Professional Documents
Culture Documents
20
mayo / junio 17
U
dón principal; “La suciedad del espectáculo”, de José Luis Serrano, ganadora del Premio “Ilse Erythropel”, y “Celda”, de
n cuadro de Balthus fechado en 1973, muestra los que ven, sino el propio Balthus y también quienes observamos el
Milho Montenegro, acreedor de la Beca de Creación Prometeo. <
una atractiva escena erótica. Como en casi todos cuadro: todos anhelamos subir un poco más. Quizá sentir el goce de
los cuadros del pintor polaco-francés, el cuerpo la mirada perturbadora…
y el sexo vienen a ser metáforas visuales lo sufi- Alberto Garrandés sabe que Balthus es un provocador desver-
cientemente sugestivas como para inducir al ojo gonzado, como lo es Manet con su atractiva Olympia sobre un
impregnado y voyerista la más íntima de las miradas: un hombre mantón de flores orientales. Como fetiches: un brazalete, un solo
de pie (solo observamos parte de su cuerpo grisáceo) penetra vio- zapato, una orquídea en el cabello, las flores que le muestra la cria-
lentamente a una mujer inclinada de espaldas sobre la cama. Ella, da, un gato negro… La mano le cubre el sexo, la mirada inquieta.
sin dudas, parece extasiada y muestra una leve sonrisa en el rostro Garrandés sabe también que el cine es otra provocación, suma pro-
esquinado. Su mano agarra el marco de la ventana. Deja caer la vocación, y se acerca a él como un voyerista de los sentidos, a veces
otra levemente hacia atrás. Todo esto lo miramos a través de esa consensuado y otras, oculto entre celosías, a desentrañar el misterio
ventana. Pero no somos los únicos. Debajo, tres jóvenes observan de los cuerpos que de alguna manera anhela. Sabe que la imago
la escena: trepan los balaustres torneados de lo que parece ser un condensa el placer, lo sugestiona. Y desde esta frontera, induce la
corredor. Uno levanta a otro sobre su espalda. Quien observa (el escritura. Esa escritura termina siendo escritura corporal: una po-
voyeur) espera tener una vista privilegiada, ser parte del suceso, sesión sobre lo que observa y hace suyo; aquello que, de una u otra
experimentar el goce al observar el acto sexual. Pero la escena se forma, también lo observa y lo posee desde la peligrosa densidad de
tridimensiona metafóricamente: no son solo ellos (los voyeristas) la pantalla.
Piñera corresponsal:
rioridad y nos niega su inmediatez. El sexo es una circunstancia obra equis movilizando creativamente ideas y conceptos bajo
fonocéntrica donde lo real se halla en una constante crisis. Crisis una marca de estilo. Eso es todo. ¿Pero qué remedio tiene, si
viene de una palabra griega que significa enjuiciamiento. La rea- vivimos en un país cuya cultura anhela, con legitimidad, sal-
lidad del sexo es su lenguaje en tanto proceso y escritura, no en varse, pero que está llena de desórdenes y ofuscaciones de ese
tanto texto. Anaïs Nin sabía eso. De hecho, cuando lees algunos
cuentos suyos te das cuenta de que el sexo real no está en las
tipo? Escritores que no lo son, ensayistas que no lo son. Misti-
ficaciones por doquier, muchas de ellas dominadas por la ma-
ocurrencias y
descripciones, ni siquiera en la narración. Ella confiaba mucho
más en las dudas, en las preguntas, en el aura dubitativa de una
nipulación política.
Con Capricho habanero muchos lo han incluido en el grupo de
recurrencias
voz marcada por el asombro. El cine llega al sexo por muchos los novísimos, que comienzan a publicar a inicios de los 90. Quizá por
caminos. La imagen, muy diversificada, dice y no dice. Y ese es el tratamiento del cuerpo, la otredad, el sexo explícito… ¿Hasta qué Ambrosio Fornet
el peligro. Posiblemente te parezca muy extraño que me exprese punto se considera parte de los novísimos narradores cubanos?
así a estas alturas, pero el verdadero lenguaje del sexo está, su- La verdad es que ya no sé casi nada de los novísimos. Esa
pongo, más allá de la imagen, como si regresara a un sitio donde y otras categorías no son sino escombros. Soy una especie de
la literatura elude el fracaso de darle forma al sexo. animal subterráneo, retraído, casi no salgo a la calle. Prefiero
¿Se sigue resistiendo a una separación esquemática entre la crí- recibir visitas. Hubo novísimos: estábamos explorando el sexo, do de quien viene –“Que el 72 te traiga millonario –en este caso, Pepe Rodríguez
tica y el ensayo, culpa quizá del propio canon, o considera a ambas el lenguaje, la experiencia posvanguardista. ¿Cuánto queda de bienandanzas”–, no podemos dejar de Feo– se convirtiera en un revolucionario
una unidad con completo sentido lógico y escritural? ¿Hasta qué los novísimos? Me he atrevido a publicar otra vez, bajo el sello pensar en la formulación latente de una “de Patria o Muerte”; otra, que la propia
punto podríamos delimitar la acción del crítico y del ensayista? de Ediciones Ácana, Capricho habanero. Le he puesto un subtítu- aspiración colectiva que quizá lo llevó a obra del autor saliera del ostracismo: Elec-
La crítica es demostración mientras que el ensayo es persua- lo provocador: Capricho habanero: corte del director. Es el mismo inclinarse y tocar madera. tra Garrigó acababa de restrenarse en el
sión, para decirlo rápido y sin los necesarios matices. Yo, que libro que publiqué hace dieciocho años, lo he revisado y le he Teatro Nacional, y Sartre, de visita en La
creo muy poco en la validez de las teorías y sus formas, he usado, agregado algunas cosas. A pesar de todo he jugado limpio. No 2 Habana, había asistido al restreno y quería
sin embargo, algo de lo que aprendí de ellas para desarrollar un he alterado el estilo salvo para enmendarlo, y no he adulterado La Noche de Reyes del 59 Virgilio se “llevarla a París. Está chocho con la obra”;
estilo crítico contaminado por la imaginación. Durante algu- la trama. Un libro distópico a la manera, tal vez, de Las nubes en llevó una de las mayores sorpresas de su para la representación de El filántropo se
nos años leí bastante teoría, quise saber qué decían los teóri- el agua, mi novela de 2011. Por lo general tiendo a ser distópico. vida. Tuvo que asumir el papel de Centi- había asignado un presupuesto de siete
cos. Donde me detuve con provecho fue en el New Criticism, y ¿Por qué? Porque descreo de la utopía. Creo en algunas perso- nela en la epopeya cuyo desenlace todavía mil pesos (“Me parecía estar soñando”);
allí empecé a descubrir cosas. Por ejemplo, que determinadas nas, en la buena voluntad, en la humildad del bien, en el amor, se estaba produciendo dentro de los mu- los ingresos personales, por otra parte, no
argumentaciones propias de la crítica pueden consolidarse por en la pasión (y la compasión) del arte, en los versos de Keats, en ros de la ciudad. El Tirano había huido, la cesaban de crecer. Escribe a mediados de
medio de la objetivación de sensaciones y efectos producidos los shungas de Utamaro, en la bondad de mi esposa, en la luz huelga general se prolongaba y él se vio junio del 60:
por y durante la lectura. Lo he dicho un montón de veces: uno de mi hijo, en la posibilidad de enseñar algo de lo poco que sé obligado a salir de su casa a buscar algo
no escribe sobre un libro, sobre un texto. Uno escribe sobre la a los más jóvenes, a la gente con esperanzas. Pero no creo en las de comer. Y de pronto, “al llegar a San Ra- Héme aquí, rico. ¿Y por cuál azar? Me
imagen de ese libro, de ese texto. Sobre un modelo hecho de utopías, lo siento. La vida es hermosa y lamento no poder vivir fael y Amistad –cuenta–, un miliciano me acaban de dar un puesto en la Impren-
reminiscencias, gestos, metáforas, paisajes y sobresaltos que ese mil años, pero el mundo es un sitio nauseabundo, desilusiona- puso un rifle en las manos y me dijo que le ta Nacional en calidad de traductor.
texto promueve. Un modelo siempre inestable. Ahí germina el dor y peligroso. < hiciera el favor de guardárselo hasta que Salario: Setenta piastras [i.e., pesos]
El caso Baragaño:
correría la misma suerte. Su posición res- tuvieron mucho que ver con su presencia por humanizar la vida”.6
pecto a Orígenes (1944-1956) se remonta a en el magazine. El compromiso intelectual como fun-
la década del 50, cuando trató de publicar Su primer artículo en Lunes, “Visión damento moral, tanto para los de Lunes
en la revista y no pudo, anécdota que nos del arte actual (notas)”, revela los princi- como para él, implicó la circunstancia
llega de la mano de Fayad Jamís y de la pales códigos de un pensamiento marcado inherente de la libertad artística del suje-
guía inconclusa sobre un poeta maldito cual no sabemos con claridad sus porme-
nores. Tal vez aquel suceso influyó en la
por recurrentes preocupaciones: la formu-
lación ideológica del pintor moderno, el
to. El contrapeso de la libertad creadora
enunciaba la manifestación de una con-
posición antiorigenista manifestada por arte en la nueva era cósmica, su lenguaje ciencia que sobrepasaba la obra plena-
el poeta luego de 1959. Baragaño, como y sus formas. Baragaño, animal metafí- mente política, era la obra sincera, de su
gran parte de su generación, valoró a los sico por excelencia, inundó su escritura tiempo, denunciante, transgresora, la obra
Grethel Domenech origenistas como exponentes de una acti- de aquellas cuestiones últimas que Kant que con su metáfora se ocupara del papel
tud de irresponsabilidad con su época y calificó de necesidades inevitables. Todos del hombre y de todas sus dimensiones
con la sociedad. indagaron en la condición humana desde en la nueva realidad histórica. El poeta,
Las respuestas a sus ácidos comenta- profundas búsquedas sobre la creación y defensor vehemente de la responsabilidad
rios no se harían esperar y en “La verdad su papel en la vida, el hombre y sus des- literaria, buscaba encontrar un balance
sobre Orígenes” (Revolución, 1959), José tinos revolucionarios. Estos argumentos necesario entre esta y la libertad creadora.
Rodríguez Feo le replicaba: “¿No es cier- les imprimieron un espíritu trascendenta- La actitud, según demostraba en el sema-
La muerte es recta y brutal. ¿Qué hacer ahora calle Reina, a puerta contigua de Fayad ragaño, la cumbre de la pintura cubana, y to que este mismo ‘superrevolucionario’ lista que los convirtieron, en más de una nario (1960), iba más allá de la obligación
en tu definitiva soledad, en tu anti-realidad, en tu Jamís y cerca de Rolando Escardó, el cual su plástica fue una de sus obsesiones. de hoy trató por todos los medios a su al- ocasión, en grandes poemas surrealistas. con causas sociales y momentos naciona-
anti-sombra? Perdida tu aguja de pasión, ya sin resultó ser su compañero de caminatas Al triunfo de la Revolución, en 1959, cance que le publicasen sus poemas en las El compromiso del escritor, tema laten- les: “Una toma de conciencia de nuestra
nombre… nocturnas por la Habana Vieja. Cuenta el regresa a Cuba, se incorpora al periódico páginas de la revista Orígenes, de esa mis- te durante toda la década del 60 en Cuba, encrucijada exigiría no solo una defini-
José A. Baragaño primero que lo que más recuerda de Ba- Revolución y posteriormente a su semana- ma revista que él ahora califica de colo- fue un gran moldeador de la conciencia y ción a favor de la Revolución, sino tam-
S
ragaño eran “sus largos monólogos acerca rio cultural Lunes de Revolución. Sin duda nialista? […] ¿No habrá entonces mucho por lo tanto del habitus de los escritores bién inscribirse dentro de las angustiosas
i un escritor resulta desapa- de la literatura y el arte, […] sus infinitas alguna, Baragaño asumió la victoria re- de resentimiento, y menos de justificación y artistas. Para el poeta, la condición de preguntas del hombre contemporáneo
recido y olvidado de anto- maneras de no estar de acuerdo con nada, volucionaria como la posibilidad infinita política, en la diatriba del señor Baraga- responsabilidad significaba ubicar al ser que el existencialismo, el surrealismo, el
logías, memorias y textos […] la secreta soledad que no dejaba de que le permitiría llevar su obra a un punto ño?” Además del mencionado artículo de humano en un contexto de inquisiciones marxismo han utilizado, y que constitu-
críticos sobre la literatura cu- asomársele a los ojos”.1 Matriculó también elevado de expresión poética y moral. “A Rodríguez Feo, se encuentra “Más despa- sobre su realidad y sus deberes con su yen su empuje revolucionario”.7
bana a partir de la década del en la Escuela de Ciencias Sociales de la veces la literatura tiene que esperar por cio, Baragaño”, en el que Fausto Masó le época. Una verdadera militancia manifes- A la vez, el autor de El amor original en-
50 es José Álvarez Baragaño. Otro fin no Universidad de La Habana a la cual, según la Revolución para hacerse consciente y replicaba desde las páginas culturales de tada en la esfera artística y literaria como tendía los matices de la libertad creadora
podía tener el “poeta maldito” de aquellos creía Jamís, nunca asistió. En ese entonces completamente revolucionaria”, escribiría Nueva Generación. Sus inquisitivas y pro- principio moral y una toma de conciencia y, en polémica consigo mismo, expresaba
tiempos románticos y convulsos que asistie- se manifestaba como un ardiente anar- en el número 45 de Lunes.3 Para los artis- vocadoras opiniones en Revolución (“Una respecto a la misión del escritor y del artis- en Revolución: “Creo en la absoluta liber-
ron al tránsito radical del 1ro de enero de quista e incluso estuvo vinculado a una tas y escritores la utopía se convertía en revolución de nuestro tiempo”, “La pintura ta. Baragaño no abogaba meramente por tad del escritor dentro de su tiempo –pero
1959. Su vida, llena de anécdotas y mitolo- revista representante de ese movimiento realidad y la ciudad letrada comenzaba a moderna y la academia”, “La poesía y el describir o narrar el fenómeno revolucio- no dejo de saber que la libertad se encuen-
gías, nos llega hoy fragmentada mediante en Cuba, Encuentro, en la que publicó al- edificarse. En abril de 1959 dejaría cons- problema del hombre”, “Tiempo de zozo- nario; todo lo contrario, defendía que: tra dentro de un grupo de posibilidades
la voz de los que lo conocieron, sus tres gunos de sus primeros poemas y artículos tancia en Revolución de que la gran fasci- bra”, entre otros) lo confirmaron como un y lo posible no siempre es ilimitado”.8 El
principales libros editados (Cambiar la como “Llamadle publicano” sobre el poeta nación que ejercía la Cuba revolucionaria crítico temido y odiado por muchos crea- Esa responsabilidad sin dramatismos verdadero compromiso significaba que
vida, El amor original y Poesía, revolución del español León Felipe, y los poemas Sonetos en él partía de su constante “vitalismo, su dores de la época. ni patetismos no se encuadra en nin- la responsabilidad era ante todo una res-
ser) y los ensayos y artículos que publicó por Narciso y Zona de Infancia.2 radical ausencia de trabas ideológicas; Para Baragaño el ejercicio del criterio guna actitud partidista ni se resuelve ponsabilidad de conciencia, de ahí la
en la prensa cultural de 1959 a 1962. En 1952, cuando contaba solo con vein- su libertad con respecto a sí misma”. Para desde la sinceridad y la intransigencia re- en el sentimentalismo seudoproleta- importante conjunción con la libertad de
La fama de personaje intransigente, te años de edad, saldría a la luz, en París, su Baragaño, la filosofía de la acción revolu- sultaba la esencia de un intelectual com- rio de alguna literatura oficial; por el creación sobre la que escribiría en Lunes:
polémico y feroz, unido a sus extremas primer poemario con el ambicioso título cionaria hecha realidad creaba el héroe de prometido. En su opinión la crítica de arte contrario, tiene un valor ontológico e “Pero no la Revolución como tema o pre-
posiciones intelectuales, llevaron a que de Cambiar la vida en honor a Rimbaud. Nietzche y el combatiente de Malraux. o de literatura debía ser, más que un mero histórico de gran envergadura que no texto, sino la revolución hacia adentro y
Virgilio Piñera lo nombrara, en las pági- En Francia, donde permanecería aproxi- Un pensamiento poético y filosófico y análisis o comentarios positivos y nega- puede ser negado por nadie, y que es hacia afuera, para transformar el mundo
nas del periódico Revolución, a inicios de madamente dos años, conoció a Tristán una posición abrazadora en torno al he- tivos, otra forma de hacer arte o poesía: dentro de algunas posibilidades de dis- del espíritu como el mundo de la socie-
1959, “el caso Baragaño”; y, definitivamen- Tzara y André Bretón, este último, figura cho revolucionario quedaron plasmados “La crítica de arte debe ser escrita con ira cusión el único destino cierto del arte dad”.9 Su concepción, que añoraba el frá-
te, Baragaño fue “un caso” de la literatura de ascendente influencia en su pensa- en sus artículos y ensayos en la prensa y con pasión, con sangre y pensamiento; contemporáneo.5 gil equilibrio entre compromiso y libertad
cubana. La poética violenta y surrealista miento. Colaboró también con las revistas cubana de 1959 a 1962, los cuales se con- solo hace falta pensar en la crítica que ha- creadora, fue la de una joven generación,
que desplegó, al igual que los convulsos Le Soleil Noir, Positions, Espacio y Pander- virtieron en un medio de expresión tan rían Nietzsche, Kierkegaard, Heidegger: José A. Baragaño fue sin dudas uno rebelde, iconoclasta, creativa, que deseaba
inicios de la Revolución Cubana, lo dife- ma. Su vínculo personal e intelectual con significativo como su propia poesía. Sus una crítica en la que se unirían la pasión de los poetas que más ejemplificó en los erigir una obra auténtica y lo suficiente-
renciaron del resto de su generación como el surrealismo quedaba solidificado de influencias, que iban desde Arthur Rim- a las ciencias del espíritu, la poesía al es- primeros años revolucionarios dicha con- mente personal como para ser universal.
un agresivo ser, no solo de las letras, sino esta forma y sería expresado con especial baud, Antonin Artaud, Jean-Paul Sartre tudio histórico; una crítica vital en todos dición. Sin embargo, su indagación en la La obsesión por el lenguaje como rea-
también del pensamiento y la oratoria. Su fuerza en sus primeras obras. Tres años hasta Martin Heidegger, Friedrich Nietzsche los sentidos”.4 responsabilidad intelectual fue mucho lidad, forma máxima del ser, lo llevó a
personalidad, propensa a acaloradas dis- después, en 1955, se editaría su segundo y Friedrich Hölderlin, fueron recurrentes En julio de 1959, cuando ya Lunes de más allá de un mero posicionamiento construir un mundo en el que la poesía y
cusiones y polémicas actitudes, junto a su libro, El amor original. La policía batistia- en su intenso discurso. Revolución comenzaba a tomar cuerpo político y buscó situarse en una época todas sus variantes, literarias o no, cobra-
precoz y trágica muerte le imprimieron el na lo arrestó en 1957 por corto tiempo y Desde los iniciales trabajos que pre- propio, el poeta publicó sus primeros tra- histórica que se abría para el creador ron fuerza arrebatadora de dimensiones
signo de poeta maldito de su generación. a su salida decidió volver a abandonar el sentó en Revolución, sus radicales opi- bajos. Sus escandalosas características lo cubano. En “El absurdo y la rebeldía del ontológicas. El verso fue un medio para
Nació en Pinar del Río en 1932, pero país y marchar nuevamente a la cuna de niones lo convirtieron en un personaje emparentaron de inmediato con la icono- escritor” (Lunes de Revolución, 1960), títu- trasformar al hombre, combatir el absur-
su infancia y juventud resultan prácti- los poetas que más admiraba: París. En temido en la literatura cubana. En “Oríge- clasta publicación y al pasar el tiempo se lo de por sí epítome de su propia esencia, do de su existencia y alcanzar la libertad
camente desconocidas para los actuales 1958 publicó el ensayo Wifredo Lam por nes una impostura”, publicado en marzo convirtió en uno de sus principales cola- planteaba: “¿Con quién es el compromiso absoluta: “la poesía tiene su origen en la
lectores de su obra. Al llegar a La Habana la Sociedad Colombista Panamericana. El de 1959, declaraba su opinión respecto al boradores. El autor de Cambiar la vida le del escritor? Con su esencial sinceridad, libertad absoluta, si no es por su propia
vivió alquilado en un apartamento de la autor de La jungla representaba, según Ba- grupo republicano a la vez que confirmaba imprimió significativas constantes discur- con su imaginación, con su fuerza creado- naturaleza la expresión más absoluta de
L
agosto de 1959, p. 12.
de su poesía precisamos, antes, despo- mito Baragaño. 11
Ibídem, p. 13.
jarnos de todo ropaje lógico o de cual- José A. Baragaño perteneció a una uego de una larga sequía, segura, y sus poemas, lectura obligada a la
a rescatar
Luis Marimón:
una herencia
12
Fernando Pazos: “José Álvarez Baragaño, poeta de la re-
quier resabio silogístico, empleando la generación que produjo los primeros es- belión”, Lunes de Revolución, n. 71, 8 de agosto de 1930, anoche llovió. El día amane- sombra de alguna arcada o árbol del par-
intuición y los sentidos ocultos o igno- critores que comenzaron a encumbrarse p. 9. ció gris… Si no fuera por el que. Desde el primer momento comprendí
rados como únicos vehículos capaces en la década del 60: Guillermo Cabrera 13
Virgilio Piñera: “El caso Baragaño”, Revolución, 2 de sep- calor y el mes en que estamos, que no solo tenía ante mí a un contempo-
tiembre de 1959, p. 2.
de hacernos penetrar en ese mundo en- Infante, Pablo Armando Fernández, An- 14
diría que es invierno. Hemos ráneo en la poesía, sino a un buen poeta.
