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Nuevas medidas de competencia entre


poblaciones de empresas. Aplicación a la
industria almazarera giennense

Article · March 2002


Source: OAI

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José Moyano-Fuentes
Universidad de Jaén
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NUEVAS MEDIDAS
DE COMPETENCIA
ENTRE POBLACIONES
DE EMPRESAS.
APLICACIÓN A LA
INDUSTRIA
ALMAZARERA
GIENNENSE

JOSÉ MOYANO FUENTES

Universidad de Jaén

MANUEL NÚÑEZ NICKEL (*)

Universidad Carlos III de Madrid

En ecología de las organizaciones se investiga cómo las poblaciones de empresas cambian


y se desarrollan a lo largo del tiempo analizando los procesos de fundación, crecimiento, de-
clive, transformación y mortalidad que tienen lugar en su interior. Esta teoría, en función de los
niveles de análisis utilizados, distingue entre: demografía organizativa, ecología poblacional

y ecología comunitaria (Hannan y Freeman, 1977, mer nivel de análisis, encontrándose insuficiente-
1989). La demografía organizativa se refiere a los pro- mente desarrollado el segundo nivel y aún más el
cesos que se aplican a nivel de población; la eco- tercero (Astley, 1985; Ranger-Moore et al., 1991;
logía poblacional se refiere a interacciones entre Hunt y Aldrich, 1998; Ingram y Simons, 2000). De es-
conjuntos localizados de poblaciones y, la ecología ta forma, las limitaciones encontradas se plasman
comunitaria hace referencia a los procesos que tie- en: 1) el escaso número de trabajos desarrollados
nen lugar a partir de un conjunto completo de inte- tanto en ecología poblacional como comunitaria
racciones entre poblaciones dentro de un sistema (segundo y tercer nivel de análisis) (Carroll y Hannan,
más amplio (Carroll y Hannan, 2000, p. xx). 2000), y 2) ausencia, casi generalizada, de otro ti-
po de contrastes por la aplicación sistemática de la
Aunque la mayor parte de la investigación publi- densidad, o número de empresas, como variable
cada en este campo se identifica como “ecológi- fundamental para representar la escala de las po-
ca”, ésta tiene un fuerte componente demográfico. blaciones. En definitiva, a las escasas aportaciones
Es decir, la investigación en ecología organizativa desarrolladas en ecología poblacional, se añade el
ha estado centrada, fundamentalmente, en el pri- no haber aplicado otro tipo de variables para re-

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flejar el potencial competitivo que representa una competencia entre las poblaciones (Barron et al.,
población rival. 1998, p. 3).

Tratando de complementar los problemas definidos De esta forma, cuanto mayor sea una población,
anteriormente, este trabajo desarrolla varios aspectos: mayor cantidad de recursos consumirá y, por tanto,
1) profundizar y aportar un nuevo contraste dentro reducirá la posibilidad de consumo de los mismos
del segundo nivel de análisis, ecología poblacional; por parte de otra población elevando, de este mo-
2) analizar la repercusión, sobre la probabilidad de do, la competencia (Rao y Neilsen, 1992). Es natural,
fracaso empresarial, de la competencia existente en- según este enfoque, suponer que la intensidad del
tre dos formas organizativas clasificadas en función efecto competitivo es proporcional a la escala o ta-
de la estructura de propiedad, es decir, asociativas maño de la población en competencia. Si la prime-
frente a privadas (1) y 3) aplicar nuevas medidas de ra población tiene una escala muy pequeña, las
competencia entre poblaciones distintas a la densi- oportunidades de supervivencia de la segunda no se
dad. El objetivo es aportar evidencia sobre las limita- ven muy afectadas. Si la primera crece en tamaño,
ciones del modelo de densidad cruzada originadas entonces la competencia se intensifica. Resumiendo,
por la utilización de una variable dependiente que no la competencia ecológica es dependiente de la es-
permite recoger la idiosincrasia particular de los con- cala (Barron et al., 1998, p. 13).
ceptos que pretende medir en cualquier situación
que se presente. Por este motivo, elegiremos nuevas Tradicionalmente, el tamaño poblacional se ha me-
variables que si bien han sido utilizadas en el primer dido a través de la densidad, o número de empre-
nivel de análisis (masa poblacional, índices de con- sas que constituyen la población, desarrollando el
centración) (Carroll, 1985; Barnett y Amburgey, 1990) modelo denominado de densidad cruzada (Hannan
nunca han sido desarrolladas dentro de lo que se y Freeman, 1989). Este modelo establece que la in-
denomina ecología poblacional. tensidad de la competencia es proporcional a la
densidad de las poblaciones empresariales que
Estos nuevos supuestos serán contrastados utilizando compiten. Este modelo surge como una ampliación
modelos de duración variantes en el tiempo y serán del modelo de Lotka-Volterra empleado en biología
aplicados en la industria almazarera giennense du- para recoger, igualmente, la competencia entre po-
rante el periodo comprendido entre 1944 y 1998. Las blaciones. Según este modelo, dos poblaciones
ventajas de esta población son que además de per- compiten cuando el tamaño de una de ellas redu-
tenecer a un sector nuevo no tratado anteriormente ce la capacidad instalada de otra; entendiendo co-
desde ecología poblacional, las distintas fuentes ofi- mo capacidad instalada el número de organizacio-
ciales han permitido conseguir ciertas características nes que pueden sobrevivir en un ambiente particular
internas imprescindibles para desarrollar este tipo de y en ausencia de otras poblaciones (Hannan y Carroll,
investigaciones. 1992, p. 29).

Matemáticamente este modelo se puede expresar


MARCO TEÓRICO: LOS MODELOS DE COMPETENCIA de la siguiente forma:
ENTRE POBLACIONES
dn K –α n –n
 = r1  n1  [  ]
1 1 12 2 1

La selección puede estar originada tanto por la com- dt K1


petencia que se produce entre las organizaciones de
dn2 K2 – α21 n1 – n2
una población como por la competencia que se  = r2  n2  [  ]
produce entre organizaciones pertenecientes a dis- dt K2
tintas poblaciones (Carroll y Hannan, 1995).
donde n1 es la densidad de la población 1, n2 es la
El crecimiento de una población empresarial incide, densidad de la población 2, dn1/dt indica la tasa de
con frecuencia, en las posibilidades de superviven- crecimiento de la población 1 y dn2/dt muestra la ta-
cia de otras poblaciones. Si dos poblaciones distin- sa de crecimiento de la población 2.
tas necesitan para sobrevivir el mismo conjunto de
recursos, éstas competirán entre sí para conseguir los Como se aprecia en las fórmulas, cada tasa de cre-
mismos. Cuanto más coincidan los recursos nece- cimiento se desglosa en tres componentes: 1) las
sarios para las dos poblaciones, mayor será el gra- propiedades intrínsecas de la población que afectan
do de competencia. Si definimos nicho como el a su velocidad de crecimiento, en ausencia de com-
conjunto de recursos necesarios para que sobreviva petencia y de restricciones de recursos (r1, r2); 2) la ca-
una población (Hutchinson, 1957), dos poblaciones pacidad instalada de cada población (K1, K2) y, 3) la
competirán sí y sólo sí sus nichos fundamentales se competencia especifica entre las poblaciones (a12,
cruzan (Hannan y Carroll, 1992, p. 28). Incluso se po- a21) (Hannan, 1986, p. 6). Comparando estas dos
dría afirmar que a mayor solapamiento en los ni- ecuaciones se observa cómo la presencia de una
chos fundamentales, mayor será la intensidad de la población competidora reduce la capacidad insta-

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NUEVAS MEDIDAS DE COMPETENCIA ENTRE POBLACIONES DE EMPRESAS...

lada para la primera población desde K1 hasta K1- conseguir los beneficios derivados de las economías
a12n2. Los coeficientes de competencia a12 y a21 de escala y de alcance (Scherer y Ross, 1990). Las
indican cómo la capacidad instalada de cada po- grandes empresas pueden, además, emplear tácti-
blación desciende con la densidad de la competi- cas depredadoras para absorber a los competidores
dora. más pequeños (Scherer y Ross, 1990).

Los trabajos que contrastan este modelo ponen de De otro lado, la tasa de crecimiento de una pobla-
manifiesto cómo la interdependencia entre pobla- ción, en una situación de competencia con otra, es-
ciones tienen consecuencias directas en la viabili- tá condicionada por dos factores: a) que las organi-
dad organizativa, pero no necesariamente en la di- zaciones pequeñas de la población rival aumenten
rección esperada. Se pueden distinguir tres tipos de en número y b) que las organizaciones de la segun-
interdependencia (Hannan , 1986, pp. 3-4; Hannan y da población incrementen su tamaño. Esto implica
Freeman, 1989, pp. 96-97): 1) competitiva, 2) depre- que la competencia entre ambas poblaciones po-
dadora y, 3) simbiótica. La primera se reserva para la dría modelarse mejor a partir del tamaño global de
situación donde la presencia de una población re- la población rival en lugar de emplear la densidad
duce la tasa de crecimiento de otra (Baum y Oliver, cruzada, puesto que esta última variable tiene el pro-
1991; Brittain, 1994). En otros casos, las relaciones blema de ponderar de la misma forma a cualquier
competitivas pueden derivar en relaciones depreda- empresa sin considerar su tamaño individual.
doras cuando la expansión de una población legiti-
ma a otra, pero el crecimiento en la segunda em- A partir de dicho tamaño global se podría construir un
peora las posibilidades de supervivencia de la modelo que examinase las interacciones competiti-
primera (Swaminathan y Wiedenmayer, 1991; Brittain, vas que se producen entre poblaciones con necesi-
1994). dades similares de recursos (esto es, entre poblacio-
nes con nichos fundamentales solapados). Es decir,
Si no es posible la coexistencia, la segunda invadirá un modelo que, al igual que el de densidad cruzada,
el nicho de la primera que desaparecerá (Hannan y utilice el esquema general de Lotka-Volterra para des-
Freeman, 1989). Las relaciones serán simbióticas cubrir el efecto que el tamaño global de una pobla-
cuando la expansión de una facilite la expansión de ción produce sobre la probabilidad de fracaso em-
otra reduciendo sus tasas de mortalidad (Barnett, presarial en una segunda con la que se compite.
1990; Ingram y Baum, 1997). En otros trabajos sólo Utilizando una terminología similar, este nuevo mo-
uno de los efectos cruzados de la densidad está pre- delo se podría denominar modelo de masa cruzada.
sente (2).
Por tanto, vamos a modificar el esquema de Lotka-
Una última posibilidad es que la interdependencia Volterra para modelar la competencia entre pobla-
puede ser no-monótona. Es decir, el crecimiento de ciones a partir del agregado de tamaños de cada
la densidad de una población puede legitimar a otra población (o masa poblacional) (3):
hasta que el crecimiento en densidad sea tan gran-
dn K –γ M –M
 = r1  n1  [ 
1 m1 12 2 1
de que las interacciones competitivas dominen. Esto ]
dt Km1
se comprueba en el trabajo de Silverman et al.
(1997), mientras que en los de Hannan y Freeman
dn2 Km1 – γ21 M1 – M2
(1989) y Staber (1992) se deducen resultados opues-  = r2  n2  [  Km2
]
tos. dt

