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Ivreopuccioy Entrevista con Lawrence Grossberg. Reflexiones personales sobre la politica y la practica de los Estudios Culturales Lawrence Grossberg, uno de los mayores exponentes del proyecto de los Estudios Culturales en la actualidad, e3 cate- dritico de estudios de la comunicacién y catedratico adjunto distinguido con la mencién Morris Davis de estudios norte- americanos, antropologia y geografia de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill. Ademis de contar con mds de cien articulos y ensayos pub- licados, es también autor y editor de numerosos libros, entre Jos que destacan It's a Sin: Essays on Postmodernism, Poli- tics and Culture (1988), We Gotta Get Out Of This Place: Popular Conservatism and Postmodern Culture (1992), Dancing in Spite of Myself Essays in Popular Culture (1997); Caught in the Crossfire: Kids, Politics and Amer- ica’s Future (2005), asi como, We all want to change the world: The intellectual labor of cultural studies, de proxima publicacién (2010). El Dr. Grossberg también es co-editor (junto con Della Pol- lock) de la revista Cultural Studies, una de las publicaciones académicas mAs antignas y respetadas de su campo, asi como uno de los fundadores de la préspera ¢ influyente Asociacién de Estudios Culturales (AES), de alcance intemacional. 18 Estudios Culturates Profesor, como ya sabré, esta entrevista se va a publicar en ‘un libro que compendia algunos de sus articulos mds significativos traducidos al espafiol. Dado que se trataré del primer libro publicado en Espana sobre usted, sobre su trabajo como académico ¢ investigador, y sobre el pa~ ‘pel que ha tenido en promover y fomentar los Estudios Culturales como un tipo de andilisis caracteristico y dis- into por todo el mundo, me preguntaba si le importaria empezar nuestro “didlogo” con unas cuantas cuestiones tn tanto “mundanas” y, a partir de ahi, continuar con temas y aspectos mas complejos de su trabajo. LG: Por supuesto... 1) A modo de introduccién y de presentacién, me he permitido fescoger un aspecto de su vida que pienso puede resultar un tanto incomprensible para aquellos que se acercan ipor primera vez a usted y a su trabajo y tratan de situar- To dentro del campo de los Estudios Culturales. {Como es que un universitario norteamericano de Historia y Filosofia acaba eligiendo, de entre todas, la universidad ide Birmingham para seguir con sus estudios a finales de los sesenta? - Una pregunta muy interesante, Quizas no resulte tan ex- ene parece a primera vista, Después de todo, mi trabajo sabre la historia se centraba principalmente en la historia intelectual y cultural. Tuve la oportunidad de trabajar con personalidades como Hayden White, Nor- man 0. Brown y Loren Baritz, Recuerdo una clase (con Baritz) sobre Marilyn Monroe jcomo icono cultural! ‘Aunque entonces yo no era consciente de ello, habia jsistido a mi primera clase de Estudios Culturales antes de que nadie en Estados Unidos hubiera oido hablar de ello. Todas estas personas (y algunas otras) me anima- fon a seguir esforzindome en compendiar lo que boy Genominariamos teorfa (aunque yo entonces Io consi- tt tl Lawrence Grosse 19 deraba simplemente como filosofia junto con teoria so- cial) con mis propios intereses sobre lo que entonces estaba ocurriendo en Estados Unidos, y con mi propia participacién en la contracultura. Gracias a ello pude escribir una tesis cum laude jsobre missica, politica y cultura juvenit! Pero lo que realmente responderia a su pregunta tiene que ver con la manera con que nuestras vidas a menu- do estin determinadas por la contingencia: Resulta que Richard Hoggart, el fundador del Centro de Estudios Culturales Contemporineos (Centre for Contemporary Cultural Studies, CCCS) en Birmingham, habia pasado un afio en calidad de profesor visitante en mi univer- sidad, antes de que yo estuviese alli, y en ese tiempo entablé amistad con algunos de mis profesores, por eso ellos estaban entre los pocos académicos que conocian el CCS. Ahora acuérdese del afio de mi graduacién: 1968, Eran tiempos revueltos y, dadas mis actividades politicas y a realidad de la amada a alistamiento mi- litar, parecia razonable que abandonara el pais durante una temporada. Afortunadamente, habia conseguido una beca Wilson para pagar la carrera. Mis profesores me invitaron a utilizar la beca para ir al Centro, donde me aseguraron que podria profundizar sobre mis inte- reses académicos y encontrarfa apoyo en cuestiones politicas y, mientras tanto, conseguiria pasar desaper- cibido 2) En las antologias intelectuales y culturales de este campo de estudio, los origenes de su considerable contribucion al proyecto de los Estudios Culturales se suele remon- tar a la educacién politica, metodoldgica y tebrica que recibié en la facultad de Birmingham, sin embargo, sus dias como estudiante universitario en el Centro de Es- tudios Culturales Contemporcineos fueron bastante cor- tos, {no es asi? {Qué es lo que pasé? 20 Estudios Culturales LG: No logré pasar desapercibido. Me impliqué en una huel- ‘ga cstudiantil en Birmingham, lo que Tlamé la atencién de las autoridades -se me deseribié como un agitador extranjero. Ademés, en esa época entré en contacto con lun grupo de teatro politizado y contracultural que me invit6 a ir con ellos al continente. Recuerdo pasar una tarde estupenda bebiendo whiskey con Richard Hoggart, quien me ayud6 a enfrentarme a mis miedos y decidirme ‘a.acompafar al grupo. Asi que, en ese momento me pare- ‘ci6 que lo mas