Publicación internacional de los adventistas del séptimo día

S e p t ie m b re 2 0 08

Mi
travesía
con Dios

8 Avancemos con fe 12 Los cuatro rostros 20 El rito cristiano de

del perdón iniciación
 S e p t ie mbre 2008
LA IGLESIA

Visión mundial ............ 3

Informe mundial
NOTA DE TA PA 3 Noticias y perspectivas
Mi travesía con Dios
2 0 0 8

Fiona Peart...................................... 16 Ventana

El discipulado nos desafía a reconocer
< h t t p://w w w.f i r s t 2 x l.c o m >

7 Una mirada a Alemania

las puertas abiertas de Dios y a cruzar
por ellas.
Panorama mundial
DEVOCIONAL 8 Avancemos con fe
Los cuatro rostros del perdón SALUD
Phillip Oreso ................................... 12
El perdón es solo un concepto hasta que lo
Cafeína: ¿Ha cambiado
ponemos en práctica. la posición de la
iglesia? ........................ 11
© w w w.f i r s t 2 x l.c o m

VIDA ADVENTISTA Allan R. Handysides y

Por el inglés y la amistad Peter N. Landless
Steve Hamstra ................................. 14
Van a aprender inglés, pero reciben PREGUNTAS BÍBLICAS
mucho más. La influencia sobre
CREENCIAS FUNDAMENTALES
los demás .................... 26
El rito cristiano de iniciación Ángel Manuel Rodríguez
Thurman C. Petty, Jr. ................................................................ 20
Es solo un símbolo, pero un símbolo sumamente poderoso. ESTUDIO BÍBLICO

Cuando hablan
DESCUBRAMOS EL ESPÍRITU DE PROFECÍA los espíritus ................ 27
El fundamento bíblico del llamado Mark A. Finley
profético de Elena de White Gerhard Pfandl .................. 22
El Espíritu Santo continúa obrando por medio de sus dones.
INTERCAMBIO MUNDIAL
29 Cartas
SERVICIO ADVENTISTA
30 El rincón de la oración
El toque personal Laurie Falvo ........................................... 24 31 Intercambio de ideas
Aun en las ciudades más populosas, la tecnología no puede
hacerlo todo.
El rincón de las
personas ..................... 32

TAPA: La autora, Fiona Peart.

Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. www.spanish.adventistworld.org

2 Adventist World | Septiembre 2008

 Iglesia en acción
VISIÓN MUNDIAL
Ese es el cuerpo cuerpo y el espíritu. Sabía que en el abrazo del cuerpo de

M ientras esperamos que comience

el culto, la iglesia se va llenando
de creyentes. Escuchamos los himnos
que ejecuta el pianista y percibimos la energía y el gozo que
inunda el templo. Olvidando la semana que pasó, cerramos los
ojos y expresamos palabras de seguridad y unión: “Dulce co-
munión la que gozo ya, en los brazos del buen Salvador”. Acepta-
mos felices el abrazo del cuerpo de Cristo.
Observo que los adoradores se reconocen y se sonríen. Veo
que se saludan y se abrazan. Escucho la risa contenida y reve-
rente de viejos amigos que se encuentran y de niños encanta-
dores. En el aire se respira optimismo.
La mera obediencia jamás podría causar todo esto. De por
sí, la obligación no podría producir este resultado edificante.
El consejo del apóstol no fue, como algunos dicen: “No se ol-
viden de venir a la iglesia”, como si el beneficio de la adoración
pública tuviera que ver con mantener un hábito religioso. Lo
que en realidad escribió el autor de los Hebreos fue: “Y con-
siderémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tie-
nen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca” (Heb. 10:24, 25).
El escritor sabía por experiencia personal que la adoración
con otros creyentes es uno de los mayores tónicos para el
Cristo, muchas angustias se evaporan y los dolores son más
fáciles de sobrellevar.
Deberíamos reunirnos a adorar con otros simplemente
porque Cristo se revela más plenamente cuando hay dos o tres
que cuando hay uno solo, no importa cuán devoto sea este.
Entendemos mejor su Palabra cuando otro creyente la explica.
Comprendemos mejor la sanidad que él quiere dar al mundo
cuando permitimos que la mano o el abrazo de otro cristiano
nos anime sin pronunciar palabra.
Setenta años atrás, un pastor alemán que vivía en un país
asolado por el terror escribió estas palabras memorables: “La
presencia física de otros cristianos es una fuente de gozo y
fuerza incomparables para el creyente”. A pesar de las nubes
de violencia y guerra, encontró solaz en el Cristo que halló
en otros creyentes, en el milagro de los corazones abiertos de
aquellos comprometidos con el evangelio de la paz.
Mientras nuestro mundo se hunde en el dolor y los que-
brantos, nosotros también hallaremos gozos mayores al rela-
cionarnos con otros hombres y mujeres de fe.
Este sábado, al adorar con otros, ofrezcamos nuestro cari-
ño y buenas obras. Animemos a nuestros hermanos. Edifique-
mos el cuerpo de Cristo.
— Bill Knott

INFORME MUNDIAL
Los adventistas tienen
que ser más visibles en el
Pacífico Sur, afirma una
encuesta
A pesar de su presencia histórica, en
Australia y Nueva Zelanda la mitad de
las personas sabe poco de la iglesia.
S T O C K X P E R T

■ Los líderes de la Iglesia Adventista

del Pacífico Sur dicen que los estudios
de opinión deberían formar parte de la
planificación eclesiástica luego de que
QUE ELLOS LO SEPAN: Los resultados de una encuesta ponen en evidencia
F O T O G R A F Í A :

una encuesta reciente indicó que alrede-

dor del cincuenta por ciento de los aus- que los habitantes de Sídney, Australia (arriba) y de otras naciones del
tralianos y neocelandeses no conocen Pacífico Sur necesitan conocer a la Iglesia Adventista y sus creencias.
más que el nombre de la iglesia.

Septiembre 2008 | Adventist World 3

 Iglesia en acción
INFORME MUNDIAL
Las cifras ascienden a un “preocu-
pante” setenta por ciento entre los en-
cuestados de 18 a 34 años, dijo Mirilla
Gordon, directora de promoción
eclesiástica de Adventist Media Network
(AMN), con sede en Wahroonga.
Gordon especula que la estadística
muestra una falta de conocimiento
general sobre la religión entre los
jóvenes.
Los encuestados, sin embargo, re-
lacionaron repetidamente a la Iglesia
Adventista con la vida saludable.
El conocer la percepción que tie-
ne la gente es un elemento clave para
adaptar el mensaje de la iglesia, por lo
que los 16 mil dólares australianos que
costó el estudio fue dinero bien em-
pleado, dijo Gordon, quien reconoció
que en general la Iglesia Adventista no
ha hecho uso de encuestas como estas.
“Hacemos algunos estudios internos,
pero en lo que respecta a la comunidad
externa, raramente nos hacemos esas
preguntas”.
Para realizar este estudio, la
compañía encuestadora australiana
Newspoll contactó a 1.720 personas
mayores de 18 años. Cada participante
fue seleccionado al azar con el fin de
reflejar mejor la diversa demografía de
la región.
Los resultados indicaron que la
mayoría de los encuestados conocían
que la Iglesia Adventista es una deno-
minación cristiana mundial, lo que
para los líderes es esperanzador. Un
grupo mucho menor sabía que los
adventistas guardan el sábado o conocía
la extensa red de instituciones educa-
tivas y de salud de la iglesia. Más allá
de los datos demográficos, la mayoría
estableció una relación entre la iglesia y
un estilo de vida saludable.
4 Adventist World | Septiembre 2008
Los hallazgos resultan un tanto
irónicos si pensamos en la presencia de
larga data del adventismo en Australia
y Nueva Zelanda. Elena de White, una
de las pioneras fundadoras de la Iglesia
Adventista, pasó casi nueve años en
Australia colaborando con el desarrollo
de la obra adventista. En ambos países,
la compañía adventista Sanitarium
Health Food ha sido una de las
principales productoras de alimentos
durante décadas, liderando el mercado
con el renombrado cereal Weet-Bix.
Cuando se les preguntó por sus
propias percepciones respecto de la
iglesia, casi un tercio dijo que los
adventistas son “muy reservados”; el
setenta por ciento dijo no estar seguro
que la iglesia presenta sus creencias
de manera positiva, lo que refleja su
falta de conocimientos específicos
sobre la iglesia.
Rajmund Dabrowski, director de
comunicaciones de la Iglesia Adven-
tista mundial, dijo que la encuesta es
“encomiable” e instó a los líderes de
otras regiones a seguir ese ejemplo:
“La iglesia podría ser mucho más
conocida en otras partes del mundo
si cultivamos las relaciones públicas
sobre la base de los resultados de en-
cuestas similares”, dijo.
Los líderes de la iglesia en el Pacífi-
co Sur esperan llevar a cabo encuestas
similares cada dos años, como base de
un esfuerzo mayor denominado “La
iglesia interactiva”, cuyo objetivo es
ayudar a las iglesias locales a conectarse
B O K F O R L A G
mejor con sus comunidades. La región
también espera utilizar encuestas
adicionales para ayudar a la toma de
decisiones de la iglesia. “Queremos
N O R S K
probar mensajes claves y comprender
mejor la manera en que... lo que ha-
D E
cemos o planificamos halla eco en la
C O R T E S Í A
gente”, dijo Gordon.
La División del Pacífico Sur cuenta
con una feligresía bautizada de 398.126
F O T O G R A F Í A :
personas, que se reúnen cada semana
en 5.018 congregaciones.
—Informado por Elizabeth Lechleitner,
Red de Noticias Adventistas y AR.
NORUEGA: Fuerte incremento en la
venta de libros adventistas
■ Las ventas de la casa editora adven-
tista de Noruega se incrementaron un
veinte por ciento en tan solo cinco se-
manas. Esto fue en gran parte debido al
trabajo de los 55 estudiantes colporto-
res que este verano formaron parte de
un programa de apoyo a los estudiantes
de los países en desarrollo.
La casa editora Norsk Bokforlag ha
recibido jóvenes de instituciones y uni-
versidades de Kenia, Tanzania, Uganda,
Nigeria, Haití, India y Ghana. Este tra-
bajo permite que los estudiantes partici-
pen en el ministerio de la iglesia a la vez
que contribuyen a financiar sus estudios.
Algunos ganan lo suficiente como para
financiar proyectos misioneros comuni-
tarios en sus países de origen y además
esta labor prepara a los jóvenes para
futuros puestos de liderazgo.
Noruega es uno de los pocos países
europeos que permite que las deno-
minaciones religiosas contraten estu-
diantes extranjeros para participar en
actividades de colportaje.
El programa estudiantil de Norsk
Bokforlag fue fundado en 1967. Los ad-
ventistas de Noruega celebran este año
el centenario de la obra de colportaje
VENTAS EN AUMENTO: Estudiantes
colportores que trabajan para la
casa editora adventista de No-
ruega están contribuyendo con el
incremento de las ventas de libros
adventistas en el país, en el año del
centenario del colportaje.
 INFORME MUNDIAL

Adventistas de Guatemala celebran un

siglo de crecimiento
Paulsen desafía a los creyentes a “pasar la
antorcha” a la nueva generación.
ALTO HONOR: Seth Abaya Abang Laryea,
derecha, recibe el máximo reconoci-
miento que Ghana otorga a los ciuda-
Libna Stevens y Juan Francisco Lopez,
División Interamericana, desde Ciudad de Guatemala
danos civiles, la Orden del Volta, en una
ceremonia llevada a cabo el pasado 3

M
de julio de 2008. John Agyekum Kufuor, iles de adventistas de Guatemala se reunieron para celebrar
presidente del país, entregó la condeco- el crecimiento de la iglesia en el país durante sus cien años
ración, en reconocimiento por la labor de de existencia y para comprometerse con influir en sus co-
Laryea en pro de la educación superior. munidades al compartir el evangelio. La celebración, que se
F O T O G R A F Í A : E M M A N U E L Q U AY E / A N N
llevó a cabo en el Estadio Polideportivo de la Ciudad de Guatemala el sá-
bado 12 de julio, fue la culminación de una serie de actividades realizadas
en esta nación centroamericana desde junio pasado.
en su país, un programa que comenzó
Casi nueve mil líderes y feligreses colmaron el estadio para participar
casi treinta años después del estableci-
en el programa, que duró todo el día. Entre los oradores invitados estuvie-
miento de la casa editora.
ron Jan Paulsen, presidente de la Iglesia Adventista mundial, e Israel Leito,
“Todo lo que se necesita es estar
presidente de la División Interamericana.
dispuestos a que Dios nos utilice –dijo
Carlos Tenold, director de ventas y co- Cont inúa e n la próx ima pág i n a
mercialización–. Debemos asociarnos
con otros y derribar todas las barreras,
amándonos y cuidándonos unos a
otros, motivándonos y sosteniéndonos
y permitiendo que Dios nos guíe”.
—Red de Noticias Adventistas y AR

GHANA: Rector de universidad

adventista recibe el máximo
galardón civil
■ Seth Abang Laryea, rector de la
Valley View University (VVU), recibió
la Orden del Volta, una de las mayores
condecoraciones otorgadas a civiles,
en reconocimiento por su contribución
a la educación superior. La VVU
pertenece a la Iglesia Adventista y se
B AT Z / A D V E N R E D . C O M

estableció en 1979.
John Agyekum Kufuor, presidente
de Ghana, entregó el reconocimiento
a Laryea en una ceremonia llevada a
cabo el pasado 3 de julio en la cual
250 ghaneses fueron condecorados
por sus contribuciones excepcionales
TERMINAR LA TAREA: “Debemos pasar la antorcha, la tarea a
los más jóvenes y así terminaremos la misión”, dijo Jan Paulsen,
presidente de la Iglesia Adventista mundial (izquierda) junto a
Israel Leito, presidente de la iglesia en Interamérica, quienes se
unieron a los miles de adventistas que celebraron el centenario de
M E LV I N

al desarrollo y el bienestar del país. la iglesia.

