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1) http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2007/05/13/162594.

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Impacto ambiental del agua


embotellada
El agua envasada provoca toneladas de residuos
y un gasto innecesario de recursos

El consumo de agua embotellada ha crecido de manera espectacular en los


últimos años, incluso en lugares donde el suministro público garantiza agua
potable de calidad. La extracción, envasado, transporte y posterior
eliminación de este producto provoca diversos impactos medioambientales
que los consumidores pueden evitar. Asimismo, algunos expertos recuerdan
que el agua embotellada no es la solución para los problemas de escasez de
agua en el mundo.

Contaminación y residuos del agua envasada


Según las investigadoras Emily Arnold y Janet Larsen, del Earth Policy
Institute, una organización estadounidense dedicada a la promoción del
desarrollo sostenible, el consumo de agua embotellada ha crecido incluso en
lugares donde el agua del grifo es de calidad, lo que está provocando de forma
innecesaria el aumento de residuos y el gasto de grandes cantidades de
recursos y energía.

La extracción industrial del agua de sus lugares de origen puede provocar


graves desequilibrios medioambientales y económicos, especialmente en
países en desarrollo con problemas de sequía. Posteriormente, el agua
embotellada se tiene que transportar a sus lugares de consumo, en ocasiones a
miles de kilómetros. En este sentido, cada vez son más los consumidores que
prefieren aguas envasadas procedentes de otros países, supuestamente más
"puras" o cuando menos "exóticas". El aumento del tráfico de esta mercancía
no hace sino incrementar la contaminación producida por el uso de
combustibles fósiles.

Por su parte, el envasado del agua utiliza también combustibles no


renovables. La mayoría de las botellas están hechas de polietilen tereftalato
(PET), un plástico derivado del petróleo. Cada año se utilizan en todo el
planeta unos 2,7 millones de toneladas de plástico para embotellar agua.
Asimismo, este tipo de plásticos acaba con el paso del tiempo desprendiendo
determinadas sustancias, como el antimonioo el bisfenol A, perjudiciales para
la salud, de ahí que se recomienda evitar rellenarlas o guardarlas de manera
prolongada.

El siguiente paso es desprenderse de la botella tras haber consumido el valioso


líquido de su interior. Gran parte de estos envases acaba en la basura sin
que llegue a reciclarse más de un 20%. Y éste es otro de sus grandes
problemas: Una botella de este plástico abandonada en un entorno natural
puede tardar hasta 1.000 años en biodegradarse. Por su parte, los envases que
llegan a las incineradoras aumentan los riesgos de emisiones tóxicas, ya que
pueden generar subproductos nocivos como el gas clorado o ceniza similar a
los metales pesados.

Por ello, la concienciación de los consumidores es fundamental, y en este


caso, si se decide consumir agua embotellada, al igual que con el resto de
envases, asumir la política de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), es
una buena recomendación. La reutilización es otra forma de alargar el ciclo
útil de las botellas. Las políticas públicas de reciclaje llevan a países como
Alemania o Austria a preferir el agua envasada en botellas de cristal
retornable. En Barcelona, la Agencia de Residuos de Cataluña y Ecologistas en
Acción están intentando llevar a cabo un programa de retorno de garrafas de
plástico de entre cinco y ocho litros.

Por su parte, algunos expertos hablan de las posibilidades de los plásticos


biodegradables, o bioplásticos. Por ejemplo, la marca norteamericanaBiota
envasa su agua mineral en envases fabricados a partir de maíz, que se
descomponen fácilmente en agua y material orgánico y pueden
inclusocompostarse.

¿Por qué ha crecido su consumo?


La demanda de agua embotellada ha crecido a un ritmo vertiginoso en todo el
mundo. Según un estudio del Earth Policy Institute, se bebieron en 2004 en
todo el mundo unos 154.000 millones de litros de agua envasada, un 57% más
que hace sólo cinco años. Por países, los italianos son los que más agua
embotellada bebieron, con 184 litros por persona en 2004, mientras que
España es el sexto país del mundo que más agua de este tipo consume, con
137 litros al año.
Los consumidores no escatiman a la hora de comprar agua envasada, a pesar
de las enormes diferencias de precios frente al agua potable de suministro
público. Según el informe "The World's Water" impulsado por el Pacific
Institute, una organización privada de investigación estadounidense sobre
temas de desarrollo, medio ambiente y seguridad, un metro cúbico (mil litros)
de agua envasada costaba en España en 2003 unos 340 euros; idéntica
cantidad de agua corriente costaba no más de un euro y medio. En otros
países las diferencias pueden ser aún mayores: Los californianos pagaban en el
mismo año 900 euros por ese metro cúbico de agua embotellada frente a los
50 céntimos de euro que les suponía el agua del grifo.

En este sentido, sirva como ejemplo el caso de Dasani, una marca


perteneciente a Coca-Cola que utiliza agua de grifo purificada por osmosis
inversa. En 2004, la multinacional trató de introducir este producto en el
mercado británico. Sin embargo, la opinión pública de este país provocó
finalmente su retirada, tras conocerse que el agua que se cobraba a 1,40 euros
el medio litro procedía de Thames Water, una de las empresas británicas de
distribución que le vendía a Coca-Cola dicha agua a unos 0,004 euros por cada
medio litro; el precio final era 350 veces mayor.

En cualquier caso, lo que verdaderamente encarece el producto final no es el


agua. Un estudio elaborado por la investigadora de la Universidad de Ginebra
Catherine Ferrier, por encargo del Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF),
afirmaba que el 90% como mínimo del coste real de una botella de agua se lo
lleva el embotellado, el transporte, la distribución o las campañas de
marketing.

En opinión de Miguel Jara, experto en temas de salud y ecología, las empresas


envasadoras han sabido crear y explotar sus productos en plena era de la
preocupación por una mejor calidad de vida. Sin embargo, el agua del grifo de
los países desarrollados no tiene nada que envidiar a las aguas embotelladas.

Por una parte, la propia legislación española advierte de que las diversas
clases de aguas envasadas no tienen ventajas específicas y demostradas para
la salud. Por otra parte, el suministro público de agua posee garantías y
controles suficientes de calidad. En este sentido, un estudio de la
Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizado a finales del año
pasado en 50 capitales de provincia españolas aseguraba que ninguna ciudad
superaba el límite legal de trihalometanos (unas sustancias volátiles peligrosas
para la salud) y sólo tres (Cáceres, Ciudad Real y Lugo) se situaban por encima
del límite recomendado.
2)http://armoniaecologica.blogspot.com/2009/10/sabes-cual-es-el-impacto-
del-agua.html

Sabes cual es el impacto del Agua Embotellada en el medio ambiente?

Hace poco salió una noticia sobre una ciudad en Australia (Bundanoon) que dedición
prohibir el uso de botellas de agua. En esta pequeña ciudad de 2,500 habitantes, sus
gobernantes aprobaron esta medida casi de forma unánime, debido a la intención de una
embotelladora de extraer agua de la ciudad, llevarla a Sydney y revenderla luego
embotellada en la misma ciudad, lo que produce un terrible impacto ambiental, a parte del
hecho de ser totalmente ridículo.

Las tiendas de la ciudad apoyaron esta medida, y ahora la ciudad instalará fuentes de agua
filtrada para que las personas puedan rellenar sus botellas reutilizables sin ningún cargo; y
esas mismas tiendas venderán las botellas reutilizables a los visitantes.

Muchos de nosotros gastamos grandes cantidades de dinero en agua embotellada, porque


pensamos que esta agua es de mejor calidad o tiene beneficios adicionales al agua filtrada
que tenemos en nuestras casas y cada segundo 1,500 botellas de agua terminan en la
basura, que generan muchos desperdicios plásticos que no sonbiodegradables.

Sin embargo, el agua embotellada no es más que agua regular (H2O) que ha sido filtrada
por aparatos y químicos; los cuales también se encuentran disponibles en versiones
domésticas con costos accesibles (alrededor de $250 o menos) y se instalan en las tuberías
de nuestros hogares, filtrando igualmente el agua.

El costo promedio del agua embotellada oscila entre de $1.00 a $3.00 por botella
(dependiendo de la marca), llegando a costar casi lo mismo que la gasolina, y considerando
que todos debemos tener acceso de forma prácticamente gratis al agua, esto es un gasto
demasiado alto y totalmente innecesario.

A parte del hecho de que estamos pagando por un bien gratuito, debemos tener en cuenta
el impacto y contaminación ambiental que se genera en la producción de agua
embotellada: embalaje, maquinaria, producción, transporte, plástico, papel, combustible,
eliminación de plásticos, etc. Todo esto es innecesario, y pudiéramos hacerlo nosotros
mismos filtrando nuestra agua en casa, solo necesitamos tomar conciencia.

Otra cosa que debemos considerar, es que nuestra salud puede ser afectada por químicos
tóxicos como Bisphenol-A (BPA), lixiviados del agua embotellada. El consumo de BPA, puede
causar el crecimiento de células cancerígenas en el cuerpo.

Para que tengamos una idea del desperdicio, en el año 2004 el consumo de agua
embotellada fue de 26 mil millones de litros, lo que equivale casi 28,000,000,000 de
botellas plásticas consumidas en un año, de las cuales el 86% terminó como basura. Para
producir esas botellas plásticas, se utilizaron 17,000,000 de barriles de petróleo, que
podrían abastecer de combustible a 100,000 carros durante un año; y durante la fabricación
de las botellas de plástico, se produjo 2,500,000 toneladas de dióxido de carbono liberados
al medio ambiente.

Anualmente, los consumidores gastan $100,000,000,000 en botellas de agua, a pesar de que


existen investigaciones que demuestran que por una fracción de esta cifra, cada persona en
el planeta podría tener agua potable y saneamiento adecuado.

Si tan solo 1 persona deja de comprar agua embotellada, 200 botellas menos terminarían en
la basura este año. Tu y yo, sumamos 2 personas. Esparce el mensaje y multipliquemos
esta cifra, para ayudar a nuestro planeta.

3)http://www.dforceblog.com/2009/07/25/impacto-ambiental-del-agua-
embotellada/

Impacto Ambiental del Agua Embotellada


“El agua embotellada cuesta más de $1.50 por botella. Esto es 1,900 veces el
precio del agua de garrafón. En promedio un ciudadano norteamericano gasta
$400 usd cada año en botellas de agua.

La salud puede ser afectada por químicos tóxicos como Bisphenol-A (BPA),
lixiviados del agua embotellada. El consumo de BPA, puede también causar
células cancerígenas en tu cuerpo. El medio ambiente se ve contaminado por
la producción, transportación, embalaje y eliminación de plásticos de Agua
Embotellada.

En el año 2004 el consumo de agua embotellada fue de 26 mil millones de


litros, Casi 28,000,000,000 de botellas plásticas en un año De las cuales el 86%
terminan como basura, 1500 botellas de agua terminan en la basura cada
segundo!

Eso representa 17,000,000 de barriles de petróleo usado para producir esas


botellas plásticas. Este petróleo equivale a abastecer de combustible a
100,000 carros durante un año. La producción de 2,500,000 toneladas de
dióxido de carbono, producido por la fabricación de botellas de plástico.
Cien mil millones de dólares son gastados cada año por los Consumidores en
Botellas de Agua Un monto como este hace ver pequeño el monto del
Presupuesto Federal anual. Investigaciones demuestran que por una fracción
de este monto, cada persona en el planeta podría tener agua potable y
saneamiento adecuado.

¿Y si tan solo 1 persona para de usar agua embotellada? 200 botellas menos
terminarían en la basura este año.