sensato seria dejar el pais cuanto antes. Dicho esto, permitame aclarar algo sobre mi carrera pro- fesional, que he llegado a comprender no hace mucho. No ereo que sea justo (para Richard Hoggart, Stuart Hall y ottos profesores que contribuyeron 2 mi educacién en el Centro) decir que mis posiciones “politicas, metodologi- ‘cas y te6rices” se formaron fundamentalmente alli. Mis ideas politicas, bueno, ya me venian de familia y de mi participacién en la nueva izquierda y en la contracultura Ge Estados Unidos. No ereo que nunca llegasemos a un consenso sobre las practicas metodolégicas mientras estuve alli, con excepcién de la importancia y aparente imposibilidad de un trabajo radicalmente intertextual. Y, respecto a la teorfa, bien, fue como minimo ecléctica, € incluso caética, durante mi breve estancia alli, aunque sf que me abrié los ojos 2 conjuntos enteros de obras (la fenomenologia, el marxismo continental, etc.), con las que entonces solo estaba ligeramente femiliarizado. Sin embargo, mi propia trayectoria teérica difirié bastante de la que imperaba en el Centro, en parte, precisamente, porque me marché; por ejemplo, Althusser no me lleg6 a influir tanto, y practicamente dejé de lado el movimiento post-estructuralista (de Derrida, etc.) para acercarme en su lugar a Heidegger y, mas adelante, pasar directamente a Foucault y a Deleuze Lo que si que saqué de mi época en el Centro, y por lo que le estoy enteramente agradecido, es ese sentido de Lawnence Grosspexe 2 proyecto de los Estudios Culturales, como otra manera de-dedicarse al trabajo intelectual, coma otro modo de der un intelectual politico. Quizas sea por eso por lo que escribo tanto sobre la especificidad del proyecto de fos Estudios Culturales y estoy tan extremadamente com- prometido con ello. 3) Aun asi, me parece que si que se quedé en Europa, como ‘miembro de una compakia teatral francesa (zde habla francesa también?) que obtuvo bastante fama en varios paises. Cuando estuvieron de gira, :vinieron alguna vez @ Espaa para actuar? De ser asi, zcudles fueron sus impresiones y experiencias de la Espaka franquista? LG: En realidad era un grupo de teatro suizo de habla fran- cesa, Les Tréteaux Libres, pero llex6 a incluir con los afios a gente de distintos paises y lenguas. Era una “co- muna teatral anarquista itinerante”. Como compafiia, actudbamos siguiendo e! modelo del grupo Americano- en-el-exilio, el Living Theatre, y algunos de los miem- bros de Tréteaux trabajaron con Julian Beck y Judith Molina, y mantuvieron su amistad. Las actuaciones se basaban esencialmente en la improvisacién (alrededor de un esqueleto estructural) y eran muy corpéreas (con escasez de palabras); intentabamos que la gente tomase conciencia politica, no sélo socialmente sino también en sentido cotidiano, referente a sus habitos y relaciones del cada dia, y esto -como si de una revolucién se tratase— se suponia que debia comenzar de manera sencilla, en el teatro, ya que animébamos a la gente a que participase también en el escenario, Aunque habia dos “lideres”, casi todo lo Hevabamos a cabo de manera colaborativa y democratica, incluyendo las decisiones sobre aquello contra lo que ibamos a hacer ‘campaia, el trabajo de investigacién y de escritura de las ‘obras, la puesta en escena y los asuntos concernientes 2 Estudios Culturales a nuestras necesidades cotidianas. Juntos viajamos por toda Europa, actuando en lugares muy baratos (centros juveniles, hoteles, iglesias, etc.) para distintos tipos de publico y con éxito variable. Aprendi a hablar francés, aunque una version muy “callejera” del idioma (nunca fui consciente que habia una gran diferencia entre el francés formal y el informal, lo cual me resulté bastante embarazoso cuando trabajé con Paul Ricoeur). Con- segui chapurrear unas cuantas frases en muchos idiomas mientras actudbamos y viajébamos. Aprendi a vivir al margen de las normas de consumo y confort de la clase ‘media, eunque en muy contadas ocasiones vivimos en la pobreza y, por supuesto, siempre supe que aquello iba 2 ser temporal (quizds eso fuera uno de los limites de mi experiencia). Como ya he dicho, se trataba de una comunidad, una comuna, al menos en principio, asi que ‘compartiamos el trabajo y las responsabilidades. Todo el tiempo que permaneci en el grupo, hice todo cuanto es- tuvo en mi mano por ayudar con Ia investigacién de una de las obras, Romeo y Julieta, leyendo textos de Wilhem Reich, el Yoga téntrico, y guizis también contribui un poco a la redaccién, puesta en escena y representacion ve varias de nuestras producciones, asi como a trans- portar y montar el equipo, como conductor, cocinero, Fic. Todos haciamos ese tipo de tareas todo el tiempo. 0 finalmente se separd, al menos por una tempo- fade dexpues de que gandsemos el festivai de teatro de ‘Avignon un afio, y nos tuvimos que enfrentar a ese tipo de toma de decisiones que a menudo dividen los proyec tos motivados politicamente (el éxito econémico versus Ja pureza politica), Creo que el grupo se rehizo més tarde y,de vez en cuando, oigo hablar de alguno de sus miem= bros, incluso de aquellos que se unieron a la compafiia después de que yo la abandonara. ‘Como he dicho, viajé por toda Europa con Tréteawx en 1969 y 1970, y si que intentamos ir a Espafia. Incluso rr eh Lawrence Gaossnere 2B creo recordar que teniamos apalabradas algunas repre- sentaciones, pero cuando Ilegamos a a frontera no hubo ‘manera de que la policia de la frontera dejase entrar dos furgonetas cargadas de hippies comunistas anarquis- tas... asi