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Cobaltum metallicum 200c - Mc Personalidad: Miedo a la policía. Siente que todo mundo lo ve.

Sensación de
haber cometido un crimen y que todos se han dado cuenta. Siente que está a punto de enfrentar un reto. Impulsos sexuales
muy fuertes, de los cuales se siente culpable. Sentimientos contradictorios hacia el trabajo. Agravación física y mental por
excitación mental. Mentales: Regocijo, vivacidad y rápido flujo de pensamientos. Deseo de estudiar y aprender. Indisposición
al trabajo físico y mental. Depresión: piensa muy poco en sí mismo. Demencia incipiente que se agrava ante la presencia de
los demás, si se siente observado. Comete muchos pequeños errores, lo cual los hace sentir muy vulnerables, sintiendo que
todo mundo lo observa o que incluso la policía irá por él por algo malo que ha hecho. Minusvalía ante la mirada social.
30ch Afecciones hepáticas y esplénicas, con dolor en zona esplénica peor al inspirar. Sueños eróticos con impotencia. Dolor
de espalda después del coito. Emisiones. Goteo de sangre a nivel rectal. Somnolencia pesada en la tarde, duerme de diez a
once horas pero le cuesta levantarse en la mañana. Sueña no reparador: mejor si duerme poco, aunque no descanse.
6ch Espinillas y granos en nalgas, mentón y cuero cabelludo. Comezón en todo el cuerpo mientras se calienta en cama*.

Cocculus indicus 6ch – 30ch vértigo, mareos y trastornos por pérdida de sueño o por cuidar enfermos.
Cocculus se caracteriza de manera notable por la tremenda aversión y náusea que el olor, la vista o el pensamiento de la
comida le evoca. Hahnemann mismo menciona que a pesar de estar hambriento no tolera el alimento.
60ch Para quienes la mínima pérdida de sueño les afecta profundamente tanto física como mentalmente. Ralentización de
todas sus funciones, especialmente las intelectuales, cuando conversa tarda largo tiempo en reflexionar y emitir una
respuesta, le cuesta encontrar la palabra que quiere expresar, como si su capacidad de vincularse se estuviera perdiendo. No
tolera que lo interrumpan, pierde el hilo de sus pensamientos, lo cual lo encoleriza mucho. “Sus pensamientos están fijos en
un solo tema desagradable; está absorta en sus pensamientos y nada nota a su alrededor” (Hahnemann). Sensación de vacío,
tanto a nivel físico como existencial, el paciente se siente excitado y con temblores incontrolables, con gran desesperación
(especialmente en la menorragia*), hay confusión mental y ansiedad en paroxismos*. Aversión a que lo toquen, lo cual
simboliza el miedo a comprometerse. Se torna intolerante, explosivo, agresivo y violento como si vomitara a los demás,
incluso aquéllos que le eran entrañables y queridos. Ante las adversidades, se torna apático e indolente*.
120ch Personalidad: hipersensibilidad, sobre todo a los estímulos propiciados por las relaciones humanas: A lo que hagan,
digan o piensen los demás, especialmente a la rudeza de los demás. Excepcionalmente sensibles, son muy responsables,
excitables y se preocupan por lo que tienen que hacer. Exquisitamente sensibles a los ruidos y los olores. Se asemeja mucho
a la de Phosphorus, son individuos alegres, desapegados y positivos a pesar de ser muy impresionables, son emotivos y
sensibles, y su alegría puede, a veces, llegar al grado de la exultación, hilaridad o euforia (como en el caso de Coffea) con
deseo de cantar y tararear. Se siente muy contento y satisfecho consigo mismo. Estas personas por su misma sensibilidad
pueden enojarse con relativa facilidad, pero con la misma facilidad vuelven a su buen humor. Como Sepia, gustan y se
mejoran por bailar (aunque no tienen la facilidad ni la pasión innatas de ella), son gente tímida, analítica y un tanto
contemplativa que puede gustar de las ideas místicas o religiosas (al grado de alcanzar estados de éxtasis). Por esta
tendencia a la introspección, Cocculus tiende mucho a vivir dentro de su propio mundo, a ser fantasioso e idealista, lo cual
puede verse como un intento de desconectarse un poco del mundo exterior, humano, real y tangible, que tanto lo agobia. Es
muy diligente, comprometido, solidario y trabajador, pero de carácter dulce y agradable, tranquilos, pero siempre
juguetones, ingeniosos y simpáticos. Tienden a hacer bromas perspicaces todo el tiempo (Hahnemann), pero jamás de
naturaleza soez o insultante, su sentido del humor es muy simple y divertido, con un toque casi infantil. Son románticos,
sentimentales y artísticos (no siempre tienen la habilidad para desarrollar alguna actividad creativa, pero gustan de todas las
bellas artes). Casi tan compasivos como Phos., sobre todo con sus seres más cercanos. A pesar de su naturaleza festiva, los
demás los suelen calificar de gente tranquila pero muy sensata y ecuánime, pues transmiten una imagen de equilibrio
mental, juicio y prudencia. Además, y a diferencia de otras personalidades sensibles y compasivas, Cocculus tiende a ser muy
inteligente, tiene grandes habilidades para las matemáticas, una excelente memoria y una capacidad analítica notable, son
personas que cuentan igualmente con un espíritu disciplinado y una mente sólida.
En estados de relativo equilibrio, estas personas parecen una combinación de Phosphorus con Magnesia muriatica pues, en
todas sus fases, un síntoma indicativo y muy característico es la preocupación por sus seres queridos (Cocculus tiene un gran
temor a que su familia se accidente, ansiedad por la salud de sus hijos, por el bienestar de sus amigos, etc.) Se combinan
las características del sentido del deber, la sensibilidad, el afán mediador y el ánimo industrioso de Magnesia muriatica con el
espíritu compasivo, gozoso y artístico de Phosphorus. Sin embargo, su impulso humanitario y compasivo que lo lleva a
establecer fuertes vínculos con los demás y a convertirse en un progenitor muy responsable, también puede degenerar en
una ansiedad enfermiza y asfixiante por su familia. Cocculus, como el mismo Phosphorus, tiende a ser hipocondríaco y
ansioso por su salud, pero se caracteriza por ser una de las muy pocas personalidades capaces de transmitir la hipocondría a
sus familiares: En estados más patológicos estos individuos desarrollan una necesidad imperiosa de cuidar a alguien, de
sostener y apoyar a los demás, y si no hay nadie que cubra estas condiciones son entonces capaces de enfermar a sus seres
más amados a través de mecanismos dinámicos sutiles e inconscientes. De ese modo, Cocculus logra evadirse de su propia
angustia existencial y del profundo sentimiento de pérdida ya que desde etapas tempranas está presente una suerte
añoranza o nostalgia indefinida por un pasado perdido, ideal y utópico.
Posteriormente su vida comienza a girar alrededor de estos seres queridos o incluso de personas necesitadas, enfermas o
agonizantes. Desde muy pequeñas, estas personas se sienten impulsadas a cuidar de otros, pero con un cierto trasfondo de
conocimiento, control o poder: “Este es el remedio de las enfermeras que se quedan velando toda la noche al enfermo, de la
gente que atiende a los agonizantes. Cocculus desea conocer los secretos de la vida y controlar sus movimientos, de ahí su
vocación de servicio terapéutico. Desea conocer el secreto de aquello que hace que la vida exista, y espera encontrarlo
escuchando las últimas palabras de los moribundos” (Grandgeorge).

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