4)http://www.dforceblog.com/2010/08/26/por-que-no-debes-tomar-agua-
embotellada/

Por Qué No Debes Tomar Agua Embotellada


El agua embotellada utiliza energía y recursos para crear el empaquetado de
algo que se puede consumir de forma barata y limpia de la llave en tu propia
casa.
No sólo es costoso y exigente de energía el hacer botellas, pero luego
transportar las botellas de agua consume más dinero y no es respetuoso del
medio ambiente.
96% del agua embotellada se vende en envases individuales de polietileno
tereftalato (PET), que terminan en los basureros de la ciudad en lugar de en
los contenedores de reciclaje. La tasa de reciclado de botellas PET,
incluyendo las botellas de soda, es de 23,1 por ciento.
Cerca de 4 millones de botellas de PET terminan en el flujo de residuos, con
un costo para las ciudades de alrededor de 70 millones de dólares anuales en
costos de limpieza y relleno sanitario
El agua embotellada cuesta casi lo mismo que una botella de refresco o zumo,
lo que obviamente requiere de ingredientes adicionales y transformación, sin
embargo la gente pagar por ella.
Además de esto, unas cuantas botellas se reciclan correctamente o son
reutilizadas, pero la mayoría terminan en las calles o en la papelera más
cercana
El agua embotellada cuesta $ 5 dólares por galón en comparación con menos
de un centavo por galón de agua del grifo, que puede purificarse.
Hacer botellas para satisfacer la demanda de 28 millones de botellas de agua
requiere el equivalente de más de 17 millones de barriles de petróleo, el
combustible suficiente para más de 1 millón de coches por un año, y ha
generado más de 2,5 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Algunas ciudades están considerando los impuestos sobre el agua embotellada,
otros hablan acerca de las prohibiciones sobre el agua embotellada en los
eventos de la ciudad, restaurantes e incluso algunos han dejado de vender
agua embotellada en los esfuerzos para reducir los residuos.
Si sigues la recomendación de ocho vasos al día de agua, y los consumes de
agua embotellada, ¡puedes gastar hasta $ 1.400 dólares al año! La misma
cantidad de agua del grifo costaría alrededor de 49 centavos de dólar al año.
2,7 millones de toneladas de plástico se utilizan en el mundo cada año para
hacer botellas de agua, y menos del 20% de estas botellas se reciclan
Muchas cosas en este mundo se desperdician, llenan nuestros vertederos de
basura, dañan el medio ambiente y nuestra salud, no dejes que el agua
embotellada, algo tan innecesario y evitable, sea una de ellas.

5)
http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2003/05/19/6154
5.php?page=3

El envase, útil pero contaminante


Por mucho que nos disguste, no podemos prescindir de los envases porque
facilitan el almacenaje y uso de la mercancía, protegen las cualidades
intrínsecas del producto y garantizan que éste llegue con todos sus atributos al
consumidor. Tal y como lo definió el diseñador y empresario inglés James
Pilditch, el envase es el "vendedor silencioso" del producto; un poderoso
instrumento de marketing que trata de incitar a la compra e informar sobre el
producto y marca.

Además de estas ventajas, los envases originan gran parte del deterioro
medioambiental actual porque constituyen más de un tercio en cuanto a peso
y más de la mitad respecto al volumen de la bolsa de basura de un domicilio. Y
esto a pesar de que la producción de residuos domésticos o residuos sólidos
urbanos (RSU) se ha estabilizado en los últimos años alrededor en comparación
con las cifras de 1998, que ubicaban el peso de la basura en 1,200 kilogramos
por habitante al día, según cifras del Ministerio de Medio Ambiente. Además,
se genera contaminación en el proceso productivo de embalajes y recipientes
y una vez usados se convierten en residuos.

¿Cuánto cuesta reciclar?


Los fabricantes de envases, las empresas comercializadoras de vinos,
cervezas, sidras y espirituosas (bebidas alcohólicas), junto con los fabricantes
de botellas y recuperadores de vidrio fundaron Ecovidrio. La financiación de su
Punto Verde se realiza mediante la aportación de una cantidad por kilo de
vidrio. Para fijar el importe, los fabricantes hacen una declaración anual de
envases que se revisa al final de cada ejercicio. Hasta el uno de enero de este
año 2003, en el caso del vidrio la tasa era de una de las antiguas pesetas por
kilo, o lo que es lo mismo 0,60 euros (100 pesetas) por cada 100 kilos. Ahora el
precio es de una peseta por botella. Este coste puede influir en el precio final
de bebidas de poco valor añadido como el agua mineral, mientras que en
relación a otros productos como las bebidas alcohólicas de alta graduación
resula irrelevante a la hora de fijar el precio de venta al público.

Sin embargo, el esfuerzo merece la pena por el ahorro energético que de cada
envase se puede llevar a cabo: por cada botella de vino que se recicla se
ahorra como para mantener encendida una bombilla de 100 vatios durante
cuatro horas. Este ahorro energético proviene de la diferencia que existe
entre fundir arena, sosa y caliza a 1.500 grados o fundir vidrio roto, para lo
que sólo se necesitan 1.200. Todo esto sin contar la disminución del impacto
ambiental al no necesitar extraer las materias primas de una cantera. Juan
Ramón Meléndez proporciona otro dato: por cada tonelada de vidrio que se
recicla se ahorran 130 kilos de fuel oil.

La ventaja del vidrio es que es un material que permite ser reciclado infinitas
veces y que los envases fabricados a partir de botellas rotas poseen la misma
calidad inicial. No obstante, del resto de los envases también se obtiene
materia prima para la fabricación de otros productos. Por ejemplo, de las
botellas de detergente y suavizante se crean bolsas de basura; del aluminio de
las latas de refrescos y conservas se obtienen pistones para motores, nuevos
envases y láminas de aluminio.

Pero en el caso de algunos materiales como los briks, el proceso de reciclaje


acarrea también un impacto medioambiental. Por ello, para la responsable del
Área de Residuos de Ecologistas en Acción "el mejor residuo de envase es el
que no existe y el mero cumplimiento de la ley no elimina el problema". "Los
fabricantes tienen como objetivo cumplir con la ley pero debería haber un
impulso serio hacia la minimización de envases", añade. "Se trata de que se
ponga en práctica la consigna de las tres erres, por este orden: reducir,
reutilizar y reciclar. Este esfuerzo tendría que traducirse en campañas de
concienciación hacia el consumidor, para que sea consciente del problema que
estamos generando", concluye.

Juan Ramón Meléndez subraya que "la tendencia en el sector de las bebidas se
orienta hacia la utilización de envases de un solo uso (no reutilizables), bien
sean de vidrio, plástico multicapa u otros materiales. Los productores optan
por ello porque es más barato que mantener una infraestructura de recogida,
lavado y reutilización de los envases".

Y para hacernos una idea, según datos de 2002 de Ecoembes, los residuos que
se separan habitualmente en una casa son los siguientes:

• Plásticos procedentes en su mayoría de todo tipo de envoltorios, envases


y embalajes (botellas de PVC o PET, bolsas de polietileno, bandejas y
cajas protectoras de corcho blanco...). Se separa el 66% de los envases
de este material y el 16% de los objetos fabricados con él.
• Tetrabriks fabricados con celulosa, aluminio y polietileno. Se usan para
envasar refrescos, zumos, agua, vino, salsas y productos lácteos, sobre
todo. Van al contenedor amarillo el 73%.
• Latas fabricadas con hierro, zinc, hojalata o aluminio. Provienen de los
envases de conservas o refrescos. No llega a la mitad, el 47%, lo que sale
del contenedor genérico.
• Vidrio, considerado el envase ideal para casi todo. Con un 91%, estos
envases son los que más se separan.
• Papel y cartón procedente de cualquier objeto de consumo. Se separa
en un 90%. La recogida de papel y cartón de Ecoembes, a través de los
contenedores azules, alcanza a una población estimada de 36,6 millones
de personas.
• El 46% de las pilas normales y de botón se depositan en los contenedores
especiales.

6)http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2009/11/30/18
9405.php?page=3

Ventajas y aplicaciones del aluminio


El mineral original del aluminio, la bauxita, es el tercer elemento más común
de la corteza terrestre: se calcula que hay reservas para dos siglos. Los
consumidores pueden encontrar este material en multitud de aplicaciones de
su vida cotidiana, gracias a sus características únicas. Es muy ligero y
proporciona una protección óptima: ofrece una barrera metálica impermeable
a la luz, a los rayos ultra-violetas, a la corrosión, al vapor de agua, a los
aceites y grasas, al oxígeno y a los microorganismos.

El sector de la alimentación lo utiliza porque es higiénico, no tóxico y no


afecta al sabor de los productos. Por ello, es ya indispensable en la fabricación
de latas, como papel de envolver, en la capa intermedia de los envases "tetra
brick", en las tapas de los yogures, etc.

En el campo de la medicina, se emplea en equipos médicos y en algunos


medicamentos, como los tratamientos de úlceras gástricas. También se utiliza
para el tratamiento del agua: además de no ser tóxico, filtra las bacterias y
las partículas no deseadas y, por ello, mantiene limpios los abastecimientos de
agua.

En la industria del transporte, el aluminio se utiliza en especial en la


construcción de aviones. En 1920 se fabricó el primer prototipo y desde
entonces es un elemento indispensable en el sector aeronáutico, gracias a su
resistencia, ligereza y maleabilidad.

El ferrocarril también se ha beneficiado de este material: un tren de aluminio


aporta un ahorro de energía del 87% a lo largo de los 40 años de vida media,
en comparación con otros trenes fabricados con elementos más pesados. Su
resistencia a la corrosión y al agua del mar lo hace indispensable en cascos de
barco y mecanismos acuáticos.

La industria del automóvil incluye cada vez más este elemento en sus
modelos. Algunos coches deportivos, berlinas de alta gama y utilitarios ya se
fabrican sólo con aluminio. Su ligereza permite reducir el peso del vehículo en
un 30%: la reducción en combustible y en emisiones contaminantes es
considerable.

El sector de la construcción ha aumentado el uso del aluminio en los últimos


50 años de forma importante. Este elemento se puede ver en estructuras de
ventanas y puertas, y en cubiertas para grandes superficies y estadios.

Las comunicaciones y el sector energético han sustituido al cobre por el


aluminio de forma progresiva desde la década de los cincuenta: es más
eficiente y más económico para transportar electricidad. También se utiliza en
reactores nucleares a baja temperatura porque absorbe pocos neutrones.

La industria química no está al margen de esta tendencia: una misma


proporción de aluminio pesa un tercio menos que el acero. Por ello, es un
material ideal para la fabricación de tubos, recipientes y aparatos muy
diversos.

7)http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2008/04/28/17
6457.php

Reciclar agua de lluvia para


uso doméstico
Los embalses no son los únicos que pueden beneficiarse del agua caída del
cielo. Por unos 2.000 euros de media por vivienda, los consumidores pueden
instalar sistemas que aprovechan el agua de lluvia. Gracias a ellos, sus
usuarios evitan utilizar el agua de la red de suministro hasta en un 50%, lo que
redunda en un beneficio tanto ecológico como económico.

La sequía y la escasez de agua son uno de los problemas ambientales más


acuciantes de España. Por ello, los sistemas que aprovechan el agua de la
lluvia comienzan a ser vistos con buenos ojos. Por ejemplo, en Galicia, la
Consejería de Vivienda de la Xunta ha puesto en vigor una norma que obliga a
los constructores a edificar las nuevas viviendas con esta tecnología. Por su
parte, algunas zonas de Levante y de las islas Baleares llevan desde hace
tiempo instalando este tipo de equipos.

Los defensores de estos sistemas subrayan que el agua de lluvia, aunque no es


potable, es idónea para su aprovechamiento doméstico. El consumo de agua
en una vivienda supone una media de 150 litros diarios por persona, si bien
la mitad se destina al inodoro, la lavadora, la limpieza general o el riego,
actividades para las que no se necesita agua destinada al consumo humano. No
obstante, si el usuario lo requiere, estos sistemas también pueden incorporar
depuradoras de agua que permitan beberla.