Todos estos trabajos consideran que la variable cla- donde n1 y n2 son, respectivamente, la densidad de
ve para aproximar el tamaño de la población rival es la población 1 y 2; dn1/dt y dn2/dt representan, a su
el número de organizaciones (o densidad cruzada). vez, la tasa de crecimiento en número de la pobla-
Cabría esperar que existiesen variables distintas de la ción 1 y 2; Km1 y Km2 son, respectivamente, la masa de
densidad que aproximasen mejor al concepto de la población 1 y 2 que puede ser soportada en sus
tamaño de la población (Carroll y Harrison, 1994). nichos si no se modifica el nivel de recursos y, por úl-
timo, M1 y M2 son, respectivamente, la masa o ta-
En teoría de la organización y en teoría económica maño agregado de la población 1 y 2 en un mo-
se considera que las grandes empresas generan una mento dado.
competencia más fuerte que las pequeñas a con-
secuencia de diversos factores, como: 1) capacidad La tasa de crecimiento de cada población puede re-
para reducir su dependencia de otras organizaciones ducirse como consecuencia de los dos procesos
y del entorno (Thompson, 1967; Pfeffer y Salancik, competitivos ya comentados: a) cuando las empre-
1978), 2) mayor poder de mercado y mejor acceso sas pequeñas de la población rival aumenten en nú-
a los recursos (Aldrich y Auster, 1986; Haveman, 1993), mero, o b) cuando las empresas de la población
3) soportar mejor la escasez de recursos (Levinthal, competidora aumenten en tamaño. Por cualquiera
1991), 4) mayor reconocimiento (Edwards, 1955) y 5) de estos dos procesos la competencia entre pobla-

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ciones depende más de la masa de la población ri- Las variables empleadas en los modelos de densidad
val (o masa cruzada) que de la densidad cruzada. cruzada y masa cruzada, aún cuando son variables
indicativas del potencial competitivo de una pobla-
En definitiva, la presencia de una segunda pobla- ción, son incompletas en sí mismas, pues al ser me-
ción en el mismo nicho reduce la masa que puede didas en tamaño absoluto no profundizan en las di-
ser soportada por el mismo para la primera pobla- ferencias que existen entre los miembros de una
ción desde Km1 hasta Km1-g12M2. Los coeficientes g12 población. Es decir, la primera, la densidad tiene en
y g21 señalan cómo la masa que puede ser soporta- cuenta el número de empresas pero no el tamaño in-
da por el nicho para cada población se reduce con dividual de cada una de ellas. Por el contrario, la ma-
el tamaño agregado de la competidora. sa tiene en cuenta el volumen total de la empresa
pero no el número de empresas. Atendiendo a la in-
Este modelo se construye sobre la base del modelo formación que nos facilita la variable masa, no po-
original de Barnett y Amburgey (1990), denominado demos discriminar si una población está compuesta
modelo de dependencia de la masa, que estable- por infinitas empresas de tamaño relativo cercano a
ce que las organizaciones más grandes son, tam- cero o, por el contrario, por una sola empresa que
bién, competidores más fuertes y, por ello, los au- consume la totalidad de recursos.
mentos del tamaño global de la población
incrementan la probabilidad de fracaso empresarial Para medir ambos efectos a la vez, se necesita ana-
(Delacroix y Rao, 1994). Continuando con este razo- lizar la distribución de tamaños relativos de las orga-
namiento, el modelo de masa cruzada sostiene que nizaciones que componen la población a través de
la fortaleza competitiva de una población es propor- la concentración (Boone y van Witteloostuijn, 1995).
cional a su tamaño global, y que dicha fortaleza se- Asimismo, para entender la trayectoria de la masa
ría utilizada para captar los recursos que necesitan sus poblacional a lo largo del tiempo es necesario aso-
miembros, reduciendo así las posibilidades de super- ciarla con las posibles distribuciones de tamaños em-
vivencia de las empresas de la segunda población presariales que se pueden presentar (Barron, 1999, p.
con la que se comparte nicho. En definitiva, el incre- 427). Es de esperar que el aumento de la masa que
mento del tamaño global de la población más gran- procede de tasas de crecimiento prácticamente
de debería aumentar significativamente las tasas de iguales en todas las empresas de la población sea di-
mortalidad de las poblaciones con masa más pe- ferente del que procede de un crecimiento rápido
queña. de una pequeña proporción de empresas. Por ello, se
debe prestar atención no sólo a la evolución de la
Ingram y Baum (1997) introducen, por primera vez, densidad y de la masa sino, también, a los cambios
las repercusiones que el tamaño medio de una po- que se produzcan en la distribución de tamaños em-
blación genera en las tasas de mortalidad de otra. presariales.
Estos autores, sin embargo, no desarrollan teórica-
mente un modelo que utilice la masa cruzada como Los modelos de densidad cruzada y masa cruzada
variable explicativa del fracaso empresarial. Barron et consideran que la competencia entre poblaciones
al., (1998) introducen de forma explícita la compe- son, respectivamente, una función del número de
tencia cruzada en función de la masa de la pobla- empresas y del tamaño agregado en relación a la
ción rival. Ahora bien, el efecto competitivo de la capacidad instalada del nicho; sin embargo, ignoran
masa cruzada se introduce en los modelos para pro- una característica importante del potencial compe-
nosticar las tasas de crecimiento de la población ri- titivo de una población como es la distribución de ta-
val. En este trabajo, sin embargo, se utiliza la masa maños empresariales que posea (Barron, 1999).
cruzada como medida que aproxima el concepto
de competencia entre poblaciones de empresas y Por tanto, si los nichos fundamentales de dos pobla-
que afecta a las tasas de mortalidad de cada una ciones están solapados, las posibilidades de supervi-
de ellas. vencia de los miembros de una de ellas no sólo de-
penderán del grado de concentración de su
Por otro lado, en numerosas poblaciones se observa población, sino también del nivel de concentración
una tendencia a aumentar, gradualmente y a largo de la población rival.
plazo, su nivel de concentración (Boone et al., 2000).
Analizar las causas de la concentración requiere Considerar la composición interna de la población,
comprender los procesos que afectan a las varia- esto es, las diferencias que existen entre las empre-
ciones en el número de organizaciones y formas or- sas que la integran, puede facilitar la comprensión de
ganizativas pero también, los que afectan a la distri- la dinámica competitiva entre poblaciones. Por este
bución de recursos entre ellas (Hannan y Freeman, motivo, es fundamental incorporar las relaciones in-
1988). Por todo ello, es importante analizar cómo ternas de poder que se producen entre los miembros
afecta el grado de concentración de una población de una población y que podríamos recoger a partir
en el ambiente competitivo de otra cuando sus ni- de las relaciones entre los tamaños empresariales
chos fundamentales se solapan. mediante la concentración. Por este motivo, cons-

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NUEVAS MEDIDAS DE COMPETENCIA ENTRE POBLACIONES DE EMPRESAS...

