética antes que de una do los practicantes de otros géneros. Sobre A través del tiempo, mientras aparecían En la Isla existen muchos artistas que
llada, trepanada, traspasada, desabrocha- fluidos”.20 política. < todo, en ciertos sectores de la cultura, se variantes musicales que se apartaban del han escogido el pop como línea de expre-
da, desvirgada, defenestrada, abierta”, está considera al pop un género menor, aso- ambiente popular, para adentrarse, con to- sión y que lo hacen con una calidad elevada.
señalando su anhelo por la palabra y lo Coda ciado a manifestaciones globalizadoras y tal justeza, en un ámbito más elitista (por Son capaces de llenar teatros y plazas, y de
nombrante, por la proliferación de condi- Tal posicionamiento estético deviene 1
Jamila Medina Ríos: “Nana 0”, en Huecos de araña, La Ha- de dominación cultural de algunos países, ejemplo, la ópera); las modalidades de la nuclear a fanáticos a su alrededor. Trabajan
ciones donde se infringe el lenguaje y se lo parte de la estrategia creativa de un gru- bana, Ed. Unión, 2009, p. 5. fundamentalmente capitalistas. Incluso, al- música popular, más sencilla, más orienta- con decoro y dignidad artísticos, a pesar
fragmenta, aceptando de antemano que el po de escritores que publican en la revista 2
Jamila Medina Ríos: “Nana VI”, ob. cit., p. 105. gún que otro funcionario o “representante da en sus temáticas y soluciones, al gusto y de que muchos de ellos no han podido
3
Jamila Medina Ríos: “Nana I”,en Primaveras cortadas, Pro- cultural” ha expresado en ámbitos espe-
ser permuta, se circunscribe y orbita en él. literaria la noria –Legna Rodríguez Igle- posibilidades de las clases más populares, grabar un disco, o de que nunca han visto
yecto Lietral, México, 2012, p. 8.
“Una escritura que se mira, y cuyo clítoris sias, Javier L. Mora, José Ramón Sánchez, 4
Jamila Medina Ríos: “Hungulación y bondades de la
cializados, pero públicos, que las obras de mantenían su espacio y lo ampliaban. su nombre en las páginas de una publi-
crece de excitación verbal, es de temer.”18 Oscar Cruz, por solo mencionar algu- anémona”, en Anémona, Santa Clara, Ed. Sed de Belleza, músicos que representen esta tendencia El siglo xx, con sus inmensas posibi- cación cubana. Vale la pena recordar que
Juega con las palabras, las repasa, las nos. Ese proyecto de autor, único de su p. 96, 98. debieran ser excluidas del festival anual lidades tecnológicas de difusión radial, Beatriz Márquez, llamada “La musicalísi-
amontona en un apetito siempre insatisfe- tipo en el país en estos momentos, acoge 5
Ibídem, 101. Cubadisco. televisiva y posteriormente digital, acen- ma”, Premio Nacional de Música, comenzó
6
Ibídem, 96. ¿El género y sus representantes en
cho, en un ansia incontenible por apresar una reinvención poética alrededor de una 7
tuó esas tendencias. Ya en las primeras cantando baladas pop internacionales, y
Jamila Medina Ríos: “En la botadura de mi plataforma
el o darle sentido a su identidad. Severo consciente formulación teórica, perspec- insular”, ob. cit., p. 63.
Cuba merecen ese tratamiento excluyen- décadas de esa centuria aparecieron los que gran parte de su repertorio está for-
Sarduy decía que de ese placer incontro- tiva de trabajo que encontrábamos an- 8
Jamila Medina Ríos: “Un cuerpo propio”, ob. cit., p. 54. te? ¿Qué motiva esas opiniones y acti- primeros ídolos de masas que represen- mado por obras de ese tipo. Otros grandes
lable por enfatizar en abundancia emerge, tes en propuestas como las de Orígenes y 9
Jamila Medina Ríos: “Hueso, surco y dinamita”, ob. cit., tudes tan negativas? ¿Deberían ciertos taban la cultura popular. Carlos Gardel, de la música cubana se ubican perfecta-
seductor, el erotismo.19 Si estamos ante Diáspora(s), pero que ha faltado a muchos p. 55. funcionarios, periodistas y especialistas, Bing Crosby, Johnny Ray, Frank Sinatra, mente en esa línea: Mundito González,
10
Jamila Medina Ríos: “En la botadura de mi plataforma cambiar su actitud y aceptar las obras de
una ejecución como gozo por la expresión en la Isla. De si los autores participan o no Doris Day, Nat King Cole, Edith Piaf son Leo Vera, Mayco D’Alma, Moraima Secada,
insular”, ob. cit., p. 64.
verbal; si su representación implica una de dicha propuesta depende la exclusión/ 11
Jamila Medina Ríos: “Fiestas de primavera a las puertas
ese género, como se hace con las de otros? algunos ejemplos destacados de esa fuer- Maggy Carlés, etc.
sensualidad y hasta sexualidad referen- inclusión en la revista; y la tomo como de Jerusalem”, en Huecos de araña, p. 88. Tales preguntas han guiado algunas de te corriente. Todos ellos hacían un tipo de El llamado pop cubano puede ras-
cial, fonética, visual; si su ritmo es de una referencia porque el término Generación 12
Jamila Medina Ríos: “Campos de amapolas en Hatia”, ob. nuestras reflexiones, que ahora resumi- música que hoy sería catalogada sin difi- trearse hasta los 60 (con Marta Strada, Jor-
desenvoltura que convoca; si al mismo Cero incluye una multitud donde todos no cit., p. 64. mos en este texto. Se intentará demostrar cultad alguna como “pop”. ge Pais, Pilar Moráguez, Luis Bravo, Luisa
13
Ibídem, p. 65. que ese tratamiento es injusto e inmereci-
tiempo desafía las convenciones mentales responden a las coordenadas por las que 14
Los 60 nos trajeron a Los Beatles, con María Güell, Danny Puga, entre otros).
Jamila Medina Ríos: “Caribdis”, en Anémona, p. 51.
y los versos fluyen y proliferan sin puridad se mueve esta poeta. 15
Jamila Medina Ríos: “Zona de intensidad”, en Huecos de
do y que los músicos cubanos que se han bellas obras que son paradigma del gé- Tuvo épocas de mejor o peor salud, pero
alguna, entonces, es este un erotismo cua- ¿Cuál es la singularidad de quiénes se araña, p. 93. dedicado al pop, en cualquiera de sus nero. Y “el rey del pop”, Michael Jackson, en la actualidad muestra una gran vitali-
jado en la raíz misma de la escritura. disponen en torno a la noria? Propugnan 16
Jamila Medina Ríos: “En los apriscos”, en Anémona, p. 74. variantes, hacen en su mayoría un traba- con toda su genialidad, nos recuerda que dad y, sobre todo, gran cubanía.
Se ha insistido, sobre todo después del un rechazo a los modos facilistas de crea- 17
Jamila Medina Ríos: “Huerto”, en Del corazón de la col y jo de calidad, agradable y de muy buen el género no se trata solo de baladitas con
otras mentiras, La Habana, Col. Sureditores, 2013, p. 39. nivel artístico, que puede compararse, en
posmoderno, acerca del papel medular ción, a la poesía sin una ideología como 18
melodías simplificadas que hablan de un Pero, ¿qué es el pop?
Jamila Medina Ríos: “Fur(n)ia”, en Anémona, p. 6, 7.
del lenguaje en la materialización de la fundamento, a las formas estereotipadas 19
Cf. Severo Sarduy: El barroco y el neobarroco, Ed. El Cuen-
gran medida, al mejor que se hace en el amor edulcorado. El género ha mostrado siempre una
experiencia humana. Es este quien hace y prefabricadas, a la obra con regusto ro- co de Plata, Buenos Aires, 2011. mundo. La música en América Latina y España amplitud y una variedad que hace que
cultura cuando enmarca en conceptos mántico demodé, al discurso ocioso, a las 20
Jamila Medina Ríos: “Fur(n)ia”, ob. cit., p. 5, 6. eclosionó en los 60 y 70 con una pléyade resulte extremadamente difícil definirlo.
Un acercamiento al pop en la historia de de cantantes, muchos de los cuales domi- Sus detractores lo asocian errónea y exclu-
la música naron, y aún lo hacen, el mercado hispano sivamente con baladas de ritmos fáciles
Como es conocido, “pop” es la apócope del pop. Raphael, Julio Iglesias, José José, y melodías relativamente simples, con
de “popular”. El término comenzó a uti- Rocío Jurado, José Feliciano, Nino Bravo, arreglos orquestales basados en formatos