Después de más de tres décadas sin publicarse la mayor
soñado; irracionalmente lúcido. Solo tón Arrufat, Heberto Padilla y Roberto parte de la obra de Baragaño, en el año 2015 se editó enloquecido a la Naturaleza. ¿Dónde Con los años y el conocimiento adquirido
así podremos intuir, escuchar su ver- Fernández Retamar, por solo mencionar por Jamila M. Ríos e Ibrahim Hernández Oramas el está la cordura? ¿Dónde, la inteligencia? en este difícil arte –aunque siempre se es
dad sombría que crece desde el fondo algunos. Junto al poeta Roberto Branly texto Una cita informal y constante con la muerte, que Nada… No me hagan caso… Hoy estoy aprendiz–, concluí que no era uno más de
secreto del lenguaje como un animal llegó a conformar el dúo surrealista de contiene una amplia recopilación de todos sus poemas, para la poesía, y un poeta amigo ha veni- los muchos que por entonces escribíamos
artículos publicados en la prensa y varios ensayos de
arrastrado por la tormenta.12 la literatura cubana. Su poesía será reme- do a verme, para conducirme de nuevo a versos al dictado de los cambios que obra-
análisis sobre su producción.
morada por atravesar esa línea expresiva 15
Lunes de Revolución, n. 24, 31 de agosto de 1959, p. 13. ella. Luis Marimón es su nombre. Hace ya ban en nuestra sociedad. En su poesía ha-
La obra producida se complementó y desgarradora de los suicidas sociales, y más de cuarenta años que lo conocí en el bía algo diferente, novedoso, que la hacía
en 1960 con la publicación de uno de los encabezar la lista de poetas malditos cu- parque de La Libertad, de Matanzas. Él te- cada vez más cercana a mi sensibilidad y a
títulos más alucinantes de la literatura cu- banos junto a José Jacinto Milanés, Juana nía esa noche una exposición de poemas mi gusto estético. Iniciado en Martí, Vallejo,
bana: Poesía, revolución del ser. Su poesía Borrero, Rolando Escardó, Raúl Hernán- y dibujos en el edificio del Ayuntamiento. Rimbaud, Hernández y tantos otros, recién
encontraría en este volumen uno de sus dez Novas, Ángel Escobar y otros. Desde Nos conocíamos de oídas. Él sabía de mi me había impuesto rebasar la influencia
momentos cumbres. De su poema “Him- la actualidad, adentrarnos en algunas poesía y yo de la suya. Ambos nos había- de Saint-John Perse, cuya trascendente
no a la muerte”, perteneciente a este libro, de las facetas de su mundo poético y re- mos leído. Un poema mío inspirado en el obra, basada en una historia poética del
Virgilio Piñera afirmaría en “El caso Bara- flexivo resulta fundamental a la vez que cuadro La edad de la inocencia, del pintor hombre y el mundo, ocupaba entonces toda
gaño” (Revolución, 1959): “Este poema son se convierte en una deuda a saldar con la inglés sir Joshua Reynolds, fue el enlace. mi atención.
los pedazos, armados sabiamente, de un Historia.14 Amigo de mirarse en el espejo del arte, Con el tiempo perdí la pista de Mari-
rompecabezas llamado Muerte y que Ba- Según Henri Michaux, el artista es como yo, resultó que Marimón también món y, lamento decirlo, la de su poesía.
ragaño lleva pegada a sus costillas como aquel que se resiste con todas sus fuer- tenía un poema referido a esa pintura en No obstante, cada vez que me encontraba
un flagelo […] Me parece el mejor poema zas a la pulsión fundamental de no dejar la citada exposición. Impetuoso como era, con un matancero amigo, casi siempre
cubano en lo que va de este año”.13 huellas. La resistencia de Baragaño lo con- nadie le había podido poner bridas desde escritor o artista, preguntaba por él. Las
El libro Poesía… no podía menos que virtió en una de las personalidades más que leyó mi poema; ni siquiera Sarita, una historias que tales amistades y conoci-
convertirse en polémica como su propio enigmáticas de la cultura cubana y uno amiga y joven actriz recién egresada de la dos me contaban del poeta, si bien eran
autor. En la premiación de la primera edi- de los escritores más distintivos de la lite- Escuela de Artes Dramáticas de la ENA, algo desconcertantes –para entonces ya
ción del Concurso Literario de Casa de ratura nacional. Sus variadas y tormento- quien hacía por entonces su trabajo social nada humano me era extraño–, siempre
las Américas, a inicios de 1960, el jurado, sas provocaciones consiguieron hilvanar en el teatro matancero y había iniciado me hacían sonreír. “Ese es Marimón” –me
conformado por Virgilio Piñera, Nicolás una fábula de hombre-poeta, que en Lunes una relación con el poeta. “Marimón quie- decía. Atando cabos aquí y allá, llegué a
Guillén y Benjamín Carrión le otorgó el (1959) llegó a describirse a sí mismo de la re conocerte –me dijo–, está intrigado imaginármelo un poeta irreverente pero
lauro al poeta ecuatoriano Jorge Enrique siguiente manera: “En la poesía prefiere porque tú asumiste en un poema la mis- responsable, que se debatía, aherrojado
Adoum con su poemario Dios trajo la la soledad, en la crítica la hostia apuña- ma obra de arte que él.” “Cuando guste, de estrechez provinciana, entre el mundo
sombra. Sin embargo, el autor de Electra lada, y en la pintura la violencia, son tres por mí no quedará” –le dije a mi vez. Esa que deseábamos construir, basado en ese
Garrigó escribió en Lunes sobre su desacuer- elementos que recorre con precisión inal- noche en el citado parque fue el encuen- deseo de perfectibilidad humana que nos
do, pues estimaba que Poesía, revolución terable”. Pero, de todas formas, su ser ya ha tro. A los cinco minutos de presentarnos, había conculcado el proceso socializador,
del ser era “el libro de mayor eficacia poé- volado a lo desconocido así que “¿[p]ara ya éramos viejos conocidos. y el día a día que iba deshilvanando la
tica entre los doscientos ochenta y tres qué ahogar el poeta dentro del concepto A partir de ahí, cada vez que viajaba bandera levantada en un inicio con fe casi
presentados al Concurso. A la vez que ‘progresivo’ de la historia, incluyendo su de La Habana a Matanzas en el tan tra- fanática. Un mal día supe de su partida,
le parecía que recompensar Dios trajo la obra en la historia de la literatura, si perte- queteado como romántico tren de Casa- allá por el verano de 1995. Y otro peor, de
sombra significaba premiar precisamente nece a la historia de la muerte, a la historia blanca –algo que hacía casi todos los fines su muerte en Las Vegas… Desde entonces
la antipoesía”. del terror, a la historia de la nada?”.15 < de semana por los 70–, Marimón era cita no he dejado de preguntarme, ¿qué viento,
Conversando con
Alberto Tosca
Rito Ramón Aroche
H
acia fines de los años 80 del pasado siglo asistí a se había visto en Cuba un mariachi negro. Mi padre me había
una lectura de poesía de tres poetas de la genera- comprado una pistolita de fulminante con un mecanismo de
ción del 80: Cira Andrés, Raysa White y Soleida martillo que percutía sobre unos lunares de pólvora y sonaba y
Ríos en la Fundación “Alejo Carpentier”. En me- echaba humo; yo les disparaba a los muchachos jugando y ellos
dio de la lectura alza su voz de manera inesperada se hacían los muertos. Así que era muy feliz.
no recuerdo ahora si Raysa o Soleida Ríos… invitándome a leer al- También con sombrero y traje de guajiro, y “pañoleta colorá
gunos de mis poemas. A Raysa la conocía desde hacía muchos años en el pescuezo”, como decía mi abuela, bailaba el zapateo. Con
porque pertenecíamos al taller de Marianao cuyo asesor era Raúl una guayabera blanca, impecablemente almidonada con unos
Doblado. Siendo yo el más joven en aquel entonces, tenía motivos botoncitos de nácar, y una bataola de hilo blanca, bailaba con
más que suficientes para visitarla con frecuencia, conversar, tomar unos zapatos ortopédicos negros, ya que no había botas ortopé-
té y mostrarle mis poemas. Todavía conservo su poemario Tránsito, dicas blancas para mis pies enormes, el único estorbo para las
dedicado por ella cuando, siendo tallerista, ganó el premio 13 de danzas campesinas con niñitas preciosas calzadas con alparga-
Marzo. Creo que conocer personalmente a Soleida me venía de mi tas y con los labios pintados de rojo.
amistad con Ángel Escobar. Los detalles andan borrosos en mi me- Luego en tercer y cuarto grado hicimos un cuarteto imitando
moria. A Cira solo la conocía por referencias. a Los Zafiros hasta que llegamos a la conclusión de que debía-
Pues bien, el asunto es que subo nerviosísimo, puesto que no me mos imitar a Pello el Afrocán, porque teníamos latas y cajones
esperaba tal invitación, y leo algunos de mis textos (perdón: iba a para ensayar.
decir poemas). Al término de la lectura, se me acerca alguien que desde Fueron momentos “gloriosos” de nuestra infancia artística
mi timidez yo lo veía sentado en el público, y a ratos creo que bebía ya que el Pello estaba en boga y, estando a dos cuadras del Canal,
jugo de naranja que se traía en un pomo. Y me dice que de todo lo en el callejón del Resguardo, teníamos un público asegurado.
que había oído esa tarde lo que más le había interesado eran mis poe- Y esto nos hizo combinar las “presentaciones” con rumba y gua-
mas. Juro que no lo podía creer. Pensé, por un lado, que lo decía porque guancó. Yo tocaba la tumba y el tres dos, y Orlando frijolito, el
ya los de sus amigas le parecían harto familiares o, por otra parte, director, nunca me dejaba fuera cuando el papá le trajo un quinto
por ese asunto de estar tomándole el pelo a uno, o a manera de y una tumbadora.
darle ánimo a alguien que se sentía lejos de imaginar que algún día Un día mi abuelo me sorprendió en los ensayos de la calle
sería publicado. No dije nada. Pero parece que no hizo falta, porque Resguardo: de noche, descalzo y sin camisa, y reprendiéndome
algo debe haber visto en mi rostro, a lo cual respondió: “Lo digo en por andar con aquella carga de negritos rumberos, me prohibió
serio”, y el referido personaje echóse a andar. Era, nada más y nada rumbear. Por pura casualidad mi hermana me llevó a casa de
menos, que el trovador Alberto Tosca. Caridad Allesta donde había un long play de Los Beatles y todo
mi mundo mental y espiritual cambió con respecto al arte: vi
Tosca, quisiera que comenzáramos hablando de tus comienzos: a esos peludos pulcros muy lindos y su música me electrocutó,
dónde naciste, cómo fue tu infancia, de la primera vez que diste con abandoné mi ímpetu rumbero y la cogí con la guitarra hasta
una guitarra, incluso de cómo ha sido ese influjo que no se ha dete- hoy en día.
nido hasta hoy… Dice mi amigo Dagoberto Pedraja, excelente guitarrista de
Comencé en mi andar artístico, si así puede llamársele, en rock, que soy un traidor, que me viré con carta, porque empecé
el prescolar de la calle Chaple, entre Esperanza y Salvador, en el en “la perrera” con la guitarra en el rock y un buen día estaba
Canal del Cerro, cantando en actos públicos, fechas y celebra- “virao” pa la Nueva Trova.
ciones. Con cinco años mi madre se deleitaba disfrazándome Es que en la secundaria escuché por primera vez a Pablo
de payaso, charro mexicano y guajiro cubano. Yo prefería el de y a Silvio, a Noel y a Vicente y me ensañé con la Nueva Trova
mariachi, porque mi madre me pintaba patillas y bigotes a lo por los documentales cubanos del Grupo de Experimentación
ranchero, con su creyón de cejas negro, y eso me divertía canti- Sonora filmados por el ICAIC, que tanto me calaron. Si eso es
dad al mirarme en el espejo con mis dientes chiquiticos, y ha- traición, entonces lo desmiento, porque seguí escuchando la
cía reír a los demás muchachos que se burlaban porque nunca doble kiuén (WQAM), visitando el Cubanaleco, apegándome
dosier >
p. 22-31
Un país en silencio Mi cuerpo tendido en la tierra parece tierra, pero es cuerpo que
se muere. El leñador aprende su destino. Miro el cielo de Cuba cerrarse sobre mí, tendido
No hay dolor, en la tierra busco el molde para escuchar la manigua, sin que la
Es que el hacha cortante
sino cuerpo dividido solo se aparta de nuestras cabezas manigua hable. Fuera de mí el viento crece y presiona, soy vegetal:
en pequeñas porciones con el golpe de otra hacha. una hoja de acacia, un jagüey que el silencio derribó.
de indiferencia. J. Martí
La gente no se detiene
ante el cadáver cotidiano. Para no convertirme en ti/ me alejo.
No hay dolor, Ser animal o poeta no marca diferencias,
pasto y escribo/ escribo y pasto,
El desbroce
solo un país abierto
sobre la mesa, odio la hierba, a Yanelis Encinosa
acostumbrado al bisturí, la enveneno
a ser el que se pierde y el bosque se multiplica. El hacha Solo con el machete se aclara el camino,
cada día. Lo que necesito es distancia, de un lado arde la zarza
Tú en ceba/ Yo en mi dolor Abro los ojos y sé del otro el marabú se repite
sin aceptar la sombra, que algo de boca en boca,
sin cabecear un minuto, tendrá que caer. como los malos poetas que vienen del Oriente
alejado, cargados de odio, silencio y mierda.
para entender el bosque, para que el mundo vuelva Vienen a caballo:
tomar el hacha tangible en el vacío Maceo, Guillermón, Rabí, un bulto de negros
y destruirlo. el vacío se destruye que no entiende la abulia, los mercados
la libra de corruptos en pie.
1. mi cabeza un hacha Siguen su estrella y avanzan
2. mi ojo un hacha poetas vivos sobre poetas muertos,
Las masas 3. mi silencio un hacha un combate desigual pero no importa
nunca importaron los caídos
El ladrón que atraparon anoche dijo llamarse Rainer María Rilke. respiro sino los que dieron pisón, repello y lechada.
En el barrio no lo conocían; robaba libros en la biblioteca, Lenin, la sangre se llena Solo con el machete se entiende la manigua
Marx, Heguel, libros que nadie lee. Esos son los libros necesarios de tiempo. el resto es golpear sobre Vicente y otros veinte
para el tal Rilke, quien no podría convertirlos en capital.
que le dan a la hierba, al bejuco que enreda el lenguaje
Un ladrón afuera entre las ruinas de Babel y Jericó.
de libros alguien me lee Cuánta oscuridad sobreviene
empolillados en la biblioteca,
acumulo palabras como si acumulara sándwiches.
un tal Rainer María y no lo percibe. ¿Qué pasa con el color?
atrapado
Una isla sepia alcanzaría para todos
con las manos en las masas, Los ambidiestros
pero los poetas odian el sepia
fuerzas motrices
y afilan los machetes pensando:
que lo ataron a un poste para René Emonides
“quizás mañana se llene de cabezas el camino”.
de electricidad.
A alguien se le ocurrió la idea de castigarlo, golpearle la cabeza La cabeza es para usarla, dice el zurdo tocándose la sien con el
con los pesados tomos que robaba, darían una lección al maldito, dedo derecho. No debemos perder la cabeza, respondo con el hacha
aprendería a no tocar libros sagrados del tesoro público. En vano nerviosa en la mano. El zurdo me mira, sabe que un hombre sin
él quiso explicarles, pero leer nunca ha sido una buena opción cabeza es un muro menos. Antes de darme el golpe en la cabeza,
para las masas. le digo, cerciórate de que todavía conservas la tuya.
Remanganaguas
para Hugo Fabel
La formidable puerta se desquicia.
Pongo el oído en la tierra Los aurigas han muerto. Frida Kahlo
entre bosta de vaca la sístole, la esencia de la patria, resbala bondadosa sobre el falo
mitad para mí, mitad para el gallo que muerde el oído con sorna. del muralista insigne. La delicia
¿Pico o no pico? de sostener sus delicadas corvas.
El gallo escarba la desidia y los pastizales de Oriente Acantilados. Desleídos. Luzca J. L. Serrano
donde los hombres empujan porciones de indiferencia, sus atributos de manera brusca.
cabezas negadoras sobre el barro que mayo descubre Clavicémbalos, cítaras y tiorbas. habrá unas loas, unos aleluyas.
sin nombre en El Camino de la Isla. El hombre orquesta, el narcotraficante, Vendrán a levantarte la autoestima.
Pongo el oído raso/ un hilo de rabia/ el tiempo va a removerse. entra al segundo o al tercer cuadrante Hay que entregar las piedras al malandro.
Sobre una mula el cadáver se parece a mí con levita, de la desilusión. El terciopelo Esto es el ápeiron, Anaximandro.
entrando triunfal en la sangre de los vencidos. de la desilusión. Virgen de cera. Lo que queda del ápeiron. Los griegos
El gallo escarba la fosa, le arranca un ojo a la tarde Entrañas conservadas en salmuera. estaban locos (fíbulas, ajorcas,
que me da la espalda como si fuera a caer en las aguas Aguardiente bebido a contrapelo. algo que los Albertis y las Lorcas
que los cascos hollaron. Tokio. Roma. Berlín. Washington. Londres. no pueden comprender), estaban ciegos.
Aquí está. Nadie lo sabe. Núremberg. Nagasaki. Pótsdam. Yalta. Cuando despiertes, cuando te acomodes
En la oreja reventando sin otro remedio que estar vivo. ¿Necesitamos tósigo? ¿Hace falta, al descalabro, tu cocorotina
Aquí estoy. Dr. Bettelheim, que nos atolondres? dejará de soñar con Palestina
¿Pico o no pico? Membranas, densidades y gradientes. y los desmanes del terrible Herodes.
Pero no logro romper el cerco y saltar contra la hierba de guinea Tendrás que echar el bofe, la atrabilis, A toda prisa, comediante, empacas.
o la soledad de estos términos. mientras las Sandras o las Amarilis Los clavadistas correrán el riesgo.
La noche se abre. te observan a hurtadillas, subyacentes. Hay un mazo de llaves, hay un sesgo.
Con cara de prostituta nos mira, En su concha de nácar, el molusco. Bolas que ruedan hacia sus buchacas.
sin que pueda respirar la tierra mojada por fin deslumbrándose, Tenochtitlán ha colapsado. El Cuzco ¿En realidad nos hace falta un antes
para que otro pisonee y dé olvido y vuelva carteles, sustos de calamina, ha colapsado. Copas de ginebra y un después de tal cosa? Fulminantes
el trote incontrolable de sus vísceras. para calmarle a la ciudad los nervios. entradas y salidas de Houdini.
Pongo el oído. Los humildes esperan. Los soberbios Una alegría que nos atraviesa
Escucho la diástole y el miedo que nos crece de raíz. también esperan. Algo se vertebra. como un clavo oxidado, sin cabeza.
El Camino de la Isla ya no existe. Una fiesta, un banquete, se sazona. Chandler prepara el último martini.
Solo un canto de huesos sembrados produce los destinos Vidrieras convertidas en añicos.
que el hombre derribó. Los persas se quedaron chiquiticos.
¿Pico o no pico? Es el minuto de la comadrona. Albert Einstein kaputt. Últimas jarras
El gallo ciego abre la boca, levanta el moño, Un iceberg, unos pernos, unas lycras de cerveza en el bar. Último round.
promete no tirarse contra los sacos arrancadas delante del azogue. Últimas logomaquias de Ezra Pound.
ahora que está grave y la gente vira el reloj con el oído raso Una cerveza, un cónclave, un desfogue. Ser libre es disfrutar nuestras amarras.
para escucharse a sí mismos. Estamos a milímetros, a micras.
Está turbio el Contramaestre. ¿Habrá por siempre puercos en las púas? Verdades más o menos adventicias
Mayo viene arrastrando estatuas que sacaron el pie de la piedra, ¿Tostones? ¿Aguardientes? ¿Capicúas? con que ingeniamos la terrible mezcla.
en otra margen los niños ven pasar pedazos de héroes, ¿Vencedores habrá siempre en el podio? Que un himno (que una danza) se establezca
lanzan flores, pero allá abajo lo que hace falta es un poco de silencio El labriego se quita la polaina. sobre los restos de la noche. Albricias.
para que se escuche la violencia del agua crecida. El pie de Ulises entra en la jofaina.
