FUNDAMENTOS TEORICO-METODOLOGICOS PARA U N PROGRAMA D E

INVESTIGACION ARQUEO-GEOGRAFICA

POR

JUAN MANUEL VICENT GARCIA

(Dpto. de Prehistoria, Centro de Estudios Histricos, C.S.I.C.)

1. INTRODUCCION

1. Contexto terico de la investigacin: perspectivas sobre la transicin a la sociedad de clases

en la Prehistoria reciente del Sureste

El punto de partida de la presente investigacin es el debate terico suscitado en la ltima

dcada por un problema histrico que se puede formular como sigue: el Sureste peninsular
produce una brillante secuencia cultural entre el final del Neoltico y la plena Edad del Bronce. Esta
secuencia haba sido tradicionalmente explicada en trminos difusionistas (1). Desde los aos setenta
se han sucedido, sin embargo, diversas interpretaciones de la misma, basadas en la idea de un
desarrollo social y cultural autnomo del Sureste (2). Estas interpretaciones asumen, por lo general,
puntos de vista materialistas sobre la sociedad y la Historia.
Durante el ltimo perodo de la investigacin, el centro de la polmica terica era la contraposi-
cin entre el arcaico difusionismo dominante y las nuevas interpretaciones materialistas, cuyas
diferencias quedaban minimizadas por su oposicin comn al ((paradigmatradicional)).En la actua-
lidad, ste ltimo se ha debilitado intelectualmente hasta tal extremo (pese a gozar an de buena
salud acadmica) que el progreso terico ha pasado a depender casi exclusivamente de la contrapo-
sicin entre los puntos de vista alternativos introducidos en la ltima dcada, uno de cuyos ejes
principales es la oposicin entre el funcionalismo y el materialismo histrico.
Pese a que esta contraposicin es radical en muchos aspectos, existe un consenso de base entre
las distintas interpretaciones materialistas de la Prehistoria reciente del Sureste. Este consenso,debe
ser el punto de partida de cualquier nueva aportacin al tema, y estriba en la definicin del proceso

(1) El desarrollo de las teoras sobre la secuencia arqueolgica del Sureste ha sido expuesto en excelente sntesis crticas
(Martnez Navarrete, 1989; Chapman, 1990; Chapman et al, 1987; Gilman, 1989), a las que nos remitimos.
(2) Siguiendo a Chapman (1990: 141; vid. tambin Chapman et al 1987) se han publicado cinco modelos tericos que
responden a estas caractersticas: los de Chapman (1978, 1982) Gilman (1976, 1981, 1989, Gilman y Thornes, 1985a). L d (1983,
1984), Mathers (1984, 1986b) y Ramos MiIln (1981).