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La regulación emocional en el aprendizaje: educación emocional en el aula

Clase 1: Las capacidades socio-emocionales: importancia y


beneficios de la educación emocional

o Sentir y pensar en la escuela: del paradigma tradicional al lógico-emocional.

o Consideraciones sobre la práctica de la educación emocional.

o Etapas del desarrollo socioemocional.

Bienvenidos al increíble mundo emocional y su impacto en el aprendizaje. En esta primera clase


daremos una mirada al paradigma tradicional de la enseñanza para luego proponer un nuevo
paradigma educativo que se alinea a las nuevas investigaciones y conocimientos acerca del vínculo
entre sentir y pensar. Luego, plantearemos el concepto de educación emocional, que aporta una
nueva luz a la educación. Finalizaremos planteando las etapas del desarrollo emocional como parte
del desarrollo integral de los alumnos.

Para poder comprender el impacto que la dimensión emocional tiene en el aprendizaje escolar, y
cómo nuestras experiencias de vida están siempre conectadas con nuestro mundo emocional, les
proponemos realizar un ejercicio de auto-reflexión para traer a su memoria un recuerdo escolar.

Ejercicio 1: Sugerimos buscar una posición cómoda y relajada y tratar de evitar distractores durante
aproximadamente dos minutos. Si quieren pueden poner una música suave y tranquila para crear el
clima de quietud. ¿Están listos?

Cierren los ojos y les pedimos que recuerden alguna experiencia escolar de cuando ustedes iban a la
escuela…

Muy bien, ahora traigan ese recuerdo a la conciencia y los invitamos a responder en
forma breve las siguientes preguntas para compartir en un Foro de Intercambio,
para que puedan ir conociendo e introduciéndose en este maravilloso mundo
emocional.

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El tipo de experiencia que recordaron, ¿tuvo un impacto positivo o negativo en
ustedes?
¿Por qué dirían que ese recuerdo fue positivo o negativo? ¿Cómo se sintieron en
ese momento?
¿Por qué les parece que han recordado esta experiencia?
Algunas de las situaciones planteadas, ¿se siguen encontrando hoy en las escuelas?

Seguramente encontraron alguna experiencia escolar en su interior sin mayores dificultades, y esto
es porque aquellos recuerdos que tuvieron un impacto emocional en ustedes quedan guardados en
nuestro cerebro, y más precisamente en nuestro sistema límbico que está compuesto por una serie
de estructuras cerebrales que procesan nuestras emociones y están ubicadas en el centro del
cerebro. Una de esas estructuras, la amígdala cerebral, es la que guarda los recuerdos que han tenido
un fuerte impacto emocional. Ese sistema límbico, o también denominado “cerebro emocional”, está
conectado con nuestro cerebro pensante o racional por medio de conexiones neuronales. Por eso,
sentir y pensar son dos caras de la misma moneda y juntas favorecerán o no el aprendizaje. Es
interesante recordar que se le atribuye a Aristóteles la frase “Educar la mente sin educar el corazón,
no es verdadera educación” y a Rousseau la frase “Es de creer que las pasiones generaron los
primeros gestos y arrancaron las primeras voces. No se comenzó por razonar sino por sentir”. Estas
frases, dichas hace ya tantos años, destacan la importancia de la dimensión emocional por sobre la
razón.

Sentir Pensar Aprendizaje

La escuela debe proveer a los niños y jóvenes las condiciones óptimas y las experiencias que
favorezcan tanto el aprendizaje académico como el desarrollo de capacidades personales y sociales.
Las experiencias escolares negativas pueden interferir en el interés, en la motivación y en la
autoestima de nuestros alumnos, y es nuestra responsabilidad como docentes hacer todo lo posible
para que esto no suceda.

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El desarrollo de estas capacidades socio-emocionales, es el objetivo de la Educación Emocional
como proceso educativo innovador, y requiere de docentes preparados para llevar adelante una
práctica continuada, que se inicia en los primeros años de vida y debe continuarse a lo largo de
toda una vida.

