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Ana Mª Morales Castro 1º Comunicación Audiovisual Grupo 1-A

1.Resume el Documento 5: Los efectos del entorno.

Nos comunicamos con los demás en una cantidad bastante limitada de lugares, pero aún así son
muy diversos. Sin embargo, es probable que se nos presenten de un modo similar, pues una vez
hemos percibido nuestro medio de una cierta manera, podemos incorporar nuestras percepciones a
la elaboración de los mensajes que enviamos. De esta manera, recibimos la influencia de nuestro
medio y al mismo tiempo influimos en él.

Mehrabian sostiene que reaccionamos emocionalmente a nuestro entorno y que la naturaleza de las
reacciones emocionales puede explicarse en términos de excitación que el medio produce en
nosotros, como por ejemplo la excitación, que se refiere a los sentimientos de actividad.

Percepciones del entorno

Percepciones de formalidad. Una dimensión familiar que sirve como criterio para clasificar el
entorno es un continuum formal/informal. Cuanto más grande es la formalidad, mayores son
también las probabilidades de que el comportamiento de comunicación sea más estirado y
superficial, vacilante y estereotipado.

Percepciones de calidez. El entorno que nos hace sentir calor psicológico nos estimula a permanecer
en él.

Percepciones de privacidad. Los entornos cerrados sugieren mayor privacidad. En la medida en que
hay poca posibilidad de que terceras personas entren en nuestra conversación o, el sentimiento de
privacidad es mayor. Es probable que cuando la privacidad sea mayor acortemos las distancias
conversacionales y se den más mensajes personales especialmente construidos y adaptados a la otra
persona que mensajes para "la gente en general".

Percepciones de familiaridad. Cuando nos encontramos con una persona nueva, somos cautos,
medidos y convencionales en nuestras respuestas. En esta situación es posible que vacilemos antes
de movernos con rapidez, y es probable que procedamos lentamente hasta que podamos asociar este
entorno no familiar con alguno que conozcamos.

Percepciones de compulsión. Parte de nuestra reacción total a un medio se basa en nuestra


percepción de posibilidad que tenemos para dejarlo. La intensidad de estas percepciones de
compulsión están estrechamente relacionadas con el espacio disponible durante el tiempo que
permanezcamos en un medio determinado. Hay entornos que parecen ser restrictivos sólo de modo
temporal, mientras que otros medios lo pero de un modo más permanente.

Percepciones de distancia. A veces, nuestras respuestas en el medio estarán influidas por el hecho de
que la persona con la que hemos de comunicarnos esté cerca o lejos. Puede tratarse de distancia
física real o puede tratarse de distancia psicológica. Es probable que cuando la ordenación espacial
nos obliga a permanecer en cuartos cerrados con personas desconocidas hagamos esfuerzos para
aumentar psicológicamente la distancia entre nosotros y los demás, y que reflejemos un sentimiento
menos íntimo.

En general, la comunicación más íntima se asocia con medios informales, no restringidos, privados,
cerrados y cálidos. Sin embargo, en las situaciones cotidianas estas dimensiones se combinan de
manera compleja.
El medio natural

Durante muchos años, los científicos de la conducta has supuesto que quienes han preferido para
vivir áreas urbanas a rurales tendrán menos relaciones personales estrechas. Sin embargo, la mayor
movilidad y la influencia de los medios de comunicación de masas tienden a alejar la posibilidad de
que tales diferencias se den realmente. Sin embargo, hay motivos para pensar que cuanto mayor es
la movilidad física que se tiene en la ciudad, menor será la intimidad social en el seno del propio
barrio.

Por otra parte, siguiendo en la línea del medio natural debemos saber que la relación entre
temperatura y agresión no es simple pues dependiendo de la primera se genera en nosotras la
segunda o no. Probablemente haya una cantidad de factores que interactúen con la temperatura para
aumentar las probabilidades de una agresión. Varios experimentos se han llevado a cabo dando
diferentes resultados. Pero aún así, observamos gracias a ellos que hemos de considerar el volumen
de afecto negativo que la persona experimenta para formular una hipótesis acerca de la relación
entre la alta temperatura y agresión.

Lo que hemos visto sobre geografía y clima nos proporcionan en realidad poca información válida y
de confianza. Es razonable la hipótesis de que tales factores influyan en nuestro comportamiento,
pero aún se desconocen la naturaleza exacta de esa influencia.