Por otra parte, recuerdan que la cantidad de agua gratuita que se puede
lograr es también importante. Por ejemplo, con un chubasco de 30 litros/m2 y
una superficie de recogida de 150 m2, se puede obtener una reserva de 4.500
litros de agua. Además, al no contener cal, evita problemas en las tuberías o
la lavadora, y supone un agua de riego más natural.

En cualquier caso, el aprovechamiento de las aguas pluviales no es algo nuevo.


Hasta la generalización del suministro canalizado, a principios del siglo XX, se
trataba de una práctica habitual, especialmente en las zonas rurales. En la
actualidad, los países del norte de Europa, como Alemania o Suiza, se
encuentran entre los más convencidos de estos sistemas. Por ejemplo, el país
germano los subvenciona desde que se produjera su reunificación, por lo que
ya hay varios miles de viviendas que utilizan alguno de estos equipos.

Por su parte, el aprovechamiento del agua pluvial puede ser vital para
países en vías de desarrollo. En este sentido, algunos científicos y expertos
de ONG han probado con éxito equipos económicos adaptados a las
características de estos lugares. Por ejemplo, expertos de la Universidad
canadiense de Ottawa demostraron que en Gaza, con sólo 400 milímetros de
lluvia por año, estos sistemas podrían satisfacer las necesidades de agua de
sus habitantes.

La niebla y el rocío también se aprovechan


Las condiciones extremas de algunos lugares de la Tierra han llevado a algunos
investigadores a proponer soluciones insólitas. Los denominados captores de
niebla se basan en una fina red que se ubica en el aire húmedo. El agua se
condensa en los filamentos y se recoge en recipientes para ser transportado
mediante tuberías a los posibles usuarios. El sistema permite por ejemplo
sacarle partido a zonas áridas y así se ha utilizado por ejemplo en Chile.

A pesar de ello, los captores de niebla no han conseguido generalizarse por


varias razones, entre ellas su coste, superior a otros sistemas alternativos; su
fragilidad; y sus necesidades de mantenimiento. Sin embargo, sus defensores
sostienen que en algunos casos de escasez hídrica pueden resultar
competitivos, y confían en el desarrollo de la tecnología. En este sentido,
algunos científicos trabajan en proyectos para recolectar incluso el rocío en
los desiertos, aprovechando la humedad de los vientos nocturnos.

a) Los plásticos de cada día.

Son económicos, livianos, transparentes “hacen más práctica la vida”. Sin


embargo están creando serios problemas al ambiente. Cada año se
consumen en el mundo 100 millones de toneladas, de las cuales el 75% se
convierten en basura luego de su uso.

NO son biodegradables. El 95% NO es reciclable. La industria del plástico


utiliza 5 de los 6 productos químicos más peligrosos y contaminantes (de
una lista de 20).

Contienen elementos tóxicos tales como cloro, cadmio y plomo. La


fabricación de plástico y su incineración liberan a la atmósfera sustancias
cancerígenas llamadas Dioxinas.

8)http://www.content4reprint.com/view/spanish-46697.htm

El Agua En botella Que compra Es


Incorrecta
Mientras que las ventajas del agua potable son innegables, los expertos ahora
están agregando solamente encima del impacto de todos esos mil millones de
botellas plásticas del agua en el ambiente, de la energía usada en la producción al
coste de transporte y de la dirección de la basura del plástico. Casi 90 por ciento
de botellas del agua no se reciclan y viento para arriba en los terraplenes donde
toman millares de años para que el plástico se descomponga. Cada año sobre
1.051.200.000.000 botellas plásticas del agua se descarga en basura en los
Estados Unidos. Si usted va a romper el hábito plástico más lentamente, sepa por
favor que las botellas de una sola vez del agua del uso no están pensadas para
rellenar. Las botellas del agua no son seguras para la consumición del agua, más
y más los estudios revelan.

Las botellas plásticas son fáciles de llevar, de rellenar y de lanzar lejos. Los
plásticos enrollan con frecuencia encima de contaminar nuestros océanos y
canales, y están muy dañoso a los pájaros del mar y a la otra vida marina que
consiguen enredó en los bolsos plásticos, los remanente netos etc de los
pescados. Allí de ellos están encontrando su manera a las orillas de las
comunidades y de los países costeros que son ellos mismos de la isla solamente
principio justo para experimentar los problemas asociados con la basura plástica
de la botella de la bebida. Peor todavía, las botellas plásticas lixivian los
productos químicos en el agua. Si usted prueba el plástico, usted lo está
bebiendo, así que consiga usted mismo otra botella.

Están las botellas plásticas del agua al peligro para la salud. El agua en botella
que compra no es una solución sostenible a largo plazo a asegurar el acceso al
agua sana. El agua en botella puede ser no más segura, o más sana, que el agua
del golpecito en muchos países mientras que vende por hasta 1.000 veces el
precio el mundo que el fondo de vida salvaje dijo. Los abogados de la salud
también recomiendan el no reutilizar de las botellas hechas del plástico #1
(terephthalate del polietileno, también conocido como ANIMAL DOMÉSTICO o
PETE), incluyendo la mayoría de las botellas disponibles del agua, de la soda y del
jugo. Los riesgos de salud se plantean de todas las botellas plásticas excepto ésos
hicieron de #2 (HDPE), de #4 (LDPE) y de #5 (PP). Y, en general, el agua en
botella es no más segura o más sana que el H2O que fluye de sistemas
municipales del agua.

La energía que perdemos con el agua en botella sería bastante para accionar
190.000 hogares. Contribuyen no sólo a la basura excesiva, sino que nos cuesta
mil veces más que el agua de nuestro grifo en el país, y está, en hecho, no más
segura o más limpia. Además de millones de galones de agua usados en el
proceso de pla'stico-fabricacio'n, dos galones de agua se pierden en el proceso de
la purificación para cada galón que entre las botellas.

Imagínese cuánto acaba de ir el dinero a cubrir los costos que no se relacionan


con el agua sí mismo: el empaquetado, transporta de los E.E.U.U. a Europa, a la
disposición inútil o al reciclaje. Tanto la basura es causada por el agua en botella,
y la mayoría de nosotros tienen golpecitos perfectamente buenos en el país. Y si
la gente es tan el untrusting del golpecito, porqué no compra un sistema de la
filtración que no causa toneladas de basura en plástico.

La mayoría del agua en botella se filtra del agua municipal. Después de que se
haya movido el carbón, el agua se filtra, se embotella y se vende a clueless
ciudadanos. Filtración en el hogar para lo que bebemos sentido de las marcas.
Pienso que la mejor opción para el agua sana es conseguir un sistema de la
filtración de la entero-casa si usted está en una casa, o los filtros si usted está en
un condo o un apartamento, el elegir del fregadero y de la ducha basado en qué
necesidades de ser filtrado hacia fuera en su área. Las discusiones hechas para
esto incluyen que, desemejante del agua del golpecito, el agua en botella utiliza
encima del aceite y de otros combustibles fósiles que se producirán y enviados,
llenan para arriba los terraplenes, representan el dinero perdido, y no van a
través casi como la filtración y procesos de limpiamiento rigurosos.

Mientras que más gente hace en cuestión sobre salud, los filtros del agua se
están convirtiendo en un componente esencial del hogar. Puesto que la calidad
del agua varía dependiendo de su fuente, una variedad de filtros caseros del agua
está disponible para resolver sus requisitos individuales. Debajo del agua del
fregadero los filtros se utilizan típicamente donde está disponible el espacio del
gabinete debajo del fregadero de la cocina y se desea una instalación
permanente. Los filtros caseros del agua de la casa entera o los filtros del agua
potable son goldmine.

9)http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Negocio/redondo/agua/botella/elpepis
oc/20100720elpepisoc_1/Tes

Negocio redondo: agua y en


botella
La campaña de la industria y nuevos hábitos disparan el
consumo de líquido embotellado a cifras insostenibles - La del
grifo es igual de sana

Al reservar mesa en un restaurante caro de Madrid, el camarero


apunta: "Aquí servimos el agua en jarra". Ah, bien. ¿Y cual es el
problema? "Bueno, muchos clientes creen que la del grifo es... de
pobres". Ah, he ahí un dato sociológico para entender elboom del
consumo de agua embotellada en España que ha aumentado un 67%
en la última década. ¿Es que el agua de Madrid, o de España en
general, es mala? ¿O estamos ante otra moda exótica y chic propia de
tiempos de potentados?

La industria la promueve para "recuperar hábitos de vida


saludables"
Los expertos insisten en que hay muy pocas diferencias, salvo el
envase
Su venta ha pasado de 2.000 millones de litros en los noventa a
5.600 millones
Instituciones y asociaciones hacen campaña a favor del agua
corriente
El alcalde de Londres anima a pedir una jarra en los restaurantes
Algunas marcas se distinguen con envases hiperlujosos
El metro cúbico envasado cuesta 2.000 euros; de la cañería, un euro
Los botes son reciclables, pero se recuperan muy pocos

Su venta ha pasado de los 2.000 millones de litros a principios de los


noventa a 5.600 millones en 2008 (somos el tercer país consumidor
en la UE). Y como consecuencia usamos unos 5.000 millones de
botellas de plástico (el material más usual) para ese fin. Súmese
similar incremento (o mayor, como sucede en EE UU) en otros países
del mundo, incluidos los que están en vías de desarrollo, verdaderos
caramelos para el futuro de la industria, y se entenderá por qué el
pasado 11 de marzo casi un centenar de municipios, colegios y
universidades en Canadá celebraron el Día Sin Agua Embotellada al
grito de "deshazte de la botella de agua y abre el grifo" o "hace una
década el agua embotellada era una novedad, ahora parece una
necesidad" (ver www.journeesansbouteilles.ca). O por qué otros han
ido aún más lejos: la ciudad de Bundanoon (Australia), por ejemplo,
fue en 2009 pionera en prohibir la venta de agua embotellada en su
demarcación a iniciativa del grupo Do Something. "Es una cuestión
moral", afirmaban. "Las ventas son fantásticas para la industria de
bebidas, un maravilloso negocio de marketing conseguir convencer a
la gente que pague 3,50 libras por algo que fluye del grifo".

"En España el agua de boca es muy buena en general, por lo tanto,


tiene poco sentido comprar otra", afirma Nuria Hernández, presidenta
de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA), una organización
académica que se ocupa de asuntos relacionados con su gestión
sostenible y cuya sede está en Zaragoza. Lo dice también una fuente
oficial: "Con carácter general podemos decir desde el MARM
[Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino] que vivimos
en un país donde el agua que sale del grifo es de buena calidad,
exceptuando solo en momentos y zonas puntuales, aunque siempre
dentro de horquillas adecuadas en término de calidad. El consumidor
sigue, por tanto, decantándose por el uso del agua del grifo, y así el
consumo per cápita cuenta con una media diaria por habitante de 150
litros, cifra superior a la del uso de agua envasada, con un total de 120
litros al año".

¿Entonces por qué esta tendencia de compra? La Aneabe, la


Asociación Nacional de Empresas de Agua de Bebida Envasada, que
agrupa a cerca de 100 empresas del sector (Danone y Nestlé son
líderes, esta última con 77 marcas), explica así la razón: "Es la
popularización de los balnearios y el deseo de sus visitantes de seguir
disfrutando de las aguas en sus hogares la razón fundamental de que
el agua mineral comience, a principios del siglo XX, a envasarse y a
comercializarse en farmacias bajo la denominación de
mineromedicinal, facilitando así el acceso de los consumidores a estas
aguas... En la actualidad, la tendencia en la recuperación de unos
hábitos de vida saludables a través de una alimentación basada en
productos naturales sitúa al agua mineral en una posición importante
dentro de las dietas sanas recomendadas por los expertos en nutrición
para todos los grupos de edad".

