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ETICA, CIENCIA Y PROGRESO

¿LA EUGENESIA COMO PANACEA?1

POR

JOSE LUIS BETHANCOURT

Alumno ingresante 2010

1
Este trabajo fue realizado en el marco del Taller de Investigación dirigido por el
Lic. Flabián Nievas correspondiente al Trayecto de Formación Docente, Profesorado
en Letras del Instituto de Educación Superior Nro. 1 “Alicia Moreau de Justo”
dependiente del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires en el primer cuatrimestre del ciclo lectivo 2010.

1
INTRODUCCION

El contenido del presente texto es el resultado de haber asistido al Taller de


Investigación dentro de la cursada para el Profesorado de Letras del I.E.S Nro. 1.

A partir de la lectura del libro “Las políticas del cuerpo” compilado por Gustavo Vallejos
y Marisa Miranda (Buenos Aires, Siglo XXI, 2007) tuve un acercamiento al
conocimiento del término “eugenesia” y el movimiento de ideas que se desarrolló en
todo el mundo a partir de las teorías de sir Francis Galton (1822-1911).

La propuesta del Taller era realizar una investigación sobre alguna arista de la
eugenesia, considerando las implicancias éticas, sociales, educativas, políticas y
económicas de este movimiento.

A medida que avanzaba en la lectura del libro citado y consultaba otras obras de
referencia en Bibliotecas e internet, notaba la complejidad de la temática y lo difícil de
realizar un análisis aislado de un solo aspecto.

Durante este proceso, que transcurrió durante tres meses aproximadamente, algunas
noticias emitidas en los medios de comunicación y relacionados tangencialmente con
algunos aspectos de la eugenesia, me ayudó a fijar el objetivo de investigación.

OBJETIVO

Presentar un informe general sobre el pensamiento eugenésico, los cuestionamientos


éticos, su supuesta base científica y su aspecto comercial a partir del desarrollo en el
campo de la biotecnología y las perspectivas futuras.
“Lo mejor de un sexo debería unirse con lo mejor del otro tan a menudo como fuera posible, y lo
inferior con lo inferior lo más raramente posible, y […].deberían criar a los retoños que surjan del
primer tipo de uniones, pero no del otro, si lo que se desea es mantener una comunidad de primer
orden. Sin embargo, estos procedimientos deben ser un secreto que solo conozcan los
gobernantes, o de lo contrario existirá un mayor peligro de […] rebelión”. Platón, La República 2

