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La ley de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, 16.

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Análisis histórico

Tratándose de la contingencia accidentes del trabajo y enfermedades profesionales el primer


antecedente histórico legal lo encontramos en Chile en el año 1916, año en que se dictó la ley
3.170. Esta ley se inspira en la denominada teoría de la responsabilidad patronal o riesgo
profesional, que implicaba que el patrón, el empleador o la empresa era en definitiva la
responsable de los riesgos por los hechos mañosos que se produjeran al trabajador. El
fundamento de esta responsabilidad radica en que este empleador fue quien creó la órbita de
riesgo, y además por ser este empleador quien se beneficia fundamentalmente con el trabajo
de su trabajador, es por esta razón que el empleador debía responder no solo de los accidentes
profesionales, sino que también incluso expresamente en esa ley los accidentes que se
produjeran por culpa del trabajador o incluso por caso fortuito.

Lógicamente esta norma estaba llena de defectos y omisiones, y tal vez el principal defecto u
omisión era que no contemplaba o no cubría las denominadas enfermedades profesionales,
pero por otra parte esta misma norma establecía de manera taxativa un catálogo de actividades
susceptibles de ocasionar accidentes del trabajo, de tal forma que si el accidente se producía en
alguna actividad que no se encontrare dentro de este estado, lisa y llanamente la persona
quedaba sin protección.

Ya en el año 1924 se dicta la ley 4.055, esta ley amplió la cobertura a las enfermedades
profesionales señalando un catálogo mínimo de estas enfermedades, pero mantuvo esta ley
4.055 la denominada nómina de actividades riesgosas. Como bien sabemos nuestro primer texto
legal data recién del año 1931, y ese texto incorporó a su articulado la ley 4.055, pero tuvo como
novedad que eliminó el referido catálogo de actividades riesgosas, en consecuencia bastaba que
el trabajador sufriera un accidente con causa del trabajo para que la víctima quedara protegida.
Ahora bien, exceptuada expresamente los accidentes que se produjeran por caso fortuito, así
como también como aquellos que se produjeran dolosa o culpablemente por parte del propio
trabajador. Sin embargo, la gran falencia de la ley 4.055 y por cierto de nuestro código de 1931,
fue que no tenía o no contemplaba la obligación para el empleador de contratar un seguro que
en definitiva cubriera los riesgos profesionales, es por esta razón que en el año 1968 se dicta la
ley 16.744, ley absolutamente innovadora como señalamos, imitada por prácticamente todos
sus pares latinoamericanos e incluso por México, esta ley innovadora tiene las siguientes
características:

1- Crea un seguro obligatorio frente a riesgos profesionales. Esta exigencia o esta creación
implica que los empleadores quedan afectos a sus normas, confiriendo además a los
trabajadores de un derecho irrenunciable.
2- Como señalamos y cómo podemos advertir, esta ley es claramente una aplicación
manifiesta al principio de la universalidad subjetiva, ello desde que protege a todos los
sectores de la población.
3- No solamente es una aplicación manifiesta del principio anterior, sino que además es
una aplicación manifiesta del principio de la solidaridad, cuestión que se constata con
el régimen financiero de reparto que adopta, que en definitiva implica que el seguro se
financia con un fondo común al cual contribuyen todos los empleadores de una
mutualidad.
4- Es una aplicación manifiesta del principio de la integridad, ya que del análisis de sus
normas es posible advertir las 3 acciones propias de la seguridad social que son:
prevenir, curar y rehabilitar a través de prestaciones médicas sanitarias y económicas.
Personas protegidas

Los Arts. 2 y 3 de la ley 16.744 regula en esta materia y en definitiva establece que se encuentran
protegidas las siguientes personas:

1- Todo trabajador que por cuenta ajena ejecute labores manuales o intelectuales
cualquiera sea su naturaleza o la naturaleza de la empresa, institución o servicio para
el cual trabaje. En este sentido incluso se encuentran protegidos los trabajadores de
casa particular y los aprendices.
2- Se encuentran protegidos los funcionarios públicos de la administración del estado y
los funcionarios municipales. No rige lógicamente esta ley respecto del personal de las
fuerzas armadas de carabineros y de investigaciones, respecto del cual se aplica sus
leyes especiales.
3- Esta ley protege a los estudiantes que deban ejecutar trabajos que signifiquen una
fuerza de ingreso al respectivo establecimiento educacional.
4- También se aplica esta ley a los trabajadores independientes y también a los
trabajadores que se desempeñan en empresas familiares.
5- Se aplica también a los estudiantes de establecimientos públicos o particulares que
sufran accidentes con ocasión de sus estudios o de su práctica profesional.
Afiliación al sistema: De acuerdo al Art. 4 de la ley la afiliación es automática, salvo en los casos
en que el empleador del trabajador adhiera o contrate con una mutualidad, de acuerdo a esta
afiliación automática, tenemos que estarnos a las reglas de aplicación que ya estudiamos. Un
punto importante a considerar en esta materia es el relativo a la responsabilidad solidaria o
subsidiaria que tiene la empresa principal o mandante, según sea o no el derecho de
cumplimiento de información, subrogación consagrados en los Arts. 183 b, c y d del C.T,
en cuyos casos la empresa mandante o dueña de la obra tendrá una responsabilidad solidaria o
subsidiaria, sin embargo si el accidente es de aquellos denominados accidentes del trayecto o in
itinere la responsabilidad de la empresa mandante será siempre subsidiaria.

¿Cuáles son los riegos que cubre esta ley? Esta ley cubre básicamente dos riegos:

1- Los accidentes del trabajo.


2- Las enfermedades profesionales.
Los accidentes del trabajo:

De acuerdo al propio texto legal, se entiende por accidente del trabajo toda lesión que le
trabajador sufra con ocasión o con causa del trabajo y que le produzca incapacidad o muerte" y
además los ocurridos en el trayecto de ida y de regreso entre su hogar y el hogar de trabajo.

Consecuencia de esta definición implica que son 3 los elementos copulativos que deben de
concurrir para que estemos frente a un accidente del trabajo.
1. Exista una lesión.
2. Exista una relación causal u ocasional entre el trabajo y esa lesión.
3. Dicha lesión le provoque al trabajador la incapacidad o la muerte.

Importante de esta materia resulta destacar el segundo elementos ya señalado.


Ello en atención a que el accidente se produce con causa del trabajo cuando se produce de
manera inmediata y directa del mismo, es decir, en otras palabras cuando el accidente ocurre
dentro de las labores que ordinariamente desempeñe el trabajador o bien el lugar en que este
ordinariamente trabaja o que constituye sus trayectos.

Ejemplo; Si uno es jornal de la construcción se martilla el dedo y se lo revienta.

La ocasión en cambio, está constituida por aquellas circunstancias que acompañan a la


realización del hecho o lo favorecen, en cuyo caso no se requiere que el accidente sea imputable
al hecho del trabajo.

Ejemplo; Si se quema una ampolleta, la va a remplazar, se sube a una silla a arreglarla, se cae y
se golpea.

Respecto a los accidentes del trabajo la jurisprudencia ha determinado que para que estemos
frente a él es necesario que este se produzca en el trayecto racionalmente necesario y prudente
para que el trabajador concurra a su empresa desde su lugar de residencia y viceversa, salvo por
cierto caso fortuito o fuerza mayor.

Ejemplo; Vivo en la pampa y trabajo en Huanhuali, si sufro un accidente en dicha ruta al trabajo.

En consecuencia y de acuerdo a lo anterior son 3 los requisitos básicos que la ley ha exigido para
configurar un accidente de trayecto;
1. Racionalidad en el camino a seguir.
2. Camino normal o habitual.
3. El trayecto no tenga interrupciones, esto es, no exista un motivo mayor plausible para alterar
esa normalidad.

Enfermedades profesionales.
Enfermedad profesional es aquella causada de manera directa por el ejercicio de la profesión o
el trabajo que realice una persona y que produzca la incapacidad o la muerte.