Remanganaguas. Los pretendientes cierran su episodio. Multitudes movidas por la lógica
Aquí está. Nadie lo sabe. Furiosa (impredecible) degollina. del carnaval. Pedante, pedagógica
El gallo se nos muere pero el oído insiste Los apparatchiks. La nomenklatura. inflexibilidad. Hay inyecciones
sobre ese grano de maíz que altera el paisaje. Bronquios expuestos a la picadura
del tabaco. La lenta nicotina. que nos absuelven del dolor. Hay óbolos
Remanganaguas, 20 de mayo de 2014 El lentísimo alcohol. La pantomima. que nos hacen felices. Los discóbolos
La verticalidad. Cuando concluyas tensan ante las gradas sus tendones.
30 Dosier
Poesía / XXII Premio de Poesía La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 31
Del garabato
al humanismo
Entrevista >
p. 32-35
orweliano
D
e Gustavo Díaz Sosa quedaron en el recuerdo de
numerosas personas, en el panorama de las artes
visuales del país, sus primeras exposiciones y la rá-
pida visibilidad obtenida luego de su graduación en
la Academia de San Alejandro. Corrían entonces
los primeros años del nuevo siglo y milenio y el jovencísimo artista
gestaba cuadros de gran formato en los que la tentativa de pintar
el tiempo, detenerlo y registrarlo para la imagen, a partir de inquie-
tantes y fantasmagóricas arquitecturas, era el motivo central de su
trabajo. Integró por aquellos años la delegación de treinta artistas
plásticos cubanos que acudió junto a Fidel a la inauguración de La Rafael Acosta de Arriba
Capilla del Hombre, en Quito, la gran obra cultural y patrimonial
que dejó como legado para su pueblo el artista ecuatoriano Oswaldo
Guayasamín. Hizo un par de muestras y se esfumó del mapa de nues-
tras artes plásticas. ¿Háblame por favor de tus primeras inclinaciones y vínculos con
La causa fue que, poco después de ese momento inicial, Gustavo las artes visuales?
partió al País Vasco, en España, para cumplir con una beca Arteleku. No soy consciente de cuándo dibujé algo por primera vez,
Reapareció años después en la escena artística cubana, con una pero te puedo asegurar que los recuerdos más tempranos de mi
exposición en la galería de la Biblioteca Nacional “José Martí”, que niñez incluyen anécdotas relacionadas con el dibujo y la pin-
tuve el placer de inaugurar. En el ínterin, su obra mutó, se espesó y tura. Mis primeros contactos con el arte fueron a los cinco o
maduró como resultado de la práctica constante y sostenida de su seis años. En mi casa había libros y postales de pinturas clásicas
pintura, de las densidades de su concepción estética y de la influencia rusas que mis padres habían traído de sus viajes a la antigua
intelectual y pictórica recibida de nuevos afluentes. Unión Soviética. Pasaba horas ojeándolos, sorprendiéndome
Hoy Díaz Sosa es una presencia en el panorama artístico euro- con las atmósferas de aquellos paisajes grises y esos retratos clá-
peo y español. Cuando digo presencia, me refiero al trabajo con una sicos de monarcas con gorgueras y vestidos de ribetes dorados.
galería importante, exposiciones periódicas, la asistencia a ferias y A los seis años me atreví a usar por primera vez una brocha
eventos, la atención de la crítica especializada y, desde luego, el consa- y restos de pinturas industriales para manchar un trozo viejo de
bido éxito comercial. cartulina. Sencillamente me divertía o experimentaba rellenan-
Esta conversación para la revista La Gaceta de Cuba permite ac- do espacios y jugando con las sensaciones. Utilicé muchísimos
tualizar a los públicos y a la crítica insular sobre las ideas de nuestro materiales consumibles, como rotuladores o lápices de colores,
artista acerca del arte, la vida y sobre su propia evolución y trabajo. y recreaba historias sobre el papel. Mis padres conservan algu-
Entrevista al artista
nos de esos dibujos y ahora los miro como algo curioso, ya que
cuando los hice no imaginé que de mayor sería pintor.
¿Fuiste un niño garabateador de hojas, como muchos, o lo de lle-
32 Entrevista
La Gaceta de Cuba La Gaceta de Cuba 33
forma de las cosas… No considero que haya sido sencillamente No suelo leer a menudo por satisfacción o diversión, más bien lo cubano. Durante este tiempo gané varios concursos de pintura Cuando inauguré tu primera muestra personal, en La Habana,
un niño garabateador; recuerdo el placer de hacerlo. Me llenaba hago a diario por documentarme o desarrollar ideas. Me consi- que a su vez me fueron enlazando a otras nuevas relaciones pro- en el año 2000, me referí a tu persistente tentativa de pintar el tiempo.
mucho, me nacía, me aislaba, me salvaba de algún modo. dero un lector curioso, de los que leen para conocer la realidad fesionales. Estuve colaborando con Julian Schnabel, Spencer Tu- ¿Sigue siendo un tema de prioridad en tu obra?
Recuerdo que mis primeros dibujos fueron historias narra- y no para escapar de ella. Pero, dando respuesta a tu pregunta, nick, Ilan Wolff, entre otros… Tuve la oportunidad de conocer a No, no creo. Al menos no soy consciente de ello. El tiempo
das. No se trataba solo de conseguir dibujar algo, había narración creo que debo reconocer a George Orwell y a Franz Kafka como muchos coleccionistas, galeristas, dealers, artistas, directores de es algo que persiste en el concepto de mi obra, pero no del mis-
y acción en las imágenes. Intentaba contar una historia, comuni- los referentes literarios que más han influido en mi trabajo. cine y teatro, actores… Y así, poco a poco, me fui introduciendo mo modo. Cuando hago un guiño al tiempo en el concepto de
car algo… ¿Cuáles artistas han tenido que ver de manera muy influyente en en el circuito del arte español y, posteriormente, europeo. mi obra es solo para destacar o reflejar que el comportamiento
Sobre tu período formativo en Cuba, ¿qué te aportó la enseñanza la conformación de tu obra? Insertarte en el competitivo ambiente artístico español supuso, del ser humano sigue siendo similar a pesar del tiempo. Esa
en la Academia San Alejandro? Muchos. Creo que toda obra que he conocido ha aportado con toda seguridad, un pulso y una tensión para ti. primera muestra estaba inspirada en el escenario o legado que
Fue una catarsis. Mi preparación previa a la Academia fue algo en determinadas etapas de mi carrera. A medida que voy Desde luego, y lo sigue siendo. La tensión y el pulso que dejó la humanidad. Actualmente mi obra es menos poética,
con profesores particulares que mis padres contrataron cuando desarrollando mi trabajo voy conociendo o identificándome con mencionas es algo inagotable que vibra a diario independien- es más realista, a su vez más simbólica y narrativa. A pesar de
les conté que decidía estudiar arte. No puedo dejar de mencionar otros nuevos artistas y a su vez van contagiándome el deseo de temente del país en el que estés. La competencia es permanente emplear atmósferas, espacios y símbolos que hacen referencia
a Luis Duque, quien me introdujo en la parte más académica. seguir creando. y cada vez más intensa, pero asimismo necesaria. Es cierto que a épocas pasadas, la situación o el discurso que se muestra es
Con él aprendí perspectiva del espacio, a conformar naturale- Aunque no lo parezca, siento gran influencia de grandes clá- estar en Europa facilita ciertas cosas, pero también se debe tener muy contemporáneo. Digamos que no me propongo pintar
zas muertas y a copiar modelos al natural. Él me preparó para sicos como El Bosco. Considero su obra muy narrativa y el modo en cuenta que mientras más te introduces, más intenso y com- el tiempo, sino el comportamiento del ser humano a lo largo
presentarme a las pruebas de ingreso de San Alejandro. Sabía de emplear el espacio y sus composiciones me han marcado mu- plejo es el compromiso y la responsabilidad de continuar. del tiempo.
que era difícil, estuve tres años recibiendo clases con él. Me aislé cho. También puedo mencionarte los cuadernos de estudios de Imagina una escalera de diez peldaños que te propones es- He visto en tu obra reciente la combinación de lo arquitectónico
por completo de la infancia y me dediqué a ejercitar y estudiar Da Vinci, o los bocetos de Miguel Ángel o la etapa más dramá- calar, al llegar al décimo escalón descubres que hay muchos más con los temas del poder en las sociedades actuales, mezcla que inclu-
intensamente… Me gustaba pintar, pero necesitaba una base tica y oscura de Goya… Pero los más evidentes para todos son y que solo has llegado a un descansillo desde el que puedes ver ye tanto a Tatlin como a Kafka y Orwell, constructivismo y política
técnica para poder ingresar a San Alejandro. Anselm Kiefer y Miquel Barceló. que queda mucho aún por subir. antitotalitaria. ¿Existen vasos comunicantes entre ambos tópicos?
A los quince años fui aceptado por la Academia y resultó ser El neoexpresionismo alemán y la nueva figuración de los nor- Introducir mi obra en el circuito del mercado español y eu- ¿Cómo operan en tu cosmovisión del mundo en qué vivimos?
el comienzo de un camino muy intenso, lleno de muros y puer- teamericanos influyeron significativamente en la concepción de ropeo ha sido solo un paso más en la larga carrera que aún que- En mis dos últimas exposiciones, De apóstoles y apóstatas
tas. Me costó mucho estar a la altura de los que ya venían mejor lo que hago hoy. El resultado de mi obra actual se puede con- da. El camino sigue suponiendo un pulso intenso, y mantener y El Juez, el Jurado, el Casi Muerto y su Asesino, mostradas en
preparados. El primer año fue el más difícil, de mucha disciplina siderar nacido del neoexpresionismo aunque no me adscribo a el ritmo o superarlo es una tarea que requiere mucha atención Víctor Lope-Arte Contemporáneo (Barcelona) y Galerie Robert
y esfuerzo. A veces sentía vergüenza de no poder estar al nivel de ningún estilo o movimiento en específico. Sencillamente pinto. y dedicación. Siempre digo que es muy fácil ser el mejor del Drees (Hannover), respectivamente, se aprecia muy bien tu
algunos de mis compañeros, pero esa sensación fue precisamen- Tengo etapas en las que hay una relación muy evidente con barrio, pero intenta serlo en la inmensa urbe que es el planeta… observación.
te lo que activó en mí una exigencia y dedicación mayor. Me sentí la obra de Kiefer, desde el punto de vista técnico, sin embargo, Resulta difícil y en ocasiones es agotador. Ten en cuenta que la Vivimos en una era de apostasía. Parto de esta convicción
inmerso en un mundo totalmente nuevo, bohemio, rebelde, en- en otras me identifico más con la obra de William Kentridge. carrera de un artista no tiene fin, no existe el último escalón. No para expresar mi percepción de la sociedad. Aunque el térmi-
tusiasta, de creación pura y, sobre todo, muy competitivo. Hubo un momento en que Pollock fue mi mayor numen, pero se trata de una carrera de velocidad, sino de resistencia en la que no apóstata se emplea para quien reniega de una fe religiosa,
Reconozco que el arte en Cuba es muy selectivo y competi- luego lo dejé atrás y descubrí a otros artistas que lo desplazan en no gana quien sube más rápido, sino quien resiste más tiempo en mi interpretación lo adjudico a la actitud liberal y solitaria
tivo. En otros países cualquiera puede estudiar arte y licenciarse, mi escala de referentes. Hay quienes me relacionan con artistas subiendo. Ese es el único modo de llegar más alto. con la que el ser humano contemporáneo rechaza los dogmas
pero en Cuba no sucede así. En nuestro país el arte es para los que cuya obra ni siquiera he conocido… Muchas veces los críticos No es solo de consolidar una obra en determinado circui- y estigmas establecidos en la sociedad a lo largo de su historia.
realmente pueden –en todos los sentidos– y para quienes real- me comparan o se atreven a mencionar que mis referentes son to, sino también de saberla mantener igual de viva que cuando En esta obra más reciente retrato, de un modo poético, a una
mente se comprometen y entregan a ello. artistas que no he tenido aún el placer de conocer, pero eso es empiezas. Este es el verdadero desafío en el que influyen la pro- sociedad sedienta de libertad que parece haber sido conforma-
El paso por la Academia fue puliendo mis maneras, mi técni- inevitable. pia calidad del trabajo y también el factor humano que existe en da según el antojo de los más poderosos. Ahora corren tiempos
ca, el oficio, y a su vez me fui empapando de historia, de ideas, de Creo que la influencia está en todo, más que en otros artis- cada uno de nosotros y la fuerza que dediquemos a ello. Trabajo en los que debemos cortar los hilos de las marionetas en las que
conceptos y filosofías. Me aportó el oficio y me dio la oportuni- tas en el propio día a día, en la vida y el background que lleva a diario de un modo intenso, estudio y desarrollo ideas; además, fuimos convertidos.
dad de introducirme en el mundo profesional del arte. Consi- uno mismo. Podría, incluso, afirmarte que el cine, la literatura debo enfrentarme a las críticas, al mercado, a las galerías, a mi Intento describir a una sociedad perdida, anónima, universal,
dero que es un eslabón imprescindible en mi desarrollo. Conocí a y el teatro han jugado un papel mayor en la inspiración de mi propia vida, a mi propio ego, a las circunstancias, a la realidad… rendida y desesperada ante lo que se presume como democracia
muchos artistas, me involucré en proyectos y exposiciones, des- trabajo que la propia obra de otros pintores. Pero aun así, para No es tan sencillo… a nivel global. Mis personajes continúan huyendo hacia ningu-
cubrí maneras y fórmulas que ni siquiera imaginaba antes. contestar tu pregunta, podría reconocerte o nombrarte artistas Tristemente he conocido a muchos que se han licenciado en na parte buscando puertas o salidas de muros monumentales
Dediqué horas y horas en la biblioteca del centro y, en ocasiones, que marcaron algo significativo en mí, como De Chirico, los her- arte y actualmente, por circunstancias de la vida, se ven obligados que los acorralan ante la burocracia y las normas establecidas.
me quedaba a escondidas para pintar durante la noche. Pero no manos Quay, Joel-Peter Witkin, David Lynch, Fritz Lang, Lars a trabajar en otros oficios solo por sobrevivir. En el desarrollo de Como borregos, andan en manadas intentando salvarse cada
era el único, debo reconocer que todos mis compañeros goza- von Trier, Kiefer, Pollock…, y te aseguro que cuando termine una carrera artística influyen muchos factores que te condicio- cual consigo mismo. En estos casos empleo la arquitectura como
ban de muy buen talento, eran realmente buenos, y mostraban de nombrarte estos y hayamos pasado a la siguiente pregunta nan. Podría decirse que mis condiciones han sido más favorables herramienta o símbolo de poder. La arquitectura siempre ha
el mismo interés y energía que yo. Con algunos tuve mayor em- habré recordado una docena más de ellos. que la de otros, pero sinceramente no lo creo así. Cada uno tiene servido para proteger al hombre, pero también para dominar-
patía, con otros no tanta, pero éramos como una familia, está- Llegaste a San Sebastián, España, en 2004. ¿Qué impacto tuvie- su propio camino y a todos nos toca superar tramos agrestes y lo. Los grandes monumentos, iglesias, templos y rascacielos nos
bamos muy unidos y siempre andábamos buscando sitios para ron para ti los estudios en la beca de residencia Arteleku? espinosos según vayamos andando. recuerdan lo vulnerables que somos ante la majestuosidad de
exponer, redactando manifiestos, especulando con ideas nuevas, Al terminar en la Academia San Alejandro me presenté en Cada año hay cientos de nuevos artistas, nuevas técnicas, quienes imperan. Me baso en escenarios de torres inmensas, co-
retándonos a superarnos… dos ocasiones para ingresar al Instituto Superior de Arte de Cuba concepciones de qué es el arte, tecnologías y medios que per- lumnas jónicas, infinitos pasillos, escaleras inacabables y muros
¿Qué lecturas han influido en la construcción de tu visión del (ISA). En ambos intentos fui rechazado. Quería abrirme nuevos miten promocionar y exponer con mayor facilidad. Todo esto sin fin donde el hombre es minimizado ante las grandes leyes
arte y del mundo? caminos y continuar estudiando, pero en Cuba las cosas se me incita a una dura competencia con el fin de destacar. y leyendas injertadas en las raíces del ser humano. La religión,
George Orwell, Umberto Eco, Cortázar, Vallejo, Dostoievski, torcían. En ese tiempo surgió la oportunidad de presentarme a En mi caso, ignoro todo aquello que me invita a tal cosa e in- los mitos, la política siempre se han apoyado en inmensos tem-
Kafka, Saramago, Tolstoi, Pushkin, Bukowski, Poe, Lovecraft… la beca de residencia artística Arteleku, en San Sebastián, en la tento que la competencia sea conmigo mismo, con mi obra ante- plos para ratificar al hombre lo frágil que es ante El Poder. Me
Podría enumerarte decenas de autores aunque no soy un lector que fui aceptado en 2004. Fue como otra catarsis en mi carrera, rior. Dedico tiempo a superarme a mí mismo. No compito para propongo incitar a la reflexión utilizando ambientes de ca-
compulsivo, ni devoro libro tras libro. He leído y leo intensa- una experiencia similar a la Academia San Alejandro, solo que llegar antes que otros, compito para mantenerme vibrante y se- rácter cinematográfico o escenográficos que nos recuerdan a K.
mente, pero por etapas y en dependencia de lo que busco en esta vez en Europa y rodeado de artistas ya profesionales, y que allí guir mi propia escala de éxito. Si me dedicase a la competencia de ante el inmenso e inalcanzable Castillo o ante la desolada deses-
cada momento. Tuve un tiempo en el que me volqué mucho en la cada uno desarrollaba su propia obra. superar a mis homólogos, caería en el error de crear lo que otros peración de un Proceso interminable y sin sentido. También me
metafísica, la escatología, lo esotérico, la filosofía y la religión. Estuve cuatro años en este centro. Me relacioné con mu- quieren ver y no lo que realmente quiero comunicar. apoyo en Dostoievski; Raskólnikov se ve inmerso en los paradó-
Más adelante me introduje en temas más relacionados con la si- chos artistas provenientes de distintos países y tuve ocasión de El arte no ha de ser una estratagema de mercado. En tal caso jicos conceptos del bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, lo
cología, la antropología y lo social. Otras veces me sumerjo en la participar en diversos talleres de pintura, fotografía, litografía, sería un fraude ético y moral en el que desaparecería la honesta deseado y lo mal deseado. O, como bien mencionas, me remito a
ficción, pero siempre relacionándola con la realidad… serigrafía, edición Avid y Final Cut, animación Stop-Motion, etc. espontaneidad de la creación para convertirse en una estrategia George Orwell con su novela 1984, donde introdujo el concepto
Ahora mismo me vuelco más en estudios y ensayos relacio- Fue la oportunidad de abrirme al mundo y de que el mundo se mercantil con el objetivo de superar a otros que ya están sumer- del omnipresente y vigilante Gran Hermano, y en la que narra el
nados con el comportamiento del ser humano. Intento compren- abriese a mí. Veo mi etapa en Arteleku como la puerta de en- gidos en ese mismo océano. Querido amigo mío, en palabras funcionamiento de una política totalitaria que maneja a su an-
der la conducta del hombre y así comprenderme a mí mismo… trada a Europa, la introducción de mi obra fuera del territorio más sencillas: simplemente, pinto. tojo a la humanidad. <
Andrew
hallarás un sendero que te lleve a la cocina”. Me limité a respon- de los senos de Christine, y que llevarían el nombre de su espo-
vs.
En esas temporadas de penuria mi refrigerador adquiría el derle que eso era un sofisma y que lo mismo podía hacerse con sa. Cuando le pregunté de dónde había nacido aquella idea me
sobrenombre de Víctor Hugo. En una oportunidad, una amiga cualquier palabra y las pirámides de Egipto. dijo que se había inspirado en los hermosos versos de Edmund
–que casualmente estudiaba literatura francesa– me preguntó André era un chef experto, le fascinaba cocinar animales Spenser: “Sus pechos como cuencos de crema todavía sin cuajar/
por qué le llamaba Víctor Hugo a mi refrigerador. Abrí la puerta exóticos, pero confesaba sentir cierta incomodidad y aprensión Sus pezones como recién nacidas azucenas”.
del inmenso aparato en cuyo interior flotaba solo una nube de –pavor, diría yo– ante los animales vivos. Tenía también especial “Los senos –me dijo– son capaces de estimular cuatro de los
aire blanquecino y helado, ella miró el interior vacío y gélido predilección por aquellos platos que, según él, eran portadores cinco sentidos –la vista, el tacto, el gusto y el olfato–, pero aho-
como si fuese a surgir de allí una respuesta trascendente, pero de un profundo sentido simbólico. Sin ir más lejos, en una oca- ra estarán condensados en delicias culinarias que será posible
yo me limité a decirle: “Es muy simple, le puse Víctor Hugo por sión me dio a probar salmón relleno de cangrejo y caviar, baña- engullir. El primer experimento –continuó diciendo– lo hice en
Los miserables”. En épocas de bonanza mi refrigerador cambiaba do en una espesa salsa picante y agridulce. Después me dijo que París. Fuimos por unas semanas a visitar a la familia de Christine.
