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ETASEN
Libro de Job
Comentario Bblico Beacon Tomo 3, Editorial Casa Nazareno de
publicaciones. Grand Rapids Mi EE.UU. seccin IV (100-111)
Evaluacin
Este tema habla bsicamente de la conversacin de Dios con Job. Despus de unos
largos discursos entre Job y sus amigos, y el lamento incesante de Job, Dios responde
pero de una manera que Job no esperaba. Dios le empieza a hacer preguntas de las
cuales el no entenda para nada, cosas que l no conoca Dios le estaba preguntando y
Job solo permaneca en silencio y maravillado de la grandeza de su Dios al cual l haba
acusado de injusto.
Lo que ms me llama la atencin, es que Job quedo maravillado del misterio y la
grandeza de Dios, cuando le empez a decir las cosas que l no poda comprender ni
saber. Como Job quedo en silencio todo el tiempo que Dios hablo, a lo que
anteriormente Dios quedo en silencio y Job se dedicaba a lamentarse. Tambin como
logro comprender que no poda competir con su Creador, y el arrepentirse de sus
palabras que haban cuestionado a Dios.
Aplicacin
Despus de todo el sufrimiento de Job, Dios le habla y le hace ver lo mal que estaba. Job
reconoce que haba estado mal, y dice en esta cita: Por tanto, yo hablaba lo que no
entenda; Cosas demasiado maravillosas para m, que yo no comprenda. Oye, te ruego,
y hablare; Te preguntare y t me ensearas. De odas te haba odo; Mas ahora mis ojos
te ven. Job aprendi en su propia existencia, que por ms bajo que uno se hunda bajo
la presin del sufrimiento, la esperanza surge en el alma y puede producir una fe
persistente. Su conversacin con Dios demostr que la confianza humilde en l es la
nica posicin que el hombre, razonablemente, puede asumir. El, y solamente El, es
Dios. Es inminentemente digno de una confianza absoluta. Pero esta confianza no deja
de tener su premio. Cuando Job trnsito por este sendero, encontr a Dios en persona.
Lo vio a l, Creador y Sostenedor del universo.
Como Job comprendi que deba darle la honra y la gloria, pese a las circunstancias
difciles. Tambin uno como persona, pese a lo que pase en nuestras vidas, debemos
darle gloria a Dios. Romanos 8:35 dice: Quin nos separara del amor de Cristo?
Tribulacin, o angustia, o persecucin, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
cero que nada podr separarnos del amor de Dios. Antes, en todas estas cosas somos
ms que vencedores por medio de aquel que nos am. A pesar de nuestro momento
difcil, Dios siempre est all para ayudarnos, l es nuestra esperanza tan anhelada que
esperamos.