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9 Movimientos sociales y democracia
Los Movimientos Sociales En 1988, el .gobiE:)rno de la ciudad de Port o Alegre, una metrópolis
brasileña de 1.360.000 habitantes, lanzó un · proyecto part icipativo de
toma de decisiones .'sobre el presupuesto municipal con la intención
DoNATELLA DELLA PoRTA Y MARIO D1ANI de fortalecer la participación a través de la creación de un espacio
público para la expresión de las demandas de ·los ciudadanos (Gret
Traducción, presentación de la edición española y Sintomer 2002: 26) .. El presupuesto participativo ha si do perc ibido
y epílogo a cargo de Eduardo Romanos · como la innovación latinoamericana más significativa a la hora de
aumentar .la participación .ciudadana y la responsabilidad de los go-
biernos locales: un experi mento en el que las asambleas ci udadanas
de cada: distrito municipal determinan las priori dades de uso. de una
parte de las. rentas públicas de la ciudad (Souza 2000). Es un siste-
ma de gobernanza donde los "ciudadanos normales y corrientes" toman
decisiones vinculantes sobre diferentes áreas de la acci ón municipal
de gobierno, sobre todo las relacionadas con nuevas inversiones de
· capital (Baiocchi 2002). Todos los años, de marzo a junio, se suceden
una ser ie de interacciones entre los ciudadanos y la admini stración.
Grandes~ asambleas municipales y Ótras descentralizadas por ba-
rrios discuten y votan las prioridades del gasto, eligiendo delegados
para el Consejo del Presupuesto Participat ivo y otros com ités t emá-
ticos. Cada uno de estos comités elige luego representantes para el
Consejo del Presupuesto Participativo, en el que también intervienen
los sindicatos, las asociaciones de vecinos y el gobierno. En ju lio y
agosto, expertos municipales y delegados de las asambleas co laboran
para convertir las demandas en proyect os. De septiembre a diciembre
·los delegados se reúnen y preparan una Propuesta Genera l sobre el .·
Presupue.sto y un borrador del Plan de Inversión que será di scutido
con el Ayuntam iento y finalmente aprobado (Allegretti 2003: 11 6-17).
El procedimiento decisorio presupone tanto democracia directa como
delegada, con delegación por mandato en los foros vecinales. La elec-
ción de los delegados estimula la participación, siendo su número pro-
porcional al de la gente que toma parte en las asambleas (un de legado
por cada diez participantes). También exi ste una delegación de poder
hacia las instituciones representativas, tanto hacia el ayuntamiento
como hacia los comités te máticos del presupuesto participativo (de
transporte, seguridad social, cultura, educación y ocio, desarrol lo eco- ·
nómico y desarrollo urbano).
;;::~~i~Yi(~·~·J.:~~.-~ ... A través de un proceso de prueba y error; el presupuesto parti-
.-,:.~
Colección DEBATE SOCIAL cipati vo ha ido adquiriendo ..una compleja estructura con dos metas
diferentes pero complementarias: ,may'o r igualdad socia l, pero tam-
bién mayor participació n.. la- iniciativa se centra eo la reducc i,ó n de
286 LOS MOVIMIEN TOS SOCIALES 287 DONATE LLA DELLA PORTA Y MARIO DI ANI
En lo que sigue utilizaremo~ los experimentos democráticos de Porto Alegre recursos materiales que aseguran la supervivencia organizativa conduce inexo-
para ilustrar el potencial y las limitaciones de la investigación sobre los resultados rablemente hacia las elites, que se muestran felices de ofrecerlos precisamente
de los movimientos sociales; un análisis que es parte integral del estudio de los porque saben que servirán para reducir el potencial de la amenaza al orden social
movimientos sociales como agentes d~ cambió social. Movimientos diferentes han que representan sus miembros, entonces más débiles. Sin embargo, se ha subra-
triunfado de manera diferente, y la discusión sobre qué determina los resultados yado que ningún elemento estratégico puede evaluarse .por separado y sin tener
obtenidos ha ocupado un lugar central en el debate acerca de los movimientos en cuenta las condiciones en las que operan los movimientos sociales (Burstein et
sociales. Algunas de sus características se han citado a menudo como especial- al. 1995) y la presencia de aliados u oponentes en el poder (Cress y Snow 2000).