que no, nunca llegué a estar en Espafia 4) Después de dos aos, volvié a Estados Unidos y decidié es- cribir una tesis doctoral sobre la comunicacién del dis- curso en la Universidad de Iitinois -un tremendo salto intelectual, ;no? Echando la vista atrds, ceudl diria que fue la experiencia mas importante como universi- tario que le ayudo a tomar esta decision y, por tanto, su trayectoria intelectual y profesional: sus estudios en 1a Facultad de Historia y Filosofia, sus estudios en el Centro de Estudios Culturales Contempordneos de Bir- mingham, o su aventura teatral? LG: Mi tesis no se sitta exactamente en el campo de la Co- municacién del Discurso, sino en lo que en la Universi- dad de Mlinois se denominaba “Investigacién sobre las Comunicaciones”. Esta linea de investigacién no perte- necia al departamento de la Comunicacién del Discurso (que més adelante me contrat6) sino al Instituto de In- vestigacion sobre las Comunicaciones, que fue pionero cn institucionalizar de manera interdisciplinar el concep- to de comunicacién en Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. Esto puede seguir pareciendo un gran salto en mi carrera, como usted ha dicho, pero en rea- lidad no fui a Illinois con Ia intencién de escribir una tesis doctoral sobre comunicacién, sino para trabajar con James Carey, quien resulté ser el director del Instituto en aquella época (algo de lo que me enteré después de Ucgar aesta universidad), Fui a trabajar con él porque asi me lo recomendé Stuart Hall. Recuerdo que cuando de- cidi retomar mis estudios universitarios, llamé a Stuart para preguntarle quign estaba relacionado con Ios Estu- dios Culturales en Estados Unidos, y me contesté que 1a, 24 Estudios Culturales tinica persona cuyo trabajo parecfa ir en esa direccién era Jim. Asi que alli me presenté. Realic¢ la solicitud un poco tarde, pero Jim era una persona estupenda y amabi- lisima, ademas de estar entusiasmado con la idea de que yo hubiese estado un tiempo en Birmingham y hubiera tenido acceso a todo tipo de publicaciones de las que all{ se estaban escribiendo, ‘Me pregunta cuales fueron los factores determinantes que dieron forma a mi trayectoria intelectual y carrera profesional. La respuesta adecuada seria que todos. Creo fervientemente en la complejidad y en la determinacién por varias causas. En la carrera desarrollé mi amor por ta filosofia y mi interés por la relacién de ésta con la cultura y la politica fue tomando forma -en parte también por mi particigacién en la contracultura, La época que pasé en Birmingham definid, como ya he comentado antes, el proyecto que ha motivado enteramente mi vida profe- sional -es decir, un modo especial de ser un intelectual que se dedica a! trabajo politico intelectual. Finalmente, mi experiencia en la compafiia teatrat me enseiié cémo actuar. He tenido mucha suerte en poder contar con mo- delos de persona exiraordinarias, no sélo intelectuales,, sino también profesores y comunicadores pitblicos ~aqui mencionaria especialmente a Stuart y a Jim. Ambos son (Jim fallecié hace unos aftos) oradores natos, capaces de articular sus ideas y argumentos con pasién, incluso en ‘aquellas ocasiones en las que el puiblico puede ser reacio a escuchar lo que estan diciendo. El Tréteaux Libres me ayud6 a desarrollar mi propic estilo, asi como mi prime- a exposicin real ante el mundo -ante una multiplicidad de gentes y de culturas que nunca habria conocido en Estados Unidos. Asi pues, todas estas experiencias fueron importantes en mi vida, y cada una sin excepcidn me ayudé a ser quien soy ahora. En cierto sentido, fueron ¢l resultado de la serendipia, Hasta mi decisién de ira Rochester se basaba Lawnence Grosses 25 en el supuesto de que iba a especializarme en genética bioguimica, fo cual hice por un tiempo hasta que me di cuenta de que no me gustaban los profesores, y que los que realmente me apasionaban eran los de historia y filo- sofia, El azar y su profundo impacto, (Esta es, por cierto, una de las leceiones que creo que Foucault nos intents ensefiar, volviendo a mi amor por la teoria). 5) Una vez “establecido” como Catedrético de Estudios de Comunicacién en Chapel Hill, Carolina del Norte, fue 0 ha sido alguna vez su “vena” de Estudios Cultura- les un problema controvertido o ha supuesto un desafio para su vida profesional? LG: Mi primer trabajo como docente, que sélo duré un afio, fue en la Universidad de Purdue, en Indiana. La expe. Tiencia no me resu{t6 para nada gratificante, y alli a nadie Je interesaba mi trabajo. Asi que volvj a Illinois donde me contrataron en el departamento de Comunicacién del Discurso, Quizds, antes de continuar, deberia volver atrés por un momento. Cuando fui a Birmingham, una de las cosas que tuve que hacer fue escribir un prayecto de investigacién personal, y decidf que continuaria con el trabajo que habia empezado como estudiante universi- tarioSobre rmisica popular. Quiero aclarar que'no estaba interesado en la misica popular en si, sino en Ia contra- cultura y en la politica; estaba convencido de que, de un modo w otto, la misica resultaba clave para desentrafiar -y entender la politica de la contracultura: Por eso, en Ili- nois, segui trabajando en aquello que me interesaba, Me defini y me presenté como investigador en tres campos: la filosofia (fui una de fas personas que crearon lo que Se vino a llamar filosofia de la comunicacién); los Estu- dios Culturafes (aunque casi nadie fuera de Illinois habia ofdo hablar de ello); y la musica popular (concretamente <1 rock and