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com - Torá, Zohar, Kabbalah, Cabalá, resurrección, reencarnación, metempsicosis, guilgul, gilgul, neshama, alma, espíritu, vida, eter…
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Menajem I.
EUA
(Deben incluir en todos sus mensajes para nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive)
Shalom.
Gracias por su pregunta.
Ante todo, yo no me etiqueto como "ortodoxo", así que le agradecería que así no lo hiciera conmigo (ni con nadie, supongo).
Considero que las etiquetas aplicadas a prácticas humanas solo sirven par alienar a la persona, y obstaculizan el desarrollo de las
mejores potencialidades de cada cual.
Luego, y ya pasando a responder: gracias a Dios yo no soy el único que no comparto la idea de la reencarnación (gilgul
haneshamot), pues hay otros, anteriores e inmensamente más grandes que este humilde maestro, que se han opuesto, tal como
Saadia Gaón, Bajia ibn Pakuda, Iosef ibn Tzadik, o hasta (según muchos entendidos) el príncipe de los pensadores judíos:
Rambam (Maimónides), entre otros.
Si bien es cierto, otros insignes maestros y filósofos la han sostenido (Ramban o Baal Shem Tov, por ejemplo, ambos posteriores
a la aparición pública del Zohar), no por ello la idea de la reencarnación es parte de la creencias judías centrales, ni es obligación
que se la comparta.
Es decir, se puede ser un estricto y fiel judío adhiriendo a tal idea, o si no se la considera correcta. Pues, repito, es una creencia
secundaria y que no hace a la existencia del judaísmo, ni aporta especialmente en lo relativo a la lealtad a la Torá y a las mitzvot -
preceptos-.
En resumen: la reencarnación es una creencia individual (o de ciertos grupos), tal como la no creencia en la misma lo es. Es una
creencia de índole restringida, y que no atentan contra principios generales y superiores (Torá y halajá); ni tampoco es
obligatorio compartirla. Por lo tanto, no hace a la cuestión de identificar al judío y al judaísmo, tal como, por ejemplo la creencia
en alienígenas no lo hace.
No sé si me expliqué lo suficiente, por lo que reitero: mientras los pensamientos grupales o individuales no vayan contra lo que
es normativo, ni provoquen el error o pecado, uno es libre de pensar lo que quiera.
Por ejemplo, si yo pensara que un ser humano es un dios o un parte de la divinidad; ese pensamiento es idolátrico, por lo tanto,
absolutamente fuera del judaísmo y excluyente. Es un ataque contra Dios y el orden por Él establecido.
Pero, si yo pensara que hay (o hubo) vida en Marte, no estoy fuera de lo legalmente establecido en la halajá.
En el judaísmo no hay dogmas, ni fe ciega; pero hay leyes establecidas que deben ser cumplidas cabalmente.
Por lo tanto, los judíos que creen en la reencarnación, están tan dentro del judaísmo, como los que consideran que al morir
nuestra alma retorna a la Fuente de Vida eterna.
Le solicito que relea el texto escrito por mí que usted cuestiona en su misiva, y verá que comienza explicando exactamente esto
que usted pregunta: somos libres de opinar cuando no hay reglas o bases al respecto (siendo responsables de nuestra opiniones,
claro está).
Para finalizar: ¿para qué torturarnos con ideas y creencias que no aportan al mejoramiento de la persona y la sociedad, ni al
mejor servicio de Dios? ¿Por qué suponer que tendremos una segunda (y hasta una cuarta) chance de hacer lo que debemos
hacer AHORA: amar a Dios y adherirnos a Sus mandamientos? ¿Por qué soñar con vivir otras vidas, teniendo tanto por hacer en
ESTA vida?
Yehuda Ribco
https://serjudio.com/rap1201_1250/rap1201.htm 1/1