50 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 51


de rock y de jazz, con intérpretes de piel terísticas más destacadas de su obra. Ha Aunque tienen en su repertorio temas un público que busca, sobre todo, diver- Muchos de los artistas catalogados llamó movimiento del feeling– y fueron
blanca, bien parecidos, y de poca calidad sido difícil, pues las fronteras entre una para divertirse y bailar (“Mueve la pachan- sión y entretenimiento. Y lo logran. como representantes del pop en la Isla, muy criticados e ignorados en su época. El
interpretativa. Lo vinculan a los intentos corriente y otra no siempre están claras ga”, “Botao en Madrid”, “El despechao”, mencionados en este texto son inmen- público y el tiempo demostraron quiénes
imperialistas de dominación cultural, que y, además, pueden variar de alguna can- “La buena suerte”, etc.), en cada una de El pop cubano y el mercado samente populares. Han tenido un éxito tenían la razón. Otro ejemplo, por si acaso
se valen de sus poderosos medios masivos ción a otra. sus grabaciones les han dado espacio a Uno de los grandes cantantes mencio- comercial en el extraño y atípico merca- el anterior no fuera suficiente: en las pági-
de comunicación. A la primera de estas corrientes pu- temas de carácter social, como “Indigna- nados en este trabajo le dijo una vez a uno do de la música en Cuba. Llenan plazas nas de la prensa cubana de los 60 pueden
Los autores de este trabajo sabemos diéramos llamarla trova-pop (algunos dos”, “Falsa verdad” y “Reinas de la no- de nosotros que “en Cuba, cuando te cata- una y otra vez en el decursar de los años. encontrarse múltiples críticas a la música
que una gran parte de la obra musical que prefieren llamarla “música alternativa”, che”, cosa que sus críticos han preferido logan de artista pop, te desgracian para Son capaces de ofrecer conciertos en de Los Beatles. Sobre esto no hay nada que
se cataloga como “pop” clasifica dentro pero el término no nos complace al resul- ignorar. No se han limitado a actuar con toda la vida”. Esa gran “ofensa” solo parece teatros como el Karl Marx, cosa a la que comentar.
esos parámetros. Pero definir así toda la tar demasiado amplio), pues sus princi- sus respectivas bandas, sino que se les ser superada por la de “artista comercial”, no se atreven algunos representantes de Algunas personas, en el colmo de la
música pop es injusto y también es mues- pales cultores provienen de la trova, con ha visto en interpretaciones con Los Van “música para el mercado” u “obra mercan- otros géneros musicales. Tales creadores arrogancia ignorante, alegan que el pue-
tra de un gran desconocimiento musical y canciones muy orientadas a la balada y Van, NG La Banda, La Charanga Habane- tilizada”, frases utilizadas por los detracto- tienen una obra que debe ser respetada, blo, las masas populares, no tiene la cul-
cultural. con letras más complejas, muchas de ellas ra, Eliades Ochoa, Paulito FG, Omara Por- res del pop para restarle méritos. aunque a algún crítico, periodista, artis- tura musical suficiente y por eso prefiere
Simplemente sería suficiente con es- inspiradas en problemáticas sociales. Al tuondo, Orishas, Charanga All Star, entre En realidad, si se revisa la historia de ta de otro género musical, comentarista un determinado género musical “malo”
cuchar la obra de Paul Anka, Mireille igual que Bob Dylan, en un momento del otros grandes de la música cubana. Su tra- la música popular y hasta la de otros gé- o productor de radio o televisión no le y lo privilegia sobre otro. Es posible que
Mathieu, Joan Manuel Serrat, Barbra Strei- desarrollo de su carrera, estos músicos se bajo se caracteriza por su originalidad y neros, la mejor que podemos citar ha sido guste. La arrogancia condenatoria e in- algunos grupos tengan preferencia sobre
sand, Johnny Mathis, Bruno Mars, Adele o han apoyado más en un acompañamiento cubanía. No por gusto fueron solicitados siempre muy comercial, muy aceptada justa que mantiene alejados a esos artis- géneros musicales de baja calidad durante
Celine Dion, para encontrar en ellas altas con base en el rock, puesto que privilegian por Dead Daisies, cuando visitaron Cuba, por el mercado. Mozart y Beethoven fue- tas de revistas o programas de televisión un determinado período de tiempo, pero
dosis de belleza y de originalidad musical el uso de bandas típicas de ese género para actuar como complemento en sus ron y son muy exitosos comercialmente. y radio debe cesar. Estos artistas deben el gran pueblo, la gran masa, no se equivo-
y poética, lo cual hace que podamos ubi- musical sobre la característica guitarra conciertos. Chaikovski también. Y pudiéramos llenar ser aceptados y reconocidos como ge- ca. Cuando Buena Fe llena una plaza con
carlas en la cumbre de la creación musical acústica. Algunos de los más destacados Una tercera corriente del pop cubano estas páginas de nombres cuya valía fue nuinos y válidos representantes de la treinta mil personas, y otro artista tiene
humana. músicos cubanos en esta década, dentro se acerca más al estereotipo mayormente reconocida, dadas la aceptación y el éxito música cubana. que limitarse a llevar cincuenta o sesen-
En la actualidad se pueden apreciar di- de esa línea, han sido el dúo Buena Fe y extendido sobre el género. Pudiéramos comercial de sus temas en su época, y ta (incluyendo a algunos parientes) a un
ferentes corrientes dentro del gran género Adrián Berazaín. Tal corriente se rastrea llamarle pop internacional, aunque esto posteriormente. En la música popular, Calidad pequeño local, no queda más remedio
llamado pop. Muchas de ellas se nutren de hasta el Grupo de Experimentación Sono- no quiere decir que sus representantes prácticamente todo lo que se recuerda per- En realidad, no existe una fórmula que suponer lo obvio: el pueblo prefiere
la gran cultura popular y de otros géneros, ra del ICAIC, con canciones emblemáticas desdeñen su cubanía. Son cantantes que tenece a lo que pudiera llamarse “artistas para decidir cuándo una canción es bue- lo mejor.
como el rock, el jazz y la llamada música como “Cuba Va”; pero también hasta Mar- se concentran, sobre todo, en baladas de comerciales”: Elvis Presley, Benny Moré, na o no. Ningún musicólogo, por experto Los mejores artistas de las corrientes
clásica. El pop indio, que puede apreciar- tín Rojas y Sonorama 6, Mike Porcel y Los corte internacional, no pocas compuestas Lucho Gatica, The Rolling Stones, Pedro que sea, se atrevería a proponer algo así, del pop cubano hacen un trabajo musi-
se en las películas de Bollywood, es un Dada. Los “puristas” y supuestamente “pu- por ellos mismos. A través de varias déca- Infante, The Who, y otros, han sido muy o al menos no lo han hecho hasta ahora. cal de altísimo nivel, de gran belleza. Sin
ejemplo de ello. Esas diversas corrientes ros” –al igual que en su momento hicieron das de música cubana, se pueden identi- exitosos comercialmente. Juan Formell y Es que resulta imposible predecir cuán- las condiciones políticas y económicas
pueden ser más roqueras (Elvis Presley y con Dylan– no han perdonado al dúo ficar trabajos de algunos de nuestros más José Luis Cortés, el Tosco, han declarado a do una canción tendrá éxito o no, excep- que durante décadas han impedido la li-
Paul McCartney) o más “clásicas” (Frank Buena Fe, que fue alevosamente acusado grandes cantantes relacionados con esta la prensa muchas veces que hacen su mú- to por la combinación de dos factores: la bre circulación de nuestros artistas por el
Sinatra), más jazzistas (Natalie Cole) o de ser una mezcla de Ricardo Arjona con corriente. Por ejemplo, la diva Omara Por- sica pensando en el bailador, que es lo mis- aceptación popular de la canción (o el mundo y en las emisoras latinas esos ar-
más latinas (Ricky Martin). Con fuentes Juan y Junior, ni a Berazaín, por un cierto tuondo, en los años 60, hizo mucho pop mo que decir que dirigen su trabajo a un “impacto social”) y la permanencia de esa tistas serían líderes mundiales.
tan amplias, solo la imaginación de músi- enfoque light de sus letras y sus canciones. internacional con las D’Aida. A Beatriz mercado objetivo. aceptación a través del tiempo. No puede
cos e intérpretes pone límites. Pero el pueblo, infinitamente sabio y puro Márquez ya se la mencionó. Se puede agre- La realidad es que componer e inter- faltar ninguno de estos factores. Si el pue- Unas palabras finales
La tan criticada “simpleza” del pop en sus sentimientos y preferencias, ha gar a Farah María, Héctor Téllez y Miguel pretar un tema que sea aceptado por el blo no la acepta, no la canta, no la silba Este texto no ha tenido como objetivo
(rasgo que pudiera criticársele también aceptado a esos artistas y los premia con el Ángel Piña. Y también a Los Zafiros (so- mercado, lejos de ser una deficiencia, es o tararea; la canción no “tiene garra”, es herir o criticar a nadie por su opinión o
a otros géneros) tampoco requiere de un reconocimiento y el afecto. bre todo con temas como “Mi oración”) y a una virtud, un gran acierto. El mercado simplemente algo intrascendente. Y si no gusto musical, al cual todos tenemos de-
análisis; basta escuchar por unos minutos a A lo largo de las tres últimas décadas Los Meme. Hasta la inmensa Rosita Fornés es un mecanismo de distribución, al que permanece a través de los años, tampoco recho, sino solo ha querido poner en su
algunos artistas como Beyoncé o Whitney hemos sido testigos de la aparición de hizo mucho pop de este tipo. personas e instituciones concurren para merece ser catalogada como algo bueno. justo lugar a una manifestación artística
Houston, Charles Aznavour, Björk o Enya, varios artistas que surgieron bajo el in- En la actualidad hay una pléyade de in- intercambiar bienes que satisfagan sus ne- La única forma de justificar esta afirma- discriminada y marginada, por prejuicios
Rocío Dúrcal o Mijares. Estos artistas ha- flujo de la trova, pero que han enfocado térpretes que se apoyan en la estética pop cesidades. Y estas pueden ser necesidades ción es mediante la observación empírica: o incomprensiones. El gusto musical per-
cen música muy elaborada, compleja y sus más recientes trabajos dentro del pop, internacional, para hacer sus temas y tam- espirituales o físicas, que llenen una ba- lo que ha permanecido, por una razón u sonal de alguien no debe ser trasladado a
hermosa y, encima, han sido capaces de como Descemer Bueno, David Torrens y bién mucha de la música cubana tradicio- lada o un son, un bolero o un rock. Ade- otra, es bueno; y lo que no se recuerda, su posición administrativa en el mundo
hacerla llegar a grandes masas. Vanito Brown. Sobresale Bueno, con un nal. Mayco D’Alma, Rafael Espín, Rebeca más, ningún músico compone para no ser pues por alguna razón será. de la cultura: si a un director de una revis-
La realidad es que el pop puede ser tan impresionante éxito internacional. Otros Martínez y Leo Vera son algunos de ellos. escuchado; todos tienen el gran sueño de La inmensa mayoría de los artistas ci- ta no le gusta el pop-rock, tiene derecho a
bello y tan variado que sus creadores pue- artistas, sobre todo jóvenes, enriquecen Otros destacados intérpretes se pueden llenar plazas o estadios. Solo que algunos tados aquí como paradigmas de las prin- criticarlo en un artículo, pero no a cerrar
den lograr que lo sea, en dependencia de esta línea. encontrar en cabarets y boîtes de la noche pueden y otros, no. cipales corrientes del pop en la Isla han las páginas de la publicación que dirige a
su talento. Otra importante corriente es el pop- habanera. Un gran compositor de tal ver- De los miles y miles de composito- colocado canciones en la preferencia de trabajos que analizan esa manifestación
Ningún género musical es mejor ni rock, entre cuyos artistas la utilización tiente musical es Osmany Espinosa, muy res que han existido en la historia y que los cubanos y de públicos extranjeros, du- musical. Lamentablemente, esto ocurre
peor que otros, todo depende de sus intér- del rock es mucho más fuerte e impor- exitoso con sus trabajos. existen, quizá solo una pequeña parte ha rante años y años. Esas canciones se can- con directores de programas de radio y te-
pretes. tante. Sus cultores más destacados son A la cuarta corriente podemos llamar- tenido el privilegio de escuchar que al- tan, identifican a los cantantes, y poco a levisión, periodistas o comentaristas mu-
Moneda Dura (en cualquiera de sus ver- la pop electrónico, a falta de un mejor gún anónimo ciudadano le tararee una poco van consolidando su lugar en la his- sicales, directores de espacios culturales
Corrientes principales del pop en Cuba siones), Tesis de Menta, Wena Onda y, nombre. Es la que hacen grupos de jóve- canción mientras camina por la calle. Esa toria artística y musical de nuestro país. y otros.
Los músicos cubanos que han sido sobre todo, los hermanos David y Ernesto nes, como SMS, Ángeles de La Habana, etc. sensación debe ser muy grande, muy pla- Sencillamente son buenas canciones, y el El pop cubano, en cualquiera de sus
catalogados como “artistas pop” también Blanco, cada uno con su propio proyecto. Está dirigida principalmente a un público centera para el compositor. pueblo lo ha reconocido así. Se han con- corrientes musicales, tiene gran calidad y
muestran una diversidad tan grande que Fundamentalmente los Blanco se han adolescente. Los artistas se caracterizan La aceptación de una obra musical por vertido en clásicos de la música cubana. manifiesta una cubanía digna de celebrar.
resulta difícil enmarcarlos en un solo gé- distinguido por su capacidad de fusionar por interpretar temas muy simples, y por grandes masas de personas no es sinóni- Cualquier crítico, periodista o inclu- Debe reconocerse y aceptarse por parte de
nero, incluso si aplicamos altas dosis de géneros de la música cubana con el rock, dotar sus presentaciones, de una fuerte mo de falta de calidad, más bien todo lo so otros músicos pueden decir –o no todos, con un legítimo orgullo. <
simplificación. Al analizar el quehacer en una forma que no se había visto des- carga coreográfica al estilo de Mecano, contrario. “Yolanda”, de Pablo Milanés o decir− lo que quieran. No será la prime-
de los músicos cubanos más representa- de el chicano Carlos Santana. Han hecho Timbiriche y otros clásicos internaciona- “Yesterday”, de Paul McCartney, son dos ra vez que eso sucede. Basta un ejemplo:
tivos dentro de este género, concluimos sones, mambos, chachachás, guarachas, les del género. Los críticos los machacan canciones que han tenido una popula- algunos jóvenes en los años 40 y los 50
que pueden ubicarse en líneas o corrien- merengues, congas; todo perfectamente inmisericordes, pero simplemente hacen ridad inmensa. Y son dos obras de arte crearon un montón de buenas canciones
tes principales, en función de las carac- integrado con las estructuras del rock. un trabajo sin grandes pretensiones, para bellísimas. con una nueva estética –lo que luego se