Septiembre 2008 | Adventist World 5

 Iglesia en acción
INFORME MUNDIAL

“El espíritu que vemos aquí esta mañana se

parece mucho a un congreso de la Asociación Ge-
neral, cuando la iglesia toda celebra su fe –dijo
Paulsen–. La iglesia celebra lo que hizo Cristo y
la comisión que nos ha dado a la vez que declara
públicamente su compromiso con la culminación
de la tarea. Hoy puedo ver y escuchar con claridad
vuestro compromiso”.
Paulsen animó a los presentes a garantizar la
MULTITUD DE TESTIGOS: Casi nueve mil adventistas se reunieron en el
participación de los jóvenes para poder terminar
la obra. “Debemos pasar la antorcha, la tarea a los Estadio Polideportivo de Ciudad de Guatemala el 12 de julio para celebrar el
más jóvenes, y terminaremos la misión. Avance- crecimiento de la iglesia durante los cien años de existencia en el país.
mos hacia el mañana con mayor decisión y culmi- M E L V I N B A T Z / A D V E N R E D . C O M
naremos la obra”.
Como parte del programa, se condecoró a líderes de la porque aún hay mucho territorio que poseer; hay victorias
iglesia, laicos distinguidos y a los adventistas de mayor edad que alcanzar, por lo que tenemos que seguir adelante para
aún vivos. Dos de ellos fueron Policarpa López, de 105 años conquistar Guatemala”.
y miembro de iglesia durante 78, y Javier Sosa, de 96 años, A comienzos de julio, los adventistas del pais literalmente
que ha sido adventista durante 71. invadieron las calles para celebrar este hito. El 5 y 6 de
También se honró a cuatro generaciones de familias julio, más de sesenta mil adventistas de todo Guatemala
adventistas, se ordenaron 19 pastores y se disfrutó de un marcharon para contar a los demás que Jesús viene pronto.
concierto musical. Durante el programa matutino, Leito Fue una de las muchas actividades de celebración del
compartió un mensaje espiritual a los miles reunidos en el centenario. En esos dos días, se organizaron unas treinta
estadio, y animó a otros miles que siguieron el programa en marchas. Los participantes portaban carteles y estandartes
vivo por radio e Internet. que proclamaban los beneficios de un estilo de vida
“Cien años son en primer lugar para recordar; para re- adventista, la importancia de estudiar la Biblia, la obra de
cordar a nuestros hermanos y hermanas del pasado, que su- la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales
frieron, lloraron y pasaron por momentos difíciles pero... no y la segunda venida de Cristo. Una de las marchas se llevó
se rindieron; por eso estamos hoy aquí –dijo Leito–. Este es a cabo en Puerto Barrios, el lugar donde se creó la primera
nuestro momento, nuestra era; nos han pasado la antorcha Escuela Sabática de Guatemala.
hasta el regreso de Cristo”. La iglesia también inauguró monumentos con la
Leito animó a los feligreses a continuar proclamando el inscripción de los Diez Mandamientos en Puerto Barrios y
mensaje de la segunda venida de Cristo, el mismo que co- Chiquimula. Funcionarios del gobierno estuvieron presentes
menzaron a espaarcir los pioneros adventistas en el país. en las ceremonias.
“La iglesia hoy posee la inspiración del Señor, porque Desde junio, se colocaron unos veinte carteles gigantes
ha recibido la antorcha del pasado, el llamado y el desafío en el país, que anunciaban las celebraciones del centenario
de nuestros pioneros... hemos crecido gracias a lo que ellos y promovían el evento del 12 de julio. Asimismo, se publicó
hicieron. Fortalezcamos nuestros pasos hoy para las gene- una revista especial sobre el crecimiento y el desarrollo de la
raciones futuras, para que cuando Jesús venga, pueda hallar iglesia a lo largo de los cien años.
una iglesia vibrante aguardándolo en Guatemala. Sean fieles, Con más de doscientos mil feligreses en la actualidad, la
firmes en propósito, y avancen pasando la antorcha hasta la Iglesia Adventista de Guatemala comenzó en 1908 como una
segunda venida de Cristo”, expresó Leito. Escuela Sabática organizada por E. L. Cardey y C. A. Nowlen
“El mayor sueño de la iglesia de Guatemala es conquistar en Puerto Barrios. Hoy en día hay cinco asociaciones, casi
todo el territorio para honra de Dios –dijo Mario Calderón, setecientas iglesias y grupos, veinticinco instituciones y una
presidente de la iglesia en el país–. No debemos descansar, casa publicadora.

6 Adventist World | Septiembre 2008


V E N TA N A
Una mirada a
Alemania
Hans Olson
A unque una vez fue el centro de la
Reforma protestante, en la actuali-
dad Alemania tiene menos adventistas
que muchas partes de América, África,
Asia o el Pacífico Sur. Como en otras
partes de Europa, el posmodernismo y
el secularismo han hecho que el país se
transforme en un lugar difícil para el
evangelio. Más de un cuarto de los ale-
manes modernos no sienten necesidad
de Dios y no practican religión alguna.
La región de Europa Central que
abarca la moderna Alemania ya se
llamaba Germania en el año 100 d.C.
Carlomagno unió gran parte del occi-
dente y centro de Europa en el año 800
como parte del Sacro Imperio Romano,
que duró hasta 1806. Durante el siglo
XVI, el monje y teólogo Martín Lutero
provocó la Reforma protestante en el
norte de Alemania y cambió el curso de
la cristiandad occidental.
Luego de la Primera Guerra Mun-
dial, el país sufrió una depresión
económica y una serie de gobiernos
inestables. El 27 de febrero de 1933, el
Reichstag –el edificio parlamentario de
K R I S T
A D AV I S
C A R L R AT C L I F F E
ALEMANIA
D E N M A R K
Capital: Berlín
B a lt ic S e a
K ie l Bya
M ekcle n ub rg e r Po m e
a rn ia n
B ucht B ay
N o trh S e a
Idioma oficial: Alemán
N E T H E R L A N D S
G E R M A N Y
P O L A N Religión: protestante 34%, católica 34%,
musulmana 4%, otras 28%
B E L G IU M
Población: 82,4 millones*
Feligresía adventista: 36.000*
L U X .
C Z E C H
Relación adventista
R E P U B L IC
F R A N C E por habitación: 1:2.287*
A U S T R IA
*Secretaría de Archivos y Estadísticas de la Asociación General, 144o
Informe Estadístico Anual
B odensee
S W IT Z E R L A N D
Berlín– fue incendiado. Este evento es La Iglesia Adventista posee pro-
visto por muchos como el factor que yectos de avanzada de Misión Global,
contribuyó al crecimiento del partido que buscan alcanzar a la floreciente
nazi que llevó a Adolfo Hitler al poder. población de inmigrantes de habla no
Seis años después, Alemania atacó a alemana. En el norte del país, estos pro-
Polonia, lo que marcó el comienzo a la yectos trabajan por las comunidades
Segunda Guerra Mundial. Después de la de portugueses, españoles y rusos. En
guerra, el país fue dividido entre Fran- años recientes, se han establecido cua-
cia, la Unión Soviética, el Reino Unido tro nuevas congregaciones en franco
y los Estados Unidos. Tiempo después, crecimiento. Sin embargo, el progreso
los territorios franceses, británicos y general de la Iglesia Adventista es lento.
estadounidenses formaron Alemania En los últimos diez años, ha crecido
Occidental. El sector soviético llegó a solo un dos por ciento.
ser Alemania Oriental. La reunificación de Alemania
Durante gran parte del siglo XX, Oriental y Occidental llevó a diversos
Alemania estuvo en el centro de la cambios en la organización de la Iglesia
lucha por la supremacía entre Europa Adventista. La Unión Sur Alemana no
Oriental y Occidental. La ciudad de sufrió mayores modificaciones, pero
Berlín, ubicada en la región oriental de la Occidental y Oriental se unieron y
Alemania, fue dividida en dos. formaron la Unión Norte de Alemania.
Con el desmembramiento de la Después de esta fusión, no fue más
Unión Soviética que comenzó a fines de necesario contar con dos seminarios
la década de 1980, se dedicaron grandes teológicos, por lo que en 1994, el
cantidades de dinero para modernizar la Seminario de Marienhöhe cerró sus
infraestructura de Alemania puertas. En la actualidad, la Theologis-
Oriental y crear un exten- che Hochschule Friedensau es el
dido sistema de seguros único centro de preparación teológica
sociales. Hoy día, el país adventista del país.
posee una de las eco- La sólida economía del país ha
nomías más sólidas del permitido que la Iglesia Adventista
mundo, y el pueblo ger- apoye desarrollos humanitarios en el
mano disfruta de un ele- mundo. En 2006, ADRA/Alemania pa-
vado nivel de vida y de trocinó casi cien proyectos por medio de
relativa paz. El país es el asignaciones del gobierno ydonaciones
segundo más populoso directas. Estos favorecieron a unos dos
de Europa, por detrás millones de personas, por un total
de Rusia, y alberga la de cerca de ocho millones de dólares.
tercera población más Si desea saber más de la obra
numerosa de inmi- adventista en Alemania, visite el sitio
grantes del mundo. www.AdventistMission.org.
Septiembre 2008 | Adventist World 7
 Iglesia en acción
PA N O R A M A M U N D I A L
V
isité a mi madre dos meses antes de su muerte.
Tenía 97 años y estaba muy lúcida. Hablamos de
muchas, muchas cosas; inclusive de mi niñez.
Rememoramos sucesos que yo había olvidado pero ella no.
Hablamos de alguien muy querido para nosotros dos; al-
guien cuya vida había sido difícil y cuyas elecciones lo
habían apartado del Señor. Sin embargo, mi madre creía
que el Señor lo amaba, que continuaría obrando en su vida
y que ella lo vería nuevamente en el cielo. Nunca dudó de
que la primera y más grande preocupación de Dios es salvar
a las personas, y que él está haciendo todo lo posible para
alcanzar a todos.
Yo también lo creo. Lo he dicho muchas veces y en
muchos lugares diferentes: “La tarea de Dios es salvar a las
personas, y está esforzándose para salvar a todos los que
pueda alcanzar”. La iglesia a la que usted y yo pertenecemos
Avancemos Para cumplir la comisión
evangélica también es
importante tener la
motivación correcta.
fue fundada sobre esta convicción; comenzamos y seguimos
siendo un movimiento misionero.
A veces me piden que reflexione sobre la iglesia y su re-
lación con la misión. ¿Estamos siendo fieles al mandato de
Cristo de ir y hacer discípulos? ¿Nos hemos mantenido a la
altura de la visión de nuestros pioneros? Si el Señor no regre-
sara en esta generación, ¿cómo sería la misión adventista del
mañana?
Todo lo que he visto y experimentado en años recien-
tes confirma mi convicción de que el adventismo aún está
apasionado por la misión. Es algo que aún nos define como
movimiento y nos brinda el fundamento sobre el cual desa-
rrollamos nuestro pensamiento y planificación. La misión
8 Adventist World | Septiembre 2008
aún es la regla por la cual medimos nuestra fidelidad a la
voluntad de Dios.
Sin embargo, al llevar adelante esta misión, ¿cómo
podemos asegurarnos de que nuestro compromiso sigue
siendo sólido? ¿Hay actitudes y formas de pensar que, si les
permitimos arraigarse, podrían desviar nuestros esfuerzos o
comprometer nuestra utilidad para con Dios? Presento aquí
algunos posibles peligros:
■ Confundir nuestra función
¿Cuál es nuestra función en la obra de salvación divina?
Creo que son incontables los medios que Dios puede utili-
zar para volver los corazones hacia él. Pero Dios ha decidido
que así como la Biblia es el instrumento divino especial para
comunicar la verdad, los seres humanos son su instrumento
preferido para proclamar el mensaje de salvación. ¿Somos
con
los únicos que podemos hacerlo? No lo creo. En efecto,
Elena de White señala que hay personas que llegarán a
la eternidad sin pasar por la experiencia de conversión.*
No tendrán nuestro conocimiento, ni nuestra historia. Le
preguntarán al Señor: “¿Por qué tienes esas marcas en tus
manos?” El Dios omnisapiente y omnipotente conoce los
corazones; él sabe bien quién ha respondido a su Espíritu,
y quiénes los han preparado para la eternidad.
¿Y qué pide Dios de nosotros? Que seamos fieles. Que
reconozcamos que la obra es del Señor; es su plan, no el
nuestro. Utilizamos cada recurso que tenemos para llegar
a todo lugar posible, porque así nos lo mandó Cristo (Mat.
28:19, 20; Mar. 16:15). Utilizamos toda herramienta dis-
 I Z H A R
fe
Jan Paulsen
ponible para comunicar la salvación de Cristo, porque él ha
dicho: “Quiero que sean mis testigos” (véase Hech. 1:8). Esta
es la vida de discipulado que hemos elegido.
¡Hay en ello un maravilloso sentido de libertad! La mi-
sión no es una carga –aunque pareciera que hay inmensos
desafíos– sino un motivo de gozo, ya que tenemos la seguri-
dad de que Dios está al mando y de que su plan tendrá éxito.
Todo lo que nos pide es que seamos parte de ese plan.
■ La arrogancia
El comprender nuestro papel en la misión también afecta
la manera en que nos acercamos a los demás. No es nuestra
responsabilidad medir el punto en el cual un individuo está
B U E N D I A
listo para entrar al reino de Dios. Compartimos con otro lo
que sabemos, nuestra experiencia, y el Espíritu de Dios obra
para convencer a esa persona de la verdad. Es en ese momen-
to de convicción personal cuando la persona se ve obligada a
responder a dicha verdad.
Hace poco, cinco líderes europeos de otra denomina-
ción protestante visitaron la sede de la Asociación General.
Estaban en los Estados Unidos para conocer diferentes igle-
sias. Mientras conversábamos, uno de ellos dijo: “Ustedes
guardan el sábado para celebrar la creación. El resto de la
cristiandad guarda el domingo para celebrar la resurrección.
¿Existe la posibilidad de que en el futuro ustedes ‘suavicen’
esa posición? ¿Tal vez no dejar de lado el sábado, pero quizá
aceptar uno o el otro?”
Mi respuesta fue: “No. Eso no significa que me pongo a
juzgar la espiritualidad de los que guardan el domingo, si esa
es su convicción. Pero si uno está convencido de que el sába-
do es el día especial de Dios para santificarlo, esto jamás pue-
de ser comprometido. La transigencia respecto de esta orden
divina sería destructiva para nuestra propia espiritualidad.
De manera que esto no sucederá”.
Nos dedicamos a la misión con la convicción inquebran-
table de la verdad divina, pero también con un espíritu de
humildad. Reconocemos que el crecimiento y el discipulado
son siempre una tarea en proceso. Nuestro testimonio no
busca juzgar o caricaturizar, es decir, condenar a los demás
antes que tengan la oportunidad de conocer y experimentar
algo mejor. En su lugar, nuestra obra misionera busca cons-
tantemente llevar a las personas a un conocimiento y a una
relación con Dios que sea más rica, profunda, satisfactoria y
auténtica.
■ Una visión limitada
La misión siempre tiene que ser definida al preguntarnos:
“¿Cómo puedo ser testigo de Dios donde me encuentre?”
Tiene que ver con obedecer al llamado divino donde nos
encontremos: en nuestra ciudad, en nuestro barrio, entre
nuestros amigos, colegas y vecinos. Pero la iglesia también
ha recibido un mandato mundial. Tiene que existir un
equilibrio entre estos dos aspectos –el local y el mundial–
de la misión. No deben competir uno con el otro, sino
complementarse y fortalecerse.
Jan Paulsen es presidente de la Iglesia
Adventista mundial.
Septiembre 2008 | Adventist World 9
 Iglesia en acción
PA N O R A M A M U N D I A L
P O T T S
Estamos en peligro
cuando una congregación
C A I T L I N
se concentra tanto en su
vida interna o en su co-
munidad inmediata que
F O T O G R A F Í A :
excluye la posibilidad de
llegar más allá. No estoy
diciendo que la congre-
gación debería debilitar
su ministerio local, sino
que jamás estará plenamente viva como comunidad de testi-
ficación y en obediencia a la voluntad divina a menos que su
misión también tenga en cuenta al mundo en general.
La falta de visión también puede presentarse cuando bus-
camos el control exclusivo. Por ejemplo, una congregación
decide apoyar un proyecto misionero en el extranjero solo
si puede dirigirlo y “ser dueña” del proyecto. Este no es un
modelo saludable. Como iglesia mundial hemos dicho: “Tra-
bajemos juntos para facilitar la mayor participación posible
en la misión en todo el mundo y a medida que crezca la vida
de la iglesia en lugares distantes, permitamos que se arraigue
y que crezca por sí sola en lugar de insistir en controlarla”.
Esta es una respuesta de fe. Significa confiar en los demás y
delegar en otros la responsabilidad y el sentido de propiedad
por la obra de Dios, sin importar donde estemos.
■ La exclusión de nuestros jóvenes
Siento claramente que los jóvenes de nuestra iglesia están
diciendo enfáticamente: “¡Inclúyannos también en la mi-
sión!” He oído que algunos jóvenes adventistas son escépti-
cos respecto de la legitimidad de la misión de la iglesia. Pero
creo que su cinismo se dirige más bien hacia los que, en la
10 Adventist World | Septiembre 2008
iglesia, no se muestran dispuestos a escuchar nuevas ideas,
renunciar al control o delegar responsabilidades.
Los jóvenes juegan un papel sumamente importante en
la misión. Necesitamos su entusiasmo, sus ideas, su cono-
cimiento de las nuevas tecnologías, su facilidad de trabajo
con los diversos medios de comunicación. Ellos saben mejor
qué hacer a la hora de entender y relacionarse con la cultura
posmoderna.
Es más fácil hablar de la necesidad de incluir a los jóve-
nes, que realizar cambios concretos que les brinden mayores
oportunidades de participación. Es algo con lo que continúo
luchando. Tengo que preguntarme: “¿Qué podemos hacer
para que los jóvenes vean que la iglesia no está interesada
solamente en hacer declaraciones?” Y este es un desafío que
tenemos que esforzarnos por resolver.
■ Complacencia
En un lapso asombrosamente breve de la historia,
nuestra iglesia ha pasado de ser un grupo de creyentes es-
parcidos en Norteamérica, a un movimiento mundial com-
puesto por unos veinticinco millones de adultos y niños. La
mano del Espíritu Santo se ha hecho visible. La iglesia se ha
desarrollado en naciones y regiones del mundo que, hasta
hace unos pocos años, estaban de hecho cerradas. En la
última década se ha producido una aceleración extraordina-
ria de los índices de crecimiento. Hay un sentido de fortaleza
y energía en la Iglesia Adventista en el mundo. Es algo para
celebrar, aunque no debe llevarnos a decir: “La obra está
casi terminada”.
En 2006, un millón de personas se unieron a la Iglesia
Adventista, pero la población mundial creció noventa y cinco
millones; el sesenta por ciento de la población mundial vive
en regiones donde hay pocos cristianos y donde la mayoría
ni siquiera ha escuchado hablar de Jesús. Esto no debiera
desanimarnos, sino recordarnos que la misión que Cristo
nos dio no es estática. Es un recordatorio de que nuestras
acciones son importantes, que la testificación se halla aún en
el centro de nuestra identidad y de nuestra fe. Es un recorda-
torio de que la urgencia motivadora que impulsó a nuestros
pioneros a comenzar la tarea es el mismo espíritu que necesi-
tamos al avanzar hacia el futuro.
Creo que Dios está totalmente interesado en la salvación,
y creo que ese debe ser también el interés primordial de la
iglesia. Ojalá que sea también el nuestro.
*”Entre los paganos hay quienes adoran a Dios ignorantemente, quienes no han recibido jamás
la luz por un instrumento humano, y sin embargo no perecerán. Aunque ignorantes de la ley
escrita de Dios, oyeron su voz al hablarles en la naturaleza e hicieron las cosas que la ley requería.
Sus obras son evidencia de que el Espíritu de Dios tocó su corazón, y son reconocidos como
hijos de Dios”. Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 593.