roll), y creo que también fui de los pocos ‘que contribuyeron a que mas adelante se estableciera la Oe 26 Estudios Culturales idea de los estudios de mésica popular como campo de investigacion legitimo; aunque, como ya he dicho antes, nunca estuve interesado en estudiar la misica popular cn si. La verdad es que todos mis profesores —con la ex- cepeién de Jim Carey pensaban que yo estaba loco & intentaron disuadirme. Me decian que nunca encontraria trabajo. En aquella época ninguno de estos campos tenia legitimidad ni estaba reconocido oficialmente, Lo que me encontré en gran medida en Ja universidad en gene- ral y en la disciplina de los estudios de la comunicacién cn particular, fue mucha hostilidad —hostilidad contra e} proyecto politico e interdisciplinar de los Estudios Cul- turales, contra la teoria per se y, sobre todo, contra la idea de tomar en serio la cultura popular, especialmente el rock and roli, Sin embargo, tuve la suerte de contar con unos pocos aliados no tenian por qué ser personas que estaban ha~ ciendo o querian hacer algo similar, pero reconocian que Ja propia fuerza de los estudios sobre la comunicacién consistia en abrirse a miltiples planteamientos y pers- pectivas. Creo que mis tres focos de atencién ahora si que se han convertido en lineas académicas poderosas y legitimas. Dicho esto, siempre ha habido y, sin duda siempre habré, cierta hostilidad contra cada tina de elas, aunque pienso que tanto la teoria como la cultura po- pular si que se han establecido, si bien no siempre me gusta la manera con la que se han llevado a cabo. Los Estudios Culturales representan otra cosa totalmente distinta, Gozan de un gran éxito en algunos sitios y dis- ciplinas pero, al mismo tiempo, existen fuerzas que se alzan contra éstos; a veces me pregunto cual ha sido el precio de su éxito, puesto que realmente no reconozco que sean Estudios Culturales mucho de lo que se hace’ pasar por ello en Estados Unios, Con Irécuencia no sé exactamente qué es lo que la gente quiere decir cuando se refiere a los Estudios Culturales, bien sean seguido- LG: LAWRENCE Grossnens 7 Tes 0 enemigos. Ademés, hoy en dia es cierto que existe luna reaccién contra el proyecto interdisciplinar de los Estudios Culturales, asi como un esfuerzo por parte de la administraci6n “neo-liberal” para reconstituir la univer- sidad de manera que se deje muy poco 0 ningtin espacio aesta clase de proyectos. ae Puede que ya sepa lo que le voy a comtar, pero cuando me contrataron en Carolina del Norte, fue en parte para ayudar a crear un programa formal de Estudios Cultura, les, que ha tenido mucho éxito durante casi quince atos, y ha gozado de muy buena reputacién internacional, Sin embargo, ahora se ha cancelado por un gerente que se pone, no sélo a la interdisciplinaridad en general, sino tambien a los Estudios Culturales en particular, Es mds, Como vivimos malos tiempos para la economia, esto se Usa como excusa, de modo que no hay cabida para re- + clamaciones. 6) Siempre se ha considerado que los Estudios Culturales son un campo de debate intelectual especialmente diverso (y 4 menudo objeto de virulentos ataques). Dado lo funda. mental que ha resultado su trabajo para establecer los Estudios Culturales en Estados Unidos, épodria hablar. nos un poco de sus opiniones y/o sw posicion acerca de e808 comentarios, a veces despectivas sobre la “ameri. canizacién” de los Estudios Culturales? Querria empezar por decir algo, que ya he comentado en muchas ocasiones, sobre la naturaleza diversa de los Estudios Culturales. Siempre tte creido en da distincién fae hate Raymond Williams entre el proyecto y sus {reaciones. Pienso que existe tin proyecto comin den. {10 de tos Estudios Culturales -eso es lo que aprendi en Birmingham, No obstante, precisamente porque parte de dicho proyecto implica un compromiso con la con. textualizacién, ios Estudios Culturales pueden tomar 28 Estudios Culurales diversas formas ~tedricas, metodolégicas y politicas— conforme traten de dar sentido y responder a contextos y cuestiones diferentes. Incluso dentro de cualquier con- texto, probablemente hay muchas formaciones posibles que se pueden construir para dar respuesta a distintos planteamientos, maneras diferentes dentro de cada con- texto. Asi que hay que tener especial cuidado al tratar de definir el contenido de los Estudios Culturales, que a menudo acaba re-escribiendo 10 que mi amigo John Clarke denomina “la diversidad triunfadora’” Por otto lado, pienso que es importante todo aquello que los Estudios Culturales representan ex cada contexto, que no puede ser cualquier cosa/Actualmente se pueden. hacer tres gistinciones en lo que ha sucedido en Estados Unidos: La primera es que los Estudios Culturales se han convertido en un término genérico para cualquier inves- tigacién politica o econémica sobre 1a cultura o, inclu- so, de mado més amplio, para cualquiera que estudie la cultura (por eso algunos también lo usan para referirse a aigin aspecto de los estudios departamentales o para los estudios interculturales). En segundo lugar, los Estudios Culturales se han quedado atrapados en la politica de las disciplinas del mundo universitario estadounidense. No hay més que recordar lo amplio que resulta ser el siste- ma de la educacién superior (y todo ¢! dinero inve: do, incluyendo los libros de texto). Algunas disciplinas, como Ja “literatura” y fa antropofogia, son muy grandes y poderosas; otras, como la comunicacién, son relativa- mente pequefias y débiles. De ahi que muchos profeso- res académicos