mente influyentes en este sentido. En general, la investigación se ha centrado en De hecho, la identificación de una "estrategia hacia el éxito" representa una
cuestiones como: ¿son los movimientos que abogan por un cambio radical más ardua tarea tanto para los activistas como para los investigadores. El Foro Social
exitosos que los que proponen un cambio moderado, o viceversa?; ¿funciona la Mundial de Porto Alegre es un ejemplo de debate sobre la articulación de deman-
violencia?; la organización centralizada y burocratizada, ¿ayuda o limita a los das generales por "otro mundo posible" en propuestas de reformas específicas,
movimientos sociales? y sobre el grado de compromiso aceptable. La gama de modelos organiza tivos
En primer lugar consideraremos las dificultades que afrorltan los movimien- adoptados (y defendidos) abarca desde asociaciones fuertemente estructuradas
tos (y los analistas) en la identificación de estrategias exitosas (9.1). Después trata- (co~o ATTAC) a grupos de afinidad informales, pasando por diversos· casos de
remos los cambios en las políticas (9.2) y en la política (9.3). La sección 9.4 tendrá alianzas transnacionales (como Via Campesina, una red de grupos de protesta de
en cuenta los intentos específicos de (algunos) movimientos sociales por cambiar campesinos procedentes de cincuenta países). El movimiento se caracteriza por
el concepto ele democracia y discutirá las interacciones entre la teoría normativa el uso de estrategias no-violentas, pero el recurso a formas específicas de protesta
de democracia y la protesta. Finalmente, las interacciones reales entre los movi- como desmantelar restaurantes de McDoriald's, la gestión de las tierras ocupa-
mientos sociales y los grandes procesos de democratización se discutirán en la das por Sem Terra y la democracia local practicada por los Zapatistas en Sierra
sección 9.5. Lacandona son cuestiones muy discutidas. Los' mismos procedimientos de toma
de decisiones del FSM han sido criticados, acusados de primar la efeCtividad
9.1. LAS ESTRATEGIAS DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES sobre la igual~ad y la transparencia.
Y SUS EFECTOS La atribución del mérito de un éxito importante se topa igualmente con una
serie de obstáculos (Tarrow 1994; Rucht 1992; Giugni 1997; Diani 1997; McVeigh,
En uno de los primeros y más influyentes trabajos sobre los efectos de las estrate- Welch y Bjarnason 2003). Uno de los problemas principales es bien conocido por
gias adoptadas por los movimientos sociales, William Gamson (1990) vio en una los científicos sociales: el hecho de que un conjunto de variables se relacionen
e,strategia minimalista ("pensar pequeño"), la acción directa y una organización unas con otras de manera tan estrecha que haga imposible discernir la causa
¿entralizada y burocrática los factores que contribuían al éxito. No obstante, a.1- del efecto. Por ejemplo, la urbanización y la industrialización han facilitado la
gunos investigadores de la acción colectiva han mostrado discrepancias. Como ya organización al intensificar los contactos físicos . Han debilitado determinadas
se ha señalado respecto a las formas de acción, la violencia parece ser una elección fuentes de socialización y solidaridad y favorecido otras (para una visión general,
estratégica prometedora en determinados momentos históricos . Por otro lado, el véase Sztompka 1993; también el capítulo 2), El acceso a una mejor educación
propio Gamson (1990) admitió que unos objetivos amplios refuerzan la solidá- aumenta la conciencia sobre los motivos de las reivindicaciones y hace que la
ridad interna y favorecen la creación de alianzas . .Por último, se ha señalado que defensa que uno hace de. sus intereses par~zca legítima. Un sístema de comuni-
cuando las organizaciones se burocratizan -también las de los movimientos caciones cada vez más efectivo difunde la información sobre movilizaciones de
sociales- el .deseo de supervivencia organizativa tiende a prevalecer por encima masas a todo el mundo. Los movimientos nacen en el curso de estas transforma-
de las metas colectivas. Según Francis.Fox Piven y Richard Cloward (1977: xxi- ciones y contribuyen a su desarrollo. Ejemplos de globalización socioeconómica,
xxii), el esfuerzo invertido en la construcción de organizaciones no es sólo fútil cultural y política son al mismo tiempo el producto de reacciones a movimientos
sino también dañino: "procurando hacer lo que no pueden, los organizadores anteriores y la a,daptación a la presión eje~cida por otros contemporáneos, que
fracasan en hacer lo que pueden. Durante los breves periodos en los que la in- aportan recursos y restricc;:iones a la protesta.
dignación prende en la gente, preparados para desafiar a las autoridades a las En tercer lugar, la presencia de múltiples actores dificulta todavía más el he-
que normalmente se someten [... ] por lo general, los que se autoproclaman líde- cho de atribuir el éxito o el fracaso a una estrategia en particular (Diani 1997).
res desaprovechan el momentum de la protesta del pueblo." La búsqueda de los Los movimientos sociales so~ actores complejos compuestos de muchas organi-
288 LOS MOVIMIENTOS SOCIALES 289 DONATELLA DELLA PORTA Y MARIO DIANI
zaci~ne.s siguien~o estrategias profundamente diferentes. Por ejemplo, algunos a menudo el éxito en la primera fase de la movilización, lo que por otra parte
mo~1m1entos reo entes se conducen m ediante campañas en las que diversas or- desencadena intereses contrapuestos y, con frecuencia, una reacción en la opinión
gam.zac1ones aportan el repertorio en el que son más hábiles: ONG ecologistas pública. Así, aunque muchas de las cuestiones planteadas por los movim ientos
pres10nand0 m ed iante lobbying a OGI, sindicatos llamando a la huelga contra sociales (la paz, la defensa de la naturaleza, las m ejoras en el sistema educativo,
los acuerdos de libre comercjo, los campesinos brasileños Sem Terra ocupando la igualdad) cuenten con un amplio consenso, la movilización puede derivar en
tierras sm usar y los hackers saturando páginas web de corporaciones. En este la polari zación de la opinión pública. Normalmente se produce un aumento del
sentido resulta difícil discernir la contribución específica de cada grupo al resul- apoyo al movimien to, pero muy a m enudo también de la oposición al mismo.