truimos un nuevo modelo de competencia cruzada La forma organizativa se define como el diseño da-
que utiliza, como variable exógena fundamental, el do a la acción organizativa, es decir, a la transfor-
nivel de concentración de cada población y que si- mación de inputs en outputs (Hannan y Freeman,
guiendo la terminología utilizada llamamos modelo 1977). La asunción subyacente clave en esta defini-
de concentración cruzada. Este modelo amplia el ción es la posibilidad de identificar características or-
esquema de Lotka-Volterra introduciendo la compe- ganizativas relativamente invariantes a lo largo del
tencia entre poblaciones en función del grado de tiempo que contribuyen a su permanencia, supedi-
concentración de cada una de ellas. La premisa tada a un conjunto de dependencias ambientales y
clave es que el nivel de concentración de una po- a un rango limitado de comportamientos acepta-
blación determina su potencial competitivo en la lu- bles (Freeman y Lomi, 1994, p. 273).
cha por la captación de los recursos del entorno, in-
fluyendo así en las posibilidades de supervivencia A partir de esta definición se concibe a la población
de las organizaciones que, con necesidades simila- como el conjunto de empresas que dentro de una
res de recursos, pertenecen a otra población. demarcación concreta tienen una forma organiza-
tiva común (Hannan y Freeman, 1977, p. 936). Aho-
Ya que la intensidad de la competencia es propor- ra bien, ¿es posible que existan varias formas dentro
cional a la igualdad en tamaño de las empresas de una población?. Sí. La investigación empírica re-
(Hannan y Freeman, 1977; Hannan, et al., 1990), un alizada en ecología organizativa asume que es po-
reducido nivel de concentración supondría una fuer- sible identificar formas organizativas diferentes (Sta-
te rivalidad entre las empresas de la población, pues ber, 1992, p. 1.192). De hecho, una propiedad de la
serán muchas las empresas presentes y reducida la población es la diversidad de formas que la integran
desigualdad en tamaño existente entre las mismas. (Hannan y Freeman, 1989). Ahora bien, el problema
Para aliviar las tensiones competitivas que se viven que se plantea es qué criterio debe emplearse pa-
dentro de la población parte de las mismas se des- ra diferenciar las formas. Freeman y Hannan (1983)
plazarían a la población rival. Según esto, a medida identifican forma con estrategia empresarial y clasi-
que el nivel de concentración aumenta, el nivel de fican así las formas en especialistas o generalistas.
desigualdad en tamaño de las empresas también se Por el contrario, Carroll (1984) justifica que no hay ra-
eleva, relajando el clima competitivo dentro de la zones de peso para asociar forma con estructura y
población y, con ello, su inclinación a competir con estrategia empresarial. La forma es mucho más que
otras poblaciones. la estructura formal de la empresa (Carroll y Swami-
nathan, 1992). Hannan y Freeman (1989) definen las
El modelo de concentración cruzada no debe con- formas organizativas a partir de límites construidos
fundirse con el modelo de particionamiento de re- formalmente, como: objetivos establecidos, formas
cursos (Carroll, 1985). Este autor propuso la hipótesis de autoridad, tecnología principal y estrategia de
de que a medida que la concentración del merca- marketing. Se observa, pues, como no existe con-
do se eleva, las tasas de mortalidad de las empre- senso sobre la medida de la forma organizativa (Ro-
sas especialistas se reducen y las de las empresas manelli, 1991).
generalistas aumentan (4). La variable explicativa no
es el nivel de concentración existente dentro de ca- Por otro lado, todas las teorías organizativas sostienen
da forma organizativa (o concentración cruzada) si- que algunas formas poseen ventajas competitivas
no la del mercado en general. La competencia en- sobre otras, aunque los detalles de las mismas y las
tre formas organizativas no es, por tanto, la fuerza fuerzas que les confieren dichas ventajas difieren,
conducente del modelo de particionamiento de re- considerablemente, según la teoría (Carroll y Harrison,
cursos (Boone et al., 2000). 1994, p. 722). Weber (1968) considera que las es-
tructuras formales son más eficientes que las infor-
males. La teoría de la organización contemporánea
Competencia entre formas organizativas se centra en las diferencias existentes entre organi-
zaciones formales. La teoría de la dependencia de
Como se ha comentado para que se produzca recursos (Pfeffer y Salancik, 1978) considera que
competencia entre poblaciones es necesario que aquellas organizaciones con estructuras tendentes
sus nichos fundamentales se crucen. Aunque existen a reducir la incertidumbre presentarán ventajas sobre
diversas situaciones donde los nichos de las pobla- las demás. Para la teoría de los costes de transacción
ciones que interactúan se cruzan, en este trabajo nos (Williamson, 1985) las estructuras que minimizan los
centramos en un caso particular donde la población costes de transacción es probable que obtengan me-
de empresas se divide en dos o más subpoblaciones jores resultados. En la teoría institucional (Meyer y Ro-
empresariales atendiendo a las formas organizativas wan, 1977; Meyer y Scott, 1983) las empresas que son
encontradas. El hecho de que dos o más formas estructuradas de manera consistente con las normas
puedan ser consideradas como subconjuntos de una preponderantes en la sociedad serán favorecidas por
población significa que sus nichos se solapan (Han- clientes, administraciones públicas y empleados. Se-
nan y Carroll, 1992; Rao y Neilsen, 1992). gún la ecología organizativa (Hannan y Freeman,

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J. MOYANO FUENTES / M. NÚÑEZ NICKEL

1977, 1989) las formas que mejor se ajusten a las va la integración entre la participación en un pro-
condiciones ambientales tendrán capacidad sufi- yecto y la codirección del mismo, supone un esfuer-
ciente para superar a otras. zo singular al que el socio ha de enfrentarse como
base del espíritu asociativo (Staber, 1992, p. 1193).
Es importante reconocer que cada una de estas te-
orías establece una fuerza conductora subyacente En cuanto a la estructura de poder y la forma de go-
que genera la ventaja relativa para una forma orga- bierno de la empresa, la forma privada se basa en
nizativa concreta. Los investigadores asumen que la la relación directa entre poder de gestión y propie-
preponderancia de una forma es el resultado de al- dad del capital siendo los suscriptores de capital los
gún proceso que genera ventajas para la misma. Di- que ostentan la condición de propietarios dirigiendo
cho proceso, según el enfoque teórico que se utilice, la actividad empresarial (Morales, 1995). En la forma
sería la reducción de la incertidumbre, la minimiza- asociativa, las empresas son constituidas como em-
ción de los costes de transacción, etc. (Carroll y Ha- presas democráticas controladas por sus miembros
rrison, 1994). a partir del principio «un hombre, un voto», siendo el
poder de voto independiente de la inversión finan-
En ecología organizativa es importante clasificar a las ciera realizada por el socio en la empresa (Barron et
formas atendiendo a la estructura de propiedad (Al- al., 1994). En los socios se encuentra el poder, inde-
drich y Marsden, 1988; Meyer y Zucker, 1989). Siguien- pendientemente del capital que aportan, que solo
do este criterio, hemos clasificado a las formas orga- les acredita como propietarios. Se trata, en definitiva,
nizativas en función de los derechos de propiedad. de potenciar el factor humano, otorgándole a cada
socio un voto, y relegar al capital como un simple
La estructura de los derechos de propiedad definen medio de apoyo (García-Gutiérrez, 1992).
la base institucional para las relaciones de poder en-
tre los individuos dentro de la empresa y para el in- La estructura de las empresas integradas en la forma
tercambio entre empresas (Bowels, 1984). Dicha es- asociativa está determinada por los principios coo-
tructura afecta al proceso de elección de la forma perativos enunciados por la Alianza Cooperativa In-
organizativa (Robbins, 1987; Lazerson, 1988) y, por ternacional (1995, pp. 38-41) que, a su vez, confor-
tanto, a la diversidad organizativa que es el tema man tanto el espíritu como los rasgos característicos
central de investigación para la ecología de las or- del funcionamiento de una empresa de este tipo.
ganizaciones. Con respecto a la distribución de beneficios, en la for-
ma privada, el capital, como factor productivo prio-
Atendiendo al criterio de la estructura de los derechos ritario, queda remunerado independientemente de
de propiedad se pueden distinguir dos formas orga- su contribución a la consecución de los objetivos em-
nizativas: la forma privada y la forma asociativa. Es- presariales; en la forma asociativa, se trata de primar
ta clasificación ha sido utilizada con frecuencia en la la consecución de dichos objetivos, la creación de ri-
investigación ecológica (5). queza, la generación de valor añadido, enfatizando
el factor productivo «persona» frente a los restantes
Ambas formas difieren en: la naturaleza y motivación (Morales, 1995, pp. 60-62; Jeantet, 2000).
de quienes fundan la empresa; la forma de gobier-
no (Barron et al., 1994); el apoyo recibido por parte Comprobada la validez de la clasificación anterior
de las administraciones públicas (Barron et al., 1998); sobre formas organizativas procede analizar si dichas
la forma de distribuir los beneficios y, el status impo- formas compiten. Por ello, previamente, es oportuno
sitivo (Barron, 1995; Barron et al., 1998). resaltar algunos elementos que permiten establecer
conjeturas sobre los posibles vínculos que existen en-
En la forma privada, la motivación subyacente es la tre las formas organizativas indicadas. Ahora bien,
posibilidad de que los propietarios obtengan benefi- ninguna de estas conjeturas permite elaborar hipó-
cios de su inversión. En la forma asociativa, la moti- tesis formales, lo que está en línea con otros trabajos
vación principal es la satisfacción, a los individuos que han examinado la competencia entre pobla-
que la componen, de una necesidad colectiva y de ciones y que tampoco formulan, de forma explícita,
forma solidaria. La diferencia más importante entre hipótesis (Carroll y Wade, 1991; Barron et al., 1998) (6).
un socio de la forma asociativa frente a los participes
de la forma privada, es la dicotomía resultante de la Las poblaciones están divididas en segmentos que
doble condición de proveedor (o cliente, en su ca- responden heterogéneamente a los procesos com-
so) y empresario en una misma persona, suponiendo petitivos e institucionales (Lomi, 1995). Esta conclusión
esta característica una importante cuota de poder es consistente con la intuición de que es difícil creer
en la empresa. En la forma privada los roles de pro- que las poblaciones se asemejan a un grafo perfec-
veedor, empresario y cliente recaen, normalmente, tamente vinculado donde cada empresa afecta y es
en individuos diferentes. En la forma privada se pro- afectada por otra (Lomi, 1995; Baum y Haveman,
duce, frecuentemente, una separación entre pro- 1997). En el caso que investigamos, las dos formas or-
piedad y control. Sin embargo, en la forma asociati- ganizativas dependen de conjuntos similares de re-

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NUEVAS MEDIDAS DE COMPETENCIA ENTRE POBLACIONES DE EMPRESAS...