de literatura aleguen con frecuencia ser elios fos que han descubierto o inventado los Estudios Culturales; sin embargo muchos, incluso aquellos que dicen practicarlos, estin muy poco familiarizados con mi trabajo o con el material de Estados Unidos que yo ci- taria. A menudo, en estos sitios, os Estudios Culturales simplemente significan “alta teoria”, 0 quizas métodos LawRENCE Grosssexa 29 ‘ettograticos (sobre todo cuando se refieren a pr Soba auidiencia), 0, a veces, el estudio de la cultura popular en si ~como si por el mero hecho de estudiar un aspecto de la culture popular 0 de ia vida cotidiana como si Se tratase de un texto con su propia politica inscrita fuese suficiente para hacer Estudios Culturales. No voy a negat que no haya personas en el campo de los estudiog Iiteraries estadounidense que utilicen el proyecto de los Estudios Culturales como yo lo hago, pero, con frecuen. cia, la politica que siguen'es enteramente textual bien sea discursiva 0 ideolégica. La tercera situacién relacionada con la “americaniza- clon” de tos Estudios Culturales contempla la emergen- cia de un tipo dé popiilismo cultural wsociado directa. con el trabajo de John Fiske, un académico britd- jue pas6 una larga temporada en Australia antes de venir @ Estados Unidos (y recientemente, Henry Jenkins ete.) £4 nogién saponin 2 Fe usa aqui normalinente para describir a los amaHisTSS que tienden a celebrar el m0 y/0 Te 3 ‘como formas de resisten- “ia, Y que menosprecian el elitismo de cierto tipo de cri- {ica y modos culturaies coneretos. A menudo, dichas ar- uinentos se esgrimian contra aquellos que forman parte de la izquierda més conservadora, quienes no lograban Teconocer las consecuencias de los cambios en las re- lactones sociales y culturales para las técticas politicas. EI trabajo de Fiske, y mucho de lo que é1 inspiré, llevé esta posicign al extremo, aunque en este trabajo se puede apreciar en su totalidad e) argumento apropiado sobre lo ue las personas hacen con los recursos que se le ofrecen bara vivir lo mejor posible, que no son simples titeres o Tmarionetas de las clases dirigentes 0 bienes de consumo capitalisiys; coin SiT& politica siempre se pudiese cono- er atites de cualquier investigacign ero, al final, Fiske cayé en la misma trampa, al asumir que las bases del Optimismo estaban presentes y activas siempre. Ss —CiCCitCCtéCidéCCC(Cé(tCié#4w4...... =... 30 Estudios Culturales Ahora resulta facil criticar ese trabajo porque fueron de- masiado lejos y ademds acabaron desautorizando su pro- pia asercién de ser contextualmente relevantes-Querria afiadir que, en determinados momentos y contextos, el argumento del populismo resulta absolutamente necesa- rio, no como conclusién sino como la base de un posibte trabajo politico futuro, pero repito, sélo en ciertos con- textos y condiciones Sin embargo, también creo que representa una medida de oposicién a los Estudios Culturales (asf como hasta donde ha caido la intelectualidad de izquierdas, de modo gue el trabajo cada vez mas se hace slo para destruir cualquier tipo de colaborador 0 aliado potencial), que sus criticas ~contra la americanizacién de los Estudios, Culturales-toman estos ejemplos, en cierto modo, como algo representativo. No dejara de sorprenderme el nt mero de personas que atacan textos un tanto marginales de Estudios Culturales —por supuesto, no me refiero 2 personas como Stuart Hall, o John Clarke, 0 a veces La- ry Grossberg, ctc., cuyo trabajo permanece en la linea politica, quieres se toman en serio la economia, y no su- cumben ante la seduecién de la alta teoria, etc. Creo que si alguien pretende atacar una posicidn, tiene que elegir a Jos mejores ejemplares, no a los peotes. Pienso que, probablemente, la mayor parte de todo lo que se produce en cualquier campo, disciplina, 0 paradigma, puede ser facilmente criticable. El verdadero desafio consiste en \\ elegir lo mejor de ese trabajo y entrar en conversacion con ello. Por eso opino que los Estudios Culturales en Estados Unidos son decepcionantes, zo tienem problemas? Bue~ no, Jo gue eréo es que gran parte de lo que se escribe bajo esa etiqueta tiene muy poco que ver con el proyecto de los Estudios Culturales, y-que-existe-urar grm-canti- dad de trabajo relevante que deberia estar reconocido, aungue no siempre sea visible, ni se lleve a cabo por es- Lawrence Grossaero 31 trellas académicas, ni tampoco se practique en aquellas disciplinas que si son visibles, por la razén que sea. 7) Como ya se imagina, para cualquiera que empiece a descu brir ahora en qué consiste esta controvertida expresion de “los Estudios Culturales”, el hecho de encontrarse con un remolino de distintas tendencias, versiones, mo. vimientos y revisiones puede resultar un poco desalen. tador, jpor no decir directamente desmoralizante! En base a esto, me preguntaba si podria prescribir un modo atractivo de entrar en contacto con los Estudios Cultu. rrales, en forma de unos cuantos puntos fundamentales sobre lo que supone ser un practicante de este proves. 