Un tesoro entre las nubes

PERÚ – MACHU PICCHU – MACHU PICCHU SANCTUARY LODGE

POR CELINA DE LA IGLESIA. FOTOS: LATINSTOCK Y GENTILEZA MACHU PICCHU SANCTUARY LODGE

EN LO ALTO DEL CERRO, DOS MARAVILLOSOS HALLAZGOS: LA CIUDADELA DE LOS INCAS Y EL MACHU PICCHU
SANCTUARY LODGE. UNA EXPERIENCIA ÚNICA QUE REÚNE HISTORIA, TRADICIÓN Y CONFORT DE ALTA GAMA.

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CHILE
PERÚ -IIIIIIII MACHU///////
V REGIÓN PICCHU
Ski IIIIIIII
PortilloMACHU PICCHU SANCTUARY LODGE

M
cación circular del Templo del Sol,
ás rápido, más plantada sobre un granito macizo,
rápido, hay que con sus dos ventanas trapezoidales
ganarle a las nu- y el templo principal con su altar de
bes que aparecen piedra esculpida. Intiwatana, esa roca
un rato después del que servía para determinar solsticios
amanecer.” Así es como Lorenzo aren- y equinoccios -tan importantes para
ga al heterogéneo grupo que ha guia- el ciclo de sus cultivos o para apuntar
do por el camino inca. Trepamos con el norte magnético-, marca el mo-
dificultad una roca que parece tener mento más esotérico de la recorrida y
peldaños, una de las últimas exigen- el tiempo de apurarse para abordar el
cias antes de llegar a la Puerta del Sol, último bus. Ya no queda nadie.
la misma por la que los incas entraban
al Machu Picchu, Intipunku, esa que ****
está a 2.700 metros. ¡Llegamos! Besos,
abrazos, lágrimas, cigarrillos… Sí, ci- La altura no es un tema menor al
garrillos. Luego, una mirada hacia llegar al Cusco y en esta región de
abajo para encontrar las ruinas. Allí la provincia peruana de Urubamba
están y simulan esperarnos. Se ven le- suele hacerse notar en los viajeros.
jos, pero después de tanto caminar, la Los lugareños aseguran que el so-
distancia que nos separa parece poca. roche se mengua con hojas de coca
Las lágrimas todavía no se secaron, el Machu Picchu
aunque, claro, los laboratorios de
cigarro está encendido y en ese cor- exclusivo: el medicamentos también hacen sus
to lapso las nubes nos taparon toda Sanctuary Lodge, ofertas. Los 3.399 metros de altura
la visual. Lorenzo tenía razón. Por en las puertas del en los que se encuentra la que fuera
suerte, aunque sea por unos minutos, centro arqueólogico capital del imperio inca requieren un
de los Incas.
vimos -casi desde el cielo- lo que ve- tiempo de aclimatación. Es así como
níamos buscando. Ahora es momento Tanto sus jardines excursiones a recintos arqueológicos
de mojarnos las caras con las nubes como los decks de cercanos suelen ser una buena prepa-
que nos alcanzaron y descender para las habitaciones ración para el cuerpo y el espíritu an-
mirar de cerca. Podemos permanecer resultan un tes de aventurarse al Machu Picchu.
convite para la
aquí hasta las 17, pero ya sentimos contemplación de
Entonces, la previa puede consistir
que no vamos a querer irnos. Cami- esta asombrosa en una recorrida por la fortaleza de
namos entre las ruinas y reparamos arquitectura Sacsayhuamán, ubicada a pocos ki-
en que solo faltan las techumbres en precolombina. lómetros, donde cada año se realiza
la ciudad perdida de los incas. Por lo el ancestral Inti Raymi y en el paseo