tado final. . Además, como se señaló en el capítulo anterior, el. éxito de un movimiento en
. Más importante aún: los movimientos nunca son los únicos actores que inter- determinadas reivindicaciones conlleva con· frecuencia la creación .de contra-
v1e~:n en una cuestión determinada. Lo hacen más bien en alianza con los partidos movimientos. Por ejemplo, el desarrollo del neoliberalismo se ha explicado, en
pohticos y, a menudo, también con las agencias públicas. Por ejemplo, las políticas cuanto ideología de la clase capitalista, como reacción a las victorias alcanzadas
adoptadas por otros actores. políticos y sociales son importantes a la·hora de expli- por el movimiento obrero en términos de derechos sociales (Sklair 1995).
car.el.desarrollo de la experiencia participativa en Porto Alegre, donde el partido Los problemas arriba perfilados dificultan la evaluación de la efectividad de
socialista en el 'g obierno invirtió una serie de recursos simbólicos y m ateriales e~ las estrategias de los movimientos sociales, especialmente si comparamos mo-
el proyecto. Por lo tanto, "el resultado de la negociación no es el resultado de las vimientos y países diferentes. Como es natural, también se da el problema de
características de una de las partes sino más bien de la función de los recursos relati- ~tribuir resultados particulares a actores m ás institucionalizados, como los par-
v~s de cada uno, sus relaciones con terceros y otros faetores del entorno" (Burstein, tidos políticos o los g~upos de presión. 1 A ello se suman factores específicos de
Emwohner Y Hollander 1995: 280). Como se dijo en el capítulo 8, los resultados los movimientos sociales, como su distancia respecto a las palancas ·de poder, la
obten'.dos por los movimientos sociales (o su falta de resultados) suelen explicarse definición heterogénea de sus objetivos y su inestabilidad organizativa. Por todo
a p~rt!r de las condiciones ambientales, en especial la apertura del sistema de opor- lo cual; en lo que sigue, trataremos no tanto de identificar estrategias exitosas
tumdades políticas y la disponibilidad de alia9os. Aun así, es difícil identificar qué como de considerar algunas de las consecuencias de la interacción entre los mo-
actores de los much.os involucrados en un área política son responsables de una u vimientos sociales y su entorno.
otra reacción. Si, como se ha sugerido más arriba, los ciclos de protesta se caracteri-
zan por un gran número de interacciones, los resultados serán el efecto de ese vasto 9.2. CAMBIOS EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
c,o~glom~rado. J?e este modo, siempre resulta difícil saber si una determinada po-
,_ Una primera áreá en la que medir los efectos producidos por los movimientos
ht1ca hubiera salido adelante con otros actores institucionales.
En cuarto lugar, las dificultades planteadas por una pluralidad de actores se sociales es la de las políticas reales, como bien ilustra el ejemplo que abre este
suman a las de reconstruir las dinámicas cáusales que subyacen a determinadas de- capítulo. Los movimientos sociales se forman normalmente para expresar la in-
cisiones públicas. Por un lado, los acontecimientos se entrelazan de tal m anera que satisfacción con una política en una determinada área. Los grupos ecologistas
es difícil decir qué vino primero, sobre todo en momentos de mucha movilización. han pedido la intervención para pro.teger el m ed ioambiente, los pacifistas se han
Por el otro, los movimientos 'sociales demandan cambios a largo plazo pero el ciclo opuesto a la cultura de la guerra, los estudiantes han criticado el autoritarismo y
de protesta anima reformas "incrementales" inmediatas. Cuando los movimien- la selectividad del sistema educativo, el. movimiento feminista ha combatido la
tos sociales colocan determinadas cuestiones en la agenda política es algo que "no discriminación de las mujeres y los foros sociales mundiales han criticado la glo-
ocurre directamente, ni siquiera de forma lineal. D e hecho, como sus ideas se vul- balización neoliberal. Aunque se suele diferenciar entre movimientos políticos y
garizan y domestic_an, los [que ,f ueron movimientos] madrugadores en el ciclo de culturales .'.._los primeros ti enen una lógica más instrumental; los segundos, m ás
protesta desaparecen a menudo de la escena. Una parte de su mensaje se destila en simbólica- todos tienden a colocar reiv indicaciones en el s i~ tem a político.
marcos comunes de cultura pública o privada, y el resto se pierde" (Tarrow 1994: Una demanda particular se transforma frecuentemente en no-negociable,
185). D ar pasos hacia adelante y haeia atrás es propio de esta evolución: momentos sentand o con ello las bases para la identidad del movimiento. Por ejemplo, en
en los que las políticas públicas se aproximan a las reivindicaciones planteadas por muchos países, el m ovimiento feminista se ha construido alrededor del derech9
los movimientos sociales y otros en los que la situáción se deterior; .
Un problema adicional es el derivad.o de la disyuntiva de juzgar los resul- 1. Los mismos problemas observad os aquí en el caso de los movimientos sociales se
tados de la protesta a corto o largo plazo. Los movimientos sociales alcanzan plantean al hablar de l "éxito " alcanzado por un. sindicato o un partido social ista en el
gobierno.
