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El concepto de De partida podemos decir que todas


esas categorías, nociones e ideas no nos
imaginarios sociales. remiten necesariamente a realidades
tangibles, a objetos nítidamente
distinguibles, es decir a realidades que
se encuentren directamente al alcance
de nuestros sentidos, más allá de
Dr. Manuel Antonio Baeza R. aspectos meramente descriptivos,
Sociólogo. diríamos “objetivos”, pero al mismo
Departamento de Sociología y tiempo relativamente pobres en
Antropología significación, por el hecho de que lo
Facultad de Ciencias Sociales descriptivo remite solamente a
Universidad de Concepción. determinados aspectos de esa realidad
mbaeza@udec.cl que se encuentran en superficie. Sería
objetivo considerar el hecho de que yo
me encuentre en la lista negra de
DICOM, pero es mucho menos objetiva
la manera como yo vivo y administro
esa misma situación desagradable...
No obstante, ambos datos pertenecen
a una misma realidad. Ni siquiera he
Nosotros, seres humanos, tendemos a mencionado el tema mucho más
operar en el mundo siempre de discutible –y hasta polémico- de las
manera muy pragmática y lo hacemos “causalidades”, o más exactamente
la mayor parte de las veces con toda aquél de lo que ciertos tipos de análisis
una serie de grandes nociones consideran como las “causalidades
abstractas, con ideas tan amplias como eficientes” y que remiten a un estudio
complejas, como por ejemplo la Vida, de acontecimientos y fenómenos
el Hombre, la Muerte, el Amor, la previos que podrían, por
Sociedad, el Mundo, Dios, etc., Pero, de concatenación lógica y a la manera de
inmediato surge la pregunta siguiente: las ciencias naturales, conducirme al
¿qué subentiende en los hechos cada establecimiento de una relación de
una de estas nociones? En otras causa a efecto en la configuración de
palabras, ¿qué hacemos para poblar esta realidad. Sólo remito mi
de contenidos, al menos auto- comentario acerca de la noción de
satisfactorios, esas mismas nociones? realidad a las características de un hic
Ahora bien, por analogía, pero et nunc (aquí y ahora).
también por extensión de esta misma
interrogante, podemos referirnos a la Aquello que nos interesa de
idea amplia y difusa de Realidad sobremanera analizar en esta
Social: ¿qué es, de hecho, la realidad oportunidad es el hecho de que existe
social en sentido más profundo y no en ese tipo de nociones una conexión
meramente presentada en sus aspectos factual con múltiples aspectos
más superficiales? determinables –aunque subterráneos-
de la existencia humana, en los cuales
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su inteligibilidad no es el resultado de manera de filosofar. La cuestión no era


una racionalidad totalmente basada tanto el objeto acerca del cual se
en la práctica misma de nuestros intentaba tomar conocimiento sino del
órganos sensoriales. La experiencia sujeto que se aventura al
existencial menciona que existe parte conocimiento. Los famosos a priori
de esa experiencia que no es física kantianos nos conectan ya con el
aunque no menos real, lo que quiere problema del prisma con el cual
decir que se trata de un tipo de conocemos. Mucho más tarde, la
experiencia sui generis, basada en una fenomenología husserliana y su
construcción de realidad más que en posterior tentativa de adaptación a la
una simple constatación sensorial de sociología, con Alfred Schütz (1973) y
algo. Esto involucra entonces toda una también Peter Berger y Thomas
actividad mental, como tendremos la Luckmann (2001), conducen también
ocasión de ver más adelante. a reflexionar acerca de la realidad
social como algo construido y no como
Al referirnos a esas construcciones, algo simplemente encontrado.
fundamentalmente creativas e
interpretativas con respecto a En un ámbito tan distinto como es
interrogaciones que el ser humano se aquél de los hallazgos de las llamadas
formula sin cesar, es que resulta neurociencias, lo que allí se empezaba
pertinente hablar de imaginarios a mostrar o a vislumbrar pareció en los
sociales. Es que, quizás, la realidad sea años ’80 apoyar la tesis de una
mucho más poética o más metafórica aproximación a la realidad
de lo que vulgarmente se piensa... Los necesariamente interpretativa, cuando
imaginarios sociales serían, entonces, nos sacaba de la idea ingenua de una
verdaderos esquemas socialmente percepción pura y simple y de la cual
compartidos de inteligibilidad plausible se hacía cargo el cerebro; en efecto, las
de la realidad, en donde su neurociencias nos señalaban que lo
complejidad requiere de resortes percibido era un estímulo de nuestros
propios de una actividad mental sentidos (un percepto), pero que la
humana que incluye diversos ‘actores’ información transitaba como flujo
(intelecto, memoria, estados psíquicos, eléctrico a través de las neuronas, a su
creencias, etc., pero también la vez interconectadas de manera
capacidad de imaginar). sináptica hasta el cerebro, el cual la
procesaba internamente y de manera
Para tomar posición en este tipo de compleja, para configurar un objeto
reflexiones debo advertir que la mental (un concepto) 1. En síntesis, en
perspectiva que estoy adoptando es términos individuales yo construyo
necesariamente sociológica y, por lo realidad a partir, finalmente, de lo que
mismo, remitiré exclusivamente mi es mi propia ecuación personal, es decir
exposición a la idea de Realidad Social. a partir de todo un tramado de
No obstante, es preciso señalar que creencias, experiencia existencial
este tipo de preocupaciones quedó conservada en la memoria, factores
planteado ya desde la filosofía de 1
Immanuel Kant y su paradigmática Cf. Changeux, Jean-Pierre (1983): L’homme
neuronal. Paris, Fayard.
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psíquicos, más lo que en sentido estricto sentimiento más arquitectura