N
o, la iglesia no ha cambiado su
posición sobre el té, el café y
otras bebidas con cafeína. En
los Reglamentos laborales de la Asociación
General 2007-2008, página 293, leemos
lo siguiente: “Se desalienta el consumo
de café, té y otras bebidas con cafeína”.
Asimismo, en el Concilio Anual 2007, la
administración de la iglesia confirmó que
“la atención y los ministerios de salud
adventistas solo promoverán prácticas
que estén basadas en la Biblia o el Espí-
ritu de Profecía, o los métodos basados
en evidencias para la prevención y el tra-
tamiento de las enfermedades, y para la
conservación de la salud” (Ibíd., p. 297).
Elena de White nos brinda firmes
consejos de evitar las bebidas cafeinadas.
Ella jamás se refirió específicamente a
la cafeína, pero su descripción de los
efectos del té y el café reflejan abierta-
mente las acciones de la cafeína, por lo
que podemos ver claramente que está
hablando en contra.
Algunas publicaciones científicas
están dando mensajes opuestos al refe-
rirse a estudios que muestran aparentes
beneficios. Los grupos de presión que
apoyan a la cafeína se encargan de co-
municarnos con presteza y eficiencia
estos informes. Sin embargo, las carac-
terísticas farmacológicas básicas de la
cafeína no han cambiado. Es la droga
activadora psíquica (que produce cam-
bios de ánimo) más popular y se utiliza
mucho más que el alcohol y el tabaco.
Puede producir dependencia física, que
produce el síndrome de abstinencia
cuando se interrumpe su ingesta abrup-
tamente. Cuando esto sucede, la persona
puede sentir síntomas tales como ja-
F O T O G R A F Í A : C A I T L I N P O T T S
Cafeína–
¿Ha cambiado la posición de la iglesia?
Allan R. Handysides y Peter N. Landless
En nuestros hogares, no bebemos o servimos bebidas con cafeína. Mis hijos
cuestionan la posición de la Iglesia Adventista sobre el tema porque muchos de
sus amigos de la iglesia toman esas bebidas en sus casas y aun en programas de
la iglesia. ¿Ha cambiado la posición al respecto?
quecas, cansancio, irritabilidad, falta de
concentración y náuseas.
Si bien no es común que se produzca
la muerte por sobredosis de cafeína,
de hecho es posible cuando se la busca
intencionalmente, pero es más proba-
ble que suceda cuando se la ingiere en
forma de comprimidos. Debido a la
creciente popularidad de las bebidas
gaseosas y energizantes, los médicos a
cargo de las salas de emergencia en hos-
pitales y centros de salud y los toxicólo-
gos están notando un incremento de los
problemas y síntomas relacionados con
la cafeína; esto es especialmente notorio
entre los adultos jóvenes.
En 2006, solo en los Estados Unidos
se gastaron casi cuatro mil millones de
dólares en bebidas energizantes; esto es
un indicador de la tendencia mundial.
Asimismo, ese año se introdujeron en
el mundo quinientas nuevas marcas de
bebidas de este tipo que contienen niveles
significativamente más elevados de cafeí-
na que las bebidas cafeinadas promedio.
El análisis de esta realidad revela la fór-
mula utilizada para atrapar a los niños y
jóvenes: se los expone a bebidas azucara-
das, luego se les agrega cafeína,
y más tarde son introducidos a las
bebidas energizantes. El siguiente paso
es adicionar alcohol a las bebidas ener-
gizantes que son presentadas y comer-
cializadas de una forma muy similar.
Como resultado se produce fácilmente
confusión de marcas. A ello contribuye
que, estratégicamente, se venden a menor
precio las bebidas energizantes con alco-
hol que las que no lo tienen. Además, el
diseño del producto y la comercialización
apunta a los jóvenes, y el objetivo final es
Septiembre 2008 | Adventist World
S A L U D M U N D I A L
el “ebrio bien despierto”. ¡Qué parodia!
Uno de cada tres adolescentes probable-
mente haga uso de bebidas energizantes
(en comparación con uno de cada diez
adultos). Tenemos el deber de informar a
los jóvenes, de darles el ejemplo y de lu-
char contra este mal que ataca a nuestra
sociedad.
La cafeína es útil como componente
de ciertos analgésicos, para tratar las
migrañas y otras afecciones que produ-
cen dolor. Para los que creen necesario
utilizar estos medicamentos, les hará
bien saber que Elena de White menciona
que ella misma consumió café (presu-
miblemente refiriéndose a la cafeína)
como medicina. (Véase Mensajes selectos,
vol. 2, p. 347, 348.)
Haremos bien en aplicar con ora-
ción y de manera consecuente el prin-
cipio de la temperancia: “La verdadera
temperancia nos enseña a abstenernos
por completo de todo lo perjudicial, y a
usar cuerdamente lo que es saludable”
(Elena de White, Patriarcas y profetas,
p. 605).
Allan R. Handysides, M.B.,
Ch.B., FRCPC, FRCSC, FACOG,
es director del departamento
de Ministerios de Salud de la
Asociación General.
Peter N. Landless, M.B., B.Ch.,
M.Med., F.C.P.(SA), F.A.C.C., es
ejecutivo del ICPA y director
asociado de Ministerios de Salud
de la Asociación General.
11
D E V O C I O N A L
Los
cuatro rostros
del perdón
Reflexiones en medio de la
crisis política de Kenia
Phillip
Oreso
M
ientras escribo este artículo, mi país, Kenia, está
realizando una gran limpieza espiritual nacional.
El nuevo presidente electo llamó a una sesión de
oración para implorar por la paz, luego de actos de violencia
posteriores a las elecciones que dejaron más de ochocientos
muertos y más de medio millón de desplazados.
El propósito principal de esta oración nacional es unir
a todos los kenianos para que se perdonen unos a otros,
para que adopten un espíritu de hermandad y avancen en
unidad más allá de las posturas políticas, religiosas, tribales
o sociales.
Como la mayoría de nosotros sabemos, el perdón se hace
necesario después de que el frágil tejido de la paz es forzado
hasta más allá de sus límites. En un estado semejante, las
familias, los hogares, las naciones o los individuos tienden a
llenarse de ira y confusión, exigiendo vengar a los ofensores
más allá de lo imaginable. Sin embargo, en medio del caos,
de la ira acumulada y la confusión que caracterizan tales
situaciones, deberíamos detenernos a pensar y a ver lo que
podemos hacer en el contexto del perdón total.
¿Cómo perdonamos? ¿Tenemos realmente que perdonar
y olvidar?
12 Adventist World | Septiembre 2008 F O T O G R A F Í A :
Como cristianos, tenemos el desafío y la responsabilidad de
seguir el ejemplo de Cristo, especialmente en lo que respecta
al perdón. Cuando hagamos esto, podremos sobresalir como
pilares de esperanza y de paz donde más se necesitan esas cuali-
dades: en nuestras familias, escuelas, comunidades y países.
Por eso, en nuestra lucha por alcanzar la reconciliación, me
parece importante considerar los siguientes cuatro rostros del
perdón.
1. Centrado en el arrepentimiento
“Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdo-
namos a nuestros deudores” (Mat. 6:12).
El arrepentimiento es abandonar el pecado para volver a
confiar, amar y obedecer a Dios. Los efectos del pecado son
muy evidentes, y dondequiera abunde el pecado, el tejido de la
paz probablemente se verá distorsionado. Por eso se necesita el
perdón. El arrepentimiento significa un cambio de corazón, de
perspectiva, de actitud. Cuando eso sucede, dejamos de medi-
tar en nuestros propios sentimientos de odio y desesperación.
Desaparece el deseo de venganza de nuestros corazones, y en
su lugar experimentamos una ola refrescante de gozo y amor.
Cada vez que pensamos en perdonar, deberíamos hacernos
R YA N D H I N D S A ; H E L M U T G E V E R T; V I N I S H S A I N I ; D . J . J O N E S
esta importante pregunta: “¿Cómo puedo cambiar mi corazón
respecto de algo que tanto me molesta?” Nuestro Padre celes-
tial está dispuesto a perdonarnos en la misma medida en que
perdonemos a los que nos ofenden.
2. Centrado en la autoridad de Cristo
“El Hijo del hombre tiene potestad... para perdonar pecados”
(Mar. 2:10).
La Biblia es muy clara respecto de la capacidad y el poder
que tiene Cristo para perdonar. Por nuestra misma naturaleza
pecaminosa, el pecado nos contamina cada día. De la misma
manera, somos llamados a perdonar a nuestros enemigos por
lo que nos han hecho. Cada vez que perdonamos, el Cielo está
feliz, porque por el perdón implementamos y defendemos una
acción comenzada por Cristo mismo.
Como ningún ser humano es un ente aislado, debemos coexistir
en armonía con los que nos rodean y con los que están más allá de las
fronteras de nuestra patria.
La capacidad que tiene Cristo de cambiar nuestros corazo-
nes nos encamina para ejercitar el perdón entre nosotros aquí
en la tierra. Esto se debe a que los tres Poderes del cielo están
listos para ayudarnos. Cristo tiene autoridad para perdonar
hasta el pecado más grave (Mar. 2:10). Al seguir su ejemplo,
podemos hacer lo mismo por nuestros hermanos y hermanas
que necesitan el perdón.
3. Edificado sobre la voluntad del ofensor
“Si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará tam-
bién a vosotros vuestro Padre celestial” (Mat. 6:14).
En términos generales, todos somos pecadores en este
mundo debido a nuestra naturaleza pecaminosa (Rom. 3:12).
Es por eso que necesitamos renovar diariamente nuestro com-
promiso con Dios, para que él nos dé su Espíritu Santo para
ayudarnos a vencer las tentaciones que debamos enfrentar.
Como ningún ser humano es un ente aislado, debemos coexis-
tir en armonía con los que nos rodean y con los que están más
allá de las fronteras de nuestra patria.
Esta coexistencia pacífica se produce cuando se restaura
vez tras vez la calma por medio del ejercicio del perdón. Por
más que lo deseemos, el perdón sigue siendo una actividad
mutua. Requiere la participación tanto del ofendido como del
ofensor. No puede producirse cuando uno no está dispuesto
a aceptar la oferta del otro. Si queremos que el perdón sea
efectivo, necesitamos ser receptivos para permitir que el aceite
sanador del arrepentimiento suavice nuestros corazones mien-
tras reflexionamos en que nuestro Padre celestial está dispues-
to a perdonarnos aún cuando no lo merezcamos.
4. Anclado en el perdón total de Dios
“Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nues-
tras iniquidades y echará a lo profundo del mar todos nuestros
pecados” (Miq. 7:19).
Por causa de su omnisciencia, Dios nos perdona por com-
pleto. Por esta razón, nos ha asegurado que sepultará nuestros
pecados y olvidará para siempre el peso de todas nuestras ini-
quidades. Thomas Brooks, el predicador inconformista del siglo
XVII y capellán de la guerra civil inglesa, dijo que “la gracia
salvadora hace que el hombre esté tan dispuesto a abandonar el
pecado como un esclavo el trabajo forzoso, o un prisionero su
celda, un ladrón sus cadenas y un mendigo sus harapos”.*
Ante la situación actual del mundo, la gracia salvadora
que Dios nos ha dado por medio de Cristo, debería hacer que
nuestra esperanza brille en la esperanza de la liberación eter-
na. El perdón pleno, que solo el Padre celestial puede darnos,
es posible también en la dimensión horizontal. Aun así, po-
dríamos estar dispuestos a perdonar, aunque sin saber cómo
hacerlo. Es por eso que necesitamos mantener abiertas las
líneas de comunicación entre Dios y nosotros. En nuestro an-
dar con Dios, deberíamos permitir que su Espíritu transforme
nuestras mentes de manera que podamos adoptar la práctica
de perdonar de manera instantánea e incondicional, de la mis-
ma manera en que nosotros anhelamos ser perdonados.
En nuestro orgullo y arrogancia, no deberíamos ejerci-
tar nuestra “autoridad como cristianos”, para impedir que
la gracia salvadora de Dios fluya hacia ciertas personas por
causa de su raza, color o tribu. Al estar unidos en Cristo
como hijos de Dios, deberíamos renunciar a la crueldad de
impedir que otros reciban el evangelio. La falta de perdón es
un pecado que debiéramos desterrar. Por el contrario, nues-
tro ruego debería ser poder emular el ejemplo de perdón de
Cristo, porque muchas veces, los ofensores en realidad “no
saben lo que hacen”.
*The Complete Works of Thomas Brooks, por Thomas Brooks, Alexander Balloch Grosart, cap. 11
(“A Cabinet of Jewels”), p. 307.
Phillip Oreso es un escritor independiente
de Nairobi, Kenia.
Septiembre 2008 | Adventist World 13