André
de nombre, y en honor al banquete pantagruélico de su relato El a primera vista parecía un plato sencillo, pero que el cangrejo, Probablemente el cambio de horario y de clima influyeron, pero
festín de Babette, se llamaba Isak Dinesen. que avanza hacia atrás, representaba el pasado, el caviar o la en Francia, Christine dejó de amamantar a Nicole. Le saqué la
Recuerdo que la tarde en que me presenté en el restaurante de hueva de pez, es decir, cientos de embriones de esturión, equiva- leche con un extractor y decidí hacer el queso. Aquel día toda
André sin previa invitación lo hice con la excusa de que había ido lía al porvenir y el ágil salmón que los envolvía al presente. “De la familia había salido, estaba solo y tenía una porción de que-
a una librería cercana a comprar un libro –previsoramente lleva- manera –sentenció– que no puedes decir he comido o como este so blanco en la mano. Miré por un enorme ventanal. Siempre
ba un libro sacado de mi biblioteca y nada manoseado para que plato; debes decir lo he comido, lo como y lo comeré y todo en el escuchaba el sonido de los pasos de las personas que pasaban
pareciera que estaba nuevo. Busqué también en los anaqueles mismo instante”. Lo llamaba El instante infinito (L’instant infini), frente a la casa aun cuando la ventana estuviese cerrada. Ha-
uno de esos libros que, bien porque lo había comprado dos veces y aseguraba haber leído la receta en una carta que el matemáti- bía nevado y la capa de nieve que se había depositado sobre la
por error o bien porque tenía uno y me habían regalado otro, co y filósofo Ludwing Wittgenstein le había escrito a un amigo. calle enmudecía el sonido de los pasos de los viandantes. El si-
estaba repetido, y se lo llevé de obsequio como si también lo aca- En vano busqué en archivos y bibliotecas, la receta era creación lencio se torna más puro en la blanca extensión de la nieve. Era
bara de comprar para él. Me parecía vergonzoso ir con las manos de André y la carta de Wittgenstein era apócrifa. como si estuviese de pronto ante una escena de cine silente, pues
Alejandro Robles vacías a llenarme el estómago. Después de agradecerme el regalo el mundo había enmudecido de golpe para mí. Miré el queso
me preguntó si había comido y le dije que no, pero que comería 3 blanco –blanco como la nieve– y lo metí en mi boca. En medio
algo cuando llegara a mi casa. Por suerte se opuso y me invitó a André estaba casado con Christine y al poco tiempo de co- de aquella inmensa quietud, el sabor del queso era lo único que
sentarme a la mesa. De haberme hecho caso, habría terminado nocerlo nació su hija Nicole. El nacimiento de su hija lo mante- hablaba, era la voz del silencio, el exquisito sabor de él gritaba
cometiendo bibliofagia, es decir, devorando literalmente libros, nía bastante ocupado, pero aun así cada vez que teníamos una dentro de mí”.
que era lo único que había en mi casa. Comí hasta saciarme y al oportunidad me reunía con él en su restaurante. Una tarde me Quise saber con qué había sazonado el queso para que tuvie-
A mi esposa Marta y a mi hijo Julio final hice ademán de sacar mi billetera para pagar, afortunada- dio a comer uno de los quesos blancos más exquisitos que he ra un sabor tan increíble y refinado. “Nada –me dijo– únicamen-
1
mente me contuvo y no me dejó continuar con aquella ridícula probado jamás, había en aquel queso un sabor peculiar y atávico. te una pizca de sal. Es el delicioso sabor de Christine”. Le había
pantomima cuyo patético final era una billetera vacía. Ignoro si Mientras lo degustaba, sentí deseos de retenerlo en mi boca echado solo un escrúpulo de sal; me preguntaba, sin embargo, si
Mi amigo el chef André Chifflet ha muerto. Era lo intuyó por la voracidad con la que comí o si fue mera coinciden- hasta que se deshiciera por completo y apreciar todas las aris- no estaba siendo un tanto inescrupuloso.
un hombre alto y de complexión fuerte, a esos ras- cia, pero antes de despedirnos me hizo llevarme varías bolsas de tas de su embocado. Recuerdo que cerré los ojos y, en acceso Me pidió entonces que escribiera un artículo sobre el queso
gos habría que añadir que su español, contaminado plástico repletas de contenedores de comida para llevar. Me dijo de cursilería, le dije que había en su sabor mucha vitalidad y y el dulce de leche Christine. No podía negarme. A semejanza de
por un vibrante acento galo, le prestaba autoridad que eran platos exquisitos que ocupaban demasiado espacio en pureza. Tenía, por así decirlo, un gusto inocente, había algo en Joseph Wechsberg cuando escribió Blue Trout and Black Truffles,
y elegancia. Era, sin embargo, extraordinariamente generoso y sus congeladores y que se negaba a tirar toda aquella comida a aquel queso que hacía que me sintiera tan indefenso como un hice una breve reseña sobre la visita al restaurante. Para mi sor-
afable. En México fue chef y copropietario, primero, de un res- la basura. Aquella tarde, gracias a la generosidad de André, mi cachorro abandonado. Recuerdo haberle dicho incluso que sen- presa el artículo atrajo muchísima publicidad y clientela. Cuanto
taurante de colonia Condesa y más tarde de otro en Polanco. refrigerador pasó de ser Víctor Hugo a ser Isak Dinesen, pasó tía deseos de acostarme y adoptar la posición fetal. fetichista, curioso, glotón y perverso adinerado había en la ciu-
Solía ir con frecuencia a sus restaurantes. Y además de disfrutar de Los miserables al Festín de Babette. Y con aquellas provisiones Comí y bebí y a la altura del postre me dio a probar un dulce dad de México fue a su restaurante preguntando por el queso y
las verdaderas delicias elaboradas por sus propias manos y de cuidadosamente administradas resistí estoicamente hasta que el de leche, en el fondo de mi boca quedó impregnado un sabor el dulce de leche Christine.
beber vino de las mejores cosechas, fuese solo o con pareja, mi primer cheque de una de las revistas llegó a mis manos. que tenía la furia de una fiera de terciopelo con la que intenta Todo se desmoronó meses más tarde cuando André cometió
acompañante y yo comíamos y bebíamos gratis. Como es lógico asustarte un niño. Fue entonces cuando me dijo que el queso y la indiscreción de aclararle a un cliente interesado que al prin-
no abusaba de esos privilegios, iba únicamente si me invitaba. 2 el dulce de leche estaban hechos con leche extraída de los senos cipio la leche con la que se elaboraban el queso y el dulce venía
Cuando me llamaba por teléfono solía declinar su ofrecimiento Antes de que comenzara lo que André consideraba “la co- de Christine. Según me dijo, Christine había dejado de ama- de los pechos de Christine, pero que había tenido que sustituirla
con cualquier excusa banal, y solo si insistía –por fortuna siem- mida” propiamente dicha, ponía siempre en la mesa una gigan- mantar a Nicole pero tenía todavía demasiada leche y todos los por la leche de nodrizas mexicanas, mujeres cuya única fuente de
pre lo hacía– acudía a su restaurante. Habitualmente llegaba tesca fuente repleta de pequeñas delicias, una o dos botellas de días se la sacaba con un extractor y la congelaba. ingreso era amamantar a los hijos de otras y que ahora le ven-
a la hora de la comida, habitualmente la comida se extendía vino y se sentaba a conversar. No era difícil sentirse como un Su esposa Christine era una francesa de ojos verdes, nariz dían su leche. El cliente se levantó indignado, dijo que quería
hasta convertirse en cena, y habitualmente la cena terminaba en comensal del Banquete de Platón –y no solo por el platón reple- fina y labios gruesos y firmes. Tenía el cabello abundante y revuel- queso y dulce de leche Christine y no de las tetas oscuras, flácidas,
una borrachera moderada. to de pequeños bocadillos, sino por los insospechados derrote- to y de un color que oscilaba entre el dorado rojizo y el ámbar. caídas y sudadas de una muchacha. (En México “muchacha” no es
Que yo recuerde solo en una ocasión fui a su restaurante sin ros que solían asumir nuestros diálogos. André era una especie Era sofisticada y sensual, pero si algo sobresalía en su hermosa un calificativo que implica precisamente jovialidad, es el nom-
recibir su invitación previa. Lo hice –nunca se lo dije– porque de filósofo repentista, un improvisador de argumentos falaces. figura eran sus formidables senos, voluminosos, puntiagudos bre que reciben las mujeres de la servidumbre.)
no tenía dinero para comer. No tenía nada en mi alacena y mu- Una tarde me dijo: “Olvidémonos de todas esas palabras cuya y firmes. Sin ánimo de procacidad ni impudicia se permitía la André me llamó indignado por la despreciable conducta
cho menos en mi refrigerador, y después de varios días de pésima relación con la cocina es evidente, palabras tales como gusto, libertad de no llevar nunca sostén, y sus bondadosos pezones discriminatoria de aquel cliente que había formado un escánda-
alimentación en los que había agotado mis últimas reservas, es- sabor, deseo, placer, etcétera. Busquemos algo más intrincado, despuntaban constantemente a través de las telas de sus blu- lo en medio del salón. Con aquellas palabras racistas había con-
taba a punto de desfallecer de hambre. Llevaba semanas espe- digamos, la palabra escrúpulo. Antiguamente el escrúpulo era sas y sus vestidos. Tal era su desparpajo o su despreocupación vertido repentinamente a los senos en un objeto de aversión. Y
rando los cheques de algunas revistas de cuyo nombre no quiero una unidad de medida utilizada en farmacia y equivalía a unos al respecto que evitaba mirarla, pues resultaba inevitable que lo mismo ocurrió con el queso, el dulce de leche y el restaurante.
acordarme y que meses atrás me habían solicitado artículos o poco miligramos. Si leemos antiguas recetas de cocina a la hora mis pupilas se mantuvieran ajenas al relieve de los dos círculos Una noche, evidentemente estaba ebrio, me llamó por teléfono
cuentos con muchísima premura, pero que parecían no tener la de añadir la sal se aconseja siempre echarle un escrúpulo de sal, de carne que asomaban a través de su ropa. Para mí fue como y me recitó las palabras de Lady Macbeth “Ven a mis pechos fe-
misma urgencia para pagarme. que sería más o menos la cantidad de granos que quedarían si hubiese pegado mi boca a los hermosos, a los espléndidos y meninos/ y toma mi leche cual si fuera hiel”. Dos días después
de Kozer
de Cantos de vida y esperanza, las secuencialidades erotosen-
Poesía > suales de Neruda, los modositos trascurrires sonetísticos de Más que neobarroquismo prefiero concebir cierto tipo de poesía en
p. 40-41
Borges y avivar el diálogo (más que lo intra y trasdialógico) cuanto poesía que exige más actividad intelectual para su com-
con un lector modélico que suele no aparecer a estas alturas. prensión, para dejarse penetrar y transformar por esa poesía, o
“…aquellos eran unos señores poetas):/ qué queda, ¿Pala- sea, exige romper con la impaciencia del mundo actual y la horri-
brear? ¿Fatigar libres versos/ impelidos, en verdad impedi- ble pereza intelectual en que ese mundo se mueve hoy día. Nos
dos, pues quién/ hará hoy del mito grecolatino una alegoría/ o estamos bestializando con los aparatejos, los gadgets, basta con
de la princesa que estuviera triste un día/ entero en Managua salir a la calle para encontrarse a todo el mundo contestando
Ronel González Sánchez (digo yo) eje de su propio/ verso?” (“Márgenes”, p. 171). Nó- los teléfonos y twitereando su basura a un mundo cada vez más
tese que Kozer “habla” también, se solaza en coloquios, pero compuesto de chatarra. Una nueva generación que denomino LA
advierte que a los contemporáneos, más allá del ecoísmo GENERACIÓN CABIZBAJA.8
barthesiano o la Anxiety of influence, bloomesista, solo nos
… ¡desventurado el que no sabe agradecer! Antes de imprecisarse la materia (¿cuál?), J.K. ardualiza perío- queda el juego de lenguaje, el jolgorio cantábile, palabrear. Recuperar la Isla-Hogar (Bet av-Casa-Home) a todo pálpito, rele-
José Martí: “Carta a Valerio Pujol” dos de caos aparentes, anacolutos que no son sino invisibles A mucha honra. yendo (a todo tren) las porquerías, como arúspice de lo des-
trabazones, ensambladuras palabreantes, greguerías alegó- carnado escatológico, las nauseabundas y ordinarias aguas
La mar violeta añora el nacimiento de los dioses, ricas que nada alegorizan más allá de los desvíos apóstatas (J.K) entre paréntesis: polifónico, visceral, fisiológico, valvu- negras, el deterioro de un ir y venir imaginístico que se resti-
ya que nacer aquí es una fiesta innombrable. de algo que (se) construye y extermina interminablemente lar, acomodador de una respiración que parece esfumarse tuye (reconstruye) por sinuosidades, a retazos (retablos), en
José Lezama Lima: “Noche insular: jardines invisibles” (aunque los –mente impugna sin impugnar la mente), des- y que recuerda (solo eso) los experimentos de los años 50 la marginización irrecordable, irreparable, en la virtualidad
coyuntándose en sonoridades estrambóticas, linkivalización del norteamericano Charles Olson en cuanto al llamado ver- que preserva las patrias-estancos ilusorios, en cuanto inde-
Calma, verás que existen las palabras, no todo está perdido. de jeroglíficos que operan por rebotes, torceduras, giramien- so proyectivo, veterano segregador inagotable del flujo de termina la inmediatez fluctuante. “Nunca me fui de Cuba
José Kozer: “Preámbulo” tos en ascendente ciclo de superposiciones; dar caza (¿a la conciencia, a la manera del interior monólogo joyceano –dijo en una entrevista a J.L. Arcos– porque siempre he ama-
qué?) válgame cacofónico bifurque, para extraer lo franco y ciertos procedimientos vanguardistas de la centuria xx, do hasta el desgarramiento a Cuba. Y la he amado desde la
A Guadalupe, Mía y Susana, de Kozer inusitado de los recovequismos; modos (¿operandis?) de divertido derviche de la ritualización desritualizadora del dicha de la nación natural y, por qué no, quién quita, quizás
quien, con vestimentas híbridas, re-impercibe la i-realidad acto creacional, ser común y corriente de las suprarretóri- utópica”,9 aunque también aseveró, a Geovannys Manso, con
Entrar en la totalidad con la plena (in)conciencia de un conti- en sus astillamientos para completizar (ya se fuga el vocablo) cas somatizadas y desleídas luego por centrifugante ejerci- estricta franqueza, “Cuba es un dilema fuerte, y como todo
nuum, un desbordarse (desbocarse) en la noción selva y en complejizar, dilatado texto recurrente (no asaz tautológico, cio mental, practicante de rafting lingüístico que disfruta en dilema fuerte, si se es honrado, hay que encararlo […] Cuba
la noción palabra (o viceverso), operación junglarencial que no empleo vulgar: latoso) contra los en-latados del consumo extremo el turbión de adrenalina de los rápidos, mientras me confunde”;10 J.K. alguna vez perdió esa noción imprecisa
escritura lo ilímite, lo disgregante antisolemne, desde re- periódico; J.K. construye resistencias vs. demoliciones, con (y zarandea con precisión remos parasintácticos para desviarse y volátil que solo Heredia y Martí pudieron llamar “patria”,
tórica desrretorizante que prestigia el residuo, la máquina sin) sentido, procrea mestizajes (y extrañezas) que oponer de los deterministas pedruscos, amasa con fruición poemas- en toda su semantizante espesura paladeable, para ganarla
fecal, excrementicia, sin desdeñar la matria (¿sagrada?) del ante el desbarajuste que hizo de la VERDADBELLEZA un chorro (no poemas goteo)4 y ríe, a carcajadas, no casalianas desde la resistencia del lenguaje Kozer, ilimitada maquina-
poema, para deglutir en torrencialidad (reglada), procesos árbol migratorio, una tundra ofensiva, “cagoteada” en exotic- sino poundescas y lezámicas, en su proliferación de subter- ria,11 y ahora le debe la ínsula restituir su “birlibirloque siste-
de saturación/disgregación, compulsión por la objetuaria exéntricas postales que muy pocos envían. fugios, para burlarse de la muerte y del instante creativo mis- mático”12 al Poema-Estado de la nación, al que jamás dejó de
(verbal) en el bullón (caldero) hirviente del ajiaco-cubensis, mo: “Las manchas de la piel me son indiferentes,/ detesto no pertenecer: “No ven nuestras veneraciones? ¿Y esta reveren-
el mejunje (¿irreal?), el cúmulo; filolenguaje que se desterri- La poesía es resistencia. La porquería ambiente, la chatarra materia- obstante/ tener que corregir a/ diario, nada más brutal/ que cia?/ La mano a la coronilla, la mano al corazón, mano/ de-
torializa, metalenguajepost nómada, adensante; deses-p- lista, el fracaso de las ideologías, rotundo fracaso, el escepticismo la estitiquez. Amo/ la palabra estitiquez,/ fuente de risa, la/ recha a la pudenda por Cuba, otra reverencia:/ cayó la tarde,
rado por crearse a sí mismo en todos sus inter y sus multi entre los jóvenes respecto a la política y los políticos, la posibili- imagino fungir como/ verbo y río todavía/ más”.5 cesó la palabra, nos fuimos, y ya me/ voy” (“La recurrencia”).13
aderezos, interdiscurso, interactividad, interculturalidad, dad de un mundo mejor que proceda de la mano de los políticos,
multi-referencialidad, multivocidad; desbaratar la tirantez solo cuenta con el pensamiento como contrapunto, y ahí toda la J.K es I.- Un tramposo que juega al duro con el clausulerío del Borro los palimpsestos. Doblo el pliego amarillo, rescoldo de
(despótica) de lo que es (fue) significante con ejercicios de alta literatura y la poesía en concreto juegan un papel fundamen- idioma poético. los engranajes del insular azúcar. Salgo del excusado (retrete
recuperación/deyección e invocar (provocar) flujo inconte- tal: la de resistir esa mentira política, la de reparar ese fracaso II.- Un perspicaz hacedor de amalgamas de préstamos irre- de la Cuba profunda) donde he fluido también esta mañana
nible y merecer, si no la virtual perpetuidad del alfabeto, la ideológico, y darle la vuelta a la tortilla, trayendo de nuevo la conocibles. como alucinado grafómano. Sístole-diástole, respiro-des-
paz (versátil) del vocabulario. esperanza utópica a la sociedad. No veo la poesía como catarsis, en III.- Un francotirador apostado en ruinoso edificio que respiro, nada Zen sino bien élan trópico, bien archipelaguís-
todo caso como alivio momentáneo del fardo de la vida, de una apunta con desprecio hacia las ristras de esperpentos sen- tico, en mi caso, pero, Kozer,
Un poeta actual o se hunde entre toda la basura de la pseudomo- existencia en este Valle de Tedios. No es ni condenación de nada siblescos, asomados aún entre las arandelas poemastrosas. ya se zafó.
dernidad o crea con su lenguaje rico y aventurado la ventura de ni de nadie, no es exorcismo pues no hay nada que exorcizar ni IV.- Un foreigner clavagujas vudú en las costuras del meta-
un mundo mejor, es decir, más poético. Poético quiere decir com- que temer, no es expiación pues tampoco hay nada que expiar. lenguaje.
plejidad, dificultad; quiere decir ternura, disponibilidad, capaci- ¿Qué diablos hemos hecho para que haya algo que expiar?2 V.- Nadie, en la desintegración –¿y fallecimiento?– universal
dad de riesgo, multiplicidad de registros lingüísticos. Si quiero de la Poesía.
1
Josely Vianna Baptista: “Musa paradisíaca”, en Ave atque vale; entrevistas a José Kozer,
despreciar o insultar un texto, el peor insulto o desprecio al que Lúcido maniático heresiarca que vuelca disimilitudes de regis- selección de Michel Mendoza Viel, Manzanillo, Col. Anazca, Ed. Orto, 2016, p. 39-40.
puedo recurrir es llamarle a ese texto (o a su creador) “retórico”. tros, escenografías, atmósferas en el consomé autónomo, J.K. Las normativas del todosirvismo, filomoderno of course, porque 2
Óscar Jairo González Hernández: “José Kozer: el poeta es el que rehace desde dentro la
Toda mi lucha con el lenguaje es tratar de no caer en la retórica. dice adherirse a una “poesía del lenguaje o de la dificultad”,3 el poeta desdeña algo que más allá de post declara seudomo- palabra, en luminosidad”, ob. cit., p. 172.