Otras personas en el medio

Se puede percibir a los demás como parte del medio, lo que influirá sobre nuestra conducta. Se
puede percibir a estas personas como participantes “activos” o “pasivos”, según el grado en que son
percibidos e “implicados” en nuestra conversación. Se consideran personas “activas” a aquellas que
que son capaces de oír lo que se dice. Sin embargo, hay situaciones en las que conferimos a otra
persona o personas el dudoso estatus de “no personas”. La presencia de estas permite el libre flujo
de interacción, pues los participantes activos son los únicos interactuantes humanos presentes.
Cuando los otros son percibidos como ingrediente activo en los medios, ello puede facilitar o
inhibir ciertas clases de comunicación.

La presencia de otras personas puede acrecentar nuestra motivación de tener una “buena apariencia”
en lo que decimos y hacemos. Los beneficios de una buena apariencia en presencia de los demás se
ejemplifican en forma de enfoques constructivos del conflicto. Pero la naturaleza de estos ha de ser
temporal.

Diseño arquitectónico y objetos móviles

A veces recibimos del ambiente del hogar mensajes muy definidos relativos a personas. Además,
podemos vernos influidos por el ambiente que produce el empapelado.

Se han llevado a cabo diferentes tipos de investigaciones pero la que más destaca es la de la
influencia de la decoración de interiores en las reacciones humanas de Maslow y Mintz. Este
estudio nos ofrece datos acerca del impacto que en la naturaleza de la interacción humana produce
el ambiente visual-estético.

Color. Los descubrimientos de la investigación ambiental sugieren que los colores, en combinación
con otros factores, influyen realmente en el carácter y el comportamiento. Evidentemente, no
podemos formular juicio definitivo alguno acerca del impacto del color en la interacción humana
hasta que nuevos estudios de comportamiento vinculen ambientes coloreados con diferentes tipos
de conducta verbal.
Sonido. Los tipos de sonido y su identidad también afectan el comportamiento interpersonal. El
efecto de la música lenta, simple, suave y familiar consiste en bajar los niveles de excitación, pero
con mantenimiento del placer, esto es, estimular un sentimiento de despreocupación y satisfacción.
En algunos medios se pretende cambiar el sonido para cambiar la conducta.

Iluminación. También la luz contribuye a estructurar nuestras percepciones de un medio y estas


percepciones pueden muy bien influir en el tipo de mensajes que se emiten.

Objetos móviles. Si sabemos que la disposición de ciertos objetos en nuestro medio puede
contribuir a la estructura de comunicación que tiene lugar en ese medio, no es de sorprender que a
menudo tratemos de manipular los objetos a fin de conseguir cierto tipo de respuestas. Por tanto la
disposición de otros ítems del mobiliario puede facilitar o inhibir la comunicación.

Estructura y diseño. Gran parte de nuestro tiempo transcurre en edificios. La mayoría de nosotros se
pasa el día en un local, que se supone, está diseñado para el rendimiento eficaz de nuestro trabajo;
por la noche, entramos en otra estructura, que, se supone, está diseñada para llevar adecuadamente
nuestra vida personal o familiar. La arquitectura puede desempeñar un papel importante en la
determinación de quién encontrará a quién, dónde y tal vez por cuánto tiempo.

Debemos considerar que hay una cantidad de estructuras ambientales que impiden la comunicación
y otras que facilitan la interacción. Si se desea una estructura que estimule la interacción social, es
menester tener caminos humanos que se crucen, pero si se quiere que las personas interactúen, ha de
haber algo que estimule a quedarse allí un cierto tiempo . Además, la naturaleza del diseño puede
estimular o desalentar cierto tipo de comunicación, es decir, la estructura puede determinar la
cantidad de interacción que tiene lugar y cuál ha de ser el contenido general de esa interacción.

En resumen, la disposición menos accesible hizo disminuir la frecuencia de la interacción y


aumentar los mensajes orientados a un fin específico; en cambio, la disposición más accesible
aumentó la frecuencia de interacción.

Como es obvio, la proximidad nos permite obtener más información acerca de otra persona. En
conclusión, a medida que aumenta la proximidad es probable que aumente también la atracción.

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