52 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 53


sumaban, por efecto inmediato de asocia- tuvieron varios de sus textos teatrales, así se o repetirse, Del Pino, sin asimilarlo de
ción, los nombres de Miguel Hernández como a la obtención de dos importantes manera consciente o al menos eso quiero
y Pablo de la Torriente Brau, a partir de la y prestigiosos lauros. Sin considerarme creer, retoma las directrices de otros tea-

Amado del Pino


pieza aludida. Esa incursión teatral que un puntual estudioso de su escritura, ni tristas que le antecedieron. Sin traicionar
por segunda vez aunaba la labor directiva haberle dedicado artículos o ensayos a su un cosmos dramático conciso, ni tampoco

Farewell
de Celdrán en colaboración con un drama- labor como otros investigadores (Osvaldo recaer en modismos facilistas, las obras
turgo cubano (y vivo, en aquel momento), Cano, Vivian Martínez Tabares u Omar comienzan a dar giros en idiolectos cada
solo antecedido por Abel González Melo, Valiño, por solo mencionar algunos), pu- vez más evidentes hasta arribar a la ac-
también contenía en la propuesta drama- diera especular que entre El zapato sucio y ción de Cuatro menos, en la que mediante
túrgica cambios, retos y desafíos en la es- Cuatro menos se puede concentrar un arco un panóptico coral se asiste a la absoluta
critura de Amado del Pino. Fragmentada evolutivo en su mirada teatral que llega a tendencia del descalabro, al escepticis-
en su estructura, aleatoria en su composi- entenderse como una renovación. Estas mo colectivo y, por ende, al desencanto.

a un socio
ción fabular, protagonizada por persona- dos obras completamente divergentes en Ese enfoque directo de la destrucción
jes que aludían a seres reales e históricos, sus postulados estéticos permitieron a su en el dispositivo escénico, a diferencia de
la pieza se alejaba de manera evidente de creador, oriundo del poblado de Tamarin- regodearse en lo morboso, pretende la re-
la producción dramática anterior del au- do en la región avileña, alzarse con sendos composición de las partes, la alerta de lo
tor. A pesar de encontrar algunas simili- premios “Virgilio Piñera” y “Carlos Arni- inminente y aboga por no ocultarlo, sino
tudes compositivas con cierta línea teatral ches” en los años respectivos. Del primero por abrir las puertas, que es como se se-
desarrollada por dramaturgos cubanos a de los galardones quizá no deba realizar paran las escenas-estancias de esa pieza.
finales de los 80 y principios de los 90, que muchas aclaraciones, ya que el nombre Al decir del teatrólogo Osvaldo Cano en
tenían por objetivo ahondar en la existen- que ostenta esta distinción resulta com- el prólogo a la edición española: “Cuatro
cia (y los conflictos) de poetas cubanos prensible por sí mismo, pero deseo hacer menos es el texto más incisivo de los escri-
del siglo xix (Abelardo Estorino con Vagos la salvedad de que Del Pino lo obtuvo en tos hasta el momento por este autor”,5 y
Roberto Viña Martínez rumores, Salvador Lemis con Mascarada su primera convocatoria. El otro galar- deseo mantener esta cita con la precisión
Casal o Abilio Estévez con La verdadera dón, por su parte, responde a su recono- que acucia, ya que es sabido que, antes de
culpa de Juan Clemente Zenea), Del Pino en cimiento internacional, específicamente morir, Amado del Pino había dejado al
su propuesta realiza un salto cualitativo en España, al ser un premio que otorga el menos cinco textos concluidos: una pieza

C
sobre obras precedentes como Tren hacia Ayuntamiento de Alicante a autores con- teatral inédita titulada Fabricante de bo-
onfieso que llegué tarde a fluenciar de manera casi intuitiva en los Mi vinculación con él no comenzó has- la dicha (1987) o Penumbra en el noveno temporáneos, y estar considerado como das, que han leído varios de sus amigos,
la dramaturgia de Amado discursos (po)éticos del otro sea una po- ta el año 2010, cuando mi interés de estu- cuarto (2004). Estos textos le granjearon al la segunda distinción más importante de y cuatro piezas cortas. Del mismo modo,
del Pino. Y aún no creo ha- sibilidad plausible. En cierta forma, y creo diante universitario, proyecto en ciernes creador –y en años diferentes– benepláci- dramaturgia en toda Iberoamérica.4 La queda un ensayo que versa sobre la figura
berlo leído en su totalidad. que sin proponérselo, la ética de Amado, de dramaturgo, seguía las pistas creativas tos con la crítica (esa exigua y vilipendiada idea, pues, de renovación en la literatura de Virgilio Piñera, texto que lo obsesio-
Pero este detalle minúsculo esa camaradería que lo sumía en un de- no de un autor dramático sino de un direc- conglomeración artística) y con el público, dramática de este creador se asocia a una naba desde la celebración del centenario
que puede resultar intrascendente para al- bate apasionado por el teatro, se permeó tor teatral. Carlos Celdrán, con su Argos que hizo de la segunda de las produccio- continuidad, secuencia de un acervo, más de este escritor en 2012 y que un año más
gunos, me resulta muy esclarecedor para en mi visión de la escena, así como en los Teatro de casi quince años de fundado en nes un éxito a partir del montaje dirigido que a una originalidad temática o com- tarde, vería la luz por la editorial Verbum
aquellos que intuyen este texto como un diversos escenarios que hoy conforman el ese momento, se enfrascaba en el proyecto por el actor Osvaldo Doimeadiós y que tu- positiva. A pesar del predominante filón de España.6
panegírico minucioso acerca de su pro- arte cubano. Amado del Pino era de esos de devolver a la escena, como al panora- viera entre sus roles protagónicos a Omar realista en sus piezas, elemento intrínseco Mi llegada tardía a la dramaturgia de
ducción teatral. Nada más alejado de la hombres que, al descubrir complicidades, ma literario y cultural del país, la figura Franco en un papel que más tarde repeti- que lo unió a poéticas de directores como Amado del Pino posibilitó que primero
realidad. Este texto parte de la memoria obsesiones similares e inquietudes creati- preterida (y centenaria ya para la ocasión) ría para la gran pantalla, bajo la dirección Alejandro Palomino y su Vital Teatro, o a conociera al que fuera amigo, al confiden-
emotiva y sobre ese estrato se postula. vas que con el tiempo no menguan sino del poeta español y activista político Mi- de Charlie Medina.2 Aunque entre estas Julio César Ramírez con su Teatro D’Dos, te de inquietudes creativas, al socio. Re-
Deben desechar la noción teatrológica y que se exacerban, podía manifestar una guel Hernández. A través del texto teatral obras medien cerca de quince años, y con Amado del Pino enarbola de manera cons- cuerdo que luego de enviarle aquel texto
académica de inmediato, ya que lo cierto comunión rayana en la hermandad. Sin Reino dividido,1 Del Pino rendía tributo al respecto a Reino dividido, sumen casi veinte tante la búsqueda de una ruptura que no ensayístico publicado en la revista Viden-
es que con respecto a su fecha de falleci- importar diferencias de edades, credos y poeta con su escritura, que fuera fruto de de desempeño dramatúrgico, el listado de desdeña la tradición, que no la omite, mu- cia7 nuestra comunicación por vía de correo
miento –inesperado, por demás, para la procedencias divergentes, sin hacer caso una investigación exhaustiva en España. El piezas teatrales de su autoría añade otros cho menos la niega, sino que, anclada en electrónico fue haciéndose habitual. Sus
mayoría de los que lo conocimos– el pasa- a disparidades de índole vivencial, era po- resultado entonces devino relato de vida, títulos de renombre y se compagina con sus postulados, la contextualiza, la renue- exhortaciones de paciencia ante mi pre-
do 22 de enero, día del teatro cubano, mi sible percibir un elemento aglutinador en fábula de un credo que entre la biografía un arduo quehacer en la crítica y el perio- va, volcando en los textos las interrogan- mura creativa no solo eran acertadas, sino
apreciación de su dramaturgia y su poéti- todo ese intercambio de energías que re- y el compromiso social dejaba entrever dismo cultural focalizado principalmente tes más acuciosas de su época. Admirador que a veces se complementaban con el
ca fue tardía. sultaba el diálogo con él: un entusiasmo una eficiente arquitectura dramatúrgica en el teatro, en específico en los montajes confeso del teatro de Abelardo Estorino y condimento añadido de alguna anécdota
Primero conocí a la persona, al hom- unívoco por el teatro. y una aproximación de carácter huma- escénicos que reseñara de forma casi mo- Virgilio Piñera, fiel seguidor de las obras personal. Asimismo, las puestas en escena
bre bonachón y desmesurado, luego, por Sé que el teatro no lo salvó. Al menos, nista a la personalidad de ese bardo y de nástica cada semana desde las páginas del desarrolladas por colegas y amigos como de sus últimas obras, en su mayoría diri-
un efecto más de curiosidad contrastante, no todo lo que puede salvar una obsesión. aquellos que lo rodearon en su lucha po- diario Juventud Rebelde. Esta experiencia Ulises Rodríguez Febles, la noción de una gidas por Alejandro Palomino, e incluidas
por corroborar si la gracia de su conver- Su salvaguarda más bien tiene nombre lítica. Lo que en ese instante se consolidó encomiable del ejercicio crítico sobre la sociedad cambiante a pesar de anquilo- en el libro Triángulo vital8 publicado re-
sación diáfana, si la malicia de su crio- de mujer: Tania Cordero. Pero allí donde como una identificación admirativa por escena cubana le valió a Amado un grado samientos, y el sentido de hurgar incluso cientemente, concluían con apasionados
llismo locuaz y travieso, y si la premura Tania fue confidente, compañera, aviesa el trabajo de esta compañía muy pronto de presencia imprescindible en el ámbito en aquellas zonas donde ya no podemos debates e intercambios de criterios que
(por no decir celeridad supersónica) de devota y crítica, permanecía de forma in- se tradujo en un ensayo (tanteo escritural y conformaría en 2007 el volumen Acota- reconocernos, otorgan las herramientas aumentaron mi acervo y sensibilidad ha-
su palabreo pervivía en su escritura, me quieta un eco de sus mejores personajes, primerizo y pretencioso en sus búsquedas ciones. Crítica teatral 1985-2000,3 publicado a este dramaturgo para diseccionar nues- cia el teatro. Esas conversaciones electró-
acerqué al autor. El descubrimiento no así como una imagen enraizada de sus formales) que luego sería publicado por por Ediciones Unión, el cual recupera el tro complejo entramado social. Siempre nicas se hicieron acompañar de muchas
pudo ser otro. Lo entiendo ahora. Y aun- más grandes virtudes. Por ello, tal vez no la revista avileña Videncia, y que hacía un título de la sección que por varios lustros desde una mirada popular, que no así po- inquietudes que derivaban de forma di-
que pudo haber sido de un modo inverso, sea descabellado pensar que como buen repaso de aquellos héroes marginados, de firmó también para el periódico Granma. pulista o banal; desacralizada, e incluso recta en el inaprensible arte de la escena.
agradezco al azar concurrente que todo “cordero” que quita el pecado original de aquellos argonautas relegados que de for- Coincido con el criterio de diversos alentadora por momentos; “la poesía de la No olvidaré la deferencia con que publicó
haya sucedido como una aseveración, artistas irredentos y tozudos como era él ma persistente Carlos Celdrán quebraba investigadores que consideran que su ma- crudeza” en el teatro de Amado mientras una reseña crítica sobre mi primera pieza
una certeza de que –todavía– existen mismo, Tania deviniera, muy en el estilo y/o recomponía sobre sus escenarios. Por yor repercusión y consagración definitiva más se enquista, mayor optimismo pre- teatral –que le regalé sin pretensiones–, y
personas que provocan en los demás un autofágico y ritual del teatro griego, una supuesto que a ese bosquejo, compendio, en las tablas está comprendida entre los tende alcanzar, mayor hondura denota. Al lo sincero que fue en ella al remarcar en
profundo sentimiento de admiración, y ofrenda propicia para expiar desmesuras, a esa pléyade que abarcaba tres lustros de años 2002 y 2008, y ello se debe en bue- variar espacios, tiempos, así como modu- un mismo proyecto los consabidos des-
que el hecho de que alguien pueda in- excesos y devociones. infatigable quehacer escénico, ahora se na medida a la continuidad escénica que laciones con el objetivo de no encasillar- manes de la ingenuidad junto al pulso de