sería la razón. En definitiva, no discursiva, o sea arquitectura
tenemos sino nuestra subjetividad para imaginario-social. Esto es, por supuesto,
acercarnos y hacer inteligibles muchas válido para los colectivos nacionales.
realidades de nuestro entorno y que la
objetividad no es sino una pretensión La idea de Patria requiere de mi
subjetiva, si se quiere una subjetividad parte, sin embargo, una aclaración
objetivante. previa relativa al concepto bastante
recurrente de identidad y con respecto
Los imaginarios sociales, en su calidad al cual se estructurará un imaginario
de esquemas de inteligibilidad, son social correspondiente. Esta aclaración
entonces el producto podríamos decir se debe, fundamentalmente al hecho
“objetivado” de una subjetividad de que el tema de la identidad ha sido
compartida socialmente. Me refiero trabajado de manera casi exclusiva
concretamente a una amplia gama de por la psicología social.
discursos interpretativos, no exentos de
una fantasmagoría y de una Para que haya identidad -y me voy a
creatividad fundantes. Me atrevo a limitar sociológicamente a la identidad
decir que el imaginario social más social, lo cual excluye en esta
antiguo de la humanidad está oportunidad la dimensión individual
contenido en el mito, que algunos han en el tratamiento del vasto tema
presentado como el mayor esfuerzo identitario- nos tenemos que referir a
que al hombre haya efectuado sobre tres tipos de posicionamientos
su propia memoria. elementales (M. A. Baeza, 2000): uno
espacial (que dice relación con una
Un buen ejemplo de lo anteriormente apropiación colectiva de un espacio,
expresado es la idea de Nación 2, o físico o puramente simbólico), uno
más exactamente, con el discurso temporal (que dice relación con una
relativo a la noción de Patria: ¿qué es apropiación de las tres dimensiones
eso de la Patria? Podemos responder, reconocibles del tiempo: pasado
un sentimiento de pertenencia a un [historia], presente [acción] y futuro
territorio determinado. Pero, ¿qué nos [utopía], por último uno relacional
otorga la inteligibilidad necesaria de [percepción del Otro desde la
un sentimiento de pertenecer a un singularidad del Nosotros]).
determinado territorio? Sostengo que
el hecho de argumentar en base a un En los hechos, cada uno de estos
sentimiento de pertenencia o de posicionamientos básicos da lugar a
apropiaciones simbólicas múltiples una construcción imaginaria,
solamente no basta en sí para dar por estableciendo una totalidad discursiva
construidas a las identidades colectivas que, en su conjunto, definiría una
y que lo que entendemos finalmente identidad colectiva. Ahora bien, la
por identidad social es dicho Patria no es una realidad
directamente tangible, cosificable, en
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todos los aspectos, pero ella tiende a
Cf. Anderson, Benedict (2000): Comunidades
ser un algo real, incluso un algo
imaginadas. Buenos Aires, FCE.
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homogeneizado a través de elementos epopeya criolla republicana frente al