290 LOS MOVIMIENTOS SOCIALES 291 DONATELLA DELLA PORTA Y MARIO DIANI
no~negociable de las mujeres a "elegir" en lo referente al parto. La paralización de
proceso de toma de decisiones: el surgimiento .de nuevas cuestiones, la r edacción
la m~ta~ación de _misiles nucleares de la OTAN desempeñó un papel similar en el
y aplicación de nuevas leyes, y el análisis de los efectos de las políticas públicas en
mov1m1ento paofista: En el primer caso la movilización fue proactiva, persiguien-
el alivio de las condiciones de los movilizados. D entro del sistema político se pue-
do algo nuevo: el derecho al aborto libre; en el segundo fue reactiva, buscando el
den distinguir cinco niveles de receptividad de las reivindicaciones colectivas:
bloqueo de una decisión (la instalación de misiles Cruise) que ya había sido toma-
da. ATTAC, una de las orga'nizaciones fundacionales del FSM de Porto Alegre
surgió alrededor de reivindicaciones por un impuesto a las transacciones transna~
La noción de "receptividad de acceso" indica hasta qué punto las autorida-
des están dispuestas a escuchar las preocupaciones del grupo[... ] Si la rei-
cionales. Presente también en Porto Alegre, la campaña para la condonación de la
vindicación[...] se convierte en un tema a tratar y se incluye en la agenda del
deuda pedía la anulación total de la deuda externa de los países pobres. En todos
sistema político, asistimos a un segundo tipo de receptividad que podemos
los casos se pidieron cambios considerables en políticas públicas. Lo característico
denominar "receptividad de agenda" [... ] Si la propuesta [...] se convierte
de esto_s objetivos no-negociables es su papel en la definición que los movimien-
en ley se alcanza un tercer tipo de receptividad; la noción de "receptividad
tos sociales dan de sí mismos y del mundo exterior (Pizzorno 1978). Demandas
política" indica el g rado en que los que están en el sistema político adoptan
con un valor simbólico muy alto, como la Enmienda de l'gualdad de Derechos
una legislación o política congruente con las reivindicaciones manifestadas
en el caso del movimiento feminista norteamericano, mantienen su centralidad
por los grupos de protesta [...] Si se toman medidas para asegurar que la
'.ncluso cu~ndo su efectividad potencial es cuestionable (Mansbridge 1986). La
legislación se aplique adecuadamente, entonces se alcanza un cuarto tipo:
1mportanc1a de estos objetivos no-negociable se confirma por el hecho de que,
la "receptividad de rendimiento" [...] Únicamente en los casos en los que
aunque los act1v1stas se abran a la negociación de otras demandas, las victorias
se mitiga la queja subyacente se alcanza un quinto tipo de receptividad: la
parciales_ en este tipo cuestiones, como el derecho de una mujer a interrumpir
"receptividad de impacto" (Schumaker 1975: 494-5).
voluntanamente el embarazo, se consideren derrotas. La campaña Jubilee 2000
se ha visto como un "éxito relativo, estratégicamente desafiante y políticamente
La investigación en los movimientos sociales se ha centrado en la producción
com~lejo" que. ha:"presionado eficazmente a los gobiernos acreedores para hacer
de leyes. Como una reciente revisión de la literatura ha señalado, la m ayoría de
mov1m1entos s1gmficativos hacia la cancelación de deudas impagables en el Tercer
los "estucfios se centra en la receptividad política, algunos menos en la de acceso y
Mundo" y "centrado el escrutinio público' sobre la política macroeconómica oficial
muy pocos en las de agenda política, rendimiento, impacto en políticas o cambio
en una manera sin precedentes" (Collins, Gariyo y Burdon 2001: 135). Sin embar-
estructural" (Burstein et al. 1995: 285). Una vez identificadas una serie de áreas
go, muchos de los activistas involucrados han mostrado su insatisfacción con las
donde intervienen los movimientos, análisis cuantitativos y cualitativos han tra-
respuestas que las instituciones han dado a sus demandas.
tado de medir la respuesta dadá por los parlamentos y los gobiernos. Volviendo
Las demandas no-negociables son muy importantes en la construcción de
al ejemplo del movimiento por los derechos humanos, se han redactado normas
las identidades colectivas, pero los movimientos sociales raramente se limitan
transnacionales para la protección de los pueblos indígenas, contra la tortura y
a ellas. En el caso del movimiento por una justicia global, la m eta general de
la libertad democrática (Risse y Sikkink 1999). Dichas normas empujan hacia la
"construir otro mundo posible" se ha articulado en peticiones específicas que
democratización, dando a los movimientos nacionales dentro de países autorita-
van desde la oposición a la privatización de servicios y bienes públicos (i.e., la
rios resonancia en los foros supranacionales (Keck y Sikkink 1998).