cursos, sin que existan barreras institucionales o tec- Las dos formas operan en el mismo negocio, en el
nológicas que posibiliten alguna división adicional. El mismo mercado de clientes pero difieren, como in-
alto grado de solapamiento de sus nichos es lo que dicamos en el marco teórico, en: 1) la naturaleza y
desencadena la competencia entre ambas formas motivación de quiénes integran la empresa, 2) la for-
organizativas (Baum y Singh, 1994; Ingram y Baum, ma de gobierno, 3) la forma de distribuir los benefi-
1997; Barron et al., 1998). cios, 4) el apoyo recibido por las administraciones
públicas y 5) el status impositivo (Barron et al., 1998,
En principio, la forma asociativa podría suponerse me- p. 16).
nos orientada hacia la competencia con la forma pri-
vada debido a los principios y valores que determinan La competencia entre estas formas se establece, te-
su funcionamiento. Sin embargo, la idea de una cul- óricamente, en una doble dirección: por un lado,
tura cooperativa común y la tradición como funda- por la captación de materia prima, la aceituna y, por
mento de las relaciones cooperativas y mutualistas otro, para dar salida al producto final, el aceite. Sin
está comenzando a desvirtuarse ya que las empresas embargo, la realidad muestra que la competencia
con esta forma se comportan a veces como «mini- se reduce casi, exclusivamente, al primero de los
capitalistas» (Bradley y Gelb, 1983) compitiendo con ámbitos ya que la incapacidad comercial de las al-
otras no sólo por recursos materiales sino para con- mazaras -tanto asociativas como privadas- origina
seguir soporte y legitimación social (Staber, 1992). Al- que la producción que obtienen (aceite de oliva vir-
gunos estudios de casos indican que, especialmen- gen) se venda al precio que las empresas de la si-
te en entornos competitivos, las empresas asociativas guiente etapa de la cadena agroalimentaria del
se encuentran presionadas para adoptar procedi- aceite de oliva (7) quieran pagar (Parras, 1997; Torres,
mientos más eficientes y conseguir así ventajas com- 1997; Torres, et al., 2000).
petitivas frente a las empresas capitalistas (Staber,
1992; p. 1.194). Estos argumentos permiten suponer Por otro lado, la rápida degradación del fruto desde su
que ambas formas deberían competir por la conse- recogida requiere un proceso inmediato de transfor-
cución de los recursos que necesitan para sobrevivir. mación en aceite para no ver reducida su calidad y,
en consecuencia, su valor en el mercado (Uceda y
Para confirmar esta presunción aplicaremos los mo- Hermoso, 1997). Esto obliga a que las almazaras lo-
delos de competencia cruzada, enunciados en el calicen sus instalaciones próximas a los proveedores lo
apartado anterior, en las formas organizativas en- que explica que el número de empresas (o densidad)
contradas en una industria concreta lo que, a su vez, en esta industria sea elevado. En el gráfico 1, en la pá-
permitirá comprobar la validez de los nuevos mode- gina siguiente, representamos la evolución de la den-
los diseñados. sidad de las dos formas organizativas comentadas a
lo largo del período que cubre los años comprendidos
entre 1944 y 1998.
FORMAS ORGANIZATIVAS EN LA INDUSTRIA
ALMAZARERA Para entender este gráfico es necesario indicar que
la forma asociativa surge con posterioridad a la for-
Para contrastar el desarrollo teórico anterior vamos a ma privada (Hoogveld y Jurjus, 1990, p. 37). El desa-
utilizar la industria almazarera de la provincia de Ja- rrollo de la forma asociativa en el sector oleícola es,
én. La elección de este ámbito geográfico está jus- relativamente, reciente y coincide con un período
tificado por la posición de liderazgo que esta provin- histórico característico (1950-1970) donde la econo-
cia ostenta en la fabricación de aceite de oliva, con mía y agricultura españolas vivían en plena autar-
una producción media anual de 312.000 Tm. de quía (López, 1982, p. 48). A este hecho debe sumar-
aceite lo que representa un 13.8% y un 17.7% de la se el que la administración apoyase decididamente
producción mundial y de la Unión Europea, respec- a esta forma organizativa (López, 1982).
tivamente (Consejo Oleícola Internacional, 2001).
Por ello, hasta 1977 y, como se observa en la figu-
Atendiendo a la estructura de propiedad de las em- ra, el número de almazaras privadas fue muy supe-
presas que integran esta industria (o almazaras) es rior al de almazaras asociativas, siendo 1954 el año
posible distinguir las dos formas organizativas descri- en el que la distancia entre la densidad de ambas
tas en el marco teórico. Por una parte, se encuentran formas se hizo máxima (971 almazaras de diferen-
las almazaras asociativas que molturan la aceituna cia). A partir de 1977 se produce un cambio cuali-
de sus socios y que pertenecen a sociedades coo- tativo importante en la estructura de esta industria al
perativas o sociedades agrarias de transformación y, convertirse la forma asociativa en la forma organi-
las almazaras privadas que están integradas por em- zativa más importante. Además, dicha importancia
presas pertenecientes a empresarios privados que, o se acrecienta con el transcurso del tiempo. Mientras
molturan la aceituna adquirida a los agricultores me- tanto, la forma privada sigue una trayectoria total-
diante contratos diversos, o bien molturan la aceitu- mente opuesta a la observada para la forma aso-
na obtenida en sus propias explotaciones. ciativa.

361 >Ei 153


J. MOYANO FUENTES / M. NÚÑEZ NICKEL

GRÁFICO 1

NÚMERO DE
ALMAZARAS
ASOCIATIVAS Y
PRIVADAS DURANTE
EL PERÍODO
1944-1998

Densidad F. asociativa
Densidad F. privada

FUENTE:
Elaboración propia.

La pérdida de calidad que sufre el fruto desde la en- tiende a disminuir a partir de finales de los sesenta,
trada en la almazara impone que su transformación en aunque la masa poblacional ha crecido exponen-
aceite deba efectuarse en un corto espacio de tiem- cialmente.
po. Esto obliga a las almazaras a instalar una capaci-
dad de extracción adecuada. Ahora bien, la dificultad Para terminar de caracterizar a las formas organizativas
de pronosticar con exactitud la cantidad de fruto dis- que componen esta industria y considerando la evo-
ponible en una determinada campaña y la necesidad lución en el número de participantes y en el tamaño
de garantizar su rápida transformación obliga a las al- agregado de cada una de ellas es necesario obser-
mazaras a instalar capacidades productivas según la var, asimismo, la evolución de sus niveles de concen-
entrada máxima de fruto. A ello debe sumarse el cam- tración. Estos niveles quedan recogidos en el gráfico 3
bio tecnológico experimentado por los sistemas de ex- donde se desprende la evolución, totalmente, opues-
tracción utilizados que han supuesto aumentos en las ta en la concentración de ambas formas organizati-
capacidades de molturación instaladas. vas. Así, mientras que en la forma asociativa la con-
centración ha disminuido hasta permanecer
Para observar la evolución del tamaño agregado de constante; la de la forma privada se mantuvo cons-
cada forma organizativa (o masa poblacional) du- tante hasta los años 70, cuando comienza a aumen-
rante el período 1944-1998 hemos elaborado el grá- tar. Es decir, mientras que en la forma privada el au-
fico 2. mento de la concentración se debe al incremento en
tamaño de un numero más pequeño de organiza-
Se deduce que mientras la masa de la forma aso- ciones pero de mayor dimensión, en la forma asocia-
ciativa no ha dejado de crecer durante el intervalo tiva el descenso en la concentración se debe a que,
examinado, la masa de la forma privada se ha man- en su conjunto, ha crecido más en tamaño agrega-
tenido, prácticamente, constante. Se comprueba, al do que en número de organizaciones.
igual que con la evolución observada de la densi-
dad, que a partir de los años 70 la forma asociativa De nuevo se observa como en los años 70 es cuan-
supera a la privada en cuanto al potencial de trans- do se produce un cambio cualitativo importante en
formación de materia prima. A partir de los años 90, la composición de esta industria. No obstante, debe
ambas formas aumentan su tamaño a consecuen- quedar patente la excesiva fragmentación que exis-
cia del cambio tecnológico que tiene lugar en los sis- te en ambas formas organizativas, pero sobre todo
temas de extracción empleados. en la forma privada, como lo demuestran los bajos
valores alcanzados por el índice de Herfindhal du-
Si comparamos las dos figuras previas se puede con- rante todo el período analizado.
templar como puede suceder el fenómeno aludido
en el marco teórico. Es decir, mientras que el núme-
ro de empresas ha disminuido drásticamente en la MÉTODO
población de privadas, su masa poblacional se ha
mantenido relativamente constante. Sin embargo, Para desarrollar esta investigación hemos construido
en cuanto a las asociativas, el número de empresas dos bases de datos que contienen información de
con esta forma se ha incrementado poco, o incluso cada una de las formas organizativas encontradas

154 361 >Ei


NUEVAS MEDIDAS DE COMPETENCIA ENTRE POBLACIONES DE EMPRESAS...

GRÁFICO 2

TAMAÑO
AGREGADO
DE LA FORMA
ASOCIATIVA Y DE LA
FORMA PRIVADA
DURANTE EL
PERÍODO 1944-1998

Masa F. Asociativa
Masa F. Privada

FUENTE:
Elaboración propia.