Cada docente tiene gran parte de la responsabilidad de los aprendizajes de sus


alumnos, y para muchos de nuestros niños y jóvenes la escuela puede marcar una
diferencia en el destino de sus vidas.

La Regulación emocional

Algunas de estas capacidades son el autoconocimiento o autoconciencia, la regulación


emocional, la empatía, la asertividad y la resolución de conflictos de manera pacífica. En este
curso nos detendremos a profundizar en una de ellas: la regulación emocional. Si bien las
emociones con impacto negativo en nosotros son inevitables, podemos aprender a regularlas en
forma apropiada para que no perduren en el tiempo e interfieran en el aprendizaje y bienestar.
En el material de lectura que sugerimos, Romagnoli, Mena y Valdés (2007) enumeran los beneficios
de desarrollar estas capacidades en los niños.

Es el momento entonces de mencionar que diferentes autores hacen referencia a diferentes términos
como habilidades, competencias, habilidades blandas, inteligencia emocional o habilidades no
cognitivas y todos comprendemos que hacen referencia a aquellas capacidades no académicas. En
nuestro caso, utilizaremos el término capacidades, que definiremos a continuación:

Las capacidades hacen referencia en sentido amplio a un conjunto de modos de


pensar, actuar y relacionarse, que los estudiantes tienen que tener oportunidad de
ir desarrollando progresivamente a lo largo de su escolaridad. Constituyen el bagaje
cognitivo, gestual y emocional que permite actuar de una manera determinada en
situaciones complejas (Roegiers, 2016). Se las entiende, en este sentido, como un
potencial de pensamiento y acción (Roegiers, 2016) de bases biológicas,
psicológicas, sociales e históricas.

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En esta definición queda establecido el vínculo existente entre las dimensiones cognitivas,
emocionales, sociales, psicológicas, culturales y biológicas, estando todas ellas interrelacionadas en
cada uno de nosotros. Lo que afecte una dimensión, tendrá impacto en otras. A continuación,
brindamos un ejemplo, en el caso de una estudiante.

Susana está por rendir un examen muy importante para ella y está leyendo el
contenido de la materia. Susana trata de leer y retener lo leído pero las hojas del
libro pasan y pasan de manera casi automática. Cuando ella se detiene a reflexionar
sobre lo leído, se da cuenta de que no se acuerda de nada. Esto provoca en ella una
gran tensión y nerviosismo en su cuerpo por la frustración que siente.
¿Qué fue lo que le sucedió a Susana?
Seguramente su mente estaba muy preocupada por la situación de examen y esta
ansiedad inundó su pensamiento con ideas negativas acerca de la posibilidad de
desaprobación y las consecuencias posibles que esto traería. Estas preocupaciones
desviaron y ocuparon toda su atención, y no pudo retener el contenido de lo leído.
Su sentimiento de frustración y enojo provocó tensión en su cuerpo y la sumió en
un estado de nerviosismo; comenzó a gritar y llorar sin consuelo.

Vemos en entonces en el gráfico que sigue que no podemos separar una dimensión de la otra, y que
todas están interconectadas. El aprendizaje efectivo se puede llevar a cabo cuando estas dimensiones
están en equilibrio, en armonía, para dar apoyo a los procesos de aprendizaje. Cuando un aprendizaje
está conectado a intereses del alumno, que estimulan su motivación y le provocan emociones de
placer, alegría y sorpresa, ese aprendizaje queda cementado en la memoria y se recuerda con mayor
facilidad.

Sin embargo, también es cierto que los hechos o situaciones que están cargados de emociones
negativas también se inscriben con fuerza en nuestra memoria declarativa, pero en el caso del estrés,
la reacción emocional puede perturbar el procesamiento de la información. Por eso, en el caso de
Susana, ella leía pero no podía retener la información, porque sus pensamientos de preocupación
tomaron el mando e inundaron su mente.