En busca de un mundo perfecto


Pasaron 2.300 años desde aquellas declaraciones de Platón para que el científico británico sir
Francis Galton (1822-1911) acuñara el término eugenesia en 1883 al definirlo como la “ciencia que trata
de todas las influencias que mejoran las cualidades innatas, o materia prima, de una raza y aquellas que
la pueden desarrollar hasta alcanzar la máxima superioridad”3. Galton argumentaba que si se dedicase a
“la mejora del género humano” una mínima parte del dinero y el empeño que se empleaban en la crianza
de caballos y vacas, se obtendría “una galaxia de genios”4.
Influido por los escritos de su primo Charles Darwin, Galton razonaba que había llegado la hora de
que el ser humano asumiera las riendas de su propia evolución. Durante los primeros decenios del siglo
XX, sus ideas gozaron de gran popularidad entre los políticos, científicos y académicos de Europa y
Estados Unidos. Un estadista escribió: "No es asunto de la sociedad el permitir a los degenerados
reproducir su clase.... Cualquier grupo de agricultores que permitieran que sus mejores reservas no se
reprodujeran, y dejaran que todo el aumento viniera de la peor reserva, serían tratados como
merecedores de internarlos en un asilo.... Algún día comprenderemos que el deber principal, el deber
ineludible de los buenos ciudadanos del tipo correcto es el de dejar su sangre detrás de él en el mundo;
y no es asunto nuestro el permitir la perpetuación de los ciudadanos del tipo incorrecto. El gran problema
de la civilización es asegurar un aumento relativo de los valiosos comparado con los elementos menos
valiosos o nocivos de la población... El problema no se puede resolver si no damos una consideración
total a la inmensa influencia de la herencia..." 5
En las ferias y exposiciones que se celebraban en Gran Bretaña y Estados Unidos solía
representarse el tema de la herencia genética, y a menudo se utilizaban tableros verticales en los que se
exhibía una serie de cobayos disecados. Su colocación procuraba mostrar cómo se transmitía el color
del pelaje de una generación a otra. El texto adjunto aclaraba el propósito de aquellas exhibiciones. Por
ejemplo, uno de los cuadros decía: “Rasgos humanos impropios como la debilidad mental, epilepsia,
criminalidad, demencia, alcoholismo, pauperismo y muchos más, se dan en linajes familiares y se
heredan de modo idéntico que el color en los cobayos”. Otro tablero planteaba la pregunta: “¿Hasta
cuándo los americanos seremos cuidadosos con la sangre de nuestros cerdos, pollos y ganado vacuno,
y dejaremos, en cambio, la ascendencia de nuestros hijos al azar?”.6
La eugenesia en acción
Pero no quedó todo en la teoría. En Estados Unidos y Europa se esterilizó a decenas de miles de
“indeseables”. Claro, la definición de qué o quien resultaba indeseable dependía a buen grado del criterio
de quienes decidieran imponer la esterilización. En el estado de Misuri (E.U.A.) se propuso una ley para
aplicar la medida a los “culpables de asesinato, violación, asalto en los caminos, hurto de gallinas,
atentado con bomba o robo de automóviles”. En sus tentativas de conseguir una raza superior en una
sola generación, la Alemania nazi fue aún más allá. Tras la esterilización forzosa de 225.000 personas,
procedió a exterminar en aras de la eugenesia a millones de seres: judíos, romaníes (gitanos) y
minusválidos, entre otros “indeseables”.7
2
Aristócles (c 427 a C – 347 a. C.) en La República. Citado en el sitio web del Instituto
Astrofísico de Canarias: http://www.iac.es/galeria/hcastane/cine/Gattaca.htm

3
Galton, F., (1883) Inquiries into human faculty and its development, London: Macmillan. .

4
Galton, F (1884) Hereditary genius, NY, D. Appleton 3

5
Theodore Roosevelt, vigésimo sexto Presidente de los Estados Unidos. Citado en el
sitio web de Organización Paz Digital. http://paz-digital.org/new/content/view/8527/26/

6
¡Despertad!, revista quincenal, 22/09/2000, Vol 81, Nro. 18, página 4. Publicada por
Sociedade Torre de Vigía de Biblias e Tratados, San Pablo, Brasil. Edición en español