c~mpaña para un acceso gratuito al agua) hasta los derechos de los gobiernos na-
Por lo tanto, parece acertado empezar el análisis de los efectos concretos de
c10nales para organizar la producción a bajo coste de los medicamentos en casos
los movimientos sociales atendiendo a la producción de legislación, lo que, en
de emergencia; de fa oposición a proyectos específicos de construcción de presas
cualquier caso, no es suficien te. Como se ha señalado a la hora de discutir los
a una reforma democrática de las Naciones Unidas. Mediante la cooperación en
movimientos sociales y la estructura de oportunidades políticas, estados diferen-
campañas globales de protesta, las asociaciones ecologistas recalcan la falta de
tes tienen capacidades diferentes para implementar la legislación, y es precisa-
sostenibilidad medioambiental del capitalismo neoliberal, los sindicatos lo hacen
mente m ediante dicha implementación como se obtienen ganancias concretas.
con las consecuencias negativas del libre comercio sobre los dérechos laborales
Incluso las normas transnacionales más relevantes recogidas en acuerdos interna-
Ylos niveles de empleo, y los gr~pos feministas insisten en el sufrimiento de las
cionales necesitan leyes nacionales para promulgarse a nivel nacional. Como apun-
mujeres derivado de los recortes del estado de bienestar.
tan los acuerdos sobre la proliferación armamen tística y las minas terrestres, o el
Desde el punto de vista de las políticas públicas, los cambios impulsados por
Acuerdo de Kyoto para el control del cambio climático, las superpotencias (y an-
los movimientos sociales pueden evaluarse atendiendo a las distintas fases del
tes que nadie, Estados Unidos) rehúsan ·a menudo la firma o la implementación
296 LOS MOVIMIENTOS SOCIALES 297 DONAT ELLA DELLA PORTA Y MARIO DI ANI
persona1ae1a aamm1strac1ón púbhca que trabap en estas instituciones actúa de
mediador de las reivindicaciones de los movimientos a través de canales tanto
formale~ c?mo informales y, con frecuencia, se alía con los representantes de
l En particular, los activistas de los movimientos sociales mantienen contac~
tos directos con quienes toman las decisiones al formar parte de comunidades
los ~ov1m1entos para aumentar la cantidad de recursos disponibles en las áreas epistémicas compuestas por representantes de gobiernos, partidos y grupos de
polit1cas sobre las que ejercen su autoridad. Tienden a mantener un contacto interés de diferente tipo e ideología. Las ONG críticas con la globalización neoli-
frecuente con los representantes de los movimientos sociales involucrados en sus beral han recurrido a la presión tanto nacional como internacional, adquiriendo
áreas, en ~uchos casos con los movimientos desempeñando el papel de asesores y cultivando una pericia específica en la materia. Desde los grupos de derechos
y, en ocas10nes, desarrollan intereses comunes. La colaboración adopta diversas humanos hasta los· ecologistas, las redes de apoyo a una causa (advocacy networks)
f?r~as: desde la asesoría hasta la entrada en comités, o la delegación de poder formadas por activistas, burócratas de organizaciones internacionales y políti-
(zbz'd.: 86). cos de muchos países han obtenido beneficios sustanciales en áreas dispares, por
Las negociaciones informales han permitido que algunas organizaciones ejemplo, la prohibición de minas anti-persona, la descontaminación de desechos
gubernamentales internacionales coopten a asociaciones de los movimientos radioactiv9s y el establecimiento de tribunales internacionales para las violacio-
sociales, que acceden a colaborar a través de canales discretDs. De este modo, nes de los derechos humanos (Khagram, Riker y Sikkink 2002; Klotz 1995; Risse
las ONG han entrado a formar parte de la gobernanza mundial en calidad de y Sikkink 1999; Thomas 2001). Algunas ONG han destacado no sólo por crecer
actores, en ocasiones con papeles importantes, reconociéndose su participación en tamaño sino también por consolidar su influencia en diversas fases del proceso.
en el desarrollo e implementación de norma:s internacionales, como las de dere- de diseño de las políticas internacionales (Sikkink y Smith 2002; Boli 1999). Sus
chos humanos (Pagnucco 1996: 14). Como ha sido señalado recientemente "las activos incluyen una creciente credibilidad en la opinión pública, con la conse-
i~stit_uciones públicas internacionales están cambiando en respuesta a la pr~sión cuente disponibilidad de financiación privada,2 y su enraizamiento a nivel local.
e¡erc1da P?r los movimientos sociales, las ONG y los actores económicos, pero di- Su conocimiento específico en la materia, combinado con contactos útiles en la
cho cambio varía en función de la cultura institucional, la estructura el rol de la prensa, hacen que muchas ONG parezcan fuentes especialmente dignas de con-
1
ca~eza ejecutiva y la vulnerabilida~ respecto a la presió~ de la socied~d civil" (O' fianza. Gracias a que cuentan con personal profesional a su disposición, son ca-
Bnen, Goetz, Scholte y Williams 2000: 6). En fecha tan temprana como 1948 se paces de mantener un nivel justo de actividad incluso en los periodos e.n los que
creó en el seno de Naciones Unidas la Conferencia no-gubernamental de ONG
con grado de asesores (CONGOS), que en la década de 1990 alcanzó los 1.500 j el nivel de fa movilización de protesta es relativamente bajo. Su independencia
de los gobiernos, combinada con una reputación construida a partir de un sólido
trabajo a nivel local, permiten que algunas ONG desempeñen un papel impor-
miembros (Rucht 1996: 33). En la Unión Europea, se han mantenido intercam-
bios informales de información con diversos tipos de asociaciones, sobre todo por tante en la mediación de conflictos inter-étnicos (Friberg y Hettne 1998). Por
~.