Pero el agua del grifo no deja de ser también natural. Y la diferencia


entre unas y otras, cuestionable. El suizo Jacques Neirynck niega que
exista alguna siquiera en su libroEscándalos del agua embotellada, y
Peter Gleich asegura en el estudio del Pacific Institute de California,
The World Water 2004-05, referencia fundamental para asuntos de
agua en el planeta, que muchas plantas embotelladoras "están peor
vigiladas que las canalizaciones públicas".

Organizaciones (como WWF en Agua embotellada. Entender un


fenómeno social, 2001) y activistas internacionales llevan años
cuestionando uno de los aspectos fundamentales para generar
demanda: las poderosas campañas de las embotelladoras para
convencer a la población de que su producto es mejor que el de casa.
La más famosa, Annie Leonard, muestra lo absurdo de muchas de
nuestras conductas cotidianas en sus películas. The story of bottled
water (se puede ver en YouTube) comienza: "Cómo la creación de
demanda fomenta lo que no necesitamos y destruye lo que realmente
es necesario".

Sea como sea, es este un negocio en alza en España que da empleo


directo a unas 5.000 personas y, según Aneabe (www.aneabe.es),
factura casi 1.000 millones de euros al año, embotellando agua
mineral natural (96%, de origen subterráneo y mineralización
constante), de manantial (2,5%, de mineralización variable) o
preparada (tratada o purificada, incluso de la red pública, el resto).
Pero un negocio líquido que fluye con mucha piedra paradójica en su
camino, según señalan organizaciones de consumidores y ecologistas,
como Greenpeace o Ecologistas en Acción. Un resumen:

Uno. Por lo absurdo que resultaría la generalización del consumo de


agua en botella en países desarrollados con redes de abastecimiento de
agua corriente y potable de calidad cuando la mitad del mundo no las
tiene (y los 84.000 millones de euros que se gastan en comprarla se
podrían invertir en solucionarlo y alcanzar así uno de los objetivos del
milenio de la ONU para 2015).

Dos. Porque es un arma social y de desarrollo de doble filo, advierte


Peter Gleich: "Temo que la disponibilidad de agua envasada como
alternativa al agua limpia y segura municipal frene las presiones
internacionales para proporcionar agua segura a todos los seres
humanos. (...) Por coste, por controles y por equidad, el agua
embotellada no debe dejar de ser una solución temporal y nunca debe
sustituir al suministro público, porque quienes más problema de
acceso tienen, los países pobres, se verían obligados a pagar precios
inflados por un agua proporcionada por vendedores privados o
empresas de agua envasada". Y el pasado Foro del Agua concluyó que
en 2025, el 60% de la población mundial no tendrá acceso a agua
limpia y de calidad.

Tres. Lo polémico de la explotación privada de los manantiales que en


España se rige por una ley distinta a la de Aguas (la de Minas),
originando más de un conflicto local y maniobra de compraventa
dudosa. Y deja abiertas muchas cuestiones: ¿A quién pertenece ese
agua en realidad? ¿Quién tiene derecho a explotarla? Si el agua
superficial es un bien público, ¿por qué la subterránea puede ser
privada? ¿Por qué se habla de producción de agua cuando en realidad
solo se trata de extracción?

Cuatro. Por el tremendo impacto ambiental: tres millones de


toneladas de plástico se usan para embotellar agua en todo el mundo.

Para Julio Barea, de Greenpeace, "la peor parte de esta historia es sin
duda el final de la vida útil del envase: solo un 13% de ellos van a
plantas de tratamiento". El resto acaban tirados, en vertederos o
incineradoras. "Una catástrofe". Se necesita energía para su
producción, para su traslado desde sitios exóticos como sucede con el
agua Fiji, genera contaminación... Los productores aseguran que los
envases son reciclables, y sí, pero son pocos los que se reciclan.

El envase de agua es una presencia ya cotidiana en España. Si mira


alrededor, encontrará varios en casa, la oficina, el coche, en la playa...
Aquí no están tasados como sucede en países como Alemania (donde
se cobra el envase de plástico y se retorna el dinero con su devolución)
por lo tanto se tiran y abandonan sin pensarlo. Y se compran como un
refresco más, porque ya no suele haber fuentes públicas o porque
pedir un vaso de agua del grifo en un bar queda feo. Más de 37 botellas
de plástico (de PET, de efecto para la salud siempre en discusión)
contamos en dos minutos de paseo por la redacción de EL PAÍS. De
medio litro. Muy habituales (aunque las más vendidas son las de litro
y medio), rentables para el comercio: pequeñas y caras. Ese medio
litro de agua en su condición embotellada cuesta una media de un
euro. Es decir, unos 2.000 euros el metro cúbico. La misma cantidad
para uso agrícola, 0,001 euros. La que fluye del grifo en Madrid, un
euro el metro cúbico. Es decir, por lo que vale medio litro en botella
obtenemos 1.000 litros de agua corriente. ¿Nos hemos vuelto locos o
manirrotos? Se lo pregunta Barea: "Y la diferencia puede ser mayor.
En el despacho tengo una botella de la marca Bling que me enviaron,
cuesta 40 dólares, es decir, su metro cúbico saldría por 35.000 euros".
Como si de una gasolina muy cara se tratara. Un perfume de marca. U
oro puro. Y bajo ese concepto se mueve también una parte de la
industria al ofrecer envases hiperlujosos, contenidos con aparentes
propiedades únicas, sabores exquisitos o exóticos...

Un documental de la BBC emitido hace semanas por La 2 de TVE


dejaba, literalmente, pegado a la silla. Fondos marinos convertidos en
basureros, montañas de botellas de agua que tardarán cientos de años
en desaparecer. Su título: Agua embotellada, ¿quién la necesita?
Cuando se emitió en 2008 en la cadena británica su impacto fue tal
que el Gobierno prohibió las botellas de agua de plástico en
dependencias oficiales. "Hay que conseguir que el acto de beber agua
embotellada sea tan demodé como fumar", decía un anuncio. Y el
ministro de Medio Ambiente, Phil Woolas, opinaba: "La cantidad de
dinero que se gasta en agua mineral está en los límites de lo
considerado moralmente aceptable". El alcalde de Londres, Ken
Livingstone, fue especialmente activo: "No tengan vergüenza de pedir
agua del grifo en el restaurante... Reduciremos las emisiones de gases
(CO2) procedentes de la producción y el transporte y contribuiremos a
resolver el problema de qué hacer con las botellas usadas". Según un
estudio, un vaso de agua del grifo en Londres deja una impronta de
CO2 de solo 0,3 gramos frente a los 185 en el caso de un vaso de agua
mineral de marca, similar a lo que supone mover un coche durante un
kilómetro.

Preguntado el Ministerio de Medio Ambiente sobre uso, abuso y


control del agua envasada, su respuesta, por escrito, ofrece
información prácticamente calcada de la página web de Aneabe: "El
sector gestiona los recursos de forma sostenible... Los envases
suponen una proporción mínima (un 2%) dentro del universo de
productos envasados... y un 0,7% de los residuos urbanos... todos los
envases y embalajes utilizados por la industria del agua envasada son
100% reciclables y el sector ha puesto en marcha medidas para reducir
el impacto ambiental (reducción del peso de los envases...), y la
producción de aguas minerales representa tan solo el 0,02% de los
recursos hídricos subterráneos...".

Y sí, de los aproximadamente 2.000 manantiales que existen en


España, se explotan solo 130. "La producción no supone un problema
en cuanto a la explotación porque es muy limitada... ", siguen en la
FNCA. Para ellos, esta gotita representa más bien una paradoja en la
conducta del consumidor: "Somos capaces de pagar un dineral por
agua embotellada y sin embargo cuando se plantea subir la tarifa para
mejorar la calidad de entrada y de salida, el abastecimiento de la red
se arma una revolución pública, y esto considerando que la tarifa de
agua en España es la tercera más baja de Europa". Según un estudio
de Greenpeace sobre el estado de las cuencas en España de 2005, el
11% de las superficiales y el 16% de las subterráneas cumplen los
estándares de la directiva marco del agua, de buen estado ecológico y
químico. "Es decir, que el resto no la cumple", asegura Barea.
"Nosotros apostamos por mejorar el abastecimiento urbano, por la
calidad en todos los casos. Es factible".

¿Debería existir una regulación en su consumo? Para Barea sí, pero no


se trata de ir en contra de este tipo de negocio, sino de frenar su
impacto ambiental: beber más agua del grifo, que es más sostenible, y
usar envases retornables o reutilizables. "Los de usar y tirar no tienen
sentido. El año que viene en Greenpeace trabajaremos de nuevo con la
ley de envases".

Para Nuria Hernández: "Esto es un libre mercado, claro, y por tanto


nada se puede hacer ahí. Es el consumidor el que tiene que decidir y
actuar. Yo insistiría en la dicotomía entre pagar una cosa y otra,
realizaría campañas de consumidores: pensad qué estáis comprando y
a qué precio, pensad que su explotación puede influir en humedales,
que a veces genera unas prácticas curiosas como trasvases que se
solicitan para apoyar el regadío en una zona y luego los particulares
acaban vendiendo el agua al mejor postor...". Y más que un momento
de crítica al sector, consideran que es una oportunidad para mejorar el
sistema. "Se debe permitir subir precios en el abastecimiento urbano".

Y mientras, siguen aumentando las iniciativas para concienciar de que


el agua del grifo es tan sana como la que más, en Nueva York y en
París (Eau de París, se llamaba la botella vacía que el Ayuntamiento
sacó al mercado para promocionar su propia agua), en Roma, San
Francisco o San Sebastián con regalo de jarra incluido... En Italia, la
revista Altreconomia ha elaborado una lista, colgada en Internet, de
casi 2.000 restaurantes que se han sumado a la campaña del agua en
jarra para que cada uno sacie su sed cuanto quiera. Será gratis. O casi:
recuerde, 1.000 litros al módico precio de un euro. Y sin tener que
pensar en qué hacer luego con el envase.

10)http://www.voltairenet.org/article145041.html

Las 25 historias top más ocultadas en EEUU en el 2006 (XX)


El agua en botella, un problema medio
ambiental global
por Abid Aslam*

Los consumidores de todo el mundo gastan colectivamente cada


año más de 100 mil millones de dólares en agua enbotella en la
creencia –a menudo equivocada– de que es mucho mejor. El
consumo mundial de agua envasada creció a 155 mil millones de
litros en 2004, 57 por ciento más que en 1999.

"Incluso en áreas donde existe agua de pozo segura para beber, la demanda en
aumento de agua envasada está produciendo basura innecesaria y consumiendo
grandes cantidades de energía", asegura un informe de la investigadora Emily
Arnold, del Earth Policy Institute (Instituto de Políticas de la Tierra). Aunque en
muchos lugares del mundo, incluyendo Europa y EEUU, existen regulaciones para
controlar su calidad, el agua en botellapuede costar hasta 10.000 veces más. Un
galón de agua envasada en EEUU puede llegar a costar hasta más de 10 dólares
(o sea, 2,64 dólares por litro), más del doble que la gasolina.

"No se cuestiona que el agua potable limpia y barata sea esencial para la salud de
nuestra comunidad global" –afirmó Arnold– "pero el agua envasada no es la
respuesta en el mundo desarrollado, ni es la solución a los problemas de 1.100
millones de personas que carecen de un abastecimiento de agua segura.
Ampliando y mejorando el tratamiento de aguas y el saneamiento de los sistemas
existentes es más factible proporcionar fuentes seguras y sustentables de agua
en el largo plazo".
Los países miembros de Naciones Unidas acordaron reducir a la mitad la
proporción de gente que carece de acceso confiable y duradero al agua potable
segura para el año 2015. Para alcanzar esta meta, habría que duplicar los 15 mil
millones de dólares destinados cada año al abastecimiento y saneamiento del
agua. Mientras que esta cantidad puede parecer enorme, empalidece en
comparación a los 100 mil millones estimados como el gasto anual en agua
envasada.