10, asi como los prerrequisitos necesarios para levar a cabo este tipo de empresa LG: Seguramente esta va a ser la pregunta més dificil de todas, precisamente porque ya la he contestado muchas veces, en un volumen bastante considerable de mi tra. bajo. He escrito probablemente cientos de paginas so- bre esta cuestién, gy ahora me pide que lo haga en tan solo unos pérrafos? Aun asi, lo intentaré. Cuando fu} al Centro de Estudios Culturales Contemporaneos en 1968, me encontré con algo que no estabe buscando. {Me encontré con gente -¥ com urrproyecto~ que, bien {de manera consciente 0 inconsciente, trataban de dar con una manera diferente de ser académico, de unir la politica, la teoria y la investigacién empirica con el ob- Jetivo de producir un conocimmiento itil y que resultase distinto de fa practica intelectual-Me encontré con una ‘coleccién-de gentes un tanto extrafia, cuyos variados intereses atin eran més extravagantes, quienes sabian que de algiin modo no perteneciaa a! ambito universi- lario y que, no obstante, también sabian que la univer. Sidad era el lugar donde tenian que estar. Stiintencién ‘ho era crear un nluevo"model6 Universal, sino simple- “mente un modo de dat respuesta 2 determinados tipos lis 32 Estudios Culturates de cuestiones que tes conducia, en primer lugar, al ém- bito académico, ya que eran preguntas que anclaban su existencia en la universidad, dentro de sus vidas y luchas cotidianas. La universidad organiza el conocimiento ~sus objetos y las cuestiones que se pueden plantear- en disciplinas, construidas a partir de murallas que, como todos los aca- démicos sabemos, hacen muy dificil, si no imposible, combinar objetos con cuestiones, Los Estudios Cultu- rales estén comprometidos con la interdisciplinaridad ~ referida no sélo a reunir disciplinas, sino a operar en el espacio existente entre las mismas, Después de todo, las Preguntas deberian estar determinadas por el mundo ep ‘el que vivitnos, ¥-no por las discinlinas™ ‘Ademés, la gente del Centro también entendia que las cuestiones que el mundo nos plantea na se refieren a ob- jetos especificos sino a cOmo estos existen y su funcién dentro de contextos mas amplios de la vida cotidiana y de la historia. Esto implica algo de gran relevancia: mientras las disciplinas constrayen abjetos artficiaies a partir de la segregacién de elementos del mundo social que aislan de cualquier tipo de relacién, el “objeto” que concieme a los Estudios Culturales es el Contexto de la vida social en’si, un contexto que sélo se puede enten der como conjunto de relaciones entrelazadas. ;Tenemos que encontrar teorias de relacionalidad! En segundo lugar, 1a _universidad (especialmente en aguella época) devaluaba ia cultura, colocéndola en un pedestal si se consideraba arte, o relegandola como algo totalmente utilitario, como destreza del lenguaje, y, por tanto, alejndola de las humanidades, El proyecto de los Estudios Culturales reconacia, aunque sin llegar a teo- rizar sobre ello, 12 ubiquidad y el poder de la cultura a/ través de la totalidad del campo social. Asimismo, en el ‘mundo contemporsneo, la cultura parecia haber adqui- LawnEnce Grosser 33 ido el papel de agente principal de la transformacién social. jEsto es lo que teniamos que entender! En tercer Ingar, las normas académicas de Ja universidad definen la produccién de conocimiento como una dad de simplificacién; de abi la nevesidad de las discipli- nas. En este sentida,’los modos tipicos de conoci Sentan 4ffid_especie de reduccionismo A través del Ga Ja complejidad de lo real se reduce af servicio de reglas disciplinares de explicacién: Los Estadios Cul- turales eligen abrazar la complejidad y arguyen que es imposible comprender lz hurianidad si no es a través del trazado de mapas de la multiplicidad de relaciones que constituyen cualquier contexto y evento dentro del mis. mo. En consecuencig én lugar de buscar la respuesta 0 ensar de manera disyuntiva (es ero 4), los Estudios Cul turales reflexionan de manera conjuntiva (es ay by...), En cuarto lugar, la universidad requiere que el conoci- miento se divorcie de cuestiones de poder y de politica Los intelecmuales jévenes def Centro entendian, incuso antes de haber leido « Foucault, que esto no sélo no era posible sino tampoco deseable. Si las ideas importan, | saber es parte vital de cualquier esfuerzo por cambiar el mundo, por ello, la tarea det intelectual, como dijo Gramsci, consiste en saber més que la otra parte, y asi relatar historias’ mas completas sobre el presente para que la gente pueda visionar otros futuros, asf como for- Inular estrategias m45 efectivas para Tiacérios realidad, Aiin més problematico resulta que las normas académi. cas demanden una separacién radical de la pasion y del conocimiento, pero {cémo puede alguien a quien le im- Porta lo que pase en el mundo y el papel que desempeiia el conocimiento para dar forma a ese mundo, dejar de lado su pasion? En guinto lugar, la universidad parece abanderar una vi- 6i6n destructiva y competitiva de la produccién del co- 34 Estudios Culturales Lanence Grossaeec 35 ad y el valor de las.» Estudios Culturales argumentan que fa eleccion entre lo ideas de cada cual S610 Ne pucde cstablecer con la de- universal y lo particular se basa en el apoyo dea peréea) molicién, a través de la una critica continua e insaciable, aeadémea" uno puede descansar tranguilo, teniendo } © del trabajo de los demas: En vez de percibir el trabajo / Sekitidad de que su teoria y/o su politica puede propor. intelectual como conversacién y colaboracién, como un ( ionar as respuesta, sin la Isbor auténtica de entablar / rtido, fa universidad To convierte en una vn didlogo entre Ia woria, la politica y el mundoES por | Earera donde todos compiten contra todos. El resultado olf que Tos Estudios Culturales rechazan asociarse a gas es que cada uno tenemos que pensar en nuestro propio teoria. Buscan_las teorias que offezcan, respuestas mis trabajo eo términos de abjetivs imposibles, porque hay adecuadas a las cuestiones planteadas por