parte del Parlamento, pero también de otros cuerpos (e.g., Marks y McAdam último, extienden el pluralismo dentro de las instituciones internacionales repre-
1999; Mazey y Richardson 1993; della Porta 2004b; Ruzza 2004; Lahusen 2004). sentando a grupos que de otra forma quedarían excluidos (Riddel-Dixon 1995)
A los movimientos sociales se les ha reconocido una contribución procesual in~ y colocando el foco de atención en los procesos transnacionales, contribuyendo a
cluso en el seno del Banco Mundial, en el sentido de haber pr.opiciado una ma- que el proceso de gobernanza sea más transparente (Schmidt y Take 1997).
yor _p~rticipación y el reclutamiento de cierta cantidad de personal progresista
{ Más importante aun, las llamadas arenas deliberativas han alcanzado un de-
(Chmboga 2001: 81). Además de un relativo reconocimiento institucional, las sarrollado significativo en las últimas dos décadas, especialmente a nivel local.
ONG especializadas en labores de asistencia han recibido fondos para progra- Dichas arenas se basan en el principio de participación de los "ciudadanos nor-
1 males y corrientes" en las arenas públicas de debate, autorizados para ello gracias
mas de desarrollo que ellas mismas han presentado o para unirse a proyectos pre-
se~t~dos por gobiernos nacionales o internacionales (O'Brien, Goetz Scholte y a la información y las reglas de la comunicación de calidad. En Europa, hay
Wrlhams 2000: 120). Muchas han participado en la gestión de fondos destinados 1 varios ejemplos: Jurados Ciudadanos en Reino Unido y España, Plannunzelle
a emergencias y la ayuda humanitaria, que constituyen más de las mitad de los en Alemania, Consensus Conference en Dinamarca, Conferencias de citoyens en
proyectos del Banco Mundial (Brecher, Costello y Smith 2000: 114).:Más impor- Francia, además de Agenda 21 y diversos experimentos de planificación ur-
tante aún, los movimientos sociales han participado en la construcción de institu- banística estratégica. Al nivel supranacional, las ONG han sido recon,ocidas
ciones de alcance internacional (en concreto, en derechos humanos y protección
med10amb1ental), haciendo uso .de un "poder suave" en forma de conocimiento 1 2. Sólo un ejemplo, en el año 2000, Amnistía Internacional -que a menudo se suma a
e información (Smith 2004: 317). 1 las protestas antiglobalización- püdo contar con el apoyo, financiación incluida, de más
300 LOS MOVIMIEN TOS SOC IA LES 301 DONATELLA DE.LLA PORTA Y MARIO DIANI
ius pruu1em~s y se cerro Ja agenaa L···J :::>u propia creacrón md1ca que Ja praxis
normal del sistema d e toma de decisiones políticas era insuficiente y que, por tan-
to, se precisaban expertos de las instituciones científicas" (Willelms et al. 1993).
Aunque los movimientos sociales no siempre han estado en el lado vencedor
¡¡ representantes que sólo pueden ser controlados en el momento de las elecciones
y luego tienen plena autoridad para decidir en el tiempo que media hpsta las si-
guientes. Además, los movimientos sociales, como portadores de una concepción
de los referéndums, han contribuido a colocar nuevos temas en la agenda pú- neo-comunitarista de democracia, critican el modelo democrático "organizado"
blica Y a fomentar la simpatía del público hacia nuevos actores. La habilidad basado en la mediación de los partidos políticos de masas y en la estructuración
para transformar las reglas del.juego político es una precondición para influir de intereses "fuertes". Buscan trasladar la toma de decisiones hacia emplaza-
en las políticas públicas. En otras palabras, las victorias procesales preceden (al mientos más transparentes y controlables. En su concepción de la democracia, la
menos en parte) y son indispensables para alcanzar el éxito a un nivel más pro- propia población (que se interesa de manera natural en la política) debe asumir
fundo (Rochon y Mazmanian 1993). Ampliar la participación de los ciudadanos la responsabilidad directa de la intervención en el proceso de toma de decisiones
en el ?iseño de las políticas -en forma de auditorías, jurados populares, etc.- políticas.
contnbuye a menudo a resolver los problemas planteados por la oposición local Sin lugar a dudas, la idea de democracia desarrollada por los movimientos
al uso .no deseado de la tierra (LULU, siglas del inglés locally ur.wanted land use) sociales desde los años sesenta del siglo pasadb bebe de fuentes parcialmente di-
(Bobb10 YZeppetella 1999; Sintomer 2001). Como se ha mencionado más arriba ferentes de las de la democracia representativa. Según el modelo de democracia
el énfasis ?articipativo en la buena gobernanza y la confianza en la educación po~ representativa, los ciudadanos eligen a sus representantes y ejercen e.l control
pular (Ba10cch1 2001) parecen haber producido resultados positivos con respecto mediante la amenaza de no ser re-elegidos en los siguientes comicios. La demo-
al poder atribuido a los ciudadanos y la mejora de su calidad de vida. cracia directa defendida por los movimientos sociales rechaza el principio de de-
legación, un instrumento de poder oligárquico, y propone que los representantes
9.4. LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA TEORÍA DEMOCRÁTICA puedan ser destituidos en todo momento. En la democracia representativa, la
delegación es, ad~más, general, con representantes que deciden sobre un con-
· Dej,and_o a _l!n lado los res~ltado~ obtenidos en reivindicaciones particulares, de- junto de materias en nombre de los ciudadanos, mientras que en un sistema de
bena anad1rse que la proliferación de nuevas arenas políticas ha contribuido a democracia directa la delegación se refiere únicamente a cuestiones particulares.