Recuperación de miles de botellas plásticas vacías para su


correspondiente reciclaje, pero no es el caso para la mayor parte de
estos envases fabricados en el mundo, ocasionando de hecho problemas
de contaminación al no ser biodegradable.
__________________________________________________

El agua potable nos llega a través de una infraestructura que gasta energía de
manera económica, mientras que el agua envasada se transporta a distancias a
menudo largas a través del territorio nacional, por barco, tren, avión y camiones.
Esto implica quemar cantidades masivas de combustibles fósiles.

Por ejemplo, en 2004 sólo una compañía de Helsinki envió 1,4 millones de
botellas de agua finlandesa embotellada a 4.345 kilómetros, a la Arabia Saudita. Y
aunque el 94 por ciento del agua en botella vendida en EEUU se produce
nacionalmente, muchos estadounidenses consumen agua importada de hasta
9.000 kilómetros, como Fiji, y otros lugares lejanos, para satisfacer la demanda de
lo que Arnold llama "agua envasada elegante y exótica".

El empaquetado del agua utiliza más combustibles fósiles. La mayoría de las


botellas de agua se fabrican con terephthalate de polietileno, un plástico derivado
del petróleo crudo. "Solamente la fabricación de botellas para resolver la
demanda de los norteamericanos requiere anualmente más de 1,5 millones de
barriles de petróleo, tanto como para aprovisionar de combustible a unos 100.000
automóviles de EEUU durante un año", anotó Arnold.

Una vez que se haya vaciado, la botella debe ser desechada. Según el Instituto de
Reciclaje de Envases, el 86 por ciento de lasbotellas plásticas de agua usadas en
EEUU se convierten en basura o relleno. La incineración de las botellas usadas
genera subproductos tóxicos tales como el gas clorado y ceniza similar a las que
contienen los metales pesados que ya causan bastantes problemas en la salud
humana y animal. Las botellas de agua enterradas pueden tomar hasta 1.000
años para biodegradarse.

Por todo el mundo, se utilizan cada año unas 2,7 millones de toneladas de plástico
para embotellar agua. De las botellasrecolectadas para reciclar en 2004, EEUU
exportó gruesamente el 40 por ciento a destinos tan lejanos como China,
requiriendo con todo más combustible fósil.

Mientras tanto, las comunidades donde se origina el agua arriesgan que el flujo
de sus fuentes quede seco. Más de cincuenta aldeas indias se han quejado de
escasez de agua después que los embotelladores comenzaran a extraerles el
agua para su venta bajo la etiqueta de Dasani, corporación de Coca Cola.
Similares problemas se han conocido en Texas y en la región de los Grandes
Lagos de Norteamérica, donde los granjeros, pescadores y otros que dependen
del agua para su sustento están sufriendo con la extracción concentrada del
líquido mientras que su agua de mesa escasea rápidamente.

Si los norteamericanos tienen el mayor consumo de agua enbotella per capita, el


crecimiento colectivo más rápido de la consumición radica en las poblaciones
gigantes de México, la India y China. En su totalidad, el consumo de agua en
botella en la India aumentó al triple a partir de 1999 hasta 2004, mientras que
China lo ha más que doblado.

Mientras aumentan los beneficios de las sociedades privadas que venden más de
100 mil millones de dólares por año en agua envasada de calidad cuestionable,
una regulación libre y más eficiente de los sistemas municipales permitiría poner
en ejecución una distribución de agua potable segura para toda la gente del
mundo por una fracción pequeña del precio.

Actualización de Abid Aslam


Las historias del consumidor son un ingrediente importante en la dieta de los
medios de comunicación. Este artículo alcanzó cobertura en numerosas
radioemisoras públicas y apareció en sitios del cyber espacio. Quizás lo que
atrapó las imaginaciones fue nuestra afinidad con el tema: aparentemente, el
cuerpo humano y la superficie de nuestro planeta se componen sobre todo de
agua y sin ella, falleceríamos.

En ningún caso, la mayoría de los enfoques privilegió como fuente el papel de los
investigadores de Washington –la sede de los “think tank” medioambientales–,
centrándose principalmente en los intereses del consumidor (precio, pruebas y
consecuencias para la salud humana del agua envasada). Cuando decidí escribir
sobre el tema quise emplazar al Instituto de Políticas Medioambientales (EPI, en
inglés), que apenas encontró “bonito” lo que hice, aportando un mínimo de
contexto y antecedentes. Sin embargo, gran parte de la atención del lector
también se centró en los aspectos ambientales y reguladores.

La información adicional sobre esta cuestión se puede obtener del EPI, un


anfitrión de los grupos ambientales y del consumidor, y de las agencias
gubernamentales relevantes: para el agua corriente, la Agencia de Protección del
Medio Ambiente de EEUU; y para el agua en botella, la Administración Federal de
Alimentos y Drogas (FDA, en inglés).

Merecen mucho más atención las diferentes maneras en que operan estos
reguladores (en los hechos son reguladores, en general) y su estructura y
financiamiento, al igual que el resultado de una protección desigual de los
ciudadanos.

Numerosas otras cuestiones tocadas en el artículo merecen un examen adicional.


¿Habría disposición a mejorar y reciclar las preocupaciones de la investigación
concerniente a los recursosque se consumen para librarse de las botellas de agua
vacías? Si los sistemas públicos de agua pueden entregar un producto más fiable
a más personas a un costo más bajo, ¿cuándo el informe de EPI dirá, entonces,
cuáles son los obstáculos a la inversión requerida en EEUU y en los países pobres?
y ¿cómo los ciudadanos de aquí y allá superarían esos obstáculos?

A algunos lectores o a ciertos guardianes de contenido de los medios de


comunicación, cualquiera de estas preguntas pueden parecerles esotéricas.
Entonces, de nuevo, todos bebemos la pócima.

11)
http://www.madrimasd.org/blogs/remtavares/2007/05/17/65739

Guerra al agua embotellada


Publicado por José Aguado Alonso el 17 Mayo, 2007
Comentarios (6)

En la lista de los objetos y prácticas cotidianas de consumo que no gustan a los ecologistas
se ha incorporado recientemente el uso de agua embotellada. Según un estudio del Instituto
Worldwatch, el impacto ambiental asociado a esta industria es considerable; comenzando
por su origen, sobre-explotación de acuíferos, y siguiendo por toda la energía necesaria para
producir, embotellar, empaquetar, almacenar y distribuir el agua embotellada. Y la puntilla
que supone los resultantes millones de toneladas de plástico, derivado del petróleo.

[Grupo de Ingeniería Química de la Universidad de Alcalá]


A tenor de los cálculos facilitados por el Worldwatch Institute, el coste de una botella
de agua es de 240 a 10.000 veces superior al del agua corriente. Esto supone que un metro
cúbico de agua embotellada en países industrializados cuesta entre 370 a 740 euros frente a
los céntimos que cuesta un metro cúbico de agua corriente. Con la ironía de que en países
industrializados, aquellos que más consumen agua embotellada, la calidad del suministro
público suele ser bastante buena, mientras que simultáneamente mil millones de personas
en el Tercer Mundo no tienen cubiertas sus necesidades básicas.

Estas cifras, facilitadas con anterioridad por el Earth Policy Institute, estiman que para
fabricar todas las botellas de agua que se consumen al año en Estados Unidos se necesita el
equivalente a 1,5 millones de barriles de petróleo diarios. Suficiente para satisfacer las
necesidades anuales de 100.000 vehículos con motor de combustión interna. España, gran
consumidora Entre 1997 y el 2005, el consumo global de agua embotellada se ha duplicado,
generando una industria que mueve 100.000 millones de dólares al año y con una tasa de
crecimiento bastante envidiable. La mayoría de las botellas están hechas de polietilen
tereftalato (PET), un plástico derivado del petróleo. Asimismo, este tipo de plásticos acaba
con el paso del tiempo desprendiendo determinadas sustancias perjudiciales para la salud,
de ahí que se recomienda evitar rellenarlas o guardarlas de manera prolongada. El siguiente
paso es desprenderse de la botella tras haber consumido el valioso líquido de su interior.
Gran parte de estos envases acaba en la basura sin que llegue a reciclarse más de un 20%.
Y éste es otro de sus grandes problemas: Una botella de este plástico abandonada en un
entorno natural puede tardar hasta 1.000 años en biodegradarse. Por su parte, los envases
que llegan a las incineradoras aumentan los riesgos de emisiones tóxicas, ya que pueden
generar subproductos nocivos

Por ello, la concienciación de los consumidores es fundamental, y en este caso, si


se decide consumir agua embotellada, al igual que con el resto de envases, asumir la política
de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), es una buena recomendación. La reutilización
es otra forma de alargar el ciclo útil de las botellas. Las políticas públicas de reciclaje llevan a
países como Alemania o Austria a preferir el agua envasada en botellas de cristal retornable.

Las empresas envasadoras han sabido crear y explotar sus productos en plena era
de la preocupación por una mejor calidad de vida. Sin embargo, el agua del grifo de los
países desarrollados no tiene nada que envidiar a las aguas embotelladas. Por una parte, la
propia legislación española advierte de que las diversas clases de aguas envasadas no
tienen ventajas específicas y demostradas para la salud. Por otra parte, el suministro público
de agua posee garantías y controles suficientes de calidad. Dentro del redoblado pulso por
reducir el impacto ambiental de nuestra incesante búsqueda por aumentar nuestra calidad de
vida, un consejo para encontrar un remedio a este problema medioambiental no puede ser
más simple: agua del grifo. Y si no le gusta el sabor o no se fía de su calidad, entonces
recurra a un filtro.

La moda del agua embotellada comenzó en el pequeño pueblo francés de Evián, que
dio nombre a la famosa marca. El mayor mercado nacional es el estadounidense, aunque el
crecimiento más acelerado se está dando en mercados emergentes como Sudamérica y
Asia. Su gran desarrollo se debe a una mezcla de comodidad, seguridad, gusto, cachet
social, pero también falta de sensibilidad ecológica. Por su parte, los expertos indican que la
tendencia en los países más desarrollados es la venta de agua cada vez más sofisticada.
Para ello, las posibilidades son diversas: añadiéndole vitaminas, aromas, sabores e incluso
oxígeno extra. La moda, extendida en países como Estados Unidos, Alemania y que se
acerca a España, llega a unos extremos insospechados en algunos restaurantes de lujo:
diseños sorprendentes de botellas, semejantes a los mas famosos perfumes, aguas
“exóticas” provenientes de países como Fiji, o envases que encierran 9.750 gotas de agua
pura de lluvia de Tasmania, aterciopelada en boca y de sabor algo almendrado y que se
puede adquirir por 10 euros la botella.

12)http://www.livescience.com/environment/090318-bottled-
water-energy.html

Medio ambiente
El gasto energético del agua
embotellada

Nuestro hábito de agua embotellada tiene un impacto ambiental enorme,


incluyendo la cantidad de energía que se necesita para fabricar las botellas de
plástico, llenarlos y enviarlos a los consumidores en todo el mundo sediento.

Un nuevo estudio analiza hasta qué punto la energía se utiliza en cada paso del
proceso.

Un total estimado del equivalente de 32.000.000 hasta 54 millones de barriles de


petróleo se requieren para generar la energía necesaria para producir la cantidad
de agua embotellada que se consume en los Estados Unidos en 2007, según el
estudio, detallado en la edición de enero-marzo del Revista de Investigación
Ambiental Notas. Por supuesto, esto no es más que un tercio de un por ciento de
la energía que Estados Unidos consume en su totalidad en un año.