7
Ibídem 6, página 6

3
El vocablo eugenesia adquirió tintes siniestros a raíz de las atrocidades cometidas durante la era
nazi, por lo que, al término de esta, muchas personas abrigaban la esperanza de que aquella disciplina
hubiese quedado enterrada junto con los millones de seres asesinados en su nombre.
Pero en los años setenta del siglo XX circularon informes sobre los progresos científicos en un
novedoso campo: la biología molecular. Hubo quienes temieron que tales avances fomentaran el regreso
de las ideas que habían seducido a Europa y Norteamérica en la primera mitad del siglo. Por ejemplo, en
un foro sobre el ADN recombinante celebrado en 1977 por la Academia Nacional de Ciencias de Estados
Unidos, un eminente biólogo hizo la siguiente advertencia a sus colegas: “Estas investigaciones nos
acercarán un paso más a la aplicación de la ingeniería genética a las personas. Ahí es cuando les da por
pensar en cómo hacer que nos pongamos a producir niños con características ideales.[...] La última vez,
los niños ideales eran rubios y tenían ojos azules y genes arios”.8
En la actualidad, muchos considerarían ridículo comparar el desarrollo de la ingeniería genética con
el programa eugenésico hitleriano. Hace sesenta años, el objetivo era satisfacer las exigencias de
pureza racial, mientras que hoy se habla de mejorar la salud y la calidad de vida. A diferencia de la vieja
eugenesia, fundada en la política y alimentada por el fanatismo y el odio, los nuevos avances en la
investigación genética tienen por motor los intereses comerciales y el deseo del consumidor de gozar de
mejor salud.
La transformación social mediante la ciencia
Los que hablan de una eugenesia actual consideran una definición un tanto más amplia que la de
Galton: “toda intervención, individual o colectiva, encaminada a la modificación de las características
genéticas de la descendencia, independientemente de la finalidad, terapéutica o social, que persiga9”. La
intervención sobre las características de la descendencia resulta un paso más con relación a los
problemas de esterilidad, y el carácter eugenésico surge de que está dirigida a atender la ‘calidad’ de la
reproducción.
Hacer un examen genético es un práctica común en la medicina moderna.. En el método más
utilizado, que se remonta a los años sesenta, el médico inserta una aguja en la matriz de la embarazada
para extraer una muestra del líquido amniótico (el fluido que rodea al feto). Esta se somete luego a
análisis para ver si la criatura tiene alguno de los muchos trastornos genéticos existentes, como el
síndrome de Down o la espina bífida. Este procedimiento suele realizarse a partir de las dieciséis
semanas de gestación. Con un método más reciente es posible obtener detalles sobre la constitución
genética del embrión entre seis y diez semanas después de la concepción.
De esta manera, los facultativos pueden detectar muchas anomalías, si bien hoy solo son corregibles
un 15% de ellas. Cuando los resultados de las pruebas revelan un problema genético o son ambiguos,
muchos padres afrontan la angustiosa decisión de abortar o dejar que el niño nazca. El Correo de la
UNESCO hace el siguiente comentario: “Pese a la proliferación de pruebas —todas patentadas y
lucrativas—, la genética no ha logrado hasta la fecha cumplir sus promesas en materia de terapia génica.
A menudo los médicos se encuentran con enfermedades que no saben tratar y presentan el aborto como
tratamiento”.10
Sin embargo es notorio que mucha de la información presentada al público que obtiene información
de los medios masivos de comunicación siempre es presentada con un fuerte tono triunfalista y verosímil
que no deja lugar a duda en la mente de los receptores del mensaje. Pero al igual que otros
descubrimientos y avances en el campo médico u desarrollos científicos muchas veces son legitimados
por quienes poseen un fuerte interés de mantener un poder económico, y para esto se valen de
promover ciertos lineamientos ideológicos enmarcados en lo que denominan “Eugenesia Liberal”.
Bajo este concepto se pretende que las decisiones individuales, tomadas libremente, permitan
determinar algunos rasgos de la descendencia. Hay quienes afirman que sería una irresponsabilidad no
valerse de la tecnología para eliminar los trastornos genéticos. “Al fin y al cabo —razonan—, si no hay

8
Rifkin, Jeremy “El siglo de la Biotecnología. El comercio genético y el nacimiento de un
mundo feliz”, página 185. Editorial Paidós, 04/2009

9
Pereira Martins, Lilian A., Regner, Ana C., y Lorenzano, Pablo (editores), Ciencias
da Vida: Estudos Filosóficos e Históricos, Campinas, Associacao de Filosofía e História da
Ciencia do Cone Sul (AFHIC), 2006