V I D A A D V E N T I S T A
Por el
A l llegar a la antigua escuela primaria
de Amity, Arkansas, Estados Uni-
dos, el grupo de voluntarios no sabía
bien qué esperar. Se les advirtió que no
fueran muy optimistas: “Tienen suerte si
vienen diez personas; quince ya sería un
milagro”. Pero llegaron treinta y cinco y
así comenzó el primer semestre del pro-
grama de Inglés como Segunda Lengua
(ISL), a cargo del personal y los estu-
diantes del cercano Colegio Secundario
y Superior de Ouachita Hills.
El plan comenzó con el deseo de
servir a otros, una prioridad de las
instituciones de Ouachita Hills. Los
estudiantes y docentes buscaron formas
creativas de testificar en la comunidad y
de suplir necesidades concretas.
Magda Rodríguez, docente del cole-
gio, ha coordinado el proyecto desde el
comienzo. “Descubrimos que era muy
necesario un programa de ISL”, dijo,
explicando que en la zona hay muchos
hispanos que trabajan en inmensas
granjas de pollos, aserraderos y en la
construcción.
Una mujer que visitó la iglesia de
Ouachita Hills en Arkadelphia recomen-
dó que se contactaran con los coordina-
dores del Programa de Educación para
Adultos del gobierno local. Por supuesto
esto no sería tan simple, ya que planea-
ban realizar trabajo misionero como
parte del programa de ISL. Sin embargo
la respuesta fue: “Con tal que les ense-
ñen inglés, no hay ningún problema”.
Los coordinadores del Programa
de Educación para Adultos acordaron
patrocinar por completo las clases y
brindarles todo lo necesario, incluyendo
computadoras, libros, fotocopias, herra-
Steve Hamstra es direc-
tor de comunicaciones
de Servicios e Industrias
Laicas Adventistas (ASI).
14 Adventist World | Septiembre 2008
inglés y la
mientas de evaluación, lápiz y papel.
Les dieron inclusive raciones de
alimento, porque muchos estudiantes
iban directamente al terminar su
horario de trabajo.
Ouachita Hills solo tuvo que coor-
dinar las clases y proveer los docentes.
Si bien el Programa de Educación para
Adultos ofrece apoyo financiero total,
amıs
sabían que programas similares no
habían tenido mucho éxito; en algunos
casos, no había aparecido ningún
estudiante.
Los comienzos
Después de dos meses de prepa-
ración, que incluyó la remodelación
de dos salones de la antigua escuela
primaria de Amity, el equipo decidió
comenzar las clases el 15 de enero de
2008. Con el objeto de generar interés,
promovieron las clases en los hogares,
las tiendas y los lugares de trabajo. Pero
aun así, Magda no sabía bien qué espe-
rar esa primera noche.
Cuando aparecieron treinta y cinco
personas, el sorprendido equipo de
Ouachita Hills tuvo que esforzarse para
acomodar a todos. Llamaron a la oficina
local del Programa de Educación para
Adultos, que envió asistentes para foto-
copiar más materiales.
Y esto no terminó allí. La segunda
noche, vinieron cincuenta y cuatro
personas, y una noche tuvieron más de
setenta. La asistencia durante el curso
semestral se mantuvo alrededor de los
cincuenta. Dividieron las clases en tres
grupos de acuerdo con el nivel de cono-
cimiento de inglés. Otros estudiantes de
Ouachita también se ofrecieron
para enseñar.
Se realizó un esfuerzo consciente
para crear lecciones prácticas y útiles.
Los estudiantes aprendieron a leer ma-
pas, hacer compras, visitar al médico e
interactuar en el trabajo, todo en inglés.
“Los estudiantes estaban realmente
entusiasmados –dijo Alvin Cardona,
alumno de primer año de Ouachita
Hills–. Me venían a contar como
habían usado en el trabajo y en otros
lugares, lo que habían aprendido”.
La Sra. López, una alumna de nivel
inicial en la clase de Alvin, comentó
muy animada: “Ahora puedo entender
y hablar con otros [en inglés]” y explicó
que antes respondía con una o dos pala-
bras, pero que gracias a las clases podía
comunicarse en forma independiente.
Nubia Ponce, otra de las estudiantes de
Alvin, dijo que su capacidad de leer y
entender el idioma habían crecido al
punto que podía comunicarse mejor en
el trabajo y en otros lugares.
El toque misionero
De acuerdo con el plan, utilizaron las
clases de ISL para la obra misionera. Es-
ther Morris, alumna de segundo año de
Ouachita Hills, estuvo a cargo del tercer
nivel. Al comienzo de cada clase, escribía
un versículo bíblico en el pizarrón, y les
pedía que opinaran sobre el mismo. Eli-
gió versículos que invitan a pensar, tales
como: “Él hace salir el sol sobre malos y
buenos y llover sobre justos e injustos”
(Mat. 5:45). A Esther le asombraron las
respuestas bien pensadas e inquisitivas
de sus estudiantes. Estas discusiones
abrieron la puerta hacia temas espiritua-
les más profundos.
La oración fue un elemento misio-
nero clave para los estudiantes; en cada
clase se dedicaba un tiempo a orar. Sa-
brina Mills, alumna de segundo año de
Ouachita Hills y docente del nivel dos,
recordó la confianza que se forjó cuando
cada uno pudo expresar sus pedidos de
oración en las clases. Como resultado,
los estudiantes comenzaron a abrir sus
corazones durante esos momentos, con-
tad
steve hamstra
Ellos hablan de Jesús mediante clases
de inglés a la comunidad
De arriba a abajo: RESPUESTA SOR-
PRENDENTE: Después de enterarse de
que serían afortunados si aparecían
diez alumnos, los docentes voluntarios
del programa de Inglés como Segunda
Lengua (ISL) se mostraron sorprendidos
cuando llegaron treinta y cinco personas
a la primera clase. Una noche, la asis-
tencia sobrepasó las setenta personas.
MINISTERIO DOCENTE: Alvin Cardona,
estudiante de primer año de Ouachita
Hills, es uno de los voluntarios que ayu-
da a que los adultos de la comunidad
aprendan a hablar y escribir en inglés.
F O T O G R A F Í A : I Z H A R B U E N D I A
tando sus dificultades y desafíos tanto
en el trabajo como en sus hogares. “Me
agradó que mencionaran también cosas
por las cuales estaban agradecidos”, co-
mentó Sabrina.
Dwight, esposo de Magda, comenzó
a estudiar la Biblia con los estudiantes,
después de asistir a las clases e invitar
a los interesados a tomar estudios bí-
blicos. Cuatro familias comenzaron a
estudiar la Biblia con ellos después del
trabajo. Según Magda: “Cada semana
estaban listos, esperándonos”. Junto con
su esposo, oraron fervientemente por
estos estudios bíblicos, porque parte del
material representaba un desafío para
las creencias espirituales tradicionales
de estas familias y para algunos, elegir
las doctrinas adventistas significaría el
rechazo de amigos y parientes.
Desde el comienzo, el objetivo del
equipo de Ouachita Hills fue no solo en-
señar inglés sino demostrar la atención y
el cuidado genuino de Cristo.
Septiembre 2008 | Adventist World
“Es muy importante desarrollar la
amistad y darle un toque personal
–explicó Magda–. No quiero llegar al
punto de tener solamente un buen lugar
para aprender inglés; necesitamos suplir
sus necesidades personales”.
Los resultados
El 5 de mayo, el equipo de Ouachita
Hills y los estudiantes de ISL celebra-
ron el fin del primer semestre de clases.
Asistieron también representantes del
Programa de Educación para Adultos.
El evento permitió que los estudiantes
hicieran gala de sus nuevas habilidades
en el idioma.
Sabrina relató que un hombre de su
clase se puso de pie y con buen inglés
recitó Proverbios 17:22: “El corazón ale-
gre es una buena medicina, pero el espí-
ritu triste seca los huesos”. Más tarde, le
dijo a Sabrina que ahora se sentía libre
de ir a cualquier parte porque le resulta
más sencillo comunicarse en inglés. Una
estudiante aprobó el examen denomi-
nado Diploma General de Equivalencias
(GED). Jamás perdió una clase.
Para Magda, “El Señor abrió el cami-
no. Realmente queremos darle toda la
gloria a Dios” y los estudiantes de Oua-
chita Hills dicen haber sido bendecidos
personalmente por su experiencia como
docentes del programa. “Me abrió los
ojos para ver qué efectivo es alcanzar a
otros de corazón a corazón”, dijo Alvin.
“No vienen solo por el inglés; vienen
por la amistad –dijo Magda, quien aña-
dió que cada noche antes de la clase, los
docentes oraban pidiendo la bendición
de Dios–. Cuando me voy a acostar,
siento que estoy haciendo la obra de Dios”.
El equipo de Ouachita Hills conti-
nuará con el programa de ISL. El segun-
do semestre comenzó en agosto.
El Colegio Secundario de Ouachita Hills
(OHA) y el Colegio Superior de Ouachita
Hills (OHC) son instituciones adventistas
de sostén propio ubicadas en Amity,
Arkansas, Estados Unidos. El OHA fue
fundado en 1988, y el OHC en 2003.
Ambas instituciones pertenecen a la
organización Servicios e Industrias Laicas
Adventistas (ASI).
15
 N O TA D E TA PA
A
ños atrás, un amigo me dijo:
“Cuando Dios cierra la puerta,
no saltes por la ventana”. Segura-
mente quiso compartir un pensamiento
profundo, pero su declaración me llevó
a hacerme más preguntas: ¿Cómo sé que
es Dios y no el enemigo el que me cerró
la puerta? Y si fue Dios el que cerró la
puerta, ¿cómo sé que no me está probando
para ver si realmente quiero lo que estoy
procurando alcanzar? ¿Cómo sé que no
está probando mi perseverancia antes de
que él decida actuar en mi favor?
Las palabras “puertas” y “venta-
nas” me han acompañado a lo largo
de los años. He experimentado incer-
tidumbres, desilusiones, elecciones
aparentemente equivocadas y dudas.
Mi experiencia a veces me mostró que
en realidad no era capaz de discernir la
acción divina en mi vida. He atravesado
“puertas” en diversos momentos de mi
vida, pero no siempre he sabido cuáles
abrir, y mucho menos atravesar.
A menudo es difícil conocer la vo-
luntad de Dios y ser capaz de ver su
mano, pero no es imposible; Jesús nos
enseñó a orar diciendo: “Venga tu reino.
Hágase tu voluntad” (Mat. 6:10).
Ni por un momento quiero presu-
mir que he “descifrado el código” o que
finalmente he comprendido todo lo que
mi Padre celestial desea para mí. Pero
sé que la historia humana tiene puntos
en común que requieren ser contados,
aunque más no sea para asegurarnos
que no estamos solos en esta travesía de
crecimiento espiritual, y para animarnos
y fortalecernos unos a otros.
Dios jamás nos olvida
Cuando era niña creía que Dios se
interesaba personalmente en mí. Habré
tenido seis o siete años cuando le dije
a mamá que me dolía la barriga. Me
sugirió que oráramos y le pidiéramos a
Fiona Peart vive en Mánchester, Ingla-
terra, donde trabaja para la compañía
de transporte más grande del Reino
Unido. Fiona disfruta al utilizar sus dones
espirituales en la enseñanza, predicación
y el canto.
16 Adventist World | Septiembre 2008
Jesús que me quitara el dolor. Él lo hizo
en ese instante, por lo que pensé que
Dios tenía que ser real: me había oído y
había respondido a mi oración: supe que
me amaba.
Nací en Sheffield, Inglaterra, pero
me mudé con mi madre a Jamaica cuan-
do tenía cinco años, y allí pasé mi niñez.
Después de bautizarme a los doce años,
sentí que debía hablar a otros de Jesús.
Las niñas de mi edad querían ser aboga-
das, dentistas, pilotos o maestras, pero
yo quería ser médica misionera. Pensé
que era la única profesión a través de
la que podía ser misionera, aunque mi
profesor de química no tardó en desani-
marme, al recordarme mi escasa aptitud
para la asignatura.
Pero Dios jamás olvidó mi sueño, e
hizo que yo tampoco lo olvidara. Años
después, en un congreso en Scarbo-
rough, Inglaterra, puede escuchar ex-
tasiada los sermones de Henry Wright,
Dick Barron, Stafford Byers y Melvyn
Hadyn. En mi mente, aún puedo ver al
pastor Wright al predicar sobre las siete
iglesias del Apocalipsis y hablarme al
corazón cuando decía: “¡No importa
cuán duro sea el camino, permanezcan
en la iglesia!”
No lo noté entonces, pero Dios esta-
ba edificando mi fe y convenciéndome
tra
de que servirlo era la mejor decisión
que podía tomar. Escuché extasiada a
estudiantes misioneros que, de regreso,
contaban sus aventuras. Analicé el ma-
nual donde se enumeraban los lugares
de servicio disponibles, soñando con lo
que podría hacer en ellos.
A menudo leía Salmos 37:4 (“De-
léitate asimismo en Jehová, y él te con-
cederá las peticiones de tu corazón”),
y creía que Dios me daría todo lo que
deseara. Pero a menudo Dios nos da
lo que deseamos después de poner en
nosotros una pasión o carga específica.
Recuerdo vívidamente una calurosa y
húmeda noche de agosto cuando visi-
taba a mi madre, que vivía entonces en
Florida, Estados Unidos. Yo estaba por
comenzar la universidad y estaba muy
entusiasmada. Me hallaba en el umbral
de la vida. Allí, junto a su lecho, con los
ojos abiertos, comencé a hablar en voz
F I O N A : © W W W. F I R S T 2 X L . C O M
alta con Dios de una manera que jamás
olvidaré. Sentí que no estaba sola y que
Dios tomaba nota de todo lo que decía.
Le prometí que si ponía su mano
sobre mí y me guiaba, haría lo que él
quería que hiciera, iría donde me envia-
ra y diría lo que él quisiera que dijera. Le
expliqué que en el futuro, a veces come-
tería errores, pero le pedí que recordara
lo que yo sentía en ese momento y que
me salvara a pesar de mí misma.
La experiencia de esa noche me ha
acompañado por muchas razones. El
Espíritu Santo me visitó y me dio lo que
más necesitaba: un corazón dispuesto.
Dios hizo que la pasión por la mi-
sión continuara ardiendo en mi cora-
zón. Finalmente, en agosto de 1995 dejé
Inglaterra y me dirigí al campo misio-
nero. La aventura comenzó mucho antes
de que llegara a Seúl para el período de
orientación: perdí el vuelo de Inglaterra
a París, y entonces la conexión a Seúl, y
tuve que pasar la noche en Francia. En el
aeropuerto Charles de Gaulle, pasé el día
siguiente con Yumi, una joven japonesa
que vivía en Francia. Después de que no
nos permitieran volar, ella me invitó a
pasar la segunda noche en el departa-
mento de una amiga.
Aprendí de esa experiencia que Dios
ama la aventura y que, si no me inquie-
taba tanto por estar en control de todo,
podría pasarla bien. Pude ver a Dios en
Fiona Peart
< H T T P : / / W W W. F I R S T 2 X L . C O M > 2 0 0 8
 De arriba hacia abajo: FAMILIA:
Fiona y su madre en el aeropuerto
de Miami (EE. UU.); “Gramps”,
el abuelito-héroe; posando en la
graduación junto a la abuela. Los
primeros recuerdos de Fiona son
de cuando se arrodillaba a orar
junto a la cama de la abuelita
(a los tres años) COLEGAS: Steve
Connel (izquierda), estudiante
misionero y Mark Duarte, director
del colegio de lenguas de la Unión
Japonesa junto a los estudiantes
Masahiro y Jiro.

