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ROMA - 2008
LA INTEGRACIÓN HUMANA EN LA VIDA CONSAGRADA
Un enfoque desde la identidad y misión de las Siervas Guadalupanas de
Cristo Sacerdote
SIGLAS Y ABREVIATURAS
Summ. Summarium
1
LG, 46.
6
2
Caminar desde Cristo, 12.
3
2 Cor 4,7.
4
Lema SGCS.
5
En adelante se citará SGCS.
7
6
VALERIANO, A., Nicán Mopohua, Obra Nacional de la Buena Prensa, A.C., México,
D.F., 10.
PARTE I
1
BENEDICTO XVI, Discurso pronunciado en la audiencia a los superiores generales de
los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, 22 de mayo de
2006.
2
Cf. CIC, 573, § 1.
3
Cf. CIC, 662.
4
Cf. CIC, 578.
5
VC, 4.
10
Las fuentes primarias que han sido utilizadas para esta presentación
han sido estrictamente institucionales, es decir: la Positio super virtutibus,
beatificationis et canonizationis Servae dei Mariae a Jesu Amoris
Misericordis, y las Constituciones del Instituto, haciendo continuas
referencias tanto a la Sagrada Escritura como al Magisterio de la Iglesia.
6
VC, 4.
Capítulo I
1
PC, 2.
2
VC, 37.
12
3
Cf. Fundatricis Ancillarum Guadalupensium a Christo Sacerdote, Positio super
virtutibus, beatificationis et caninizationis Servae dei Mariae a Jesu Amoris
Misericordis, (2006). Roma: Edición privada (en adelante citaremos FAGCS,
Positio). inf. 447.
4
De los cuales sólo trece vivieron.
5
Los archivos parroquiales se perdieron en un incendio en 1916 (ver constancia de
Bautismo, en FAGCS, Positio, Summ. Opus cit., 447)
6
Cf. FAGCS, Positio, Summ. Opus cit., 447-448.
7
El día de su primera comunión se cortó sus pestañas que causaban admiración, para
que nada ni nadie la distrajera de sus momentos de intimidad con Dios.
8
Cf. FAGCS, Positio, Summ. Opus cit., 242.
9
Movimiento armado para terminar la dictadura de Porfirio Díaz, presidente de la
República en 1876, de 1877 a 1880 y de 1884 a 1911, gobierno caracterizado por la
perpetuidad de los funcionarios públicos, el individualismo del régimen y las
violaciones al sufragio electoral. Culminó oficialmente con la promulgación de una
nueva Constitución en 1917. Aunque la violencia continuó hasta finales de la década
de los años veinte. Francisco I. Madero lanzó el llamado Plan de San Luis en el que
declaraba nulas las recientes elecciones presidenciales, proclamaba el sufragio
efectivo y la no reelección. En el mes de mayo de 1911, los maderistas se
apoderaron de Zamora.
10
A pesar de los ideales de democracia y justicia social en el que se inspiró la
Revolución, se desató una verdadera persecución contra la Iglesia. Es importante
citar que en la familia Guízar había varios clérigos como San Rafael Guízar y
Valencia, Obispo de Xalapa, Mons. Antonio Guízar y Valencia, Arzobispo de
Chihuahua, Mons. Luis Guízar Barragán, Obispo de Saltillo y el actual Arzobispo de
Tlalnepantla Mons. Ricardo Guízar Díaz.
13
Parecía que Jesús tenía un proyecto diferente del que ella se había
propuesto. Sin embargo, la enfermedad no fue un motivo para que
desistiera de su consagración al Señor. María de Jesús no se rindió ante el
11
En 1914 los Carrancistas confiscaron en Zamora las propiedades de la familia Guízar
y el colegio Teresiano; cf. FAGCS, Positio, Summ. Opus cit., 121.
12
Cf. FAGCS, Positio, Inf. Opus cit., 40.
13
Cf. PALMERO RAMOS, R., (1976). María de Jesús Guízar, fundadora de las SGCS,
Ávila: Edición privada, 18.
14
Cf. LÓPEZ PÉREZ, T., (2005). Vida y obra de la Sierva de Dios María de Jesús del
Amor Misericordioso, Fundadora de las SGCS, México: CEM, 15.
15
Archivo General de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, Roma, 1480.
16
Fundadas el 2 de abril de 1876 por san Enrique de Ossó (1840-1896). En 1888 se
realiza la primera fundación en tierras de América, en Puebla de los Ángeles,
México, y en 1903 se funda el colegio Teresiano en Zamora. En 1914 arrecia la
persecución religiosa y el movimiento revolucionario les incauta seis colegios entre
ellos el de Zamora, motivo por el que se trasladan a San Antonio Texas, USA.
17
Cf. FAGCS, Positio, Inf. Opus cit., 41.
14
dolor físico, continúo su camino de entrega al Señor por otra dirección que,
de forma personal o en grupo le permitía hacer su apostolado visitando
algunos pueblos, personas enfermas y abandonadas, distinguiéndose por su
caridad con los pobres, que la llevó a desprenderse de cuanto tenía18.
18
Cf. LÓPEZ PÉREZ, T., (2005). Vida y obra… Opus cit., 15
19
Cf. FAGCS, Positio, Summ. Opus cit., 243.
20
Cf. FAGCS, Positio, Inf. Opus cit., 42.
21
IDEM, 42.
22
El Sr. Emiliano Guízar murió el 15 de diciembre de 1938 y la Sra. Lucía Barragán el
4 de enero de 1942.
23
Cf. FAGCS, Positio, Inf. Opus cit., 43.
24
FAGCS, Positio, Summ. Opus cit., 428.
25
IDEM, 428.
26
LÓPEZ PÉREZ, T., (2005). Vida y obra… Opus cit., 28.
15
41
FAGCS, Positio, Summ. Opus cit., 323.
42
Cf. Const. SGCS. Opus cit., n. 5.
43
FAGCS, Positio, Inf. Opus cit., 50.
44
IDEM, 52.
45
Cf. FAGCS, Positio, Summ. Opus cit., 72.
46
Cf. IDEM, 62.
47
Archivo SGCS, Decreto de erección de Pía Unión de “SGCS”, Tulpetlac, 26 de
marzo de 1965.
18
48
Cf. FAGCS, Positio, Summ. Opus cit., 82.
49
FAGCS, Positio, Inf. Opus cit., 59.
50
Cf. FAGCS, Positio, Summ. Opus cit., 63.
51
Cf. IDEM, 222.
19
2. Finalidad espiritual
52
Archivo SGCS, Decreto de erección canónica de la Congregación de Derecho
Diocesano de la Pía Asociación SGCS, Tulpetlac, 11 de febrero de 1982.
53
Archivo SGCS, Decreto de aprobación pontificia de “Siervas Guadalupanas de
Cristo Sacerdote, Tulpetlac, 7 de octubre de 1995.
54
VC, 18.
55
Cf. Jn 17,9.
56
Cf. Mt 19,27.
57
Cf. Ap 14,4.
58
Cf. VC, 93.
59
Cf. LG, 48.
60
LG, 39.
61
Cf. Mt 19,2-1.
20
Del mismo modo, las SGCS por la profesión religiosa nos ofrecemos
para entrar en una relación particular con Dios62. «Buscamos la perfección
de la caridad»63 con un constante y progresivo proceso de total adhesión a
Él en el fiel cumplimiento de su voluntad en el estilo y con los medios
propios a quien profesa los consejos evangélicos64.
3. Fundamento teológico
62
Cf. LG, 44,1.
63
Const. SGCS. Opus cit., n. 6.
64
PC, 1.
65
Const. SGCS. Opus cit., n. 6.
66
IDEM
67
Cf. IBIDEM, n. 1.
68
CEC, 50.
69
LG, 1.
70
Cf. Lc 4,18; Jn 10,36.
71
Cf. Ef 1,5.
21
81
Cf. Const. SGCS. Opus cit., n.9.
82
Cf. CARDI, F., (1983). Los fundadores hombres del Espíritu. Para una teología del
carisma del fundador, Madrid: Publicaciones claretianas, 17.
83
La fecha de referencia para los datos en este estudio es el 5 de enero de 2008. La
información ha sido comunicada por la Secretaría General de las SGCS y por lo
tanto tienen valor oficial.
23
45
40
35
30
25
20
15
10
Edad 80-76 75-70 69-65 64-60 59-55 54-50 49-45 44-40 39-35 34-30 29-25 24-20
84
Esta disponibilidad económica no se aleja sensiblemente del promedio nacional
equivalente.
24
30
25
20
15
10
1961-65 1966-70 1971-74 1975-79 1980-84 1985-89 1990-94 1995-99 2000-05 2005-10
Estos datos verifican que una imagen más precisa de las SGCS, se
puede obtener combinando los datos hasta ahora representados en gráficos
binarios.