10
El Correo de la Unesco, website;
http://www.unesco.org/courier/1999_09/sp/dossier/intro03.htm

4
nada malo en enviar a nuestro hijo a los mejores médicos y centros educativos, ¿por qué no vamos a
tratar de tener el mejor bebé posible?”.
Pero surgen otras inquietudes. Así, el libro El siglo de la biotecnología contiene este comentario: “Si la
diabetes, la anemia falciforme y el cáncer van a prevenirse mediante la alteración de la constitución
genética de los individuos, ¿por qué no hacer lo propio con otras ‘anomalías’ menos graves: la miopía, la
ceguera al color, la dislexia, la obesidad, la zurdera? En efecto: ¿qué puede impedirle a una sociedad
decidir que cierto color de piel es una anomalía?”.11
Algunas compañías de seguros estarían ansiosas de recabar datos genéticos. ¿Qué ocurriría si en un
análisis prenatal se detectara un factor de riesgo? ¿Presionarían las aseguradoras a la madre para que
abortara? Y si rehusara hacerlo, ¿podrían negarse a darle cobertura?
“Las industrias químicas, farmacéuticas y biotecnológicas compiten a la hora de patentar genes y
organismos, así como métodos para manipularlos. Su motivación principal es, naturalmente, económica:
hacer dinero con la tecnología del futuro. Muchos especialistas en bioética temen que esta situación
degenere en una “eugenesia comercial”, por la que se presione a los padres a elegir niños “aprobados
genéticamente”. Es fácil imaginar que la propaganda cumpliría un papel de primer orden en este
respecto.12”
Mirando los crecientes desarrollos tecnológicos médicos se puede mirar hacia el futuro e imaginarse
otros escenarios. ¿Cabría la posibilidad de que la eugenesia como práctica, aprobada dentro de
sociedades que alaban a la tecnología como su dios, resulte en políticas autoritarias? De ser así el
miedo incitado por un fuerte sistema publicitario podría hacer que gran parte de la población viera factible
o deseable la pérdida de algunos derechos individuales en pos de una sociedad determinada por valores
genéticos.
Por otro lado, no es fácil que se generalice el acceso a las nuevas tecnologías en las regiones más
pobres del planeta, que muchas veces no brindan ni la atención sanitaria más elemental. Y hasta en los
países muy desarrollados, la terapia génica tal vez sea una opción solo para los ricos.
En el caso de Argentina, la eugenesia tuvo permanente interlocución entre la ciencia y la política, que
contribuyó a justificar éticamente políticas eugenésicas en el siglo XX aún perduran. En el pasado
acompañaron corrientes autoritarias, fascistas y hasta nazis, pero en la actualidad están muy ligadas al
darwinismo social, y la competitividad propia de la filosofía del mercado de capitales o capitalismo que
tiene como fin supremo la acumulación de bienes sin importar el costo.
Es en este escenario que toda práctica médica de “eugenesia positiva” encontrará campo fértil para
que sea el mercado quien determine el alcance de los supuestos beneficios de tales prácticas dando
prioridad a las utilidades comerciales.

11
Íbidem 8, página 201

12
Íbidem 6 página 10

5
Bibliografía y fuentes de consulta.

Aristócles ( Platón), “La República”, La repúbllica, Grecia, c 400 de C

Despertad!”, Vol 81, Nro. 18, página 4. Publicada por Sociedade Torre de Vigía de
Biblias e Tratados, San Pablo, Brasil. Edición en español pag. 4-11 , 22/09/2000

Miranda Marisa y Vallejo, Gustavo Las políticas del cuerpo, Buenos Aires, Siglo XXI,
2007

Miranda Marisa y Vallejo, Gustavo Los saberes del poder: Eugenesia y biotipología en
la argentina del siglo XX” en Revista de Indias, 2004, vol. LXIV, núm. 231 Págs. 425-4
4, ISSN: 0034-8341

Pereira Martins, Lilian A., Regner, Ana C., y Lorenzano, Pablo (editores), Ciencias da
Vida: Estudos Filosóficos e Históricos, Campinas, Associacao de Filosofía e História da
Ciencia do Cone Sul (AFHIC), 2006

Puig-Samper, Miguel Angel “Darwinismo y antropología en el siglo XIX “ ,Madrid,

Editorial Akal, 1994

Rifkin, Jeremy “El siglo de la Biotecnología. El comercio genético y el nacimiento de un


mundo feliz”. Buenos Aires, Editorial Paidós, 04/2009

Roosevelt, Theodore, a Charles B. Davenport Papers, Department of Genetics, Cold


Spring Harbor, N.Y (3/01/1913),

Website de Organización Paz Digital http://paz-digital.org/new/content/view/8527/26/

Website de. El Correo de la Unesco,


http://www.unesco.org/courier/1999_09/sp/dossier/intro03.htm

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