el mundo; no heeunia srse de todos aquellos que van a atacarte —por podemos dar por hecho que Marx, o Gramsci, o Foucault, que eee ue producir un trabajo que no se pue- Wotros, resulten itiles de manera universal; ellos definen, da erllicar, gue sea perfecto y completo. Los Estudios las herramientas que pueden funcionar o no en espacien| beiabey shel Centra trataban de leet todo tipo de tra- problematicos especificos, en palabras de David Scott i ajo antablendo canversacin con ello, y asi reconocer Igualmente, los Estudios Culturales aseveran que no se ue manteniendo un dialog continuo y constrayendo uede saber con antelacién lo que va a ocurtir con las ** abu- ridos ¢ inatiles, por qué el hecho de tener tan pocas co- sas que contar nos hace reducir el movimiento en casi todo el mundo (y ciertamente en mi propio pais) dentro de direcciones que se basaban en valores y visiones a las que nos oponemos. También es mi libro mas optimista porque todavia creo que las ideas tienen una gran rele vancia a la hora de esforzarse por cambiar el mundo y Jos Estudios Culturales pueden contribuir enormemente allo, Pensé en escribir una introduccién a los Estudios Cultu- sales, pero me di cuenta de que ta propia naturaleza de! proyecto hacia de la nocién tradicional de una introduc- cién algo erréneo. Este libro se puede considerar como ama “anii-introduccién”,’ya que no presenta T que fos (Estudios Culturates Ran sido sino en lo que se tienen que conyertir, Bs uma ifitroduccion a “la futura evolucion de Jos Estudios Culturales”. En el libro se argumenta que la razén por la que las his torias que los intelectuales progresistas han estado con- tando durante décadas no parecen haber funcionado se remonta a.Jos habitos de trabajo y de pensamiedto -en- marcadas dentro de postulados teéricos, politicos o me- todolégicos— que con frecuencia predeterminan nuestra compresién de lo que sucede, por tanto lo que hacemas, basicamente, es contar lo mismo una y otra vez o sim- plemente afirmamos que todo es nuevo. {Cémo pode- ‘mos cambiar las actividades y las instituciones de pro- duccién del saber? ;Qué tipos de conocimientos hay que producir, qué clase de tareas tenemos que llevar a cabo Lawnence Grossnenc s! Si queremos mejorar nuestro trabajo y abrim 8 105 a nuevas posibilidades para cambiar el mundo actual? Estas son las cuestiones que intento plantear, si no responder. Querria intentar, al menos, empezar a dartes respuesta. Sostengo que la coyuntura actual —que para mise re. duce a Estados Unidos, aunque no se pueda limitar por sus fronterasyse puede re-constrnir como una serie de his Coil cierto tipo de rediiccigin de lo que significa ser modemo, ¥ por encima de las posibilidades de otros iodos de experimentar a modemidad. Sint embargo, Precisamente, muchos de los conceptos que forman lg base de la empirica del andlisis coyuntural y representan 1 fundamento de los Estudios Culturales ~incluyendo a modemidad, fa economia, la cultura y la politica estan fuertemente ligados a la nocién particular de modemi- dad que se ha convertido en el lugar mismo de la dis. pute, ent el Ambito nacional asi como en el global. Mi intenci6n en este libro es interrogar, de modo contextual ¥ interdisciplinar, estas categorias, y ctear lo que deno- sino unaCuna ontoiogia coyuntural” que me permita explorar la especificidad y generalidad de dichos con. ceptosj Analizo el trabajo interdisciplinar necesario para Antegrar aspectos econdmicos en historias coyunturales, ( SL.bajote6rico que hace falta para entender la especi- | ficidad histérica de la cultura, y el trabajo cartogrifico | que nos permitiria reflexionar iti ideo Beri xionar sobre la politica en toda Pretendo ofrecer una vision de los Estudios Culturales contemporineos como ja postbilidad de produccity @laborativa de conocimiento fil servicio de la transfor, giiclon socket, Tonstruido a partir de a complefided y elacionatidad de las realidades sociales. Esto parece un ‘anuicio publicitario de mi libro ~supongo que no puedo evitar hablar asi de él en este momento, lo siento. jE! ea resulta tan satisfactorio como mi descripcién 32 Estudios Culturales ‘Ahora quertia aiiadir algo més. Cuando di mis primeros ;pasos en el mundo de los Estudios Culturales, nadie ha- Blaba atin de la complejidad, pero ahora jexiste al menos tun pequefio “boom” sobre este tema’ El concept ha he ‘cho su aparicién en una amplia gama de diseursos (come fa teoria de la red de actores), en una gran variedad de disciplinas de las ciencias sociales, asi como en un vasto tramero de paradigmas “cientificos” ~en la ciencia cog- nitiva, la biologia, ete. con el nombre de teoria de la Complejidad, Una de las personas con las que trabajo gn estrecha colaboracién es el antropélogo colombiano ‘Arturo Escobar, quien esté enteramente dedicado a este tema, Aungue en verdad puedo decir que doy acogida a todo esto, creo que es importante cuestionar jos diversos ‘modos con que Ia complejidad.se.explica y se utiliza Personalmente —y admito que con un tono totalmente idiosincrésico~ debo confesar que soy bastante escép- tico respecto a la manera con 12 que los profesionales de las ciencias humanas se han aferrado al paradigma Giemtifico de la complejidad, ya que parte de la raiz de fos Estudios Culturales, asi como parte de mi educacién, se ha definido siempre por una objecia dela “ciencia” y contra Ia aseveracién de que s6lo ést proporciona la tinica forma valida de conoctmiente. Los Petudios Culturales surgen, en parte, para affrinar 1a va~ lidez de otros tipos