25
30,00
25,00
20,00
15,00
10,00
5,00
0,00
45,00
40,00
35,00
30,00
25,00
20,00
15,00
10,00
5,00
0,00
Otro dato contra el que las SGCS tendremos que trabajar deriva del
hecho que nuestra presencia en las parroquias, donde la pastoral vocacional
es a menudo más prolífica, ha sensiblemente disminuido en los últimos
decenios. Y este último punto, nos lleva a considerar el tipo de labor
apostólica que desempeñamos en el Instituto.
Sin embargo, cabe poca duda que para la madre Chuy, la libertad de
poder servir a los sacerdotes de cualquier forma es un elemento connatural
a las SGCS. El principio de servir donde sea necesario y adaptarse al tipo
de servicio que se requiera impulsó esta continua adaptación que varios
años después de la muerte de la madre Chuy lleva a las SGCS por un
camino casi seguramente imprevisible para ella.
86
Por ejemplo, de los estados de Michoacán y de Guanajuato en el Bajío, somos
originarias una tercera parte de las SGCS.
87
Los estudios del Gobierno (Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática,
INEGI) prevén que a nivel superior de educación, la igualdad entre estudiantes de
sexo masculino y femenino, debería producirse en menos de un cuarto de siglo.
88
El INEGI ha estimado que en el 1980 (sin contar el dato migratorio) el incremento
natural de la población mexicana era superior al 11%, que en 2005 era inferior a 6%,
y que en 2015 debería situarse alrededor de 3% es decir, más o menos equivalente al
dato registrado en los Estados Unidos.
28
Las condiciones históricas han configurado las formas con las cuales
las SGCS desempeñamos el carisma, que gracias a este esfuerzo de
adaptación ha sido fuertemente reforzado. Los instrumentos pueden ser en
parte nuevos, lo importante es que se mantenga idéntica la vitalidad y la
originalidad del empeño, donde continúe a arder la pasión inicial de nuestra
madre, que en medio de grandes dificultades, no han impedido la fidelidad,
sino que la han estimulado.
89
FAGCS, Positio, inf. Opus cit., 58.
90
PC, 20.
29
Estudio Formación
Gobierno Central
91
Cf. Const. SGCS. Opus cit., n. 83.
92
Estas categorías son complementarias y no absolutas (la ayuda en un obispado, por
ejemplo, puede ser en el trabajo en la oficina como el atendiendo las tareas
asistenciales).
30
Ese don siempre vivo del Espíritu protege a la vida consagrada para
poder mantenerse y difundirse a beneficio de la Iglesia, tomando forma en
estructuras oficiales, destinadas a servirlo.
1
Cf. AUBRY, J., (Ed.), (1993). Vita consacrata. Un dono del Signore alla sua Chiesa,
Torino: Elle Di Ci, 137. (La traducción del texto italiano presentado en este trabajo es
personal)
2
VC, 72.
3
ET, 10.
32
4
Cf. CONGREGACIÓN PARA LOS INSTITUTOS RELIGIOSOS, Elementos esenciales de la
Vida Religiosa, 31 de mayo de 1983.
5
VC, 3.
6
Cf. LG, 44; PC, 2, 8, 20.
7
PC, 2.
33
8
Const. SGCS. Opus cit., n. 7.
9
Cf., PC, 5.
10
Const. SGCS. Opus cit., n. 7.
11
PIGNA A., (2002). La vita Consacrata. Trattato di Teología e spiritualità, Roma:
OCD, 378.
12
Como lo hemos especificado en el cuarto apartado del capítulo anterior.
13
Cf. Const. SGCS. Opus cit., n. 7.
14
Cf. IDEM.
34
2. Actividad propia
3. Espíritu propio
15
CIC, 713 § 1.
16
Cf. PIGNA, A., (2002). La vita Consacrata… Opus cit., 378.
17
Cf. AUBRY, J., (Ed). (1993). Vita Consacrata… Opus cit., 208.
18
Const. SGCS. Opus cit., n. 8.
19
Cf. IDEM., n. 9.
20
Cf. ET, 12.
21
Const. SGCS. Opus cit., n. 9.
35
22
LG, 42.
23
Cf. Jn 17,79.
24
Cf. Mt. 20,28; Fil. 2,7.
25
Cf. Const. SGCS. Opus cit., n. 9.
26
Cf. IDEM., n. 10, p.7.
27
ET, 47, 48.
28
SC, 10,17; PC 6.
29
PO, 5.
30
Rm 5,5; SC 6.
31
Cf. Const. SGCS. Opus cit., n. 13.
36
voluntad del Padre32, aceptó ponerse al servicio del diseño divino con el
don total de sí33.
32
LG, 53.
33
VC, 18.
34
CONGREGAZIONE PER I RELIGIOSI E GLI ISTITUTI SECOLARI, Dimensione contemplativa
della vita religiosa, marzo 1980.
35
Cf. Lc 10,38-42.
37
36
Cf. Const. SGCS. Opus cit., n. 6.
PARTE II
1
2 Cor 4,7.
2
2 Cor 4,7.
3
Lema SGCS.
40
4
Cf. RULLA, L., (1997). Antropología della vocazione cristiana I. basi interdisciplinari,
Bologna: EDB, 5.
41
12
GONZÁLEZ, L.J., (2001). Psicología dei mistici. Sviluppo umano in pienezza, Città del
Vaticano: LEV, 179.
13
RULLA, L., (1997). Antropología della vocazione… Opus cit., 63.
14
GS, 22; RH, 8.
Capítulo I
La dimensión humana
1. Elementos antropológicos
1
IMODA, F., (2001). Desarrollo humano, psicología y misterio. Salta: Universidad
Católica de Salta, 117.
44
2
Cf. GS 14-17.
3
Cf. FUCEK, I., (1993). La sessualità al servizio dell’amore. Antropologia e criteri
teologici, Roma: Dehoniane, 79-85.
4
Cf. RUIZ DE LA PEÑA J. L., (1992). Immagine di Dio. Antropología teologica
fondamentale, Roma: Borla, 126-146.
5
Cf. MARTÍNEZ SIERRA, A., (2002). Antropología teológica fundamental, Madrid:
BAC, 108.
6
TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica, I, q. 29, a. 3.
45
7
Cf. CENCINI, A., (2004). Por Amor, con amor, en el amor. Libertad y madurez afectiva
en el celibato consagrado, Salamanca: Sígueme, 304.
8
TOMÁS DE AQUINO, Suma Teologica, I, q. 29, a. 3.
9
Cf. LUCAS LUCAS, R., (1993). El hombre… Opus cit., 272.
10
Cf. LADARIA, L. F., (1998). Antropología teológica, Asti: Piemme, 160.
46
11
METZ, J.B., (1967). «Libertá», en H. FRIES (Ed). Dizionario Teológico, Brescia:
Queriniana, 302.
12
Cf. LUCAS LUCAS, R., (1993). El hombre… Opus cit., 170.
13
Cf. ALDAY, J. M., (1994). La vocazione consacrata… Opus cit., 52.
14
Cf. LADARIA, L. F., (1998). Antropología… Opus cit., 161.
47
15
Cf. LADARIA, L. F., (1998). Antropología… Opus cit., 161.
16
LAUDAZI, C., (2007). Di fronte al mistero del uomo, Temi fundamentali di
antropología teologica, Roma: OCD, 302.
17
FROSSAIR, A., (1984). No tengáis miedo. Conversaciones con Juan Pablo II,
Barcelona, 103-104.
18
RAHNER, K., (1968). «Teología della libertà», en Nuovi Saggi I, Roma, 297-328.
19
Cf. LADARIA, L. F., (1998). Antropología… Opus cit., 162.
48
20
Cf. RH, 21.
21
Cf. GS, 12.
22
Cf. LUCAS LUCAS, R., (1993). El hombre…, Opus cit., 242; CENCINI, A., (2003).
Relacionarse para compartir. El futuro de la vida consagrada, Santander: Sal
Terrae, 57.
23
Cf. DE FINANCE, J., (2004). A tu per tu con l’altro, saggio sull’alterità. Roma: PUG,
XIV.
49
24
Cf. GATTI, G., (1981). «La vocazione cristiana» en FAVALE, A., Vocazione comune e
vocazioni specifiche, aspetti biblici, teologici e psico-pedagogico-pastorali, Roma:
LAS, 227.
25
Cf. GS, 24.
26
Cf. GS, 24-25.
27
DCE, 6.
28
Cf. CENCINI, A., (2004). Por Amor… Opus cit., 310.
50
29
Cf. RULLA L., (2001). Antropología della vocazione cristiana II. Conferme
esistenziali, Bologna: EDB, 202.
30
Mt 22,37-39.
31
LADARIA, L.F., (1998). Antropología…Opus cit., 142.
32
Cf. GS, 19-21; CEC, 29.