La ley no ha sido en este punto suficientemente clara en cuanto a la determinación de las


enfermedades profesionales y en tal sentido ha sido la potestad reglamentaria mediante un
reenvió legal quien ha señalado de manera no taxativa un catálogo de enfermedades
profesionales, este catálogo además indica los agentes que eventualmente pueden producirla y
las incapacidades que genera, este catálogo por expresa disposición de la ley debe ser revisado
cada 3 años por la SUSESO la cual y previo informe tanto del ministerio de salud como del
ministerio del trabajo, específicamente a través de la subsecretaria de previsión social le
propondrá específicamente el ministerio del trabajo las modificaciones correspondientes, sin
perjuicio de todo lo anterior si una persona estima ser víctima de una enfermedad profesional
que no figura en el referido catalogo o listado la ley le da la posibilidad de acreditarla ante el
respectivo ente administrador , esta resolución que por parte dicte este ente u órgano gestor
será consultada ante la SUSESO la cual tendrá el plazo de 3 meses para decidir su incorporación
definitiva al listado previo informe por cierto del servicio de salud.

Prestaciones que otorga esta ley.


Esta ley otorga prestaciones básicamente de 2 tipos.
1. Prestaciones del tipo médico.
2. Prestaciones del tipo económica o pecuniaria.

Prestaciones médicas.
Estas se otorgan gratuitamente por parte del órgano administrador y el afiliado tiene derecho
desde la ocurrencia misma del accidente o del diagnóstico de la enfermedad y hasta la más
completa y absoluta curación de la víctima, son las siguientes:

1. Atención medica en sus facetas quirúrgicas y también dental.


2. Hospitalización del trabajador.
3. Medicamentos y productos farmacéuticos en general.
4. Prótesis, aparatos ortopédicos, así como también la reparación de las prótesis y de dichos
aparatos ortopédicos.
5. Todos los gastos, costos e insumos que implique la rehabilitación física y psicológica de dichos
accidentes o enfermedades.
6. Los gastos de traslados y demás gastos necesarios en que deba incurrir el trabajador para el
otorgamiento de estos beneficios.

Prestaciones económicas.
Básicamente lo que pretende es sustituir la pérdida o la disminución del ingreso del afectado y
para estos efectos la ley clasifica los accidentes y las enfermedades según sean los resultados
que estas produzcan.
De esta forma tenemos 4 tipos de resultados que pueden producir los accidentes del trabajo.
a) Incapacidad temporal.
b) Invalidez parcial.
c) Invalidez Total.
d) La muerte del afiliado.

a) Incapacidad temporal.
Se entiende por incapacidad temporal para efectos de esta ley, aquellos de naturaleza temporal
o transitoria que le permite al accidentado o enfermo su recuperación o reintegro normal a sus
funciones habituales de trabajo, frente a esta incapacidad laboral temporal el trabajador
accidentado o enfermo tiene derecho de cobrar un subsidio, que se le va a pagar por parte del
ente gestor respectivo durante todo el tiempo que dure su tratamiento, esto es, desde el día
mismo que se diagnosticó la enfermedad u ocurrió el accidente y durara hasta la curación del
afiliado o la declaración de invalidez en su caso, la duración máxima de este subsidio será de 52
semanas, prorrogables hasta otras 52 cuando sea necesario un mejor tratamiento de la víctima,
ahora bien si transcurrida las 52 o 104 semanas en su caso y la víctima no hubiere logrado su
rehabilitación cuestión que en definitiva se acredita con el respectivo certificado de alta médica
la ley lo presume legalmente un invalido, invalidez que por cierto será total o parcial
dependiendo de la pérdida o merma en su capacidad de ganancia.

Desde ya convengamos que estos subsidios son siempre imponibles, lo que en definitiva implica
que de su monto se deben de descontar por los entes gestores respectivos las cotizaciones
previsionales, por lo demás estos subsidios no se consideran renta para efectos tributarios, en
lo referente a su monto aplicamos las mismas reglas ya señaladas respecto del pago de la licencia
médica.

b) Invalidez parcial.
La ley considera invalido parcial a todo aquel trabajador que como consecuencia de un accidente
del trabajo o enfermedad profesional sufre una perdida en su capacidad de ganancia
"presumiblemente permanente" igual o superior a un 15% e inferior al 70%, además se
considera inválido parcial a todo aquel trabajador que habiendo sufrido un accidente sufre una
mutilación de importancia o una malformación notoria, no obstante ello no acarrea dicho
porcentaje.

c) Invalidez total.
La ley considera inválidos totales aquellos que con causa o con ocasión del trabajo sufren una
perdida presumible en su capacidad de ganancia igual o superior al 70%.

d) Accidentes del trabajo que producen la muerte.