Mi
vesía
con Dios
Mirar hacia atrás es la manera más segura
de tener confianza en la conducción divina.
 esa situación y decidí aceptar las cosas
así como se daban, esperando para ver
qué sucedería. A la mañana siguien-
te, mientras desayunaba pan francés
recién horneado y desde un balcón
miraba las calles empedradas de París,
entendí que si se lo permitimos, a Dios
le gusta sorprendernos más de lo que
imaginamos.

Acepta los caminos de Dios

Japón capturó mi imaginación más
que ningún otro país, y decidí servir a
Dios por un año antes de regresar a In-
glaterra. El plan “quinquenal” que tenía
a mi regreso de Japón contemplaba
regresar a casa, conseguir empleo, hacer
carrera en el campo de la tecnología,
casarme, comprar casa y automóvil, y
tener hijos.
Disfruté de mi año en Tokio. Se me

Le prometí a Dios que haría lo

De arriba hacia abajo: NO SOLO
TRABAJO: Fiona practica movi-
mientos ceremoniales con una
profesora de Sakura, en pre-
paración para el Festival de los
Cerezos. UNA REFERENCIA: Los jovencitos de la escuela
decían que Fukishima-san era su “abuela japonesa”. Ella
siempre estaba allí para ayudarlos. TAMBIÉN ESTO: La se-
mana laboral incluía visitar un orfanato los sábados por la
tarde y en verano, participar en la escuela bíblica, que atraía
niños como los que posan con la autora en esta fotografía.
presentaron desafíos, mayormente con
colegas, pero me encantaba enseñar.
Aun así, quería regresar a casa después
de ese año. ¡Tenía un plan quinquenal!
Pero en el espacio de varias sema-
nas, Masaki Shoji, por entonces pastor
de la iglesia adventista de Amanuma, y
Erisa, director de la Escuela Ogikubo
donde trabajaba, además de muchos
de los estudiantes, me pidieron que me
quedara un año más. Creía que había
una conspiración; más aún cuando
Mark Duarte, director del Instituto de
Lenguas del Japón, me llamó para pe-
dirme lo mismo.
Durante semanas, luché con esa
idea y no tuve paz. A decir verdad, tenía
temor de preguntarle a Dios qué quería,
porque sabía que recibiría una respuesta
que no quería escuchar. ¡Entonces ya
no tendría una excusa para negarme!
Tenía un plan que quería cumplir. Ya no
quería trabajar muchas horas y pasar
noches sin dormir. Ya no deseaba solu-
cionar malentendidos con mis colegas.
Quería irme a casa.
Finalmente, hablé con Dios y le ex-
presé lo que quería. Aún puedo recordar
una voz suave y apacible que me dijo: ¿Es
importante también lo que yo quiero?”

18 Adventist World | Septiembre 2008

 “No quiero preguntarte lo que quie-
res –repliqué– porque me pedirás que
haga algo que no deseo hacer”.
Me di cuenta entonces de que aún
no confiaba verdaderamente en Dios.
En lo profundo de mi corazón, creía
que él me haría hacer cosas que harían
mi vida miserable e insoportable. Pero
luchar contra él ya había hecho mi vida
insoportable. ¿Qué tenía que perder?
Cuando decidí quedarme un año más
en Japón sentí una profunda paz. En mi
experiencia, no hay paz en la duda, y por
lo general eso me señala que he estado
avanzando por mi cuenta.
Ese segundo año en Japón fue uno
de los más felices de mi vida. Algunos
familiares me advirtieron: “Estás que-
dándote fuera de circulación, jamás vas
a encontrar marido”. Pero ese año, mis
alumnos se abrieron de maneras que
que me pidiera, que iría donde me enviara y diría lo que él quisiera que dijese.
no había imaginado y mi amistad con
Dios realmente floreció. Al hacerme
amiga de mis estudiantes, vi cómo se
interesaron en Jesús y la asistencia a las
clases bíblicas y a los cultos vespertinos
se incrementó. Dios me bendijo en mi
ministerio y aprendí que el rendirse
ante él no es un evento que sucede una
vez para toda la vida. Por el contrario,
debemos entregarnos al Señor a cada
momento para poder ser sensibles a su
dirección.
Los expertos en adiestramiento per-
sonal afirman que el temor al dolor, al
fracaso o a los cambios nos impide que
demos los pasos necesarios para cruzar
una puerta. Satanás a menudo hace uso
del temor para paralizarnos e impedir
que demos los pasos necesarios que nos
permitan experimentar la vida abundan-
te que Cristo quiere darnos. Como dar el
paso hacia lo desconocido requiere de fe,
preferimos quedarnos con lo que sabe-
mos y tenemos, aunque eso nos destruya
espiritual, física o emocionalmente. El
llamado a salir y aventurarnos hacia lo
desconocido requiere de una fe que en
realidad es un llamado a la entrega plena.
Lo que el apóstol Pablo denominó
el hombre carnal (Romanos 7) no es
más que esa parte de mí que se resiste
y quiere hacer las cosas de manera in-
dependiente. Creía que si dejaba que
Dios tomara las riendas de mi vida,
tendría que sufrir; pero sentía que po-
día soportar el dolor si yo seguía
en control.
Otra puerta
Después de Japón, regresé a Ingla-
terra pasando por California, donde
visité a mi amiga Heather en el Instituto
Weimar. Mientras estaba allí, Heather
me dijo: “Sabes, Weimar siempre está
buscando personas serviciales, y sé que
hay una vacante”.
Al igual que en Japón, reconocí
inmediatamente que Dios estaba utili-
zando a Heather. No quería trabajar en
el Instituto Weimar, pero para entonces
sabía que no tenía sentido rehusarme.
Me entrevistaron, y varias semanas
después, recibí en Inglaterra una car-
ta donde me ofrecían el trabajo. Un
problema: me pedían que comenzara
la segunda semana de febrero, pero yo
quería recorrer España con el coro de
mi iglesia en abril.
Estaba decidida a ir a España, así
que tardé en solicitar la visa para hacer
tiempo. Imagino que Dios se rió de mi
artimaña. Cuando regresé a trabajar
después de Navidad, mi jefe me informó
que todos los contratos terminarían
antes de lo previsto. El mío se vencía la
segunda semana de febrero. Me di cuen-
ta que mi lucha con Dios estaba perdida,
y logré reconocer su voz que me decía:
“¡Ya basta!”
Antes de entregarnos
Dar vueltas y vueltas alrededor de la
misma montaña sirve para algo. Cuando
me canso del mismo paisaje, le pido
finalmente a Dios que me muestre qué
lección aún necesito aprender. Algunas
personas cambian solo después que
entienden lo que Dios está haciendo en
sus vidas y las razones para ello. A estas
personas les lleva más tiempo aprender
y aceptar los cambios, en comparación
Septiembre 2008 | Adventist World
con los que son conscientes de lo que
deben cambiar, y por ello realizan cam-
bios y siguen adelante.
La última vez que me rehusé a en-
tregarme por completo, se me ocurrió
que acaso no estoy hecha para vivir con
todas las respuestas. Lo más impor-
tante no es saber qué, dónde o cómo,
sino quién. Si la ambición que motiva
mi vida es: “Venga tu reino. Hágase tu
voluntad”, puedo confiar que Dios lo
hará realidad. Dejo de concentrarme en
tratar de leer las señales y paso simple-
mente a confiar y esperar en Dios.
Esto no es algo que mi personalidad
pueda aceptar fácilmente. Pero Dios a
menudo utiliza las inseguridades para
crucificar nuestra necesidad carnal de
estar en control.
He aprendido que Dios está de mi
lado, y que él es más que poderoso para
hacer que todas las cosas sean para mi
bien. En efecto, Pablo escribió que el
poder de Cristo se perfecciona en la de-
bilidad (2 Cor. 12:9). En otras palabras,
mis confusiones o decisiones aparen-
temente equivocadas no son más que
oportunidades para que Jesús se revele
con poder en mi favor. Y cuando él de-
muestra su poder, pueden suceder cosas
maravilllosas.
Mirar hacia adelante
Al entender más sobre la conduc-
ción divina, he aprendido más sobre
quién es realmente mi Padre. Su nom-
bre es Dios por una razón: él realmente
es Dios. Y mientras él siga siendo Dios,
sé que estoy en buenas manos, no
importa donde me lleve. Mi tarea es
permanecer en comunión y confiar en
él. No debo quejarme, ser malhumora-
da o protestar cuando no me revela lo
que yo quiero en el momento que me
parece apropiado. Quizá yo ni siquiera
esté leyendo bien las señales. Pero él
es poderoso para hacer que todo me
ayude a alcanzar mi objetivo último: la
salvación.
Y sé que él es poderoso para lograrlo
en mi vida.
19
C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S
rito
El
Es mucho más que
pasar por el agua.
M
i hijo Joel decidió redecorar
su habitación. Quería instalar
estantes en la unión de dos
paredes. Me gustaban sus ideas que in-
cluían colocar un escritorio con armario
en el ángulo para ubicar su computado-
ra y otras pertenencias.
He visto a Joel trabajar en otros
proyectos y siempre he elogiado sus
esfuerzos, pero estaba contento de que
me pidiera ayuda. No quería que su
habitación terminara con trozos de ma-
dera mal clavados y que los pintara con
cualquier resto de pintura que hallara en
el garaje. Pensé que podía ser una expe-
riencia de aprendizaje, no solo una for-
ma de mejorar la apariencia de nuestra
casa. Quería enseñarle todo lo posible,
para que conociera la satisfacción de dar
lo mejor de sí.
Medimos la habitación y evaluamos
las opciones que teníamos. Hicimos un
boceto a escala, colocamos recortes de
papel como si fueran muebles en varios
lugares y revisamos el garaje en busca de
Thurman C. Petty (h),
autor de quince libros,
vive en Burleson, Texas,
Estados Unidos.
20 Adventist World | Septiembre 2008
crıstıano
ınıcıac
Thurman C. Petty (h)
trozos de madera; por último compra-
mos lo que no teníamos y nos haría falta.
Le mostré a Joel cómo dar cada
paso, pero lo dejé hacer la mayor parte
del trabajo por sí solo. Como aprendiz,
practicó ensamblar las maderas bajo la
atenta mirada de uno que ya lo había
hecho en el pasado.
El concepto de aprendiz me fascina.
Podemos aprender muchos temas u ofi-
cios si seguimos los pasos, siendo guiados
por alguien que domina la técnica. Dios
nos programó de esa manera en la Crea-
ción, y nos hace aprendices para enseñar-
nos las verdades bíblicas. Jesús dijo que
deberíamos actuar como él lo ha hecho
(Juan 13:15), y a menudo nos hace hacer
cosas que en un principio parecen extra-
ñas. Pero si como estudiantes seguimos
las instrucciones del Maestro, aprendere-
mos profundas lecciones espirituales.
Pensemos, por ejemplo, en el bau-
tismo. La Biblia lo destaca con palabras
poderosas. Jesús le dijo a Nicodemo que
si él no era “nacido del agua [bautizado]
y del Espíritu” (Juan 3:5), no podría ser
salvo. Dijo también a sus seguidores: “Id
y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos...” (Mat. 28:19) y agregó:
“El que crea y sea bautizado, será salvo;
pero el que no crea, será condenado”
(Mar. 16:16). Está claro que para Jesús,
el bautismo era esencial.
NÚMERO 15
Pero, ¿qué es el bautismo? ¿Por qué
es tan importante? ¿Cómo afecta el bau-
tismo a nuestra vida diaria?
Importantes lecciones
espirituales
El bautismo moderno significa mu-
chas cosas pero en la Biblia, la palabra
baptizo describe la inmersión completa
bajo el agua. Es por eso que al describir
el bautismo de Cristo en el río Jordán,
Mateo dijo que Jesús “subió del agua”
(Mat. 3:16). Felipe el evangelista utili-
zó un método similar, porque cuando
bautizó al eunuco etíope, el autor de los
Hechos dijo: “Descendieron ambos al
agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó”
(Hech. 8:38).
¿Por qué ser sumergido por com-
pleto en agua? Los aprendices podemos
adquirir aquí importantes lecciones
espirituales al seguir al Maestro a través
de los movimientos físicos del bautismo.
Observemos algunos de ellos.
1. Nuestra disposición de permitir
que otra persona nos coloque bajo el
agua revela sumisión: una evidencia
externa de nuestra entrega voluntaria
a Dios.
2. La inmersión total nos brinda un
sentimiento gráfico del acto divino de
lavar nuestros pecados, como un baño
espiritual (véase Hech. 22:16).
 Al salir de nuevo a la
superficie, aspiramos el aire
de que vivifica y sentimos el gozo