51
- Búsqueda de sentido
Lo que acabamos de ver sobre la autotrascendencia explica por qué
el hombre sólo saliendo de sí mismo encuentra sentido a su existencia, de
lo contrario vive un vacío existencial que lo lleva a experimentar una
sensación de desesperación y de insatisfacción en su vida personal36. Esta
búsqueda implica disponer la vida del ser humano en un espacio y tiempo
que la engloba y la trasciende para darle finalidad, propósito, estructura y
función. El sentido implica trascendencia y la trascendencia proporciona el
sentido, como lo expresa Víctor Frankl: «el ser humano se realiza a sí
mismo en la medida que se trasciende».
33
Cf. CENCINI, A., (2003). Relacionarse… Opus cit., 58.
34
Cf. DV, 2; CEC, 50-53.
35
Cf., CENCINI, A., (2003). Relacionarse… Opus cit., 58.
36
Cf. IMODA, F., (2005). Sviluppo umano psicología e mistero, Bologna: EDB, 59; PIÉ-
NINOT, S., (2002). Teología… Opus cit., 106.
37
TOMÁS DE AQUINO, I-II, q.2 a.8c.
38
Sal 102, 5
39
Cf. RIDICK J., DYRUD J., (1997). «Training, insegnamento, transformazione nella
formazione religiosa» en Antropologia Interdisciplinare e Formazione, Bologna:
EDB, 247.
52
40
CEC, 27.
41
Cf. GONZÁLEZ, L.J., (2001). Psicología dei mistici… Opus cit., 93.
42
Cf. RULLA, L., (1997). «Verso un’antropologia cristiana» en Antropologia
Interdisciplinare e Formazione. Bologna: EDB, 286.
43
Cf. GIORDANI, B., (1993). La donna nella vita religiosa. Aspetti psicológici, Milano:
Ancora, 151.
44
Cf. GS, 12; CEC, 356.
45
Gén 1,27.
53
2. Elementos psicológicos
46
Cf. MARTÍNEZ SIERRA, A., (2002) Antropología… Opus cit., 101.
47
Cf. RULLA, L., (1997). Antropología della vocazione… Opus cit., 29.
48
Cf. MACARIO, L., SARTI, S., (1992). Crescita e Orientamento, Roma: LAS, 12.
54
49
Cf. NUTTIN, J., (1967). Psicanalisi e personalitá, Roma: Paoline.
50
Cf. CENCINI, A., MANENTI, A., (1994). Psicología y formación… Opus cit., 3-9;
RULLA L., (1997). Antropología della vocazione… Opus cit., 117-118; RULLA, L.,
(1975). Psicología del profondo e vocazione: le persone, Roma: Marietti, 36-38.
51
Cf. NUTTIN, J., (1967). Psicanalisi e personalitá, Roma: Paoline, 291.
52
Cf. NUTTIN, J., (1962). Psychoanalysis and personality, New York: Mentor Omega
Book, en RULLA, L., (1975). Psicología del profondo e vocazione: le persone,
Roma: Marietti, 36-38.
53
Cf. SPACCAPELO, N., (2006). Lezioni… Opus cit., 53.
55
54
Cf. NUTTIN, J., (1967). Psicanalisi… Opus cit., 291.
55
Cf. GOYA, B., (2001). Vita Spirituale tra Psicología e Grazia, Bologna: EDB, 53.
56
Cf. NUTTIN, J., (1967). Psicanalisi… Opus cit., 293.
56
57
Cf. NUTTIN, J., (1967). Psicanalisi… Opus cit., 294.
58
Cf. RULLA, L., (1997). Antropología della vocazione… Opus cit., 119
57
59
Cf. GOYA, B., (1999). Psicología e vita spirituale. Sinfonia a due mani: Bologna:
EDB, 27.29
60
Cf. GOYA, B., (2001). Vita Spirituale… Opus cit., 57.
61
Cf. GIORDANI, B., (1971). Vita affettiva della religiosa, Roma: PUA, 72; SCHALLER,
J.P., (1964). «Vocation et affectivité», en vocations sacerdotales et religieuses, 225.
79.
62
Cf. LUCAS LUCAS, R., (1993). El hombre espíritu encarnado… Opus cit., 191;
GIORDANI, B., (2001). Donne consacrate… Opus cit., 109.
63
Cf. SPACCAPELO, N., (2006). Lezioni… Opus cit., 57.
64
Cf. SOVERNIGO, G., (1900). Religione... Opus cit., 203.
65
Cf. HEALY, T., (1997). «La sfida dell autotrascendenza: antropología della vocazione
Cristiana 1 e Bernard Lonergan», en Antropologia Interdisciplinare e Formazione.
Bologna: EDB, 132; RIBEROLLES J., (1962). «Vie Affective», en Supplément de la
vie Spiritualle, 69.
66
Cf. GOYA, B., (2001). Vita Spirituale… Opus cit., 143.
58
67
Cf. GOYA, B., (2001). Vita Spirituale… Opus cit., 144.
68
Cf. GIORDANI, B., (2001). Donne consacrate, una lettura psicologica, Milano:
Ancora, 109.
69
Cf. SOVERNIGO, G., (1900). Religione e persona, Bologna: EDB, 203; GOYA, B.,
(2001). Vita Spirituale… Opus cit., 145.
70
Cf. LEEP, I., (1975). Natura e valore dell’amicizia, Milano, 27.
71
Cf. SPACCAPELO, N., (2006). Lezioni… Opus cit., 110. También llamado
somatización.
72
Cf. HILGARD, E.R., (1979). Psicologia. Corso introdutivo, Firenze: Barbera, 377.
59
- Proceso de desarrollo
73
Cf. SPACCAPELO, N., (2006). Lezioni… Opus cit., 55.
74
IDEM., 57.
75
Cf. GIORDANI, B., (2001). Donne consacrate… Opus cit., 110.
60
76
Cf. GIORDANI, B., (1993). La donna nella vita… Opus cit., 156-157.
77
Cf. GIORDANI, B., (2001). Donne consacrate… Opus cit., 112.
78
Cf. HEALY, T., (1997). La sfida dell autotrascendenza… Opus cit., 98.
61
Por una parte, los hombres somos por naturaleza seres finitos,
capaces de actos humanos a través del uso de la voluntad, de la razón y de
elecciones iluminadas, de dirigirse hacia un objeto deseado, en el caso de
un cristiano, hacia la meta final, la transformación en Cristo, para una total
79
Cf. GOYA, B., (2001). Vita Spirituale… Opus cit., 173.
80
ADLER, A., (1948). Le temperament nerveux, Paris: Payot, 49.
81
GS, 10.
62
respuesta a la gracia. Por otro lado, la naturaleza de nuestro ser es tal, por
lo que somos parcialmente no libres, es decir, podemos elegir y, elegimos
pero en base a nuestras necesidades humanas y no según nuestros ideales;
elegimos objetos, valores y fines que están en desacuerdo con nuestro ser
personas ordenadas, criaturas de Dios, en relación con Él82.
82
Cf. GS, 10; RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro in vasi d’argilla, Roma: Piemme, IX.
83
Cf. MANENTI, A., (1996). Vivere gli ideali, fra paura e desiderio 1, Bologna: EDB,
65.
84
RIDICK, J., DYRUD, J., (1997). Training… Opus cit., 252-253.
85
Cf. VAN KAAM, A., (1972). Religione e personalità, Brescia: La Scuola, 208.
63
86
Cf. GIORDANI, B., (1993). La donna nella vita… Opus cit., 391.
87
IDEM, 469.
88
IBIDEM, 392.
64
92
Cf. CENCINI, A., MANENTI A., (1994). Psicología… Opus cit., 61.
93
Cf. PIÉ-NINOT, S., (2002). Teología… Opus cit., 96.
94
Cf. DE MEZERVILLE, G., (2003) Madurez Sacerdotal y religiosa. Un enfoque
integrado entre Psicología y Magisterio Vol. I, Bogotá: CELAM, 186.
95
Cf. CREA, G., (2007). Patología e speranza… Opus cit., 90.
96
Cf. MCKAY M., FANNING, P., (1991). Autoestima; evaluación y mejora, Barcelona:
Martínez Roca, 13.
67
Una persona que alberga una falsa imagen de sí, manifiesta una
inseguridad unida a sentimientos de incapacidad e impotencia que
repercuten en reacciones de ansiedad, duda y angustia en las actividades
que emprende. Esta inseguridad repercute en una situación de descontrol
general que se refleja en la dificultad de manejar las emociones, en las
relaciones interpersonales de tipo conflictivo, en los hábitos indisciplinados
de trabajo o de vida, o en la falta de habilidad para organizarse en las metas
deseadas.