54 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 55


20

©rítica
mayo/junio17
un autor novel que se arriesga. Para este 1
Reino dividido fue estrenada el 12 de febrero de 2010 en
la sala Argos Teatro de La Habana, bajo la dirección de
momento, y distante de su asiduo traba-
Carlos Celdrán. Luego de una temporada en Cuba, el
jo en las páginas culturales del periódico espectáculo prosiguió su periplo por las ciudades es-
Juventud Rebelde, o de la revista Revolución pañolas de Alicante, Orihuela, Granada, Sevilla entre es
y Cultura, Amado mantenía desde España ion
otras. Tales datos se encuentran recogidos en la pu- in

p
una columna de autor en las páginas di-

so
blicación del año 2011 de esta pieza. Para más detalles

su
consultar: Amado del Pino: Reino dividido, Ed. La Me-
gitales del sitio web de la UNEAC y en el

esponsable de
moria, Centro Cultural “Pablo de la Torriente Brau”, La
magazine Cuba Contemporánea. Habana, 2011.
Sin irse del todo, sin partir en ningún 2
Penumbras (2012). Producción entre RTV Comercial, Tele-
momento, aunque con un código postal un visión Cubana (ICRT) y el ICAIC. Dirección de Charlie Medi-

es r
poco más alejado, Del Pino nunca perdió ni na. Guión de Carlos Lechuga, basado en el texto Penumbra

or
en el noveno cuarto, de Amado del Pino. Interpretado por
pie ni pisada, ni estreno ni publicación vin-

ut
Omar Franco, Tomás Cao, Ismercy Salomón y Omar Alí.

aa
culados con el teatro cubano. Desde la dis- 3
Amado del Pino: Acotaciones. Crítica teatral 1985-2000, ca
d

tancia estaba más presente que antes. Con


©
Ed. Unión, La Habana, 2007.
esa capacidad única de estar sin aparentar- 4
Para más detalles al respecto, puede consultarse la pági-
lo. Su partida física no parece tal y con esa na web <http://www.aat.es/premios-de-teatro/premio-
de-teatro-carlos-arniches/>.

Cuba en sepia:
sonrisa sempiterna, ese gracejo presto a la 5
Osvaldo Cano: Prólogo a la obra Cuatro menos, Alicante,
broma, a la sabiduría de la calle, siguen ha- Ayuntamiento de Alicante, XVI Muestra de Teatro Espa-
ciéndose necesarios su crítica atinada y sus ñol de Autores Contemporáneos, 2009, p. 10. libros
un libro necesario
personajes entrañables que nos devuelven 6
Amado del Pino. Teatralidad y cultura popular en Virgilio
con cada frase eso de lo que somos inca-
paces de desprendernos, y que con cierta
7
Piñera, Editorial Verbum, España, 2013.
“Argos Teatro: biografía escénica de héroes margina-
57
dos”, Videncia, Ciego de Ávila, n. 24, enero-abril, 2011.
Cuba en sepia, de José
rapidez y algo de arrogancia de inmediato 8
Amado del Pino: Triángulo vital. Antología, La Habana, Ed. Antonio Michelena.
nombramos como cubanía. <

}
Unión, 2014.

58
El juego galante, de
Félix Julio Alonso. libros
59

P
Cambiar el mundo.
Mis años en Cuba, de Margaret ublicado por Ediciones pormenores. Y, por tanto, tampoco el

Obituario
Randall. Boloña, bajo el cuidado presente, con todas sus aristas, acier-
editorial de Claudia Fer- tos, desaciertos y contradicciones.

61 nández Miguel, cubierta


de Darwin Fornés y diseño interior de
Sin los cronistas de Indias, nada
o muy poco sabríamos de nuestros
Bosques fractales, de
Joyce Hidalgo Gato, José Antonio primeros ancestros, de la amplia va-
José Rolando Rivero.
Michelena nos regala cuarentaisiete riedad y particular riqueza de nuestra
crónicas, hábilmente insertadas en el flora y fauna en el momento de produ-
62

E
cuerpo de un libro con amplia varie- cirse el “descubrimiento” y la Conquis-
l 28 de marzo falleció a los ochentaidós años el investigador y ensayista Salvador Arias (Caibarién, El fuego de Ruan dad temática, entre las que podemos ta: el llamado encuentro de las culturas
1935). Doctor en Ciencias Filológicas e Investigador del Instituto de Literatura y Lingüística por largos llueve sobre La Habana, de hallar remembranzas históricas rela- europeas y americanas. Sin ellos y sin
cionadas con el almirante Cristóbal los cronistas de los siglos posteriores,
años, y más recientemente del Centro de Estudios Martianos, fue un estudioso de la obra de intelec- Roberto Méndez.
Colón, los ataques piratas contra di- ¿qué sabrían de nuestro país las pre-
tuales como José María Heredia, José Martí y Alejo Carpentier. Algunas de estas investigaciones fueron
versas poblaciones y fortalezas de la sentes y futuras generaciones? ¿Cómo
publicadas en los volúmenes Tres poetas en la mirilla (1981), Glosando La Edad de Oro (2001) y Aire y Isla, las primeras imprentas en Cuba, sería nuestro conocimiento actual de
fuego en la raíz: José María Heredia (2001). Entre los diversos reconocimientos que recibió destaca el Premio Anual el primer ferrocarril, los juegos infan- la vida de los cubanos en las diferentes
de Investigación Cultural (2000) que le otorgó el Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana “Juan tiles de antaño, el tranvía, los circos, épocas, si solo contáramos con los li-
Marinello”. los cines…, y así –con ese estilo carac- bros que narran los grandes episodios
Días después, el 31 de marzo, a los noventainueve años, murió la “profesora invisible”, Juana Rivero Casteleiro o terístico del buen narrador– nos hace de la Historia?
Cuca Rivero, como era conocida por muchos. Su voz llegó a varias generaciones de cubanos que recibieron clases de viajar por el tiempo y por la huella de Por suerte, además de los cro-
educación artística-musical a través de la radio, pues además de sus estudios iniciales de guitarra y su larga experien- nuestros predecesores de manera nistas de Indias, hemos contado
cia en el canto coral, Rivero fue guionista, directora y conductora de estos programas-clases que se mantuvieron al amena y reconfortante. con escritores como Julián del Casal,
aire por más de veinte años. Su labor pedagógica despegó en los años 50, cuando fundó y participó en varias agrupa- Lo primero que quiero destacar Gertrudis Gómez de Avellaneda, Ma-
es la importancia que tiene para mí nuel de la Cruz, José Agustín Millán,
ciones, creó el Coro de la Televisión Cubana, luego dirigió el Teatro Lírico Nacional y, en los años 60, fue fundadora
el género en que está escrito este li- Antonio Bachiller y Morales, Álvaro
de la Escuela Nacional de Instructores de Arte. En 1997 confeccionó el catálogo del relevante compositor José Ma-
bro. Es, sin dudas, la elaboración de la de la Iglesia, José María de Cárdenas,
ría Vitier. Por sus sobresalientes aportes recibió reconocimientos como el Premio Nacional de Radio, de Televisión crónica y el artículo de costumbres, Anselmo Suárez Romero, Luis Vic-
(2003) y de Música (2005). práctica que se debe estimar –por su toriano Betancourt, José Victoriano
El 5 de mayo, conocimos la pérdida de la destacada profesora y ballerina cubana, radicada en Estados Unidos, contenido y finalidad, por su eterna Betancourt, Renée Méndez Capote,
Margarita de Saá (La Habana, 1941). Fue discípula de Alicia Alonso y formó parte de la primera gira internacional del vigencia– como patrimonio periodís- Emilio Roig de Leuchsenring, Eduardo
Ballet Alicia Alonso en un recorrido artístico por los más importantes escenarios danzarios de América Latina en 1954. tico y literario de una nación. Porque Robreño, entre muchos otros que han
Luego, junto a Loipa Araujo, Mirta Plá, Josefina Méndez, Aurora Bosch y su hermana Ramona de Saá, destacó como sin esos breves flechazos sobre el aportado, con su ingenio y dedica-
una de las figuras jóvenes más promedoras de dicha compañía. En 1963 participó en la filmación de la película Giselle, acontecer cotidiano, necesarios para ción en la investigación y la creación
de Enrique Pineda Barnet. Una década después, en 1974, Margarita de Saá y su esposo, el bailarín norteamericano conocer una sociedad, su gente, sus literaria y periodística, a conformar un
John White, fundaron una Academia de Ballet en Pensilvania, Filadelfia, donde desarrolló una importante labor como hábitos, sus costumbres, su historia, acervo imprescindible para el conoci-
sería imposible apreciar y compren- miento y el atesoramiento de la me-
maître y pedagoga. <
der el pasado en todas sus facetas y moria histórica de la nación.

56 La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 57


EL juego Vivir la Revolución:
En ese mismo camino, otros pe- oportuno destacar que de poco sir- dicho siglo. A lo que habría que agre- nes que, desde la década del 70 del
riodistas y escritores cubanos están vió que la litografía de Luis Marquier gar el meritorio trabajo editorial de pasado siglo, han hecho del estudio
siendo reconocidos en la actualidad –el medio visual dominante a falta Teresa Blanco y el diseño de Alfredo y de la interpretación creativa del
por su labor encomiable en la escritu- de televisión– idealizara en magni- Montoto, así como el sustancioso deporte un referente de igual impor-
ra y divulgación del artículo y la cróni-
ca costumbristas; entre ellos, el autor
de Cuba en sepia.
galante ficas estampas dichas corridas en La
Habana, representando hermosas
damas en la primera fila de la plaza
prólogo del doctor Roberto González
Echevarría, profesor de la Universidad
de Yale.
tancia intelectual y artística que los
géneros habituales que identifican
a sus más emblemáticas obras de la
a propósito de

}
Como lector, puedo afirmar que
he disfrutado mucho con la lectu-
ra del libro. Michelena es un escri-
de toros, porque lo más activo e ilus-
trado de la burguesía criolla cada vez
más hizo del beisbol su bandera de
De esta suerte, El juego galante
no solo viene a sumarse a la ya am-
plia e imprescindible bibliografía de
literatura y el arte. El juego galante,
sin galantería aduladora, es un tex-
to que se erige desde ahora en par-
Cambiar el mundo.
libros
Mis años en Cuba, de
tor avezado, dueño de una prosa lucha en este novísimo y socializador su autor relacionada con la historia te sustantiva del conocimiento de
dinámica, seductora, con garras para campo de la cultura. Sirva de ejemplo de nuestro deporte nacional, sino nuestra historia durante la segunda

H
atraparnos. Siendo él un individuo la defensa que del importado juego que lo reafirma como uno de los mitad del siglo xix, independiente-