ıón
3. Bajo el agua, contenemos el alien-
to. Este acto de muerte simbólica nos
ayuda, en cierta manera, a imaginar la
muerte de Cristo que hizo posible que
escapemos a la muerte eterna.
4. El acto de inmersión se asemeja a
un entierro, que es el acto que sigue a la
muerte. Nos recuerda que Jesús yació en
la tumba, pero también el deseo de ente-
rrar nuestro pasado pecaminoso.
5. Al salir de nuevo a la superficie,
aspiramos el aire que vivifica y sentimos
el gozo de la resurrección. Nos levanta-
mos a una vida nueva (Rom. 6:4).
Pablo escribió: “Con él fuisteis se-
pultados en el bautismo, y en él fuisteis
también resucitados por la fe en el poder
de la resurrección.
de Dios que lo levantó de los muertos”
(Col. 2:12). El bautismo nos brinda una
nueva perspectiva de la vida. Ya nunca
más nuestro pasado de culpabilidad po-
drá cercenar nuestro gozo, porque nues-
tros pecados han sido arrojados “a lo
profundo del mar” (Miq. 7:19). Nuestra
esperanza, acciones y lenguaje mejora-
rán, porque ahora somos nuevas criatu-
ras, y “las cosas viejas pasaron; todas son
hechas nuevas” (2 Cor. 5:17).
La novedad, la esperanza
La vida adquiere nuevo significa-
do. Así como Cristo se levantó de los
muertos, cuando regrese y escuchemos
su voz, nosotros también saldremos
de la tumba. “El Señor mismo, con
voz de mando, con voz de arcángel y
con trompeta de Dios, descenderá del
cielo. Entonces, los muertos en Cristo
resucitarán primero” (1 Tes. 4:16; véase
también Mat. 24:30, 31; 1 Tes. 4:17;
1 Cor. 15:53-55). El temor a la muerte
desaparece cuando somos conscientes
de que la vida florecerá nuevamente en
el día de la resurrección.
El bautismo nos hace ver un Dios
diferente. No lo vemos como un tirano
que busca una excusa para acusarnos
cuando nos equivocamos. Cuando se-
guimos al Maestro como aprendices a
las aguas del bautismo, nos atemoriza
sentir que la muerte podría ser eterna.
Pero no morimos. Nos levantamos una
vez más y comenzamos a comprender
el significado del versículo más citado:
“De tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree [incluyéndome
a mí] no se pierda, sino que tenga vida
eterna” (Juan 3:16).
Ya no tenemos que temer el registro
de nuestros pecados pasados.
Ya no tenemos que preocuparnos si
el día de hoy es nuestro último día.
Ya no sentimos el horror de enfren-
tar el momento del juicio.
Hemos sido lavados, limpiados, para
levantarnos y vivir en Cristo para
siempre.*
Mi hijo aún tiene mucho que apren-
der. Seguramente cometerá errores,
arruinará una o dos tablas y dejará caer
algo de pintura en un lugar equivocado.
Pero sus errores lo harán prestar mayor
atención a mis instrucciones.

El
Después de bautizados, puede ser

bautismo
que el camino nos resulte difícil. Pero
Por el bautismo confesamos la experiencia misma nos ha enseñado
nuestra fe en la muerte y resu- más cosas de Cristo, y nos ha mostrado
rrección de Cristo, y testifica- cómo confiarle por completo nuestras
mos de nuestra muerte al pe- vidas.
cado y de nuestro propósito de caminar en novedad de vida. De este modo reconocemos Por eso el bautismo es más que pa-
que Cristo es nuestro Señor y Salvador, llegamos a ser su pueblo, y somos recibidos como sar por el agua. Es uno de los métodos
miembros por su iglesia. El bautismo es un símbolo de nuestra unión con Cristo, el perdón elegidos por Dios para enseñar a sus
de nuestros pecados y nuestra recepción del Espíritu Santo. Se efectúa por inmersión en aprendices humanos a “andar como él
el agua, y depende de nuestra afirmación de fe en Jesús y evidencia del arrepentimiento anduvo” (1 Juan 2:6).
del pecado. Sigue a la instrucción en las Sagradas Escrituras y la aceptación de sus en-
señanzas. (Rom. 6:1-6; Col. 2:12, 13; Hech. 16:30-33; 22:16; 2:38; Mat. 28:19, 20.) *”The New Birth”, de Thurman C. Petty (h).

Septiembre 2008 | Adventist World 21

D E S C U B R I R E L D O N D E P R O F E C Í A
Desde su lanzamiento en septiembre de 2005, Adventist World
ha publicado una selección de los escritos de Elena de White
en cada número de la revista. Durante los próximos dos años,
en este espacio también aparecerán, mes por medio, artículos
especiales sobre el don de profecía para que los adventistas de
todo el mundo puedan apreciar y aprender más del don especial
de Dios al pueblo remanente. Estos artículos incluirán análisis
bíblicos sobre los dones espirituales, artículos prácticos sobre las
aplicaciones de estos principios a la vida diaria y métodos para
compartir la riqueza de este don con amigos y vecinos.
D
esde el principio, los pioneros de la Iglesia Adventista
se refirieron a sí mismos como el remanente. Una de
las primeras publicaciones, que data de 1846, fue un
folleto titulado Al pequeño remanente esparcido. En 1849, José
Bates hizo uso de Apocalipsis 12:17 para identificar al peque-
ño grupo de creyentes adventistas como el remanente.1
Una de las marcas que identifican al remanente de Apoca-
lipsis 12:17 es “el testimonio de Jesucristo”. Esta frase aparece
seis veces en el libro del Apocalipsis (1:2, 9; 12:17; 19:10 [dos
veces]; 20:4). En Apocalipsis 1:2 se nos dice que Juan dio testi-
los fundamentos del
llamado
profético de e l e na de w h i t e
Gerhard Pfandl
“Cuando se cumpla la palabra del
profeta que profetiza paz, entonces él
será conocido como el profeta
que Jehová en verdad envió” (Jer. 28:9).
22 Adventist World | Septiembre 2008
monio de “la palabra de Dios” y del “testimonio de Jesucristo”.
“La palabra de Dios” se entiende comúnmente por lo que Dios
dice; el “testimonio de Jesús”, en forma paralela a “la palabra
de Dios”, tiene que significar por lo tanto el testimonio que
Jesús mismo da. ¿Cómo dio testimonio Jesús? Mientras estuvo
en la tierra, testificó en persona a los habitantes de Palestina.
Después de su ascensión, habló por medio de sus profetas. En
consecuencia, en Apocalipsis 19:10 Juan explica que “el testi-
monio de Jesús es el espíritu de profecía”.
¿Qué es el “espíritu de profecía”?
El término “espíritu de profecía” solo aparece una vez en la
Biblia, precisamente en Apocalipsis 19:10, pero los lectores de
Juan sabían exactamente a qué se refería. Estaban familiarizados
con la expresión que por lo general se usaba en la traducción
aramea del Antiguo Testamento. Por ejemplo, en la paráfrasis
aramea de Génesis 41:38, el texto dice: “Faraón dijo a sus sier-
vos: ¿Acaso hallaremos un hombre como este, en quien esté el
espíritu de profecía del Señor?”2 Y en Números 27:18, el Señor
dijo a Moisés: “Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en el cual
está el espíritu de profecía, y pon tu mano sobre él”.3
F O T O G R A F Í A : C A I T L I N P O T T S
 Para los primeros cristianos, el “espíritu de profecía” era
una referencia al Espíritu Santo, que imparte del don profético
a los mensajeros de Dios. Esto también se hace evidente cuan-
do comparamos Apocalipsis 19:10 con 22:8, 9.
19:10
Yo me postré a sus pies
para adorarlo,
pero él me dijo:
“¡Mira, no lo hagas!
Yo soy consiervo tuyo
y de tus hermanos que mantienen
el testimonio de Jesús.
¡Adora a Dios!” (El testimonio
de Jesús es el espíritu de profecía).
22:8, 9
Me postré a los pies del ángel que me
mostraba estas cosas, para adorarlo..
Pero él me dijo:
“¡Mira, no lo hagas!,
Pues yo soy consiervo tuyo,
de tus hermanos los profetas
y de los que guardan las palabras
de este libro. ¡Adora a Dios!”
En ambos pasajes, la situación es la misma. Juan cae a los
pies del ángel para adorarlo. Las palabras de respuesta del
ángel son casi idénticas, pero la diferencia resulta significativa.
En Apocalipsis 19:10, los hermanos son identificados por la
frase “que mantienen el testimonio de Jesús”. En Apocalipsis
22:9, estos hermanos son simplemente llamados “profetas”.
Según el principio de interpretar las Escrituras con las
Escrituras, esto nos lleva a concluir que “el espíritu de profe-
cía” de Apocalipsis 19:10 no es de posesión de la feligresía en
general, sino solo de los que han sido llamados por Dios para
ser profetas. En los escritos de numerosos eruditos puede
verse que esto no es puramente una interpretación adven-
tista. El investigador luterano Hermann Strathmann, por
ejemplo, dice en relación con esta frase en 19:10: “Según el
versículo paralelo de 22:9, los hermanos no son los creyentes
en general, sino los profetas... Este es el punto del versículo
10. Si ellos poseen el marturia Iesou [el testimonio de Jesús],
tienen el espíritu de profecía, es decir, son profetas que, al
igual que el ángel, simplemente se encuentran al servicio de
marturia Iesou”.4
En resumen, podemos decir que una de las señales para
identificar a la iglesia remanente, que según la profecía existe
después del período de 1260 días (es decir, después de 1798),
es el testimonio de Jesús, que es el espíritu de profecía o don
profético. Desde sus mismos comienzos, la Iglesia Adventista
ha creído que en cumplimiento de Apocalipsis 12:17, el es-
píritu de profecía fue manifestado en la vida y obra de Elena
de White.
Probemos al profeta
¿Cómo saber que en el caso de Elena de White, el don
profético fue genuino y no una falsificación? La Biblia ofrece
varias pautas para probar el don profético.
1. Sueños y visiones, Números 12:6. En las Escrituras, los pro-
fetas genuinos recibieron sueños y visiones proféticas. Durante
su ministerio de setenta años (de 1844 a 1915), Elena de White
recibió aproximadamente dos mil visiones y sueños proféticos.
2. Concordancia con la Biblia, Isaías 8:20. Lo que el profeta
afirma haber recibido de parte Dios tiene que estar en armonía
con el resto de la Palabra de Dios, porque Dios no se contradice
a sí mismo (Sal. 15:4; Mal. 3:6). Aunque Elena de White no es-
tudió teología, sus mensajes están en armonía con las Escrituras.
3. El testimonio de Jesús, 1 Juan 4:1, 2. Todo el que esté fa-
miliarizado con los escritos de Elena de White, tales como los
libros El Deseado de todas las gentes o El camino a Cristo, tiene
que admitir que ella no solo aceptaba todo lo que la Biblia
enseña de Jesús, sino que continuamente lo señalaba como su
Señor y Salvador.
4. Profecías cumplidas, Jeremías 28:9. Un verdadero profeta
se conoce, en parte, por el cumplimiento de sus predicciones.
Si bien la tarea de Elena de White no consistió primordial-
mente en predecir el futuro, realizó un número de prediccio-
nes que se han cumplido de manera notable.5
5. La prueba de los frutos, Mateo 7:20. Esto lleva tiempo.
Elena de White vivió y trabajó durante setenta años bajo
los ojos críticos de millones de personas, en su mayor par-
te escépticas, llenas de dudas, sospechas y en algunos casos
abiertamente hostiles. Toda falla o inconsistencia fue y aún es
expuesta con gran satisfacción por sus oponentes. Aun así, el
fruto de su vida y obra da testimonio de su sinceridad, celo y
piedad cristiana.
Los profetas falsos pueden llegar a pasar una o dos de estas
pruebas, pero un verdadero profeta las aprueba a todas. Este
es el caso de Elena de White. La orientación divina dada por
medio del don profético que le fue concedido, debería darnos
mayor conciencia de la responsabilidad que tenemos como
iglesia remanente, y debiera estimularnos a terminar la obra
que el Señor nos ha encomendado.
1
Joseph Bates, A Seal of the Living God (New Bedford, Massachusetts, EE. UU., 1849), pp. 45, 46.
2
Bernard Grossfeld, The Targum Onqelos to Genesis, The Aramaic Bible, ed. Martin McNamara
(Collegeville, Minnesota, EE. UU.: The Liturgical Press, 1988), p. 138.
3
Ibíd., Targum Onqelos de Numbers, p. 145.
4
Hermann Strathmann, “martu” “ktl.,” Theological Dictionary of the New Testament, ed. G. Kittel,
trad. G. W. Bromiley, 10 vols. (Grand Rapids, Míchigan, EE. UU.: Wm. B. Eerdmans, 1967), 4:501.
5
Véase Herbert E. Douglass, Mensajera del Señor (Buenos Aires, Argentina: ACES, 2002), pp.
157-162.
Gerhard Pfandl es director asociado del
Instituto de Investigaciones Bíblicas de la
Asociación General en Silver Spring,
Maryland, Estados Unidos.
Septiembre 2008 | Adventist World 23
S E R V I C I O A D V E N T I S T A

El
toque perso Para alcanzar a
con el evangelio

N
uestra iglesia enfrenta un gran desafío. Y no
es uno que no hayamos anticipado. En 1990,
cuando se estableció la Secretaría de Misión Río de Janeiro
Global, los líderes habían identificado cinco (Brasil): Casi la
desafíos mundiales de Misión Global. Uno de ellos se refe-
tercera parte de la
ría a alcanzar las grandes zonas urbanas del planeta.
población de Río
Hoy día, más de la mitad de la población mundial vive
en ciudades de al menos un millón de habitantes. Las ciu- vive en las favelas o
dades crecen a un ritmo asombroso y con enorme rapidez barrios de indigentes
en los países en desarrollo; muchas de ellas, en la Ventana que cubren muchas
10/40. Actualmente, las cinco ciudades más populosas son de las laderas de las colinas de la ciudad. Varios años
Tokio, Ciudad de México, San Pablo, Nueva York y Bom- atrás, Gilvane Ludgero y su esposa se ofrecieron para
bay. En el año 2015, probablemente sean Tokio, Dacca, repartir folletos bíblicos en una de esos barrios. Su trabajo
Bombay, San Pablo y Nueva Delhi. dio frutos: pudieron hacerse de amigos en la comunidad y
Dios nos llama a contar a todos de su amor y perdón.
comenzar a dar estudios bíblicos.
Las grandes urbes del mundo pueden resultar abrumado-
Al caminar hoy por la favela, Ludgero aún recuerda el
ras. El alcanzar a sus habitantes parece una tarea desalen-
tadora. Pero es una obra que puede y tiene que ser hecha. día en que traficantes de drogas armados lo metieron
Aun si tenemos que alcanzar una persona a la vez, de noso- dentro de un automóvil y lo llevaron a ver al jefe que había
tros depende que llegue a haber presencia adventista refle- sido herido en un tiroteo con la policía. Ludgero oró por
jada no solo en templos y edificios, sino en personas. él y el traficante sobrevivió. Este pequeño acto de amor
En las grandes urbes, toda historia de éxito tiene un cristiano le permitió comenzar una pequeña iglesia en la zona.
denominador común: Ya sea en el caso de un pionero de “Aquí estamos hoy, por la gracia de Dios –dice Ludgero–.
Misión Global, un misionero de avanzada, un laico o pas- Comenzamos con dos personas, y ahora tenemos más de
tor, el contacto y la interacción personal con la gente que cincuenta miembros”.
vive y trabaja en las ciudades es esencial para alcanzar a las
masas. Una a una, las vidas serán transformadas y los cora-
zones tocados con el mensaje.
Por la gracia de Dios, estamos viendo resultados y
llegando a las personas, aunque la tarea representa un
gran desafío. Aquí presentamos algunos ejemplos. Si desea
saber más de estos y otros desafíos y de cómo participar,
visite el sitio www.AdventistMission.org <http://www.
adventistmission.org/>.