97
CREA G., (2007). Patología e speranza nella Vita Consagrata, formazione affettiva
nelle comunitá religiose, Bologna: EDB, 93: «Somos sensibles cuando se trata de
nosotros y mucho más distraídos y desmemoriados hacia informaciones que no tiene
alguna referencia directa o indirecta con nosotros».
98
Cf. CUCCI, G., (2007). La forza della debolezza, Roma: AdP, 12.
99
Cf. CENCINI, A., MANENTI A., (1994). Psicología… Opus cit., 171; DE MEZERVILLE,
G., (2003). Madurez Sacerdotal… Opus cit., 195.
100
Cf. DE MEZERVILLE, G., (2003). Madurez Sacerdotal… Opus cit., 198.
68
101
Cf. SPACCAPELO, N., (2006). Lezioni… Opus cit., 228.
102
CENCINI, A., MANENTI A., (1994). Psicología y formación. Opus cit., 292.
103
IDEM, 292-293.
69
Así como cada individuo es único, del mismo modo los mecanismos
de defensa son diferentes para cada uno; por eso no hay una clasificación
que agote estos dinamismos inconscientes. Sin embargo, en los siguientes
parágrafos, señalaremos los métodos más usados para vencer, evitar,
circundar, escapar, o ignorar las frustraciones y amenazas:
104
Cf. LAPLANCHE, J., (Ed.). (1996). Diccionario de Psicoanálisis, Barcelona: Paidós,
415.
105
Cf. SPACCAPELO, N., (2006). Lezioni… Opus cit., 232.
106
Cf. GOYA, B., (2001). Vita Spirituale… Opus cit., 180.
107
Cf. Lc 6, 39.
108
Cf. CENCINI, A., MANENTI A., (1994). Psicología… Opus cit., 317.
70
109
Cf. TOMAN, W., (1886), «negazione della realtà» en WIHELM A., (Ed.), Dizionario di
Psicología, Milano: Paoline, 732.
110
CENCINI, A., (2004). Por Amor… Opus cit., 662.
111
Cf. IDEM., 662-663.
112
Cf. CENCINI, A., MANENTI A., (1994). Psicología… Opus cit., 333.
113
Cf. TOMAN, W., (1886). «Regressione» en WIHELM A., (Ed.)… Opus cit., 973-974.
114
Cf. CENCINI, A., MANENTI A., (1994). Psicología… Opus cit., 321.
115
Cf. SPACCAPELO, N., (2006). Lezioni… Opus cit., 239.
71
Conclusión
Con estas reflexiones hemos tratado de ilustrar los factores que
entran en juego en la dimensión humana y son el escenario en el que la
persona consagrada se realiza y cumple su misión. Por este motivo no
podemos dar una visión integrada de la vida consagrada si se excluyen los
elementos antropológicos y psicológicos que fundan su propia identidad y
misión. Constatamos que la vida consagrada no se presenta como una
alternativa «nihil humanum est alienum», nada de lo que es verdaderamente
humano le resulta extraño o contrario; no destruye ni empobrece, sino que
eleva y enriquece el ser humano en todas sus dimensiones116.
116
Cf. GOYA, B., (1997). Psicología y vida… Opus cit., 24-25.
117
Cf. RIDICK J., DYRUD J., (1997). Training… Opus cit., 247.
72
Por eso se ha dicho que el hombre nunca es tan grande como cuando
reconoce su mal moral porque así puede ejercer, una vez más, su actitud
trascendente que lo hace capaz de distanciarse de su conducta y de juzgarla
a la luz de un criterio objetivo. El principio de garantía, desde el punto de
vista humano, es superar las crisis, es entrar a formar parte de una vida más
profunda, es aprender cosas nuevas, actuar y reaccionar como personas más
grandes y más maduras120.
118
Cf. CENCINI, A., (2003). Relacionarse… Opus cit., 63.
119
Cf. CENCINI, A., MANENTI A., (1994). Psicología… Opus cit., 180.
120
Cf. SPACCAPELO, N., (2006). Lezioni… Opus cit., 55.
121
GS, 22; RH, 8.
122
Sal 8,5-10.
Capítulo II
1
Cf. DIEZ PRESA, M., (1990). Lectura teológica y oracional de las Constituciones,
Madrid: Claretianas, 115.
2
Cf. JUAN PABLO II, A los aspirantes al sacerdocio y a la vida religiosa, 5.VII.1980.
74
1. La vocación
Para una visión integrada de la vocación es imprescindible la
cooperación interdisciplinaria, porque aunque la vocación es una
inspiración o moción interior, por medio de la cual Dios llama a una
persona a un determinado estado o forma de vida, no se pueden negar las
mediaciones humanas. Es decir, la iniciativa es de Dios, pero, las ciencias
humanas se ocupan de las disposiciones naturales y de las influencias
socio-culturales que condicionan la actitud de una persona para una
determinada vocación3.
3
Cf. GIORDANI, B., (2001). Donne consacrate… Opus cit., 151.
4
Cf. LÓPEZ QUINTAS, A., (1994). «Vocazione», en APARICIO RODRÍGUEZ, A., (Ed.).
Dizionario teologico della vita consagrata, Milano: Ancora, 1862.
5
RULLA, L., (1997). Verso un’antropología… Opus cit., 286.
6
Cf. GIORDANI, B., (2001). Donne consacrate… Opus cit., 151.
7
VC, 16.
75
8
Cf. GOYA, B., (1997). Psicología y vida… Madrid: San Pablo, 11.
9
Cf. IDEM, 23
10
Cf. IBIDEM, 23.
11
Cf. HEALY, T., (1997). La sfida dell’autotrascendenza… Opus cit., 111.
12
Cf. GOYA, B., (1997). Psicología y vida… Opus cit., 25. ESQUERDA BIFET, J., (1981).
«La vocazione misionera» en FAVALE, A., Vocazione comune e vocazioni specifiche,
aspetti biblici, teologici e psico-pedagogico-pastorali, Roma: LAS, 227.
13
Cf. FUCHS, J., (1970). Esiste una morale cristiana? Roma, 118-130. «la libertad
redimida puede reconquistar gradualmente e integrar cada vez más en el sí a Dios,
todos los dinamismos más superficiales de la decisión, los extraídos de la psique
76
sobre los que más pesan y más tenazmente continúan a obrar las condiciones
esclavizantes del pecado».
14
Cf. ESQUERDA BIFET, J., (1981). La vocazione… Opus cit., 227.
15
VANNI, U., (1981). «La vocazione escatologica» en FAVALE, A., Vocazione comune e
vocazioni specifiche, aspetti biblici, teologici e psico-pedagogico-pastorali, Roma:
LAS, 393.
16
Cf. TOMÁS DE AQUINO, Summa Theologiae, I, q. 1, a. 8, ad 2um.
17
Cf. Mt 13,1-23.
18
2 Cor 4,7.
19
Cf. Mc 4,1-9.
20
Cf. CUCCI, G., (2007). La forza… Opus cit., 12.
77
27
Cf. GOYA, B., (1997). Psicología y vida… Opus cit., 47.
28
OT, 2: «una vez comprobada la idoneidad, llamen a los candidatos que pidan tan alto
ministerio con intención recta y plena libertad».
29
Cf. ESQUERDA BIFET, J., (1981). «La vocazione misionera» en FAVALE, A.,
Vocazione comune e vocazioni specifiche, aspetti biblici, teologici e psico-
pedagogico-pastorali, Roma: LAS, 259.
30
Cf. GIORDANI, B., (2001). Donne consacrate… Opus cit., 157.
31
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral a la vida consagrada. A la luz de la
exhortación possinodal, Madrid: San Pablo, 77.
32
Cf. GOYA, B., (1997). Psicología y vida… Opus cit., 24-25.
79
33
Cf. PC, 2.
34
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral… Opus cit, 77.
35
Cf. RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., IX.
36
Cf. CIC, 67.
80
43
RAHNER, K., (1942). «Priesterliche Existenz» en Zeitschrift für Aszesz und Mystik, 17,
155-171 en RULLA, L., (1975). Psicología del profondo… Opus cit., 29.
44
SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LOS RELIGIOSOS E INSTITUTOS SECULARES,
Elementos Esenciales de la Doctrina de la Iglesia sobre la Vida Religiosa, 31 de
mayo de 1983, 1.
45
PC, 5.
46
Cf. SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LOS RELIGIOSOS E INSTITUTOS SECULARES,
Elementos Esenciales de la Doctrina de la Iglesia sobre la Vida Religiosa, 31 de
mayo de 1983, 15.
82
47
Cf. ROLLIN, B., (1984). «Laissant leur barque et leur père, ils le suivirent» (Mt. 4,22)
en Nuovelle Revue Thèologique, 196, 95-176; GOYA, B., (1997). Psicología y vida…
Opus cit., 90.
48
Cf. CENCINI, A., MANENTI A., (1994). Psicología… Opus cit., 60.