En 2007, último año del que hay estadísticas globales disponibles, más de 200 mil
millones de litros de agua embotellada se vendieron en todo el mundo, sobre todo
en América del Norte y Europa. La cantidad total vendida en los Estados Unidos
por sí solo ese año (33 mil millones de litros) a un promedio de 110 litros (casi 30
galones) de agua por persona, según la Corporación de Bebidas de Marketing.

Desde 2001, el agua embotellada las ventas han aumentado en un 70 por ciento
en Estados Unidos, superando ampliamente los de la leche y la cerveza. Sólo han
refrescos más grande de ventas.

La energía necesaria para producir el agua embotellada es un interés particular


ahora, en momentos en que muchas naciones están buscando maneras de reducir
su consumo de energía y su impacto climático.

Peter Gleick, presidente del Pacific Institute, un instituto de investigación no


partidista, y su colega Heather Cooley recientemente se dio cuenta de que nadie
había hecho un estudio exhaustivo de la utilización de la energía involucrada en el
ciclo completo de producción de agua embotellada, por lo que dio a la tarea.

Plástico y transporte

El uso de la energía se divide en cuatro partes aproximadamente del ciclo de


producción: la utilizada para formar el plástico y convertirlo en botellas, para
tratar el agua, para llenar las botellas y la tapa, y, finalmente, para
transportarlos.

"La energía es utilizada en muchas fases distintas", dijo Gleick.

La mayoría de botellas de plástico están hechos de tereftalato de polietileno


(PET). Poco pellets de PET se funden y se fusionan para hacer el molde botella.
Gleick y Cooley estima que alrededor de 1 millón de toneladas de PET se utiliza
para hacer botellas de plástico en los Estados Unidos en 2007, con 3 millones de
toneladas utilizadas a nivel mundial, la energía utilizada para producir esa
cantidad global de PET y las botellas que se convirtió en equivalía a cerca de 50
millones de barriles de petróleo, que encontraron.
(Algunas compañías han estado cambiando hacia el uso de los plásticos más
ligeros para sus botellas, lo que reduce la cantidad de PET producidas en un 30
por ciento y, por tanto, reducir la cantidad de energía necesaria para hacerlos. La
transición a menos de plástico de alto consumo energético es lento sin embargo,
y no todas las empresas los utilizan.)

La cantidad de energía que participan en ese primer paso fue una sorpresa para
Gleick: "Yo no sabía cuánta energía se necesita para hacer su vez de plástico o de
plástico dentro de una botella", dijo aLiveScience.

La energía necesaria para tratar el agua es sustancialmente menor y depende de


cuántos tratamientos se usan en el agua y no representan la mayor parte de la
energía gastada en la producción. Del mismo modo, la energía utilizada para la
limpieza, relleno, sellado y la etiqueta de las botellas es de sólo 0,34 por ciento
de la energía incorporada en la propia botella.

La energía utilizada para transportar el agua embotellada depende principalmente


de la distancia que se incluye y qué método de transporte utilizado. La carga
aérea es la energía más costoso método, seguido por camión, buque de carga y
el transporte ferroviario, en ese orden. Otro estudio sobre lahuella de carbono del
vino también se encuentra este desglose del consumo de energía sobre las
formas de transporte.

En su estudio, Gleick y Cooley utiliza los ejemplos de diferentes tipos de agua


enviado a Los Ángeles: el agua de producción local y se envían por camión
involucrado la menor cantidad de energía, seguido por el agua enviada por barco
de carga de Fiji, con agua de producción en Francia y enviado por barco y
ferrocarril con los más altos costos de energía.

Las opciones individuales

La cuenta final de 32.000.000 a 54.000.000 de barriles de petróleo puede ser


sólo un tercio de un por ciento del consumo total de energía de EE.UU., pero
podría ser considerado un "uso innecesario de energía", dijo Gleick.
(Aproximadamente tres veces el petróleo que se habrían necesitado para producir
la cantidad global de agua embotellada consumida.)

La cantidad es 2.000 veces más de lo necesario para que el agua del grifo ", y
vivimos en un país donde tenemos agua muy buena", dijo Gleick.

Gleick, dijo que el propósito del estudio no era proponer que el agua embotellada
que prohibir, sino para ayudar a los consumidores "entender las consecuencias de
nuestras elecciones." Con la información sobre los impactos de la energía ",
podemos elegir hacer cosas diferentes como individuos", añadió.

Entender los costos de energía del proceso también arroja luz sobre los gases de
efecto invernadero que emite energía de uso. "La energía es una especie de la
primera pieza del rompecabezas", dijo Gleick.

12)http://www.interempresas.net/Plast
ico/Articulos/5543-La-reutilizacion-de-
los-plasticos-en-nuestro-Instituto.html

IV. 1. 2.- Análisis del Ciclo de Vida.

El sector de los plásticos está realizando un Análisis del Ciclo de Vida de


estos materiales, un procedimiento científico que permite calcular el
impacto medioambiental del ciclo de vida completo del plástico, desde el
inicio de la producción hasta la eliminación final como residuo. La
industria de los plásticos realiza una gestión eficaz de los recursos
naturales, con el fin de evolucionar hacia procesos de fabricación más
perfectos.

La industria de los plásticos invertirá 5.000 millones de pesetas en los


próximos años en mejorar cada una de las fases del ciclo de vida de los
plásticos. Las investigaciones que realiza la industria de plásticos han
permitido una notable evolución en las fases de producción, consumo y en
la de tratamiento de residuos.

- En la fase de producción

El plástico sólo utiliza un 4% de la producción mundial de petróleo. El


petróleo es el principal componente para la fabricación de plásticos.
También es materia prima imprescindible para los sectores de energía,
transportes e industria. Sólo un 4% de la producción mundial de petróleo
se destina a la producción de plásticos. Sin embargo, hay sectores que
precisan más cantidad de combustible para producir menos. En las
calefacciones se utiliza un 35% de petróleo, en los transportes un 29% y en
usos industriales un 22 por ciento. Según la Asociación Europea de
Productores de Plásticos (APME), con 100 kilos de petróleo se puede
realizar un viaje en coche de 1.200 kilómetros. La misma cantidad
proporciona a la industria de los plásticos productos de partida para la
fabricación de 12.000 jeringuillas, 7.000 envases de yogur, 3.000 bolsas y
50 metros cuadrados de moqueta.

Las empresas productoras y transformadoras de plásticos utilizan


actualmente un 30% menos de materias primas que en 1975. Ahora la
mayor parte de los envases plásticos pesan entre un 50 y un 80% menos
que hace 20 años. Usar bolsas de plástico en vez de papel supone una
reducción de un 300% en el peso total del envasado. Así se pueden
transportar más productos al consumidor final, con la misma cantidad de
combustible.

Asimismo, la industria de los plásticos, preocupada por conseguir nuevas


alternativas para la elaboración de este material, está investigando acerca
de cómo aprovechar determinadas plantas, principalmente semillas
oleaginosas como la colza y la linaza que puedan servir para la fabricación
de plásticos según la Asociación Europea de Productores de Plásticos.

- En la fase de consumo/utilización

Optimiza los recursos naturales para reducir el impacto medioambiental.


La industria de los plásticos optimiza los recursos naturales, porque
además de utilizar sus propias aplicaciones, ha venido a sustituir a otros
materiales cuya utilización supone un mayor impacto sobre el entorno. Por
ejemplo, según la Asociación Europea de Productores de Plásticos (APME)
al fabricar una taza con materiales plásticos se consume 13 veces menos de
electricidad y 15 veces menos de sustancias químicas que el que consume la
fabricación de una taza de papel.

Los plásticos se han introducido en el sector de los transportes, porque


permiten reducir gastos. Por ejemplo, según la Asociación Europea de
Productores de Plásticos, las botellas de plástico ahorran a los aviones
hasta 1 millón de pesetas, puesto que el escaso peso del material reduce la
cantidad de combustible para el transporte.

- En la fase de tratamiento de residuos

El reciclaje de plásticos ahorra en materias primas. En España existen más


de 100 empresas recicladoras de plásticos que durante 1995 reciclaron un
total de 118.000 toneladas de material. Actualmente los plásticos
representan sólo el 7% de los residuos sólidos urbanos. El reciclaje de los
residuos se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios de esta
industria al ser la vía más segura tanto para la economía como para el
medio ambiente. El sector de los plásticos continúa con esta política de
incrementar el reciclado con el fin de reducir el consumo de petróleo y
proteger el medio ambiente.