Daniel Weber es productor de videos de la

Secretaría de Misión.

24 Adventist World | Septiembre 2008 F O T O G R A F Í A S D E S E C R E TA R Í A D E M I S I Ó N A D V E N T I S TA

nal
Daniel Weber

Phnom Penh (Camboya): La Iglesia Adventista

las ciudades más pobladas del mundo
hay que trabajar por los individuos.
Buenos Aires (Argentina): Uno de los grupos más numerosos en Bue-
nos Aires, es la comunidad judía. Más de doscientos mil viven allí, lo que la
convierte en una de las comunidades judías más numerosas fuera de Israel.
David Bárzola, pastor en el centro de Buenos Aires, dirige lo que se
conoce como la Comunidad Hebrea Adventista. El grupo de creyentes se
reúne varias veces a la semana no solo para el culto sino también para
confraternizar. Estos encuentros han atraído el interés de la comunidad
judía local. El grupo se reúne para festejar un aniversario o para celebrar el
comienzo del sábado, el viernes por la noche. Todos se sienten cómodos allí.
“Cada cultura necesita que respeten sus tradiciones y códigos religiosos
–dice Bárzola–. La fe judía es ejemplo de ello. Por eso me siento feliz de
contribuir con el desarrollo de una comunidad que permite que un judío no
deje de ser judío cuando decide hacerse adventista”.
Bárzola y la Comunidad He-
brea Adventista son parte de una
red de programas misioneros pa-
trocinados por los cinco Centros
de Estudios Misioneros Globales,
que buscan maneras de tender
puentes de comprensión entre
los cristianos y otras grandes
religiones mundiales.
solo ha establecido seis congregaciones en Phnom
Penh, pero posee más de cinco mil miembros. Este
crecimiento ha sido el resultado del establecimiento
de grupos pequeños entre sus feligreses.
La iglesia está trabajando seriamente para
alcanzar, entre otros, a los inmigrantes enfermos
de SIDA. Por lo general, estas personas se ven
rechazadas por la sociedad y tienen que vivir en
la pobreza extrema. El salario promedio en el país
es de dos dólares por día, y los enfermos de SIDA
ganan mucho menos. Viven en pequeños cuartos
que alquilan a unos veinte dólares por mes.
En medio de esta pobreza extrema, varios
feligreses han establecido grupos pequeños para
atender sus necesidades materiales, físicas y
emocionales, además de compartir el mensaje de
esperanza en Jesús. Una de estas misioneras es Set
Sina. Ella también es HIV positiva, pero aun así da
estudios bíblicos a un grupo pequeño en su habitación.
El compartir el evangelio le ha dado una nueva vida.
“Dios ha puesto el deseo en mi corazón de salir
y compartir el evangelio –explica Sina–. Los
médicos me enviaron a casa para morir, pero en
lugar de ello encontré a Jesús y ahora vivo y
comparto mi vida nueva con otros”.

Dacca (Bangladesh): En 1971, Dacca tenía un millón de habitantes. Hoy viven allí más de quince millones. Con solo
ochocientos kilómetros cuadrados, Dacca es una de las ciudades de mayor densidad de población del mundo. Grandes villas de
indigentes albergan a incontables seres humanos que carecen de alimentos, agua, educación y atención de la salud.
En medio de este creciente caos, un hombre está haciendo la diferencia. Milan Moskala ha trabajado por más de nueve años
como misionero en la ciudad; es un dentista reconocido, y sus servicios son requeridos en toda la ciudad. Desde una pequeña
oficina cercana a varias embajadas extranjeras, el Dr. Moskala ha logrado establecer un pequeño pero floreciente consultorio
odontológico. Gracias a esto, ha logrado algo que está transformando vidas en una de las zonas más pobres de la tierra.
Cada mañana, Moskala dedica tiempo a visitar varias pequeñas escuelas que ha establecido en el corazón de los peores
barrios de Dacca. Estas escuelas educan a niños que de otra forma no podrían tener éxito en la vida. Muchos de los niños reci-
ben allí la única comida del día. Muchos tienen calificaciones excelentes.

Septiembre 2008 | Adventist World 25

 P R E G U N TA S B Í B L I C A S

PREGUNTA : Según Éxodo 34:7, Dios castiga a los implementarla porque posee el conocimiento perfecto.
hijos por los pecados de los padres. ¿No pone esto en Esto indica claramente que cuando Dios implementa la re-
tribución colectiva, se basa en un conocimiento que justifica
duda la justicia divina? esa implementación aun cuando no sea visible para el
observador externo.

E
n el Antiguo Testamento, existe lo que se denomina 3. Retribución colectiva basada en la retribución individual:
retribución colectiva o transgeneracional. Es un tema Según algunos pasajes, la retribución colectiva es el resultado
complejo sobre el cual solo puedo decir algunas cosas de la identificación de los hijos con los pecados de sus padres,
que espero le resulten de ayuda. Parte de la evidencia bíblica participando de esta manera del castigo de ellos. Esto ha sido
puede brindar un patrón interpretativo con el cual usted bien llamado “castigo compuesto”. El principio se enuncia bien
podría estar en desacuerdo. en la descripción de los resultados del quebrantamiento del
1. Evidencias limitadas de la retribución colectiva: Según pacto: “Y los que queden de vosotros, se consumirán en las
Éxodo 34:7, Dios “castiga la maldad de los padres en los hijos y tierras de vuestros enemigos por su iniquidad, y se consumi-
en los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. rán junto con sus padres por la iniquidad de ellos” (Lev. 26:39;
Este principio solo se halla en véase también Isa. 65:6, 7;
otros dos pasajes (Núm. 14:18 Jer. 14:20). A esto también
y Jer. 32:17-19). El énfasis de
esos versículos está dado por La se refiere el segundo manda-
miento en Éxodo 20:5, al usar
la bondad y la misericordia de
Dios, no por el aspecto puniti-
vo. Esto indica que el elemen- influencia la frase “que visito la maldad
de los padres sobre los hijos
hasta la tercera y cuarta gene-
to negativo funciona como
sobre los ración de los que me aborre-

demás
una fuerza disuasiva que se-
ñala el impacto de las accio-
nes propias sobre el grupo. El
contexto de estos pasajes tam-
bién indica que existe lo que
se llama beneficio o bendición
transgeneracional. Este fue el
Angel Manuel
caso de Abrahán y sus descen-
Rodríguez
dientes (Gén. 12:1-3).
Resulta sorprendente que
la retribución transgeneracio-
nal no es la perspectiva más común de la justicia distributiva
divina. El énfasis constante se halla en la responsabilidad in-
dividual, es decir, que Dios castiga a los que pecan (véase por
ejemplo, Joel 2:12, 13; Sal. 86:15; 103:8, 9, 17; 145:8, 9). Moisés 18:2). Ante ello, Dios respondió que los juzgará de acuerdo
escribió: “Conoce, pues, que Jehová, tu Dios, es Dios, Dios
fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y
guardan sus mandamientos, hasta por mil generaciones, pero
que da su merecido, en su propia persona, al que le aborrece,
destruyéndolo; a quien le odia, no se demora en darle en su
propia persona el pago” (Deut. 7:9, 10). La responsabilidad co- o negativo. Esto forma parte del orden social que Dios esta-
lectiva e individual parece haber coexistido en la comprensión
que tenía Israel de la justicia divina.
2. En el sistema legal israelita no estaba permitida: El Señor actuemos de manera tal que nuestro impacto transgeneracional
dejó en claro a los israelitas que “los padres no morirán por
los hijos ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su
pecado” (Deut. 24:16; cf. Eze. 18:20). Esta restricción legal
establece los límites del conocimiento y la justicia humana.
En cualquier sistema legal humano, es fácil abusar de la re-
tribución transgeneracional. El Señor es el único que puede
cen” (cf. Deut. 5:10).
Parece ser que la retribu-
ción transgeneracional opera
sobre la base de la perpetua-
ción de los pecados de los
padres en la conducta de los
hijos. Esto explica la oposi-
ción a la retribución colectiva
hallada en algunos lugares
del Antiguo Testamento.
Antes del exilio, algunos is-
raelitas protestaron: “Nuestros padres pecaron y han muerto,
pero nosotros llevamos su castigo” (Lam. 5:7), o “Los padres
comieron las uvas agrias, y a los hijos les dio dentera” (Eze.
con sus obras, y que eso sería más que suficiente para conde-
narlos (versículos 29, 30).
La retribución transgeneracional se basa en un fuerte
sentido de solidaridad social, en la cual las acciones de los
individuos tienen un impacto sobre los demás, ya sea positivo
bleció para que fueran una bendición constante. Es bueno que
nosotros –seamos padres, hijos, cónyuges, feligreses, etc.–
no traiga dolor a los demás, sino que estos lleguen a ser una
corriente perpetua de bendiciones.
Ángel Manuel Rodríguez es director del Instituto de Investiga-
ciones Bíblicas de la Asociación General.

26 Adventist World | Septiembre 2008

 E S T U D I O B Í B L I C O

Cuando
hablan los espírıtus Mark A. Finley
Una de las grandes estrategias del diablo es engañar a millones de personas por medio del
espiritismo. ¿Por qué el espiritismo atrae tanto? ¿Quiénes son estos espíritus? ¿De dónde
provienen? ¿Cómo podemos evitar que el diablo nos engañe? El estudio de este mes ofrece
respuestas bíblicas sólidas a estas preguntas.

1. ¿Cómo describió el apóstol Pablo la lucha espiritual que enfrenta cada cristiano?
Escriba su respuesta a continuación.
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”
(Efe. 6:12).

La lucha del cristiano es contra

a.

b.

c.

d.

2. ¿Qué consejo le dio Dios a Israel en relación con la astrología, la brujería, la

adivinación y la hechicería? Lea el texto y llene los espacios en blanco.
“Porque es abominable para Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas cosas abominables Jehová,
tu Dios, expulsa a estas naciones de tu presencia” (Deut. 18:12).

El Señor condena con fuerza a los agentes del espiritismo.

Según la Biblia, todo esto es para él.

3. ¿Es posible que los muertos se comuniquen con los vivos? Resuma su respuesta en
las líneas que siguen.
“Porque los que viven saben que han de morir, pero los muertos nada saben” (Ecl. 9:5).
“Como nube que se desvanece y pasa, así el que desciende al sepulcro no subirá de allí; no volverá más a su
casa, ni su lugar volverá a reconocerlo” (Job 7:9, 10).

Septiembre 2008 | Adventist World 27

 4. ¿Quiénes son los “espíritus” del espiritismo? Lea los textos a continuación y llene
los espacios en blanco.
“Son espíritus de demonios, que hacen señales” (Apoc. 16:14).
“Y esto no es sorprendente, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz” (2 Cor. 11:14).

La fuerza real detrás de toda manifestación espiritista es ,

porque en realidad son espíritus del .

El diablo es un ángel caído. Puede aparentar que es el espíritu de un ser amado muerto.
Es un enemigo sabio y astuto. Utiliza el poder del espiritismo para engañar.

5. ¿Usará el diablo el espiritismo en los últimos días para engañar a las multitudes?
Lea el texto y trace un círculo alrededor de los que serán engañados por el diablo.
“Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y esposa se oirá más en ti, porque tus mercaderes
eran los grandes de la tierra y por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones” (Apoc. 18:23).

La “luz de lámpara” representa la Palabra de Dios (Sal. 119:105). Cuando nos apartamos de
las claras verdades de la Palabra de Dios, nuestras mentes se vuelven vulnerables a los
engaños espiritistas.

6. ¿Cómo podemos protegernos de los engaños del maligno? ¿Dónde podemos hallar
seguridad? Lea el texto que sigue y subraye las dos cosas que brindan seguridad contra
los engaños de Satanás.
“Si os dicen: Preguntad a los encantadores y adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el
pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? ¡A la ley y al testimonio! Si no dicen conforme a
esto, es porque no les ha amanecido” (Isa. 8:19, 20).

La ley de Dios revela sus eternos principios de vida. El testimonio de la Biblia revela a
Jesús en toda su plenitud. Cada verdad de la Biblia se refiere a Jesús; el testimonio de las
Escrituras testifica de él (Juan 5:39). En Jesús, por medio de su Palabra, estamos seguros
contra las acechanzas del maligno.

7. ¿Cuál es la oración de Jesús en relación con sus hijos? Lea el texto y llene los
espacios en blanco.
“Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad” (Juan 17:17).

La oración de Jesús es que seamos santificados en la de Dios.

El diablo puede procurar engañarnos. Puede mostrarnos poderosas señales y prodigios.

Puede tratar de ganarnos al aparecer en la forma de un ser querido fallecido. Pero si
llenamos nuestra mente con la Palabra de Dios, estaremos seguros. No hay demonio que
pueda engañarnos si nos aferramos a Jesús y su Palabra.
Jesús es más poderoso que el maligno. Él expulsó a Satanás del cielo y venció al diablo
en la cruz. Conquistó la muerte. En Jesús estamos seguros, ahora y para siempre.