La retórica es el enemigo, el peor de todos los enemigos, cuando y nada más distante de su esencia, así como la socorrida dernista, ingresa en la no-menclatura poemática: “Prismas, 3
Maricel Mayor Marsán: “Entrevista a José Kozer”, ob. cit., p. 97.
no se sabe utilizar para regenerar día a día el lenguaje. Retórica apreciación de “neobarroco” a un discurso que, como todos, piezas de ruedas dentadas, flejes intercalados, lenguajes 4
Diéguez, Douglas y Jorge Montesino: “Un uni/ verso se desdola”, ob. cit., p. 203.
5
Kozer, José: “Biografía literaria”, <http://www.letraslibres.com/mexico-espana/biogra-
implica ortodoxia, fascismo, cerrazón, muerte en vida. El retóri- se nutre de vocablos, tensiones, articulaciones y fórceps, de varios, términos filosóficos contiguos a palabrotas, a di-
fia-literaria>.
co, frío, prepotente, persigue con saña, sin risa, sin la capacidad acuerdo, en alto grado, pero sin desasirse totalmente del chos provenientes del acervo popular, de la paremiología: 6
Marcos Canteli: “Por la mano: preguntas a José Kozer”, en Ave atque vale, p. 77.
rabelesiana de reír, todo aquello que “se sale del plato” y que ac- significacional orbe porque el poeta no renuncia, al menos es como si estuviera piropeando al lenguaje todo el tiempo 7
Jorge Luis Arcos: “José Kozer: Lo hermoso fluye sin espacio”, ob. cit., p. 56.
túa como revulsivo del lenguaje; el antirretórico, el renovador, se la mayoría de los textos no se lo permiten, aunque ocurra […]”.6 Légamo apestoso que transmuta en áspera vasija la 8
Maurizio Medo: “Escribo un poema al día y qué”, ob. cit., p. 157.
revuelca entre las palabras para besarlas, amarlas hasta la hez, de manera inconsciente, a invocar el vector comunicación, cachivachería del artesano. Tuerquerío y fiambres caldeados 9
Ibídem, p. 65.
10
Geovannys Manso Sendán: “El fulgor de las cosas que mueren”, ob. cit., p. 91.
detonarlas. A veces creo que consigo escapar de las garras de la al margen de un proceso sumamente complejo y de enre- en el bodrio de alguien que abjura de la huidobriana enun- 11
José Kozer: La maquinaria ilimitada, México DF, Ed. Sin Nombre, 1998.
retórica; entonces sonrío, respiro hondo, creo haber purgado mi vesada intelección. J.K. sencillamente incurre en el pecado ciación del poeta-pequeño-dios: “Sus palabras implican un 12
“Entrevista de Víctor Coral Perúa”, en Ave atque vale, p. 124.
existencia, lavado, y raspado a fondo al menos por unos momen- de una poesía otra, nada complaciente para los cazadores de estar todo el tiempo con las narices metidas, incrustadas en la 13
José Kozer: No buscan reflejarse. Antología poética, selección y prólogo de Jorge Luis
tos esa existencia […]1 causalidades, con lánguidas miradas deterministas, etiológi- inmediatez e implican un incesante traer a la escritura ma- Arcos, La Habana, Ed. Letras Cubanas, 2001, p. 154.
N
o hay que temer. La re- historia de ficción basada en un viaje real resiste a la noción tradicional de novela: elementos que lo muestran como exótico cañonazos, dicta en esas circunstancias a
miniscencia schopen- que, como tal, no le importa en lo más mí- se trata de dos relatos independientes, y lleno de rituales oscuros e incompren- su amante Sonthonax, el emisario de la
haueriana del título no nimo a su autor. Ambas historias son actos levemente unidos por la cronología histó- sibles. Por todo ello Erzulie es una pros- Revolución francesa, el edicto que, en
apunta a una disquisi- de voluntad viajera distintamente motiva- rica y la casi expresa intención, subrayada tituta experta en hechicería, que trata de la historia real, decretó la liberación
Orestes Sandoval López ción filosófica en torno dos, donde sus autores buscan exponer por la presencia de prólogos en cada caso, hacerse la vida lo más fácil y cómoda posi- de los esclavos haitianos. La realidad y la
al fenómeno del viaje, ni a trazar tipolo- sus propias concepciones y representacio- de mostrar las dos caras del vudú, de un ble buscando para eso a los hombres más ficción se mezclan, el hecho histórico do-
gías (otras más) ni tampoco a teorizar al nes en torno a modelos de representación lado la alegre y vívida, representada des- convenientes. Pero en su caso no se trata cumentado y la fantasía se entrecruzan. La
respecto. Solo pretende llamar la atención de otredad e identidad, entre otros temas de la perspectiva de una mujer, y del otro solo de hombres simplemente ricos sino mujer logra invertir los papeles, es ella y
sobre una perspectiva marcadamente sub- no menos importantes. la lúgubre y mortífera, sustentada en una de hombres con nombre: aparte de los ya no el hombre, o sea, el portador tradicio-
jetiva, para no llamarla irracional, del acto Las líneas que siguen tratarán de ma- caprichosa crónica de la dictadura duva- mencionados encontramos a Shakespeare, nal del poder, quien traza el camino; así se
de viajar y sobre todo de su escritura. El nera necesariamente breve de arrojar luz lieriana. Por ser solo la primera parte la Baudelaire, Marx y otros más, cuyos nom- desconstruye el discurso histórico común
viaje no tiene que ser una experiencia físi- sobre estos procedimientos, intenciones y que en realidad tiene carácter de viaje, me bres en la mayoría de los casos no se men- y se subvierte el esquema tradicional de la
ca, su vivencia real no tiene que ser la base efectos. Mi objetivo fundamental es revelar concentraré sobre todo en ella. Con el tí- cionan explícitamente, pues Buch busca a forma más radical que pueda imaginarse,
de su relato, se puede viajar en sueños de cómo el viaje en ambos casos es másca- tulo de “Historias de mi tía Erzulie” asisti- través de esto otorgarles carácter de ale- de ahí la importancia de que la protago-
las más disímiles maneras y la intención ra y pretexto, mera argucia autoral sobre mos a la descripción de un fantástico viaje gorías culturales y de poder; para iden- nista sea una mulata exesclava y prosti-
narrativa puede ir desde lo más banal (el la que descansa y desde la que parte una que comienza con la llegada de Cristóbal tificarlos necesitamos movilizar nuestro tuta, o sea, un ser objeto de opresión por
relato de aventuras a lo Emilio Salgari, reflexión fundamental en torno a la dis- Colón a Haití y el posterior secuestro de saber cultural. Es que sin conciencia de la partida triple: por razones de género, de
por ejemplo) hasta el discurso más pene- cursividad colonial y poscolonial y al la protagonista, quien, a partir de enton- dimensión esencialmente intertextual de raza y de estatus social.
trante, con pretensiones que trascienden problema de la identidad propia. Trataré ces, inicia un periplo interminable a través Haïti Chérie no podría comprenderse su Pasajes de índole semejante encontra-
el acto de viajar mismo y donde este, por también de reflejar cómo, a partir de cierto de los más disímiles amantes, el último de fundamento histórico-filosófico. Pero al mos por doquier: Shakespeare se convier-
lo regular, deviene simple vehículo, me- nivel de abstracción conceptual, existe en- los cuales es nada más y nada menos que mismo tiempo el carácter femenino de la te en un pobre diablo desesperadamente
canismo potenciador de la reflexión y la tre estos dos autores una no pretendida Adolf Hitler. protagonista sirve precisamente para des- enamorado, víctima no tanto del amor
investigación cultural, histórica y hasta semejanza que revela la manera en que el Buch nos cuenta la historia en primera montar todo el discurso colonial como no correspondido como del cálculo de
filosófica: el viaje como construcción de arte puede funcionar como catalizador persona, desde la visión de la protagonis- acto de apropiación unilateral, de domi- la protagonista encaminado a garanti-
la voluntad y como depósito de imágenes, y plataforma de entendimiento cultural, ta, que no por gusto es una mujer. De un nio y control, de sometimiento y subordi- zar su propia seguridad mediante el uso
ideas y figuraciones. pues aunque Buch y Montero se conocen lado asistimos a la exposición de cuanto nación. La mujer, tradicionalmente objeto bien encauzado de las relaciones afectivo-
Tal es el caso de los textos que aquí personalmente, apenas si tienen una vaga cliché cultural ha desarrollado el discur- de historia, se convierte en Buch en suje- sexuales. La alta cultura, signo distintivo
ocupan mi atención; ambos son de distin- idea de la obra del otro. so colonialista: desde la supuestamente to de ella, y aunque sea como eminencia de plenitud civilizatoria, no libra ni a los
tas maneras relatos de viajes que utilizan Haïti Chérie (1990), segunda parte de extraordinaria capacidad amatoria que gris, tras bambalinas; de igual forma se más altos representantes de la supuesta
mecanismos y recursos expositivos esen- la trilogía haitiana de Hans Christoph los europeos han proyectado sobre los ha- desmonta el paternalismo de los revo- superioridad cultural de su condición de
cialmente iguales, pero con intenciones Buch, es el resultado de la poderosa vo- bitantes del trópico, pasando por la idea lucionarios occidentales, el cual, en no “humanos, demasiado humanos”. El cli-
y efectos diferentes. Si partimos de un luntad de viajar de su autor y de su espe- de la especial alegría de vivir presente en pocos casos, no es más que el reverso de ché de la aparentemente extraordinaria
concepto de viaje amplio, entonces Haïti cial relación con la más sufrida y pobre de estos, en contraposición con la seriedad y la misma medalla colonialista: el ideal capacidad amatoria de los “no civilizados”
* Versión ligeramente modificada de la ponencia pre-
Chérie es la historia de un viaje fantástico las naciones de nuestro continente, con la el esmero de la vida europea, hasta llegar del “buen salvaje” versus los bárbaros y se vuelve bumerán y termina sometiendo
sentada durante el 12mo Congreso de la Asociación Lati- que su protagonista femenina emprende que lo atan vínculos familiares y afecti- a la percepción de ese mundo otro como esclavos. Un ejemplo extraordinario de al sometedor, se convierte en mecanismo
noamericana de Estudios Germanísticos, celebrado en por dos continentes a través de los siglos, vos que se remontan a fines del siglo xix. amenazante, universo cuya exposición se ello es la escena en que Erzulie, escondida de dominación defensiva; el resultado en
marzo de 2006 en La Habana. mientras que La visita de la Infanta es una Ya desde su misma estructura el texto se logra en este caso mediante el reflejo de debajo de la cama para protegerse de los el caso concreto de Shakespeare se nos
No deja títere
comprensible para interrelaciones y esta- de lo simplemente humano, el personaje manera en que se la ha escrito; ambas son
dos de ánimo. Así, por ejemplo, cuando nunca habla, su presencia traspasa toda la el resultado de la voluntad de sus autores
se dice que “la última fase de un conflicto novela pero solo se habla de él por boca de buscarse a sí mismos partiendo de una
con
trágico, en caso de que a tragedia llegue la de otros personajes, no llegamos a perci- visión sobre sí de carácter primeramente
pugna Gobernador-Eulalia, se puede tro- birlo jamás como ser vivo, como carácter, híbrido, y trascultural después, de saber-
car en cómico, como dicen ciertos judíos sino, al igual que la mayoría de los otros se productos del encuentro de culturas y
renanos”,6 se está parafraseando a Marx personajes, como arquetipo o alegoría. En poseedores de grandes saberes culturales.
ca
para hacernos ver la falsedad última de la figura del Káiser el autor cubano coloca Los dos autores han escrito dos textos que
la supuesta pugna entre el ultraconserva- también rasgos de parábola de la actua- resultan tan dispares como semejantes: el
dor Gobernador colonial y los arranques lidad, de modo que tal parece como si se uno desde una perspectiva posmoderna
de niña malcriada de la Infanta, cuya vi- cuestionara la idea de progreso, como si que se resiste a la univocidad y a la reduc-
be
sita se convierte en involuntario carnaval se reafirmara la existencia efectiva de un ción, el otro desde una modernidad con
con doble sentido: tropical y bajtiniano. eterno retorno, de una infinita circulari- ambición de totalidad e inteligibilidad.
F
Lo mismo vale para las citas de Bertolt dad del movimiento histórico, algo que Ambas obras nos revelan la geografía ca-
Brecht, José Martí, Félix Varela, Nostrada- también esboza Buch y subraya mediante ribeña como fuente inagotable de cono- rente al continuo agota-
z
mus, etc. Montero, autor erudito como po- una distensión temporal de varios siglos, cimiento humano, precisamente debido miento o a la degeneración
cos, demuestra una vez más su inagotable muy en consonancia con su poética pos- a los procesos de trasculturación que aquí de una summa lírica satura-
capacidad de pasear soberanamente por moderna. han tenido lugar y que han convertido al da de banalidades, retóricas
entre los tilos de la cultura europea y su Pero Montero empaqueta su obra en Caribe en el receptáculo de las más varia- insustanciales y facilismos
talento para integrar con armonía, como una estructura sumamente tradicional, su das representaciones a un lado y otro del formales, el rigor estético de Jamila Me-
buen cubano, la cultura ajena en la propia, texto no juega con las formas ni mucho Atlántico. El viaje al y por el Caribe es una dina Ríos combina en su escritura una
demostrando con ello una seguridad en sí menos experimenta. Ya en las palabras travesía del hombre tanto hacia sus orí- búsqueda (erótica) de posibilidades en
mismo que se da la mano con la de Hans del reverso de portada hallamos definida genes como hacia su posible futuro, más el lenguaje y la avidez por apresar una
a
Christoph Buch, otro conocedor profun- la novela como “libro de viajes en la tra- allá de cualquier frontera; aquí algunos se identidad. A partir de ahí, moviliza esa
do de la cultura universal, que apela al dición de los grandes viajeros del siglo hallan a sí mismos, otros se pierden, pero persistencia en erigir un cuerpo simbó-
mismo procedimiento para autodesmon- xix. Diario íntimo, en la tradición con- todos, en tanto destino, le ven una razón lico desde su yo femenino, y una mirada
tarse en tanto representante de la cultura fesional de la literatura del siglo xviii”. O de ser. En tal sentido, Haïti Chérie y La vi- a la conciencia de ser en una isla que la
dominante. sea, la forma apela también a lo conocido, sita de la Infanta demuestran una vez más acorrala entre “estados” históricos que
Y ya que hablamos nuevamente de do- a lo tradicional, a lo que desde siglos ha que, efectivamente, los artistas podrán te- han perfilado su proyección vivencial. Estos
minación, hablemos del poder. Tanto en servido de vehículo para construir signifi- ner patria pero al arte eso no le importa principios, de una finalidad estrictamente
Haïti Chérie como en La visita de la Infanta cado, que es lo pretendido por el autor en mucho. < poética, han arrojado hallazgos de estilo a
destacan dos figuras que como muy po- el plano de las ideas. Sin embargo, ambas tener en cuenta dentro del confuso pano-
cas otras son capaces de definir el poder definiciones son también engañosas, por rama poético cubano.
y el carácter destructivo que este puede reductoras. Tanto el “libro de viajes” como Ya en Huecos de araña (Ed. Unión,
asumir. Se trata de Francois Duvalier y el “diario íntimo” resultan demasiado mo- 2009) aparecen las marcas, los rasgos ca-
del Káiser Guillermo II. A través del pri- dernos, y no solo por lo que dicen sino 1
Hans Christoph Buch: Haïti Chérie, Francfort del Meno, racterizadores y las obsesiones de la poe-
mero Buch no solo expresa el lado oscuro por cómo lo dicen. Al respecto hallamos Suhrkamp, 1990. La cita está tomada de la edición cu- ta, el horizonte de su autoría. El volumen
del vudú sino que también pone al des- anacronismos del lenguaje y una vertigi- bana de igual título, publicada por la Ed. Arte y Literatura asoma en el conjunto de sus textos como
nudo el ejercicio del poder enmascarado nosidad del ritmo que para nada son ni en 2012 (p. 91). (Todas las traducciones del alemán que un núcleo generador del que emergen las
aparecen en este artículo son de O.S.).
en valores occidentales impostados, con- decimonónicos ni mucho menos diecio- 2 variaciones de Primaveras cortadas (Pro-
Ibídem, p. 116.
secuencia del colonialismo, y por tanto chescos. En tal sentido la estructura de La 3
Hans Christoph Buch: Übung mit Meistern. Begegnungen yecto Literal, México, 2012), Del corazón de
mal asimilados, los cuales en Haití han visita de la Infanta es algo híbrida, aunque und Gespräche, Berlín, Aufbau, 1996, p. 35 y s. la col y otras mentiras (Colección Suredito-
generado un monstruo durante el proce- esencialmente apolínea, con primacía de 4
Texto de contraportada en: Hans Christoph Buch: Die res, 2013) y Anémona (Ed. Sed de Belleza,
so de hibridación. Por su parte, Montero lo tradicional debido al propósito cons- neue Weltunordnung. Bosnien, Burundi, Haiti, Kuba, Li- 2013). Abre así: “Cuencas de ojos de raíz/
beria, Ruanda, Tschechenien, Francfort del Meno, Suhr-
se aprovecha de la figura del emperador tructivista, mientras que Haïti Chérie exhi- boquete en que debiendo sembrarte/ no te
kamp, 1996.
alemán, un gran narcisista del poder, be abiertamente su dionisíaca hibridez y 5
Reinaldo Montero: La visita de la Infanta, La Habana, Ed. consigues agarrar […]// raíces en el aire/ y
para reflexionar sobre la autoridad y su relega lo tradicional al subtexto porque su Letras Cubanas, 2005, p. 86. ni sembrarse ni caer”;1 y cierra: “La mano
ejercicio en la actualidad. El Guillermo II intencionalidad es desconstructiva. 6
Ibídem, p. 62. buscando/ en la oscuridad/ algo que asir./
penetración en la realidad desde una vo- lenguaje? Jamila entiende que, si somos ticas de todo tipo– por una incisión en las
racidad carnal, una indecencia subversiva un constructo hecho de palabras, solo circunstancias de la nación y su historia,
y un regodeo teatral ceremonioso, que es penetrándolas y tensando los convencio- y en las contingencias de los individuos Carlos Fornés Chirino y L. Jesús B. Encinosa
propiedad absoluta y definitoria en el ero- nalismos del habla podremos romper con inmersos en ellas, para lograr, desde ahí,
tismo. Cuando escoge zonas específicas de ciertas marcas propias de una mentalidad darle forma y vida independiente al poe-
la conducta humana para acusar la norma que empieza a dar muestras de su caída. ma como texto estético. Yo no quiero ser famoso, yo quiero ser popular. lizarse masivamente en la década del 60 Basilio, Ricky Martin y Chayanne son al-
social o la moral, para acercarse incluso a De Huecos de araña a Anémona se con- Aun cuando el programa que sustenta Blas de Otero en Gran Bretaña y los Estados Unidos, a gunos de ellos.
E
su propia espiritualidad, enumera, descri- suma un viaje, que parte de una postura sus ideas se propone romper con las for- raíz de la eclosión mundial del rock, de la
be y utiliza significantes orgánicos, abyec- interrogativa y de confrontación, y acaba mas degeneradas del pensamiento nacio- l pop, género musical de llamada “invasión británica” y del surgi- ¿Y Cuba qué?
tos, palpables; los acumula y agolpa, los en una autonomía de la experiencia. De nal, no se interrumpe el hecho poético, se amplia ejecutoria en el mun- miento de decenas de artistas, jóvenes en Por lo general, el cubano de a pie, ese
reúne hasta “tensar los límites del gozo”.17 una incertidumbre y un cuestionamiento potencia; nunca hace de medio o canal, do, nunca ha navegado con su mayoría, que revolucionaron el mundo que no tiene una formación musical ni
Ese erotismo de la expresión (punzan- de lo social se pasa a una plena e incon- es siempre finalidad. Su propuesta halla suerte en Cuba. Durante de la música y la cultura en general. Sin cultural elevada, y que busca en la música
do en la lectura), encuentra su explicación fundible concepción del mundo como ciertamente en la relectura de Cuba un décadas ha sido, como mí- embargo, el pop, como género musical, un motivo de entretenimiento variado,
en un principio de organización estética lenguaje, desde donde se erige otra iden- sólido posicionamiento, pero esa mirada nimo, ignorado por los medios de comu- puede rastrearse en la historia de la hu- escucha a la mayoría de aquellos cantan-
que recupera algunos de los aportes del tidad. La autora practica un ejercicio de conflictiva a la historia social del país, con nicación y sobre todo, por musicólogos, manidad hasta sus albores. Los primeros tes, al igual que lo hace con los artistas
neobarroco. Cuando acentúa que la escri- estilo “apostado fuera de la escritura y es- una voluntad de confrontación cívica y de revistas y publicaciones especializadas y juglares y griots fueron artistas profesio- locales. Pero muchísimos otros, los cuales
tura es “una obturación, ensanchamiento cindiéndola con el rabo del ojo”; consuma cuestionamientos, la reflexión sobre el in- generales. Sus representantes no han reci- nales (vivían de su trabajo) y se apoyaron pudieran catalogarse como “cultos”, tam-
de la dilatación del ser habitada, explorada, “[e]l ejercicio de la escritura como un lati- dividuo y la realidad aspiran a la confor- bido la difusión y el respeto que han recibi- fundamentalmente en la cultura popular. bién lo hacen.
cavada, perforada, aserrada, rajada, acribi- gazo en la carne para abrir zanjas y liberar mación de una poética antes que de una do los practicantes de otros géneros. Sobre A través del tiempo, mientras aparecían En la Isla existen muchos artistas que
llada, trepanada, traspasada, desabrocha- fluidos”.20 política. < todo, en ciertos sectores de la cultura, se variantes musicales que se apartaban del han escogido el pop como línea de expre-
da, desvirgada, defenestrada, abierta”, está considera al pop un género menor, aso- ambiente popular, para adentrarse, con to- sión y que lo hacen con una calidad elevada.
señalando su anhelo por la palabra y lo Coda ciado a manifestaciones globalizadoras y tal justeza, en un ámbito más elitista (por Son capaces de llenar teatros y plazas, y de
nombrante, por la proliferación de condi- Tal posicionamiento estético deviene 1
Jamila Medina Ríos: “Nana 0”, en Huecos de araña, La Ha- de dominación cultural de algunos países, ejemplo, la ópera); las modalidades de la nuclear a fanáticos a su alrededor. Trabajan
ciones donde se infringe el lenguaje y se lo parte de la estrategia creativa de un gru- bana, Ed. Unión, 2009, p. 5. fundamentalmente capitalistas. Incluso, al- música popular, más sencilla, más orienta- con decoro y dignidad artísticos, a pesar
fragmenta, aceptando de antemano que el po de escritores que publican en la revista 2
Jamila Medina Ríos: “Nana VI”, ob. cit., p. 105. gún que otro funcionario o “representante da en sus temáticas y soluciones, al gusto y de que muchos de ellos no han podido
3
Jamila Medina Ríos: “Nana I”,en Primaveras cortadas, Pro- cultural” ha expresado en ámbitos espe-
ser permuta, se circunscribe y orbita en él. literaria la noria –Legna Rodríguez Igle- posibilidades de las clases más populares, grabar un disco, o de que nunca han visto
yecto Lietral, México, 2012, p. 8.