Margaret Randall
de amplia cultura y buen dominio del aber escogido el día del jugador en el contexto histórico en el hiciera el joven filósofo Enrique José creadores representativos de una mente de que el lector o consultante
idioma, no hace ni el más mínimo amor para la presenta- que se sedimentó nuestra identidad Varona, o las descripciones de ese nueva hornada de historiadores, lite- que abra sus páginas sea un amante
alarde de sabiduría o erudición. Con ción del libro El juego como nación. Hablamos del perío- deporte y de su fanaticada debidas a ratos, artistas y críticos de arte, que o no del beisbol. Gracias, una vez
ese tacto de quien conoce el oficio, galante, de la autoría del do que va desde la introducción del la pluma del poeta Julián del Casal, las han hecho del beisbol –sin tilde en más, Félix Julio, por mantener tu ave-
ha forjado las páginas de su libro doctor Félix Julio Alfonso López, edi- beisbol en la Isla, en 1864, hasta su que, por su actualidad y desenfadado la “e”– tema esencial de su protago- rage intelectual por encima de los
como un orfebre, con la delicadeza tado por Letras Cubanas y Ediciones interrupción temporal en 1895, como estilo modernista, bien podrían ser nismo en los respectivos campos de trecientos…, y sin una sola pifia a la

}
y precisión de quien trabaja la joya. Y Boloña de la Oficina del Historiador consecuencia del inicio de la terce- publicadas en la página deportiva del conocimiento y expresión. Realidad, defensa.
esa impresión, precisamente, nos dan de la Ciudad, fue todo un acierto. Por- ra de las guerras de independencia periódico Juventud Rebelde, pues son por último, que inserta a la cultura
las crónicas que aparecen en el libro: que entre los muchos amores que lle- libradas por los cubanos en dicho una copia al calco de las polémicas y cubana en el selecto grupo de nacio- Jorge R. Bermúdez
ser brillantes joyas, prendas elabo- nan la vida de todo hombre creador, período. De este humus benéfico y algarabías que propiciara el play off libros
radas para el lector especializado y el que siente Félix Julio por el deporte glorioso se nutre El juego galante. de nuestra Serie Nacional hace solo
para el lector común, prendas que no en general y el beisbol en particular, Si bien su título nos retrotrae a semanas. Con tales crónicas Casal
se gastarán con el paso del tiempo, es el mejor aval para dar por seguro las fiestas galantes del pintor barro- nos confirma, una vez más, que el
porque se insertan en la historia, en la que el libro no los defraudará. co francés Antoine Wateau, debe su hombre es el mismo y otro. Y, por
literatura y en el periodismo con esa Su persona, más que notoria por nombre al contexto histórico y socio- supuesto, Félix Julio asume el hecho
sustancia perenne que las hace nece- su presencia en el emblemático pro- cultural en el que se inserta y desarro- desde una verdadera radiografía de la ¿Qué paga ese sudor, el tiempo que se va?
¿Qué tiempo están pagando?: el de sus vidas.
limitaciones en el acceso a las fuen-
sarias y duraderas. grama Escriba y Lea de la televisión lla el beisbol en nuestro país, el cual sociedad cubana de entonces.
¿Qué vida están sangrando por la herida tes, el temor a cuestionar a figuras
Cuando releía el libro, no podía nacional, se hace igual de cercana tendrá a La Habana, junto con Matan- Así, Félix Julio recrea la época ge-
de virar esta tierra de una vez? icónicas del liderazgo revolucionario
dejar de pensar en esos valores que por su ya amplio destaque como zas, como centros iniciáticos recto- nésica del beisbol en Cuba, apoyado Silvio Rodríguez-Pablo Milanés y la promoción por el poder de una

E
ahora llaman agregados, apreciables historiador: disciplina de las huma- res. De ahí que el marco geográfico en el dato preciso y el análisis enri-
historia oficial escasa en matices han
en cada una de las crónicas y en su nidades que su labor investigativa referencial del hecho histórico estu- quecedor de sus circunstancias más En el mes de febrero pasado, la galería Ethelbert Cooper
s conocido que el examen boicoteado de forma sistemática los
conjunto. Y veía lo necesario del li- singulariza al centrarse en la historia diado se centre en la región occiden- sobresalientes e influyentes, sobre de Arte Africano y Afroamericano, que funge como espacio de la Revolución Cubana re- esfuerzos por brindar una recons-
bro para el narrador, el dramaturgo, del beisbol cubano. En efecto, si algo tal, foco de su gradual naturalización la base del enjuiciamiento lúcido y la expositivo de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), sulta una de las principales trucción holística de la Cuba posre-
el investigador, para todos aquellos particulariza esta condición de Félix a requerimiento del propio proceso interpretación consecuente de aque- presentó por primera vez la muestra personal de un artista deudas de la historiografía publicana.
que traten de indagar sobre nues- Julio, como sus amigos lo llamamos, independentista. La importancia que llos hechos y de sus protagonistas, nacional. Hasta el presente, el pro-
cubano: Juan Roberto Diago. La exposición que lleva el título El panorama descrito ha generado
tro pasado, bien con la finalidad de es la de pertenecer al selecto grupo en su introducción y desarrollo ini- quienes, sin desdoro de su privilegia- ceso inaugurado por la victoria del
Diago: Los pasados de este presente afrocubano, constituye un que buena parte de los mejores acer-
pertrecharse para la creación de una de estudiosos del beisbol cubano cial tuvo el sector juvenil de la bur- da posición social, condicionaron una Ejército Rebelde ha sido objeto de camientos al proceso revolucionario
obra literaria o artística que requiera que con mayor rigor intelectual lo ha guesía cubana, por entonces, única incipiente cualidad identitaria, e hi- recorrido sintético por la carrera de este creador desde los análisis parciales que aún no confor- hayan emergido desde el testimonio.
del conocimiento sobre estampas, abordado e interpretado en nuestros clase apta en términos económicos cieron al juego galante en su devenir años 90 hasta la actualidad. man un corpus sólido. En más de un Este género literario constituye una
hechos y costumbres de diversas días, poniendo de manifiesto, una y sociales para cursar estudios en histórico nuestro deporte nacional. La selección de veinticinco piezas (técnicas mixtas e ins- sentido, la riqueza de estas seis déca- de las fórmulas mediante las cuales
épocas, o para que nosotros y nues- vez más, que no hay tema banal algu- los Estados Unidos de América, país Por si fuera poco, el autor nos re- das permanece ignota ante la escasez
talaciones) que conforman esta muestra fue realizada por el los protagonistas y testigos de la Re-
tros descendientes alimentemos ese no, ni siquiera los relacionados con el cuna de este deporte, así como la gala un número de imágenes y ane- de reflexiones que –de conjunto–
curador e historiador cubano Alejandro de la Fuente, quien volución han dado cuenta del curso
acervo que tanto nos humaniza. Así deporte, siempre y cuando el que lo de La Habana y Matanzas, en tanto xos, testimonio visual y escrito de los permitan una apreciación integral de de esta. La visión estructural que tra-
fortaleceremos nuestra memoria y aborde tenga la sensibilidad, el cono- polos capitalizadores de tal proceso contenidos y propósitos de su amplio buscó visibilizar las principales aristas del trabajo de Diago
los procesos acaecidos en la Isla. Sin dicionalmente brinda la ciencia histó-
no llegaremos a creernos que hemos cimiento y el talento necesarios para genésico, le dan a dicho ámbito de y documentado estudio. De las imá- que dan cuenta de su “crecimiento espiritual” así como de negar la presencia de valiosos textos rica –ya definida como insuficiente
brotado de una realidad virtual. asumirlo. iniciación y desarrollo del beisbol ese genes, destacan las fotos de los pione- la necesidad de enfrentar la marginación y el racismo en la y la existencia de líneas de indagación en el caso específico que se analiza–
El Premio de la Crítica, que recien- En el caso de su obra escrita so- carácter entre aristocrático y demo- ros del juego –algunas de las cuales lucha por crear una sociedad más plena e igualitaria. Sobre minuciosamente exploradas, pién- es complementada por la experiencia
temente recibieron Cuba en sepia y su bre el beisbol, Félix Julio ha rebasado crático que caracterizó el inicio de cedió para mi Antología visual… del sese en las relaciones Cuba-Estados
ello, el curador señala: “La historia de la nación cubana que vital de aquellos que con su praxis
autor –que también significa una dis- el dato frío, la descripción trillada los deportes modernos. Sintomática- beisbol cubano–, las revistas de sport Unidos, una verdad es clara: el vacío
Diago propone está anclada en pasados vigentes de esclavi- cotidiana modelaron las virtudes y los
tinción para Ediciones Boloña y otras y la banalización que a diario obra mente, el mismo que prevalece hoy y demás publicaciones periódicas cognoscitivo es inmenso. defectos de la gesta trasformadora
instituciones con las que el creador en la argumentación que entrena- día, siglo y medio después, con ex- que recogieron en portadas y pági- tud, violencia, discriminación y desarraigo cultural, pasados
La causa de esta ausencia debe iniciada en 1959. Si en buena medi-
tiene vínculos–, es un acto de justicia, dores, deportistas y hasta ciertos cepción de la reciente incorporación nas interiores los hechos más sobre- construidos desde su mirada crítica del presente”. buscarse en la convergencia de dos da la historiografía ha fallado en su
un estímulo para el escritor y el cro- especialistas en el tema nos tienen de China. En esta perspectiva, Félix salientes de la época relativos a la Diago, quien se graduó de la Academia San Alejandro a factores clave. De un lado se alzan obligación de relatar las grandezas y
nista, insertado muy dignamente en acostumbrados a oír o a leer, según Julio nos recreará la época y la socie- pelota. Entre los anexos, por su parte, las complejidades teórico-metodo-
inicios de los 90, ha tenido una presencia sistemática en las miserias de estos años, la narración
el panorama de la literatura cubana y el medio de comunicación elegido, dad habanera de entonces desde el sobresale la amplia cobertura mediá- lógicas del estudio de la contempo-
principales galerías cubanas, así como en la Bienal de Venecia testimonial –acompañada por la crea-
en el quehacer periodístico de estos sobre nuestro deporte nacional. Y interés que en la segunda va desper- tica que le diera el periódico Aurora raneidad. El relato del más reciente ción artística y otras expresiones del
tiempos. es que el autor lo ha encarado des- tando el nuevo deporte importado, del Yumurí al juego del 27 de diciem- (1997) y la Bienal de La Habana (2006), o en ferias interna-
acontecer constituye todo un reto, discurso literario– ha reconstruido ese
de el utillaje teórico-conceptual más el cual se erige como narrativa de bre de 1874 entre el Habana BBC y el cionales de renombre (ARCO, ArtBO, Arteaméricas, FIAC, habida cuenta de la dificultad inhe- mosaico lleno de tonalidades que es la
Jesús Sama Pacheco actual, dándole un nuevo giro a la in- distinción, prestigio social y vehícu- Matanzas BBC en el Palmar de Junco, Elb Art Hamburgo, entre otras). Sus obras forman parte de rente al diseño de las herramientas Revolución.
(Mariel, 1950). terpretación argumental de sus mo- lo de contribución al progreso y a la y las estadísticas sobre la ofensiva y colecciones como las del Museo de Bellas Artes de Cuba, la de análisis válidas para el examen de Claro exponente de la valía del
Poeta y narrador. mentos más emblemáticos. De ahí perfección moral y física de los ciu- el pitcheo en períodos importantes procesos todavía en desarrollo. Por
Fundación Kikoïne, la Fundación Brownstone y la Fundación testimonio como fórmula de re-
que leer sus artículos y libros relacio- dadanos, piezas fundamentales de la del desarrollo del juego, entre otros demás, no ayuda en lo absoluto la
Kaméléone –las tres de Francia–, el Museo Fort Lauderdale flexión en torno al devenir insular
nados con el beisbol o la pelota –para doctrina liberal positivista dominan- testimonios de interés. Mientras que asunción por parte de muchos histo- de los últimos decenios es el libro
decirlo en buen cubano–, los cuales te. Y, en consecuencia, cual oponente el Anexo 5 y último del libro es un ver- y la CIFO Collection (Florida), la Colección Pizzutti (Ohio) y el
riadores del esquema positivista que Cambiar el mundo. Mis años en Cuba,
ya suman seis, sea también un acto jurado de ese otro supuesto deporte, dadero regalo para el lector, “un ra- Rubin Museum of Art (Nueva York). define la historia como la ciencia del de la poeta, fotógrafa, historiadora
de lectura de nuestra historia patria, las corridas de toros, ya considerado millete de flores”, como diría algún pasado. En forma paralela y como y militante feminista norteamerica-
la pasada y la presente, donde a la par igual de bárbaro y retrógrado que “cursi” cronista social de la época, al segundo factor de impacto, incide el na Margaret Randall, publicado en
de la reflexión serena del autor, res- la ideología de la metrópoli colonial tener por contenido una selección de peso que la política ha tenido sobre 2016 por Ediciones Matanzas.1 En él,
talla el hecho que ubica al juego y al que lo implantó. En este punto, es poemas relacionados con la pelota en el campo historiográfico insular. Las la también profesora universitaria y