“Decepciones de los últimos días”

El próximo mes examinaremos la fuente de muchas
enseñanzas engañosas de hoy en día.
28 Adventist World | Septiembre 2008
 Intercambio mundial
C A R TA S
Un Daniel en
Moscú
No alcanzo a
expresar cuánto
aprecié el artículo
sobre el ministerio
de David Kulakov
en Rusia (“Un
Daniel en Mos-
cú”, por Andrew McChesney, Adventist
World, Julio 2008). Kulakov podría estar
en cualquier lugar, y aun así ser una
bendición. Siempre he escuchado que
en los últimos días habría un reaviva-
miento de la piedad primitiva que no se
ha visto desde los tiempos apostólicos.
¡Creo que esta ha llegado! Y creo que Mayordomos de la creación ¿Dónde dar el diezmo?
será cada vez mayor. Celebro el artículo de Julio 2008 de Jan Después de leer la noticia de Adventist
Me sentí muy animado y profunda- Paulsen titulado “Mayordomos de la World en Junio 2008 titulada “Ofrendas
mente emocionado de ver el poder de creación”. La iglesia se ha ocupado de para las misiones y diezmo extraordi-
Dios en acción. Sé que a veces puede ser este tema desde el voto del Concilio nario incrementan el presupuesto de la
riesgoso compartir experiencias perso- Anual 1992 sobre “El cuidado de la crea- iglesia”, de Elizabeth Lechleitner, tengo
nales, pero es una gran bendición para ción”, pero ha faltado liderazgo sobre el una pregunta. ¿Están diciendo a los
alguien como yo que necesita oírlas. He tema. Los mensajes de los tres ángeles lectores que a veces está bien entregar
compartido esto con otros, que también expresan claramente que parte de nues- el diezmo a la iglesia mundial, en lugar
han sido bendecidos por estos relatos. tra misión es proclamar la adoración de de hacerlo en la asociación local? ¿Cuál
Agradezco a Dios por haberme animado Dios como “a aquel que hizo el cielo y la es el procedimiento para ello? ¿A quién
de esta forma e iluminado al mostrarme tierra, el mar y la fuentes de las aguas” debería enviarse entonces el diezmo?
qué simple es en realidad el evangelio. (Apoc. 14:7). ¿Cómo podemos honrar Ann Parker
Muchas gracias por estas palabras de verdaderamente al Creador y al mismo Por vía electrónica
esperanza y ánimo. tiempo no respetar y hasta degradar
Me gustaría de alguna forma que su creación? Nuestro lenguaje corporal Nunca se favorece entregar el diezmo en
Kulakov allá en Rusia sepa de qué mane- como denominación puede alejar y aun forma directa a la Asociación General,
ra la obra de Dios en su vida ha sido una ser un impedimento para el mensaje. excepto en un caso extremadamente espe-
bendición para mí. La mayoría de las personas no tomará cial. Siempre se prefiere que se apoye a la
nuestro mensaje creacionista en serio Asociación, por lo que el diezmo siempre
Barbara Marsh
hasta que nos vea tomar acciones más debería ser canalizado a través de la igle-
Míchigan, Estados Unidos
visibles y significativas como mayordo- sia local.
mos del medio ambiente. Es tiempo de
que nuestro presidente asuma el lide-
razgo, y estoy agradecido porque este es
el caso.
Monte Sahlin
Ohio, Estados Unidos

Septiembre 2008 | Adventist World 29

 Intercambio mundial
C A R TA S
La multitud incontable
Quiero agradecer a Bill Knott por su
editorial “La multitud incontable”,
en el número de Abril 2008 de
Adventist World. Muy a menudo oigo
que se habla de “solo unas pocas
personas”, y muchos programas se
interrumpen debido a la escasa asis-
tencia. También escucho hablar de las
multitudes, los miles de personas que
asisten a otros. Crecí en la Iglesia
Luterana. Los programas siempre
seguían adelante, sin importar la asis-
tencia, y aun si esta era sumamente
escasa. El orador sigue adelante como
EL RINCÓN DE ORACIÓN
Pido que oren especialmente por mi tío,
que hace cuatro años realizó una solici-
tud de trabajo en los Estados Unidos. Es
enfermero y aún aguarda una respuesta.
Que su fe se fortalezca y que la ansiedad
no lo debilite. Que Dios pronto le dé
una respuesta, que sea donde él decida
enviarlo.
Dana, Filipinas
Por casualidad encontré Adventist World
mientras navegaba en Internet; sé que
Dios me dirigió a estas páginas inspi-
radoras. He sido adventista desde niño
pero mi vida espiritual ha sufrido altiba-
jos. Me encuentro ahora en una buena
etapa espiritual, y veo que la mano de
Dios me guía tanto a mí como a mi
familia. Oren por favor por mí y por la
iglesia local.
Juan, Chile
Mi familia necesita progresar financie-
ramente. También necesito sabiduría
y conocimientos en los estudios, y mis
hermanas también, porque están ingre-
sando a la universidad.
Joel, Nigeria
30 Adventist World | Septiembre 2008
si la iglesia estuviera llena. Podríamos
seguir ese ejemplo.
Sofia Marttinen
Victoria, Canadá
Mi sección favorita
En junio recibí la revista Adventist World
de Febrero 2008. ¡Qué Dios bendiga
ricamente toda la administración por la
obra maravillosa que hacen al publicar
esta revista!
Humildemente deseo expresar
mi aprecio por publicar, en “El
rincón de las personas”, la fotografía
del templo adventista de Kangu,
Necesito que oren por mi esposa, que
padece dolores lumbares. Realmente la
amo; perderla sería muy duro para mí.
Confío en que Dios puede mejorarla,
pero oro para que se haga su voluntad.
También necesito un nuevo empleo,
y quiero estar mucho más cerca del
Señor.
Jean-Erick, Haití
Necesito sus oraciones. Perdí a mis pa-
dres hace diez años. Desde entonces, me
ha resultado muy difícil seguir adelante.
Sus oraciones marcarán una diferencia.
Dennis, Zambia
He sido liberado de prisión. Espero par-
ticipar en cualquier actividad misionera
disponible. Realmente no quiero aban-
donar a mis compañeros de prisión.
Oren por ellos y por el ministerio de las
prisiones.
Albert, Estados Unidos
Por favor, oren para que Dios ponga su
mano sanadora sobre mí y me sane por
completo. Oren también para que me
dé fuerzas para permanecer firme en la
que se encuentra en construcción.
El rincón de las personas es mi
sección favorita porque arroja luz
sobre los progresos de la obra de Dios
por medio de los individuos y de los
departamentos de la iglesia.
Edward Kimotho Nyaga
Kangu, Kenia
Cartas al editor; comuníquese a la dirección letters@
adventistworld.org Las cartas deben hacer referencia a algún
tema que haya aparecido en la revista; deben ser claras y al
punto; de no más de 250 palabras. Asegúrese de incluir el título,
la fecha de publicación y el número de página del artículo.
Agregue también sus datos (nombre, ciudad o pueblo, provincia
o estado y país). Por motivos de espacio y claridad, dichas
cartas podrán ser editadas. Las que lleguen a tiempo tendrán
más probabilidades de ser incluidas; no todas serán publicadas.
fe y servir a Dios más allá de mi estado
de salud.
Jurayina, Malasia
Oren por favor por los planes de cons-
truir un templo. La iglesia está cre-
ciendo, pero solo tenemos unos pocos
miembros. Queremos tener un templo
para esparcir mejor el evangelio.
S. Dachs, Corea
Soy un obrero de producción. Oren por
favor para que mis superiores recuerden
que el sábado es mi día libre y que no
me den tareas para ese día. Sé que solo
Dios puede tocar sus corazones; solo él
puede ayudarme.
Jackielou, Filipinas
El rincón de oración; comuníquese a la dirección
prayer@adventistworld.org
Pedidos de oración y alabanzas (agradecimientos por oraciones
contestadas). Los mensajes deben ser breves y concisos; de no
más de 75 palabras. Por motivos de espacio y claridad, podrán
ser editados. Aunque oraremos por cada mensaje durante
nuestras reuniones semanales, no todos aparecerán en la
revista. Por favor, junto al mensaje agregue su nombre y su país
de procedencia.
 “He aquí, vengo pronto . . .”
INTERCAMBIO DE IDEAS Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los
adventistas de todo el mundo en creencias, misión,
vida y esperanza.

Pequeño Editor
Adventist World es una publicación internacional de

gıgante
la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por
la Asociación General y la División de Asia-Pacífico
Norte de la Iglesia Adventista.
Editor ejecutivo
Bill Knott
Editor asociado
Claude Richli
Gerente editor internacional
Chun, Pyung Duk
Junta editora
Este mes, un lector comparte lo que la Jan Paulsen, presidente; Ted N. C. Wilson,
muerte de un amigo le enseñó sobre la vida. vicepresidente; Bill Knott, secretario; Armando Miranda;
Pardon K. Mwansa; Juan Prestol; Charles C. Sandefur;
Don C. Schneider; Heather-Dawn Small; Robert S. Smith;

A fines de 2007, nuestro querido herma- Robert E. Kyte, asesor legal.

no Halil, miembro de nuestra iglesia, Comisión coordinadora de Adventist World
Lee, Jairyong, presidente; Akeri Suzuki; Donald Upson;
falleció a los 80 años. Cuando lo conocimos Guimo Sung; Glenn Mitchell; Chun, Pyung Duk
en 2006 nos enteramos que tenía una Biblia Jefe de editores
bajo la almohada, una costumbre que había Bill Knott
practicado durante veinte años. Estuvo pa- Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU.
Roy Adams (editor asociado), Sandra Blackmer,
ralizado, postrado en cama durante los dos Stephen Chavez, Mark A. Kellner, Kimberly Luste Maran
últimos años de su vida. Editores de Seúl, Corea
En Turquía no es raro decir que a alguien Chun, Jung Kwon; Choe, Jeong-Kwan
“le cae miel de la boca” para describir las pa- Editor en línea
labras dulces de una persona. Halil era esa Carlos Medley

persona, y pronto llegó a ser parte de nuestra Coordinadora técnica

Merle Poirier
I S I TA N

familia. El 12 de agosto de 2006, tuve el ho- Asistente ejecutiva del editor

nor de bautizarlo junto a su esposa en una Rachel J. Child
tina. En septiembre de 2007 comenzó con
E M E L

Asistentes administrativos
problemas de circulación en las piernas. Con Marvene Thorpe-Baptiste
Alfredo Garcia-Marenko
el tiempo perdió ambas piernas. En la cama
Servicios al lector
y sin las piernas, Halil parecía pequeño, pero era un gigante de la fe y el intelecto. Los Merle Poirier
jóvenes se sentían atraídos a él como las abejas a las flores. Halil había sido profesor de Dirección y diseño gráfico
física, y los jóvenes decían que era una biblioteca andante. Jeff Dever, Fátima Ameen, Bill Tymeson
Durante sus dos últimos meses tuve el honor de ayudarlo trasladando a los doc- Consultores
Jan Paulsen, Matthew Bediako, Robert E. Lemon,
tores y enfermeras que lo visitaban. Sabíamos que nuestra tarea no era solo predicar, Lowell C. Cooper, Mark A. Finley, Eugene King Yi Hsu,
sino que teníamos que alcanzar a los demás con el amor de Cristo. Parte de ello Gerry D. Karst, Armando Miranda, Pardon K. Mwansa,
incluía ayudar a estos profesionales médicos, inclusive dos veces al día. Creo que esta Michael L. Ryan, Ella S. Simmons, Ted N. C. Wilson,
Luka T. Daniel, Laurie J. Evans, Alberto C. Gulfan, Jr.,
experiencia nos enriqueció espiritualmente a todos. Erton Köhler, Jairyong Lee, Israel Leito, Geoffrey G.
Nuestro amado hermano cerró sus ojos en esta vida. Aunque ahora descansa, sa- Mbwana, Paul S. Ratsara, Don C. Schneider, Artur
A. Stele, Ulrich W. Frikart, D. Ronald Watts, Bertil
bemos que dentro de poco el llamado del Salvador lo levantará y lo llevará a nuestro A. Wiklander
hogar verdadero. También sabemos que esta vez Halil tendrá piernas mejores y más
A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos
fuertes que el mejor atleta de las Olimpíadas. no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old
Ese sábado de diciembre lo colocamos en su lugar de descanso, en una pequeña Columbia Pike, Silver Spring MD 20904-6600, EE.UU.
Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638
colina cubierta de pinos con vista al Mar Egeo. Bajo la lluvia lloramos, porque no lo
E-mail: Internet: worldeditor@gc.adventist.org
veríamos por un tiempo. Sitio Web: http://www.adventistworld.org/
Al regresar a casa nos pusimos a recordar. A diferencia de muchos otros funera- A menos que se indique lo contrario, todas las referencias
les, mientras hablábamos, sonreíamos al pensar en su vida y la seguridad que sienten bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995.
nuestros corazones. Todos aprendimos mucho al relacionarnos con el hermano Ha- Adventist World es publicada todos los meses e impresa
lil. Todos aguardamos el regreso de Cristo, para encontrarnos nuevamente con Halil, simultáneamente en Australia, Brasil, Corea, Indonesia y los
Estados Unidos.
nuestro amigo y pequeño gigante.
Vol. 4, No. 9
—Erkin Altinkaynka, Izmir, Turquía

Septiembre 2008 | Adventist World 31

 ¿EN QUÉ LUGAR DEL MUNDO SE ENCUENTRA?

I N D O N E S I A
El Rincón de las
PERS NAS

VID A A D V EN T I S TA
Mi hija Luisa era una niña hiperactiva
y siempre andaba tocando todas las cosas.
Jamás le dije algo que pueda haberla llevado,
a los tres años, a sacar la siguiente conclu-
sión (que, de todas maneras, le aseguré que
no era así):
–No voy a ir al cielo –me dijo un día.
–¿No vas a ir al cielo? ¿Por qué?
–¡Porque Jesús no me quiere en el cielo!
–¿Por qué no te quiere allá?
–¡Porque voy a andar tocando todas sus
cosas!
—Isabel Nobre Cordeiro, Rio Maior, Portugal
K A R U N D E N G ,
J E R R Y
F O T O G R A F Í A :
¿LO SABÍA?
La misión de la Iglesia Adventista es proclamar a todos el
evangelio eterno en el contexto del mensaje de los tres ángeles
de Apocalipsis 14:6-12, llevándolos a aceptar a Jesús como su
Salvador personal y a unirse a su iglesia, brindándoles alimento
espiritual de manera de prepararlos para su pronto regreso.
Ese es el centro de la misión de la iglesia, y puede ser logra-
do por medio de los ministerios de la predicación, la enseñanza
y la salud. Si desea saber más, visite el sitio www.adventist.org.

C I TA D E L M E S

“Padres, permitid que el sol del amor,

la alegría y un feliz contentamiento penetre en
vuestro corazón, y dejad que su dulce
influencia impregne el hogar”.
—Elena G. White, en el libro El hogar adventista, página 426

galletas. Uno de nuestros proyectos es ayudar a renovar un hogar para estos niños.
al corazón de las Filipinas 2008”. Los niños forman una fila mientras uno de los voluntarios regala
RESPUESTA: Esta fotografía fue tomada en la región central de las Filipinas durante el “Viaje misionero