GRÁFICO 3

NIVELES DE
CONCENTRACIÓN
EN LA FORMA
ASOCIATIVA Y EN LA
FORMA PRIVADA
DURANTE
EL INTERVALO
1944-1998

Concentración
F. Asociativa

Concentración
F. Privada

FUENTE:
Elaboración propia.

dentro de la industria almazarera giennense para el (84,8% de las almazaras muertas durante el período
período comprendido entre los años 1944 y 1998, objeto de estudio).
ambos inclusive.
Las bases de datos han sido construidas a partir de las
Una vez depuradas ambas bases de datos, la que in- siguientes fuentes documentales:
cluye la forma privada está integrada por un total de
716 almazaras que han operado en algún momen- Registro de Industrias Agrarias de la Consejería de
to del intervalo temporal analizado. De dichas alma- Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía en Ja-
zaras, 392 son almazaras desaparecidas durante el én. Este registro es la principal fuente de información
período estudiado. La segunda base está compues- de estas bases y a partir de él se han extraído y para
ta por 303 almazaras asociativas de las cuales 70 de- cada almazara las siguientes variables: fecha de na-
saparecieron entre los años 1944 y 1998. Dentro de cimiento, fecha de desaparición (en su caso), capa-
éste número se incluyen 11 fusiones por absorción cidad de molturación instalada, sistema de explota-
que fueron contempladas como desapariciones en ción y tipo de tecnología empleado.
los años en las que sucedieron.
Registro de Cooperativas de la Consejería de Trabajo
La primera conclusión que se extrae de la simple ob- e Industria de la Junta de Andalucía en Jaén. La in-
servación de estas bases de datos es la mayor pro- formación extraída fue utilizada en la base de datos
porción de almazaras privadas desaparecidas que contiene la forma asociativa para contrastar los

361 >Ei 155


J. MOYANO FUENTES / M. NÚÑEZ NICKEL

datos obtenidos del registro anterior sobre fecha de 1984). Se ha considerado que el fracaso de una
constitución y, en su caso, de desaparición de las al- almazara tiene lugar cuando ésta deja de funcionar,
mazaras constituidas como sociedades cooperativas. pero no cuando cambia de propiedad o de razón
social ya que, en estos casos, no existen razones
Anuarios de Estadística Agraria. De estos anuarios se fundadas para concluir que toda la empresa se
extrajeron las cosechas anuales de aceituna en la transforma pues de hecho podría seguir utilizando los
provincia de Jaén. mismos procedimientos y rutinas (Baum y Mezias, 1992;
Ingram e Inman, 1996).
Bernal, A. M. (1994), Ordenes Ministeriales y Reales
Decretos que anualmente establecen las tarifas eléc- Variables exógenas
tricas. De dichas fuentes hemos logrado el coste de
la energía eléctrica. De la primera conseguimos el
Como se ha comentado anteriormente hemos divi-
precio del Kw.hora para los años comprendidos en-
dido la muestra atendiendo a las dos formas organi-
tre 1944 y 1992. A partir de este último año obtuvimos
zativas encontradas, efectuando contrastes indepen-
dicho precio de las Ordenes Ministeriales y Reales De-
dientes.
cretos publicados en el Boletín Oficial del Estado
(B.O.E.) por el Ministerio de Industria y Energía (8).
Densidad. Refleja el número de almazaras con acti-
vidad al comienzo de cada año. Esta variable ha si-
Para efectuar los contrastes necesarios hemos apli-
do introducida en los modelos en niveles y con la
cado la metodología de los modelos de duración
transformación cuadrática dividiendo el resultado en-
con variables dependientes del tiempo. En concreto,
tre 10. El motivo de incluir esta variable con su trans-
hemos usado el modelo semiparamétrico de tasa de
formación cuadrática es tratar de recoger efectos no
fallos proporcional de Cox (1972) que permite que la
lineales entre las variables exógenas y la probabilidad
ratio de fracaso fluctúe de una forma no restringida.
de supervivencia (Hannan y Carroll, 1992; Wade et
Por el hecho de haber utilizado este modelo todos los
al., 1998; Dowell y Swaminathan, 2000). Esta variable
contrastes estimados que se reflejan en las tablas de
ha sido calculada tanto para la forma asociativa co-
resultados (Tablas 2 y 3) tienen la siguiente expresión:
mo para la privada.
r(t) = eβx(t)
Masa. Esta variable recoge el agregado de tamaños
de todas las almazaras que estaban con actividad al
donde t es igual a la edad de la empresa medida en
inicio de cada año. De la misma forma que para la
períodos de un año, b es el vector de coeficientes es-
densidad, esta variable ha sido incorporada en los
timados y X es la matriz de variables exógenas y con-
modelos en niveles y con la transformación cuadrá-
trol. Si b posee un signo positivo aumentará la proba-
tica dividiendo el resultado entre 100 (Barnett y Am-
bilidad de fracaso de la empresa. Por el contrario, si
burgey, 1990). También se ha calculado para la for-
el signo es negativo se reducirá dicha probabilidad.
ma privada y para la asociativa.
Siguiendo la metodología expuesta en el procedi-
Concentración. Esta variable recoge el grado de
miento stcox del paquete estadístico Stata 6.0 (Stata
igualdad en tamaño de las almazaras que compo-
Corporation, 1999) se introdujeron en intervalos de un
nen cada forma organizativa. Se mide a partir del ín-
año los valores de las distintas variables y se estimaron
dice de Herfindhal (9). Hemos elegido este índice por
los coeficientes b por máxima pseudoverosimilitud.
varios motivos: 1) verifica las propiedades exigidas a
los índices de concentración (Hannah y Kay, 1977; En-
VARIABLES cauoua y Jacquemin, 1980), 2) ya ha sido emplea-
do como medida de concentración en la literatura
Para llevar a cabo el análisis empírico necesitamos ecológica (Barnett y Carroll, 1987; Wholey et al., 1992)
definir la variable endógena y describir las variables y c) es un indicador idóneo de concentración al con-
exógenas y las variables control. ceder más importancia a la disparidad en tamaños
entre las empresas que al número de éstas. Esta va-
riable ha sido introducida en los modelos en niveles
Variable endógena y con la transformación cuadrática multiplicada por
10.000 y se ha calculado de forma independiente
Edad organizativa, que es la variable dependiente. para cada forma organizativa.
Al utilizar modelos de duración con variables
dependientes del tiempo, la edad organizativa nos
permitirá identificar cual es la probabilidad de Variables de control
supervivencia o fracaso de una empresa. Si la
empresa continuaba funcionando al finalizar el Se han calculado dos tipos de variables control. En
período que cubre este trabajo se consideró como primer lugar, desarrollamos características particula-
dato censurado (véase Lawless, 1982; Cox y Oakes, res de las empresas que no son objeto de estudio en

156 361 >Ei


NUEVAS MEDIDAS DE COMPETENCIA ENTRE POBLACIONES DE EMPRESAS...

el presente trabajo, pero que pueden afectar al fra- con el entorno institucional facilita su crecimiento y su-
caso de cada una de ellas. A continuación, desarro- pervivencia a lo largo del tiempo (Meyer y Scott,
llamos variables que afectando a la probabilidad de 1983). Los ecólogos están de acuerdo con que dicha
fracaso son las que caracterizan la situación am- conexión aumenta las posibilidades de una pobla-
biental. ción para sobrevivir y crecer, mejorando la capaci-
dad de las empresas integrantes para movilizar re-
Sistema de explotación. La forma de propiedad de cursos y aumentar su legitimación (Hannan y Carroll,
los medios de producción influye en las tasas de mor- 1992, p. 41). Son varios los trabajos donde se confir-
talidad (Boone et al., 2000). Por este motivo se ha in- ma que los vínculos con el entorno institucional au-
troducido una variable dicotómica que refleja, en mentan las posibilidades de supervivencia empresa-
cada instante de tiempo, si la almazara se explota en rial (Singh et al., 1986; Miner et al., 1990; Baum y
propiedad (valor 1) o en régimen de arrendamiento Oliver, 1991). Puesto que el apoyo institucional podría
(valor 0). eliminar o reducir las limitaciones que son intrínsecas
al entorno, hemos introducido una variable control
Tamaño organizativo. Se ha identificado a la capa- que recoge los años de apoyo gubernamental a la
cidad de molturación instalada como la variable re- constitución de empresas dentro de la forma aso-
presentativa del tamaño de cada almazara siguien- ciativa. En la literatura dicho apoyo se ha recogido a
do la corriente de investigación que dentro de la través de variables dicotómicas asociadas con las
teoría ecológica identifica tamaño con capacidad aprobaciones recibidas durante algún intervalo tem-
(Barron et al., 1994, pp. 394-395) (10). Además, la poral (Carroll y Hannan, 2000, pp. 203-204). Por este
capacidad productiva instalada es la mejor medida motivo, hemos utilizado una variable dicotómica que
de tamaño al recoger el espacio de nicho ocupado recoge el efecto período derivado del apoyo institu-
por cada empresa (Winter, 1990). A ello habría que cional a la forma asociativa y que abarca el período
añadir que en el sector agrario la capacidad de comprendido entre los años 1950 y 1970.
transformación de materia prima es la variable más
representativa del tamaño empresarial (Ministerio de
Agricultura, 1979, p. 27). RESULTADOS

