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Nº 01617-2017
Sumilla: RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL
DIGO:
1.Es el caso, que el Poder Judicial (PJ), en dos instancias,no está cumpliendo
las sentencias dictadas por la Honorable Corte Interamericana de Derechos
Humanos (caso J vs. Perú, caso Zegarra Marín vs Perú, caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica,
caso Mohamed vs Argentina, entre otras), no ha considerado el fallo Miranda vs
Arizona (1966) dictado por la Corte Suprema de Justicia (USA) referido al
derecho de defensa, no ha valorado el Informe sobre las prisiones preventivas
en la Américas preparado por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) que contiene recomendaciones a los Estados miembros, no
han aplicado las resoluciones del Tribunal Constitucional (TC), ni los recursos
de casación, ni acuerdos plenarios supremos referidos a las prisiones
preventivas (peligro procesal) y a laaplicación del artículo 278º del Código
Procesal Penal (CPP) sobre impugnaciones, vulnerando el derecho fundamental
a la instancia plural.
2.La Honorable Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Tribunal
Constitucional (TC) y nuestra Corte Suprema de Justicia han establecido
que un recurso de apelación o impugnación referido a una prisión
preventiva no puede ser rechazado por formalidades ya que se afecta el
derecho fundamental que tiene toda persona a que una decisión judicial
sea revisada por una instancia superior; lo único que podría impedir la
tramitación de una impugnación sería la presentación fuera de plazo.
Incluso, aplicándose supletoriamente el Código Procesal Civil (CPC), si hubiera
alguna causal de inadmisibilidad debería otorgarse el plazo necesario para
efectuar la subsanación a fin de no impedir el derecho a que un Superior revise
la decisión del juez inferior.
10. Las resoluciones del juez a quo y del tribunal a quem son contrarias a
nuestro ordenamiento jurídico vigente, permiten un atropello a los derechos
fundamentales (violación al debido proceso, garantías judiciales y tutela procesal efectiva ) y
que se mantenga latente la amenaza contra la libertad individual del ex
presidente constitucional de la República Alejandro Toledo Manrique, así como
las abusivas ordenes de captura nacional e internacional (INTERPOL) y una
ilegal recompensa ofrecida (MININTER); ambas decisiones jurisdiccionales
lamentablemente prefieren y justifican la aplicación del Código Procesal Penal
(CPP) obviando la Constitución Política, los tratados internacionales sobre
derechos humanos, los fallos supranacionales y la abundante jurisprudencia
nacional que respaldan nuestra acción de habeas corpus. La arbitraria prisión
preventiva dictada por el juez penal Richard Concepción (Primer Juzgado de
Investigación Preparatoria Nacional) constituye una pena anticipada y eso resulta
inaceptable; incluso, ha ocasionado una condena social contra el
favorecido, agraviando a su familia, nombre, reputación y trayectoria
política, académica y profesional.
I
LA AMENAZA DE LA LIBERTAD INDIVIDUAL ESTÁ PROBADA.
II
LA VULNERACIÓN DE LA INSTANCIA PLURAL ESTA PROBADA.
19. Luego de dictarse la arbitraria prisión preventiva (sin que exista ningún peligro
procesal y vulnerándose la tutela procesal efectiva), dentro del plazo legal y
debidamente sustentado presentamos un recurso de apelación, al amparo de la
instancia plural garantizada en nuestro ordenamiento jurídico vigente; sin
embargo, el juez penal lo declaró inadmisible (sin conceder un plazo de subsanación)
bajo el argumento solitario de aplicación del artículo 405º del Código Procesal
Penal (CPP) dejando de lado la Carta Política, a pesar que la Constitución
determina que en caso de conflicto entre esta y una ley, se prefiere la primera.
20. Ante ello, nos vimos obligados a presentar un recurso de queja de derecho,
a fin que el tribunal a quem realice las enmiendas necesarias y se conceda el
recurso de apelación; sin embargo, la Sala Penal de Apelaciones Nacional
convalidó la situación y también declaró inadmisible dicha recurso, sin cumplir
las normas legales, ni otorgar plazo de subsanación y dejando en total
indefensión al ex presidente constitucionalde la República, Alejandro Toledo
Manrique.
21. Entonces, presentamos una pedido de nulidad absoluta para evitar que se
consume la vulneración de los derechos fundamentales del favorecido ( amenaza
de la libertad individual,instancia plural, derecho a ser oído, derecho al juez natural o legal y
derecho de defensa), explicando detalladamente lo sucedido y los fallos
supranacionales, así como todo el material necesario; pero, el tribunal a quem
lo rechazó.
III
FUNDAMENTOS DE DERECHO.
Constitución Política.
23.El artículo 139 de la Constitución Política del Estado, incisos 3, 6 y 14, que
garantizan el debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva; el derecho a la
pluralidad de instancias y el principio de no ser privado en ningún estado del
proceso.
24.El artículo 138° de la Constitución Política del Estado que establece que de
existir una incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma legal,
los jueces prefieren la primera.
30.Las dos (2) decisiones judiciales dictadas en este proceso constitucional son
contrarias a la reiterada y permanente jurisprudencia emitida por la Honorable
Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Tribunal Constitucional y la
Corte Suprema de Justicia, que establecen, por ejemplo:
“7. En reiterada jurisprudencia, este Colegiado ha señalado que las normas del
ordenamiento jurídico nacional, en particular, aquellas que tienen relación con los
derechos y libertades fundamentales, deben ser interpretadas con los tratados en
materia de derechos humanos en los que el Estado peruano sea parte. Según el
artículo 25.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, "Toda persona tiene
derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los
jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun
cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en el ejercicio de sus
funciones oficiales".
“… el derecho que tiene toda persona a recurrir las sentencias que impongan una
condena penal y, en general, una medida de coerción persona, por otro lado, como
puede verse del fundamento veinte, para el Tribunal se encuentra fuera de discusión
que un fallo condenatorio sea recurrible, además de las medidas de coerción personal.
En suma, concluyó que pertenece al contenido esencial del derecho fundamental a la
pluralidad de la instancia, el derecho de toda persona a un recurso eficaz contra la
sentencia que impongan una condena penal.”