49
Cf. ALDAY, J. M., (1994). La vocazione consacrata… Opus cit., 49.
50
LG, 46.
51
Cf., VC, 87: «los consejos evangélicos no han de ser considerados como una
negación de los valores inherentes a la sexualidad, al legítimo deseo de disponer de
los bienes materiales y de decidir autónomamente de sí mismo»; PIGNA, A., (2000).
Appunti per una spiritualità... Opus cit., 23.
52
Cf. GOYA, B., (1995). «La fe, fuente de madurez humana» en Revista de
espiritualidad 54, 491-521.
83
53
Cf. PIGNA, A., (2000). Appunti per una spiritualità... Opus cit., 25.
54
Cf. VC, 20.
55
Cf. VC, 21; BÖHLER, H., (1993). I consigli evangelici en prospettiva trinitaria. Sintesi
dottrinale, Milano: San Pablo; PIGNA, A., (1993). Consigli evangelici. Virtù e voti,
Roma: OCD.
56
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral…Opus cit., 77.
57
Cf. VC, 18.
58
Cf. VC, 17.
59
Cf. RULLA, L., (1975). Psicologia del profondo… Opus cit., 29.
84
60
Cf. PIGNA, A., (2000). Appunti per una spiritualità... Opus cit., 31.
61
Cf. IDEM, 32.
62
Mc 8,34-36.
63
Mc 10,28-31.
85
última del hombre, que es la de ser medio al servicio del amor64. Es por
esto que los votos religiosos tienen su base en el significado de la vida
consagrada como proyecto humano peculiar por el que se vive el sentido
del mundo y del otro en perspectiva de trascendencia y de
irreversibilidad65. Como lo recuerda el Papa Juan Pablo II: «el testimonio
de coherencia sincera con los valores evangélicos debería aparecer y ser en
la vida religiosa, testimonio de una personalidad humanamente madura y
realizada»66.
1.3.1. La obediencia
El término obediencia no es un término unívoco. En la mentalidad
corriente se ha convertido en sinónimo de sumisión, debido a la falta de
personalidad y de espíritu de iniciativa. A veces significa también
acatamiento resignado a una situación o imposición a lo que no se es capaz
o no conviene revelarse. En cualquier caso, obedecer, significa hacer lo que
otro dice, es siempre considerado como una especie de abdicación al uso de
la libertad o a la autonomía personal67. Estas visiones limitativas de la
obediencia desnaturalizan la persona y le arrancan impunemente el rango
propio, o sea, su ser libre. Sin libertad no hay persona humana68.
Por eso, la obediencia para ser cristiana debe ser primero humana, o
sea, obediencia de un ser racional dotado de inteligencia y libre voluntad,
que puede, gracias a su integración humana, comprender cognitivamente,
ordenar libremente y voluntariamente su vida, elegir y actuar
humanamente.
a) La Obediencia Cristiana
Explica Rahner que la obediencia tiene dos dimensiones: funcional y
religiosa. La funcional es cuando hay voluntad de obedecer para mantener
el orden, facilitar la interdependencia, favorecer el querer común por el
bien y realización propia y de la sociedad, hacer que las cosas vayan
adelante para el progreso. En cambio en la obediencia religiosa, lo humano
es abrazado por la fe, cada acto de sumisión o aceptación es orientado no
sólo hacia el hombre, sino hacia Dios, en su providencial diseño de amor
por el mundo. La respuesta religiosa es una respuesta de amor a Dios, es la
interpretación de los eventos que cambia70.
69
Cf. PIGNA, A., (2000). Appunti per una spiritualità... Opus cit., 171.
70
Cf. RAHNER, K., (1968). «Cristo modello dell’obbedienza» en Discepoli di Cristo,
Roma: Paoline, 21-25.
71
Cf. RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 103.
87
b) El consejo de la obediencia
El voto de obediencia comprende todo lo que requiere la obediencia
humana y cristiana, pero tiene un carácter específico, en lo que se refiere a
los medios para alcanzar la perfección.
72
BOISVERT, L., (1987). L’obbedienza religiosa. Per una rinnovata visione teologica e
spirituale, Bologna: EDB, 22-23.
73
Cf. Jn 4,34; 5,30; Heb 10,7; Sal 39,9.
74
PC, 14.
75
Cf. DIEZ PRESA, M., (1990). Lectura teológica… Opus cit., 119.
76
Cf. Jn 6,38; Heb 10,5.7.
77
VC, 22.
88
supremo valor, como bien que llena nuestras exigencias más radicales. Esta
hace que los consagrados no veamos nuestra existencia fuera del ámbito
divino y de sus exigencias. Lo que aspiramos y hacemos giran alrededor de
Dios y de sus diseños; pero el querer representado por Dios no eclipsa otros
valores.
78
PC, 14.
79
CIC, 601: «someter la propia voluntad a los superiores legítimos, que hacen las veces
de Dios, cuando mandan algo según las constituciones propias».
80
RD, 13.
89
81
Cf. GAMBARI, E., (1979). Consacrati… Opus cit., 347
82
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral…Opus cit., 121.
83
PC, 14.
84
Cf. RIDICK J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 110.
85
Cf. IDEM, 124.
86
Cf. ASIAIN GARCÍA, M.A., (1994). «Obbedienza» en APARICIO RODRÍGUEZ A., (Ed.).
Dizionario teologico… Opus cit., 1170; GOYA, B., (1998). Formación
integral…Opus cit., 125.
87
Cf. RIDICK J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 91-100.
90
88
Cf. RULLA, L., (Ed.). (1997). Struttura Psicológica e Vocazione: Motivazioni di
entrata e di abbandono, Torino: Marietti.
89
Cf. ASIAIN GARCÍA, M.A., (1994). «Obbedienza» en APARICIO... Opus cit., 1162.
90
Cf. RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 105.
91
96
RAHNER, K., (1970). «The Priest and His Superiors» en Mediations on the Priestli
Life, Sheed and Ward, London, 129, en RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus
cit., 143.
97
Ver capítulo anterior, mecanismos de defensa.
98
RUEDA, B., (1975). Eccomi, Signore. Conversación sull’obbedienza, Milano: Ancora,
34, en RIDICK J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 150.
93
1.3.2. La castidad
El Concilio Vaticano II, en su Constitución Gaudium et spes, subraya
el papel de la sexualidad en la vida del hombre y el verdadero sentido de la
castidad consagrada. Sobre la dimensión sexual, expresión de la alteridad
humana, ha dicho que es el primer punto de apoyo de la comunidad de
personas99 el ejercicio de esta dimensión cuyo canal legítimo es la
institución matrimonial y familiar, comporta una serie de ventajas de
capital importancia para el hombre, para la mujer y para toda la
humanidad100.
99
Cf. GS, 12.
100
Cf. GS, 48.
101
Cf. OT, 10.
102
Cf. PO, 16.
94
a) La castidad cristiana
Para el cristiano, la virtud de la castidad es una disposición que nace
del amor espiritual cuando emite su orden estructural en el ámbito del
instinto o del amor sexual, de modo que este amor instintivo lejos de
oponerse a la comunión de caridad con Dios y con las personas humanas
sea elevado y tienda hacia ella como a su verdadero fin.
b) La castidad consagrada
La castidad consagrada propia de la vida religiosa tiene las mismas
características del celibato sacerdotal: don, liberación, signo escatológico,
disponibilidad para el amor y servicio desinteresado. Pero, el Concilio
103
Cf. PIGNA, A., (2000). Appunti per una spiritualità... Opus cit., 113.
104
CONGREGAZIONE PER L’EDUCAZIONE CATTOLICA, Orientamenti educativi sull’amore
umano, 18.
105
Cf. TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica, II-II, q. 151. a. 1-2.
95
subraya una propiedad que hace alusión a ella con clara intencionalidad
porque la juzga fundamental: «como un bien para la integridad de la
persona»106.
106
PC, 12.
107
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral…Opus cit., 82.
108
Cf. CENCINI, A., (2004). Quando la carne… Opus cit., 25.
109
LG, 42; PC, 12; OT, 10.
110
Mt 19,11. También Pablo dice: «quisiera que todos los hombres fueran como yo,
pero cada uno recibe de Dios un don particular» 1 Cor 7.
96
111
ET, 13.
112
Cf. PC, 12.
113
Cf. PC, 12; VC, 38: «La ascesis, ayudando a dominar y corregir las tendencias de la
naturaleza humana herida por el pecado, es verdaderamente indispensable a la
persona consagrada para permanecer fiel a la propia vocación y seguir a Jesús por el
camino de la cruz».
114
Cf. GOYA, B., (1997). Psicología y vida… Opus cit., 100.
115
PUJOL BARDOLET, J., (1994). «Castità» en APARICIO RODRÍGUEZ A., (Ed.).