13)http://www.juventudrebelde.cu/cub
a/2009-05-12/los-envases-tetra-brik-
energia-y-medio-ambiente/
Los envases Tetra Brik, energía y
medio ambiente
El invento sueco que ha recorrido el mundo suele usarse una sola vez y
terminar en los vertederos. Ello tiene un negativo impacto ambiental y
significa derroche de recursos y energía
Para envasar los alimentos se emplean diferentes recipientes y materiales. El
empleo de uno u otro depende de los requerimientos del producto y de
criterios comerciales. Los componentes se obtienen a partir de materias
primas que una vez tomadas de la naturaleza son procesadas y convertidas en
papel, aluminio, vidrio o plástico, entre otros.
Muchos envases se componen de un solo material, como las latas de refresco
que son de aluminio, los pomos de mayonesa de vidrio y los potes de helado
plásticos. Sin embargo existen alimentos como los jugos, leche y puré de
tomate que se envasan en cajas. Esta es una práctica común hoy en el ámbito
de la industria alimentaria nacional e internacional. A diferencia de la lata de
aluminio, el pomo de vidrio o el pote de plástico, la caja de jugos no está
hecha de un solo material. Se compone de varios ingredientes adecuadamente
colocados. Su destino final en muchos países, incluyendo el nuestro, son los
vertederos, lo que causa un negativo impacto ambiental y contribuye al
cambio climático.
Primer cartón aséptico
Con sede en Lausana, Suiza, Tetra Pak es una influyente corporación
alimentaria multinacional con más de 20 000 empleados en 150 países, y
ganancias anuales por más de ocho mil millones de euros, según datos
publicados en Internet por la propia empresa y por la Wikipedia.
Lo que en un inicio fue una pequeña empresa, monopoliza hoy a nivel mundial
la producción de envases de cartón para alimentos. Fue fundada por Ruben
Rausing en la ciudad sueca de Lund en 1951. El inventor del envase
tetraédrico, conocido como Tetra Classic, fue Erik Wallenberg, quien trabajó
en su diseño desde la década de 1940. Tetra Brik, nombre comercial del
producto, proviene de la forma piramidal o sea, con cuatro caras (tetraédrica)
inicial de estos envases. El apellido viene de su forma actual, como un ladrillo,
que en inglés se pronuncia «brik».
En 1961, Tetra Pak lanzó una innovación revolucionaria: el primer cartón
aséptico; un envase que permite que los alimentos líquidos perecederos,
puedan permanecer en los estantes de los comercios durante meses sin
refrigeración o conservantes.
Mediante la integración de una barrera de aluminio y polietileno con placa de
cartón y el uso de una técnica especial para esterilizar el contenido del
envase, la tecnología aséptica asegura que tanto el alimento como el envase
queden libres de bacterias dañinas. Tetra Pak dice en su sitio en Internet que
el Instituto Internacional de Tecnólogos de los Alimentos ha reconocido la
tecnología de procesamiento aséptico como «el más importante desarrollo de
las ciencias alimentarias en el siglo XX».
Cada caja Tetra Brik, independientemente de su tamaño, está compuesta de
siete capas de tres materiales: papel, aluminio y polietileno. De afuera hacia
dentro, el Tetra Brik tiene una capa de polietileno que protege al alimento de
la humedad exterior, una capa de cartón que le da fortaleza y resistencia,
otra de polietileno para adherir la hoja de aluminio al cartón sin necesidad de
adhesivos, una capa de aluminio que es una barrera contra el oxígeno, los
olores y la luz exterior, otra de polietileno para la adherencia en el proceso de
laminado y una última capa de polietileno que es la que proporciona
estanqueidad al contenido del envase.
Tetra Pak ha creado envases asépticos de diferentes tamaños, formas y
métodos de apertura y cierre. Hoy los recipientes y equipos de procesamiento
de Tetra Pak se usan para conservar leche, jugo, salsa de tomate, agua y vino.
En 2007, más de 137 mil millones de envases Tetra Brik circularon en el
mundo. Pero la tasa de reciclaje mundial es solo de 16 por ciento. En 2008 se
reciclaron 26 mil millones de Tetra Brik.
Desempeño energético-ambiental
Sus fabricantes sostienen que el «desempeño ambiental» del Tetra Brik supera
al de los restantes envases. Una de las razones expuestas es que los cartones
vacíos se transportan a las plantas de envasado en rollos, por lo que se
necesitan menos medios de transporte, y se producen menos emisiones. Por
otro lado, Tetra Pak usa tintas a base de agua, con pigmentos orgánicos y sin
metales pesados, aspecto este muy positivo también.
Un caja de cartón de forma rectangular llena ocupa un espacio mínimo. La
masa del envase es de unos 26 gramos en el caso de las cajas de un litro, y
esto representa aproximadamente un tres por ciento de la masa del producto
envasado. Respecto al uso de materias primas, aproximadamente 75 por
ciento de cada Tetra Brik es papel, un recurso renovable si el manejo del
bosque es sostenible.
Desde el punto de vista energético, el Tetra Brik también tiene ventajas. Una
es que permite ahorrar energía eléctrica, ya que no se requiere refrigeración
para mantener el producto. El sitio web Tetra Pak Canada dice que si se
fabricara un millón de envases Tetra Brik Aseptic en lugar de un millón de
botellas plásticas, el ahorro de energía sería de 4 200 millones de BTU
(Unidades Térmicas Británicas, por sus siglas en inglés). Esta cifra equivale a 7
200 barriles de petróleo.
Respecto al ahorro de energía en el transporte de los productos, en el caso de
los envases de vidrio reutilizables, 60 por ciento del volumen corresponde al
producto y 40 por ciento a los envases. En el caso de los Tetra Brik, el 95 por
ciento es el producto y solo el cinco por ciento es de envases. Transportar un
millón de envases vacíos de Tetra Brik Aseptic requiere de dos camiones,
mientras que los de vidrio reutilizables requerirían una flota de decenas de
camiones.
Tetra Pak obtiene su papel de países como Suecia, Estados Unidos de América,
Brasil y Finlandia, fundamentalmente. No obtienen papel de árboles plantados
en el Amazonas. Tetra Pak tiene como meta que todo el papel que la
corporación usa se obtenga de bosques con manejo sostenible.
Tetra Brik en Cuba
Los Tetra Brik entraron masivamente en Cuba en la década de los 90.
Comenzaron a desplazar a envases tradicionales como pomos de vidrio y latas
en que se envasaban jugos, puré de tomate, compotas y otros. Hoy los Tetra
Brik se utilizan incluso para envasar bebidas alcohólicas.
Se estima que en Cuba circulan al año varios millones de envases Tetra Brik.
Eso significa que potencialmente se podrían recuperar toneladas de papel,
aluminio y plástico que de lo contrario terminarían llegando a los vertederos,
para ser enterradas o quemadas incontroladamente, con la consecuente
emisión de sustancias contaminantes a la atmósfera.
Es cierto que ni el papel, ni el plástico, ni el aluminio, y tampoco la energía
requerida para la fabricación de estas materias primas, fueron consumidas en
nuestro país. Las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), unos 65
gramos por cada Tetra Brik Aseptic de un litro, tampoco cuentan en nuestro
inventario nacional. Sin embargo, los daños al medio ambiente y los efectos
del cambio climático se manifiestan a escala local y global. Eso nos debe
motivar a pensar globalmente y actuar localmente, en nuestro entorno
inmediato.
Al convertir en basura los envases Tetra Brik comercializados en Cuba se
pierde toda la energía que en algún lugar se empleó en fabricarlos, que podría
ascender a varios cientos de megawatt-hora. Es cierto que mucha más energía
se pierde y mucho mayor es el impacto negativo sobre el medio ambiente
cuando se fabrican envases con materiales como vidrio, plástico o aluminio.
Sin embargo, el vidrio se puede reutilizar infinitamente y el plástico y el
aluminio se reciclan en el país. En el caso de las latas de aluminio, Cuba ocupa
el octavo lugar mundial en la recuperación de este envase.
Se reconoce que los envases Tetra Brik tienen múltiples ventajas. Sin
embargo, su empleo sin reciclaje contribuye a la cultura de usar una vez y
botar, típica del modelo consumista y muy dañina para el medio ambiente.
Muchas de sus ventajas quedan opacadas cuando terminan en un vertedero o
son incinerados. Recuperar y reciclar los Tetra Brik añadiría una ventaja a su
lista de beneficios y contribuiría a la promoción de la educación, la solidaridad
energética y el respeto ambiental.
14)http://www.interempresas.net/Plastico/Articulos/6164-Botellas-
de-plasticos-para-cada-aplicacion.html

Botellas de plásticos para cada aplicación


Fermín Capella
La fabricación de cuerpos huecos es uno de los sectores con más alto potencial
de crecimiento

Pese a la variedad de aplicaciones de los envases de plásticos existentes


en la actualidad, su capacidad de sustitución del vidrio, cartón y metal no
está aún agotada.
La atención del público se centra sobre los envases para agua
potable porque son los que están más a la vista y porque,
probablemente, en España se hace mayor consumo de agua
embotellada que en el resto de Europa. Las múltiples
aplicaciones de envasado existentes ponen de relieve la
idoneidad de los plásticos para la mayoría de las aplicaciones.

En última instancia, es siempre la relación idoneidad/coste la que


determina el uso de uno u otro tipo de material para una aplicación
determinada. La capacidad de aceptación de los consumidores puede ser,
poco a poco, educada para que no constituya un obstáculo. Otros factores,
como la posibilidad de recuperación o reciclado, pueden tener una
incidencia sujeta a condiciones cambiantes. Una de las características que
tendrá una incidencia cada vez mayor será el balance energético de cada
material, a medida que consumo de energía se configure como el agente
más importante de la contaminación del medio ambiente.

Producción, reciclado y balance energético

El PE-LD y, en menor medida, el PE-HD son los reyes indiscutibles desde


el punto de vista del coste energético para la producción de envases. Sólo se
precisa una cantidad de energía de 64 kJ por cada cm de PE-LD, con el
valor añadido de que, de esta cantidad, el 66% es materia prima
recuperable como energía, dada su composición exclusivamente de
carbono e hidrógeno. Además, el PE-LD es el material que ofrece
posibilidades más variadas de moldeo: inyección, soplado, rotomoldeo y
otras. Sin embargo, en la Unión Europea (UE) sólo se transforman 70.000
T/año con destino a cuerpos huecos.

El PE-HD tiene un campo de aplicación más amplio: un 33,6% de la


producción europea de 1994 (3,64 MT, la mitad que el PE-LD) se dedica al
moldeo de cuerpos huecos, con lo que resulta el segundo material más
utilizado en este campo, seguido del PVC, con 448.000 T/año. El PVC tiene
un equivalente energético de 115 kJ/cm, pero con el inconveniente de que
el 75% de este valor es energía consumida para su fabricación y, por tanto,
no recuperable.
El gran actor en este escenario es el PET. El consumo global es de 2,5 MT
destinadas a la fabricación de cuerpos huecos, especialmente para bebidas
carbónicas, de las que 700.000 T/año corresponden a la Europa
occidental. Su equivalente energético es el cuádruple del PE-LD, del orden
de 250 kJ/cm, de los que son recuperables como energía sus materias
primas, el 28%.

Con una especialización tanto en la aplicación como en el diseño del


envase, el PE-LD está haciendo una incursión afortunada en los envases
reutilizables (hasta 30 veces) para leche, en el área centroeuropea. Su
diseño paralelepipédico permite reducir el volumen utilizado en los puntos
de venta y transportar 4.300 botellas vacías extra por camión. Si se
incrementa la recogida selectiva de envases en la medida en que se propone
la UE, esta opción puede tener un brillante futuro.

Cambios previsibles en la situación actual

Varios factores independientes de la idoneidad del material pueden


modificar el balance actual. Mientras persista la disponibilidad limitada del
PET, la uniformidad del producto y el precio elevado, es natural que resulte
económico montar una recuperación de los envases para reciclar el
material e incorporarlo a la materia prima, lo que en EEUU representa el
25% de la granza vendida.

El exceso de capacidad instalada de olefinas, la variedad de formulaciones,


recubrimientos, aplicaciones y complementos, unido a su precio muy
inferior al del PET, hace que sea menos económico reutilizar el material.
En cambio, su elevadísima reserva de energía rentabilizará, en la medida
que las consideraciones energéticas tomen cuerpo, su uso como reserva de
hidrocarburos y fuente para la obtención de nuevos polímeros.

No está todo dicho en envases

Pese a la baja resistencia mecánica de los plásticos comparada con la de los


metales, que hace que sea muchas veces necesario utilizar volúmenes
mayores que, por ejemplo, el aluminio, para una aplicación dada, el
tremendo consumo de energía que precisa la fabricación de los metales los
hace particularmente vulnerables a su sustitución por los plásticos.

En efecto, para producir 1 cm de acero se precisa cinco veces más de


energía y su densidad es ocho veces mayor que, por ejemplo, el PE-LD. Si
se lograse obtener propiedades de barrera equivalentes combinada con una
resistencia térmica que permita la esterilización, se conseguiría abrir para
los plásticos el enorme mercado de los productos enlatados.

El uso del aluminio constituye un lujo energético que veremos declinar en


la próxima década. No es posible que continúe la aplicación masiva de un
material cuya producción requiere cerca de 500 kJ/cm, sino que deberá
concentrarse en aquellas aplicaciones en que sus características mecánicas
y baja densidad lo hacen insustituible. Otro lujo es el uso del vidrio, cuyo
peso y fragilidad dificultan su transporte y manipulación y cuya
reutilización precisa de casi tanta energía como la fabricación a partir de
materias primas vírgenes.

Finalmente, los envases de cartón tetrapack pueden ser superados


mediante una competencia imaginativa basada en una presentación más
atractiva, particularmente accesible a los materiales plásticos.

En cada caso, los plásticos tienen una posibilidad competitiva importante,


condicionada a que se estabilice la situación actual respecto a un reciclado
racional y se efectúe un mejor control sobre el uso de la energía, que
destacará a los plásticos como los materiales menos agresivos para el
medio ambiente.

La disponibilidad
La elevadísima reserva
limitada del PET,
de energía de las olefinas
uniformidad del producto
rentabilizará su uso
y precio elevado hace
como reserva de
económico montar una
hidrocarburos y fuente
recuperación de los
para la obtención de
envases para reciclar el
nuevos polímeros
material
14)http://www.alipso.com/evaluaciones2/PET-
UN_PLASTICO_MUY_ACTUAL/

PET, UN PLASTICO “MUY ACTUAL”

Las siglas PET representan al polietilenterftalato ó politereftalato de


etileno, cuya fórmula podemos escribir como:

------[-CO-C6H6-CO-O-CH2-CH2-O-]-----

El PET se obtiene policondensando Acido Tereftálico


(C6H4(COOH)2) con Etilenglicol (CH2OHCH2OH), y sus
propiedades más características son:

· Alta rigidez y dureza.

· Altísima resistencia a los esfuerzos permanentes.

· Superficie barnizable.

· Gran indeformabilidad al calor.

· Muy buenas características eléctricas y dieléctricas.

· Alta resistencia a los agentes químicos y estabilidad a la


intemperie.

· Propiedades ignifugas en los tipos aditivados.