Tipo de tecnología. La tecnología influye en el rendi- En el cuadro 1, en la página siguiente, recogemos las
miento de las empresas y una de las manifestaciones correlaciones entre las variables exógenas y control
de esta influencia se refleja en la tasas de mortalidad para cada forma organizativa. Los cuadros 2 y 3
(Barnett, 1990; Suárez y Utterback, 1995; Carroll y Teo, muestran, para cada una de las formas organizativas,
1996). Para controlar la variación en la probabilidad los distintos modelos de competencia entre pobla-
de fracaso ocasionada por el tipo de tecnología em- ciones enunciados en el marco teórico. Pretende-
pleado se han introducido dos variables dicotómicas mos con ello analizar cómo influye cada forma or-
en función de la tecnología utilizada en la fase fun- ganizativa sobre las posibilidades de supervivencia
damental de la extracción del aceite de oliva. De es- de las empresas que poseen la forma alternativa de-
ta forma, surgen las variables: sistema basado en la tectando, asimismo, cual es el modelo de compe-
presión (tecnología obsoleta) y sistema basado en la tencia cruzada más adecuado.
centrifugación (tecnología avanzada). Se han intro-
ducido las dos variables debido a que ambas tecno- En el cuadro 2, presentamos tres modelos exponen-
logías pueden estar presentes en la misma almazara ciales de mortalidad para la forma privada. El mo-
aunque en líneas de producción diferentes. delo 1 recoge el modelo de densidad cruzada des-
cubriendo el impacto que el número de almazaras
Con respecto a las variables de control ambientales, asociativas produce en las tasas de mortalidad de la
se han introducido dos: forma privada. Se observa cómo la única variable
exógena significativa es la transformación cuadrática
Coste de la energía eléctrica. La energía eléctrica de la densidad cruzada indicando, con ello, que la
es la fuente de energía que abastece al sistema pro- competencia dentro de la forma privada no proce-
ductivo de una almazara. Esta variable recoge el de de las almazaras que poseen esta forma sino del
coste de dicho suministro en Ptas./Kw.hora. Expresa, número de almazaras con la forma alternativa. Se
por tanto, el coste variable unitario derivado del con- deduce, por tanto, que si bien los aumentos iniciales
sumo de energía eléctrica. Esta variable ha sido in- de la densidad de la forma asociativa influyen de for-
troducida siguiendo la línea observada en otros tra- ma significativa pero con un efecto leve en las tasas
bajos que al estimar las ratios vitales controlan la de mortalidad de la forma privada, cada vez este
incidencia del componente principal de costes de la efecto se va incrementando exponencialmente.
empresa (Barnett y Carroll, 1987; Mascarenhas, 1996).
Para tener una idea gráfica de cuál es la magnitud
Apoyo institucional. La teoría institucional preconiza del efecto de la densidad de la forma asociativa so-
que el aumento de la conexión de una población bre las tasas de mortalidad de la forma privada he-

361 >Ei 157


J. MOYANO FUENTES / M. NÚÑEZ NICKEL

mos calculado y representado gráficamente (Gráfi-


co 4) el multiplicador de dicha densidad. Multiplica-

-.654

-.782

-.326

-.335
-.137
.381
.924

.150
-.328
.763
.784

-.532

.038

-.603
-.319

-.682
.921
18 dor densidad forma asociativa = exp (0.0010 x Den-
sidad Forma Asociativa2/10).

.929

.597
.926

.510

-.450
-669

-.228

.132
-.670
.137
-.215
-.249

.897
.201

.955

-191
-.742
17

Se observa cómo el riesgo de fracaso de las alma-


zaras privadas aumenta primero más lentamente
.598

.554

.336
.088
-.826

-.241
-.371

.041
-.031
-.048

-.110
.618

.593

-.094

.564
.082
-.416

para, a continuación, hacerlo fuertemente a medi-


16

da que la densidad de la forma asociativa se ele-


va.
-.654

-.804
-.626

-.504

.238
.423

-.055

.088

-.663

.131

-.109

-.543
-.101

.068

-.663

.112
.475
15

En el modelo 2 se observa cómo la masa de la for-


ma asociativa ejerce un efecto positivo en las tasas
.124

.012
.146

.127
-.135

-.007

-.029
-.001
-.089
-.094

.118

.023
-.003

.140

.032

-.053
-.141
14

de mortalidad de las almazaras privadas. Compa-


rando los dos primeros modelos se deduce que la es-
cala o tamaño global de la forma organizativa con
.533

.362
.489
-.365

.104

-.016
-.376

-.254
-.066
-.084

.536
.134

.515
-.138
-.115

.492
-.396
13

la que se compite ejerce un impacto significativo en


la probabilidad de fracaso. Ahora bien, cuando di-
-.308

-.219

.173

-.122
.325

-.372
.098
.196

.180

.971

-.156
.106

-.370
-.726

-.815

-.307
.227

cha escala se representa a través de la masa se


12
CORRELACIONES ENTRE VARIABLES EXÓGENAS Y CONTROL (*)

consigue un modelo más ajustado para explicar la


mortalidad que sucede dentro de la forma privada
-.372

-.183

-.143
-.596

-.742
.203
-.045

-.215
-.278
-852

-.192

.979

.186
.127

-.258
-.355
.329
11

(para los mismos grados de libertad, se produce una


diferencia de c2 = 6.62 frente al modelo 1). Según es-
(*) Los valores superiores a la diagonal de la matriz corresponden a la forma asociativa y los valores inferiores a la forma privada.

to, la competencia entre poblaciones se recoge de


.945

.496

.558
-.744

.157
-.298
-.321

.912
.980

-.312
-.216

-.046
-.536

-.533
.218

.968
-.815
10

un modo más preciso cuando la variable explicativa


empleada mide la escala de la población en com-
petencia a partir del tamaño agregado de las em-
.919

.484

.516
-.845

.237
-.475
-.495

.846

.982
-.334
-.312

-.056
-.497

-.608
.291

.938
-.907
9

presas que la conforman.


CUADRO 1

.494

.588
-.596

.139

.962
-.014
-.045

.887
.932
.196

-.359
-.306

-.057
-.555

-.433
.928
-.651

La interpretación anterior quedaría incompleta si no


8

recogiésemos la dirección de dicha influencia cal-


culando el multiplicador de la masa cruzada y re-
Correlaciones ≥ |0.01| son significativas al p < 0.00001 con los cinco mayores europeos en 1974.
.476

.511
-.751

.346
-.221
-.255

.931
.899
.898
.399

-.598
-.520

-.112
-.485

-.414
.900
-.794
7

presentándolo gráficamente (Gráfico 5). Multiplica-


dor masa forma asociativa = exp (0.0010 x Masa
Forma Asociativa)
.814

-.450

-.392

-.211

-.131
.996

-.293
-.596
-.463
-.409

-.115
-.205

.000
.138

.817
.781

-.376
6

Se observa cómo el riesgo de fracaso de las alma-


.789

-.429

-.128
.995
-.405
-.292

-.214
-.614
-.475
-.394

-.152
-.064

.010
.135

.804
.761

-.381

zaras privadas permanece inalterado cuando la ma-


5

sa de la forma asociativa no es muy elevada. Ahora


bien, cuando el tamaño de la forma asociativa sigue
-.526

.161
-.305
-.283
.719
.442

.227
-.305
-.283

-.708
-.447

.979

-.812

-.180
-.151

-.116
.406
4

aumentando llega un determinado nivel donde la


probabilidad de fracaso de las almazaras privadas
crece exponencialmente con los aumentos de esta
-.517

.982
-.205
-.174
.716
.442

.227

.169
.440
.388

-.805
-.460

-.898

-.189
-.155

-.028
.416
3

variable.
-.514
.894
.901
-.731
-.649

-.368

-.335
.987

-.422

-.819
-.729

.036
.137

.042
.326

.789
-.661

En el modelo 3 se observa la repercusión altamente


2

significativa de la concentración de la forma aso-


ciativa en las tasas de mortalidad de la forma priva-
.980

-.525
.859
.853
-.804
-.726

-.387
-.460

-.905
-.823

.143
-.411
.234

.054
.375

.762
-.757

da. En este caso, tanto el componente lineal como


1

el cuadrático de la concentración cruzada son sig-


10. (Concent. F. Privada)2 x 10000

nificativos. Para identificar el diseño que siguen las ta-


12. (Conc. F. Asociativa)2 x 10000
2. (Densidad Forma Privada)2/10

11. Concentración F. Asociativa


8. Masa Forma Asociativa2/100

18. Apoyo institucional F. Asoc.


4. (Densidad F. Asociativa)2/10
3. Densidad Forma Asociativa

sas de mortalidad de la forma privada en función del


6. Masa Forma Privada2/100

FUENTE: Elaboración propia.


9. Concentración F. Privada

17. Coste energía eléctrica


14. Sistema de explotación
1. Densidad Forma Privada

grado de concentración de la forma asociativa he-


7. Masa Forma Asociativa

16. Tecnología avanzada


13. Tamaño organizativo

15. Tecnología obsoleta


5. Masa Forma Privada

mos calculado su multiplicador: Multiplicador con-


centración forma asociativa = exp (-217.41 x Con-
centración Forma Asociativa + 232.962 x
Concentración Forma Asociativa2x10000)
Variables

En el gráfico 6 reproducimos gráficamente el com-


portamiento de este multiplicador, observándose

158 361 >Ei


NUEVAS MEDIDAS DE COMPETENCIA ENTRE POBLACIONES DE EMPRESAS...