de conocimiento, como ocurrié por cjemplo con el trabajo de Raymond Williams, Richard Hoggart y James Carey. Esta batalla lidiada ne contra Ia ciencia sino contra el positivismo, el cual afirma catego Ficamente que s6lo existe un modo auténtico de cono- Timiento, se ha llevado a cabo durante mas de un siglo ¥ pienso que continia con los Estudios Culturales, ast Xing en otros lugares.’Es por esto que me pregunto Por qué, dado que se ha estado hablando de 1a complejidad Scho antes de que la ciencia “inventase” la teoria de la ‘complejidad, necesito basarme en esta tltima, Me temo gue siempre y tnicamente se considerara como signo de rear e errrrrrrree eerrr Lawrence Grossbere 3 que necesitamos la legitimidad que s6lo la ciencia offer --Por eso, cuando los cieftifices empiecen a reconocer Gui ellos no descubrieron la complejidad, que ésta ha es- tado presente hace ya mucho tiempo en otros discursos cuando se nos dé ef mismo crédito que el que siempre se le ha otorgado a la ciencia en exclusiva, y cuando empe- ccemos a compartir algo de la financiacidn que se les con- cede, entonces consideraré suscribirme a sus discursos. 14) Muchas gracias por compartir sus ideas. Aunque soy consciente de qute ya le he robado mucho tiempo, ;me permitiria concluir esta entrevista con una pregunta personal? Podria desoribirnas un dia cualquiera de su vida como hombre de familia, académico y exponente lider de los Estudios Culturales? LG: Qué pregunta ms interesante. Por alguna raz6n, en cuzn- to la lei, me vino a la cabeza la cancién de los Beatles (“A day in the life”), Bueno... précticamente cada dia empieza con mi hijo de 15 afios, Zachariah. Le despier- to, le preparo el desayuno a él y a mi mujer y le meto prisa para que se vaya al instituto (los fines de semana, obviarnente, no hay clase, asi que nuestras matianas re- sultan més pausadas y el desayuno es més elaborado). De media, voy a la universidad entre dos y tres di: a semana, y alli bien doy clases {imparto dos signa. turas, cada una de tres horas a Ja semana), o bien me retino principalmente con estudiantes de posgrado, mis doctorandos, estudiantes de mi departamento y de otros también. Por supuesto, nunca faltan las reuniones tipica- mente administrativas que sort 1a pesadi d lla de - sores universitarios, = aad ‘Nunca consigo acabar ningun trabajo en la facultad, o en ‘casa si tengo que pasar parte del dia en la universidad. Bueno, esto no es completamente cierto, ya que gran parte del trabajo que llevo a cabo, digamos que el se- 34 Estudios Culturales ‘gundo gran blogue de mi tiempo, transcurre con “tareas” tipo contestar e-mails, escribir cartas, responder peticio- nes, leer lo que la gente me ha enviado, trabajar con la revista que edito, sellenar formularios, eto. Por supuesto, también paso mucho tiempo preparando las clases. Cuando estoy en casa, si no me sobrepasan todas estas pequefias tareas, y si no tengo que prepararme las clases, entonces puedo tener un dia, 0 el lujo de dos dias a la semana para dedicarme a leer o a preparar una conferen- cia, articulo 0, a veces, un libro. Asi, de 9 a5, cuando me quedo en casa, estoy en mi despacho situado en e! sétano trabgjando -con fa musica a todo volumen, a veces con la televisidn encendida de fondo, trabajando, deambulando, perdiendo tiempo- y trabajando. A Jas cinco, mas o mers, paro para hacer un poco de ejercicio (muy poco), y luego subo para hacer Ja cena. Después de cenar tenemos un rato en familia (vemos Ja tele, una pelicula, escuchamos misica juntos ‘© hablamos) hasta que Zachariah se acuesta, entonces Jeo los periédicos y me voy a la cama. ‘Ast paso los dias. {Probablemente no es como usted imaginaba? Resulta interesante que pensase que escribo mucho pero, en realidad, no tanto. Le recuerdo que hace ya 35 aflos que trabajo en la universidad. La mayor parte de lo que escribo lo hago en mi tiempo libre -vacacio- nnes a lo largo del curso y en verano, Necesito largos pe- riodos de tiempo sin interrupciones para poder trabajar Porque, como ya he dicho, no me gusta mucho escribir. Por eso-me cuesta como minimo cinco afos escribir un fibro -uno de los mios. Muchas gracias Dr. Grossberg. Chantal Cornut-Gentille D'Arcy Pecados de los Estudios Culturales Hace treinta afios que di con los Estudios Culturales.' Mien- tras que nunca me habria podido imaginar que los Esnaiins Culturates legarian a tener tanto “éxito”, [0s tiespos, enton, ces, eran, en comparacién, insignificantes, En la actealided, la eleceidn de entrar en el ambito de los Estudios Cultusaiee se caracteriza por ser un tanto peligrosa, si no malta. Pascoe ser que los Estudios Culturales (y las politicas que los acome pafian) se han convertido en una amenaza. Resulta peligioco set objeto de oposicién y ataque siempre que se preseite In ocasién: acusado de ser demasiado tedtico 9 no lo suficiente demasiado politico 0 no lo suficiente, demasiado abstracto 6 demasiado concreto, demasiado eritico o insuficientemerte ctitico, demasiado elitista o demasiado populista, demasiado "En este artculo usar el térming “hablar” como si epress i vou de os Etaios Catal. No oy & nega uci Lota Can fomtienen un discus mpl » Tambieu personificré« los studios Culturales, haciendo de ellos el sujeto parlame y activo de ta fiEimenaci, Se soy eulpibe de complcar ls sont, pero cleccion tetérica,Siellector se sienteinoémodo con ese uso reece as puede modifier cada frase sustituyendo el 4 ales de ust rain cas ase sositayend el set por los oon de

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