Se origina a favor de sus beneficiarios, pensión de sobrevivencia, pensión que tiene los
siguientes beneficiarios.

1. El o la cónyuge sobreviviente, para estos efectos y más propiamente para determinar la


prestación económica que va a recibir hay que hacer un doble distingo.

a) El o la cónyuge es mayor de 45 años o bien invalida de cualquiera edad o bien cuando viva a
expensas del otro.
En todos estos casos el cónyuge sobreviviente tendrá derecho a una pensión vitalicia
equivalente al 50% de la pensión que le hubiera correspondido a ese trabajador si estuviese
recibiendo alguna o si bien al 50% de la pensión que le hubiere correspondido de ser invalido
total.
En segundo lugar y para el evento de tratarse de un cónyuge menor de 45 años que recibe una
pensión del mismo monto pero del carácter de temporal y solo por el plazo de 1 año
prorrogándose este plazo por todo el tiempo que ella tenga hijos a su cargo, hijos que deben ser
causantes de asignación familiar, ahora si en el plazo de 1 año o de sus prorrogas el cónyuge
cumple los 45 años, la pensión por ese solo hecho se transforma en vitalicia.

b) Madre de los hijos del trabajador, en este caso la madre debe de cumplir 3 requisitos.
1. La madre debe ser soltera o viuda.
2. Debe haber vivido a expensas del causante antes del fallecimiento.
3. El causante o víctima le debe haber reconocido los hijos antes del accidente o bien
diagnosticarse la enfermedad.
Cumpliendo estos 3 requisitos y para la determinación de la prestación pecuniaria debemos
hacer un doble distingo.
1. La madre era mayor de 45 años o inválida de cualquier edad por el hecho del accidente va a
recibir una pensión vitalicia del 30% de lo que estaba recibiendo la víctima o bien del 30% de la
pensión que estaba recibiendo si hubiera sido un inválido total.

2. La madre era menor de 45 años va a recibir la misma pensión pero con el carácter de temporal
por el lapso de 1 año, en cuyo caso se aplican las mismas normas vistas aplicables al cónyuge
menor.

3. Hijos del fallecido los cuales en la pensión de sobrevivencia deben ser menores de 18 años o
bien mayores de 18 pero menores de 24 años si se encuentran estudiando en enseñanza básica,
media o superior o bien de cualquier edad si este hijo ha sido declarado invalido.
Cada uno de estos hijos tiene una pensión equivalente al 20% de la pensión básica que percibía
el causante o del que le hubiera tocado percibir si hubiera sido invalido total.
4. Los padres del afiliado fallecido los cuales van a recurrir al subsidio cuando no exista ninguno
de los otros señalados anteriormente.

Responsabilidad de la empresa principal materia de accidentes del trabajo y enfermedades


profesionales.

En efecto y de conformidad a los art. 183 A, B y D del CT, incorporados a este cuerpo en virtud
de la ley 20.123, el asunto está en determinar en qué calidad responde la empresa principal o
empresa faltante respecto de los accidente o enfermedades profesionales que ocurran respecto
de los trabajadores de contratistas o subcontratistas, en efecto el tema es de sumo importante
no solo por la cada vez más creciente internalización o tercerización de los servicios en distintas
áreas o rubros económicos del país sino también porque además es de suma ocurrencia la
simulación laboral de empleador o empresa la cual solo tiene como norma protectora el art. 507
del CT.

Para entender correctamente esta responsabilidad tenemos que necesariamente indagar el


sentido y alcance del art. 384 del CT y esta norma dispone que es deber del empleador el
proteger eficazmente la vida, seguridad y salud de sus trabajadores debiendo para este
cometido adoptar todas las medidas necesarias para cumplir con ese fin, el tema así planteado
necesariamente importa una responsabilidad de parte de la empresa principal respecto de los
accidentes que se provoquen a los trabajadores de las empresas terceras contratistas o
subcontratistas, y en este caso solo cabria indagar acerca de la responsabilidad solidaria o
subsidiaria que tiene esa empresa principal o mandante sin embargo se nos complica porque
existe el art. 183 E del código y este articulo 183 E establece que la empresa mandante va a ser
responsable de las obligaciones laborales de dar que afecten a los trabajadores de su
contratistas o subcontratistas y lo cierto es que la adopción de las medidas de seguridad eficaces
son obligaciones de hacer, consecuencia de lo anterior es que el criterio jurisprudencial en un
comienzo fue absolutamente dispar en esta materia ya que por una parte existía esta norma del
art. 183 C pero por otra la aplicación de los principios laborales fundamentalmente el protector
o tutelar o de eficacia practica de los derechos, sin embargo en la actualidad el criterio se ha
uniformado y en tal sentido la empresa mandante responde solidariamente respecto de las
eventuales indemnizaciones a que tenga derecho el trabajador accidentado o enfermo.