58 Crítica / mayo-junio 2017 La Gaceta de Cuba 59


La vida
activista social relata su estancia en la hegemonía del canon patriarcal y la reconocerse tanto que el peso de los incluso adquiere nuevas connotacio-
la mayor de Las Antillas entre los años homofobia cobran forma a través de significados desaparece. Hay un ape- nes –por lo parapetadas e ignotas–
1969 y 1980, desde una perspectiva las experiencias de la autora. La críti- tito inmenso de no estar, de gravitar que duermen dentro del texto. Acá

es un fractal
alejada de la diatriba crítica y el pan- ca a estos es descarnada, sin que ello en lo etéreo, de escapar hacia la luz. el libro denota un cuestionamiento
fleto apologético. actúe como plataforma de impug- El poeta se resiente por la maquinaria de arduo pensar, de experiencias
Randall arribó a Cuba justo a fina- nación a la obra revolucionaria. Hay fractal que une una hora con otra y acendradas y puras. El sujeto de estos
les de los 60 como vía de escape fren- aquí un cuestionamiento afincado busca un instante de paz que conti- poemas parece haber encontrado al
te a la represión derechista desatada
en México con la Masacre de Tlate-
lolco. En la Isla se incorporó a la red
en el dolor que producen las inconse-
cuencias que todo proyecto de cam-
bio social trae consigo.
continuo nuamente se le confunde con abulia,
desgano, obstinación. En el poema
“síndrome de estocolmo” el autor,
fin un pedazo de calma y la mirada
se hace más honda, más pasmada,
abarcadora. Todo lo que el hombre
de instituciones culturales inaugura- De forma puntual, Randall detie- desdoblado en una segunda persona siente, ve o vive puede ser trasforma-
das por la Revolución, al tiempo que ne la mirada en el célebre Quinquenio reconoce que no tiene a dónde ir y no do en poesía, en materia de poema.

}
asumía –junto a sus cuatro hijos– la Gris, el cual entiende como manifes- escapa, comprende que no existe un Solo la síntesis, el uso exacto de la
vida cotidiana de los cubanos, libreta tación del empoderamiento en el in- allá y no pelea, se siente secuestrado palabra denota que estos espacios
de abastecimiento incluida. A partir de terior de la Revolución de las fuerzas por la vida y apáticamente se relacio- fueron seleccionados con minucia,
esta dualidad vivió los diversos acon- de proyección más conservadoras. El libros na con ella, la entiende, la acepta. apartados de otros instantes tal vez
tecimientos que, con prosa ágil y pro- caso Padilla y otros sucesos cercanos La session tres está compuesta más importantes o imperecederos.
vocadora, regala desde la memoria al a este son evocados a partir del pris- por un único texto: “ámbitos tempo- En uno de esos textos el sujeto, que

S
lector. ma reflexivo generado por la sonada rales”, fragmentado a su vez en vein- aparentemente regresa de Nueva
dudas de que estas constituyen una y, simultáneamente, reflexionar so-
El texto de Randall permite sumer- guerrita de los emails del año 2007. El i tomamos como punto de ción ensoñada. En el poema “naked ticuatro secuencias que trascurren York, se detiene junto a otras perso-
exhortación al debate en torno a una bre la compleja aventura que siempre
girse en el espíritu revolucionario que examen que propone la intelectual partida que los fractales stades (fragmento)”, se alude a un todas en habitación/interior/noche. nas para alejar la noche, y bebe café
problemática conectada con las ur- ha sido subvertir, en beneficio de los
definía la realidad de los cubanos du- norteamericana rehúye de los tópi- son objetos autosimilares o posible recorrido por varias zonas de Ya aquí los afanes del libro se convier- junto a un mostrador improvisado; la
gencias de la contemporaneidad. oprimidos, el orden social imperante.
rante el decenio de los 70. Los trabajos cos habituales e incluso hace explícita autosemejantes cuyas par- la geografía norteamericana, y lla- ten en obsesiones: la fuga, la atempo- descripción del entorno nos coloca
Cambiar el mundo. Mis años en Cuba
voluntarios, las reuniones y guardias la disección de su propia asunción del tes tienen la misma forma o estruc- ma la atención que el ojo del poeta ralidad, las reiteraciones. Los poemas en la geografía cubana, encontramos
es el bello testimonio de la fascinación Fabio E. Fernández Batista
cederistas y las movilizaciones ma- fenómeno, justo cuando este se de- tura que el todo –aunque pueden siempre se pose en lo aparentemente no giran en torno a un mismo centro, incluso que “un cañaveral arde con-
que sobre una joven estadunidense (La Habana, 1988).
sivas en “tareas de choque” como la sarrollaba. A su vez, el relato autobio- mostrarse a diferente escala o estar anodino o trivial, no hay sorpresa ni sino que parten hacia rutas inciertas, tra el horizonte”; el poema parece
ejerció la Revolución Cubana. El mag- Historiador y profesor.
zafra azucarera ocupan páginas llenas gráfico de Randall resulta evidencia ligeramente deformados–, entende- anhelo, solo un par de ojos que ob- afluentes de un río mayor. Se perci- trascurrir sin más sobresaltos que los
netismo de la isla rebelde, afanada
de colorido. Sin proyectar una visión de las duras pruebas a las que fueron remos el afán repetitivo, recalcador servan lo que es y no es, como si la ben como nueva marcas la caladura del retorno y la extrañeza que encie-
en la construcción de una nueva so-
edulcorada, la autora hace explícito el sometidas aquellas personas sobre y perfeccionista de los poemas que realidad estuviera siendo sometida a del miedo –muchas veces injustifi- rra toda vuelta a casa, pero el último
ciedad frente a los más poderosos
compromiso de la gente común con las que –de súbito– se enseñorearon José Rolando Rivero (Ciego de Ávila, una interrogación, como si se le cul- cado–, el goce de lo bello que puede verso –“toda la noche oiré pasar pá-
enemigos, dejó una huella imborra-
las exigencias sociales de una época. suspicacias y resquemores respecto 1
Margaret Randall: Cambiar el mundo. Mis 1957) nos presenta en su más recien- para por su insuficiencia. hasta “hacernos olvidar el dolor, el jaros”–4 no es más que una leve va-
ble en la trayectoria vital de Margaret
No aparecen aquí los cubanos espec- a su compromiso político. años en Cuba, Ed. Matanzas, Matanzas, te libro, Bosques fractales (Ed. Letras Si bien el ansia de originalidad déjà vú: los paisajes mentales repe- riación de una línea del Diario de viaje
Randall. A décadas de su experiencia 2016. La primera edición de este libro
trales que pueblan muchos de los re- Junto al valor de la reconstrucción Cubanas, 2016). caracteriza el arte –al punto de que tidos en el borde del ojo”. Cada una de Cristóbal Colón. Este leve artilugio
como una cubana más, este extraor- fue: To Change the World: My life in Cuba,
latos que se han dedicado a revisitar epocal propuesta por Randall, ha de Su punto de partida nos somete para muchos creadores es una obse- de las secuencias parece responder nos hace repensar y releer el poema,
dinario pasaje de su vida deviene inci- Rutgers University Press, Piscataway,
los primeros decenios de la Revolu- subrayarse la provechosa meditación al denuedo de la reescritura: la vuelta sión no parecerse a otro, y esconden a una de las horas de las que está ya no estamos hablando de un retor-
tación para dialogar con la memoria New Jersey, 2009.
ción. Sin obviar las mezquindades y que sobre los éxitos y las falencias de sobre un texto como circunstancia- con denuedo de dónde proviene cada compuesto el día. Una densa bruma no, sino de un redescubrimiento.
los efectos que sobre los individuos la Revolución Cubana como proyecto lidad de vida, pues el mismo “devie- una de sus influencias, y buscan no recorre estos poemas que pueden Una vez terminada la lectura uno
tenía la presión generada por el con- de emancipación social presenta el ne trama de la respiración”, no se repetirse en sus temáticas–, en este antojarse agobiantes, cansones, no comienza a cuestionarse sobre el
texto, emerge la fortaleza del consen- volumen. Apoyada en los presupues- escribe para satisfacer una vanidad libro se advierte una descomplejiza- por su contenido, sino por el juego peso de nuestra existencia en rela-
so popular que se articuló en torno al tos teóricos del feminismo y desde necesaria, ni por urgencia o carestía, ción relacionada con este aspecto, monótono que formulan. Se me an- ción con la existencia de los demás,
proyecto revolucionario. una perspectiva que acoge de forma se escribe porque la escritura es de- pues la referencialidad y las apropia- toja recordar a Antonio Machado y pues “la vida es un fractal continuo”,
De forma especial, cobra vida en el simultánea los enfoques derivados rivante de la existencia, palabras que ciones de textos ajenos incorporados su poema “Hastío”, cuando reza: “Un parece decirnos José Rolando. Somos
libro el día a día de la mujer cubana, de los estudios de género y los aná- brotan de la realidad y se forman o de- dentro del cuerpo del texto propio es día es como otro día;/ hoy es lo mis- parte de esa similitud ligeramente
en el marco de la doble jornada resul- lisis sobre el universo de los sectores
El Festival de Cine Hispanoamericano de Stony Brook Uni- mo que ayer.”3 Algo similar redunda deformada: días densos en su agobio,
forman a medida que se inhala o exhala. reiterada, así como la reescritura de
tante de la estructura patriarcal hege- subalternos, la autora dialoga con versity dedica su edición de este año por primera vez a Cuba, Si más adelante en este mismo texto, obras ajenas y propias. Recordemos en el cansancio repetitivo de estos pulular de cosas por doquier, indife-
mónica. Randall se nos muestra como los resultados del decurso revolucio- con una muestra de su producción cinematográfica más ac- que preabre la primera de las cuatro que estos fractales derivan de un tex- poemas. Cada hora integrada a cada rencia de las diferencias que terminan
ama de casa obligada a lidiar con las nario. Si bien Randall reconoce los tual. La cita, organizada por Gisele Blain y el Departamento sessions de las que está compuesto el to mayor que es la existencia, así que día, y este a su vez a cada año, gravi- por ser una extraña semejanza.
más disímiles tareas. De las colas en el éxitos de la Revolución en materia de Literatura Hispanoamericana de esa universidad radicada volumen, el autor anuncia: “el texto el poeta asume que si la vida se reite- tan absurda y abúlicamente ante los
Heriberto Machado Galiana
agromercado a la interacción con los de justicia social y soberanía nacio- no es un objeto más de nuestro pro- ra hasta el cansancio, al punto de ser ojos del poeta.
en Long Island (Nueva York), tuvo lugar durante cuatro días (Venezuela, Ciego de Ávila, 1987).
hijos becados, se erige ese universo de nal, no se inhibe en la exposición de pio mundo, sino un mundo entero él mismo parte de esa reiteración, no Por su parte la session cuatro es
la cotidianidad cubana en tiempos sus críticas respecto a la incapacidad del mes de abril (10, 11, 18 y 20), con la presentación de una en sí mismo”,1 entenderemos que es- ha de temerle a repetirse. En el poe- sumamente autónoma –un mundo Poeta.
de Revolución que tan poca atención del liderazgo cubano para subvertir película cubana cada día. tos fractales se derivan de ese texto ma “visual thesaurus (escolios)” José en sí misma–, pues parece distar de
ha tenido en los tradicionales textos la lógica verticalista del poder. En su Los filmes seleccionados fueron todos realizados en la úl- mayor que es “la vida”.Y no he dicho Rolando se da el gusto de recrear va- los postulados que voluntaria o invo-
de historia. opinión, la Cuba revolucionaria no tima década y dan cuenta de las problemáticas y las diversas poemas, sino fractales, aun cuando el rias imágenes canónicas en la historia luntariamente promulga este libro 1
José Rolando Rivero: Bosques fractales,
Asimismo, es notable la recons- logró demoler a plenitud las prác- poeta anuncia la autosimilitud de sus de la fotografía. La muerte, el dolor, –entendamos que estar en contra de
estéticas de autores pertenecientes a generaciones diferen- Ed. Letras Cubanas, 2016, p. 11.
trucción que se plantea respecto ticas tendentes a la preservación y versos con los bosques; pues ¿qué la angustia son los puentes que unen todo es una manera de estar a favor 2
tes: El acompañante, de Pavel Giroud; La pared de las palabras, Ibídem, p. 37.
al funcionamiento de importantes reproducción de los espacios de do- es un bosque sino una forma repe- cada uno de estos textos, certera re- de algo: a favor de lo contrario. Au- 3
Antonio Machado: Poesías completas, Ed.
centros culturales como Casa de las minación. Sobre esta base analítica, la de Fernando Pérez; Conducta, de Ernesto Daranas, y Esteban, de titiva, un cansancio autogenerado? presentación de la fractalidad, donde tonomía relativa, pues lo referencial Arte y Literatura, 2003, p. 62.
Américas. La labor de este pilar insti- Revolución resultaría un proceso que Jonal Cosculluela. El sustantivo cede ante la fuerza del el abandono de la permanencia cobra sigue siendo una huella imborrable, 4
José Rolando Rivero: ob. cit., p. 86.
tucional de la política revolucionaria –como otros análogos– no cumplió a La muestra fue presentada en colaboración con la adjetivo. cuerpo, razón y vida.
se manifiesta en varias de las anéc- cabalidad la apuesta libertaria que se productora Bach Media –fundada por Jesús Hernández, Pero José Rolando no se coloca Y es esta una de las marcas más
dotas recogidas en el volumen. El pa- propuso. Más que un cuestionamien- en el centro de la vida, sino que más notables: el no ser. La segunda session
egresado de la Facultad de Medios Audiovisuales de la Uni-
pel de Casa y de Haydée Santamaría to a la experiencia cubana, estamos bien prefiere ir a sus márgenes; las hace evidente un afán de no perte-
como precursoras de muchas de las aquí ante una cavilación de hondo ca- versidad de las Artes en Cuba, en la actualidad radicado en situaciones, experiencias y anécdo- necer, de no permanecer, como si el
batallas actuales por la plena eman- lado sobre las complejidades que, en Nueva York–, que ha colaborado en eventos como el Havana tas que gravitan en estos fractales instante último en el que “abandonas
cipación humana toma cuerpo en los toda época y lugar, ha tenido la lucha Film Festival en New York (2016) y en varios proyectos con son abordadas desde la descentrali- definitivamente” respondiera por el
recuerdos de Randall. por la modelación de un mundo más el CUNY Graduate Center y el Centro Cultural Español de zación: el texto siempre brota desde resto de los instantes vividos, por
Muy valiosas son también las con- justo. Si bien algunas de las aprecia- una de las aristas leves y fugaces de “el susurro y la estridencia de los días
Miami.
sideraciones expuestas sobre varios ciones de Randall sobre este tópico y la existencia. Casi todo queda entre iguales”, pues “la travesía […] es au-
fenómenos que lastraron la apuesta li- su materialización en la realidad na- sombras, lo que le interesa decir o sencia […] en el límite equívoco de las
beradora de la Revolución. El burocra- cional son cuestionables –en especial significar siempre responde a un leve palabras”.2 El poeta no se reconoce en
tismo, el dogmatismo, la intolerancia, por su falta de matices–, no caben cosquilleo, un susurro, una prefigura- el ámbito que pisa, o puede llegar a

