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Made in Perú
El sector textil-confecciones se caracteriza por (poner floro de la moda y esas cosas).
Según la OMC, en el año 2008 las exportaciones mundiales de textiles y confecciones sumaron
US$ 612 mil millones lo que equivale al 4% del comercio mundial. China se consolidó como el
principal vendedor con un total de US$ 185 mil millones (un 30% del total) seguido de X (US$ X
mil millones) y X (US$ X mil millones). Por otro lado, el principal importador fue Estados Unidos
que adquirió casi la quinta parte de las compras mundial (17% del total). Por detrás se ubicaron
X (US$ millones) y X (US$ millones). Perú se ubicó en el puesto X del ranking de importadores.
En el Perú
(Porcentaje de exportaciones)
En lo que se refiere a los productos más exportados, destacan los polos de algodón, las
camisas de punto de algodón y las blusas de punto de algodón, con el 26.6%, el 16.4% y el
8.8% del total, respectivamente.
Hoy en día las confecciones y textiles peruanos son reconocidos a nivel mundial por la calidad
tanto de sus acabados como de sus materiales, entre los que destacan nuestros preciados
algodones pima y tangüis, y las fibras de auquénidos. Además, los buenos resultados
alcanzados por las empresas exportadoras han incentivado a otros productores a hacer lo
mismo, con lo que cada año son más los que se animan a exportar. Como se puede apreciar
en el primer gráfico, en el año 2001 exportaban 1,045 empresas, mientras que en el 2006 lo
han hecho 1,928, esto es, 883 empresas más. Asimismo, nuestra oferta se ha ido
diversificando en años recientes, pues cada vez son más las partidas exportadas, así como los
destinos a donde nuestros productos llegan.
Empleo
Por otro lado, según las cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) para
las empresas privadas de 10 y más trabajadores en el Perú urbano, entre diciembre del 2003 y
el mismo mes del 2004, el aumento del empleo en el sector textil y confecciones (11% en Lima
Metropolitana y 12.4% en el resto urbano) fue el principal responsable del incremento en el
empleo industrial (+3.8%), que concentró el 31.5% de trabajadores formales del Perú urbano.
En mayo del 2005, el empleo se vio impulsado sobre todo por la industria (+5.1%), y esta por el
sector textil, confecciones y cuero, cuyo empleo creció en 9% respecto a mayo del 2004. El
MTPE precisa que este último presenta una tendencia claramente ascendente. En cuanto a las
empresas de 100 y más trabajadores en Lima Metropolitana, el cuadro también muestra una
tendencia creciente.
Si algo caracteriza a este sector, es el constante cambio al que tiene que adaptarse. Las
modas van y vienen apresuradamente y el alto grado de competencia propicia continuamente
la innovación y la renovación tecnológica. Ahora se exige simultáneamente diseños
diferenciados, de calidad, pero a buen precio, y disponibles rápidamente. Eso supone todo un
reto para las empresas que quieren aprovechar los beneficios del mercado de la moda; y las
empresas peruanas, si bien ya han demostrado que pueden competir a nivel internacional, no
quieren (ni pueden) quedarse atrás.
Aún así, el 2008 (cuando se alcanzó los US$2,018 millones de exportaciones en este rubro)
seguirá siendo el año referente. (Debemos aproximarnos a alcanzar esta cifra).
Según el Scotiabank, la mayor demanda internacional de estos productos llegará a partir del
segundo trimestre del año, cuando Estados Unidos solicite ropa para su temporada primavera-
verano; ello, también acompañado de la lenta recuperación de la económica mundial.
Los textileros peruanos ya buscan nuevos panoramas para sus productos. Uno de los
principales compradores en el bloque, Venezuela, no ofrece un buen escenario para la compra,
a la luz de sus políticas monetarias y su salida de la Comunidad Andina de Naciones Andinas,
con el consecuente fin de los beneficios arancelarios para 2011.
El alza de los precios internacionales del algodón y la reducción de las áreas sembradas en la
campaña 2009-2010 (que infló el precio local en un 30%) son otros de los factores que deberán
asumir en sus finanzas estas empresas.
Entre los principales riesgos, está la importación de hilados hindúes de algodón a precios con
los que no puede competir la industria nacional, con la consecuente amenaza a su
permanencia en el mercado y a la producción de algodón.