demás, el Machu Picchu, este sitio de- por los poblados del Valle Sagrado de
clarado Patrimonio Natural y Cultural los Incas (Pisac, Maras, Chinchero y
de la Humanidad por la Unesco, se Ollantaytambo). Aquí la mayoría de
ve intacto. Es imponente apreciar la los itinerarios son al aire libre, por
talla de las piedras con la que fue consiguiente, la lluvia puede resultar
edificado. Sus andenerías, sus terra- Luxury Orient Express una molestia, aunque posible de evi-
El Hiram Bingham es el exclusivo tren que cubre la ruta Cusco-Machu
zas, sus fortalezas, sus acueductos, Picchu, operado por Perurail y con el respaldo de la colección británica tar. El clima en esta región presenta
sus piedras rituales y murallas lo Orient Express Hotels Trains & Cruises. Los cálidos colores de la tapicería, así dos estaciones muy bien marcadas:
han catapultado al selecto grupo de como la fina mantelería, las lámparas y el enchape en madera que recubre una seca que va de abril a octubre
maravillas de este lado del mundo. Y los coches, en perfecto contraste con el azul y dorado de su exterior, son los si- y, la otra, lluviosa, de noviembre a
esto se vive como una suerte de reco- gnos distintivos. Una vez a bordo, todo es placer. Una recepción con sello peruano marzo, siempre con temperaturas es-
tiene un solo modo
nocimiento atemporal en torno de la de comenzar, con tables entre los 6° y los 19°.
perfección con que los incas monta- pisco Sour y luego, un Recalar por lo menos tres días es ne-
ron y pulieron tan pesadas piedras. brunch. En el vagón cesario para ver, siquiera una parte
Dan ganas de quedarse un buen rato comedor se sirve el significativa de todo lo que atesora
en cada lugar, pero el guía marca el almuerzo o la cena: la urbe, eso que la convierte en el
vinos sugeridos por
ritmo y el grupo no discute, sabe el sommelier para principal destino turístico del país.
­­-por experiencia cercana- que aquí, maridar el ají de langostinos y el medallón de lomo de res con polenta al Las calles angostas, empedradas y
los entendidos son los anfitriones. parmesano y acelgas saltadas. El crêpe en almíbar y las peras pochadas, atestadas de taxis descienden hasta
Todavía queda mucho por develar, con música en vivo, son un buen corolario de cierre para la velada sobre la plaza principal, esa babel sonora,
discurriendo por los senderos es- las vías. Para más información: (5184) 58 14 14. www.peruraril. crisol cosmopolita, en el que se mez-
com y www.hirambinghamreservations@perurail.com
carpados: el puesto de vigilancia, las clan latinos, gringos y orientales con
habitaciones y los talleres de puertas cusqueños. Estos últimos esquivan la
trapeizoidales de llaqta, la que fuera globalización resguardando sus cos-
la zona urbana de Machu Picchu, los tumbres, no obstante, están provistos
cementerios con los cantos rodados de todos los servicios que el turista
en los que se hacían sacrificios y las requiere. Y después de comprarle a
plazas. Todo es maravilloso, pero lo un lugareño algunos productos rea-
que más cautiva quizás es la edifi- lizados en lana de llama, viene bien

