COMPLETOS EN CRISTO

A partir de la cruz- el hombre nació pleno- nació en altura, nació en

el tercer cielo, pero fue el judaísmo, el catolicismo, el budismo, el
mahometanismo, y el protestantismo han reducido a esperar, a
buscar y a realizar sicotécnicas de fe para alcanzar cosas
espirituales.
En plenitud no necesitamos procesos. No necesitamos a ningún rito
ni a ningún ritualista. No estamos en rudimentos. No necesitamos a
ninguna religión ni religiosa. Eso de evangélico, eso no es plenitud.
Los reyes no tenemos religión. Andamos con cero religiones, y
¿Cuánto es cero más cero? Cero.
En plenitud no esperas ser hecho, todo está hecho. No esperas a
Cristo, tienes a Cristo. No vas para el cielo, estás en el cielo. Nada
desconoces, todo lo conoces. Nada atormenta, todo es definido. No
es iglesismo, es reino de Dios. No es pastor, es instructor. No es
jerarquía, es unidad. No es liturgia es espiritualidad.
En plenitud no es acepción de personas, es la aceptación de a todas
las personas. No es condiciones, es amor sin condiciones. No son
ruedas sueltas, son radios pegados a la misma rueda de la unidad. No
son enramadas, es un solo reino en una misma ciudad.
En plenitud no hay vacíos, Cristo lo llena todo. No es Dios en
alguien, es Dios en todos.
¡Naciste en plenitud!, ahora ve a tu familia; ve a tu ciudad; ve a la
radio; ve a la televisión, ve al aire libre; ve a un recinto cerrado y ve
a las naciones y enséñales la gloria de esta palabra de
cumplimientos. Estamos en plenitud y eso significa que nos estamos
en el mejor de los momentos.