60 Crítica / mayo-junio 2017 La Gaceta de Cuba 61


U

fin a esta historia.


ñada por su madre”.

Ed. Letras Cubanas, 2016.


los sucesos. El propio lector.

62 Crítica / mayo-junio 2017


libros

no es el representado por el autor.

sobre La Habana, Colección La Novela,


* Roberto Méndez: El fuego de Ruan llueve
ta “Fugitiva de los ecos del Octubre

De principios de siglo xx a finales del


un séquito de personajes ficticios y
cumple por igual la exigencia de la
excelente lenguaje y la

a quien contarle de manera natural


mite literario de encontrar un oyente
terlocutor invisible, mediante el trá-
También Lolina se dirige a un in-
incendio. Incendio que da principio y
Anna, directamente en primera per-
voces narradoras: la de Lolina, acom-
propio siglo, con los avatares de la Re-
do por esas décadas en La Habana.
de una forma u otra, hayan transita-
tamente reconocibles para quienes,
sus nombres genuinos, mas perfec-
reales. Algunos apenas alterados en
Junto a Anna, el autor coloca todo
Europa, recala en La Habana acompa-
ciones y representaciones por media
fa, luego de trazar un arco de inicia-
Volkova, futura bailarina y coreógra-
bolchevique y la Rusia de Stalin, Anna
Según la nota de contracubier-

sona, o con sus papeles salvados del


pañante cubana de Anna, y la propia
puestos presentes se alternan en las
y la Revolución Cubana. Pasado y su-
volución Rusa, las Guerras Mundiales
según Google, a otro personaje que
apócrifo, con nombre que nos lleva,
Su protagonista es tanto real como
la ficción, la leyenda y el puro chisme.
archivo, referencias históricas, junto a
expedientes arcaicos, memorias de
variados géneros, Roberto Méndez,
galardones y reconocimientos en los
pocos (o poquísimos) en alcanzar
ta, ensayista y narrador, de los muy
Con su amplio registro como poe-
tenimiento para una lectura fluida.
profundidad en lo narrado y el entre-
sabiduría para engarzar un relato que

insiste de nuevo en rebuscar en los


la lengua hace gala del
critor y académico de
na vez más nuestro es-

gancia y sobriedad.
trabajadora común” (p. 147).
Ruan-La Habana:

alternan en las voces narrativas.

humanos, como del amor al arte.


jetivo y minucioso en los detalles.
} una sola candela*

de tantas obras groseras y machistas,


y arrebatos, tanto del amor entre seres
ese “algo muy semejante” aluda con
En la contracubierta se indica que
la Juana de Ruan hasta la Juana de La

como una joya de perspicacia, ele-


propio título, nos habla de fogosidades
amistad. De hecho, la novela, desde su
de casa, una artista conocida, una
vez como bruja, sea una discreta ama
dos: “Toda mujer es calificada alguna
escritor. No puedo dejar de citar una
va mirada hacia La Mujer que logra el
da en la novela en la página 142. Y,

la obra de Roberto Méndez resalta


minista, sin dudas. Y así, en medio
mas. Pero mi propio enfoque es fe-
fundamentalista al tratar estos te-
Y, como siempre insisto, no soy
tilines de admiración, apoyo, celos y
ne de pasión, ternura, eros, con sus
fuegos aman, con lo que el amor tie-
En mi opinión, los personajes de estos
cierto retintín a las relaciones lésbicas.
amor o algo muy semejante”. Quizás
la protagonista llega a “conocer del
la perspectiva de narradores y narra-
frase que de alguna manera resume
cabe ensalzar la aguda y comprensi-
República. Y en este mismo sentido
intensa y fecunda en la época de la
esa sociedad que realizó una labor
cultura realizada por las mujeres en
en efecto, no se puede hablar de la

Cuba sin colocar en primer plano


“institución interesante”, es llama-
duce la presencia del “Lyceum”,
cias) el fragmento donde se intro-
propias investigaciones y experien-
interesó particularmente (por mis
Habana. Locura y lucidez también se
y sí una lógica interna que va desde

Entre los elementos “reales” me


van alternando, sin crear confusión
personajes principales. Las voces se
ces históricos y alucinaciones de sus
es la mezcla exquisita entre percan-
Uno de los logros de esta novela
la misma Anna habla desde un YO sub-
ducidos” e intercalados en la narración,
En los cuadernos de Anna, “repro-

quemada.

Mirta Yáñez
lograron” (p. 210).

(La Habana, 1947).


Escritora y profesora.
perdidas, etc., etc. (p. 159).
je de la obra. Se lo dejo al lector.

nos siguen tocando muy de cerca:

que las hicieron también están

“fuegos” en que todos los que hemos


obstaculizan la lectura y se integran
aquí había tal cosa pero se perdió,
podría escribirse con facilidad:

con naturalidad al relato de esos


Como dije al comienzo: buen
quedan hábilmente caracterizados.
Las distintas épocas y lugares
personas, familias enteras que se
teones en el cementerio y hasta
musicales, joyas, sino casas, pan-
arte, manuscritos, instrumentos
En este país ha habido demasia-
muy pretérito, hasta los presentes que
las “cosas perdidas”. Desde el pasado
Otro elemento importante, según

cultura nos hemos dado una que otra


estado cercanos a los incendios de la
ferencias cultas que sin embargo no
lenguaje, una historia cargada de re-
necesitaban destruirla pronto y lo
mente porque no era una mediocre
ejemplo: “[…] parecía que precisa-
tiempo y lugar quiero tomar este
De la más cercana a nosotros en
y esta otra también, y las personas
siempre. La historia de esta isla
nos han perdido, al parecer para
mi modo de ver, es la aflicción por
der en toda su complejidad el mensa-
provisional)” resulta clave para enten-
“Para el montaje de ‘El Conjuro’ (título
En los intercalados, el fragmento