que son compartidos por los poder colonial.
ciudadanos, al menos en sus grandes
rasgos. Por último, desde un punto de vista
relacional, nuestra singularidad en
Desde un punto de vista espacial, la tanto que chilenos nos conduce a una
unicidad del territorio a escala cierta re-presentación imaginaria de
nacional es un elemento que, identidades nacionales vecinas.
imaginariamente, va más allá del Podríamos así hacer una distinción
microespacio habitado por cada cual entre identidad social vivida (nosotros)
para pasar a constituir una unicidad e identidad social percibida (ellos). No
que no se sostiene exclusivamente hay, en otras palabras, diferenciación
mediante la existencia de elementos sino desde la singularización propia. Y
“objetivables” como el Estado, o el la idea de identidad social percibida
recurso a una misma lengua y que, sin nos conecta con temas tan interesantes
duda, todos compartimos. Ya en el como el estigma, el estereotipo y hasta
momento de referirnos a una cultura con el rumor.
compartida estamos integrando un
imaginario social del espacio, de la Podemos, por otra parte, establecer un
naturaleza que constatamos en dicho importante paralelo y hasta una
espacio, en general de todo cuanto oposición entre el ejemplo del
encontramos al interior de ese mismo imaginario social nacional y patriótico
espacio. y, actualmente, el tema –bastante
recurrente hoy en día- de lo regional.
Luego, desde un punto de vista Afirmo que en Chile no hay
temporal, nuestra apropiación del necesariamente sentimiento de
pasado nos conecta con la historia del pertenencia ni imaginario social que
país, pero, ¿qué historia, si no es una corresponda exactamente con la
interpretación –oficial, la mayor parte porción de territorio así delimitada
de las veces- de acontecimientos y mediante una reforma político-
fenómenos propios de un tiempo administrativa. En esto hay también
transcurrido? Incluso esa apropiación un ejemplo de la imposibilidad
del tiempo pretérito dice relación con sensorial de aprehensión de una
la idea de un mito fundacional. El realidad, por cierto artificialmente
sociólogo francés Alain Touraine dice creada en el caso de la noción de
en su libro La Parole et le Sang (1988) 3 Región.
que el mito fundacional chileno es
esencialmente un mito guerrero: la Los ejemplos abundan en materia de
idea o el imaginario patriótico imaginarios sociales. Cornelius
asociado tanto a la epopeya del Castoriadis (2007) se refiere al ejemplo
pueblo mapuche frente al más fecundo en materia de
conquistador como a la posterior elaboración de imaginarios sociales,
como lo es la religión, en donde no
todo es dogma inculcado, ni verdades
3 proclamadas, por importantes que
Traducción de título: La palabra y la sangre.
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ellas sean consideradas. Desde la idea propuesta de nuevo imaginario social


de Dios (en tanto que imaginario religioso. Es lo que se tiende a llamar
radical, en el lenguaje propio de C. “el retorno a la espiritualidad”.
Castoriadis) se urde todo un
imaginario individual y colectivo, es En este punto cabe explicitar un punto
verdad alimentado por las instituciones importante en materia de imaginarios
eclesiásticas y sus agentes sacerdotales. sociales: ¿cómo es entonces que los
Las ideas religiosas de cielo, infierno, el imaginarios llegan a ser precisamente
tema de la muerte, se deducen de la construcciones sociales? La respuesta es
idea central de Dios, y nos permitirían relativamente simple: ello es atribuible
hablar largamente de dichos al hecho de la comunicación entre los
imaginarios de tipo religioso. Es seres humanos, proceso según el cual se
probable que las creencias, a partir del tiende a “consensuar” de manera no
ejemplo de las religiones, sean aquel formal y simbólica los elementos de un
ámbito en el cual los imaginarios imaginario o de una conjunción de
sociales sean precisamente más imaginarios; esto tiene lugar, diría yo,
prolíficos. en la experiencia misma de la vida
social. En el lenguaje de C. Castoriadis,
Hoy en día, este tema se complica tal sería el proceso de
tendencialmente y, por cierto también, institucionalización de los imaginarios.
en términos históricos. Como lo señalan A diferencia del argumento
los sociólogos de las religiones, existe castoriadino, sin embargo, es
una atomización en curso de las indispensable restituir al concepto de
creencias religiosas, en definitiva, de la intersubjetividad –al que C. Castoriadis
fe, aunque este fenómeno es sin duda es hostil- la condición de herramienta
menos perceptible en América Latina de acercamiento e intercambio de
que en Europa occidental. Una significaciones imaginario-sociales,
atomización que, por debilitamiento retomando por cuenta propia el
de las grandes familias religiosas, hace argumento esgrimido por la
que actualmente cada creyente se fenomenología, especialmente a través
construya su propio imaginario de la obra de A. Schütz.
religioso, con o sin Dios, con o sin idea
del más allá, con o sin noción de Una última pregunta queda
pecado, etc., recogiendo elementos pendiente aún, por el hecho mismo de
dispersos que van desde algunas hablar desde las ciencias sociales: ¿por
prácticas filosófico-religiosas orientales qué radicar nuestro interés sociológico
(Nirvana, reencarnación, yoga, etc.) por esta dimensión que algunos
hasta fragmentos de la astrología y del podrán estimar como casi
pensamiento esotérico, desde la fantasmagórica de la vida humana?
telepatía, el espiritismo, el tarot, etc., Pareciera incluso que cuando
hasta elementos dispersos y des- insinuamos algo así como una
dogmatizados del cristianismo, quizás fantasmagoría o una especulación
a la espera de que toda esa galaxia de colectiva, la importancia de los
creencias e imaginarios de diverso imaginarios sociales se diluyera
origen logre ser plasmada en una precisamente en su misma
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insubstancialidad. Pero resulta referirse al pensamiento simbólico.