que sigue un diseño no-monótono en forma de U, lo CUADRO 2


que significa que la probabilidad de fracaso de las al- MODELOS EXPONENCIALES DE MORTALIDAD
mazaras privadas disminuye con la concentración EN LA FORMA PRIVADA (a)
de la forma asociativa, hasta llegar a un determina-
Variables independientes Modelo 1 Modelo 2 Modelo 3
do nivel a partir del cual el riesgo de fracaso aumenta
exponencialmente. Densidad .0005
Forma Privada (.0033)
Densidad -.00003
Comparando este modelo con el anterior se puede Forma Privada2/10 (.00003)
concluir que el modelo de concentración cruzada Densidad -.0179
ofrece un diseño más complejo de la competencia Forma Asociativa (.0138)
Densidad .0010*
entre ambas formas (diseño no-monótono). A pesar Forma Asociativa2/10 (.0005)
de ello, el modelo de concentración cruzada es el Masa .0025*
que peor ajusta la influencia de la competencia en- Forma Privada (.0011)
Masa -.00004**
tre poblaciones sobre la probabilidad de fracaso. Es Forma Privada2/100 (.00001)
decir, alcanzamos evidencia de que claramente el Masa .0010****
Forma Asociativa (.00017)
nivel de concentración ejerce influencia sobre la pro- Masa -2.08E-06
babilidad de muerte. Sin embargo, el poder predic- Forma Asociativa2/100 (1.39E-06)
tivo es inferior al de cualquiera de las otras dos varia- Concentración 803.38****
Forma Privada (221.44)
bles exógenas: densidad y masa. Concentración -6881.21****
Forma Privada2 x10000 (1878.36)
En el cuadro 2 también es posible detectar la reper- Concentración -217.41****
Forma Asociativa (43.81)
cusión significativa que sobre la probabilidad de fra- Concentración 232.96****
caso de las almazaras privadas ejercen las variables Forma Asociativa2 x10000 (54.56)
de control organizativas. Sistema -.0761 -.0764 -.0593
de explotación (.1114) (.1114) (.1112)
Tamaño -.1324**** -.1326****
En concreto, en los tres modelos se observa cómo el -.1313****
tamaño de una almazara privada repercute de for- organizativo (.0134) -.1346***
Tecnología -.2258 -.1017 -.2730
ma altamente significativa y negativa en su probabi- obsoleta (.4570) (.4681) (.4574)
lidad de muerte. Estos resultados están en conso- Tecnología -2.086* -2.068* -2.156*
nancia con los obtenidos en investigaciones avanzada (.8431) (.8437) (.8425)
Coste -.0148 -.3615**** .3314**
anteriores que demuestran cómo el tamaño amorti- energía eléctrica (.0424) (.0572) (.1143)
gua la probabilidad de fracaso empresarial (Carroll y Apoyo institucional .8779* 1.091*** .4362
forma asociativa (.3997) (.3662) (.3976)
Hannan, 2000).
c2 308.17**** 314.79****
Otra variable organizativa que genera una incidencia 247.24****
Grados de libertad 10 10 10
significativa y negativa en la probabilidad de fraca-
so de las almazaras privadas es el tipo de tecnología Nota: **** = p < 0.0001; *** = p < 0.001; ** = p < 0.01;
utilizado en la fase de extracción. Las almazaras que * = p < 0.05 (a) Los errores estándar figuran entre paréntesis.
emplean la tecnología más avanzada en su sistema FUENTE: Elaboración propia.
productivo padecen un riesgo de fracaso más bajo.

394.062 GRÁFICO 4

EFECTO DE LA
DENSIDAD CRUZADA
EN LA PROBABILIDAD
Ratio multiplicador

DE FRACASO
DENTRO DE LA
FORMA PRIVADA

1.04311

40 5664.4 FUENTE:
Densidad asociativa Elaboración propia.

361 >Ei 159


J. MOYANO FUENTES / M. NÚÑEZ NICKEL

GRÁFICO 5
1.2e+06
EFECTO DE LA MASA
CRUZADA EN LA
PROBABILIDAD DE
FRACASO DENTRO
DE LA FORMA
Ratio multiplicador

PRIVADA

1.20929
FUENTE:
Elaboración propia.
179.5 Masa asociativa 13259

.407764 GRÁFICO 6

EFECTO DE LA
CONCENTRACIÓN
CRUZADA EN LA
PROBABILIDAD DE
Ratio multiplicador

FACASO DENTRO DE
LA FORMA PRIVADA

006646

.006824 FUENTE:
.089
Nivel concentración asociativas Elaboración propia.

Esto está motivado por la reducción en los costes de siona en la probabilidad de fracaso pues el signo
extracción y por la obtención de una mayor canti- que se obtiene en los dos modelos donde su inci-
dad de producto final que conlleva la utilización de dencia es estadísticamente significativa es tanto po-
tal tecnología (Hermoso, et al., 1994). sitivo como negativo

En cuanto a la incidencia de las variables de control En el cuadro 3 presentamos los modelos de morta-
ambientales, se observa cómo el apoyo institucional lidad en la forma asociativa. Los modelos 4 y 5 re-
recibido por la forma asociativa incide de forma po- cogen los modelos de competencia cruzada a par-
sitiva en la probabilidad de fracaso de las almaza- tir del tamaño absoluto de la forma privada. En
ras privadas. El soporte institucional recibido por la for- ambos casos, se observa cómo éste no ejerce una
ma asociativa fomentó la constitución de almazaras influencia significativa en las tasas de mortalidad de
con esta forma, repercutiendo negativamente en la las almazaras asociativas. Esto es, ni el número, ni el
continuidad de las almazaras privadas existentes. tamaño agregado de las almazaras que componen
Con respecto a la influencia del coste de la energía la forma privada modifica el riesgo de fracaso de las
eléctrica, no es posible deducir qué influencia oca- almazaras asociativas.

160 361 >Ei


NUEVAS MEDIDAS DE COMPETENCIA ENTRE POBLACIONES DE EMPRESAS...

En el último modelo de esta tabla (modelo 6) se ob- CUADRO 3


serva cómo la única señal de interdependencia en- MODELOS EXPONENCIALES DE MORTALIDAD
tre ambas formas se recoge a partir de la concen- EN LA FORMA ASOCIATIVA (a)
tración cruzada. En efecto, se comprueba cómo la Variables independientes Modelo 4 Modelo 5 Modelo 6
variable exógena significativa es la transformación Densidad -.0505
cuadrática de la concentración cruzada. Para de- Forma Asociativa (.0280)
tectar más concretamente cómo evoluciona el ries- Densidad .0020*
Forma Asociativa2/10 (.0010)
go de fracaso a medida que aumenta la concen- Densidad -.0050
tración de la forma privada debemos acudir al Forma Privada (.0057)
calculo de su multiplicador y a su representación Densidad .00003
Forma Privada2/10 (.00005)
gráfica (Gráfico 7). Multiplicador concentración for- Masa .0004
ma privada = exp (-4501.12 x Concentración Forma Forma Asociativa (.0003)
Masa -2.06E-06
Privada2 x 10000). Forma Asociativa2/100 (2.44E-06)
Masa .0021
En dicho gráfico se observa cómo la probabilidad Forma Privada (.0020)
Masa -.00003
de fracaso de las almazaras asociativas disminuye Forma Privada2/100 (.00002)
fuertemente cuando se producen los primeros au- Concentración -66.95
mentos de la concentración de las almazaras pri- Forma Asociativa (88.16)
Concentración 72.23
vadas para, a continuación, mantenerse constan- Forma Asociativas2 x10000 (115.91)
te. Concentración 575.94
En cualquier caso, el único modelo que permite de- Forma Privada (301.76)
Concentración -4501.12*
ducir la influencia que la forma privada ejerce sobre Forma Privada2 x10000 (2173.74)
la forma asociativa es el modelo de concentración Sistema -1.254**** -1.262**** -1.271****
cruzada. Los modelos de densidad y masa cruzada de explotación (.3109) (.3112) (.3095)
Tamaño -.0739**** -.0743**** -.0723****
no son capaces de detectar el tipo de interdepen- organizativo (.0154) (.0154) (.0154)
dencia existente entre ambas formas organizativas. Tecnología -.0680 -.1148 -.0093
obsoleta (.7477) (.7493) (.7485)
Tecnología -1.315 -1.300 -1.229
La carencia de significación de los modelos de den- avanzada (.8524) (.8530) (.8500)
sidad y masa cruzada podría estar ocasionada por Coste .0877 .0088 .2854*
energía eléctrica (.0535) (.0881) (.1274)
cierto grado de multicolinealidad entre las variables Apoyo institucional .3878 1.049 .5754
exógenas en términos lineales y su transformación forma asociativa (.7822) (.6993) (.7467)
cuadrática. Sin embargo, para conservar el mismo cri-
c2 96.34**** 94.31**** 90.91****
terio que en el análisis anterior y puesto que la bondad Grados de libertad 10 10 10
de los modelos no mejoraba sustancialmente tras la
eliminación de la transformación cuadrática, opta- Nota: **** = p < 0.0001; *** = p < 0.001; ** = p < 0.01; * = p
mos por mantener los modelos más completos. < 0.05
(a) Los errores estándar figuran entre paréntesis
FUENTE: Elaboración propia.
Con respecto a las variables control utilizadas sólo se
han encontrado dos variables que, en todos los mo-
delos, ejercen una influencia significativa en la pro-
babilidad de fracaso de las almazaras asociativas. analizar cómo afecta tal competencia a las tasas
Por un lado y al igual que en la forma privada, el ta- de fundación, mortalidad y crecimiento empresa-
maño de la almazara se relaciona de forma inversa rial. Este concepto de competencia es limitado al
con el riesgo de fracaso. Por otro y relacionado con no incluir la que procede de empresas pertene-
la naturaleza específica de la forma asociativa, se cientes a otra u otras poblaciones con necesida-
observa cómo desarrollar la actividad en propiedad des similares de recursos. Este trabajo pretende cu-
reduce la probabilidad de muerte. Con respecto a brir dicha deficiencia examinando la rivalidad
las variables ambientales solo se detecta en uno de existente entre conjuntos localizados de poblacio-
los modelos la influencia significativa del coste de la nes. Los resultados alcanzados señalan cómo, en
energía eléctrica. algunas ocasiones, la competencia por recursos
no procede de los miembros que componen su
población sino de empresas integradas en otra po-
Discusión y conclusiones blación diferente.