Dizionario teologico… Opus cit., 270.
97
116
Cf. WOJTYLA, K., (1978). Amore e Responsabilitá, Casale: Marietti, 97-99.
117
Cf. IDEM, 78-79.
118
Cf. GIORDANI, B., (1971). Vita affettiva della religiosa, Roma: PUA, 91.
119
Cf. RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 40.
120
FRANKL, V., (1978). The Unheard Cly for Meaning, New York: Simon and Schuster,
80-81 en RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 41.
98
d) Abusos de la castidad
Una sola cosa es necesaria, la unión con Dios en el amor por Él y por
sus criaturas. Si la perfección más alta puede nacer de una integración
jerárquicamente ordenada de los niveles psicológicos de la persona en un
amor radical por otro ser humano, incomparablemente será más alta por
una Persona suprema porque es de diverso orden.
121
Cf. RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 42.
99
Pero, así como hay un egoísmo en los sentidos, así puede haber un
egoísmo en los sentimientos de la afectividad125. A este nivel no se trata de
sensaciones físicas sino psicológicas y de sentimientos psíquicos. En este
caso se pueden usar para satisfacer no las propias necesidades físicas, sino
las necesidades afectivas.
125
Cf. ROVIRA, J., (1977). La dimensione Teologico… Opus cit., 282.
126
CENCINI, A., (2004). Quando la carne… Opus cit., 10.
127
Cf. PIGNA, A., (1990). Castità e verginita cristiana, Roma: 16-20.
101
1.3.3. La pobreza
Si partimos de la definición etimológica de la pobreza descubrimos
que deriva del latín «pauperitas», cuyo adjetivo sustantivo «pauper» no
significa aquél que no posee nada, sino quien posee poco; que corresponde
al suficiente para vivir dignamente128.
128
Cf. PIGNA, A., (2000). Appunti per una spiritualità... Opus cit., 59.
129
IDEM, 60.
102
a) La pobreza cristiana
El Nuevo Testamento es rico de lecciones dirigidas sobre la pobreza
por el Reino130, el pasaje del joven rico – «si quieres ser perfecto, ve, vende
lo que tienes y dalo a los pobres y tendrás un tesoro en los cielos y luego
ven y sígueme»131 – tiene para nosotros un dinamismo especial: es una
clara propuesta de la experiencia, significado y valor de la pobreza en el
amor cristiano y en el abandono a la fe132.
b) La pobreza consagrada
Por lo que se refiere a la pobreza de los religiosos, el Concilio no
sólo indica su necesidad como signo característico y medio para participar
en la vida de Cristo, sino que recomienda la adopción de nuevas formas en
130
Cf. Lc. 6,20; Mc 10,29; Mt 8,20.
131
Mt 19,21.
132
Cf. RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 3.
133
Cf. IDEM, 4.
134
Cf. PIGNA, A., (2000). Appunti per una spiritualità... Opus cit., 60.
135
Cf. LG, 42.
103
136
PC, 13.
137
Cf. RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 5.
138
Cf. ORSY, L.M., (1970). «Poverty: the Modern Problem» en The Way. Supplement,
11; PIGNA, A., (2000). Appunti per una spiritualità... Opus cit., 74.
139
Cf. RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 11.
104
140
Cf. RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 13.
105
Conclusión
Hemos tratado de ilustrar cómo los elementos antropológicos y
psicológicos entran en juego en la vocación consagrada, influyendo de
forma decisiva en quienes tratamos de vivir en plenitud la vocación y
conseguir la perfección cristiana para que la misión sea fecunda.
141
Cf. RIDICK, J., (1983). I voti, un tesoro… Opus cit., 16-17.
142
Cf. IDEM, 18-19.
106
143
2 Cor 4,7.
144
Sal 115,1.
PARTE III
1
Const. SGCS. Opus cit., n. 7.
108
2
«proporcionar ayuda necesaria a los sacerdotes para que se santifiquen»; Directorio
SGCS, 19: prescribe la oración por la santificación de los sacerdotes que se recita
todos los días; FAGCS, Positio, Summ. Opus cit. 464, leemos un escrito de la madre
fundadora: «Estas almas que yo te mande tómalas, forma con ellas una corona para
mi corazón dolorido, instrúyelas, desde ahora ellas consolarán al corazón de tu Dios
y serán ayuda para los trabajos que ocasionen mis sacerdotes».
3
Ver trabajos realizados durante el período 2003-2009, en el que la formación humana
y asistencial forman parte de las prioridades.
4
Cf. Const., SGCS, Opus cit., nn., 19- 29.
5
IDEM, 16.
109
1
BENEDICTO XVI, Discurso pronunciado en la audiencia a los superiores generales de
los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, 22 de mayo de
2006.
2
Cf. DEL VALLE, C., (2002). «Vita religiosa e società. Sfide e proposte» en
Consacrazione e servizio. 20
112
4
Caminar desde Cristo, 12.
5
IDEM, 13.
6
Cf. CENCINI, A., (2002). Il respiro della vita, la grazia della formazione permanente,
Milano: San Paolo, 21.
114
Por otra parte, no podemos olvidar que la cultura actual no sólo tiene
un efecto sobre las SGCS, sino también sobre los sacerdotes, que son el
objeto primario de nuestra actividad apostólica. Los efectos del mundo
secularizado sobre los sacerdotes son conocidos, aun cuando no del todo
atendidos.
7
EN, 41.
115
8
VC, 109.
9
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral Opus cit., 48.
10
Cf. BENEDICTO XVI, (2006). Discurso a los superiores… Opus cit.
11
Cf. VC, 87-91.
12
Cf. CHÁVEZ VILLANUEVA, P., (2006). La fidelidad, fuente de vida plena en 67º
conventus semestralis, USG.
116
20
Cf. ALDAY, J., (2002). «La ratio formationis come strumento per progettare la
formazione delle persone consacrate» en Vita consacrata, 3, 251.
Capítulo II
Por otra parte, nuestra misión es una gracia que recibimos y vivimos
con frecuencia en situaciones inéditas y hemos de custodiarla,
1
CIC, 661. «Los religiosos continuarán diligentemente su formación espiritual,
doctrinal y práctica durante toda la vida; los superiores han de proporcionarles
medios y tiempo para ello»
2
CENCINI, A., (2002). La formación permanente, Madrid: San Pablo, 40.
3
VC, 69.
4
Cf. 2 Tim 1,6; PI, 67; PDV, 70.
5
VC, 65.
120
6
Cf. PI, 67.
7
VC, 69.
8
VC, 68.
9
Cf. CENCINI, A., (2002). «Formazione permanente» en Vita consacrata, 2, 130.
121
10
Const., SGCS, nn. 14, 90.
11
Los datos de este capítulo, están tomados del informe de trabajos realizados durante
el período 2003-2009.
122
2. Evaluación
Las actividades se fueron realizando gradualmente, y el itinerario no ha
sido fácil. Desafortunadamente, en algunas comunidades no se pudo
terminar el programa propuesto, quizás por falta de motivación o porque tal
vez, no todos los miembros lo asumimos como un camino a seguir. A
continuación detallamos los avances y retrocesos obtenidos a la luz de las
evaluaciones:
2.1.1. Dificultades
Estas luces y sombras evidencian que las problemáticas típicamente
humanas y desorientaciones que le derivan no son extrañas a nuestro
Instituto. De hecho, uno de los obstáculos que se presentó constantemente
fue la falta de calidad en las relaciones interpersonales que se verificaron
en las comunidades.
«La vida fraterna en común [...] nos enseñará a tener un solo y mismo
espíritu, como familia religiosa en torno a Cristo, a quien queremos servir y
asemejarnos. Es preciso que formemos un solo corazón, lleno de amor, un amor
puro, sincero, un amor de hermanas, siempre respetuoso»21.
17
Cf. Congreso Internazionale della Vita consacrata, Documento di lavoro, 45-51, en
Passione per Cristo passione per l’umanità, Milano, 2005, 38-40.
18
Ver vaciado de formación permanente, julio 2007.
19
Mt 18,20.
20
Cf. PC, 15.
21
Const., SGCS, Opus cit., n. 19.
Capítulo III
1. Planificación y estrategias
La Exhortación postsinodal Vita consecrata dedica una cierta
atención a la formación y adopta un modelo teológico-antropológico, cuyo
objetivo central «es la preparación a la total consagración de sí a Dios en la
sequela Christi, al servicio de la misión»1. El itinerario que conduce a éste
es una «progresiva asimilación de los sentimientos de Cristo hacia el
Padre»2. A partir de esta afirmación, podemos enumerar algunos elementos
significativos, ya que, como afirma la Instrucción Caminar desde Cristo:
«parece evidente que tal camino no podrá sino durar toda la vida, para
comprometer toda la persona, corazón, mente y fuerzas3, y hacerla
semejante al Hijo que se dona al Padre por la humanidad»4.