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Dimensiones humanas

La manera de expresarnos o reaccionar, también está teñido de nuestras normas culturales y del
momento histórico. Esta diferencia se puede ver por ejemplo en la manera de comunicarse que
tienen las diferentes culturas. Por ejemplo, al parecer en la cultura japonesa, se considera ofensivo
revelar las emociones negativas en presencia de una figura de autoridad. Los latinos en cambio,
expresan más abiertamente sus emociones. Las presiones sociales, las influencias culturales y la
experiencia pasada todos pueden ayudar a dar forma a la expresión de la emoción.

Volviendo al caso de Susana, les pedimos ahora que piensen acerca de cómo ella pudo haber
gestionado sus emociones para evitar el desborde, como un primer acercamiento a las estrategias
posibles de regulación emocional.

Foro de intercambio

Teniendo en cuenta sus propias experiencias de vida y para poner en juego nuestros
conocimientos previos, les proponemos intercambiar ideas y opiniones acerca de
cómo Susana podría haber evitado llegar a la situación de desborde emocional,
logrando estudiar en forma efectiva para lograr pasar el examen. En otras palabras,
cómo Susana podría haber regulado su distracción cognitiva. Esta temática se
retomará más adelante, pero será importante ir pensando entre todos…

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“Las emociones negativas interfieren con el aprendizaje de los niños.” Richard
Davidson (neuropsicólogo, Universidad de Wisconsin, Madison)

Del paradigma racional al lógico-emocional

En su libro La arqueología de los sentimientos en la escuela, Miguel Ángel Santos Guerra (2006)
plantea que “Se ha minusvalorado la dimensión afectiva. No se ha tenido en cuenta. Se ha silenciado,
como si no existiese. A la escuela se iba a aprender. El curriculum estaba integrado por un conjunto
de conocimientos y habilidades que era preciso adquirir”. Este silencio u ocultamiento de los aspectos
afectivos o emocionales es llamativo ya que, a nivel mundial, hace ya más de veinte años, se viene
investigando acerca de las condiciones o factores que afectan el aprendizaje y cuál es el propósito
mismo de la educación.

Para dar algunos ejemplos a nivel mundial, en 1993, la División de Salud Mental de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) lanzó la Iniciativa internacional para la educación en habilidades para la
vida en las escuelas (Life Skills Education in Schools). La propuesta se basa en el fortalecimiento y
desarrollo de la competencia psicosocial de las personas, definida por la OMS como la “Capacidad
de una persona para enfrentar con éxito las exigencias y desafíos de la vida diaria, y para mantener
un estado de bienestar mental que es evidente mediante un comportamiento positivo y adaptable,
en la interacción con las demás personas y con el entorno social y cultural.”

Se considera la educación en habilidades para la vida como un componente central de la calidad de


la educación y del aprendizaje a lo largo de la vida, junto con las destrezas cognitivas básicas
necesarias para leer, escribir y hacer cálculos matemáticos.

Para la OMS, las habilidades para la vida son: autoconocimiento, empatía, comunicación asertiva,
relaciones interpersonales, toma de decisiones, pensamiento creativo, pensamiento crítico, manejo
de emociones y sentimientos, manejo de tensiones y estrés, manejo de problemas y conflictos.

Por otro lado, en el Informe Delors de 1996, denominado “La Educación encierra un tesoro”, UNESCO,
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, quedaron plasmados
los pilares fundamentales para la Educación del siglo XXI:

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 Aprender a conocer.
 Aprender a hacer.
 Aprender a ser.
 Aprender a vivir con otros.