insoslayable advertir que esta cuestión Cierto es que, como lo afirmaran C.
concierne plenamente un ámbito de la Castoriadis y otros, el símbolo es la
sociología que –como bien lo cristalización institucionalizada más
señalaban Peter Berger y Thomas explícita, por excelencia, de los
Luckmann- requiere ser re-situado y imaginarios sociales, es decir la forma
reconsiderado: la sociología del visual más radical de estos últimos.
conocimiento.
Abogo sin ambigüedades entonces, y
El asunto es que los imaginarios desde hace ya algunos años (M. A.
sociales son, por así decirlo, el prisma Baeza, 2000, 2003, 2008), a favor del
desde donde se inspira la acción social. desarrollo de una potente sociología
Otorgan aquella gramática necesaria profunda que, en definitiva, se
y fomentan la intencionalidad desvincule para siempre de las
subjetivamente atribuida a la acción trampas de las apariencias que, en
social. En tanto que interpretaciones o ningún caso, constituyen evidencias
re-presentaciones, parecieran darnos susceptibles de permitir demostraciones
un ángulo de ataque con respecto a los empíricas; milito por una sociología
fenómenos u objetos a los cuales están que para lograr esa profundidad
referidos. Verdaderos prismas o analítica debe dejar atrás su sesgo
kaleidoscopios, los imaginarios sociales positivista, que le impidió justamente ir
parecen predisponer hacia más allá de lo observable, de lo
determinadas orientaciones y tangible. Yo terminaría diciendo que el
contenidos de la acción social. ¿Cómo positivismo, no obstante sus reticencias,
miran al mundo civil los militares, por construyó de esta manera su propio
ejemplo, si no es a través de un prisma imaginario científico, pero que –y no
o imaginario social militar que se intento jugar con las palabras- al
requiere comprender? transformar esto último en objeto de
estudio, o sea para estudiar un
Por consiguiente, se trata de una imaginario científico, no cuenta con las
sociología profunda 4 que pretenda herramientas ni la agudeza analítica
trabajar acerca del sentido atribuido a requeridas.
la acción social, problema ya
planteado en sociología clásica por
Max Weber, debiera interesarse por
estos universos, que la antropología y,
por supuesto, la filosofía, han --- O ---
abordado, periféricamente quizás, al

4
El subtítulo establecido para mi libro “Los
caminos invisibles de la realidad social”
(Santiago, 2000) toma en consideración
precisamente esa necesidad de conducir la
sociología hacia capas geológicas subterráneas
de la realidad social: “Ensayo de sociología
profunda sobre los imaginarios sociales”.
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Bibliografía:

Anderson, Benedict (2000):


Comunidades imaginadas. Buenos
Aires, F.C.E.
Baeza, Manuel Antonio (2000): Los
caminos invisibles de la realidad social.
Santiago, RIL.
Baeza, Manuel Antonio (2003):
Imaginarios sociales. Concepción,
Universidad de Concepción.
Baeza, Manuel Antonio (2008): Mundo
real, mundo imaginario social.
Santiago, RIL.
Berger, Peter & Luckmann, Thomas
(2001): La construcción social de la
realidad. Buenos Aires, Amorrortu.
Castoriadis, Cornelius (2007): La
institución imaginaria de la sociedad.
Buenos Aires, Tusquets.
Schütz, Alfred & Luckmann, Thomas
(1973): Las estructuras del mundo de la
vida. Buenos Aires, Amorrortu.
Touraine, Alain (1988): La parole et le
sang. Paris, Odile Jacob.

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