«[...] de tal manera que en todos los momentos el alma dirija a Dios sus
pensamientos, deseos y obras, queriéndolo complacer; y [...] en ir
comprendiendo al mismo tiempo lo que Dios nos va mostrando, su pensamiento,
su querer y su manera de obrar, para gustarlo como dulcísimo manjar»6.
5
CENCINI, A., (2002). Formazione… Opus cit., 2, 33.
6
Const., SGCS, Opus cit., n. 61.
7
VC, 65.
8
Cf. CENCINI, A., (2002). Il respiro della vita… Opus cit., 42.
9
Cf. Const. SGCS, Opus cit., n. 171.
129
10
JUAN PABLO II, (1986). A los religiosos/as del Brasil.
11
VC, 69; Cf. RECHI, S., (1990). «La formazione permanente nella vita religiosa» en
Consacrazione e servizio 10, 35-44; SANZ, A., (1991). Formación permanente de los
religioso en AA.VV., Formar hoy para la vida religiosa de mañana, Madrid:
Claretianas, 179-202.
12
Cf. PI, 66; Const., SGCS. Opus cit., n. 171; Directorio SGCS, 51.
13
Cf. Const., SGCS. Opus cit., nn. 196, 172.
14
Cf. CENCINI, A., (2002). Formazione… Opus cit., 2, 131.
15
Caminar desde Cristo, 14.
16
Cf. Const., SGCS. Opus cit., n. 240.
130
31
PC, 2.
32
VC, 71.
33
Cf. Const., SGCS. Opus cit., 99.
34
IDEM, n. 102
35
Cf. IBIDEM, 103. En este apartado se especifica detalladamente los estudios que
debemos realizar para el buen desempeño de nuestra misión.
36
IBID, 100.
133
«[…] aprender a dejarse formar por la vida de cada día, por su propia
comunidad y por sus hermanas, por las cosas de siempre, ordinarias y
extraordinarias, por la oración y por el cansancio apostólico, en la alegría y en el
sufrimiento, hasta el momento de la muerte»41.
37
Cf. Const., SGCS. Opus cit., n. 99.
38
Cf. IDEM., n. 20 bis.
39
IBIDEM, n. 23.
40
IBID, n. 102.
41
Caminar desde Cristo, 15.
134
42
CENCINI, A., (2002). Formazione… Opus cit., 2, 136.
43
Caminar desde Cristo, 15.
44
CENCINI, A., (2002). Formazione… Opus cit., 2, 137.
45
Cf. Const., SGCS. Opus cit., n. 79.
46
Cf. IDEM, n. 44.
135
47
Cf. ARNAIZ, J.M., (2002). «Un dinamismo di fedeltà creativa nell’incontro tra le
generazioni», en VANZAN P., (Ed). Oltre la porta. I consacrati e le emergenze del
nuevo millenio, Roma: Il calamo 141.
48
Cf. CENCINI, A., (2002). Il respiro della vita… Opus cit., 120.
49
IDEM, 122.
136
estilo de vida normal, para transcurrir un cierto período, en retiro con Dios,
en diálogo con Él y en la meditación de su palabra, pero también en diálogo
con nosotras mismas y con la realidad en que estamos viviendo50.
Siguiendo esta perspectiva, Cencini nos dice que: «hay una riqueza y
densidad de sentido en la fe cristiana que no puede ser contenida en el
ritmo cotidiano, semanal o mensual, sino que tiene necesidad de extenderse
a lo largo de una secuencia más larga de tiempo»53.
54
CENCINI, A., (2002). Il respiro della vita… Opus cit., 157
55
Cf. DE FILIPPO, T., (1994). «Fraternità, un’esperienza di formazione per sacerdoti e
religiosi in difficoltá», en nuovi Giovanni, nuove vocazioni, nuova formazione,
Roma: Rogate, 177-208.
56
Cf. GIORDANI B., (1993). La donna nella vita… Opus cit., 453.
57
Cf. CENCINI, A., (2002). Il respiro della vita… Opus cit., 21.
58
Cf. CREA, G., (2001). I conflitti interpersonali… Opus cit., 59.
59
VC, 71.
138
60
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral… Opus cit., 254.
61
Cf. ARNAIZ, J.M., (2002). «Un dinamismo di fedeltà creativa nell’incontro tra le
generazioni» en VANZAN P., (Ed). Oltre la porta. I consacrati e le emergenze del
nuevo millenio, Roma: Il calamo 142.
62
Cf. VC, 70.
63
Cf. HÄRRING, B., (1981). Libertad y fidelidad en Cristo. Teología moral para
sacerdotes y seglares, Vol. I, Barcelona: Herder, 181.
64
Cf. DE MEZERVILLE, G., (2003). Madurez…, Opus cit., 20-21.
65
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral…, Opus cit., 250-282.
139
«Cada hora, cada día, cada año están vivas algunas fases de nuestra
existencia concreta; cada una de ellas se registra una sola vez, viniendo a
construir, en la totalidad de la existencia una parte que no se puede cambiar por
otras. En efecto, la tensión de la existencia y el estímulo que desde lo profundo
nos mueve a vivirla residen en el hecho que cada fase de la vida es nueva, y no
se había registrado antes, y es única, pasando después para siempre»66.
66
GUARDINI, R., (1987). Le età della vita. Loro significado educativo e morale, Milano:
Vita e pensiero, 12.
67
Cf. ARBIZU, J.M., (1986) «Etapas de la vida humana, adolescencia, adultez y vejez y
problemática personal», en Confer 25, 355-384.
68
VC, 70.
69
Cf. GIORDANI, B., (2001). Donne consacrate… Opus cit., 62.
140
2.1.2. Objetivos
La meta a alcanzar en tales circunstancias es el crecimiento en todas
las dimensiones. De consecuencia los objetivos tenderán a la superación de
las dificultades, a purificarse y a desarrollarse en vista a una auténtica vida
de fe, para alcanzar este fin será necesario:
70
Cf. SANZ, A., (1991). Formación permanente… Opus cit., 179-202.
71
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral… Opus cit., 258.
72
Cf. RUIZ, F., (1985). «Vitalita e mezzi per una crescita spirituale permanente», en la
formazione permanente nella vita religiosa, Roma: Rogate, 73-95.
141
73
Const., SGCS, Opus cit., n. 22.
74
VC, 70.
75
CREA, G., (1996). «La sfida della vita comune», en Vita consacrata 32, 181-195.
76
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral… Opus cit., 261.
142
77
Cf. Const., SGCS, Opus cit., n. 178: «la superiora empéñese en ayudar a cada
religiosa a realizar plenamente su consagración a Dios y a seguir cada día más de
cerca a Cristo en la búsqueda y cumplimiento de su voluntad».
78
Cf. Const., SGCS, Opus cit., n. 21; 176. En referencia a este punto, las Constituciones
expresan que «sean distribuidos los oficios y cargos de acuerdo con la aptitud y
especial vocación de cada una».
79
VC, 70.
80
Cf. GIORDANI, B., (2001). Donne consacrate… Opus cit., 76.
81
Cf. JUNG, C.G., (1983). Gli stadi della vita, en Opere, III, Turín: Boringhieri, 427.
143
82
Cf. CREER, G., (1992). La seconda metà della vida. Come cambiano le donne negli
anni della madurità, Milán: Mondadori.
83
Cf. GARRIDO, J., (1989). Adulto y cristiano. Crisis de realismo y madurez cristina,
Santander: Sal Térrea, 106-129.
84
Cf. GIORDANI, B., (2001). Donne consacrate… Opus cit., 77.
85
Sal, 90, 6: Ab incursu et demonio meridiano (el azote que asola al medio día)». Cf.
ALVAREZ, J., (1983). «La segunda edad o la tentación del demonio meridiano» en
Vida Religiosa, 54, 9-22.
86
Cf. CERDA F. J., (1993). «Rimotivare a "metà della vita" la propria esistenza
consacrata» en Vita Consacrata n. 29, 216-231; WHITEHEAD E., WHITEHEAD J.,
(1979). Christian Life Patterns. The Psychological Challenges and Religious
Invitations of Adult Life, Image Books, New York.
87
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral… Opus cit., 264.
88
Cf. DIEZ, M., (1983). La segunda edad en su base humana: austeridad y equilibrio en
Vida religiosa, 54, 9-22.
89
VC, 70; Cf. RUIZ, F., (1987). Vitalità… Opus cit. 73-75.