Este trabajo representa un intento por aportar nue- Desde el punto de vista metodológico, la ecología
vas medidas del concepto de competencia. Fun- de las organizaciones asume que la competencia
damentalmente, la ecología organizativa se ha entre poblaciones es, principalmente, función de la
centrado en concebir la competencia cómo la lu- densidad o número de empresas de las poblaciones
cha que se libra entre los miembros de una pobla- en competencia. En esta investigación se ha mo-
ción por conseguir los recursos que necesitan y, delado la competencia entre poblaciones a partir

361 >Ei 161


J. MOYANO FUENTES / M. NÚÑEZ NICKEL

.903684 GRÁFICO 7

EFECTO DE LA
CONCENTRACIÓN
CRUZADA EN LA
PROBABILIDAD DE
Ratio multiplicador

FRACASO DENTO DE
LA FORMA
ASOCIATIVA

7.4e-06

.000023 .0002624 FUENTE:


Nivel concentración privada Elaboración propia.

de la densidad pero, también, a partir de otras va- so, el modelo de densidad cruzada coincidiría con
riables representativas del potencial competitivo de el de masa cruzada puesto que esta última medida
una población. Así hemos considerado, de forma in- sería un múltiplo de la primera. Por el contrario, si el
dependiente, que la amenaza competitiva de una grado de desigualdad entre organizaciones es gran-
población depende tanto, del tamaño agregado de, los modelos de densidad cruzada y de masa
de sus miembros, como de la distribución de tama- cruzada están midiendo aspectos distintos. En nues-
ños de cada población o nivel de concentración. tra opinión, y así parecen apoyarnos los resultados, el
Los resultados obtenidos confirman la utilidad de mo- grado de competencia se aproximaría mejor por la
delar la competencia entre poblaciones a partir de variable masa poblacional.
estas dos últimas aproximaciones.
De otro lado, aplicando los modelos de competen-
De los tres modelos de competencia cruzada, el de cia cruzada podemos determinar dos cuestiones bá-
concentración es el único que permite detectar, en sicas que afectan al éxito y a la supervivencia em-
cada una de las formas organizativas analizadas, el presarial dentro de cada forma. Por una parte, se
impacto que ejerce cada forma sobre la otra. En detecta la existencia de interdependencia entre las
concreto, en la forma asociativa este modelo per- formas organizativas que componen la industria que
mite comprender qué tipo de influencia ejerce la se examina en este trabajo y, por otra, se desprende
forma privada sobre las posibilidades de superviven- que la forma asociativa es la forma ecológicamen-
cia de las almazaras asociativas. En este caso, los te más fuerte, cómo lo indica el impacto significati-
modelos de densidad y masa cruzada no tienen ca- vo y positivo de los coeficientes cruzados. Es decir,
pacidad suficiente para descubrir la influencia que ambas formas luchan por conseguir los recursos, pe-
una forma ejerce sobre la otra. Estos dos modelos ro la asociativa es la que resulta beneficiada duran-
analizan la competencia de una manera superficial te el período contemplado. En cualquier caso se po-
ya que no profundizan en las relaciones de poder ne de manifiesto la compleja relación existente entre
que se producen entre los integrantes de la forma or- la estructura de los derechos de propiedad y los pro-
ganizativa ratificando, por ello, la utilidad de diseñar cesos competitivos que tienen lugar entre las formas
el modelo de concentración cruzada. Es decir, exis- organizativas descritas.
te la posibilidad de ver cómo la concentración influ-
ye sobre la probabilidad de fracaso y de qué forma. Es posible concluir que el tamaño de la empresa
Sin embargo, este modelo se ajusta peor a esta pro- debe incorporarse a las medidas utilizadas para mo-
babilidad. De este modo, cabe la posibilidad de delar la competencia entre poblaciones, bien su-
que la concentración sea una medida de una di- mando los tamaños empresariales, o bien a través
mensión distinta del concepto competencia, un del nivel de concentración de la población rival.
concepto de competencia que tenga que ver con Además, los modelos desarrollados a partir de estas
el grado de similitud entre las empresas. Podría dar- medidas constituyen un punto de contacto entre los
se el hipotético caso de que todas las empresas de investigadores en el campo de la organización in-
la población fuesen clónicas con escasa relevancia dustrial y la ecología organizativa (Boone y van Wit-
en cuanto a su ponderación en el nicho. En este ca- teloostuijn, 1995).

162 361 >Ei


NUEVAS MEDIDAS DE COMPETENCIA ENTRE POBLACIONES DE EMPRESAS...

La validez de los resultados alcanzados se encuen- y Carroll, 1987; Ranger-Moore et al., 1991; Hannan y Carroll,
tra condicionada a la realización de trabajos simila- 1992; Haveman, 1992; Rao y Neilsen, 1992, Barron et al.,
res y bajo distintos contextos ambientales, en pobla- 1994, 1998).
ciones de otros sectores industriales y de servicios. La (2) En concreto, los trabajos de Carroll y Wade (1991) y Carroll y
Swaminathan (1992) son ejemplos de relación simbiótica en
consecución de resultados estadísticamente signifi-
un único sentido. En los de Hannan y Freeman (1988), Barnett
cativos permitirían validar los modelos de compe-
(1990), Rao y Neilsen (1992) y Baum et al., (1995) la relación
tencia cruzada diseñados en este trabajo. es competitiva.
(3) Para reformular el modelo de Lotka-Volterra nos basamos en
Otra limitación de este trabajo, aunque de naturale- el esquema de Barnett y Amburgey (1990) utilizado para
za estadística, proviene del reducido número de fra- construir el modelo de dependencia de la masa. No obs-
casos observado en la forma asociativa de la indus- tante, podría considerarse la posibilidad de reemplazar en las
tria analizada (70 fracasos). Este hecho podría formulas que hemos introducido la tasa de crecimiento en
dificultar la comprobación de si las desapariciones números por la tasa de crecimiento en masa.
están originadas por la amenaza competitiva que (4) Se entiende por empresas generalistas aquellas que depen-
den de un abanico amplio de recursos para sobrevivir. Co-
supone la forma rival (Barron et al., 1998, p. 13). No
mo, por ejemplo, las constructoras que realizan obras públi-
obstante, se trata de una limitación menor si tene-
cas, construyen casas unifamiliares, realizan reformas en
mos en cuenta la aceptación de la forma asociati- edificaciones existentes, etc. mientras que las empresas es-
va en esta industria, lo que reduce el número de pecialistas son aquellas que sobreviven en unas condiciones
factores que puedan perjudicarla. ambientales específicas (por ejemplo, las constructoras que
solo realizan reformas en edificaciones existentes).
Por otro lado, la significación que los modelos de ma- (5) Entre los trabajos que han empleado esta clasificación des-
sa y concentración cruzada conceden al tamaño tacan: Barnett y Carroll (1987); Ranger-Moore et al., (1991);
empresarial puede ser origen de inconvenientes, pues Hannan y Carroll (1992); Haveman (1992); Rao y Neilsen
no existe evidencia directa para los mecanismos cau- (1992), Barron et al., (1994, 1998).
sales asociados con el tamaño de la empresa (Barron, (6) Otros artículos donde también se observa la ausencia de hi-
pótesis al analizar la competencia entre poblaciones son:
1999). El tamaño está correlacionado con otras mu-
Ranger-Moore et al. (1991); Carroll y Swaminathan (1992);
chas características empresariales y, por tanto, es pre-
Staber (1992); Lomi (1995); Lomi (2000).
ciso ser prudentes a la hora de utilizar esta variable co- (7) Estas empresas son multinacionales que actúan en régimen
mo factor causal explicativo de la mortalidad en los de pseudo-oligopolio en el mercado del aceite de oliva.
modelos de competencia entre poblaciones. (8) Ministerio de Industria y Energía: R.D. 1594/1992 de 23 de di-
ciembre (B.O.E. 30/12/1992); O.M. de 1 de enero de 1994 (B.O.E.
A pesar de estas limitaciones, los resultados alcan- 5/1/1994); O.M. de 12 de enero de 1995 (B.O.E. 14/1/1995); R.D.
zados permiten señalar algunas extensiones del pre- 2204/1995 de 28 de diciembre (B.O.E. 29/12/1995); O.M. de 27
sente trabajo para abordar en un futuro. Por un lado, de diciembre de 1996 (B.O.E. 28/12/1996); R.D. 2016/1997 de 26
los modelos de competencia cruzada podrían ser de diciembre (B.O.E. 27/12/1997).
aplicados en el tercer nivel de análisis de la teoría (9) El índice de Herfindhal para cada una de las formas organi-
zativas j (Hj) se calcula:
ecológica, la ecología comunitaria, para observar
cómo evolucionan las comunidades de poblacio- n

nes. En concreto, y dentro del sector que nos ocupa, Hj = 冱 Si2


i=1
podría examinarse cómo interactúan las poblacio-
nes ubicadas en distintas etapas de la cadena agro- Siendo Si = ai / Aj = Tamaño relativo de la empresa i inte-
grada en la forma organizativa j.
alimentaria del aceite de oliva. Por ejemplo, analizar
ai = Tamaño de la empresa i.
cómo influye la población de empresas refinadoras Aj = Suma de los tamaños de las empresas que componen
y envasadoras en la población de almazaras. Por la forma organizativa j.
otro lado, se debería analizar el comportamiento de n = Número de empresas integradas en la forma organizati-
los modelos de masa y concentración cruzada en el va j.
ámbito de la fundación organizativa. Por último, se- (10) Dentro de esta corriente de investigación, los trabajos empí-
ría preciso examinar el potencial predictivo del mo- ricos efectuados incluyen: capacidad de almacenamiento
delo de concentración cruzada cuando se estiman en bodegas (Delacroix et al., 1989; Delacroix y Swaminathan,
las tasas de crecimiento empresarial. 1991; Swaminathan, 1995), capacidad productiva en em-
presas cerveceras (Carroll y Swaminathan, 1992), número de
(*) Los autores desean agradecer el apoyo financiero prestado matriculas en guarderías (Baum y Oliver, 1991) y número de
habitaciones en hoteles (Baum y Mezias, 1992).
por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (SEC 2001-652) y por
el FEGA-FEOGA (CAO99-019).
BIBLIOGRAFÍA
NOTAS
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(1) Esta clasificación en empresas asociativas y empresas priva- y L.L. Cummings (Eds.), Research in organizational behavior: 165-
das ha sido utilizada en numerosos trabajos (véanse Barnett 198. Grenwich: JAI.

361 >Ei 163


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