“Una escritura que se mira, y cuyo clítoris sias, Javier L. Mora, José Ramón Sánchez, 4
Jamila Medina Ríos: “Hungulación y bondades de la
cializados, pero públicos, que las obras de mantenían su espacio y lo ampliaban. su nombre en las páginas de una publi-
crece de excitación verbal, es de temer.”18 Oscar Cruz, por solo mencionar algu- anémona”, en Anémona, Santa Clara, Ed. Sed de Belleza, músicos que representen esta tendencia El siglo xx, con sus inmensas posibi- cación cubana. Vale la pena recordar que
Juega con las palabras, las repasa, las nos. Ese proyecto de autor, único de su p. 96, 98. debieran ser excluidas del festival anual lidades tecnológicas de difusión radial, Beatriz Márquez, llamada “La musicalísi-
amontona en un apetito siempre insatisfe- tipo en el país en estos momentos, acoge 5
Ibídem, 101. Cubadisco. televisiva y posteriormente digital, acen- ma”, Premio Nacional de Música, comenzó
6
Ibídem, 96. ¿El género y sus representantes en
cho, en un ansia incontenible por apresar una reinvención poética alrededor de una 7
tuó esas tendencias. Ya en las primeras cantando baladas pop internacionales, y
Jamila Medina Ríos: “En la botadura de mi plataforma
el o darle sentido a su identidad. Severo consciente formulación teórica, perspec- insular”, ob. cit., p. 63.
Cuba merecen ese tratamiento excluyen- décadas de esa centuria aparecieron los que gran parte de su repertorio está for-
Sarduy decía que de ese placer incontro- tiva de trabajo que encontrábamos an- 8
Jamila Medina Ríos: “Un cuerpo propio”, ob. cit., p. 54. te? ¿Qué motiva esas opiniones y acti- primeros ídolos de masas que represen- mado por obras de ese tipo. Otros grandes
lable por enfatizar en abundancia emerge, tes en propuestas como las de Orígenes y 9
Jamila Medina Ríos: “Hueso, surco y dinamita”, ob. cit., tudes tan negativas? ¿Deberían ciertos taban la cultura popular. Carlos Gardel, de la música cubana se ubican perfecta-
seductor, el erotismo.19 Si estamos ante Diáspora(s), pero que ha faltado a muchos p. 55. funcionarios, periodistas y especialistas, Bing Crosby, Johnny Ray, Frank Sinatra, mente en esa línea: Mundito González,
10
Jamila Medina Ríos: “En la botadura de mi plataforma cambiar su actitud y aceptar las obras de
una ejecución como gozo por la expresión en la Isla. De si los autores participan o no Doris Day, Nat King Cole, Edith Piaf son Leo Vera, Mayco D’Alma, Moraima Secada,
insular”, ob. cit., p. 64.
verbal; si su representación implica una de dicha propuesta depende la exclusión/ 11
Jamila Medina Ríos: “Fiestas de primavera a las puertas
ese género, como se hace con las de otros? algunos ejemplos destacados de esa fuer- Maggy Carlés, etc.
sensualidad y hasta sexualidad referen- inclusión en la revista; y la tomo como de Jerusalem”, en Huecos de araña, p. 88. Tales preguntas han guiado algunas de te corriente. Todos ellos hacían un tipo de El llamado pop cubano puede ras-
cial, fonética, visual; si su ritmo es de una referencia porque el término Generación 12
Jamila Medina Ríos: “Campos de amapolas en Hatia”, ob. nuestras reflexiones, que ahora resumi- música que hoy sería catalogada sin difi- trearse hasta los 60 (con Marta Strada, Jor-
desenvoltura que convoca; si al mismo Cero incluye una multitud donde todos no cit., p. 64. mos en este texto. Se intentará demostrar cultad alguna como “pop”. ge Pais, Pilar Moráguez, Luis Bravo, Luisa
13
Ibídem, p. 65. que ese tratamiento es injusto e inmereci-
tiempo desafía las convenciones mentales responden a las coordenadas por las que 14
Los 60 nos trajeron a Los Beatles, con María Güell, Danny Puga, entre otros).
Jamila Medina Ríos: “Caribdis”, en Anémona, p. 51.
y los versos fluyen y proliferan sin puridad se mueve esta poeta. 15
Jamila Medina Ríos: “Zona de intensidad”, en Huecos de
do y que los músicos cubanos que se han bellas obras que son paradigma del gé- Tuvo épocas de mejor o peor salud, pero
alguna, entonces, es este un erotismo cua- ¿Cuál es la singularidad de quiénes se araña, p. 93. dedicado al pop, en cualquiera de sus nero. Y “el rey del pop”, Michael Jackson, en la actualidad muestra una gran vitali-
jado en la raíz misma de la escritura. disponen en torno a la noria? Propugnan 16
Jamila Medina Ríos: “En los apriscos”, en Anémona, p. 74. variantes, hacen en su mayoría un traba- con toda su genialidad, nos recuerda que dad y, sobre todo, gran cubanía.
Se ha insistido, sobre todo después del un rechazo a los modos facilistas de crea- 17
Jamila Medina Ríos: “Huerto”, en Del corazón de la col y jo de calidad, agradable y de muy buen el género no se trata solo de baladitas con
otras mentiras, La Habana, Col. Sureditores, 2013, p. 39. nivel artístico, que puede compararse, en
posmoderno, acerca del papel medular ción, a la poesía sin una ideología como 18
melodías simplificadas que hablan de un Pero, ¿qué es el pop?
Jamila Medina Ríos: “Fur(n)ia”, en Anémona, p. 6, 7.
del lenguaje en la materialización de la fundamento, a las formas estereotipadas 19
Cf. Severo Sarduy: El barroco y el neobarroco, Ed. El Cuen-
gran medida, al mejor que se hace en el amor edulcorado. El género ha mostrado siempre una
experiencia humana. Es este quien hace y prefabricadas, a la obra con regusto ro- co de Plata, Buenos Aires, 2011. mundo. La música en América Latina y España amplitud y una variedad que hace que
cultura cuando enmarca en conceptos mántico demodé, al discurso ocioso, a las 20
Jamila Medina Ríos: “Fur(n)ia”, ob. cit., p. 5, 6. eclosionó en los 60 y 70 con una pléyade resulte extremadamente difícil definirlo.
Un acercamiento al pop en la historia de de cantantes, muchos de los cuales domi- Sus detractores lo asocian errónea y exclu-
la música naron, y aún lo hacen, el mercado hispano sivamente con baladas de ritmos fáciles
Como es conocido, “pop” es la apócope del pop. Raphael, Julio Iglesias, José José, y melodías relativamente simples, con
de “popular”. El término comenzó a uti- Rocío Jurado, José Feliciano, Nino Bravo, arreglos orquestales basados en formatos
Farewell
de Celdrán en colaboración con un drama- labor como otros investigadores (Osvaldo recaer en modismos facilistas, las obras
turgo cubano (y vivo, en aquel momento), Cano, Vivian Martínez Tabares u Omar comienzan a dar giros en idiolectos cada
solo antecedido por Abel González Melo, Valiño, por solo mencionar algunos), pu- vez más evidentes hasta arribar a la ac-
también contenía en la propuesta drama- diera especular que entre El zapato sucio y ción de Cuatro menos, en la que mediante
túrgica cambios, retos y desafíos en la es- Cuatro menos se puede concentrar un arco un panóptico coral se asiste a la absoluta
critura de Amado del Pino. Fragmentada evolutivo en su mirada teatral que llega a tendencia del descalabro, al escepticis-
en su estructura, aleatoria en su composi- entenderse como una renovación. Estas mo colectivo y, por ende, al desencanto.
a un socio
ción fabular, protagonizada por persona- dos obras completamente divergentes en Ese enfoque directo de la destrucción
jes que aludían a seres reales e históricos, sus postulados estéticos permitieron a su en el dispositivo escénico, a diferencia de
la pieza se alejaba de manera evidente de creador, oriundo del poblado de Tamarin- regodearse en lo morboso, pretende la re-
la producción dramática anterior del au- do en la región avileña, alzarse con sendos composición de las partes, la alerta de lo
tor. A pesar de encontrar algunas simili- premios “Virgilio Piñera” y “Carlos Arni- inminente y aboga por no ocultarlo, sino
tudes compositivas con cierta línea teatral ches” en los años respectivos. Del primero por abrir las puertas, que es como se se-
desarrollada por dramaturgos cubanos a de los galardones quizá no deba realizar paran las escenas-estancias de esa pieza.
finales de los 80 y principios de los 90, que muchas aclaraciones, ya que el nombre Al decir del teatrólogo Osvaldo Cano en
tenían por objetivo ahondar en la existen- que ostenta esta distinción resulta com- el prólogo a la edición española: “Cuatro
cia (y los conflictos) de poetas cubanos prensible por sí mismo, pero deseo hacer menos es el texto más incisivo de los escri-
del siglo xix (Abelardo Estorino con Vagos la salvedad de que Del Pino lo obtuvo en tos hasta el momento por este autor”,5 y
Roberto Viña Martínez rumores, Salvador Lemis con Mascarada su primera convocatoria. El otro galar- deseo mantener esta cita con la precisión
Casal o Abilio Estévez con La verdadera dón, por su parte, responde a su recono- que acucia, ya que es sabido que, antes de
culpa de Juan Clemente Zenea), Del Pino en cimiento internacional, específicamente morir, Amado del Pino había dejado al
su propuesta realiza un salto cualitativo en España, al ser un premio que otorga el menos cinco textos concluidos: una pieza
C
sobre obras precedentes como Tren hacia Ayuntamiento de Alicante a autores con- teatral inédita titulada Fabricante de bo-
onfieso que llegué tarde a fluenciar de manera casi intuitiva en los Mi vinculación con él no comenzó has- la dicha (1987) o Penumbra en el noveno temporáneos, y estar considerado como das, que han leído varios de sus amigos,
la dramaturgia de Amado discursos (po)éticos del otro sea una po- ta el año 2010, cuando mi interés de estu- cuarto (2004). Estos textos le granjearon al la segunda distinción más importante de y cuatro piezas cortas. Del mismo modo,
del Pino. Y aún no creo ha- sibilidad plausible. En cierta forma, y creo diante universitario, proyecto en ciernes creador –y en años diferentes– benepláci- dramaturgia en toda Iberoamérica.4 La queda un ensayo que versa sobre la figura
berlo leído en su totalidad. que sin proponérselo, la ética de Amado, de dramaturgo, seguía las pistas creativas tos con la crítica (esa exigua y vilipendiada idea, pues, de renovación en la literatura de Virgilio Piñera, texto que lo obsesio-
Pero este detalle minúsculo esa camaradería que lo sumía en un de- no de un autor dramático sino de un direc- conglomeración artística) y con el público, dramática de este creador se asocia a una naba desde la celebración del centenario
que puede resultar intrascendente para al- bate apasionado por el teatro, se permeó tor teatral. Carlos Celdrán, con su Argos que hizo de la segunda de las produccio- continuidad, secuencia de un acervo, más de este escritor en 2012 y que un año más
gunos, me resulta muy esclarecedor para en mi visión de la escena, así como en los Teatro de casi quince años de fundado en nes un éxito a partir del montaje dirigido que a una originalidad temática o com- tarde, vería la luz por la editorial Verbum
aquellos que intuyen este texto como un diversos escenarios que hoy conforman el ese momento, se enfrascaba en el proyecto por el actor Osvaldo Doimeadiós y que tu- positiva. A pesar del predominante filón de España.6
panegírico minucioso acerca de su pro- arte cubano. Amado del Pino era de esos de devolver a la escena, como al panora- viera entre sus roles protagónicos a Omar realista en sus piezas, elemento intrínseco Mi llegada tardía a la dramaturgia de
ducción teatral. Nada más alejado de la hombres que, al descubrir complicidades, ma literario y cultural del país, la figura Franco en un papel que más tarde repeti- que lo unió a poéticas de directores como Amado del Pino posibilitó que primero
realidad. Este texto parte de la memoria obsesiones similares e inquietudes creati- preterida (y centenaria ya para la ocasión) ría para la gran pantalla, bajo la dirección Alejandro Palomino y su Vital Teatro, o a conociera al que fuera amigo, al confiden-
emotiva y sobre ese estrato se postula. vas que con el tiempo no menguan sino del poeta español y activista político Mi- de Charlie Medina.2 Aunque entre estas Julio César Ramírez con su Teatro D’Dos, te de inquietudes creativas, al socio. Re-
Deben desechar la noción teatrológica y que se exacerban, podía manifestar una guel Hernández. A través del texto teatral obras medien cerca de quince años, y con Amado del Pino enarbola de manera cons- cuerdo que luego de enviarle aquel texto
académica de inmediato, ya que lo cierto comunión rayana en la hermandad. Sin Reino dividido,1 Del Pino rendía tributo al respecto a Reino dividido, sumen casi veinte tante la búsqueda de una ruptura que no ensayístico publicado en la revista Viden-
es que con respecto a su fecha de falleci- importar diferencias de edades, credos y poeta con su escritura, que fuera fruto de de desempeño dramatúrgico, el listado de desdeña la tradición, que no la omite, mu- cia7 nuestra comunicación por vía de correo
miento –inesperado, por demás, para la procedencias divergentes, sin hacer caso una investigación exhaustiva en España. El piezas teatrales de su autoría añade otros cho menos la niega, sino que, anclada en electrónico fue haciéndose habitual. Sus
mayoría de los que lo conocimos– el pasa- a disparidades de índole vivencial, era po- resultado entonces devino relato de vida, títulos de renombre y se compagina con sus postulados, la contextualiza, la renue- exhortaciones de paciencia ante mi pre-
do 22 de enero, día del teatro cubano, mi sible percibir un elemento aglutinador en fábula de un credo que entre la biografía un arduo quehacer en la crítica y el perio- va, volcando en los textos las interrogan- mura creativa no solo eran acertadas, sino
apreciación de su dramaturgia y su poéti- todo ese intercambio de energías que re- y el compromiso social dejaba entrever dismo cultural focalizado principalmente tes más acuciosas de su época. Admirador que a veces se complementaban con el
ca fue tardía. sultaba el diálogo con él: un entusiasmo una eficiente arquitectura dramatúrgica en el teatro, en específico en los montajes confeso del teatro de Abelardo Estorino y condimento añadido de alguna anécdota
Primero conocí a la persona, al hom- unívoco por el teatro. y una aproximación de carácter huma- escénicos que reseñara de forma casi mo- Virgilio Piñera, fiel seguidor de las obras personal. Asimismo, las puestas en escena
bre bonachón y desmesurado, luego, por Sé que el teatro no lo salvó. Al menos, nista a la personalidad de ese bardo y de nástica cada semana desde las páginas del desarrolladas por colegas y amigos como de sus últimas obras, en su mayoría diri-
un efecto más de curiosidad contrastante, no todo lo que puede salvar una obsesión. aquellos que lo rodearon en su lucha po- diario Juventud Rebelde. Esta experiencia Ulises Rodríguez Febles, la noción de una gidas por Alejandro Palomino, e incluidas
por corroborar si la gracia de su conver- Su salvaguarda más bien tiene nombre lítica. Lo que en ese instante se consolidó encomiable del ejercicio crítico sobre la sociedad cambiante a pesar de anquilo- en el libro Triángulo vital8 publicado re-
sación diáfana, si la malicia de su crio- de mujer: Tania Cordero. Pero allí donde como una identificación admirativa por escena cubana le valió a Amado un grado samientos, y el sentido de hurgar incluso cientemente, concluían con apasionados
llismo locuaz y travieso, y si la premura Tania fue confidente, compañera, aviesa el trabajo de esta compañía muy pronto de presencia imprescindible en el ámbito en aquellas zonas donde ya no podemos debates e intercambios de criterios que
(por no decir celeridad supersónica) de devota y crítica, permanecía de forma in- se tradujo en un ensayo (tanteo escritural y conformaría en 2007 el volumen Acota- reconocernos, otorgan las herramientas aumentaron mi acervo y sensibilidad ha-
su palabreo pervivía en su escritura, me quieta un eco de sus mejores personajes, primerizo y pretencioso en sus búsquedas ciones. Crítica teatral 1985-2000,3 publicado a este dramaturgo para diseccionar nues- cia el teatro. Esas conversaciones electró-
acerqué al autor. El descubrimiento no así como una imagen enraizada de sus formales) que luego sería publicado por por Ediciones Unión, el cual recupera el tro complejo entramado social. Siempre nicas se hicieron acompañar de muchas
pudo ser otro. Lo entiendo ahora. Y aun- más grandes virtudes. Por ello, tal vez no la revista avileña Videncia, y que hacía un título de la sección que por varios lustros desde una mirada popular, que no así po- inquietudes que derivaban de forma di-
que pudo haber sido de un modo inverso, sea descabellado pensar que como buen repaso de aquellos héroes marginados, de firmó también para el periódico Granma. pulista o banal; desacralizada, e incluso recta en el inaprensible arte de la escena.
agradezco al azar concurrente que todo “cordero” que quita el pecado original de aquellos argonautas relegados que de for- Coincido con el criterio de diversos alentadora por momentos; “la poesía de la No olvidaré la deferencia con que publicó
haya sucedido como una aseveración, artistas irredentos y tozudos como era él ma persistente Carlos Celdrán quebraba investigadores que consideran que su ma- crudeza” en el teatro de Amado mientras una reseña crítica sobre mi primera pieza
una certeza de que –todavía– existen mismo, Tania deviniera, muy en el estilo y/o recomponía sobre sus escenarios. Por yor repercusión y consagración definitiva más se enquista, mayor optimismo pre- teatral –que le regalé sin pretensiones–, y
personas que provocan en los demás un autofágico y ritual del teatro griego, una supuesto que a ese bosquejo, compendio, en las tablas está comprendida entre los tende alcanzar, mayor hondura denota. Al lo sincero que fue en ella al remarcar en
profundo sentimiento de admiración, y ofrenda propicia para expiar desmesuras, a esa pléyade que abarcaba tres lustros de años 2002 y 2008, y ello se debe en bue- variar espacios, tiempos, así como modu- un mismo proyecto los consabidos des-
que el hecho de que alguien pueda in- excesos y devociones. infatigable quehacer escénico, ahora se na medida a la continuidad escénica que laciones con el objetivo de no encasillar- manes de la ingenuidad junto al pulso de
©rítica
mayo/junio17
un autor novel que se arriesga. Para este 1
Reino dividido fue estrenada el 12 de febrero de 2010 en
la sala Argos Teatro de La Habana, bajo la dirección de
momento, y distante de su asiduo traba-
Carlos Celdrán. Luego de una temporada en Cuba, el
jo en las páginas culturales del periódico espectáculo prosiguió su periplo por las ciudades es-
Juventud Rebelde, o de la revista Revolución pañolas de Alicante, Orihuela, Granada, Sevilla entre es
y Cultura, Amado mantenía desde España ion
otras. Tales datos se encuentran recogidos en la pu- in
p
una columna de autor en las páginas di-
so
blicación del año 2011 de esta pieza. Para más detalles
su
consultar: Amado del Pino: Reino dividido, Ed. La Me-
gitales del sitio web de la UNEAC y en el
esponsable de
moria, Centro Cultural “Pablo de la Torriente Brau”, La
magazine Cuba Contemporánea. Habana, 2011.