144
2.2.2. Objetivos
a) Interiorización de la vida teologal: es el momento oportuno para dar
el paso de la extroversión del activismo a la introversión y al
encuentro con uno mismo, de la dispersión y superficialidad de una
fe inmadura a la armonía y a la apertura plena al designio divino
sobre la vocación y misión. Por tanto, hay que descubrir de modo
nuevo y adecuado, los valores evangélicos que iluminen, purifiquen
y fortifiquen las propias vivencias espirituales, leyendo la propia
historia a la luz de Dios.90
90
Cf. AUBRY, J., (1982). La formazione permanente dei religiosi en Formazione alla
vita religiosa apostolica, Milano: Ancora 1982, 85-97.
91
Cf. MERCATALI, A., (1986). «La guida spirituale nelle principali tappe della vita» en
La guida spirituale nella vita religiosa, Roma: Rogate, 143-172.
92
Cf. ALONSO, M.S., (1985). «La formación continua como exigencia de fidelidad» en
Vida religiosa 58, 414-424.
93
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral… Opus cit., 267.
145
94
Cf. PI, 68.
95
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral… Opus cit., 268.
96
Cf. GRIÈGER, P., (1985). La formazione permanente, Milano: Ancora, 47-49.
97
Cf. Mt 6,13; GRUN, A., (1988). La mitad de la vida como tarea espiritual. La crisis
de los 40-50 años, Madrid: Narcea.
98
VC, 71.
146
99
VC, 71; Cf. CERDA, F.J., (1993). «Rimotivare a metà della vita la propia esistenza
consacrata», en vita consacrata, 29, 216-213.
100
VC, 71.
101
Cf. GIACOMELLI, B., (1991). «Creativita e formazione permantente», en
Consacrazione e servizio 1, 51-55.
102
VC, 70.
147
103
Cf. EE, 48.
104
VC, 44.
105
Const., SGCS, Opus cit., 26.
106
Cf. BISSI, A., (1982). «Note psicologiche della terza età» en consacrazione e servizio
31, 8-9;27-31.
107
Cf. AMERY, J., (1988). Rivolta e rassegnazione. Sull’invecchiare, Turín: Boringhieri.
148
2.3.2. Objetivos
a) Compartir el misterio pascual de Cristo: todo consagrado reproduce
en la fe la pasión, muerte y resurrección de Cristo. En esta etapa se
descubre su importancia y entra en ella libremente, como Jesús en su
pasión, con una actitud de total donación al Padre, en la seguridad de
recibir la definitiva vida en Cristo resucitado de entre los muertos108.
108
Cf. GOYA, B., (1998). Formación integral… Opus cit., 268
109
AUBRY. J., (1991). Problema attuali di vita consacrata, Turín: Leumann, 119-142.
110
Cf. SUÁREZ DEL VILLAR, M., (1979). «Preparación remota y próxima para la tercera
edad» en vida religiosa 46, 273-281.
111
Cf. VC, 44.
112
Const., SGCS, Opus cit., 22
149
Conclusión
Las tres generaciones tenemos necesidad de vivir con atención y
vigilancia. Es oportuno saber que la interacción entre ellas da la medida de
la calidad de la formación y de la capacidad de entrar en camino de
reciprocidad e integración necesaria para el conjunto de los años de nuestra
vida116, a este propósito, subrayan nuestras Constituciones que:
113
Cf. GRIÈGER, P., (1992). «Aiuto psico-pastorale ai religiosi d’età avanzata» en Vita
Consacrata n. 28, 563-573.
114
Cf. Const., SGCS, Opus cit., 22
115
Cf. RODRÍGUEZ, J. V., (1986). «Vejez y vida religiosa» en Confer n, 25, 471-791.
116
Cf. ARNAIZ, J.M., (2002). Un dinamismo di fedeltà… Opus cit., 147.
117
Const. SGCS, Opus cit., n. 22.
150
Para concluir esta parte, me parece oportuno citar una reflexión sobre
el sí de la madurez del padre Alberione118, que sintetiza el camino de los
consagrados a través de las etapas difíciles de la vida:
Recuerden que deben pasar por esta prueba de purificación, Y esta obra
de purificación que cumple el Señor es el segundo "SI" de su vida religiosa, y
diría, que es el sí que verdaderamente vale. Han comenzado con generosidad en
la vida religiosa y han encontrado desilusiones. Recuerden que deben sufrir aún
más en la Congregación, por su causa: serán las hermanas, las superiores, las
mismas obras cumplidas, que las hagan sufrir, llevándolas a un sentido de
cansancio y de desilusión.
118
ALBERIONE, S., (1966), Meditación en el curso de ejercicios..
CONCLUSIÓN
propia vida sin esperar nada a cambio. A la luz de la fe, significa vivir esta
realidad de comunión a imagen de la Trinidad que se da a conocer al
hombre en el amor, la donación, la docilidad. Significa construir el Reino
de Dios en el mundo con los criterios del Evangelio.
2
2 Cor 4,7.
3
Const. SGCS. Opus cit., n. 8.
4
VC, 65.
5
Cf. Mt 22,37
6
Caminar desde Cristo, 15.
7
CENCINI, A., (2002). Formazione… Opus cit., 2, 33.
153
dejarse tocar por la vida, por los otros, en cada situación existencial y
aprender en cada edad y en cada experiencia de vida. De esta forma, la
formación en su aspecto existencial, permanece siempre un proceso que la
persona realiza en el vivo de la propia existencia y en las relaciones
consigo misma, con los otros, con el ambiente, recorriendo los caminos de
crecimiento y de transformación de la sociedad actual.
Estas dificultades son, sin embargo, retos para una comprensión más
auténtica de lo que el seguimiento exige. Por eso los objetivos tienden a la
superación de las dificultades y a desarrollarse en vista a una vida de fe que
8
Const., SGCS, Opus cit., 171.
9
IDEM, 19.
10
Cf. IBIDEM, 44.
11
Cf. VC, 70.
12
Cf. PI, 70.
154
3. Libros y revistas
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164
SIGLAS Y ABREVIATURAS……………………………………………………. 3
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………….. 5
PARTE I
IDENTIDAD Y MISIÓN DE LAS SIERVAS GUADALUPANAS DE CRISTO 9
SACERDOTE
PARTE II
DIMENSIÓN HUMANA EN LA VIDA CONSAGRADA 39
1. Elementos antropológicos…………………………………………………..…… 43
1.1. El hombre como ser personal y libre………………………………………… 44
1.2. El hombre, ser relacional ………………………………………………..…… 48
1.3. El hombre ser trascendente…………………………………………………… 49
1.4. El hombre, Imagen de Dios……………………………………………….….. 52
2. Elementos psicológicos…………………………………………………………. 53
2.1. Los tres niveles de la vida psíquica………………………………………….. 54
2.1.1. Nivel psico-fisiológico…………………………………………………… 55
2.1.2. Nivel psico-social………………………………………………………… 55
2.1.3. Nivel racional- espiritual. ……………………………………………….. 56
2.2. Vida afectiva………………………………………………………………… 57
2.3. Situaciones problemáticas…………………………………………………… 60
2.3.1. La inmadurez afectiva …………………………………………………… 62
2.3.2. El problema de la imagen de sí…………………………………………... 66
2.3.3. Los mecanismos de defensa……………………………………………… 68
Conclusión…………………………………………………………..……………… 71
1. La vocación…………… ………………………..……………………………… 74
1.1. Iniciativa Divina y respuesta humana……………………………………….. 74
1.2. La vida consagrada………………………………………………………….. 78
1.3. Los consejos evangélicos……………………………………………………. 81
1.3.1. La obediencia…………………………………………………………….. 85
a) la obediencia cristiana………………………………………………….. 86
167
b) El consejo de la obediencia…………………………………………….. 87
c) La obediencia a niveles de la vida psíquica…………………………….. 89
d) Abusos del voto de obediencia…………………………………………. 91
1.3.2. La castidad……………………………………………………………….. 93
a) La castidad cristiana…………………………………………………….. 94
b) la castidad consagrada…………………………………………………... 94
c) La castidad a niveles de la vida psíquica……………….………………. 96
d) Abusos de la castidad…………………………………………………… 98
1.3.3. La pobreza……………………………………………………………..…. 101
a) Pobreza cristiana………………………………………………………... 102
b) Pobreza consagrada……………………………………………………... 102
c) La pobreza a niveles de la vida psíquica………………………………... 103
d) Usos y abusos a los diferentes niveles………………………………….. 104
Conclusión…………………………………………………………………………. 105
PARTE III
DESAFÍOS PARA LA FORMACIÓN PERMANENETE DEL INSTITUTO DE 107
LAS SIERVAS GUADALUPANAS DE CRISTO SACERDOTE
2. La Evaluación…………………………………………………………………… 122
2.1. Las evaluaciones anuales……………………………………………………. 122
2.1.1. Dificultades ……………………………………………………………… 123
2.1.2. El Diagnóstico del 2007………………………………………………….. 124
CONCLUSIÓN……………………………………………………………………. 151
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………... 155
ÍNDICE…………………………………………………………………………..… 165