Seguro de cesantía

El seguro de cesantía en términos generales, protege el riesgo o contingencia del desempleo y


su marco jurídico y regulatorio es la ley 19.728 del 2002 ley que regula este instrumento esta ley
tiene por finalidad el proteger o proporcionar beneficios monetarios a todos los trabajadores
afiliados en caso que ellos pierdan su fuente laboral.

Este seguro de cesantía opera mediante una combinación de cuentas individuales de cesantía
bajo el modelo solidario del DL 3500 y además un fondo solidario de aportación estatal y
empresarial por su parte y a diferencia de los beneficios que establece el DL 3500 este seguro
de cesantía es complementario al resto de los demás beneficios sociales o de otro carácter a que
tenga derecho una persona.

El sistema en términos generales protege o cubre la contingencia de cesantía cualquiera sea la


causa que lo origen esto es si la cesantía se provoca de manera voluntaria como podría ser de
mutuo acuerdo o renuncia o bien involuntaria como opera respecto de todas las causales de
despido en cuanto a su cobertura se excluye todos los trabajadores del sector público, los
trabajadores de casa particular, los aprendices o personal sujeto al contrato de aprendizaje, los
trabajadores menores de 18 años y también los pensionados que sigan trabajando.

¿Cómo funciona este seguro?

Para que empiece a funcionar este seguro el trabajador tiene que quedar cesante, ya sea por
causa voluntaria o involuntaria, si el trabajador queda cesante va a tener derecho a este seguro
siempre y cuando tenga a lo menos acreditada en su cuenta individual por cesantía 12 o más
cotizaciones de forma continua o discontinua, en tal caso el seguro va operar de manera
decreciente esto es de mayor a menor recibiendo a ese trabajador cesante una renta
equivalente al 50% de sus remuneraciones hacia abajo.

En el evento que el trabajador en su cuenta tenga un monto insuficiente para poder financiar
ese saldo completo por los 5 meses, él tiene derecho a poder acceder al denominado “fondo
solidario” el cual implica o asegura a todo trabajador en la actualidad un monto de a lo menos
125.000 el primer mes y culminando con 75.000 al quinto mes. En todo caso a este fondo
solidario solo va a poder acceder cuando el monto ahorrado sea insuficiente para alcanzar las
cifras antes señaladas.

Al igual que como opera el sistema de pensiones, el trabajador es dueño de esa cuenta de
cesantía y en esa cuenta de cesantía se realiza los siguientes aportes:

1) Aporte individual de los trabajadores: Correspondiente al 0,6% de sus remuneraciones


imponibles con tope de 90 UF.
2) Aporte del empleador que asciende al 2.4% del ingreso imponible: Porcentaje que a su
vez se subdivide en 2 partes:
a) Un 1.6% de la remuneración imponible del trabajador y de la cuenta individual por
cesantía de este,
b) y el 0.8% restante se destinara al fondo solidario.

3) Aporte fiscal: este aporte fiscal está destinado íntegramente a financiar el denominado
fondo solidario y el monto de este fondo solidario es designado anualmente por la ley
de presupuesto así por ejemplo respecto del año 2014 este monto asciende a poco más
de 900.000 UTM para el evento de que además el trabajador se encuentra afecto de
una incapacidad laboral transitoria esto es se encuentra haciendo uso de licencia
médica, la cotización perteneciente especifica el trabajador deberá ser retenida y
enterado por la AFC en la entidad que pague el subsidio o que pague la licencia
lógicamente que la parte del empleador tiene que pagarse siempre.
En lo referente al pago de estas cotizaciones por cesantía lo que ha perseguido o buscado
nuestro legislador es precisamente es que el empleador pague estas cotizaciones y es por esta
razón que el legislador contempla diversos organismos tendientes asegurar el cumplimiento de
cada obligación:

1.- Las cotizaciones tanto del empleador como del trabajador tienen que ser declaradas y
pagadas en la AFC por parte del empleador dentro de los 10 primeros días siguientes al periodo
en que se generaron dichas remuneraciones o subsidios, en el evento de pagarse atrasadas estas
se reajustaran según IPC más los correspondientes intereses penales. Lo anterior es sin perjuicio
de la aplicación de multa a beneficio fiscal por la propia AFC ascendiente por 1 UF por cada
trabajador afiliado cuyas cotizaciones no se declaren o bien se declaren incompleta o
erróneamente.

2.- Sin perjuicio de lo anterior, las AFC se encentran facultadas legalmente para cobrar de forma
ejecutiva las cotizaciones morosas y para este efecto va a servir como título ejecutivo la
resolución de la propia AFC que así lo declare.

3.- La empresa o empleador moroso en el pago del aporte por seguro de cesantía no se
encuentra habilitado para despedir válidamente al trabajador ya que si así lo hace incurre en la
sanción del art. 162 inc. 5 y siguientes del CT, esto es la sanción de la nulidad del despido, en
virtud del cual el despido que se produzca en estas circunstancias no tiene ningún valor mientras
no sea convalidado, esto es mientras no se altere en las arcas de los entes gestores respectivos
las cotizaciones morosas, lógicamente en este caso el despido no produce ningún efecto y ese
trabajador tiene el derecho no a que se le reintegre a sus funciones sino a que se le pague todo
lo que debió de hacer recibido durante el tiempo que estuvo legalmente separado y hasta que
se convalide el despido, esto que se paguen las cotizaciones morosas.

4.- La empresa morosa en el pago de estas cotizaciones se encuentra impedida de acceder a


cualquier recurso fiscal de fomento productivo y de capacitación.

Afiliación a este seguro

La incorporación de este seguro es o será obligatoria para todos estos trabajadores contratados
a contar del 1 de octubre del año 2002, fecha en la cual comenzó a surgir la ley y a operar este
sistema, para los contratados antes de esa fecha la incorporación es optativa igual opción tienen
los contratados después del 1 de octubre del 2002 y que ingresen a empresas y cuenten con un
sistema de protección establecido contractualmente y cuyos beneficios sean superiores a los
contemplados a los respectivos seguros. En todo caso en esta última opción el trabajador tiene
que comunicar su opción al empleador dentro de los 30 días siguientes a su ingreso a la empresa
de forma tal que si así no se hace se entiende que se opta al sistema normal u ordinario.

Abono a la indemnización por años de servicios

Los aportes que efectué los empleadores a los trabajadores que posteriormente sean despedido
exclusivamente por la causal de necesidades de la empresa consagrada en los artículos 161 del
código mas su rentabilidad y deduciendo los costos de administración del seguro se van a
considerar como un abono al monto a que ese trabajador le corresponda por concepto de
indemnización por año de servicio, por lo tanto, el empleador al momento de pagar esa suma
deberá o está facultado para hacer esta deducción de esa interpretación es un hecho indiscutible
que en la actualidad muchos trabajadores se mantienen en sus puestos de trabajo simplemente
para no perder la indemnización de años de servicio, entonces la postura en esta materia a
través de varios proyectos esta en asegurar este monto indemnizatorio cualquiera sea la causal
de terminación de su contrato.
No obstante lo anterior, nuestra legislación precisamente en esta ley de seguro de cesantía a
establecido “previo a la búsqueda rápida” previo que consiste en la posibilidad del trabajador
cesante de retirar igualmente el monto correspondiente al giro del mes siguientes a la fecha ..
pero esta opción solo la va a ocupar o acceder a ella cuando el cesante encuentre o logre
trabajador en un plazo inferior a 1 mes. Lógicamente si el trabajador opta por mantener su fondo
en la AFC lo puede hacer, no es obligatorio.

Otra peculiaridad que tiene este seguro de cesantía y que lo diferencia con el sistema de
pensiones es su desafiliación en el evento de fallecer el afiliado, en este caso y por expresa
disposición de la ley, estos montos pasan a constituir herencia.

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