dos extravíos: no solo de obras de

Parece fácil todo lo que ha pasado: previsto todo lo que sucedería después de
quizá dentro de veinte años las nuevas la caída del tirano, y esto con un rigor inte-
generaciones puedan ver esto como un lectual e ideológico sorprendente. Porque
26 de julio: solo movimiento, como una lucha sin di- siempre podríamos preguntarnos, ¿y tenían
el pueblo a la ofensiva* ferencias, en un solo plano y a un mismo tiempo para pensar en el futuro los que es-
tiempo. Pero hoy, para nosotros, aquí, en taban ante un presente tan denso de tareas?
el centro de la Revolución, ese tiempo ha Por otra parte, el análisis del problema
sido difícil y numeroso, lleno de aspectos era correcto. ¿Se podía hacer algo en aquel
diferentes y siempre enrojecido por la momento que no fuera arremeter median-
José A. Baragaño sangre inolvidable de los caídos. te la acción armada contra la estructura
Aún más, los millones de latinoame- social en que descansaba la tiranía, ata-
ricanos que en el futuro piensen en el 26 cándola allí donde era más fuerte: en el
uisiera comenzar este artículo di- encontrábamos allí, los que ni siquiera pu- de julio de 1953, cuando analicen la fecha ejército? Al desarticular el aparato mili-
ciendo: “para hablar de los héroes”. Para dimos observar. Que sentíamos lo mismo, en que se inicio la liberación de Améri-
Q
hablar de los héroes, sí, esta frase que pa- que en un momento dado pudimos haber ca, posiblemente no puedan entender lo
tar, los jóvenes revolucionarios pensaban
con razón que el dominio de la burguesía,
rece tan usada tiene su significado, y creo participado, que aquello es tan nuestro que pasó en toda su dimensión, se en- agente del imperialismo, se desmoronaría
que es: para hablar de los héroes hubiera como de todo el pueblo. Es verdad. Pero cuentren ante algo desprovisto de aside- al no poseer el dispositivo de represión
sido necesario estar junto a ellos en el mo- también nos pertenece el derecho a decir: ros, porque el hecho habrá crecido tanto con el que se mantenía en el poder.
mento tremendo del combate. Y se me dirá cuando se combatía en Santiago el 26 de que únicamente la imaginación, como ya La estrategia del Moncada siguió la
que es una actitud sentimental, que la ac- julio de 1953, desgraciadamente, no está- ocurre hoy, podrá reconstruirlo. línea fundamental revolucionaria: la ofen-
ción de los combatientes resiste el relato, bamos allí, y consideramos que en cierta ¿Cómo es posible, se pregunta cual- siva. El pueblo a la conquista del poder
el análisis, la poesía y todas las formas de forma todos debimos haber estado allí. quiera, que un grupo de hombres, más de político, para destruir la estructura capita-
expresión posibles. Es cierto, y no es cierto. Me encontraba lejos: no estaba en cien, se armara y dispusiera de un equipo lista y feudal, no puede sino estar a la ofen-
Es cierto si ya hemos oído de los que com- Cuba ni cuando el 10 de marzo ni cuando dirigente para lanzar una operación mili- siva. La defensiva se convierte aquí en una
batieron, las piernas abiertas en la justa el pueblo respondió: el 26 de julio. Esto tar dentro de un país bajo una tiranía po- situación en la que el espíritu ofensivo no
tierra, los dientes apretados, y el crepitante desde un punto de vista colectivo tiene licíaca sostenida por el imperialismo, en puede realizarse, pero que permanece lis-
fusil entre las manos, el mensaje poderoso. poca importancia, pero dentro de la moral un período extraordinariamente breve? to para desarrollarse en cuanto las condi-
Pero es que no todos los héroes han habla- individual de un hombre produce a veces Quizá como artista –y como tal escri- ciones lo permitan, provocando él mismo
do y, cuando lo hicieron, como en el caso agonías y sentimientos dolorosos. Esos bo– no comprenda el arte de organizar a través del combate esas circunstancias en
de Fidel Castro, cerraron con su palabra han sido siempre los míos. a los hombres, y desconozca las leyes de que la ofensiva se hace posible.
una totalidad de hechos tan grande, que es Ahora han pasado nueve años de guerra ese tipo de acción. Pero lo que más me El Moncada era el pueblo de Cuba que
difícil encontrar algo que decir. revolucionaria, de lucha total contra el im- sorprende al comenzar a analizar el 26 tomaba la ofensiva como forma de lucha,
Quiero decir: están los que allí se encon- perialismo, en los que el pueblo de Cuba de julio es el hecho de lograr reunir a un de manera impetuosa y absoluta. Decía
traban, los combatientes, y los que no nos perdió miles de sus mejores hijos, para ga- grupo humano tan valioso, tan extraor- Lenin: “la insurrección es un arte, y la
nar, en definitiva, el derecho a combatir por dinariamente valioso, y llevarlos al com- principal regla de este arte es la ofensiva
el socialismo que se ha dado a construir. bate, es decir, al momento de las grandes encarnizadamente audaz, implacablemen-
* Este es el último artículo de José A. Baragaño. Lo escribió
unas semanas antes de su sorpresiva y lamentable muerte.
Nueve años son tres mil doscientos ochen definiciones, en condiciones tan preca- te decidida”. Esa verdad, esencialmente
Con su publicación rendimos homenaje a su memoria. En taicinco días. Tres mil doscientos ochentai- rias como lo hizo Fidel Castro. marxista, fue comprendida por Fidel Cas-
las páginas 21, 22 y 23 encontrará el lector otros testimonios cinco días que son el mismo número de Y si leemos La Historia me absolverá, en- tro y sus compañeros, que el 26 de julio de
y una breve visión panorámica de su trayectoria poética. infatigables hazañas, de levantamientos tramos en una nueva dimensión del proble- 1953 se lanzaron al ataque en Santiago
La UNEAC editará próximamente un volumen con la obra del pueblo sobre sí mismo para defender ma: los atacantes del Moncada sabían muy de Cuba, junto con su pueblo, y que hoy
poética de Baragaño. (N. de los E. en el n. 6-7, de 1962, de La
Gaceta de Cuba).
todos sus derechos. bien lo que hacían y lo que querían; tenían mantienen ese espíritu de combate cuan-

63 La Gaceta de Cuba / 55 Años


do es necesario para conservar las conquis- su espíritu, lo que fue la lucha revoluciona- pueblo no derrama su sangre para poner al llamado de la Revolución. La poesía de la
tas obtenidas y extender la obra creadora ria en el Moncada y en la Sierra Maestra, en en el poder a una clase vencida, a una cla- Revolución es hoy de todos, o casi todos. Y
de la Revolución. los llanos y en las montañas del Escambray. se descompuesta, que hace mucho tiempo en esta nueva etapa, en el nuevo momento
El 26 de julio la Revolución sufrió una A través de esa literatura se puede ver dejó de ser revolucionaria. histórico que vivimos, cuando quizá se haga
derrota aparente, pero no esencial. Allí cómo la ofensiva lanzada en el Moncada El Moncada abrió la gran brecha por más apremiante la definición que los hom-
quedaron muchos de los mejores hombres no se interrumpe, continúa a través de donde entraron las fuerzas del pueblo. Era bres del Moncada iniciaron, los hombres de
con que contaba Cuba. El precio del heroís- varios estadios hasta llegar al 1ro de enero vanguardia pequeña, pero audaz. Hoy los im- arte y pensamiento deberán estar con todas
mo y del inicio de la lucha fue caro. Pero de 1959, para superarse a sí misma conti- perialistas saben –aunque traten de ocultár- sus armas, no esperando que los aconteci-
todo indica que necesario. El Moncada ori- nuamente, y derrotar directamente al im- selo– que el 26 de julio de 1953 empezó para mientos se produzcan para cantarlos o dar-
ginó la chispa que después se extendería perialismo en Playa Girón, en la operación ellos la hora de su desaparición en América. los artísticamente, sino en la vanguardia de
por toda Cuba, despertó los espíritus y de- más importante de guerra moderna que se Al hablar al pueblo en Santiago de la Revolución, haciendo los acontecimien-
sató el deseo popular de pelear. El pueblo haya realizado en América. Cuba, donde se celebró significativamente tos, siendo parte activa y definidora en la lu-
vio que era posible y necesaria la guerra Son casi diez años de guerra revolucio- el 26 de julio de este año, Fidel Castro ad- cha junto con los proletarios y campesinos.
contra la opresión burguesa e imperialista. naria. Esta nueva guerra de independencia virtió de algo fundamental: el imperialis- El Moncada se ha hecho nuestra san-
En el mismo momento en que Fidel habla- cubana es tan larga como el primer gran mo no cede en sus intenciones de agredir gre al entrar en todos nosotros, lo esta-
ba ante el tribunal que lo juzgó, la victoria intento liberador, y tan llena de aconteci- directamente a Cuba. Nosotros estamos mos viviendo día a día en las tareas de la
era cierta, el hecho de que Fidel dijera lo mientos heroicos. entre los que han pensado siempre en esa Revolución. Su espíritu no ha muerto,
que dijo en Santiago demostraba que la lu- Hoy cuando nos disponemos a cons- posibilidad. En estos momentos, dentro se ha multiplicado hasta la totalidad de
cha había tomado un nuevo aspecto, y que truir el socialismo, con el cerco económico de sus cálculos, los yanquis no tienen otra nuestro pueblo. Ese mismo espíritu debe
los gallos cantaban de nuevo un himno de del imperialismo, el espíritu ofensivo del posibilidad que lanzarse militarmente con- presidir la labor literaria e intelectual. Un
combate que atravesaría toda Cuba, y que Moncada es tan importante como al prin- tra nosotros, y es nuestro deber para con la arte socialista, que emane de la vida, y la
aún nos despierta todos los días. cipio. Todo combatiente sabe que el cerco humanidad, para con el pueblo, para con represente con todo su contenido y direc-
El ejército tradicional había sido vapu- solo se rompe combatiendo. Si el imperia- América, estar preparados para el combate. ción revolucionaria es nuestro deber. No se
leado por un grupo de combatientes biso- lismo pretende rendirnos cerrando el cerco, No podemos ilusionarnos. Para el im- trata de imponer esta o aquella forma, de
ños, y solo pudo obtener una victoria gracias nosotros tenemos que romper el frente por perialismo no hay otra posibilidad: Kennedy, presidir la creación artística con fórmulas,
a su abrumadora superioridad numérica. donde nos lo permitan las condiciones de que en este caso no es más que un agente sino todo lo contrario, tener en arte el mis-
Más tarde ni gracias a esa superioridad po- la lucha, y para eso tenemos que mantener la de intereses feroces, tiene “entre ceja y ceja mo espíritu revolucionario y ofensivo de
dría oponerse sin ser vencido a las guerrillas iniciativa, continuar siempre a la ofensiva. la agresión directa”. De nosotros depende los hombres del Moncada.
y columnas que operaron en la Sierra, pri- Nueve años después los hombres del en gran parte que no se produzca, a me- Creo que la mayor enseñanza del 26
mero, y a través de toda Cuba, después. Moncada siguen llamando a la lucha. La pe- dida que nuestro poderío militar se for- de julio de 1953 es esa. Los revolucionarios
Se ha dicho algunas veces que la epo- queña fuerza militar y política del 26 de julio talezca y que la lucha ideológica penetre tienen que lanzarse al ataque en todos los
peya de la Sierra y del Moncada no poseía se ha convertido en una formidable organi- más aún en el pueblo, será más difícil para terrenos, mantenerse siempre a la van-
una literatura. Hace dos años, en un ar- zación combativa, que se dispone a luchar en nuestros enemigos atacarnos. guardia, y no poner por delante ningún
tículo sobre Camilo Cienfuegos, sostenía todos los terrenos desde el poder, ahora Dentro de esta meditación, no creo sea el juicio conservador ni derrotista. Eso vale
que la literatura de la Revolución –que no en manos de los obreros y los campesinos. deber de un poeta hacer un artículo teórico también para el arte y la literatura. Un
está lo bastante reproducida no se sabe por Así han pasado las cosas. El 26 de julio o un planteamiento histórico; se me ocurre hombre nuevo nace, un hombre esencial
qué– había que buscarla en La Historia me de 1953 alguien podía confundirse con los pensar en el papel importantísimo de la comienza a crecer en nuestra patria. Por la
absolverá, la prosa de guerra y los discursos objetivos de la lucha, cuando Fidel apeló poesía, el arte y la literatura en esta batalla. vida de ese hombre que surge del presen-
de Fidel, los diarios de campaña de Camilo, a las masas, no había confusión posible: en En los últimos tiempos se ha producido un te al futuro, debemos darlo todo, a todas
Raúl y Che Guevara. En esos documentos los tiempos modernos las masas no hacen cambio fundamental en la realidad de nues- horas, huyendo de la quietud y el compro-
conmovedores se reúne, si no en todos sus revoluciones para la burguesía. Las masas tras artes y literatura: los artistas y escritores miso: junto a la Revolución a la ofensiva,
detalles, por lo menos en lo fundamental de hacen las revoluciones para sí mismas. El han respondido con ímpetu y entusiasmo como en el Moncada. <

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