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detenerse en cualquiera de los cafés
que existen en derredor de la plaza y
disfrutar de un magnífico capuccino.
El city tour obligado, saca a la luz la
fusión y dualidad de lo incaico y lo co-
lonial. Koricancha, por ejemplo, era el
Templo de la Luna, sobre cuyos muros
los dominicos levantaron su convento
tras la conquista. La parada en la ca-
tedral es ineludible, allí se aprecian
los murales a cargo de artistas anóni-
mos de la escuela cusqueña, quizás el
más llamativo sea el de la Última cena,
porque lo servido no es pan, sino cuy.
Lo local es una marca indeleble y se
materializa en las vestimentas típicas
que algunos usan cotidianamente, así
como también en el gran conocimien-
to que poseen sobre su pasado los
operadores turísticos, siempre pres-
tos a contarlo en perfecto inglés para
quien lo requiera.
Son 112 los kilómetros que separan
a Cusco del santuario histórico. Tras
las copiosas lluvias que se registraron
en febrero pasado –tapa de diarios y
revistas– resulta pertinente averiguar
por posibilidades de acceso (y de re-
greso, claro está). La única forma de
llegar a Machu Picchu es por vía férrea
y son dos las empresas que operan
este servicio. Salen desde Poroy y el
trayecto exige tres horas y media, o
bien, desde Ollataytambo, nos toma
una hora cuarenta para llegar a desti-
no. También existe una ruta terrestre
alternativa no oficial, conocida como
Santa Teresa, que fue muy utilizada
mientras se realizaban las reparacio-
nes de las vías tras aquellas tormen-
tas, pero no es la que recomiendan las
autoridades turísticas. Así que, mejor
el tren. Una vez en Machu Picchu,
para acceder al recinto arqueológico
es posible realizar una caminata de
algo más de ocho kilómetros por una
senda empinada o abordar el bus que
demora unos 25 minutos y que sale
cada cuarto de hora.
****
Llegar primeros al complejo arqueo-
lógico, con los nóveles rayos con los
que el sol amanece y ganarle a las nu-
bes –que a veces lo llenan todo con
sus vapores– o quedarse hasta entrado
el ocaso para aprovechar las ruinas de
manera más íntima, menos concu-
rrida, son dos de los privilegios a los
que nos hemos hecho acreedores por
estar alojados en el Machu Picchu Sanc-
tuary Lodge. Pero no son los únicos.
Hay otros que nos caben por la sen-
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cilla razón de estar en el único hotel
ubicado literalmente al costado de la
ciudadela, en la cima de la montaña
donde está la mismísima entrada al
sitio arqueológico.
Llegamos tras desandar el camino inca
y como en una suerte de compensa-
ción por las exigencias que el trekking
deparó a nuestros pies, nos esperan
con un tazón de agua caliente con
sales, y luego, unos masajes relajantes
con técnicas incaicas. No se hace difí-
cil sentirse a gusto aquí, seguramente
porque el lugar resulta un reflejo fiel
de la naturaleza: en los jardines que
rodean la propiedad se han replanta-
do especies nativas y orquídeas silves-
tres. Es bellísimo. Y en el interior, el
uso de madera, piedra y telas natura-
les, todo en un estilo rústico, ayudan
a encontrar rápidamente la sensación
de bienestar después de tanto trajín.
El ambiente íntimo se refuerza con la
atención personalizada: son apenas
29 habitaciones y dos suites con todo
el confort que un hotel de categoría
debe tener.
La cena es en Tampu, una de las al-
ternativas gastronómicas de la casa
donde podemos degustar algún plato
típico de comida peruana, elabora-
da con sencillez. Para el momento
del café, los anfitriones se acercan a
las mesas y sugieren actividades para
el día siguiente. Todo me hace pen-
sar que será una gran jornada. Y no
es para menos. Comienza con una
sesión de yoga en los jardines y por
la tarde, una presentación de plantas
nativas que sistematiza gran parte de
lo que vimos durante el trekking. ¿El
objetivo? ¡Cumplido! Ante nuestros
ojos, las diferentes especies nativas
que florecen en Machu Picchu y como
bonnus track, usamos un par de bino-
culares que nos permite tomar fotos
de las aves que revolotean por aquí.
Y cuando anochece, no nos privamos
de retratar estrellas y planetas con el
telescopio de última generación que el
hotel deja a nuestra disposición. MACHUPICCHUSANCTUARY LODGE
Dirección: entradaalaciudadeladeMachu
Llega un momento en que hay que
Picchu
controlar la ansiedad e ir a descansar. Distancias: a112kmdeCusco.
El cuarto huele a hierbas y las velas Cómo llegar: desdeel aeropuertodeCusco La naturaleza está
andinas de ceras naturales despiertan dirigirsehacia el pueblodeOllantaytambo, presente en cada uno
otros sentidos. A pesar del cansancio, ubicadoa 80 kmal Noreste, dondesetoma el de los ambientes del
trenhasta MachuPicchu. El trayectodemora hotel. Y degustar los
tienta la posibilidad de asomarse para
pocomenos de2 hs y el pasajesedebecomprar sabores de la cocina
mirar de nuevo las montañas circun- conanticipaciónenPerúRail www.perurail. peruana con tan
dantes y la selva por la que serpentea com/en. En MachuPicchusedebetomar un imponente paisaje
el río Urubamba. Vale la pena restarle bus hacia la ciudadela. asomándose a través
horas al sueño. H Web: www.sanctuarylodgehotel.com de los ventanales
E-mail: reservas@peruorientexpress.com.pe del restó, se vuelve
Tel.: (5184) 984816956o(511) 6108300 una experiencia
doblemente exquisita.
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