Sin irse del todo, sin partir en ningún 2
Penumbras (2012). Producción entre RTV Comercial, Tele-
momento, aunque con un código postal un visión Cubana (ICRT) y el ICAIC. Dirección de Charlie Medi-
es r
poco más alejado, Del Pino nunca perdió ni na. Guión de Carlos Lechuga, basado en el texto Penumbra
or
en el noveno cuarto, de Amado del Pino. Interpretado por
pie ni pisada, ni estreno ni publicación vin-
ut
Omar Franco, Tomás Cao, Ismercy Salomón y Omar Alí.
aa
culados con el teatro cubano. Desde la dis- 3
Amado del Pino: Acotaciones. Crítica teatral 1985-2000, ca
d
Cuba en sepia:
sonrisa sempiterna, ese gracejo presto a la 5
Osvaldo Cano: Prólogo a la obra Cuatro menos, Alicante,
broma, a la sabiduría de la calle, siguen ha- Ayuntamiento de Alicante, XVI Muestra de Teatro Espa-
ciéndose necesarios su crítica atinada y sus ñol de Autores Contemporáneos, 2009, p. 10. libros
un libro necesario
personajes entrañables que nos devuelven 6
Amado del Pino. Teatralidad y cultura popular en Virgilio
con cada frase eso de lo que somos inca-
paces de desprendernos, y que con cierta
7
Piñera, Editorial Verbum, España, 2013.
“Argos Teatro: biografía escénica de héroes margina-
57
dos”, Videncia, Ciego de Ávila, n. 24, enero-abril, 2011.
Cuba en sepia, de José
rapidez y algo de arrogancia de inmediato 8
Amado del Pino: Triángulo vital. Antología, La Habana, Ed. Antonio Michelena.
nombramos como cubanía. <
}
Unión, 2014.
58
El juego galante, de
Félix Julio Alonso. libros
59
P
Cambiar el mundo.
Mis años en Cuba, de Margaret ublicado por Ediciones pormenores. Y, por tanto, tampoco el
Obituario
Randall. Boloña, bajo el cuidado presente, con todas sus aristas, acier-
editorial de Claudia Fer- tos, desaciertos y contradicciones.
E
cuerpo de un libro con amplia varie- cirse el “descubrimiento” y la Conquis-
l 28 de marzo falleció a los ochentaidós años el investigador y ensayista Salvador Arias (Caibarién, El fuego de Ruan dad temática, entre las que podemos ta: el llamado encuentro de las culturas
1935). Doctor en Ciencias Filológicas e Investigador del Instituto de Literatura y Lingüística por largos llueve sobre La Habana, de hallar remembranzas históricas rela- europeas y americanas. Sin ellos y sin
cionadas con el almirante Cristóbal los cronistas de los siglos posteriores,
años, y más recientemente del Centro de Estudios Martianos, fue un estudioso de la obra de intelec- Roberto Méndez.
Colón, los ataques piratas contra di- ¿qué sabrían de nuestro país las pre-
tuales como José María Heredia, José Martí y Alejo Carpentier. Algunas de estas investigaciones fueron
versas poblaciones y fortalezas de la sentes y futuras generaciones? ¿Cómo
publicadas en los volúmenes Tres poetas en la mirilla (1981), Glosando La Edad de Oro (2001) y Aire y Isla, las primeras imprentas en Cuba, sería nuestro conocimiento actual de
fuego en la raíz: José María Heredia (2001). Entre los diversos reconocimientos que recibió destaca el Premio Anual el primer ferrocarril, los juegos infan- la vida de los cubanos en las diferentes
de Investigación Cultural (2000) que le otorgó el Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana “Juan tiles de antaño, el tranvía, los circos, épocas, si solo contáramos con los li-
Marinello”. los cines…, y así –con ese estilo carac- bros que narran los grandes episodios
Días después, el 31 de marzo, a los noventainueve años, murió la “profesora invisible”, Juana Rivero Casteleiro o terístico del buen narrador– nos hace de la Historia?
Cuca Rivero, como era conocida por muchos. Su voz llegó a varias generaciones de cubanos que recibieron clases de viajar por el tiempo y por la huella de Por suerte, además de los cro-
educación artística-musical a través de la radio, pues además de sus estudios iniciales de guitarra y su larga experien- nuestros predecesores de manera nistas de Indias, hemos contado
cia en el canto coral, Rivero fue guionista, directora y conductora de estos programas-clases que se mantuvieron al amena y reconfortante. con escritores como Julián del Casal,
aire por más de veinte años. Su labor pedagógica despegó en los años 50, cuando fundó y participó en varias agrupa- Lo primero que quiero destacar Gertrudis Gómez de Avellaneda, Ma-
es la importancia que tiene para mí nuel de la Cruz, José Agustín Millán,
ciones, creó el Coro de la Televisión Cubana, luego dirigió el Teatro Lírico Nacional y, en los años 60, fue fundadora
el género en que está escrito este li- Antonio Bachiller y Morales, Álvaro
de la Escuela Nacional de Instructores de Arte. En 1997 confeccionó el catálogo del relevante compositor José Ma-
bro. Es, sin dudas, la elaboración de la de la Iglesia, José María de Cárdenas,
ría Vitier. Por sus sobresalientes aportes recibió reconocimientos como el Premio Nacional de Radio, de Televisión crónica y el artículo de costumbres, Anselmo Suárez Romero, Luis Vic-
(2003) y de Música (2005). práctica que se debe estimar –por su toriano Betancourt, José Victoriano
El 5 de mayo, conocimos la pérdida de la destacada profesora y ballerina cubana, radicada en Estados Unidos, contenido y finalidad, por su eterna Betancourt, Renée Méndez Capote,
Margarita de Saá (La Habana, 1941). Fue discípula de Alicia Alonso y formó parte de la primera gira internacional del vigencia– como patrimonio periodís- Emilio Roig de Leuchsenring, Eduardo
Ballet Alicia Alonso en un recorrido artístico por los más importantes escenarios danzarios de América Latina en 1954. tico y literario de una nación. Porque Robreño, entre muchos otros que han
Luego, junto a Loipa Araujo, Mirta Plá, Josefina Méndez, Aurora Bosch y su hermana Ramona de Saá, destacó como sin esos breves flechazos sobre el aportado, con su ingenio y dedica-
una de las figuras jóvenes más promedoras de dicha compañía. En 1963 participó en la filmación de la película Giselle, acontecer cotidiano, necesarios para ción en la investigación y la creación
de Enrique Pineda Barnet. Una década después, en 1974, Margarita de Saá y su esposo, el bailarín norteamericano conocer una sociedad, su gente, sus literaria y periodística, a conformar un
John White, fundaron una Academia de Ballet en Pensilvania, Filadelfia, donde desarrolló una importante labor como hábitos, sus costumbres, su historia, acervo imprescindible para el conoci-
sería imposible apreciar y compren- miento y el atesoramiento de la me-
maître y pedagoga. <
der el pasado en todas sus facetas y moria histórica de la nación.
}
Como lector, puedo afirmar que
he disfrutado mucho con la lectu-
ra del libro. Michelena es un escri-
de toros, porque lo más activo e ilus-
trado de la burguesía criolla cada vez
más hizo del beisbol su bandera de
De esta suerte, El juego galante
no solo viene a sumarse a la ya am-
plia e imprescindible bibliografía de
literatura y el arte. El juego galante,
sin galantería aduladora, es un tex-
to que se erige desde ahora en par-
Cambiar el mundo.
libros
Mis años en Cuba, de
tor avezado, dueño de una prosa lucha en este novísimo y socializador su autor relacionada con la historia te sustantiva del conocimiento de
dinámica, seductora, con garras para campo de la cultura. Sirva de ejemplo de nuestro deporte nacional, sino nuestra historia durante la segunda
H
atraparnos. Siendo él un individuo la defensa que del importado juego que lo reafirma como uno de los mitad del siglo xix, independiente-
Margaret Randall
de amplia cultura y buen dominio del aber escogido el día del jugador en el contexto histórico en el hiciera el joven filósofo Enrique José creadores representativos de una mente de que el lector o consultante
idioma, no hace ni el más mínimo amor para la presenta- que se sedimentó nuestra identidad Varona, o las descripciones de ese nueva hornada de historiadores, lite- que abra sus páginas sea un amante
alarde de sabiduría o erudición. Con ción del libro El juego como nación. Hablamos del perío- deporte y de su fanaticada debidas a ratos, artistas y críticos de arte, que o no del beisbol. Gracias, una vez
ese tacto de quien conoce el oficio, galante, de la autoría del do que va desde la introducción del la pluma del poeta Julián del Casal, las han hecho del beisbol –sin tilde en más, Félix Julio, por mantener tu ave-
ha forjado las páginas de su libro doctor Félix Julio Alfonso López, edi- beisbol en la Isla, en 1864, hasta su que, por su actualidad y desenfadado la “e”– tema esencial de su protago- rage intelectual por encima de los
como un orfebre, con la delicadeza tado por Letras Cubanas y Ediciones interrupción temporal en 1895, como estilo modernista, bien podrían ser nismo en los respectivos campos de trecientos…, y sin una sola pifia a la
}
y precisión de quien trabaja la joya. Y Boloña de la Oficina del Historiador consecuencia del inicio de la terce- publicadas en la página deportiva del conocimiento y expresión. Realidad, defensa.
esa impresión, precisamente, nos dan de la Ciudad, fue todo un acierto. Por- ra de las guerras de independencia periódico Juventud Rebelde, pues son por último, que inserta a la cultura
las crónicas que aparecen en el libro: que entre los muchos amores que lle- libradas por los cubanos en dicho una copia al calco de las polémicas y cubana en el selecto grupo de nacio- Jorge R. Bermúdez
ser brillantes joyas, prendas elabo- nan la vida de todo hombre creador, período. De este humus benéfico y algarabías que propiciara el play off libros
radas para el lector especializado y el que siente Félix Julio por el deporte glorioso se nutre El juego galante. de nuestra Serie Nacional hace solo
para el lector común, prendas que no en general y el beisbol en particular, Si bien su título nos retrotrae a semanas. Con tales crónicas Casal
se gastarán con el paso del tiempo, es el mejor aval para dar por seguro las fiestas galantes del pintor barro- nos confirma, una vez más, que el
porque se insertan en la historia, en la que el libro no los defraudará. co francés Antoine Wateau, debe su hombre es el mismo y otro. Y, por
literatura y en el periodismo con esa Su persona, más que notoria por nombre al contexto histórico y socio- supuesto, Félix Julio asume el hecho
sustancia perenne que las hace nece- su presencia en el emblemático pro- cultural en el que se inserta y desarro- desde una verdadera radiografía de la ¿Qué paga ese sudor, el tiempo que se va?
¿Qué tiempo están pagando?: el de sus vidas.
limitaciones en el acceso a las fuen-
sarias y duraderas. grama Escriba y Lea de la televisión lla el beisbol en nuestro país, el cual sociedad cubana de entonces.
¿Qué vida están sangrando por la herida tes, el temor a cuestionar a figuras
Cuando releía el libro, no podía nacional, se hace igual de cercana tendrá a La Habana, junto con Matan- Así, Félix Julio recrea la época ge-
de virar esta tierra de una vez? icónicas del liderazgo revolucionario
dejar de pensar en esos valores que por su ya amplio destaque como zas, como centros iniciáticos recto- nésica del beisbol en Cuba, apoyado Silvio Rodríguez-Pablo Milanés y la promoción por el poder de una
E
ahora llaman agregados, apreciables historiador: disciplina de las huma- res. De ahí que el marco geográfico en el dato preciso y el análisis enri-
historia oficial escasa en matices han
en cada una de las crónicas y en su nidades que su labor investigativa referencial del hecho histórico estu- quecedor de sus circunstancias más En el mes de febrero pasado, la galería Ethelbert Cooper
s conocido que el examen boicoteado de forma sistemática los
conjunto. Y veía lo necesario del li- singulariza al centrarse en la historia diado se centre en la región occiden- sobresalientes e influyentes, sobre de Arte Africano y Afroamericano, que funge como espacio de la Revolución Cubana re- esfuerzos por brindar una recons-
bro para el narrador, el dramaturgo, del beisbol cubano. En efecto, si algo tal, foco de su gradual naturalización la base del enjuiciamiento lúcido y la expositivo de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), sulta una de las principales trucción holística de la Cuba posre-
el investigador, para todos aquellos particulariza esta condición de Félix a requerimiento del propio proceso interpretación consecuente de aque- presentó por primera vez la muestra personal de un artista deudas de la historiografía publicana.
que traten de indagar sobre nues- Julio, como sus amigos lo llamamos, independentista. La importancia que llos hechos y de sus protagonistas, nacional. Hasta el presente, el pro-
cubano: Juan Roberto Diago. La exposición que lleva el título El panorama descrito ha generado
tro pasado, bien con la finalidad de es la de pertenecer al selecto grupo en su introducción y desarrollo ini- quienes, sin desdoro de su privilegia- ceso inaugurado por la victoria del
Diago: Los pasados de este presente afrocubano, constituye un que buena parte de los mejores acer-
pertrecharse para la creación de una de estudiosos del beisbol cubano cial tuvo el sector juvenil de la bur- da posición social, condicionaron una Ejército Rebelde ha sido objeto de camientos al proceso revolucionario
obra literaria o artística que requiera que con mayor rigor intelectual lo ha guesía cubana, por entonces, única incipiente cualidad identitaria, e hi- recorrido sintético por la carrera de este creador desde los análisis parciales que aún no confor- hayan emergido desde el testimonio.
del conocimiento sobre estampas, abordado e interpretado en nuestros clase apta en términos económicos cieron al juego galante en su devenir años 90 hasta la actualidad. man un corpus sólido. En más de un Este género literario constituye una
hechos y costumbres de diversas días, poniendo de manifiesto, una y sociales para cursar estudios en histórico nuestro deporte nacional. La selección de veinticinco piezas (técnicas mixtas e ins- sentido, la riqueza de estas seis déca- de las fórmulas mediante las cuales
épocas, o para que nosotros y nues- vez más, que no hay tema banal algu- los Estados Unidos de América, país Por si fuera poco, el autor nos re- das permanece ignota ante la escasez
talaciones) que conforman esta muestra fue realizada por el los protagonistas y testigos de la Re-
tros descendientes alimentemos ese no, ni siquiera los relacionados con el cuna de este deporte, así como la gala un número de imágenes y ane- de reflexiones que –de conjunto–
curador e historiador cubano Alejandro de la Fuente, quien volución han dado cuenta del curso
acervo que tanto nos humaniza. Así deporte, siempre y cuando el que lo de La Habana y Matanzas, en tanto xos, testimonio visual y escrito de los permitan una apreciación integral de de esta. La visión estructural que tra-
fortaleceremos nuestra memoria y aborde tenga la sensibilidad, el cono- polos capitalizadores de tal proceso contenidos y propósitos de su amplio buscó visibilizar las principales aristas del trabajo de Diago
los procesos acaecidos en la Isla. Sin dicionalmente brinda la ciencia histó-
no llegaremos a creernos que hemos cimiento y el talento necesarios para genésico, le dan a dicho ámbito de y documentado estudio. De las imá- que dan cuenta de su “crecimiento espiritual” así como de negar la presencia de valiosos textos rica –ya definida como insuficiente
brotado de una realidad virtual. asumirlo. iniciación y desarrollo del beisbol ese genes, destacan las fotos de los pione- la necesidad de enfrentar la marginación y el racismo en la y la existencia de líneas de indagación en el caso específico que se analiza–
El Premio de la Crítica, que recien- En el caso de su obra escrita so- carácter entre aristocrático y demo- ros del juego –algunas de las cuales lucha por crear una sociedad más plena e igualitaria. Sobre minuciosamente exploradas, pién- es complementada por la experiencia
temente recibieron Cuba en sepia y su bre el beisbol, Félix Julio ha rebasado crático que caracterizó el inicio de cedió para mi Antología visual… del sese en las relaciones Cuba-Estados
ello, el curador señala: “La historia de la nación cubana que vital de aquellos que con su praxis
autor –que también significa una dis- el dato frío, la descripción trillada los deportes modernos. Sintomática- beisbol cubano–, las revistas de sport Unidos, una verdad es clara: el vacío
Diago propone está anclada en pasados vigentes de esclavi- cotidiana modelaron las virtudes y los
tinción para Ediciones Boloña y otras y la banalización que a diario obra mente, el mismo que prevalece hoy y demás publicaciones periódicas cognoscitivo es inmenso. defectos de la gesta trasformadora
instituciones con las que el creador en la argumentación que entrena- día, siglo y medio después, con ex- que recogieron en portadas y pági- tud, violencia, discriminación y desarraigo cultural, pasados
La causa de esta ausencia debe iniciada en 1959. Si en buena medi-
tiene vínculos–, es un acto de justicia, dores, deportistas y hasta ciertos cepción de la reciente incorporación nas interiores los hechos más sobre- construidos desde su mirada crítica del presente”. buscarse en la convergencia de dos da la historiografía ha fallado en su
un estímulo para el escritor y el cro- especialistas en el tema nos tienen de China. En esta perspectiva, Félix salientes de la época relativos a la Diago, quien se graduó de la Academia San Alejandro a factores clave. De un lado se alzan obligación de relatar las grandezas y
nista, insertado muy dignamente en acostumbrados a oír o a leer, según Julio nos recreará la época y la socie- pelota. Entre los anexos, por su parte, las complejidades teórico-metodo-
inicios de los 90, ha tenido una presencia sistemática en las miserias de estos años, la narración
el panorama de la literatura cubana y el medio de comunicación elegido, dad habanera de entonces desde el sobresale la amplia cobertura mediá- lógicas del estudio de la contempo-
principales galerías cubanas, así como en la Bienal de Venecia testimonial –acompañada por la crea-
en el quehacer periodístico de estos sobre nuestro deporte nacional. Y interés que en la segunda va desper- tica que le diera el periódico Aurora raneidad. El relato del más reciente ción artística y otras expresiones del
tiempos. es que el autor lo ha encarado des- tando el nuevo deporte importado, del Yumurí al juego del 27 de diciem- (1997) y la Bienal de La Habana (2006), o en ferias interna-
acontecer constituye todo un reto, discurso literario– ha reconstruido ese
de el utillaje teórico-conceptual más el cual se erige como narrativa de bre de 1874 entre el Habana BBC y el cionales de renombre (ARCO, ArtBO, Arteaméricas, FIAC, habida cuenta de la dificultad inhe- mosaico lleno de tonalidades que es la
Jesús Sama Pacheco actual, dándole un nuevo giro a la in- distinción, prestigio social y vehícu- Matanzas BBC en el Palmar de Junco, Elb Art Hamburgo, entre otras). Sus obras forman parte de rente al diseño de las herramientas Revolución.
(Mariel, 1950). terpretación argumental de sus mo- lo de contribución al progreso y a la y las estadísticas sobre la ofensiva y colecciones como las del Museo de Bellas Artes de Cuba, la de análisis válidas para el examen de Claro exponente de la valía del
Poeta y narrador. mentos más emblemáticos. De ahí perfección moral y física de los ciu- el pitcheo en períodos importantes procesos todavía en desarrollo. Por
Fundación Kikoïne, la Fundación Brownstone y la Fundación testimonio como fórmula de re-
que leer sus artículos y libros relacio- dadanos, piezas fundamentales de la del desarrollo del juego, entre otros demás, no ayuda en lo absoluto la
Kaméléone –las tres de Francia–, el Museo Fort Lauderdale flexión en torno al devenir insular
nados con el beisbol o la pelota –para doctrina liberal positivista dominan- testimonios de interés. Mientras que asunción por parte de muchos histo- de los últimos decenios es el libro
decirlo en buen cubano–, los cuales te. Y, en consecuencia, cual oponente el Anexo 5 y último del libro es un ver- y la CIFO Collection (Florida), la Colección Pizzutti (Ohio) y el
riadores del esquema positivista que Cambiar el mundo. Mis años en Cuba,
ya suman seis, sea también un acto jurado de ese otro supuesto deporte, dadero regalo para el lector, “un ra- Rubin Museum of Art (Nueva York). define la historia como la ciencia del de la poeta, fotógrafa, historiadora
de lectura de nuestra historia patria, las corridas de toros, ya considerado millete de flores”, como diría algún pasado. En forma paralela y como y militante feminista norteamerica-
la pasada y la presente, donde a la par igual de bárbaro y retrógrado que “cursi” cronista social de la época, al segundo factor de impacto, incide el na Margaret Randall, publicado en
de la reflexión serena del autor, res- la ideología de la metrópoli colonial tener por contenido una selección de peso que la política ha tenido sobre 2016 por Ediciones Matanzas.1 En él,
talla el hecho que ubica al juego y al que lo implantó. En este punto, es poemas relacionados con la pelota en el campo historiográfico insular. Las la también profesora universitaria y
es un fractal
alejada de la diatriba crítica y el pan- ca a estos es descarnada, sin que ello en lo etéreo, de escapar hacia la luz. el libro denota un cuestionamiento
fleto apologético. actúe como plataforma de impug- El poeta se resiente por la maquinaria de arduo pensar, de experiencias
Randall arribó a Cuba justo a fina- nación a la obra revolucionaria. Hay fractal que une una hora con otra y acendradas y puras. El sujeto de estos
les de los 60 como vía de escape fren- aquí un cuestionamiento afincado busca un instante de paz que conti- poemas parece haber encontrado al
te a la represión derechista desatada
en México con la Masacre de Tlate-
lolco. En la Isla se incorporó a la red
en el dolor que producen las inconse-
cuencias que todo proyecto de cam-
bio social trae consigo.
continuo nuamente se le confunde con abulia,
desgano, obstinación. En el poema
“síndrome de estocolmo” el autor,
fin un pedazo de calma y la mirada
se hace más honda, más pasmada,
abarcadora. Todo lo que el hombre
de instituciones culturales inaugura- De forma puntual, Randall detie- desdoblado en una segunda persona siente, ve o vive puede ser trasforma-
das por la Revolución, al tiempo que ne la mirada en el célebre Quinquenio reconoce que no tiene a dónde ir y no do en poesía, en materia de poema.