Veamos ahora el primer párrafo de este informe:

“Frente a los numerosos desafíos del porvenir, la educación constituye un


instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los ideales
de paz, libertad y justicia social. Al concluir sus labores, la Comisión desea por tanto
afirmar su convicción respecto a la función esencial de la educación en el desarrollo
continuo de la persona y las sociedades, no como un remedio milagroso -el «Ábrete
Sésamo» de un mundo que ha llegado a la realización de todos estos ideales- sino
como una vía, ciertamente entre otras pero más que otras, al servicio de un
desarrollo humano más armonioso, más genuino, para hacer retroceder la pobreza,
la exclusión, las incomprensiones, las opresiones, las guerras, etc.” (Jacques Delors,
1996)

Los 4 pilares de la Educación

Fuente:
http://valeriacesena.blogspot.com.ar

Por último, el reciente documento publicado en 2016 por la OCDE (Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico), organización mundial que nuclea a más de 30 países, denominado
«Habilidades para el progreso social: El poder de las habilidades sociales y emocionales», sostiene
que “El trabajo constata la importancia de las competencias socioemocionales para el logro de los
objetivos trazados y el bienestar personal. En este sentido, la capacidad para alcanzar metas,

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cooperar de manera efectiva con los demás y manejar las emociones es determinante para afrontar
los retos del siglo XXI, particularmente en el caso de la actual población infantil y adolescente”.

Nuestro desafío

El desafío es entonces trabajar en las aulas las capacidades que complementan y dan sostén a los
conocimientos. Incorporar la dimensión emocional a la escuela nos mueve de un paradigma
tradicional donde se prioriza lo racional, cognitivo a un paradigma lógico-emocional, donde se
reconoce y valora la interrelación que tienen ambas dimensiones.

Para poder trabajar la dimensión emocional en la escuela, necesitamos reconocer que se trata de un
proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como
complemento indispensable del desarrollo cognitivo, siendo ambos elementos esenciales del
desarrollo de la personalidad integral… tienen como finalidad aumentar el bienestar personal y social.
(Bisquerra, 2011).

Para seguir profundizando en esta dimensión emocional y su impacto en el


aprendizaje, les proponemos ver el siguiente video que aborda el nuevo concepto
de educación emocional que surge de las aportaciones de las investigaciones en el
campo de la Psicología a la educación.
Si bien el grupo de alumnos son del Nivel Inicial, lo que muestra el video es aplicable
a todos los niveles educativos.
Video Educación Emocional (con subtítulos):

https://www.youtube.com/watch?v=PQE4WqQSOcQ

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Como hemos visto hasta ahora, estamos ante un nuevo reto a la educación, que nos desafía a
incorporar la dimensión emocional en nuestras prácticas de aula. Este nuevo paradigma lógico-
emocional nos muestra el camino para abordar la educación integral de todos los alumnos y de cada
uno de ellos en forma individual.

Más allá del aprendizaje, buscamos el bienestar personal y social de cada alumno, como factor
preponderante de una verdadera educación integral. En el paradigma lógico-emocional, el cuerpo, la
mente y las emociones actúan de manera interrelacionada, y cuando se toman en cuenta todos estos
aspectos, el alumno aprende mejor. Esto significa que el aspecto emocional de los alumnos es tan
importante como lo es el aspecto cognitivo, ya que lo que afecta un aspecto va a tener un impacto
en el otro. Esta es una mirada holística, integral, donde se reconocen y valoran todas las dimensiones
de la persona y responde a lo establecido en nuestra Ley de Educación Nacional 26.206 (Cap. II,
artículo 11)

Las etapas del desarrollo emocional

Nos vamos a ocupar entonces del desarrollo de la dimensión emocional y veremos que la misma se
comprende de diversas etapas a lo largo del crecimiento y maduración del niño y del joven.
Plantearemos a continuación por medio de un gráfico las etapas mencionadas, haciendo hincapié en
que lo ideal es trabajar todos los aspectos de este desarrollo, aunque la regulación emocional sea la
etapa final del proceso.