la re~liz.ación de lo que se _h a considerado uno de los objetivos principales; si.no Mientras qw~ la primera prevé la creación de un cuerpo especializado de repre_:--
el pnncrpal, de muchos movimientos sociales (aunque no de todos· véase más sentantes, la segunda apuesta por la renovación continua. La primera se basa en
abajo): el desarrollo de un nuevo concepto de democracia. De hecho,'se ha dicho la igualdad formal (una persona, un voto); la segunda es participativa y en ella se
que los movimientos sociales no se limitan al desarrollo de canales especiales de reconoce el derecho a decidir únicamente a los que demuestran su compromiso a
acceso para su propio disfrute sino que, de forma más o menos explícita, plantean la causa pública. Mientras que la democracia representativa suele ser burocrática,
una crítica sustancial a la política convencional, trasladando con ello el foco de con la toma de decisiones concentrada en el escalafón más alto, la democracia
s~s esfuerzos ?e .la polític~ a la meta-política (Offe 1985). Desde este punto de · directa aboga por la descentralización y una toma de decisiones lo más cerca
v1sta, los mov1m1entos sociales afirn1an la legitimidad (aunque no la primacía) posible de la vida de la gente.
de alternativas a la democracia parlamentaria, criticando tanto '1a democracia El movimiento por una justicia global critica el funcionamiento de las demo-
liberal como la "democracia organizada" de los partidos políticos: "Los intereses cracias avanzadas, en particular, el funcionamiento oligárquico de los partidos
Y la lucha de los movimientos sociales libertarios de izquierdas invocan así un políticos, las implicaciones excluyentes de la ley de la mayoría, la monopoliza-
antiguo elemento de la teoría democrática que clama por una organización del ción de las esferas públicas de comunicación y la exclusión de la práctica de-
proceso colectivo de toma de decisiones que se ha descrito de diferentes maneras mocrática de grupos y temas marginados. Los procesos de toma de decisiones
como clásica, populista, comunitarjsta, fuerte, de base o democracia directa en públicas son poco transparentes y apenas se publicitan; la extrema simplificación
contra de una práctica democrática propia de las democracias contemporáneas de los mensajes políticos inducida por el formato de los medios de comunicación
etiquetada de realista, liberal, elitista, republicana o democracia representativa" de masas es asimismo criticada debido a sus implicaciones para la conciencia
(Kitschelt 1993: 15). política de la ciudadanía. Sin embargo, las organizaciones de los movimientos no
1?e acuerdo con esta interpretación, los movimientos sociales reivindican que aspiran, por lo general, a la abolición de los partidos políticos ni persiguen fundar
un sistema de democracia direct;i. es un sistema más cercano a los intereses de otros nuevos. Piden la democratización de la vieja política, las instituciones, los
la población que la democracia liberal basada e~ la delegación de poder a unos partidos y sindicatos, y proponen ·la co.nstitución de esferas públicas alternativas
y abiertas donde poder desarrollar, analizar y comparar posiciones diferentes
308 LOS MOVIMIEN TOS SOCIALES 309 DONATELLA DELLA PORTA Y MARIO DIANI
politics) están cada día más estigmatizadas como no-civ ilizadas entre la opm1ón
Podemos estar de acuerdo en que los rpovimientos sociales contribuyen a la de- pública; y perseguidas por la policía. . .
mocratización sólo en determinadas condiciones. En realidad, sólo los movimientos _] En un tono más optimista queremos subrayar el cambio sufndo por una con-
que demandan explícitamente una m ayor igualdad y la protección de las minorías dición considerada !imitadora del potencial de los movimientos sociales, al me-
1
promueven el desarrollo democrático. D e hecho, si nos atenemos al proceso de de- nos en lo tocante a la acción instrumental: las estructuras organizativas débiles.