}
asumía –junto a sus cuatro hijos– la Gris, el cual entiende como manifes- escapa, comprende que no existe un Solo la síntesis, el uso exacto de la
vida cotidiana de los cubanos, libreta tación del empoderamiento en el in- allá y no pelea, se siente secuestrado palabra denota que estos espacios
de abastecimiento incluida. A partir de terior de la Revolución de las fuerzas por la vida y apáticamente se relacio- fueron seleccionados con minucia,
esta dualidad vivió los diversos acon- de proyección más conservadoras. El libros na con ella, la entiende, la acepta. apartados de otros instantes tal vez
tecimientos que, con prosa ágil y pro- caso Padilla y otros sucesos cercanos La session tres está compuesta más importantes o imperecederos.
vocadora, regala desde la memoria al a este son evocados a partir del pris- por un único texto: “ámbitos tempo- En uno de esos textos el sujeto, que
S
lector. ma reflexivo generado por la sonada rales”, fragmentado a su vez en vein- aparentemente regresa de Nueva
dudas de que estas constituyen una y, simultáneamente, reflexionar so-
El texto de Randall permite sumer- guerrita de los emails del año 2007. El i tomamos como punto de ción ensoñada. En el poema “naked ticuatro secuencias que trascurren York, se detiene junto a otras perso-
exhortación al debate en torno a una bre la compleja aventura que siempre
girse en el espíritu revolucionario que examen que propone la intelectual partida que los fractales stades (fragmento)”, se alude a un todas en habitación/interior/noche. nas para alejar la noche, y bebe café
problemática conectada con las ur- ha sido subvertir, en beneficio de los
definía la realidad de los cubanos du- norteamericana rehúye de los tópi- son objetos autosimilares o posible recorrido por varias zonas de Ya aquí los afanes del libro se convier- junto a un mostrador improvisado; la
gencias de la contemporaneidad. oprimidos, el orden social imperante.
rante el decenio de los 70. Los trabajos cos habituales e incluso hace explícita autosemejantes cuyas par- la geografía norteamericana, y lla- ten en obsesiones: la fuga, la atempo- descripción del entorno nos coloca
Cambiar el mundo. Mis años en Cuba
voluntarios, las reuniones y guardias la disección de su propia asunción del tes tienen la misma forma o estruc- ma la atención que el ojo del poeta ralidad, las reiteraciones. Los poemas en la geografía cubana, encontramos
es el bello testimonio de la fascinación Fabio E. Fernández Batista
cederistas y las movilizaciones ma- fenómeno, justo cuando este se de- tura que el todo –aunque pueden siempre se pose en lo aparentemente no giran en torno a un mismo centro, incluso que “un cañaveral arde con-
que sobre una joven estadunidense (La Habana, 1988).
sivas en “tareas de choque” como la sarrollaba. A su vez, el relato autobio- mostrarse a diferente escala o estar anodino o trivial, no hay sorpresa ni sino que parten hacia rutas inciertas, tra el horizonte”; el poema parece
ejerció la Revolución Cubana. El mag- Historiador y profesor.
zafra azucarera ocupan páginas llenas gráfico de Randall resulta evidencia ligeramente deformados–, entende- anhelo, solo un par de ojos que ob- afluentes de un río mayor. Se perci- trascurrir sin más sobresaltos que los
netismo de la isla rebelde, afanada
de colorido. Sin proyectar una visión de las duras pruebas a las que fueron remos el afán repetitivo, recalcador servan lo que es y no es, como si la ben como nueva marcas la caladura del retorno y la extrañeza que encie-
en la construcción de una nueva so-
edulcorada, la autora hace explícito el sometidas aquellas personas sobre y perfeccionista de los poemas que realidad estuviera siendo sometida a del miedo –muchas veces injustifi- rra toda vuelta a casa, pero el último
ciedad frente a los más poderosos
compromiso de la gente común con las que –de súbito– se enseñorearon José Rolando Rivero (Ciego de Ávila, una interrogación, como si se le cul- cado–, el goce de lo bello que puede verso –“toda la noche oiré pasar pá-
enemigos, dejó una huella imborra-
las exigencias sociales de una época. suspicacias y resquemores respecto 1
Margaret Randall: Cambiar el mundo. Mis 1957) nos presenta en su más recien- para por su insuficiencia. hasta “hacernos olvidar el dolor, el jaros”–4 no es más que una leve va-
ble en la trayectoria vital de Margaret
No aparecen aquí los cubanos espec- a su compromiso político. años en Cuba, Ed. Matanzas, Matanzas, te libro, Bosques fractales (Ed. Letras Si bien el ansia de originalidad déjà vú: los paisajes mentales repe- riación de una línea del Diario de viaje
Randall. A décadas de su experiencia 2016. La primera edición de este libro
trales que pueblan muchos de los re- Junto al valor de la reconstrucción Cubanas, 2016). caracteriza el arte –al punto de que tidos en el borde del ojo”. Cada una de Cristóbal Colón. Este leve artilugio
como una cubana más, este extraor- fue: To Change the World: My life in Cuba,
latos que se han dedicado a revisitar epocal propuesta por Randall, ha de Su punto de partida nos somete para muchos creadores es una obse- de las secuencias parece responder nos hace repensar y releer el poema,
dinario pasaje de su vida deviene inci- Rutgers University Press, Piscataway,
los primeros decenios de la Revolu- subrayarse la provechosa meditación al denuedo de la reescritura: la vuelta sión no parecerse a otro, y esconden a una de las horas de las que está ya no estamos hablando de un retor-
tación para dialogar con la memoria New Jersey, 2009.
ción. Sin obviar las mezquindades y que sobre los éxitos y las falencias de sobre un texto como circunstancia- con denuedo de dónde proviene cada compuesto el día. Una densa bruma no, sino de un redescubrimiento.
los efectos que sobre los individuos la Revolución Cubana como proyecto lidad de vida, pues el mismo “devie- una de sus influencias, y buscan no recorre estos poemas que pueden Una vez terminada la lectura uno
tenía la presión generada por el con- de emancipación social presenta el ne trama de la respiración”, no se repetirse en sus temáticas–, en este antojarse agobiantes, cansones, no comienza a cuestionarse sobre el
texto, emerge la fortaleza del consen- volumen. Apoyada en los presupues- escribe para satisfacer una vanidad libro se advierte una descomplejiza- por su contenido, sino por el juego peso de nuestra existencia en rela-
so popular que se articuló en torno al tos teóricos del feminismo y desde necesaria, ni por urgencia o carestía, ción relacionada con este aspecto, monótono que formulan. Se me an- ción con la existencia de los demás,
proyecto revolucionario. una perspectiva que acoge de forma se escribe porque la escritura es de- pues la referencialidad y las apropia- toja recordar a Antonio Machado y pues “la vida es un fractal continuo”,
De forma especial, cobra vida en el simultánea los enfoques derivados rivante de la existencia, palabras que ciones de textos ajenos incorporados su poema “Hastío”, cuando reza: “Un parece decirnos José Rolando. Somos
libro el día a día de la mujer cubana, de los estudios de género y los aná- brotan de la realidad y se forman o de- dentro del cuerpo del texto propio es día es como otro día;/ hoy es lo mis- parte de esa similitud ligeramente
en el marco de la doble jornada resul- lisis sobre el universo de los sectores
El Festival de Cine Hispanoamericano de Stony Brook Uni- mo que ayer.”3 Algo similar redunda deformada: días densos en su agobio,
forman a medida que se inhala o exhala. reiterada, así como la reescritura de
tante de la estructura patriarcal hege- subalternos, la autora dialoga con versity dedica su edición de este año por primera vez a Cuba, Si más adelante en este mismo texto, obras ajenas y propias. Recordemos en el cansancio repetitivo de estos pulular de cosas por doquier, indife-
mónica. Randall se nos muestra como los resultados del decurso revolucio- con una muestra de su producción cinematográfica más ac- que preabre la primera de las cuatro que estos fractales derivan de un tex- poemas. Cada hora integrada a cada rencia de las diferencias que terminan
ama de casa obligada a lidiar con las nario. Si bien Randall reconoce los tual. La cita, organizada por Gisele Blain y el Departamento sessions de las que está compuesto el to mayor que es la existencia, así que día, y este a su vez a cada año, gravi- por ser una extraña semejanza.
más disímiles tareas. De las colas en el éxitos de la Revolución en materia de Literatura Hispanoamericana de esa universidad radicada volumen, el autor anuncia: “el texto el poeta asume que si la vida se reite- tan absurda y abúlicamente ante los
Heriberto Machado Galiana
agromercado a la interacción con los de justicia social y soberanía nacio- no es un objeto más de nuestro pro- ra hasta el cansancio, al punto de ser ojos del poeta.
en Long Island (Nueva York), tuvo lugar durante cuatro días (Venezuela, Ciego de Ávila, 1987).
hijos becados, se erige ese universo de nal, no se inhibe en la exposición de pio mundo, sino un mundo entero él mismo parte de esa reiteración, no Por su parte la session cuatro es
la cotidianidad cubana en tiempos sus críticas respecto a la incapacidad del mes de abril (10, 11, 18 y 20), con la presentación de una en sí mismo”,1 entenderemos que es- ha de temerle a repetirse. En el poe- sumamente autónoma –un mundo Poeta.
de Revolución que tan poca atención del liderazgo cubano para subvertir película cubana cada día. tos fractales se derivan de ese texto ma “visual thesaurus (escolios)” José en sí misma–, pues parece distar de
ha tenido en los tradicionales textos la lógica verticalista del poder. En su Los filmes seleccionados fueron todos realizados en la úl- mayor que es “la vida”.Y no he dicho Rolando se da el gusto de recrear va- los postulados que voluntaria o invo-
de historia. opinión, la Cuba revolucionaria no tima década y dan cuenta de las problemáticas y las diversas poemas, sino fractales, aun cuando el rias imágenes canónicas en la historia luntariamente promulga este libro 1
José Rolando Rivero: Bosques fractales,
Asimismo, es notable la recons- logró demoler a plenitud las prác- poeta anuncia la autosimilitud de sus de la fotografía. La muerte, el dolor, –entendamos que estar en contra de
estéticas de autores pertenecientes a generaciones diferen- Ed. Letras Cubanas, 2016, p. 11.
trucción que se plantea respecto ticas tendentes a la preservación y versos con los bosques; pues ¿qué la angustia son los puentes que unen todo es una manera de estar a favor 2
tes: El acompañante, de Pavel Giroud; La pared de las palabras, Ibídem, p. 37.
al funcionamiento de importantes reproducción de los espacios de do- es un bosque sino una forma repe- cada uno de estos textos, certera re- de algo: a favor de lo contrario. Au- 3
Antonio Machado: Poesías completas, Ed.
centros culturales como Casa de las minación. Sobre esta base analítica, la de Fernando Pérez; Conducta, de Ernesto Daranas, y Esteban, de titiva, un cansancio autogenerado? presentación de la fractalidad, donde tonomía relativa, pues lo referencial Arte y Literatura, 2003, p. 62.
Américas. La labor de este pilar insti- Revolución resultaría un proceso que Jonal Cosculluela. El sustantivo cede ante la fuerza del el abandono de la permanencia cobra sigue siendo una huella imborrable, 4
José Rolando Rivero: ob. cit., p. 86.
tucional de la política revolucionaria –como otros análogos– no cumplió a La muestra fue presentada en colaboración con la adjetivo. cuerpo, razón y vida.
se manifiesta en varias de las anéc- cabalidad la apuesta libertaria que se productora Bach Media –fundada por Jesús Hernández, Pero José Rolando no se coloca Y es esta una de las marcas más
dotas recogidas en el volumen. El pa- propuso. Más que un cuestionamien- en el centro de la vida, sino que más notables: el no ser. La segunda session
egresado de la Facultad de Medios Audiovisuales de la Uni-
pel de Casa y de Haydée Santamaría to a la experiencia cubana, estamos bien prefiere ir a sus márgenes; las hace evidente un afán de no perte-
como precursoras de muchas de las aquí ante una cavilación de hondo ca- versidad de las Artes en Cuba, en la actualidad radicado en situaciones, experiencias y anécdo- necer, de no permanecer, como si el
batallas actuales por la plena eman- lado sobre las complejidades que, en Nueva York–, que ha colaborado en eventos como el Havana tas que gravitan en estos fractales instante último en el que “abandonas
cipación humana toma cuerpo en los toda época y lugar, ha tenido la lucha Film Festival en New York (2016) y en varios proyectos con son abordadas desde la descentrali- definitivamente” respondiera por el
recuerdos de Randall. por la modelación de un mundo más el CUNY Graduate Center y el Centro Cultural Español de zación: el texto siempre brota desde resto de los instantes vividos, por
Muy valiosas son también las con- justo. Si bien algunas de las aprecia- una de las aristas leves y fugaces de “el susurro y la estridencia de los días
Miami.
sideraciones expuestas sobre varios ciones de Randall sobre este tópico y la existencia. Casi todo queda entre iguales”, pues “la travesía […] es au-
fenómenos que lastraron la apuesta li- su materialización en la realidad na- sombras, lo que le interesa decir o sencia […] en el límite equívoco de las
beradora de la Revolución. El burocra- cional son cuestionables –en especial significar siempre responde a un leve palabras”.2 El poeta no se reconoce en
tismo, el dogmatismo, la intolerancia, por su falta de matices–, no caben cosquilleo, un susurro, una prefigura- el ámbito que pisa, o puede llegar a
gancia y sobriedad.
trabajadora común” (p. 147).
Ruan-La Habana:
quemada.
Mirta Yáñez
lograron” (p. 210).
Parece fácil todo lo que ha pasado: previsto todo lo que sucedería después de
quizá dentro de veinte años las nuevas la caída del tirano, y esto con un rigor inte-
generaciones puedan ver esto como un lectual e ideológico sorprendente. Porque
26 de julio: solo movimiento, como una lucha sin di- siempre podríamos preguntarnos, ¿y tenían
el pueblo a la ofensiva* ferencias, en un solo plano y a un mismo tiempo para pensar en el futuro los que es-
tiempo. Pero hoy, para nosotros, aquí, en taban ante un presente tan denso de tareas?
el centro de la Revolución, ese tiempo ha Por otra parte, el análisis del problema
sido difícil y numeroso, lleno de aspectos era correcto. ¿Se podía hacer algo en aquel
diferentes y siempre enrojecido por la momento que no fuera arremeter median-
José A. Baragaño sangre inolvidable de los caídos. te la acción armada contra la estructura
Aún más, los millones de latinoame- social en que descansaba la tiranía, ata-
ricanos que en el futuro piensen en el 26 cándola allí donde era más fuerte: en el
uisiera comenzar este artículo di- encontrábamos allí, los que ni siquiera pu- de julio de 1953, cuando analicen la fecha ejército? Al desarticular el aparato mili-
ciendo: “para hablar de los héroes”. Para dimos observar. Que sentíamos lo mismo, en que se inicio la liberación de Améri-
Q
hablar de los héroes, sí, esta frase que pa- que en un momento dado pudimos haber ca, posiblemente no puedan entender lo
tar, los jóvenes revolucionarios pensaban
con razón que el dominio de la burguesía,
rece tan usada tiene su significado, y creo participado, que aquello es tan nuestro que pasó en toda su dimensión, se en- agente del imperialismo, se desmoronaría
que es: para hablar de los héroes hubiera como de todo el pueblo. Es verdad. Pero cuentren ante algo desprovisto de aside- al no poseer el dispositivo de represión
sido necesario estar junto a ellos en el mo- también nos pertenece el derecho a decir: ros, porque el hecho habrá crecido tanto con el que se mantenía en el poder.
mento tremendo del combate. Y se me dirá cuando se combatía en Santiago el 26 de que únicamente la imaginación, como ya La estrategia del Moncada siguió la
que es una actitud sentimental, que la ac- julio de 1953, desgraciadamente, no está- ocurre hoy, podrá reconstruirlo. línea fundamental revolucionaria: la ofen-
ción de los combatientes resiste el relato, bamos allí, y consideramos que en cierta ¿Cómo es posible, se pregunta cual- siva. El pueblo a la conquista del poder
el análisis, la poesía y todas las formas de forma todos debimos haber estado allí. quiera, que un grupo de hombres, más de político, para destruir la estructura capita-
expresión posibles. Es cierto, y no es cierto. Me encontraba lejos: no estaba en cien, se armara y dispusiera de un equipo lista y feudal, no puede sino estar a la ofen-
Es cierto si ya hemos oído de los que com- Cuba ni cuando el 10 de marzo ni cuando dirigente para lanzar una operación mili- siva. La defensiva se convierte aquí en una
batieron, las piernas abiertas en la justa el pueblo respondió: el 26 de julio. Esto tar dentro de un país bajo una tiranía po- situación en la que el espíritu ofensivo no
tierra, los dientes apretados, y el crepitante desde un punto de vista colectivo tiene licíaca sostenida por el imperialismo, en puede realizarse, pero que permanece lis-
fusil entre las manos, el mensaje poderoso. poca importancia, pero dentro de la moral un período extraordinariamente breve? to para desarrollarse en cuanto las condi-
Pero es que no todos los héroes han habla- individual de un hombre produce a veces Quizá como artista –y como tal escri- ciones lo permitan, provocando él mismo
do y, cuando lo hicieron, como en el caso agonías y sentimientos dolorosos. Esos bo– no comprenda el arte de organizar a través del combate esas circunstancias en
de Fidel Castro, cerraron con su palabra han sido siempre los míos. a los hombres, y desconozca las leyes de que la ofensiva se hace posible.
una totalidad de hechos tan grande, que es Ahora han pasado nueve años de guerra ese tipo de acción. Pero lo que más me El Moncada era el pueblo de Cuba que
difícil encontrar algo que decir. revolucionaria, de lucha total contra el im- sorprende al comenzar a analizar el 26 tomaba la ofensiva como forma de lucha,
Quiero decir: están los que allí se encon- perialismo, en los que el pueblo de Cuba de julio es el hecho de lograr reunir a un de manera impetuosa y absoluta. Decía
traban, los combatientes, y los que no nos perdió miles de sus mejores hijos, para ga- grupo humano tan valioso, tan extraor- Lenin: “la insurrección es un arte, y la
nar, en definitiva, el derecho a combatir por dinariamente valioso, y llevarlos al com- principal regla de este arte es la ofensiva
el socialismo que se ha dado a construir. bate, es decir, al momento de las grandes encarnizadamente audaz, implacablemen-
* Este es el último artículo de José A. Baragaño. Lo escribió
unas semanas antes de su sorpresiva y lamentable muerte.
Nueve años son tres mil doscientos ochen definiciones, en condiciones tan preca- te decidida”. Esa verdad, esencialmente
Con su publicación rendimos homenaje a su memoria. En taicinco días. Tres mil doscientos ochentai- rias como lo hizo Fidel Castro. marxista, fue comprendida por Fidel Cas-
las páginas 21, 22 y 23 encontrará el lector otros testimonios cinco días que son el mismo número de Y si leemos La Historia me absolverá, en- tro y sus compañeros, que el 26 de julio de
y una breve visión panorámica de su trayectoria poética. infatigables hazañas, de levantamientos tramos en una nueva dimensión del proble- 1953 se lanzaron al ataque en Santiago
La UNEAC editará próximamente un volumen con la obra del pueblo sobre sí mismo para defender ma: los atacantes del Moncada sabían muy de Cuba, junto con su pueblo, y que hoy
poética de Baragaño. (N. de los E. en el n. 6-7, de 1962, de La
Gaceta de Cuba).
todos sus derechos. bien lo que hacían y lo que querían; tenían mantienen ese espíritu de combate cuan-