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Según Romagnoli, Mena y Valdés (2007): “Las personas que saben autorregularse, aprenden a
manejar sus emociones y comportamientos, son capaces de manejar el estrés, la ansiedad, de
controlar los impulsos y perseverar para superar los obstáculos. Pueden automotivarse y monitorear
el progreso a partir del logro de objetivos académicos y personales, y expresar sus emociones de
manera apropiada en diversas situaciones. Para manejar sus emociones, los niños usan diversas
estrategias en pos de la regulación de sus aprendizajes y comportamientos, –por ejemplo, estrategias
para manejar la ansiedad frente a una prueba. Entre dichas habilidades, destacan:

• autocontrol, manejo de impulsos y conducta

• manejo y expresión adecuada de emociones

• automotivación, logro de metas personales”

A lo largo de este curso iremos abordando las diversas estrategias de regulación emocional para que
puedan enseñarlas, practicarlas y cultivarlas en sus alumnos.

Para ir cerrando…
Cerramos esta primera clase con una reflexión de Natalio Extremera y Pablo Fernández -Berrocal (en
Vivas, M., Gallego, D., González, B. 2006), especialistas reconocidos en educación emocional:

“El profesor ideal para este nuevo siglo tendrá que ser capaz de enseñar la aritmética del corazón y
la gramática de las relaciones sociales. Si la escuela y la administración asumen este reto, la
convivencia en este milenio puede ser más fácil para todos y nuestro corazón no sufrirá más de lo
necesario.”

¡Nos encontramos en el foro para conocernos!

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Actividad optativa
Autoreflexión personal: Mirada a mi jornada educativa

Por algunos instantes, reflexione acerca de su jornada de trabajo y describa una situación en la que
haya reaccionado emocionalmente, e intente identificar y nombrar las emociones que sintió. Trate
de indicar el nivel de intensidad sentido y las manifestaciones que se produjeron en su conducta o
en su cuerpo.

Piense cómo las emociones sentidas pudieron tener un impacto sobre las funciones cognitivas o
intelectuales. Tenga en cuenta los aspectos conceptuales abordados en esta clase para orientar su
reflexión.

Para aquellos que así lo deseen, sugerimos dejar un registro personal por escrito en un documento
de texto y subirlo al espacio de entrega debajo de esta clase.

Material de lectura obligatorio


 Andrés Viloria, C., (2005) La educación emocional en edades tempranas y el interés de su
aplicación en la escuela, Universidad Autónoma de Madrid, lOS- Tendencias Pedagógicas 10,
Madrid. Disponible en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1407971
 Romagnoli, C., Mena, I. y Valdés, A.M. (2007) ¿Qué son las habilidades socio afectivas y éticas?
Chile: Valoras, UC. Disponible en http://valoras.uc.cl/images/centro-
recursos/equipo/ValoresEticaYDesarrolloSocioemocional/Documentos/Que-son-las-
habilidades-socioafectivas-y-eticas.pdf

Recursos complementarios
 Redes. Aprender a gestionar las emociones. Video disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=EEydoHsmrXs

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Bibliografía de referencia
 Bisquerra, R. (2011) Educación emocional, Propuestas para educadores y familias, Bilbao:
Editorial Desclée de Brouwer.
 Skills for Social Progress: The Power of Social and Emotional Skills, OECD Skills Studies ©OECD
2015 ©UNESCO-UIS 2016 para la edición española
 Vivas, M., Gallego, D., González, B. (2006), Educar las emociones, Madrid: Ed. Dykinson.

Créditos
Autores: Williams de Fox , Sonia y Jarvis, Diana

Cómo citar este texto:

Williams de Fox, Sonia y Jarvis, Diana (2017). Clase 1: Las capacidades socio-emocionales: importancia
y beneficios de la educación emocional. Curso: La Regulación Emocional en el Aprendizaje. Educación
emocional en el aula. Buenos Aires: Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.

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