· Alta resistencia al plegado y baja absorción de humedad que lo


hacen muy adecuado para la fabricación de fibras.
Es el PET un plástico técnico de gran calidad para numerosas
aplicaciones. En este artículo trataremos de su aplicación como
película de envases, pero otras importantes aplicaciones son:

FABRICACIÓN DE PIEZAS TÉCNICAS:

El PET reforzado con fibra de vidrio o sin reforzar, tiene gran


importancia en la fabricación de piezas resistentes al desgaste,
(cojinetes, piezas de cerraduras, ruedas dentadas, ....), en aparellaje
®eléctrico, por sus propiedades ignifugas, dieléctricas, térmicas y de
estabilidad dimensional.

FIBRAS DE POLIESTER:

El PET es prácticamente el poliéster (TERMOPLASTICO)


comercialmente más importante en la obtención de fibras. Todos
sabemos que las prendas hechas de fibra de poliéster, son muy
resistentes a las arrugas y pueden lavarse repetidas veces sin
necesidad de un planchado posterior. Normalmente estas fibras de
poliéster para prendas de vestir, se utilizan mezcladas con algodón o
lana.

FABRICACION DE ENVASES:
La mayoría de los envases que manejamos en nuestra vida cotidiana
están elaborados con PET (exceptuando los fabricados con PVC).
Reproducimos a continuación un artículo de la "REVISTA DE
PLASTICOS MODERNOS", nº 506 agosto 1998, que consideramos
nos va a informar del porqué de la substitución del envase de vidrio
por el de PET.

El PET, un plástico para envases.

La regla general de que los envases debían ante todo proteger el


producto y facilitar su transporte ya no es aplicable sin reservas. Los
envases tienen que reunir los nuevos requisitos que exigen los
consumidores, el comercio y la protección del medio ambiente.
Aparte de ser aptos para su función elemental, los envases han de
ofrecer la posibilidad de fabricarlos económicamente, de
reutilizarlos razonablemente y de eliminarlos con seguridad al final
de su ciclo de vida. El tereftalato de polietileno (PET), conocido
también como poliéster termoplástico, reúne un alto porcentaje de
dichos requisitos. Es el material de que se hacen las botellas; no
todas, pero cada vez más. El PET está reemplazando al vidrio, pero
no sólo eso, sino también y en medida creciente al PVC y otros
plásticos con los que todavía se fabrican botellas y envases similares
de consistencia sintética. La multitud de evidentes virtudes del PET
convencen cada día más a usuarios y consumidores. Ese es el motivo
de que este plástico típico para envases, siga progresando.

Según estimaciones oficiosas, el mercado mundial de PET debe de


importar actualmente unos 17 millones de toneladas al año. Más del
60 por ciento, o sea, la mayor parte llega al comercio en forma de
fibras de poliéster, restando por lo tanto, cerca de 7 millones de
toneladas de PET como materia prima para envases. Y precisamente
en este segmento se pronostican tasas de crecimiento
extraordinarias para los próximos años. La empresa consultora
Maak Business Service de Zurich (Suiza) estima que en el año 2005,
el mercado mundial de PET para envases ascenderá a 15 millones de
toneladas. Eso equivaldría a un crecimiento anual del 16 al 18 por
ciento. De su estudio del mercado, los consultores suizos sacan la
conclusión de que cabe esperar un fuerte crecimiento debido a la
botella de PET para agua mineral, que a finales de siglo será del
orden del 40 por ciento.

Shell Chemicals, uno de los principales proveedores mundiales del


material de que se hacen las botellas, apuesta por PET y su
crecimiento. Dicha empresa está construyendo en diversos puntos,
nuevas instalaciones o ampliando la capacidad de producción
actual. A mediados de 1997 se inauguró al sur de Roma la nueva
planta de la filial italiana Sipet, que tiene una capacidad de
producción de PET de 90.000 toneladas anuales. En total, Sipet está
en condiciones de producir ahora 180.000 toneladas al año. Junto
con los centros de producción sitos en el Reino Unido, Estados
Unidos y México, Shell tenía a finales de 1997 una capacidad de
producción de PET de 600.000 toneladas anuales. Hay proyectadas
varias plantas en el norte t sur de Europa, así como en América
Central y en los Estados Unidos. Steve Wood, responsable de Shell
Chemicals Europe, está convencido de que a medio plazo proseguirá
el rápido crecimiento del consumo de PET y calcula que el índice de
expansión anual importará un 10 por ciento.
La botella de PET para agua mineral

El reducido peso y la notable resistencia son los argumentos


decisivos a favor de la botella de PET. Porque, como puntualiza
Steven Wood de Shell, dando en el clavo: "¿A quién le gusta subir
escaleras portando cajas de botellas de agua mineral que pesan dos
arrobas?". Así que los puntos a favor de la botella ligera de poliéster
deberían dar lugar también al rápido relevo de la tradicional botella
de agua mineral, que en Alemania es de vidrio. Sin embargo, nada
cambia. En círculos influyentes sigue habiendo reparos a introducir
la alternativa de PET en todo el territorio alemán. Por ello, el
candidato de polímero deberá permanecer todavía algún tiempo en
la sala de espera hasta que desaparezcan las últimas reservas.

El Instituto Fraunhofer de Tecnología de Productos Alimenticios y


Envases, domiciliado en Munich, presentó hace algún tiempo un
balance ecológico del que se deducía que implantando un sistema de
envases retornables a base de la botella de PET resultarían "claras
economías en relación con la demanda de materias primas". No
obstante, la central sita en Bonn de la cooperativa alemana de
Productores de Aguas Minerales (GDB) ve otros problemas
completamente distintos: "Mientras no pueda garantizarse la
absoluta inalterabilidad del sabor por la limpieza de las botellas de
plástico, no saldrá al comercio el agua mineral envasada en botellas
de PET. Considerando que en Alemania están en circulación
alrededor de 2.500 millones de botellas (cerca de 80 por ciento de
ellas son de agua mineral) no se puede correr el riesgo de empezar
con un producto técnicamente inmaduro".

A finales de octubre del año pasado, la cooperativa GDB remachó su


punto de vista y reafirmó sus reservas. Durante la junta general de
los mayoristas alemanes de bebidas, el presidente de la GDB,
Andreas Rottke, no dejó lugar para albergar grandes esperanzas:
"La botella de PET no se encuentra a punto de imponerse en
Alemania. De las botellas de PET que circulan ya en pequeñas
cantidades en el mercado, ninguna satisface los criterios de calidad
aplicables a un producto sumamente delicado como es el agua
mineral." Rottke estima que en su sector tampoco tiene oportunidad
alguna de éxito otro material algo más caro que el PET,
concretamente PEN (naftalato de polietileno). La proporción de
aldehído acético, un punto crítico del PET, es aún más alta en el caso
del PEN. Si bien el aldehído acético –una etapa de oxidación previa
al ácido acético- no es nocivo para la salud, sí altera el gusto del
agua mineral embotellada. Otros no comparten evidentemente esta
opinión, pues Coca Cola, lanzó al mercado en el verano de 1997
botellas retornables de 1 litro, de PEN, conteniendo agua mineral de
su marca "Minaqua".

Ahorro de peso y combustible

En la sala de espera se hallan igualmente los fabricantes de PET y los


constructores de máquinas de soplado con distensión para la
fabricación de botellas. La esperada introducción del envase de
poliéster para agua mineral traería consigo un negocio colosal. El
asunto había empezado de forma muy prometedora, ya que en el
segundo semestre de 1994 se probaron alternativas a la tradicional
botella de vidrio a escala limitada y sólo en algunas regiones. En el
banco de pruebas se situaron la botella de 1 litro de PET y, a la vez
una botella de vidrio, igualmente de 1 litro de capacidad pero
aligerada bastantes gramos, aunque conservando el conocido
aspecto del envase de vidrio con paredes de menos espesor. Como
contrapartida, la botella ligera tenía una capa protectora de
poliuretano (PUR).

Nunca se ha llegado a saber con exactitud el resultado final de esa


prueba. Y lo que se dice cambiar, no ha cambiado casi nada. El
calmante de la sed mineralizado se sigue envasando en vidrio,
aunque hay buenos argumentos a favor del competidor polímero.
Porque las ventajas son realmente de peso. Mientras que la "botella
de vidrio clásica" pesa vacía unos 600 gramos, la versión delgada y
envuelta en PUR no pasa de 400 gramos. En cambio, la botella de
PET es un auténtico "peso pluma" cuya tara no supone más de 80
gramos. Dada una caja de 12 botellas, eso representa una reducción
de más de 6 kilos y el consiguiente ahorro en concepto de gastos de
transporte.

Además de ser una ventaja decisiva para el consumidor, la reducción


del peso repercute favorablemente en los portes y, por lo tanto, es
asimismo ventajosa para los distribuidores de bebidas con gas. Por
ejemplo, para transportar en camiones 10.000 hectolitros de agua
habría que hacer alrededor de 30 por ciento menos viajes. Dicho en
otros términos: eso significaría consumir 30 por ciento menos de
combustible y reducir también en un 30 por ciento las emisiones de
gases de escape de los camiones, lo que redundaría enormemente en
provecho del medio ambiente. Y el resto continuaría igual que antes.

Proporción de reciclaje
Los envases de PET ofrecen una serie de ventajas en comparación
con el vidrio, tanto en el aspecto económico como en el ecológico.
Según estima el Foro PET de Ratingen, una oficina de información
de renombrados proveedores de PET y consumidores, gracias a la
notable resistencia del material polímero es posible alcanzar altos
índices de recirculación con el sistema de envases retornables. La
Federación de Ecología y Protección de la Naturaleza (BUND),
institución conocida por su postura crítica frente al
enmascaramiento de los hechos por la industria, confirma que con
20 a 25 ciclos al PET resulta por último más ecológico que la botella
de vidrio. Y el ingeniero G. Birnbaum, de Nürnberger Gesellschaft
für Konsumforschung, afirma que los estudios realizados por su
empresa pusieron de manifiesto el alto grado de aceptación de los
envases de PET entre los consumidores. Se destacaron como ventajas
adicionales decisivas, en comparación con el envase de vidrio
soplado, el reducido peso, y el ser irrompible. Birnbaum considera
otra ventaja más y muy esencial: las excelentes posibilidades de
reciclaje del material. Las vías ofrecidas para el reciclaje razonable
de este material deberían de convencer hasta a críticos
empedernidos. Según el Foro PET, el verdadero fuerte del poliéster
termoplástico. El material de que se hacen la s botellas en la primera
vida del plástico es posible reciclarlo en un 100 por ciento. Y si la
capacidad de reciclaje de PET EN Europa occidental en 1993 no
llegaba a 30.000 toneladas, en los últimos años a aumentado
considerablemente. Según los datos disponibles, la cantidad total de
botellas y envases de PET recogidos en 1997 ascendió a 100.000
toneladas. Un 80 por ciento aproximadamente se pueden convertir
en PET reciclado. La diferencia corresponde a la porción no
aprovechable, compuesta de chapas, tapones, etiquetas y residuos
similares.
Petcore, la asociación de empresas europeas de reciclaje de PET,
también es optimista. El reciclaje de PET va progresando. Alrededor
de 75.000 toneladas de botellas de PET se recogieron al año anterior
en toda Europa para fines de reciclaje. Eso equivale a 1.500 millones
de botellas de PET y representa un aumento de casi 70 por ciento en
comparación con 1995. Con respecto a 1997, esta asociación
domiciliada en Bruselas espera que la cantidad de envases de PET
recogidos rebase la marca de las 100.000 toneladas. David Mathias,
presidente de Petcore, cree que en cualquier caso el reciclaje de PET
posee "un enorme potencial" y tiene la esperanza de que se mantenga
el interés con que han actuado hasta ahora la industria y los
municipios y de que siga incrementándose la disposición del público
a contribuir al reciclaje de PET.

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