mocratización podemos observar que la movilización colectiva ha contribuido con D e hech; 1 la movilización parece ser un recurso que se reabastece con el uso. Los
frecuencia a crear las condiciones para la desestabilización de regímenes autorita- análisis de la evolución de los movimientos libertarios de izquierdas han llegado
rios, pero también puede llevar a la intensificación de la represión o al colapso de a la conclusión de que movimientos diferentes evolucion aron en una dirección
regímenes democráticos débiles, especialmente cuando los movimientos sociales no similar desde la formación de una identidad colectiva hasta su utilización en el
comulgan con concepciones democráticas. El movimiento obrero, el estudiantil y el sistem~ político (véase por ejemplo della Porta 1996a). Nuevas o~ganizaciones
étnico propiciaron una crisis en el régim en franquista en los años sesenta y setenta, surgieron durante el proceso y sobrevivieron en ocasiones al dechv.~ de la n:o-
¡;.; mientras que el movimiento obrero, el movimiento campesino y los contra-movi- vilizaciém. Mientras que grupos de interés público explotan la ocaswn ofrecida
i. mientos fascistas contribuyeron.al fracaso del proceso de de"inocratización italiano por la creación de nuevos canales de acceso, pequeños ~úcleos contracu!turales se
en los años veinte y treinta del siglo xx (Tarrow 1995). ' mantienen vivos y reelaboran los valores del movimiento dentro de una est~uctu
Sin embargo, los movimientos sociales suelen movilizarse abiertamente a fa- ra de redes. Este proceso tiene efectos importantes en los movimientos SOC!ales ..
vor de la democracia. L os movimientos forman alianzas transnacionales para La mayoría de los movimientos sociales sobreviven al declive de la movi -
derrocar regímenes autoritarios. En Latinoamérica y Europa del Este pidieron lización oscilando entre periodos de visibilidad y latencia (Melucci 1989: 70-3)
.la democratización, aunque baj o formas dispares, provocando d colapso final en el seno de una familia m ás amplia formada también por las. infraestructuras
de gobiernos autoritarios n eo-fascistas y socialistas. Investigaciones en distintas organizativas y por. <ti potencial de movilización que los pro?ios movimie~tos
regiones han señalado cómo entre los primeros pasos hacia la democratización se ayudan a increm entar. La "fuerza" de las identidades colectivas puede vanar:
incluyen la desmovili zación de la sociedad civil y, tras la apertura de las oportu- algunas son más potentes (el movimiento de mujeres) y otras ~á: débiles (el ~o
nidades institucionales, una institucionalización ulterior de los actores políticos. vimiento juv~ il), algunas son relativamente visibles.(el mov1m1ento ec~l~g1sta)
En procesos recientes de democratizaóón, el acceso a fondos públicos y pri.vados y otras menos (el movimiento pacifista), algunas so.n m ás políticas (mov1m1entos
en el seno del tercer sector c~ntribuyó a una pronta institucionalización de las federalistas) y otras más culturales (punks y skinheads). Rara ve.z ocurre que un
organizaciones del.os movimientos (Flam 2001). Sin embargo, éste no parece ser movimiento desaparezca sin dejar traza cultural u organizativa alguna. Los mo-
el único destino de los movimientos en las fases de consolidación democrática vimientos tienden más bien a reproducirse en una especie de círculos virtuosos (o
(Hipsher 1998). Una tradición de movilización y el hecho de contar con mo- viciosos). Como ya se ha dicho, durante el ciclo de protesta, los movimientos m a-
vimientos independientes de los partidos políticos pueden facilitar el manteni- drugadores sirven de ejemplo para la activación de otros movimientos, ya sean
miento de niveles elevados·de protesta, como en los casos del movimiento de los . en apoyo, imitación u oposición. Algunos movimientos se separan de otro: en la
chabolistas en Chile (Hipsher 1998), el movimiento urbano en Brasil (Sandoval búsqueda de obj etivos relacionados pero m ás específicos en u~ ~fecto desptllover;
1998) o los movimientos ecologistas en Europa del Este (Flam 200 1). otros surgen de rupturas internas en calidad de spin-off (Whitu~r 2004: 5~4).
Aunque con rupturas e irregularidades, la democracia ha provocado menores Los recursos de los movimientos sociales aumentan en el tiempo y estos se
desigualdades y protegido frente a las intervenciones arbitrarias del poder (Tilly institucionalizan, construyen redes subculturales, crean canales de acceso a los
2004a: 127). ¿Podemos decir que, peleando por la democracia, los movimientos policy-makers y forman alianzas. La continuidad organizativa supone que las ex-
sociales han conseguido cambiar radicalmente la distribución del poder en la periencias de los movimientos "madrugadores" se convierten en recursos Ycons-.
sociedad ? Muchas señ ales nos disuaden de un optimismo que podría resultar treñimientos para los que vienen detrás (Tarrow 1994; McAdam 1995). Procesos
excesivo. La protesta se mueve en ciclos, y lo ganado en el cénit de la m oviliza- de imitación y diferenciación, de repetición for zosa y aprendizaj e, ocurren si-
ción se pierde en los periodos de laten cia. El movimiento obrero contribuyó a multáneamente. Los activistas heredan estructuras y modelos de sus predeceso-
la conquista de muchos derechos políticos y sociales pero el giro neoliberal de res. Sin emba rgo, aprenden al mismo tiempo de sus errores y buscan dar un paso
finales del siglo xx ha cuestionado el estado de bienestar, que pa'r ecía un objet!vo más allá. Cuanto mayor sea el éxito alcanzado por los madrugadores Y mayor
institucionalizado en los años setenta. Las desigualdades sociales están de nuevo la participación de ex-activistas en las movili zaciones siguientes, mayor será la
en aumento. Si bien se ve que la protesta va entrando cada vez más dentro de la continuidad con el pasado. ·
"política normal", algunas fo rmas de la política del enfrentamiento (contentious
9.6. RESUMEN