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Quieren dictar Matemática, Física y

Química en inglés
Será desde 1er año del secundario. Cada escuela decide si aplica la medida.
Por: Liliana Moreno
"Matemática, Física y Química se dictarán en inglés", anunció en Madrid el ministro de Educación de la
Ciudad, Mariano Narodowski, donde participó en un seminario internacional sobre Educación Bilingüe. En
Buenos Aires su oficina de prensa hizo la traducción: la idea es que a partir de 2010 estas materias
empiecen a enseñarse en inglés en el primer año de las secundarias públicas porteñas que
voluntariamente quieran sumarse a esta iniciativa. En ellas estas disciplinas ya no se darán en español.
Una medida que, seguramente, dividirá aguas entre pedagogos, padres y docentes.

"¿Razones?" "Tengo la certeza de que con esto mejoramos la calidad de la educación pública de la
Ciudad", dijo Narodowski en el seminario organizado por el British Council. "Esta iniciativa apunta a
avanzar con la educación bilingüe en las escuelas porteñas. Potenciar el inglés y mejorar su calidad",
reforzaron desde el ministerio.

La decisión de arrancar con Matemática, Física y Química, explicaron, es que "al ser más técnicas
presentan menos dificultades para enseñarse en un segundo idioma. La idea es después sumar
progresivamente otras asignaturas, obviamente para ser dictadas en ambos idiomas".

"Para implementar esta medida a partir de 2010 contamos con el apoyo del British Council en la
Argentina", dijo Narodowski en la capital española. La idea es que los docentes de Matemática, Física y
Química, cuyas escuelas acuerden con esta iniciativa, serán capacitados para dar sus materias en inglés
a partir del segundo semestre de este año con la colaboración de esta institución que tiene la misión de
difundir la lengua y la cultura inglesa. Lo que el Instituto Cervantes, por ejemplo, es a la lengua española.

En las 147 secundarias públicas de la Ciudad hay 23.934 alumnos en primer año. Todos cursan
Matemática y sólo en unas pocas Técnicas y Bachilleratos se dictan Física y Química en este año. A ellos
estará destinado este primer paso del plan del ministro. Estiman que la mayor demanda provendrá
precisamente de las Técnicas y de aquellos bachilleratos "que trabajan con muchos insumos en inglés
como los que tienen orientación en Informática".

"¿Quién decidirá si una escuela se suma o no a esta iniciativa?", preguntó Clarín. "Los rectores de las
escuelas en acuerdo con los docentes", dijeron los colaboradores de Narodowski cuando éste se subía a
un avión de regreso a Buenos Aires. "En materias en que los chicos tienen tantas dificultades de
aprendizaje y los docentes de trasmisión ¿cabe esta iniciativa? Y si no fuera así, ¿cabe igual?": "Creemos
que estamos dando una herramienta más", fue la respuesta.

-¿Y si los padres no están de acuerdo?

-¿Por qué no habrían de estarlo?

Un desvío en el eje de la discusión


La escuela secundaria atraviesa una crisis profunda. Su legitimidad y potencia intelectual están en duda.
Solucionar esta cuestión es un problema que nos compete a todos y que requiere una respuesta global.
Dar clases de Matemática en Inglés, sin debatir en profundidad el sentido y la manera en que se enseñan
las ciencias en la escuela, no tiene sentido. No aporta nada y desvía el eje de discusión. Es una
propuesta ajena a lo que verdaderamente sucede dentro del aula. La Matemática, así también el Inglés,
son materias muy difíciles para los chicos y las principales responsables de provocar repitencia,
abandono y fracaso escolar entre los estudiantes. De este modo, enseñar la ciencia en una lengua ajena
a la materna dificultaría los problemas de comunicación entre alumnos y docentes, que ya de por sí son
grandes. La medida tampoco resuelve el problema de fondo del sentido de la ciencia, que tiene por fin
obligar a que los chicos debatan, discutan, confronten ideas, afronten nuevos desafíos. En fin, piensen.
¿Qué aporta intelectualmente enseñar Matemática en Inglés si no se revisa antes la manera en que se
imparte la disciplina en las escuelas secundarias porteñas? Revisar esas formas y contenidos sería una
verdadera medida de política educativa. Esto no deja de ser una ocurrencia. Y con las ocurrencias no se
mejora un sistema educativo.
Patricia Sadovsky
PEDagoga especialista en matematica

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